Sei sulla pagina 1di 4

CAPÍTULO 8 NERVIOS PERIFÉRICOS

Andresa Braga Baiak • Renato S. Sernik

INTRODUCCIÓN endoneuro, fascículos nerviosos, perineuro y epineuro.


La evaluación de los nervios periféricos por la ultrasonogra- Las fibras nerviosas están constituidas por axón, células
fía tuvo su inicio a mediados de la década de 1980 con de Schwann y la vaina de mielina que las envuelve. Exter-
Solbiati et al., 1985 y Forange (1988), estudiando los nervios namente, están rodeadas por un tejido conectivo que con-
laríngeo recurrente y mediano, respectivamente. Con los tiene pequeños vasos, denominado endoneuro. Las fibras
transductores disponibles en la época, de hasta 7,5 MHz, nerviosas tienden a agruparse, dando origen a los fascícu-
no era posible la identificación de la estructura interna del los nerviosos. El número y las dimensiones de cada fascícu-
nervio, solamente alcanzada en la década siguiente, con lo dependen de los entrelazamientos, fusiones y divisiones
equipos de mejor resolución. presentes en todo su trayecto, así como del tamaño y la
ubicación del nervio (de la distancia con relación a su origen)
ANATOMÍA (Fig. 8-1). Cada fascículo y el nervio propiamente dicho
Varias radículas emergen de los segmentos ventral y dorsal están envueltos por un tejido conectivo de sustentación, el
de la médula, para formar las raíces nerviosas anterior (mo- perineuro, que se dispone alrededor de los fascículos, y el
tora) y posterior (sensitiva), cuyos cuerpos celulares darán epineuro, que presenta dos componentes: uno superficial
origen al ganglio de la raíz posterior. Después del ganglio, las y otro interfascicular. Como regla general, cuanto mayor es
dos raíces se unen para formar el nervio espinal que recorre el número de fascículos contenidos en el nervio, mayor la
el foramen intervertebral, dividiéndose en las ramas primarias contribución de epineuro, para su área seccional, pudiendo
anterior y posterior. La rama primaria posterior es responsable llegar a entre 30% y 75% (Chiou et al., 2003). En relación
por la inervación motora de la musculatura paravertebral y con su nutrición, los nervios son estructuras altamente vas-
cutánea de la región posterior del tronco. La rama primaria cularizadas, iniciándose con el vasa nervorum, que penetra
anterior formará los plexos cervical, braquial y lumbosacro, el epineuro en varios niveles. Esos vasos se comunican por
además de inervar la piel de la porción antero-lateral del tron- una compleja red longitudinal de anastómosis de arteriolas
co y de las extremidades. A partir de esos plexos nerviosos, y vénulas, que interunen los compartimientos epineural y
es que se formarán los nervios periféricos. endoneural. Los vasos linfáticos se observan solamente en
Histológicamente, el nervio periférico se presenta en un el epineuro y no en el perineuro, ausentes en los fascículos
corte transversal de la siguiente manera: fibras nerviosas, nerviosos (Chiou et al., 2003).

FIBRA

ENDONEURO
FASCÍCULOS
EPINEURO

PERINEURO

FIGURA 8-1. Ilustración del nervio periférico. Observar los variados tamaños de los fascículos neurales
que forman parte del nervio.
500 CAPÍTULO 8 • NERVIOS PERIFÉRICOS

