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NHC

Nueva
Historia
de Colombia

Director Científico y Académico


ALVARO TIRADO MEJÍA

Asesores
JORGE ORLANDO MELO
JESÚS ANTONIO BEJARANO
NHC
Nueva
Historia
de Colombia

IV Educación y Ciencia
Luchas de la Mujer
Vida Diaria

PLANETA
Dirección del proyecto: Gloria Zea
Gerencia general: Enrique González Villa
Coordinación editorial: Camilo Calderón Schrader

Material gráfico: Museo de Arte Moderno de Bogotá, Museo Nacional, Museo 20


de Julio, Museo de Desarrollo Urbano, Biblioteca Nacional, Biblioteca de la Cancillería
en el Palacio de San Carlos, Archivo de la Cancillería, Hemeroteca Luis López de
Mesa Academia Colombiana de Historia, Federación Nacional de Cafeteros, Museo
Numismático del Banco de la República, Fondo Cultural Cafetero, Biblioteca de la
Universidad de Antioquia, Biblioteca Pública Piloto de Medellín, Archivo FAES,
Archivo Nacional de Colombia, Sala de la Constitución de la Casa de Nariño, Centro
Jorge Eliécer Gaitán, UTC, CTC, CGT, CSTC, Centro Cultural Leopoldo López
Alvarez de Pasto, Cromos, El Tiempo, El Espectador, El Siglo, Revista Proa, Patronato
de Artes y Ciencias, Centro de Documentación Musical (Colcultura), Conferencia
Episcopal Latinoamericana, Archivo de la Catedral de Bogotá, CINEP, Cinemateca
Colombiana, Compañía de Fomento Cinematográfico Focine, Corporación Nacional
de Teatro Teatro Popular de Bogotá, Corporación de Teatro La Candelaria, Fundación
Teatro Libre de Bogotá, Escuela Militar de Cadetes José María Córdova, Archivo
Melitón Rodríguez, Colección Pilar Moreno de Ángel, Colección Carlos Vélez, Ar-
chivo Planeta Colombiana.

Diseño: RBA, Proyectos Editoriales, S.A. Barcelona (España)


Investigación gráfica: Juan David Giraldo
Asistente; Ignacio Gómez Gómez
Fotografía: Jorge Ernesto Bautista, Luis Gaitán (Lunga), Arturo Jaramillo, Guillermo
Melo, Oscar Monsalve, Jorge Mario Múnera, Vicky Ospina, Carlos Rodríguez, Fer-
nando Urbina.
Producción: Oscar Flórez Herreño
Impreso y Encuadernado por: Editorial Printer Colombiana Ltda.

©PLANETA COLOMBIANA EDITORIAL S.A., 1989


Calle 31, No. 6-41, Piso 18, Bogotá, D.E. Colombia
ISBN (obra completa) 958-614-251-5
ISBN (este volumen) 958-614-257-4

La responsabilidad sobre las opiniones expresadas en los diferentes capítulos de esta


obra corresponde a sus respectivos autores.
Sumario

Sumario
Introducción
Jorge Orlando Melo 7

1 Condición jurídica y social de la mujer


Magdala Velásquez Toro 9

2 La educación en Colombia. 1880-1930


Renán Silva Olarte 61

3 La educación durante los gobiernos liberales.


1930-1946
Jaime Jaramillo Uribe 87

4 La educación en Colombia. 1946-1957


Aline Helg 111

5 La educación en Colombia. 1958-1980


Aline Helg 135

6 Cien años de ciencia colombiana


Gabriel Poveda Ramos 159

7 La astronomía (1885-1985)
Jorge Arias De Greiff 189
Nuera Historia de Colombia. Vol. IV

8 La historiografía colombiana
Bernardo Tovar Zambrano 199

9 La filosofía en Colombia
Rubén Sierra Mejía 211

10 E1 pensamiento económico en Colombia


Enrique Low Murtra 221

11 Historia de la sociología en Colombia


Gonzalo Cataño 235

12 Antihéroes en la historia de la
antropología en Colombia: su rescate
Jaime Arocha Rodríguez 247

13 La medicina colombiana, de la Regeneración


a los años de la segunda guerra mundial
Néstor José Miranda Canal 257

14 Las técnicas agropecuarias en el siglo xx


Jesús Antonio Bejarano Avila 285

15 Vida diaria en las ciudades colombianas


Patricia Londoño Vega - Santiago Londoño Vélez 313
Introducción
Jorge Orlando Melo y que buena parte de los cambios que
se consolidan bajo la república liberal
hubieran sido iniciados por los más lú-
cidos dirigentes educativos del período
Educación y ciencia conservador.
Todos los gobiernos, es evidente, han

L a historia de la educación en el
siglo último muestra la íntima tra-
bazón de las políticas educativas con
tratado de estimular el crecimiento
cuantitativo del sistema educativo. Lo
que resulta interesante, a más de los
los conflictos políticos e ideológicos del esfuerzos de mediados de siglo por vol-
país: a partir de la Constitución de 1886, ver a colocar la educación bajo la tutela
el propio canon constitucional ordena ideológica de la Iglesia, es la forma
que la instrucción pública se haga de como se fue configurando la situación
acuerdo con los principios católicos. educativa actual, con sus peculiaridades
Dada la vinculación estrecha del conser- y rasgos especiales: una educación pri-
vatismo con la Iglesia y las actitudes maria homogénea en contenidos, pero
laicistas adoptadas por el liberalismo, dividida entre un sector privado y un
el debate acerca de la orientación de la sector público a cargo de los grupos po-
educación coincidirá frecuentemente pulares; un bachillerato humanístico de
con los enfrentamientos partidistas. Sin corte clásico para toda la población,
embargo, algo que resultará claro para igual para todos los grupos sociales y
el lector es cómo, a pesar de lo anterior, que no reforzó los mecanismos de segre-
las exigencias de modernización social gación de las mujeres; y un sistema uni-
y cultural del país, la búsqueda de una versitario contradictorio, poco funcio-
educación más acorde con las exigen- nal en términos económicos, pero so-
cias de un desarrollo económico que cialmente abierto y con un crecimiento
desde los años veinte era evidente para muy rápido. Todos estos aspectos reci-
los sectores dirigentes del país, y mu- ben aquí un tratamiento coherente y es-
chos otros factores, hacen que el esfuerzo clarecedor.
renovador, muy claro en esos años agi- Muy ligada a la educación, la ciencia
tados, tenga el apoyo de educadores pro- se ha desarrollado en el país con relativa
gresistas vinculados a ambos partidos, independencia de las demandas de los
Nueva Historia de Colombia, Vol. IV

sectores productivos. La historia de las de los países avanzados, se convierten


ciencias puras muestra el peso que en en las principales amenazas: el cáncer
su avance han tenido algunos entusiastas o las enfermedades cardíacas. Sin em-
y sacrificados cultivadores del saber, en bargo, todavía los avances médicos no
un país que ha dado poca importancia tocan amplios sectores del país, y hay
a una ciencia que no parece productiva. regiones donde la mortalidad infantil es
Mayor reconocimiento social han reci- tan elevada como a comienzos de siglo.
bido los ingenieros, cuya contribución La historia de la medicina, por todo lo
al desarrollo de las comunicaciones, a anterior, más que la historia de unos
las construcciones civiles incluso, como determinados profesionales o científi-
lo muestra el caso de la Escuela de Mi- cos, es la historia de cómo cambia la
nas de Medellín, al desarrollo industrial salud de los colombianos.
y a la organización empresarial, se ilu- Del mismo modo, la evolución de la
mina en las páginas que siguen. tecnología agrícola constituye otro de
Las ciencias sociales han padecido di- esos procesos que tiende a pasar inad-
ficultades diferentes. Sólo hasta muy re- vertido, y que sin embargo produce,
cientemente encontraron las condicio- lenta pero inevitablemente, las mayores
nes institucionales favorables que les da transformaciones en la vida social. Hace
un sistema universitario flexible y dis- cien años, más del 90% de los colombia-
puesto a financiar no sólo docentes sino nos vivía en el campo; hoy, solamente
hasta investigadores. Antes el país os- cerca del 25% de nuestros trabajadores
ciló entre la reverencia por un saber que es capaz de producir alimentos para el
parecía prometer, como el de la socio- país, materias primas para industrias tan
logía y la economía, soluciones para importantes como los textiles, y generar
los infinitos males del país, y hostilidad un excedente exportador que todavía
hacia quienes parecían limitarse a mos- produce más de la mitad de los ingresos
trar el carácter irrevocable de tales pro- externos del país. Los cambios en las
blemas. Entre el apoyo a la acción del técnicas agropecuarias -desde la prepa-
Estado y la crítica utopista, sin embar- ración de la tierra hasta la cosecha,
go, muchos economistas sociólogos y desde la selección de las semillas hasta
antropólogos han encontrado el espacio la lucha contra las plagas, desde la ge-
para interrogarse con seriedad acerca del neración de nuevas variedades hasta los
país y para estudiarlo con una profundi- sistemas de almacenamiento y conser-
dad y un dominio metodológico crecien- vación- están detrás de esta revolución
tes. técnica. Por supuesto, esta transforma-
De otra parte, en menos de cien años ción no es independiente de las demás
la esperanza de vida de los colombianos historias tratadas en esta obra, qué se
se ha multiplicado por más de dos: hace trenzan inevitablemente con ellas: el
cien años, quienes nacían apenas podían cambio social en el campo, los conflic-
esperar, estadísticamente, una vida de tos por la propiedad de la tierra, la acu-
menos de 30 años. Hoy la esperanza de mulación de capitales, la influencia de
vida supera los 65 años. Buena parte de tecnologías importadas, el desarrollo de
este cambio se debe a los avances de la las ciencias agropecuarias, el avance de
medicina, aunque quizás una parte ma- la educación.
yor se origine en la generalización de
prácticas higiénicas y en el mejora- Recreación, vida diaria
miento de los servicios de aguas pota- y feminismo
bles y alcantarillados. Pero, sea como
sea, este es uno de los cambios más En 1893 decía don José Manuel Ma-
dramáticos de la historia colombiana de rroquín que ya no satisfacía a los lecto-
este siglo, aunque sea uno de aquellos res de libros de historia «la relación de
en los que no se tiende a pensar. La fundaciones de imperios, de conquistas,
viruela, el tifo, decenas de enfermeda- de guerras, de cambios de gobierno y
des han dejado de aterrorizar a los co- dinastía, y de sucesión de soberanos,
lombianos, mientras otras, a la manera que han solido ser única materia de la
introducción

Historia», y sostenía que «actualmente a las que podrá darse alguna respuesta
queremos saber cómo han sido y cómo inicial en las páginas de este libro. Son
han vivido los hombres de quienes hace quizás los capítulos más agresivamente
mención aquella [...] y también cómo nuevos en este intento de ofrecer una
eran o cómo vivían los que ella no men- historia completa del país, y muchos
ciona [...] queremos penetrar en los apo- eruditos pensarán que se ha caído en lo
sentos, no sólo de los palacios, sino de las anodino al ver la enunciación de los te-
viviendas comunes; queremos conocer mas; el lector atento, por el contrario,
a nuestros antecesores como conocemos descubrirá seguramente una nueva fa-
a aquellos contemporáneos nuestros con ceta de la historia nacional, que raras
quienes vivimos en intimidad y familia- veces, o nunca, ha recibido un trata-
ridad». Probablemente esta idea dio lu- miento riguroso.
gar, en aquellos tiempos, a un género Las mujeres son la mitad del país,
de historia anecdótico y sin significa- pero apenas aparecen ocasionalmente en
ción, en el que el relato de algunas fies- los libros históricos. Por supuesto, figu-
tas o la descripción de vestidos y diver- ran las heroínas de la Independencia,
siones se hacía por una nostalgia no po- pero luego desaparecen por completo.
cas veces teñida de una actitud aristocra- Esta colección ha tratado de corregir
tizante. Sin embargo, la frase de Marro- esta distorsión, y en muchos capítu-
quín conserva toda su vigencia, y la los -veánse por ejemplo los relativos
historia actual subraya la importancia a la educación- la presencia femeni-
de comprender las formas de vida de na es notable. Pero al hablar de la vida
todos los grupos sociales, y de atender política o económica resulta inevita-
no solamente a los comportamientos y ble dejar en un segundo lugar a la mu-
actividades de la política y la produc- jer, pues ha sido la sociedad colom-
ción, sino a todas aquellas formas de biana en su historia misma la que la ha
vida que, aparentemente triviales, hacen colocado en una posición subordinada;
parte de los lenguajes e intercambios sin embargo esta no se ha resignado a
sociales. ello, y a los tiempos que se estudian en
¿De qué se reían los colombianos? este trabajo son los años centrales de
¿Qué deportes han practicado a lo largo las luchas de la mujer por la igualdad
de este siglo? ¿Cómo vivían su relación y por el reconocimiento de sus derechos
sociales, políticos, legales, incluso psi-
con el trabajo y el ocio? ¿Cuál era el cológicos (el derecho a la autoafirma-
significado de bailes y excursiones? ción, el derecho al placer). Por eso un
¿Qué jerarquías sociales, qué anhelos y capítulo especial, que resume el estado
deseos se expresaban en joyas y vesti- actual de los conocimientos sobre el
dos? ¿Las reglas de la urbanidad, las tema y narra en detalle las luchas, los
prácticas higiénicas, el uso de jabones éxitos y fracasos de las mujeres colom-
y desodorantes quieren decir algo, o es bianas, inicia este volumen de Nueva
indiferente en nuestro proceso históri- historia de Colombia.
co? Estas son algunas de las cuestiones
Capitulo 1 9

Condición jurídica
y social de la mujer
Soledad Acosta de
Magdala Velásquez Toro Samper, figura señera
de la condición
femenina durante el
siglo XIX en Colombia.
La mujer: invisible para la historia En 1903 redactó un
manifiesto firmado por

T rescientas mujeres de Bogotá fir-


maron en. 1903 un manifiesto es-
crito por Soledad Acosta de Samper
300 mujeres, dirigido
al presidente Marroquín,
exigiendo la defensa
de la soberanía nacional
dirigido al vicepresidente Marroquín.
en Panamá (Retrato de
Pedían, «en nombre de la dignidad hu- R. Díaz Picón, en la
mana, Señor, en nombre de nuestra Academia de Historia).
futura reputación, en nombre de vues-
tros nietos que os pedirán cuentas [...]
os pedimos que levantéis en alto el es-
tandarte que nos legaron Bolívar y
Santander; de manera que de las ce-
nizas del pendón nacional que algunos
bandidos miserables se atrevieron a
quemar en Panamá, surjan nuestra
fama, nuestro honor y nuestra futura
gloria». Cuando ellas exigían de los
gobernantes del país la defensa de la
soberanía nacional agredida por los
Estados Unidos en la separación de
Panamá, es difícil siquiera imaginar la
condición a que estaban sujetas las
mujeres colombianas, los limitantes y tado marcada por múltiples factores
las barreras que habrían de franquear estrechamente vinculados a su condi-
para llegar a una manifestación de esta ción sexual. La opresión y discrimi-
naturaleza. nación de la mujer es un hecho his-
La situación social, económica y po- tórico que traspasa todas las clases so-
lítica de la mujer en Colombia ha es- ciales, está presente en una cultura pa-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
10

triarcal y machista que compromete a gen-madre, en virtud del cual podía


hombres y mujeres. Tiene manifesta- acceder a la vida religiosa, en cuyo
ciones particulares en la economía, la caso quedaba bajo la tutela de la co-
política, la vida social, familiar y reli- munidad, en calidad de esposa de
giosa; en la estructura psíquica, en el Cristo y madre espiritual. La otra al-
manejo de los afectos y del disfrute se- ternativa paradigmática que se ofrecía
xual. Por ello, pese a las diferencias de a la mujer era el matrimonio, que su-
clase, las mujeres constituyen un gru- ponía renunciar a las libertades y de-
po social que ha sufrido la experiencia rechos mínimos que tenía, en benefi-
histórica de una posición secundaria cio de su esposo. La de ser objeto de
dentro de la sociedad. No obstante, placer, se reservaba generalmente a
tiene efectos diferenciados en los dis- las mujeres del pueblo, que personi-
tintos estratos y clases sociales y ad- ficadas en la mujer indígena desde la
quiere características específicas en conquista, constituían parte del botín
cada uno de ellos. Marginadas expre- de guerra y objeto de posesión del in-
samente de la vida pública, desco- vasor europeo. La prostitución se en-
nocida su personalidad jurídica por tendía socialmente como un mal ne-
el Estado, relegadas al ámbito hoga- cesario y era tolerada moralmente.
reño, a la crianza y educación de los Uno de los aspectos que permiten
hijos, a las tareas de la economía fa- apreciar claramente la situación de la
miliar o a las que son prolongación de mujer en la sociedad colombiana es el
las mismas, las mujeres se perfilan relacionado con su condición civil, o
como sombra en el pasado. sea la manera como las instituciones
La tajante división entre las activi- que regulan las relaciones entre las
dades masculinas y femeninas, los cri- personas han reglamentado la fun-
terios de valoración social de unas y ción, los derechos y las obligaciones
otras y la asignación exclusiva al varón privadas de la mujer. Estas institucio-
del ejercicio del poder en la vida so- nes no son simplemente el producto
cial, económica, política y familiar, de la alquimia jurídica, sino que son la
han conducido a que el quehacer de expresión metódicamente ordenada
las mujeres sea una presencia ausente del modo de pensar, de vivir y de ac-
en nuestro discurrir histórico. La au- tuar predominantes en una sociedad
sencia de las mujeres de la vida públi- determinada, con respecto a la mujer.
ca las ha hecho también invisibles para En las relaciones civiles se manifiesta
la historia, pero allí, desde esa caren- palpablemente el estado de subordi-
cia, las mujeres han tenido un desem- nación de la mujer al hombre, en la
peño específico de acuerdo a su pro- intimidad de la vida familiar, como
cedencia social. producto de las costumbres, la cultura
y la ideología. Históricamente, estas
instituciones han sido el compendio de
Ordenamiento colombiano normas que supeditan los derechos del
sobre la mujer en el siglo XIX ser humano mujer a las apetencias,
necesidades y expectativas del hom-
Nuestra cultura, heredera de un esta- bre, tanto en el terreno de la econo-
tuto social jerarquizado en el orden mía familiar como en el manejo de los
económico, político y racial, lo era afectos.
también en el orden sexual. Ni siquie- El ordenamiento jurídico colombia-
ra dentro de las distintas clases o sec- no es producto de la conjunción de va-
tores sociales la mujer podía tener as- rias corrientes de diversa procedencia,
piraciones igualitarias con los varones que han tenido un denominador co-
de su misma procedencia. La mujer mún: su carácter patriarcal. En él se
era considerada como un objeto, bien incorporan elementos de la tradición
sagrado o bien de placer. En el primer judeo-cristiana, de las instituciones ro-
caso, el modelo impuesto era el de vir- manas, del derecho canónico, del or-
Capítulo 1
11

denamiento español y del código na-


poleónico.
Las instituciones civiles fueron
adaptadas a la vida de las jóvenes re-
públicas latinoamericanas a mediados
del siglo pasado. Don Andrés Bello
fue el gestor más destacado de ese
proceso y su código civil chileno de
1855 fue el ejemplo y la guía de donde
copiaron los legisladores colombianos.
El régimen federal adoptado por la
Constitución de 1858 dio a cada estado
soberano la facultad de expedir sus
propios códigos. El estado de Cundi-
namarca adoptó en 1859 el código civil
chileno y luego los demás estados ex-
pidieron su ordenamiento civil con
base en el de Cundinamarca, intro-
duciendo algunas variaciones. Poste-
riormente, en el año 1873, se adoptó
el código civil de la Unión. Según al-
gunos autores, el código acogido fue el
del estado de Santander, que era copia
del de Cundinamarca, pero transfor-
mado, principalmente en el derecho
de familia. En algunos apartes otor-
gaba derechos patrimoniales mínimos
a la mujer casada, como la adminis-
tración y uso libre de «los de su exclu-
sivo uso personal, como son sus ves-
tidos, ajuares, joyas e instrumentos de
su profesión u oficio» (artículo 1804).
En esa época regía la Constitución lai-
ca de 1863, que adoptaba la total in-
dependencia del Estado con respecto
a la Iglesia católica; por esta razón los
códigos de algunos estados establecían
que el matrimonio se regía por las nor-
mas del Estado y otros aplicaron el de
elección de los contrayentes. Así mis- en 1887. Entregó a la Iglesia la sobe- portada de la biografía
mo el divorcio vincular fue establecido ranía del Estado para regular el estado de Miranda por Soledad
por la ley nacional de 20 de junio de civil de las personas que profesaran la Acosta de Samper,
publicada en 1909.
1853, que rigió hasta 1856, año en el fe católica. Creó en 1888 el privilegio Educadora, novelista,
cual fue expedida otra ley que elimi- de la anulación del matrimonio civil historiadora y autora
naba la disolución del matrimonio. No celebrado antes, para quienes contra- de teatro, fundó y
obstante, los estados soberanos del jeran matrimonio católico con otra dirigió varias
Magdalena, Bolívar, Panamá y San- persona. Obligaba al hombre «que ha- publicaciones dedicadas
a la mujer, como
tander reconocían el divorcio a peti- biéndose casado civilmente se case "La Familia"',
ción de los cónyuges. luego con otra mujer con arreglo a los "Lecturas para el Hogar"
El régimen de la Regeneración en ritos de la religión católica a suminis- y "La Mujer" .
1886 otorgó constitucionalmente a la trar alimentos a la primera mujer y a Esta última, fundada
los hijos habidos en ella» (artículo 36, en 1978, fue la primera
Iglesia católica una serie de prerroga- publicación dirigida
tivas, posteriormente desarrolladas en ley 30 de 1888). En 1924, mediante la por una periodista
el Concordato suscrito con el Vaticano llamada ley Concha, que fue un de- en nuestro país.
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
12

sarrollo de los convenios concordata- ciones al marido recién divorciado o


rios, el Estado exigía a quienes fueran en proceso de hacerlo para que la cer-
a contraer matrimonio civil apostatar teza de su paternidad estuviera total-
públicamente de la fe católica. Esta mente asegurada. Sin entrar en con-
norma estaba inscrita en un principio sideraciones relativas a quién dio lugar
del derecho canónico que consideraba al divorcio, estatuía al marido el de-
al matrimonio civil como un público y recho a «colocarla» o depositarla en el
atroz concubinato. seno de una familia honesta o de su
En el año de 1887. se adoptó el có- confianza. En caso de preñez, la mu-
digo civil que estaba vigente desde jer era obligada a denunciarla, o de lo
1873, pero eliminando los apartes que contrario tendría que demostrar judi-
favorecían a la mujer casada vistos cialmente la paternidad. Una vez he-
atrás, así como el divorcio vincular. cha la denuncia, el marido le nombra-
Los legisladores criollos superaron en ba una guarda permanente durante la
detalles y reglamentos al código na- gestación, que debía ser «una compa-
poleónico, especialmente en lo rela- ñera de buena razón», y una matrona
cionado con las obligaciones y prohi- para inspeccionar el parto.
biciones a la mujer y los correlativos En el aparte titulado eufemística-
derechos absolutos otorgados al varón mente «obligaciones y derechos entre
sobre su esposa y sus hijos. Estas son. cónyuges», de dieciséis artículos, diez
en términos generales, las figuras más versaban sobre las obligaciones de la.
importantes que han regido la estruc- mujer. Mucho más acorde con la rea-
tura familiar en Colombia desde el si- lidad era la denominación que se daba
glo pasado, hasta muy avanzado el a la legislación española: las Siete Par-
siglo xx. tidas titulaban la parte que trataba
Para el divorcio, que realmente era este mismo tema como «efectos civiles
una separación porque no disolvía el del matrimonio a beneficio de los ma-
matrimonio, establecieron como cau- ridos, relativos a sus mujeres».
sales el adulterio de la mujer y el Consignaba el código civil colom-
amancebamiento del marido. Esto sig- biano que «el marido debe protección
nifica que. para imputarse la culpa del a la mujer y la mujer obediencia al
divorcio a la mujer, sólo se exigía que marido». Definía la potestad marital
ella hubiera sostenido una relación se- como «el conjunto de derechos y obli-
xual esporádica con un hombre distin- gaciones que las leyes conceden al ma-
to a su esposo. Por el contrario, para rido sobre la persona y bienes de la
que el hombre fuera causante del di- mujer». El concepto de potestad ma-
vorcio, era preciso que tuviera esta- rital de los legisladores colombianos
blecida una unión permanente, como de 1887 era mucho más lesivo que el
si fuera un matrimonio, con otra mu- establecido por don Andrés Bello, que
jer. El espíritu discriminatorio del có- la entendía como el derecho del ma-
digo colombiano iba más allá. Además rido a autorizar los actos de la mujer.
de sancionar a la mujer que daba lugar En virtud de la potestad marital, el
al divorcio con la pérdida de los hijos, marido tiene derecho para obligarla a
se le negaba todo derecho sobre las «vivir con él y seguirle a donde quiera
gananciales de la sociedad conyugal. que traslade su residencia». La mujer,
Le confiscaban sus bienes y se otor- por su parte, tiene el derecho a «que
gaba al marido la administración y el el marido la reciba en su casa». Tam-
usufructo de los mismos, aun cuando poco tenía la mujer domicilio propio.
la confiscación de bienes era prohibida sino el del marido. Por el solo hecho
expresamente por la Constitución. Por del matrimonio, la mujer se transfor-
el contrario, no se imponía sanción pe- maba jurídicamente en incapaz, equi-
cuniaria al marido que daba lugar al parable al loco o al menor de edad, y
divorcio por amancebamiento. Tam- era representada legalmente por el
bién se otorgaba una serie de atribu- marido. Perdía las atribuciones que la
Capítulo 1
13

legislación civil brindaba a la mujer bre establecida en las clases alta y me-
soltera, para la cual no existían real- dia era que el marido abría cuentas en
mente prohibiciones expresas en ra- ciertos almacenes, de los cuales la mu-
zón de su sexo, salvo las de ser tutora jer podía retirar los objetos que ne-
y testigo. O sea que la ley permitía a cesitase, sin necesidad de entrar en
la mujer soltera mayor de edad con- contacto con el «vil metal». En esos
traer obligaciones civiles, ser propie- casos también se presumía la autori-
taria y adquirir compromisos econó- zación marital, siempre que fueran ar-
micos. Claro que por una parte iba la tículos destinados al consumo ordina-
ley y por otra la costumbre, la tradi- rio de la familia y no se tratara de «ga-
ción y la ideología dominantes social- las, joyas o muebles preciosos».
mente. A las mujeres se les negaba En el caso de la mujer casada que
culturalmente el acceso al mundo ex- ejercía alguna profesión, industria u
terno, a aquello que estaba fuera del oficio, tales como la de directora de
hogar; como dijera Goethe: «La casa colegio, maestra de escuela, actriz,
del hombre es el mundo, el mundo de obstetriz, posadera o nodriza, se pre-
la mujer es la casa.» Los negocios eran sumía la autorización del marido para
asunto de hombres, la mujer que osa- realizar los actos relativos a los com-
ba involucrarse en estas actividades promisos que su ejercicio suponía.
atentaba contra la feminidad, por Pero como los ingresos percibidos pa-
cuanto eran incompatibles con su des- saban a formar parte de esa supuesta
tino final: el matrimonio, la vida del sociedad conyuga, era el marido el
hogar y la maternidad. Se le negaba a llamado a hacer la administración de
la mujer el manejo del dinero, que es su salario.
y ha sido un principio para su inde- Otra de las prerrogativas de que go-
pendencia. zaba el varón casado era la relativa a
Al contraer matrimonio la mujer los hijos. La patria potestad era ejer-
perdía la capacidad de manejar su di- cida de manera exclusiva por el padre,
nero y sus bienes, puesto que la ley por esta razón ellos estaban sometidos
otorgaba al marido la administración a su autoridad: la ley excluía expre-
exclusiva de los de la sociedad con- samente a la madre. De allí se deri-
yugal y los de propiedad de la mujer. vaba, entre otras, la facultad que tenía
El matrimonio constituía, pues, el tí- el padre de usufructuar los bienes del
tulo y el modo para el varón de adqui- hijo y de elegir su estado o profesión
rir bienes y para la mujer perderlos futura. Podía aplicarle penas privati-
por el solo hecho del consentimiento vas de la libertad, tales como
matrimonial. Por el matrimonio se la detención en establecimientos co-
constituía una supuesta sociedad con- rreccionales creados especialmente
yugal, que de sociedad sólo tenía el para los hijos díscolos. La mujer sólo
nombre, ya que en ella había un solo podía ejercer la patria potestad si era
administrador con poderes omnímo- viuda o madre soltera, pero la perdía
dos y exclusivos. No podía, pues, la al contraer matrimonio.
mujer, contratar por sí misma, ni Como si fueran pocas las atribucio-
aceptar herencias, ni comparecer en nes masculinas sobre la legítima mu-
juicio, ni adquirir ninguna clase de jer, los juristas decidieron, en sus in-
compromiso económico, sin la auto- terpretaciones, ampliar la potestad
rización escrita del marido. Como la marital a aspectos tales como la facul-
única fuente de ingreso en dinero era tad de inspeccionar las relaciones y la
la que el marido le suministrase, no se correspondencia de la cónyuge y pro-
necesitaba autorización escrita para hibirle amistades que según él fueran
comprar enseres de contado, ya que el notoriamente perjudiciales. Por últi-
hecho de tener monedas en su poder mo y como para sellar con todas las de
hacía presumir que le habían sido en- la ley la condición servil de la mujer,
tregadas para tal fin. Pero la costum- el decreto 1003 de 1939 implantó co-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
14

La igualdad le era negada. El solo


hecho de pertenecer al sexo femenino
se reputaba como condición de infe-
rioridad e inhabilidad. Por el contra-
rio, la pertenencia al sexo masculino
garantizaba privilegios «innatos» so-
bre la integridad personal y material
de su consorte. La desigualdad entre
los sexos era elevada al nivel de norma
con carácter obligatorio, invocable
ante autoridades y tribunales y exigi-
ble aun por medio de la fuerza.
El derecho a la libertad de movi-
mientos, a trasladarse según sus inte-
reses y necesidades, también le era ne-
gado, y se la obligaba a seguir al ma-
rido a todas partes. Las mujeres no
podían utilizar los espacios públicos
como los hombres, las de clases me-
dias y altas debían salir acompañadas.
Era visto como sospechoso de mala
conducta el que una mujer estuviera
sola en la calle.
El derecho a ejercer y desarrollar
sus facultades intelectuales y materia-
les se le conculcaba al prohibírsele la
administración de sus bienes y la po-
sibilidad de contraer obligaciones eco-
nómicas. Además de la segregación
existente en materia educativa, que le
impedía acceder al ejercicio de pro-
"Planchadora", óleo de mo obligatorio algo que la costumbre fesiones liberales.
Dionisio Cortés Mesa había establecido: la mujer debía to-
(hacia 1900), Fondo mar el apellido del marido, agregán-
Cultural Cafetero, El derecho a la vida
Bogotá. dolo al suyo precedido de la preposi-
"El derecho a ejercer ción «de», indicativa de pertenencia. La sexualidad ha sido siempre vigilada
y desarrollar sus La potestad marital fue eliminada de en la sociedad colombiana, no obstan-
facultades intelectuales nuestra legislación por el decreto 2820 te el manejo permisivo de la libertad
y materiales, se le de 1974, que estableció la igualdad ju- sexual masculina. Desde la tradición
conculcaba a la mujer
al prohibírsele la
rídica de los sexos. española el ejercicio sexual por fuera
administración de sus de los cánones religiosos era conside-
bienes y la posibilidad Los derechos humanos de la mujer rado delito, tanto para hombres como
de contraer para mujeres. Con un régimen de pe-
obligaciones No es difícil concluir en qué estado nas diferente se reprimía el amance-
económicas". bamiento, delito masculino y femeni-
han sido colocados históricamente los
derechos humanos de la mujer en Co- no, y se creaba un delito típicamente
lombia. En primer término, el dere- femenino, que era el adulterio, al cual
cho a la libertad le era arrebatado. En podían también sumarse las penas re-
momentos en que ya había sido eli- lativas al primero.
minada la esclavitud de los seres hu- Pero la sexualidad femenina ha sido
manos, el matrimonio constituía la objeto de control especial. Su capaci-
matrícula más expedita para adquirir dad reproductiva comprometía social
el estatus de sierva del marido, bajo su y jurídicamente, no sólo la perpetua-
disposición arbitraria. ción de la sangre y los apellidos del
Capitulo 1
15

marido, sino también la transmisión virtud de la cual el homicida gozaba


de sus propiedades. Ha existido his- no sólo de la disminución de la pena,
tóricamente una categoría que designa sino que se le podía otorgar el perdón
claramente este fenómeno y es lo que judicial y aun eximirlo de responsabi-
socialmente se entiende por «honor». lidad. El uxoricidio justificado por el
Efectivamente, el honor del marido estado de ira e intenso dolor provo-
no estaba referido a él mismo, sino a cados por esa ofensa al honor mascu-
la castidad de su esposa e inclusive de lino ha ocupado en la historia judicial
sus hijas. de Colombia un papel importante. So-
La potestad marital para disponer lamente en el año de 1980 fue borrada
de la persona y los bienes de la mujer esta figura de nuestra legislación.
no era una abstracción jurídica. El có- Otro aspecto ilustrativo de la con-
digo penal de 1890 estipulaba que el dición sexual de la mujer era el rela-
homicidio cometido en la persona de cionado con el delito de violación car-
su legítima mujer o en el de una des- nal. El legislador contemplaba que si
cendiente suya a quien «sorprenda en el violador contraía matrimonio con la
acto carnal o en actos preparatorios de víctima quedaba exonerado de la
él con un hombre que no sea su ma- pena. El bien jurídico protegido no
rido», se consideraba «inculpable ab- era la libertad sexual de la mujer, sino
solutamente». Para resarcir el honor el derecho de propiedad del marido
del varón, presuntamente lesionado sobre el cuerpo de la mujer y la cer-
por el ejercicio sexual de las mujeres teza de la paternidad. Esta norma
de su familia, el Estado le otorgaba el también fue derogada en 1980.
derecho a imponer la pena de muerte,
sin fórmula de juicio. Renunciaba así
en favor del marido o del padre, a las
obligaciones de administrar justicia y La doble moral
de preservar la vida de los asociados. La doble moral sexual ha predomina-
Cuando no le daba muerte, era él do en nuestra sociedad. Comprende
quien fijaba la pena privativa de la li- varios aspectos complejos que se re-
bertad por el delito de adulterio, «por lacionan íntimamente. De un lado, se
el tiempo que quiera el marido con tal ha considerado que el varón por su
que no pase de cuatro años». En alar- configuración biológica es un ser en
de de magnanimidad el legislador li- estado permanente de celo, que debe
beraba a la mujer del delito de adul- ser satisfecho, por encima de cual-
terio en caso de que el marido hubiera quier concepto ético. Los modelos fe-
aceptado esa relación o que tuviera meninos creados por la ideología pa-
manceba dentro de la misma casa en triarcal guardaban relación entre sí,
que habitara con su esposa. supuestamente contribuían al equili-
Posteriormente, en el año 1936. es- brio de la moralidad social y satisfa-
tas normas fueron modificadas. En cían las necesidades que esta cultura
medio de la protesta, el Congreso Na- impone al varón.
cional conformado hegemónicamente La esposa era la depositaría del ho-
por liberales abolió el delito de adul- nor familiar, la guardiana del hogar y
terio, pero en materia civil continuaba madre de los hijos legítimos, sujeta a
sin alteraciones. No obstante, «de- rígido control marital y social. Se le
mocratizaron» el derecho a matar a las exigían las capacidades de la pruden-
mujeres por el ejercicio de su sexua- cia, el perdón y el olvido de los des-
lidad, haciéndolo extensivo al cónyu- lices del marido y se le negaba el goce
ge, padre, madre, hermano o hermana sexual. La Fernanda del Carpio des-
y además disminuían las penas respec- crita por García Márquez en Cien años
tivas «de la mitad a las tres cuartas de soledad es una clara muestra de
este modelo femenino, encarnación de
partes». Se estableció, pues, la figura la frustración.
de «la legítima defensa del honor» en
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
l6

La prostituta, mujer del pueblo, víc- escape menor a tensiones de agresión


tima de la miseria, por carecer de sexual latentes e insatisfechas en la
otros medios de subsistencia, se dedi- cultura, que sin la prostitución y su
caba a explotar su cuerpo. La prosti- servicio harían explosión nociva den-
tución se consideraba como un medio tro del sector "bueno" de la sociedad,
para la defensa de las mujeres buenas, deteriorando las estructuras familiares
depositarías de la virtud. La forma- monogámicas».
ción católica ha tolerado el ejercicio Existía también una clara delimita-
de la sexualidad y predica una doctri- ción económica y social de los prostí-
na en la que el cuerpo es la prisión del bulos. María Duque, prostituta de
alma, antepuesta al espíritu, la parte fama en Medellín, inmortalizada por
buena del ser humano. Esta «toleran- Fernando Botero en una pintura que
"La casa de María cia» frente a la expresión sexual se ma- lleva su nombre, ha testimoniado su
Duque", óleo de nifiesta en la doctrina de los papas res- orgullo por haber servido a los señores
Fernando Botero, pecto al matrimonio. Por ejemplo, la importantes de los años treinta y cua-
1970 (detalle), encíclica Casti connubii, de 1930, que
Colección Joaquim
renta. Se presentaba, además, una or-
Jean Aberbach, Nueva
comprende una serie de consejos so- ganización urbana especial. Lejos de
York. Imagen plástica bre la castidad, establece que el acto las zonas habitadas por las familias ho-
de la doble moral. sexual conyugal tiene por naturaleza norables, se creaban pequeñas ciuda-
el fin prioritario de reproducir la es- delas conocidas como «zonas de tole-
pecie. Y que en lo que allí se llama rancia», que curiosamente aparecen
«uso del derecho matrimonial» hay fi- ubicadas, en muchos municipios de la
nes secundarios, tales como el auxilio zona cafetera, en las cercanías de los
mutuo, el fomento del amor recíproco cementerios. Afirma Virginia Gutié-
y la «sedación de la concupiscencia». rrez que la prostitución va camino
Para preservar la honradez de la adelante con la familia de la estructura
mujer buena y virtuosa, la mujer po- legal católica y que en «las avanzadas
bre y prostituta satisfacía la inconti- de la colonización rural antioqueña, la
nencia sexual de los varones de las cla- estructura de los pequeños improvi-
ses altas y de los de su misma clase que sados poblados de frontera ofrece la
podían pagar sus servicios. Virginia presencia simultánea de una capilla,
Gutiérrez de Pineda señala que en una plaza de mercado, las viviendas de
Antioquia, Bogotá y Cali la organi- los colonos y el barrio de tolerancia».
zación del comercio sexual ofrece un (Ibid., pág. 392.)
amplio funcionalismo, que en Antio-
quia está predominantemente ligado a Parsons, en su libro La colonización
la doble moral, que se expresa en la antioqueña, afirma que en Medellín, en
relación religión-cultura. Allí la cul- el año de 1946, había 4.260 prostitutas
tura no aprueba la castidad del hom- registradas, o sea, una por cada treinta
bre célibe, «los adolescentes antioque- hombres de todas las edades. Lucila
ños crecen atraídos antagónicamente Rubio, en su libro Perfiles colombianos,
entre dos polos: el paradigma de la dice que en el año de 1950 había en Bo-
castidad, cristalizado en un amplio gotá 40.000 prostitutas, distribuidas en
santoral que le reprime y moldea as- casas ubicadas en diversos sectores de la
céticamente, y la estampa de la pros- ciudad. En el Valle, en 1959 recibían
tituta que lo incita al "pecado" de tra- atención del Instituto de Higiene 12.000
ducirse biológicamente ante la cultu- prostitutas, según informe periodístico
ra» (Familia y cultura en Colombia, de Víctor Daniel Bonilla, publicado en
pág. 392) Es así como la cultura an- el periódico La Calle.
tioqueña no permite el hogar de he- Las madres ocupaban un papel muy
cho, «mientras mira benévolamente la importante en la reproducción de esta
solución del comercio sexual, ya que doble moral en la educación de los hi-
las mismas autoridades eclesiásticas y jos. En Santander, por ejemplo, una
civiles reconocen servir de válvula de de las obligaciones asignadas a la ma-
dre era la de vigilar celosamente la
Capitulo 1 17

conducta sexual prematrimonial de


sus hijas, porque los hombres tenían el
derecho cultural de encontrar virgen a
su esposa, y que de no serlo constituía
«el más grave fraude que puede sufrir
su honra varonil» (Virginia Gutiérrez,
Familia y cultura en Colombia.) En
Antioquia, la himenolatría ha sido ex-
presión del culto a la pureza de la mu-
jer legítima, la pérdida del himen co-
locaba a la mujer soltera al lado de las
«mujeres malas», compelida en mu-
chos casos al comercio sexual como
solución a su falta o bien condenada al
ostracismo social o al éxodo. Por estas
razones, la madre asumía una conduc-
ta dual frente a la sexualidad de sus
hijos. Si era la hija quien concebía
siendo soltera, se la perseguía, confi-
naba o expulsaba del hogar. Por el
contrario, si era el hijo el que incurría
en este tipo de actuaciones, usualmen-
te calificadas de travesuras viriles, go-
zaba de la protección familiar para
eludir el compromiso de la paterni-
dad.
Los médicos Jorge Bejarano y Lau-
rentino Muñoz, como promotores de
la higiene social y no por razones sim-
plemente morales, atacaban desde los
años treinta el problema de la prosti-
tución por razones de salud pública.
Ofelia Oribe de Acosta y Lucila Rubio
de Laverde, combativas luchadoras
por los derechos de las mujeres, tam-
bién denunciaban este hecho desde los
años cuarenta.
Señalaban que una de las causas
más importantes de la prostitución era
la doble moral y ubicaban su origen en gaciones. Los propiciadores de esta Un aviso publicado en
unión brutal son al mismo tiempo la revista "Pan"
el servicio doméstico, en la situación por el departamento de
de miseria y en la falta de educación quienes de esta manera indigna quie- sanidad de los
imperantes en el país. A las mujeres ren defender a sus hijos de las enfer- Ferrocarriles Nacionales,
del pueblo que desempeñaban el pa- medades venéreas» (Laurentino Mu- 1935. En estos años se
pel de bestias de carga realizando los ñoz, Tragedia biológica del pueblo co- enfrentó el problema de
lombiano.) Luego las despedían de sus la prostitución como una
oficios más duros, también se les agre- cuestión de higiene
gaba otro. Las jóvenes e incautas cam- empleos, generalmente embarazadas, social, y no sólo desde
pesinas que terminaban en los prostí- eran repudiadas por sus familias y el punto de vista moral.
bulos habían sido víctimas del atro- quedaban en el más absoluto aban-
pello sexual de los varones de las casas dono, sin más alternativa que refu-
giarse en un prostíbulo o emplearse
donde servían. «Algunos padres de fa- como meseras de cantina. Si la con-
milia aconsejaban a sus hijos ejercer la dición social de la mujer era inferior a
pretendida hombredad con ellas, con la de los varones de su propia clase so-
las infelices, carne de placer sin obli-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
18

cial, la condición de la prostituta la maba de Las Desamparadas, en la cual


asimilaba a los parias, carentes de se recibía «fraternalmente a las mujeres
todo tipo de protección. Por ejemplo, de la hez; allí llegan por la noche can-
la penalización de los delitos contra la sadas de la vida, de todos y de sí mismas
libertad y el honor sexuales, desde el y encuentran en la casa cariño, palabras
siglo pasado, contemplaba sanciones bondadosas, cama limpia y comida. In-
irrisorias en caso de ser cometidos sensiblemente este bienestar material
contra rameras, inclusive en caso de las va cogiendo, hasta que no pocas lle-
violación carnal. gan a regenerarse completamente, a ha-
En el año de 1942 el Ministerio de cerse útiles y a olvidar el pasado». (Re-
Trabajo, Higiene y Previsión Social vista Letras y encajes, n.° 118, mayo de
expidió la resolución n.° 382, por la 1936). No obstante los criterios huma-
cual se reglamentaba la prostitución. nitarios que inspiraban a las promotoras
En ella se definía a la prostituta como de esta obra, fueron atacadas social-
la mujer «que habitualmente practi- mente porque se consideraba que era
que el coito con varios hombres indis- un acto de alcahuetería con las «muje-
tintamente y viva en prostíbulos o res perdidas».
casas de lenocinio o las frecuente». La difusión de las enfermedades ve-
Creaba funcionarios encargados de la néreas era médicamente incontrolable
vigilancia y control del ejercicio de la por la carencia de antibióticos, prin-
prostitución y obligaba a que en las al- cipalmente antes de 1945, y constituía
caldías de los municipios se llevaran li- un problema alarmante para la salud
bros de registro de meretrices. Por el pública. Las de mayor ocurrencia y ri-
contrario, el Concejo de Bogotá en gor eran la sífilis y la blenorragia. El
1948 prohibió la prostitución y acabó Estado pretendía después de 1925 or-
con la delimitación de las zonas de to- ganizar campañas de sanidad de las
lerancia en la capital del país. Estas enfermedades sexuales. El doctor Mu-
dos reglamentaciones expresan la di- ñoz criticaba en estas medidas el que
versidad de criterios que existían para sólo se vigilara a las mujeres: «se ha
manejar este hecho social: uno per- considerado que la mujer es la culpa-
misivo, que lo reconocía reglamentán- ble siempre y no el hombre. Los hom-
dolo, y otro represivo, que lo negaba, bres contaminan por doquier a las mu-
eliminándolo legal pero no socialmen- jeres y a los dispensarios no acerca la
te, ya que los prostíbulos se reubica- policía sino a las mujeres públicas.»
ban geográficamente. El problema era más complejo por-
Frente a la prostitución no sólo se que el contagio venéreo no era sólo
presentaba la aceptación de las muje- asunto de prostitutas, sucedía en oca-
res «honradas» como defensa de su siones que las esposas eran contami-
honorabilidad, sino que hubo expre- nadas por sus maridos. Con todo el
siones de solidaridad inscritas en la ca- tabú cultural existente sobre los temas
ridad cristiana. Las señoras de las cla- relacionados con el sexo, este proble-
ses ricas de Medellín crearon desde los ma no se trataba abiertamente. Silen-
años veinte formas de protección a la ciosamente circulaba esa amenaza en
mujer. Una de las instituciones se lla- el seno de las familias de las distintas
maba la Casa de Jesús, María y José, clases sociales. No obstante, en el
para atender a la mujer «caída que en Cuarto Congreso Internacional Fe-
un momento de locura, ignorancia, menino, celebrado en Bogotá en el
irreflexión o miseria sucumbió al re- año de 1930, fue presentado un estu-
clamo amoroso de un hombre avieso». dio titulado «Lucha contra las enfer-
Como imitación de casas similares medades específicas». Virginia Ca-
existentes en Francia, tenía por objeto macho presentó su trabajo, pese a los
atender a las mujeres que con su pri- escándalos que podía provocar y con
mer hijo en brazos deambulaban sin la debida bendición del jesuíta Félix
amparo por las calles. Otra casa se lla- Restrepo. Planteaba que el contagio
Capítulo 1 19

venéreo era uno de los más graves A raíz de la primera guerra mun-
«azotes que acechan a la mujer hon- dial, las mujeres ingresaron masiva-
rada al celebrar el matrimonio y du- mente en Europa y en los Estados
rante él». Combinaba además en su Unidos a los grandes centros de pro-
argumentación las doctrinas en boga ducción fabril. Se produjeron trans-
por aquella época y difundidas por el formaciones en las costumbres y en las
nazismo, relativas a la necesidad de tradiciones. Las mujeres cortaron sus
«depurar la raza» y desarrollar políti- trenzas, cambiaron sus decimonónicas
cas de «higiene de la raza». Proponía ropas largas y pesadas por trajes cor-
tres medidas concretas: la atención es- tos y livianos que facilitaran sus mo-
tatal gratuita y obligatoria a quienes vimientos. Por imperativos económi-
estuvieran contaminados, la exigencia cos y laborales salieron de la tutela fa-
del certificado médico prenupcial que miliar y se adaptaron a las nuevas exi-
acreditara el estado de salud de los gencias de la vida de trabajadoras asa-
contrayentes y, por último, la creación lariadas. Se generaron nuevas formas
del delito de contagio venéreo, ya im- de relación, no sólo social y econó-
plantado en países como Noruega, Di- mica, sino en el manejo del cuerpo, en
namarca y Alemania. La necesidad de el orden de los afectos y en el com-
establecer legalmente el certificado portamiento sexual.
médico prenupcial fue una reivindi- La Iglesia católica, en el año de
cación que aparece en las luchas de las 1930, expidió una instrucción a los obis-
mujeres colombianas hasta los años pos de todo el mundo sobre las mo-
sesenta, sin que el legislador hubiera das femeninas. Para impedir los
tomado medidas al respecto. daños que a las buenas costumbres
«acarrea el indecoroso modo de vestir
La defensa del pudor que tanto iba cundiendo entre las mu-
jeres, incluso de las que se tenían por
Como atributo femenino, la defensa piadosas», lanzó esta cruzada. En ella
del pudor ha sido en la historia de Co- comprometían desde párrocos hasta
lombia objeto de especial atención. directores de colegios, maestras de es-
Éstos son algunos de los aspectos ilus- cuela, padres de familia, para «instar,
trativos de la forma en que el cuerpo reprender, rogar y amonestar a las
de la mujer era ordenado y vigilado. mujeres a que usen vestidos modestos

Propaganda de un elixir
contra las "enfermedades
de la mujer". El pudor,
como atributo femenino
es patente en la leyenda
debajo de la figura:
"Un botón de rosa
mexicano".
20 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

bautismo y confirmación. Otra de las


recomendaciones era la de alejar a las
niñas de los «ejercicios y concursos
gimnásticos públicos».
En Colombia, el obispo de Santa
Rosa de Osos, Miguel Ángel Builes,
se había adelantado a las orientacio-
nes del Vaticano. Famoso por su be-
ligerancia en la defensa de la fe cató-
lica y su ataque pertinaz al liberalis-
mo, la masonería y el comunismo, que
eran el anuncio del caos de la huma-
nidad, expidió en el año de 1927 una
carta pastoral sobre el laicismo. En
ella se refería especialmente a la moda
femenina. Planteaba que las mujeres,
obedeciendo a la consigna del infier-
no, se refinaban cada vez más en el
arte de «desnudarse elegantemente».
Anunciaba la ruina de la sociedad por-
que perdida la mujer se perdió todo,
«nuestras mujeres ya no se tiñen del
suavísimo carmín de la vergüenza y el
pudor, antes bien andan por las calles
y plazas con aquel descoco». Señalaba
explícitamente el tipo de moda que
con tanto ahínco atacaba: «han re-
suelto aparecer, ¡pásmese el cielo!,
vestidas de hombre y montadas a hor-
cajadas con escándalo del pueblo cris-
tiano y complacencia del infierno».
Para poner remedio a esta situación,
se reservaba el obispo la facultad de
absolver este pecado contra la moral,
sin que pudiera hacerlo ninguno de los
vicarios de su jurisdicción. Puesto que
por el hecho de montar a horcajadas
«creemos que se peca contra la ley na-
tural, por los desastrosos efectos que
de esto provienen».
Damas de Medellín que sirvan de ornato y defensa de la
en los años 20. virtud». Impulsaba la creación de una La vigilancia del pudor femenino
En 1930, la Iglesia
católica expidió una especie de ligas de la decencia llama- era una tarea realizada por los párro-
instrucción a los das «Asociaciones Piadosas de Muje- cos, que con especial severidad esta-
obispos de todo el res», para que trabajaran por «acortar blecían patrones a los que debía so-
mundo sobre las modas los abusos en el vestido y promuevan meterse su feligresía. Los conocidos
femeninas, recomendando la pureza de las costumbres y el ves-
la fundación de «pulpitazos» de los párrocos eran uti-
asociaciones piadosas tido honesto». También contempló la lizados contra los liberales en época
de mujeres para cortar instrucción vaticana las sanciones co- preelectoral y contra las mujeres in-
los abusos en el rrespondientes: las transgresoras de- fractoras de esos códigos en cualquier
vestido bían ser expulsadas de los institutos de tiempo. Virginia Gutiérrez, durante
enseñanza. Ordenaba además no su- su investigación en los años 1956 y
ministrar la comunión a las niñas y 1958, constató una serie de normas al
mujeres que usaban vestidos inmodes- respecto, principalmente en pueblos
tos, ni aceptarlas como madrinas de antioqueños y en el Oriente de Cal-
Capítulo 1 21

das. No eran lícitos «los bailes familia- y se reglamentara la educación física y


res, los paseos campestres con presen- los deportes en las escuelas y colegios,
cia simultánea de ambos sexos, el dejando en claro que con ello no se
baño mixto, la equitación femenina, atentaba contra la feminidad. No obs-
montar en bicicleta, en patines, usar tante, en el país, las mujeres de la eli-
slack en ninguna oportunidad [...] La te, desde principios de siglo, practi-
infractora de tales normas recibía al caban deportes tales con el tenis o el
domingo siguiente la sanción pública, basquetbol y utilizaban bicicletas,
pues el nombre de la infractora y el de pese que se consideraban atentatorias
su madre eran denunciados y su con- contra el recato y el pudor femeninos.
ducta calificada como merecedora de En el proceso de industrialización
sanción colectiva». Se obligaba a la en Colombia, desde principios de siglo
progenitora y a la infractora a devol- se utilizó mano de obra femenina. La-
ver las cintas y medallas de Hijas de boraban principalmente en trilladoras,
María y de Madres Católicas, que las fábricas de tejidos, de cigarros y ci-
acreditaban como personas ejem- garrillos. Luis Ospina Vásquez dice
plares. que en Antioquia, en 1916, el 87 % de
En el Congreso Internacional Fe- las obreras eran solteras, el 71 % me-
menino de 1930 fue tratado también el nores de 24 años y el 40 % de ellas
problema de la educación física de la procedían de lugares distintos a Me-
mujer. La médica norteamericana E- dellín. Eran por tanto mujeres jóvenes
thel Barrington y la colombiana Su- que salían de la tutela y protección fa-
sana Wills de Samper, con la sutileza miliares, enfrentaban la vida con ma-
que el tema exigía en aquella época, yores libertades y estaban en contacto
sustentaban la necesidad de ejercitar cotidiano con sus compañeros de tra-
el cuerpo y desarrollarlo. Reivindica- bajo. En el año de 1912 se fundó en
ban la práctica de los deportes olím- Medellín el Patronato de Obreras, pa-
picos y de la gimnasia para la mujer. trocinado por los jesuítas y las señoras
Planteaban solicitudes al Ministerio de de la alta sociedad. Su objetivo era
constituir un asilo para recoger a las
Educación para que hiciera cumplir «hijas del trabajo», enseñarles a co-
las normas dictadas sobre esa materia

Paseo en el Poblado,
Medellín, 1916.
En los pueblos de
Antioquia y Caldas no
eran lícitos
"los bailes familiares,
los paseos campestres
con presencia
simultánea de ambos
sexos, el baño mixto,
la equitación femenina
montar en bicicleta
o en patines,
usar 'slacks' en
ninguna ocasión".
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
22

nocer los peligros del mundo, «las ver- blema que iba desde la congestión
dades fundamentales que les servirían provocada por los curiosos en las ace-
de escudo en el porvenir» y recordar- ras aledañas, hasta las llamadas de los
les los peligros a que estaban expues- políticos y las señoras escandalizados
tas «las obreras sin una mano cariñosa por semejante exhibición. Antioquia.
que les señale el camino luminoso del que fue el departamento pionero en el
deber y las bellezas de la virtud». En proceso de industrialización del país,
el año de 1920 se llevó a cabo en la generó al mismo tiempo mecanismos
fábrica de Bello una huelga promovi- de defensa de las más rancias tradicio-
da por el personal femenino que allí nes morales y religiosas.
laboraba y dirigida por Betsabé Espi- Débora Arango, joven pintora an-
nal. Sus reivindicaciones fundamen- tioqueña, participó en 1939 en una
tales eran el alza de salarios, que se les muestra de pintores profesionales rea-
permitiera usar alpargatas para asistir lizada por la Sociedad de Amigos del
al trabajo y el despido del director de Arte y a ella le fue adjudicado el único
la fábrica y de otros capataces por las premio de la exposición. Sus obras
agresiones sexuales contra cinco obre- provocaron violentos ataques de los
ras. Después de este movimiento se sectores más reaccionarios de la socie-
ampliaron los servicios del patronato dad. No era sólo la pintura de cuerpos
con atención de dormitorios, escuelas desnudos de mujeres lo que motivó tal
de economía doméstica, sindicatos de oposición, sino el hecho de ser reali-
la aguja y demás formas de vigilancia zados por una mujer. El periódico La
y utilización del tiempo libre de las Defensa trató sus cuadros como una
obreras que no se encontraban bajo la «obra impúdica que firma una dama y
protección familiar. que ni siquiera un hombre debiera ex-
Esta preocupación por la virtud de hibir, pero ni aun pintar». Afirmaba
las obreras aparece también en el pe- que, en vez de ser colgados en los sa-
riódico de Coltejer, Lanzadera, que lones del Club Unión, deberían estar
en 1945 dedicó un artículo a la virgi- en la antesala de una casa de Venus.
nidad. Allí se afirmaba que lo mismo La revista femenina Letras y encajes
que en toda familia honrada, la mujer exaltó su obra por vigorosa y cálida
en Coltejer era el centro de mayor «obra de artista y no de muchacha afi-
atención. Expresaba que «son indes- cionada a pintar cosas bonitas para sus
criptibles las humillaciones que sufren amistades». La prensa liberal hizo una
a diario todos y cada uno de los pa- fuerte defensa de los valores artísticos
rientes de la-mujer corrompida». Ex- y personales de Débora Arango, y el
plicaban que el único remedio que se diario conservador El Colombiano
ha encontrado para tan grave mal, también la respaldó.
«hasta la fecha, es la gracia de Dios. Su estilo quebrantaba los cánones
La mujer que lo ama lleva custodiada de la pintura femenina, recatada, in-
su virginidad mejor que si un piquete trascendente, motivo de ornato y
de guardias la vigilara en el día y en la transmisora de los valores morales
noche». predominantes. En Débora Arango
Todo este sistema de prohibiciones había toda una formación conceptual;
que pesaba sobre el cuerpo de la mu- afirmaba, entre otras cosas, que el
jer se reflejaba, en la actividad esté- arte no tiene que ver con la moral, no
tica, en la prohibición de mostrar su es ni inmoral ni moral, «su órbita no
cuerpo. En el año de 1927 un comer- acepta ningún postulado ético». Bajo
ciante de Medellín colocó en su vitrina la influencia que sobre ella ejerció el
una copia de la Venus de Milo. Este expresionismo, continuó pintando,
hecho produjo tal conmoción, que además de sus desnudos, obras que re-
hasta el alcalde de la ciudad tuvo que
intervenir para que fuera retirada a un flejaban la temática de una sociedad
lugar menos visible. Se creó un pro- desgarrada. Lo apreciamos en obras
tales como El placer, La lucha por la
Capítulo 1
23

"Hermanas de la caridad",
óleo de Débora Arango
(1930), en la colección
de la artista, Medellín.
"Su estilo quebrantaba
los cánones de la
pintura femenina,
recatada, intrascendente,
motivo de ornato y
transmisora de los
valores morales
predominantes".
Fue, además, en su
época, la más dura
pintora de temas
políticos y de
realidades sociales
en el país.

vida, El amanecer, Trata de blancas, calificó su trabajo como una muestra


Angustia, Los que entran y los que sa- de arte aplebeyado, hecho para repre-
len y Maternidad. Otro aspecto de la sentar las «más viles pasiones lujurio-
obra de Débora Arango era que trans- sas, dedicadas a halagar perturbadores
gredía las imágenes y modelos de mu- instintos sexuales».
jer predominantes socialmente. Por Débora Arango, al igual que otras
ejemplo, ella afirmaba que trató «de que transgredieron los cánones im-
dibujar el rostro casto de una mujer puestos a la mujer, fue perseguida, so-
para hacer La mística, y, en contra de bre ella pesó también la amenaza de
todas las fuerzas de mi voluntad, re- la excomunión, se refugió en su hogar
sultó el rostro de una pecadora». aislada de la sociedad hasta el año de
En el año de 1940, el ministro de 1975, cuando en otro contexto social
Educación, Jorge Eliécer Gaitán, la pudo exhibir públicamente sus obras.
invitó a Bogotá. Allí participó en el
Primer Salón de Artistas Nacionales y Reconocimiento de los derechos
en el Teatro Colón se le organizó una económicos de la mujer casada,
muestra individual de su obra. Era un y la ley 28 de 1932
momento de agudos ataques de la
oposición conservadora a las políticas En el año de 1919, la asamblea obrera
democráticas del gobierno en materia en la cual se fundó el Partido Socialis-
cultural. Laureano Gómez calificó sus ta, se ocupó de la situación de la mujer
trabajos de pornográficos, que su ex- y en la plataforma que allí se aprobó
hibición, junto con otras obras, aten- establecieron que el socialismo colom-
taban contra la patria fundada en biano se comprometía a trabajar por
Dios, el derecho, la seguridad y el «que la mujer tenga mayores garan-
bien, que el gobierno liberal pretendía tías». Así mismo, el Partido Liberal,
destruir. El periódico El Siglo, en un en la Convención de Ibagué, reunida
artículo titulado «Acuarelas infames», en el año de 1922, aprobó en su pro-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

24

grama de acción la lucha por una re- El debate sobre este aspecto parti-
forma legislativa que «mejore la con- cular de la condición de la mujer ge-
dición de la mujer casada, y que en ge- neró la discusión sobre otros tópicos
neral asegure a la mujer en la vida so- intocables hasta ese momento. La ma-
cial el alto y libre puesto que le co- yoría de los conservadores en el Par-
rresponde». lamento, más papistas que el papa, te-
En el año de 1930 se empezó a de- mían contrariar los principios invoca-
batir el reconocimiento de los dere- dos por la Iglesia católica y se consti-
chos patrimoniales de la mujer casada. tuyeron muchos de ellos en los guar-
Por iniciativa del gobierno de Enrique dianes de la moralidad pública su-
Olaya Herrera fue presentado al Con- puestamente amenazada con el pro-
greso un primer proyecto tendente a yecto. Uno de ellos llegó a afirmar que
otorgar la igualdad patrimonial de la la ley era «la financiación del adulte-
mujer en el matrimonio. Este proyec- rio». El representante Joaquín Emilio
to fue difundido y analizado por Ofe- Sierra, miembro de la comisión que
lia Uribe de Acosta en el Congreso In- estudió el proyecto de ley. se opuso.
ternacional Femenino, reunido en el Alegaba que la cultura y civilización
mes de diciembre de ese año en Bo- en Colombia no habían llegado a los
gotá. Este primer proyecto no fue límites de las europeas y que un pro-
aprobado por el Congreso. Posterior- yecto de tal naturaleza podía llevar «al
mente, el presidente Olaya nombró al desquiciamiento de la familia y del
abogado Luis Felipe Latorre para que propio Estado culto y cristiano, que la
se encargara de hacer el estudio de las moral y la virtud de nuestras mujeres
reformas requeridas para presentar un han cultivado». Además, afirmaba
proyecto de ley en el cual se otorgaran que las disposiciones propuestas por el
los derechos civiles a la mujer casada gobierno tendían a la implantación de
y dar cumplimiento a uno de los ob- regímenes que «rechazan la educación
jetivos planteados en su campaña po- y la ideología esencialmente cristianas
lítica. del pueblo colombiano, la moral y las
costumbres hogareñas de nuestra
En la base de la argumentación del raza». Laureano Gómez. Silvio Ville-
gobierno estaban presentes, no sólo gas. Luis Ignacio Andrade Gómez
tesis de tipo humanitario, sino la evi- Estrada y Guillermo Valencia, entre
dente necesidad de incorporar la mu- otros, se opusieron al proyecto, inclu-
jer al proceso capitalista, en vía de ex- so valiéndose del abandono de las se-
pansión en el país. Se requería una siones para minar el quórum y así im-
mayor cantidad de fuerza de trabajo pedir su aprobación. Estos senadores
libre y disponible para vincular a la dejaron constancia de su voto negati-
producción, pero la mano de obra fe- vo porque «el nuevo estatuto afectará
menina estaba presa aún en las rela- gravemente la estabilidad del hogar
ciones familiares de tipo servil. Ade- colombiano y porque va directamente
más, en esta época, que fue la de la contra la unidad conyugal, base y sus-
gran crisis económica que afectó al
mundo occidental, se presentaban tentáculo del matrimonio católico». El
otro tipo de problemas en las familias periódico conservador La Defensa de
acaudaladas. Por la estructura jurídi- Medellín. aducía en su contra que la
ca, los bienes de las hijas, al contraer potestad marital quedaría relajada y el
matrimonio, pasaban a ser de propie- esposo recto no podría impedir las ac-
dad del marido y manejados arbitra- tuaciones ruinosas que hiciera la mu-
riamente por quien era designado por jer, defendía la potestad marital que
la ley administrador y jefe de la socie- es «el mando ejercido por quien tiene
dad conyugal, y en ese momento crí- derecho por la naturaleza y por la ley.
tico, las fortunas familiares estaban en Todo aquello que tienda a destruirla.
trance de ser disueltas por los manejos desorganiza el hogar, fundamento de
incontrolables de los vernos. la organización social». Pero la actua-
Capítulo 1 25

ción de los conservadores no fue uni-


forme, un sector importante de par-
lamentarios de ese grupo defendió la
reforma, como los representantes
Eleuterio Serna y Fernando Gómez
Martínez y el senador Mario Fernán-
dez de Soto.
La decidida actuación de los libe-
rales en el Congreso y la presión ejer-
cida por el gobierno hicieron posible
la aprobación de esta ley. Los defen-
sores en la Cámara de Representantes
hicieron descripciones y análisis de la
condición de la mujer. Equiparaban el
problema de la mujer a los problemas
sufridos por las masas campesinas y
obreras, atacaron la doble moral en la
legislación que aplicaba «unos crite-
rios para el señor, para el amo, y otros
para la mujer, la sierva». El Senado de sus futuras esposas, descartando de Georgina Fletcher,
la República fue más tradicional en el una vez y para siempre el interés de la directora del Centro
análisis. Temían que lo radical de la herencia o dote, «que, según parece, Femenil Colombiano,
reforma produciría un salto revolucio- en muchos pretendientes es el princi- fotografiada en la
nario, para el cual no estaba prepa- Quinta de Bolívar, de
pal aliciente para contraer matrimonio Bogotá, durante la
rada la sociedad colombiana y se de- y las jóvenes se sentirán satisfechas sa- realización del
claraban partidarios de una evolución biendo que se las solicita y ama por su IV Congreso Femenino,
moderada y progresiva. No obstante, valor intelectual y moral y no por el de del cual fue
aprobaron la ley porque en la opinión la fortuna que posean». presidenta,
nacional existía una fuerte presión fa- diciembre de 1930.
Al Congreso llegaron también co- Dos años después,
vorable a ella, «el cuerpo de abogados municaciones de grupos de mujeres de presionó con su
de la capital la acoge y patrocina; dig- Neiva y Manizales, en las cuales pe- organización la
nísimas señoras de nuestra sociedad la dían que la reforma no fuera fragmen- promulgación de la ley
prohijan de manera entusiasta, el go- 28 de 1932, que
taria, sino que se limpiara la legisla- consagró la libre
bierno la considera indispensable y la ción de todo aquello que menoscabara administración por
Cámara la adoptó ya en tres debates, la dignidad de la mujer. Clotilde Gar- parte de la mujer
con asentimiento unánime de sus di- cía de Ucrós fue la abanderada de un de sus propios bienes
putados». grupo de mujeres que durante la dis- habidos antes o después
del matrimonio.
Pese a la falta de conciencia que en- cusión del proyecto se hizo presente
tre la mayoría de la opinión femenina en el Senado y la Cámara para presio-
existía sobre la necesidad de la refor- nar la aprobación de la ley 28 de 1932.
ma, un sector de mujeres se dirigió al Esta ley, expedida en noviembre y
Parlamento para presionar la aproba- que entró en vigencia el primero de
ción de la ley. El Centro Femenil Co- enero de 1933, modificó la potestad
lombiano, organización dirigida por marital en la parte relativa a los bienes
Georgina Fletcher y cuyo emblema lo de la mujer. Consagró la libre admi-
constituían las iniciales del nombre de nistración y disposición de los bienes
la organización rodeadas por una pertenecientes a cada uno de los cón-
gruesa cadena, presentó el 12 de no- yuges al momento de la celebración
viembre de 1932 un memorial firmado del matrimonio y de los adquiridos du-
por cien mujeres. En él afirmaban, en- rante su vigencia. Estatuyó la respon-
tre otras cosas, que con la ley se coo- sabilidad de cada cónyuge en las deu-
peraba a la tranquilidad conyugal, das personales y la solidaridad ante
porque los nuevos esposos se ocupa- terceros por las contraídas para satis-
rían por las cualidades y virtudes de facer las necesidades domésticas. Dio
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

26

a la mujer casada la facultad de com- de que en Colombia los más altos ins-
parecer libremente en juicio y eliminó titutos de educación femenina no da-
las autorizaciones maritales para el ban ni siquiera una preparación equi-
manejo de sus bienes. valente al bachillerato masculino y
Sin embargo, la costumbre de tan- afirmaba que «la mujer que quiere sa-
tos siglos no se termina por la expe- ber un poco más tiene que estudiar
dición de una ley. La gran mayoría de sola y exponerse a recibir las críticas
las mujeres beneficiadas por la ley, o sociales que por eso se le hacen».
no la conocieron o temieron aplicarla. La mujer podía realizar los estudios
Se necesitaron no sólo el paso de los de magisterio, que la capacitaban mí-
años sino la modificación de aspectos nimamente para ejercer como maes-
sustanciales de la vida económica y so- tra, profesión socialmente aceptada
cial del país para que las mujeres hi- por ser prolongación de las labores do-
cieran efectivos sus derechos. mésticas de atención y educación de
La Revista Colombiana, dirigida por los niños. Por un decreto de 1870 se
Laureano Gómez, hacía la evaluación estableció crear en cada capital de los
de la ley un año después de expedida. estados federales una normal. En el
Afirmaba que las buenas mujeres no año de 1872 se creó la primera de ellas
la habían puesto en práctica y que la en Bogotá, con 80 alumnas. La ley 39
casi totalidad de los hogares constitui- de 1903 dispuso la creación de una es-
dos como Dios manda, han seguido el cuela normal para varones y otra para
mismo curso. Concluía que «la mujer mujeres en las capitales de los de-
administradora de bienes, agitada en- partamentos, para «formar maestros
tre las multitudes que negocian, su- prácticos, más pedagogos que erudi-
dorosa por el afán de los quehaceres tos». El decreto que reglamentó esa
ley en 1904, hacía recaer los gastos de
domésticos o angustiada por el tráfago la educación primaria masculina en los
de la política puede llegar a inspirar presupuestos departamentales; pero
admiración, pero no infunde amor. Y las escuelas de niñas debía sostenerse
la mujer tiene que ser ante todo amor, por los aportes de los habitantes de
amor de novia, amor de madre, cada distrito. Las escuelas de niñas po-
amor... siempre amor». dían ser regentadas por mujeres, pero
las de niños sólo podían serlo cuando
Educación de la mujer a ellas concurrieran estudiantes me-
nores de doce años. En el año de 1927
Hasta muy avanzado el siglo xx, en fue abierto el Instituto Pedagógico
Colombia se pensaba que la educación Nacional para señoritas y a partir de
de la mujer debía circunscribirse a los ese momento se hace un mayor énfasis
rudimentos que coadyuvaran al de-
sempeño de sus funciones naturales de en la educación del magisterio feme-
madre y esposa. La instrucción de la nino. En su programa se proponía la
mujer se reducía, pues, en los escasos formación de profesores de preesco-
sectores de la población que tenían ac- lar, crear un colegio de segunda en-
ceso a ella, a la enseñanza de la reli- señanza, orientado a formar alumnas
gión, de la lectura y la escritura, pocas en la carrera del magisterio, el esta-
nociones de historia y geografía y to- blecimiento de la Facultad de Ciencias
dos aquellos elementos que le permi- de la Educación para mujeres en la
tieran cumplir con las obligaciones fa- cual se preparaban para la enseñanza
miliares, como bordado, costura y no- y para la inspección de la educación
ciones de economía familiar. Existía pública.
una clara delimitación entre la edu- El acceso de la mujer a la educación
cación masculina y la femenina. María comercial se dio principalmente a par-
Rojas Tejada, institutora antioqueña, tir del proceso de industrialización del
se quejaba, en una conferencia pro-
nunciada en Pereira en el año de 1927, país. Se requería fuerza de trabajo es-
pecializada en actividades comerciales
Capítulo I 27

y de oficina, con preparación contable tipo de educación secundaria, en la fa-


y mecanográfica, siendo éste un sector cultad de odontología. También como
de interés para las mujeres de clase cosa excepcional, la Universidad de
media. En el año de 1908 fue creada Cartagena concedió el grado de mé-
la Escuela Nacional de Comercio para dica a una norteamericana en el año
personal masculino y que a la postre de 1925.
se convirtió en un bachillerato más. Sobre la educación en general pe-
En los colegios femeninos se fue im- saban normas religiosas, impuestas
plantando, a partir de los años veinte, por el régimen de la Regeneración al
además de la educación normalista, la suscribir el Concordato en el año de
educación comercial. En el año de 1887, que entregaba a la Iglesia cató-
1937 el gobierno, dentro de su obra re- lica la suprema vigilancia de los con-
formadora, hizo la reglamentación y tenidos y textos de la enseñanza.
unificación de los pénsumes y estable- El gobierno de Enrique Olaya He-
ció los grados: uno elemental por el rrera abrió a las mujeres la posibilidad
cual en pocos años se adquiría la ca- de realizar estudios secundarios en
pacitación técnica comercial; y el otro,
un bachillerato con orientación pro- igualdad de condiciones con los varo-
fesional comercial. La preparación co- nes y, por lo tanto, el ingreso a la uni-
Estudiantes de la
mercial tenía mucha demanda entre la versidad, mediante los decretos 1.874 facultad femenina de
población femenina. Por ejemplo, en de 1932 y 227 de 1933. la Universidad
1940 se matricularon en institutos pri- Cuando en el año de 1936 fue fun- Javeriana de Bogotá,
dado por el gobierno, en la ciudad de en 1939.
vados 4.000 hombres y 5.677 mujeres. La primera mujer
En 1941, en los públicos ingresaron Medellín, el Instituto Central Feme- bachiller fue admitida
478 hombres y 754 mujeres, y en los nino, con el objeto de impartir a las en la Universidad
privados, 3.210 hombres y 5.217 mu- jóvenes el bachillerato, paralelamente Nacional en 1936,
jeres (Gabriela Peláez Echeverri, La la oposición clerical y conservadora y un año más tarde
creó la Escuela Normal de Señoritas. ingresó el primer
condición social de la mujer en Colom- grupo de mujeres a esa
bia.) También el Instituto Pedagógico La primera rectora del Central Fe- institución. En 1937
Nacional autorizó, a partir de 1930, menino fue la institutora Lola Gon- se graduó la primera
que señoras y señoritas participaran, zález, quien fue obligada a renunciar profesional del país:
en calidad de asistentes, en cursos de por las presiones a que fue sometida. Mariana Arango Trujillo.
estudios superiores, siempre que tu-
vieran la preparación suficiente, a jui-
cio del consejo directivo.
Los índices de alfabetismo y anal-
fabetismo por sexos en el país son ele-
mentos indicativos del grado de ins-
trucción primaria. En los censos de
1938, 1951 y 1964, las mujeres fueron
mayoría dentro del grupo de anal-
fabetas, que constituían el 53 %, el
52 % y el 53 %, respectivamente. En
el grupo de alfabetas eran el 49 %,
en 1938 y 1951, y el 51 % en 1964.
Entre otras razones, por la discri-
minación educativa que impartía a la
mujer un bachillerato que no la ca-
pacitaba para ingresar a la universi-
dad, la mujer no tenía acceso a las
profesiones liberales. Sin embargo, la
Universidad de Antioquia, desde el
año de 1932 había permitido el ingreso
de mujeres que habían cursado ese
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
28

Escuela Normal de
Señoritas, de Medellín,
1910, foto de Benjamín
de la Calle.
Un decreto de 1870
había ordenado la
creación de normales
en las capitales de los
9 Estados.

