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ESCUELA DE FORMACIÓN DE OFICIALES DE POLICÍA

-ESFOP-
QUINTA PROMOCIÓN DE OFICIALES TERCEROS

LIC. HENRY DANILO LÓPEZ SAMAYOA.


DERECHOS HUMANOS
AULA NUMERO DOS
GRUPO #4

ENSAYO:
“CÓMO GARANTIZAR LA SEGURIDAD CIUDADANA EN EL MARCO DE LOS
DERECHOS HUMANOS Y LA FUNCIÓN POLICIAL"

Oficiales alumnos:
No. Nombres y Apellidos Clave
2 ELMER DENILSO LEMUS ALVARADO 23
3 HANIA YULISA LÓPEZ CARDONA 24
4 FAUSTINO LÓPEZ CARMONA 25
5 BRENDA GUISELA LOPEZ HERNANDEZ 26
6 MILTON GUDIEL LÓPEZ LÓPEZ 27
7 ISIS JEANENETTE LOPEZ RAMIREZ 28

Ciudad de Guatemala, septiembre de 2017


La Policía Nacional Civil es la fuerza armada de seguridad cuyo fin es proteger la
vida, la integridad física y la seguridad de las personas y sus bienes, tomando en
cuenta que la institución demanda de sus miembros que se inspiren en una
profunda moral para desempeñar su noble, justa y desinteresada misión, cabe
mencionar que dentro entro de los principios básicos de actuación de la policía
Nacional civil establece la relación que debe darse con la comunidad, por lo tanto
como podemos establecer que la interacción entre comunidad y policía no es algo
nuevo sino que desde la creación de la ley de la Policía Nacional Civil,

“CÓMO GARANTIZAR LA SEGURIDAD CIUDADANA EN EL MARCO DE LOS


DERECHOS HUMANOS Y LA FUNCIÓN POLICIAL"

Los conocimientos que hemos adquirido durante el desarrollo del curso de


derechos Humanos han sido notables en nuestra preparación profesional pues
nos han abierto la mente y ver las cosas desde otra perspectiva.

La constitución política de la República de Guatemala es eminentemente


protectora de los derechos humanos y en sus primeros artículos impone al
estado de Guatemala garantizar a los habitantes de la Republica la vida, la
libertad, la justicia, la seguridad y la paz y el desarrollo integral de los derechos
humanos y para ello delega esta importante función a la policía nacional civil, para
comprender como garantizar la seguridad ciudadana es importante conocer y
adentrarnos al tema.

SEGURIDAD CIUDADANA

La seguridad se considera como un bien público ya que implica la salvaguarda


eficaz de los derechos humanos inherentes a la persona, especialmente el
derecho a la vida, la seguridad, la integridad personal, la inviolabilidad del
domicilio y la libertad de movimiento. La seguridad ciudadana no trata
simplemente de la reducción de los delitos sino de una estrategia exhaustiva y
multifacética para mejorar la calidad de vida de la población, de una acción
comunitaria para prevenir la criminalidad, del acceso a un sistema de justicia
eficaz, y de una educación que esté basada en los valores, el respeto por la ley y
la tolerancia. La seguridad ciudadana es un elemento fundamental de la seguridad
humana.

PONER EN PRÁCTICA LOS PRINCIPIOS POLICIALES


Analizando el presente tema nos hemos centrado en una política policial que
nos ayude a garantizar la seguridad ciudadana en nuestro país que tanta falta nos
hace.

Por consiguiente debemos empezar con


cosas mínimas que durante tiempo se han
perdido, respetando los derechos de todas
las personas sin discriminación alguna bien
sea por su origen, raza, color, sexo, religión,
clase social, posición económica entre otros,
desde el momento en que el jefe de la sub
estación, estación o división nombre los
servicios que los colaboradores cubrirán es
importante concientizar al personal sobre el
respeto al ordenamiento jurídico pero sobre
todo el respeto a los derechos humanos, y para ello es importante tener ese
acercamiento con la ciudadanía, platicar con ellos, dándole a conocer cuáles son las
funciones de la policía nacional civil y ponerse a sus órdenes ya que en la actualidad
hemos visto que la población ha tenido un alejamiento de la policía, pero esto se
puede recuperar poniendo en práctica, los principios policiales siguientes:
Principios policiales esenciales para garantizar la seguridad ciudad ananá en el
Marco de los Derechos Humanos.

Creencia en un Ser Supremo


Considerando que el policía jura “en el nombre de Dios y por la patria acatar la
Constitución y las leyes de la República” en todo tiempo el policía debe
encomendarse en las manos de Dios ya que por el tipo de trabajo que realizamos
necesitamos de la sabiduría de Dios para tomar decisiones importantes.

Atención, auxilio y buen servicio al ciudadano


Como bien sabemos, la policía nacional civil se debe a la sociedad, es importante
que el policía tenga siempre presente que garantizar, la vida, la integridad física de
las personas es el fin del Estado. Por eso debe mostrar siempre un trato correcto y
esmerado a todas las personas, sin distinción de sexo, raza, status social u otras
diferencias.

Profesionalismo
La palabra profesionalismo va muchos más haya que ostentar un título,
profesionalismos como miembros de la policial es la práctica en una actuación
policial digna, consciente, firme, decidida, serena, ponderada, respetuosa, prudente y
fiel a los principios establecidos en la Constitución, las leyes y los reglamentos. El
profesionalismo policial debe ser manifiesto en el trato con los ciudadanos.