ASPECTO ULTRASONOGRÁFICO cicular (Silvestri et al., 1995; Chiou et al., 2003; Beekman,
El uso de equipos de ultrasonografía con transductores lineales 2004; Fornage, 1988; Martinoli et al., 2002) (Fig. 8-2).
de alta resolución, con frecuencia superior a 7,5 MHz, es un Algunos factores pueden modificar ese aspecto carac-
requisito básico para la evaluación adecuada de los nervios terístico del nervio en la ultrasonografía:
periféricos (Martinoli et al., 2002; Beekman, 2004). La frecuen- 1. Localización: cuanto más profundo está el nervio, me-
cia apropiada del transductor variará, dependiendo del biotipo nos evidente es su aspecto fascicular (Fig. 8-3). Debe
del paciente y de la profundidad de la estructura a ser exami- destacarse, también, que los nervios periféricos, por el
nada. Una mayor definición de las estructuras analizadas, con hecho de ser estructuras compresibles, modifican su
la consecuente mejoría de la calidad del examen, han sido forma dependiendo del espacio anatómico en el cual
alcanzadas con los avances tecnológicos recientes del software. ellos están contenidos y del volumen de las estructuras
Como la imagen latente compuesta en tiempo real obtenida a su alrededor. Cuando atraviesan espacios más restrin-
a través del cruce de los haces del ultrasonido, la utilización de gidos, como los túneles osteofibrosos y los forámenes
las armónicas y la adquisición de imágenes panorámicas, con neurales, el nervio puede asumir una apariencia más
campo de visión ampliado, permiten la visualización de un hipoecoica debido a su mayor aproximación a los fascí-
segmento mayor del nervio. El uso de esa aplicación, ayuda al culos nerviosos (Bianchi, 2007). La manera como se
entendimiento de los hallazgos ultrasonográficos a los médicos realiza el examen también debe ser cuidadosa, ejercien-
de otras especialidades (Lin et al., 1999), sin que haya pérdida do el mínimo de presión sobre la piel, a fin de evitar
de la resolución de la imagen. En los casos de indicación qui- deformidades derivadas de artefactos de los nervios.
rúrgica, colabora también en la planificación quirúrgica. 2. Trayecto: cuando el nervio rodea estructuras óseas,
En la ultrasonografía el nervio periférico presenta una apa- aparece el artefacto de anisotropía en su interior, acen-
riencia típica, mostrando buena correlación con los hallazgos tuando su hipoecogenicidad, lo que acarrea la pérdida
histológicos (Silvestri et al., 1995). Las fibras nerviosas y el del patrón fascicular (Fig. 8-4).
endoneuro forman una estructura bastante delgada, incapaz 3. Tipo de tejido rodeando el nervio: el músculo alre-
de reflejar los haces del ultrasonido, volviendo imposible la dedor del nervio vuelve más evidente la apariencia de
separación de ambos por el método. A partir de los fascículos “panal de miel” por el contraste entre el perineuro/
neurales, se puede hacer la distinción entre los variados ele- epineuro y los fascículos musculares. Cuando está ro-
mentos que forman parte del nervio periférico, pues el tejido deado por tejido adiposo o por tendones, el nervio
de sustentación es suficientemente grueso para reflejar los puede presentarse más hipoecoico, con poca definición
haces del ultrasonido (Chiou et al., 2003). De esa forma, en de su límite externo, ya que epineuro, grasa y tendón
el plano longitudinal, el nervio periférico es identificado como tienen la misma ecogenicidad (Fig. 8-5).
múltiples bandas paralelas hipoecoicas y discontinuas (fascí- 4. Técnicos: también aparecen artefactos de anisotropía en
culos neurales), separadas por imágenes lineales hiperecoicas los casos en que el haz del ultrasonido no incide perpendi-
(perineuro). Cuando es examinado en el plano transversal, el cularmente al nervio (Beekman et al., 2004). Cuando son
nervio se presenta redondeado u ovalado, con múltiples imá- examinados en cortes longitudinales, debe tenerse cuidado
genes hipoecoicas redondeadas (fascículos neurales) en su de no confundir los fascículos nerviosos con los ecos prove-
interior, localizadas en un fondo hiperecoico (“epineuro más nientes de los músculos y tendones que recorren el mismo
perineuro”). Apariencia descrita como “panal de miel” o fas- plano de corte. La evaluación sistemática en cortes trans-

A B

FIGURA 8-2. Anatomía ultrasonográfica del nervio periférico. (A) Aspecto de “panales de miel”. (B) Observar el patrón fascicular del nervio y la diferencia
de ecogenicidad en relación al tendón (T). Flecha continua =fascículo neural; flecha discontinua =perineuro.
ASPECTO ULTRASONOGRÁFICO 501

versales del nervio es la más adecuada para seguir todo su


recorrido, reduciendo todos los posibles de artefactos.

El Doppler a color, durante mucho tiempo, fue de poca


ayuda en la evaluación de los nervios periféricos. Su utilidad
consistía, básicamente, en la diferenciación entre los fascí-
culos nerviosos y los pequeños vasos (Martinoli et al., 2004).
A pesar que actualmente no está establecido exactamente
su papel, el Doppler pulsado y de amplitud, es usado por
algunos autores con la intención de separar lesiones malig-
nas de benignas y en la caracterización de los estados hi-
pervasculares intra y perineurales, como en el postoperato-
rio, en las perineuritis y en los síndromes compresivos.
Veremos, a continuación, una descripción de la anatomía
del plexo braquial y de los principales nervios periféricos
estudiados por la ultrasonografía, también como de las
enfermedades más importantes. Algunas de esas condicio-
nes ya fueron abordadas en profundidad en otros capítulos,
FIGURA 8-3. Nervio ciático (flechas) en la cara posterior del muslo. Debido razón por la cual nos detendremos más detalladamente en
a su profunda ubicación, el nervio se presenta hiperecoico, con pérdida aquellas que aún no han sido estudiadas.
del patrón fascicular.