Era tal la dimensión de los ataques, promiscuidad y la igualdad niveladora


que el gobierno no encontró una mu- entre los sexos. El obispo de Santa
jer del país dispuesta a enfrentar la di- Rosa de Osos, Miguel Ángel Builes,
famación y la persecución. Por ello, atacó la coeducación y también la edu-
contrató a la educadora española En- cación sexual impartida en las escuelas
riqueta Seculi Bastida, mujer progre- por médicos, por considerarla incon-
sista y culta, que se encontraba refu- veniente y peligrosa y parte de los pos-
giada en Francia. También su gestión tulados de los enemigos de la Iglesia y
sufrió los ataques y el acoso de los de- de la patria. El obispo de Pasto lanzó
fensores de la moral cristiana y de la una condena de excomunión, en el
virtud de las mujeres antioqueñas, su- año de 1936, contra la Universidad de
puestamente puestas en peligro por el Nariño, porque en sus aulas estaban
régimen liberal. Sin embargo, recibió presentes varias mujeres estudiantes.
el apoyo de las estudiantes que reali- Pero la oposición a la coeducación
zaron una huelga de protesta. no era sólo asunto del clero y los con-
Otro aspecto que afectaba la edu- servadores. En el año de 1934, cuando
cación era el relativo a la separación se discutía en el Congreso el proyecto
por sexos a nivel primario, factor que de reorganización del Ministerio de
disminuía el tiempo escolar principal- Educación presentado por el ministro
mente en el sector rural, ya que la Luis López de Mesa, se expresaron las
maestra tenía que impartir la instruc- voces de políticos liberales que se le
ción separada a niños y niñas en ho- oponían. El representante Germán
rarios diferentes diariamente. Si ésta Arciniegas, dirigente destacado de la
era una tradición heredada desde el si- juventud liberal, se oponía al ingreso
glo pasado, el régimen liberal que lle- de la mujer a la universidad. Aducía
gó al poder en 1930 empezó a hacer que la coeducación traía como conse-
reformas en este sentido. La Iglesia cuencia trastornos sexuales y que en la
católica se oponía también con em- práctica no había resultado nunca, que
peño a la coeducación. El papa Pío XI por lo tanto permitir su ingreso traería
se había referido al tema en su encí- un grave mal en vez de provecho. Ata-
clica sobre la educación. Aducía que có la iniciativa como de «simple brote
este sistema era erróneo y peligroso demagógico y que desde don Alfonso
para la educación cristiana, puesto el Sabio estaba dicho que la mujer no
que estaba fundado en doctrinas na- es sujeto competente para ciertos me-
turalistas que negaban el pecado ori- nesteres y profesiones que pertenecen
ginal y se producía como resultado la y corresponden a los hombres». Los
Capítulo1 29

representantes Gerardo Molina y Jor- «cuanto marchite la sensibilidad es


ge Eliécer Gaitán fueron defensores para la mujer pérdida ruinosa». Las
del ingreso de la mujer a la universi- llamaba a regresar a su propia perso-
dad en este debate. Posteriormente, nalidad de mujeres, ya que «en tanto
en el año de 1945, Germán Arcinie- el varón construye la fábrica de la cul-
gas, desde el Ministerio de Educación, tura y va elaborando el tejido de la
creó las Universidades Femeninas, historia, la mujer reine y ahonde y dé
para que impartieran a las mujeres calor de afecto al mundo del hogar».
una educación profesional propia de Este pronunciamiento del ministro
su sexo, tales como orientación fami- provocó enconadas críticas de parte
liar, servicio social, secretariado y de- del dirigente conservador Augusto
lineantes de arquitectura. Trastocó Ramírez Moreno y de las mujeres que
parte de los avances igualitarios y de- en ese momento participaban activa-
mocráticos que en materia de educa- mente en una campaña nacional por el
ción femenina había logrado implan- reconocimiento de sus derechos polí-
tar la República Liberal. ticos.
Durante el segundo gobierno de Al- También el escritor antioqueño Fer-
fonso López Pumarejo, su ministro de nando González se había referido, en
Educación, Antonio Rocha, también 1936, en su libro Los negroides, a la
se declaró en contra de la educación educación de la mujer. Afirmaba, en-
superior de la mujer, a pesar de que tre otras cosas, que «ningún ser tan va-
el gobierno estaba tratando de implan- cío, más repugnante y ficticio que la
tar reformas políticas que dieran a la bachillera, aquella que reniega del
mujer la posibilidad de ejercer sus de- amor y coge como sucedáneo o ven-
rechos ciudadanos. En el acto de gra- ganza las ciencias o las artes. Ninguna
duación de las bachilleres del Gimna- hermosa es bachillera. Coincide el ba-
sio Moderno en noviembre de 1944, chillerismo con la sequedad vital».
Antonio Rocha pronunció un discurso La primera mujer bachiller fue ad-
en el cual llamaba a las jóvenes a re- mitida en la Universidad Nacional en
flexionar acerca de si conquistar un el año de 1936, pero fue en 1937 cuan-
nombre profesional era un triunfo o do ingresó el primer grupo de mujeres
una equivocación lamentable, porque a esa institución. En ese mismo año se

Escuela Normal de
Señoritas, de Cartagena,
1910.
La ley 39 de 1903
había dispuesto la
creación de una escuela
normal para varones
y otra para mujeres
en todas las capitales
de departamento.
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
30

graduó la primera profesional del país, 402 varones y 11 mujeres; en el año de


Mariana Arango Trujillo, que recibió 1948 fueron 740 hombres y 74 muje-
el título de odontóloga en la Univer- res; en 1950, 737 varones y 128 mu-
sidad de Antioquia. Las excepcionales jeres. Hasta el año de 1965 todavía se
aptitudes demostradas por la mujer en daban grandes diferencias en la edu-
la universidad constituyeron la prueba cación profesional masculina y feme-
fehaciente de su capacidad y dieron nina, cuando egresaron 2.784 hombres
cuenta del surgimiento de un nuevo y 915 mujeres. (Lucy Cohen, Las co-
tipo de mujer. Rosita Rojas Castro re- lombianas ante la renovación univer-
cibió su diploma de abogada del Ex- sitaria. )
ternado de Derecho en 1942. Es im-
portante destacar que la tesis de grado El trabajo de la mujer
de la primera abogada de la Univer-
sidad Nacional, Gabriela Peláez Eche- Ha existido la creencia común de que
verri, versó sobre La condición social la mujer no ha trabajado, o que sólo
de la mujer en Colombia; sus jurados empezó a hacerlo a partir de su vin-
Jorge Soto del Corral y Antonio Gar- culación a la producción fabril. Esta
cía pidieron que fuera laureada. La creencia se refleja también en la his-
Universidad le concedió mención ho- toria económica del país, en la cual la
norífica. actividad económica de la mujer se re-
Durante esos primeros años las mu- gistra de manera incompleta por los
jeres universitarias optaron por carre- criterios de valoración prevalecientes.
ras tales como química, farmacia, bac- Han sido trabajos asociados con las la-
teriología, excepcionalmente por me- bores tradicionales del hogar, en la
dicina, derecho e ingeniería. El pro- economía campesina de autoabasteci-
ceso de ingreso de la mujer a la uni- miento o en las empresas familiares.
versidad fue no sólo lento, sino de Son actividades socialmente no apre-
carácter elitista, como ha sido la edu- ciadas como aporte económico, ya que
cación superior en Colombia. En el han sido realizadas en la privacidad
año de 1938 egresaron de las univer- del hogar, usualmente no remunera-
sidades colombianas 278 hombres y 6 das y generalmente el producto de
mujeres; en el año de 1944 lo hicieron este trabajo ha sido captado por el va-

Vendedoras de carbón,
Medellín, 1919.
"A las mujeres del
pueblo les tocaba
realizar los más duros
destinos domésticos..."
Capitulo 1
31

Lavandera, de Medellín,
fotografía de Melitón
Rodríguez, 1920.
Trabajo "invisible"
que se convierte en
visible cuando
no se realiza...

rón, jefe del hogar. Sin embargo, en que se convierte en visible cuando no
las variaciones culturales que se ex- se realiza. Efectivamente, las mujeres
presan en las distintas regiones del han llevado a cabo a lo largo de la his-
país encontramos diferencias en el tra- toria del país no sólo las tareas atinen-
to social y familiar del trabajo feme- tes a la reproducción biológica de la
nino. especie, sino las relativas a la reposi-
Los censos de población realizados ción y reproducción diaria de la fuerza
en Colombia han tenido criterios cam- de trabajó. Además de la socialización
biantes con respecto al trabajo de la de los niños, que se traduce en incul-
mujer. El de 1870 incluía datos espe- carles las normas y valores básicos de
cíficos sobre las actividades femeni- la cultura, que les permitan luego
nas, pero los de 1905, 1912, 1918 y adaptarse socialmente y garantizar la
1928 las excluyeron. Posteriormente supervivencia del orden establecido.
los censos de 1938, 1951, 1964 y 1974 No obstante, las mujeres ejercían
han incluido dentro de la población sus funciones hogareñas de acuerdo a
económicamente inactiva al ama de su extracción social. Las mujeres de
casa. Un aspecto ignorado durante si- las clases altas cumplían su papel de
glos es el aporte que ha hecho la mu- reproductoras de la familia, ejercían
jer al sostenimiento de la sociedad en labores de vigilancia y administración
las labores domésticas, culturalmente general del funcionamiento de la casa,
asignadas a ella. Con el trabajo coti- haciéndose cargo del mando del con-
diano de preparación de alimentos, la- tingente de servidoras que hacían por
vado y arreglo de ropas, aseo e higiene ella las labores del hogar. Eran mu-
de la casa y el cuidado de los niños, jeres que podían gozar del ocio, bajo
las mujeres han contribuido a la for- la vigilancia atenta del marido, la fa-
mación de la riqueza social y familiar milia y la sociedad.
e incluso a la acumulación de capital, A las mujeres del pueblo les tocaba
sin que por ello hubieran recibido re- realizar los más duros destinos domés-
tribución económica, ni siquiera va- ticos en las casas o haciendas donde
loración social. Esta actividad de la servían. Sin protección legal de nin-
mujer en el hogar es lo que hoy co- guna clase, con un régimen salarial ar-
nocemos como «trabajo invisible», bitrario, eran enganchadas a cambio
32
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

Fábrica de chocolates
Chaves y Equitativa,
de Manizales, en 1924:
una sección totalmente
atendida por mujeres.

de la alimentación y el vestido, sin jor- riada desde el siglo pasado, en las ta-
nada máxima, situación que en la bacaleras de Ambalema, en la pro-
práctica se prolonga hasta hoy día. ducción de aliños, en la confección de
A las amas de casa en las clases po- sombreros para la exportación, en la
pulares urbanas y campesinas, además recolección y escogencia de café.
de las labores diarias, correspondía la En los inicios de la industrialización
confección de vestidos, zurcido y re- fue utilizada la fuerza de trabajo fe-
paración de prendas, atención de la menina, principalmente en trilladoras,
huerta, o de labores agrícolas y man- fábricas de tejidos, de cigarros y ci-
tenimiento de animales domésticos. garrillos. Estas fábricas requerían de
Otro tipo de actividades realizadas mano de obra poco cualificada retri-
por la mujer eran las tendentes a la buida con bajos salarios. Luis Ospina
producción de alimentos, que antes de Vásquez plantea que en el año de 1922
la producción fabril eran de confec- Coltejer pagaba a los obreros salarios
ción casera. Por ejemplo, desde la co- de $ 0,50 y $ 2,70, mientras que a las
lonia se adscribió a las mujeres indí- obreras se les pagaba un salario de
genas la realización de las labores de $ 0,35 y $ 0,80. La fábrica de Rosellón
molinera, chocolatera, pastelera, con- en Envigado pagaba $ 1,00 a los hom-
fitera, para que los hombres pudieran bres y $ 0,45 a las mujeres. La contra-
desempeñar otros oficios «que nece- tación de personal en las fábricas de
sitaban mayor aplicación, ciencia y textiles favorecía ampliamente a las
trabajo», según disposición del virrey mujeres. En la fábrica de Tejidos de
en 1777. Otra clase de trabajos típi- Bello, en el año de 1916, según consta
camente femeninos los encontramos en el informe de Hacienda de ese mis-
mencionados en el código civil de mo año, laboraban 110 obreros y 400
1887: como directora de colegio, obreras. En 1912 la Compañía Colom-
maestra de escuela, actriz, obstetriz, biana de Tejidos tenía enganchados 20
posadera y nodriza. hombres y 200 mujeres y para el año
Fuera de estos trabajos domésticos de 1922 tenía 60 hombres y 240 mu-
o los que eran extensión de los mis- jeres.
mos, encontramos a la mujer vincu- A medida que fue aumentando el
lada en calidad de trabajadora asala- proceso de industrialización y de ur-
Capitulo 1 33

Fábrica de tabacos
La Universal,
de Zapatoca, Santander,
en 1917, atendida por
mujeres adultas,
niñas y también niños.

banización y que se fue tecnificando la ción era el ocio. Se constituía ella en


producción en el país, se aprecia una factor para lucir el estatus económico
disminución drástica de la vinculación del marido, a través de las ropas, las
de la fuerza de trabajo femenina en el joyas y su condición de señora bien
sector fabril, pasando a engrosar el alimentada y protegida por la capaci-
sector de prestación de servicios. Plan- dad económica del esposo. Las muje-
tean Cecilia López y Magdalena León res de los sectores populares, por el
que la mujer sale bruscamente del sec- imperio de la necesidad, rompían la
tor primario, en que pasa del 33,4 % cultura, y las encontramos en nuestra
en 1938, al 4 % en 1974; también del historia laborando, fuera de la tutela
sector secundario en el que ocupaba de la familia, solteras o casadas, y en-
el 36,4 % en 1938 y pasa al 12,5 % grosando el contingente de obreros de
en 1973 y engrosa las filas del sector la industria. Las mujeres de las clases
terciario en el cual pasa de ser el 29 % medias, aspirantes a ocupar el estatus
en 1938, al 44,8 % en 1973, aumen- de las clases altas, también estaban li-
tando así las filas de los grupos de co- mitadas en sus posibilidades laborales.
merciantes, vendedores y de servicios Salvo como maestras, no era social-
personales. mente bien visto que estas mujeres
ocuparan un trabajo remunerado.
La protección Testimonian mujeres de clase media
legal al trabajo de la mujer que durante la crisis de los años treinta
se vieron obligadas a vincularse en ca-
La norma constitucional según la cual lidad de secretarias, ayudantes de con-
«toda persona es libre de escoger pro- tabilidad, etc. y fueron objeto de cen-
fesión u oficio» tenía para la mujer sura y rechazo social. Se prohibía a las
restricciones. Además del régimen ci- jóvenes de su edad frecuentar amis-
vil que arrebataba a la mujer casada el tades con las que trabajaban, se les
manejo de su dinero y sus bienes, la quitaba el saludo y se las aislaba so-
mujer encontraba serios obstáculos cialmente.
para ejercer una profesión. Para la En general, el régimen del trabajo
mujer de las clases altas, el concepto asalariado femenino estuvo tan des-
de trabajo era prohibido y su ocupa- protegido como el de los varones, has-
34 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

gal. La ley 28 de 1932 le dio la plena


capacidad civil a la mujer y, por lo tan-
to, la habilitó en materia laboral para
contratar libremente.
Han existido, tanto en la legislación
nacional como en la internacional, dos
aspectos específicos de protección a la
mujer asalariada. Las normas que pro-
hiben que la mujer realice trabajos
insalubres o peligrosos, tanto física co-
mo moralmente, y que labore en jor-
nadas nocturnas, con el objeto de pre-
servar el honor y la moral de las obre-
ras. En el país datan estas disposicio-
nes desde 1931, año en que el Con-
greso Nacional acogió legalmente las
reglamentaciones hechas por la Or-
ganización Internacional del Trabajo
en 1919.
En el mes de octubre de 1935 el gre-
mio de las escogedoras de café, por in-
termedio del representante Diego
Luis Córdoba, presentó al Congreso
un memorial suscrito por trescientas
obreras, en el cual denunciaban la si-
tuación laboral a que las tenían so-
metidas las casas exportadoras. En él
se referían principalmente a los atro-
pellos a que eran sometidas como mu-
jeres, y a la desprotección que sufrían
como madres asalariadas. Acusaban,
entre otras, a la empresa Hary Land
de obligar a sus obreras embarazadas
Dos maestras, ta los años treinta, época en que los a realizar trabajos duros que provo-
a comienzos de siglo, gobiernos liberales empiezan a elabo- caban abortos, «estos casos no están
en Medellín. rar una política en materias laboral y previstos en los accidentes de trabajo
Trabajos
sindical. y el muerto, por ser hijo de una pobre
específicamente mujer, se queda sin cobrar, siendo
femeninos, según el El régimen de las mujeres casadas,
código civil de 1887, cuyos bienes y salarios eran adminis- moralmente responsable el patrón,
eran directora de trados por sus maridos, empezó a ser por obligar a las mujeres a movilizar
colegio, maestra de
reformado levemente en el año de bultos de café que pesan 77 kilos».
escuela, actriz, (Anales de la Cámara, n.° 87, octubre
obstetriz, 1922, cuando por la ley 8.a se les otor-
posadera y nodriza. gó la administración y uso libres de los de 1935.) Exigían del Estado la fija-
de uso personal, entre los que se con- ción de una pensión por maternidad y
taban sus vestidos, ajuares, joyas e la protección de su derecho al trabajo,
instrumentos de su profesión u oficio. ya que eran despedidas por estar em-
Posteriormente, en los inicios del go- barazadas. También hacían referencia
bierno de Enrique Olaya Herrera, por a la política de despidos de las empre-
la ley 83 de 1931 se estatuyó que la sas, que les cancelaban sus contratos
mujer casada, aunque no estuviera di- de trabajo al llegar a la edad de treinta
vorciada ni separada de bienes, podía años y por tratar de formar un sindi-
recibir directamente el pago de sus cato.
sueldos y salarios, y administrarlos sin Efectivamente, la maternidad como
intervención de su representante le- función social no se ha tenido en cuen-
Capítulo I 35

ta en la historia del país. De ella se en 1944 una profunda investigación


ocupa el Estado tardíamente, y sólo sobre la situación de la mujer asalaria-
en relación con la mujer obrera y em- da. Concluía que la obrera de las gran-
pleada. Pese a que las mujeres estaban des fábricas se encontraba en mejor
vinculadas a la producción desde prin- condición. Por el contrario, las muje-
cipios de este siglo, solamente en el res vinculadas a industrias domésticas
año de 1938, a fines del gobierno de Chapolera o recogedora
y talleres en la producción de sombre- de café antioqueña,
Alfonso Pérez Pumarejo, se expide la ros, modistería y fabricación de teji- en 1922.
primera norma de protección a la ma- dos de lana en pequeña escala, tenían Trescientas obreras
ternidad. En esta ley se establece la li- que laborar hasta catorce horas diarias de este gremio
cencia remunerada de ocho semanas y en días festivos, sin prima de navi- presentaron un memorial
durante la época del parto y de dos se- al Congreso, en 1935,
dad ni vacaciones y en malas condicio- denunciando atropellos
manas en caso de aborto; se le garan- nes técnicas. Estas mujeres no goza- de las compañías
tiza el derecho a conservar su puesto ban de las garantías legales no sólo exportadoras y
de trabajo durante el embarazo y la porque generalmente las desconocían, solicitando pensión de
lactancia; se prohibe emplear a mu- sino porque de hacerlas efectivas las maternidad, protección
jeres embarazadas en trabajos insalu- despedían de sus empleos. A las mu-
al derecho de trabajo
bres o peligrosos, en los que necesiten y supresión de despidos
jeres que laboraban en la agricultura por causa de edad.
hacer grandes esfuerzos y en labores
nocturnas, y se fijan sanciones eco-
nómicas para los patrones infractores
de estas disposiciones. La legislación
protectora de la infancia data de 1924,
año en el cual se expidió una ley que
obligaba a las fábricas que contrataran
más de cincuenta obreras a fundar sa-
las-cunas para sus hijos. Posterior-
mente, la ley 53 de 1938 elabora un re-
glamento más detallado en el cual se
otorga a la madre el derecho a dispo-
ner de veinte minutos, cada tres horas,
para amamantar a su hijo. La posibi-
lidad de reproducir la especie ha sido
para la mujer un factor de discrimi-
nación en materia de oportunidades
de trabajo, ya que la clase capitalista
no ha estado dispuesta a cubrir los cos-
tos sociales y laborales que ella repre-
senta. Este problema se ha ido agu-
dizando con el correr de los años y su
desplazamiento al sector de servicios
tiene una estrecha relación con este
factor. No obstante, cuando se discu-
tía en el Congreso, en el año de 1932,
el reconocimiento de los derechos ci-
viles a la mujer casada, sus defensores
argumentaban que era preferida la
fuerza de trabajo de las mujeres ca-
sadas, porque ellas eran más discipli-
nadas y mejores trabajadoras por la
urgencia de sostener la familia.
Gabriela Peláez Echeverri, para su
trabajo de tesis sobre La condición so-
cial de la mujer en Colombia, realizó
36 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

no se les reconocía protección legal de derechos políticos de la mujer se de-


ninguna naturaleza, ni siquiera en es- sarrolló en la década del cuarenta, las
tado de embarazo; no tenían jornada mujeres obreras expresaban la nece-
máxima y sus salarios en los distintos sidad de la unión y la organización
departamentos del país oscilaban en- para luchar por sus reivindicaciones
tre $ 0,10 con alimentación y $ 0,40 sin laborales. En la Primera Conferencia
alimentación. Así mismo en las trilla- Nacional Femenina, celebrada en fe-
doras de café, que usualmente contra- brero de 1945 en Bogotá, la dirigente
taban personal femenino, encontró di- tabacalera Lola Martínez informaba
ferencias. Las grandes trilladoras es- que tenían una organización sindical
taban controladas por el gobierno y con más de mil afiliadas. Pero que en
por esta razón se daba cumplimiento esta tarea de organizar sindicalmente
mínimo a las normas de protección del a la mujer en Santander, habían teni-
trabajo. En las pequeñas y medianas, do que enfrentar también a la Iglesia,
les pagaban salarios inferiores, eran que arregló unos ejercicios espiritua-
vinculadas transitoriamente y en pé- les y en la confesión se impuso como
simas condiciones de higiene. Otro penitencia renunciar al sindicato, bajo
elemento que aporta Gabriela Peláez pena de excomunión. La delegada de
es el relativo al «contentamiento se- Barrancabermeja, Alcira Galindo, de-
xual» de los patronos y capataces a nunciaba la situación de las mujeres
que era obligada la obrera en la pe- trabajadoras y exponía cómo las que
queña y mediana empresa, principal- laboraban en casas de familia o en ho-
mente. Este factor del chantaje sexual teles tenían que dormir en el suelo, sin
lo encontramos referenciado en la prestaciones sociales y con jornadas
huelga de las obreras de la fábrica de hasta de diecinueve horas; y las que
Bello, que en 1920 exigieron en sus trabajaban al servicio de los nortea-
reivindicaciones el despido del direc- mericanos en la refinería tenían que
tor de la fábrica por atropellos sexua- laborar este mismo número de horas
les contra cinco obreras. diarias por un salario de $ 15,00 men-
Durante el movimiento que por los suales sin alimentación.

Sala de telares de
Textilera Hernández,
en Medellín, 1917.
La fuerza femenina
de trabajo se incorporó
tempranamente a la
industria, a través
de las fábricas
de textiles, donde
eran mayoría de
obreras, aunque
desde luego recibían
salarios muy
inferiores al
de los hombres.
Capitulo 1 37

Derechos políticos de la mujer pañol se adscribió principalmente a


los lincamientos de la Revolución
Un aspecto de la historia política del francesa de 1789. que tenían por base
país es el relacionado con la situación teórica el reconocimiento de la liber-
de la mujer frente al Estado. La lucha tad, la igualdad y la fraternidad de to-
por la democracia política, económica dos los hombres. Pero a pesar de esta
y social ha sido un largo proceso en la proclamación teórica, en la práctica
historia de la humanidad, que aún se gozarían de ellas los propietarios, los
prolonga, porque una cosa es la decla- alfabetas y los varones; era por tanto
ratoria formal de esos derechos y otra una democracia organizada no sólo
su ejercicio real por la mayoría de la por y para los propietarios, sino por y
población. Si bien ha sido complejo y para los varones. La Constitución de
difícil para las masas populares, lo ha la República de Colombia de 1821 de-
sido más para las mujeres que forman finía la calidad de ciudadano sin es-
parte de ellas y aun para las de las cla- pecificar el sexo, pero la cultura polí-
ses dominantes, porque ni siquiera a tica no pensaba la posibilidad de la
las garantías de tipo formal han podi- ciudadanía femenina. Sólo a partir de
do acceder a la par que los varones de la Constitución de 1843 se introdujo la
su clase. fórmula de que «son ciudadanos los
El derecho a la ciudadanía es un as- granadinos varones ...» que rigió hasta
pecto fundamental de los derechos po- mediados del siglo xx.
líticos y consiste en el conjunto de de- Sin embargo, en la historia del país
rechos, obligaciones y garantías públi- se registra un hecho excepcional y
cas y privadas de que gozan los ciu- exótico para las condiciones culturales
dadanos. Una de sus expresiones es el de la época. Los constituyentes de la
ejercicio del sufragio, del derecho a provincia de Vélez del año de 1853 es-
elegir y ser elegido a los órganos de tablecieron que todo habitante de la
representación popular. provincia «sin distinción de sexo ten-
El Estado colombiano, como ente drá entre otros derechos el del sufra-
independiente del yugo colonial es- gio». Posiblemente Vélez fue la pri-

Empacadoras de la
Compañía Colombiana
de Tabaco, Medellín,
hacia 1920.
Mano de obra poco
cualificada,
retribuida con
bajos salarios.
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
38

tradición política familiar, por razones


amorosas o por necesidad, estuvieron
vinculadas a las gestas guerreras, en
uno y otro bando de la contienda. Sus
actividades iban desde el rezo por el
éxito de sus parciales, la confección de
bandas y estandartes bordados, la di-
fusión de rumores falsos para descon-
certar al enemigo, la atención de los
heridos, la compra y el transporte
clandestino de armas, hasta la acción
directa en los combates. Las «volun-
tarias», las «vivanderas» y las «juanas»
fueron inseparables de los ejércitos y
el sostén para los soldados. Ellas
transportaban grandes fardos con las
provisiones y demás elementos que
hacían el bienestar en campaña, pre-
paraban alimentos, curaban a los he-
ridos y peleaban en los combates. Ma-
ría Martínez de Nisser, mujer conser-
vadora de la alta clase social, organizó
en el siglo pasado una campaña militar
para hacer frente a los liberales. María
Analina Restrepo aparece en el archi-
vo fotográfico de Benjamín de la Calle
en 1897 con sus cananas y su pistola.
Sin embargo, como ha acontecido
en casi todos los grandes conflictos de
la humanidad, en los momentos críti-
cos se rompen códigos y tradiciones, y
las mujeres participan activamente en
la lucha. Pero una vez resuelto el con-
flicto, vuelven a sus cocinas y a sus la-
bores tradicionales en el hogar, sin
que el partido triunfante les reconozca
Celebración del mera región del mundo en donde derechos políticos en la nueva estruc-
centenario de Policarpa constitucionalmente se otorgó el de- tura del Estado.
Salavarrieta,
en Bogotá, noviembre
recho del sufragio a la mujer. Suecia Un elemento básico de la ciudada-
14 de 1917. Aunque lo concedió en 1866, y en 1869 el es- nía es la nacionalidad. En muchas le-
no gozara de los tado norteamericano de Wyoming lo gislaciones del mundo las mujeres por
derechos políticos, hizo para propiciar la inmigración fe- contraer matrimonio perdían la propia
la mujer colombiana menina, poner orden a las elecciones
no estaba ausente y adquirían la del esposo y variaba si
de las luchas y acabar con la embriaguez y la co- éste adquiría otra. En Colombia este
políticas y civiles. rrupción. fenómeno jurídico no se ha presenta-
Pero el hecho de que la mujer no do, pero en el proyecto de Constitu-
gozara de derechos políticos no signi- ción de la Regeneración se contempla-
ficaba que estuviera ausente de las lu- ba y no fue aprobado.
chas políticas. Desde la revolución de José María Samper, constituyente
la Independencia hasta las confronta- por el estado de Bolívar, explicaba por
ciones armadas del siglo pasado, que
terminaron con la guerra de los Mil qué no le otorgaron la ciudadanía al
Días, las mujeres participaron activa- menor, al vago y a la mujer en la
mente. Por intereses económicos, por Constitución de 1886. Con respecto a
esta última afirmaba que Colombia es-
Capítulo 1 39

María Analina
Restrepo,
guerrillera de
Santa Rosa de
Osos, en Antioquia,
fotografiada por
Benjamín de la Calle,
en 1897, con
canana, pistola
y cartuchos.
40
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

taba muy lejos de aceptar la ciudada- vida del mariscal Sucre. Fue delegada
nía de la mujer, porque «la mujer no de Colombia al Congreso de Ameri-
ha nacido para gobernar la cosa pú- canistas, realizado en Huelva en 1892;
blica y ser política precisamente por- así mismo escribió el Catecismo de his-
que ha nacido para obrar sobre la so- toria colombiana, que donó al gobier-
ciedad por medios indirectos gober- no nacional para la enseñanza en las
nando el hogar doméstico y contribu- escuelas y fue publicado por el Minis-
yendo incesante y poderosamente a terio de Educación en 1905. Los seu-
formar las costumbres (generadoras dónimos que utilizó en sus escritos de
de las leyes) y a servir de fundamento la prensa bogotana fueron Alderaban,
y modelo a todas las virtudes delica- Bertilda, Andina. Olga y Renata. Fue
das, suaves y profundas». (Derecho miembro de honor de la Asociación
público interno de Colombia.) Ade- de Escritores y Artistas de Madrid, de
más, explicaba que la ciudadanía fe- la Sociedad Geográfica de Berna,
menina equivaldría a una transforma- de la Academia Nacional de Historia
ción moral porque trocaría el papel de de Colombia y de la de Caracas.
los sexos, «deshaciendo la obra de la Doña Soledad Acosta expresó en
Providencia y haciendo desatinos por varios de sus escritos su interés en las
enmendar a Dios la plana». Durante mujeres. Desde un punto de vista his-
el período conocido en la historia del tórico escribió La mujer es la civiliza-
país como «la hegemonía conserva- ción, Literatas francesas, Galería de
dora» de 1886 a 1930 no se presen- mujeres virtuosas y Las desdichas de
taron cambios en el estatus político de Aurora, publicadas en la revista La
la mujer. Mujer. En el congreso celebrado en
España con motivo del cuarto cente-
Voces de mujeres y en favor nario del descubrimiento de América.
de la mujer en las primeras 1892. presentó, entre otras, la mono-
décadas del siglo grafía citada, Aptitud de la mujer para
ejercer todas las profesiones y el perio-
En Colombia, a fines del siglo pasado dismo en Hispanoamérica. En ella
y principios de éste se destaca Sole- afirmaba la capacidad intelectual de la
dad Acosta de Samper. hija de padre mujer, planteaba que lo justo «lo
colombiano y de madre inglesa. Fue equitativo será abrir las puertas a los
escritora muy prolífica autora de 17 entendimientos femeninos para que
novelas (de ellas. El esclavo de Juan puedan escoger la vía que más con-
Fernández fue traducida al francés) y venga a cada cual. Ellas podrán deci-
de varias monografías, una de las cua- dir entonces entre dos caminos igual-
les titulaba Aptitud de la mujer para mente honorables sin duda pero muy
ejercer todas las profesiones y el perio- diferentes. Unas continuarán bajo la
dismo en Hispanoamérica. Fue cola- dependencia casi absoluta de la volun-
boradora de revistas y periódicos tad del varón, y en cambio cosecharán
como El Mosaico y Biblioteca para Se- aquellas consideraciones, aquel res-
ñoritas, fundó y dirigió la revista La peto que rinde el caballero a la mujer
Mujer, redactada exclusivamente por y al niño con la generosidad con que
señoras y señoritas. En 1869 publicó todo ser fuerte trata al débil. Otras pe-
en Bélgica su primer libro llamado netrarán en los recintos científicos,
Novelas y cuadros de la vida surame- que hasta el día frecuentaban los hom-
ricana y dirigió posteriormente la Re- bres, y allí, al igual que ellos ganarán
vista Literaria. También escribió sobre las palmas del saber humano». Tradi-
historia política. En 1883 ganó un con- cionalmente la producción literaria
curso en Bogotá con motivo del cen-
tenario de Bolívar, con su Biografía era patrimonio de monjas o de las
del general Joaquín París. Ganó otro grandes damas que constituían casos
premio en 1909 con su libro sobre La especiales, por su posibilidad de ac-
ceso a la cultura frente a la masa de
Capítulo 1 41

mujeres que carecía de instrucción.


Además, la producción literaria fe-
menina estaba regida por austeros cá-
nones formados por el ideal de femi-
nidad que imponían una serie de con-
vencionalismos en la forma y en los te-
mas. Marcadas por el ideal femenino
de la ingenuidad y por la negación de
sus pasiones, las mujeres expresaban
una poesía acartonada por la espiri-
tualidad, el pudor, la exaltación ili-
mitada de la maternidad y de todos los
demás valores que se imponían como
paradigma femenino. Sor Juana Inés
de la Cruz, en el siglo XVII en México,
constituye una excepción, no tanto
por su opción de tomar la vida religio-
sa para acceder al conocimiento y a la
producción literaria, sino por lo que
ella manifiesta de la condición de la
mujer, que la coloca en la historia del
mundo entre las precursoras del fe-
minismo.
En las primeras décadas de este si-
glo se empezó a expresar en América
Latina un movimiento cultural de mu-
jeres, principalmente a nivel literario.
Mujeres de varios países surgen en el
panorama de las letras hispánicas a
través de la poesía. De ellas, las que
mayor influencia ejercieron en Co-
lombia, fueron Juana de Ibarbourou,
Alfonsina Storni y Delmira Agustini,
que aportaban elementos nuevos en la
creación femenina, tales como la rei-
vindicación del deseo, de la pasión
amorosa, de la relación erótica no me-
dida por los cánones de la moral im-
perante y también manifestaban la an-
gustia vital por su condición de mu- Jaramillo, María Cano, Ilva Camacho, Soledad Acosta de
jeres. Otra autora que se destacó en María Eastman, Luz Flórez Fernán- Samper, en la galería
ese período fue Gabriela Mistral, ex- de notabilidades
dez y su hermana Paz Flórez, Geor- colombianas, publicada
presión del pensamiento femenino tra- gina Fletcher, Rosario Grillo, Helvia con motivo del
dicional, pero que reivindicaba la edu- García, Blanca Isaza de Jaramillo, centenario de la
cación para la mujer. Mujeres jóvenes Uva Jaramillo Gaitán, Sofía Ospina, Independencia, 1910.
colombianas se expresaron en las pri- Gertrudis Peñuela, Juanita Sánchez Notable autora del
ensayo "Aptitud de la
meras décadas del siglo, principalmen- Lafouri y Fita Uribe. Durante esta mujer para ejercer
te a través de la poesía y del cuento. época proliferaron concursos femeni- todas las profesiones".
Bernardo Uribe Muñoz, autor del li- nos de cuento y poesía, ganados por
bro Mujeres de América, publicado en varias de las autoras mencionadas y en
1934, hace una extensa reseña de las los cuales se otorgaban reconocimien-
escritoras latinoamericanas de la épo- tos tales como el Jazmín de Plata.
ca. De las colombianas destaca a Aura Varios hechos presentados en el
María Arias Bernal, Adelfa Arango mundo en las primeras décadas del si-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
42

glo XX, así como las transformaciones consiguiente formación del incipiente
que se operaron en la estructura eco- proletariado del cual formaban parte
nómica y social del país, contribuye- importante las mujeres, así como el in-
ron a generar cuestionamientos a la flujo de las ideas socialistas, fueron
condición de la mujer, no como fe- elementos que también coadyuvaron
nómeno social prevaleciente, sino al cuestionamiento de la condición de
como expresiones marginales, dise- la mujer.
María Cano, minadas a lo largo del primer tercio María Cano, símbolo de la mujer
símbolo de la mujer del siglo. La primera guerra mundial rebelde que se integra a la lucha obre-
rebelde que se integra trajo como consecuencia la variación ra y popular, nació en Medellín en
a la lucha obrera
y popular, agitadora del estatus de la mujer en varios países 1889. Se destacó como agitadora y or-
del movimiento europeos y en los Estados Unidos, ex- ganizadora del movimiento huelguís-
socialista, presado en el reconocimiento de los tico y socialista de los años veinte. Sin
organizadora de huelgas derechos políticos de la mujer y en re- pedir permiso a la sociedad pacata y
en los años 20, formas a la estructura familiar, que fa- moralista, irrumpió en espacios que
"irrumpió en espacios
que le eran vedados vorecían su condición. En Colombia, eran vedados a la mujer. Proveniente
a la mujer". el proceso de industrialización, con la de una familia con raigambre radical,
recibió una excepcional educación en
su tiempo, en los colegios laicos que
su padre regentaba. Participó en una
tertulia de intelectuales liberales en su
ciudad, en donde recibió la influencia
de Víctor Hugo, Lamartine, Zola, Di-
derot, D'Alembert, Rousseau y Vol-
taire. María Cano, al igual que un pe-
queño grupo de mujeres liberales, re-
cibió la influencia de las escritoras Ga-
briela Mistral, Alfonsina Storni, Del-
mira Agustini y Juana de Ibarbourou
y empezó a incursionar en el periodis-
mo y en la creación poética. Participó
en la fundación de la revista Cyrano
en 1920, de la cual es la única cola-
boradora femenina. Posteriormente
colaboró, en 1922, en El Correo Li-
beral, junto con Fita Uribe y María
Eastman. A partir de sus lecturas en
la sala de la Biblioteca Departamental
empezó a relacionarse con obreros y
artesanos que allí concurrían y a fre-
cuentar los barrios pobres de la ciu-
dad. Practicó el tipo de feminismo que
en esa época se estilaba entre las se-
ñoras ricas, que consistía fundamen-
talmente en hacer obras de caridad.
En la realización de obras de benefi-
cencia, María Cano desarrolló su sen-
sibilidad social y política y se hizo co-
nocer de los obreros. Por esta razón
fue elegida, el 10 de mayo de 1925,
«Flor del Trabajo». En esa época exis-
tían dos formas pintorescas de exaltar
a las mujeres de las clases medias y al-
tas. A través de eventos que les hacían
Capítulo 1 43

posible entrar como reinas a espacios y luego como empleada de la Biblioteca


para ellas vedados, como el mundo del Departamental, hasta 1947. Dice To-
trabajo remunerado y el mundo uni- rres Giraldo que «María Cano vivió los
versitario, se las nombraba «Flor del últimos veinte años de su vida como una
Trabajo» o «Reina de los Estudian- flor marchita en un vaso de agua, hasta
tes», para recaudar fondos de ayuda que el viento se la llevó el 26 de abril
para las casas del Obrero y del Estu- de 1967».
diante y para promover obras sociales. Aun cuando María Cano no reivin-
A partir de esa exaltación empezó dicó los derechos específicos de las
María Cano su carrera política. Rom- mujeres, sino los de las masas en ge-
pió de hecho la tradicional sujeción de neral, se refirió a ellos en un home-
la mujer al espacio hogareño. Tomó naje que le tributaron las obreras de
las tribunas, participó activamente en la Alianza Nacional Femenina en
la agitación de las ideas socialistas, se 1945, en la ciudad de Medellín. En
movilizó por todo el país alentando la momentos en que se desarrollaba en el
lucha obrera en seis giras, denuncian- país una intensa campaña por los de-
do las injusticias y la opresión contra rechos políticos para la mujer, María
las clases populares. Enfrentó la re- Cano expresó que había aportado su
presión y sufrió cárcel en varias oca- juventud ardida en ansias de libertad,
siones. Colaboró en el periódico so- «la vida misma ofrecí mil veces y la
cialista La Humanidad, que dirigía Ig- plena responsabilidad como ciudada-
nacio Torres Giraldo. na de Colombia. Ciudadana, sí, aun-
María Cano estuvo vinculada a la lu- que la ley no haya otorgado aún a la
cha revolucionaria durante un período mujer la igualdad de derechos con el
relativamente corto de su vida. Por las hombre». Llamaba a las obreras a no
contradicciones surgidas en el seno de permitir que «se nos coloque por más
su partido, por el marginamiento que se tiempo en rutas acordeladas, en esfe-
le hizo en esa lucha intestina y por la ras de sensiblería que restan nuestro
agresión social de que era objeto, se re- destino como valores humanos. No
tiró a la vida privada, a la edad de 41 por ser consecuentes de nuestra res-
años. En ese mismo año de 1930 se vin- ponsabilidad perdemos la diáfana sa-
culó como obrera de la papelería de la biduría de nuestra feminidad». (Dia-
Imprenta Departamental de Antioquia rio Popular, 29 de julio de 1945.)

Cabezote de la revista
semanal "Cyrano".
en cuya fundación
intervino María Cano
y de la cual fue la
única colaboradora
femenina, desde 1920.
Escribió también
en "El Correo Liberal"
y en "La Humanidad".
44 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

Patronato de obreras El periódico socialista La Humani- de la educación, la mujer se debía vin-


de Medellín, 1918. dad, a partir de octubre de 1925, pu- cular a la revolución social.
blicó una sección que se llamaba Fe- A fines de la década de los años
meninas, firmada por Clara Luna. En veinte, una de las reivindicaciones
ella se refería a temas que muchas ve- principales hechas por las pocas mu-
ces entraban en contradicción con las jeres que en este sentido se expresa-
tesis expuestas por otros colabora- ban, era la relativa al mejoramiento
dores. La columnista afirmaba, por del nivel cultural femenino. La insti-
ejemplo, que la mujer sufría otra clase tutora María Rojas Tejada manifestó
de explotación, además de la que com- esa aspiración en la conferencia titu-
partía con el hombre, porque «es con- lada Feminismo dictada en Pereira en
siderada inferior sociológica y fisioló- 1927. Defendió la justeza de la lucha
gicamente por el hombre, quien es el de las sufragistas inglesas aun cuando
que legisla en su favor. Por tanto la consideraba que ellas «cometieron
mujer tiene doble motivo de su rebel- atropellos y se tomaron libertades más
día en la doble tiranía que sufre». allá de lo que pide la natural suavidad
Planteaba que un principio de solu- femenina y eso desacreditó por ese en-
ción a la situación de la mujer estaba tonces la primera campaña feminista».
en que se le impartiera educación al Resaltaba las reformas de la posguerra
igual que al hombre, para que así no en Europa como el triunfo máximo del
se dejara someter, pero que además feminismo y planteaba la necesidad de
Capítulo 1 45

hacer reformas en la educación que las


capacitara para trabajar y ganarse el
sustento.
Otra expresión femenina es la que
aparece en los escritos de Sofía Ospina
de Navarro publicados en el año de
1926. En ellos expone la mentalidad,
los intereses y las actividades que en
esa época realizaban las mujeres de las
clases ricas de Antioquia que trataban
de incorporarse a las labores de or-
ganización social. Cultivaba Sofía Os-
pina, además de la literatura culinaria,
el género del cuento, a través de di-
vertidas crónicas sobre hechos y cos-
tumbres sociales. Sus ensayos consti-
tuían una especie de decálogo al cual
debía ceñirse la mujer y que superaba
los marcos de su clase y llegaba a los
sectores medios de la sociedad. Son
una verdadera guía de lo que debe ha-
cer la mujer en el hogar para compla-
cer a su esposo, el manejo de los «cria-
dos» y de la economía familiar. En
uno de ellos, titulado Feminismo, afir-
maba que éste ya había llegado a Me-
dellín y que nadie debía asustarse con
esa palabra, ya que su manifestación
se hacía a través del trabajo de las mu-
jeres en las fábricas y oficinas que se
había convertido en la fuente de sus-
tento de muchas familias. Atacaba al
feminismo de orientación bolchevique
y las reformas en la educación de la
mujer, porque «una fuerte dosis de
instrucción indigesta a la mujer». Enu-
meraba los resultados del feminismo
«bien entendido», tales como el Club
Noel y la Gota de Leche, el Patronato
de Obreras, la Protección de la Joven
y la Escuela Modelo, el Dormitorio de
sas y además crearon en 1929 una ins- Sofía López, flor del
la Merced y la construcción del Tem- trabajo de Bogotá,
plo del Sagrado Corazón de Jesús, titución llamada Centro Femenino de y María Cano, flor del
obras «que han ido purificando poco a Estudios. Tenía por objeto este centro trabajo de Medellín,
poco la atmósfera pesada y chismosa aportar a las mujeres de elite elemen- asisten al congreso
de los costureros» {Cuentos y cróni- tos culturales que a través de la edu- obrero reunido en el
cas.) Estas actividades que realizaban cación formal no recibían. Semanal- Teatro Bogotá, en
mente se han reunido para escuchar noviembre de 1926.
las mujeres de las clases adineradas en conferencistas nacionales y extranje-
las principales ciudades del país fue- ros que han hablado sobre los más va-
ron el origen de la carrera del Servicio riados temas. También en el año de
Social. Efectivamente, un grupo de 1925 se fundó la revista Letras y en-
mujeres antioqueñas se empeñó en cajes, bajo la dirección de Teresita
realizar obras sociales, que las sacaban Santamaría de González. A pesar de
del tradicional papel de mujeres ocio- ser una revista confesional, dirigida
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
46

Sofía Ospina
de Navarro
y Jorge Restrepo Uribe,
alcalde de Medellín.
Los ensayos de Sofía
Ospina "constituían
una especie de
decálogo al cual
debía ceñirse
la mujer, y que
superaba el marco de
su clase y llegaba
a los sectores medios
de la sociedad".

por mujeres ortodoxamente conser- tos centrales: la necesidad de dar a la


vadoras, afirmaba su directora que, mujer una preparación intelectual que
cuando salió el primer número, «se le la capacitara para ser independiente
recibió con un poco de curiosidad un en la vida y dotarla de un techo propio
tanto hostil, hasta por las mismas mu- que la protegiera en las eventualida-
jeres: 'Esos son caprichos de bachille- des de la vida matrimonial. Su charla
ras', 'son ridiculeces modernistas', de- oscilaba entre la melosidad descriptiva
cían despectivos los hombres. 'Hasta de los atributos de la feminidad y la
feo es eso que las mujeres se metan a confrontación que el mundo moderno
publicar papeles', 'hasta pecado será', hacía de ese ideal. Decía: «Nosotros
murmuraban las amigas». El objetivo preparamos la mujer para la más si-
de la revista lo describía la propagan- nuosa esclavitud. Mirad si pueden ga-
da que decía: «Letras y encajes es la narse el pan y escoger su amor y de-
revista netamente femenina que se cidme si un ser que va por el mundo
edita en el país, con el material más como objeto, a veces de pasiones au-
selecto, interesante y moral. En ella se daces y juguete del capricho de la for-
encuentra desde la receta de cocina tuna, es libre y ¿podrá siquiera aspirar
hasta la clase de educación familiar y a serlo?»
el artículo ameno y literario». Baldomero Sanín Cano, desde un
Durante el primer tercio del siglo punto de vista laico, marcadamente
también hubo algunas manifestaciones democrático y feminista, expresó su
masculinas en pro de los derechos de opinión en una «Conversación en la
la mujer. De ellas las más destacadas Universidad» realizada en el año de
son las de Luis López de Mesa y Bal- 1927. Atribuía a la civilización judaica
domcro Sanín Cano. El primero pro- y cristiana la idea de que la mujer es
nunció en el año de 1920 una confe- el crimen y el pecado, sobre la cual se
rencia en el Teatro Colón de Bogotá. basaba su inferioridad civil y política.
A pesar del temor varias veces expre- Resaltaba el pensamiento liberador de
sado a las represalias que podría traer- la mujer de John Stuart Mill, y de Ib-
le abordar ese tema, planteó la nece- sen en su Casa de muñecas, así como
sidad de realizar la revolución femi- la novela Ifigenia de la escritora ve-
nista en Colombia. Abocó dos aspec- nezolana Teresa de la Parra, en la cual
Capítulo 1 47

se mostraba la condición de la mujer


en América Latina. Exaltaba las re-
formas de Europa que le habían otor-
gado derechos civiles y políticos. Afir-
maba que «la cultura de un pueblo se
mide por la participación que la mujer
tenga en los destinos de ese pueblo».
En el año de 1930, la Liga Interna-
cional de Mujeres Ibéricas e Hispa-
noamericanas, integrada por repre-
sentantes de ochenta países, organizó
el Cuarto Congreso Internacional Fe-
menino, para conmemorar el cente-
nario de la muerte del Libertador Si-
món Bolívar. La representante de Co-
lombia ante la Liga y presidenta del
Congreso Femenino era Georgina
Fletcher, escritora, genealogista y es-
pecialista en heráldica, quien fue una
de las primeras impulsadoras del fe-
minismo sufragista en el país. El re-
presentante a la Cámara José María
Saavedra Galindo presentó el proyec-
to que se convirtió en la ley 11 de
1930, por el cual la nación se asociaba
a la realización del Congreso Inter-
nacional Femenino aportando la suma
de 15.000 pesos, franquicia postal y te-
legráfica y pasajes libres en las vías na-
cionales a las delegadas nacionales y
extranjeras. El proponente de la ley presupuestal con el objeto de contri- Una portada de la
hacía especial referencia a la condi- buir a la solución de la grave crisis fis- revista "Letras
ción de la mujer en su exposición de cal que en ese momento afectaba a la y encajes", fundada en
motivos. Pedía su elevación definitiva nación. 1925 y dirigida por
«al trono donde se distribuyen los de- Teresita Santamaría
A este congreso, que sesionó en el de González, "con el
rechos humanos, para que tal distri- Teatro Colón, fueron presentadas po- material más selecto,
bución tradicionalmente desigual y es- nencias relativas a la efemérides que interesante y moral",
clavizante, se haga en adelante a base las reunía, y también análisis sobre la según describía la
de justicia y equidad entre las dos par- propia publicación.
condición de la mujer. Ofelia Uribe
tes en que se halla dividida la esfera presentó Contribución al estudio de la
humana». Planteaba también que el reforma Olaya-Restrepo sobre el régi-
feminismo profesado por la Liga de men de las capitulaciones matrimonia-
Mujeres no era «el desorbitado y de- les, Susana Wills de Samper presentó
lirante de aquellos que pretenden in- un estudio sobre Educación física y de-
vertir el cono de los valores huma- portes, Virginia Camacho presentó un
nos», sino que estaba dotado de un trabajo sobre la Lucha contra las en-
programa «constructivo, reivindica- fermedades específicas, Alicia Ruiz
dor, garantizado por el honor del ho- Escobar presentó una ponencia en la
gar, por la moralidad, por el respeto a que proponía que la Academia de His-
las leyes naturales y por la base incon- toria creara un premio anual para el
movible de los eternos afectos del co- mejor trabajo presentado por una mu-
razón». Un grupo de mujeres envió un jer, que se fundara el Centro Feme-
memorial al Senado de la República nino de Historia Nacional como cen-
solicitando la supresión de la partida tro consultivo para los institutores, y
48 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

que el Ministerio de Educación nom- ceso a la cultura y la independencia


brara una mujer para el Archivo Na- económica les permitía gozar de unas
cional o para la sección de historia de condiciones mínimas diferentes a las
la Biblioteca Nacional, con el objeto del resto de la población femenina y
de difundir los estudios elaborados les posibilitaba mirar críticamente su
por el Centro Femenino de Historia situación social.
Nacional. La prensa destacó la parti- El congreso despertó un amplio in-
Portada de "Una voz cipación de Susana Olózaga de Cabo terés en la opinión pública, la afluen-
insurgente", de y de María Eastman. Quizás por pri- cia de varones a sus sesiones fue nu-
Ofelia Uribe de Acosta
dibujada por Edulfo mera vez en la historia del país apa- trida, «hasta el punto que, una noche,
Peñarete (1963). recieron en la vida pública los trabajos ante la imposibilidad de penetrar al
Ofelia Uribe, activista y el pensamiento de un grupo amplio Colón porque ya estaba repleto de
femenina, fue una de de mujeres. La mayoría de las parti- gente, rompieron las puertas para pre-
las ponentes en el
IV Congreso Internacional
cipantes eran educadoras, que fueron cipitarse a escuchar a las oradoras que
Femenino, reunido en las pioneras en el despertar de la mu- hacían gala de capacidad, elocuencia,
Bogotá, en 1930. jer para reclamar sus derechos. El ac- elegancia y señorío» (Ofelia Uribe de
Acosta, Una voz insurgente.)

Las primeras reformas a la


condición política de la mujer
Con el inicio de lo que en la historia
nacional se conoce como la segunda
República Liberal, en el año de 1930
se empezó a debatir en el país la pro-
blemática de la mujer colombiana. La
primera transformación importante se
dio en 1932 con el reconocimiento de
los derechos civiles de la mujer casa-
da, y a partir de allí empezó el largo
proceso por el reconocimiento de sus
derechos políticos. En el año de 1933.
los parlamentarios conservadores Au-
gusto Ramírez Moreno. Juan de Dios
Arellano. Joaquín Estrada Monsalve y
Antonio Álvarez Restrepo presenta-
ron un proyecto de reforma constitu-
cional, por el cual se concedía el voto
a la mujer, que fue archivado después
de haber sido recibido en primer de-
bate. Durante el gobierno de Alfonso
López Pumarejo. en el paquete de re-
formas a la Constitución Nacional que
consideró el Congreso, estaba incluida
una que otorgaba el sufragio universal
a los varones, sin discriminación pa-
trimonial, ni de instrucción.
El análisis de este artículo generó en
la Cámara de Representantes la dis-
cusión sobre la conveniencia de con-
ceder el sufragio a la mujer, que no se
consideraba en la propuesta. A partir
de ese momento se empezaron a ex-
presar las distintas corrientes de opi-
Capítulo 1 49

nión que sobre este asunto se mani-


festaron a lo largo de todo el tiempo
que duró el debate por los derechos
políticos de la mujer. En este proceso
se hizo evidente lo que plantea Simo-
ne de Beauvoir en su libro El segundo
sexo: «Siempre han sido ellos (los
hombres) quienes han tenido entre sus
manos la suerte de la mujer, y no han
decidido de ella en función de su in-
terés sino considerando sus propios
proyectos, sus temores y necesida-
des.» Los representantes Eduardo
Bossa, Carlos M. Pérez y el procura-
dor general de la nación, Gerardo
Martínez Pérez, plantearon la necesi-
dad de otorgar la totalidad de los de-
rechos ciudadanos a las mujeres. Mo-
vidos por el temor de que esta reforma tendría una mujer parlamentaria para Mensaje a las mujeres
podría tener consecuencias políticas, amamantar a su hijo durante las sesio- trabajadoras publicado en
nes y pedía incluir en el reglamento la la "Gaceta Republicana"
porque la mujer estaba sometida a los en mayo de 1919.
dictados del confesionario, que per- lactancia parlamentaria; además, afir- La manifestación a la
judicarían electoralmente al partido maba: «nuestra mujer, gracias a Dios, que se convocaba,
del gobierno, acordaron concederle es esencialmente casera, doméstica, y el 20 de mayo de ese
solamente la posibilidad de ejercer es dentro del hogar donde despliega año, dejó como resultado
sus buenas y sus malas condiciones. varios muertos.
cargos públicos. Frente a la fórmula
del Senado de la República que ne- Los que algo [...] tengamos todavía de
gaba también esta posibilidad, se llegó latinos, no queremos, no toleraremos
a un acuerdo con base en la fórmula la mujer politiquera, la mujer de ac-
presentada por el senador de la iz- ción, oradora, periodista o redentora
quierda liberal José Vicente Comba- del pueblo». Otro argumento esgri-
riza, y que fue la que quedó plasmada mido por los opositores a los derechos
en el acto constitucional de 1936 como políticos era la derrota de la República
el inicio de un proceso progresivo de española, por haber otorgado el sufra-
cambio de la situación política de la gio a las mujeres que estaban influen-
mujer. La derecha liberal se opuso ciadas por el clero; no obstante,
con fuerza a esta opción. El senador Eduardo Santos, que era el que hacía
Arrieta expresaba que «si la mujer esta consideración, también recordaba
vive bajo la patria potestad de su ma- que el triunfo del partido liberal, en
rido, no está bien que el legislador tra- las elecciones que ganó Olaya Herre-
te de romper la paz del hogar, abrien- ra, fue logrado con el fervor de las mu-
do las puertas». Otro senador, Manuel jeres.
F. Caamaño, explicaba que en París la El desenlace de este primer intento
mujer abogada había sido un verda- fallido por otorgar los plenos derechos
dero fracaso, «no ha sido posible ha- políticos a la mujer fue la aplicación
cer jueces a las mujeres; ellas no pue- de una política restrictiva que negaba
den prescindir del rouge en los mo- la ciudadanía femenina y el ejercicio
mentos más delicados de la investiga- del sufragio, pero permitía la vincu-
ción. Está muy bien la mujer enfer- lación de la mujer a ciertas tareas del
mera, la mujer institutriz, pero la Estado. El artículo 8.° del acto legis-
mujer gobernador no está de acuerdo lativo 1.° de 1936 la autorizó, si era
con nuestro temperamento». El des- mayor de edad, para «desempeñar
tacado dirigente liberal Armando So- empleos públicos que lleven anexa au-
lano hacía mofa de los problemas que toridad o jurisdicción, en las mismas
condiciones que para desempeñarlos
50 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

exige la ley a los ciudadanos». Parece rácter marcadamente gremial y de-


que las primeras mujeres que hicieron mocrático, y buscaba el mejoramiento
uso de esta enmienda constitucional cultural y económico de la mujer co-
fueron Lucrecia Pardo Espinel, nom- lombiana y gestionar ante el legislador
brada tesorera por el Concejo Muni- y el gobierno la adopción de medidas
cipal de Choachí (Cundinamarca). en que favorecieran el reconocimiento de
1940. Y Rosita Rojas Castro, nombra- los derechos y reivindicaciones de la
da por el Tribunal Superior de Bogo- mujer. En la ciudad de Tunja, Ofelia
tá, en 1943. como juez penal del Cir- Uribe de Acosta, Inés Gómez de Ro-
cuito, hecho que produjo escándalo y jas, Carmen Medina de Luque y otras
la demanda de inconstitucionalidad fundaron la revista Agitación femeni-
del nombramiento, pero el Consejo de na, que circuló mensualmente durante
Estado falló en favor de su designa- dos años, bajo la dirección de Ofelia
ción. Uribe. Fue el primer medio de difu-
El segundo intento de reforma po- sión feminista creado en el país. A tra-
lítica relativa a la mujer se hizo en vés de él pudieron expresarse mujeres
1944. cuando en el segundo mandato de distinta procedencia social y polí-
de Alfonso Pérez Pumarejo, su minis- tica, en favor de los derechos de la
tro de Gobierno Alberto Lleras Ca- mujer y analizando aspectos específi-
margo presentó un proyecto en el cual cos de la condición femenina en Co-
se otorgaba la ciudadanía a la mujer y lombia, América Latina y el mundo.
se la facultaba para ser elegida. Pero Esta revista llegaba a los lugares más
la posibilidad de elección quedaba remotos del país, entre otras razones
aplazada hasta que el Congreso regla- por la colaboración que en ese sentido
mentara el ejercicio del sufragio fe- les prestaban los comunistas, que se
menino. encargaban de su distribución. La ciu-
dad de Tunja fue una especie de cen-
Este proyecto fue presentado al tro generador de las ideas y de la agi-
Congreso en el mes de noviembre de tación feminista en la época. Allí Ofe-
1944, una vez reabiertas las sesiones,
que habían sido suspendidas durante lia Uribe y sus compañeras, con el
la tentativa de golpe militar realizada apoyo del propietario de Radio Bo-
en Pasto, en junio de ese año, y en la yacá. organizaron un espacio llamado
cual fue puesto prisionero el presiden- La hora feminista en el cual difundían
te de la República junto con otros fun- los propósitos del movimiento de las
cionarios como el ministro de Trabajo mujeres por sus derechos. Las oposi-
Adán Arriaga Andrade. toras al movimiento organizaron otro
El ministro Lleras Camargo afirmó programa llamado La hora azul para
en su sustentación de la reforma re- combatirlas. Ofelia Uribe se desplazó
lacionada con la ciudadanía de la mu- a varias ciudades dictando conferen-
jer que en la opinión femenina no ha- cias que eran transmitidas por las emi-
bía demanda y que no estaban inte- soras locales. Radio Cristal, en Bo-
resadas en sus derechos. En el debate gotá, fue la emisora utilizada por las
público participó como grupo de pre- feministas para concienciar a las mu-
sión un sector importante de la pobla- jeres de la necesidad de tener otro es-
ción femenina. En 1944 florecieron tatus político.
variadas formas de organización fe- Lucila Rubio de Laverde, destacada
menina para presionar este reconoci- educadora y escritora, organizó en
miento. En agosto, se fundó la Unión Bogotá la Alianza Femenina de Co-
Femenina de Colombia por iniciativa lombia, que representó un papel im-
de Rosa María Moreno Aguilera e portante en la organización de las mu-
Ilda Carriazo; en ella se agrupaban jeres obreras durante este proceso. Se
médicas, abogadas, dentistas, institu- crearon, animadas por el partido so-
toras, universitarias, enfermeras y em- cialista democrático, seccionales en
pleadas de alta categoría. Tenía un ca- todo el país, y en el mes de febrero de
Capítulo 1 51

Operarias de la
Tipografía del Comercio
de Medellín, segunda
década de este siglo.

1945. se reunió en Bogotá la Primera que el Congreso dio uso de la palabra


Conferencia Nacional de Mujeres, a la para sustentar los derechos políticos
cual concurrieron obreras, estudiantes femeninos.
y mujeres de las clases medias de todo La oposición al proyecto fue expre-
el país. La revista femenina Letras y sada por la derecha liberal en el perió-
encajes de Medellín, también se ex- dico El Tiempo y por la conservadora
presó en favor del voto femenino y en en El Siglo. Los ataques generalmente
sus editoriales reproducía artículos o estaban unidos a la descalificación de
conferencias dictadas por las dirigen- las reformas sociales que en esa época
tes del movimiento en Bogotá. el gobierno había sometido a la con-
El periódico El Liberal abrió sus pá- sideración del Congreso, una vez su-
ginas editoriales al debate y publicó perado el incidente de Pasto.
artículos de hombres y mujeres en de- Calibán, en su columna «Danza de
fensa del proyecto. La manera obje- las Horas» en El Tiempo, fue el más
tiva y constante como este órgano pe- agresivo y obstinado opositor a la re-
riodístico informó sobre los aconteci- forma constitucional. Su primer ata-
mientos contrasta con el desconoci- que lo hizo cuando el presidente de la
miento hecho por otros medios que no República se refirió a las reformas a
hacían alusión al proceso o se referían mediados de 1944. Expresaba su pun-
a él para atacarlo. El periódico Diario to de vista respecto a los derechos de
Popular agitó constantemente las rei- la mujer, haciendo referencia a los he-
vindicaciones femeninas; se destacan chos que se presentaban en el mundo
los artículos de Mercedes Abadía, Ma- y las consecuencias que podían traer
tilde Espinosa y Luciana Querales. las reformas en Colombia. Afirmaba
Las mujeres utilizaron otros medios que el más grave resultado de la gue-
de presión, tales como reuniones con rra mundial, que en ese momento se
las comisiones del Congreso encarga- libraba, era que cincuenta millones de
das de estudiar la reforma, plebiscitos combatientes habían sido desalojados
firmados por miles de mujeres de todo de todas partes por sus encantadoras
el país y agitación en las barras duran- hijas, esposas, madres, hermanas y
te las sesiones plenarias. Lucila Rubio aun abuelas, pero que lo peor era que
de Laverde fue la primera mujer a la las mujeres habían adquirido indepen-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
52

dencia moral y espiritual. «Las jóve- derrocar al gobierno. A su regreso al


nes solteras se ríen del matrimonio, y país fue juzgada en consejo de guerra,
proclaman el derecho a tener hijos sin hecho que fue destacado en gran ti-
necesidad del vínculo sagrado. Otras tular de El Siglo, que decía «Primera
muchas, más o menos asexuales, que Mujer en América sometida a un con-
antes se casaban para buscar apoyo sejo de guerra». Otro columnista de
económico, declaran la voluntad de este periódico. Julio Abril afirmaba
mantenerse solteras, y las casadas se que «ser feas es lo único que no se les
están divorciando. Dentro de 10 años, puede perdonar a las mujeres de la
los EE.UU. se encontrarán con 15 mi- misma manera que ser sufragistas es lo
llones de solteronas entre los treinta y único que no se les puede perdonar a
los cuarenta y cinco años, que acaba- las feas». Decía que las mujeres que
rán con la tranquilidad pública.» Pedía quieren el voto son «precisamente
que no se introdujeran fermentos de aquellas que los hombres no determi-
muerte en la organización social: «sal- nan y que forman la melancólica co-
vémosla y no la sometamos a la prue- fradía de las solteronas».
ba insensata del voto femenino que
será el paso inicial en la transforma- En la Cámara de Representantes se
ción funesta de nuestras costumbres y aprobó en la primera ronda la plenitud
de la pugna entre los sexos». Califi- de los derechos para la mujer por ini-
caba en sus escritos a la campaña por ciativa de los sectores de la izquierda,
los derechos políticos como inútil: principalmente de Diego Montaña
«del sufragismo no se ha dejado con- Cuéllar. Diego Luis Córdoba y Gil-
tagiar en Colombia sino una ínfima berto Vieira. a pesar de la oposición
minoría. El sarampión sufragista pa- del ministro de Gobierno que por
sará pronto. Ojalá sin dejar huella». motivos de conveniencia política abo-
En varias oportunidades las tildó de gaba por su reconocimiento progresi-
izquierdistas. Afirmaba en todas las vo. Los defensores del proyecto en el
formas la inferioridad femenina y para Senado fueron el comunista Augusto
ello se respaldaba en argumentos co- Durán y el dirigente de la izquierda li-
mo el de que «ninguna hembra ha beral José Vicente Combariza, pero
igualado al macho en las manifestacio- en esa corporación fue definitivamen-
nes del atletismo, en toda la escala te negada la plena ciudadanía feme-
animal, sólo una yegua ha ganado el nina, por la alianza realizada entre
Gran Derby (1915) y esto porque el nueve senadores liberales con el sector
handicap la favorecía». Planteaba que conservador. En la Reforma Consti-
la reforma le quitaría a la vida privada tucional de 1945 quedó consignada
todo su encanto: «Ser marido o novio una extraña fórmula jurídica que decía
de una ministra o de una líder parla- mucho, pero que concedía muy poco
mentaria, no resulta ni cómodo ni gra- a la mujer. Estableció en su artículo
to» y aludía a la institución familiar 2.°, que son ciudadanos los colombia-
porque era una de las mejores en el nos mayores de veintiún años, o sea
país: «es nuestro refugio, nuestro con- que se le concedía ese derecho: pero
suelo, nuestro altar». en el artículo siguiente se reservaba la
función del sufragio y la capacidad de
El periódico El Siglo, a través de su ser elegido a los varones. La revista
columnista Emilia Pardo Umaña. ata- Agitación femenina, en un artículo lla-
caba el voto femenino en un artículo mado «Los hombres eligen», afirma-
titulado Pobres muchachas, en el cual ba: «Se perpetúa la tradición: ellos eli-
alegaba que las mujeres no necesita- gen, para provecho propio, cuanto el
ban los derechos que pedían. Esta mu- mundo brinda para comodidad de to-
jer escribía desde el refugio que había dos. Quien posee la fuerza tiene el de-
buscado en Quito, después de su ac- recho. El Poder está en sus manos:
tuación durante el golpe de Pasto, suya es la facultad de legislar y suya
cuando salió por las calles llamando a también la fuerza bruta, base y sostén
Capitulo 1
53

Comisión Interamericana
de Mujeres, en el
palacio de la Unión
Panamericana, en
Washington,
diciembre de 1940.
María Currea de Aya
es la penúltima de la
derecha, sentada.

de toda tiranía.» Al mismo tiempo mostrar las incongruencias de la refor-


rendían un férvido tributo de admira- ma de 1945, recalcaba los compromi-
ción y simpatía a los hombres que las sos adquiridos por Colombia en varios
habían apoyado en su campaña. eventos internacionales. La VI Con-
Con posterioridad a la reforma de ferencia Internacional Americana reu-
1945, los distintos sectores políticos nida en La Habana en 1928 creó una
representados en el Parlamento em- comisión encargada de trabajar por
piezan a expresar su interés por otor- los derechos de la mujer, que poste-
gar los derechos políticos de la mujer. riormente fue denominada Comisión
Cada uno luchaba, de acuerdo a sus Interamericana de Mujeres por la VII
principios e intereses, por lograr el su- Conferencia reunida en Montevi-
fragio femenino, que le reportaría be- deo en 1933. También en México, en
neficios electorales. En las sesiones la Conferencia Interamericana sobre
ordinarias de 1946 se presentaron tres Problemas de la Guerra y la Paz, ce-
proyectos para reconocer los derechos lebrada en 1945, Colombia suscribió la
ciudadanos a la mujer, uno del repre- resolución que recomendaba abolir de
sentante conservador Augusto Ramí- las legislaciones las discriminaciones
rez Moreno, otro del representante li- sexuales existentes porque «la mujer
beral Germán Zea Hernández y el ter- representa más de la mitad de la po-
cero de los representantes del Partido blación de América que al reclamar
Socialista Democrático Gilberto Viei- plenos derechos lo hace como acto de
ra, José Francisco Socarrás y Augusto la más elemental justicia humana».
Durán. Estos proyectos se unificaron Así mismo, la Conferencia reunida en
y fueron estudiados por el represen- San Francisco de abril a junio de 1945,
tante conservador Guillermo Chaves en la cual se expidió la Carta de las
Chaves, que rindió ponencia favorable Naciones Unidas y en la cual participó
el 5 de agosto de 1946. Además de Colombia, los pueblos que la suscri-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
54

bieron reafirmaron la fe en los dere- las mujeres a votar por el Partido So-
chos fundamentales del hombre, «en cialcristiano para salvar a Italia del co-
la dignidad y el valor de la persona hu- munismo, que tenía el respaldo de las
mana, en la igualdad de derechos de masas por su trabajo en la resistencia
hombres y mujeres». Este proyecto de al fascismo. Hasta las monjas de clau-
reforma constitucional tampoco salió sura salieron de sus conventos a votar
adelante. contra el comunismo.
En el año de 1947, la convención li- A partir de 1948, en el Congreso se
beral reunida en enero bajo la direc- confrontaron abiertamente la posición
ción de Jorge Eliécer Gaitán expidió conservadora de plenos derechos para
la «Plataforma del Teatro Colón». En la mujer y la liberal que abogaba por
ella el liberalismo rectificaba la posi- el reconocimiento progresivo; sin em-
ción secundaria en que se había man- bargo, se trataba de propuestas y de-
tenido a la mujer colombiana en las bates marginales. El representante li-
actividades públicas y consideraba que beral Alfonso Romero Aguirre pre-
debía tener igual categoría que el sentó un proyecto que recogía lo apro-
hombre ante el Estado. Sin embargo, bado en la convención del teatro Co-
el liberalismo declaraba, en el camino lón, pero ampliándolo a la elección de
de la liberación de la mujer, «la ne- las mujeres a las asambleas departa-
cesidad, entre otras y en primera eta- mentales. Guillermo Chaves Chaves
pa, de capacitarla legalmente para ele- presentó otro proyecto de sufragio
gir y ser elegida en las elecciones para pleno. Estos dos proyectos fueron dis-
los concejos municipales». cutidos en 1949 y se confrontaron los
Los conservadores, que habían te- intereses de cada partido en relación
mido contrariar los principios de la con la mujer: los conservadores se de-
Iglesia católica, que cuidaba celo- claraban en su favor, en cambio los li-
samente el papel de la mujer en la berales abogaban por que fuera un pro-
familia, variaron su posición frente ceso lento y por etapas, ya que el clero
al sufragio femenino después de la manipularía electoralmente a las mu-
segunda guerra mundial. El papa jeres desde el confesionario. Estaba
Pío XII, en las elecciones siguientes a ya el país sumido en la sangrienta re-
la terminación de la guerra, invitó a friega que conocemos como la Violen-

Esmeralda Arboleda
de Uribe se posesiona
como ministro de
Comunicaciones ante
el presidente Alberto
Lleras Camargo,
el 1° de septiembre
de 1961.
Capítulo I
55

Josefina Valencia
de Hubach, hermana
del futuro presidente
Guillermo León Valencia,
fue la primera mujer
que ingresó al
gabinete ministerial
en Colombia, en la
cartera de Educación,
de la cual se posesionó
el 19 de septiembre
de 1956. En la foto,
la ministro entrega
diplomas a nuevos
miembros de la
Academia Colombiana
de Ciencias Exactas.

cia. El representante liberal Carlos H. miento de los derechos políticos a la


Pareja presentó el 20 de julio de 1949 mujer. La comisión de Estudios Cons-
un proyecto de reforma constitucio- titucionales nombrada por la Asam-
nal, según el cual se otorgaba el voto blea Nacional Constituyente para ela-
femenino y se prohibía el voto al cle- borar el proyecto de reformas fue ins-
ro. Esta propuesta tampoco prosperó, talada el 10 de diciembre de 1953.
pero se dieron algunos debates, en un Dentro del paquete de reformas, el ar-
período en que los liberales denuncia- tículo 171 prescribía: «Todos los ciu-
ban persistentemente la aniquilación y dadanos varones y mujeres eligen di-
la matanza de sus copartidarios en los rectamente concejales, diputados a las
campos colombianos. asambleas departamentales, senado-
La Comisión de Asuntos Constitu- res y presidente de la República», y
cionales del Congreso, creada durante fue sustentado ampliamente por Félix
el gobierno de Laureano Gómez, con Ángel Vallejo.
el objeto de dar al Estado colombiano Las mujeres empezaron a presionar
una organización política de corte cor- a la comisión desde el mes de diciem-
porativista, presentó en febrero de bre. El 14 fue entregado un memorial
1953 su proyecto. En la Comisión se suscrito por Esmeralda Arboleda,
analizó el papel de la mujer y. en la Magdalena Fetty de Holguín, Ismenia
perspectiva de ser sostén de las tradi- Mújica, Isabel Lleras de Ospina, Ay-
ciones cristianas, se consideró que las dée Anzola Linares y tres mil mujeres
mujeres casadas por lo católico pudie- más. En él defendían los convenios in-
ran elegir y ser elegidas para los con- ternacionales relativos a la mujer sus-
cejos municipales. En el proyecto de- critos por Colombia pero que aún no
finitivo se les otorgaba a las mujeres habían sido traducidos a normas le-
la posibilidad de elegir y ser elegidas gales y atacaban un proyecto que con-
para concejos municipales computan- cedía el sufragio a las mujeres casadas,
do como doble el voto depositado por porque significaba una discriminación
hombres y mujeres casados legítima- contra el resto de la población feme-
mente. nina, que tendría la calidad de semi-
Durante el gobierno militar volvió ciudadana. La Segunda Conferencia
a debatirse públicamente el reconoci- Regional de Mujeres Democráticas
56 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

del Tequendama (Cundinamarca), Serna y Rafael Bernal Jiménez ataca-


reunida el 23 y el 24 de diciembre de ban el reconocimiento total de los de-
1953, respaldó el proyecto del dipu- rechos políticos de la mujer y aboga-
tado Ángel Vallejo y el memorial de ban por el reconocimiento gradual del
las tres mil mujeres. sufragio femenino, reglamentado pos-
En el curso de los debates en el seno teriormente por el Congreso de la Re-
Berta Hernández de de la comisión se presentaron contra- pública, ya que según ellos había que
Ospina Pérez, dicciones. Los liberales, entre los cua- proteger a las mujeres en los comicios
presidenta de la les figuraban Luis López de Mesa y electorales, que tenían un carácter
Organización Femenina José Jaramillo Giraldo, defendieron el sangriento en el país y que, por otro
Nacional, creada en lado, las mujeres de la «montonera»
abril de 1954 para sufragio femenino. El grupo de dipu-
luchar por los tados conservadores no tenía una po- avivarían aún más las pasiones políti-
derechos de la mujer. sición unificada al respecto. Eleuterio cas. La comisión de estudios consti-
tucionales recibió cartas de mujeres de
Cali, Pereira, Barranquilla, Viotá, del
Comité Pro-Derechos de la Mujer de
Tunja y del Centro Femenino de Es-
tudios de Medellín, en las cuales ata-
caban la propuesta que dejaba al Con-
greso la reglamentación del sufragio
femenino. Berta Hernández de Ospi-
na, María Antonia Escobar, Josefina
Valencia y Esmeralda Arboleda se hi-
cieron presentes en las sesiones de la
comisión y sus puntos de vista fueron
escuchados.
El 27 de abril de 1954 se creó en Bo-
gotá la Organización Femenina Nacio-
nal, según las bases presentadas por
Esmeralda Arboleda y Josefina Va-
lencia. El objeto de dicha organiza-
ción era «unir a las mujeres colombia-
nas, sin distinción política o social,
para luchar por el reconocimiento y la
guarda de los derechos de la mujer y
de la infancia a la luz de las normas de
la Ley de Cristo». Colocándose por
encima de las banderas de partido
convocaban a luchar, entre otros ob-
jetivos, por la paz, que colma el anhe-
lo del alma femenina, por la igualdad
de derechos políticos para hombres y
mujeres, por el sufragio femenino, por
la igualdad salarial y contra la discri-
minación del trabajo de la mujer, por
la protección de su derecho al trabajo,
contra los despidos por matrimonio o
estado prenatal, por el derecho a ocu-
par altos cargos del Estado, por la rea-
lización de campañas educativas que
exterminen los prejuicios existentes de
inferioridad de la mujer, y por una se-
rie de medidas de protección a la in-
fancia. Esta organización estaba pre-
Capítulo 1 57

sidida por Berta Hernández de Ospi-


na y María Currea de Aya era su vi-
cepresidenta. Dicho programa fue
aprobado oficialmente por el gobierno
y difundido en los establecimientos
docentes de todo el país, por orden del
ministro de Educación encargado, Lu-
cio Pabón Núñez.
Dentro de la política del gobierno
de Gustavo Rojas Pinilla de ampliar la
representación a la Asamblea Nacio-
nal Constituyente —ANAC— nom-
bró como delegada de la presidencia a
Josefina Valencia de Hubach y como
suplente suya a Teresita Santamaría
de González, directora de la revista
Letras y encajes, el 28 de julio de 1954.
El periódico El Tiempo, en la columna
«Cosas del Día» y bajo el título de «La
mujer en la ANAC», exalta la labor La Asamblea Nacional Constitu- María Currea de Aya,
realizada por las mujeres para lograr yente, mediante acto legislativo n.° 3 Mujer de las Américas,
la ciudadanía plena. Haciendo la sal- de 1954, otorgó a la mujer el derecho vicepresidente de la
vedad frente a la manera como fue Organización Femenina
a elegir y ser elegida; sin embargo, la Nacional.
nombrada, por no compartir el pro- votación no fue unánime. Los dipu-
cedimiento, aprueban el nombramien- tados Guillermo León Valencia, Juan
to de Josefina Valencia. Consideran Uribe Cualla y Álvaro Lloreda pre-
que la representación femenina debe sentaron una proposición según la cual
ser ampliada con Esmeralda Arbole- la ley debía reglamentar el ejercicio
da, lo cual se hizo poco después. del sufragio femenino, para darle par-
Las dos representantes femeninas a ticulares garantías que la protegieran.
Esta propuesta generó una agria dis-
la ANAC presentaron a las plenarias cusión entre Josefina Valencia y su
el proyecto de acto legislativo por el hermano Guillermo León, ya que tras
cual se concedía el sufragio a la mujer. la supuesta protección legislativa se
Félix Ángel Vallejo fue el diputado a escondía la posibilidad de volver atrás
quien correspondió estudiarlo y pre- la conquista del pleno ejercicio de los
sentó ponencia favorable el 18 de derechos políticos por la mujer. La vo-
agosto de 1954. En ella planteaba, en- tación estuvo caracterizada por las
tre otras cosas, que era una cuestión constancias dejadas por los distintos
de interés nacional, que no se trataba sectores representados en la ANAC
de hacer cuentas alegres por los resul- en las cuales respaldaban la decisión o
tados electorales que podría acarrear aclaraban los motivos de su voto. Sin
esta decisión a cualquier partido en embargo, ni las mujeres, ni los hom-
particular. También afirmaba que a bres colombianos pudieron ejercer el
pesar de que la mujer no gozaba de derecho al sufragio, porque durante la
derechos políticos, siempre había in- dictadura no hubo elecciones. El ré-
tervenido, en forma indirecta, en po- gimen militar dio cabida por primera
lítica «para pacificar los ánimos, para vez a la mujer en los altos cargos del
aliviar la amarga situación de los pros- Estado. Josefina Valencia fue gober-
critos o exiliados, para cerrar las he- nadora de departamento y ministra de
ridas de los que han sido víctimas de Educación. Esmeralda Arboleda fue
persecuciones, para equilibrar ásperas miembro de la ANAC y María Euge-
divergencias y para obrar en todo caso nia Rojas dirigió SENDAS, servicio
como sedante frente a los fragores y nacional de asistencia social.
pasiones».
58 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

Una vez derrocado el régimen militar,


y con el objeto de «civilizar» los co-
micios electorales, se convocó a la mu-
jer como personera de la paz. para sal-
var al país del caos en que se hallaba
sumido. La prensa realizó campañas,
entrevistas y demás formas de moti-
vación de la población femenina para
participar activamente en el proceso
plebiscitario, los comités femeninos de
los partidos tradicionales realizaron
campañas para promover la cedula-
ción de las mujeres. En las declaracio-
nes dadas a la prensa por las entrevis-
tadas aparecen elementos comunes so-
bre ese proceso político: la certeza de
haber sido espectadoras y víctimas de
la vida política del país, la necesidad
de votar el plebiscito como remedio
excepcional en una situación deses-
perada y la ilusión de poder contribuir
con su participación activa en la vida
política a la solución de los problemas
sociales que afectaban a la mayoría de
la población colombiana y principal-
mente a las mujeres y a los niños.
Alberto Lleras Camargo, uno de los
gestores y promotores de los acuerdos
que condujeron al plebiscito, pronun-
ció en el mes de agosto de 1957 una
conferencia, invitado por la Asocia-
La mujer en la Bajo la dirección de Ofelia Uribe de ción Profesional Femenina de Antio-
guerrilla: Acosta, circuló en esa época el perió- quia. Planteaba, entre otras cosas, que
fotografía encontrada dico Verdad, que impulsaba el sufra- el derecho al sufragio se concedía, de
a Joaquín Gutiérrez,
alias "Alma Negra".
gio femenino. En sus comienzos sim- repente, «sin ninguna lucha, ni peti-
patizaba abiertamente con el gobierno ción de parte de la mujer colombiana.
militar, pero su cierre fue ordenado Es decir, la plena participación en la
por la dictadura, después de que re- vida política y social en que no estaba
gistró la disolución de la marcha de interesada». Hacía un breve recuento
mujeres contra el régimen en Bogotá de los motivos alegados por los parti-
y que fue reprimida con mangueras dos tradicionales en la historia del país
del cuerpo de bomberos. Sus directo- para negarle los derechos políticos a la
ras tuvieron que refugiarse para no ser mujer, y afirmaba que esta carencia la
detenidas. había vuelto irresponsable frente a sus
Colombia fue de las últimas repú- obligaciones sociales y la había impo-
blicas latinoamericanas en reconocer sibilitado para pensar libremente.
la plenitud de derechos políticos a las Alertaba sobre una corriente, «que
mujeres. El ejercicio activo del sufra- creo tiene su origen en Cali y que en-
gio femenino se inició en el año de tiendo es un grupo pequeño de pro-
1957 con el plebiscito, en una coyun- fesionales que encabeza una señora
tura caracterizada por el caos econó- que ha escrito un libro muy volumi-
mico, violentas contradicciones socia- noso, que sostiene una idea sí comple-
les y cuando el país salía de la guerra tamente revolucionaria: 'que debe ha-
fratricida conocida como la Violencia. ber un partido de las mujeres y un par-
Capítulo 1 59

tido de los hombres'». Proponía la brero de 1958 un grupo de mujeres


creación de un organismo similar a la antioqueñas envió una carta a la Junta
Liga de Mujeres Votantes existente en Militar de Gobierno, en la cual pro-
los Estados Unidos, que «no pretende testaba por la exclusión de la mujer en
ser un partido político, ni una orga- las Comisiones Consultivas Paritarias,
nización en favor de uno u otro par- que tenían por objeto recoger las in-
tido, sino que únicamente se ocupa de quietudes nacionales para ser presen-
aconsejar al elector femenino sobre el tadas al próximo Congreso Nacional.
partido que en un momento dado esté En las siguientes elecciones para pre-
ofreciendo condiciones más favora- sidente y cuerpos colegiados, en mar-
bles». Las llamaba a tener una posi- zo de 1958, las mujeres constituyeron
ción de independencia frente a los dos el 41 y el 40 %, respectivamente, del
partidos, adhiriéndose a uno u otro se- caudal de votantes. Lucila Rubio de Estampilla de 1962,
gún las propuestas que les presentaran Laverde, en Perfiles colombianos, conmemorativa
de los derechos
en cada elección. El 17 de noviembre afirma que hasta ahí llegó el entusias- políticos de la mujer,
se creó en Medellín la Unión de Ciu- mo político de las mujeres: «termina- ejercidos por
dadanas de Colombia. da la lucha clandestina por el retorno primera vez en el
En el plebiscito realizado el prime- a la democracia: copiar comunicacio- plebiscito de
nes y distribuirlas, hacer mandados y diciembre 1º de 1957,
ro de diciembre de 1957, ya votaron en el cual votaron
1.835.255 mujeres, que constituían el llevar recados, auxiliar a los exilados 1 835 255 mujeres.
42 % del total de la población que su- y visitar a los presos políticos, todas
fragó. No obstante estos resultados, volvieron a la vida normal del hogar.
en el país no existía realmente la vo- Las aspirantes a los cargos de repre-
luntad política de dar participación ac- sentación popular no hallaron otro
tiva a la mujer en la vida pública del medio diferente para lograr sus aspi-
país, interesando así su papel como raciones que la amistad con los miem-
electora y elemento pacificador de los bros de los directorios políticos o las
comicios electorales. En el mes de fe- influencias de padrinos importantes.»

La mujer y la fuerza
pública: fotografía
tomada durante la
manifestación de mujeres
contra el gobierno
de Rojas Pinilla.
60 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

Bibliografía
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VARIOS. Debate sobre la mujer en América Latina y el Caribe. Realidad Colombiana, Tomo I.
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Capítulo 2
61

La educación en Colombia.
1880-1930
Renán Silva el de la hegemonía conservadora, que
concluiría el año de 1930.

E n las páginas que siguen vamos a


tener ocasión de considerar la
historia de algo tan importante para
La situación
educativa durante el siglo XIX
una sociedad como es la educación. Si Para la sociedad colombiana en su
se piensa en la forma como ella con- conjunto, para sus clases subalternas y
tribuye a la formación de la opinión para sus elites dirigentes, el siglo XIX
pública de un país, a mantener o a fue en el plano educativo un fenóme-
transformar sus desigualdades y pri- no muy dinámico y quizá dependiente
vilegios sociales y. más profundamen- en una forma demasiado directa de las
te, si se piensa en la forma como las luchas políticas, luchas que entre no-
orientaciones de un tipo particular de sotros esencialmente quisieron decir
educación influyen en la cultura y el enfrentamientos partidistas —con fre-
«sistema de pensamiento y de menta- cuencia bélicos— en torno a los inte-
lidad» de un pueblo, se podrá fácil- reses de los sectores dominantes, y en-
mente estar de acuerdo en la impor- frentamientos en los cuales la gran
tancia social y política de la educación, masa participaba bajo el reclutamien-
y en el significado que tiene su cono- to forzoso o sobre la base de lealtades
cimiento histórico para tratar de intuir regionales en extremo pasionales y
cómo ha sido el proceso de formación ciegas, pero siempre como grupo so-
de una sociedad, pero también cuáles metido. Si hay dos campos que de en-
son sus metas probables, y lo que será trada presenten una aguda vinculación
mejor, cuáles pueden ser sus metas en el siglo XIX, son éstos los de la po-
posibles. lítica y la educación, al punto de pro-
El período que vamos a considerar ducir esa curiosa síntesis tan nuestra
comprende los años que van de 1880 que une en un solo personaje al polí-
a 1930 y políticamente puede ser ca- tico de partido con el catedrático,
racterizado como el de la Regenera- como es el caso de figuras como las de
ción —más o menos hasta 1900—, y Ezequiel Rojas y don Miguel Antonio
pasada la guerra de los Mil Días, como Caro.
62 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

no Ospina Rodríguez en 1842 y 1844


la declaratoria de libertad de enseñan-
za de mitad de siglo y la reforma ra-
dical de 1870, reforma que sin duda
constituyó «la edad de oro de la edu-
cación en Colombia», y que es el an-
tecedente inmediato del período que
nos proponemos estudiar.
Pero, por paradójico que pueda pa-
recer, esa sobresaturación de reformas
y proyectos no se correspondió en ma-
yor medida con el plano de las reali-
zaciones prácticas. Frente a una po-
blación que de manera reducida pero
estable no dejó de crecer a lo largo del
siglo, el sistema escolar se mostró
siempre incapaz para ofrecer a los re-
cién estrenados ciudadanos la dosis
mínima de escolaridad que supone
una participación democrática en la
vida de la sociedad y el Estado, y mu-
cho menos de acercarse al ideal de una
escuela nacional y de masas. Aún a
principios del siglo xx, en 1912, nos
encontramos con el hecho desalenta-
dor de que más del 80 % de la pobla-
ción continuaba bajo el flagelo terrible
del analfabetismo, aunque habría que
distinguir con más cuidado situaciones
regionales. Así por ejemplo, mientras
que Antioquia, que confió más su edu-
cación a pedagogos que a políticos, y
en donde el conflicto entre la Iglesia y
el Estado fue atemperado por la reli-
giosidad común de todos los grupos,
había reducido desde tiempo atrás su
Miguel Antonio Caro, Por ello mismo los partidos políticos porcentaje de analfabetismo a una ci-
en la galería de y sus voceros pudieron mostrar a lo fra cercana al 60 %, Boyacá lo man-
notabilidades largo del siglo una sensibilidad tan ex-
colombianas, realizada
tenía por encima del 90 %.
por el fotógrafo trema hacia el campo de los proyectos El caso es que, dentro de una socie-
Aristides Ariza, 1910. educativos. Parece como si hubiera dad esencialmente campesina, las po-
Caro era representante existido una conciencia clara de la sig- cas escuelas y colegios existentes fun-
de la síntesis del nificación que adquiere una determi- cionaban en los núcleos urbanos, y a
político de partido nada orientación educativa cuando se pesar de los innegables esfuerzos he-
con el catedrático, trata de organizar una república y
característico
chos a lo largo del siglo para aumentar
del siglo XIX. construir una ética y una política que el cubrimiento educativo, la población
De ahí la sensibilidad dominen de manera legítima en un en edad escolar siempre creció más rá-
de los políticos ámbito nacional. Y todo ello se expre- pidamente y las asignaciones presu-
hacia los proyectos só desde luego en el inmenso movi- puestales siempre fueron limitadas, a
educativos, en su época. miento de reformas que el país cono- lo cual se sumaron problemas políticos
ció desde el inicio mismo del gobierno y religiosos, incluso bajo la forma de
del general Francisco de Paula Santan- guerra civil, que trastocaron siempre
der hasta la Constitución de 1886, pa- la vida de la enseñanza. En páginas
sando por la contrarreforma de Maria- memorables en donde quiso recordar
Capítulo 2 63

su vida de maestro, Baldomero Sanín Estado en terrenos que no le corres-


Cano puso de presente esa relación pondían, y encontraban la reforma
entre escuela y política, pues, según sospechosa de una tendencia antirre-
cuenta, en 1879 hubo revolución par- ligiosa que echaba por tierra uno de
cial contra el estado soberano de An- los valores supremos legado por la tra-
tioquia con parálisis de los estudios, dición, ya que tenían ante sus ojos el
«durante la cual todos los alumnos sa- antecedente de la supresión de las co-
limos a campaña en persecución de munidades religiosas en el año 1861.
guerrillas...» El cuadro general de la Este grupo fue motejado con el epí-
educación en el siglo XIX muestra bien teto despectivo de «ignorantistas» o
que las destrezas y habilidades nece- partidarios de la ignorancia, y llegó al
sarias para desempeñarse en el mundo punto de organizar, ya en 1872, «so-
del trabajo seguían trasmitiéndose en ciedades católicas», partidarias de la
el medio familiar o en las propias fae- acción directa para la defensa de la re-
nas de las haciendas y latifundios a los ligión en peligro.
que desde muy temprana edad se vin- Aunque debe advertirse que nin-
culaban los niños. Y en cuanto a las guno de estos grupos puede ser iden-
«nociones necesarias para vestir la tificado de manera directa con uno
vida de un poco de fantasía y resig- cualquiera de los partidos tradiciona-
nación», y para someterse a ciertas les en Colombia, en el nivel del idea-
normas mínimas de convivencia, es rio educativo, la reforma radical fue
claro que eran aseguradas por la doc- un proyecto que plasmó con nitidez lo
trina de domingo en la parroquia y por mejor del espíritu civilizador del libe-
el a veces terrible sermón pronunciado ralismo en nuestro medio. En primer
en el púlpito. lugar, la confianza plena en que la ex-
pansión del sistema de enseñanza es la
La reforma única garantía que puede otorgar un
educativa radical de 1870 contenido real a las instituciones de-
mocráticas. En segundo lugar, y éste
Después de 1860 y bajo la vigencia del fue tal vez el punto que más levantó
federalismo, que la fracción radical los ánimos en su contra, la exigencia
del partido liberal había logrado im- de separación del poder civil y ecle-
poner en la Constitución de Rionegro siástico en el sistema escolar, sistema
en 1863, se abre uno de los períodos que en nuestra sociedad había sido
de reforma educativa más significati- controlado durante todo el período de
vos de nuestra historia, no sólo por el dominación hispánica por la Iglesia,
alcance político y cultural intrínseco algunos de cuyos miembros resultaban
del proyecto, sino por sus realizacio- ahora muy afectos a ideologías anti-
nes prácticas, sobre todo en el plano republicanas. Y, finalmente, la reivin-
de la escuela pública a la que la refor- dicación de la función docente del Es-
ma declaró obligatoria y gratuita. La tado, al incluir la educación dentro de
reforma radical colocó de un lado a los la órbita de sus deberes y derechos, y
grupos que se comprometieron en su entender tal función como una de las
defensa y que fueron llamados «ins- formas en que el Estado expresa su so-
truccionistas» por su apego a la fór- beranía.
mula liberal que concebía el sistema Lo que más llama la atención en el
de enseñanza y la instrucción pública intento educativo del radicalismo es la
como la palanca central en el camino forma integral como buscó enfrentar
de la libertad, palabra que se cuidaban la situación educativa y cultural del
de escribir antes que la de progreso, país en todos sus niveles. Una admi-
que sólo venía a continuación. Y del nistración unificada y directamente
otro lado los enemigos de la reforma controlada por la recién creada Direc-
que consideraban la escuela obligato- ción Nacional de Instrucción Pública,
ria como una intromisión ilegítima del adscrita a la Secretaría del Interior, y
64 Nueva Historia de Colombia. Vol IV

una visión pedagógica y política que el gran acierto que constituyó la fun-
incluía a los alumnos, a los maestros y dación de la revista La Escuela Nor-
a los padres de familia, a los que se mal, con un tiraje de más de tres mil
intentó comprometer —tan sólo con ejemplares cada dos semanas y que,
éxito relativo— como soportes socia- aunque órgano de la Dirección Nacio-
les de la reforma. Al lado de ello una nal de Instrucción Pública, no se li-
estrategia financiera y de manejo ad- mitó a la publicación de leyes y decre-
ministrativo distribuida entre el Esta- tos sino que se encargó también de la
do central, los estados federales y los tarea de difusión de los principales te-
distritos municipales, quedando las mas pedagógicos de la época.
tres instancias así comprometidas en el Sin embargo, fue en el campo de la
esperado despegue educativo. instrucción pública en donde el radi-
En el plano de la educación supe- calismo y sus principales figuras, San-
rior, constituye mérito del proyecto tiago Pérez. Dámaso Zapata y Enri-
radical la organización de la Univer- que Cortés, pusieron todo su acento,
sidad Nacional, en 1886, bajo la pre- a través de múltiples esfuerzos y dis-
sidencia del general Santos Acosta, posiciones que se condensaron en el
siendo sus primeros rectores Ezequiel decreto orgánico del 1 de noviembre
Rojas y Manuel Ancízar, y sus facul- de 1870 que declaró por primera vez
tades iniciales las de jurisprudencia, fi- en el país el carácter obligatorio, gra-
losofía y medicina, a las que se agre- tuito y rigurosamente neutral en el te-
gaba un sistema de escuelas en su ma- rreno religioso de la escuela pública.
yor parte de carácter técnico: ingenie- Sobre este último punto, la enseñanza
ría, arquitectura y una más de artes y religiosa, que fue motivo de los más
oficios. Sus catedráticos fueron lo más enconados ataques, hay que enfatizar
destacado de la elite intelectual del pe- que la reforma no fue anticlerical ni
ríodo —sin exclusión de los conser- mucho menos antirreligiosa. Se limitó
vadores— pero su funcionamiento co- a declarar la no intervención del Es-
noció las dificultades habituales de tado y a garantizar en las escuelas el
presupuesto y una álgida polémica so- tiempo suficiente para que los niños,
bre el carácter obligatorio de la ense- «según la voluntad de sus padres, re-
ñanza de los textos de Destutt de ciban dicha instrucción de los párrocos
Tracy y Jeremías Bentham, discusión o ministros», aunque no resultó esto
que escondía mucho más. pues detrás en garantía suficiente para los sectores
se agazapaba la polémica que la Igle- más tradicionalistas.
sia y un sector de los intelectuales con- Esta enérgica política instruccionis-
servadores habían montado sobre lo ta que planteaba la reforma se reflejó
que Miguel Antonio Caro llamó los no sólo en un amplio debate educativo
abusos del «Estado docente». Y en re- sino, también, en un rápido y soste-
lación con la formación de maestros nido crecimiento de la escuela elemen-
vino por primera vez al país, en 1872, tal. Si a mitad de siglo tan sólo 22.000
una misión pedagógica alemana com- niños concurrían a la escuela, en el
puesta por nueve educadores forma- año de 1870 la cifra ya llegaba a
dos en las teorías de Pestalozzi y Froe- 60.000, y en 1874 a 70.000. Y para el
bel, y aunque conocieron las dificul- año de 1876 funcionaban en el país
tades del idioma y de las costumbres, 1.464 escuelas con 79.123 escolares, lo
la falta de recursos materiales y ciertas cual señalaba según los informes ofi-
dosis de persecución religiosa por su ciales un incremento de más de 327 es-
pertenencia al protestantismo (con ex- cuelas y 27.177 escolares con relación
cepción de los dos enviados a Antio- a los datos de 1872. En el plano regio-
quia, que fueron católicos), ya al final nal, Antioquia fue el estado de mayor
del año habían logrado organizar más crecimiento educativo bajo el régimen
de veinte escuelas normales en la ma- radical, debido al gran esfuerzo de las
yoría de los estados. A esto se agregó autoridades conservadoras antioque-
Capitulo 2 65

Grupo estudiantil
de un colegio femenino
de Pamplona, a comienzo
de siglo.
El carácter obligatorio,
gratuito y de
neutralidad religiosa
en la escuela pública
fue formulado por
primera vez por los
políticos del
radicalismo, en un
decreto orgánico de
noviembre 1º de 1870.

