Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Concepto de “nacional-popular”.
En una nota del 1 de Agosto de 1930 la “Critica Fascista” se lamenta que dos grandes
cotidianos, uno de Roma y el otro de Nápoles, hayan iniciado la publicación en folletín de
estas novelas: El Conde de Montecristo y José Bálsamo de Alejandro Dumas, y El
Calvario de una Madre de Pablo Fontenay. Escribe la “Critica”: “El Ochocientos francés
ha sido, sin duda, un período áureo para el folletín, pero deben tener un concepto muy bajo
de los propios lectores aquellos periódicos que reimprimen novelas de hace un siglo, como
si el gusto, el interés, la experiencia literaria no hubiesen cambiado nada desde entonces
hasta ahora. Y no sólo esto, ¿por qué no tener en cuenta que existe, a pesar de las opiniones
en contrario, una novela moderna italiana? Y pensar que esta gente está pronta a
desparramar lágrimas de tinta sobre la infeliz suerte de las letras patrias.”
(no se piensa que para muchos lectores la “novela de folletín” es como la “literatura” de
categoría para las personas cultas). Conocer la “novela” que publicaba la “Stampa” era una
especia de “deber mundano” de portería, de zaguán y corredor en común; cada capítulo
daba lugar a “conversaciones” en las que brillaba la intuición piscológica, la capacidad
lógica de intuición de los más sobresalientes”, etc. Se puede afirmar que los lectores del
folletín se interesaban y se apasionan por sus autores con mucha mayor sinceridad y más
vivo fervor humano que el interés que ‘despiertan en los saloncitos llamados cultos, las
novelas de D’Annunzio o las obras de Pirandello.
Pero el problema más interesante es el siguiente: ¿ por qué los periódicos de 1930 si
quieren difundirse (o mantenerse) se ven obligados a publicar los folletines de hace un
siglo (o los modernos del mismo tipo)? ¿Y por qué no existe en Italia una literatura
“nacional” del género, no obstante ser ella rentable? Hay que observar el hecho que en
muchas lenguas, “nacional” y “popular” son sinónimos o casi (así es en ruso, o en alemán
donde volkisch tiene un significado aún más íntimo, de raza, y también en las lenguas
eslavas en general; en francés “nacional” implica un significado donde el término
“popular” está más elaborado políticamente, porque está ligado al concepto de
“soberanía”: soberanía nacional y soberanía popular tienen o han tenido igual valor). En
Italia, el término “nacional” tiene un significado muy restringido ideológicamente y en
ningún caso coincide con “popular”, porque en este país los intelectuales están alejados del
pueblo, es decir, de la “nación”, y en cambio se encuentran ligados a una tradición de casta
que no ha sido rota nunca por un fuerte movimiento político popular o nacional desde
abajo. La tradición es “libresca” y abstracta, y el típico intelectual moderno se siente más
ligado a Annibal Caro o a Ippolito Pindemonte que a un campesino pugliese [de Apulia, SE
de Italia] o siciliano. El término corriente “nacional” está en Italia ligado a esta tradición
intelectual y libresca, de allí la facilidad tonta y en el fondo peligrosa de llamar
“antinacional” a quien no tenga esta concepción arqueológica y apolillada de los intereses
del país.
¿A qué se debe que el pueblo italiano lea con preferencia a los escritores extranjeros?
Significa que sufre la hegemonía intelectual y moral de los intelectuales extranjeros, que se
siente más ligado a los intelectuales extranjeros que a los “paisanos”, es decir, que no
existe en el país un bloque nacional intelectual y moral, jerarquizado y mucho menos
http://www.gramsci.org.ar/TOMO5/88_nac_pop_folletin.htm 2/5
17/1/2018 15
igualitario. Los intelectuales no salen del pueblo aunque, accidentalmente, algunos de ellos
sean de origen popular, no se sienten ligados a él (aparte de la retórica), no lo conocen ni
sienten sus necesidades y aspiraciones, sus sentimientos difusos; con relación al pueblo son
algo separado, sin fundamento, es decir una casta y no una articulación del pueblo mismo,
con funciones orgánicas.
En ausencia de una literatura “moderna” que sea la suya, algunos estratos de la gente
común han satisfecho de distintas maneras las exigencias intelectuales y artísticas que, sin
embargo, existen en ellos aunque sea bajo una forma elemental y confusa: difusión de la
novela caballeresca medieval—Reali di Francia, Guerino detto il Meschino, etc.* --
especialmente en Italia meridional y en las montañas. Los “maggi” en Toscana ** (los
temas representados por los “maggi” son extraídos de libros, cuentos y especialmente
leyendas que se hicieron populares, como la de Pía dei Tolomei. *** Existen varias
publicaciones sobre los “maggi” y su repertorio).
http://www.gramsci.org.ar/TOMO5/88_nac_pop_folletin.htm 3/5
17/1/2018 15
• Los Reali di Francia (La familia Real de Francia) y Guerino detto il Meschino (Guerino, llamado el
mezquino) poemas caballerescos de Andrea da Barberino (1370-Después de 1431) que tuvieron una gran
difusión popular debida a su transmisión oral por medio de los “cantastorie”, cantores populares del sur
de Italia (Mezzogiorno) que constituyen una réplica aún actual de las trovadores medievales (N. del T.).
** Los “maggi” difundidos especialmente en las zonas montañosas de las provincias de Reggio Emilia
y de Massa-Carrara, son representaciones teatrales populares realizadas al aire libre, basadas en motivos
caballerescos o novelescos. (N. del T.)
*** Pía dei Tolomei: heroína de un célebre episodio de La Divina Commedia (Purgatorio, canto V).
Según la tradición, Pía habría sido asesinada a traición par su marido, que era un noble de Siena (N. del
T.).
en América el mismo jesuitismo. La Italia popular está todavía en las condiciones creadas
inmediatamente por la Contrarreforma: la religión, cuanto más, se ha combinado con el
folklore pagano y ha permanecido en este estadio).
www.gramsci.org.ar
http://www.gramsci.org.ar/TOMO5/88_nac_pop_folletin.htm 5/5