N ULNAR I N ULNAR I

A B

FIGURA 8-4. (A y B) Nervio ulnar en el interior del túnel cubital (flechas), con ecotextura homogénea e hipoecoica.

pru
au
nu
t PIS
au tesc
prul
RADIO

MBQ

HUESOS DEL CARPO


ULNA

A B

FIGURA 8-5. Ultrasonografía del nervio mediano (plano axial) en dos localizaciones diferentes (flechas). (A) Antebrazo – rodeado por el músculo pronador
redondo (pru y prul), presentando aspecto característico de “panales de miel”. (B) Túnel del carpo, al lado de los tendones flexores (t), mostrándose
discretamente hipoecoico. tesc =tubérculo del escafoides; PIS =pisiforme; MBQ =músculo braquial; au =arteria ulnar; nu =nervio ulnar.
502 CAPÍTULO 8 • NERVIOS PERIFÉRICOS

Vale recordar que, independientemente de cuál nervio o rán el cordón lateral y la división anterior del tronco inferior
condición patológica está en estudio, el principal hallazgo dará origen al cordón medial (Fig. 8-6). Después de las ra-
ultrasonográfico es el engrosamiento neural, medido a través mificaciones, los cordones terminan en los nervios periféri-
del área de sección transversal. Por eso es necesario tener un cos: mediano, ulnar, musculocutáneo, axilar y radial.
valor de referencia de normalidad para cada nervio. Sin em-
bargo, son pocos los trabajos en la literatura que tratan ese Técnica de examen
asunto (Cartwright et al., 2008; Beekman et al., 2005; Cart- El examen puede ser realizado con el paciente sentado o
wright et al., 2007; Peeters et al., 2004), con metodologías acostado, con la cabeza rotada hacia el lado opuesto al que
diferentes, haciendo que los valores sean, muchas veces, va a ser estudiado. El transductor es colocado en los planos
opuestos. Lo ideal, realmente, es que cada servicio tenga su axial y coronal oblicuo para la obtención de imágenes trans-
valor de referencia propio (Cartwright et al., 2008). versales y longitudinales del plexo. Para la identificación de
los componentes del plexo braquial, dos estructuras son de
PLEXO BRAQUIAL importancia fundamental: la clavícula y la arteria subclavia
Anatomía (Fig. 8-7). Los troncos y las raíces nerviosas que lo forman son
El plexo braquial es la estructura del sistema nervioso peri- reconocidos en la región supraclavicular. Las divisiones y los
férico que aporta inervación motora y sensitiva al miembro cordones se disponen alrededor de la arteria subclavia, en las
superior. Clásicamente, el plexo braquial está formado por regiones retroclavicular e infraclavicular, respectivamente.
la división anterior de las raíces nerviosas de C5 a T1, con Inicialmente, deben ser evaluadas las raíces nerviosas, a
una contribución variable de C4. Algunas variaciones ana- partir de los forámenes intervertebrales. Las raíces cervicales
tómicas, como la pre-fijación del plexo, donde las fibras se de C4 a C7 son siempre identificadas, mientras las de C8 y
originan de C4 a C8, o su post-fijación, con origen en C6 T1 pueden ser inaccesibles, especialmente en pacientes con
a T2, pueden ser encontradas; sin embargo, esas variaciones cuello corto (Graif et al., 2004; Beekman et al., 2004). En la
no parecen tener significado clínico. Raíces, troncos, divi- ultrasonografía, las raíces nerviosas del plexo braquial se pre-
siones, cordones y ramificaciones forman parte del plexo. sentan generalmente, más hipoecoicas en comparación con
Después de emerger por los forámenes intervertebrales, las los nervios periféricos. Puede reconocerse un patrón fascicu-
raíces se unen para formar los troncos superior (C5 y C6), lar sutil en el interior de la raíz. Los troncos, localizados entre
medio (C7) e inferior (C8 y T1). Esos troncos se separan los músculos escaleno medio y anterior, son mejor visualizados
dando origen a las divisiones anterior y posterior, que, en- en un plano axial oblicuo, identificados como un conjunto de
seguida, se combinarán para formar los cordones del plexo nódulos hipoecoicos. En la región retroclavicular, las divisiones
braquial. Los cordones son en número de tres: posterior, están situadas en una posición cefálica y posterior a la arteria
lateral y medial, de acuerdo con la relación mantenida con subclavia, semejándose a un gran nervio periférico en el pla-
la arteria subclavia. Las divisiones posteriores de los troncos no transversal (Graif et al., 2004). Los cordones se disponen
superior, medio e inferior formarán el cordón posterior. Las alrededor de la arteria subclavia, siendo fácilmente distingui-
divisiones anteriores de los troncos superior y medio forma- dos del vaso con el uso del Doppler a color (Figs. 8-8 y 8-9).

C3
Raíces y troncos (superior, medio e inferior)

C4 Divisiones anteriores

Divisiones posteriores
C5
Cordones

C6

MEM
C7
MEA

T1

Asc Lateral

Esterno

Medial Posterior
FIGURA 8-6. Ilustración del plexo braquial. Asc
=arteria subclavia; MEA =músculo escaleno ante-
rior; MEM =músculo escaleno medio.

Potrebbero piacerti anche