ñas durante el gobierno de Pedro Jus- Pública del Cauca sobre la inconve-
to Berrío. Aunque opuestos por ra- niencia de su posición y de los conflic-
zones políticas y doctrinarias al decre- tos que podría generar, el prelado res-
to orgánico de 1870. la elite dirigente pondió: «No importa que el país se
en Antioquia se sumó a la campaña convierta en ruinas y escombros si la
instruccionista con éxito notable, co- bandera de la religión puede elevarse
locándose enseguida con logros rela- triunfante.» Y en medio de la indife-
tivos los estados de Cundinamarca y rencia o el rechazo soterrado de di-
Santander. versos grupos liberales, los represen-
Pero la lucha contra la política edu- tantes políticos del conservatismo des-
cativa radical estuvo presente desde su de la prensa y el Congreso clamaban
propia puesta en marcha. La Iglesia, y por el «cambio educativo», exponían
sobre todo sus jerarcas, secundados iniciativas para traer al país a los Her-
por una población creyente y con una manos Cristianos para la nueva tarea
acentuada capacidad de obediencia, le de moralización, e incluso los más ex-
fueron hostiles desde el principio. En tremistas y aguerridos convocaban al
el Cauca, un fortín esclavista y aris- saboteo directo en contra de la escuela
tocrático del siglo XVIII y región muy obligatoria y en defensa de la religión
proclive a ideologías monárquicas y amenazada.
anti-igualitarias, el arzobispo de Po- Por su parte, un estado de control
payán, Carlos Bermúdez, luego de re- político conservador como Antioquia,
gresar del Concilio Vaticano de 1870, por ejemplo, que tenía ya en 1871 algo
abrió el ataque. Mediante pastoral de más de doscientas setenta escuelas de
1872 prohibía a sus fieles matricular a hombres y mujeres entre públicas y
sus hijos en las escuelas públicas ofi- privadas y una cifra cercana a los die-
ciales bajo amenaza de excomunión, y cisiete mil alumnos, había rechazado
dos años después, en 1874, excluía a el nuevo código de instrucción pública
los estudiantes de las escuelas nor- desde el principio, alegando contra su
males de cualquier participación en los excesivo centralismo, y en esa región
ceremoniales de Semana Santa. Ad- la expansión educativa se adelantó,
vertido por el director de Instrucción pero bajo un contenido diferente de
66

aquel que impulsaba la reforma. respectiva ruina fiscal, a lo cual se


Cuando, finalmente, en 1877 Antio- agregaba el problema al parecer in-
quia se sumó al nuevo código, lo hizo superable de las relaciones con la Igle-
acogiéndose a las mismas variaciones sia, y casi veinte años de continua
que el Cauca le había impuesto y en inestabilidad política manifiesta en su-
un momento en que su acogida resul- cesivos golpes, levantamientos y gue-
taba más bien formal, pues las fuerzas rras civiles, entre cuyas causas no dejó
sociales de las cuales esa orientación de mencionarse a la educación, habían
educativa era estrategia ética y política convencido a comerciantes, banque-
entraban ya en franco retroceso. ros y terratenientes de la necesidad de
En el marco de una profunda crisis una fórmula política alternativa que
económica, vinculada como casi siem- ante todo se hiciera eco del problema
pre a los avatares del mercado mun- del orden. El federalismo de la Cons-
dial, del desorden político y social que titución de 1863, que expresaba el
colocaba ahora en primer plano el fraccionamiento regional vinculado al
problema del orden y bajo la atmós- pasado colonial, a la ausencia de un
fera caldeada de una nueva guerra ci- mercado que integrara en términos
vil, que de manera práctica interrum- económicos el país, y a la permanencia
pió la reforma, en el mes de agosto de de caudillos locales con el tipo de leal-
1876 aparecía el último número de La tades y adhesiones regionales que ello
Escuela Normal como signo inequí- suponía, había hecho crisis, y con la
voco de un proyecto que expiraba. Ya crisis federal hacía también crisis la
en 1880, como resultado de la guerra fórmula radical que anteponía la li-
y de la parálisis de la reforma, el nú- bertad al progreso. Y en esa atmós-
mero de escuelas y de escolares lle- fera, una intensificación creciente de
las críticas conservadoras contra el sis-
gaba tan sólo a 1.395 y 71.500 respec- tema de enseñanza, con una recupe-
tivamente, contra las 1.646 escuelas y ración precisa de posiciones que ya ha-
los 79.123 estudiantes de 1876. Se bía logrado imponer la suspensión de
abría entonces un nuevo período en la leyes que limitaban ciertas actividades
política educativa del país, tan com- de la Iglesia.
plejo y tan rico en sucesos como el an-
terior, pero con una orientación y un La nueva fórmula empezó a concre-
juego de fuerzas sociales por completo tarse hacia 1880, cuando una coalición
diferentes. de conservadores y liberales indepen-
dientes opuestos al radicalismo llevó a
la presidencia en nombre del Partido
Regeneración y sistema educativo. Nacional al político cartagenero Ra-
La reforma constitucional de 1886: fael Núñez, antiguo radical, quien co-
sus antecedentes generales y sus menzó de inmediato un programa de
consecuencias educativas reformas que apuntaban hacia el re-
fuerzo de los poderes del ejecutivo.
Al principiar la década de los ochenta, Reformas que no dejaron de tocar el
con la excepción de los representantes campo educativo, pudiendo recono-
más fieles del ideario radical, el con- cerse ahí también los rasgos que ca-
junto de la clase dirigente parecía en- racterizaron el proyecto centralista
contrar un punto de consenso en que emprendido por la Regeneración. Así
sólo el orden, la paz y la seguridad po- por ejemplo, la ley 106 de 1880 auto-
drían ser los elementos a cuyo amparo rizó al ejecutivo para modificar la or-
se incrementarían la riqueza y la pros- ganización universitaria, y bajo esta
peridad que permitieran enfrentar el autorización fue colocada de inmedia-
cúmulo inmenso de problemas a que to la universidad bajo su control di-
el país se veía enfrentado. La difícil si- recto, eliminando toda posibilidad de
tuación económica producida por la control autónomo por parte de la pro-
caída vertical de las exportaciones y la pia institución.
Capítulo 2 67

En relación con las orientaciones de nacional única y el reconocimiento


la política educativa, la Constitución efectivo, en las condiciones de miseria
del 86 determinó derroteros claros e material y cultural del país, de que la
inéditos, ya que bajo la nueva concep- gran mayoría de los colombianos po-
ción del Estado, en acuerdo con el pa- día continuar tranquila por completo
pel desempeñado ahora por la noción al margen de los rudimentos mínimos
de orden —dentro de un proyecto que de la instrucción. Pero, por otro lado,
se presentaba como de «salvación na- Rafael Núñez en 1893.
garantizó las circunstancias para que Ya en su primer
cional»—, y en relación con la nueva más tarde la educación pudiera con- gobierno, en 1880,
función asignada a la religión, y sobre vertirse en un negocio rentable y, ante la ley 106 autorizó
todo a la Iglesia como institución, res- todo, dejó abierta una de las puertas al ejecutivo para
pecto de los asuntos de la moral pú- jurídicas por donde años más tarde en- modificar la
blica y privada de los ciudadanos y de trarían en una suerte de nueva colo- organización
los problemas del control social, el ca- universitaria, con
nización todas las congregaciones re- lo cual se sujetó
rácter del sistema escolar tenía que su- ligiosas que desde entonces volvieron la universidad al
frir indudablemente alteraciones muy a monopolizar la educación, hasta más control directo
profundas. o menos 1930. del presidente,
muy de acuerdo al
El artículo 41 de la Constitución de- Que a pesar de negarse a generali- centralismo que
claró que la instrucción primaria cos- zar la escuela a través de su propia ini- caracterizaría
teada con fondos públicos «sería gra- ciativa, declarando su franco respeto a la Regeneración.
tuita pero no obligatoria», volviendo
atrás en relación con lo que había es-
tatuido la Constitución del 63. La jus-
tificación doctrinaria de este principio,
justificación que hay que buscar teo-
rizada en Caro pero no en Núñez, tie-
ne que ver con la concepción que la
Regeneración propuso sobre las rela-
ciones entre el Estado y el individuo
en el plano de la iniciativa individual.
Aunque el Estado está investido de
funciones económicas y políticas que
exigen su intervención en la vida so-
cial, como lo veremos más adelante,
no puede impedir la libre competencia
generalizando la enseñanza obligato-
ria y, aún menos, obligando a las fa-
milias a que envíen sus hijos a las es-
cuelas estatales. La educación debe
ser obra tan sólo de los particulares,
limitándose el Estado a actuar allí
donde no llega o no se interesa por lle-
gar la iniciativa privada. El Estado,
como agente educativo, no puede fun-
cionar más que como complemento.
El Estado estimula, protege y ayuda,
pero ahí debe concluir el campo de su
intervención.
Ahora, más allá del complejo tejido
interno de las justificaciones ideoló-
gicas en que este precepto se apoya,
hay que decir que su realización sig-
nificó en el plano práctico la renuncia
constitucional al ideal de una escuela
68 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

Alumnos de una por la libre concurrencia, el Estado cación pública será organizada y diri-
escuela de la población hubiera reivindicado para sí al mismo gida en concordancia con la religión
de Chía, a mediados tiempo la suprema inspección y vigi- católica». Esta entrega de la enseñan-
de los años 20.
El control eclesiástico
lancia de la educación, no debe ser za a la tutela de la Iglesia, que las con-
sobre la educación, algo visto como una «contradicción». diciones prácticas volvieron aún más
garantizado por la Es más bien la constatación de la exis- completa, resultaba de la considera-
Constitución y el tencia de una estrategia por lo menos ción de la nación como católica en su
concordato, incluyó doble, pues a pesar de las garantías es- totalidad, y fue complementada y re-
la enseñanza tablecidas para la iniciativa particular forzada un año después a través de la
obligatoria y excluyente
de la religión católica. y del terreno cedido a la Iglesia en la firma de un concordato entre la Santa
enseñanza, el Estado siempre mantu- Sede y el gobierno colombiano.
vo la disposición que le permitía, por La existencia de concordatos entre
lo menos como posibilidad, la «supre- el Vaticano y los gobiernos nacionales
ma inspección y vigilancia» por parte debe situarse en el marco de la reno-
del poder central. vada estrategia política del papado,
Pero en lo que tiene que ver con las ahora conducida por el pontífice León
orientaciones educativas, posiblemen- XIII, quien buscaba sacar a la Iglesia
te la modificación de mayor trascen- católica de su pérdida de poder y ais-
dencia fue la que resultó como el pro- lamiento de la escena internacional en
ducto más genuino del nuevo tipo de un siglo que se había caracterizado de
relaciones entre la Iglesia y el Estado manera dominante por sus tendencias
que determinó la Constitución del 86, liberales y laicas. Y para el partido
la que desde su encabezamiento decla- conservador colombiano significó algo
ró a la religión católica como la de la tan importante como el logro de una
nación, asegurando su protección por posición cosmopolita que adhería a
parte de los poderes públicos al con- una de las fuentes de mayor influencia
siderarla con toda justicia como «un de las «políticas sociales del orden» en
elemento esencial del orden social», y ese período, fuente que al mismo
determinando por tanto que «la edu- tiempo ofrecía la posibilidad de ser
Capítulo 2
69

presentada, con buenas razones, como vo ordenamiento jurídico del país,


uno de los fundamentos históricos de principalmente a través de la marca de
la nacionalidad colombiana, al tiempo un político insistente, doctrinario, en
que, por otro lado, y con una idea muy grado sumo católico y ultramontano
curiosa de moral política, fustigaba al como lo fue el señor Caro.
partido liberal por su carácter exótico Pero en el caso de Núñez la situa-
y ajeno a nuestras tradiciones, según ción es más compleja si pensamos en
lo expresaban los más conspicuos su anterior radicalismo de juventud y
ideólogos conservadores. su reconocido escepticismo religioso.
El control eclesiástico sobre la edu- Esto se aclara un poco si, de otro lado,
cación, control que la Constitución y recordamos su acentuado realismo y
el concordato aseguraban, compren- su experiencia de vida europea, un
dió, entonces, la enseñanza obligato- continente que había visitado en una
ria y excluyente de la religión católica época como la de la Comuna de París.
y la observancia de las prácticas pia- Haciendo referencia de manera explí-
dosas que le corresponden; la facultad cita a los movimientos sociales prole-
de imponer de manera unilateral los tarios, escribía Rafael Núñez: «En la
textos de religión, filosofía y moral; el hora que marca el cuadrante de la hu-
derecho de denunciar y hacer excluir manidad, el desarrollo y fortificación
a todo docente que pudiera aparecer del sentimiento religioso vuelve a ser
como sospechoso de creencias religio- el arca de la civilización», agregando
sas o morales distintas de las que el más adelante lo siguiente: «La repú-
Estado sancionaba como oficiales; y la blica espiritual con su aureola de es- La cartilla de Baquero
interferencia de todo contenido lite- en un anuncio publicado
peranzas infinitas, debe venir en so- en "El Heraldo", de
rario o científico en la enseñanza por corro de la república laica.» Bogotá, en 1890.
el ojo vigilante de la clerecía, aunque
se tratara por entero de terrenos que
excedieran su competencia. A todo lo
cual se agregaba, si se recuerdan al-
gunas de nuestras tradiciones históri-
cas, un clima de ardorosa intolerancia
y fanatismo cuyos efectos nunca han
dejado de hacerse presentes en cada
una de nuestras luchas sociales. Fir-
mado el concordato, Núñez podía
emocionado escribir a Caro: «El gran
arreglo con la Santa Sede está ya fir-
mado. Gloria a Dios en las alturas y
paz en la Tierra a los hombres de bue-
na voluntad.»
Ahora bien, antes que tratar de ana-
lizar, o siquiera imaginar, con todo de-
talle los efectos culturales inmensos de
esa aceptación constitucional de la re-
ligión católica como doctrina oficial y
de la consecuente entrega de la ense-
ñanza a la Iglesia, hay que tratar de
dilucidar las circunstancias y condicio-
nes que le dieron fundamento histó-
rico dentro de un proyecto político re-
gido por una manifiesta voluntad de
orden. De un lado aparece ahí, sin
duda alguna, una de las contribucio-
nes mayores del conservatismo al nue-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
70

Hasta un punto que asombra por su bros de la clase dirigente, aunque el


lucidez, para Rafael Núñez era evi- liberalismo tardara más en reconocer-
dente el papel de una ética, lo que él lo, como la única institución capaz de
denominaba «el principio moral», en establecer una ligadura ético-religiosa
la dirección de la vida colectiva. «La eficaz dentro de un país extenso y de-
sociedad no puede existir sin un prin- sarticulado, con extremadas desigual-
cipio moral», decía haciendo referen- dades sociales, raciales y regionales
cia a la situación interna del país, para con una peligrosa tradición de secta-
agregar: «y ese principio moral se ha rismo político siempre a punto de ex-
evaporado entre nosotros dejando un plotar, y un país que en medio de una
hondo vacío que sólo podrá ser lle- gran crisis intentaba recorrer ahora el
nado por un cristianismo práctico». Y camino de su unificación nacional a
en otro lugar hablará de la necesaria través de un cambio «desde arriba>
predicación evangélica para pacificar que había excluido cualquier partici-
los ánimos, pacificación «sin la cual el pación popular que más adelante le
orden social no dejará de ser un pro- hubiera podido dar algún viso de le-
blema indefinido». Incluso en textos galidad, y cuya armazón jurídica fu<
tardíos, volverá a recordar la vigencia producto de las reformas constitucio-
de ese «principio moral» que no puede nales de 1886.
ser sustituido por «facultades extraor-
dinarias y recursos legales». Fogoso En el punto concreto del sistema
polemista dominado casi hasta la ob- educativo, la Iglesia era la única ins-
sesión por el problema del orden y la titución poseedora de un aparato bu-
autoridad, ¿acaso no había sido él rocrático centralizado doctrinaria y or-
quien, con respuesta anticipada, había ganizativamente, con la ascendencia y
preguntado en uno de sus escritos de el respeto que las grandes masas de un
la reforma política: «¿Quién da la ley país culturalmente atrasado le profe-
en Colombia, el patrono o el obrero?» saban y en donde nunca el anticleri-
Pero en el uso, al parecer bastan- calismo radical había sobrepasado los
te instrumental, de un «cristianismo límites prudentes de una elite ilustra-
práctico», tal como resultaba de la da, pero minoritaria y urbana. Desde
orientación católica de la enseñanza, luego, también la única institución con
hubo mucho sentido práctico y realis- una larga experiencia educativa que le
ta, un sentido muy atinado de las con- venía de tres siglos de dominación co-
diciones concretas en que era posible, lonial, en que de manera monopolista
dada la situación del país y sus tradi- había controlado el aparato educativo.
ciones, un proyecto nacional de do- Pero la única también con una pro-
minación política, y ese sentido realis- puesta y un saber pedagógicos proba-
ta, práctico y concreto se encontraba dos, que no sólo armonizaban a la per-
bien presente en el hábil político que fección con los fines sociales asignados
fue Núñez. A finales del siglo XIX en a la educación por el nuevo ordena-
Colombia sólo una institución, la Igle- miento constitucional, sino con el tipo
sia, tenía la amplitud y solidez, la le- de sujeto, de hombre y ciudadano que
gitimidad y aceptación necesarias para el nuevo proyecto de dominación se
enfrentar a través de la acción y pré- colocaba como meta. Y la única tam-
dica moral, en general bastante coher- bién que contaba con recursos mate-
citiva, los problemas de la seguridad y riales y humanos, tanto internos como
el orden, la tranquilidad y la paz que externos, para colaborar con el pro-
la Constitución del 86 implicaba y, por yecto en el plano educativo.
qué no decirlo, que el desarrollo del Sobre la base de ese marco consti-
país exigía. En esos años, y más allá tucional y en una atmósfera cada vez
de la evaluación que hoy día se pueda más abierta de represión política e in-
hacer de sus consecuencias, la Iglesia telectual que no dejó de ser ajena al
aparecía para la mayoría de los miem- desenvolvimiento de la educación, por
lo menos en los estudios universita-
Capítulo 2
71

"El escolar
hispanoamericano",
cartilla publicada
por las directoras
del Colegio
Pestalozziano de
Bogotá,
a comienzos
de siglo.

rios, se puso en marcha la nueva prueba la gradual pero efectiva desa-


orientación del sistema educativo. Los parición de un periodismo pedagógico
Anales de Instrucción Pública fueron que en la década de los setenta habían
sustituidos por la Revista de Instruc- conocido muchas ciudades del país, y
ción Pública y continuaron aparecien- que encarnaba la casi única perspec-
do ahí artículos con información na- tiva cultural para la mayoría de docen-
cional e internacional sobre teorías y tes y la posibilidad de formación en un
procedimientos educativos, pero lo nivel local de un pensamiento peda-
fundamental, la discusión educativa y gógico propio.
pedagógica que había tratado de ex- En el plano legislativo, la aplicación
tender el radicalismo a maestros y pa- de los principios constitucionales del
dres de familia cesó, como lo com- 86 dio lugar, ya en el año de 1892, a
72 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

la promulgación de la ley 89 y del res- educativa producto de la Regenera-


pectivo decreto reglamentario número ción debía esperar el nuevo siglo para
349, del mismo año, reglamentación encontrar la base segura de aplicación,
que se conocerá luego como el plan sólo que la encontraría en un período
Zerda de Instrucción, que buscaba nuevo, la «hegemonía conservadora»,
trazar normas de organización nacio- que por algunas orientaciones parti-
nal para la enseñanza e imponer un culares no puede asimilarse sin más a
sistema de educación nacionalmente la Regeneración nuñista, y período
unificado «hasta donde sea posible», que en los planos educativo y cultural
como de manera explícita lo reconocía profundizaría de manera práctica los
el propio plan, pues a pesar de que la aspectos más tradicionalistas que la
Constitución del 86 hubiera sometido Constitución, el Concordato y el plan
formalmente a los antiguos estados so- Zerda ya incluían, y que de manera
beranos, por muchos años más las es- lenta pero efectiva venían ya marchan-
tructuras locales y regionales de po- do en muchas de las instituciones edu-
der, que eran las que efectivamente cativas que la Iglesia había empezado
marcaban de manera cotidiana mucho a controlar, sobre todo en regiones
del carácter de las prácticas educati- como Cauca, Antioquia y, en parte,
vas, continuaban funcionando como Cundinamarca; lento pero inexorable
los centros básicos de decisión. proceso que tal vez le otorga verdad a
un aforismo de Núñez cuando se lo
Pero la vigencia del plan Zerda, cu- aplica a su propia obra de «salvación
yas prolijas orientaciones serían reco- nacional»: «[...] pero todo ideal sufre
gidas y ampliadas por la legislación al ponérsele en obra».
educativa de 1903-1904. fue efímera.
Antes de poder encontrar una aplica- A menudo se escribe, con poca jus-
ción efectiva en el camino se tropezó ticia, que la Regeneración frenó de
de nuevo con la guerra civil, primero manera terminante la expansión edu-
en 1895 y luego, a finales del siglo, con cativa que caracterizó el período fe-
la guerra de los Mil Días, la más larga deral. Sobre este aspecto es prudente
guerra civil que el país haya conocido puntualizar lo siguiente: de una parte,
en toda su historia, y que apareció la expansión educativa federal, que
como un escollo decisivo para el logro nadie puede negar, fue localizada para
de una organización educativa estable. algunos años y estados particulares.
La guerra de los Mil Días produjo so- Pero, por otro lado, en los años que
bre la educación más devastaciones cubre la Regeneración, más o menos
que cualquier conflagración anterior. de 1880 hasta el fin del siglo las tasas
Las facultades universitarias se desor- de escolaridad no dejaron de crecer,
ganizaron por completo y su población con la excepción lógica de los años de
escolar se vio sensiblemente reducida. guerra, pero lo hicieron en forma si-
Las escuelas públicas vieron cerrar sus milar a todo el siglo XIX, a ritmos mu-
puertas a todo lo largo del país. De los chísimo más lentos que los de creci-
colegios de segunda enseñanza, el go- miento de la población en edad esco-
bierno y los insurrectos sacaron buena lar. Pero un crecimiento moderado es
parte de sus cuadros militares superio- innegable. Así por ejemplo, de una ci-
res. Los locales escolares, de nuevo fra inicial de 71.070 escolares de am-
convertidos en cuarteles y centros de bos sexos matriculados en la escuela
reclutamiento, resultaron otra vez los pública en el año de 1881. se pasa para
lugares indicados para albergar «los el año de 1890 a una cifra de 99.215
cuerpos de guarnición o los batallones escolares, y a la de 129.682 casi al final
que hacían noche para continuar des- del siglo, en el año de 1897.
pués la marcha», según nuevo testi- Así mismo, se achaca a la política
monio del maestro Sanín Cano. educativa de la Regeneración una am-
Como tantas otras cosas en el país pliación inmediata del sector escolar
que terminaba la centuria, la reforma privado. Sin embargo, los pocos datos
Capítulo 2
73

Aviso del Colegio


Pestalozziano
de Bogotá, en 1893,
"regido por los
métodos oral, objetivo
y subjetivo de
Pestalozzi y de Froebel".
Una misión pedagógica
alemana había
introducido al país
las teorías de estos
educadores, en 1872.

conocidos, por ejemplo la pequeña ci- especialmente propicia para la educa-


fra de 7.800 escolares para 1897, no ción popular.» Ese inusitado interés
confirman esta idea. Ese proceso de por una esfera de actividad años atrás
crecimiento del sector educativo pri- descuidada, puede ser relacionado con
vado es cierto, y se relaciona jurídi- la entrada en el Cauca de congrega-
camente con algunas de las modifica- ciones católicas que manejaban mu-
ciones de 1886, pero de manera in- chas escuelas públicas que. por lo de-
mediata no coincide en el tiempo con más, eran sostenidas en el plano eco-
el proyecto regenerador, ya que la nómico con fondos oficiales. Sea el
educación privada como fenómeno de caso de los Hermanos Maristas, que
significación social no adquirirá fuerza controlaban escuelas masculinas, o el
hasta fecha mucho más tardía. de las Hermanas de la Caridad, que
Un punto de importancia por con- regentaban escuelas femeninas, desde
siderar finalmente es el que tiene que 1889. En su mensaje a la asamblea, el
ver con el interés educativo creciente gobernador se refería a tales escuelas
en algunas regiones que en el período cristianas como «esperanza segura de
federal no habían mostrado ninguno recuperación social», mencionando a
pero, en cambio, habían sido oposi- la vez un mensaje de la asamblea de-
tores aguerridos del proyecto de en- partamental que, en 1890, había re-
cordado cómo la «instrucción, para
señanza de los radicales. Es el caso de que sea sólida y cristiana», tendría que
la región caucana que logró aumentar darse en establecimientos conducidos
el número de sus escuelas de 204 en por instituciones religiosas «donde se
1888 a 284 en 1896, y cuyo número de empieza a formar el corazón de la ni-
escolares pasó de 12.887 a 22.592 ma- ñez, base indispensable de toda ins-
triculados en la escuela pública en el trucción». Así mismo había adoptado
último año mencionado, aunque en la asamblea del Cauca la ordenanza
verdad de ese número tan solo asistían número 9 del año 1890 para que se
unos diecinueve mil a las clases, según fundaran escuelas públicas para varo-
lo informaba el gobernador a la asam- nes en todas las capitales de provincia
blea departamental en el propio año bajo la dirección de los Hermanos
de 1896, agregando a renglón seguido: Cristianos.
«Como se ve. la Regeneración ha sido
74 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

Alumnos y profesoras
de una escuela de
Pasto, pertenecientes
a la cruzada
eucarística,
hacia 1929.

Este hecho, aunque aún regional, y manecerán más o menos marginales


traído a cuento solamente como un hasta la década de los veinte, cuando
ejemplo, es realmente significativo despertarán de nuevo llenos de vida.
porque muestra en germen la tenden-
cia que se constituirá como dominante La reforma educativa de 1903
en la educación primaria y secundaria
de los primeros treinta años del siglo El siglo xx se inicia para la sociedad
xx: el control de buena parte de la en- colombiana en medio de una confu-
señanza, tanto la correspondiente a las sión política y social como hace tiem-
elites como aquella otra que especial- po no se recordaba. En su forma ori-
mente se diseña para las clases pobres, ginal la Constitución del 86 había he-
por las congregaciones católicas, pero cho crisis, pues su ofrecimiento más
casi siempre bajo subsidio económico preciado, la «paz científica», para re-
oficial, y que les dará a la técnica y al petir la expresión común a muchos de
saber pedagógicos esa modalidad es- sus promotores, encontraba reflejada
pecial que bien puede ser llamada «pe- su imagen en el espejo del frente bajo
dagogías católicas», como aquellas de la figura poco optimista de una cruen-
Don Bosco y La Salle que ya muchas ta guerra civil de tres años, una larga
declaraciones de Núñez habían valo- guerra de Mil Días. A pesar de algu-
rado en toda su importancia en sus es- nos signos que anunciaban la prospe-
fuerzos para la moralización de las cla- ridad viajando «a lomo de mula», pues
ses pobres. Sobre la base de las orien- algunas regiones habían iniciado ya el
taciones del Concordato y la Consti- camino del café, el balance de la gue-
tución y de las legislaciones prove- rra en cuanto a destrucción de rique-
nientes del plan Zerda y de la ya za, muerte, enfermedad, miseria y
próxima legislación de 1903 y 1904, se- desmoralización era bastante desola-
rán las pedagogías católicas las que dor para una gran parte de la pobla-
ocupen el lugar quitado al discurso ción que, renunciando a una ética del
educativo y pedagógico radical con su trabajo con la que difícilmente acep-
ética ciudadana y democrática; y los taba comprometerse, prefería traspa-
esfuerzos por una educación liberal y sar el umbral más conocido de la can-
laica, naturalista y experimental, per- tina amable. El partido conservador
Capítulo 2 75

que religiosamente se confesaba en la partida del financiamiento educativo


mañana y en la tarde, se encontraba entre la nación, los departamentos y
ya perpetuado en el poder en forma municipios, tal como figuraba ya en el
excluyente y al parecer indefinida, y plan Zerda. Pero en su contenido más
del radicalismo liberal la guerra no ha- general, su marco de orientación con-
bía dejado sino una sombra tenue. tinuó siendo lo acordado por la Cons-
Tardarán muchos años para hacerse titución del 86, sobre lo que nada fun-
sentir las huellas que la guerra de fin damental avanzó: la preeminencia es-
de siglo impuso sobre el liberalismo tatalmente asegurada de la religión ca-
hasta el punto de transformarlo de lo tólica en la enseñanza, la aspiración a
que era a principios de siglo, un re- la unidad nacional y el fomento de la
fugio de generales agrarios derrota- riqueza como una de las metas del sis-
dos, en partido de una clase en ascen- tema escolar. Antonio José Uribe,
so que establece diálogos y alianzas En su exposición de motivos ante el ministro de Instrucción
con los movimientos sociales moder- Parlamento, Antonio José Uribe vol- en 1903, cuyo nombre
nos, y todo ello en un lapso menor a se dio a la reforma
vió a insistir en que el sistema de en- educativa de ese año.
los treinta años. Y a la caótica situa- señanza era una de las causas del atra- Continuó la
ción existente se agregaba el rudo gol- so del país y gran parte del origen de financiación de la
pe que para una conciencia nacional nuestras guerras civiles, al tiempo que educación entre la
incipiente significó la pérdida, así lla- atacaba la herencia colonial de letra- nación, departamentos
mada, de Panamá. Una mezcla com- y municipios, pero
dos inútiles, recalcando la necesidad introdujo la
pleja, en fin, de ese ambiente de de- de obreros cualificados, con lo cual se orientación industrial
rrota y confusión, pero también de al- hacía eco de muchas de las aspiracio- en la primaria y
gunas esperanzas no muy claras, que nes de una elite nueva, principalmente secundaria, con
vive toda sociedad en época de crisis. antioqueña, que se encontraba vincu- énfasis en la
Ese especial estado de ánimo que bajo educación cívica.
lada a los primeros impulsos de desa-
su cara positiva sintetizará en los pri- rrollo industrial que el país empezaba
meros años de este siglo el general Ra- a sentir.
fael Reyes al aconsejar a los colom-
bianos guardar para siempre en el baúl La reforma Uribe determinó como
las armas destructoras, olvidar los gra- las bases del sistema educativo en Co-
dos militares y empuñar, mejor, los lombia, la educación moral y religiosa,
instrumentos de trabajo. la educación de orientación industrial Niños de una escuela
en la primaria y la secundaria, sin des- rural, jugando
Dentro de ese contexto político y montar el bachillerato tradicional, y al aire libre.
moral se produce la ley 39 de octubre para la universidad, lo que llamó «los Nariño, años 20.
de 1903, dictada bajo la administra-
ción del presidente José Manuel Ma-
rroquín, y siendo ministro de Instruc-
ción Pública Antonio José Uribe, ley
que, junto con el decreto reglamen-
tario 491 de 1904, se considera como
el fundamento jurídico del sistema
educativo colombiano durante buena
parte de la primera mitad de este si-
glo. Aunque retomó la mayoría de as-
pectos que ya se encontraban consi-
derados en el plan Zerda de 1892, la
ley orgánica, o «reforma Uribe»,
como también se la nombra, abordó
de manera más global el problema
educativo, sobre todo en relación con
las funciones del Ministerio de Ins-
trucción Pública, y volvió a repetir de
manera taxativa la distribución com-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
76

estudios clásicos, severos y prácticos». cuelas de primeras letras durante el si-


Y esa triple base fue ahora comple- glo XVIII en la sociedad colonial. Por
mentada con una gran insistencia en el su parte el programa de estudios en las
papel de la educación cívica que de- escuelas urbanas, medio en el que tan
bería buscar en maestros y estudiantes sólo habitaba un 18 % de la población
el amor a la patria, con la obligación aún en 1920-25, se vio mucho más fa-
de propender en las escuelas y cole- vorecido, pues a las anteriores mate-
gios por un nacionalismo bastante pri- rias añadía la historia y la geografía.
mitivo que debía «excitar el sentimien- las ciencias naturales, el dibujo y la
to de los niños por su país natal», con gimnasia, lo mismo que mejores lo-
el recuerdo de sus héroes, la conside- cales, algunos pocos recursos didácti-
ración de la bandera como «cosa ve- cos y cierto grado de calificación del
nerable y sagrada» ante la cual hay maestro, aunque en general esa cali-
que descubrirse, y «el canto diario del ficación tendió a ser muy baja, pues
himno nacional». no fue nunca grande el grupo de do-
En cuanto a la escuela pública pri- centes formados en las escuelas nor-
maria, que se supone debe constituir males que la propia ley orgánica había
la base y el pilar de un sistema edu- reglamentado y se proponía establecer
cativo, en la ley orgánica quedó defi- en cada capital de departamento. Da-
nida como «esencialmente práctica» y tos de 1919 señalan para todo el país
encaminada a dotar al alumno de no- 28 de tales escuelas, pero tan sólo con
ciones que lo habilitaran para el ejer- un total de 1.228 alumnos, divididos
cicio de la ciudadanía y lo prepararan entre 484 hombres y 744 mujeres. Y
para el trabajo en la industria, la agri- en un censo parcial realizado en 1921,
cultura o el comercio. Pero a esta idea de 882 maestros, tan sólo 242 habían
general y más bien vaga de escuela pri- tenido estudios pedagógicos, mientras
maria, se agregó enseguida su división que los 640 restantes no poseían nin-
en primaria urbana con un ciclo de seis guna formación docente. Afirmación
años, y primaria rural con un ciclo tan que de todas maneras debe ser mo-
sólo de tres, y en donde la enseñanza dulada para las escuelas controladas
sólo debía comprender «los puntos por las comunidades religiosas que po-
más importantes de las escuelas ur- seían un dispositivo pedagógico bas-
banas», acentuando una discrimina- tante refinado, que involucraba tanto
ción que adquiere todo su significado el sometimiento del cuerpo como una
si recordamos que a principios del si- forma particular de aprendizaje de los
glo más de las tres cuartas partes de la conocimientos, todo incluido dentro
población colombiana habitaba en el de una táctica general de moralización
campo, o por lo menos en poblaciones y preparación para trabajos prácticos
menores a los cinco mil habitantes. Y de nivel muy bajo dentro de la jerar-
para ese 80 % el Estado determinó quía laboral. Pero en las escuelas pú-
una educación de segunda categoría blicas corrientes la enseñanza se apo-
en donde a pésimas condiciones loca- yaba más bien en un «sentido común
tivas, simultaneidad de cursos en una pedagógico» que utilizaba la memoria,
sola aula, salarios inferiores para los la repetición y el miedo al castigo, o
docentes y ausencia completa de cual- su aplicación efectiva, como la forma
quier tipo de material para el trabajo de un aprendizaje caracterizado ade-
escolar, se agregó una estructura cu- más por ser oral y colectivo. Aunque
rricular compuesta tan sólo por la en- en muchas formulaciones legales se
señanza de la religión, lectura, escri- hablara ya. a principios de siglo, del
tura y aritmética, a lo que en ocasio- uso de la intuición y de la observación,
nes se añadía la costura y el bordado expresando temas que de manera
para las mujeres, grupo de conoci- práctica no tendrán vigencia en la es-
mientos que tiene un parecido asom- cuela pública sino hasta después de la
broso con lo que fue usual en las es- reforma de 1927. el cuadro pedagógi-
Capítulo 2 _77

Una caricatura
del sistema pedagógico
publicada en
"El Zancudo", a fines
de siglo pasado.

co era bastante pobre y primitivo. El cuela. Se trataba de un sistema defi-


público de estas escuelas estaba cons- nido como «constante y multiplicado»,
tituido por hijos de trabajadores ur- con una influencia para hacerse «sen-
banos pobres (obreros, artesanos, tra- tir a cada instante», pues para esta
bajadores de las oficinas públicas y los concepción la escuela se componía de
servicios) que en general no avanza- dos funcionarios: el maestro, que en-
ban mucho en el ciclo de seis años; y seña a los niños, y el inspector, que di-
otro grupo, que tal vez alcanzaba más rige al maestro, vigila el cumplimiento
años en la escuela, compuesto por hi- de los reglamentos y controla la asis-
jos de comerciantes, empleados y fun- tencia. Y al régimen de inspección se
cionarios medios. Este tipo de escuela añadía el «policía escolar», cuyas la-
pública que produjo el período de la bores se efectuaban fuera de la escue-
hegemonía conservadora se comple- la, vigilando el comportamiento de los
taba con un sistema de inspección que niños en la calle y realizando visitas a
buscaba concretar la presencia del eje- las casas cada vez que se presentaba la
cutivo en la vida cotidiana de la es- ausencia de alguno de ellos.
78 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

Revista de gimnasia
sueca en el Instituto
Técnico Central,
dirigida por el
profesor alemán
Hans Huber,
septiembre de 1928.

Un último elemento que se agrega- muchos niños no dejaba de enviarle


ba a este engranaje era el de las juntas con alguna continuidad.
de inspección municipal que la ley 39 En relación con la educación secun-
de 1903 creó y que estaban compues- daria, la reforma Uribe distinguió en-
tas por los notables de cada localidad: tre una secundaria clásica, supuesta-
el cura, el presidente del concejo mu- mente especializada en «filosofía y le-
nicipal, el alcalde y un vecino nom- tras», y una secundaria técnica en don-
brado por el inspector provincial. La de se enseñaban rudimentos de «cul-
tarea de estas juntas recaía, más que tura general», materias de aprendizaje
sobre la vigilancia de los niños y la profesional y algunas palabras de idio-
marcha de la escuela, sobre el control mas extranjeros, y a cuyo fomento se
político del maestro, pues no olvide- invitaba en forma prioritaria. La se-
mos que la ley hacía depender su nom- cundaria clásica, cuyo sector privado
bramiento de los agentes directos del experimentó un crecimiento relativo,
ejecutivo, mediando allí siempre la re- constituyendo una red al margen de
comendación de un político, reforzan- cualquier control oficial, estuvo ge-
do una estructura de lealtades clien- neralmente en manos de comunidades
telistas que tenían mucho arraigo den- religiosas que se encargaron de la edu-
tro de la herencia socio-política del cación de los reducidos grupos de elite
país. Es el pobre maestro de escuela urbana, o de la educación de los hijos
que años antes había descrito don To- de propietarios de tierra que se des-
más Carrasquilla, cuya precaria exis- plazaban a las capitales para efectuar
tencia laboral se encontraba siempre sus estudios. La secundaria técnica,
dependiendo de las buenas o malas re- casi siempre sostenida con dineros del
laciones con sus superiores políticos: erario público, se dirigía a grupos so-
el cura y el gamonal, y a quien la suer- ciales de baja posición en la escala so-
te le deparaba muchos meses en el año cial, y estuvo vinculada también al im-
un salario retrasado que entre tanto pulso de escuelas de artes y oficios en
debía suplir con la parte que de éste le donde se buscaba adiestrar a jóvenes
llegaba en «especie», bajo la forma de pobres en el conocimiento y manejo
regalos y «presentes» que la caridad, de «máquinas aplicables a la pequeña
a veces interesada, de los padres de industria». Y aún se trató de agregar
Capitulo 2
79

Dotación del
laboratorio de física
de los padres jesuítas
de Medellín,
comienzos de siglo

al sector de la educación técnica una te con vocación industrial decidió en-


red de escuelas nocturnas municipales viar a sus hijos a escuelas extranjeras
para los obreros que estuvieran im- «en busca de lo práctico». A nivel edu-
pedidos, por edad o por otra razón cativo local, ya el plan de Ospina Ro-
cualquiera, de asistir a las escuelas ar- dríguez en la década de los cuarenta la
tesanales. Se trataba de un esfuerzo de proponía, junto a su crítica del exceso
enseñanza «de los principios morales y de abogados y letrados, y aunque no
religiosos y de las nociones científicas fue orientación acentuada durante el
elementales», pero cuyos resultados federalismo, algunas regiones avan-
no fueron nunca más allá del propó- zaron en esa iniciativa. La Regenera-
sito expresado en la ley. Pero la se- ción quiso impulsar la educación téc-
cundaria técnica y las escuelas de artes nica, por lo menos bajo dos direccio-
y oficios sí fueron un propósito en al- nes. De una parte, tratando de vin-
guna medida logrado, y fue ahí donde cular educación y economía. Así, por
principalmente se instalaron de ma- ejemplo. Rafael Núñez cuando señala
nera dominante las pedagogías católi- que las medidas de fomento de la ri-
cas del cuerpo y el alma a que ya he- queza exigen «un sistema adecuado de
mos hecho alusión, y que caracterizan enseñanza como punto de partida».
tanto el sistema educativo durante me- Pero, de otra parte, también la edu-
dio siglo. Porque educación técnica y cación técnica fue pensada por la Re-
pedagogía católica fue un binomio in- generación con un carácter más bien
separable durante el período que va de estrategia política que buscaba for-
de 1880 a 1930. talecer a los grupos artesanales, a los
que consideraba, son palabras de Nú-
Pero los orígenes y la función de la ñez, como «la fuerza científica que
educación técnica durante la Regene- debe servir de contrapeso o de fiel a
ración y la hegemonía conservadora los platos extremos de la balanza». Y
son un problema complejo que bien en verdad hubo iniciativas que com-
vale la pena examinar con un poco binaron las dos direcciones. Sea el
más de detenimiento. caso de una escuela de artes y oficios
La orientación hacia los estudios en Santander, propuesta desde 1876,
técnicos empezó bien pronto en el si- destinada a formar artesanos instrui-
glo XIX, desde cuando un sector de eli-
80 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

Escuela Central de dos, y que empezó por traer algunos Tal como aparece en la legislación
Artes y Oficios, de profesores extranjeros de París y de educativa de 1903, la aspiración a la
Bogotá, regentada por Bruselas, para arrancar en sus labores educación técnica manifiesta de nuevo
los hermanos cristianos
(foto hacia 1910).
de manera oficial en 1888, con escue- dos cosas muy importantes, que se
Las escuelas las de talabartería, zapatería y herre- añaden a los significados anteriores.
artesanales, activas ría, celebrando su inauguración «con la Por una parte, las inquietudes de al-
a fines de siglo, fabricación de un azadón, cosa que el gunos grupos dirigentes que aspiraban
respondían a una nueva maestro de herrería ejecutó con rara a la creación de una industria nacio-
ética del trabajo prontitud y agilidad». Esta escuela, en
y al empeño de formar, nal; y aquí de nuevo el papel de los
no eruditos ni letrados, los años siguientes, amplió sus talleres antioqueños fue pionero, pues desde
sino "hombres y de enseñanza y se conformó como Es- 1880 se habían aventurado en la pro-
mujeres dignos cuela Normal Artesanal que publicaba ducción cafetera y poseían una ética
y honrados". su propio boletín, El Industrial, y en muy favorable al trabajo que se podía
el año de 1891 graduó un pequeño combinar con el empeño de la educa-
grupo de diez nuevos artesanos. La ción técnica bajo el molde de una idio-
Escuela vendía buena parte de su pro- sincrasia que combina al mismo tiem-
ducción con ganancias e incluso en- po una tendencia innovadora con pau-
frentó la guerra de fin de siglo de una tas muy tradicionales de vida y una
forma curiosa, pues produjo «y vendía gran religiosidad, lo que resultó el me-
cartucheras y muchos más utensilios jor molde posible para la unión de la
de frecuente empleo» en los comba- educación técnica en marcha con la ac-
tes. Esta escuela, que pasó a perte- tividad pedagógica de las congregacio-
necer al Instituto Superior Dámaso nes católicas, tal como efectivamente
Zapata y fue dirigida por los Herma- se dio. Esa ética del trabajo y del em-
nos Cristianos, se mantuvo sin mayo- peño técnico, que con claridad se ma-
res transformaciones hasta la década nifiesta ya en julio de 1894, en una or-
de los treinta. denanza de la Asamblea de Antioquia
Capitulo 2
81

en donde se advierte que lo que le éxito de las congregaciones religiosas Alumnos del Colegio
conviene al país no es la formación de en la enseñanza. Así, por ejemplo, las de la Presentación,
eruditos ni letrados, «sino de hombres muy famosas y reiteradas declaracio- de Medellín, dirigido
por las hermanas de
y mujeres dignos y honrados» con co- nes del general Rafael Uribe Uribe la Caridad y fundado
nocimientos que les sirvan «para aten- contra el alcoholismo, «por todos los en 1879.
der prácticamente a la satisfacción de medios preventivos y represivos posi-
sus necesidades». Por eso pudieron bles»; recomendando contra la taber-
contar desde 1864 con una Escuela de na y contra la enseñanza teórica, el
Artes y Oficios que hacia 1890 pasaría trabajo manual en las escuelas, «que
a manos de los Hermanos Cristianos. inspira a las generaciones nuevas el
De ahí en adelante se producirían con- amor a la industria, ennoblece las ar-
tinuas fundaciones educativas para tes, educa el ojo y la mano y forma
hombres y mujeres, y ya no sólo de buenos obreros».
educación técnica, ni tan sólo dirigidas En fin, éticas del trabajo, esfuerzos
a los grupos más pobres, y mostrando por mantener un sector artesanal, im-
una combinación muy armónica de es- pulsos industriales, afán de moraliza-
fuerzos como la que había en el cole- ción y una cultura católica que además
gio de los salesianos en Medellín, que la Constitución había institucionaliza-
lograba unir en su dirección a indus- do. Un encuentro muy particular de
triales, comerciantes y a los propios circunstancias que, unidas a una no-
padres salesianos. table experiencia de actividad peda-
Por otra parte, esa urgencia por una gógica, produjeron el dominio de las
educación técnica con que amanece el congregaciones religiosas sobre la ma-
siglo expresa también el proyecto de yor parte del sistema de enseñanza,
moralización de un pueblo semides- llegando a principios del siglo a 24
truido después de la guerra de los Mil congregaciones y siempre ampliando
Días, y explica también, de nuevo, el su radio de acción. En 1892 reciben
82 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

del gobierno el ofrecimiento para que durante todo el período fue la crea-
dirijan la Escuela Normal Central de ción de la Escuela de Minas de Me-
Institutores. En 1905, el Instituto Téc- dellín, la primera escuela moderna de
nico Central, que manejarán libre- ingenieros en el país. Pero en lo de-
mente hasta la República Liberal. Y más, la universidad tendría que espe-
consolidadas las diversas congregacio- rar las reformas de López Pumarejo
nes en Antioquia y Cundinamarca, su para que volviera a existir como Uni-
extensión a partir de 1905 al Tolima, versidad Nacional, lo mismo que hubo
a los Santanderes y a Bolívar, al igual que esperar a la promulgación de la
que su refuerzo en el Cauca, donde se ley 39 del año 1936, que creó algo de
encontraban desde el siglo pasado, se- tanta importancia y de una proyección
gún ya lo anotamos. Y ese movimien- tan difícil de olvidar como lo fue la Es-
to de expansión y de consolidación cuela Normal, cuyos objetivos y pro-
dentro de una estrategia doble de pe- pósitos han sido recientemente recor-
netración: en el nivel popular sobre dados por uno de sus primeros diri-
todo, atendiendo instituciones en su gentes con las siguientes palabras:
mayor parte financiadas por el Esta- «Estudio y agitación de las cuestiones
do, y en el nivel social más alto, con- educativas en orden al establecimiento
trolando la mayor parte de las insti- de los problemas que afectan los des-
tuciones de educación del sector pri-
vado, tanto en la escuela elemental tinos históricos del pueblo colombia-
como en la secundaria clásica. no.»

En cuanto a la suerte de la educa- La reforma


ción superior universitaria en los años educativa de los años veinte
de la hegemonía conservadora es bien
poco lo que hay por decir. La ley 39 Los años veinte vuelven a reabrir con
de 1903 se limitó a sistematizar dis- toda fuerza la gran polémica educativa
posiciones que desde el inicio de la nacional, sobre todo a través de la
Regeneración ya habían sido conoci- preocupación de un grupo de intelec-
das, simplemente profundizándolas. tuales, pertenecientes a los dos parti-
El contenido de esas disposiciones dos, por lo que se llamó el problema
puede ser descrito diciendo que la es- de «la degeneración de la raza». El de-
trategia frente a la universidad fue la bate, en el que participaron Miguel Ji-
de la dispersión y el desmembramien- ménez López, Luis López de Mesa,
to. Por eso apuntaron a la separación Emilio Robledo y otros, terminó,
de cada una de las facultades, que pa- como tendría que esperarse, en una
saron a depender de manera inmedia- discusión sobre las expectativas pró-
ta de un consejo directivo compuesto ximas y futuras del país, sobre «el es-
por el rector y cuatro profesores que tado y calidad de su población», y ya
anualmente serían nombrados por el se adivina, sobre sus sistemas de en-
ejecutivo. Así mismo se determinó un señanza. Para el lamentable estado del
control efectivo sobre el nombramien- país que resultaba del diagnóstico, el
to de cualquier catedrático, y se de- único remedio viable era la educación,
cretó un privilegio especial para el Co- lo que explica los afanes reformistas
legio Mayor del Rosario como insti- que marcaron el gobierno, moderni-
tución universitaria por excelencia, zador y emprendedor, de Pedro Nel
con derecho completo de autonomía y Ospina.
con la vigencia completa de sus cons- Estos afanes de reforma se apoya-
tituciones que, como se sabe, tan sólo ban también en una corriente educa-
databan, sin mayores reformas, de tiva no por minoritaria menos impor-
1654. En fin, fueron años en que pro- tante, ajena a la educación de los her-
piamente el país careció de una uni- manos cristianos y a las pedagogías ca-
versidad nacional, y la única iniciativa tólicas, como aquella que orientaba
realmente importante en este terreno don Benjamín Tejada, un apasionado
Capítulo 2
83

educador que, como judío errante, iba ralismo», anunciada ya en el plan de Un acto cívico en la
recorriendo a Antioquia y al viejo Cal- labores de 1916, en la plataforma de Escuela Normal de
Varones, en Medellín,
das fundando institutos de enseñanza 1917 y de nuevo reiterada en la con- 1919. En sus aulas
liberales y laicos, apoyado por padres vención de Ibagué en 1932. De esta estudió el maestro
pudientes que anhelaban para sus hi- vocación son ejemplos notables la Luis Tejada, autor
jos otra educación y con jóvenes y Universidad Libre y, sobre todo, en de la tesis
avanzados discípulos, como el propio niveles elementales y medios de en- "Métodos modernos",
hijo de este Tejada, el alumno de la donde exponía
señanza, el Gimnasio Moderno, esta- propuestas de tendencia
escuela normal de Medellín Luis Te- blecido por Agustín Nieto Caballero laica y liberal
jada, quien estuviera a punto de ser en Bogotá. para la educación.
excluido de los estudios por su afición
a la lectura del Emilio. Pero que, aun-
que con oposición del obispo, termi-
naría graduándose de maestro en
1916, después de presentar una tesis
titulada Métodos modernos, en donde
defendía propuestas que resultaban "Pleito estudiantil
ciertamente innovadoras en el contex- sobreseído", caricatura
to de la educación del país. Esta ten- de Ricardo Rendón
en la que aparecen
dencia laica y liberal tuvo la fortuna de Luis Felipe Calderón,
encontrarse por el camino con los es- Víctor Cano y
fuerzos docentes del liberalismo, que José María González
excluido en buena parte de la buro- Valencia, este último
cracia y el Parlamento, había tenido ministro de Instrucción
Pública de los
que descubrir como estrategia de re- presidentes Jorge
cuperación del poder, lo que se ha lla- Holguín y Carlos E.
mado «la vocación docente del libe- Restrepo.
84 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

Mosaico de delegados
al 2° Congreso de
Estudiantes, reunido
en mayo de 1911,
publicado por
"El Gráfico".
Francisco Samper, José
María de la Vega y
Manuel Antonio Carvajal,
por la facultad de
derecho; Jorge H. Tascón,
Jorge Bejarano y Julio
Zuluaga, por medicina;
Enrique Arboleda, José
María Obando R. y Jorge
Montoya, por ingeniería;
Abel Marín, de la
Universidad Republicana;
Benjamín triarte, de
odontología; Carlos
Pérez, de la Escuela
de Comercio, y Roberto
Mantilla, por el Colegio
Mayor de Nuestra Señora
del Rosario.
Capítulo 2 85

Para emprender las anheladas re- a dividirse. La visita del educador Oc-
formas, el gobierno contrató una mi- tavio Decroly al Gimnasio Moderno,
sión educativa alemana, después de en 1925. permitió ver a grupos de edu-
los frustrados esfuerzos por evitar la cadores religiosos interesarse por sus
oposición eclesiástica a una misión enseñanzas, y desde 1924 el educador
belga que debía llegar en 1923. La mi- conservador Rafael Bernal Jiménez
sión, compuesta de tres educadores trataba de impulsar cambios impor-
católicos a los que se añadieron dos tantes en la educación del departa-
conservadores y un liberal, elaboró mento de Boyacá: allí se crearon bi-
una serie de propuestas, cuidadosa- bliotecas escolares, se abrió el primer
mente calculadas para evitar la hosti- sistema de atención médica para los
lidad previsible de la Iglesia. alumnos y se impulsaron experimen-
Las propuestas incluían el estable- tos pedagógicos. A partir de 1926 un
cimiento de la educación primaria educador alemán, Julius Sieber, vino
obligatoria, pero con libertad para los a dirigir la Escuela Normal de Tunja.
padres de escoger el tipo de estable- Además de un refuerzo de la enseñan-
cimiento deseado, la creación de un za científica, esta escuela creó desde
bachillerato que se diversificaría en 1927 los primeros cursos para preparar
clásico, comercial y científico, la liber- licenciados en educación destinados a
tad para que los colegios ofrecieran enseñar en el bachillerato.
bachillerato a las mujeres, el estable- En forma paralela, se impulsó en
cimiento de un sistema de control pú- Bogotá el Instituto Pedagógico feme-
blico a la educación y la creación de nino, encomendado a la educadora
una especie de normal nacional mo- alemana Franzisca Radke, que ofreció
delo en Bogotá. La oposición religiosa a las jóvenes bogotanas la primera for-
a estas propuestas llevó a que fueran ma de educación científica moderna,
substancialmente modificadas y no ob- orientada, como correspondía a la
tuvieran la aprobación parlamentaria. época, a la formación de educadoras
Pero los partidarios de la reforma primarias. Otros esfuerzos, encabeza-
educativa se encontraban ya en ambos dos por sucesivos ministros de Edu-
partidos y la Iglesia misma comenzaba cación, lograron resultados apenas vi-

Alumnos de la
Universidad Libre,
de Bogotá, conducen el
cadáver del general
Benjamín Herrera hacia
el Capitolio, después
de haberle rendido
honores en su alma mater,
el 1º de marzo de 1924.
Herrera había fundado
la Libre el 29 de
marzo de 1922.
86 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

sibles, dada la trama de intereses que siempre se cree, y por los esfuerzos
debían enfrentar los reformistas. Sin que exigió y las energías que compro-
embargo, todos los esfuerzos de estos metió involucró a grupos intelectuales
últimos años de la década, en los que y a movimientos de ideas más amplios
se conjugaron reformadores liberales de los que se señalan regularmente.
y laicos con un sector modernizante Se trata en todo caso de una refor-
del partido conservador, crearon un ma de importancia mayor que buscó,
clima que permitió al partido liberal, con relativo éxito tan sólo, vincular la
ya en el poder a partir de 1930, am- educación del país a la modernidad
pliar, fundar y dar expresión jurídica por vez primera, y por eso, en una
a tales reformas en el gobierno de Al- época, un siglo que define su conte-
fonso López Pumarejo. Sin embargo, nido más profundo por la presencia en
no es adecuado atribuir sus conteni- la escena histórica de los movimientos
dos, sus puntos de apoyo o su génesis, sociales, se planteó el problema de la
de manera simple, al nuevo ordena- educación democrática de las masas.
miento jurídico producto de la Revo- Pero el análisis de este nuevo aspecto
lución en Marcha, ni a los esfuerzos no es aquí pertinente, porque con él
del partido liberal. La reforma edu- se abre un período por entero distinto
cativa tenía más años de los que casi al que hemos considerado.

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Capítulo 3 87

La educación durante los


gobiernos liberales. 1930-1946
Jaime Jaramillo Uribe en 1924 prácticamente habían fraca-
sado, por la oposición de la Iglesia y
de algunos sectores del Parlamento,
Primeros proyectos de reforma no obstante que en la opinión pública
existía la convicción de que sin un

A l iniciarse la década de los trein-


tas el país afronta las consecuen-
cias plenas de la gran depresión eco-
cambio en el sistema educativo no po-
dría superarse el atraso económico y
social del país.
nómica iniciada en 1929. En 1930 se Al iniciarse el gobierno de Olaya
produce el cambio político que puso Herrera el panorama educativo pre-
fin a 45 años de gobiernos conserva- sentaba todavía el aspecto que había
dores y accede a la dirección del Es- tenido en las primeras décadas del si-
tado el doctor Enrique Olaya Herrera, glo. La tasa de analfabetismo llegaba
llevado a la presidencia de la Repú- al 63 % de la población en edad es-
blica por un movimiento conjunto de colar, las escuelas normales eran in-
liberales y conservadores que se de- suficientes y bajo el nivel de prepara-
nominó la Concentración Nacional. ción del magisterio; los planes de es-
Olaya y sus colaboradores, general- tudio y los métodos de enseñanza anti-
mente elementos moderados de am- cuados y rutinarios, tanto en la escuela
bos partidos, se dedicaron primero a elemental como en la enseñanza se-
conjurar los efectos de la crisis eco- cundaria y en la universidad; la escue-
nómica y luego a realizar algunas re- la rural cubría solamente sectores mí-
formas políticas y sociales, muchas de nimos de la población campesina, la
ellas iniciadas en los gobiernos ante- inspección escolar apenas si existía y el
riores, pero siempre aplazadas y frus- sistema educativo en general estaba
tradas por el predominio de fuerzas prácticamente a cargo de las institu-
tradicionalistas y adversas al cambio. ciones religiosas.
Tal sucedía con los intentos de refor- No obstante las dificultades finan-
ma del sistema educativo nacional. cieras producidas por la crisis, al ini-
Las reformas recomendadas por la mi- ciarse el gobierno de Olaya Herrera
sión alemana traída al país por el go- los anhelos de una reforma educativa
bierno del general Pedro Nel Ospina volvieron a ponerse en primer plano
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
88

secundaria. Carrizosa Valenzuela, que


estaba vinculado a las corrientes pe-
dagógicas que habían tenido origen en
el Gimnasio Moderno, llamó a la di-
rección de la Inspección Escolar a
Agustín Nieto Caballero. Los nuevos
funcionarios iniciaron su labor visitan-
do las diversas regiones del país y aco-
piando información sobre el estado de
las escuelas, los colegios y las activi-
dades de las autoridades locales. El
panorama que encontraron fue deso-
lador: altos niveles de analfabetismo,
primitivas condiciones higiénicas y ali-
menticias, escasez de locales escola-
res, métodos disciplinarios y pedagó-
gicos anticuados, maestros con preca-
ria preparación. Sobre estas bases ini-
ciaron el desarrollo de un plan de re-
formas.

Comienzos de la reforma
En primer lugar crearon la Inspección
Nacional Educativa que permitiría te-
ner bajo control del Ministerio de
Educación Nacional no sólo los esta-
blecimientos de enseñanza públicos
sino también los privados, con el fin
de conseguir la aplicación de las re-
"El último rosarista" de la política gubernamental y algunas formas y el mejoramiento general de
caricatura de Ricardo sugerencias de la misión pedagógica la enseñanza. La Inspección tendría
Rendón alusiva a la alemana de los años anteriores adqui- tres secciones: Escuela Primaria, Ba-
pérdida de poder del chillerato y Establecimientos de Edu-
clero, al ganar Olaya rieron actualidad. Las experiencias
Herrera las elecciones llevadas a cabo en Boyacá para me- cación Profesional. En realidad, de-
en 1930. jorar la escuela rural y el nivel bioló- bido a las restricciones presupuestales
gico de la población infantil campesina impuestas por la crisis económica que
a través de los restaurantes escolares vivía el país, sólo la Inspección Pri-
que había promovido Rafael Bernal maria llegó a funcionar efectivamente.
Jiménez tuvieron resonancia en otros El núcleo de la reforma que inten-
departamentos. Cundinamarca. Toli- taron el ministro Carrizosa Valenzuela
ma, Antioquia y Nariño, con la ayuda y Nieto Caballero tuvo su expresión
de instituciones como la Cruz Roja en el decreto 1.487 de 1932. Tratando
Nacional, organizaron programas de de eliminar las diferencias entre es-
distribución de leche y promoción de cuela elemental urbana y rural, la en-
huertas escolares destinadas a mejorar señanza primaria de ambas fue divi-
la instrucción técnica de los alumnos dida en un ciclo general de cuatro años
en prácticas agrícolas y a elevar su ni- y uno complementario de dos. En el
vel alimenticio. primero se adquirían los conocimien-
En 1932, bajo la dirección del nuevo tos básicos de lectura, matemáticas
ministro de Educación Julio Carrizosa elementales, geografía patria, historia
Valenzuela, se revivió el propósito de y educación cívica, y el segundo se en-
reorientar tanto la escuela elemental cargaría de dar una educación práctica
como la organización de la enseñanza en oficios agrícolas e industriales.
Capitulo 3 89

La enseñanza secundaria sufrió El educador


también un cambio sustancial. La re- Rafael Bernal Jiménez,
comendación de la misión pedagógica promotor de los
restaurantes escolares
alemana en el sentido de dividir el ba- en Boyacá, para mejorar
chillerato en dos sectores, uno de for- la escuela rural y el
mación general y uno complementario nivel biológico de la
orientado hacia actividades prácticas población campesina,
programa que tuvo
profesionales, fue abandonada y en su resonancia en
reemplazo fue establecido de nuevo el otros departamentos.
bachillerato clásico de seis años, de
orientación general humanística. De
acuerdo con la concepción cara a Nie-
to Caballero, y siguiendo el modelo
del Gimnasio Moderno, la enseñanza
media debía conservar su carácter de
formación general, sin orientación es-
pecífica hacia actividades prácticas y
profesionales, aspecto reservado en
sus niveles elementales a las escuelas
complementarias y en el plano cientí-
fico y técnico superior, a la universi-
dad. Ante los reiterados intentos que
se harían en las décadas posteriores de
dar al bachillerato una orientación que
permitiera a sus egresados además de
una formación general obtener una ca-
pacitación técnica que les permitiera
alguna preparación para actividades
productivas, el bachillerato conserva-
ría por muchos años su orientación hu-
manística, posición en que Nieto Ca-
ballero estaría acompañado por des-
tacadas figuras de muy diversas orien-
taciones políticas.
Agustín Nieto Caballero,
Formación de personal docente fundador del Gimnasio
Moderno, de Bogotá
Otro aspecto de la reforma de 1932, (1914), óleo de Inés
que buscaba más cambios en la calidad Acevedo Biester.
de la educación y en las prácticas pe- Llamado por el ministro de
Educación Julio Carrizosa
dagógicas que en su ampliación cuan- Valenzuela a la dirección
titativa, fue el de mejorar la capaci- de la Inspección Escolar
tación de los maestros y profesores. Al en 1932, participó en
efecto, los maestros deberían tener el la reforma educativa
título de bachilleres y luego cursar dos de ese año.
años de estudios pedagógicos para ob-
tener el derecho de enseñar en la es-
cuela primaria y cuatro para ser pro- Bernal Jiménez, uno de los más en-
fesores de secundaria. Como centro tusiastas animadores de la reforma,
para la formación de los nuevos do- quien había realizado una notable la-
centes se fundó la Facultad de Cien- bor en la organización de las escuelas
cias de la Educación, anexa a la Uni- rurales de Boyacá y había iniciado allí
versidad Nacional. La nueva facultad la campaña en pro de los restaurantes
se puso bajo la dirección de Rafael escolares.
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
90

Tomás Rueda Vargas, pecialmente de los establecimientos


dibujo de Sabas Botzaris regentados por las comunidades reli-
(1940), en la Biblioteca giosas. Aunque el gobierno mantenía
Nacional. Fue uno de
los colaboradores de
la tradicional política de buenas rela-
Alfonso López Pumarejo ciones con la Iglesia, el nuevo espíritu
en la rama educativa. que en materias de educación comen-
zaba a vivir el país despertaba temo-
res. Bajo los auspicios de la alta je-
rarquía eclesiástica, las congregacio-
nes religiosas masculinas y femeninas
iniciaron una activa etapa de funda-
ción de escuelas, colegios y estableci-
mientos universitarios. En 1931 la
Compañía de Jesús funda la Univer-
sidad Javeriana, a cuyo frente se pon-
dría el dinámico padre Félix Restrepo,
quien en las décadas subsiguientes
continuaría siendo el líder de la edu-
cación impartida por las comunidades
religiosas
Aunque la reforma educativa em-
prendida por el gobierno de Enrique
Olaya Herrera representó un signifi-
La nueva Facultad de Educación, cativo antecedente de los cambios que
que más tarde durante el gobierno de emprendería más tarde el gobierno de
Alfonso López Pumarejo sería trans- Alfonso López Pumarejo, los logros
formada en la Escuela Normal Supe- fueron tímidos y limitadas las realiza-
rior y trasladada al control directo del ciones. Dos factores le fueron adver-
Ministerio de Educación Nacional, in- sos: las dificultades fiscales del Estado
corporó a su cuerpo de profesores a y el carácter de gobierno de transición
los antiguos alumnos formados en política que tuvo el régimen de la Con-
Tunja por el educador alemán Julius centración Nacional.
Sieber. Su objetivo era formar profe-
sores en el campo de las ciencias na- La Revolución en Marcha
turales, la geografía y la historia, las
matemáticas y las ciencias del lengua- Durante el innovador y progresista go-
je. Además de los discípulos de Sie- bierno de Alfonso López Pumarejo el
ber, la facultad contó con la colabo- liberalismo trató de llevar al campo de
ración de notables maestros como el la educación su voluntad de cambio.
padre Félix Restrepo, S.J. en el cam- Al asumir la presidencia de la Repú-
po de la filología, Agustín Nieto Ca- blica en 1934. López expresó su pro-
ballero, Germán Arciniegas, Luis Ló- pósito de renovar el sistema educativo
pez de Mesa, Juan Manuel Huertas y desde la escuela primaria hasta la uni-
Norberto Solano, entonces uno de los versidad. El nuevo presidente pensaba
más activos promotores de la reforma que, sin cambios profundos en la edu-
pedagógica en la escuela primaria. cación, el programa económico, polí-
Dentro del mismo espíritu reformador tico y social del nuevo gobierno que-
se autorizó el otorgamiento del diplo- daría sin bases. El país industrial que
ma de bachiller a la mujer con el fin empezaba a desarrollarse, los cambios
de darle acceso a la universidad. esperados en la agricultura y la vida
Otro aspecto característico del pe- rural, las exigencias técnicas del mun-
ríodo de gobierno de Olaya Herrera do de los negocios requerían un nuevo
fue el comienzo de un acelerado de- hombre dotado de una mentalidad
sarrollo de la educación privada, es- más realista, más acorde con las ne-
Capítulo 3
91

cesidades del país, también más co- José Joaquín Castro


lombiano por su conocimiento de la Martínez, último
historia, la cultura y los problemas de ministro de Educación
la nación. En su discurso de posesión del primer gobierno
de López Pumarejo
se refirió al sistema educativo que re- (caligrama de P.L.
cibía su gobierno con duras palabras Cipagauta en la
de crítica: revista "Pan").
«En los talleres y en los campos ve-
mos que nuestros hombres manejan
sus instrumentos de trabajo al precio
de un esfuerzo rutinario; el producto
de su labor no les pertenece y todo lo
que saben lo han aprendido por sí mis-
mos. No tenemos verdaderos maes-
tros en la enseñanza primaria y secun- El educador alemán
daria con excepción de algunos que Julius Sieber, rector
adquirieron una formación suficiente de Educación de la
por propia iniciativa. El Estado no se Universidad Pedagógica
de Tunja, gran
ocupa de dotar el país de institutores formador de maestros.
que sepan lo que enseñan y lo sepan
enseñar. Nuestras universidades son
escuelas académicas, desconectadas
de los problemas colombianos, situa-
ción que nos obliga desgraciadamente
a buscar en profesionales extranjeros
lo que los maestros nacionales no pue-
den ofrecer para el progreso material
y científico de la nación. Por su parte,
el Estado desarrolla su actividad en un
país que conoce mal, cuyos dirigentes
ignoran sus posibilidades y sobre el
cual se ha creado un tejido de leyen-
das. Nosotros mismos, los políticos,
tampoco conocemos el terreno social
que sirve a nuestros proyectos. Y en
esta incertidumbre general sobre
nuestra propia vida, perdemos nuestro
tiempo elaborando conjeturas, teorías
famosas y empíricas, sin que las esta-
dísticas y las ciencias naturales y so-
ciales faciliten nuestro trabajo que en
estas condiciones resulta ineficaz.»
El nuevo gobierno anunciaba, pues,
su propósito de organizar un sistema
educativo nacionalista, modernizador
y democrático, capaz de preparar los
obreros y técnicos que necesitaba la
industria, los campesinos que requería
una agricultura tecnificada y los ciu-
dadanos, hombres y mujeres, que se-
rían el soporte de una sociedad más
democrática, dinámica e igualitaria,
dotados no sólo de una moderna pre-
paración científica, sino también de
92 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

Estudiantes
universitarios
se manifiestan en
el parque Santander,
de Bogotá,
en respaldo al
gobierno de
Alfonso López
Pumarejo.
Capítulo 3 93

Luis López de Mesa,


ministro de Educación,
inaugura con
Germán Arciniegas
una biblioteca
popular en la población
de Mosquera
(Cundinamarca),
enero de 1935.

una conciencia nacionalista, confiados recursos financieros destinados a edu-


en la capacidad y posibilidades de su cación se habían cuadruplicado.
país, capaces también de actuar con La segunda medida necesaria sería
lucidez y sentido crítico dentro de las la de dotar al Estado de instrumentos
nuevas perspectivas políticas que pre- legales para adelantar la reforma.
sentaba el gobierno que se iniciaba. Para ello se introdujo el artículo 14 en
Dentro de este panorama, el go- la reforma constitucional de 1936, que
bierno de la Revolución en Marcha autorizaba al Estado para que, «res-
inició la tarea de reformar el sistema petando el concepto de libertad de en-
educativo en todos sus niveles, desde señanza, el gobierno pudiera interve-
la escuela elemental urbana y rural, nir en la marcha de la educación pu-
hasta la universidad. blica y privada, a fin de garantizar los
Lo primero que habría que hacer fines sociales de la cultura y la mejor
para dar realidad a sus proyectos era preparación intelectual, moral y física
aumentar el gasto del Estado en edu- de los educandos», según rezaba la
cación. En efecto, gracias a la reforma mencionada norma. Sobre esta base
tributaria adelantada por el gobierno constitucional, numerosas leyes y de-
como parte esencial de su programa cretos darían nueva organización,
de reformas políticas y económicas, nuevas orientaciones pedagógicas y
los recursos totales del Estado aumen- nuevos contenidos al sistema global de
taron considerablemente, y en una la educación. La escuela primaria ur-
proporción semejante los destinados a bana y rural, la enseñanza media, el
la educación. La ley 12 de 1934 ordenó bachillerato, la universidad, sufrirían
dedicar a gastos educativos el 10% del cambios sustanciales. Se reestructura-
presupuesto nacional, y si bien esta ría la inspección escolar como elemen-
norma no se llevó a la práctica, los re- to de control de los nuevos rumbos, se
cursos destinados al Ministerio de fijarían los nuevos planes de estudio,
Educación, que en 1934 fueron de se reorganizarían las escuelas norma-
1.920.000 pesos, es decir, el 2,6 % del les y la Facultad de Educación creada
presupuesto nacional, en 1938 alcan- durante el gobierno de Enrique Olaya
zaban la suma de 7.609.000 pesos. Los Herrera; se formularía una nueva po-
94 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

lítica de formación de maestros y un Las fuerzas actuantes


nuevo régimen para la carrera del ma- y el ambiente histórico del período
gisterio; se daría acceso a la mujer a
todos los niveles de la educación; se La necesidad de una reforma no era
desarrollaría una nueva política de en- sólo la idea del presidente López. Era
señanza industrial y se darían nuevos un ideal que el liberalismo como par-
rumbos a los aspectos complementa- tido había inscrito en sus programas y
rios del sistema: las campañas sanita- que compartían también las nuevas
rias, nutricionales, recreativas y de generaciones, no sólo del nuevo par-
formación física. Éstas, al menos, fue- tido de gobierno, sino también de sec-
ron las ambiciosas metas que en ma- tores de la juventud conservadora y de
teria de educación se fijó el gobierno las nuevas fuerzas del comercio y de la
Escuela pública del de la Revolución en Marcha, metas industria. En una palabra, era nece-
barrio San Cristóbal, que con alternativas y variaciones, con
en Bogotá, a comienzos
sidad sentida por amplios sectores de
de los años 30. diferencias de ritmo y prioridades con- la opinión pública.
La paupérrima dotación servarían los gobiernos de Eduardo Para adelantarla, el gobierno de Al-
obliga a los alumnos Santos (1938-1942) y segundo gobier- fonso López Pumarejo contó con un
a sentarse en no de Alfonso López Pumarejo, ter- brillante grupo de intelectuales como
piedras y ladrillos. minado por Alberto Lleras Camargo
En 1934 el presupuesto Darío Echandía, Luis López de Mesa,
nacional de educación (1942-1946). Su desarrollo y sus logros Agustín Nieto Caballero, Tomás Rue-
significaba sólo dependerían de las posibilidades y vi- da Vargas, José Joaquín Castro Mar-
un 2.6% del total; cisitudes de la economía, la política y tínez, Jorge Zalamea, Carlos y Juan
por ley 12 del mismo las circunstancias nacionales e inter- Lozano y Lozano, Darío Achury Va-
año, se ordenó nacionales del período, uno de los más
dedicar un 10% del lenzuela, José Francisco Socarrás,
presupuesto nacional difíciles y turbulentos de la historia Gustavo Uribe Arango y Germán
al sector educativo. contemporánea de nuestro país. Peña Martínez como ministros de
Capítulo 3 95

Educación o como funcionarios del tema educativo no podían ser indife-


sector educativo, y con un distinguido rentes. Ésa era la convicción de quie-
grupo de pedagogos egresados de la nes estaban empeñados en la reforma
recientemente creada Facultad de y ello explica no sólo el sentido polí-
Educación, muchos de los cuales ha- tico, sino el radicalismo que el movi-
bían seguido estudios en Suiza y per- miento llegó a tener en algunos mo-
feccionado su formación en el movi- mentos, y también la oposición que la Alfonso López Pumarejo
miento de la Escuela Nueva que tenía política educativa despertaba en sec- despide a Jorge Zalamea,
su epicentro en Ginebra. tores de la oposición conservadora y nombrado como
embajador en México,.
Las tendencias renovadoras se veían de la Iglesia. en febrero de 1943.
estimuladas por movimientos simila- Zalamea fue importante
res que en la década de los treinta apa- La escuela primaria urbana y rural colaborador en el
recieron en varios países de América Ministerio de
Latina. Fue sobre todo muy fuerte la Educación durante la
Dentro del vasto plan educativo de la Revolución en Marcha,
influencia de la reforma educativa que administración de Alfonso López Pu- al frente de las
llevaba a cabo México bajo la direc- marejo, la difusión y mejoramiento de publicaciones como
ción de José Vasconcelos, reforzada la educación primaria fue la primera "Rin Rin" y "Revista
por la política socializante del general preocupación. El ministro del ramo, del Maestro", o en las
Lázaro Cárdenas. También influía la actividades de la
profesor Luis López de Mesa, difería célebre Comisión de
política educativa de la naciente Re- de sus antecesores en cuanto a los as- Cultura Aldeana,
pública española, con su idea de las pectos prioritarios de la reforma. Más creada entonces.
misiones pedagógicas itinerantes que
democratizarían la cultura llevándola
a los campos y aldeas. En su contenido
político y en sus afanes democráticos
y nacionalistas, habría que mencionar
la influencia de los movimientos indi-
genistas que emergían con gran fuerza
en varios países latinoamericanos,
como el peruano que capitaneaban
José Carlos Mariátegui y Víctor Raúl
Haya de la Torre. Finalmente se hacía
sentir la atmósfera intelectual y polí-
tica que anunciaba la segunda guerra
mundial: la aparición del fascismo en
Alemania e Italia y más tarde de su
vástago español, el franquismo. El fas-
cismo representaba no sólo una ame-
naza militar y territorial para los paí-
ses occidentales y la Unión Soviética,
sino la negación de los valores y prin-
cipios en que la democracia liberal y
el socialismo sustentaban su idea de la
educación. La noción de razas supe-
riores y razas inferiores, la negación
del principio de igualdad de los hom-
bres y de los derechos y libertades po-
líticas que daban base a la democracia,
la exaltación de la guerra y la fuerza
como motores de la historia se intro-
ducían a través de la propaganda po-
lítica de los movimientos profascistas
que afloraban en Colombia. Ante esos
hechos la escuela y en general el sis-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
96

consideraba de mayor urgencia el de*


sarrollo de la escuela rural y la edu-
cación campesina frente al sector ur-
bano. Esta política era coherente con
el programa de reforma agraria y me-
joramiento de la vida rural con que
López Pumarejo había llegado a la
presidencia y se veía como una solu-
ción al problema de la emigración
campesina del campo a las ciudades,
problema que seguiría influyendo so-
bre la política educativa de las décadas
siguientes.
Dentro de estas consideraciones Ló-
pez de Mesa puso en marcha su pro-
grama de la cultura aldeana. El plan
contemplaba la creación en todos los
departamentos de una comisión per-
Una intervención de manente compuesta de un médico, un
Jorge Eliécer Gaitán pedagogo, un arquitecto y un soció-
como ministro de
Educación de Eduardo logo. Habría además en cada munici-
Santos, en 1940. pio una «casa social» y una biblioteca
Promovió la aldeana. Para adelantar la labor de
alfabetización, instrucción se hicieron millares de car-
el zapato escolar y la tillas destinadas a instruir al campesi-
nacionalización de la
escuela elemental. no en prácticas agrícolas, el cultivo de
las plantas, la eliminación de plagas, la
preparación de alimentos y las prácti-
cas más elementales de higiene. Aten-
diendo a su convicción de que sin el
Darío Echandía, mejoramiento biológico de la pobla-
ministro de Educación ción resultaría inútil cualquier esfuer-
entre 1935 y 1937,
ya había señalado la
zo educativo, el Ministerio de Educa-
división que existía ción organizó campañas de salud pú-
en la educación blica y, retomando la idea puesta en
primaria, financiada marcha en años anteriores en Boyacá,
por los departamentos impulsó el desarrollo de los restauran-
(muchos de ellos sin
recursos), pero tes escolares urbanos y rurales. Tam-
orientada por bién inició un plan de construcción de
la nación. colonias vacacionales para dar opor-
tunidad a los niños de mejorar su sa-
lud con los cambios de clima y condi-
que los cambios cualitativos en la en- ciones ambientales.
señanza, que los nuevos métodos y los La campaña de cultura aldeana tuvo
planes de estudio, le preocupaban las muchas alternativas, no pocas críticas
condiciones biológicas de la población y logros relativamente fugaces. Los
escolar, sus precarias condiciones de encargados de adelantarla dieron a su
salud y sus bajos niveles nutricionales. actividad una interpretación más po-
Sin descuidar el aumento de las cons- lítica que educativa, y el resultado fue-
trucciones y la preparación de maes- ron conflictos con la Iglesia y las au-
tros, se propuso como programa in- toridades locales en muchos lugares
mediato mejorar las condiciones ma- del país. Hubo quienes pensaron que
teriales de las escuelas y los servicios se trataba de una empresa socialista y
higiénicos para los escolares. Además, quienes la impugnaron por sustraer
Capítulo 3
97

fondos a otros sectores educativos y


hasta el sucesor de López de Mesa
en el Ministerio de Educación, Da-
río Echandía, que aprobaba vigoro-
samente la campaña y había lanzado
en su apoyo la consigna de «tierra y
escuela» para los campesinos, la con-
sideraba demasiado paternalista.
Dentro del proyecto educativo del
liberalismo y de la idea de López Pu-
marejo de buscar la integración nacio-
nal, no deben dejar de mencionarse
los intentos de introducir un cambio
en el propósito de incorporar a la na-
cionalidad los indígenas de los llama-
dos territorios nacionales. El conflicto
con el Perú durante la presidencia de
Olaya Herrera había llamado la aten-
ción nacional sobre estos territorios y
sobre sus habitantes. El problema in-
dígena que estaba en el centro de las
inquietudes de los dirigentes latino-
americanos en la década de los treinta,
preocupaba también a los intelectua-
les de la Revolución en Marcha. En
1935, Luis López de Mesa creó el Ser-
vicio Arqueológico Nacional y puso su
dirección en manos de Gregorio Her- ligión protestante, y ahora se trataba El ingreso a la
nández de Alba. El ministro insistía en de difundir el español y el catolicismo escuela, fotografía
recuperar para el Estado la misión «ci- como manera de incorporarlos a la na- de Ramos en 1936.
vilizadora» de las poblaciones indíge- ción. En tales condiciones los habitan-
nas que el Concordato de 1887 había tes de las islas recibían mal a los maes-
puesto en manos de las congregacio- tros y rehusaban enviar los niños a las
nes religiosas. La opinión liberal con- escuelas. Este primer intento de in-
sideraba que los misioneros habían corporar los indígenas a la nación
fracasado en su tarea de «desbarbari- tuvo, pues, pocos progresos y esta si-
zar» a los indígenas y que éstos se en- tuación seguiría vigente en los años
contraban en situación lamentable: no venideros.
habían adquirido la civilización y ha- Durante los gobiernos de Eduardo
bían perdido su cultura. Cauteloso Santos (1938-1942) y segundo de Al-
como era. y enemigo de los cambios fonso López Pumarejo, terminado
radicales, López de Mesa proponía bajo la presidencia de Alberto Lleras
una fórmula conciliatoria y sutil como Camargo, se continuaron los planes de
todas las suyas: las misiones religiosas desarrollo de la educación primaria,
tendrían a su cargo la formación de las pero el' acento se puso en algunos as-
almas y el Estado la formación cívica: pectos específicos. Jorge Eliécer Gai-
Esta política no tuvo muchos resulta- tán como ministro de Educación en
dos prácticos, en gran parte por la de- 1940 dio prioridad a tres campos de la
bilidad financiera y operativa del Es- política educativa: la alfabetización, el
tado. Hubo casos especialmente con- zapato escolar y la nacionalización de
flictivos como el de las islas de San la escuela elemental. Para su desarro-
Andrés y Providencia, donde los na- llo creó los Patronatos Escolares en
tivos tenían una larga herencia cultu- todos los municipios, compuestos por
ral basada en la lengua inglesa y la re- el alcalde, el cura párroco y persona-
98 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

lidades notables de la vida local, como nisterio de Trabajo, Higiene y Previ-


cuerpos auxiliares de la campaña de sión Social asumió la responsabilidad
alfabetización y mejoramiento sanita- de las campañas sanitarias y el Minis-
rio de las escuelas. A la campaña se terio de Educación creó el carnet obli-
incorporaron también los sindicatos y gatorio para la población escolar don-
algunas compañías comerciales, éstas de se hiciera constar la buena salud de
suministrando vehículos para el pro- los escolares y el haber recibido la va-
grama de escuelas itinerantes que lle- cunación. La medida resultó de difícil
varían a los pueblos y áreas rurales aplicación y en 1949.1a carnetización
una pequeña biblioteca, un proyector sólo había cubierto el 20% de la po-
de cine y un pequeño equipo sanitario. blación escolar. También se dieron
Los sindicatos organizaron campañas nuevos estímulos a la organización de
de alfabetización urbana. La campaña los restaurantes escolares y las colo-
tuvo resultados muy discretos y fue re- nias de vacaciones.
tomada más tarde, en 1945, bajo el go- Menor éxito tuvo el proyecto de na-
bierno de Alberto Lleras Camargo por cionalización del sistema educativo
el ministro Germán Arciniegas, que primario presentado por Jorge Elié-
ahora esperaba tener la colaboración cer Gaitán en 1940. Desde 1934. sien-
de las amas de casa para enseñar a leer do ministro de Educación Darío
a su servicio doméstico y la de los es- Echandía, el sistema que dividía la
tudiantes para alfabetizar a los peones conducción de la política educativa en-
Protesta estudiantil rurales y los obreros de las ciudades. tre la nación, que prescribía los planes
en el Capitolio La administración del presidente de estudio y las normas pedagógicas.
nacional, Eduardo Santos continuó el esfuerzo y los departamentos y municipios, que
contra los exámenes de para ampliar los programas sanitarios
revisión, impuestos
nombraban y pagaban a los maestros,
en agosto de 1937. a favor de la población escolar. El Mi- se había considerado como un obstá-
culo para organizar debidamente un
sistema nacional de educación ele-
mental. La capacidad financiera de los
departamentos era desigual y algunos
carecían de recursos para el pago ade-
cuado de los maestros y el manteni-
miento material de las escuelas. El sis-
tema, además, propiciaba el control
de las escuelas y el nombramiento de
maestros por los políticos y gamonales
locales. En el control nacional de to-
dos los aspectos se veía la única forma
de superar esos vicios y tener una po-
lítica educativa coherente. El proyecto
de Gaitán no tuvo acogida en el Con-
greso, y, ante el insuceso, el ministro
presentó renuncia de su cargo.
La política educativa del gobierno
de Eduardo Santos dio un especial im-
pulso a las construcciones escolares.
Carlos Lleras Restrepo como ministro
de Hacienda promovió la formación
de Institutos y Fondos Autónomos en
varios sectores de la actividad estatal.
La educación fue favorecida con la
creación del Fondo de Construcciones
Escolares, destinado a financiar un
vasto plan de- construcción de aulas,
Capítulo 3
99

escuelas y otros establecimientos edu-


cativos. Además, dentro de la misma
política, se ordenaba que el recién
fundado Fondo de Fomento Munici-
pal dedicaría el 30 % de sus recursos
a los mismos fines. El plan se proponía
construir en pocos años 14.000 aulas
para dar la posibilidad de asistencia
escolar a 1.350.000 niños. El proyecto
tuvo apenas un desarrollo parcial, de-
bido a las dificultades financieras del
Estado causadas por la segunda guerra
mundial. A pesar de los propósitos gu-
bernamentales, el presupuesto dedi-
cado a educación se mantuvo hasta
1943 por debajo del que se tenía en
1938. cuando había alcanzado la cifra
del 8 % de los ingresos totales de la na-
ción. En los años inmediatamente si-
guientes fluctuaría alrededor del 5 %.

