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UAPA.
MATERIA:
PSICOLOGIA CLINICA.
TEMA:
UNIDAD 5
FACILITADORA:
ALEXANDRA RODRIGUEZ.
PARTICIPANTE:
CRISTINA MARTINEZ MELO.
MATRICULA:
15-8708.
Estimado participante, la evaluación psicológica es un procedimiento en el
que un profesional de la salud mental evalúa a una persona en función de
los factores psicológicos, biológicos, físicos y sociales que tienen la mayor
influencia en el funcionamiento del individuo. Las técnicas o herramientas
son seleccionadas dependiendo del objetivo de dicha evaluación,para lograr
las competencias debe realizar:
Lectura del capítulo 5 del libro de texto, "Psicología Clínica", de los
autores: Butcher James, Mineka Jill. (2007). "Psicología
Clínica". Madrid: Editora Pearson.
Para realizar su tarea ver el siguiente enlace: Bibliografía complementaria.
1. Elabore un mapa conceptual conteniendo: entrevistas estructuradas y no
estructuradas.
ENTREVISTA ENTREVISTA NO
ESTRUCTURADA: ESTRUCTURADA:
En este tipo de entrevista, el En este caso el entrevistador
entrevistador se presenta a la tiene la flexibilidad para adaptar
entrevista con un cuestionario bien la entrevista a las características
estructurado, que el entrevistado psicológicas del entrevistado,
debe responder; el entrevistador se avanzando o retrocediendo en
ciñe fielmente al cuestionario y no función de su propósito. Se le
pregunta nada fuera de él. Conjunto llama abierta por esta
de procedimientos en el que el característica de no seguir un
entrevistador utiliza preguntas guion. El entrevistador no
dirigidas a un abordaje detallado, propone temas ni hace
ajustado a ciertos objetivos sugerencias; mediante el uso de
preestablecidos que desea conocer este tipo de estrategia el
o para los cuales el entrevistado entrevistado puede sentirse con
solicita asistencia. la libertad de tratar, desde su
propio punto de vista, los temas
que le sean más relevantes.
FRUSTRACIONES.
Es posible identificar una gran cantidad de obstáculos, tanto externos como
internos, que conducen a la frustración. Los prejuicios y la discriminación, la
insatisfacción en el trabajo, o la muerte de un ser querido, son frustraciones muy
habituales que dependen de nuestro entorno; las limitaciones físicas para realizar
determinadas tareas, la soledad, la culpa, o el autocontrol inadecuado, son fuentes
de frustración que dependen de limitaciones personales.
CONFLICTOS.
En muchos casos el estrés procede de la ocurrencia simultánea de dos o más
necesidades o motivos incompatibles. Atender a uno de ellos impide la satisfacción
de los demás. Por ejemplo, si se le ofrece un ascenso a una mujer, pero eso obliga a
su familia a trasladarse a un lugar desconocido, probablemente tenga dificultades
para tomar esa decisión.
PRESIONES.
El estrés no sólo procede de las frustraciones y de los conflictos, sino también de las
presiones para conseguir objetivos determinados, o para comportarse de una manera
específica. Las presiones nos obligan a ir más rápidos, a redoblar nuestros
esfuerzos, o a cambiar la dirección de nuestra conducta, lo cual puede terminar
pasando factura a nuestra capacidad de afrontamiento, o incluso puede generar
algún tipo de conducta desadaptada.
Tolerancia al estrés.
Las personas que no son capaces de manejar adecuadamente las circunstancias
estresantes son especialmente vulnerables ante la menor frustración o presión.
Quienes no están seguros de su capacidad y valía tienen mayor tendencia a percibir
amenazas que aquellos que suelen sentirse tranquilos y seguros. El término
tolerancia al estrés se refiere a la capacidad de una persona para resistir estrés sin
experimentar daños importantes. Las personas muestran una enorme variabilidad
respecto a su vulnerabilidad ante los factores de estrés.
Afrontamiento al estrés.
En general, los niveles de estrés muy elevados suponen una amenaza para el
bienestar, y generan conductas dirigidas a aliviar la tensión. En definitiva, el estrés
impulsa a la persona a hacer algo. Qué es lo que se haga dependerá de diversos
factores. Algunas veces se tratará de factores internos tales como el marco de
referencia del individuo, sus motivos, competencias, o tolerancia al estrés, los que
desempeñen un papel esencial en sus estrategias de afrontamiento.
Duelo.
La muerte súbita e inesperada de un ser querido explica un tercio de los casos de
trastorno por estrés post-traumático.
Cuando muere alguien cercano a nosotros, nos quedamos psicológicamente
aturdidos. Con frecuencia nuestra primera reacción es la incredulidad. Después, a
medida que vamos comprendiendo el significado de la muerte, nos abruman
sentimientos de pesar, tristeza y desesperación (e incluso, quizá, contra la persona
desaparecida).
Divorcio y separación.
El deterioro o la finalización de una relación íntima suponen un poderoso factor de
estrés, que frecuentemente se cita como la razón principal que induce a una persona
a buscar tratamiento psicológico. El divorcio, aunque ya más aceptado socialmente,
todavía supone el resultado trágico y generalmente estresante, de lo que una vez fue
una relación íntima y agradable.
Temperamentos.
¿En qué medida las diferencias constitucionales en sensibilidad, vigor y
temperamento, influyen sobre la resistencia al estrés del combate? En la actualidad
apenas disponemos de evidencias al respecto. Sí tenemos más información sobre
cuáles son las condiciones de combate que menoscaban la energía física y
emocional de los soldados. Añadamos al propio esfuerzo emocional que supone la
guerra por sí misma, otros factores que suelen ir asociados (como condiciones
climáticas extremas, malnutrición y enfermedades), y obtendremos como resultado
una disminución general de la resistencia física y psicológica a cualquier
circunstancia estresante.