Es importante destacar que al


momento de efectuar un registro e
identificación de personas se proceda
con comandos de voz que tengan
palabras de moral y ética a efecto que
la persona sujeta a identificación o a
registro note la educación policial,
como también haciendo utilidad de
personal del mismo sexo. Al momento de efectuar el registro e identificación de un
vehículo de una persona se debe respetar su propiedad privada el cual se debe
actuar con trasparencia o en vista del piloto o propietario del vehículo en el instante
que se está efectuando una revisión del automotor y no dejar un pensamiento
negativo o dudoso.

En caso de que en el recorrido o patrullaje se observe flagrantemente sorprendiendo


al victimario y víctima es importante brindarle la asistencia de primero auxilios a la
víctima y al sindicado proceder a aprehenderlo respetando sus derechos humanos,
por ningún motivo se le debe vulnerar su dignidad, debiendo ponerlo a disposición de
las autoridades competentes

Como se ha mencionado al principio, es deber del estado de Guatemala


garantizar a sus habitantes la seguridad y la paz, y a medida que las personas
gozan de sus derechos fundamentales, las instituciones encargadas de este
cumplimiento se calificaran como eficientes en asegurar esos derechos y los
particulares por su lado se han de someter en sus relaciones civiles ante el imperio
de ley, y como bien lo establece el manual de Derechos humanos que la seguridad
surge como la consecuencia del orden democrático de derecho, como una variable
dependiente del mismo, y de esta forma se fortalece el estado de derecho, de lo
contrario se debilita o se hace inexistente.

Se ha dicho de manera insistente que para combatir la delincuencia y elevar los


niveles de seguridad es necesario aumentar la sanción penal, el número de
policías y patrullas, y tolerar la violación a los derechos humanos, entre otras. Esta
creencia negativa deja de lado las verdaderas causas de la criminalidad y se
olvida de la necesaria modernización de las instituciones de administración de
justicia, mediante un esfuerzo global que garantice el acceso y trato igualitario a la
población; que se erradique la desconfianza mutua entre esas entidades y se
busque la complementariedad de ellas y la coordinación contra el crimen.
POLÍTICA DE SEGURIDAD
Viendo la seguridad ciudadana de una manera concreta, hemos pensado en una
política de seguridad ciudadana centrada en atacar las causas de la criminalidad

Para hacer frente a este desafío hay que humanizar y hacer más eficaz la
respuesta del Estado, con la capacitación y pro regionalización de la policía
Nacional Civil y para ello se requiere:
 Interés del Estado y la sociedad para que la formación del policía se oriente hacia
el respeto al orden legal y de los derechos humanos de los ciudadanos.
 Dignificación de la actividad policial. El policía es un servidor público encargado de
la seguridad, pero sobre todo es una persona con una actividad que merece alta
valoración social y, por lo tanto, debe ser correspondida con el respeto a sus
derechos y la satisfacción de sus necesidades elementales.
 Evaluación del trabajo policial no sólo por sus resultados, sino por los medios
empleados. Esta apreciación será permanente, y en ella no sólo habrá de
intervenir el Estado, sino también la sociedad, que debe convertirse en un actor
coadyuvante de las distintas etapas que implica una estrategia de seguridad
pública. Los mecanismos e instrumentos de la actuación policial deben regularse
según el criterio "mayor eficacia-menor costo para las personas en el ejercicio de
sus derechos". En este sentido, su actuación debería estar sustentada en el
criterio: "Prevención en la medida de lo posible y represión en la medida de lo
estrictamente necesario".
 La participación de la sociedad en la evaluación de sus necesidades, así como en
los planes de seguridad pública.
 Adopción, por parte de los cuerpos policiales, de códigos de conducta o ética.
 Mecanismos que resuelvan algunos problemas entre los ciudadanos de forma no
violenta, a través de la mediación o solución pacífica de los conflictos.
Debemos estar conscientes que La seguridad pública no sólo es un problema de
la policía Nacional civil. La colaboración de todos los actores sociales es urgente,
especialmente cuando vemos que las debilidades en este rubro son fuente de una
violencia e impunidad que afectan la vida, la integridad, la libertad y el derecho a la
justicia de las personas y, en general, el de todos a llevar una vida libre de
temores y sobresaltos.

Para que exista una seguridad ciudadana en el marco de respeto a los derechos
humanos y que la lucha contra la delincuencia sea eficaz, las acciones deben ser
legítimas, esto es, respetar la Constitución y con ello los derechos humanos, no
sólo por el bien de la legalidad, sino por el de la sociedad, para que recupere ese
espacio tan natural que le ha sido arrebatado: la calle.

Está claro que los Estados son entidades responsables por la seguridad de los
ciudadanos, pero la historia reciente ha demostrado que la producción de
seguridad puede tomar como horizonte ciertas claves excluyentes e incluso
siniestras, o puede reposar en políticas que con los ojos abiertos a una realidad
compleja e interconectada, respondan con una perspectiva de derechos humanos
a través de instituciones profesionales y competentes ante los patrones violentos y
de criminalidad que surcan a una sociedad.

Bajo el marco internacional de los derechos humanos la responsabilidad de los


Estados se expresa no sólo en el deber de respetar los derechos humanos
internacionalmente reconocidos, sino también en actuar con la debida diligencia
para prevenir, sancionar y erradicar aquellas prácticas lesivas contra las personas
por parte de agentes gubernamentales o particulares, cualquiera sea el ámbito en
el que ocurra.
BIBLIOGRAFIA:

 Manual de Derechos Humanos.


 Doctrina policial.
 Constitución política de la República de Guatemala

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