La educación media
La educación media o de bachillerato
constituyó durante el período 1930 a
1945 uno de los campos más contro-
vertidos y que tuvo mayores cambios.
La misión alemana de 1922, tantas ve-
ces mencionada, había considerado la
orientación tradicional, llamada clási-
ca, como inadecuada para las necesi-
dades del país y al efecto había reco-
mendado su división en un período de
formación general de cuatro años y
uno complementario de dos de orien-
tación práctica y en cierto sentido pro-
fesional. La idea seguiría siendo aco- y de formación general, que diera al Un esquema de
gida por ciertos sectores de la opinión estudiante una educación cultural con- organización académica
y por un grupo de pedagogos, pero te- junta y una visión general de las cien- del profesor Fritz
nía también sus adversarios. En los Karsen, pedagogo
cias, las lenguas, la literatura y la fi- alemán que intervino
años venideros la división tomaría la losofía. Entre quienes opinaban de en la formación del
forma de partidarios del bachillerato esta manera se encontraban algunas departamento de
moderno y partidarios del bachillera- de las figuras más destacadas de los psicología de la
to clásico. Los primeros consideraban educadores e intelectuales que venían Universidad Nacional
que el ciclo medio de la educación no y en la introducción
propiciando la reforma educativa des- del año preparatorio.
debía tomarse exclusivamente como de las décadas de los veinte y los trein-
una puerta de entrada a la universi- ta, como Agustín Nieto Caballero. El
dad, sino que debía tener una función tema era de importancia no sólo por
en sí mismo y en alguna medida ca- su significación académica, sino por el
pacitar al educando para desempeñar hecho social del aumento de las clases
alguna función concreta en la admi- medias que presionaban sobre esta
nistración de los negocios y la vida zona de la enseñanza como forma de
productiva. Los segundos defendían acceso a la Universidad. En un inten-
su carácter de enseñanza humanística to de modernizar sus orientaciones,
100 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

en el año 1935 el Ministerio de Edu- El nuevo plan despertó fuertes crí-


cación Nacional, entonces bajo la di- ticas de parte de los establecimientos
rección de Luis López de Mesa y privados, especialmente de los religio-
Darío Echandía, promulgó un nuevo sos y de varios sectores de la oposición
plan de estudios para los colegios pú- política conservadora. Se lo tachó de
blicos v privados por medio del decre- contrario a la libertad de enseñanza y
to 2214. de propiciar una educación atea y ma-
El plan introducía varios cambios de terialista, contraria a las tradiciones
significación. El latín, pieza maestra cristianas del país y a los derechos y
de la llamada orientación humanística, cohesión de la familia. Un año más
se convertía en materia opcional y era tarde, en 1936, el ministerio cedió
sustituido por las lenguas modernas ante las críticas y promulgó un nuevo
como el francés y el inglés. Las ma- plan que reducía a veinticinco horas
temáticas y las ciencias naturales fue- semanales las que debían llenarse con-
ron reforzadas; la literatura y la filo- forme al plan oficial y dejaba las otras
sofía incorporaron a los programas a la libre escogencia de los colegios.
nuevos nombres y nuevas tendencias La controversia en torno a las orien-
del pensamiento, adquiriendo un sen- taciones de la enseñanza media se hizo
tido más moderno y pluralista. La en- más candente en 1937 al establecer el
señanza de la religión sufría algunas ministerio el examen oficial obligato-
restricciones. Era limitada a los tres rio para el ingreso a las universidades
primeros años y con menos horas de y. al organizarse en la Universidad
intensidad. Además, el plan incluía la Nacional el Departamento de Psico-
educación sexual, los trabajos manua- pedagogía y establecerse el año pre-
les y los deportes como disciplinas paratorio, un período que en cierta
obligatorias. En total, los colegios ten- forma era una prolongación del ba-
drían treinta y seis horas semanales de chillerato, pero que ante todo estaba
actividad divididas en treinta de en- destinado a reforzar la preparación
señanza y seis de actividades llamadas técnica de los bachilleres para iniciar
de estudio. los estudios profesionales superiores.

Un taller en la Escuela
Nacional de Artes y
Oficios, de Bogotá,
en 1936.
Ya en 1935 el ministro
Darío Echandía se había
propuesto crear una
escuela industrial en
cada capital de
departamento. Para 1938
ya funcionaban 24
de estas escuelas,
con 2 685 alumnos.
Capítulo 3 101

La circunstancia de haberse puesto


frente a estas instituciones a notables
pedagogos alemanes y españoles, lle-
gados al país como exiliados, como el
alemán Fritz Karsen y la psicopeda-
goga española Mercedes Rodrigo, fue
un motivo más de la oposición des-
pertada por estas medidas en los sec-
tores conservadores.
No obstante sus alternativas y resis-
tencias, la idea de la diversificación
del bachillerato no era abandonada.
En 1938, Alfonso Araújo como minis-
tro de Educación establece dos tipos
de bachillerato: el clásico o humanís-
tico, de seis años, y el moderno o di-
versificado, compuesto de cuatro años
de formación general y dos de mate-
rias de mayor sentido práctico. Los co-
legios y los educandos quedaban en li-
bertad de acogerse a uno u otro. Más
tarde, durante la administración de
Eduardo Santos, el ministro Germán
Arciniegas crea el llamado Bachille- funcionaban en algunas ciudades del Miguel Roberto Téllez,
rato Superior y Bachillerato Elemen- país. El gobierno de Alfonso López pedagogo formado en
tal, de seis y cuatro años respectiva- Pumarejo inscribió en su programa Suiza y en la escuela
mente, dos ciclos que darían lugar a del Gimnasio Moderno,
educativo un amplio proyecto de for- fue puesto al frente
dos títulos. mación de escuelas industriales y co- de la Escuela Normal de
Todas estas tentativas de reforma merciales. En 1935 el ministro Darío Antioquia, cuando ésta
del bachillerato, que por otra parte Echandía proyectaba crear una escue- pasó a depender del
la industrial en cada capital de depar- control directo del
constituía cerca del 80 % de la ense- Estado.
ñanza media, fueron rechazadas por tamento, pero su plan no tuvo reali-
muy diversos sectores de la opinión, zación por falta de recursos fiscales.
sin distinciones de colores políticos. En Bogotá existía una Escuela Nacio-
Entre sus opositores se encontraron fi- nal de Artes y Oficios que fue reor-
guras como Agustín Nieto Caballero, ganizada y denominada Escuela In-
el padre Félix Restrepo, Jaime Jara- dustrial y anexada a la Facultad de In-
millo Arango, Gerardo Molina y Julio geniería. Ofrecía cursos de mecánica,
César García. Entre los pedagogos de electricidad, fundición y carpintería.
orientación liberal sólo era defendido Por su parte, algunos departamentos
por el conocido educador José María crearon sus propias escuelas como el
Restrepo Millán. Instituto Pascual Bravo de Medellín.
En 1935 funcionaban en el país 15 es-
tablecimientos de éstos, que daban
La enseñanza industrial instrucción a 1.727 alumnos, y en 1938
El desarrollo industrial del país que habían llegado a ser 24 con 2.685
empezó a tomar auge después de la alumnos.
gran depresión de 1930 requería no Durante la administración del pre-
sólo empresarios, ingenieros y técni- sidente Eduardo Santos se intensificó
cos de alta formación, sino obreros el desarrollo de la enseñanza indus-
eficientes y mandos medios para todos trial y artesanal. El ministro de Edu-
los procesos administrativos y fabriles, cación Alfonso Araújo creó en el año
que no podían suministrar las tradicio- 1938 la División de Enseñanza Indus-
nales escuelas de artes y oficios que trial en el Ministerio de Educación y
102 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

moria ministerial de 1936 escribía Da-


río Echandía:
«El país no ha querido dar al maes-
tro la independencia pecuniaria y el
rango social que le corresponden' El
cuerpo de enseñanza ha llegado a ser
el refugio de campesinos desarraiga-
dos y vanidosos en el campo, y en las
ciudades ha sido dejado a cargo de
ciudadanos sin las condiciones de co-
raje y ambición y sin la preparación
que requieren las actividades educati-
vas. En algunos departamentos sin re-
cursos suficientes, el cuerpo de ense-
ñanza parece un servicio de beneficen-
cia. Frente a las escuelas se ponen per-
sonas cuyo único mérito es la pobreza,
su numerosa familia o la necesidad de
mantener una posición que ellas no
podrían obtener por otros medios. En
cuanto a los que proceden de las Es-
cuelas Normales, profesan ideas pe-
dagógicas completamente superadas y
en muchos casos sus títulos han sido
concedidos según un criterio de par-
cialidad política que justificaría que
sus titulares fueran suspendidos de sus
funciones hasta revalidar los títulos en
cuestión.»
Y al efecto, a fines del mismo año
se ordenaba efectuar exámenes de ca-
pacitación de los maestros en todos los
Policías con máscaras estableció una política amplia de ayu- departamentos. Muchos rehusaron
antigases vigilan ante das financieras a las escuelas existen- presentarse al examen por considerar-
el despacho del ministro
de Educación, después tes. Las escuelas formaban, en sus lo degradante; para otros significó la
de ser destruido centros, obreros especializados y téc- separación del servicio, y para otros,
durante la huelga de nicos medios en mecánica, electrici- inclusive los no diplomados, la confir-
estudiantes de mayo dad, fundición, soldadura, sastrería, mación en sus funciones. Es difícil de-
de 1938. ebanistería. Las escuelas de artes y terminar en qué medida la prueba sig-
oficios ofrecían carreras de tres y cua- nificó una renovación efectiva del
tro años y otorgaban el título de pe- cuerpo docente. La oposición al go-
rito. Los institutos técnicos industria- bierno sostuvo que los maestros des-
les exigían cinco años de estudio y da- plazados fueron sustituidos por per-
ban el título de experto. Para el de téc- sonal impreparado, pero en todo caso
nico se requerían siete años. la prueba significó para el gremio una
toma de conciencia de su posición y la
La educación normalista posibilidad de asumir una participa-
ción más activa en la política educati-
El nuevo sistema educativo, además va. Pocos meses después de efectuada
de escuelas, aulas, materiales de en- la prueba de evaluación, el Ministerio
señanza y mayores recursos económi- de Educación, siguiendo una vieja as-
cos estatales, necesitaba un tipo nuevo piración del magisterio, fijaba un sa-
de maestro. Refiriéndose a la prepa- lario mínimo de 40 pesos para los
ración del cuerpo docente en su me-
maestros de escuela primaria.
Capítulo 3 103

Convencidos de que el problema de cación. Puesta bajo la dirección de


la preparación de los maestros debía uno de los más fervorosos promotores
atacarse en sus raíces, los impulsores de la reforma educativa, el médico
de la reforma avocaron la reorgani- José Francisco Socarrás, la Normal
zación de las Escuelas Normales, en Superior jugaría en los años venideros
primer lugar colocándolas bajo el con- un papel de primer orden en la refor-
trol directo del Estado, sustrayéndolas ma que entonces se intentaba y en los
así al control de las congregaciones re- avances que se produjeron en los si-
ligiosas que las dirigían mediante con- guientes años en varios campos de la
tratos de administración, para poner- ciencia y la cultura. Sin asumir en su
las en manos de educadores depen- orientación un estrecho nacionalismo,
dientes directamente del Ministerio de la Normal Superior pondría en primer
Educación Nacional. Un ejemplo de plano de sus actividades el estudio de
esta política fue la cancelación del la realidad nacional en todos sus as-
contrato con la comunidad de los Her- pectos. Con la colaboración de un dis-
manos Cristianos para dirigir la Es- tinguido grupo de profesores y hom-
cuela Normal Central de Bogotá para bres de ciencia europeos que la guerra
poner su dirección en manos de Al- y las dictaduras fascistas harían emi- El presidente Olaya
fonso Jaramillo Guzmán, un educador Herrera y la educadora
grar de sus países, de las aulas de la alemana Fransiska Radke,
de formación conservadora, pero que Escuela Normal Superior saldrían los directora del Instituto
había adelantado estudios pedagógi- nuevos profesores y directores de las Pedagógico Nacional,
cos en Suiza como discípulo de De- escuelas normales y de los colegios durante el acto de
croly y Pieron. Otro tanto se hizo con que renovarían la enseñanza de las clausura de estudios,
la Normal de Antioquia encomendada noviembre de 1933.
ciencias naturales, las lenguas, la his- Considerada partidaria
a Miguel Roberto Téllez, también for- toria y la geografía. De sus egresados del nazismo, fue
mado en Suiza y en la escuela del se alimentarían también los institutos retirada de su cargo,
Gimnasio Moderno. de investigación que entonces se fun- lo mismo que Julius
daron en el país, como el Instituto Sieber, director de la
El giro tomado por las Escuelas Facultad de Educación,
Normales produjo una situación de Caro y Cuervo y el Instituto Etnoló- de Tunja.
conflicto con la Iglesia, especialmente
en Medellín, donde se produjeron ac-
tos que obligaron al ministro Echandía
a decretar la expulsión de numerosos
lumnos.
Otro tanto se hizo con el Instituto
Pedagógico Nacional de Bogotá, diri-
gido entonces por la educadora ale-
nana Franziska Radke, quien había
estado vinculada al Instituto desde
1928 cuando llegó al país con Julius
Sieber contratado entonces para diri-
gir la Facultad de Educación de Tun-
ja. Considerados partidarios del nazis-
mo alemán, los dos educadores fueron
retirados de sus cargos y reemplazados
por ciudadanos colombianos.
Un hecho muy significativo dentro
de la política educativa de Alfonso Ló-
pez Pumarejo fue la transformación
de la Facultad de Ciencias de la Edu-
cación de la Universidad Nacional,
que ahora se llamaría Escuela Normal
Superior y en 1936 quedaría bajo el
control directo del Ministerio de Edu-
104 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

gico Nacional, transformado luego en legio de la Enseñanza de doña Ma-


Instituto Colombiano de Antropolo- nuela Santamaría de Manrique al fi-
gía. Sus egresados también darían una nalizar el siglo XVIII.
valiosa contribución a la enseñanza Su incorporación al proceso de mo-
universitaria que empezaba entonces a dernización del país que se iniciaba,
renovarse. tuvo su primera manifestación en fe
ley 28 de 1932, expedida durante la
La educación femenina presidencia de Olaya Herrera, que
le dio el manejo de sus propios bienes
En el momento de iniciarse la admi- patrimoniales y personería jurídica
nistración liberal de Enrique Olaya para contratar y actuar en la vida civil.
Herrera la situación de la mujer, ju- Superó así su status de menor de edad
rídica, social y educativamente, no di- bajo tutela.
fería mucho de la que tenía en el siglo El único hecho significativo anterior
XIX y aun en la sociedad colonial. Para a 1930, anunciador ya de un cambio en
los efectos jurídicos de la vida civil, es- el concepto de la educación femenina,
taba asimilada a los menores de edad. fue la creación en 1928 del Instituto
La escuela secundaria o bachillerato Nacional Pedagógico de Bogotá, en
prácticamente no existía para ella, me- realidad una escuela normal femeni-
nos aún el acceso a las profesiones de na, puesta bajo la dirección de una mi-
la universidad. Su educación consistía sión pedagógica alemana que presidía
en la elemental de la Escuela Prima- la educadora de la misma nacionalidad
ria, algunos conocimientos de costura Franziska Radke. Su finalidad era pre-
y oficios manuales y, en el caso de la parar sus alumnas para asumir la en-
mujer de las clases altas, algo de adies- señanza de las escuelas elementales y
tramiento para la vida en sociedad: jardines infantiles, siguiendo las orien-
canto, baile, buenas maneras. Muy taciones de la Escuela Nueva.
poco más de lo que recibían en el Co- Al iniciarse el gobierno de Alfonso
López Pumarejo, el nuevo presidente
Guillermo Nannetti,
anunciaba su propósito de incorporar
ministro de Educación la mujer a la vida nacional. Para la
de Eduardo Santos mujer de las clases medias se abría la
en 1941, puso en posibilidad de estudiar en la Facultad
funcionamiento un de Educación, establecimiento mixto
programa especial de
bachillerato femenino
desde su creación en 1932, que sólo
orientado más hacia la muy lentamente incorporaba a sus au-
conducción de la vida las personal femenino. Todavía en
familiar que hacia el 1935 su sucesora, la Escuela Normal
ingreso a la universidad, Superior, sólo contaba con 14 mujeres
con asignaturas como
costura, economía
entre 127 alumnos. En 1936 el Minis-
doméstica, decoración, terio de Educación quiso introducir el
dietética y moral. servicio voluntario escolar para las
Se confirmaba con ello mujeres que hubieran cursado la es-
la resistencia cuela primaria que no fueran maestras
al acceso de la mujer
a los niveles
profesionales y estuvieran en capaci-
altos de la educación. dad de enseñar a leer y escribir a los
jóvenes menores de veinte años. Co-
mo recompensa, el ministerio ofrecía
un peso por cada alfabetizado. Infor-
tunadamente el servicio no tuvo un
desarrollo efectivo de consideración.
En el mismo año aparecía el primer
grupo de bachilleres egresado del
Gimnasio Femenino, establecimiento
Capitulo 3 105

Antonio Rocha, ministro


de Educación en la
segunda administración
López Pumarejo, durante
la cual continuó la
pausa en el proceso de
incorporación de la
mujer a la vida nacional.
En 1944, el ministro
Rocha "consideraba que
de no hacer regresar
'el campesino a su
parcela y la mujer al
hogar', la integridad
de la nación
estaba amenazada".
(En la foto, como rector
del Colegio Mayor de
Nuestra Señora del
Rosario, Rocha recibe
la orden venezolana
del Libertador).

fundado por Agustín Nieto Caballero mayor rendimiento que los varones» y
para educar las jóvenes de la clase alta esto causa problemas, lo que demues-
bogotana, siguiendo un modelo pe- tra que la resistencia al acceso de la
dagógico similar al del Gimnasio Mo- mujer a los niveles altos de la educa-
derno. ción no sólo venía de la Iglesia y de los
Durante el mismo período presiden- sectores políticos de la oposición, sino
cial de Alfonso López Pumarejo, el también de inveterados prejuicios y
Ministerio de Educación inició un ac- actitudes arraigados en la cultura na-
tivo programa de fundación de cole- cional. Durante el gobierno de Eduar-
gios femeninos, y, en un intento de ha- do Santos, en esto como en otros as-
cer más abierto y democrático el sis- pectos de la política educativa, se hizo
tema educativo, el Congreso Nacional una pausa con el ánimo de suavizar las
promulgó la ley 32 de 1936 que pro- relaciones con la Iglesia. El ministro
hibía toda clase de discriminaciones de Educación Guillermo Nanetti puso
por sexo, raza o religión para ingresar en práctica un programa especial de
en los establecimientos educativos, so bachillerato femenino orientado más
pena de sanciones que iban desde la hacia la preparación para una eficaz
destitución del cargo de directores en conducción de la vida familiar que ha-
los establecimientos públicos, hasta la cia el ingreso a las actividades profe-
cancelación de la licencia de funcio- sionales. El plan de estudios incluía
namiento para los privados. trabajos de aguja, economía domésti-
Sin embargo, el acceso de la mujer ca, decoración y formación moral. La
a los establecimientos secundarios se- dietética y la contabilidad representa-
guía siendo la excepción. Aun el in- ban su elemento moderno. Siguiendo
greso en los colegios oficiales no era la misma dirección, el ministro Nanet-
fácil. El Colegio de Boyacá en Tunja, ti inició también un proyecto de for-
que en 1938 había aceptado algunas en mación de escuelas de economía do-
sus aulas, muy pronto renunció a re- méstica rural, proyecto que tuvo de-
cibirlas, «porque las mujeres daban sarrollos muy limitados. En 1946 fun-
106 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

cionaba una escuela de este tipo en el En 1932, Germán Arciniegas presen-


departamento del Magdalena. tó al Congreso Nacional el primer pro-
La pausa en el proceso de incorpo- yecto de reforma que seguía muy de
ración de la mujer a la vida nacional cerca las ideas del movimiento de Cór-
continuó bajo la segunda administra- doba en pro de la autonomía univer-
ción de Alfonso López Pumarejo. En sitaria. Proponía un órgano directivo
1944 el ministro de Educación Anto- de 80 personas, compuesto de profe-
nio Rocha consideraba que, de no ha- sores, alumnos y exalumnos, y una au-
cer regresar «el campesino a su par- tonomía absoluta que no armonizaba
cela y la mujer al hogar», la integridad con las tendencias intervencionistas
de la nación estaba amenazada. que se abrían paso en amplios sectores
de la opinión política. Por ésta y otras
La universidad razones, el proyecto de reforma hubo
y la educación superior de ser aplazado hasta que, en 1935,
Carlos García Prada presentara uno
La universidad y la educación superior sustitutivo. El nuevo proyecto propo-
no podían estar ausentes del cambio nía la integración de todas las escuelas
que se producía en el país. Su vieja es- y facultades públicas nacionales que
tructura no estaba en capacidad de dar hasta entonces existían dispersas y de-
acceso a la creciente población estu- pendientes del Ministerio de Educa-
diantil, ni de preparar los técnicos que ción Nacional y concedía a la univer-
requería una nación que empezaba a sidad un amplio grado de autonomía;
industrializarse. Bajo la presión de los no la total autonomía, porque, a juicio
nuevos hechos y del movimiento re- del proponente, en la sociedad mo-
formista universitario que se había ini- derna no puede haber un Estado den-
ciado en Córdoba, Argentina, en tro del Estado. Como órgano de di-
1919, que tuvo sus entusiastas defen- rección, la Universidad Nacional ten-
sores en la generación colombiana que dría un consejo de gobierno de nueve
se iniciaba en la vida pública en 1930, miembros, cuatro representantes de
se creó el clima para la reforma uni- los profesores, tres del gobierno y dos
versitaria. de los alumnos y exalumnos.

Germán Arciniegas,
ministro de Educación
de Eduardo Santos, en
1942, y de Alberto
Lleras Camargo, en 1945.
Ya en 1932, Arciniegas
había presentado al
Congreso un proyecto de
reforma universitaria
que seguía las ideas
de autonomía propuestas
en el movimiento de
Córdoba, Argentina.
En la foto, de febrero
de 1942, el ministro
inaugura los actos
conmemorativos del
IV Centenario del
descubrimiento del
Amazonas, en la
Biblioteca Nacional.
Capítulo 3
107

Tendría también un órgano acadé-


mico compuesto por los profesores de
más alta categoría: el rector, los de-
canos, 3 representantes de los profe-
sores y 3 de los estudiantes. La que
luego sería ley orgánica de la Univer-
sidad Nacional siguió en líneas gene-
rales el proyecto presentado por Gar-
cía Prada.
La ley 68 de 1935 integró las dis-
persas Facultades profesionales en
una sola institución, ordenó la cons-
trucción de una ciudad universitaria y
concedió un alto grado de autonomía
académica y administrativa a la nueva
institución, pero en sus directivas se
mantenía una fuerte representación
estatal. El consejo directivo estaría for-
mado por nueve miembros, de los cua-
les tres representarían al gobierno na-
cional; el ministro de Educación sería
su presidente y el rector sería nombra-
do por el consejo, de una terna pre-
sentada por el presidente de la Re-
pública. También por el origen de sus
ingresos económicos quedaría limita-
da la autonomía, pues éstos proven-
drían del presupuesto nacional en alta
medida, ya que la universidad carecía
de un patrimonio capaz de producir la
renta necesaria para su funcionamien-
to, y sus ingresos directos por concep-
to de matrículas eran reducidos. Pero, ñanza y el contenido científico de los Gerardo Molina en su
no obstante estas limitaciones, la ley programas sufrieron también modifi- despacho de la rectoría
orgánica daba a la universidad un am- caciones significativas. El uso de la- de la Universidad
plio margen de autonomía. Nacional de Colombia.
boratorios, gabinetes y bibliotecas se Entre 1942 y 1944,
La reforma de 1935 no se detuvo en amplió, y el ejercicio de la libertad de gracias a su gestión
las modificaciones de la organización cátedra creó una actitud favorable a la innovadora, la Nacional
jurídica y administrativa. Apoyados crítica y a la participación del estu- pasó a ser modelo para
diante en la marcha del proceso do- las universidades
en el clima reformista de la adminis- públicas regionales,
tración de Alfonso López Pumarejo, cente. como en el caso de la
las nuevas autoridades procedieron a La misma reforma y el desarrollo Universidad del Cauca,
introducir importantes cambios aca- que a ella le dio la Universidad Nacio- bajo la rectoría de
nal introdujeron en la vida universi- César Uribe Piedrahíta.
démicos y pedagógicos. El tradicional
esquema de profesiones compuesto de taria dos nuevas instituciones: la ex-
medicina, derecho e ingeniería fue tensión cultural y el bienestar estu-
ampliado a nuevas actividades técni- diantil. Con la primera, la universidad
cas y científicas. Se crearon entonces complementaba la formación del es-
nuevas facultades: química, arquitec- tudiante con un amplio esquema de
tura, veterinaria, agronomía, econo- actividades culturales y se ponía en
mía, administración, filosofía, etc., a contacto con la ciudadanía a través de
conferencias públicas, exposiciones
las cuales se agregaron algunos insti- artísticas y publicaciones. El bienestar
tutos de investigación como el de cien- estudiantil, introducía en la vida uni-
cias naturales. Los métodos de ense-
108 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

versitaria los deportes, los servicios davía de integración en un sistema na-


médicos y las residencias estudiantiles cional de educación superior y estaban
que formaron desde un comienzo par- intervenidas por los gobernadores de
te del campus universitario. los departamentos, lo que en muchos
El ambiente intelectual y el conte- casos imprimió un ritmo más lento a
nido de la enseñanza tomaron también las reformas. Sin embargo, la Univer-
rumbos nuevos y la universidad se sidad del Cauca, bajo la rectoría de
abrió al contacto con las grandes co- César Uribe Piedrahíta, participó ac-
rrientes contemporáneas de la ciencia tivamente en los nuevos rumbos que
y la cultura. La biología y la física, la tomaba la vida universitaria nacional.
medicina y la arquitectura, el derecho Un fenómeno característico del pe-
público y privado, la filosofía, la eco- ríodo fue la aparición de la universi-
nomía fueron remozados, algunos in- dad privada. Los recelos y resistencias
Monseñor Félix Henao
troducidos por primera vez en los pla- que la política educacionista del perío-
Botero, rector de la nes de estudios y en los seminarios de do despertaba en la Iglesia y en algu-
Pontificia Bolivariana investigación, y los nombres de los nos sectores de opinión política, in-
de Medellín, durante grandes pensadores del siglo xx em- cluían también la política universita-
un acto académico con pezaron a ser familiares en los cursos, ria, que era tachada de demasiado in-
los ministros Fernando
Gómez Martínez y debates y publicaciones universitarias. tervencionista y contraria a los senti-
Esteban Jaramillo. Los cambios logrados por la Uni- mientos y tradiciones nacionales. Dos
En los años 30, se versidad Nacional, especialmente du- importantes centros universitarios pri-
inició la aparición
rante la rectoría de Gerardo Molina vados, ambos fundados por comuni-
de la moderna universidad dades religiosas, aparecieron en 1932
privada, con la en la segunda administración de Ló-
Javeriana, fundada en pez, crearon un modelo y señalaron y 1936 respectivamente: la Universi-
1932, y la Bolivariana, rumbos a las universidades públicas dad Javeriana de los jesuítas y la Bo-
en 1936. regionales, aunque éstas carecían to- livariana de Medellín que fundara
109
Capítulo 3

monseñor Manuel José Sierra y que en 1951 del 56,7 % de la población y


luego dirigiera monseñor Félix Henao millares de niños en edad escolar o de
Botero. Todavía no se había iniciado aspirantes a ingresar en la educación
en el país la floración de universidades media y en la universidad carecían de
privadas ni la creación de universida- escuelas o colegios. Los intentos de
des departamentales, que tuvo lugar a nacionalización de la enseñanza pri-
partir de 1950. maria fracasaron una y otra vez. El
viejo ideal de la escuela elemental y
Logros y frustraciones obligatoria prácticamente fue aban-
donado. La intención de hacer del sis-
Los gobiernos liberales de 1934 a 1946 tema educativo un instrumento para la
tuvieron una clara percepción de la formación de una nación más integra-
importancia del sector educativo en da e igualitaria, se frustró por la in-
los proyectos de desarrollo económico capacidad económica del Estado de
y social y en el propósito de hacer de ofrecer enseñanza a toda la población
Colombia un país moderno y una na- potencialmente apta para ella, y por la
ción mejor integrada socialmente, ba- oposición de los intereses vinculados
sada en una cultura de raíces nacio- al sector educativo privado que se for-
nales más auténticas. Dentro de esas tificó durante el período. El sistema
metas trataron de desarrollar una po- educativo, en lugar de impulsar la in-
lítica que abarcaba todos los estratos tegración nacional, contribuiría a for-
de la educación desde la escuela ele- mar una sociedad más segregada so-
mental hasta la universidad, dotando cialmente.
al país de un coherente sistema edu- Esto en cuanto a lo que podríamos
cativo nacional. No sólo intensificaron llamar los aspectos materiales y for-
las inversiones del Estado en este cam- males del sistema educativo. En cuan-
po, con el propósito de dar al sistema to a sus aspectos cualitativos, proba-
una infraestructura material capaz de blemente los resultados fueron más
absorber toda la población en edad es- discretos. Aunque no se ha hecho una
colar y eliminar el analfabetismo de evaluación adecuada de los cambios
las grandes masas urbanas y rurales. logrados, las conquistas fueron quizás
También trataron de cambiar el con- muy limitadas. Los métodos de ense-
tenido y los valores de la enseñanza, ñanza, los conceptos sobre la perso-
sus métodos y sus ideales, para pro- nalidad del educando, los sistemas dis-
ducir un elemento humano dotado de ciplinarios, la transmisión de los va-
conocimientos científicos y técnicos lores intelectuales y morales que ani-
más acordes con las necesidades de un maron el movimiento de la Escuela
país en busca de su desarrollo econó- Nueva y la moderna pedagogía, pro-
mico y social, con una conciencia ciu- bablemente penetraron sólo en secto-
dadana más democrática y crítica. res muy limitados del sistema. En sus
• Los logros, sin embargo, fueron in- años y en los siguientes, en general
feriores a las ambiciones y las expec- éste seguiría funcionando sobre la
tativas. El analfabetismo de hombres base de los conceptos, métodos y or-
y mujeres mayores de siete años era ganización tradicionales.
110 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

Bibliografía

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La educación en Colombia.
1946-1957
Aline Helg ba solo en esta concepción del asunto;
otros liberales, conservadores y ecle-
siásticos escribieron entonces en el

«L a insurgencia de presiones
brutales, la crueldad que ca-
racterizó a una época recientísima de
mismo sentido.
Hoy. cuando se analizan los años de
1946 a 1957. éstos aparecen sin em-
nuestra historia, no habrían prendido bargo como años decisivos para el sis-
tan fragosamente sobre una nación tema educativo colombiano, el cual
educada. sobre un país civilizado [. . .] buscaba su adaptación a una serie de
La insensibilidad que se apoderó de cambios políticos brutales y a las
buena parte de las antiguas clases di- transformaciones fundamentales de la
rigentes ante la tremenda gravedad de estructura económica y demográfica
la Violencia es también otro síntoma del país. Es preciso constatar que las
de la defectuosa educación, aun en las decisiones de esta época moldearon en
más altas jerarquías de la inteligencia. gran parte la organización actual de la
Fallaron, pues, la escuela, el colegio. educación en Colombia.
la universidad. Fallaron los sistemas Políticamente los anos 1946-1957 se
educativos complementarios. fallaron caracterizan por la guerra civil de la
el hogar y la educación moral y reli- Violencia que dejó, según algunos au-
giosa de Colombia. Ése es el hecho tores, por lo menos doscientos mil
histórico.>)Así opinaba Alberto Lleras muertos. Algunos acontecimientos
Camargo en El Tiempo del 19 de di- claves jalonaron este período. 1946: el
ciembre de 1954. Para Lleras, la falta regreso de los conservadores al poder
de instrucción del pueblo y la mala después de dieciséis años de gobierno
educación de las clases medias y su- liberal; 1948: el asesinato del líder li-
periores fueron el origen de la guerra beral populista Jorge Eliécer Gaitán y
civil de la Violencia. En este sentido la revuelta del 9 de abril en Bogotá;
es útil mencionar que en Europa el 1950: la elección del conservador Lau-
alto nivel de escolarización no fue obs- reano Gómez como presidente de la
táculo para que durante la segunda República: 1953: el golpe de estado
guerra mundial se cometieran tantas del general Gustavo Rojas Pinilla; y
atrocidades. Lleras Camargo no esta- 1957: el acuerdo celebrado entre diri-
112 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

El presidente Alfonso
López Pumarejo y señora
María Michelsen, con
los embajadores de
Alemania y la directora
del Instituto Pedagógico
Nacional, Fransiska
Radke, en la clausura
de estudios de 1934.

gentes liberales y conservadores para demográfico, más y más niños y jó-


compartir el poder (gobiernos del venes demandaban la creación de es-
Frente Nacional hasta 1974). Desde el cuelas y empleos.
punto de vista socioeconómico y de-
mográfico, los años 1946-1957 signifi- El 9 de abril o la barbarie
caron también un viraje para el país. en el centro de Bogotá
Desde la segunda guerra mundial, la
industria, la agricultura mecanizada, El cambio de poder de los liberales a
las comunicaciones, el comercio y los los conservadores en 1946 no tuvo ma-
servicios se desarrollaron principal- yores tropiezos. El nuevo presidente.
mente a costa de los sectores tradicio- Mariano Ospina Pérez, era un político
nales. Las actividades económicas de suficientemente hábil para no trastor-
la población se modificaron en con- nar inmediatamente la situación en la
secuencia: si en 1938 cerca del 75 % administración legada por sus prede-
de la población activa trabajaba en la cesores. La educación que habían es-
agricultura, en 1957, por contra, no tablecido los liberales sufrió pocos
había más del 50 % en este sector, cambios de 1946 a 1948. Basta saber,
mientras que el 34 % estaba empleado por ejemplo, que los ministros de
en los servicios, el comercio y las co- Educación de estos años no fueron ul-
municaciones y el 17 % en la industria traconservadores: algunos pertenecían
y la artesanía. Además el desempleo y aun al partido liberal. Los directores y
subempleo aumentaban y los habitan- el personal docente liberal de los es-
tes migraban del campo hacia las ciu- tablecimientos escolares públicos no
dades. Al acelerarse el crecimiento perdieron necesariamente el puesto:
Capítulo 4
113

el socialista Gerardo Molina continua- ministrar suficientes escuelas públicas


ba en el cargo de rector de la Univer- para todos los niños colombianos, pri-
sidad Nacional el día del asesinato de vilegiaba la formación de las elites. El
Jorge Eliécer Gaitán. pueblo de Bogotá también mostró que
Fue la revuelta popular del 9 de ya no temía enfrentarse ni con una
abril en Bogotá la que marcó realmen- Iglesia que estaba abiertamente al
te el viraje en la política educativa co- lado del partido conservador, ni con
lombiana, a través del choque que las comunidades religiosas dedicadas a
produjo en los dirigentes conservado- educar a los hijos de la oligarquía.
res y liberales y en particular en la El 9 de abril, apareció en el centro
Iglesia católica. Es necesario recordar de la Atenas suramericana (como los
que, durante el saqueo de la capital, intelectuales se complacían en llamar
los amotinados escogieron cuidadosa- a Bogotá) un pueblo ajeno, descono-
mente algunos de sus objetivos polí- cido, compuesto por las clases bajas a
ticos y físicos: el partido conservador, las cuales se dirigían abstractamente
al que se consideraba como respon- los voceros de los partidos políticos
sable del asesinato de Gaitán; el go- cuando necesitaban sus votos. Este
bierno, particularmente el Ministerio pueblo, que había padecido resignado
de Educación Nacional; la Iglesia, en hasta la fecha el empeoramiento de
especial el Colegio de los Hermanos sus condiciones de vida desde 1930, se
Cristianos y una sección de la Ponti- manifestó repentinamente en una cor-
ficia Universidad Javeriana. En el mo- ta y violenta revuelta caracterizada
tín provocado por la desaparición del por el incendio, el saqueo y la embria-
hombre político que encarnaba la es- guez de sus autores.
peranza del cambio social, el pueblo Las clases superiores y medias in-
bogotano condenaba la política edu- terpretaron la revuelta como la prueba
cativa del Estado. Un Estado que al de la barbarie del pueblo. El presiden-
tiempo que se mostraba incapaz de su- te Ospina declaró: «En el nombre de

Saqueadores del 9
de abril en Bogotá.
"Fue la revuelta popular
del 9 de abril la que
marcó realmente
el viraje en la política
educativa colombiana,
a través del choque
que produjo en los
dirigentes conservadores
y liberales,
y en particular
en la Iglesia católica."
114 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

la cultura yo condeno esos atentados exigiendo castigos ejemplares para los


que nos envilecen y nos rebajan frente autores. Además, se presentó como la
al mundo civilizado.» De pronto ya no fuerza de cohesión indispensable en la
había necesidad de buscar causas eco- restauración del orden público y rei-
nómicas o políticas al 9 de abril: esos vindicó el papel que había perdido en
sucesos se consideraban por muchas la educación.
personas como la consecuencia de la En el mismo sentido, la Confede-
ignorancia del pueblo, o según los ración Nacional de Colegios Católicos
conservadores y la Iglesia, consecuen- publicó la siguiente interpretación del
cia de la errónea acción en la educa- 9 de abril en su Revista lnteramericana
ción desarrollada por los gobiernos li- de Educación, en marzo-abril de 1948:
berales, especialmente durante la Re- «La revolución vino de fuera, pero en-
volución en Marcha de Alfonso López contró el terreno preparado de tiempo
Pumarejo (1934-1938). atrás por el Ministerio de Educación
El episcopado condenó la rebelión Nacional, inconscientemente tal vez
popular, atribuyéndola a la creciente pero no por eso menos eficazmente,
laicización y a la ausencia de morali- por medio de una legislación escolar
dad de la sociedad colombiana. La equivocada y por los numerosos pro-
Conferencia Episcopal aprovechó la fesores comunizantes, colocados por
ocasión para acusar a Gerardo Molina él en varios colegios oficiales. La rea-
de ser indirectamente responsable de lización de la revolución la hizo la
los hechos, al tiempo que señalaba: Universidad Nacional. Los obreros sin
«nuestra absoluta inconformidad con instrucción o mal formados en las es-
el nombramiento de un jefe comunista cuelas, que murieron en las calles o
para regir la Universidad Nacional, lo llenan las cárceles, son los instrumen-
cual demuestra a la vez la ninguna res- tos ciegos, la carne de cañón de estos
ponsabilidad que nos cabe en el desvío intelectuales.» Mejor dicho, el 9 de
de la educación que recibió nuestra abril era nada menos que una revolu-
más brillante juventud en este centro, ción preparada por el comunismo in-
hasta llegar a encabezar la subver- ternacional con la ayuda de un «rector
sión del orden constitucional el 9 de aleccionado en Rusia» y de «algunos
abril...» Identificando religión católica rojos españoles con larga práctica re-
y nacionalidad colombiana, la Iglesia volucionaria». Detrás de esa denun-
Laureano Gómez, comparó los atentados contra sus bie- cia, la intención de la Confederación
óleo de Guillermo de Colegios Católicos era utilizar el
Camocho en la Casa de
nes con el sacrilegio y la alta traición,
Nariño, Bogotá, 1973. evento para exigir una educación con-
"... Cuando Rafael Azula forme con la religión católica y para
Barrera y Lucio Pabón consolidar su posición en la enseñanza
Núñez tuvieron la secundaria.
cartera de Educación,
la mayoría de los altos
funcionarios, directores Laureano Gómez
de establecimientos y la purga del magisterio
oficiales e inspectores
fue reemplazada por Sin embargo, habrá que esperar el
conservadores. Fueron
despedidos también los nombramiento de los partidarios de
maestros que profesaban Gómez en puestos importantes en la
las ideas de la educación, tales como las secretarías
Revolución en Marcha.. departamentales, y sobre todo la lle-
y se transfirió a los gada de Gómez al poder, en 1950,
maestros que se deseaba
perjudicar a regiones
para que sean destituidos de la ins-
donde reinaba la chusma, trucción pública los liberales y aun los
y estos maestros conservadores moderados. Así. espe-
renunciaron para no cialmente cuando Rafael Azula Barre-
arriesgar la vida." ra y Lucio Pabón Núñez tuvieron la
Capitulo 4
115

cartera de Educación, la mayoría de sector público. Segundo, la purga fue Lucio Pabón Núñez,
los altos funcionarios, directores de total en el gobierno central y menos ministro de Educación
de Rafael Urdaneta
establecimientos oficiales e inspecto- generalizada al nivel departamental y Arbeláez, habla con el
res fue reemplazada por conservado- municipal. Causó estragos en algunos ex presidente Mariano
res laureanistas. Fueron despedidos departamentos, como en Antioquia Ospina Pérez.
también los maestros que profesaban por ejemplo, en donde el gobernador La purga de maestros
las ideas de la Revolución en Marcha era un partidario celoso de Gómez; no y funcionarios de la
y se aterrorizó a las jóvenes maestras obstante fue prácticamente inexistente educación fue total en
el gobierno central
exigiéndoles ciertos favores para man- en los departamentos poco afectados y menos generalizada
tenerlas en el puesto. También se por la Violencia como los de la Costa a nivel departamental
transfirió a los maestros que se desea- Atlántica. Tercero, aun en contra de y municipal.
ba perjudicar a regiones donde reina- sus opciones políticas, los responsa-
ba la chusma, y estos maestros renun- bles de la educación colombiana no
ciaron para no arriesgar su vida. podían darse el lujo de desmantelar un
Sin embargo, es preciso profundizar sistema educativo público débil, el
y matizar para comprender este cua- cual no alcanzaba a satisfacer las cre-
dro de purga y venganza política. Pri- cientes necesidades de preparación de
mero, la exclusión de liberales de la maestros y construcción de escuelas
administración pública era una res- para una población infantil cada vez
puesta, desde luego mucho más vio- más numerosa que necesitaba y ansia-
lenta y animada por la voluntad de ba la educación. La Iglesia, aun cuan-
venganza, a la negativa de la «coope- do deseaba volver a obtener de nuevo
ración conservadora» de Alfonso Ló- el papel dirigente en la educación, no
pez en 1934, negativa que había sig- tenía los medios ni el personal docente
nificado la pérdida del puesto a los necesarios para suplir las deficiencias
conservadores que trabajaban en el del Estado.
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
116

Durante el gobierno
de Rojas Pinilla,
entre los años 1954
y 1956, una abundante
legislación reglamentó
el trabajo de los
funcionarios del
Ministerio de
Educación Nacional.
Utilizó, también,
sistemáticamente
a las misiones
extranjeras para
formular soluciones
a los problemas
de la educación
en el país.

Rojas Pinilla blica dándole a ésta una orientación


técnica. Una abundante legislación,
y las misiones extranjeras
entre 1954 y 1956, reglamentó el tra-
Los métodos de los partidarios de Gó- bajo de los funcionarios del Ministerio
mez para asegurar su hegemonía se de Educación Nacional. Los inspec-
volvían, no obstante, cada vez más in- tores que se habían lanzado a la re-
soportables no sólo para los liberales presión durante la presidencia de Gó-
sino también para el sector ospinista mez y Urdaneta perdieron su puesto.
del conservatismo. Paralelamente el De una manera general la política par-
aumento de la Violencia en el campo tidista tuvo una injerencia menor en
empezaba a amenazar el progreso eco- relación con los docentes, aun cuando
nómico del país. Fue, pues, con cierto el clientelismo no desapareció.
alivio como una parte de los dirigentes Rojas utilizó sistemáticamente a las
conservadores y todos los liberales misiones extranjeras para buscar una
acogieron la noticia del golpe de es- solución a los problemas de la educa-
tado del general Rojas Pinilla en 1953. ción colombiana, problemas que como
El dictador anunció que iba a impedir ya vimos estaban considerados como
la politiquería en la administración pú- la causa principal de la Violencia se-
Capítulo 4
117

gún Alberto Lleras Camargo y otros.


Rojas contrató en 1954 a un equipo
del Centro Economía y Humanismo,
dirigido, en ese entonces, por el padre
Louis-Joseph Lebret, que proponía
soluciones sociales, de acuerdo con los
dogmas del catolicismo, para los paí-
ses en desarrollo.
El estudio de Lebret sobre Colom-
bia fue un aviso severo: el desarrollo
económico rápido del país beneficiaba
únicamente a los ricos, mientras que la
mayoría de la población permanecía
en la miseria y desprovista de educa-
ción. Sin una apertura democrática y
social, sin un reparto más equitativo
de las riquezas, decía el estudio, en
poco tiempo el proceso de desarrollo
sería detenido. De golpe el diagnósti-
co trascendía la cuestión educativa
para plantear el problema de la es-
tructura socioeconómica de Colom-
bia. Situación que no impedía a Le-
bret proponer una reforma educativa:
generalización de la educación pri-
maria (lo cual significaba el incremen-
to del presupuesto, nuevos maestros y
nuevas escuelas), desarrollo intenso
de la enseñanza técnica y profesional
y creación de un sistema de aprendi-
zaje industrial.
Con el nombramiento de Gabriel
Betancur Mejía en la cartera de Edu-
cación en 1955, la planificación de la sión del bachillerato en dos ciclos de Gabriel Betancur Mejía,
educación se planteó a fondo en el mi- tres años: un primer ciclo orientado ministro de Educación
de Rojas Pinilla
nisterio. El gobierno contrató con la hacia las carreras prácticas y técnicas y más tarde de Lleras
UNESCO la venida de expertos ex- y un segundo ciclo preuniversitario y Restrepo. En 1955
tranjeros para preparar, con la parti- normalista. Para no caer en los errores planteó a fondo la
cipación de homólogos colombianos, del pasado, según el Plan, toda refor- planificación de la
un Primer Plan Quinquenal de Edu- ma educativa debía ensayarse en es- educación y la
cuelas modelo antes de aplicarse a ni- formulación de un
cación Integral. Para esto, una Oficina Primer Plan Quinquenal
de Planeamiento fue creada en el Mi- vel nacional. de Educación Integral.
nisterio de Educación y confiada su di- Acudir a misiones extranjeras para Más tarde sería
rección a un español, Ricardo Díez resolver problemas colombianos, es- subdirector de
pecialmente en materia educativa, la Unesco, de la cual
Hochleitner. A diferencia del estudio había contratado
de Lebret, el Primer Plan Quinquenal presentaba ciertas ventajas. En el am- expertos para estudiar
analizó única y estrictamente el sector biente muy tenso de la época, las mi- el caso colombiano.
educativo, pero muchas de sus reco- siones serían garantía del carácter po-
mendaciones eran similares. El Primer líticamente neutro de las decisiones
Plan Quinquenal preconizó la unifi- frente a liberales y conservadores;
cación de la escuela primaria, con cin- ahorraban en cierta medida largos
co años de escolaridad obligatoria tan- debates ideológicos. Daban a Colom-
to en las escuelas urbanas como en las bia una audiencia internacional; por
escuelas rurales. Recomendó la divi- ejemplo: la Oficina de Planeamiento
118 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

Educativo, la primera del género en el Violencia había mostrado a los diri-


continente, sirvió de modelo a varios gentes políticos que una gran distancia
países latinoamericanos. Y sobre todo entre las diferentes clases sociales y
facilitaban el otorgamiento de créditos una exclusión del pueblo de la edu-
extranjeros e internacionales para fi- cación terminaban por amenazar el
nanciar las reformas educativas en Co- mantenimiento del poder de la oligar-
lombia. quía. Era necesario ofrecer por lo me-
Pero las misiones extranjeras tam- nos una esperanza de promoción so-
bién tenían sus inconvenientes. Como cial a las clases populares, abriéndoles
los políticos no participaban en la dis- las puertas de la educación pública pri-
cusión de los proyectos, tampoco po- maria, media y aun de la superior. La
El padre Louis-Joseph
nían interés en su realización. El Pri- educación elemental debía, además,
Lebret, director del mer Plan Quinquenal de Educación extenderse a todos y había que privi-
Centro Economía Integral, entre otros, nunca se aplicó legiar también la formación religiosa,
y Humanismo y del sistemáticamente. Además, gran parte moral y cívica. Otra vez se retomaba
equipo de estudio de los expertos permanecían poco el análisis de Lleras Camargo de 1954,
sobre la realidad tiempo en el país y sus métodos de tra- citado al comienzo de este trabajo.
social y económica
del país, contratado
bajo no incluían la consulta de las cla- Con el Frente Nacional, las elites li-
por el gobierno ses populares, utilizando al contrario berales y conservadoras se pusieron de
en 1954. Su informe criterios de origen internacional en la acuerdo no solamente para repartirse
"fue un aviso severo: definición de los objetivos. Eso expli- los puestos en la administración, sino
el desarrollo económico ca muchos errores de concordancia también para dejar de discutir sobre la
rápido del país entre las reformas propuestas, las es-
beneficiaba únicamente orientación religiosa de la educación
a los ricos, mientras peranzas y necesidades de la pobla- pública.
que la mayoría ción y la realidad fiscal del país.
de la población
permanecía en la A partir de 1954, Rojas transgredió Educación pública
miseria y desprovista el papel de pacificador que se le había y educación privada
de educación..." confiado. Inició una serie de reformas
sociales que le permitirían construir su La apertura de la educación pública a
propia clientela con el objeto de crear las clases populares no hubiera sido
una tercera fuerza política, distinta a posible sin el considerable desarrollo
los partidos tradicionales y opuesta a de la educación privada entre los años
la oligarquía. A pesar de la represión 1946-1957. Algunas cifras permiten
del ejército, no logró contener la Vio- ilustrar el fenómeno. El número de
lencia que tomaba en ciertas regiones alumnos matriculados en la escuela
una orientación social. El espectro de primaria aumentó globalmente en un
la revolución ya presente en el 9 de 104 % entre 1945 y 1957. Pero el sec-
abril volvía a aparecer. Partidos tra- tor público aumentó sólo en un 82 %,
dicionales, Iglesia, gremios, sindicatos mientras que el sector privado conoció
y estudiantes se unieron para derrocar un incremento del 598 %. Por otra
a Rojas. Las direcciones nacionales parte el crecimiento de la matrícula
conservadoras y liberales aprovecha- tuvo lugar sobre todo en las escuelas
ron la situación para asegurar su mo- urbanas, en las cuales aumentó en un
nopolio a la cabeza de la nación, me- 111 % (sector oficial) y en un 537 %
diante la fórmula del Frente Nacional. (sector privado), mientras que las es-
Esta fórmula propuesta como reforma cuelas rurales registraron apenas un
constitucional fue masivamente apro- incremento del 57 %.
bada en 1958. En la enseñanza media, la matrícula
El referéndum de 1958 consagró, aumentó en un 209 % entre 1945 y
significativamente, la importancia de 1957. Eran los colegios de bachillerato
la religión católica en el mantenimien- tradicional los que atraían al mayor
to del orden social y fijó el 10 % como número de alumnos, seguidos muy
porcentaje mínimo del presupuesto atrás por las escuelas de comercio, las
nacional dedicado a la educación. La escuelas normales y finalmente por las
Capítulo 4
119

Fabio Lozano y Lozano,


ministro de Educación
del gabinete de
crisis
nombrado por Mariano
Ospina Pérez, después
del 9 de abril de 1948.
Una de las causas del
"bogotazo", según
interpretación de la
Confederación de
Colegios Católicos,
radicó en una equivocada
orientación de la
educación escolar,
(En la foto, Fabio
Lozano con su esposa
Elena Simonelli
y sus hijos Fabio,
Esther y Alberto).

escuelas industriales y de agricultura. vado y sector público corresponde a la


Prácticamente en todas las modalida- división de clases sociales que siempre
des, excepción hecha de las escuelas ha existido como una característica en
agrícolas, el incremento fue por lo me- la educación colombiana.
nos dos veces más importante en el Durante la Colonia solamente los
sector privado: un 288 % (contra el criollos, una vez probada su limpieza
112 % en el sector oficial) para los co- de sangre, tenían derecho a ingresar al
legios de bachillerato, un 593 % (con- colegio y la universidad, mientras que
tra el 160 % en el sector oficial) para los indios, los negros y la mayoría de
las escuelas normales, por ejemplo. los mestizos eran prácticamente ex-
En cuanto a la universidad, la ma- cluidos de las escuelas. Hasta fines de
trícula total de estudiantes aumentó los años veinte de este siglo, la mayor
en un 161 % entre las dos fechas, pero parte de los niños no iban a la escuela.
aquí también el sector privado tuvo un A excepción de una minoría pudiente,
mayor incremento: d e . un 3 0 9 % , los niños se matriculaban en la escuela
mientras que la matrícula del sector pública: los campesinos y los pobres
oficial solamente creció en un 111 %. en la escuela rural y los otros en la es-
No se puede dar una explicación cuela urbana. La diferenciación social
unívoca al fenómeno de un desarrollo se hacía también con el número de
más acelerado de la enseñanza priva- años de estudios cursados: menos del
da. En el análisis de los distintos ni- 1 % de los alumnos alcanzaba el sexto
grado de la educación primaria.
veles de educación que sigue, se tra-
tará de mostrar algunas de las posibles En la década de los cincuenta, la
interpretaciones. Sin embargo, desde tasa de escolaridad de la población en
un punto de vista global, se puede afir- edad escolar había subido casi al
mar que la separación entre sector pri- 50 %. Eso significaba que un número
Nueva Historia de Colombia. Vol. ¡y
120

creciente de hijos de la clase popular el 11 % en la enseñanza media y el


iba a la escuela, desde luego, pública. 9 % en la educación superior. En
Como consecuencia lógica, la clase su- cuanto a la nación, ésta destinaba la
perior, en un principio, y las clases mitad de su presupuesto educativo al
medias, más tarde, tendieron a retirar nivel universitario, contra un 29 % a
a sus hijos de las escuelas públicas la educación media y solamente un
para costearles la enseñanza primaria 11 % a la educación primaria.
privada. En este proceso, la difusión Eran entonces los departamentos
hecha por los políticos de la imagen de los que asumían los gastos de la edu-
un pueblo bárbaro y peligroso después cación primaria y la formación de
del 9 de abril y durante la Violencia base, mientras que el Estado central
tuvo seguramente un papel importan- daba prioridad a la formación de una
te: las clases superior y media no qui- minoría en la enseñanza superior. Por
sieron que sus hijos se mezclaran con lo regular, para entrar a la universi-
la clase popular. La educación pública dad, era preciso tener suficientes re-
se entendió como educación de la cla- cursos para hacer el bachillerato en un
se popular y así perdió crédito. El co- colegio privado o tener suficientes re-
legio privado se impuso como inver- laciones para obtener una beca... En
sión obligatoria para todos los padres resumen, el Ministerio de Educación
de familia preocupados por el porve- Nacional practicaba la política de des-
nir de sus hijos. tinar sus pocos dineros a la minoría ya
privilegiada de la sociedad.
El fínanciamiento de la educación
La alfabetización
Otro factor decisivo en la separación
entre educación pública y privada fue El desinterés del gobierno nacional
la incapacidad del Estado para respon- por la gran masa de la población, dejó
der a una doble presión: la demográ- la inmensa tarea de la alfabetización
fica de un lado y por otra parte la de de los niños trabajadores o sin escuela
la demanda creciente de formación es- y de los adultos a la iniciativa del sec-
colar por parte de la población, en ra- tor privado, de los departamentos y de
zón de la urbanización y del desarrollo los municipios. De lo poco que hizo el
económico. Ministerio de Educación fue expedir
Ni la nación ni los departamentos en 1948 un decreto que obligaba a las
tenían los medios financieros para de- empresas agrícolas, mineras e indus-
sarrollar un gran sector educativo pú- triales a procurar y costear un salón de
blico en todos los niveles de enseñan- clase con su maestro por cada cuaren-
za. Pero, además —las cifras lo prue- ta hijos de sus trabajadores, y a esta-
ban—, hasta 1957 los distintos gobier- blecer un programa mínimo para las
nos habían optado por no dar priori- escuelas de alfabetización.
dad en el presupuesto a la educación: En esta época, paralelamente a las
entre 3,3 % y 6,0 % del presupuesto empresas, colegios privados católicos
nacional total de 1946 a 1957. o laicos abrieron escuelas anexas de
La educación pública seguía siendo alfabetización para niños pobres en las
financiada en su mayor parte por los cuales enseñaban religiosos o los mis-
departamentos. En 1951, sobre un to- mos alumnos. Los sindicatos no que-
tal de 122.928.000 pesos de la época, daron al margen de este esfuerzo.
por ejemplo, los departamentos pro- Para contrarrestar el movimiento sin-
porcionaban el 61 %, la nación el dical liberal de la década de los treinta
34,4 % y los municipios 3,8 %. En pro- y tratar de reconquistar parte del con-
medio los departamentos invertían trol religioso sobre la clase obrera, en
casi el 80 % de su presupuesto edu- 1946 los jesuítas colaboraron en la
cativo en la escuela primaria (sobre fundación de la Unión de Trabajado-
todo en los salarios de los maestros), res de Colombia (UTC) que también
Capítulo 4
121

Desfile olímpico
en el Instituto
Politécnico, durante
los años 40.

tenía un programa de alfabetización. la Iglesia católica, del gobierno colom-


En 1947. el padre José Joaquín Sal- biano y de la UNESCO, y menos aún
cedo inició en el Valle de Tenza (Bo- que se haya convertido en un modelo
yacá) emisiones radiofónicas de reli- para América Latina.
gión, alfabetización y técnicas agríco- Sin embargo todas esas iniciativas
las para sus fieles. Esas emisiones iban resultaron insuficientes en relación
a transformarse con el tiempo en la gi- con una población analfabeta estima-
gantesca empresa de Acción Cultural da en un 38 % de la población total.
Popular (ACPO) de Radio Sutatenza. En esta época la alfabetización era
En efecto, la radio parecía ser una so- considerada en ciertos círculos como
lución eficaz y barata a la falta de edu- una obra caritativa de las clases su-
cación formal y a la ausencia de curas periores y letradas en favor de los po-
en el campo, especialmente en el pe- bres e ignorantes. La alfabetización,
ríodo de la Violencia. El padre Sal- aun cuando estaba reconocida por los
cedo declaraba abiertamente obrar en dirigentes del país como un factor in-
favor de la recristianización y de la dispensable para el desarrollo, no for-
protección de los campesinos amena- maba parte de las funciones reales del
zados por el éxodo rural y el comunis- Ministerio de Educación.
mo: «Este instrumento de la radio y la
compleja organización que ha origi-
nado, va plasmando en nuestros cam- La educación
pesinos una mentalidad sólidamente primaria urbana y rural
conformada para la obediencia a los Los años 1946-1957 se caracterizan
pastores, el acatamiento a los sacer- por un fuerte aumento del número de
dotes y la devoción filial a la Iglesia. alumnos, maestros y escuelas en la en-
Ya no es posible llegar a quienes fre- señanza primaria. Pero es necesario
cuentemente escuchan la radio de considerar que, sobre todo en la edu-
Sutatenza con mensajes atentatorios cación, una reforma necesita prácti-
contra la pureza de la doctrina o in- camente más de una generación para
citantes al desorden social.» No tiene producir todos sus efectos, es decir,
nada de extraño que ACPO se haya que es poco frecuente que un aumento
beneficiado rápidamente del apoyo de cuantitativo en este campo sea seguido
122 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

de un mejoramiento cualitativo. maria, solucionando así en parte el


La Revolución en Marcha fue un in- problema de la falta de maestros y de
tento de transformar la escuela pri- locales de enseñanza. En el sector ru-
maria, convirtiéndola en uno de los ral, los estudios quedaron organizados
principales agentes de modernización de manera tal que los pocos alumnos
y de democratización de la sociedad que los terminaran con éxito no po-
colombiana. Ya desde 1932 se habían drían prácticamente seguir en un co-
suprimido —en la legislación, pero no legio conducente al bachillerato, sino
en los hechos— las diferencias entre en una escuela agrícola, comercial o
escuelas urbanas y rurales; también se industrial. Era una manera de limitar
había fomentado un movimiento en la movilidad social.
favor de la Escuela Activa. Este im- También se nota en este período un
pulso fue detenido en la década de los abandono, por parte del Ministerio de
cuarenta. Por otra parte, ya desde an- Educación Nacional, de ciertas funcio-
tes del 9 de abril, algunos ministros de nes que la Revolución en Marcha ha-
Educación, inquietos por el proceso bía tratado de vincular a la escuela: la
de urbanización y laicización del país, alimentación y la salud, según el prin-
trataron de frenar este movimiento cipio sencillo pero clave de que los
por medio de una educación tradicio- alumnos desnutridos y enfermos no
nal. Sería un error creer que sólo los podían aprender. La creación de un
conservadores quisieron dar ese paso ministerio autónomo de Higiene en
atrás. Ya en El Tiempo del 6 de fe-
brero de 1944, el ministro de Educa- 1947 no fue un error, pero contribuiría
ción Antonio Rocha, liberal, anuncia- a limitar las responsabilidades del Mi-
ba: «Si no volvemos la mujer al hogar nisterio de Educación en el campo de
y el campesino al campo, no pasarán la salud de los estudiantes. Los restau-
tres generaciones sin que Colombia rantes escolares no iban tampoco a de-
haya dejado de existir como naciona- saparecer totalmente, pero su reorga-
lidad auténtica [...] Yo rectificaré la nización en 1949, condicionando la
pedagogía hacia este objetivo supre- subvención respectiva del Ministerio
mo.» En efecto, hasta el Primer Plan de Educación a la iniciativa del mu-
Quinquenal de Educación Integral nicipio, iba a favorecer las escuelas ur-
presentado en 1958, la política edu- banas situadas en municipios pudien-
cativa nacional fue orientada a frenar tes, en contra de las escuelas rurales
el éxodo rural de los jóvenes y a ase- que por variadas razones necesitaban
gurar una educación separada de las más de este servicio.
mujeres.
La realidad de la educación
En 1950, la legislación volvió a ra- primaria oficial y el magisterio
tificar las diferencias entre escuela ur-
bana y escuela rural, suprimiendo la Concretamente, ¿qué era la educación
esperanza lejana de la escuela única. primaria oficial entre 1946 y 1957?
De ahí en adelante, la mayoría de las Antes que nada, es preciso destacar
escuelas rurales serían alternas (un día que pocos planteles ofrecían la totali-
para los varones, un día para las mu- dad del ciclo primario a los alumnos:
jeres) con dos años de estudio, otras todavía en 1957, sólo el 35,8 % de las
serían de un solo sexo y con cuatro escuelas urbanas proporcionaban los
años de estudio, mientras que la es- cinco años completos del programa y
cuela urbana tendría cinco años de es- sólo el 4,1 % de las escuelas rurales
tudio. El programa rural era sencilla- ofrecían los cuatro años establecidos
mente una condensación del programa en el programa. Eso explica, conjun-
de la escuela urbana, que no estaba tamente con la repetición y la deser-
adaptado a la vida en el campo. ción escolar, por qué la inmensa ma-
yoría de los alumnos urbanos y la casi
Globalmente se redujo el número totalidad de los alumnos rurales no es-
de años de estudio en la educación pri-
Capítulo 4 123

tudiaban más allá del segundo grado mero total de maestros de primaria
de primaria. empleados por el sector oficial fue
Por lo general, los locales escolares multiplicado por dos. Ese aumento se
de las ciudades eran adecuados, pero hizo lógicamente en detrimento de la
en el campo el problema era más crí- calidad de la enseñanza. Las secreta-
tico, sobre todo cuando la escuela era rías departamentales de Educación
una casa de habitación arrendada que nombraron centenares de maestros sin
no disponía de las condiciones míni- diploma, que muchas veces no tenían
mas necesarias (muebles, luz eléctrica, más preparación que la escuela pri-
ventilación, sanitarios). El material maria incompleta. En 1953, por ejem-
escolar, que normalmente debía su- plo, el porcentaje de maestros sin for-
ministrar el Ministerio de Educación, mación pedagógica alguna era supe-
faltaba en la mayor parte de las escue- rior al 85 % en las escuelas rurales y
las. En 1953 una clase promedio de se- al 60 % en las escuelas urbanas. En
tenta alumnos recibía cuatro cajas de comparación con la situación de la dé-
tiza, doce lápices negros y tres de co- cada de 1930, se nota una seria des-
lor, ocho cuadernos y una cartilla... calificación del magisterio, a la cual se
Eso significaba en la realidad que nu- sumaba una mayor feminización de la
merosas escuelas, especialmente las profesión: en el año 1945 las mujeres
rurales, no obtenían nada. Eran pues representaban el 75 % del total, en
los padres de familia quienes debían 1957 el 80 %.
comprarles el material a sus hijos, El Ministerio de Educación dejó de
además de los zapatos, considerados preocuparse por la capacitación de los
como obligatorios para matricularse, y maestros sin título o con formación
muchas veces el uniforme. Así, el cos- pedagógica tradicional. Lo único que
to de mantener a un niño en la escuela pretendía, pero sin darse los medios
pública, supuestamente gratuita, so- para hacerlo, era «recristianizar» a un
brepasaba las posibilidades económi- magisterio que supuestamente había
cas de una familia de clase popular e perdido su mística y tomado una
impedía la matrícula de los más po- orientación materialista y atea a raíz
bres. En estas condiciones, la mayoría de la Revolución en Marcha. Esta acu-
de las escuelas utilizaban métodos pe- sación no tomaba en cuenta el dete-
dagógicos muy tradicionales. Por lo
general los maestros no disponían de Próspero Carbonell,
más libros escolares que el catecismo ministro de Educación
del padre Astete y eventualmente un en el primer año de
gobierno de la Junta
libro de lectura. Por consiguiente, dic- Militar. Para el
taban las clases a los alumnos, que las referendum de 1958,
copiaban en sus cuadernos, para luego se dio prioridad a la
memorizar y decir la lección en coro. educación, con un
Un programa de estudio recargado y obligatorio 10% del
presupuesto nacional.
numerosos alumnos le limitaban al Era necesario, entonces,
maestro mejor intencionado las posi- "ofrecer por lo menos
bles innovaciones. Finalmente, con- una esperanza de
viene mencionar los efectos graves promoción social a las
clases populares,
que tuvieron sobre el magisterio el rá- abriéndoles las puertas
pido aumento cuantitativo de la ma- de la educación
trícula en la escuela primaria; la poli- pública primaria, media
tización de la administración en el pe- y aun de la superior.
La educación elemental
ríodo de la Violencia, y el paso atrás debía, además,
dado en los métodos pedagógicos por extenderse a todos,
el Ministerio de Educación Nacional. y había que privilegiar
Para responder a la progresión del la formación religiosa,
moral y cívica."
alumnado, entre 1945 y 1957, el nú-
124 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

rioro de los salarios durante estos El bachillerato, privilegio de una


años. Si a principios de la década de minoría colocada en las clases superior
1940 el salario mensual de un maestro y media, era el pasaporte indispensa-
(más o menos $ 80) correspondía a un ble para ingresar a las universidades v
salario de clase media, en 1955 el sa- poder así ejercer en el futuro las ca-
lario promedio ($ 200 mensuales) era rreras más prestigiosas. Numerosos
inferior al de un contabilista, un cho- políticos e intelectuales no querían fa-
fer de bus o una buena secretaria. Así. cilitar ni abrir el acceso del bachille-
los maestros estaban situados ahora en rato a las clases populares. Temían
el nivel salarial correspondiente a la que los bachilleres de estos estratos re-
clase obrera. Con esos elementos, no chazaran después los trabajos manua-
es sorprendente que en 1959 el magis- les que, según ellos, les correspondía
terio creara un movimiento sindical hacer.
particularmente fuerte y unido, la Fe- El mejor medio para conservar la
deración Colombiana de Educadores estructura elitista de la enseñanza era
(FECODE). que dos años más tarde desarrollar los colegios particulares.
organiza su primera huelga nacional Pero no se puede considerar el sector
bajo la consigna «los maestros no son privado como homogéneo. A medida
unos apóstoles, son unos explotados». que el bachillerato se volvió obligato-
El cuerpo docente se encontraba en rio para conseguir un buen empleo,
un círculo vicioso: los salarios bajos y los planteles se multiplicaron según
las malas condiciones de trabajo ge- una jerarquía bien definida. Los más
neraban una disminución de los diplo- prestigiosos, como el Gimnasio Mo-
mados y de los hombres en la profe- derno o los colegios de la Compañía
sión, mientras su falta de preparación de Jesús, elevaron el costo de la ma-
generaba una disminución del presti- trícula y de la pensión y a la vez pri-
gio social de la profesión. vilegiaron a los candidatos que tenían
un pariente ya educado en la institu-
ción, estableciendo así un sistema de
Los colegios de bachillerato reproducción de castas. Al otro extre-
Al estudiar los periódicos y revistas de mo de la escala se desarrolló una mul-
la época de la Violencia, es sorpren- titud de colegios que prometían una
dente la casi unanimidad que reinaba formación secundaria a los hijos de fa-
a propósito de un tema tan importante milias modestas; estos colegios no
como el de la orientación de la edu- eran en realidad más que escuelas pri-
cación primaria, la única formación marias de ínfima calidad. También
que la mayoría de la juventud colom- existían diferencias entre los planteles
biana podía esperar adquirir en ese según quienes fueran sus propieta-
entonces. Otra cosa sucedía con el ba- rios: comunidades religiosas, laicos, ca-
chillerato, que era un asunto de inte- tólicos, extranjeros, etc. Ese cuadro
rés para la elite y que fue sometido en muestra que ofrecer una educación se-
aquel entonces a varias discusiones y cundaria privada se había convertido
reformas. Al respecto, es útil mencio- en un verdadero negocio, muchas ve-
nar que los partidarios y adversarios ces a costa de la calidad de la ense-
de las reformas al bachillerato se di- ñanza.
vidían, como podría esperarse, entre No obstante, entre 1945 y 1957 el
conservadores y liberales. Poco a poco número de planteles y de matriculados
las oposiciones ideológicas del pasa- en el sector oficial aumentó en un
do habían dejado lugar a rivalidades 11.2 %, que es un avance importante,
mucho más sutiles y complejas, pero a la vez muy limitado cuando se
que daban como resultado el hecho compara con el avance del sector pri-
de encontrar muchas veces en el mis- vado. Además, a partir de 1949, la
mo campo de lucha a antiguos ad- progresión del sector oficial fue debi-
versarios. da únicamente a la iniciativa de los de-
Capítulo 4 125

partamentos: el gobierno central re- Aurelio Caicedo Ayerbe,


nunció a la política de creación de co- ministro de Educación
legios nacionales empezada durante la 1955-1956. Propuso la
Revolución en Marcha. Paralelamente reforma del bachillerato
reduciéndolo a cuatro
se continuaba subvencionando los co- años y suprimiendo
legios particulares por medio de par- asignaturas como el
tidas en el presupuesto nacional. latín, el francés
En cuanto a democratizar el bachi- y la filosofía.
El proyecto provocó la
llerato, el Ministerio de Educación se oposición de
limitó a otorgar alrededor de mil becas intelectuales y
entre candidatos a ingresar a cole- educadores,
gios nacionales o privados. También, condenándolo
adaptándose a la necesidad de ofrecer al fracaso.
a las clases populares una posibilidad
de promoción social por medio de la
educación, creó el bachillerato noctur-
no. Gratuito o barato, el bachillerato
nocturno proporcionaba la oportuni-
dad a trabajadores y empleados de
presentar el examen oficial después de
ocho años de estudios efectuados en
sus horas libres.
La política no estuvo ausente en
este proceso. Hubo desplazamientos y
despidos de personal docente. Ade-
más, bajo la presidencia de Gómez y
de Urdaneta, el ministerio, en su ob- de la reforma era a la vez democrati-
sesión de «recristianizar» a los jóve- zar el bachillerato y desviar parte de
nes, prohibió la educación mixta. Co- los titulados del camino a la universi-
legios laicos o extranjeros sufrieron dad, dirigiéndolos hacia las carreras
entonces por el celo excesivo de parte técnicas que necesitaba la economía
de algunos inspectores. Pero fueron colombiana. Por consiguiente, el con-
las reformas del bachillerato las que tenido de los programas de bachille-
produjeron mayores reacciones, opo- rato debía ser modificado: se supri-
niéndose básicamente los defensores mieron el latín, el francés y la filosofía
de la modernización a los mantene- para reemplazarlos por el inglés y las
dores de la tradición. ciencias. Es preciso recordar que Co-
lombia se encontraba en un período
La reforma del bachillerato de 1955 de intensa penetración de la influencia
norteamericana, tanto económica co-
La más significativa reforma del ba- mo política.
chillerato ocurrió en 1955. El ministro Los grupos económicos poderosos
de Educación Aurelio Caicedo Ayer- acogieron la reforma con relativa sa-
be, aconsejado por un experto ale- tisfacción; sin embargo, ésta levantó
mán, propuso el otorgamiento del tí- una ola de protestas basadas en razo-
tulo de bachillerato después de cuatro nes a veces divergentes, por parte de
años de estudio, en vez de los seis años la mayoría de los pedagogos y de la
tradicionales, e inmediatamente los Iglesia. Personalidades de criterios ge-
bachilleres podrían elegir entre tres neralmente encontrados como el so-
posibilidades: empezar directamente cialista Gerardo Molina, el liberal
a trabajar, hacer una especialización Luis López de Mesa, el conservador
técnica, o estudiar dos años suplemen- Eliseo Arango, el arzobispo de Bo-
tarios para presentar el examen de in- gotá monseñor Crisanto Luque, el pa-
greso a las universidades. La finalidad dre jesuíta Félix Restrepo, los educa-
126 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

dores Agustín Nieto Caballero, Rafael ción Nacional cuya debilidad era pro-
Bernal Jiménez o Nicolás Gaviría se porcional a la pequeña cantidad de co-
unieron para oponerse al plan de un legios nacionales que había estableci-
nuevo bachillerato de cuatro años. Po- do. Además, personas como un Félix
demos también notar aquí que el en- Restrepo o un Agustín Nieto, preci-
foque tradicional de los temas educa- samente porque habían sido profeso-
tivos por parte de los partidos políticos res de varios de los dirigentes políticos
había sufrido grandes cambios. Du- de la época, tenían eficaces medios de
rante meses, la prensa dio cuenta de presión sobre el Ministerio de Edu-
múltiples críticas a las consecuencias cación.
de esta reforma que conllevaría, según
varios intelectuales y los eclesiásticos, Las escuelas normales
al triunfo del materialismo y del prag-
matismo norteamericanos sobre la cul- En 1955 la misión del padre Lebret
tura y la espiritualidad francesas. constató: «El balance de la enseñanza
Finalmente, el ministro de Educa- normalista es bastante paradójico; la
ción Caicedo se vio obligado a renun- mayor parte de los alumnos graduados
ciar. Hábilmente su sucesor, Gabriel que salen de las escuelas normales ru-
Betancur Mejía, archivó la reforma y rales se desplazan hacia la enseñanza
mantuvo la vigencia del antiguo ba- primaria urbana [...] los alumnos gra-
chillerato. Ya se comenzaba a percibir duados de las escuelas normales su-
el aislamiento de Rojas y la creciente periores que prosiguen la carrera de la
unión contra él, en la cual la Iglesia enseñanza, se orientan hacia el pro-
tuvo un papel clave. El fracaso de la fesorado en los colegios de la ense-
reforma del bachillerato muestra, ñanza secundaria, pasando o no por
también, la inmensa fuerza de los co- una Facultad Pedagógica [...] Pero
legios privados (especialmente la Con- aún es más grave el hecho de que la
federación Nacional de Colegios Ca- mayoría de los alumnos graduados
tólicos), que proporcionaban la mayor abandonan la enseñanza (cerca del
parte de la enseñanza secundaria clá- 70 %) y se orientan hacia profesiones
sica frente a un Ministerio de Educa- en las que su cultura general les per-

El presidente Rojas
Pinilla es saludado por
el ministro de Educación
Manuel Mosquera Garcés,
durante el concierto
inaugural de la Orquesta
Sinfónica de Colombia,
en el Teatro Colón,
de Bogotá, 20 de julio
de 1953.
Capítulo 4 127

mita obtener remuneraciones mucho Rafael Azula Barrera,


más ventajosas que las de la enseñan- ministro de Educación
za, aun secundaria.» ¿Por qué tal ba- de Laureano Gómez,
confió nuevamente a los
lance? La primera respuesta se en- alemanes Julius Sieber
cuentra en la degradación de la con- y Fransiska Radke
dición socioeconómica de los maes- la dirección de la
tros. Si un gobierno quiere maestros Escuela Normal Superior,
calificados tiene que pagarles sueldos dividida ahora en dos
secciones: una para
decentes. La segunda respuesta se en- hombres con sede en
cuentra en la organización errónea de Tunja, y otra para
los estudios normalistas. mujeres con sede
A pesar de un aumento considera- en Bogotá.
ble del número de escuelas normales
particulares, el Ministerio de Educa-
ción no dejó la enseñanza normalista
totalmente a cargo del sector privado:
administraba por lo menos una escue- derno y vanguardista, la escuela había
la normal nacional para hombres y formado profesores de enseñanza se-
otra para mujeres en cada departa- cundaria, normal y a futuros respon-
mento. De otra parte, muchos depar- sables de la administración de la edu-
tamentos tenían planteles propios de cación. Entre su profesorado tenía al-
enseñanza normal. Además, para in- gunos refugiados venidos de Europa,
citar a los jóvenes a escoger la carrera que habían participado con colombia-
de normalista, en un período de pe- nos en la reforma de la pedagogía y en
nuria de maestros, la nación y los de- la introducción de las ciencias sociales
partamentos ofrecían bastantes becas en los planes de estudio. Orgullo del
para estudios normales. Los progra- liberalismo, la Escuela Normal Supe-
mas de estudio de las escuelas nor- rior fue el blanco de la reconquista
males eran paralelos a los del bachille- conservadora. El ministro de Educa-
rato; de seis años de duración, no ción Rafael Azula Barrera confió su
abordaban la pedagogía sino en el ter- dirección a dos alemanes que habían
cer año. Varias escuelas no suminis- sido los iniciadores de la formación de
traban la enseñanza normal completa. los profesores secundarios en Colom-
Por consiguiente, muchos alumnos bia, en la década de los veinte, y sim-
empezaban la normal únicamente por- patizantes del nacional-socialismo: Ju-
que las becas eran más fáciles de con- lius Sieber y Franziska Radke. La Es-
seguir y después de uno o dos años la cuela fue dividida en dos secciones,
abandonaban para seguir en un cole- una para hombres con sede en Tunja
gio o trabajar como maestros sin tí- y otra para mujeres con sede en Bo-
tulo. Algo similar ocurría con las es- gotá. De esta manera, cambió por
cuelas normales rurales. Iniciadas en completo la orientación pedagógica de
1934 para formar rápidamente maes- la escuela, no sin antes haberse per-
tras para el campo, estas escuelas se judicado la enseñanza normal en su
habían multiplicado, pero todas esta- conjunto.
ban situadas en ciudades. En 1951 un
nuevo decreto extendió a cuatro años Carreras técnicas adaptadas
los estudios para obtener el diploma. a las necesidades económicas
Las egresadas no aceptaban ir a ais-
larse a una escuela rural desprovista Desde 1938, el Ministerio de Educa-
del material escolar necesario. ción se había propuesto quitar a las ca-
En 1952, para responder a la con- rreras técnicas su vocación de reden-
signa de «recristianización» del magis- toras de los pobres y volverlas agentes
terio, se reorganizó completamente la de modernización. Las transformacio-
Escuela Normal Superior. Plantel mo- nes socioeconómicas de los años 1946-
128 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

1957 hicieron todavía más urgente la En este sentido, las escuelas comer-
necesidad de formar los técnicos y ciales presentaban muchas ventajas
obreros especializados que hacían fal- para una familia de ingresos modes-
ta al país. Para cumplir este deber, el tos, pues los estudios comerciales ge-
ministerio creó en 1948 un Departa- neralmente no duraban más de dos
mento de Enseñanza Técnica, y en años y no exigían como requisito de
1950, por iniciativa de Gabriel Betan- ingreso la primaria completa, lo que
cur Mejía, el Instituto Colombiano de compensaba su costo. La enseñanza
Especialización Técnica en el Exterior dispensada no era manual y los diplo-
(ICETEX). Éste estuvo originalmente mas de comercio, aun cuando corres-
destinado a facilitar el perfecciona- pondían a un barniz de formación,
miento de profesionales y obreros téc- permitían evitar los trabajos en el sec-
nicos en el exterior, pero favoreció tor económico industrial, socialmente
principalmente a estudiantes de carre- menospreciados. El joven egresado
ras universitarias y dejó muy pocas be- podía encontrar un empleo de cajero
cas para los obreros y el personal téc- de banco, contabilista u oficinista y la
nico intermedio. En realidad los es- mujer un puesto de secretaria, meca-
fuerzos para mejorar la formación téc- nógrafa o vendedora. Los directores
nica tropezaban con un obstáculo psi- de escuelas de comercio, en contra-
cológico de talla: el prejuicio tra- partida, aprovechaban la situación, a
dicional contra el trabajo manual. sabiendas de que los padres de familia
necesitaban de este tipo de formación
para sus hijos. El caso es que reinaba
Las escuelas de comercio una verdadera anarquía, tanto en la
Por consiguiente, no es sorprendente organización de los estudios, como en
que fuese el sector de la enseñanza co- la calificación del personal docente y
mercial el que más progresó durante el en las condiciones del material de en-
período. En 1957, detrás de los co- señanza, muchas veces totalmente im-
legios de bachillerato que atraían el provisado; los locales de enseñanza no
65,5 % de todos los matriculados en la eran en varios casos más que los cuar-
enseñanza media, venían en orden de tos de una casa de habitación. En este
importancia las escuelas de comercio, sector, aun más que en los otros, la
con un 16,7 % de la matrícula total. educación se había vuelto un negocio.
La casi totalidad de estos estableci- El Ministerio de Educación concen-
mientos eran privados. El Ministerio traba sus esfuerzos en las cuatro es-
de Educación sólo administraba las cuelas nacionales de comercio, que te-
Escuelas Nacionales de Comercio de nían un nivel pedagógico alto, y para
Bogotá y de Barranquilla, hasta que controlar los planteles privados y de-
en 1953 abrió un plantel en Cali y otro partamentales se limitó a crear, entre
en Cúcuta. Además, en algunas regio- 1948 y 1952, normas sobre los requi-
nes del país existía una sección co- sitos mínimos necesarios para el re-
mercial en el colegio de bachillerato conocimiento oficial de las escuelas y
departamental. Por lo general, las de los títulos otorgados. Luego, pau-
trescientas escuelas de comercio que latinamente, se estableció un embrión
funcionaban en 1957 se constituyeron de servicio de inspección escolar, para
sin ningún tipo de control, es decir, esta área. Sin embargo, el Ministerio
con libertad absoluta. Estas escuelas de Educación Nacional obtenía mu-
respondían por una parte a la deman-
da de un sector de comercio y servicios chas ventajas de la proliferación de es-
en rápida expansión, y por otra, a cuelas comerciales privadas, ya que
la nueva necesidad de los jóvenes éstas llenaban un vacío en la estruc-
de tener una formación posprimaria tura educativa colombiana, al ofrecer
que les permitiría encontrar un em- una formación media a un sector de la
pleo decente. población sin que costara ni un solo
peso al erario público.
Capitulo 4 129

Las escuelas industriales nistería, zapatería y sastrería. En se-


y la creación del Servicio Nacional gundo lugar, estaban los institutos téc-
de Aprendizaje (SENA) nicos industriales, más adaptados a la
economía moderna, que otorgaban,
Todo lo contrario ocurría en la ense- después de cinco o siete años de es-
ñanza industrial. Este sector, que ne- tudio, títulos de experto o técnico. Si
cesitaba costosas inversiones en ma- la primera categoría cumplía con el
quinaria y material, no interesaba a la propósito de formar rápidamente ar-
educación privada, salvo a la congre- tesanos y obreros calificados, la segun-
gación de los Salesianos. Principal- da padecía problemas tales como la
mente basada en el trabajo manual, la falta de vocación de los jóvenes y tasas
formación industrial no atraía a los jó- de deserción similares a las ya seña-
venes de las clases media y superior. ladas en las escuelas normales. El pro-
Además padecía la desventaja de ha- blema consistía en que un diploma de
ber sido hasta la Revolución en Mar- técnico requería más años de estudios
cha el premio a los pobres, huérfanos que el bachillerato a pesar de ser me-
y delincuentes, ya que las escuelas in- nos reconocido; muchos alumnos in-
dustriales eran consideradas más bien gresaban a los institutos industriales
como centros de reeducación. Si el Es- únicamente porque las becas eran más
tado quería modernizarlas, debía in- numerosas.
tervenir directamente. Además, de manera general, la en-
En la década de los cincuenta, el señanza industrial en planteles espe-
Ministerio de Educación poseía y di- ciales conocía un fenómeno que aun
rigía la mayoría de la cincuentena de con las mejores intenciones no era fá-
escuelas industriales del país. Los es- cil de corregir: la rápida desactualiza-
tablecimientos se dividían en dos ca- ción de la costosa maquinaria y de los
tegorías. En primer lugar, encontra- métodos de enseñanza respecto de los
mos las escuelas artesanales y de artes cambios tecnológicos en la industria.
y oficios tradicionales que ofrecían, Con la creación del Servicio Nacional
en un lapso de dos a cuatro años de de Aprendizaje (SENA) en 1957, que
estudios prácticos, la preparación en introdujo la formación práctica en las
mecánica, herrería, carpintería, eba- empresas junto con la instrucción ge-

El presidente Alberto
Lleras Camargo, con
estudiantes de mecánica,
durante la inauguración
del edificio del Sena,
en Bogotá. El Servicio
Nacional de Aprendizaje,
creado en 1957, una
trascendental reforma
de la educación
en su rama tecnológica
y de capacitación.
130
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

neral y teórica en centros de enseñan- taba todo por hacer. En este conjunto
za, se pensó que se había arribado a la bastante deprimente se destacaba la
solución del problema mencionado. iniciativa por la Federación Nacional
Aun cuando el SENA no produciría de Cafeteros para crear concentracio-
sus primeros efectos sino a partir de nes rurales en zonas de mediana pro-
1960, su fundación puede considerarse piedad agrícola. Esta iniciativa contri-
como una de las más trascendentales buyó a la formación de técnicos agrí-
reformas educativas del período. colas, sirvió a la difusión de métodos
más eficientes de trabajo y cumplió
Las escuelas agrícolas con su objetivo declarado de contri-
buir a la estabilización de la población
La formación agrícola lógicamente su- cafetera.
frió también sus propias repercusiones
de la Violencia, que fue sobre todo ru- La enseñanza femenina
ral. En su mayor parte de carácter na-
cional, las escuelas de agricultura cam- Volver el campesino al surco y la mu-
biaron de personal docente y otras se jer al hogar eran las consignas de la
cerraron o fueron simplemente des- época. Si la primera era imposible sin
plazadas. Además, muchas tenían una reforma agraria, la segunda era
muy pocos alumnos, generalmente be- muy improbable en una sociedad en
cados, y la minoría que terminaba los proceso de modernización y de laici-
estudios no trabajaba en la agricultura zación. Las estadísticas mostraban que
sino en los servicios o en la misma en- la mujer tomaba cada día una parte
señanza agrícola... Este era, pues, el más activa en la producción, tanto en
sector de formación con el rendimien- la agricultura como en la industria y
to más bajo y necesitaba una reforma los servicios. Pero muchas actividades
que se vislumbraba inseparable de una femeninas, como el servicio domésti-
reforma profunda en la estructura co, las cosechas estacionales o el tra-
agraria. bajo a domicilio, eran de tipo prein-
La política educativa que se definió dustrial, con la excepción de las obre-
a partir de 1949 estaba lejos de este ras de fábricas, las empleadas del co-
objetivo. En 1951, según el Ministerio mercio y de oficina y las maestras de
de Educación, «la urgencia era hacer escuela, por ejemplo. La remunera-
regresar el pueblo trabajador a la mo- ción del trabajo femenino era siempre
ral cristiana y al surco abandonado», inferior a la de los hombres en la mis-
sin preocuparse por analizar las causas ma profesión. Se continuaba conside-
del éxodo rural. En el año siguiente, rando el trabajo de la mujer como un
el ministro Lucio Pabón Núñez separó aporte al salario del jefe de familia.
la educación agrícola del Departamen- Sin embargo, esta realidad era ya bien
to de Enseñanza Técnica para inte- distinta al modelo tradicional de la fa-
grarla a un nuevo Departamento de milia católica. Muchas madres asegu-
Educación Campesina, diseñado es- raban solas el sostenimiento de su fa-
pecialmente para impedir a los alum- milia. Algunos políticos de los dos
nos pasar a otros sectores de la ense- partidos tradicionales veían esta situa-
ñanza. Los años de estudio para ob- ción como una amenaza contra la so-
tener el diploma quedaron reducidos a ciedad colombiana. Se opusieron tam-
dos, con el fin de disminuir la deser- bién al sufragio femenino, considerán-
ción escolar. Al mismo tiempo se mul- dolo como contrario al papel de madre
tiplicó la creación de escuelas agríco- y esposa. Sin embargo, en 1954, Rojas
las en todo el territorio nacional. concedió el derecho de votar a la mu-
La reforma no era la adecuada para jer colombiana y en 1956 nombró a la
solucionar los problemas de la ense- primera mujer ministra, Josefina Va-
ñanza agrícola en su ligazón estrecha lencia de Hubach, en la cartera de
con los de la agricultura. En 1957 fal- Educación.
Capítulo 4 131

Durante esos años, los pedagogos y


políticos discutieron bastante sobre la
orientación que se debía dar a la edu-
cación de la mujer, que ya constituía
la mayoría del alumnado de las escue-
las normales y comerciales. Se pregun-
taban, entre otros temas, cómo pro-
porcionarle posibilidades de forma-
ción sin disolver la familia ni desna-
turalizar la misión tradicional de la
mujer. La respuesta a esta reflexión
fue la repulsa de la educación mixta y
la creación de carreras típicamente fe-
meninas. Esta orientación tenía ya sus
antecedentes. En 1941, el gobierno li-
beral de Eduardo Santos creó el ba-
chillerato femenino (bachillerato clá-
sico con artes del hogar). En 1942, el
Ministerio de Educación estableció
una Sección de Educación Femenina,
que inició un programa de escuelas del
hogar para campesinas y de escuelas
complementarias que enseñaban artes
manuales y costura a las hijas de obre-
ros. En 1945 se fundaron los Colegios
Mayores de Cultura Femenina, que
ofrecían preparación en carreras so-
ciales, científicas y artísticas.
A partir de 1949, el personal liberal
de la Sección Femenina y los docentes veriana una Sección Femenina con li- Josefina Valencia
liberales de las escuelas oficiales pa- cenciaturas en derecho, filosofía y le- de Hubach, primera mujer
en desempeñar un
decieron la purga y fueron reempla- tras, enfermería, bacteriología, co- ministerio en Colombia
zados por conservadores. Varios es- mercio y artes decorativas. (1956), en la cartera
tablecimientos oficiales cambiaron su Las carreras intermedias, sociales, de Educación.
nombre. La educación mixta fue pro- paramédicas, artísticas y literarias, re-
hibida y las escuelas estrechamente vi- muneradoras y socialmente aceptadas
giladas sobre este punto, según la letra para las mujeres, se organizaron en un
del Concordato con la Santa Sede. Sin principio en establecimientos separa-
embargo, las opciones generales de la dos de los varones y principalmente a
enseñanza femenina no fueron alte- nivel universitario, reservándose así
radas. Las escuelas campesinas de ho- para las clases sociales que hubieran
gar, las escuelas complementarias de pasado la barrera de la enseñanza me-
artes manuales y los colegios mayores dia. Mientras tanto, a las hijas del
se multiplicaron. El sector privado de pueblo se les ofrecieron escuelas cam-
enseñanza femenina se desarrolló en pesinas e industriales. Así, la estruc-
la enseñanza media superior, hacien- tura de la enseñanza femenina repro-
do frente a la necesidad de crear ca- ducía la estructura general de la edu-
rreras alternativas a las de maestra de cación y de la sociedad.
escuela, empleada de comercio y me-
canógrafa. Es útil aquí resaltar la ha- La universidad
bilidad y la prontitud de los jesuítas,
particularmente del padre Félix Res- Con un total de 12.000 estudiantes en
trepo, para detectar esa necesidad. Ya 1954, los estudios superiores estaban
en 1941 se fundó en la Universidad Ja- todavía poco desarrollados en Colom-
132
Nueva Historia de Colombia, Vol. IV

bia: no representaban más del 1 % de versidades y facultades, se estableció


la matrícula en la escuela primaria, y el Fondo Universitario Nacional. Esa
sin embargo recibían la mitad del pre- entidad serviría también para estimu-
supuesto nacional para educación. El lar la enseñanza universitaria y contra-
sector oficial recibía una matrícula tar a profesores extranjeros. En 1957
mayor a la del sector privado. La Uni- se transformó en la Asociación Co-
versidad Nacional en Bogotá acogía, lombiana de Universidades (ASCUN)
ella sola, una tercera parte de la po- y asumió las funciones de inspección y
blación estudiantil universitaria. La vigilancia de la enseñanza superior,
universidad padecía los mismos pro- asegurando al mismo tiempo un nexo
blemas que el resto de la enseñanza: entre el sector público y el sector pri-
una fuerte tasa de deserción en el cur- vado. Finalmente, el Ministerio de
so de los estudios, un profesorado a Educación creó dos establecimientos
veces poco calificado, una enseñanza públicos importantes para la moder-
academicista y por ende poco práctica. nización del país: la Universidad In-
Las facultades no tenían una relación dustrial de Santander en 1947 y la Es-
estrecha con las necesidades del de- cuela Superior de Administración Pú-
sarrollo económico del país y la inves- blica en 1956.
tigación no era suficientemente esti- Como en otros niveles de enseñan-
mulada. Las carreras más concurridas za, también aquí el sector privado se
seguían siendo medicina, odontología desarrolló mucho. Este movimiento
y derecho, lo que no era el caso de remontaba a 1931 cuando los jesuítas
agronomía, economía y sociología. volvieron a abrir la Pontificia Univer-
A excepción del financiamiento, los sidad Javeriana en Bogotá, para con-
gobiernos de 1946 a 1957 hicieron trarrestar así la enseñanza universita-
poco para adaptar la universidad pú- ria oficial, iniciando en esa época la
blica a las transformaciones socioeco- enseñanza de la economía en Colom-
nómicas. El tema de la universidad bia. Con la misma orientación, en
sólo figuró cuando se debatió el ba- 1936, el episcopado de Antioquia fun-
chillerato. También se discutió mucho dó la Universidad Católica Bolivaria-
la cuestión del examen de ingreso a los na. Ya hemos mencionado también la
estudios superiores, impuesto en 1950. creación de las carreras superiores fe-
En el 51 fue introducido un año pre- meninas. Es útil señalar la apertura en
paratorio a los cursos universitarios 1949, en Bogotá, de la Universidad de
propiamente dichos, siguiendo así el los Andes que se benefició del apoyo
modelo norteamericano. En 1956, de políticos liberales y conservadores
después del fracaso de la reforma del y de industriales; este plantel privado
bachillerato, el Ministerio de Educa- y laico estaba basado en el modelo de
ción suprimió el año" preparatorio, las universidades privadas norteame-
pero mantuvo el examen de ingreso. ricanas. En estrecha competencia con
No pudiendo estar al cubierto de la ola la Universidad Nacional y la Univer-
de politización y de la purga conser- sidad Javeriana, se especializó en las
vadora decidida por Gómez, la uni- carreras de ingeniería y economía, in-
versidad perdió durante su gobierno la cluyendo en sus programas académi-
autonomía adquirida durante la Re- cos pasantías y prácticas en universi-
volución en Marcha y pasó desde en- dades de los Estados Unidos.
tonces a estar bajo la responsabilidad Así, la Universidad de los Andes
del gobierno. prefiguró la evolución universitaria de
En el activo de la política universi- las décadas siguientes y simbolizó el
taria de este período debe mencionar- cambio ocurrido en las elites colom-
se la creación del ICETEX en 1950, lo bianas. Para llegar a la cumbre de la
cual benefició mucho a los estudian- sociedad, ya no era preciso estudiar
tes. En 1954, para introducir cierta medicina y derecho, sino ingeniería,
coordinación entre las distintas uni- economía o administración de empre-
Capítulo 4 133

Durante la fundación
de la Universidad de
los Andes, en Bogotá,
noviembre 16 de 1948:
Roberto Franco Franco,
primer rector,
Matilde Halperin de
Franco y monseñor
Emilio De Brigard
Ortiz, arzobispo
auxiliar de Bogotá.
La universidad abrió
cursos en 1949
especializándose
en economía
e ingeniería, con
intercambios en
Estados Unidos.

sas. Es significativo que los tres pre- perior. A medida que un número ma-
sidentes de la República de 1946 a yor de jóvenes de las clases medias in-
1957, Ospina. Gómez y Rojas, eran gresaba a la universidad pública, las
todos ingenieros. El fenómeno que elites iban creando un sistema univer-
había marcado la educación secunda- sitario privado paralelo, especializado
ria se reproducía en la educación su- en las nuevas carreras de prestigio.
134 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

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MOLANO, ALFREDO, y CÉSAR VERA. Evolución de la política educativa durante el siglo xx, pri-
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Capítulo 5 135

La educación en Colombia,
1958-1980
Aline Helg minos absolutos. Las escuelas parti-
culares representaban la inmensa ma-
yoría de los planteles del área comer-

E n 1958, al comienzo del Frente cial, que atraía particularmente a las


Nacional, la estructura de la edu- hijas de la clase media. El Estado con-
cación colombiana estaba bien defini- centró su acción formativa principal-
da para las siguientes décadas: gracias mente en los sectores de la enseñan-
a la ampliación de la matrícula, la es- za normal, industrial y agropecuaria.
cuela primaria se encontraba diferen- Esta política tendía a alejar de la uni-
ciada, de una vez por todas, entre un versidad a los candidatos de las clases
sector público abierto a las capas po- populares y a dirigirlos hacia las carre-
pulares y un sector privado reservado ras menos prestigiosas, que necesitaba
a las clases media alta y superior. En el desarrollo económico del país.
la educación primaria pública, ade- En relación con la educación supe-
más, se perpetuaban con fuerza las di- rior ya se esbozaba una tendencia a
ferencias entre las zonas urbanas, re- concebir a ciertas universidades como
lativamente bien equipadas, y las zo- prestigiosas y, en cambio, a ver otras
nas rurales, marginadas del proceso de como destinadas a recibir los estudian-
escolarización del país. tes de las capas medias que, induda-
En la enseñanza media aparecían, blemente, no habían podido pagarse
también, profundas diferencias entre los mejores colegios secundarios pri-
el sector público y el privado y entre vados.
las distintas orientaciones de la for- El período anterior dejó también
mación. Los colegios de bachillerato establecidas varias reformas en la or-
orientando a la universidad seguían ganización de la educación colombia-
recibiendo la mayoría de la población na, cuyos efectos se verían durante
escolar, pero la oferta de campos en el Frente Nacional. Tenemos, entre
este nivel, por parte del Estado, dis- otras, la creación del Instituto Colom-
minuía proporcionalmente; mientras, biano de Especialización Técnica en el
los establecimientos privados acogían Exterior (ICETEX), del Servicio Na-
un número creciente de alumnos, tan- cional de Aprendizaje (SENA) y de la
to en términos relativos como en tér- Oficina de Planeamiento Educativo
136 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

que preparó el Primer Plan Quinque- gistrada en el período anterior, trata-


nal de Educación Integral para los mos a continuación y en primer lugar
años 1958-1962. la evolución de la enseñanza superior
Los años posteriores a 1958 estuvie-
ron marcados por el mismo fenómeno Las universidades
de crecimiento cuantitativo rápido ob-
servado en la educación colombiana Es importante señalar que tanto la mi-
después de 1945. Según Robert Ar- sión del Banco Internacional de Re-
nove: «El número de estudiantes que construcción y Desarrollo (BIRD),
asistía a la escuela, aumentó dramáti- como la Misión «Economía y Huma-
camente entre 1958 y 1974. En 1958, nismo» del padre Lebret y el Primer
había aproximadamente 1.700.000 es- Plan Quinquenal habían insistido ya
tudiantes matriculados en todos los ni- en aconsejar a las autoridades colom-
veles del sistema escolar. En 1974, ha- bianas concentrar sus esfuerzos en la
bía más de 5.000.000 de estudiantes generalización de la enseñanza pri-
matriculados y 38.000 escuelas, aten- maria y la ampliación de una enseñan-
didas por cerca de 200.000 maes- za media diversificada, pero, en cuan-
tros. La matrícula de primaria llegó a to al nivel universitario, estos planes o
ser más del doble, de 1.493.128 a estudios consideraban menos necesa-
3.844.128. La educación secundaria rio incrementarlo que adaptarlo mejor
aumentó seis veces, de 192.079 a a las necesidades económicas del país
1.338.876. La educación superior se fomentando, por ejemplo, carreras
incrementó de 20.000 a 138.000 estu- modernas en prioridad sobre las tra-
diantes.» dicionales.
Las diferencias de crecimiento entre El crecimiento extraordinario de las
los tres niveles de educación fueron, universidades desde principios del
de 1970 a 1980, todavía más importan- Frente Nacional, muestra los límites
tes. En estos diez años la matrícula en de la acción del Ministerio de Educa-
las escuelas primarias creció en un ción Nacional sobre un sistema escolar
63 %, en el nivel medio en un 160 % ampliamente tributario de la iniciativa
Manifestación de la y en el nivel superior en un 278 %. privada; refleja, también, la penetra-
Asociación de Profesores El cambio más profundo se produjo ción norteamericana en la educación
Universitarios, con el colombiana: los créditos y la ayuda de
lema "por una reforma en las universidades. Por esta razón, y
democrática de la también porque esto es la consecuen- los organismos de los Estados Unidos
universidad colombiana", cia lógica de la expansión de la edu- se destinaron en su mayoría a la en-
en los primeros años 60. cación primaria y de la secundaria re- señanza superior, acelerando así su
desarrollo. Por otra parte, en una so-
ciedad jerarquizada como la colom-
biana, el crecimiento de la universidad
fue una consecuencia de la necesidad
para las clases superior y media de al-
canzar niveles de formación cada vez
más elevados para mantener su nivel
socioeconómico, habida cuenta de la
democratización de la educación ele-
mental y de la ampliación de la edu-
cación media. En otros términos, se
trata de una espiral educativa inflacio-
nista: de esta manera los que lleguen
a la cumbre de la sociedad habrán re-
querido más años de estudios y mucho
más caros, pero a fin de cuentas no se-
rán mucho más numerosos que en los
años treinta.
Capitulo 5 137

En 1958. había 20.000 estudiantes nizar los estudios universitarios a par- Clausura de un seminario
en la enseñanza superior del país, dis- tir de la creación del Fondo Univer- de facultades de derecho
presidida por los
tribuidos en su mayoría en los plan- sitario Nacional (FUN). Por ejemplo, directivos de la
teles oficiales. Las universidades pú- en 1964 hizo una separación neta entre Asociación Colombiana
blicas gozaban de una autonomía re- las universidades (que admitían sola- de Universidades,
lativa en el campo de la enseñanza, mente bachilleres) y los institutos de entre ellos, Ricardo
pero estaban vigiladas en su acción enseñanza superior no universitaria Hinestrosa Daza,
Gerardo Molina, Jaime
por los consejos superiores de cada (que admitían estudiantes no bachille- Posada y Luis Santander,
una (integrados por el gobernador del res, pero que hubieran cursado cuatro diciembre 12 de 1960.
departamento y el secretario departa- a seis años de enseñanza secundaria
mental de Educación, y en el caso de especializada). En esta última cate-
Bogotá, el ministro de Educación). goría estaban comprendidos las escue-
Los representantes de la Iglesia cató- las normales agrícolas e industriales,
lica y de las asociaciones profesionales los institutos técnicos superiores o las
participaban, también, en estos con- escuelas superiores femeninas de edu-
sejos. En la práctica, los profesores y cación y cultura.
los estudiantes, con una representa- En 1968 el FUN se transformó en el
ción mínima en tales organismos, no Instituto Colombiano para el Fomento
podían influir mucho en la gestión de de la Educación Superior (ICFES). El
las universidades. En cuanto a las uni- ICFES tenía como objetivo de su ac-
versidades privadas, muchas veces tividad coordinar y fomentar la edu-
bajo el control de un sector particular cación superior (la cual en ese año
de la Iglesia, de la economía o de un contaba ya treinta y cuatro estableci-
partido político, su autonomía se en- mientos) y actuar como el organismo
contraba todavía más restringida. de inspección encargado de otorgar el
El retorno de los gobiernos civiles reconocimiento oficial de los nuevos
no significó el regreso de la autonomía planteles oficiales y privados de ense-
universitaria. El Ministerio de Edu- ñanza superior, así como los títulos
cación trató de coordinar y de orga- que expidieran.
138 Nueva Historia de Colombia. Vol

Para fomentar la investigación uni- educación. Entre las fuentes financie-


versitaria, todavía prácticamente in- ras figuraban, por orden de importan-
existente, se creó el Fondo Colombia- cia, el Banco Internacional de Desa-
no de Investigaciones Científicas y rrollo (BID), la Agencia para el De-
Proyectos Especiales «Francisco José sarrollo Internacional (AID), las Fun-
de Caldas» (COLCIENCIAS, 1969). daciones Ford, Kellog y Rockefeller,
La Universidad Nacional y la Univer- el Fondo Especial de las Naciones
sidad del Valle iniciaron publicaciones Unidas y la UNESCO. De esos millo-
de alto nivel académico. Se abrieron nes de dólares más del 58 % (28 mi-
nuevas carreras universitarias, como llones) fueron invertidos en la educa-
las de sociología (1959), electrónica ción superior, principalmente en la
(1960). administración pública (1961); construcción de edificios académicos v
se reorganizaron carreras tradiciona- en el desarrollo de nuevas carreras en
les, como por ejemplo la de medicina, las universidades Nacional, de Antio-
al imponer un año de prácticas en el quia, del Valle y de Los Andes.
campo como requisito para el otor-
gamiento del título. Se multiplicaron Como lo escribe el sociólogo Gon-
las facultades de economía, ciencias, zalo Cataño: «Con préstamos y do-
agronomía, ingeniería y educación. naciones de entidades extranjeras y la
Algunas universidades crearon cursos asesoría de universidades norteameri-
de posgrado que conducían al diploma canas, la educación superior en el país
de magíster. se transformó radicalmente. La matrí-
cula se multiplicó en pocos años, los
Todos estos cambios se dieron en un campus universitarios cambiaron drás-
contexto latinoamericano que había ticamente con los modernos edificios
caído, cada vez más. bajo la influencia levantados en sus predios, los curri-
norteamericana, particularmente res- cula se rigieron por los signos de lo
pecto a las políticas nacionales en las aplicado y de lo útil, y la administra-
áreas económica, social y educativa. ción interna de las instituciones co-
La Conferencia de Punta del Este, en menzó a asumir las características de
1961, fue el detonante en este proce- un ordenamiento burocrático.»
so, cuyo objetivo era impedir la exten- En 1980. Colombia era uno de los
sión de la Revolución cubana, reali- países del mundo con el mayor nú-
zando reformas limitadas de democra- mero de universidades: contaba dos-
tización de la sociedad. El gobierno cientas una instituciones de enseñanza
del presidente John F. Kennedy creó superior. Cincuenta y seis eran oficia-
varios organismos de intervención ex- les (28 %) y ciento cuarenta y cinco
terior para lograr este fin. como el privadas (72 %). Ciento veintidós es-
programa de la Alianza para el Pro- taban registradas por el ICFES y las
greso y los Cuerpos de Paz. los que tu- restantes, casi todas instituciones pri-
vieron su influencia en las políticas vadas, no tenían reconocimiento ofi-
educativas. En cuanto a la educación cial. El número total de estudiantes
superior, el informe de Rudolph At- matriculados alcanzaba a 303.056. de
con, experto norteamericano, fijó las los cuales 128.196 (42 %) estudiaban
metas de modernización y racionali- en planteles oficiales y 174.860 (58 %)
zación en las universidades latinoa- en establecimientos privados. Este in-
mericanas. cremento no se hizo siempre en be-
En Colombia, la educación en su neficio de la calidad de la enseñanza
conjunto se puso en una situación de superior.
dependencia, no solamente con res- Actualmente el problema más preo-
pecto a las orientaciones políticas, cupante es la acentuada diferencia que
sino también con respecto a su finan- existe en el ritmo de crecimiento entre
ciamiento. Entre 1960 y 1967, por el sector privado y el sector público,
ejemplo, el país recibió 48,050 millo- tanto en número de planteles como de
nes de dólares para el fomento de la estudiantes. Entre 1976 v 1980. por
Capítulo 5 139

ejemplo, los alumnos matriculados en finales de los años sesenta, apareció el


instituciones privadas aumentaron el fenómeno del «éxodo de los cerebros»
39 %, mientras que el sector oficial re- especialmente hacia los Estados Uni-
gistró solamente un aumento inferior dos; hoy en día se comienza a hablar
al 6 %. Según el Departamento Ad- del posible cierre de algunas faculta-
ministrativo Nacional de Estadística des universitarias de Medicina y de
(DANE), «se advierte que la edu- Educación.
cación postsecundaria, en Colombia, Por otra parte, la expansión de la
tiende paulatinamente hacia la priva- enseñanza superior se dio paralela-
tización, debido a los incrementos mente a la concentración de los plan-
continuos de la matrícula en el sector teles en las regiones más desarrolladas
no oficial y a la falta de capacidad del del país. La capital, Bogotá, contaba
aparato oficial para atender la deman- en 1980 con el 43 % del total de los
da». Pese a la creciente oferta privada institutos y de los estudiantes univer-
muchos solicitantes de ingreso en la sitarios del país. Si se suma este por-
educación superior no logran su ad- centaje de Bogotá con los de Antio-
misión: éste fue el caso en 1980 de quia, Valle y Atlántico, se nota que
37.216 jóvenes en el sector oficial y de estas cuatro regiones tenían, entonces,
12.177 en el sector privado. el 75 % de la matrícula total en la en-
El aumento de estudiantes univer- señanza superior. Por el contrario,
sitarios se produjo además sin relación secciones como Chocó, Magdalena,
con las posibilidades del mercado de Sucre, Caquetá o Cesar no tenían más
empleo. Las carreras de tipo moderno que una institución postsecundaria,
que implican una especialización tem- generalmente a nivel de colegio téc-
prana, tales como administración, pla- nico. Esta situación provoca un fenó-
neación, empresa privada, tecnología meno de migración interna de estu-
industrial o agrícola, se desarrollaron diantes hacia las ciudades universita-
a costa de las tradicionales carreras rias, raramente seguido del regreso
humanistas o científicas de concepción del profesional a su región de origen.
amplia, como la medicina. Aun con Una consecuencia del desequilibrio
esta evolución, los médicos y los cien- entre el desarrollo de la educación su-
tíficos egresados de las universidades perior y el mercado de empleo es la
no encuentran trabajo en su nivel de estratificación de las universidades, fa-
calificación. Por consiguiente, desde cilitada además por la estructura eli-

Asamblea de la
Asociación de Profesores
Universitarios, en
Bogotá, a comienzos de
los años 60.
140 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

Manifestación de nen de pocos recursos económicos, se


estudiantes de la han desarrollado una serie de institu-
facultad de medicina
de la Universidad
tos privados que resultaban, a veces
Nacional, más empresas comerciales que esta-
agosto de 1960. blecimientos de enseñanza superior.
El ICETEX, en razón de la creciente
demanda de becas para estudiar en el
país, otorgó un mayor número de
préstamos y subsidios en estableci-
mientos colombianos y por este medio
algunos jóvenes de pocos recursos pu-
dieron ingresar en universidades pres-
tigiosas. En todo caso, el aumento de
graduados y los problemas de las uni-
versidades han llevado a una desva-
lorización general de los títulos uni-
versitarios. En consecuencia, las elites
del país empezaron a mandar a sus hi-
jos a adquirir una formación postuni-
versitaria en los Estados Unidos y en
Europa.

El movimiento estudiantil
El conocimiento del desarrollo de la
universidad colombiana no puede
prescindir de las luchas estudiantiles
que la marcaron durante este período.
Los estudiantes, golpeados por la re-
tista de la sociedad colombiana. A presión del general Gustavo Rojas Pi-
principios de los años setenta las uni- nilla, se habían unido a otros sectores
versidades más prestigiosas eran la de la sociedad para derrocar al dicta-
Universidad Nacional, el Colegio Ma- dor. Pero luego, en 1957, el gobierno
yor de Nuestra Señora del Rosario, la no les concedió la autonomía univer-
Universidad de Los Andes, la Ponti- sitaria esperada, sino que por el con-
ficia Universidad Javeriana, la Uni- trario impuso Consejos Superiores
versidad del Valle y la Universidad de con mayoría externa en las universi-
Antioquia. Paulatinamente, sin em- dades. Dos años más tarde estallaron
bargo, las universidades oficiales, par- las primeras manifestaciones de pro-
ticularmente la Nacional y la de An- testa contra esta situación. De 1960 a
tioquia, perdieron parte de su presti- 1964, cuando se creó la Federación
gio en razón de una política estatal Universitaria Nacional (FUN). el mo-
que condujo a cierres repetidos de es- vimiento estudiantil inició y desarrolló
tas universidades. En consecuencia, el un proceso de radicalización y de po-
sistema universitario se ha estratifica- litización.
do cada vez más según el origen social En la misma época se desarrollaron
de los estudiantes. Las instituciones las guerrillas en distintas zonas rura-
más prestigiosas ejercen una limita- les. Las Fuerzas Armadas fueron rá-
ción de ingreso no solamente a través pidas en reaccionar, y ya en 1964 se
de los exámenes de admisión sino tam- reorganizaron para la lucha antisub-
bién por medio de la elevación de los versiva, beneficiándose de la ayuda
costos de matrícula, que pueden al- norteamericana y gozando de poderes
canzar varios múltiplos del salario mí- especiales, en particular en el ejercicio
nimo. Para los estudiantes que dispo- de la justicia. La presencia de grupos
Capitulo 5 141

guerrilleros en el movimiento estu- heterogénea de excluidos del Frente


diantil y la muerte en combate en 1966 Nacional. Después de la victoria frus-
del ex capellán y cofundador de la Fa- trada de Rojas en las elecciones pre-
cultad de Sociología de la Universidad sidenciales de 1970. estos estudiantes El padre Camilo Torres
Nacional, Camilo Torres, contribuye- se radicalizaron. La lucha estudiantil en 1965. Su muerte en
ron a forjar en los militares la identi- ganaba a su causa a algunos profesores combate un año más
ficación de la condición de estudiante tarde y la presencia
y a amplios sectores estudiantiles de de grupos guerrilleros
con elemento subversivo. Sin embar- las universidades públicas del país y de en el movimiento
go, también tuvo peso en esta imagen las universidades privadas Javeriana, estudiantil permitieron
la idea marxista del papel dirigente de de Los Andes y del Rosario. Entre los que los militares
la vanguardia intelectual en la revo- grupos estudiantiles el papel dirigente identificaran al
lución proletaria y sobre todo la orien- estudiantado oficial
estuvo ante todo en la llamada «ten- como elemento
tación anti-imperialista, anti-nortea- dencia socialista», aunque la Juven- subversivo.
mericana y socialista que estaba to-
mando globalmente la FUN, como
reacción frente a la influencia nortea-
mericana en la enseñanza superior co-
lombiana. En 1965 los estudiantes hi-
cieron manifestaciones en varias ciu-
dades del país y el gobierno decretó el
estado de sitio; jóvenes universitarios
fueron muertos por las Fuerzas Ar-
madas.
Con la llegada de Carlos Lleras Res-
trepo a la presidencia de la República
la represión se agudizó. En octubre de
1966, algunos estudiantes atacaron al
presidente y al norteamericano John
D. Rockefeller III en el momento en
que éstos se encontraban inaugurando
nuevas instalaciones en la Universidad
Nacional. Lleras ordenó al ejército
ocupar la Ciudad Universitaria y de-
tener a los responsables, con el objeto
de llevarlos ante la justicia militar, e
ilegalizó la FUN. En los años siguien-
tes se multiplicaron las huelgas, des-
trucciones, represión militar y cierres
temporales de la Universidad Nacio-
nal, alternando, en ocasiones, con ten-
tativas de negociación entre el gobier-
no y los estudiantes.
La FUN, agotada también por sus
contradicciones internas, desapareció.
En 1969, con la creación del Movi-
miento Obrero Independiente Revo-
lucionario (MOIR, de tendencia
maoísta), algunos militantes se esfor-
zaron por sacar la lucha estudiantil de
los claustros para vincularla a las lu-
chas populares. Paralelamente la
Alianza Nacional Popular (ANAPO)
de Rojas y de su hija María Eugenia
reclutaba estudiantes entre la clientela
142 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

Luis Carlos Galán rrero prohibió las pocas experiencias


Sarmiento, joven de co-gestión universitaria que exis-
ministro de Educación
del gobierno de
tían en el país y cerró la Universidad
Pastrana Borrero, Nacional, expulsando a los estudiantes
presentó al Congreso y profesores izquierdistas y cambiando
un proyecto de reforma al rector. Finalmente, Galán Sarmien-
universitaria que to se vio obligado a renunciar a la car-
recogía algunas tera de Educación.
exigencias de los
estudiantes en materia Bajo la fuerza de esta represión, el
de autonomía de la movimiento estudiantil perdió la uni-
universidad pública dad y la fuerza alcanzadas en 1971 sin
y del control estatal haber logrado unirse en las luchas a
de la universidad
privada. La oposición los sectores populares de la población.
de políticos y de los La desaparición rápida de la ANAPO
educadores del sector de la escena política, después de su
privado acabó con el fracaso en las elecciones municipales y
proyecto y, antes bien, departamentales de 1972, suprimió la
el gobierno cerró la
Universidad Nacional tud Patriótica (JUPA, de orientación esperanza de una alternativa política
y prohibió las maoísta) y la Juventud Comunista al Frente Nacional. Es preciso agregar
experiencias de (JUCO, de orientación pro-soviética) que, a pesar del acceso en estos años
co-gestión que existían. tuvieron también una presencia muy de nuevos sectores de la clase media a
Galán, entonces,
amplia. El año 1971 fue de culmina- la universidad, los estudiantes seguían
renunció, en mayo del 72. siendo una minoría privilegiada en
ción de las luchas estudiantiles. Una
huelga de los estudiantes de la Uni- una sociedad en la cual muchos toda-
versidad del Valle, apoyada por un vía no tenían siquiera acceso a la más
movimiento nacional, terminó el 26 de mínima educación. Al igual de lo que
febrero con la ocupación del campus ocurrió a finales de los años sesenta en
por las Fuerzas Armadas, las que de- los Estados Unidos y en Europa, el
jaron un mínimo de quince estudian- movimiento estudiantil colombiano se
tes muertos; en los disturbios que si- acercó más a expresar la inconformi-
guieron hubo unos quince muertos dad con el orden existente que a la re-
más. Sobrevino luego el estado de si- volución social.
tio general, la represión en varias uni- Desde esa época el gobierno y las
versidades, la detención y la justicia Fuerzas Armadas vigilan estrecha-
militar para los estudiantes. El liberal mente a los estudiantes, considerán-
llerista Luis Carlos Galán Sarmiento, dolos como subversivos potenciales.
abogado y egresado de la Universidad Las universidades oficiales han visto
Javeriana, que contaba entonces 26 muy limitada su autonomía y cual-
años de edad, era el ministro de Edu- quier incidente interno (de las pedreas
cación. Los estudiantes le exigieron la a la ocupación de residencias univer-
realización de un «programa mínimo» sitarias) o externo (de la acción de un
que contenía puntos relativos a la au- grupo guerrillero al anuncio de un
tonomía de la universidad pública y al paro cívico) es utilizado como pretex-
control por el Estado de las universi- to para cerrar la universidad pública.
dades privadas y de los créditos ex- Así es difícil pensar que esa política no
tranjeros. Galán integró parcialmente corresponde a la privatización de la
algunas de estas reivindicaciones en universidad como objetivo a largo pla-
un Proyecto de Reforma Universitaria zo del gobierno. Esta política condena
que presentó al Congreso Nacional; a los estudiantes a alargar sus años de
sin embargo, tanto las asociaciones de estudio, estimula la matrícula en los
defensa de la educación privada como planteles privados y contribuye a re-
la mayoría de los representantes en el ducir notablemente el valor de los di-
Congreso lo rechazaron. El gobierno plomas de los egresados de las univer-
del conservador Misael Pastrana Bo- sidades oficiales.
Capítulo 5
143

La evolución de la enseñanza media

Durante el período del Frente Nacio-


nal la educación media conoció una
fuerte expansión. En 1958 contaba un
total de 192.079 alumnos, en 1968 de
586.704. en 1974 de 1.213.118 y en
1981 de 1.768.124. Entre 1964 y 1977,
el índice de escolaridad en la secun-
daria pasó del 14 % al 37 %. La dis-
tribución de la matrícula entre las dis-
tintas orientaciones de la enseñanza
media evolucionó hacia una mayor
concentración en el bachillerato clási-
co (60 % del total en 1958. 74 % en
1974). A excepción de la enseñanza
agropecuaria y de los Institutos de En-
señanza Media Diversificada (INEM)
todas las otras modalidades disminu-
yeron su porcentaje de participación
en el conjunto. Esta evolución es otro
ejemplo de la espiral inflacionista en
la educación, pues el bachillerato es el
camino obligatorio para la universidad
y el título de «doctor» se ha vuelto ne-
cesario en muchos empleos.

Los colegios de bachillerato

La enseñanza secundaria clásica es


tradicionalmente un dominio del sec-
tor privado (religioso o laico). Duran-
te el Frente Nacional el Ministerio de
Educación hizo esfuerzos para multi-
plicar los colegios públicos. Eso expli-
ca que si en 1958 el 65 % de los alum-
nos estudiaban en un establecimiento
privado, en 1974 este porcentaje había
bajado al 53 %. Sin embargo, esta 50 % de las instituciones analizadas. El ejército se toma
ampliación se obtuvo muchas veces De estos cien colegios, cincuenta y seis la universidad, titular
gracias al sistema de la doble jornada, tenían su sede en Bogotá, dieciséis en del periódico del MRL
"La Calle", del 8 de
el cual implicaba una disminución de Cali y siete en Medellín. Agreguemos enero de 1960.
la calidad de la enseñanza. Por otra que en Bogotá, actualmente, más del
parte, el Plan de Emergencia de 1967 80 % de los alumnos estudian en co-
eliminó la gratuidad de la enseñanza legios privados, mientras que año a
secundaria oficial, frenando así el ac- año miles de aspirantes de pocos re-
ceso de las clases populares. En 1981, cursos económicos no encuentran cu-
un estudio del ICFES sobre el resul- pos en los planteles oficiales. En rea-
tado del examen oficial de los alumnos lidad la mayor parte de la enseñanza
de 6.° de bachillerato de 2.107 cole- secundaria y especialmente la que pro-
gios, mostró que de los cien colegios cura una preparación adecuada para
de mejor rendimiento académico, el ingresar en la universidad, está reser-
77 % eran privados, aun cuando esta vada a las minorías sociales que pue-
categoría representaba solamente el den costearse un colegio privado.
144 Nueva Historia de Colombia. Vo. IV

La preponderancia El Ministerio de Educación logró fi-


de la enseñanza privada jar, progresivamente, los planes de es-
tudio, los programas y el calendario
La superioridad, concreta y en dife- escolar de todos los colegios secun-
rentes aspectos, de la enseñanza pri- darios, dejando un margen de acción
vada limitaba mucho el radio de ac- a los establecimientos privados para el
ción del Ministerio de Educación Na- desarrollo de enseñanzas especiales
cional en el nivel secundario, ya que (como los idiomas extranjeros en los
el ministerio no podía oponerle un colegios bilingües) o para realizar sus
modelo de sector oficial eficiente. A propias actividades. El ministerio es-
esto se agrega el hecho de que los di- tableció un servicio de inspección y vi-
rigentes del país y los mismos minis- gilancia de la enseñanza que otorgaba
tros de Educación se habían educado las licencias de funcionamiento de los
y educaban a sus hijos en el sector pri- nuevos colegios y que aprobaba sus di-
vado, mostrando así su conformidad y plomas, siempre y cuando se respeta-
complacencia con el orden de las co- sen los requisitos en cuanto a locales,
sas. En realidad, la mayoría de ellos docentes y programas de estudio.
opinaban que el Estado, incapaz de Además, el ICFES estaba encargado
procurar educación para todos los co- de la aplicación de los exámenes del
lombianos, debía más bien actuar en bachillerato a nivel nacional. Sin em-
aquellos campos en los que la inicia- bargo, es preciso añadir que una vez
tiva privada estaba poco presente. que un plantel había obtenido su li-
Los colegios privados, por su parte, cencia de funcionamiento la inspec-
con el apoyo de las clases superior y ción del ministerio se limitaba a sim-
inedia alta que ellos educaban, se or- ples trámites burocráticos.
ganizaron en asociaciones poderosas. Después de 1958, varios intentos de
La Confederación Nacional de Cen- ampliar el control del Estado sobre los
tros Docentes (CONACED), antigua colegios privados fracasaron principal-
Confederación Nacional de Colegios mente por la oposición de las organi-
Católicos vinculada a la Conferencia zaciones encargadas de su defensa. En
Episcopal y a su Secretaría de Edu- 1959, por ejemplo, un decreto que
cación de la Iglesia (SENALDI), y la congelaba las matrículas y pensiones
Asociación Nacional de Rectores de en los planteles privados fue sencilla-
Colegios Privados (ANDERCOP), de mente ignorado. En 1965 la entonces
tendencia laica, reunían alrededor del Confederación Nacional de Colegios
85 % del total de colegios no oficiales Católicos logró que el Consejo de Es-
y defendían los intereses del sector tado anulara un decreto autorizando
privado contra la intervención del Es- al Ministerio de Educación a controlar
tado. Los colegios extranjeros, cuya los textos utilizados por los distintos
enseñanza bilingüe —y en la que a ve- establecimientos docentes del país. En
ces se daba prioridad a la lengua ex- 1967 la CONACED se opuso con éxi-
tranjera sobre la nacional— era muy to al funcionamiento de una Junta Re-
apreciada por los padres de familia pu- guladora de Matrículas que el minis-
dientes que querían procurar a sus hi- terio acababa de crear.
jos una educación de tipo internacio- En 1971 la CONACED y la AN-
nal, no crearon una organización pro- DERCOP tuvieron un papel decisivo
pia. Sin embargo los colegios Ameri- en el rechazo, por parte del Congreso,
cano (Estados Unidos), Andino (Ale- de la reforma educativa presentada
mania Federal), Anglo-Colombiano por el ministro Galán que contenía,
(Inglaterra), Helvetia (Suiza) y el Li- entre otras proposiciones, el otorga-
ceo Francés Louis Pasteur, por ejem- miento de becas para niños pobres por
plo, se beneficiaban del apoyo finan- un monto de hasta el 10 % del total de
ciero y político de sus respectivos go- la matrícula de los establecimientos
biernos. educativos públicos y privados, la dis-
Capítulo 5 145

ponibilidad de los locales de enseñan- distintos grupos sociales y favorecer


za oficiales y privados no utilizados las relaciones inter-clases. Sin embar-
para la enseñanza pública, y el esta- go, construidos en barrios populares
blecimiento de un servicio cívico obli- como Ciudad Kennedy de Bogotá
gatorio que hubiera puesto a los hijos (donde fue inaugurado el primer
de las clases media y superior en con- INEM en 1970) y orientados hacia las
tacto con el pueblo. La ANDERCOP carreras técnicas, nunca atrajeron a
rechazó el proyecto en su Boletín, con alumnos de las clases superior y media
argumentos que no ocultaban su po- alta. La creación de estos institutos,
sición de clase: «Ningún padre de fa- que fue una decisión del gobierno de
milia permitiría que su hijo o hija, Carlos Lleras Restrepo, debe enten-
educados con esmero y cuidado, fue- derse como parte de un conjunto de
ran enviados a recibir ese impacto tan políticas reformistas dirigidas esen-
perjudicial para su mente en forma- cialmente hacia las clases populares,
ción, como sería entrar en contacto con el objetivo de hacerles llegar al-
con las denominadas zonas negras de gunos beneficios económicos y socia- Instituto Nacional de
las ciudades, con todas sus lacras so- les sin modificar la estructura socio- Enseñanza Media
económica. Diversificada (INEM)
ciales y los peligros que en ellas se en- Francisco de Paula
cuentran.» Los INEM fueron concebidos con la Santander, en Ciudad
asistencia de técnicos de los Estados Kennedy, Bogotá,
Los Institutos Nacionales de Unidos. El Banco Mundial financió con capacidad inicial
diez de los veintinueve millones de dó- para 3 040 alumnos,
Enseñanza Media Diversificada construido en 1970
(INEM) lares que eran el costo inicial de cons- por el ICCE.
trucción de los diecinueve institutos En ese año, el
Los INEM fueron establecidos en previstos (incluidos equipos, labora- programa INEM, con
1969, concretando la antigua esperan- torios y talleres modernos). Los Es- 16 unidades,
tados Unidos proporcionaron, tam- representaba una
za de los responsables educativos de inversión de 536
crear una alternativa técnica real al bién, ayuda técnica para la formación millones de pesos
bachillerato clásico. Los INEM debían de los administradores y los profesores y una capacidad
recibir originalmente a alumnos de de los establecimientos. para 40 mil alumnos.
146 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

El plan de estudio en los INEM de alumnos matriculados en ellas. La


(seis años) incluía un grupo de asig- regresión más fuerte se registró en las
naturas académicas generales que escuelas normales, que recibían en
eran obligatorias para todos los alum- 1966 el 12,5 % de la matrícula total y
nos y un grupo de asignaturas vocacio- solamente el 5,5 % en 1974.
nales (académica, industrial, comer- En 1968 existían ochenta y una es-
cial, agropecuaria y promoción so- cuelas agrícolas en el país, en su ma-
cial). Los alumnos escogían, a partir yoría oficiales, con una matrícula de
del 3.° o del 4.° año de estudio, su es- 7.930 alumnos y un programa de un
pecialización gracias a su rotación en año de estudios prevocacionales y dos
las asignaturas vocacionales y con la años de orientación agrícola. La en-
asistencia y ayuda de los orientadores señanza media agropecuaria no repre-
Rodolfo Martínez Tono, escolares. Los INEM lograron diver- sentaba una proporción importante de
director fundador sificar, con este sistema, la formación la matrícula total: apenas el 1,5 % en
del Servicio de sus alumnos: en 1975 el 31 % de los 1974. Se contaba con tres escuelas
Nacional de Aprendizaje estudiantes estaba matriculado en la
(SENA), organismo normales agrícolas (Paipa, Buga y Lo-
descentralizado, opción industrial, el 28 % en la co- rica) que fueron transformadas en ins-
creado en 1957, mercial, el 26 % en la académica (ba- titutos técnicos agrícolas en 1967 y que
pionero en América chillerato), el 9 % en la de promoción otorgaban el bachillerato técnico agrí-
Latina en la social y el 6 % en la agropecuaria. La cola (ciclo secundario básico más tres
capacitación matrícula creció rápidamente: 13.600
de personal años de estudio); en 1974 tenían una
para la industria estudiantes en 1970, 38.000 en 1974 matrícula de 2.740 alumnos.
y los servicios. y más de 56.000 en 1980; sin em-
bargo, todavía se encontraba lejos de El SENA
los 80.000 alumnos previstos inicial-
mente. El Servicio Nacional de Aprendizaje
(SENA), creado en 1957, no depende
Otras opciones de enseñanza media directamente del Ministerio de Edu-
cación Nacional. Es un organismo des-
El Estado privilegió el establecimiento centralizado, adscrito al Ministerio del
de los INEM en los años 1970, pero no Trabajo y dirigido por un Consejo Na-
desarrolló programas especiales para cional que incluye al director del De-
otros tipos de enseñanza media no clá- partamento Nacional de Planeación, a
sica", ciñéndose solamente a revisar los los ministros del Trabajo y de Edu-
programas de estudio y a mejorar la cación, y a representantes del arzobis-
inspección. Así, las escuelas comercia- po primado, de las asociaciones de
les que debían normalmente exigir y empresas industriales y agropecuarias
proporcionar seis años de estudio an- y del sindicato católico de la Unión de
tes de otorgar un título, no respetaban Trabajadores de Colombia (UTC).
en su mayoría esa reglamentación. En Goza del apoyo y de la asesoría de
1963 se fijó también en seis años el la Oficina Internacional del Trabajo
tiempo dé estudio seguido en las es- (OIT), así como de otras organizacio-
cuelas normales para tener el diploma nes extranjeras. Se financia con el 2 %
de maestro rural o urbano, y desde del total de los salarios pagados por las
1965 la tendencia fue a reducir el nú- empresas privadas y públicas que ma-
mero de estudiantes matriculados en nejen un capital de más de cincuenta
esta opción. El programa de las escue- mil pesos o que tengan más de diez
las industriales fue revisado en 1966 y trabajadores y con el 0,5 % del total
se separó en dos ciclos: un ciclo básico de los salarios pagados por el gobierno
de cuatro años y un ciclo técnico de central, los departamentos, los muni-
tres años. El relativo desinterés del cipios y los organismos descentrali-
Ministerio de Educación por estas mo- zados.
dalidades se tradujo, significativamen- El SENA tiene una dirección nacio-
te, en una disminución del porcentaje nal con sede en Bogotá y dieciocho re-
Capítulo 5
147

Primer curso de
secretariado impartido
en el Servicio
Nacional de Aprendizaje
(SENA), seccional de
Santa Marta, 1958.

gionales. La dirección fija las metas un nivel mínimo de 4.° año de bachi-
generales y cada regional percibe los llerato para poder entrar al aprendi-
fondos respectivos a su área de in- zaje.
fluencia, de los cuales debe enviar el La inmensa mayoría de los alumnos
20 % a la dirección nacional que re- del SENA (71,9 % en 1975) seguían
distribuye parte de esos aportes regio- cursos llamados de complementación
nales entre los departamentos más po- y destinados a trabajadores adultos o
bres o desprovistos de regional. Los a supervisores insuficientemente for-
servicios del SENA se concentran, sin mados, con el fin de permitirles lograr
embargo, en los departamentos más el nivel de eficiencia necesario a la
desarrollados y donde se encuentra la ocupación. Una proporción importan-
mayoría de las empresas: Cundina- te de personas (23 % en 1975) hacían
marca, Antioquia, Valle y Atlántico cursos de habilitación, destinados a
se reparten casi el 75 % del total de preparar a trabajadores adolescentes
los recursos mientras que en la costa para ocupaciones calificadas que no
pacífica, por ejemplo, la presencia del eran objeto de aprendizaje o destina-
SENA se limita a Buenaventura. Éste dos, también, a trabajadores adultos
sería otro de los factores de acelera- que deseaban aprender ocupaciones
ción de los desequilibrios regionales semi-calificadas.
del país. Existen también cursos de perfec-
El aprendizaje, o sea la formación cionamiento y promoción o de espe-
de los jóvenes de catorce a veinte años cialización, destinados a trabajadores
de edad, se da a la vez en los centros calificados que desean desempeñarse
del SENA y en las empresas y durante en puestos superiores, pero éstos no
períodos de dos a tres años. Esta mo- representaban más del 1 % de los
dalidad representa una parte míni- egresados en 1975. El SENA propor-
ma de los servicios prestados por el ciona también desde 1968 asesorías
SENA: en 1975 los 10.976 aprendices (sin cursos formales) a la pequeña y
constituían solamente el 3,5 % del to- mediana empresa. En la agricultura,
tal de los egresados. A partir de esta por ejemplo, concluyó acuerdos con la
fecha, además, su proporción tendió a Organización Mundial para la Ali-
reducirse, porque se comenzó a exigir mentación (FAO) y con la empre-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
148

sa norteamericana Massey-Ferguson sarrollaron cursos de extensión agrí-


para cursos de maquinaria agrícola, cola y de alfabetización para campe-
con la Federación Nacional de Cafe- sinos.
teros de Colombia (FNCC), con el Sin embargo esta política reprodu-
Instituto Colombiano de Reforma cía el modelo de extensión agrícola
Agraria (INCORA), y con Inglaterra que los Estados Unidos, después de
para un curso de crianza de ovejas. haberlo practicado en sus regiones ru-
Después de 1970, el SENA desarrolla rales atrasadas, exportaron a América
también programas de capacitación Latina con el objetivo de aplacar las
rápida para el sector informal tradicio- tensiones en las zonas rurales por me-
nal y para el sector marginal. dio de mejoras superficiales. La Or-
Se destaca, entonces, la doble fina- ganización de los Estados America-
lidad del SENA: por una parte pro- nos (OEA), la AID, el Departamento
cura la capacitación de la mano de Norteamericano de Agricultura y el
obra ligada a las necesidades de las Cuerpo de Paz fueron particularmente
empresas industriales, agropecuarias y activos en esta tarea, procurando cré-
comerciales (cursos de menos de un ditos, expertos y personal docente. A
año fuera de la producción o apren- Colombia se mandaron jóvenes del
dizaje), por otra parte se encarga de Cuerpo de Paz para enseñar en las es-
la capacitación de la población mar- cuelas agrícolas, alfabetizar a los cam-
ginada urbana y rural (artes menores) pesinos y fomentar la creación de Aso-
para facilitar su acceso al mercado de ciaciones de Futuros Campesinos de
empleo. Concebida por la OIT, esta Colombia que reunían alumnos de las
tarea empezó con los programas de escuelas agrícolas y jóvenes campesi-
Promoción Profesional Popular Ur- nos sin formación. Se aconsejaba el
bana y Rural, los que no dieron los re- establecimiento de cooperativas de jó-
sultados esperados en razón del cre- venes agricultores. Utilizaron el mé-
cimiento del desempleo y del subem- todo de enseñanza por proyectos que
pleo y de la muy reducida oferta del los alumnos debían realizar sobre las
mercado de trabajo. Esto obligó a reo- tierras familiares. También impulsa-
rientar en 1974 esa política hacia el ob- ron la formación de Clubes 45 (Saber,
jetivo de «promover entre la pobla- Sentimiento, Servicio, Salud) para los
ción más deprimida la capacidad de jóvenes campesinos y clubes de me-
generar sus propios puestos de traba- joramiento del hogar para las muje-
jo, ya independientemente, o en for- res. De todas formas, parece que estas
mas asociativas», dando como resul- operaciones tuvieron muy poco im-
tado los Programas Móviles, Rural y pacto en la realidad rural.
Urbano. Después de 1980 el SENA
está poniendo a punto, siempre con la La alfabetización de adultos
ayuda de la OIT, un nuevo programa
destinado a las áreas rurales margi- El analfabetismo era y continúa sien-
nales: la Capacitación para la Partici- do importante en el país, particular-
pación Campesina (CAPACA). mente en las zonas rurales. Aun cuan-
do las cifras oficiales actuales recono-
La extensión agrícola cen aproximadamente un 20 % de
analfabetos en la población adulta, es
La continua despoblación de las áreas probable que el porcentaje de analfa-
rurales y la progresión de las guerrillas betos funcionales sea mucho más ele-
en los años sesenta, comenzaron a lla- vado. Los gobiernos colombianos a lo
mar la atención de las autoridades co- largo de la historia siempre han pre-
lombianas sobre los problemas del tendido tener entre sus prioridades la
campo. Además del SENA, varios or- lucha contra el analfabetismo; sin em-
ganismos (la Federación de Cafeteros, bargo, han sido pobres las realizacio-
el INCORA y Acción Comunal) de- nes concretas.
149
Capítulo 5

Las campañas de alfabetización, de ACPO dejaron de ser escuchados.


que el Ministerio de Educación orga- Por otra parte se había exagerado mu-
nizó periódicamente, tuvieron más re- cho la importancia de ACPO en la al-
lación con una operación de propa- fabetización rural, ya que parecía una
ganda política que con la enseñanza solución nueva y poco costosa al pro-
paciente de la lectura, la escritura y la blema de la falta de maestros y locales
aritmética a los analfabetos. Por ejem- de enseñanza en el campo. Pero en la
plo, en 1962, un decreto impuso a los realidad durante los años sesenta, los
alumnos de 5.° y 6.° años de bachille- programas de Radio Sutatenza no lle-
rato, dedicar algunas horas a la alfa- garon a más del 0,5 % de la población
betización de los iletrados, pero esto campesina de Colombia.
se cumplió en un grado mínimo. En A finales de los años sesenta, con el
1969 el gobierno de Carlos Lleras de- apoyo de los Estados Unidos, el Mi-
claró una gran campaña de «Libera- nisterio de Educación inició un pro-
ción por la Educación», en conme- grama de educación básica para los
moración del ciento cincuenta aniver- sectores populares urbanos, que in-
sario de la Independencia, y creó una cluía alfabetización, matemáticas, re-
División de Educación de Adultos en ligión e instrucción cívica. La televi-
el Ministerio de Educación. Sin em- sión fue el medio utilizado y la ense-
bargo no se otorgaron los fondos ne- ñanza se dio en centros de recepción
cesarios y los resultados, en términos comunitarios. Más de cien voluntarios
de adultos alfabetizados, fueron limi- del Cuerpo de Paz, especializados en
tados. Por otra parte las últimas cam- educación a distancia, fueron enviados
pañas, como la «Campaña Nacional a Colombia a capacitar técnicos co-
de Alfabetización Simón Bolívar» (en lombianos y el programa fue financia-
conmemoración del ciento cincuenta do parcialmente por la AID. El fra-
aniversario de la muerte del Liberta- caso no se hizo esperar: altos costos y
dor) del gobierno de Julio César Tur- un rendimiento bajísimo; doce millo-
bay Ayala, o la «Campaña de Instruc- nes de pesos en 1970 para llegar ape-
ción Nacional CAMINA» del gobier- nas a cuatro mil alumnos adultos, de
no de Belisario Betancur, tampoco se los cuales sólo cincuenta terminaron el
apartaron de una orientación política ciclo, sin mejorar finalmente mucho
y dedicaron buena parte de sus recur- sus posibilidades de acceso al mercado
sos a la publicidad. de empleo.
Una proporción importante del pre-
supuesto de la División de Alfabeti- La educación primaria
zación y Educación de los Adultos se
utilizaba para subvencionar iniciativas La educación primaria se desarrolló
privadas: así, en 1969, el Ministerio de siempre en medio de desigualdades
Educación dedicaba el 39 % de ese muy importantes entre las zonas ur-
renglón a la Acción Cultural Popular banas y rurales. Por segunda vez en el
(ACPO) de Radio Sutatenza. Sin em- siglo xx, contando el intento fracasado
bargo, progresivamente la subvención de 1932, la legislación unificó en 1963
oficial disminuyó en razón de la pér- la educación primaria en el país, im-
dida de audiencia de Radio Sutatenza. poniendo cinco años de enseñanza ele-
En efecto, ACPO se escuchaba mucho mental en todas las escuelas, urbanas
a causa de que vendía sus radios de y rurales. En 1967, el Plan de Emer-
transistores con la frecuencia bloquea- gencia propuso varias soluciones a la
da en Radio Sutatenza; pero la llegada falta de cupos para alrededor de se-
masiva de radios de transistores ja- tecientos mil niños en la educación
poneses y baratos (generalmente de primaria. Decretó las «escuelas de
contrabando), en los cuales los cam- funcionamiento intensivo», reducien-
pesinos podían escoger su emisora, do el número de horas semanales del
dio como resultado que los programas programa para así liberar horas que
150 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

los maestros podrían consagrar a otros mente parecidas a las de las escuelas:
niños. Introdujo las escuelas comple- en 1970, solamente el 9 % de las es-
tas en el campo «en las cuales median- cuelas rurales ofrecía los cinco grados
te una reglamentación flexible y ho- de primaria, mientras que más del
rarios adecuados, se podrán cursar los 60 % ofrecía únicamente los dos pri-
cinco grados de enseñanza primaria a meros grados. Resalta de esta obser-
cargo de un solo maestro». Estableció vación que, si bien muchos niños ru-
las escuelas de doble jornada (la ma- rales abandonaban la escuela en razón
ñana para un grupo de alumnos, la tar- de las condiciones campesinas que
de para otro). Autorizó la coeduca- obligan a trabajar temprano y a par-
ción de los sexos para clases con me- ticipar en las cosechas, la deserción es-
nos de treinta alumnos. Se creó, ade- colar tenía como causa principal la re-
más, el Instituto Colombiano de Cons- ducida oferta escolar en las áreas ru-
trucciones Escolares (ICCE) con el rales.
objeto de que contribuyera a la exten- Para solucionar este problema, se
sión de la cobertura escolar mediante inició desde 1970 un programa de
la construcción de nuevas aulas. Concentraciones de Desarrollo Rural.
Sin embargo, esas políticas, aun Éstas completaban la enseñanza pri-
cuando permitieron un aumento de la maria impartida en las escuelas rura-
matrícula total, no disminuyeron la les, permitiendo a los alumnos del
brecha entre las oportunidades edu- campo seguir la totalidad de los cinco
cativas del campo y de las ciudades. grados y hasta el primer ciclo de la en-
En 1970 todavía cerca del 40 % de los señanza media vocacional. Sin embar-
niños en edad escolar de las zonas ru- go, desde el principio faltó coordina-
rales no asistía a la escuela, mientras ción entre el servicio escolar y otros
en las zonas urbanas sólo el 22 % no servicios básicos que necesitaba la co-
asistía. En 1960 y 1964, el 3 % de-Ios munidad rural (higiene, mercadeo,
alumnos matriculados en las escuelas construcción de carreteras y edificios,
rurales alcanzaba el 5.° grado, com- electrificación); además, algunas ve-
parado con el 46 % en las escuelas ur- ces la «politiquería» se manifestó en la
banas. Entre 1970 y 1974, las propor- decisión acerca de la localización de
ciones eran respectivamente del 10 % las Concentraciones de Desarrollo
y del 52 %. Estas cifras son sensible- Rural.
La masificación de la educación pri-
Monseñor José Joaquín
maria pública y la reducción de los
Salcedo Guarín, horarios introducidos por el Plan de
fundador de Acción Emergencia, produjeron también
Cultural Popular, ACPO, efectos nefastos sobre la calidad de la
y Radio Sutatenza, enseñanza. Este sector había perdido
dedicadas a la
capacitación de mucho prestigio desde los años cua-
campesinos y adultos renta, a causa del crecimiento de la
en forma masiva, enseñanza primaria privada. Pero
a través de escuelas ahora, ¿cómo podría competir con los
radiofónicas.
Fue su director desde colegios privados que procuraban ge-
1948, año de la neralmente cursos durante el día en-
fundación, hasta 1987. tero, utilizando métodos y útiles de
enseñanza más modernos o salones de
clases menos poblados?
A excepción de los jardines infan-
tiles del Instituto Colombiano de Bie-
nestar Familiar, que aseguran una co-
bertura muy reducida, la escuela pri-
maria pública no recibe a los niños an-
tes de los siete años de edad. Mien-
Capítulo 5 151

Huelga de maestros
en los años 60.
El principal sindicato
del sector, la
Federación Colombiana
de Educadores (Fecode),
promovió numerosas
huelgas y obtuvo
algunas alzas de
salarios y capacitación
para los maestros.

tras, en muchas escuelas privadas categorías del escalafón representaban


existe un nivel preescolar que ofrece el 39 % de todos los maestros de la
una enseñanza, incluso bilingüe, des- educación primaria oficial; en 1977,
de los tres años de edad. Así, por el 81 %).
ejemplo, en 1968 la matrícula prees- El magisterio hizo frente a esta evo-
colar contaba 13.300 alumnos inscritos lución negativa de su situación con
en el sector oficial y 94.200 en el sector una unidad y politización crecientes.
privado. En los años 1960 su sindicato princi-
A consecuencia de esto, los alum- pal, la Federación Colombiana de
nos de las escuelas primarias públicas Educadores (FECODE) obtuvo gra-
empiezan su escolarización con un re- cias a numerosas huelgas algunas alzas
tardo prácticamente imposible de eli- de salario y posibilidades de capaci-
minar en su futuro. tación en el empleo. También la FE-
CODE fue la inspiradora del Congre-
Los maestros y la Federación so Pedagógico Nacional de 1966, en el
Colombiana de Educadores cual formuló los objetivos prioritarios
que, según ella, debía fijarse el go-
(FECODE) bierno: en primer lugar la generaliza-
ción de la educación primaria, espe-
Estos años de masificación de la en- cialmente
señanza primaria y de continua pér- ción y educación en el campo, la alfabetiza-
de los adultos, y en
dida de prestigio del sector público tu- último lugar la enseñanza
vieron profundas repercusiones sobre Este congreso tuvo cierta influenciasuperior.
el magisterio. Su estatuto socioeco- sobre el Plan de Emergencia de 1967.
nómico siguió disminuyendo, mientras
que el número de maestros diploma- En la década del setenta, la FE-
dos que trabajaban en la educación CODE radicalizó sus posiciones sin-
oficial aumentó como resultado de la dicales y políticas, sobre todo a partir
creación de numerosas escuelas nor- del proyecto de reforma del Estatuto
males entre 1930 y 1965 (en 1964 los del Personal Docente presentado por
maestros inscritos en las dos primeras el ministro de Educación, Galán, y
152 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

que la Federación hizo fracasar. Las en ciertas regiones, a demoras en el


nuevas metas de la FECODE abar- pago de los salarios así como menos-
caron la sindicalización de los maes- preciado y víctima de la creciente rup-
tros y profesores, la defensa socioe- tura entre el ideal del maestro al ser-
conómica del magisterio, el reconoci- vicio de la comunidad y la realidad de
miento de la libertad de cátedra y el un trabajo docente rutinario y en con-
derecho de huelga para los educado- diciones difíciles. Este estatuto, ade-
res, la defensa de la enseñanza oficial más, tenía la particularidad de que
en contra del sector privado y... la rea- unificaba el escalafón de la enseñanza
lización del socialismo en Colombia. primaria y el bachillerato. Con esto se
Paso importante en la unificación del eliminaba una de las características
sindicalismo docente, desde 1979 la más regresivas del sistema anterior,
FECODE no representa sólo a los que estimulaba a los docentes mejor
maestros de enseñanza primaria, sino calificados a dedicarse únicamente a la
también a los profesores de enseñanza enseñanza secundaria. El impacto de
secundaria y a un sector importante de este cambio será sin duda muy lento,
docentes universitarios. pues la preparación de licenciados en
La FECODE terminó por aceptar educación, pese a algunos programas
un nuevo estatuto docente en 1979, nuevos, sigue estando orientada en
después de haber rechazado más de un forma abrumadora hacia la formación
proyecto, porque la reforma propues- de profesores de secundaria, a pesar
ta por el ministro de Educación, Ro- de que es en la primaria donde se en-
drigo Lloreda Caicedo, reconocía los cuentra la mayor necesidad de califi-
derechos y deberes de los educadores cación.
fortaleciendo, por ejemplo, la repre-
sentación del magisterio en las juntas El fínanciamiento de la educación
del escalafón o estableciendo estímu-
los para los maestros de las zonas ru- Los gastos dedicados a la educación
rales. Sin embargo, no avanzó mucho crecieron considerable y paralelamen-
en la solución de todos los problemas te a la expansión cuantitativa de la ma-
del magisterio, que hoy en día sigue trícula escolar durante el Frente Na-
siendo mal remunerado y sometido, cional. En 1958 la partida correspon-

Pedro Gómez Valderrama,


ministro de Educación
1962-1965, durante la
inauguración de una
nueva sede de la
editorial Tercer Mundo,
en marzo de 1964.
A su lado, el
ministro de Educación
del gobierno de Alberto
Lleras, en noviembre
de 1960,
Belisario
Betancur Cuartas.
Capítulo 5 153

diente al Ministerio de Educación as- Jaime Posada,


cendió en el presupuesto nacional al 8, ministro de Educación
6 % (141,743 millones de pesos) en 1961-1962.
comparación con el 6,2 % en el año
anterior. A partir de 1962, se dio cum-
plimiento al artículo segundo del ple-
biscito de 1957, que establecía que la
nación debía consagrar a la educación
el 10 % de su presupuesto, ya que fue
entre 1962 y 1971 siempre superior al
12 %, alcanzando el 14,8 % en este
último año (o sean 3.329,400 millones
de pesos). Sin embargo, en la década
del setenta, si bien la participación de
la educación en el presupuesto nacio-
nal ha crecido, llegando al 18,9 % en
1980 (38.765,300 millones de pesos)
en pesos de valor constante, se ha es-
tancado.
Las dos fases de esa evolución se
notan también en los cambios ocurri-
dos en la composición del gasto edu-
cativo. En 1960, los gastos de funcio-
namiento (salarios, materiales, costos laboral con los docentes, a lo cual se
de administración) absorbían el 91 % suma ahora el déficit fiscal de la na-
y los gastos de inversión (construcción ción, situación que permite prever,
de escuelas, capacitación del personal para el futuro, una reducción dramá-
docente e innovaciones educativas) el tica del presupuesto educativo y el
9 % del presupuesto. En 1971 los gas- cuestionamiento real de todas las re-
tos de inversión habían crecido al formas, aun limitadas, de las últimas
25 % y los gastos de operación se ha- décadas.
bían reducido al 75 %. Eso se explica,
en parte, por la presencia de impor- Gonzalo Vargas Rubiana,
tantes créditos extranjeros para los ministro de Educación
programas de enseñanza media y su- 1960
perior que hemos analizado anterior-
mente, pero no se puede olvidar que
a partir de 1964 la nación asumió una
proporción creciente de los salarios de
los maestros, los cuales son gastos de
funcionamiento. Se puede pues afir-
mar que en la década del sesenta el go-
bierno hizo un esfuerzo particular
para financiar la educación. Todo lo
contrario ocurrió en la década del se-
tenta. La composición del gasto edu-
cativo evolucionó hacia un regreso a la
situación de 1960 y los recursos de fun-
cionamiento volvieron a representar
más del 90 % del total, a costa de los
recursos de inversión. Además, desde
1977, se viene acumulando un déficit
presupuestal del Ministerio de Edu-
cación Nacional y una inmensa deuda
154 Nueva Historia de Colombia Vol. IV

Las mismas fases aparecen en la La nacionalización de la educación


evolución de la distribución de los gas- primaria y los Fondos Educativos
tos educativos por nivel de enseñanza. Regionales (FER)
En 1960 el 49 % del presupuesto total
fue destinado a la educación básica y Reivindicación permanente de la FE-
primaria (alfabetización, escuelas ra- CODE, la nacionalización de la edu-
diofónicas, televisión y cine educati- cación primaria no se concretó total-
vos, pre-primaria y primaria), el 23 % mente entre 1954, fecha del primer de-
a la educación media, el 18 % a la creto que la menciona, y 1975, fecha
educación superior y el 9,5 % a otros de la ley llamada de nacionalización
renglones. Diez años más tarde, el de la educación primaria y secundaria;
porcentaje dedicado a la enseñanza pero, en ese período, se lograron al-
superior era sensiblemente igual, pero gunos avances. En 1960 una ley dis-
la proporción para el nivel primario puso que «desde el uno de enero de
había crecido a costa del nivel medio. 1961 la nación tendrá a su cargo el
Las desproporciones seguían siendo pago de los sueldos del magisterio de
considerables, pues en términos de in- la enseñanza primaria en todo el te-
versión por alumno, se gastaban qui- rritorio de la República» pero sin qui-
nientos pesos en el nivel primario, mil tarles a los departamentos sus respon-
doscientos en el nivel medio y cuatro sabilidades en la conducción de la edu-
mil quinientos en el nivel superior. En cación primaria; por consiguiente, los
1981 se había regresado prácticamente gobernadores multiplicaron los nom-
a la situación de 1960: 44,5 % para la bramientos de maestros, despreocu-
educación primaria y básica. 25 % pándose por el pago de sus salarios.
para la educación media, 20,5 % para Incapaz de responder financieramente
Alfonso Ocampo Londoño, las universidades y 10 % para otros
ministro de Educación a la creciente demanda, el gobierno
1960-1961. renglones. nacional tuvo que dejar sin aplicar la
ley de 1960.
La reforma constitucional de 1968,
preparada por Carlos Lleras Restre-
po, reorganizó la administración pú-
blica y tuvo sus efectos sobre la edu-
cación, acentuando el centralismo del
Ministerio de Educación Nacional a
costa de la autonomía de las Secreta-
rías Departamentales de Educación.
Permitió, también, la creación en el
mismo año de los Fondos Educativos
Regionales (FER) para coordinar la
centralización administrativa de la
educación. Especie de Cajas, los FER
están constituidos con los aportes na-
cionales, departamentales y munici-
pales destinados al financiamiento de
la educación primaria. Son adminis-
trados por los gobiernos departamen-
tales, pero sometidos a la vigilancia de
un delegado del Ministerio de Edu-
cación Nacional. En principio, si el de-
partamento no proporciona los apor-
tes que le corresponden, hace malver-
saciones, procede a nombramientos
de maestros sin calificaciones o en nu-
mero excesivo, el delegado del minis-
Capítulo 5 155

terio puede retirar o suspender los Octavio Arizmendi


aportes nacionales. Posada,
Desde 1968 los FER han evolucio- ministro de Educación
nado de una manera aparentemente 1968-1970.
Durante su gestión
contradictoria. Creados con el fin de se impulsó el Convenio
eliminar la «politiquería» a nivel de- Andrés Bello
partamental, fueron dirigidos al co- y se pusieron en
mienzo por delegados técnicos y apo- marcha organismos
líticos, que no lograron imponer su au- como el Instituto
Colombiano de Cultura
toridad frente a las Secretarías Depar- y el de Construcciones
tamentales: según el estudio de E. Escolares, con el
Mark Hanson, hasta enero de 1973, programa de Institutos
sobre los veintitrés FER existentes, de Enseñanza Media
diez estaban desorganizados y no ha- Diversificada, INEM.
También se organizaron
bían desarrollado ninguna colabora- los Fondos Educativos
ción entre el ministerio y el departa- Regionales (FER), para
mento. A raíz de la reforma de los coordinar la
FER en 1975, aumentaron los poderes centralización
de los delegados del Ministerio de administrativa
de la educación.
Educación, lo cual politizó mucho la
función, pero a medida que los dele-
gados fueron más políticos y menos
técnicos pudieron hacerse respetar
mejor por los gobiernos departamen-
tales y desempeñar algo mejor su pa- Hoy en día, es notable el estado
pel de vigilancia y control de la ad- caótico de la organización y adminis-
ministración educativa. tración educativa en los territorios na-
cionales. En ellos, además de la edu-
Los territorios de misiones cación concretada con las misiones, el
Ministerio de Educación Nacional, al-
Los FER abarcaron los veintidós de- gunos organismos descentralizados y,
partamentos con que contaba Colom- por ejemplo, en el sur de la costa pa-
bia y el distrito especial de Bogotá, cífica, las Secretarías Departamenta-
pero no incluyeron los territorios na-
cionales. Éstos siguieron siendo con- Rodrigo Lloredo Caicedo,
siderados como territorios de misiones ministro de Educación
durante el Frente Nacional y la edu- 1978-1980. En su reforma,
cación allí siguió reglamentada por un aceptada por Fecode en
convenio con las misiones religiosas, 1979, estipuló la
renovado en 1952. Según este conve- representación del
magisterio en las juntas
nio, la nación contrata, por interme- de escalafón y estímulos
dio del nuncio del Vaticano, al vica- para los maestros rurales.
riato y al prefecto apostólico del res-
pectivo territorio para la dirección, vi-
gilancia e inspección de la educación,
así como para el nombramiento de los
maestros, siempre y cuando respeten
las normas y los programas oficiales. El
convenio de 1952 fijaba los aportes para
los territorios en unos diez millones y
medio de pesos y para la nunciatura de
Bogotá (para fines de redistribución) en
un millón; estos aportes fueron some-
tidos a repetidos reajustes.
156 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

les de Educación crearon sus propias tos extranjeros a establecimientos par-


escuelas e institutos que con su res- ticulares, sobre todo universidades.
pectivo personal docente escapan a la Por consiguiente, es preciso obser-
vigilancia del vicariato o prefecto y en var que si el sector privado contribuye
muchos casos a toda vigilancia. a descargar al Ministerio de Educa-
ción de una misión que no logra cum-
Los auxilios oficiales plir solo, este sector se ha desarrollado
a la educación privada gracias a los fondos públicos, y por su-
puesto a costa, en todo sentido, de la
Durante el Frente Nacional, el go- educación oficial.
bierno destinó aproximadamente el
10 % de su presupuesto para la ense- La planificación educativa
ñanza primaria y secundaria, al sector
privado, lo que representó en 1969, A partir de 1958 el Ministerio de Edu-
por ejemplo, unos ochenta millones cación Nacional fue sometido a varias
de pesos. Los criterios según los cuales reestructuraciones que debían darle
se atribuyeron los auxilios a los esta- mayor eficiencia y especializar más sus
blecimientos nunca fueron definidos funciones. Desde 1956, con la elabo-
claramente y obedecen más bien al ración del Primer Plan Quinquenal de
juego de las recomendaciones y pre- Educación Integral, se trató de plani-
siones clientelistas. Además de este ficar la expansión de la educación co-
apoyo, la educación privada se bene- lombiana hacia una mayor cobertura
ficia del sistema nacional de becas es- de la población en edad escolar. El
tablecido en 1971 bajo la responsabi- propósito era. también, conseguir más
lidad del ICETEX. Entre 1971 y 1973, fácilmente créditos extranjeros por
éste destinó a los planteles particula- este medio.
res casi el 50 % de cinco millones de En 1958 el gobierno de Lleras Res-
dólares atribuidos por el Ministerio de trepo creó la Unidad de Recursos Hu-
Educación a las becas. Ya se mencio- manos dentro del Departamento Na-
nó también el otorgamiento de crédi- cional de Planeación, para relacionar
así la educación con la economía. Con
la asesoría de algunos organismos
Juan Jacobo Muñoz, extranjeros (OIT, UNESCO, AID,
ministro de Educación OEA, etc.) la Unidad de Recursos
1972-1974.
Humanos y el Ministerio de Educa-
ción realizaron numerosos estudios so-
bre el rendimiento y funcionamiento
de los distintos niveles y sectores de la
educación colombiana, así como sobre
su relación con el mercado de trabajo.
Con base en esos estudios se estable-
cieron proyecciones, estrategias y pla-
nes de desarrollo que pretendían una
mejor integración del sistema educa-
tivo en sí mismo y con el desarrollo de-
mográfico y socioeconómico del país.
Sin embargo estos esfuerzos de pla-
neación educativa raramente se tra-
dujeron en realizaciones concretas. La
enseñanza superior que fue el objeto
principal de los planificadores durante
un cuarto de siglo, creció sin organi-
zación ni coordinación y a un ritmo to-
talmente desproporcionado con las
Capítulo 5
157

Una escuela radiofónica


de los años 50,
con sus alumnos,
un auxiliar inmediato
y materiales entregados
por Acción Cultural
Popular. Así llegó el
desarrollo y la
capacitación a las
familias campesinas.

posibilidades del mercado de empleo. de las clases medias— no fue la prio-


Según Ivón Lebot: «La planeación ridad de los gobiernos que se sucedie-
educativa en Colombia ha sido [...] un ron desde 1958. El propósito de éstos
elemento esencial de colaboración con fue administrarla lo mejor posible sin
los organismos internacionales y las cuestionar nunca el dualismo marcado
agencias extranjeras en el sector. En del sistema educativo: con un sector
realidad ha servido más para dar a es- privado reservado a las clases superior
tos organismos una cierta imagen de y media y un sector oficial sin prestigio
las necesidades educativas del país, para las clases populares. El principal
que para la aplicación de soluciones a intento de disminuir las diferencias en-
los problemas existentes.» tre los dos sectores fue la reforma pro-
puesta por el ministro Galán en el año
¿Qué balance educativo 1971, ampliamente rechazada por el
Congreso. Nadie se atrevió entonces a
se puede hacer? proponer un sistema educativo oficial
Desde 1958, la educación colombiana para todos.
estuvo marcada por la expansión La educación es el reflejo exacto de
cuantitativa y la creciente complejidad las divisiones existentes en la sociedad
de su organización, especialmente en- colombiana. División entre los que
tre los años 1967 y 1972, que vieron el tienen acceso a la educación y los que
mayor número de reformas. Sin em- no lo tienen. División entre las zonas
bargo las políticas educativas decidi- rurales poco provistas de servicios y
das no se caracterizaron por su cohe- las zonas urbanas mejor atendidas.
rencia ni por su continuidad, y esto a División entre los sectores marginados
pesar de la relativa estabilidad política a los cuales se ofrecen programas es-
que se registró durante todo el perío- peciales y los sectores industriales
do (a excepción de las zonas de gue- competitivos. División entre los que
rrillas). ¿Por qué esta situación? pueden pagarse la educación privada y
La educación —aunque importante los que deben contentarse con la edu-
porque permitía satisfacer los anhelos cación oficial. División entre los que
158 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

pueden acceder al bachillerato y a la cursos básicos como especializaciones


universidad y los que deben limitarse técnicas y carreras clásicas, por medio
a la educación media diversificada. de algunas universidades en su mayo-
Esa adecuación de la estructura edu- ría privadas, las que prometen a más
cativa con la estructura socioeconó- de doscientos mil colombianos el tí-
mica creó la ilusión de una movilidad tulo de doctor, eso sí, contra el pago
social ascendente por medio de la edu- de matrículas relativamente costosas.
cación. Así los padres de familia de Caracterizada por la improvisación y
pocos recursos económicos se endeu- la carencia de recursos apropiados
dan para costear la educación privada este tipo de enseñanza abre un nuevo
a sus hijos, los empleados y trabaja- mercado para el sector educativo pri-
dores sacrifican sus madrugadas y no- vado y crea nuevas ilusiones para la
ches en estudios complementarios. El población marginada. Pero, finalmen-
gobierno de Belisario Betancur no se te, no crea nuevos puestos de trabajo,
equivocó en su decisión de crear la y otra vez se adopta una solución apa-
Universidad Abierta y a Distancia rente ante la incapacidad de enfrentar
para los sectores marginados de la so- los problemas de fondo de la educa-
ciedad. Esta universidad ofrece tanto ción pública.

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Capítulo 6 159

Cien años de ciencia colombiana


Gabriel Poveda Ramos

Los comienzos
de la ciencia en Colombia

L as disciplinas que hoy constituyen


lo que llamamos «ciencia» fueron
introducidas en nuestro país por José
Celestino Mutis y por sus discípulos y
compañeros en la famosa Expedición
Botánica. En los años finales del siglo
XVIII y en los primeros del XIX, José
Celestino Mutis, Francisco José de
Caldas, José Manuel Restrepo, Jorge
Tadeo Lozano y los demás miembros
de esa organización, aprendieron y
cultivaron diversas ciencias como ma-
temáticas, medicina, botánica, física,
química, zoología, antropología y
otras varias. La curiosidad científica
no se extinguió con la Expedición Bo-
tánica. En los primeros años de la Re-
pública hubo varios personajes nota-
bles que trabajaron en la adquisición
de saberes y en su divulgación en la
Nueva Granada. Tal fue el caso del
coronel Joaquín Acosta, como geólo-
go y cartógrafo; de don Lino de Pom-
bo, como ingeniero y matemático, y
de otras figuras que propendieron por
aclimatar la ciencia en nuestro medio.
160 Nueva Historia de Colombia Vol. IV

tos Acosta propuso y expidió la ley


que creó la Universidad Nacional de
Colombia. De las cinco Escuelas que
la constituían (derecho, medicina
ciencias naturales, ingeniería y litera-
tura y filosofía), tres se referían a es-
tudios científicos (ciencias naturales) o
a estudios de profesiones estrecha-
mente relacionadas con la ciencia (me-
dicina e ingeniería).
Poco después, en 1870 se funda la
Sociedad de Naturalistas Colombianos
constituida por Francisco Montoya,
Carlos Michelsen, Liborio Zerda,
Eustaquio Santamaría y otros miem-
bros. Para fomentar la aplicación de la
botánica a la agronomía, se constituyó
al año siguiente la Sociedad de Agri-
cultores de Colombia, por iniciativa
de Salvador Camacho Roldán y de
Juan de Dios Carrasquilla. Dos años
después, en 1873, un grupo de médi-
cos y naturalistas fundaron la Socie-
dad de Medicina y Ciencias Naturales,
que fue la simiente de la Academia
Nacional de Medicina. Esta sociedad
fue notoriamente fecunda en la pro-
ducción de estudios médicos, botáni-
cos y zoológicos, escritos por sus di-
versos miembros, especialmente Pe-
dro María Ibáñez y Florentino Vezga.
General Agustín Codazzi, Entre 1850 y 1859 se cumplió la em-
director de la Comisión presa admirable de la Comisión Co-
Corográfica, entre
La Regeneración
1850 y 1859, admirable
rográfica, dirigida por el general
centro de irradiación Agustín Codazzi. Además de haber Rafael Núñez ejerció la presidencia
científica en Colombia. sido una gran escuela de geodesia, as- por primera vez entre 1880 y 1882.
(Oleo de A. Varucca, tronomía, geología y ciencias natura- Fue sin duda la más creativa de las ad-
pintado en Roma, 1882, les, la comisión fue una enorme fuente ministraciones al finalizar el siglo pa-
Observatorio Astronómico de conocimientos geográficos. Traba- sado. Uno de sus actos principales
Nacional, Bogotá).
jando con ella, José Jerónimo Triana consistió en crear la Comisión Cientí-
inició su gran obra en botánica. Con fica Permanente (ley 59 del 11 de ju-
ella el geólogo alemán Hermann Kars- nio de 1881) encargada de estudiar «lo
ten hizo el primer gran levantamiento concerniente a la botánica, a la geo-
geológico del país. Y Codazzi mismo logía, a la mineralogía, a la zoología,
produjo un abundantísimo material a la geografía y a la arqueología del
geográfico y cartográfico. Nombres país». Para dirigir esta comisión, el go-
como los de Ezequiel Uricoechea y bierno trajo de Francia al biólogo y
Florentino Vezga nos recuerdan el químico Joseph Charles Mano, quien
interés de los neogranadinos por las estuvo varios años en Colombia cum-
ciencias de la naturaleza y por la quí- pliendo ese encargo.
Página anterior: mica en los años posteriores. Fue tan Además de los anteriores, a co-
José Celestino Mutis, mienzo de los años ochenta vivían y
óleo de pintor anónimo
notorio el interés por las ciencias y
del siglo XV1I1, Museo la educación en aquellos años, que trabajaban activamente un buen nú-
del 20 de Julio, Bogotá. en 1867 el presidente general San- mero de científicos que mantenían y
Capitulo 6 161

desarrollaban un trabajo de importan-


cia notable para su época. Es inevita-
ble mencionar los nombres de Alfred
Hettner, geólogo alemán que estudia-
ba nuestra Cordillera Central: Pedro
María Ibáñez, médico e historiador de
la medicina: Lorenzo María Lleras, in-
geniero, matemático y físico: Eugenio
Amburcí, químico y botánico belga,
profesor en el recién creado Instituto
Nacional de Agricultura. A estos
nombres hay que agregar los de San-
tiago Cortés, botánico: Antonio Var-
gas Vega, médico; Manuel Uribe Án-
gel, médico, geógrafo y químico; Car-
los Michelsen, médico y naturalista;
Eustaquio Santamaría, químico y
agrónomo; Wilhelm Sievers, geólogo
alemán que estudiaba la sierra nevada
de Santa Marta: Antonio Gómez Cal-
vo, médico precursor de la siquiatría;
Francisco José Tapias, médico y na-
turalista; y un grupo importante de numerosos estudios de física médica y Estampilla de correos
química orgánica. Juan de Dios Ca- en honor del sabio
médicos brillantes de la tradicional es- Mutis y José Jerónimo
cuela francesa anatomoclínica. rrasquilla Lema (1833-1905) fue autor Triana, ilustre botánico
de numerosos artículos, conferencias y que inició su obra en
Por aquellos años se publicaban en memorias sobre agronomía, química la Comisión Corográfica.
el país varias revistas científicas en agrícola, botánica y farmacia. Vicente
donde aparecían trabajos de los au- Restrepo (1837-1899) publicó trabajos
tores mencionados. Las más impor- sobre metalurgia de metales preciosos
tantes eran la Revista Médica de Bo-
gotá (fundada en 1873). El Agricultor Florentino Vezga
(1868). la Revista Farmacéutica, los (1833-1890), científico
Anales de la Universidad Nacional y la que contribuyó a fundar
Gaceta Agrícola del Estado de Cundi- la Sociedad de Medicina
namarca. y Ciencias Naturales,
en 1873. Publicó:
La enseñanza de las diversas cien- "La Expedición Botánica",
cias se daba a nivel elemental en los "Botánica indígena"
colegios de enseñanza secundaria, de e "Historia del estudio
los cuales había unos diez en el país. de la botánica".
A nivel profesional se daba en la Uni-
versidad Nacional, en Bogotá, en sus
Escuelas de Medicina y Ciencias Na-
turales y Matemáticas e Ingeniería; en
la Escuela de Medicina de la Univer-
sidad de Antioquia; en la Escuela de
Medicina de la Universidad del Cau-
ca; en la Escuela de Medicina de la
Universidad de Cartagena; y en el Ins-
tituto Nacional de Agricultura, creado
en 1880 pero cerrado en 1885.
Vale la pena mencionar algunas
obras de los más importantes científi-
cos de la época. Francisco Montoya
(1850-1922) fue profesor y autor de
162 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

y escribió el libro, hoy clásico, Estudio


sobre las minas de oro y plata en Co-
lombia.
Indalecio Liévano fue por muchos
años profesor de matemáticas y autor
de un famoso libro sobre aritmética
Liborio Zerda fue profesor de física v
química médicas, y escribió numero-
sos títulos sobre botánica, química
zoología, fisicoquímica, higiene, quí-
mica mineral y metalurgia. Tulio Os-
pina (1857-1921) fue profesor de geo-
logía por muchos años; redactó tra-
bajos sobre quina, gemas, cobre, bio-
logía y minerías, y escribió una Geo-
logía de Colombia y una Geología de
Antioquia. Rafael Nieto París (1839-
1899) dirigió el Observatorio Astro-
nómico, y había inventado varios apa-
ratos geométricos y para astronomía;
Manuel Uribe Ángel había escrito ar-
tículos sobre botánica médica y publi-
có una gran Geografía de Antioquia.
Nicolás Osorio publicó numerosos ar-
tículos sobre epidemias, vacunación,
epizootias, entomología y ganadería,
aparte de su afamado Estudio sobre
las quinas de Colombia. Francisco Ba-
yón había escrito sus Ensayos sobre xi-
lología, primer tratado completo so-
bre maderas colombianas.
Andrés Posada Arango (nacido en
Medellín en 1839 y muerto allí en
1909) estudió medicina y ciencias en
Europa y fue el primer profesor de bo-
tánica y zoología en la Universidad de
Fundación de la
Sociedad de Naturalistas Antioquia. Fue autor de numerosos
Neogranadinos, junio 9 trabajos sobre la botánica de Antio-
de 1858: Liborio Zerda, quia que quedaron reunidos en sus Es-
Florentino Vezga, tudios científicos, obra publicada en
Alejandro Lindig, 1909. Su coterráneo Joaquín Antonio
Ezequiel Uricoechea
y Francisco Bayón. Uribe (Sonsón 1858-Medellín 1935)
fue también un concienzudo investi-
gador de la flora de su región, de lo
cual son muestra sus libros Flora son-
sonesa y Cuadros de la naturaleza.
Uribe ha sido sin duda el más impor-
Indalecio Liévano tante de los botánicos antioqueños.
(1833-1913)
profesor de El fin del siglo XIX
matemáticas y autor
de un famoso libro
de aritmética y de En 1887 fue fundada la Escuela Na-
"Investigaciones cional de Minas en Medellín a favor de
científicas''. una ley nacional que lo había orde-
Capítulo 6 163

nado años atrás, y gracias al interés Liborio Zerda,


persistente de don Tulio Ospina. Uno dibujado por Alberto
de sus primeros graduados fue Juan de Urdaneta. Profesor de
física y química médicas,
la Cruz Posada (Medellín 1869-Me- escribió sobre botánica,
dellín 1964). Después de profundizar metalurgia, higiene y
sus estudios en la Universidad de Ber- muchos otros temas
keley volvió al país, en donde hizo una científicos.
larga y fructífera carrera como inge-
niero, profesor, escritor y administra-
dor público. Fruto de sus concienzu-
das investigaciones geológicas fue su
libro Bosquejo geológico de Antio-
quia. En el mismo campo científico
descolló en aquella época Fortunato
Pereira Gamba (Bogotá 1866-Bogotá
1936), quien había estudiado ingenie-
ría de minas en Europa y había reco- El médico y científico
rrido nuestro territorio estudiando su Andrés Posada Arango,
mineralogía y su geología. En el año primer profesor de
1901 publicó su obra más importante, botánica y zoología en
Riqueza mineral de Colombia, y en la Universidad de
Antioquia.
1919 publicó La vida en los Andes co-
lombianos.
Entre los ingenieros y científicos de
su tiempo se destaca también Francis-
co Javier Vergara y Velasco, nacido
en Popayán y graduado en la Univer-
sidad Nacional. De sus muchos infor-
mes y artículos sobre el territorio co-
lombiano descuellan su Nueva geogra-
fía de. Colombia y su Atlas geográfico
completo de Colombia. Manuel An-
tonio Rueda Jara (Villa del Rosario
1858-Bogotá 1907) se graduó como
profesor de matemáticas y como in-
geniero en la Universidad Nacional, y
durante toda su vida se dedicó a la en-
señanza de las matemáticas, para lo
cual escribió su Curso de aritmética y
su Curso de álgebra, que durante mu-
chos años sirvieron como textos de en-
señanza en colegios y universidades.
Los últimos lustros del siglo XIX vie-
ron el surgimiento de varias institucio-
nes académicas y científicas. En 1887
se funda la Sociedad Colombiana de
Ingenieros con cuarenta y dos miem-
bros de esa profesión, que desde sus
comienzos inició la publicación de la
revista Anales de Ingeniería, que ha
aparecido sin interrupciones hasta hoy
y en donde han sido publicados innu-
merables trabajos y estudios científi-
cos y técnicos. En el mismo año se
164 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

mo participó, en el mismo año, en la


fundación de la Academia Nacional de
Medicina que vino a sustituir a la an-
terior Sociedad de Medicina y Cien-
cias Naturales.

De los Mil Días a la gran crisis


Durante la guerra de los Mil Días los
científicos y las instituciones educati-
vas permanecieron en receso. Al re-
cuperarse la paz en 1902, comenzó a
despertar nuevamente el interés en es-
tos temas. Así, por ejemplo, en 1903
se constituyó la Sociedad Geográfica
de Colombia. En su larga vida ha aus-
piciado y ha publicado en su boletín
multitud de estudios sobre fisiografía,
geodesia, oceanografía, recursos na-
turales, climas, sismología, etc. En
Rector, Vicerrector y creó la Academia de Medicina de 1909 el gobierno del general Reyes
alumnos de la Antioquia. Tres años después, en creó la Oficina de Longitudes, que
Universidad Republicana, 1890, fue fundada en Bogotá la Uni- ejecutó amplias investigaciones sobre
fundada en 1890 por
Manuel Antonio Rueda,
versidad Republicana, con facultades astronomía, geodesia y geografía co-
José Herrera Otarte de derecho, ciencias naturales e inge- lombiana, hasta cuando, en 1935, fue
y Francisco Montoya. niería. Fue ésta una iniciativa del in- transformada en el Instituto Geográ-
geniero Manuel Antonio Rueda, del fico Agustín Codazzi.
naturalista José Herrera Olarte y del Con la paz, reanudaron sus activi-
médico Francisco Montoya. Este últi- dades las cinco únicas universidades

Plano de Santa Marta


publicado en el "Atlas
geográfico completo de
Colombia", del ingeniero
payanes Francisco Javier
Vergara y Velasco
(1860-1914)
autor también de una
"Nueva geografía
de Colombia" y de un
libro sobre el
archipiélago de San
Andrés, entre otras
muchas obras.
Capítulo 6 165

que vivían en aquellos años. En Bo-


gotá la Universidad Nacional reabrió
su facultad de matemáticas e ingenie-
ría y la de medicina y ciencias natu-
rales. En Medellín, en 1903, se reabrió
la Escuela de Minas, que había sido
clausurada por el gobierno en 1895.
En esa ciudad la Universidad de An-
tioquia restableció sus estudios, inclu-
yendo entre ellos los de ciencias na-
turales y química en su facultad de me-
dicina. En Popayán, la Universidad
del Cauca restableció sus cursos de
matemáticas y agrimensura. Y la Uni-
versidad Republicana, en Bogotá, vol-
vió a impartir enseñanza en sus escue-
las en ingeniería y ciencias naturales.
Todavía nuestras universidades refle-
jaban las limitaciones y la insuficiencia
de nuestro desarrollo científico, pero
a pesar de ello, un número importante
de investigadores distinguidos mante-
nían en alto a la tradición científica en-
tre nosotros y cultivaban muy variados
campos de la ciencia, incluyendo ma-
temáticas, química, botánica, zoolo-
gía, microbiología y otros. Signo de
esa actividad fue la creación en 1912
de la Sociedad de Ciencias Naturales 1880 y 1885. Para dirigir la nueva escue- Estampilla de correos
en Bogotá; y en el año 1915 de la So- la el gobierno trajo al científico belga en homenaje al
ciedad Antioqueña de Ingenieros, en Charles Denemoustier. Esta escuela centenario del
Medellín. nacimiento del sabio
pasó a convertirse, después de algunas Julio Garavito Armero,
Por iniciativa del gobierno del ge- peripecias, en la facultad de Agrono- celebrado el 5 de
neral Reyes, en 1910 visitó al país la mía de la Universidad Nacional, que enero de 1965.
Comisión Suiza de Ciencias Naturales, graduó sus primeros agrónomos en el Matemático e ingeniero
la cual recorrió la costa atlántica, año 1922. de la Universidad
Nacional, director del
Antioquia y Cundinamarca y recopiló En los primeros años de nuestro si- Observatorio
una abundante recolección de especies glo se dio en Bogotá un importante Astronómico, publicó
botánicas y animales, que sirvieron movimiento de estudio e investigación sus "Tablas de la Luna",
como material de trabajo para muchos en matemáticas que fue animado, fun- que le merecieron
biólogos colombianos y extranjeros en bautizar con su nombre
damentalmente, por el ejemplo de uno de los cráteres
años posteriores. Otro motivo de in- don Julio Garavito Armero (Bogotá lunares.
terés por las ciencias naturales fue la 1865-Bogotá 1920). Garavito se había
iniciación de estudios universitarios graduado como profesor de matemá-
sobre agronomía: en 1904 se abrió en ticas y como ingeniero civil en 1891 en
la Universidad de Antioquia la pri- la Universidad Nacional y desde en-
mera Escuela de Agronomía, de nivel tonces se había consagrado a la docen-
universitario, cuya vida sólo pudo es- cia y a la investigación. Entre 1890 y
tabilizarse a partir de 1916. Y en 1915 1920 fue director del Observatorio As-
el Ministerio de Agricultura y Comer- tronómico Nacional; y su muy extensa
cio creó en Bogotá la Escuela Superior como fecunda labor de enseñanza sólo
de Agronomía, con el propósito de re- fue interrumpida por la parálisis de la
vivir el antiguo instituto de esta es- universidad debida a la guerra de los
pecialidad que había operado entre Mil Días. En geografía y geodesia pu-
166

blicó trabajos sobre coordenadas geo- se graduó como ingeniero civil en la


gráficas de precisión, sobre el mapa Universidad Nacional, y fue allí pro-
del país, sobre restitución geodési- fesor de matemáticas y mecánica por
ca, etc. En matemáticas hizo muchí- muchos años. A él se debe el libro
simas investigaciones sobre geome- Historia de la cartografía de Colombia
trías no euclidianas, teoría de funcio- y el admirable ensayo Entidad de la fí-
nes, teoría de números, ecuaciones di- sica, donde apoya los modernos de-
ferenciales y ecuaciones algebraicas. sarrollos de dicha ciencia. Al lado de
En física sus investigaciones incluye- Rozo, debe mencionarse a su contem-
ron la mecánica racional, la teoría del poráneo y colega Melitón Escobar La-
electrón, la mecánica de materiales rrazábal, que sobresalió también co-
pulverulentos, la óptica física, la óp- mo brillante profesor de matemáticas
tica geométrica, el electromagnetismo en la misma universidad.
y la relatividad. Pero su obra magna Julio Carrizosa Valenzuela (Bogotá
fue en el campo de la astronomía y 1895-Bogotá 1972), se graduó como
consistió en el monumental trabajo ingeniero en la Universidad Nacional
Las tablas de la luna, que lamentable- en 1918 y desde entonces ejerció allí
mente quedó inconcluso. por muchos años las cátedras de geo-
Discípulo brillante de Garavito fue metría analítica y resistencia de ma-
Jorge Álvarez Lleras (Bogotá 1885- teriales. Fue rector de su universidad
Bogotá 1952), quien se graduó en la y ministro de Educación.
Universidad Nacional en 1907. Des- Jorge Acosta Villaveces (Fusagasu-
pués de ser profesor de matemáticas gá 1891-Bogotá 1965) se graduó como
en la facultad de Ingeniería de la Uni- ingeniero en 1911. Después de traba-
versidad de Nariño e ingeniero jefe jar en ferrocarriles y como actuario de
del Ferrocarril de Antioquia, volvió a la Superintendencia Bancaria volvió a
su ciudad como director del Observa- la facultad de Ingeniería de la Uni-
torio y profesor de matemáticas en la versidad Nacional como profesor de
Universidad Nacional. Por el resto de cálculo, donde enseñó casi hasta su
su vida Álvarez Lleras publicó innu- muerte, durante más de veinticinco
merables trabajos, libros y folletos de años. Merece destacarse su libro Aná-
los cuales merecen destacarse Latitud lisis matemático y numerosos artículos
y longitud del Observatorio Astronó- sobre actuaría y matemáticas apareci-
mico de Bogotá, Lecciones de electro- dos en la revista Anales de Ingeniería
técnica, Las teorías eléctricas moder- y en otras publicaciones.
nas, Elementos de meteorología tropi- El ingeniero Belisario Ruiz Wilches
cal, Electricidad para el obrero indus- (Bogotá 1887-Bogotá 1958) se graduó
trial, La radiación solar en la sabana en la Universidad Nacional en 1909 y
de Bogotá, y muchas más. Igualmente fue a enseñar matemáticas en la fa-
importante fue su labor de recopilar y cultad de Ingeniería de la Universidad
publicar muchos trabajos inéditos de de Nariño, que funcionaba en aquellos
Garavito, sobre quien publicó una años. Posteriormente participó en co-
completa biografía. misiones nombradas por el gobierno
Víctor E. Caro se graduó en la Uni- para la demarcación de límites con
versidad Nacional a principios del si- países vecinos. En 1935 fue nombrado
glo y por largo tiempo fue allí profesor primer director del Instituto Geográ-
de aritmética analítica. Resultado de fico Militar y Catastral Agustín Co-
sus lecciones y de sus investigaciones dazzi, recién creado en ese año. A lo
fue su interesante libro Los números: largo de su vida y en el desempeño de
su historia, sus propiedades, sus men- sus cargos, Ruiz Wilches hizo valiosos
tiras y sus verdades, que publicó en aportes a la geografía y a la geodesia
Bogotá en 1937. de Colombia.
Otro discípulo destacado de Gara- Rafael Torres Mariño fue otro dis-
vito fue Darío Rozo Martínez, quien cípulo aventajado de Garavito en la
Capítulo 6 167

facultad de Ingeniería de la Universi- Ricardo Lleras Codazzi,


dad Nacional. Después de ejercer va- ingeniero de la
rios años como ingeniero de ferroca- Escuela de Minas
rriles, se dedicó al cultivo de las ma- de Medellín,
descubridor del
temáticas y publicó en ese campo su mineral que él
libro Los juegos de azar en la especu- llamó viterbita,
lación: sus probabilidades del análisis, segundo director de la
en 1933. Comisión Científica
Nacional, miembro
En la Escuela de Minas de Medellín fundador de la Academia
(que desde 1911 había sido nacionali- Colombiana de Ciencias
zada), varios profesores extranjeros y presidente honorario
vinieron a reforzar la enseñanza de la de la Sociedad
ingeniería. El ingeniero italiano Calix- Colombiana
to Giordanengo trajo un moderno la- de Ingenieros.
boratorio para el tratamiento y ensayo
de minerales; el suizo Paul Zürcher
vino a enseñar electrotecnia; y el belga
Henri Denéve llegó como profesor de
física. En esa institución habían ga-
nado ya merecido prestigio algunos
profesores de matemáticas y otras
ciencias de la ingeniería, tanto por sus
sabias enseñanzas como por sus escri-
tos v trabajos. Jorge Rodríguez Lalin-
de (Medellín 1875-Medellín 1948) ha-
bía estudiado en la Universidad Na- ciones honoríficas en varios foros in-
cional, en Bogotá, y allí había obte- ternacionales.
nido sus títulos como profesor de ma- Como ya se ha visto, la geología y
temáticas e ingeniero. Después de la mineralogía habían sido cultivadas
especializarse en París en geometría y por varios estudiosos desde la época
estadística, volvió como profesor de de la Expedición Botánica y la Comi-
dichas materias a la Escuela de Minas. sión Corográfica. A principios del si-
Su mayor mérito didáctico y científico glo xx brilla en este campo el nombre
fue el de haber aclimatado en Colom- de Ricardo Lleras Codazzi (Bogotá
bia el estudio y la enseñanza de la es- 1869-Bogotá 1940), quien estudió en
tadística en el nivel universitario, en la la Escuela de Minas en Medellín y allí
formación de ingenieros. En unión del terminó su carrera como ingeniero ci-
ingeniero Alejandro López compiló y vil y de minas en 1891. Desde el año
publicó la primera monografía estadís- siguiente fue profesor de mineralogía
tica de Antioquia, en 1914. en la Universidad Republicana. A lo
Juan de Dios Higuita (Buriticá largo de toda su vida investigó y es-
1895-Cali 1982) estudió ingeniería civil cribió sobre geología y mineralogía
y de minas en la Escuela de Minas de de Colombia. Descubrió y caracterizó
Medellín, a comienzos del segundo por primera vez el mineral que él lla-
decenio del siglo. Durante casi vein- mó «viterbita». Se interesó por la teo-
ticinco años fue en esta escuela pro- ría de Wegener sobre la traslación de
los continentes, que ya hoy está ple-
fesor de trigonometría, geometría
namente establecida. Escribió tres re-
analítica y astronomía. A mediados de putados textos didácticos para los cur-
los años treinta fue uno de los prime- sos de petrografía, mineralogía y geo-
ros directores de la Oficina de Esta- logía, y además publicó multitud de
dística de la Contraloría General de la artículos y estudios sobre estas disci-
República; y en ese cargo elaboró el plinas. En 1925 fue jefe de la Comi-
importantísimo Estudio sobre los cen- sión Científica Nacional; y en 1927, di-
sos colombianos que le mereció men-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
168

rector del Museo Nacional. Recibió sempeñado en Berlín como profesor


distinciones académicas del gobierno de la Universidad, como geólogo del
de Francia y de otros países, y fue Estado y como miembro de la acade-
miembro fundador de la Academia mia. En 1914 vino a trabajar en las mi-
Colombiana de Ciencias Exactas, Fi- nas de esmeralda de Muzo y Chivor,
sicoquímicas y Naturales en 1937. y tres años después se le encomendó
Hacia 1915 había venido a Bogotá el la Comisión Científica Nacional, a la
geólogo español Miguel Gutiérrez cual dirigió Scheibe hasta su muerte
(Madrid 1883-Bogotá 1925) y fue pro- en 1923. Como fruto de sus extensos
fesor de esa ciencia en el Colegio de viajes de investigación, publicó nu-
San Bartolomé. Hizo trabajos aún hoy merosos trabajos sobre minas de es-
valiosos sobre esmeraldas, salinas y meraldas, sal, oro, carbón, tectónica y
rocas sedimentarias de la cordillera orogénesis de la cordillera oriental.
oriental. Durante la administración Especialmente valioso es su libro Geo-
del presidente Concha, por la ley 83 logía del sur de Antioquia.
de 1916, el gobierno creó la Comisión Después de la breve dirección de
Científica Nacional encargada de rea- Ricardo Lleras en la Comisión Cien-
lizar metódica y permanentemente el tífica, esa posición fue desempeñada
estudio de los recursos naturales de sucesivamente por los geólogos ale-
Colombia, especialmente sus recursos manes Otto Stützer, Ernest Scheibe
mineros. (entre 1924 y 1929), Emil Grosse
Como primer director de la comi- (1927-1931) y Enrique Hubach (1931-
sión, el gobierno nombró, en 1917, al 1934). Ernest Scheibe (hijo de Rober-
profesor Roberto Scheibe (Gera, Ale- to) permaneció en Colombia entre
mania 1859-Bogotá 1923), quien había 1924 y 1926, haciendo prolijos estu-
estudiado geología en las universida- dios sobre la rama oriental de nuestros
des de Halle, Jena y Gotinga, donde Andes. A su regreso a Alemania pu-
recibió su grado en 1882. Se había de- blicó en Berlín, en 1937, su libro Es-
tudios geológicos sobre la cordillera
oriental de Colombia.
Robert Scheibe,
profesor de la Emil Grosse estudió geología en las
Universidad de Berlín universidades de Charlottemburgo y
y geólogo del Estado Berlín. Vino a Colombia en 1920, lla-
alemán, trabajó en mado por el Ferrocarril de Antioquia
1914 en las minas de
Muzo y Chivor, y tres a reconocer los yacimientos carboní-
años más tarde se feros de ese departamento, y durante
puso al frente de la tres años condujo meticulosa y rigu-
Comisión Científica rosamente esos estudios. Fruto de este
Nacional, que dirigió
hasta su muerte, trabajo fue su maravillosa obra El ter-
ocurrida en Bogotá, ciario carbonífero en Antioquia, que
en 1923. Es muy publicó en Alemania después de re-
importante su libro gresar allá en 1932. Otra figura im-
"Geología del sur
de Antioquia". portante para la geología colombiana
en aquellos años es la del español José
Royo y Gómez (Castellón de la Plana
1895-Caracas 1961). Hacia 1920 se
graduó como geólogo en la Universi-
dad de Madrid; y en 1939 vino como
exiliado a Colombia por la guerra civil
de su patria, y aquí vivió hasta 1951.
Como geólogo del Ministerio de Mi-
nas realizó muchos trabajos valiosos
en paleontología y estratigrafía que su
autor compendió en el libro Los ver-
Capítulo 6 169

Padre Enrique Pérez


Arbeláez, director
del Herbario Nacional
Colombiano, fundador
del Instituto Botánico
en la Universidad
Nacional, impulsador
de la publicación de
la Flora de la
Expedición Botánica
y creador del Jardín
Botánico de Bogotá.

tebrados del terciario continental co- médico en la Universidad de Antio-


lombiano, y fue el creador y primer quia en 1922 y luego se especializó en
curador del Museo Geológico del Ser- medicina tropical en la escuela de me-
vicio Geológico Nacional. dicina de la Universidad de Harvard.
Otro campo científico que brilló por Uribe Piedrahíta fue un hombre mul-
la calidad de sus cultivadores desde tifacético que lo mismo descolló como
antes de los años treinta fue el de la microbiólogo y toxicólogo, que como
biología descriptiva. Entre sus culti- botánico, bioquímico, parasitólogo y
vadores más prestigiosos sobresalió novelista. Citar sus innumerables ar-
desde el principio del siglo el médico tículos y estudios sería excesivamente
Emilio Robledo Uribe (Salamina largo, pero hay que consignar expre-
1875-Bogotá 1961). quien se graduó samente el gran mérito de haber sido
en la Universidad de Antioquia en el el creador del Herbario Nacional Co-
año de 1900, y quien a lo largo de su lombiano.
dilatada y laboriosa vida se distinguió A esa generación perteneció el pa-
como médico, botánico, historiador, dre Enrique Pérez Arbeláez (Medellín
políglota, parasitólogo y poeta. En el 1896-Bogotá 1972), quien se graduó
campo de las ciencias naturales, ade- como doctor summa cum laude en
más de muchos artículos sobre flora y ciencias biológicas en la Universidad
plantas medicinales, merecen recor- de Munich. Toda su vida fue un in-
darse sus libros Lecciones de botánica cesante investigador, especialmente
y Los naturalistas antioqueños. sobre la botánica y la flora de Colom-
Carlos Cuervo Márquez (Bogotá bia. Fue director del Herbario Nacio-
1858-Bogotá 1930) fue un descollante nal Colombiano en el Ministerio de
autodidacta, quien entre sus cargos Industrias en 1930; fundador del Ins-
gubernamentales y diplomáticos halló tituto Botánico de la Universidad Na-
tiempo para la investigación y para pu- cional; propulsor de la publicación de
blicar sus libros Estudios arqueológi- la flora de Mutis; y creador del Jardín
cos y etnográficos americanos (1891) y Botánico de Bogotá. De sus princi-
Tratado elemental de botánica (1913). pales libros deben destacarse los si-
César Uribe Piedrahíta (Medellín guientes: Biología moderna, Botánica
1897-Bogotá 1951) se graduó como del cafeto, Las plantas: su vida y su
170 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

clasificación, Plantas útiles de Colom- sión Científica, y desde esa época has-
bia, Recursos naturales de Colombia, ta el fin de su vida, en Colombia, fue
Hilea magdalenensis, Plantas medici- profesor en la Universidad Nacional
nales y venenosas de Colombia, y mu- en Bogotá y en la Universidad del
chísimas más. Cauca. Como infatigable investigador
En la época que referimos ya fun- realizó en nuestro país una prodigiosa
cionaban en Colombia ocho institucio- obra geológica, especialmente en pe-
nes universitarias que impartían en- trografía, paleontología y estratigrafía
señanza sobre ciencias o sobre carre- cuya extensión y rigor casi no encuen-
ras profesionales basadas en ciencias tra par entre nosotros.
de la naturaleza. En efecto, en los Roberto Wokittel (Alemania 1893-
años próximos a 1920, existían los si- Alemania 1970) estudió geología en la
guientes institutos: Universidad Técnica de Berlín, en
1. La Universidad Nacional, en Bo- donde luego fue profesor por algunos
gotá, con sus facultades de matemáti- años. En 1925 vino a nuestro país
cas e ingeniería y de medicina y cien- como profesor de geología y minera-
cias naturales. logía de la Escuela de Minas en Me-
2. La Universidad de Antioquia, en dellín, y allí permaneció hasta 1937.
Medellín, con facultad de medicina y En este año regresó a su patria. En
ciencias naturales. 1949 volvió a nuestro país y aquí vivió
3. La Escuela de Minas, en Mede- los siguientes veinte años, hasta poco
llín, que preparaba ingenieros civiles y antes de su muerte, casi siempre vin-
de minas. culado a la sección de estudios geoló-
4. La Universidad del Cauca, en gicos y mineros del Ministerio de Mi-
Popayán, con su facultad de ingeniería nas. Además de sus múltiples infor-
civil. mes sobre geología de distintas regio-
5. La Universidad de Cartagena, nes de Colombia, merece citarse la
con facultad de medicina. gran compilación de estudios geológi-
6. La Universidad de Nariño, en cos sobre nuestro país, que publicó
Pasto, con facultad de ingeniería civil. con el nombre de Recursos minerales
7. El Instituto Técnico Central, en de Colombia.
Bogotá, con una incipiente facultad de El geólogo Hans Bürgl (Viena 1907-
ingeniería civil. Bogotá 1966) vino al país en 1951. En
8. La Universidad Republicana, en los quince años que vivió entre noso-
Bogotá, que tuvo facultad de ingenie- tros, Bürgl hizo innumerables trabajos
ría civil hasta cuando fue cerrada en y estudios en mineralogía, cristalogra-
1920. fía y geología y escribió su importante
libro Historia geológica de Colombia.
De la gran crisis Discípulo de los eminentes geólogos
a mediados del siglo alemanes fue el ingeniero Benjamín
Alvarado Biester, graduado en la Uni-
Una de las labores científicas más des- versidad Nacional, a quien se le deben
tacadas de los años treinta fue la que innumerables trabajos sobre geología
cumplieron los geólogos alemanes y y minas del país que aún continúan ha-
colombianos que trabajaron en la Co- ciendo aportes en su campo científico.
misión Científica Nacional. Enrique El hermano Apolinar María (Nico-
Hubach (Osorno, Chile, 1894-Popa- lás Seiler. Alsacia. Francia, 1867-Bo-
yán 1968) había estudiado geología en gotá 1949) vino a Colombia en 1902
la Universidad de Berlín y vino a Co- como profesor al Colegio de La Salle,
lombia en 1922 a trabajaren el Minis- de las escuelas cristianas. Como geó-
terio de Minas y Petróleos para el cual logo, entomólogo y botánico desem-
realizó numerosos estudios geológicos
en diversas regiones del país. Entre peñó una fecunda obra de compilación
1931 y 1934 fue director de la Comi- y clasificación de especies mineraló-
gicas, botánicas y animales, con las
171
Capítulo 6

cuales formó el museo de La Salle, mineralogista), Luis María Murillo


que llegó a ser reputado como el más (entomólogo y biólogo), Enrique Pé-
rico del país en ciencias naturales, rez Arbeláez (botánico), Darío Rozo
pero que desgraciadamente fue des- Martínez (matemático y físico), Ra-
truido el 9 de abril de 1948. fael Torres Mariño (ingeniero y ma-
En 1932 vino a Colombia el botá- temático), Calixto Torres Umaña
nico catalán Josep Cuatrecasas, enton- (médico y epidemiólogo) y César Uri-
ces director del Jardín Botánico del be Piedrahíta (médico, biólogo y es-
Prado. Permaneció en el país por va- critor). Desde su fundación, la Aca-
rios años dirigiendo el Instituto Botá- demia ha sido centro de estudios cien-
nico (posteriormente Instituto de tíficos de alta categoría y ha publicado
Ciencias Naturales de la Universidad ininterrumpidamente su revista, en la
Nacional) y como profesor fundador cual han aparecido trabajos de sus
de la Escuela de Agronomía de Cali. miembros colombianos y del exterior
Años después Cuatrecasas se fue al y de otros calificados colaboradores.
Instituto Smithsoniano en Washington La misma administración López Pu-
pero desde allí, hasta su muerte, si- marejo hizo expedir la ley 68 de 1935,
guió investigando y publicando sobre por la cual se reorganizó la Universi-
botánica de Colombia. dad Nacional y se ordenó la construc-
Con el hermano Apolinar María ción de la actual ciudad universitaria.
vino también de Europa el hermano En el mismo año, el mismo gobierno
Nicéforo María, quien realizó una la- fundó la Escuela Normal Superior, en
bor investigativa y pedagógica similar Bogotá, para preparar profesores de
a la del primero en el campo de las enseñanza media y universitaria en va-
ciencias naturales. Lo mismo puede rias ramas de la ciencia y la cultura.
decirse del hermano Daniel (Daniel Esta escuela, dirigida por el médico y
González, antioqueño), cuya labor de siquiatra José Francisco Socarrás, tra-
investigador y pedagogo sobre botá- jo excelentes profesores europeos
nica es de las más extensas que se han como el geógrafo Pablo Vila, el lin-
realizado en nuestro país. güista José Urbano González de la Ca-
Los años treinta, dominados por ad- lle, el físico y matemático Otto Freu-
ministraciones liberales progresistas dental, los historiadores Gerhardt Ma-
en el gobierno, fueron fértiles en la sur y Rudolf Hommes, y los arqueó-
creación de instituciones científicas. logos y antropólogos Justus Wolfgang
Sin duda la más importante fue la Schotelius y Paul Rivet. La Escuela
Academia Colombiana de Ciencias Normal tuvo una influencia decisiva y
Exactas, fisicoquímicas y Naturales, excelente en el mejoramiento de la en-
que fue creada por la ley 34 de 1933 y señanza de las ciencias en el bachille-
reglamentada por el presidente Alfon- rato y en la universidad a lo largo de
so López Pumarejo por decreto 1218 los veinte años siguientes.
de 1936. Al instalarse, los miembros También en 1935, la administración
constituyentes de la Academia fueron: López Pumarejo fundó el Instituto
Jorge Acosta Villaveces (ingeniero y Geográfico Militar y Catastral Agustín
matemático), Jorge Álvarez Lleras Codazzi, que desde entonces ha sido
(ingeniero, matemático, físico y astró- importantísima escuela y centro de es-
nomo), Antonio María Barriga Villal- tudio sobre geografía, geofísica, geo-
ba (químico), Alberto Borda Tanco desia, geología, agrología, aerofoto-
(ingeniero y geógrafo), Julio Carrizo- grametría y todas las demás ciencias
sa Valenzuela (ingeniero y matemáti- de la tierra. Este instituto fue el re-
co), Víctor E. Caro (matemático), sultado de la transformación de la an-
Luis Cuervo Márquez (historiador y terior Oficina de Longitudes.
geógrafo), Federico Lleras Acosta Desde 1928, el gobierno nacional
(médico y microbiólogo), Ricardo había fundado la Estación Agrícola
Lleras Codazzi (ingeniero, geógrafo y Experimental de Palmira, mediante
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
172

los esfuerzos del agrónomo y botánico Para crear la Escuela de Química de


Ciro Molina García. Luego, en 1935, la Universidad Nacional se constituyó
el gobierno fundó en Cali la Escuela un valioso equipo de profesores, en-
de Agricultura Tropical, a instancias cabezado por los españoles Antonio
del médico Demetrio García Vásquez, García Banús, Rodolfo Low Maus y
la cual, en 1940, fue trasladada a Pal- Manuel García Reyes, junto con los
mira y convertida en facultad de agro- químicos colombianos Eduardo Lleras
nomía de la Universidad Nacional. Codazzi y Luis Montoya Valenzuela.
Ese interés oficial en la investiga- Eduardo Lleras Codazzi se había
ción agronómica se tradujo también graduado como ingeniero civil en la
en la fundación por el gobierno de la Universidad Nacional, pero se había
Estación Experimental Agrícola de dedicado especialmente, como auto-
Armero, Tolima, en 1936, cuya mag- didacta, al estudio de la química, par-
nífica labor habría de ser la base para ticularmente de la química mineral, y
el mejoramiento de cultivos como el en este campo había desempeñado di-
ajonjolí, el algodón y el arroz en las versos cargos oficiales. De su misma
planicies del Magdalena. generación era Antonio María Barriga
Muchísimos de estos trabajos de in- Villalba, quien se había formado co-
vestigación agrícola encontraron un mo químico y biólogo en universida-
medio de divulgación en la Revista Na- des del exterior y quien fue por largo
cional de Agricultura, que había sido tiempo director de la Casa de la Mo-
y sigue siendo publicada por la Socie- neda y autor de gran número de en-
dad de Agricultores de Colombia des- sayos y estudios sobre química mine-
de sus comienzos en el siglo pasado, y ral, fitoquímica y metalurgia.
en la Revista de Agricultura Tropical En el área de la química se distin-
de la Sociedad Colombiana de Inge- guió desde aquel tiempo Joaquín Mo-
nieros Agrónomos. lano Campuzano (nacido en Bogotá.
Otro valioso y fructífero centro de 1903), quien se había formado en Eu-
investigación ha sido desde aquella ropa como químico y biólogo. Entre
época el Centro Nacional de Investi- sus muchas publicaciones deben citar-
gaciones del Café, Cenicafé, fundado se el libro Limnología colombiana y el
en 1938 por la Federación Nacional de folleto «Manual de ensayos prácticos e
Cafeteros en Chinchiná, cerca de Ma- industriales de la leche».
nizales. Antonio García Banús fue un distin-
En el campo de la química, cabe re- guido químico español que salió de su
cordar, también a mediados de los patria exiliado durante la guerra civil
años treinta, la fundación del Labo- en 1937 y vino a vivir en Colombia.
ratorio Nacional de Química, inicial- Habiendo sido catedrático en la Uni-
mente adscrito al Ministerio de Indus- versidad Central de Madrid, puso sus
trias, y dedicado con especialidad al mayores esfuerzos en que se creara la
análisis y caracterización de los mine- Escuela de Química de la Universidad
rales del territorio nacional. Nacional en Bogotá, la cual inició la-
La Universidad Nacional se moder- bores en 1938. Allí fue profesor e in-
nizaba y transformaba rápidamente en vestigador por muchos años.
aquellos años. En 1935 creó sus facul- Rodolfo Low Maus (nacido en Bar-
tades de arquitectura, enfermería y men, España, 1912) se doctoró con
odontología; y en 1938 abrió en Bo- honores en la Universidad de Barce-
gotá sus escuelas de química y de far- lona, y se especializó en Alemania y
macia. La fundación de la escuela de España en química del caucho. Vino
química respondía al gran interés de también exiliado de la guerra civil es-
aquellos gobiernos por respaldar el es- pañola e ingresó como profesor a la
fuerzo de industrialización que se rea- Escuela de Química de la Universidad
lizaba activamente por entonces, es- Nacional, donde enseñó por muchos
pecialmente en Bogotá y en Medellín. años antes de trasladarse a Bucara-
173

Capítulo 6

manga como rector de la Universidad entomología y la parasitología botá-


Industrial de Santander. Ha publicado nica. En 1927 contribuyó a fundar el
numerosos estudios y artículos so- Instituto de Biología en el Ministerio
bre química orgánica, inorgánica y de Agricultura, actuando como su pri-
fitoquímica. mer subdirector y jefe del servicio de
Entre las figuras distinguidas por Entomología Económica. Allí hizo los
sus trabajos en química debe citarse a primeros estudios sobre control bio-
Jorge Ancízar Sordo, nacido en Bo- lógico de plagas y sobre relaciones
gotá a principios del siglo y quien re- bioclimáticas entre los insectos y los
cibió su doctorado en la Universidad suelos. Entre sus numerosas obras
de Freiburg (Suiza). Como profesio- conviene recordar los libros Sentido de
nal fue director técnico de la naciente una lucha biológica, Los insectos y el
Industria Militar y del Laboratorio clima y Colombia, un archipiélago bio-
Químico Nacional. Como investigador lógico.
publicó muchos artículos en revistas Uno de los primeros curadores del
científicas de Colombia y del exterior. Herbario Nacional fue Hernando Gar-
Entre sus libros descuellan Introduc- cía Barriga, ayudante y discípulo del
ción al estudio de la química orgánica padre Pérez Arbeláez. Además de nu-
y Conservemos la fertilidad de nuestro merosos artículos sobre botánica des-
suelo. Y de sus muchos artículos pue- criptiva, se le debe el muy valioso li-
den señalarse «La fabricación de ácido bro Flora medicinal de Colombia. Sus
sulfúrico y abonos químicos en Co- importantes trabajos le valieron un
lombia», «Empobrecimiento de los puesto en la Academia Colombiana de
suelos de Colombia y sus repercusio- Ciencias.
nes en la ganadería» y «La fabricación El padre Lorenzo Uribe Uribe
de derivados de cloruro de sodio en (Sonsón 1905-Bogotá 1981) fue hijo
Colombia». de don Joaquín Antonio Uribe y he-
Los últimos años treinta y primeros redó de su padre la pasión por la en-
de los cuarenta vieron una gran acti- señanza e investigación de las ciencias
vidad en las ciencias naturales colom- naturales. Después de estudiar en Ho-
bianas. En 1940 el padre Enrique Pé- landa vino a la Universidad Javeriana
rez Arbeláez logra convertir el Her- como profesor de cosmología y se de-
bario Nacional en el Instituto de Cien- dicó al cultivo de la botánica durante
cias Naturales de la Universidad Na- el resto de su vida. Sus principales tra-
cional, del cual fue primer director. bajos científicos los hizo en taxonomía
Allí fue a trabajar Armando Dugand y morfología de plantas.
Gnecco, que había nacido en Barran- Esta constelación de científicos de
quilla en 1906 y se había formado la naturaleza dejó una de las más va-
como naturalista en París. En el ins- liosas y originales acumulaciones de
tituto, Dugand fundó la revista botá- ciencia que se hayan hecho en Colom-
nica Caldasia y escribió asiduamente bia. En este siglo, han sido los natu-
en Lozanía y Mutisia, otras dos publi- ralistas colombianos los que han he-
caciones del mismo instituto. Fue el cho una labor más prolongada y más
segundo director del instituto y autor creativa entre las distintas ramas de la
de más de setenta monografías y es- ciencia en el país.
tudios sobre la flora y la fauna de Co- Un poco más reciente es la valiosa
lombia, de las cuales descubrió y cla- obra de un grupo de geógrafos y car-
sificó casi cien nuevas especies. Su li- tógrafos cuya mención se abre con el
bro más importante es Estudios geo- general Julio Londoño, nacido en
botánicos colombianos. Abejorral (Antioquia), en 1901. Ade-
Luis María Murillo Quinche nació más de su meritoria y larga carrera mi-
en Guasca (Cundinamarca) en 1903 y litar, el general Londoño fue incan-
fue un autodidacta que se formó como sable viajero y estudioso de nuestra
biólogo, especialmente en el área de la geografía. En 1952 fundó el Centro de
174 Nueva Historia de Colombia. Vol. ¡y

Investigaciones Geográficas, donde se lentamente desde el fin de la primera


encontraron también José Ignacio guerra mundial, a medida que la in-
Ruiz, Ernesto Guhl, Luis Duque Gó- fluencia norteamericana se iba hacien-
mez, Julio Cubillos, Jesús Emilio Ra- do sentir paulatinamente. Pero des-
mírez y Antonio Pineda Giraldo. Al pués de la segunda guerra mundial en-
general Londoño se deben dos impor- traron de lleno a nuestras universida-
tantes libros: Geopolítica de Colombia des y a nuestros centros técnicos y
y Diccionario geográfico histórico del científicos las orientaciones estadou-
departamento del Huila. nidenses, marcadas por sus autores,
El geógrafo alemán Ernesto Guhl sus textos, sus manuales y la influencia
vino a Colombia poco antes de la se- de sus grandes universidades.
gunda guerra mundial. Como profesor Como resultado de estas nuevas in-
universitario y funcionario del Estado fluencias culturales y del interés de los
ha recorrido el país y ha escrito exten- gobiernos de entonces por la diversi-
samente sobre nuestra geografía. De ficación y el avance de las ciencias,
sus obras sobresalen Colombia. Bos- hasta 1940 la Universidad Nacional
quejo de su geografía tropical. Como creó varias nuevas carreras, incluyen-
investigadores y profesores es justo in- do las de geología, economía e inge-
cluir en esta relación los nombres del niería química en Bogotá; así como las
hermano Justo Ramón, autor de la de geología y petróleos e ingeniería de
Geografía superior de Colombia y de minas y metalurgia en la Escuela de Mi-
Las fuentes de los ríos Magdalena y nas de Medellín. Además, en 1946,
Caquetá; del ingeniero Eduardo Ace- abrió su primera facultad de ciencias
vedo Latorre, geógrafo e historiador para enseñar materias que, a pesar de
largamente vinculado al Instituto su importancia, no figuraban hasta en-
Agustín Codazzi; del ingeniero Daniel tonces en los programas de las carreras
Ortega Ricaurte, cartógrafo y autor de tradicionales. Allí se dieron cursos am-
numerosos estudios sobre la Amazo- plios sobre mineralogía, paleontología,
nia y sobre los cayos colombianos y el geodesia, geofísica y fotogrametría.
Caribe, así como del libro La hoya
amazónica (1935); y el ingeniero Por otra parte, la intensificación de
Eduardo Posada, cartógrafo y explo- la actividad industrial y la demanda
rador, autor de los libros Canal del creciente por ingenieros químicos lle-
Atrato y Chocó. varon al establecimiento de los estu-
dios de esta carrera en varias univer-
Hasta antes de la segunda guerra sidades, unas ya antiguas y otras re-
mundial, la enseñanza y el cultivo de cién fundadas. La primera se estable-
las ciencias en Colombia habían esta- ció en la Universidad Bolivariana de
do acentuadamente influidos por los Medellín, en 1938, y rápidamente si-
centros culturales y científicos euro- guieron: la Universidad Nacional y la
peos, y muy especialmente por los de Universidad del Atlántico, en 1941; la
Francia. Allá estudiaban muchos co- Universidad de Antioquia, en 1943; y
lombianos para adquirir o perfeccio- la Universidad Industrial de Santan-
nar su preparación científica y técnica. der, así como la del Valle, en 1948. El
Franceses eran los autores de casi to- establecimiento de estos estudios
dos los libros de matemáticas, medi- inauguraba entre nosotros la enseñan-
cina, ciencias naturales, astronomía y za y el estudio más amplios y profun-
otras disciplinas que se enseñaban en dos de disciplinas como la química or-
nuestros colegios y universidades. La gánica e inorgánica, la física, la fisi-
lengua francesa era de dominio obli- coquímica, la termodinámica y la hi-
gado para nuestros estudiosos y eru- dráulica.
ditos. Los autores científicos y los ins- Por razones parecidas, concernien-
titutos de máximo prestigio eran fran- tes a la industrialización, se fundaron
ceses. Esta situación de predominio de las primeras facultades de ingeniería
lo francés había empezado a cambiar eléctrica: en la Universidad Industrial
Capítulo 6 175

de Santander y en la del Valle, en bianos, sobre lo cual publicó nume-


1948; en la de los Andes, en 1949; y rosos artículos en la revista de la Aca-
en la Bolivariana, en 1951. Esta nueva demia Colombiana de Ciencias.
profesión implicaba una enseñanza Rafael Romero Castañeda, tolimense,
más amplia de la física, como ciencia autodidacta, completó su formación
fundamental de la ingeniería, y de en el exterior y como resultado de sus
ciencias nuevas como la teoría de cir- extensos trabajos botánicos publicó
cuitos eléctricos y la electrónica (cien- varios libros, de los cuales se destacan:
cia formada en este siglo xx). Las pri- Frutas silvestres de Colombia y Flora
meras facultades de ingeniería mecá- de la región central del departamento
nica surgieron en las universidades del de Bolívar. Gustavo Huertas G. tra-
Valle y de Santander, en 1948; en la bajó largamente en nuestra paleobo-
de los Andes, en 1949; y en la de tánica, recopilando y estudiando asi-
América, en 1950. Ellas comportaban duamente una magnífica colección de
una ampliación de la enseñanza de plantas fósiles de nuestro territorio.
ciencias fundamentales como la física, Ciro Molina Garcés fue un distin-
la mecánica analítica, la metalurgia y guido promotor y cultivador de la in-
la termodinámica. vestigación botánica y agropecuaria en
el Valle del Cauca, su tierra natal, y
De 1950 a hoy de sus viajes por varios países obtuvo
una magnífica colección de semillas y
Al promediar el siglo xx se registró ejemplares de árboles forrajeros.
una gran actividad en la investigación También vallecaucano es el científico
botánica, inspirada sin duda por el Víctor Manuel Patiño, que ha dedi-
ejemplo y la personalidad del padre cado su vida a la investigación botá-
Pérez Arbeláez, y favorecida por la nica, agrícola y forestal y a escribir
existencia del Instituto de Ciencias una extensa obra sobre los cultivos en
Naturales de la Universidad Nacional, Colombia y su propagación, así como
en Bogotá, donde trabajó en aquellos a crear y enriquecer el Jardín Botánico
años un destacado grupo de naturalis- de Tuluá.
tas. Una de ellas fue María Teresa Este renovado interés por las cien-
Murillo (hija del ya mencionado Luis cias naturales encontraba su contra-
María Murillo), quien se dedicó al es- parte en el gobierno con la creación de
tudio de las plantas pteridofitas, e hizo instituciones de fomento, como fue
numerosas publicaciones en el país y el Departamento de Investigaciones
en el exterior sobre sus hallazgos de Agropecuarias, DIA, en 1950, que
nuevas especies. José María Idrobo, realizó una prolongada y muy fructí-
químico y botánico, trabajó por mu- fera labor de investigación aplicada en
cho tiempo en el estudio de las ma- fitopatología, genética, entomología,
rantáceas, especialmente las de la suelos, climatología, sanidad animal y
cuenca amazónica, donde encontró
mejoramiento de variedades. El DIA
varias nuevas especies a cuyo conoci-
miento ha dedicado especial interés. logró muchísimos e importantes resul-
Alvaro Fernández Pérez, payanés, se tados en el mejoramiento de la agri-
interesó particularmente en contribuir cultura colombiana. Años después, en
al inventario fotográfico de las plantas 1968, se le dio autonomía y se convir-
de Colombia, incluyendo muchas de tió en el Instituto Colombiano Agro-
las que fueron dibujadas por la Ex- pecuario, ICA, que ha mantenido una
pedición Botánica y cuyas imágenes se labor científica altamente provechosa
encuentran en Madrid. Daniel Mesa para el avance de la agricultura y la ga-
Bernal, de Medellín, trabajó asidua- nadería nacional.
mente en enriquecer el Herbario Na- En 1950 la Fundación Rockefeller
cional y estudió ampliamente el diag- de Nueva York se vinculó a la inves-
nóstico de los suelos agrícolas colom- tigación agropecuaria y a la investi-
gación médica en Colombia, mediante
176
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

un convenio de cooperación con el go- rreras de agronomía, zootecnia e in-


bierno nacional. Gracias al apoyo de geniería forestal.
esta fundación, se lograron en el DIA 12. La Universidad del Valle, con
y en las facultades de agronomía de carreras de ingeniería química, inge-
Medellín y Palmira grandes avances niería electromecánica y medicina.
en cultivos de maíz, arroz, legumino- 13. La Universidad de Cartagena,
sas y papa, así como en ganadería. con carreras de ingeniería civil y me-
Al comenzar el decenio de los cin- dicina.
cuenta había ya en el país un buen nú- 14. La Universidad Tecnológica y
mero de universidades, y casi todas Pedagógica de Tunja, con licenciatu-
ellas impartían carreras profesionales ras en biología y química, física y ma-
que implican la enseñanza de ciencias temáticas, y carreras de ingeniería de
básicas en niveles más o menos avan- transportes y metalúrgica.
zados. En efecto, hacia 1955, funcio- 15. La Universidad del Atlántico,
naban: con ingeniería química y licenciatura
1. La Universidad Nacional, con en ciencias de la educación.
sedes en Bogotá, Medellín, Palmira y Solamente la Universidad de Me-
Manizales, con carreras de ingeniería dellín y la de Nariño no impartían en-
civil, ingeniería de minas y metalurgia, tonces estudios profesionales relacio-
ingeniería de petróleos, geología, me- nados con las ciencias básicas a que
dicina, odontología, agronomía, vete- hacemos referencia aquí.
rinaria y matemáticas. Merece recordarse la fundación del
2. La Universidad Javeriana, en Instituto Colombiano de Especializa-
Bogotá, con carreras de medicina e in- ción Técnica en el Exterior (ICETEX)
geniería civil. en 1950, porque desde ese primer mo-
3. La Universidad de los Andes, en mento esta entidad ha tenido un papel
Bogotá, con carreras de ingeniería ci- decisivo en la extensión y en la ele-
vil, mecánica, eléctrica y biología. vación del conocimiento científico, a
4. La Universidad Gran Colombia, través del envío de estudiantes colom-
con carrera de ingeniería civil. bianos a los países más avanzados en
5. La Universidad de América donde ellos han podido absorber y
(fundada en 1950, en Bogotá) con ca- traer a Colombia los conocimientos
rreras de ingeniería química, mecánica técnicos y científicos correspondientes
e industrial. a los más altos niveles de formación
6. La Universidad de San Luis, en profesional. En esta forma se ha ex-
Bogotá, con carreras de ingeniería tendido y se ha profundizado el do-
mecánica, eléctrica y civil. minio de todas las ciencias entre un
7. La Universidad de Antioquia, número mucho más grande de estu-
con carreras de medicina, odontología diosos y cultivadores.
e ingeniería química, y licenciaturas En respuesta a las nuevas tenden-
en química, biología, física y mate- cias que venían de Europa y Estados
máticas. Unidos en el estudio de las matemá-
8. La Universidad Pontificia Boli- ticas, varias universidades procedie-
variana, con carreras de ingeniería ron a formalizar su enseñanza. La
química y eléctrica. Universidad Nacional creó en 1951 la
9. La Universidad Industrial de carrera de matemáticas, y en 1955 or-
Santander, con carreras de ingeniería ganizó el correspondiente departa-
eléctrica, mecánica, química, metalur- mento académico. La Universidad del
gia y de petróleos. Valle había creado en 1953, como ini-
10. La Universidad de Caldas, en ciativa novedosa en el país, su Depar-
Manizales, con carreras de medicina, tamento de Física y Matemáticas. Y a
agronomía y veterinaria. comienzos o a mediados de los años
11. La Universidad del Tolima sesenta lo hicieron la Universidad de
(fundada en 1950, en Ibagué) con ca- Antioquia, la Industrial de Santander
Capítulo 6 177

y las demás en donde se impartía la


docencia en estas materias. Para im-
pulsar el estudio de las matemáticas a
un nivel más avanzado se fundó en
Bogotá, en 1952, la Revista de Mate-
máticas Elementales, que años después
se transformó en la Revista Colombia-
na de Matemáticas, que aún continúa
publicándose. Poco después, un grupo
ya numeroso de profesores universi-
tarios crearon en el año 1956 la Socie-
dad Colombiana de Matemáticas cuyo
primer presidente fue Julio Carrizosa
Valenzuela.
Gran impulsor de esta renovación y
de este ímpetu en la enseñanza de la
matemática fue. desde entonces, el
profesor Cario Federici Casa (nacido
en Génova, Italia) quien vino en 1948
al país, traído por la Universidad Na-
cional, y que fue el creador de esa ca-
rrera profesional en dicha universi-
dad. Desde entonces, la figura emi-
nente del profesor Federici ha estado
asociada al gran avance que se ha re-
gistrado en la enseñanza, en la inves-
tigación y en la extensión, no sólo de
las matemáticas sino de la física, la ló-
gica y la epistemología en las univer-
sidades del país. Estimulados por el
profesor Federici, estuvieron en el
país a mediados y finales de los años
cincuenta matemáticos europeos como
Laurent Schwartz, Jean Dieudoné y
Juan Horvath, como profesores visitan-
tes en algunas universidades.
En la historia de la matemática co- También ingenieros fueron varios Profesor Carlo Federici,
lombiana merece una mención espe- que se destacaron en la docencia y en creador de la carrera
el estudio de las matemáticas en la de matemáticas en la
cial el nombre del profesor Luis de Universidad Nacional,
Greiff Bravo (Barranquilla 1908-Me- Universidad Nacional de Bogotá. Uno traído al país desde
dellín 1967), ingeniero civil y de mi- de ellos fue Leopoldo Guerra Porto- Italia en 1948
nas, graduado en 1935 en la Escuela carrero (Bogotá 1911-Bogotá 1965),
de Minas, donde fue por muchos años que fue profesor y directivo de esa
profesor de matemáticas y de mecá- Universidad por largos años. Otto de
nica, y donde impuso un elevado nivel Greiff Haeusler (nacido en Medellín
de estudios matemáticos en la forma- en 1905), ingeniero civil de la Escuela
ción de los ingenieros de esa institu- de Minas, enseñó cálculo y geometría
ción. Fruto de sus muchos cursos son analítica en la misma universidad por
largo tiempo; así como Gustavo Perry
sus Lecciones de trigonometría, su Zubieta (nacido en Tunja, 1912), in-
Geometría analítica plana y del espacio geniero civil y profesor de la Univer-
y sus Investigaciones matemáticas se- sidad Nacional.
lectivas, este último compilado póstu-
mamente por la Sociedad Antioqueña Entre mediados de los cuarenta y
de Ingenieros. mediados de los años sesenta se des-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
178

tacó la labor de un grupo de geólogos sus instalaciones y sus equipos huma-


distinguidos, cuyo principal represen- nos y se capacitó para ejecutar inves-
tante fue el padre Jesús Emilio Ra- tigación aplicada en varios otros cam-
mírez González (Yolombó, Antioquia pos, tales como ingeniería química,
1904-Bogotá 1981). El padre Ramírez metalurgia, tecnología industrial, es-
hizo en Alemania sus estudios como tudios de materiales, etc.
geólogo y geofísico y allí se especializó Continuador de la larga obra de los
en paleontología y estratigrafía. De investigadores botánicos que se han
regreso al país fue profesor durante mencionado ha sido el profesor Luis
varios años de geología y mineralogía Eduardo Mora Osejo, graduado como
en la Universidad Javeriana, y funda- biólogo en la Universidad Nacional,
dor del Observatorio Meteorológico en donde ha desempeñado una fecun-
de San Bartolomé y del Instituto Geo- da labor docente y de investigación,
físico de los Andes. Además de nu- que está representada en sus nume-
merosos artículos en periódicos y en rosos trabajos en varias revistas cien-
revistas científicas, escribió varios li- tíficas.
bros entre los cuales sobresalen su
Historia de los terremotos en Colombia En los años cincuenta y sesenta co-
y Los volcanes en Colombia. Cuando menzó a tomar una mejor definición
se fundó en 1960 la Sociedad Colom- académica la enseñanza de la física en
biana de Geología, su primer presi- las universidades, tanto por parte de
dente fue este distinguido sacerdote. profesores nacionales como de profe-
sores extranjeros. De los primeros hay
Otro gran investigador de la geolo- que mencionar, en la Universidad Na-
gía y la mineralogía nacional ha sido cional, los nombres de los profesores
el ingeniero Gerardo Botero Arango, Hernando Franco Sánchez y Guiller-
graduado en la Escuela de Minas en mo Castillo Torres; y de los segundos,
1936, en donde por muchos años fue los profesores Henri Yerly (suizo),
profesor de mineralogía, geología y Juan Herkrath Muller (alemán) y Yu
petrografía, materias para las cuales Takeuchi (japonés). Su descollante la-
escribió varios libros. De igual calidad bor y la importancia que supieron im-
ha sido la labor del profesor Hernán primir a la docencia de la física, lle-
Garcés González, graduado en la Es- varon a que la Universidad Nacional
cuela de Minas y doctorado en Esta- creara el departamento académico de
dos Unidos en geología y mineralogía. esta ciencia, y posteriormente, la ca-
Debe recordarse, en 1954, la fun- rrera profesional de física, ejemplo
dación del Instituto Colombiano de que ha sido seguido por otras univer-
Asuntos Nucleares, que, en realidad, sidades como la de Antioquia, de los
sólo llegó a tener vida activa en 1958, Andes, del Valle y de Santander. Ac-
y en donde se han centrado todas las tualmente estas universidades impar-
investigaciones que se han hecho en el ten la carrera de física, y en algunas de
país sobre física nuclear, radioisótopos ellas se han establecido estudios de
y aplicaciones de estos temas a la agri- posgrado para otorgar el título de ma-
cultura, la química y la medicina. Este gíster.
instituto es hoy uno de los principales Desde mediados de los años cin-
centros científicos colombianos. En cuenta, algunas universidades crearon
1955 fue fundado el Instituto de In- estudios de licenciatura en matemáti-
vestigaciones Tecnológicas, con el cas, para formar profesores de esta
apoyo institucional y financiero de la ciencia en la enseñanza secundaria y
Caja Agraria, el Instituto de Fomento en los primeros niveles de enseñanza
Industrial, Ecopetrol y la Federación universitaria. Al mismo tiempo, en
Nacional de Cafeteros. En sus prime- aquellos años, terminaban sus estu-
ros años se dedicó a estudios sobre la dios las primeras promociones de ma-
tecnología del procesamiento de pro- temáticos profesionales, de carrera
ductos agrícolas; pero pronto amplió plena, en la Universidad Nacional de
Capítulo 6 179

Bogotá, cuya facultad fue la única que cias básicas. Simultáneamente ha apa-
funcionó en el país por varios años. recido el fenómeno de la profesiona-
Sólo hacia 1970 se abrieron facultades lización de los científicos, más que
de matemáticas en otras universidades todo en función de profesores univer-
como la del Valle y la de Antioquia. sitarios de tiempo completo, cuyo nú-
Hoy estas escuelas han alcanzado un mero es hoy muy alto y que forman la
alto nivel académico y han establecido mayoría del personal docente de las
estudios de posgrado para preparar principales universidades. La profe-
magíster en matemáticas. Además, sionalización y las oportunidades de
muchos de sus egresados han viajado estudio en el exterior ofrecidas por el
al exterior para obtener un doctorado ICETEX han permitido formar, den-
o el título Ph.D. tro del país o fuera de él, grandes nú-
Un proceso análogo ha ocurrido con meros de magísteres en matemáticas,
la carrera de química (diferente a la de física, química, biología, etc., así
ingeniería química). Por muchos años como de doctorados. Con el rápido
sólo existió en la Universidad Nacio- crecimiento y la diversificación de la
nal en Bogotá. A principios y a me- ciencia en el mundo, y por un fenó-
diados de los sesenta, empezaron a meno conocido en la historia de las
impartirla las Universidades del Valle, ciencias, estos científicos y profesio-
Santander, Antioquia y otras. Poste- nales de los máximos niveles acadé-
riormente se han creado los estudios micos han ido avanzando en un pro-
de magíster, y en el exterior se han ceso de especialización creciente en
preparado muchos hasta obtener el todas las ciencias. Así por ejemplo, un
doctorado. El proceso ha sido similar doctor en matemáticas ya no es un co-
en la carrera de biología, cuyas pri- nocedor completo y profundo de toda
meras escuelas para formar licencia- esta ciencia, sino un conocedor mi-
dos para enseñanza secundaria se nucioso y extenso de una de sus ra-
crearon al comenzar los años cincuen- mas, por ejemplo de la topología,
ta, sobre el modelo de lo que había mientras que sólo conoce muy some-
sido la Escuela Normal Superior. A ramente o aun ignora las demás ramas
comienzos de los sesenta varias uni- como el álgebra, el análisis, la lógica,
versidades establecieron la carrera etc. Este proceso de especialización es
profesional de biología, no necesaria- todavía más palpable en el área de la
mente para formar profesores. Hoy biología por la enorme multiplicación
existen también programas para for- de ramas que han aparecido en dicha
mar magíster en biología, y muchos ciencia, razón por la cual un doctor en
biólogos y médicos han alcanzado su biología es hoy un cultivador solamen-
doctorado en el exterior y se han es- te de una o dos de sus diferentes es-
pecializado en alguna de las múltiples pecialidades: genética, citología, bio-
ramas de esta ciencia. química, ecología, sistemática, ento-
mología, parasitología, virología, fi-
En verdad, el panorama científico toquímica, fisiología, morfología, em-
en Colombia se ha transformado rá- briología, etc.
pida y profundamente desde la época
de 1960 hasta hoy. Son muchos los La proliferación de universidades
cambios que en él han ocurrido. Unos (buenas, regulares y deficientes); el
son claramente benéficos, pero otros gran aumento de profesores de tiempo
quizá no lo son. Por ejemplo, se ha completo; la aparición de los magís-
dado una proliferación exagerada de teres y doctorados, y otros procesos,
universidades, en todas las ciudades han creado un cuerpo de científicos
del país, que ofrecen carreras en in- colombianos que ya no se enumeran
geniería (que hoy se presenta en trein- con una o dos docenas de nombres dis-
ta especialidades), en medicina, en tinguidos, como hace veinte o treinta
agronomía, en veterinaria y en otras años, sino que se cuentan por cente-
nares. Se han formado así grandes nú-
que requieren conocimiento de cien-
180 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

meros de cuadros científicos y técnicos cómputos, la sistematización, la acu-


con altos niveles de conocimientos, mulación de información, la recupe-
pero con un nivel de creatividad no ración de información, el análisis es-
tan alto, lo cual es consecuencia y cau- tadístico, la transmisión de datos, la
sa del gran aumento en el número de formación de bibliografías y el trabajo
escuelas y facultades de matemáticas, interdisciplinario. Pero esta rápida y
física, química y biología, así como de fértil proliferación de científicos pro-
una multiplicación desordenada de su- fesionales, equipados muchos de ellos
bespecialidades de la ingeniería. con excelentes laboratorios, con bue-
Un signo favorable de esta prolife- nos computadores, con bibliotecas
ración de científicos profesionales es muy mejoradas y con otros recursos,
la aparición de numerosas revistas no se ha traducido en un incremento
científicas publicadas por algunas uni- comparable de descubrimientos e in-
versidades y por sociedades científi- novaciones científicas, ni del número
cas. Hoy hay sociedades científicas na- de verdaderos científicos descollantes.
cionales en matemáticas, física, quí- Probablemente este fenómeno no es
mica, biología y otras ciencias afines o sólo exclusivo de Colombia, porque
dependientes de éstas, y la mayoría de en casi todos los países en vías de de-
ellas publican la correspondiente re- sarrollo, y aun en los más avanzados,
vista, habiéndose llegado, en algunos la «explosión del conocimiento cien-
casos, a alcanzar un avanzado nivel tífico» parece tener síntomas similares
científico. a los anotados.
En varias universidades se cuenta ya Los científicos colombianos son
con laboratorios y equipos técnicos cada vez menos personas intensamen-
bastante completos y adelantados, y te estudiosas que se consagran a su la-
algunos de los científicos universita- bor por verdadera pasión por el co-
rios tienen un nivel de formación aca- nocimiento, aun en medio de la limi-
démica y de calidad en su trabajo que tación de recursos y compartiendo el
permite compararlos con colegas su- tiempo con otras actividades menos
yos de la mayor autoridad en otros científicas, y cada vez más son «cien-
países, y quienes trabajan en las avan- tíficos-empleados», ocupados en uni-
zadas fronteras de la ciencia. Esto versidades, institutos técnicos y de-
ocurre en algunos campos como la ge- pendencias del gobierno, que cada vez
nética, la inmunología, la bioquímica, cuentan con mejores laboratorios, me-
la física de partículas, los radioisóto- jores bibliotecas y más tiempo para el
pos, la síntesis orgánica, la topología estudio, pero entre los cuales es cada
diferencial, el análisis funcional y al- vez más difícil encontrar quienes se
gunos otros. hagan notar por encima de sus cole-
En 1960 exactamente llegaron al gas. Éste es un fenómeno de anomia
país los primeros computadores digi- en el mundo científico que ha apare-
tales de la «primera generación» de ta- cido prematuramente en nuestro me-
les equipos. Desde entonces su uso se dio cultural y académico. Pese a ello
ha generalizado no solamente en todas podrían señalarse en el país una do-
las empresas del país, sino en univer- cena de matemáticos, una veintena de
sidades y centros de computación. En químicos y una decena de físicos real-
los últimos diez años este proceso se mente distinguidos por su prolongado
ha visto facilitado y acelerado por la trabajo científico, por sus publicacio-
llegada de los microcomputadores. nes, por su labor docente y por la ori-
Ésta trascendental innovación cientí- ginalidad de su labor. Casi todos ellos
fica ha permitido abordar muchísimos han ido siendo acogidos en la Acade-
problemas nuevos, así como ha per- mia Colombiana de Ciencias Exactas,
mitido acelerar y refinar todos los pro- Físicas y Naturales, por lo cual la nó-
cesos básicos de la metodología cien- mina de sus miembros (que aparece en
tífica, como son las clasificaciones, los cuadro anexo) corresponde muy de
Capítulo 6 181

ACADEMIA COLOMBIANA
DE CIENCIAS EXACTAS, FÍSICAS Y NATURALES

Miembros de número Miembros correspondientes

Alfonso Tribín Piedrahíta Benjamín Alvarado Biester


Antonio María Villalba Jaime Amorocho Carreño
Lorenzo Panizzo Durán Inés Bernal de Ramírez
Eduardo Caro Cayzedo Gerardo Botero Arango
Jorge Arias de Greiff Gilberto Botero Restrepo
Daniel Mesa Bernal John Butler
Gabriel Toro González Alberto Cadena García
Luis Duque Gómez Eduardo Calderón Gómez
Gerardo Reichel-Dolmatoff Fabio Cediel
Luis Guillermo Durán Manuel Del Llano Buenaventura
Hernando Groot Fernando Etayo Sern
José María Garavito B. Cario Federici Casa
Clemente Garavito B. Carlos Garcés O.
Luis Eduardo Mora Osejo Vladimir Garrido Ortega
Guillermo Castillo Torres Jaime F. George
Alberto Morales Alarcón Ernesto Guhl
Gustavo Perry Zubieta Juan Herkrath Muller
Luis Enrique Gaviria Salazar Hugo F. Hoenisberg
Alvaro Fernández Pérez Alvaro Iregui Borda
Alonso Takahashi Jaime Lesmes Camacho
Julio Carrizosa Umaña Tulio Marulanda
José Rafael Arboleda Federico Medem M.
Carlos Eduardo Acosta Arteaga Ramón Mejía Franco
Sven Zethelius P. Tobías Mojica Araque
María Teresa Murillo Hermano Ñicéforo María
Guillermo Muñoz Rivas Enrique Núñez Olarte
Jorge Ancízar Sordo Mariano Ospina Hernández
Alfredo D. Bateman Guillermo Otálora Ramos
Jaime Ayala Ramírez Guillermo Owen
Gonzalo Correal Urrego Víctor Manuel Patiño
Vicente Pizano Restrepo Gabriel Poveda Ramos
José Ignacio Ruiz Jaime Rodríguez Lara
Eduardo Brieva Bustillo Alfonso Rueda Acevedo
Augusto Gast Galvis Teresa Salazar de Buckle
Kalman C. Mezey Roberto Sarmiento Soto
Hernando J. Ordóñez Tomás Shuk Erdos
Yu Takeuchi
Januario Varela Borda
Norton Young L.
182 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

cerca con la de los científicos colom- los principales centros de acumulación


bianos que realmente tienen actual- de ciencia relacionados con el territo-
mente una significación en el panora- rio y el medio físico de la nación. Por
ma nacional. lo menos igual importancia tiene el
Un factor decisivo para el incremen- Instituto Colombiano Agropecuario
to del estudio y de la investigación en (ICA), que en sus laboratorios y en
las ciencias básicas ha sido la existen- sus granjas de experimentación ha
cia del Fondo Colombiano de Inves- realizado una importantísima tarea en
tigaciones Científicas y Proyectos Es- el desarrollo de la biología en todas
peciales Francisco José de Caldas, sus ramas y en su aplicación al mejo-
Colciencias, que fue fundado en 1969 ramiento de la agricultura y de la ga-
y que desde entonces se ha dedicado nadería. El Instituto de Investigacio-
a apoyar en las universidades, en en- nes Geológicas y Mineras (Ingeomi-
tidades oficiales y en otras institucio- nas) tuvo sus comienzos en 1936,
nes, programas de investigación y de cuando comenzó como Servicio Geo-
apoyo al fomento de las ciencias, den- lógico y Minero del Ministerio de Mi-
tro de políticas cada vez más inspira- nas, y que, andando el tiempo, se
das en las necesidades nacionales y en transformó en 1963 en el «Inventario
las metas de desarrollo prioritarias Minero Nacional», para adquirir su
para el país. Su labor ha comenzado forma actual en 1968, cuando absorbió
ya a redundar en desarrollos técnicos el Inventario Minero y el Laboratorio
y científicos que podrían citarse de- Químico Nacional, para dedicarse a la
corosamente al lado de innovaciones identificación exhaustiva y sistemática
comparables logradas en otros países. de los recursos minerales de Colom-
bia, como lo han venido haciendo, así
como a la capacitación de profesio-
La actualidad nales de alto nivel en todas las ramas
La importancia que las ciencias y sus de la geología.
aplicaciones han tomado en el mundo El Instituto de Investigaciones Tec-
de hoy, ha hecho que el cultivo y el nológicas (IIT), fundado en 1955, em-
empleo de las disciplinas científicas se pezó a tener especial importancia des-
conviertan en temas de interés y de ac- de los primeros años sesenta en la eje-
ción para los gobiernos en todos los cución de investigaciones químicas,
países del mundo. Colombia no es ex- metalúrgicas, mecánicas y de otras dis-
cepción a esta regla. A lo largo de los ciplinas aplicadas a la solución de pro-
últimos decenios, el Estado colombia- blemas específicos de la industria,
no ha ido creando instituciones que para la cual representa hoy un valioso
desempeñan tareas de carácter cientí- auxiliar. Casi simultánea con la ante-
fico, o que las fomentan. En este sen- rior es la trayectoria del Instituto de
tido, puede decirse que la ciencia ha Asuntos Nucleares (IAN), que fue
ido cobrando un grado creciente de fundado en 1954 y recibió su primer
institucionalización oficial, y ha ido reactor atómico en 1959; desde enton-
pasando cada vez más a ser uno de los ces ha estado trabajando en capacitar
tantos campos de acción del Estado. físicos y químicos en el campo de las
Hoy pueden señalarse por lo menos ciencias atómicas y nucleares, y en
diez dependencias administrativas o perfeccionar técnicas radioisotópicas
institutos descentralizados del gobier- para aplicaciones agrícolas, medicina-
no nacional que se ocupan directa- les, hidrológicas, botánicas, etc.
mente de investigaciones científicas o El Instituto de Desarrollo de los Re-
del desarrollo de tales actividades. El cursos Naturales Renovables (INDE-
más antiguo de ellos es el Instituto RENA) desempeña, al lado de sus la-
Geográfico Agustín Codazzi, cuya bores de protección y fomento, una
fundación y cuyas labores ya reseña- valiosa labor de identificación de la
mos anteriormente, y que es uno de fauna y la flora, de su medio circun-
Capítulo 6 183

dante y de sus condiciones ecológicas, centros de investigación científica,


para lo cual ha llegado a reunir un va- tanto oficiales como privados, y en su
lioso cuerpo de ingenieros forestales, mayor parte con propósitos de apli-
agrónomos, biólogos y ecologistas. cación al conocimiento del país o de
Así mismo el Instituto Colombiano de sus actividades productivas. Ejemplo
Meteorología e Hidrología (HIMAT) de tales instituciones son el Instituto
realiza la labor de vigilar permanen- de Ciencias Naturales de la Universi-
temente el régimen de climas, la me- dad Nacional, el Centro Nacional de
teorología y los recursos hidráulicos, Investigaciones del Café, el Labora-
tanto por el interés de su conocimien- torio de Química del Café, el Centro
to científico, como por las posibles uti- de Investigaciones de la Caña, el Ins-
lizaciones de estos saberes en la agri- tituto Geofísico de los Andes, el Cen-
cultura, las obras hidroeléctricas, la tro Internacional de Agricultura Tro-
navegación, el manejo de suelos y pical (CIAT), el Centro de Investiga-
otras aplicaciones. ciones Oceanográficas en Santa Marta
El Instituto Colombiano de Drogas y los Jardines Botánicos en Bogotá,
Veterinarias (VEECOL) es el sucesor Medellín y Tulúa. En este conjunto de
del antiguo Instituto Zooprofiláctico, instituciones trabaja un considerable
fundado en los años treinta, y está hoy número de biólogos, ingenieros, agró-
dedicado a la investigación de las cien- nomos, oceanógrafos y otros científi-
cias biológicas relacionadas con el de- cos con altos niveles de calificación.
sarrollo de vacunas y otras drogas ani- Al crecer la comunidad científica
males, así como a su fabricación. colombiana tanto en número como en
Las entidades públicas dedicadas al grado de preparación y en importan-
fomento de la investigación científica cia, sus miembros se han ido reunien-
en el país, son actualmente dos. La do en asociaciones científicas, de las
Fundación Segunda Expedición Bo- cuales hay ya un buen número en el
tánica, creada en 1983, se dedica a dar país. A la cabeza de ellas está la Aca-
apoyo a investigaciones en ciencias na- demia Colombiana de Ciencias Exac-
turales, agronomía, oceanografía y tas, Físicas y Naturales; pero son tam-
otros campos análogos del conoci- bién dignas de mencionar como orga-
miento. Colciencias ha realizado y nizaciones que agrupan a los profesio-
continúa realizando en la actualidad nales científicos en Colombia: la So-
una decisiva labor de estímulo insti- ciedad Colombiana de Ingenieros, la
tucional y financiero al cultivo de las Sociedad Geográfica de Colombia,
disciplinas científicas de todo tipo, y la la Sociedad Colombiana de Matemá-
importancia de su papel se hace más ticas, la Sociedad Colombiana de Fí-
notoria de año en año. sica, la Sociedad Colombiana de Quí-
También existen otras fundaciones mica, la Sociedad Colombiana de Bio-
independientes dedicadas a estimular logía, la Asociación Colombiana de
o apoyar la investigación científica. Ingenieros Agrónomos, la Asociación
Entre éstas se destacan la Fundación Colombiana de Ingenieros Forestales,
Alejandro Ángel Escobar, que desde la Sociedad Colombiana de Geología
1955 otorga anualmente premios a la y la Sociedad Colombiana de Ecolo-
investigación científica; la Fundación gía, para no mencionar las muchas
para la Educación Superior (FES); la asociaciones relacionadas con las cien-
Fundación para la Promoción de la In- cias y especialidades de la medicina y
vestigación y la Tecnología, del Banco con algunas especializaciones profe-
de la República; y el Fondo Fen-Co- sionales de agrónomos e ingenieros.
lombia José Celestino Mutis, que ofre- Un buen número de las numerosas
ce apoyo financiero a trabajos de in- universidades colombianas realizan
vestigación. permanentemente labores de investi-
Otra forma de institucionalización gación científica. Pero, indiscutible-
de las ciencias es el establecimiento de mente, entre todas ellas descuellan
Nueva Historia de Colombia. Vol. ¡V
184

PREMIOS DE CIENCIAS ALEJANDRO ÁNGEL ESCOBAR

Año Título del trabajo Autor

1955 — Plantas útiles de Colombia Enrique Pérez Arbeláez


— Estudio de los suelos del Distrito de Irrigación Alfonso García Espinel y otros
del Río Coello

1956 — Investigaciones sobre la erosión y la Fernando Suárez de C.


conservación de los suelos en Colombia Álvaro Rodríguez Granda

1959 — Contribución al estudio de las endemias Luis Callejas A. y otros


colombianas. Análisis de posibles factores
etiológicos del cretinismo endémico

1960 — Máquina «SCADE 6» y Curva mecánica Sady Castro Duque

1961 — «Funza», una variedad mejorada de cebada José A. Sierra


Esteban Rico Mejía

1963 — Naturaleza y distribución del fósforo nativo y Servio Tulio Benavides


capacidad de absorción de fósforo de algunos
suelos de los Llanos Orientales

1964 — Estudio para almacenamiento de papa en silos Daniel Díaz Delgado


semisubterráneos
— Efectos del Bacillus Thuringiensis sobre Miguel Antonio Revelo
algunas plagas lepidópteras del maíz bajo
condiciones tropicales

1965 — Naturaleza de la resistencia parcial de ciertos Julia Guzmán Naranjo


clones de tres especies de papa al
Phytophthora Infestans (Mont) de By.

1966 — Incorporación de la productividad a la vida Julio Nieto Bernal


colombiana
— Amplitud de hospedantes, purificación y Guillermo E. Gálvez E.
microscopio electrónico del virus del mosaico
de la soya
185

1967 — La enfermedad de Chagas: un problema de Hernando Ucrós Guzmán


salud pública en Colombia Hernando Rocha Posada
Marcos Duque Gómez
— Nueva válvula para el tratamiento quirúrgico
de la hidrocefalia y condiciones similares Salomón Hakim

1968 — Temas escogidos de gastroenterología. Equipo de 56 médicos de la


(Tomo XI) Sociedad Colombiana de
Gastroenterología
— Hoja blanca del arroz. Transmisión,
caracterización del virus y su control Guillermo E. Gálvez E.

1969 — Preservación de la guadua contra Hernán Cáceres Rojas


microorganismos destructores de la madera y
contra el fuego
— Marchitamiento bacterial (Moko) del plátano J. Carlos Lozano T.
y banano causado por Pseudomonas Guillermo E. Gálvez E.
Solanacearum y su control en Colombia

1970 — Pudrición acuosa del seudotallo del plátano Octavio Fernández B.


causada por Erwinia Paradisiaca N. sp. Selma López Duque

— Encuesta de presupuestos familiares en Rafael Prieto Durán


Barranquilla, Bogotá, Cali y Medellín Francisco J. Ortega
Roberto Villaveces

1971 — Liberación de la variedad Imperial ICA-70 José Joaquín Castaño A.


resistente a Gomosis
— Solución al problema de las plantas tóxicas al Bernardo Gómez Wiesner
ganado en los departamentos del Magdalena,
Bolívar, Cesar y Sucre

1973 — Urgencias en cirugía Jaime Escobar Triana


Gerardo Aristizábal
Álvaro Murcia G.

1974 — La tecnología intermedia, un nuevo enfoque Francisco Rodríguez Urrego


del desarrollo Jorge Zapp Glauser

— La mecánica de la cavidad craneana y la Salomón Hakim


importancia de un sistema automático para el José Gabriel Venegas
tratamiento de la hidrocefalia
1976 — Oxydia Trychiata, un insecto defoliador que Alex Enrique Bustillo Pardey
amenaza las reforestaciones en Colombia.
Estudios para su control biológico
— Distribución, naturaleza y fuentes de origen Eduardo Gaitán Marulanda
de los agentes bociogénicos en el occidente
colombiano
186 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

1977 — Los áfidos de Colombia. Plagas de importancia Alex Enrique Bustillo P.


económica que afectan los cultivos agrícolas Guillermo Sánchez

1978 — Pulsos reversos de presión, una nueva José Gabriel Venegas


alternativa para el tratamiento de las Manuel Venegas Gallo
enfermedades pulmonares obstructivas
crónicas
1979 — Identificación de la susceptibilidad genética a Manuel Elkin Patarroyo
tres enfermedades: tuberculosis, lepra y fiebre
reumática
— Molino de viento de doble efecto Jorge Zapp Glauser
1980 — Mecánica de la cavidad ocular Luis Enrique Amaya
Alejandro Arciniegas C.
— Tres nuevas enfermedades genéticas
Emilio Yunis Turbay
1982 — Mejoramiento genético de la papa para Nelson Estrada Ramos
obtener resistencia a las heladas
— Los anticuerpos de la población colombiana Manuel Elkin Patarroyo
vistos a través del mieloma múltiple y otros
1983 — Un nuevo método sintético general de Rodrigo Paredes
ciclopropeno-3,3-Dicarboxilatos de Dialquilo Holger Bastos
— Aspectos fisicoquímicos de las interacciones
débiles en solución Gabriel Hernández
Carmen M. Romero
Óscar Osorno R.
— Diseño de un sistema y construcción de un
módulo para la medición de potenciales Camilo J. Borrego
evocados y otras aplicaciones neurofisiológicas J. Mario Trujillo
1984 — Hacia la síntesis química de una vacuna contra Manuel Elkin Patarroyo
la tuberculosis y otros
— Síntesis de DNA, RNA y proteínas durante el Moisés Waserman L.
ciclo asexual del parásito Plasmodium María Orfa Rojas de Rojas
Falciparum
1986 — La variedad Colombia. Selección de un cultivar Luis Germán Moreno Ruiz
compuesto resistente a la Roya del cafeto Luis Jaime Castillo Zapata

— Estrategias para el desarrollo de una vacuna Manuel Elkin Patarroyo,


antimalárica y otros
— 1. Retinoblastoma, un modelo de cáncer.
Una concepción global del cáncer. Josefina Cano. Emilio Yunis
1987 — Hiperprolactinemia: estudios clínicos Matilde Mizrachi de Bernal.
endocrinológicos, radiológicos y terapéuticos Mary Ceballos.
— Asociación de la queratomía radial y la Alejandro Arciniegas Castilla.
circular para la corrección de ametropías Luis Enrique Amaya.
Luis Manuel Hernández
1988 Desarrollo de cultivares de papa en Colombia
| para el año 2000 Nelson Estrada Ramos
Capitulo 6 187

— Historia económica de Colombia José Antonio Ocampo, editor,


y otros

Nota: Los premios correspondientes a 1957, 1962, 1972,1975, 1981 y 1985 fueron declarados desiertos. En 1958 no hubo
premios.

por su actividad en este sentido las carse Benjamín Alvarado Biester, Ge-
Universidades Nacional, de los An- rardo Botero Arango, Luis Guillermo
des, Industrial de Santander, del ValleDurán S., Fernando Etayo Sern, Gui-
y de Antioquia. En las instituciones llermo Otálora Ramos, Hernán Gar-
mencionadas se han formado y traba- cés González, Darío Suescún, Rober-
jan numerosos profesionales de las to Sarmiento Soto y Carlos Eduardo
ciencias, y gran parte de ellos ostentan
Acosta A.
avanzados grados académicos y altos Las ciencias naturales y las ciencias
niveles de preparación científica. Perobiológicas deben considerables avan-
la verdadera distinción en estas disci-ces a José María Garavito B., Álvaro
plinas la han ganado algunos desco- Fernández Pérez, José Rafael Arbo-
llantes científicos colombianos, no leda, Luis Eduardo Mora Osejo, Gui-
sólo por sus conocimientos académi- llermo Muñoz Rivas, Alberto Cadena
cos sino por sus aportes en el campo García, Carlos Garcés O., Jaime F.
de la docencia, su participación en la George, Hugo F. Hoenisberg, Fede-
búsqueda de soluciones de problemas rico Medem M., el hermano Nicéforo
del país, su fructífero trabajo de es- María, Víctor Manuel Patiño, Alber-
tudios y publicaciones y su dedicación to Morales Alarcón, Emilio Yunis,
al mejor conocimiento de la ciencia en Humberto Álvarez y Henry von Prahl.
nuestro medio. En este sentido hay
que mencionar a astrónomos como La tradición de estudios geográficos
Jorge Arias de Greiff, Clemente Ga- que abrió Agustín Codazzi la han con-
ravito B. y Eduardo Brieva Bustillo. tinuado Julio Carrizosa Umaña, José
Así también, como químicos, deben Ignacio Ruiz, Ernesto Guhl, Eduardo
destacarse Antonio María Barriga Vi- Acevedo Latorre y Camilo Domín-
llalba, Lorenzo Panizzo Durán, Sven guez, entre otros.
Zethelius P., Inés Bernal de Ramírez, Si bien es cierto que aún falta un
Alvaro Iregui Borda, Teresa Salazar mayor espíritu de unión en la comu-
de Buckle, Ángel Zapata, Rodrigo nidad científica colombiana y mejores
Paredes y Norton Young. medios para que ella contribuya más a
fondo a la solución de problemas del
Por méritos similares deben citarse desarrollo nacional, puede mirarse
como físicos Guillermo Castillo To- con optimismo el futuro de la ciencia
rres, Juan Herkrath Muller, Jaime colombiana, desde que ya ha dejado
Rodríguez Lara y Édien Álvarez. Ma- de ser una actividad socialmente se-
temáticos con méritos comparables cundaria y limitada al interés de unos
son: Cario Federici Casa, Yu Takeu- cuantos cultores brillantes pero aisla-
chi, Alonso Takahashi, Eduardo Caro dos, y ha pasado a ser una actividad
Cayzedo, Januario Varela Borda, con amplio reconocimiento de la so-
Guillermo Owen, Antonio Vélez ciedad, desempeñada por un número
Montoya, Jaime Lesmes, Guillermo creciente de investigadores y profesio-
Restrepo Sierra, Víctor Albis, Jairo nales que cada vez tienen mejores me-
Álvarez y Gabriel Poveda Ramos, por dios de trabajo y más oportunidades
ejemplo. Así como por sus valiosos de realizar aportes a la formación de
aportes a la geología merecen desta- una auténtica ciencia colombiana.
188 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

Bibliografía
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ESPINOSA, ARMANDO. Notas para la historia social de las investigaciones geológicas en Colombia
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PERRY Z., GUSTAVO. «Apuntes para la historia de las ciencias básicas en Colombia», Revista
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1953).
VARIOS. Ciencia y tecnología en Colombia, Biblioteca Básica Colombiana. Bogotá, Colcultura,
1978.
Capítulo 7 189

La astronomía (1885-1985)
Jorge Arias de Greiff José María González
Benito, varias veces
director del

E n una visión amplia se ven estos


últimos cien años de la astrono-
mía en Colombia marcados por la vin-
Observatorio
Astronómico,
y fundador del
Observatorio Flammarion,
culación del Observatorio Astronó- primero en la plaza de
mico a la Universidad Nacional desde los Mártires,
la creación de esta en el año 1867. en Bogotá (1881) y luego
Pasó a formar parte entonces el Ob- en la calle 16 (1896),
servatorio Astronómico de la Univer- desde donde hizo
observaciones de
sidad, en compañía de la Biblioteca Mercurio, Venus
Nacional y del Museo Nacional. Es y varios cometas
por eso por lo que conviene tomar (Retrato al óleo
desde unos años atrás el relato. por Uscátegui, 1848).

José María González Benito


La primera vinculación de González
Benito al observatorio había tenido lu-
gar en septiembre de 1866, como in-
geniero ayudante de Indalecio Liéva-
no. Meses antes el gobierno le había
conferido el grado de ingeniero, en
unión de otros ilustres colegas con tegrado como profesor de la universi-
quienes integró el Cuerpo de Ingenie- dad y como director del observatorio,
ros. Creada ya la Universidad, fue pero por reorganización de la univer-
nombrado profesor de astronomía y sidad se interrumpió nuevamente la
meteorología en enero de 1868, y un marcha de este centro en agosto del
mes más tarde, director del observa- año siguiente, para ser nombrado, una
torio, cargo que desempeñó por poco vez más, director en septiembre, a
tiempo. A comienzo de 1871 fue rein- tiempo que se le confería una desig-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
190

rea fue interrumpida por la Revolu-


ción de 1876.
El 19 de abril de 1875 firmó Gon-
zález Benito con el Gobierno Nacional
un contrato para la reorganización y
dotación del observatorio. El edificio
fue modificado. Los principales instru-
mentos adquiridos fueron un refractor
ecuatorial, un anteojo de pasos meri-
dianos, un teodolito altazimut y un es-
pectroscopio. Los trastornos políticos
en 1876 y 1877 lo llevaron a consa-
grarse a la tarea de erigir un obser-
vatorio propio. En septiembre de 1880
fue nombrado director del Observa-
torio Astronómico Nacional, inicián-
dose un período de intensa actividad y
colaboración con los centros interna-
cionales, y naturalmente con su obser-
vatorio privado, cuya historia se rela-
tará luego.
Apareció entonces la publicación de
los Anales del Observatorio Astronó-
mico Nacional de Bogotá, de los que
se imprimieron seis entregas. Por esta
época fue su colaborador en el obser-
vatorio el doctor Ruperto Ferreira,
pero en ocasiones su antecesor Lié-
vano, Francisco Montoya, Justiniano
Cañón y otros colaboraban en uno u
otro observatorio. La aceptación por
Colombia de las Convenciones Inter-
nacionales sobre la Hora fue obra del
interés de González Benito. En 1886
fue prorrogada por otros seis años su
designación como director del Obser-
vatorio Nacional, cargo que ocupó
hasta el año de 1892. Se interesó in-
mediatamente por la erección de un
observatorio al oriente de Bogotá, a
una altura de tres mil trescientos me-
Portada del tercer nación diplomática en el exterior. Re- tros. González Benito instaló, primero
número de los sidió entonces en Europa en 1873 y en Zipaquirá en 1879 y 1880, y luego
"Anales del Observatorio
Astronómico de Bogotá", 1874, donde desempeñó el cargo de en Bogotá, un observatorio particular
mayo de 1882, cónsul en Southampton, tiempo que al que denominó Observatorio Flam-
publicación fundada aprovechó para establecer relaciones marion, en homenaje a su amigo y pa-
por José María González con los medios científicos, para pro- drino de matrimonio. Instalado en la
y de la cual se
imprimieron
fundizar sus conocimientos y adquirir casa de la plaza de los Mártires, en
seis entregas. un valioso instrumental. Designó en- Bogotá, fue inaugurado el 31 de ma-
tonces el gobierno, para reemplazarlo yo de 1881, siendo su principal ins-
en la dirección del observatorio a raíz trumento un refractor ecuatorial de
de su ausencia, al ingeniero Luis Lle- 95 mm de abertura. Tres años más tar-
ras Triana, profesor de la Escuela de de fue trasladado a la Carrera 7.a y fi-
Ingeniería, pero en esta ocasión la ta- nalmente, en 1896, a la calle 16 arriba
Capítulo 7 191

del parque de Santander; los princi- su yerno Manuel Laverde Liévano, en Anteojo de pasos
tipo Bamberg,
pales trabajos realizados fueron la ob- la misma sede de la calle 16. Lo que construido por la
servación del paso de Mercurio en no- quedó de esta instalación fue demoli- casa Gustav Heyde.
viembre de 1881 y del paso de Venus do hace unos años. Observatorio
frente al disco solar, el 6 de diciembre González Benito fue miembro de Astronómico Nacional,
de 1881, observado conjuntamente numerosas sociedades científicas na- Bogotá.
con el Observatorio Nacional; la cionales y extranjeras, entre las que se
observación de cometas en junio destacan la Academia de Ciencias Na-
de 1881, julio de 1881, septiembre de turales (1871), la Royal Astronomical
1881, junio de 1893 y septiembre Society, la Sociedad Astronómica de
de 1898; observaciones planetarias, de Francia (1893), la Academia Univer-
estrellas fugaces y de actividad solar. sal de Ciencias y Artes de Bruselas
Muchos de estos trabajos, así como in- (1892) y la Sociedad Astronómica de
formaciones sobre el observatorio ofi- Bélgica (1898). Fue finalmente miem-
cial y privado, fueron publicados en bro fundador y primer presidente del
L'Astronomie, órgano de la Sociedad Instituto de Colombia, al que declaró
Astronómica de Francia. Las gestio- inaugurado en discurso publicado pós-
nes para dotar su observatorio de un tumamente, pues falleció el 28 de julio
ecuatorial fotográfico no alcanzaron a de 1903 luego de un ataque sufrido la
cristalizar por dificultades inherentes a víspera, que era el día previsto para la
la guerra civil de 1899. Habiéndose inauguración.
apartado en 1892 del cargo de director
del Observatorio Nacional, realizó en La astronomía
los diez últimos años de vida una labor y la ingeniería nacional
astronómica en su observatorio parti-
cular, al que años más tarde revivió y El desarrollo de las vías de comuni-
dotó con más poderoso instrumental cación, en especial el trazado de los fe-
192 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

de astronomía y geodesia a elemen-


tos». Advirtió que el ingeniero debe
ser capaz de tomar la posición geográ-
fica de cualquier lugar con exactitud y
ciencia, que debe saber astronomía
práctica, y que es necesario que una
generación de jóvenes instruidos re-
suelva lo que en tiempo de Codazzi
sólo él podía ejecutar. La respuesta de
la Escuela de Ingeniería al reto de
Abelardo Ramos no tardó en apare-
cer: en el numero 57 de los Anales de
Ingeniería, de abril de 1892, se inició
por uno de los profesores, Julio Ga-
ravito Armero, la publicación de una
serie de artículos titulados «Determi-
nación astronómica de coordenadas
geográficas». En ellos se exponían los
métodos más convenientes para el tra-
bajo en estas bajas latitudes vecinas al
ecuador terrestre, pero lo más intere-
sante es la modificación que introdujo
en uno de esos métodos, el llamado de
Talcontt, para obtener la latitud; con
ello logró sacar el máximo rendimien-
to del instrumental de uso corriente
del ingeniero, adaptando los métodos
de observación y los cálculos a los ele-
mentos disponibles.
Los resultados de esta acción no se
hicieron esperar: pronto aparecieron
publicadas las más lúcidas tesis de gra-
do de los alumnos. Sin embargo, el he-
cho más significativo fue la institucio-
nalización de todo ese empeño al es-
tablecerse la Oficina de Longitudes,
por el decreto 930 de 1902, que creó
un centro científico para el perfeccio-
namiento de la carta general de la Re-
Pequeño anteojo rrocarriles, mostró ya hacia el último pública, mediante la determinación de
de pasos cuarto del siglo XIX la necesidad de las coordenadas geográficas de las
Troughton & Simus.
propiedad del
disponer de una carta geográfica de principales poblaciones, refiriéndolas
Observatorio mayor exactitud que la que había re- todas al meridiano del Observatorio
Nacional. sultado de la Comisión Corográfica. Astronómico. A la oficina se incor-
No bien acababa de establecerse la So- poraron los ingenieros del cuerpo de
ciedad Colombiana de Ingenieros en cartógrafos del Ministerio de Guerra;
1887 cuando un nuevo plan de estu- la dirección científica estaba encomen-
dios de la Escuela de Ingeniería me- dada al Observatorio Astronómico
reció la atención del presidente de la Nacional. El intercambio de señales
sociedad, Abelardo Ramos, quien ob- horarias, emitidas por el observatorio
jetó una asignatura denominada «Ele- y transmitidas a los lugares donde es-
mentos de Astronomía y Geodesia». taban las comisiones de ingenieros por
Alegó que: «lo que nos parece error
capital es la reducción de los estudios medio de los hilos de la red de telé-
grafos, se usaría para obtener las lon-
Capítulo 7 193

gitudes, lo que condujo a que el me-


ridiano del observatorio en Bogotá
fuera el origen de las longitudes, y así
apareció en los mapas de la oficina.
Las latitudes se tomarían por el mé-
todo que Garavito modificó, y se exi-
gía en los trabajos una exactitud que
no llevara a error mayor que 0,3 de se-
gundo de tiempo en longitud y 0,5 de
segundo de arco en latitud. Un nuevo
decreto de 1903 creó secciones de as-
tronomía y geodesia, topografía y ni-
velación, y una oficina de historia na-
tural con secciones de biología y mi-
neralogía: el espíritu de la Expedición
Botánica y el de la Comisión Corográ-
fica, rondando por aquí. La oficina
publicaría además el Boletín del Ob-
servatorio Nacional. Naturalmente, el
esquema exigía que la posición del ob-
servatorio estuviera bien determina-
da; esta tarea ya la había realizado
Garavito previamente en 1897. Los re-
sultados publicados en ese año dieron
para latitud el dato 4o 35' 55,19" al
norte del ecuador, y para la longitud
el de 74° 05' 50,65" al oeste de Green-
wich.
A la Oficina de Longitudes se le en-
comendó la demarcación de los límites
de la nación. Eran nutridas las comi-
siones de ingenieros civiles, pues la
Facultad de Ingeniería proveía bien
preparadas promociones; de aquella
que terminó en 1905, y que había ini-
ciado estudios de ingeniería en el ob-
servatorio, durante el cierre de acti-
vidades académicas por la guerra de
los Mil Días, salieron Tomás Apari- Portada del primer
cio, Belisario Ruiz Wilches y Jorge Ál- número del "Boletín
varez Lleras. Por esa oficina se de- del Observatorio
marcaron astronómicamente hitos en Nacional", de enero
de 1903, publicado
la larga frontera con el Brasil, en por la Oficina de
aquélla con el Perú y en la deslinda- Longitudes.
dora del territorio panameño. Mar-
cando el diferente desarrollo histórico
colombiano con el de otros países, en
los que la cartografía quedó en manos
de la ingeniería militar, a las listas de
ingenieros civiles se oponían las de los
ingenieros militares, coroneles, capi-
tanes, etc., de las comisiones que el Julio Garavito Armero,
Brasil o el Perú, por ejemplo, desig- óleo de León Cano.
naban para realizar la tarea demarca-
194 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

dora. De la nómina de profesionales tacada entre las más elevadas conquis-


que integraron las comisiones, me- tas de la mente humana; durante la
recen destacarse, entre muchos, los primera mitad del siglo XIX había al-
nombres de Darío Rozo. Julio Garzón canzado aún más espectaculares lo-
Nieto. Daniel Ortega Ricaurte. Beli- gros. Encontró entonces Garavito la
sario Arjona, Francisco Andrade, mecánica celeste cuando, por una par-
Luis Ignacio Soriano y Ernesto Mo- te, las teorías dinámicas de Jacobi y
rales Barcenas. Hamilton habían llevado a Delaunay a
Es interesante notar el paralelismo establecer una teoría analítica del mo-
con lo que, por estos mismos tiempos, vimiento de la Luna que aún hoy sigue
ocurrió en México y Venezuela, en siendo uno de los máximos logros de
donde fue la ingeniería la heredera de la matemática y. por otra, los trabajos
los trabajos de geodesia astronómica. de Leverrier y Newcomb habían lle-
En realidad, el mencionado método gado a completas teorías del movi-
de Garavito es un perfeccionamiento miento de los planetas, aún hoy día en
de uno ideado por Díaz Covarrubias vigencia. Este fue el marco en el que
en México; en la modificación de Ga- Garavito. luego de haber obtenido sus
ravito no es necesario conocer la hora títulos primero de matemático y más
exacta de la observación, sólo una di- tarde de ingeniero, tal como entonces
ferencia de tiempo entre dos pasos de eran otorgados por la Universidad Na-
la estrella por el hilo: a su vez F. J. cional, inició su labor. En 1892. fue
Duarte, en Venezuela, mejoró el pro- nombrado director del Observatorio
cedimiento del cálculo de las obser- Astronómico. En lo referente a los
vaciones, facilitando el uso del méto- trabajos de observación, que Garavito
do de Garavito. aprovechaba para exposiciones didác-
ticas, vale la pena mencionar aquí lo
referente al cometa de 1901. La de-
Julio Garavito Armero terminación de la órbita de este co-
meta, en base a una serie de medidas
Garavito había nacido el 5 de enero de hechas con un modesto teodolito as-
1865. Bachiller en filosofía y letras del tronómico, le dio motivo para formu-
Colegio de San Bartolomé, hubo de lar una detallada exposición del mé-
esperar tres años hasta que. pasada la
todo de Olbers. uno de los más útiles
revuelta política, pudo ingresar en
1887 a la Escuela de Ingeniería, en la para lograr los elementos de una ór-
que logró en junio y octubre de 1891. bita cometaria. Otro tanto hizo en el
respectivamente, los títulos de profe- año 1910 con la aparición del cometa
sor de matemáticas e ingeniería civil. llamado Halley, para el que elaboró
Al año siguiente fue nombrado direc- una efemérides.
tor del Observatorio Astronómico; la Dentro del mismo orden de ideas,
Escuela de Ingeniería le confirió las cabe aludir a la observación del eclipse
asignaturas de cálculo infinitesimal, del Sol de febrero de 1916: Garavito
mecánica racional y astronomía. Ya se presidió la comisión que viajó a ob-
ha mencionado la participación de Ga- servar este eclipse total, que fue visto
ravito en relación con la geodesia as- como tal en Quibdó, Medellín, Puerto
tronómica: resta ahora tratar su con- Berrío y Bucaramanga, para citar sólo
tribución a la astronomía dinámica, y las principales localidades. Con la co-
sus muy importantes aportaciones a la laboración de los ingenieros Jorge Al-
mecánica celeste. varez Lleras, Julio Garzón Nieto. San-
tiago Garavito y otros que permane-
Mecánica celeste cieron en Medellín y Bogotá para el
intercambio de señales telegráficas, la
Los avances de la astronomía diná- comisión viajó a Puerto Berrío, en
mica habían llegado ya durante los si- donde realizó importantes trabajos y
glos XVII y XVIII a ocupar posición des- determinaciones.
Capítulo 7 195

Jorge Alvarez Lleras,


óleo de Miguel Díaz
Vargas. Asistente de
Julio Garavito en el
Observatorio Nacional,
del cual fue después
director, estableció
el Servicio
Meteorológico Nacional
en 1918 y diseñó un
bitelescópio de
reflexión para
determinar las
coordenadas definitivas
del Observatorio,
diseño que después
fue perfeccionado por
casas europeas.

Los estudios de astronomía diná- del Sol y la diferencia entre el de la


mica constituyen la parte más impor- Luna y el del Sol, la ecuación de la lla-
tante de la obra de Garavito, aquella mada órbita variacional por el método
que representa un avance decidido so- de Hill. Esta órbita variacional es im-
bre sus antecesores en el observatorio, portante como primer paso para es-
junto con sus apuntes de mecánica ce- tablecer una teoría lunar, pues de he-
leste para los alumnos de la Facultad cho incluye la parte más importante de
de Matemáticas e Ingeniería, en los las perturbaciones solares. Garavito
que se destaca la demostración origi- había apenas esbozado el estudio del
nal de algunos teoremas relativos a los movimiento del nodo, cuando murió
cambios de variedades canónicas. en marzo de 1920.
Sin embargo, el trabajo más impor-
tante que emprendiera Garavito, y Jorge Álvarez Lleras
que apenas quedó iniciado, fue el de-
nominado «Fórmulas definitivas para Ya se mencionó la participación de
el movimiento de la Luna». En efecto, Jorge Álvarez Lleras como ingeniero
Garavito alcanzó únicamente a plan- ayudante del observatorio cuando co-
tear, con todo detalle y hasta un orden laboró con Garavito y tuvo la opor-
elevado, la expresión en términos de tunidad de conocer las ideas y los
la relación entre el movimiento medio trabajos de su maestro. Más tarde se
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
196

Concurrencia de gentes
de Medellín para
observar el eclipse
total de Sol, del
3 de febrero de 1916
(foto de Benjamín
de la Calle).

impondría la tarea de comentar y nómico» en el observatorio, hecha por


publicar la obra de Garavito desde Álvarez Lleras. Cumplida esa tarea,
la Academia Colombiana de Ciencias se dedicó a pensar en un instrumento
Exactas, Físicas y Naturales. En los úl- de instalación fija en observatorios
timos meses de esa asociación hubo de que pudiera atender con gran exacti-
atender sólo las tareas del observato- tud la labor de determinar sistemática
rio por la mala salud de Garavito, in- y permanentemente las coordenadas
teresándose entonces en establecer el del observatorio para detectar las va-
Servicio Meteorológico Nacional, lo- riaciones en la latitud y en la longitud
grando para ello el apoyo de la ley 74 debidas a los ya por esos días acepta-
de 1916. Organizado en 1918, le cupo dos desplazamientos del polo, y a las
a Álvarez Lleras impulsarlo durante el ya sospechadas variaciones en la rata
año en que estuvieron estas tareas a su de rotación terrestre. La respuesta de
cargo. Viajó luego a Europa para es- Álvarez Lleras fue la concepción y di-
tablecer contactos y relaciones que seño de un instrumento doble, llama-
permitieran al servicio incorporarse a do bitelescopio de reflexión, cuyos di-
los programas internacionales de me- seños aceptaron y perfeccionaron al-
teorología, sólo para encontrar al re- gunas casas europeas fabricantes de
greso el abandono del observatorio instrumental astronómico. La segunda
después del fenecimiento de Garavito. guerra mundial interrumpió cualquier
Le cupo a Álvarez Lleras salvar esta posible desarrollo inmediato de este
situación cuando en 1930 fue desig- proyecto y a la terminación de ella dos
nado director del observatorio, y en instrumentos aparecieron en el con-
asocio con la Facultad de Ingeniería, cierto internacional astronómico para
revivir sus actividades, empeño que se esas labores: el astrolabio impersonal
protocolizó con la presencia del pre- Danjón y el tubo cenital fotográfico.
sidente Olaya Herrera en el recinto No le cupo a Jorge Álvarez Lleras par-
del observatorio en memorable oca- ticipar en estas campañas del movi-
sión. miento del polo y de la rotación te-
Ya se ha mencionado la participa- rrestre, pues su salud decayó notable-
ción en la fijación del «datum astro- mente en 1947 y falleció en 1952.
Capítulo 7 197

El eclipse total de
Sol, tal como fue
captado en Bucaramanga.
El astrónomo Julio
Garavito, con los
ingenieros Jorge
Alvarez Lleras,
Julio Garzón Nieto,
Santiago Garavito
y otros, formó una
comisión especial
de observación de este
fenómeno, que trabajó
en Puerto Berrío,
con intercambio de
información
telegráfica
con Medellín
y Bogotá.

El observatorio das direcciones —sólo el barrio Ace-


en la Ciudad Universitaria vedo Tejada en su vecindario— pudo
pensarse como una apropiada locali-
Belisario Ruiz Wilches reemplazó a zación lejos del centro de la ciudad, el
Álvarez Lleras. No hacía mucho había rápido proceso de urbanización con el
dejado la dirección del Instituto Geo- alumbrado público y demás incomo-
gráfico (hoy Agustín Codazzi), de didades, anuló rápidamente las posi-
cuya creación fue uno de los gestores bilidades de la estación.
principales y, ya en la Facultad de Habiéndose cumplido la tarea que
Ingeniería de la Ciudad Universitaria, le había sido encomendada a la Inge-
instaló un observatorio geofísico en niería Nacional en el campo de la as-
una pequeña construcción que para el tronomía geodésica y proliferado la
fin se levantó. Al asumir la dirección especialización en la profesión, los es-
del Observatorio Astronómico, inició tudios pertinentes pasaron a los pro-
gestiones para erigir en la Ciudad Uni- gramas de ingeniería geográfica y de
versitaria una estación astronómica, ingeniería catastral, y el Observatorio
cuyo núcleo sería la pequeña cons- Astronómico entró a integrar la Fa-
trucción citada. Como instrumento cultad de Ciencias creada en 1965. Sus
principal se adquirió de la casa Secre- líneas de trabajo continúan hoy los
tan de París un refractor Zeiss de senderos de la mecánica celeste, los de
20 cm de apertura y 3 cm de distancia la investigación de estrellas pulsantes
focal que había pertenecido al obser- y de cúmulos galácticos, además de la
vatorio de Marsella y que en París elaboración de efemérides y predic-
adaptaron para la latitud de Bogotá. ción de eventos astronómicos, cen-
Instrumentos de astronomía geodési- trando además la atención en la adqui-
ca, cumplida su tarea en el Instituto sición y equipamiento de una estación
Geográfico, retornaron a la universi- de montaña, lejos de la polución de las
dad para completar la dotación. Si grandes urbes y dotado de instrumen-
bien la apacible Ciudad Universitaria tal básico apropiado para la investi-
de ese año de 1952, rodeada de potre- gación astronómica del presente y del
ros, lecherías y sembrados en casi to- futuro venidero.
198 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

Bibliografía
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Rozo, DARÍO. «Cartografía Nacional - Oficina de Longitudes», en: Coordenadas geográficas.
Bogotá, Imprenta del Estado Mayor General, 1921.
Capítulo 8 199

La historiografía colombiana
José Manuel Restrepo
Bernardo Tovar Zambrano y Vélez, historiador
por excelencia del
proceso revolucionario
Los primeros historiadores y de formación del
Estado Nacional.

L a visión que de los hechos se for-


jaban los historiadores del si-
glo XIX, se relacionaba, en especial,
Retrato en la Academia
Colombiana de Historia.

con la problemática, las concepciones


ideológicas y las posiciones partidistas
que se suscitaban en el transcurso del
siglo. El núcleo de la problemática del
siglo XIX lo constituía la cuestión per-
tinente a la formación y organización
del Estado Nacional, en torno a lo
cual se planteaban proyectos y se ori-
ginaban conflictos y tensiones que in- Joaquín Acosta
cidían en las distintas maneras de mi- (1800-1852),
rar la historia. La cuestión del Estado historiador del
descubrimiento
Nacional se planteó, por supuesto, y la colonización.
con el proceso de independencia, el
cual motivó el aparecimiento de la pri-
mera historiografía del país. El histo- den cronológico lineal los sucesos me-
riador por excelencia de este proceso nudos de la gesta emancipadora; jus-
es José Manuel Restrepo (1781-1863) tifica y legitima la ruptura con la me-
con su Historia de la revolución en Co- trópoli española y, en la óptica de la
lombia (1827-1858). En esta historia, formación del Estado Nacional —que
que desde el punto de vista de la pers- constituye la temática general de la
pectiva temporal se situaría más bien obra—, describe las tensiones entre la
en el plano de la crónica, Restrepo conformación de la institucionalidad y
—quien había participado en el pro- el juego de las diversas pasiones de los
ceso de independencia— narra en or- grupos e individuos. En el mismo or-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
200

quista. Este historiador, ante el de-


bate del presente, consideraba que era
importante para la constitución de la
República conocer el pasado desde su
remota génesis. Empero, Acosta so-
lamente alcanzó a realizar la primera
parte de su proyecto, en su obra Com-
pendio histórico del descubrimiento v
colonización de la Nueva Granada en
el siglo decimosexto (1848), la cual na-
rra los sucesos de los viajes de Colón
hasta la muerte de Quesada, obra que
constituye una de las mejores descrip-
ciones de aquellos tiempos.
Restrepo y Acosta son los primeros
y más notables historiadores de la fase
inicial de la historiografía colombia-
na que se desprende de la indepen-
dencia. A esta historiografía le había
precedido largamente la crónica colo-
nial (Castellanos, Aguado, Cieza, Si-
-ón, Freyle, Piedrahíta, Zamora,
etc.) que constituye sus orígenes leja-
nos. Con Acosta como historiador de
la conquista y Restrepo como historia-
dor de la Independencia, se fijan ade-
más los dos polos temáticos en los cua-
les se anclará durante mucho tiempo
la historiografía colombiana, procesos
que serían presentados en su carácter
heroico, por la historiografía tradicio-
nal, como los remotos cimentadores
de la civilización, el primero, y de la
nacionalidad, el segundo.

La historiografía del siglo XIX.


Tendencias fundamentales
José Antonio de Plaza den, Restrepo continúa su narración La evolución historiográfica de la se-
(1807-1854), autor de histórica en otra obra, Historia de la gunda mitad del siglo XIX se caracte-
"Memorias para la
historia de la Nueva
Nueva Granada, la cual abarca el pe- riza por la aparición de dos tendencias
Granada", es el primer ríodo comprendido entre 1832 y 1854. fundamentales: la liberal y la conser-
historiador que Correspondiendo también a esta his- vadora.
enjuicia críticamente toriografía de la postindependencia, La historiografía liberal surge a me-
el período de la surge otro historiador, Joaquín Acosta
Colonia, según él,
diados de siglo, emprendiendo una
"triple cadena de (1800-1852), quien, como Restrepo, función crítica respecto de la época co-
ignorancia, había participado en la guerra de in- lonial. La independencia, en efecto,
superstición dependencia. Sin embargo, Acosta, a pese a su enorme significación, no ha-
y servidumbre." diferencia de Restrepo, desea como bía logrado transformar en profundi-
(Oleo de Francisco A. historiador situarse en una amplia
Cano, 1931, Academia dad el orden colonial interior, por lo
Colombiana de Historia). perspectiva temporal y concibe enton- cual gran parte de este andamiaje per-
ces el proyecto de escribir la historia sistía en el presente de la República.
desde sus orígenes, comenzando por Las reformas liberales de mediados de
el proceso de descubrimiento y con- siglo buscaban demoler esa herencia
Capítulo 8 201

colonial y echar las bases del progreso


burgués. La transformación de la he-
rencia colonial en el orden de los he-
chos iría acompañada de su crítica en
el orden de las ideas. Esta crítica, que
se efectúa con base en los postulados
del liberalismo como ideología del
progreso, compelía así mismo a la vi-
sión crítica del pasado colonial.
El primer historiador en practicar
este tipo de visión histórica es José
Antonio de Plaza con su libro Me-
morias para la historia de la Nueva
Granada desde antes de su descubri-
miento hasta el 20 de julio de 1810
(1850). Esta obra constituye la pri-
mera referencia global a la época co-
lonial, en la cual se contiene la narra-
ción de los sucesos tradicionales de la
conquista, el relato de las disputas en-
tre audiencia, presidentes, arzobispos,
virreyes, visitadores y jueces de resi-
dencia, etc., hasta los inicios de la in-
dependencia. Una de las característi-
cas principales de Plaza consiste en sus
apreciaciones críticas respecto del ré-
gimen colonial, esa «triple cadena de
ignorancia, superstición y servidum-
bre», y sus juicios anticlericales, los
cuales motivarían una respuesta apo-
logética por parte del historiador José
Manuel Groot.
Entre los historiadores liberales es
José María Samper quien en su libro
Ensayo sobre las revoluciones políticas
(1861) elabora la crítica más acerba
del régimen colonial. Los fundamen-
tos teóricos de esta crítica se derivan
de los postulados del liberalismo del temente, con las reformas liberales de José María Samper
siglo XIX, en que la relación Individuo- mediados de siglo, que entre otras co- (1828-1888), en su
Sociedad-Estado-Iglesia ha de resol- sas buscaban reducir al mínimo posi- "Ensayo sobre las
revoluciones políticas",
verse en función del factor individual. ble la injerencia del Estado y de la de 1861, critica
Por eso Samper critica el carácter cen- Iglesia en la vida de la sociedad, para "el carácter
tralista, monopólico, fiscalista, inter- liberar de sus trabas y ampliar el es- centralista, monopólico,
vencionista y omnipresente que el Es- pacio de las fuerzas individuales del fiscalista,
tado español (y la Iglesia) había entro- progreso, tal como lo exigía el modelo intervencionista y
liberal burgués que se quería hacer omnipresente del Estado
nizado en todos los niveles de la so- español (y la Iglesia)
ciedad, estatuyendo con ello un régi- fructificar. He aquí cómo la época li- durante la Colonia."
men de opresión, explotación y beral se forjaba críticamente su propio (Foto de la Galería
control de los elementos individuales pasado, que servía a su vez de legiti- de Notabilidades
que constituían las virtudes de la ci- mación a sus proyectos revoluciona- Colombianas, de Ariza).
vilización y del progreso. Esta crítica rios del presente.
del pesado andamiaje institucional del La historiografía conservadora apa-
régimen colonial se relaciona, eviden- rece en el ambiente de crisis y de ines-
202 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

tabilidad político-institucional que que creían necesario rescatar para re-


acompaña a la República liberal fe- constituir el orden y la paz y sin los
deralista. En estas condiciones los his- cuales sencillamente no había país.
toriadores conservadores retornan al Tales elementos hacían referencia
pasado en búsqueda de respuestas ante todo a las acendradas relaciones
José Manuel Groot ante los interrogantes que plantea la históricas entre el Estado y la Iglesia,
(1800-1878), autor de a la función civilizadora de la religión,
"Historia eclesiástica
crisis del presente.
y civil de la Nueva Conceptualmente el enfoque de es- a la profunda esencia católica de la so-
Granada", una de las tos historiadores, a diferencia de los ciedad colombiana, a la tradición de
obras históricas más liberales, se sustenta en el postulado las buenas costumbres, la moral, la
prominentes del siglo de que los factores individuales deben obediencia y el respeto a la autoridad
XIX, aunque y la ley, y en fin, a los valores de la
representativa del estar supeditados al universo institu-
respeto al legado cional del Estado y de la Iglesia. Si los tradición hispánica que se había ci-
español, a las liberales habían querido romper radi- mentado en la Colonia. De ahí enton-
instituciones y valores calmente con la herencia del pasado ces que estos historiadores otorguen
tradicionales y a la una visión positiva de la época colo-
religión.
colonial, para construir el nuevo país,
los historiadores conservadores, por el nial y del legado español. Al insistir en
(Oleo de Delio Ramírez, la bondad histórica de las institucio-
1927, Academia contrario, buscan en la herencia co-
Colombiana de Historia). lonial y en la tradición los elementos nes, de la religión, de los valores tra-
dicionales generados en el pasado co-
lonial, esta historiografía contribuía al
fermento del nuevo orden, concreta-
mente a legitimar el proyecto histórico
de la Regeneración que reconstituía el
Estado Central y los lazos con la Igle-
sia. Los más connotados representan-
tes de esta tendencia son: Sergio Ar-
boleda, La República en la América
Española (1868-1869); José Manuel
Groot, Historia eclesiástica y civil de la
Nueva Granada (1869), una de las
obras más prominentes del siglo XIX, y
Juan Pablo Restrepo, La Iglesia y el
Estado en Colombia (1885). Las his-
toriografías liberal y conservadora
constituyen las principales tendencias
del siglo XIX, cuyas temáticas se ins-
criben en el campo de la historia po-
lítico-institucional, con relación a la
problemática central de la formación
del Estado Nacional. No obstante, al
lado de éstas, surgen otras historias
que abordan temáticas diferentes tales
como las de carácter económico, con
José Manuel Restrepo, Memoria so-
bre la amonedación de oro y plata en
la Nueva Granada (1859); Vicente
Restrepo, Estudio sobre las minas de
oro y plata en Colombia (1883); y Aní-
bal Galindo, Apuntamientos para la
historia económica y fiscal del país
(1874). Se destacan también las obras
que tratan aspectos de las comunida-
des indígenas prehispánicas, especial-
Capítulo 8 203

mente la sociedad Chibcha: Ezequiel Acta de instalación de


Uricoechea, Memorias sobre las anti- la Comisión de Historia,
güedades neogranadinas (1854); Li- mayo 11 de 1902,
después Academia
borio Zerda, El Dorado, Estudio his- Colombiana de Historia.
tórico, etnográfico y arqueológico de Entre los fundadores
los Chibchas (1883); Vicente Restre- firmaron José Joaquín
po, Los Chibchas antes de la conquista Casas, Eduardo Posada,
española (1895); las obras de elemen- Ernesto Restrepo Tirado,
tos sociales como la de Manuel Bri- José Joaquín Guerra,
Francisco de Paula
ceño, Los Comuneros (1880); obras Barrera, Bernardo
de historia regional como las de Ma- Caycedo, José María
nuel Uribe Ángel, Geografía e historia Cordovez Moure,
de Antioquia (1885), Heliodoro Peña, Ricardo Moros, Santiago
Geografía e historia de la provincia del Cortés, Manuel Antonio
Quindío (1892); José Alarcón, Histo- de Pombo, Carlos Pardo,
Adolfo León Gómez,
ria del departamento del Magdalena Anselmo Pineda
(1898); historias que tratan tópicos de y Eduardo Restrepo
la cultura y de la ciencia: Florentino Sáenz (Placa en la
Vezga, La Expedición Botánica y La Academia de Historia).
botánica desde 1816 hasta 1859; y José
María Vergara y Vergara, Historia de
la literatura en Nueva Granada (1867).
Dentro de la actividad historiográfi-
ca del siglo XIX sobresalen también
las biografías, algunas recopilaciones
documentales, relatos de costum- De esta pléyade de historiadores,
bres, relatos de viajes y, sobre todo, algunos de los cuales adquieren noto-
las crónicas, las cuales proliferaban riedad en el Repertorio Colombiano y
al impulso de la agitada historia del el Papel Periódico Ilustrado, surge el
siglo, especialmente de los aconteci- núcleo que funda la Academia Colom-
mientos políticos y militares (guerras biana de Historia, en 1902.
civiles, etcétera.). Autores que se
destacan en uno u otro campo son, La historiografía académica
entre otros, los siguientes: Joaquín
Posada Gutiérrez, Manuel Ezequiel En el surgimiento de esta historiogra-
Corrales, José María Cordovez Mou- fía —que se identifica con la Acade-
re, José María Quijano Otero, Ri- mia Colombiana de Historia y las Aca-
cardo Becerra, Luis Capella Toledo demias y Centros Regionales de His-
y Carlos Benedetti. toria—, se debe tener en cuenta, entre
otros aspectos, el impulso que reciben
A mediados de la segunda mitad del los trabajos históricos a fines del si-
siglo XIX comienza a aparecer una nue- glo XIX con la formación del grupo de
va generación de historiadores cuya historiadores ya aludido, la influencia
actividad se prolonga hasta bien entra- del positivismo y las condiciones so-
das las primeras décadas del siglo xx. cioeconómicas y político-ideológicas
Se trata de un grupo numeroso en el del país. En este último aspecto es ne-
cual se cuentan los siguientes nom- cesario subrayar los factores de mo-
bres: Estanislao Gómez Barrientes, dernización capitalista que se despren-
Ignacio Gutiérrez Ponce, Pedro María den de la exportación cafetera, de la
Ibáñez, Carlos Cuervo Márquez, Mi- industrialización y de la urbanización,
guel Triana, Eduardo Posada, Luis los cuales reclaman un mejoramiento
Cuervo Márquez, José Joaquín Gue- del escenario político y la superación
rra, Jesús María Henao, Ernesto Res- de las viejas disensiones que con fre-
trepo Tirado, Gerardo Arrubla y Gus- cuencia conducían a la guerra civil.
tavo Arboleda. Ello se hace aún más imperioso ante
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
204

las catastróficas consecuencias de la Restrepo Tirado, Gustavo Arboleda,


guerra de los Mil Días y de la sepa- Carlos Cuervo Márquez, y otros.
ración de Panamá, que se vive como Desde su fundación hasta el presen-
un golpe a la nacionalidad. Era por lo te la producción historiográfica de la
tanto necesario establecer la concor- Academia ha sido muy notable y cuan-
dia, la paz y la unidad, reforzar el Es- tiosa; dicha producción se contiene en
tado y fortalecer la nacionalidad. El sus series Biblioteca de historia nacio-
fortalecimiento de la nacionalidad im- nal, Biblioteca de historia eclesiástica,
plica la adopción de un sistema de va- Biblioteca complementaria, Biblioteca
lores lo suficientemente abstracto Eduardo Santos, Historia extensa de
como para situarlo por encima de las Colombia y Biografías sintéticas; en
disensiones internas, pero a la vez lo sus series documentales, y en sus pu-
Estampilla de Correos bastante concreto como para permitir- blicaciones periódicas: Boletín de His-
conmemorativa del les a los individuos su reconocimiento toria y Antigüedades y la revista Ar-
primer cincuentenario en la identidad histórica nacional. En chivos. Así mismo, se destacan las pu-
de la Academia la elaboración de este sistema inter-
Colombiana de Historia, blicaciones de las Academias y Cen-
1902-1952. vienen los historiadores: decantando tros Regionales de Historia. El pro-
el pasado, obtienen esos valores de las fuso aporte de la historiografía acadé-
tradiciones y del ejemplo de los «gran- mica ilustra aspectos diversos y sig-
des hombres», de los actos e ideas de nificativos de la historia nacional, es-
los «héroes» que han hecho la historia, pecialmente los que hacen referencia
traído la civilización y construido la a la historia política e institucional, a
patria. La evocación del pasado que facetas de la vida cultural y económi-
nutre los valores de la nacionalidad ca, a las biografías de personajes y a
será entonces una de las funciones la historia regional y local.
de la historiografía académica. Esta
orientación romántico-patriótica en- Los comienzos de la historia
cuentra su expresión clásica en la fa-
mosa obra de Jesús María Henao y económica y social y las nuevas
Gerardo Arrubla: Historia de Colom- tendencias historiográficas
bia (1910). A partir de los años 30 del presente
Desde los comienzos de la Acade- siglo comienza a incubarse un proceso
mia, al lado de la concepción román- complejo de renovación en los estu-
tico-patriótica, surge otra de corte em- dios históricos del país. Esta renova-
pirista y positivista, que se propone es- ción historiográfica se caracteriza, en-
cribir la historia en «frío», despojada tre otros aspectos, por el surgimiento
de toda interpretación apologética de de los estudios de carácter económico
tipo partidista o religioso. En su as- y social, por los nuevos enfoques de la
piración de «imparcialidad» y «obje- historia política y por la presencia de
tividad», considera que la verdad de nuevas tendencias historiográficas de
los hechos está en los hechos mismos, partido y de temáticas específicas.
pues éstos hablan por sí solos. Los he- A la gestación de aquella renova-
chos se establecen según el lenguaje ción historiográfica concurren un con-
evidente de los documentos, cuyo tex- junto de fenómenos, entre los cua-
to, en su inmediatez inapelable, tiene les cabe mencionar los siguientes: el
la virtud irremediable de la certeza. avance de la misma modernización ca-
De ahí que esta orientación presente pitalista del país, que pone en escena
una fuerte inclinación por la erudi- una nueva problemática económica,
ción, la búsqueda de archivos y la des- social y política, la cual de hecho se
cripción documentada de los hechos. sitúa en el primer plano de las preo-
Promotores iniciales de esta orienta- cupaciones intelectuales, problemáti-
ción son Eduardo Posada (primer pre- ca cuya comprensión exige una nueva
sidente de la Academia), Pedro María visión del pasado. Concomitantemen-
Ibáñez (primer secretario), Ernesto te con lo anterior se produce la irrup-
Capítulo 8 205

ción de las clases populares que recla-


man un papel en la historia y en la his-
toriografía; la presencia ahora de estas
clases hacía que la historia del pasado
se empezara a mirar de otra manera:
a observar en ella la participación de
las masas y de los líderes populares. A
esta renovación historiográfica contri-
buyen también los nuevos postulados
ideológico-políticos y, por supuesto, el
ambiente intelectual del momento, en
el cual se produce el encuentro de la
Historia con las corrientes del pensa-
miento social, especialmente con la
sociología, la economía y el marxismo.
Empero, las condiciones y las influen-
cias teóricas, ideológicas y políticas se-
ñaladas no pesan por igual en todos
los autores, de tal manera que es fac-
tible distinguir diversas orientaciones.
En este sentido se trata de un proceso
muy heterogéneo, que si bien comien-
za en los años indicados, su impulso se
prolonga hasta el presente.
Uno de los primeros historiadores
en realizar aquellos intentos de reno-
vación investigativa es Luis Eduardo
Nieto Arteta, con su libro Economía
y cultura en la historia de Colombia En el ámbito de la historia econó- Jesús María Henao
(1938-1942), estudio en el cual el autor mica, la mayor realización correspon- (1869-1944) y Gerardo
le otorga, sin desvincularlo de las rea- de indudablemente a Luis Ospina Arrubla (1873-1946).
autores de la famosa
lidades política y cultural, un papel Vázquez, con su erudita obra Indus- "Historia de Colombia".
fundamental al proceso económico y tria y protección en Colombia (1955), representativa de la
social, enfoque en el que se evidencia considerada como la mejor presenta- historiografía
una inspiración emanada de concep- ción de conjunto —aún no superada— académica.
ciones marxistas. El mismo enfoque se sobre la historia económica del país
encuentra en su sugestivo ensayo El comprendida entre la época colonial y
café en la sociedad colombiana. el proceso de industrialización en la
En el orden de los iniciadores se primera mitad del siglo xx.
destaca también Guillermo Hernán- En la perspectiva económica, a
dez Rodríguez con su libro De los aquellas obras les habían precedido los
chibchas a la Colonia y a la República trabajos de José María Rivas Groot:
(1949), en el cual se propuso, como él Asuntos constitucionales, económicos
mismo lo expresa, «un examen histó- y fiscales (1909); de Clímaco Calde-
rico-sociológico, auxiliado por la dia- rón: Elementos de hacienda pública
léctica materialista». Con Nieto Ar- (1911); y de Alfredo Ortega: Ferro-
teta y Hernández Rodríguez se susci- carriles colombianos, resumen históri-
tan las primeras experiencias de inves- co (1920). Así mismo, merece especial
tigación histórica inspiradas en el mar- mención la obra pionera de Antonio
xismo. A partir de estas investiga- García, Geografía económica de Cal-
ciones, el marxismo adquirirá una pro- das (1937), y la de Guillermo Torres
gresiva influencia hasta llegar a con- García, Historia de la moneda en Co-
figurar una tendencia historiográfica, lombia (1945), uno de los pocos estu-
tanto universitaria como de partido. dios existentes sobre el tema.
206 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

Dentro del proceso que venimos cal. Un iniciador de esta concepción es


describiendo, se destacan, igualmen- Germán Arciniegas con su libro Los
te, las renovadas interpretaciones li- Comuneros (1938), en el cual se exalta
beral y conservadora de la historia. La el carácter popular del movimiento co-
interpretación liberal se relaciona cla- munero y de su máximo caudillo José
ramente con los nuevos postulados Antonio Galán. Sigue luego el más
ideológicos que adopta el partido li- connotado representante de esta ten-
beral y que difieren de los sostenidos dencia Indalecio Liévano Aguirre, con
en el siglo XIX. Dicho en forma esque- sus obras: Rafael Núñez (1944), Bolí-
mática, tales postulados —con rela- var, Los grandes conflictos sociales v
ción a la interpretación histórica— se económicos de nuestra historia (1964)
refieren al principio del intervencio- y el Proceso de Mosquera ante el Se-
Luis Eduardo Nieto nismo estatal en la economía y en la nado (1966). Más recientemente, en
Arteta (1913-1956), sociedad, y a la función de este inter- una óptica liberal socializante, se des-
autor de "Economía y vencionismo respecto de los grupos taca Gerardo Molina con su obra Las
cultura en la historia ideas liberales en Colombia.
de Colombia", pionero
dominantes y dominados («la oligar-
en dar importancia al quía y el pueblo»). Siguiendo el hilo La interpretación conservadora, a
hecho social y conductor del Estado, se produce una diferencia de la liberal, presenta una
económico en la visión histórica en la cual se articu- notable continuidad con su homónima
interpretación lan al proceso político-institucional e
histórica.
del siglo XIX, en lo que hace referencia
ideológico los conflictos económicos y a la valoración positiva de la época co-
sociales, visión en donde, de manera lonial y de la misión histórica de Es-
especial, se valoran positivamente los paña; en las funciones del Estado y de
períodos en que las instituciones y los la Iglesia, y en la apreciación de lo his-
hombres (Estado, Iglesia, gobernan- pano-católico, como la herencia y la
tes, etc.) han estado al servicio de la tradición fundamental del pueblo co-
política de justicia social, es decir, en lombiano. Así mismo, esta tendencia
función de las clases populares, de la efectúa una interpretación nada entu-
protección de los «humildes y opri- siasta de la Independencia, que rom-
midos», y se valoran negativamente pió la «beatífica paz» de los tres siglos
los períodos en que se ha abandonado coloniales y abrió una época de ines-
esta política de justicia. De este modo, tabilidad y perturbación que dura has-
por ejemplo, se subraya la política in- ta el presente; critica, por supuesto, el
Germán Arciniegas digenista del Estado español durante período radical, y realiza la apología
(1900-), iniciador de el período de los Austrias y se critica
la concepción liberal
de la Regeneración y de la República
de la historia con su
el abandono de esta política por los conservadora. Esta tendencia está re-
libro "Los Comuneros" Borbones; se recalca el carácter de re- presentada, entre otros, por historia-
de 1938, en el cual volución social que Bolívar quería dores como Arturo Abella: El florero
se exalta el carácter otorgarle a la Independencia; se criti- de Llorente (1960), Don Dinero en la
popular del movimiento
comunero de 1781
ca el período radical que estableció el Independencia (1966); por políticos
y de su caudillo Estado gendarme y el federalismo, que han incursionado en la historia:
José Antonio Galán. instaurando la anarquía y el liberti- Laureano Gómez, El mito de Santan-
naje; se insiste en la Regeneración y der (1940), Álvaro Gómez, La Revo-
en Núñez, quien conformó el Estado lución en América (1958); y además se
Nacional y fue el precursor del libe- halla emparentada con la historiogra-
ralismo social; y, en fin, se hace notar fía tradicional y académica.
el carácter popular de los gobiernos li- Al lado de las anteriores tendencias
berales de los años treinta del presente hacen su aparición en forma delimi-
siglo y el establecimiento del interven- tada ciertas temáticas históricas rela-
cionismo moderno del Estado, etc. cionadas con problemas contemporá-
Obsérvese cómo esta interpretación neos muy específicos. Entre éstas se
resulta rectificadora de las visiones li- destaca la concerniente al problema
berales del siglo XIX sobre la época co- indígena que recobraba actualidad.
lonial y sobre el mismo período radi- Entre los autores que desarrollan la
Capítulo 8 207

temática indigenista en sentido histó- dividual y aislado, sin como pertene-


rico propiamente dicho sobresale Juan ciente a una serie, a un proceso, a un
Friede con su libro El Indio en la lucha conjunto de relaciones en sí mismo
por la tierra (1944). A partir de enton- complejo. La investigación no se cen-
ces se abre la preocupación por re- tra exclusivamente en el caso aislado,
construir la historia de la población in- sino preferentemente en la masa de
dígena, y de revelar su aporte a la for- los casos expresivos de una tendencia;
mación de la nacionalidad, historia de este modo se busca establecer los
que había sido reprimida o subvalo- procesos estructurales de larga y me-
rada por las historiografías preceden- dia duración, en donde los hechos co-
tes. Con aquella inquietud Friede se yunturales y cortos encuentran su di-
introduce en la historia colonial y co- mensión significativa. La investigación
mienza a producir una importante cuantitativa y cualitativa, que a partir Indalecio Liévano
obra, que constituye un aporte fun- de hipótesis plausibles busca recons- Aguirre (1917-1982),
damental al conocimiento del proceso truir tras los sucesos inmediatos las autor de "Los conflictos
tendencias ocultas de cierta duración sociales y económicos
de conquista y de la organización de la de nuestra historia"
sociedad colonial. —en donde se expresan los ritmos, las (1964), representante
Otra temática que comienza a dife- crisis y las peculiaridades del desarro- de una nueva
renciarse es la relativa a la población llo estructural de los procesos históri- interpretación liberal
negra, también en el sentido de re- cos—. ha conducido al descubrimiento de la historia.
construir su historia y su contribución y manejo de nuevas fuentes de infor-
a la obra de la nacionalidad. En este mación, especialmente seriadas. Así
orden se destaca, inicialmente, el tra- mismo, durante la nueva fase historio-
gráfica adquieren plena configuración
bajo de Aquiles Escalante, El negro
las historias económica, social y de-
en Colombia (1964). mográfica, y los aportes de estas his-
torias han colocado en una nueva
La Nueva Historia perspectiva a la historia política. La
apertura del espacio y de la especiali-
En los siguientes sesenta empieza a zación, en el sentido de las tendencias
manifestarse una renovación en las in- a las historias temáticas, sectoriales,
vestigaciones históricas, la cual se ha regionales, locales y monográficas,
convenido en llamar la «Nueva His- constituye otro de los rasgos distinti-
toria». Se trata de un movimiento muy vos de las nuevas investigaciones, sin
heterogéneo, en el cual se observan que se descuiden naturalmente las his-
tanto los puntos comunes, como di- torias de síntesis.
vergentes. Para los nuevos historia- Gerardo Molina (1906-),
dores un rasgo bastante generalizado La Nueva Historia surge y se desa- autor de "Las ideas
lo constituye la superación de las tra- rrolla en un ambiente en el cual es ne- liberales en Colombia"
dicionales determinaciones de parti- (1970-1977),
cesario tener en cuenta, obviamente, interpretación
do, religión, clase, etnia, familia, etc., la agitada problemática que acompaña histórica desde una
si bien algunos le plantean al conoci- el desarrollo capitalista del país; la he- óptica liberal
miento histórico nuevos compromisos rencia largamente acumulada de las socializante.
y funciones que se definen en su vin- historiografías precedentes; el arraigo
culación teórico-política a la perspec- en las universidades de los estudios so-
tiva histórica de los grupos populares. ciales y de la historia, con el decisivo
No obstante la diversidad de enfo- antecedente de la Normal Superior,
ques y puntos de vista que se presen- en donde se formó toda una genera-
tan entre los nuevos historiadores, la ción de intelectuales, algunos de los
característica distintiva es la tendencia cuales serian precisamente los pro-
al rigor y a la profundidad en el aná- motores iniciales de la Nueva Histo-
lisis histórico cuantitativo y cualitati- ria; el contacto enriquecedor de la his-
vo. En este sentido, el hecho histórico toria con la economía, la sociología, la
ya no se concibe a la manera de la his- demografía, antropología, la filosofía,
toria tradicional, es decir, simple, in- la ciencia política y sus diferentes mé-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
208

todos de investigación; el apoyo ins- Jaramillo Uribe, y el trabajo de Ál-


titucional a la investigación y la pro- varo López Toro: Migración y cambio
fesionalización del investigador; la in- social en Antioquia durante el siglo XIX
fluencia decisiva de las principales co- (1968). La temática del subdesarrollo
rrientes historiográficas del mundo y las relaciones de dependencia es ini-
contemporáneo: la Escuela de los cialmente abordada por Mario Arru-
Anales (historia serial), la Historia bla en sus trabajos publicados en la re-
Cuantitativa, La New Economic His- vista Estrategia (1963). En el campo
tory norteamericana y la renovada his- de la historia agraria está el trabajo El
toriografía marxista. También han in- problema agrario de 1920 a 1960
fluido en los nuevos investigadores na- (1965) de Darío Mesa, autor que en
cionales los estudios realizados por las 1957 había publicado un sugestivo en-
Jaime Jaramillo Uribe misiones Currie, Lebret y CEPAL y, sayo, Treinta años de historia colom-
(1918-), director del por supuesto, los historiadores extran- biana (1925-1955) en la revista Mito.
"Anuario Colombiano jeros que han trabajado sobre el país, Finalmente, deben destacarse los li-
de Historia Social y tales como James Parsons, Vernon bros: La familia en Colombia, de Vir-
de la Cultura", autor
de "El pensamiento Lee Fluharty, Magnus Mörner, John ginia Gutiérrez de Pineda; Petróleo,
colombiano en el siglo D. Martz, Robert West, David Bush- oligarquía e imperio (1968), de Jorge
XIX" (1964) y director nell, Frank Safford, Daniel Pecaut, Villegas; y la síntesis histórica Colom-
del "Manual de Historia Pierre Gilhodes, Malcolm Deas, bia, país formal y país real (1964), de
de Colombia" (1978), Diego Montaña Cuellar.
pionero de la
Charles Bergquist, William Paul
Nueva Historia. McGreevey, Paul Oquist, Anthony A fines de los años sesenta y sobre
McFarlane, Catherine LeGrand, Ali- todo a comienzos de los setenta, la in-
-e Helg, William F. Sharp y otros. vestigación histórica empieza a cobrar
En los años sesenta aparecen los un notable impulso, el cual dura hasta
primeros estudios que renuevan te- el presente. Este proceso se va enri-
máticas y abren nuevos campos de in- queciendo con la vinculación cada vez
vestigación. Estos estudios se publican más numerosa de nuevos investiga-
inicialmente en el Anuario Colombia- dores, formados bajo la orientación de
no de Historia Social y de la Cultura, los nuevos maestros, con el respaldo
bajo la dirección de Jaime Jaramillo fundamental de las universidades; el
Uribe, quien precisamente da a co- nuevo auge historiográfico es, en cier-
nocer en él sus trabajos pioneros sobre ta forma, un fenómeno universitario;
la esclavitud, la demografía de la po- así, por ejemplo, la mayoría de los in-
blación indígena y el mestizaje. Así vestigadores se hallan vinculados a di-
mismo, el historiador Jaramillo publi- versas universidades (Nacional, Valle,
ca en 1964 su obra —clásica en el Antioquia, Andes, Cauca, Quindío.
tema— El pensamiento colombiano en Pedagógica de Tunja, etc.), en algu-
el siglo xix. nas de las cuales se han abierto carre-
Otras obras importantes de estos ras y posgrados de historia. En cuanto
años son las siguientes: La violencia en a la historia colonial, se destacan las
Colombia (1963) de Germán Guzmán, refinadas investigaciones de Germán
Eduardo Umaña Luna y Orlando Fals Colmenares, quien ha realizado apor-
Borda, que abre la temática histórica tes decisivos para la comprensión de
de la Violencia, la cual es continuada los fundamentos sociales, demográfi-
por Francisco Posada: Violencia y sub- cos y económicos de la sociedad co-
desarrollo (1968). Como un preceden- lonial; el excelente estudio de conjun-
te altamente significativo, Fals Borda to para la primera fase de la época co-
había publicado en el decenio anterior lonial efectuado por Jorge Orlando
sus obras Campesinos de los Andes Melo; el relevante trabajo de Marga-
(1955) y El hombre y la tierra en Bo- rita González sobre los resguardos, así
yacá (1957). En el orden regional está como sus estudios sobre el trabajo in-
la Historia de Pereira (1963), de Luis dígena y el estanco del tabaco; otros
Duque Gómez, Juan Friede y Jaime trabajos igualmente notables son los
Capítulo 8 209

de Hermes Tovar sobre la demografía, glo XIX, ha sido tratada por Absalón
las haciendas del siglo XVIII, y aspectos Machado y Mariano Arango. Mención
del Estado colonial; los de Juan Villa- especial requiere el libro de Marco Pa-
marín sobre las haciendas de la sabana lacios sobre el café, que constituye
de Bogotá; el de Jorge Palacios sobre una de las obras más importantes de
la trata de negros; el de Inés Pinto so- la historiografía moderna del país. En
bre los comuneros y, sobre este mismo el campo de la historia social ha lla-
tema, el de Mario Aguilera. mado la atención la temática de la
Para el siglo XIX, la temática de la Violencia, en cuyo estudio se destacan
Independencia es estudiada, en el as- los trabajos de Gonzalo Sánchez, Da-
pecto ideológico, por Javier Ocampo río Fajardo y Carlos Miguel Ortiz; la
López; en el social y económico, a ni- historia del movimiento obrero y sin-
vel del Valle del Cauca, por Zamira dical ha sido estudiada por Miguel
Díaz de Zuluaga y José Escorcia; en Urrutia, Víctor Manuel Moncayo,
el aspecto de la guerra irregular, por Fernando Rojas, Edgar Caicedo y
Eduardo Pérez. Sobre la temática de Mauricio Archila, y también se en-
las guerras civiles están los trabajos de cuentra abordada por Ignacio Torres
Álvaro Tirado Mejía (aspectos socia- Giraldo en su ensayo general sobre las
les), Jorge Villegas (guerra de los Mil luchas populares. En la perspectiva de
Días) y Gonzalo España (guerra de la historia política sobresalen los es-
1885). El tema de los artesanos lo han tudios acerca de los partidos políticos
comenzado a tratar Miguel Urrutia y y de la Revolución en Marcha de Al-
Jaime Jaramillo; el período de la Re- varo Tirado Mejía, quien así mismo
generación, en sus aspectos económi- había escrito una síntesis de historia
cos, es estudiado por Darío Bustaman- económica de Colombia; el libro de
te, y el del federalismo en Antioquia, Medófilo Medina sobre el partido co-
por Luis Javier Ortiz; en el campo de munista; el de Francisco Leal sobre el
la historia económica están el trabajo Estado; el de José Fernando Ocampo
de Luis F. Sierra sobre el tabaco, el de para el período de la República Con-
Fabio Zambrano sobre la agricultura servadora; la síntesis de Libardo Gon-
en la primera mitad del siglo XIX, y el zález; y la historia global del poder po-
relevante libro de José Antonio lítico de Fernando Guillén Martínez.
Ocampo sobre el comercio exterior En el orden de los estudios regionales
del país. son notables los trabajos de Fals Bor-
En cuanto al siglo xx, los trabajos da sobre historia de la Costa. Como
más destacados son los siguientes: en puede observarse, los nuevos esfuer-
el campo de la historia económica, los zos investigativos han recaído funda-
estudios de Jesús Antonio Bejarano y mentalmente en las diversas temáticas
Salomón Kalmanovitz sobre la agri- de las historias económica, demográ-
cultura; el de Óscar Rodríguez sobre fica, social y política; sin embargo, son
la industria, el de Hugo López sobre todavía grandes y numerosos los va-
la inflación en los años veinte, el de cíos en estos campos, a lo cual se une
José Antonio Ocampo y Santiago la casi total ausencia de las investiga-
Montenegro sobre la crisis de los años ciones en las perspectivas de la histo-
treinta, y el de Alfonso Patiño Rosselli ria de las mentalidades colectivas, his-
sobre los años veinte y treinta; la his- toria cuya fructificación se espera en el
toria del café, abordándola desde el si- país.
210 Sueva Historia de Colombia. Vol IV

Bibliografía

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TOVAR ZAMBRANO, BERNARDO. La Colonia en la historiografía colombiana. Bogotá, La Carreta.
1984.
Capítulo 9 211

La filosofía en Colombia
Monseñor Rafael María
Rubén Sierra Mejía Carrasquilla (1857-
1930), gran impulsador
desde su cátedra del

D urante los últimos años del si-


glo XIX y primeras décadas del
presente, los estudios filosóficos estu-
Colegio Mayor de
Nuestra Señora del
Rosario, del neotomismo,
como reacción a las
vieron dominados en Colombia por el corrientes positivistas.
neotomismo que como reacción a las
corrientes empiristas, en especial al
positivismo, impuso Rafael María Ca-
rrasquilla desde su cátedra en el Co-
legio del Rosario. El ambiente para el
auge del neotomismo se preparó en el
siglo pasado por acción de dos hechos
históricos que tienen cierta conexión:
la Regeneración de Rafael Núñez y la
promulgación de la encíclica Aeterni
Patris de León XIII. El concordato
que en 1887 firmó el gobierno colom-
biano con el Vaticano, en el cual se
concede a la Iglesia católica el control
del contenido de la enseñanza, es el
punto de confluencia de aquellos dos
hechos. Con este acto diplomático, la
educación en nuestro país seguirá un
rumbo marcadamente religioso y,
como consecuencia, clausurará la po-
lémica que por años sostuvieron los esta enseñanza por ser contraria a la
partidarios de la enseñanza del utili- doctrina cristiana. Anti-utilitarismo y,
tarismo en nuestros colegios y univer- en general, anti-positivismo coinciden
sidades, que se identificó con la ideo- con la defensa del control de la edu-
logía liberal, y quienes rechazaban cación por parte de la Iglesia. Miguel
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
212

Antonio Caro, quien es sin duda el


más serio opositor del utilitarismo en
Colombia, defendió la posición de que
la educación pública fuese organizada
y dirigida de acuerdo con los postula-
dos cristianos y estuviese sometida a la
tutela de la Iglesia católica. Fue tam-
bién Caro quien en polémica con el
utilitarismo inició la restauración del
tomismo, fundamentalmente en la
versión de Jaime Balmes. Se explica
entonces que mucha parte de su po-
lémica anti-utilitarista se hubiese cen-
trado en la discusión sobre la conve-
niencia de su enseñanza en los cole-
gios y universidades del país. El con-
cordato de 1887 y la influencia deter-
minante que ejerció Caro en la cultura
colombiana, alejarán las posibilidades
de desarrollo de todo pensamiento fi-
losófico que se pudiese considerar ad-
verso a las doctrinas cristianas, hacien-
do posible así la restauración del to-
mismo. Recordemos que en sus Cartas
al señor doctor Ezequiel Rojas, Caro
basa su crítica al benthamismo en que
sus enseñanzas son «contrarias al es-
píritu de la doctrina cristiana». Y Mar-
co Fidel Suárez refutaba el positivismo
porque esta filosofía se identificaba
con el «materialismo ateo», ya que
«repudia de lleno» la metafísica y la
teología. La restauración del tomis-
mo, como filosofía cristiana, será la ta-
Miguel Antonio Caro, rea de monseñor Rafael María Ca-
el más serio opositor rrasquilla.
del utilitarismo
y partidario de la En 1882 publicó Carrasquilla un
tutela de la Iglesia corto ensayo titulado La ciencia cris-
sobre la educación.
tiana, en el que se propone demostrar
el carácter científico de la teología y la
supervivencia de la filosofía tomista.
Es éste quizás el trabajo que mejor re-
presenta su personalidad filosófica.
Como filósofo se propuso obedecer al
mandato de León XIII de restaurar el
pensamiento de santo Tomás, para lo
cual se convirtió en discípulo del car-
Marco Fidel Suárez, denal Désiré Mercier. Pero la impor-
refutador del
positivismo, que él tancia de Carrasquilla no es sólo filo-
identifica con el sófica, ni su filosofía tuvo la única mi-
"materialismo ateo" sión de demostrar las verdades teoló-
y como contrario a la gicas. La República conservadora que
metafísica
y a la teología. siguió a la Regeneración encontró en
él a un verdadero ideólogo: su pen-
Capítulo 9 213

Sarniento político no es más que una


consecuencia de su pensamiento filo-
sófico. Así como la ciencia debe estar
subordinada a la religión, igualmente
la ideología política debe concordar
con las doctrinas católicas. De aquí
que su crítica al liberalismo parta de la
incompatibilidad que encontraba en-
tre las ideas defendidas por esta ideo-
logía y el catolicismo: para Carrasqui-
lla, por ejemplo, toda ley viene de
Dios y le resultaba inaceptable reco-
nocer otro origen al derecho, como la
costumbre, la voluntad popular o la
razón. La superioridad de la Iglesia
frente al Estado radica justamente en
el origen divino de la autoridad, en
que la Iglesia tiene un origen directa-
mente divino que no tiene el Estado.
Es cierto que durante esta época en
que le tocó actuar a Carrasquilla, al-
gunos ensayistas colombianos trataron
temas filosóficos muy alejados de la
metodología y de los problemas del to-
mismo, pero no se puede decir que en
ellos haya un pensamiento rigurosa-
mente filosófico o que su interés cen-
tral estuviese en la filosofía. Habría
que citar en lugar destacado a Carlos
Arturo Torres (Idola Fori, 1909), con
su influencia de Herbert Spencer. Su
obra, sin embargo, no logró una es-
tructuración filosófica, perteneciendo
más a la historia de la literatura y tan-
gencialmente a la de la sociología que
a la de la filosofía propiamente dicha.
Perteneciente a una generación pos-
terior, Luis López de Mesa intentó al-
gunos ensayos estrictamente filosófi-
cos, apartándose de la tradición to-
mista. Su obra se caracteriza por un
rudimentario cientificismo (al menos
por un elemental uso de los resultados del pensamiento filosófico en Colom- Monseñor Rafael María
científicos) como elemento primario bia, la atención que desde entonces Carrasquilla,
éste les presta a las ciencias sin refe- caricatura de Rendón.
de la reflexión filosófica, que expresó En "La ciencia
en un lenguaje culterano no siempre rirlas a la autoridad católica, y los in- cristiana", de 1882,
de buen gusto y cargado de tecnicis- tentos de interpretación filosófica de se propuso demostrar
mos, con los que quiso rendir tributo la historia de Colombia. el carácter científico
a las ciencias, especialmente a las na- Algo nuevo surge a partir de la dé- de la teología.
turales. En una historia de nuestra cul- cada de los años cuarenta con la apa-
tura, y en particular de la filosofía, ha- rición en nuestro medio del cultivo
bría que señalarle algunas cualidades profesional de la filosofía y de cierta
positivas: podemos decir que en buena producción filosófica que se enmarca
parte a él se le debe la secularización dentro de corrientes contemporáneas
como la fenomenología o la teoría
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
214

Luis López de Mesa Sarniento contemporáneo simplemen-


escribió algunos te dejaron de lado lo que encontra-
ensayos filosóficos, ron en nuestra tradición. Por lo de-
apartándose de más, puede decirse que el tomismo
la tradición tomista.
Su obra se caracteriza impuesto por Carrasquilla ya era
por un cientifismo cosa muerta.
rudimentario como Las circunstancias favorecieron a la
elemento primario nueva actitud del filósofo colombiano.
de la reflexión
filosófica En primer lugar, el auge de la indus-
(Oleo de Héctor Osuna, tria editorial en los países hispanoa-
Palacio de San Carlos). mericanos, que inició la divulgación
masiva del pensamiento europeo, y en
segundo lugar, el impacto que ejerció
entre nosotros la figura de José Ortega
y Gasset, crearon un clima propicio
para la recepción de la filosofía del si-
glo xx. A estas coordenadas externas,
habría que agregar que en el interior
las reformas educativas, ejecutadas
por el liberalismo, en el poder desde
1930, permitieron un ámbito favorable
para el estudio universitario de nuevas
formas de pensamiento distintas al to-
mismo.
pura del derecho. Si se nos permite Las anteriores circunstancias fueron
Un aviso de la revista hablar con alguna ligereza de ruptura, propicias para la aparición de tres li-
"Universidad", debemos situar ésta en el trabajo que bros de filosofía que representan la
publicado en se realiza en esos años. Esa ruptura inauguración de la filosofía moderna
"El Gráfico", en
octubre de 1928, para fue más bien un empezar de nuevo, en Colombia: Lógica, fenomenología
una encuesta filosófica, antes que una reacción crítica frente a y formalismo jurídico (1942) de Luis
firmado por Arciniegas lo existente. Los filósofos colombia- Eduardo Nieto Arteta, Ambiente
y López de Mesa. nos que iniciaron el proceso del pen- axiológico de la teoría pura del derecho
(1947) de Rafael Carrillo, y Nueva
imagen del hombre y de la cultura
(1948) de Danilo Cruz Vélez. Todos
ellos se inspiran en los problemas y en
los métodos del pensamiento alemán
del siglo xx, principalmente de la fe-
nomenología, aunque hay que adver-
tir que en las obras de Carrillo y Cruz
Vélez la influencia fundamental pro-
viene de Max Scheler.
En un principio fueron tres los pen-
sadores que se repartieron la atención
de los colombianos en asuntos de fi-
losofía: el español José Ortega y Gas-
set, el alemán Max Scheler y el aus-
tríaco Hans Kelsen. La influencia de
la fenomenología no fue ejercida en
aquellos años directamente por su fun-
dador Edmund Husserl: por lo gene-
ral, su presencia proviene de Scheler
o de otros filósofos menores. Habrá
que tenerla en cuenta sin embargo, ya
Capítulo 9 215

que el influjo que ejerció, aun cuando


indirectamente, marca la aparición de
la filosofía contemporánea en Colom-
bia, ya que desde entonces no dejará
de haber un interés por el pensamien-
to fenomenológico.
Hay que destacar en primer lugar la
influencia de José Ortega y Gasset.
Como en general en todo el mundo es-
pañol, esta influencia no se la puede
medir por las obras filosóficas colom-
bianas que siguen la orientación de su
pensamiento, sino por las incitaciones
que despertó y por la apertura hacia la
filosofía alemana que significó su obra
filosófica, y en particular la tarea de
publicista que llevó a cabo desde la
Revista de Occidente. En alguna for-
ma, el grupo de filósofos —Rafael Ca-
rrillo, Cayetano Betancur, Abel Na-
ranjo Villegas, Luis Eduardo Nieto
Arteta, Danilo Cruz Vélez— que asu-
mió la tarea de introducir entre no-
sotros la filosofía contemporánea, se
inició con la lectura de las obras del
escritor español, y en algunos de ellos
se conserva todavía la influencia de su
pensamiento. Desde el punto de vista
estrictamente filosófico, la influencia
de Ortega ha sido reducida: Betancur
es en Colombia quien más le aprendió
y quien más acertadamente lo comen-
tó, habiendo utilizado muchos concep-
tos orteguianos en su Sociología de la
autenticidad y la simulación (1955).
La influencia de Scheler fue mu- y como tratando de fundamentarse en Portada de "Ambiente
cho más profunda. A desemejanza de ella». Los propósitos de Carrillo no axiológico...", 1947,
la de Ortega y Gasset, ella logró dejar son sólo los de rodear a la teoría pura de Rafael Carrillo,
obra escrita bajo la
algunas obras inspiradas en su filoso- del derecho de un ambiente axiológi- influencia de Max
fía, fundamentalmente en su ética y en co, sino además evitar recurrir a la Scheler, a propósito
su antropología. Dentro de esa co- teoría del derecho natural, tanto en el de la teoría de Hans
rriente del pensamiento scheleriano se sentido de un derecho que convive con Kelsen, y en la cual
destacan dos libros: Ambiente axioló- el derecho positivo, como en el senti- Carrillo evita recurrir
do de un ideal de derecho. En el pro- a la teoría del
gico de la teoría pura del derecho de derecho natural.
Carrillo y Nueva imagen del hombre y ceso de depuración del derecho que
de la cultura de Cruz Vélez. Habrá busca Kelsen, se llega a un momento
que observar además su influencia en en que la trascendencia del sistema
Ilustración y valoración (1952) de Na- positivo jurídico se produce inevita-
ranjo Villegas y en algunos artículos blemente: es el momento en que se
de Cayetano Betancur. sale del ámbito de lo positivo para en-
La tesis central del libro de Carrillo trar en una atmósfera que favorece la
es la de que la teoría pura del derecho equiparación de la norma fundamen-
de Hans Kelsen «aparece rodeada del tal reconocida por Kelsen con el valor.
ambiente de la filosofía de los valores El libro de Cruz Vélez, por su parte,
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
216

toma una dirección distinta a la segui- realizar un gobierno democrático,


da por Carrillo y en general a la de los abrieron las puertas a un régimen de
otros colombianos que por la década orientación totalitaria. Una conse-
de los cuarenta sintieron el impacto de cuencia de ello fue la conquista del po-
Scheler. No es la teoría de los valores der, en 1950, por Laureano Gómez,
ni, en particular, la ética el tema de su quien inaugura una era de intolerancia
obra, sino la antropología filosófica, el hacia cualquier idea o pensamiento
otro campo de problemas que más que no se ajustara a unos ideales fic-
atención recibió por parte de Scheler. ticios de cristianismo e hispanidad di-
El libro de Cruz Vélez busca funda- señados por el régimen. En ese medio
mentar metafísicamente las disciplinas surge Víctor Franck, filósofo que llegó
filosóficas que se ocupan del hombre al país procedente de Austria. Los en-
Luis Eduardo y de la cultura, para llegar a la conclu- sayos que escribió en Colombia y re-
Nieto Arteta, sión de que hombre y cultura son tér- cogió luego en Espíritu y camino de
un intento de minos correlativos. Hispanoamérica (1953). tuvieron co-
aproximación mo propósito manifiesto restaurar en-
de las teorías En cuanto a la influencia de Kelsen,
de Kelsen hay que decir que por razones ocu- tre nosotros la escolástica o, como él
y Husserl. pacionales, y fundamentalmente de- mismo lo proponía, iniciar «la vuelta
bido a que los primeros filósofos mo- a santo Tomas», «la vuelta a Suárez».
dernos colombianos tuvieron una for- como redescubrimiento del pasado
mación básicamente jurídica, fueron hispanoamericano, y como propósitos
la filosofía del derecho y los proble- claramente insinuados, los de darle
mas colindantes con ella los temas que bases filosóficas a la política que en
más los atrajeron y para los cuales es- ese momento practicaba el gobierno
taban intelectualmente mejor equipa- colombiano.
dos. Si hacemos excepción de Cruz Puede considerarse ese período
Vélez, todos los demás iniciadores de como un paréntesis en el desarrollo fi-
la filosofía moderna en Colombia se losófico colombiano, que se reanuda
ocuparon en alguna ocasión de los al comenzar la década de los sesenta
problemas filosóficos del derecho, los como normal tarea universitaria. Re-
que analizaron casi siempre desde la gresan entonces al país algunos pro-
Rafael Carrillo, perspectiva de la teoría kelseniana fesores que, ante la situación de hos-
autor de cuando no hicieron de esta teoría el tilidad implantada por el gobierno de
"Ambiente axiológico tema central de sus investigaciones. Gómez, viajaron a Alemania para
de la teoría pura Carrillo rodea a esa teoría de un am-
del derecho", adelantar estudios filosóficos. En esta
"La rebelión contra biente axiológico y Betancur conside- segunda etapa las influencias funda-
los sistemas", ra que la obra de Kelsen está fundada mentales son las de Husserl, Martin
"Filosofía del derecho sobre el valor de la seguridad jurídica. Heidegger y el marxismo.
como filosofía de la A su turno. Nieto Arteta, en la obra
persona" y "Escritos Las primeras manifestaciones de
filosóficos
que hemos citado, interpreta la teoría una preocupación por el pensamiento
(filosofía de Kelsen. siguiendo en ello a Carlos de Husserl datan de la década de los
contemporánea)". Cossio, como una lógica jurídica, pero cuarenta, especialmente con las obras
no únicamente en el sentido de lógica de Nieto Arteta. Sin embargo, aquella
formal, sino también como lógica primera atención que se le presta, se
trascendental, separándose en este hizo por lo general a través de expo-
segundo aspecto de su maestro ar- siciones de su pensamiento o de filó-
gentino. Nieto Arteta se proponía en sofos que como Scheler habían adop-
esta forma establecer una relación tado el método fenomenológico para
entre la teoría kelseniana y la filoso- abordar con él temas ajenos a la filo-
fía de Husserl. sofía husserliana. Habrá que esperar
La caída del partido liberal y el as- hasta la década de los sesenta y aun a
censo al poder del conservatismo en años más recientes, para encontrar in-
1946, que como partido minoritario se vestigaciones fenomenológicas de al-
encontró con grandes dificultades para guna importancia. No puede decirse
Capítulo 9 217

sin embargo que la fenomenología


haya sido adoptada como método fi-
losófico, sino la mayoría de las veces
como el objeto de una investigación
que se propone tematizar un problema
específico de la filosofía husserliana.
Filosofía sin supuestos (1970), de
Cruz Vélez, es sin lugar a dudas la
obra más importante de este período.
En ella el filósofo colombiano muestra
cómo Husserl, que se mueve dentro
de la metafísica de la subjetividad, no
puede destruir, en su tarea de depurar
a la filosofía de sus supuestos, el suelo
en que se mueve, es decir, no puede
superar la metafísica de la subjetivi-
dad. Se limitó Husserl a tematizar los
supuestos que caían del lado del ob-
jeto. A Heidegger le tocará continuar
la tarea de su maestro y llevar la «crí-
tica de los supuestos del lado del sub-
jetivismo», para lo cual tendrá que in-
tentar la superación de la metafísica
de la subjetividad. Dentro de la misma
corriente fenomenológica hay que
destacar las obras de Guillermo Hoyos
Vásquez y Daniel Herrera Restrepo.
El primero, en especial con Intentio-
nalitaet als Verantwortung (1976), en
la que se propone interpretar la rela-
ción existente entre la teleología pro-
pia de la intencionalidad y la teleolo-
gía de la historia, tal como fue te-
matizada en las últimas obras de Hus-
serl. Los orígenes de la fenomenología
(1980), de Herrera Restrepo, estudia
en cambio el período husserliano com-
prendido entre 1901, fecha de publi-
cación de las Investigaciones lógicas, y
1913, año en que aparecen las Ideas.
En cuanto a la filosofía de Heideg- su primer libro, donde se patentiza Danilo Cruz Vélez,
ger, hay que decir que despertó pron- una mayor y más penetrante influen- principal intérprete
y desarrollador de las
to verdadero entusiasmo en Colom- cia heideggeriana, aun en aquella obra ideas de Martin
bia: ese entusiasmo se ha centrado en que le dedicó a Husserl y a la que ya Heidegger en Colombia,
su analítica existencial, es decir, en su hemos hecho mención. La solución autor de "¿Para qué ha
primer período, pero muy poco en el que Cruz Vélez le dio al comienzo de servido la filosofía?",
pensamiento metafísico que desarrolló su carrera filosófica al problema de la "Aproximaciones a la
naturaleza del hombre y de la relación filosofía", "Filosofía
con posterioridad y como consecuen- sin supuestos", y
cia de los propósitos declarados en Ser de éste con la cultura, la enriqueció "Nietzscheanas".
y tiempo. Ya Carrillo había echado después con un elemento procedente
mano del pensamiento heideggeriano de la analítica existencial. Si hombre y
en Filosofía del derecho como filosofía cultura son términos correlativos, en-
de la persona (1945). Pero es en la tonces ninguno de ellos puede ser con-
obra de Cruz Vélez, con excepción de siderado como el término fundamen-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
218

tal. Se plantea por consiguiente la pre- Arrubla, vinculó desde un comienzo el


gunta por el fundamento de la rela- pensamiento marxista con otros pen-
ción, para encontrarlo en la existencia sadores contemporáneos como Freud
humana, lo cual quiere decir que es en y Sartre, buscando superar así el dog-
ésta donde se da aquella relación, matismo de los manuales y hacer del
pues la «existencia es un modo pecu- marxismo una doctrina que pueda dar
liarísimo de ser en otro», lo cual respuesta crítica a los problemas con-
«otro» no es nada distinto a la cultura. temporáneos.
La relación que Cruz Vélez planteaba Francisco Posada, aunque no hizo
en Nueva imagen del hombre y de la parte del grupo de Zuleta y Arrubla,
cultura, se la estudia en Aproximacio- pertenecía a su misma generación y
nes a la filosofía (1977) desde la exis- guardó con él algunas actitudes críti-
tencia, de ese modo de ser del hom- cas semejantes. Sus preocupaciones fi-
bre, y de la libertad o trascendencia losóficas tuvieron su centro en los pro-
como nombres fundamentales del ser blemas estéticos, a los que dedicó su
de este ente. El carácter trascendente obra Lukács, Brecht y la situación del
de la existencia indica que el hombre realismo socialista (1969). Sus medi-
sale de la naturaleza para ir hacia la taciones aparecen siempre mediatiza-
cultura, o el mundo, entendiendo éste das por una investigación sobre pen-
como «conjunto de posibilidades es- sadores marxistas que han tratado
bozadas por el hombre en cada caso». acerca del tema o por un trabajo his-
La influencia del marxismo en la toriográfico sobre alguna polémica en-
vida social, y en especial política, de tre grupos marxistas en torno al pro-
Colombia, no es un fenómeno nuevo blema de la obra de arte. En su ideal
ni superficial. Tampoco ha estado li- de arte popular, el pensamiento mar-
mitada únicamente a praxis política: xista ha postulado como patrón al
las investigaciones históricas y socio- folklore, el arte clásico o el arte de te-
lógicas que han acogido la metodolo- mas exclusivamente obreros y cam-
gía marxista son cada vez más abun- pesinos. Pero estos patrones están
dantes. No obstante su amplia influen- muy lejos de ofrecernos los elementos
cia y las abundantes investigaciones en de una estética marxista. El realismo
el campo de las ciencias sociales, los socialista se convirtió en una actitud
estudios marxistas propiamente filo- conservadora e incompatible con la
sóficos son escasos, a no ser que con- dialéctica acerca de las relaciones en-
temos entre ellos los que en la actua- tre la base y la superestructura, pues
lidad se afilian en los movimientos fi- sólo establece una relación mecánica
losóficos neomarxistas, como la teoría entre éstas, para convertir el arte en
crítica de la Escuela de Francfort. Se un instrumento de propaganda.
ha considerado a Nieto Arteta como
pionero de esos estudios. Pero el mar- Indudablemente el mayor reto a
xismo fue para él únicamente, una in- que ha tenido que enfrentarse el cris-
clinación de juventud, que no logró tianismo moderno proviene del mar-
expresarse en un trabajo de un acep- xismo. De una posición inicial de re-
table rigor conceptual, y del cual se chazo, ha tenido que entrar a entablar
apartó en su edad madura para aco- un diálogo con él, como resultado de
gerse a otras tendencias filosóficas las políticas que a partir del Concilio
como la fenomenología. Habrá que Vaticano II ha adoptado la Iglesia.
esperar entonces al grupo que pro- Pero no han sido tanto las políticas ofi-
movió la publicación de la revista Es- ciales del catolicismo de compromiso
trategia, en la década de los sesenta, político en amplios sectores del clero,
para encontrar algunos ensayos fun- las que han promovido el acercamien-
damentalmente filosóficos afiliados al to al marxismo. En el caso particular
pensamiento de Marx. Este grupo, di- de Colombia, la participación del cle-
rigido por Estanislao Zuleta y Mario ro en la Violencia surgida después del
9 de abril de 1948 y la actitud asumida
219

por Camilo Torres Restrepo. son he- la cristiana. Desde esta dirección le re-
chos que han ayudado, y en parte de- procha a Marx no dar una definición
terminado, la aparición de aquella con- ontológica del hombre y quedarse en
ciencia política en algunos sectores cris- una descripción que para López Tru-
tianos que buscan en el marxismo los jillo está muy cerca del existencialis-
instrumentos necesarios para promover mo, pues «no dice qué es el hombre,
el cambio social. Pero también hay que sino que ilustra la manera como en la
señalar que esta situación ha llevado a realidad empírica se presenta». Marx
que se acentúe la tesis sostenida por sec- no define al hombre por la conciencia
tores antagónicos de que marxismo y sino por sus posibilidades de produc-
cristianismo son excluyentes. ción, esto es, por su ordenación al tra-
La obra de Alfonso López Trujillo bajo, ofreciendo así una mirada peri-
se propone responder a quienes con- férica. Plantear el problema de las re-
sideran que se puede adoptar el mé- laciones entre marxismo y cristianismo
todo marxista sin comprometer su fe. tiene sentido si se acepta la diferencia
En Liberación marxista y liberación entre el humanismo del uno y el del
cristiana (1974) nos ofrece, por una otro. Adaptar la metodología marxis-
parte, un análisis de aquel método ta, sin mirar el pensamiento marxista
para determinar su aspecto científico acerca del hombre, es abrirle las puertas
y, por otra, el estudio de la concepción al cristiano a «una metodología que le
marxista del hombre para oponerla a suplantará progresivamente su fe».
220 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

Bibliografía
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histórica de Colombia y otros ensayos. Bogotá, Colcultura, 1977.
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VÉLEZ CORREA, JAIME. «Proceso de la filosofía en Colombia», Universidad de Antioquia n °
143. Medellín, 1960.
Capítulo 10 221

El pensamiento
económico en Colombia
Enrique Low Murtra gunos otros aspectos relativos a la na-
turaleza, fines y forma de la moneda
fueron objeto de debate en los últimos
Pensamiento años del siglo XIX en Colombia. El ter-
económico en el siglo XIX cer aspecto propio de la controversia
económica del siglo XIX se refiere al

L a segunda mitad del siglo XIX en


Colombia está mareada por cua-
tro grandes debates del pensamiento
uso de un factor de la producción: la
tierra. Finalmente, el tema de la or-
ganización del Estado, en medio de
económico, todos los cuales reflejan, grandes controversias y aun de guerras
sin duda, la influencia del debate eco- civiles, polarizó criterios encontrados
nómico que prevalecía en Europa: la entre los partidarios del centralismo y
primera de esas controversias surge los del federalismo.
entre los defensores del libre cambio,
estrictos seguidores de Smith, Ricardo Debate entre
y Mill, y los apologetas del proteccio- proteccionistas y librecambistas
nismo mercantilista. Entre los prime-
ros se destaca la figura de Florentino La teoría del comercio internacional
González, quien fue ministro del ge- libre fue traída a Colombia por Flo-
neral Mosquera en su primera admi- rentino González, quien pensaba que
nistración. Entre los segundos sobre- era benéfico para los pueblos. Entre
sale precisamente Rafael Núñez. La sus célebres enunciados se recuerda lo
segunda de estas grandes controver- que dijo en la Cámara de Diputados:
sias es la que se presenta entre los de- «... en un país rico en minas y pro-
fensores de la moneda metálica y los ductos agrícolas que puede alimentar
que propugnaban el carácter fiducia- un cuantioso y lucrativo comercio de
rio o nominalista del dinero. La pri- exportación, las leyes no deben favo-
mera línea de pensamiento fue soste- recer el desarrollo de industrias que
nida con mucho calor por Miguel Sam- distraen a los habitantes de las ocu-
per, entre otros, y la segunda fue la paciones extractivas y agrícolas que les
que sirvió de motivo para que Rafael permitirán obtener la mayor ventaja...
Núñez crease el Banco Nacional. Al- Debemos ofrecerle a Europa materias
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
222

Rafael Núñez, seguidor en este pun-


to del pensamiento de las sociedades
democráticas organizadas en un prin-
cipio por Ambrosio López, propugnó
por un arancel más elevado y por el
fortalecimiento del proteccionismo.
Desde que asumió la presidencia el 8
de abril de 1880, propuso elevar el
arancel para fomentar la industria y el
trabajo nacionales. Desde entonces
encontró resistencia en Carlos Martí-
nez Silva y Miguel Samper, quienes se
aferraron sustancialmente a la tesis del
libre cambio.
El debate entre librecambistas y
proteccionistas enriqueció la doctrina
económica del siglo XIX en nuestro
país, y fue, en buena parte, reflejo de
lo acontecido en Europa.

Debate sobre cuestiones monetarias


Varios fueron los puntos propios del
debate monetario a finales del siglo
pasado en Colombia. El primero de
ellos, el más importante, centra su
atención en el problema de la natu-
raleza de la moneda, y precisamente a
raíz de la fundación del Banco Nacio-
nal de Núñez se presentaron clara-
mente estos puntos del debate en es-
critos de varios e importantes pensa-
dores: Miguel Samper sostiene que el
valor de la moneda es intrínseco y ra-
dica en la cantidad y calidad del metal
precioso que contiene, por lo cual,
para él la moneda de papel es «mo-
neda falsa». De allí se deduce que la
Florentino González, primas y abrir nuestros puertos a las acción del Estado se deba limitar a ga-
introductor en Colombia manufacturas para facilitar el comer- rantizar y a autentificar la existencia
de la teoría del libre de aquellas cualidades sin pretender
comercio internacional. cio y las ventajas que él trae, y para
Decía: "Las leyes no suministrarle al consumidor, a precios «variar» el valor «natural» que la mo-
deben favorecer el bajos, los productos de la industria neda posee.
desarrollo de industrias manufacturera». Desde luego, este A esta teoría se opone el principio
que distraen a los pensamiento motivó grandes conflic-
habitantes de las sostenido por Núñez y Caro de que la
ocupaciones extractivas." tos de criterio que, en buena parte, re- moneda no es más que un signo y que
(Medallón de su tumba, flejaban también los conflictos de in- para que un objeto sea moneda no ne-
Cementerio Central, tereses de la época. El pensamiento de cesita ser mercancía sino que debe
Bogotá). Florentino González coincidía con los cumplir funciones específicas: ser ca-
intereses de muchos comerciantes, al paz de medir el valor, ser reserva del
paso que los artesanos veían en esa valor y servir de medio de pago, go-
filosofía librecambista un grave pe- zando de aceptabilidad general: Den-
ligro para el funcionamiento de sus tro de este criterio nada se opone a
industrias. que el acervó monetario de un país
Capitulo 10 223

esté compuesto por papel moneda in- como privilegio exclusivo del Estado.
convertible. Entre los escritores que defendieron
Por esta razón decía Rafael Núñez con vehemencia el privilegio de emi-
en su libro La reforma política: «lo sión a favor del Estado se recuerda a
que parece más y más probable es que Felipe de Ángulo y a Francisco de P.
la moneda metálica, de cualquier es- Matéus, quienes en determinada oca-
pecie, ceda el campo a la moneda fi- sión escribieron: «Decretóse la crea-
duciaria en los pueblos que vayan ción del Banco Nacional y se consagró
avanzando en civilización. La moneda en doctrina, aunque no se sancionó en
fiduciaria, antídoto de la usura, será la práctica, el principio de que si la in-
sustancialmente, repetimos, la mone- dustria bancaria es libre como todas lo
da futura por excelencia, como ya lo son y han sido en Colombia, el dere-
es en ciertas esferas del movimiento cho de emitir billetes no es inmanente
mercantil». Para Núñez y para Caro, en el ciudadano, sino una función que Portada de
la ley de la moneda no se rige por la el Estado ejerce o puede ceder, pero "El desengaño",
calidad de ésta (oro, plata o papel) le es propia, según la práctica de las de Ambrosio López,
sino por la cantidad en circulación: más adelantadas naciones». director de la
ésta es la que mantiene su poder Contra esta concepción se pronun- Sociedad de Artesanos,
adquisitivo, sin más respaldo que su 1851. López, al frente
ció también Miguel Samper: «es lícito de su gremio, se opuso
uso y la necesidad que con él se satis- a todo gobierno dirigir el crédito pú- a las ideas de
face, siendo como es la moneda ar- blico, pero nunca lo es injerirse en el Florentino González.
tículo de monopolio del Estado, con
exclusión de otro competidor. En el
marco de esta concepción se desarro-
lló el dogma de los doce millones que
ponía un tope a las posibles emisio-
nes de dinero por parte del Banco Na-
cional.
Con el tiempo, este dogma fue
abandonado por los gobiernos de la
época: agobiados por dificultades fi-
nancieras, los ministros suscribieron
actas de emisión secreta que llevaron
al desbordamiento monetario, como
claramente lo relatan varios historia-
dores económicos como Abel Cruz
Santos, Guillermo Torres García y
Óscar Alviar.
Otro aspecto importante es el rela-
tivo al privilegio de emisión. Con la
creación de los bancos en 1871 se ha-
bló, en aquella época, de algunos de-
rechos individuales propios de los es-
tablecimientos financieros de enton-
ces: libertad de emisión, derechos ex-
clusivos de proporcionar créditos,
control del numerario metálico y aun
la posibilidad de recibir fondos de la
Tesorería General del Gobierno, su
principal crédito. Contra esta idea,
marcada por un individualismo acen-
drado, se pronunció Rafael Núñez,
quien siempre propugnó por la con-
sagración de la potestad de emisión
224 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

todas luces, porque en todo caso de-


ben respetarse los derechos adquiri-
dos. Por supuesto que admite el de-
recho de la autoridad de inspeccionar
los bancos privados, de emisión, en
obsequio de los intereses sociales que
puedan ser afectados; pero de aquí no
se desprende la facultad autoritativa
de permitir o no la existencia o crea-
ción de bancos.»
La posición de Miguel Antonio
Caro, traducida en Escritos sobre
cuestiones económicas, es un tanto
ecléctica; a pesar de ser partidario de
la moneda fiduciaria sostiene: «un
banco netamente oficial ofrece incon-
venientes palpables. La autonomía de
que se le inviste es irrealizable... no
habiendo más que un accionista, el
concepto de acción que supone socie-
dad, desaparece... La supuesta auto-
nomía de un banco oficial es antino-
mia y el ensayo que de ella se haga le-
jos de atenuar agrava, como la expe-
riencia lo acredita, los inconvenientes
insinuados, por cuanto delimita las
responsabilidades, rompe el orden je-
rárquico y aleja o burla la inspección
superior que siempre es una garantía.»
Un interesante trabajo intitulado
La cuestión monetaria en Colombia, a
finales del siglo XIX, escrito por Carlos
Calderón, es célebre en su frase: «el
problema de la moneda es esencial-
mente un problema de producción.»
En este estudio se recogen muchos de
los elementos que formaron el gran
debate de finales de siglo sobre cues-
tiones monetarias en Colombia.

El tema agrario
Tres problemas básicos despiertan in-
terés de los estudiosos del siglo pasado
en relación con el uso del recurso eco-
nómico tierra: el tratamiento de las
Rafael Núñez, crédito privado y menos el tratar de tierras de la Iglesia (bienes de manos
defendió un arancel dirigirlo, pues éste está sujeto a leyes muertas), el problema de los resguar-
más elevado y un
fortalecimiento del
superiores a la acción de la autoridad. dos indígenas y el problema de las tie-
proteccionismo. Desde que dependa del presidente rras baldías.
(Oleo de Epifanio este asunto podrá, si lo quiere, ano- Uno de los puntos más controver-
Garay, Museo Nacional, nadar a los bancos, en los cuales todos siales de la época del radicalismo fue
Bogotá, fragmento). los colombianos han comprometido el programa que se llamó la desamor-
sus intereses, y esto sería iniquidad a tización de los bienes de manos muer-
Capítulo 10 225

tas. Como lo indica el historiador Wi- "Ensayos de crítica


lliam P. McGreevy, «amortizar» sig- social", de Rafael
nifica «poner en manos de los muer- Núñez, edición de
E. Cagniard, Ruán,
tos», o más ampliamente, la acción de 1874.
otorgar derechos inalienables de pro-
piedad a una organización perpetua.
En consecuencia, desamortizar signi-
fica quitar de manos de los muertos o
librar a la propiedad de la condición
de inalienabilidad.
El proceso de acumulación de tie-
rras por parte de la Iglesia en Colom-
bia se remontaba probablemente a las
primeras épocas de la ocupación es-
pañola y se acrecentó por la costum-
bre de muchos de legar títulos de tie- Miguel Antonio Caro:
rras a la Iglesia y a sus diferentes ór- ecléctico en materia
denes. Ello resultó en una gran acu- monetaria, decía:
mulación de riqueza por parte de las "Un banco netamente
organizaciones religiosas. En 1861 por oficial ofrece
virtud de la ley 8 del 19 de marzo se inconvenientes
palpables; la
canceló toda renta nominal pertene- autonomía es
ciente a iglesias, patronatos, capella- irrealizable."
nías, etc.
Buena parte de la controversia del
siglo pasado se centró en el debate que
suscitó esta decisión del general Mos-
quera. En su escrito Lecciones de le-
gislación fiscal, Ramón Guerra Azuo-
la dice: «inadecuadamente llamadas
de manos muertas (tierras de la Igle-
sia) que antiguamente eran compradas
y vendidas libremente, pasaron a ma-
nos de especuladores de tierras en tal
forma que no entraron al mercado
sino bajo presiones extraordinarias, ya
que la opinión pública no aprobaría la
especulación de tierras que resultaría
de su venta pública... Han pasado
diecinueve años... y estas propiedades
permanecen aún más estancadas.»
Al otro lado de la controversia se
encontraban los radicales, que pusie-
ron especial énfasis en la importancia
de la movilidad a las transacciones de
los bienes inmuebles incorporando en
ellas a los latifundios eclesiásticos.
Otro aspecto importante de la dis-
cusión sobre la tierra tuvo que ver con
los resguardos. Durante el gobierno
del general José Hilario López se dio
el decreto de 22 de junio de 1850 que
ordenó la abolición de los resguardos:
este sistema de origen colonial esta-
226 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

blecía organización comunitaria de la seables de la población agrícola.


propiedad en favor de los indígenas, La tercera controversia se refiere al
que no gozaban de la libertad para uso de los baldíos. Desde 1843 se con-
vender sus tierras. Bajo la influencia cedió la propiedad de baldíos a fami-
de las ideas liberales de la época se lo- lias que hicieran utilización de los te-
gró persuadir a los indios que convir- rrenos en zonas señaladas por el go-
tieran sus tierras en propiedades in- bierno. Se quiso vincular la propiedad
dividuales; ello, paradójicamente, lle- con la explotación económica, hecho
Caricatura de Tomás vó a que «ellos [los indios] inmedia- que se refleja en la ley del 7 de mayo
Cipriano de Mosquera, tamente vendieran sus tierras a pre- de 1845; paradójicamente, el manejo
autor de la ley 8 cios ínfimos. Los indios se convir- de los baldíos presenta un severo con-
del 19 de marzo de
1861, por la cual se tieron en jornaleros...». traste entre la intención de la ley, que
canceló toda renta Salvador Camacho Roldán, célebre al parecer deseaba que las tierras bal-
nominal de la Iglesia, figura del radicalismo, criticó esta evo- días fueran siempre distribuidas en fa-
o "bienes de lución porque resultó falaz; perjudicó vor de pequeños propietarios y nú-
manos muertas".
(Álbum Urdaneta, a quienes quería proteger, desestimu- cleos familiares, y los resultados prác-
Biblioteca Nacional, ló la producción agropecuaria y pro- ticos que, como observa McGreevy,
Bogotá). dujo dispersiones y migraciones inde- favorecieron la traslación de baldíos a
manos de una «élite terrateniente».
De las tres controversias, las más im-
portantes fueron las dos primeras; la
legislación sobre baldíos durante el si-
glo pasado parece haber sido menos
crucial que el tratamiento de los res-
guardos y el uso de las tierras de la
Iglesia. De todos modos, estas tres po-
lémicas fueron fuente de escritos de
varios pensadores, encabezados quizá
por Salvador Camacho, y motivaron
luego, en años posteriores, numerosos
estudios sobre el tema de la política
agraria en Colombia.

La organización del Estado


La polémica que más debates públicos
suscitó en el siglo pasado fue la pugna
entre centralistas y federalistas. Para-
dógicamente, la discusión no giró en
torno al principio de un Estado fuerte,
pues durante el siglo XIX siempre se
aceptó el principio del laissez-faire que
difundieron los filósofos de la fisiocra-
cia francesa. La división de las opinio-
nes estaba entre aquellos que pensa-
ban que en el poder de los estados se
hallaría un medio más eficaz de afian-
zar su poder e intereses personales y
aquellos que esperaban tener más éxi-
to a través de fortalecer el gobierno
central.
Aunque esta polémica tenía más ca-
racteres políticos que económicos,
tuvo incuestionables incidencias en la
Capítulo 10 227

evolución del pensamiento económico


colombiano.
Los defensores del radicalismo pro-
pugnaron por una limitación de las
rentas del gobierno central y por una
restricción de sus funciones en bene-
ficio de las rentas estatales y de las
funciones de la organización territorial
del país.
Esta dimensión fiscal del problema
administrativo y político tuvo como
contradictor principal a Rafael Núñez
y los pensadores de la Regeneración;
ellos propugnaron con vehemencia
por la unidad de la República, lo que
en el plano fiscal representó desalen-
tar la autonomía de las entidades te-
rritoriales y fortalecer las rentas de la
Nación, así como centralizar las fun-
ciones administrativas en el Gobierno
Nacional.

Pensamiento económico
colombiano en el siglo xx
La orientación científica colombiana
en materia económica durante el si-
glo xx es mucho más compleja que la
que prevaleció en el siglo pasado.
Existe un importante grupo de au-
tores con gran influencia del socialis-
mo, en sus varias facetas: socialismo
utópico, socialismo científico, socialis-
mo de Estado. Antonio García es qui-
zá el escritor más sobresaliente del si- particulares. Desde luego, en Colom- Rafael Uribe Uribe,
glo xx en Colombia, tanto por la bia, como en toda la polémica univer- pionero del pensamiento
abundancia y fecundidad de sus escri- sal que suscita el tema, el debate no se económico de toque
socialista a comienzos
tos, como por la originalidad y pro- limita a los dos extremos bipolares: del siglo XX,
fundidad de sus obras. toma en consideración facetas inter- defensor de un
Para analizar, sin embargo, el pen- medias que van desde los partidarios embrionario
samiento económico durante el si- del capitalismo exorbitante hasta los socialismo de Estado,
glo xx en Colombia, conviene también más radicales comunistas, pasando o línea económica
por toda clase de matices. El segundo popular.
estudiar los grandes debates alrededor
de las cuestiones económicas. Tres son gran tema es el debate de la planea-
los fundamentales en este siglo: el pri- ción o planificación, ligado estrecha-
mer gran tema es capitalismo y socia- mente al problema del desarrollo. Por
lismo, vale decir, la gran polémica que último, es grande la riqueza del pen-
se suscita entre los partidarios del sis- samiento económico colombiano al-
tema del mercado como mecanismo rededor del tema de la política eco-
para la asignación de los recursos y la nómica en sus variadas facetas.
distribución de las rentas y la de los A diferencia del siglo XIX, las in-
partidarios del sistema socialista, don- fluencias intelectuales en el siglo xx
de se elimina la propiedad de los me- trascienden al continente europeo y a
dios de producción en manos de los los pensadores del norte de América.
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
228

Jorge Eliécer Gaitán,


teórico de la renta de
la tierra en el marco
de la oposición entre
socialismo y
capitalismo, en su
libro "Las ideas
socialistas en Colombia"

No sólo puede decirse que hay más Capitalismo y socialismo


originalidad en nuestra ciencia eco-
nómica este siglo: puede también ha- La polémica entre capitalistas y socia-
cerse la observación de que una buena listas es, en Colombia, tan antigua
parte de la influencia científica sobre como en Europa. Célebres son, por
nuestros economistas está ligada con ejemplo, las cartas entre Miguel Sam-
el modo de enfocar los problemas del per y Manuel Murillo Toro en relación
desarrollo y de la organización de la con la frase del «dejad hacer». Miguel
economía por parte de escritores lati- Samper defendía con vehemencia la
noamericanos. doctrina preconizada por Juan Bautis-

Autógrafo del general


Rafael Uribe Uribe,
1907.
Capítulo 10 229

ta Say de defensa del mercado libre en


una carta del 28 de noviembre de
1853.
Manuel Murillo Toro le respondió
al señor Samper en El Neogranadino,
y puso especial énfasis en la cuestión
de que una democracia auténtica no
podía dejar al arbitrio del libre mer-
cado decisiones fundamentales de la
vida comunitaria, pues uno de los pro-
blemas básicos de la organización eco-
nómica libre era, en su sentir, el de la
desigualdad económica y el de la con-
centración de poderes financieros en
pocas manos.
Sin embargo, sólo a finales del si-
glo XIX y a comienzos del xx aparece
el pensamiento económico de toque
socialista bajo la inspiración de Rafael
Uribe Uribe, uno de los más auténti-
cos defensores de lo que pudiera lla-
marse, en aquel momento embriona-
rio, socialismo de Estado o Línea Eco-
nómica Popular.
El socialismo de Estado no alcan-
zaba a ser en Uribe lo que hoy cono-
cemos como tal: una forma de orga-
nización en la que se trasladan al sec-
tor público, por vía de nacionaliza-
ción, las industrias claves. Mucho me-
nos era el socialismo científico que,
partiendo de la lucha de clases, busca
la supresión de esa antinomia median-
te la supresión de la propiedad de los
medios de producción. El llamado so- reda y los vicios que la ociosidad en- Alejandro López,
cialismo de Uribe se limitaba a pro- gendra»; d) Legislación social. Uribe autor de "Problemas
pugnar varias medidas, muy modera- colombianos",
fue el precursor de una legislación "El trabajo"
das a nuestro juicio, aunque muy avanzada en el campo social; propug- e "Idearium liberal",
avanzadas para la época: a) cambiar el nó por indemnizaciones por acciden- fue un destacado
Senado de cámara política en cámara tes de trabajo, pensiones de invalidez defensor de las
de trabajo, por lo cual la representa- y vejez, seguro de muerte, control de ideas socialistas
ción no sería por votación popular condiciones higiénicas de trabajo, or- en la década de
sino por representación laboral; b) los años veinte.
ganización de asistencia pública, des-
buscar en el sistema tributario un me- canso obrero obligatorio y participa-
canismo que sirviese para mejorar la ción de los trabajadores en las ganan-
distribución de las riquezas; c) refor- cias de las empresas.
mar el sistema de la herencia, pues Después de la muerte de Uribe, y
para Uribe «nada más legítimo que el fundamentalmente a partir de la dé-
hombre goce del producto de su tra- cada de los años veinte, la polémica
bajo, que recoja el fruto de la simiente entre el capitalismo y el socialismo ad-
que sembró; pero parece menos legí- quiere creciente importancia tanto en
timo que transmita el fruto de su tra- el campo conceptual como en el polí-
bajo a otro hombre, si esto ha de dar tico. Jorge Eliécer Gaitán escribe en
por resultado la ociosidad del que he- 1924 su libro sobre Las ideas socialis-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
230

formación tecnológica es un contra-ar-


gumento de los defensores del sistema
de propiedad privada a favor de la or-
ganización capitalista del siste-
ma agrario. Al respecto, cita a Lerby-
Beaulieu. Sin embargo, Gaitán dese-
cha este punto de vista, pues quienes
pueden realizar las grandes inversio-
nes en la tierra son los más ricos, con
lo cual se ahonda el problema social.
Muchos más son los escritores que
desatan la controversia sobre el siste-
ma económico en la década de los
veinte. Lucas Caballero en varias pu-
blicaciones del Diario Nacional parece
haber sido apasionado defensor de las
ideas del tradicional sistema de mer-
cado, trayendo a colación filosofías de
Spencer y criterios marcadamente in-
dividualistas. Por el otro lado, Alejan-
dro López, de quien se conservan tres
grandes trabajos, a saber: Problemas
colombianos, El trabajo e Idearium li-
beral, fue, por el contrario, uno de los
más destacados defensores de las ideas
socialistas en esa década.
Durante más de cincuenta años fue-
ron luminosas e importantes la presen-
cia intelectual y la posición ideológica
del maestro Antonio García, quien
orientó juventudes y profesionales por
varias décadas, y cuyo pensamiento se
plasma en numerosas obras, la mayo-
ría de ellas críticas del sistema capi-
talista, y muchas con importantes do-
sis de originalidad y gran riqueza in-
telectual. Hay en la obra de Antonio
Lauchlin Bernard Currie, tas en Colombia. Muchas son las di- García un primer elemento de crítica
al fondo, durante una mensiones de este interesante estudio. metodológica al enfoque racionalista
conversación con Dudley
Singer, de la Tropical Uno de los temas que mejor desarrolla o, si se quiere, positivista, de la teoría
Oil Company, y Alfredo es el relativo a la renta de la tierra: económica ortodoxa, fuertemente ins-
Araújo Grau, ministro ésta proviene, no del esfuerzo del pirada en los escritos de Marshall y
de Trabajo, hacia 1950. hombre, sino por el hecho de haber Keynes. No se trata de ignorar esos
Al frente de la misión enfoques o de rechazar ciegamente
del Banco Mundial que
sido reducido el suelo a propiedad pri-
llegó en ese año, vada. Vale decir, la renta de la tierra esos informes, sino de cuestionar su
Currie publicó el que nace del monopolio, o si se quiere del orientación en cuanto es ajena a rea-
se ha calificado como oligopolio, que unos pocos ejercen so- lidades históricas de la América Lati-
el primer plan bre ese bien que debería ser común: na del siglo xx. En contraste, el tra-
económico del país,
titulado: "Bases de
«Es algo que no representa fruto nin- bajo La democracia en la teoría y en la
un programa de fomento guno del trabajo; es solamente la par- práctica representa un enfoque socio-
para Colombia". te de la producción que aquel que tra- lógico y estructuralista del pensamien-
baja tiene que dejar a quien ni trabaja to de Antonio García, cuyos tintes so-
ni produce para el pago de un mono- cialistas no sólo trascienden en sus
polio.» Observa Gaitán cómo la trans- conclusiones sino que también pene-
Capítulo 10 231

tran en los enfoques metodológicos mación de una sociedad feudal en una


que le sirven como punto de partida. sociedad moderna reclamaba la inje-
Igualmente su trabajo Bases de eco- rencia del Estado para regular esas
nomía contemporánea es fundamental energías nacientes. De allí surgieron
en el análisis de los temas económicos los grandes cambios: límites al dere-
en Colombia. cho de propiedad, introduciéndole a
La polémica entre los partidarios éste una función social que le es in-
del sistema capitalista y los socialis- separable y que implica obligaciones;
tas encuentra matices moderados en la consagración de la potestad y si se
un grupo de pensadores intermedios, quiere de la obligación que tiene el Es-
quienes desarrollaron las ideas del in- tado de intervenir por medio de leyes
tervencionismo del Estado, muchas de en la producción, distribución y con-
las cuales se plasmaron en forma com- sumo de la riqueza para fines de efi-
pleta en la reforma constitucional de ciencia y equidad; la necesidad de una
1936. El gran protagonista de esta reforma agraria en procura del bie-
posición intelectual y política fue el nestar de los campesinos; en fin, la ur-
presidente Alfonso López Pumarejo. gencia de una legislación laboral que
Aunque el concepto de intervención protegiese los derechos de los traba-
del Estado tiene muchos antecedentes jadores.
en la historia colombiana, tanto en el
plano del derecho público como en el El debate sobre la planeación
de las ideas y conceptos, la importan-
cia de su consagración en 1936 obe- Un segundo gran tema es la planea-
dece no sólo a su elevación a un canon ción. En el año de 1950 vino a Colom-
constitucional sino, además, a la inu- bia una misión del Banco Mundial
sitada dinámica que adquirió en la bajo la dirección del profesor Currie.
vida económica del país. La transfor- Producto de los estudios de esta mi-

Carlos Lleras Restrepo,


ministro de Hacienda
en 1943, con el
presidente López
Pumarejo, protagonista
de las ideas del
intervencionismo de
Estado, que ya habían
inspirado sus
reformas de 1936.
232 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

sión, se publicó por la Universidad una promoción industrial y en la sus-


John Hopkins un libro intitulado Ba- titución de importaciones. En la prác-
ses de un programa de fomento para tica, sin embargo, el plan decenal re-
Colombia. Aunque no puede decirse sultó inoperante, principalmente por
con propiedad que este trabajo cons- falta de instrumentos concretos para
tituya un verdadero plan económico, realizar las metas y por la existencia de
su estructura sistemática y el nivel de un gran divorcio entre el plan y la or-
análisis empírico tan completo que ganización institucional del Estado.
contiene hicieron que el profesor Gui- En 1967, y luego en 1969, bajo el
llermo Perry Rubio lo ubicase como el gobierno del doctor Lleras Restrepo,
primer plan económico de Colombia. se formularon los que Perry denominó
Uno de los elementos centrales de la Planes Trienales I y II, que buscan au-
estrategia del desarrollo que presenta mentar el crecimiento del producto in-
es la adecuada explotación de la ri- terno bruto mediante aumentos im-
queza natural del país. Para los ana- portantes de la inversión pública de
listas de este estudio, la fuente prin- orientación substancial de los recursos
cipal de los desequilibrios económicos y del gasto.
de Colombia radica en una inadecua- En 1972 se aprobó el plan denomi-
da utilización de sus recursos natura- nado de las «Cuatro estrategias», y en
les, principalmente las tierras. Para lo- 1974 un nuevo plan denominado
grar una adecuada utilización de las «Para cerrar la brecha» sustituyó las
tierras, el trabajo del Banco Mundial ideas de la planeación estratégica por
sugiere la utilización de sistemas fis- nuevos propósitos y nuevas orienta-
cales suficientemente drásticos como ciones hacia la distribución del ingre-
para inducir a los propietarios a hacer so. Nuevamente en 1978 otro plan que
un mejor uso de sus recursos. se denominó «Plan de integración na-
En 1957, otra misión extranjera, cional» reordenó prioridades y estra-
orientada por el padre Lebret, cuya tegias. Finalmente, un nuevo plan,
denominación fue Economía y Hu- «Cambio con equidad», volvió a pre-
manismo, hizo importantes análisis so- sentar el problema de la planeación y
ciológicos sobre las condiciones de del desarrollo con otros enfoques, es-
vida del pueblo colombiano. Aun trategias y acentos.
cuando el trabajo de esta misión tuvo Aun cuando la multiplicidad de pla-
más contenido empírico que analítico, nes ha llevado a efectos indeseables
dentro de sus conclusiones estructura para la consecución de metas concre-
algunas formulaciones prácticas que lo tas, no puede negarse su importancia
asimilan a un plan de desarrollo. Pun- desde el punto de vista conceptual, así
to neurálgico de su estrategia es el de como su contribución para entender
establecer equipos polivalentes para las variadas facetas de la ciencia eco-
realizar trabajos concretos a nivel de nómica: el estudio de los problemas
las comunidades sociales. estructurales del país se ha enriqueci-
Con la creación de los organismos do en todos y cada uno de los planes
de planeación del Estado, el tema se con cifras, con estudios científicos,
enriqueció sustancialmente, pues tales con análisis de las variadas hipótesis y,
organismos elaboraron múltiples pla- por cierto, con la misma controversia
nes a partir de 1960. El plan decenal, que suscita la presentación de una es-
elaborado a finales del gobierno del trategia de desarrollo. No es exagerado
presidente Lleras Camargo, se estruc- decir que una de las contribuciones más
turó sobre una filosofía cepalina, vale importantes a la ciencia de la economía
decir, bajo la inspiración de la Ce- en Colombia proviene de los organis-
pal, principalmente de su gestor Raúl mos oficiales de planeación.
Prebisch; establece una metodología Dentro de esta multiplicidad de pla-
cuantitativa muy coherente y una es- nes se pueden distinguir dos elemen-
trategia basada fundamentalmente en tos centrales relacionados con el acen-
Capítulo 10 233

to que cada plan da a los variados ob- ma financiero realizados por esta aso-
jetivos (principalmente al crecimiento ciación.
económico y a la distribución de la Algunos escritores han dado tam-
renta) y dos opciones que miran fun- bién singular aporte al desarrollo de la
damentalmente las estrategias de los ciencia de la economía en Colombia.
planes mismos (allí cabe distinguir en- Carlos Lleras Restrepo ha sido uno de
tre estrategias globales y específicas). los más importantes escritores sobre el
Así, podemos distinguir tres tipologías tema. Cabe destacar también la colec-
básicas en los planes de desarrollo: ción de ensayos realizada por el grupo
planes de desarrollo que ponen acento académico de la Universidad Exter-
en el crecimiento económico y utilizan nado de Colombia bajo el esquema de
estrategias globales; planes de desa- Guías de economía. Igualmente no-
rrollo que, ponen acento en el creci- vedosa e importante es la tarea que
miento económico pero prefieren una desarrolla el Centro de Estudios de
estrategia específica; planes de desa- Desarrollo (CEDE) de la Universidad
rrollo que ponen su acento en la dis- de los Andes, cuya contribución al es-
tribución del ingreso. Entre los pri- tudio de la economía y a la investiga-
meros se cuentan el plan decenal del ción económica es trascendental. Los
gobierno Lleras Camargo y los planes estudios del CEDE sobre desempleo,
Trienales I y II. Entre los segundos se problemas demográficos, política ca-
destaca el de las Cuatro estrategias y fetera y distribución del ingreso fue-
el Plan de integración nacional. En el ron muy originales y han tenido in-
tercer grupo se destaca el plan Para cuestionable influencia sobre las cien-
cerrar la brecha y el plan Cambio con cias económicas en Colombia. Habría
equidad. que mencionar igualmente los aportes
del grupo de investigadores del Centro
de Investigaciones (CIE) de la Uni-
Debate sobre política económica versidad de Antioquia, en temas tales
como la política cafetera y la de em-
Los problemas propios de la coyun- pleo, los estudios de coyuntura que re-
tura económica han motivado conti- gularmente elabora el CISDE de la
nuo estudio y análisis, tanto por parte Universidad del Valle, y las contribu-
de organismos oficiales, nacionales e ciones en diversos campos que realizó
internacionales, como por parte de or- el Departamento de Economía de
ganismos académicos independientes. la Universidad Nacional sobre la polí-
Entre estos últimos cabe destacar a tica agraria, la planeación y otros te-
Fedesarrollo y su revista Coyuntura mas que conciernen al desarrollo del
Económica, al igual que la revista país.
Economía Colombiana, publicada por
la Contraloría General de la Repúbli- Es indudable que en los últimos
ca, las cuales han servido de foro ana- años los centros de investigación uni-
lítico sobre los temas propios de la versitarios, conjuntamente con los in-
ciencia de la economía, y muy en par- vestigadores independientes, han am-
ticular sobre los problemas de la po- pliado notoriamente el conocimiento
lítica económica en sus varias facetas. sobre la realidad el país. Apoyados
Igualmente, foros especializados, en las diversas escuelas, keynesianas,
tales como los que ha orientado la monetaristas, estructuralistas o mar-
Asociación Bancaria en el campo de la xistas, los estudiosos han desarrollado
moneda y en el campo de los proble- importantes investigaciones sobre la
mas financieros del país han venido a política monetaria y fiscal, sobre las
orientar decisiones fundamentales de cuestiones agrarias y la inflación, en
la política monetaria y financiera de fin, numerosos campos de investiga-
Colombia. Célebres fueron los sim- ción. Detallar el contenido de estos
posios sobre el mercado de capitales, distintos trabajos es tarea que tras-
el endeudamiento externo y el proble- ciende el presente estudio.
234 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

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TORRES GARCÍA, GUILLERMO. Historia de la moneda en Colombia. Medellín, FAES, 1980.
Capítulo 11 235

Historia
de la sociología en Colombia
Gonzalo Cataño

Introducción

E l desarrollo de la sociología en
Colombia presenta un pasado re-
lativamente extenso. Desde 1880,
cuando el presidente Rafael Núñez
(1823-1894) promovió por primera vez
su introducción al país, su evolución
puede visualizarse como el crecimien-
to de una idea que al cabo de cien años
se expresaba en numerosas facultades
universitarias y en varios miles de
egresados. Durante estos años se dis-
cutió una y otra vez su objeto, se crea-
ron cátedras, se escribieron textos in-
troductorios y se adelantaron investi- de lo real, dado que la esfera del com- Rafael Núñez, dibujo de
gaciones empleando datos históricos, portamiento humano no admitía nin- Alberto Urdaneta (1880).
estadísticos y observaciones directas gún tipo de generalización. Durante su primer
en diversas comunidades y grupos so- gobierno (1880-1882)
A estas dificultades de orden aca- se introdujo la
ciales. En un principio fue una disci- démico e institucional se unieron las sociología en el país,
plina difícil de definir. Sus críticos fue- políticas. La historia de la sociología entonces una disciplina
ron implacables y los intentos de lle- en Colombia es a su vez la historia de en estado de definición.
varla a la universidad contaron siem- sus relaciones con el Estado. Los po-
pre con obstáculos. En forma perma- cos años del primer gobierno de Ra-
nente se argumentó que su pretendido fael Núñez, el período de la República
objeto de estudio no era más que una Liberal y los comienzos del Frente Na-
réplica del de las ciencias morales e cional han sido los grandes momentos
históricas, y que sus aspiraciones cien- de la sociología nacional. En ellos el
tíficas no tenían asiento en el mundo Estado se mostró interesado en la in-
236 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

traducción de la sociología al mundo estos años se la definió de las más dis-


universitario, en la promoción de in- tintas formas y se le atribuyeron los
vestigaciones y en la asimilación de los más diversos usos y cualidades. Para
resultados de las ciencias sociales. unos era el instrumento más acabado
Fueron también períodos de grandes para sugerir el gobierno más adecua-
proyectos de cambio social durante los do, para otros el fundamento de una
cuales el Estado se hizo mucho más educación científica, y para otros más,
sensible al discurso sociológico y a las la posibilidad de predecir el curso
teorías relacionadas con la evolución de la sociedad o de «transformar el
social. Pero cuando estas «afinidades mundo».
electivas» estuvieron ausentes, la dis-
ciplina se refugió en el precario espa- Desarrollo
cio de las cátedras de las facultades de de la sociología occidental
derecho o se asiló en una enseñanza
rutinaria en las escuelas de sociología Todo esto estaba de alguna manera
—o simplemente desapareció— como asociado al desenvolvimiento de la so-
ocurrió durante las primeras décadas ciología en Europa y en los Estados
del presente siglo. Unidos, lugares donde había nacido la
A diferencia de otros países como disciplina y donde había cobrado un
Alemania Federal o los Estados Uni- mayor desarrollo.
dos, donde las asociaciones profesio- En un comienzo —período que cu-
nales y las entidades privadas de asis- bre todo el siglo XIX hasta 1890, el de
tencia y política sociales contribuye- los pioneros, cuyos nombres más re-
ron a impulsar los estudios sociológi- presentativos son Augusto Comte,
cos, en Colombia y en general en Alexis de Tocqueville, Karl Marx y
América Latina las ciencias sociales Herbert Spencer— se bautizó la es-
crecieron alrededor de las institucio- pecialidad, se establecieron sus temá-
nes públicas. Ello hizo que estuviera ticas, se despejó el camino para su es-
siempre expuesta a los vaivenes polí- tudio y se ofrecieron los primeros con-
ticos y que apenas pudiera evadirse de ceptos. En un segundo período, que
las condiciones adversas del momen- parte de 1890 y llega hasta 1920 —que
to. Y cuando lograba refugiarse en las hoy llamamos la etapa clásica de la so-
instituciones regidas por comunidades ciología y cuyas figuras más notables
religiosas, se vio constreñida por los son Emile Durkheim, Max Weber,
cánones confesionales que buscaban Georg Simmel, Ferdinad Tönnies,
reducirla a un apéndice del pensa- Wilfredo Pareto y Gabriel Tarde—, se
miento social de la Iglesia. emprendió una prometeica labor de
Es claro entonces que el desarrollo depuración teórica, de desarrollo con-
de la sociología en nuestro medio es la ceptual y metodológico y de afirma-
historia de un proyecto científico que ción de la disciplina como campo au-
tuvo sus avances y retrocesos a lo lar- tónomo del conocimiento.
go de todo un siglo. Surgió en 1880, Después de estos años de gestación
promovió algunos debates en los años la vanguardia de la sociología pasó a
siguientes, pero hacia 1900 apenas se los Estados Unidos, dando lugar a un
la mencionaba. Tuvo un nuevo impul- período caracterizado por la afirma-
so durante la segunda mitad de la dé- ción científica de la disciplina. Salvo el
cada del veinte, un ascenso duran- caso de Karl Mannheim en la Ale-
te los treinta, un estancamiento en los mania de Weimar, de algunas mani-
cuarenta y un nuevo ascenso en los festaciones de la Escuela durkheimia-
cincuenta al calor de los estudios an- na en Francia y de la antropología so-
tropológicos, para alcanzar su afir- cial inglesa, esa original síntesis entre
mación final durante la década del se- etnografía y sociología, la labor socio-
senta con la fundación de las primeras lógica realizada entre la primera y la
facultades de sociología. A través de segunda guerras mundiales se concen-
Capítulo 11 237

tró en Norteamérica. La Escuela de


Chicago desarrolló la investigación
empírica y promovió los problemas so-
ciales —la urbanización, la delincuen-
cia, la migración, el divorcio, etc.—
como campo privilegiado de investi-
gación sociológica. Pitirim A. Soro-
kin, Talcott Parsons y Robert K. Mer-
ton emprendieron una asimilación crí-
tica del legado teórico europeo, y Paul
F. Lazarsfeld perfeccionó los proce-
dimientos lógicos asociados a la inves-
tigación social. Fue el momento en el
cual se empezó a hacer un uso amplio
y generalizado de instrumentos de re-
colección de datos como el cuestio-
nario, la entrevista y la observación di-
recta. Se crearon nuevas técnicas de
investigación como el panel y el aná-
lisis de contenido y se refinaron los
métodos matemáticos y estadísticos
dirigidos a alcanzar una mayor preci-
sión en el estudio de los procesos so-
ciales. El empleo indiscriminado de
estos avances dio lugar al «empirismo
norteamericano» que encontró su me-
jor crítico en la obra de C. Wrigt
Mills.
Este dominio norteamericano, que
llega hasta nuestros días y que está ali-
mentado por una sólida estructura
universitaria, por centros de investi-
gación, por auxilios del Estado y del
mundo industrial, hizo de la sociología
un oficio rentable y una profesión. A
partir de 1950, el modelo norteame-
ricano se difundió por los países del atraso respecto de los avances de la José María Samper,
Tercer Mundo comprometidos en un autor de "Ensayo sobre
disciplina en Europa y en los Estados las revoluciones
rápido proceso de urbanización e in- Unidos. El grado de asimilación de es- políticas y la
dustrialización y por la mayoría de los tas corrientes es muy diverso y muy di- condición social
países desarrollados. Europa empezó ferentes también las fuentes utilizadas de las repúblicas
ahora a importar un producto cuya para su estudio. Rara vez hay un con- colombianas" (1861),
materia prima había exportado años tacto con los grandes autores o con los uno de los textos
precursores
atrás. pensadores más representativos de de la sociología
una escuela. Los conductos más usa- en el país.
Etapas de la sociología nacional dos fueron los escritos de los epígonos
o los textos introductorios que busca-
La sociología se desenvuelve en Co- ban divulgar una teoría o una doctrina
lombia en medio de un diálogo, unas sociológica con años o décadas de re-
veces afortunado y otras menos feliz, traso.
con este proceso general de desarro- A pesar de esta pauta de comuni-
llo. En ocasiones presenta una con- cación con los centros de producción
temporaneidad con los adelantos in- del pensamiento sociológico, los pro-
ternacionales y en otras un manifiesto yectos más originales de la sociología
238 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

nacional han estado relacionados con en Europa y en los Estados Unidos.


los intentos, por tímidos que hayan Este período de cincuenta años puede
sido, de aplicar las orientaciones ge- dividirse a su vez en dos momentos.
nerales de la disciplina a los problemas Uno, que se inicia en 1880 y termina
colombianos. Los esfuerzos teóricos hacia 1900, se desarrolla alrededor de
han sido generalmente muy pobres y las controversias que suscita la pre-
apenas superan las exégesis de una es- gunta: ¿qué es la sociología? Sus re-
cuela de pensamiento o la presenta- presentantes más conspicuos fueron
ción piadosa de un autor. Un buen Rafael Núñez y Salvador Camacho
ejemplo de ello lo ofrecen las nume- Roldán (1827-1900). Y el otro, que
rosas «introducciones a la sociología» teóricamente parte de 1900 y llega
publicadas en el país desde los años hasta 1930, pero que en realidad sólo
treinta hasta nuestros días, donde la se afianza en la década de los veinte,
ingenuidad de sus autores y su desco- se distingue por los intentos de insti-
nocimiento de las complejidades teó- tucionalizar las cátedras de sociología
ricas las convierten en una simple co- en las universidades y por la elabora-
lección de definiciones y en una ex- ción de los primeros manuales que
posición rutinaria de las limitaciones surgen como producto de estas acti-
de las distintas escuelas sociológicas. vidades docentes. Sus resultados más
Teniendo en cuenta los procesos an- notables fueron las «Conferencias» de
teriormente descritos, se puede dividir sociología de Diego Mendoza Pérez
el desarrollo de la sociología nacional (1853-1933) en la Universidad Exter-
en tres grandes etapas. La primera, nado de Colombia y del sacerdote
que cubre un largo período que va José Alejandro Bermúdez (1886-1938)
desde 1880 hasta 1930, se caracteriza en la Universidad Nacional de Co-
por el esfuerzo de un pequeño grupo lombia.
de pensadores colombianos interesa- Sin duda que antes de 1880 se es-
dos en definir el campo de la discipli- cribieron textos de sabor sociológi-
na y encontrar para ella un lugar en co, como la Peregrinación de Alpha
la vida universitaria. Sus integrantes (1853) de Manuel Ancízar, una vivida
eran políticos, críticos sociales, perio- descripción de las características geo-
distas, abogados y docentes universi- gráficas y socioculturales de la región
tarios que seguían con alguna atención nororiental del país hacia mediados
las discusiones de las ciencias sociales del siglo XIX. En esta misma dirección

Salvador Camacho
Roldán y Diego Mendoza
Pérez. El primero,
gran precursor de la
sociología en
Colombia, a la que
se refirió en el
discurso de clausura
de estudios de la
Universidad Nacional
de 1882, como:
"La sociología, esa
nueva rama de la
filosofía..."
El segundo, autor de
las conferencias de
sociología en la
Universidad Externado
de Colombia, publicadas
precisamente con el
título de "Sociología".
Capítulo 11 239

hay que mencionar también el Ensayo Luis López de Mesa


sobre las revoluciones políticas y la "expuso en una serie
condición social de las repúblicas co- de libros de marcado
aliento intuitivo
lombianas (1861) de José María Sam- e impresionista,
per, que discute las causas de la ines- los lincamientos del
tabilidad política de las repúblicas his- desarrollo cultural
panoamericanas, y La miseria en Bo- del país y las
gotá (1867) de Miguel Samper, que es- tribulaciones de la
tudia la pobreza de la ciudad capital y población y del
territorio colombiano."
el atraso y «decadencia» de la socie-
dad colombiana. Pero a pesar de su
agudeza analítica y factual, estos tra-
bajos deben considerarse más bien
como precursores de la reflexión so-
ciológica propiamente dicha. Debe re-
cordarse que el vocablo «sociología»,
acuñado por Comte en 1838, sólo co-
menzó a usarse en Colombia en forma
generalizada a partir de 1880.
La segunda etapa, que va desde
1930 hasta 1959, continúa la modali-
dad de la anterior pero en compañía
de diversos intentos encaminados a
impulsar la investigación empírica y
las reflexiones sobre la evolución de la
sociedad colombiana. Durante estos
treinta años creció el número de cá-
tedras, especialmente en las facultades
de derecho, y se publicaron varias «in-
troducciones a la sociología». La in-
vestigación empírica encontró un es-
porádico asiento en algunas institucio-
nes del Estado y la universidad co-
menzó a interesarse en la formación
de investigadores, labor ésta que tuvo
un primer impulso en la Escuela Nor-
mal Superior (1937-1952) y en el Ins-
tituto Etnológico Nacional fundado sobre la alimentación y el costo de la
por el etnólogo francés Paul Rivet, vida de la clase obrera de Bogotá y nu-
(1876-1958) en los años cuarenta. En merosos trabajos demográficos, como
esta etapa surgió, además, el Instituto el de Juan de Dios Higuita, «Estudio
Colombiano de Sociología en 1951, histórico-analítico de la población co-
que si bien tuvo una vida más formal lombiana en 170 años», publicado en
que real, de alguna manera contribuyó 1940. Allí se inició la investigación so-
a agitar las limitaciones institucionales ciográfica —las descripciones estadís-
de la sociología en el país. ticas de fenómenos sociales— y se pro-
La investigación empírica cobró im- movieron los primeros estudios de co-
pulso en la oficina de estadística de la munidad como el «Ensayo sobre las
Contraloría General de la República a condiciones de la vida rural en el mu-
finales de la década del treinta. Alre- nicipio de Moniquirá (Boyacá)» de
dedor de la revista Anales de Econo- Luis B. Ortiz, aparecido en 1939. En
mía y Estadística, se congregó un gru- los ministerios de Educación y de Eco-
po de investigadores nacionales y ex- nomía y del Trabajo también se ade-
tranjeros que emprendieron estudios lantaron investigaciones de valor so-
240 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

ciológico que buscaban examinar la si-


tuación educativa y las características
de la vida rural de algunas regiones del
país. Entre ellas cabe mencionar el Es-
quema para una interpretación socio-
lógica del Departamento de Nariño
(1936) de Jorge Zalamea y Tabio: es-
tudio de la organización social rural
(1944), realizado por el sociólogo ru-
ral norteamericano Lynn Smith con la
colaboración de los colombianos Justo
Díaz Rodríguez y Luis Roberto Gar-
cía, texto que sirvió de guía metodo-
lógica al famoso Campesinos de los
Andes de Orlando Fals Borda publi-
cado once años después. Y durante la
década del cincuenta, el recién creado
Ministerio del Trabajo abrió la Ofici-
na de Seguridad Social Campesina con
la finalidad de estudiar la vida rural e
introducir un sistema de seguridad so-
cial para los moradores del campo. Su
primer director fue el geógrafo de ori-
gen alemán Ernesto Guhl y durante
los siete años de vida de la oficina
(1953-1960) se publicaron dos trabajos
de largo alcance: Caldas, memoria ex-
plicativa del atlas socioeconómico del
departamento (1956) bajo la coordi-
nación de E. Guhl y Estudio socio-
económico de Nariño (1959) coordi-
nado por el antropólogo Milcíades
Cháves. En ambos trabajos colabora-
ron en íntima relación geógrafos, an-
tropólogos, economistas y sociólogos.
Junto con estos esfuerzos dirigidos a
promover la investigación de campo,
también florecieron los estudios socio-
lógicos sobre la evolución nacional,
representados por la obra de Luis Ló-
pez de Mesa (1884-1967) y de Luis E.
Nieto Arteta (1913-1956). El primero
Portada de la expuso en una serie de libros de mar-
7a. edición (1983) de cado aliento intuitivo e impresionista,
"Economía y cultura", los lincamientos del desarrollo cultu-
de Luis Eduardo Nieto ral del país y las tribulaciones de la po-
Arteta, publicado
originalmente en 1941,
blación y del territorio colombianos.
y un autógrafo suyo Sus textos más representativos son:
dedicado a Introducción a la historia de la cultura
Germán Arciniegas. colombiana (1930), De cómo se ha for-
mado la nación colombiana (1934),
Disertación sociológica (1939) y Es-
crutinio sociológico de la nación co-
lombiana (1956). Nieto Arteta se acer-
Capítulo 11 241

có a los mismos problemas pero con


perspectiva diferente. En dos libros
que han tenido gran repercusión en la
historiografía económica y social con-
temporánea, Economía y cultura en la
historia de Colombia (1941) y Café en
la sociedad colombiana (redactado en
1948 y publicado diez años después),
abordó la evolución de la cultura na-
cional —el derecho, la política, la or-
ganización del Estado y las ideolo-
gías—, a partir de la historia econó-
mica del país. Y si a veces su énfasis
en los aspectos materiales lo condujo
a sobrestimar las dimensiones econó-
micas de la dinámica social y lo llevó
a generalizaciones y a esquematismos
típicos del marxismo vulgar, su obra
aparece en nuestro medio como el pri-
mer intento por alcanzar una historia
sociológicamente orientada. Al privi-
legiar las explicaciones asociadas a los
procesos y a los fenómenos de estruc-
tura social, su ejemplo abrió nuevos
campos de investigación y puso en re-
tirada la historiografía tradicional ba-
sada en las decisiones de los gober-
nantes y en las acciones heroicas de los
«padres de la patria» (sus trabajos me-
todológicos fueron compilados en
1978 con el título de Ensayos históri-
cos y sociológicos).
La tercera etapa, que se inicia en
1959 y llega hasta nuestros días, se ca-
racteriza por la fundación de las pri-
meras facultades de sociología y por el
surgimiento de los sociólogos como
grupo profesional. El diletantismo y
los aficionados al estudio de los pro-
blemas sociales comienzan a ser de-
jados de lado y empieza la época de
los especialistas con una formación
teórica y un entrenamiento en los mé- pasado remoto y sus productos mira- Tesis de grado de
todos y técnicas de investigación. Sur- dos como objetos raros y curiosos. La Luis E. Nieto Arteta
gen las publicaciones especializadas y antigua definición del sociólogo como (1938), presidida por
Eduardo Zuleta Ángel,
el aparato institucional representado alguien que tenía a su cargo una cá- Juan F. Mujica, Gerardo
por facultades, asociaciones profesio- tedra de sociología, es reemplazada Molina y Germán
nales y centros de investigación for- por la de un profesional que posee ex- Arciniegas.
talece espiritual y materialmente la periencia en investigación y capacida-
disciplina. Y si todavía aparecen al- des para formular estrategias y pro-
gunas «introducciones a la sociología» gramas de desarrollo social. Sus rela-
dirigidas a los estudiantes de las carre- ciones con la vanguardia de la socio-
ras tradicionales, sus autores son con- logía internacional son mucho más
siderados como sobrevivientes de un cercanas y su producción intelectual
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
242

de transformarla en un mero ins-


trumento de las luchas políticas. Esta
tensión, que acaso sea insoluble, ha
acompañado los frutos de la sociología
nacional durante los últimos años y ha
impuesto su marca en la imagen de la
profesión sostenida por diversos sec-
tores de la opinión del país.

Las facultades de sociología


No obstante que en 1959 se fundaron
tres facultades de sociología —una en
la Universidad Nacional de Colombia
y dos más en el seno de universidades
pontificias, la Bolivariana de Medellín
y la Javeriana de Bogotá—, la primera
fue la que alcanzó mayores repercu-
siones y la que promovió la mayoría
de las discusiones sobre la formación
de sociólogos. Su fundador, Orlando
Fals Borda (n. 1925), presentaba las
mejores credenciales para adelantar
esta empresa. Había obtenido su
maestría en sociología en la Universi-
dad de Minnesota, donde años atrás
Pitirim A. Sorokin había fundado la
sociología rural como especialidad, y
su doctorado en la Universidad de la
Florida bajo la dirección de Lynn
Smith, antiguo alumno de Sorokin en
la ya lejana década de los veinte. Si-
guiendo las huellas de la sociología
norteamericana, la Facultad (luego
Departamento) de Sociología de la
Universidad Nacional de Colombia re-
saltó el carácter científico de la disci-
plina y combinó sus actividades docen-
tes con labores de investigación. Bue-
na parte de sus profesores, entre los
Orlando Fals Borda, comienza a regirse por los cánones de cuales descollaba el joven sacerdote
fundador de la Facultad la investigación científica.
de Sociología en la Camilo Torres Restrepo (1929-1966),
Universidad Nacional Pero también surgieron nuevas di- habían adelantado estudios en el ex-
de Colombia (1959), ficultades. Como grupo profesional tranjero y estaban familiarizados con
donde organizó los especialmente sensible al estudio de las demandas de la moderna investi-
primeros proyectos los problemas sociales, los sociólogos gación sociológica. Allí se organizaron
de investigación se apropiaron de las posiciones críticas
de gran aliento los primeros proyectos de investiga-
empírico, como y en no pocas ocasiones entraron en ción de gran aliento empírico que hoy
"La violencia en conflicto con los intereses de los sec- se consideran clásicos en la materia: el
Colombia". tores privilegiados o con las políticas estudio sobre La violencia en Colom-
del Estado que los amparaban. Sur- bia de Germán Guzmán Campos, O.
gieron entonces las frecuentes tensio- Fals Borda y Eduardo Umaña Luna
nes entre una disciplina que buscaba (1962 y 1964) y el de La familia en Co-
afianzarse como ciencia y las deman- lombia (1963 y 1968) de la antropó-
das de las crisis sociales que trataban
Capítulo 11 243

loga Virginia Gutiérrez de Pineda. técnicas. En la perspectiva de los cam-


Allí maduró, además, el pensamiento pos especiales, la sociología rural, ur-
crítico de Camilo Torres Restrepo y se bana, de la educación y de la familia
adelantó un amplio programa de pu- —todas de vieja data en la sociología
blicaciones que colocó a esta facultad nacional— continúan siendo todavía Padre Camilo Torres
a la vanguardia de la investigación so- objeto de atención. Lo mismo ocurre Restrepo. Su pensamiento
cial nacional. con el estudio de los movimientos so- crítico maduró en el
A diferencia de la Universidad Na- ciales y con el análisis de la vida po- seno de la Facultad de
Sociología de la
cional, las demás facultades de socio- lítica. Sin embargo, a estos temas se Universidad Nacional.
logía concentraron sus actividades en han sumado nuevos intereses vincula- Sus obras: "Cristianismo
las labores meramente docentes. Nun- dos con la sociología de la ciencia, la y Revolución","La
ca contaron con una personalidad aca- historia de la sociología y los roles violencia y los cambios
démica que confiriera una caracterís- cambiantes de la mujer en la sociedad socio-culturales en las
moderna, áreas que apenas eran ob- áreas rurales de
tica particular a su trabajo académico Colombia", "La
y su quehacer se redujo a una ense- jeto de atención en el pasado. proletarización de
ñanza formal de contenidos y precep- La perspectiva histórica, que en mu- Bogotá", "La Revolución,
tos metodológicos que sus estudiantes chos aspectos hace parte del boom his- imperativo cristiano".
trataban de poner en práctica cuando
se enfrentaban con sus tesis de grado.
Una excepción la constituye el recién
creado Departamento de Sociología
de la Universidad del Valle (1979),
que cuenta con un grupo docente afín
a la investigación.
A estas actividades vinculadas con
la profesionalización de la sociología
en el país, se ha unido la labor reali-
zada por la Asociación Colombiana de
Sociología. Fundada en 1962, ha te-
nido a su cargo la promoción de los
congresos nacionales de sociología y el
fomento del esprit de corps entre los
sociólogos. Esta labor adquiere mayor
significado cuando se recuerda que
hoy día existen once instituciones de-
dicadas a la formación de sociólogos
con una masa flotante de mil seiscien-
tos estudiantes y con un volumen de
egresados en el mercado de trabajo de
cerca de dos mil quinientos profesio-
nales.

Los desarrollos más recientes


La producción intelectual de los soció-
logos se ha diversificado en los últimos
años. En los medios universitarios se
ha tendido a los estudios históricos y
cualitativos y en los centros de inves-
tigación públicos y privados a las in-
vestigaciones evaluativas, al estudio
de los problemas sociales del momen-
to y a las labores aplicadas relaciona-
das con la consultoría y la asistencia
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
244

fonográfico de los últimos años, tiene conquista hasta nuestros días. Su au-
numerosos representantes. Para re- tor es además uno de los «padres fun-
cordar unos pocos, se deben citar los dadores» de la investigación-acción a
ensayos de Francisco Leal Buitrago nivel mundial, una modalidad de in-
sobre las fuentes económicas del bi- vestigación sociológica que se ha mos-
partidismo, los problemas de la cons- trado eficaz en la recolección de in-
trucción nacional y las relaciones entre formación sobre las culturas populares
Estado y Fuerzas Armadas recogidos y en la promoción de conciencia social
en su libro Estado y política en Colom- entre los grupos más necesitados de la
bia (1984); el volumen de José María población.
Rojas, Empresarios y tecnología en la Pero el volumen mayor de la pro-
formación del sector azucarero en Co- ducción sociológica nacional ha estado
lombia: 1860-1980 (1983), que estudia relacionado con los problemas con-
los cambios de la estructura producti- temporáneos. Los estudios sobre la
va, la gestión empresarial y la inno- mujer, que han encontrado una am-
vación tecnológica en la industria del plia financiación en los organismos in-
azúcar; y la documentada obra de Al- ternacionales, han comenzado a dar
berto Mayor Mora, Ética, trabajo y sus frutos en cuatro publicaciones co-
productividad en Antioquia (1984), un lectivas, tres de ellas compiladas por
estudio sobre la moral de los patrones Magdalena León, La mujer y el desa-
y de los obreros antioqueños y las rrollo en Colombia (1977), La mujer y
ideologías administrativas que orien- el capitalismo agrario (1980) y Debate
taron la formación de los ingenieros sobre la mujer en América Latina y el
de la Escuela Nacional de Minas de Caribe: la realidad colombiana (1982),
Medellín. y una por Elssy Bonilla, Mujer y fa-
A estos textos es necesario adicio- milia en Colombia (1985). A este tema
nar La historia doble de la Costa en franca expansión, le siguen las in-
(4 vols., 1979-1986) de Orlando Fals vestigaciones sobre educación y es-
Borda, una saga de las luchas popu- tructura social que tomaron un primer
lares de la Costa atlántica desde la impulso durante la década del sesenta

Gonzalo Cataño habla en


la sesión de apertura
del IV Congreso
Nacional de Sociología
Cali, Universidad del
Valle, agosto de 1982.
Estos congresos,
realizados por la
Asociación Colombiana
de Sociología desde
1963, han sido
presididos por
profesionales como
Camilo Torres Restrepo,
Orlando Fals Borda,
Msr. Germán Guzmán
Campos, Tomás Ducay
y Héctor de los Ríos.
Capítulo 11 245

y se consolidaron en la siguiente con


la publicación de varios libros y nu-
merosos artículos que han encontrado
en la Revista Colombiana de Educa-
ción, fundada en 1978, un lugar ade-
cuado para su difusión. Así, la esfera
universitaria ha sido estudiada por el
sociólogo uruguayo Germán W. Rama
en El sistema universitario en Colom-
bia (1970); las relaciones entre edu-
cación y movilidad social y las carac-
terísticas educativas de los jóvenes
han sido tratadas por Rodrigo Parra
Sandoval en dos textos: Análisis de un
mito (s. f.) y Ausencia de futuro (1985);
y los movimientos estudiantiles, las re-
formas educativas y las ideologías es-
colares fueron atendidos por Ivón Le-
bot en su Educación e ideología en Co- ción y de los ensayos periodísticos y "La sociología y el
lombia (1979). El libro colectivo Edu- políticamente orientados sobre los país", "Directorio
cación y sociedad en Colombia (1973), movimientos urbanos, los conflictos colombiano de
editado por Gonzalo Cataño, ha con- en la ciudad y sus habitantes han sido sociólogos" y "La
tribuido a afirmar la sociología de la sociología en Colombia,
estudiados por el sociólogo holandés balance y perspectivas",
educación como área especial de in- Roel Janssen en su monografía Vivien- algunas de las
vestigación. da y luchas populares en Bogotá publicaciones de la
Las tensiones políticas, sociales y (1984) y por Cecilia Muñoz en una se- Asociación Colombiana
rie de testimonios sobre los Gamines de Sociología,
económicas han sido también objeto fundada en abril
de diversos estudios durante los últi- (1980), El niño trabajador (1980) y de 1962.
mos años. María Cristina Salazar in- Los viejos (1984), que ofrecen una in-
vestigó la dinámica de la aparcería vin- formación interesante para futuros
culada al cultivo de la hoja de tabaco analistas. Sobre el tema de los gami-
en Aparceros de Boyacá: los conde- nes, los «niños de la calle», se han he-
nados del tabaco (1982), y Álvaro Ca- cho numerosas investigaciones duran-
macho Guizado, en un trabajo de cla- te los últimos quince años por parte de
ro sabor polémico y ensayístico, ha in- sociólogos, psicólogos, antropólogos y
tentado hacer un primer balance de las críticos sociales, con claras tendencias
consecuencias de la producción y co- a ofrecer un producto que tiende a ser
mercialización de marihuana y cocaí- reiterativo.
na en su Droga, corrupción y poder Los trabajos mencionados permiten
(1981). La violencia rural, un viejo afirmar que la sociología está llegan-
tema de la sociología nacional, al cual do, en nuestro medio, a su mayoría de
se han sumado hoy los historiadores, edad después de un largo y disconti-
los antropólogos y los politólogos, ha nuo proceso de desarrollo. Existe una
encontrado en los palpitantes relatos comunidad sociológica con entrena-
de Alfredo Molano, Los años del tro- miento en las labores de investigación
pel (1985), una mirada más fresca de y con capacidad de escudriñar las más
un proceso en el cual abundan las ge- diversas dimensiones de la estructura
neralizaciones y el uso repetitivo de social. Pero, como ocurre con las de-
las crónicas ya conocidas. más ciencias sociales, su futuro estará
La dinámica urbana también ha sido asociado no solamente a los esfuerzos
registrada por los sociólogos, aunque de sus practicantes, sino también a la
en menor medida. Además de los estabilidad y fortaleza de las institu-
«trabajos» estadísticos sobre los pro- ciones interesadas en promover la in-
cesos de urbanización e industrializa- vestigación social en el país.
246 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

Bibliografía
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sociológica colombiana», en: La sociología en Colombia, Bogotá, Asociación Colombiana
de Sociología, 1981, pp. 21-50.
Capítulo 12 247

Antihéroes en la historia de la
antropología en Colombia:
su rescate
Jaime Arocha tanto, no existían razas superiores.
Antes de la graduación de los prime-
ros profesionales en la ciencia de la
cultura, ocurrieron acontecimientos
Identidad y antropología que fueron apuntalando la ideología
antirracista. No obstante la abundante
D e las ciencias sociales, la antro-
pología quizás sea la que tiene
mayor potencial para darle vuelco a la
documentación sobre tales hechos, su
enumeración dará el marco históri-
co para analizar fenómenos más re-
percepción que los colombianos tie- cientes.
nen de sí mismos. Desde sus comien-
zos, viene proponiendo desentronizar
las figuras de estirpe hispánica que Del período formativo
han ocupado los altares de la patria, a la profesionalización
para reemplazarlas por las de indios y de la antropología
negros. Enfoca gente que muchos
pensadores han catalogado como in- Desde la conquista, los gobernantes
ferior y, por tanto, escollo para el han auspiciado equipos para que ob-
«progreso». serven las sociedades de este territorio
Una de las metas centrales de la an- y expliquen su funcionamiento. Así se
tropología colombiana ha sido la de ha conocido la disponibilidad de re-
propender porque los logros tecnoló- cursos naturales y humanos. Y sus da-
gicos, socioculturales, artísticos, reli- tos sobre las circunstancias sociopolí-
giosos y políticos de quienes han sido ticas de las comunidades indígenas,
tradicionalmente tratados como anti- campesinas o de antiguos esclavos han
héroes sean equiparados con los de los sido esenciales para desarrollar y le-
europeos. Es un ideal humanístico y gitimar los órdenes sociales que se han
ético de tolerancia que tan sólo se con- sucedido desde la colonia. Es lógico,
cretó en el decenio de 1940, cuando la entonces, que los períodos que pre-
investigación empírica hizo posible el senta el desarrollo de la antropología
sustentar que la conducta de la gente reflejen el carácter de las políticas en-
no era determinada de manera inva- caminadas a consolidar el Estado co-
riable por la herencia y que, por lo lombiano.
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
248

Con todo y los cimientos legados situación agraria se enfrentó mediante


por los cronistas españoles y la Expe- la ley 200 de 1936; su aplicación re-
dición Botánica, en Colombia el cuer- quirió reforzar el sistema de informa-
po de las ciencias sociales sólo comen- ción estatal para obtener diagnósticos
zó a moldearse después de 1850, con de la vida rural. De ahí su estímulo a
la Comisión Corográfica. Ello se haría la investigación extranjera, como la
aún más palpable en 1882, cuando Jor- llevada a cabo en la Guajira por un
ge Isaacs ingresó a una entidad que equipo de las universidades de Colum-
pretendía darle continuidad al trabajo bia, Pennsylvania y el Museo Univer-
de la Corografía: la Comisión Perma- sitario de Filadelfia.
nente. Al mismo propósito obedeció el
Isaacs visitó la Sierra Nevada de montaje de la Comisión de Cultura
Manuel Ancízar Santa Marta, el bajo Magdalena y la Aldeana, para elaborar monografías
(1812-1882), Guajira. Su manejo del clásico méto- descriptivas de cada uno de los depar-
autor de "Peregrinación do comparativo se deduce por las in- tamentos. Improvisando investigado-
de Alpha" (1853), res de campo a partir de periodistas
libro en el terpretaciones de objetos arqueológi-
que recoge sus cos con base en datos etnográficos y como Jorge Zalamea, esta entidad
experiencias por por ver en los primeros evidencias de sólo produjo un estudio regional de
diversas regiones del estadios evolutivos pasados. En María Nariño.
país, que recorrió utiliza las tradiciones orales y toma los
como miembro de la La urgencia de profesionalizar las
Comisión Corográfica,
relatos de una esclava para reconstruir carreras tecnológicas y las ciencias hu-
cuyo trabajo inició las culturas ashanti y achimi del África manas explica la reestructuración del
los fundamentos de Occidental. No obstante la trascen- sistema de educación superior. A me-
una ciencia sociológica dencia de estos aportes de Isaacs, su diados del decenio de 1930, surgió la
en Colombia, a fundamentación evolucionista les aca- Escuela Normal Superior con su pro-
mediados del siglo XIX. rreó la condena de Miguel Antonio grama de ciencias sociales. Entre sus
Caro. profesores figuraban científicos de las
A principios de siglo comenzaron a mejores universidades europeas, víc-
llegar los etnólogos y arqueólogos ale- timas de la persecución derechista es-
manes. A Konrad Theodor Preuss, pañola y alemana. Esta base física y
Jorge Isaacs (1837-95),
miembro de la Theodor Koch-Grunberg o Alfred académica permitió que en 1941 en-
Comisión Permanente Jahn les interesaba el lugar que le asig- trara a funcionar el Instituto Etnoló-
que continuó los naba la escuela difusionista a la gente gico Nacional, regentado por otro exi-
trabajos de la exótica de este lado del mundo. Le- lado: Paul Rivet. Este médico francés
Corográfica, es uno instituyó una licenciatura en antropo-
de los pioneros de las garon una metodología de constata-
ciencias sociales en ción empírica basada en observaciones logía cuyo pénsum reflejaba el del
el país, utilizando el directas llevadas a cabo durante largos Museo del Hombre, de París.
clásico método períodos de convivencia con portado-
comparativo. Dos años más tarde, para hacer in-
Su fundamentación
res de culturas e idiomas extraños a los vestigación en pro de los resguardos
evolucionista le de los investigadores. indígenas o para formular el ataque
mereció la condena Los arqueólogos, por su parte, tra- frontal contra el racismo, los primeros
de Miguel Antonio Caro. jeron técnicas de excavación y medi- egresados del Instituto Etnológico Na-
ción cronológica sustentadas por pro- cional formaron un grupo indepen-
cedimientos geológicos, físicos y quí- diente del Estado, alrededor del Ins-
micos. Tal fue el caso de John Alden tituto Indigenista Colombiano. Va-
Mason. Bajo los auspicios del Field liéndose de estudios de antropome-
Museum de Chicago, en 1923 hizo ex- tría, grupos sanguíneos y etnografía,
cavaciones en la Sierra Nevada de mostraron que el cuerpo y la inteli-
Santa Marta, convirtiéndose en el pri- gencia no estaban fijados invariable-
mer científico que investigó y descri- mente por la herencia, sino que res-
bió sistemáticamente la arquitectura pondían con plasticidad a los estímu-
monumental de los taironas en Pue- los de los ámbitos físico y sociohistó-
blito. Durante la primera administra- rico. Este desacato ideológico les sería
ción de López Pumarejo una explosiva cobrado años más tarde.
Capítulo 12 249

Hacia 1949, Gregorio Hernández de conquista de los Tairona (1951) enseña


Alba, Graciliano Arcila y Aquiles Es- cómo estos indígenas robaron la pól-
calante habían fundado filiales del Ins- vora a los españoles en apoyo de una
tituto Etnológico Nacional en el Cau- sublevación tan reiterada, que des-
ca, Antioquia y Atlántico, respecti- moralizó a las huestes europeas. Por
vamente. Con los demás antropólogos su parte, Contactos y cambios cultu-
realizaban investigaciones arqueoló- rales en la Sierra Nevada de Santa
gicas, etnológicas, lingüísticas y de an- Marta (1953) habla de la revitalización
tropología física. Consignadas en la de la cultura ancestral, fuente de es-
Revista del Instituto Etnológico Nacio- trategias que les han permitido a los
nal, en el Boletín de Arqueología y en coguis enfrentar a los colonos.
la Revista Colombiana de Folklore, En 1949, partiendo del relativismo
son médula para el conocimiento cien- cultural, el mismo etnólogo demostró Paul Rivet (1876-1958),
tífico contemporáneo. cómo la sociedad cogui creó comple- fundador del Museo del
Hombre, en París,
jos sistemas científicos y filosóficos, y y director en Bogotá
Atomización elaborados conceptos teológicos y mo- del Instituto
rales, no sólo sin apoyarse en la cul- Etnológico Nacional,
La violencia desatada a partir de 1948 tura hispano-cristiana, sino más bien en 1941, donde se
tuvo repercusión significativa sobre las rechazándola. El mensaje de Reichel- impartió una
Dolmatoff era prácticamente subver- licenciatura en
nacientes instituciones de investiga- antropología y cuyos
ción social. Ya en 1928, Laureano Gó- sivo. Contradecía la identidad cultural alumnos conformarían
mez había dicho: «Las aberraciones que el Estado se proponía forjar para después el Instituto
psíquicas de (negros e indios)... se los colombianos. El lenguaje especia- Colombiano de
agudizan en el mestizo... somos... un lizado quizás ocultó su contenido, per- Antropología.
depósito incalculable de riquezas, que mitiéndole sobrevivir, pero limitando Una obra clásica suya
su impacto sobre públicos amplios. es "Los orígenes del
no hemos podido disfrutar, porque la hombre americano"
raza no está acondicionada para ha- Por la misma época, Rogelio Veláz- (1943).
cerlo... (Debemos) buscar las líneas quez utilizó el lenguaje para construir
directrices del carácter colombiano... Jorge Zalamea Borda
puentes entre ciencia y literatura. El (1905-1969), autor del
en lo que hayamos heredado del es- litoral Pacífico, ámbito que tampoco estudio regional
píritu español...» se vio demasiado afectado por la Vio- "El departamento de
Entre las metas de la antropología lencia, le permitió hacer su investiga- Nariño", única
no había figurado resaltar el aporte ción sobre Manuel Saturio Valencia. monografía publicada
El caso de este negro fusilado en 1907 por la Comisión de
hispánico. En consecuencia, el gobier- Cultura Aldeana, de
no dispersó la Escuela Normal Supe- por un supuesto acto incendiario, lo las que se había
rior creando la Universidad Pedagó- llevó a escribir la novela Memorias del propuesto realizar
gica para mujeres en Bogotá, y la Pe- odio y a convertirse en pionero de la esa entidad durante
dagógica y Tecnológica de Tunja para antropología jurídica. Mientras Veláz- el primer gobierno
quez hacía estos aportes, algunos co- de López Pumarejo.
varones. También torpedeó el Insti- En realidad, se
tuto Etnológico Nacional, expulsando legas suyos opinaban que estudiar ne- estaban improvisando
a sus principales investigadores bajo la gros no era antropología. investigadores
sindicación de ser comunistas. El Ins- Durante los años cincuenta, las sel- de campo.
tituto Etnológico del Cauca se cerró a vas tropicales del Vaupés tampoco le
causa del terrorismo de derecha con- fueron hostiles a Marcos Fulop, pio-
tra su fundador, Gregorio Hernández nero en definir la estructura de paren-
de Alba. tesco de los tucanos orientales. Y Se-
Pese al ambiente racista, no se de- gundo Bernal maniobró dentro del la-
tuvo el trabajo antropológico. Conti- berinto político: fue a Tierradentro y
nuaron las expediciones donde la vio- luego publicó sus estudios sobre la et-
lencia fue tenue. Así, en la llanura Ca- nografía páez (1953-1955).
ribe, Gerardo y Alicia Reichel-Dol- Hacia 1954, aminoraron los efectos
matoff iniciaron un programa de in- de la represión sobre el trabajo antro-
vestigación etnográfica y arqueológica pológico. En el Departamento Técni-
cuyos efectos aún son palpables. La co de Seguridad Campesina, Roberto
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
250

Pineda Giraldo y Milcíades Chaves es- logo se valió no sólo de una metodo-
tudiaron la forma de extirpar la vio- logía de campo, sino de una teoría an-
lencia rural. Por su parte, Virginia tropológica, como la de cultura y per-
Gutiérrez de Pineda dilucidó proble- sonalidad para trazar las raíces de la
mas del proletariado urbano. Este conducta campesina.
grupo empezó a orientar la antropo- Otra investigación guiada por esa
logía hacia la dirección y administra- teoría fue la llevada a cabo por Ali-
ción de programas estatales. cia y Gerardo Reichel-Dolmatoff
en Atanquez. La colonización estaba
Período de tecnocratización convirtiendo en campesinos a los in-
dígenas de ese pueblo de la Sierra Ne-
La insurrección armada, los esfuerzos vada de Santa Marta. Con un docu-
Milcíades Chaves por controlarla mediante la estrategia mento sobre ese cambio se vislumbra-
(1920?-1987), de continental impulsada por la adminis- ría el futuro de otros indígenas de la
la primera generación misma región. También se redondea-
de antropólogos
tración Kennedy con el nombre de
colombianos; empleó Alianza para el Progreso y las refor- ría la visión del proceso evolutivo que
instrumentos mas para consolidar el Estado propia- ambos investigadores habían deshil-
multidisciplinarios mente capitalista, encauzaron el de- vanado desde el período formativo,
para el análisis sarrollo de la antropología durante el pasando por los años de aniquilamien-
y la interpretación período de tecnocratización. Recibe to, hasta la reconstitución étnica. La
de situaciones.
este nombre porque el mecanismo con monografía atanqueña fue publicada
el cual se enfocó el desarrollo rural en inglés con el título de The people of
sustrajo a muchos investigadores del Aritama. Conforma un panorama pro-
humanismo que hasta entonces había fundo que tendrá que ser traducido e
permeado su ámbito. interpretado en términos accesibles a
Hacer realidad proyectos como el públicos amplios.
de la reforma agraria demandó un ele- El puente tendido durante los años
vado número de técnicos y científicos sesenta entre Estado y academia ex-
sociales. Proveerlos, impulsó la am- plica el que la exploración que Rober-
pliación del sistema universitario y la to Pineda Giraldo hiciera sobre las
incorporación de profesores en cali- causas de la Violencia en Líbano ayu-
dad de consultores sobre políticas de dara a aglutinar en la Universidad Na-
cambio. A su vez, algunos de ellos y cional el equipo investigativo de Or-
sus estudiantes emprendieron campa- lando Fals Borda, Germán Guzmán
Juan Friede
ñas de desarrollo comunitario inspi- Campos y Eduardo Umaña Luna.
realiza las primeras rados en las fórmulas de la antropo- Dentro de las ciencias sociales colom-
aproximaciones a la logía y la sociología aplicadas. bianas no vuelve a suceder que el tra-
investigación de Entre tales experiencias, la más es- bajo de un antropólogo empleado por
conflictos
interétnicos tructurada quizás fue la que impulsara un instituto como el de Crédito Terri-
ocasionados por la el departamento de sociología de la torial contribuya a generar un aporte
colonización Universidad Nacional. Se proponía tan trascendental como el libro La
de la Amazonia. permitirles a los campesinos de una Violencia en Colombia.
vereda de Chocontá el descubrir su ca- Con el Frente Nacional, los ex
pacidad para solucionar problemas, y alumnos de Rivet también retornaron
así contrarrestar la sumisión, el fata- a la docencia dentro del Instituto Co-
lismo y la resignación. Estas tres ac- lombiano de Antropología. A partir
titudes eran los pilares del «ethos de de 1953, esta entidad había reempla-
sacralidad», tan arraigado dentro de zado al Instituto Etnológico Nacional,
las comunidades andinas, según lo ha- integrándolo con el Servicio Arqueo-
bía señalado el estudio etnográfico lógico Nacional, e instituyendo una li-
que el director del programa —Orlan- cenciatura que fue cerrada cuando las
do Fals Borda— había iniciado en universidades de los Andes y Nacional
1949 en la misma región. En esa in- abrieron sus departamentos de antro-
vestigación, por primera vez un soció- pología, en el decenio de 1960.
Capitulo 12 251

Pese a su corta trayectoria y redu- comienzos del setenta, el grueso del


cido número de ex alumnos, los efec- trabajo foráneo dependía de estudian-
tos de esta escuela son notables. Con tes de posgrado procedentes de Nor-
el aporte de Álvaro Chaves y Pablo teamérica y Europa. El Chocó y el
Gamboa, la arqueología e historia del Amazonas fueron los territorios pre-
arte de Tierradentro y San Agustín feridos, aunque la etnografía de los
dieron un salto cuántico. Puede afir- Llanos Orientales y la arqueología de
marse lo mismo respecto a los estudios la Sierra Nevada de Santa Marta re-
de Gonzalo Correal sobre arqueología cibieron aportes muy significativos de
del paleolítico y a los de Nina S. de este grupo. Hubo cierta predilección
Friedemann sobre cultura negra. por los estudios de parentesco, orga-
El que en Puerto Hormiga, cerca nización social y mitología. No obstan-
del canal del Dique, se hubiera encon- te, la ecología cultural dominó el en- Orlando Fals Borda,
trado lo que para entonces era la ce- foque sobre guahibos, emberaes y ba- sociólogo
ríes. Exceptuando a algunos de sus que se propuso
rámica más antigua de América fue estimular el desarrollo
una de las grandes sorpresas que se miembros, su oposición al aniquila- comunitario de
llevaron los primeros estudiantes del miento étnico, y su renuncia a divulgar campesinos, valiéndose
Departamento de Antropología de la en español figurarían como detonan- de una nueva
Universidad de los Andes. Los des- tes de la reacción en contra de la aca- metodología de
cubridores del sitio —Alicia y Gerar- demia anglosajona que caracterizaría trabajo de campo
la ruptura institucional de los años se- y aplicando la teoría
do Reichel-Dolmatoff— les hablaban antropológica
a sus alumnos con orgullo sobre una tenta. de "cultura y
fecha que para entonces era verosímil personalidad" para
tan sólo por haber sido comprobada Desafiliación trazar las raíces
mediante análisis de carbono 14: tres de la conducta
campesina.
mil años antes de Cristo. La reflexión referente a la dificultad
En 1967, Gerardo Reichel-Dolma- de ser neutral y científico social a la
toff publicó «Notas sobre el simbolis- vez; el repudio a la propia identidad
mo religioso de los indios de la Sierra profesional después de descubrirse la
Nevada de Santa Marta», una de las vinculación de eminentes antropólo-
primeras aplicaciones del estructura- gos con los planes de contrainsurgen-
lismo a los datos sobre coguis e ijcas. cia de Camelot y Arpa; el desmonte
A los veinticuatro meses apareció De- de la reforma agraria durante las ad-
sana, con una perspectiva mental de ministraciones de Pastrana y López
los tucanos fundamentada en la misma Michelsen; la censura al Estado por su
teoría y en los testimonios de un posición con respecto al genocidio de
miembro de esa etnia que estudiaba indígenas; la participación de univer-
ingeniería en Bogotá. sitarios en estrategias políticas arma-
Añadidos a su obra, estos últimos das, siguiendo el ejemplo de Camilo
estudios cambiaban el perfil evolutivo Torres, imprimen carácter a este pe-
de Colombia. Surgían la llanura y las ríodo de desafiliación. Su nombre
selvas tropicales como epicentros de obedece a que la mayoría de científi-
tres invenciones esenciales para toda cos sociales colombianos rompió con
la evolución americana: la cerámica, aquellos modelos de investigación que
la agricultura de tubérculos y la ve- se han agrupado bajo el rubro de «po-
neración de jaguares y anacondas. sitivistas».
Reichel-Dolmatoff, entonces, contri- Floreció entre 1970 y 1975 como
buía a que, en el escenario académico respuesta a un complejo de fuerzas
internacional, América Latina dejara académicas y políticas. Entre las pri-
de equipararse fundamentalmente con meras figura la revalorización del mar-
México y Perú. xismo operada en las principales uni-
Este nuevo mapa atrajo otra ola de versidades alemanas, francesas y nor-
investigación extranjera. Durante la teamericanas. También, la «Declara-
segunda mitad del decenio de 1960 y ción de Barbados por la liberación in-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
252

dígena». Firmada por un grupo de tanto de estrategias como la de inves-


científicos sociales de América y Eu- tigación-acción-participante . Dentro
ropa, amplió la misión de la antropo- de los antropólogos, sin embargo, la
logía para que aportara «... a los pue- desafiliación institucional no fue radi-
blos colonizados todos los conoci- cal. Vinculados al Instituto Colombia-
mientos antropológicos, tanto acerca no de Antropología, hubo investiga-
de ellos mismos como de la sociedad dores que promovieron la ruptura con
que los oprime a fin de colaborar con los cánones que guiaban el ejercicio
su lucha de liberación...». profesional. Predicaron que el com-
La dinámica interna de las ciencias promiso con los oprimidos requería
sociales colombianas hizo eco a estas asumir la identidad de ellos, renegan-
presiones. Algunos antropólogos asu- do a la propia, comportamiento que
Nina S. de Friedemann, mieron posiciones críticas frente a he- Fals Borda llama «masoquismo po-
una de las antropólogas chos como el genocidio de indígenas pulista», y que proscribía el publicar
que "creyeron que los cuivas en el hato de La Rubiera y el como otro mecanismo de explotación.
objetivos de la
disciplina no se ataque realizado por el ejército colom- En 1975, la dirección de ese insti-
lograban mediante biano en San Rafael de Planas a un tuto legitimó el activismo. Los direc-
el activismo político grupo de guahibos indefensos. Por su tores de las estaciones de la Sierra Ne-
o abandonando la parte, los comités de usuarios campe- vada de Santa Marta, La Pedrera y
identidad profesional." sinos comenzaron a ejercer presión
Con sus alumnos de la Cravo Norte tuvieron que darle prio-
Universidad Nacional, para que la investigación social los be- ridad a la ejecución de tareas asisten-
estudió la minería neficiara. ciales en salud, mercadeo, educación
artesanal del Pacífico, En las universidades estatales, y en bilingüe y arquitectura. Esta última
con la idea de formar actividad tuvo especial preponderan-
una escuela sobre la menor grado en las privadas, una de
cultura negra. las luchas iniciales fue la reforma cu- cia en la estación de la Sierra, a la cual
Ha preconizado el rricular. La implantación del nuevo le cupo la responsabilidad de recons-
cine etnográfico, pénsum, empero, poco se diferenció truir el sitio arqueológico Buritaca 200,
la antropología visual de una purga que incluyó a los profe- posiblemente tairona, que a partir de
y un lenguaje sores colombianos o visitantes que en ese momento se denominó «Ciudad
accesible al público
no necesariamente opinión de estudiantes y reformadores Perdida». En este esfuerzo, como en los
especializado. fueran «positivistas» o representantes anteriores, el desarrollo de la teoría an-
de la «academia imperialista»; las fun- tropológica o el cumplimiento de metas
daciones extranjeras y los programas científicas ocuparon lugares secundarios
de posgrado apoyados por ellas; los frente a los requerimientos de la pro-
cursos sobre metodología de la inves- moción social y política.
tigación y sobre las escuelas clasifica- Pese al antiempiricismo, hubo quie-
das como «funcionalistas, culturalis- nes creyeron que los objetivos que la
tas, o empiristas»; el trabajo de terre- Declaración de Barbados le fijara a la
no que debería sustituirse por el acti- antropología no se lograban mediante
vismo político; la literatura anglosa- el activismo político o abandonando
jona, en cuyo reemplazo se exigieron la identidad profesional. Entre ellos,
los filósofos clásicos de los siglos XVIII Nina S. de Friedemann montó un pro-
y XIX o —en palabras de Néstor Mi- grama sobre grupos negros. Acompa-
randa— «... una bibliografía de etno- ñada de algunos de sus alumnos de la
grafía soviética imposible de consultar Universidad Nacional, llevó a cabo
en lengua vernácula...». observaciones de la minería artesanal
Parte de los sociólogos desplazados del litoral Pacífico. Su ideal era el de
formaron entidades independientes formar una escuela sobre cultura ne-
sin ánimo de lucro para llevar a cabo gra. Tal propuesta, sin embargo, re-
una actividad que cada día fue más di- queriría cubrir materias ignoradas por
fícil realizar dentro de la universidad: los programas universitarios, así como
la investigación social. A esta época se ampliar y perfeccionar el adiestra-
remontan las raíces de instituciones miento en métodos de investigación.
como La Rosca y Fundarco, y por lo Descalificado por no ser lo suficien-
Capítulo 12 253

temente radical, el proyecto tendría Casi todos los impulsadores de las


eco desvinculado de las aulas y se am- transformaciones del decenio del se-
pliaría al utilizar el cine etnográfico, la tenta cuestionaron la asimetría de la
antropología visual y un lenguaje sus- investigación extranjera. En 1973, el
ceptible de ser publicado en prensa. Instituto Colombiano de Antropolo-
Con la misma tónica, entre 1971 y gía reguló el trabajo de arqueólogos y
1975, surgieron tres conjuntos de in- etnógrafos foráneos. Infortunadamen-
vestigadores que se interesaron por las te, por la forma inconsulta como fue
luchas agrarias. El primero incluía a preparada y el personalismo que ro-
Adolfo Triana, Myriam Jimeno y deó su aplicación, esa reglamentación
otras personas que se vincularon al pasó a ser un instrumento represivo
Instituto Colombiano de la Reforma que no incrementó los flujos de infor-
Agraria. Impulsó cambios en la legis- mación hacia el país. Jaime Arocha,
lación de tierras para facilitar la crea- No obstante la popularización del realizador de
estudios sobre la
ción y reconstrucción de reservas y marxismo, otros tipos de investigación causalidad de la
resguardos indígenas. avanzaron. Gerardo Reichel-Dolma- violencia con base
Aunque con proyectos separados y toff siguió adentrándose en el alma tu- en estudios
estrategias muy divergentes, en el se- cana, hasta el punto de beber yajé con regionales, revisión
gundo cabrían los nombres de Darío los desanos y luego comparar sus alu- de documentos no
tradicionales
Fajardo y Jaime Arocha, quienes exa- cinaciones con las de los indios. y análisis
minaron la causalidad de la Violencia Con aportes de la Fundación de In- sistemáticos para
con base en enfoques regionales, re- vestigaciones Arqueológicas del Ban- establecer relaciones
visión de documentos no tradicio- co de la República, Carlos Ángulo complejas entre
nales y análisis sistemáticos para es- Valdés excavó en Malambo y Ciénaga clientelismo,
tablecer relaciones complejas entre colonización,
Grande; Clemencia Plazas y Ana Ma- conflictos de clase
clientelismo, colonización, conflictos ría Falchetti dilucidaron el funciona- y competencia por
de clase y competencia por la tierra. miento del complejo hidráulico de la la tierra.
El tercero surgió en 1975 alrededor depresión momposina, Julio César
de Elias Sevilla Casas. Pionero en la Cubillos, Alvaro Chaves, Luis Duque
investigación antropológica indepen- Gómez y Mauricio Puerta han acla-
diente, su meta fue elaborar una vi- rado la cronología de las culturas de
sión totalizante acerca de los paeces San Agustín y Tierradentro, así como
de Tierradentro. Por ello, cubrió as- el poblamiento y la subsistencia.
pectos etnohistóricos, demográficos, Esta Fundación también ha copa-
económicos, sociales y políticos. trocinado el esfuerzo de Gonzalo Co-
Además de guiar a la antropología rreal por armar el rompecabezas del
hacia grupos humanos y temas cuya fi- Pleistoceno colombiano. El de Co-
guración había sido insignificante, la rreal es uno de los pocos nombres que
teoría marxista le dio un vuelco a la asocia el de la Universidad Nacional al
etnografía. Investigaciones como las de un programa ininterrumpido de ex-
de Manuel José Guzmán, Jon Landa- cavación y análisis.
buru y Roberto Pineda Camacho se-
ñalaron que las culturas amazónicas Reafiliación
no habían permanecido vírgenes hasta
el año 1900, cuando los efectos de la Propuesto en 1974, el Plan «Para ce-
explotación cauchera eran palpables. rrar la brecha» habría sido inconcebi-
Con sus análisis de mitos y etnohisto- ble sin el aporte de los ingenieros de
ria colonial indicaron que las etno- sistemas. Con sus computadores, si-
grafías de la región no serán veraces mularon interacciones entre familias
mientras no hagan referencia a los campesinas y parcelas. Detectaron
efectos de las herramientas de hierro, ineficiencias de tal magnitud que co-
de las prédicas misionales y de los rregirlas surgió como estrategia de re-
cambios de población acarreados por forma agraria, supuestamente más efi-
la captura de esclavos. caz que la repartición de las tierras de
254 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

los ricos. En el papel demostraron, tificar las fallas de sus esfuerzos por la
por ejemplo, que controlar la diarrea complejidad de los sistemas y procesos
equivalía a aumentar las áreas culti- sociales. Y para deletrear el fracaso,
vables; conjeturaban que al disminuir lo recomendable no es reconocerlo
la morbilidad, había un ahorro de como tal, sino redactar una nueva pro-
energía que podía canalizarse hacia puesta para hacer «investigación eva-
una mejor alimentación para todos; luativa». Fundamentadas en el trabajo
con más energía para trabajar, aumen- multidisciplinario, las evaluaciones de
taría la producción anual, el ingreso y impacto les abren a los antropólogos
el bienestar social. posibilidades de incorporarse a la in-
Estos mapas de relaciones comple- vestigación aplicada.
jas hicieron renacer el mecanicismo; Otra alternativa de reafiliación sur-
disimularon la lucha de clases o la dis- gió a partir de 1978. Para entonces,
tribución inequitativa del ingreso, y aumentó la restricción de la democra-
les abrieron vías de reincorporación a cia colombiana. Los derechos de las
las fundaciones internacionales. En la minorías, violados en nombre de la se-
mira de estas agencias aparecieron ex guridad nacional, les sirvieron a las
profesores universitarios asociados en fundaciones multinacionales para le-
entidades sin ánimo de lucro, e inter- gitimarse frente a la izquierda. Abrie-
mediarios financieros que suplantaron ron divisiones en pro de los derechos
a la administración universitaria. In- humanos, y la supervivencia de cul-
genieros, médicos y economistas to- turas indígenas y negras. Como clien-
maron el lugar de sociólogos y antro- tes de estas ayudas no aparecieron los
pólogos en lo que debería ser indaga- teenócratas, sino sociólogos, antropó-
toria de primera mano sobre la reali- logos y abogados, por lo general tra-
dad agraria. Grandes encuestas, re- bajadores independientes o miembros
dactadas a espaldas de las lenguas de pequeñas fundaciones responsables
vernáculas, teledirigidas desde metró- de acciones directas con las bases.
polis, sustituyeron análisis históricos y Si llegara a producirse la reafiliación
observaciones de campo. que se vislumbra, podría hacerse a
Empero, no fueron evidentes las partir de las lecciones aprendidas du-
mejoras del bienestar de campesinos y rante los años setenta. Si los antro-
proletarios rurales. Los habitantes de pólogos aceptan nuevos roles en la in-
la zona plana del norte del Cauca, por vestigación aplicada o como conseje-
ejemplo, han servido de conejillos de ros de políticas agrarias, tendrían la
Indias para sinnúmero de programas oportunidad de hacerlo desde una
de «desarrollo rural sin tierras». Hoy perspectiva crítica. Buscar una falsa
ven su región convertida en tablado de neutralidad ideológica, solamente
lucha guerrillera. ayudaría a entronizar de nuevo en los
Con todo y la protuberancia de la altares de la historia patria a los des-
inequidad económica, la nueva estirpe cendientes de los conquistadores, con
de expertos «neutrales» tiende a jus- su ideología.
255

1. Gregorio Hernández de Alba en trabajo de Joaquín Parra, Milcíades Chaves, Sergio Elias
terreno en la Guajira, 1935. 2. Alicia Dussan y Ortiz, Víctor Bedoya; sentados: Francisco Márquez
Gerardo Reichel-Dolmatoff con indios Kogui, Yáñez, Graciliano Arcila, Virginia Gutiérrez de
1944. 3. Egresados del Instituto Etnológico Pineda, Sol Tax, Alicia Dussan de Reichel, Gerardo
Nacional: Rogelio Velásquez, Vidal Rozo, Roberto Reichel-Dolmatoff, Carlos Ángulo Valdés,
Pineda Giraldo, Padre Bedoya, Segundo Bernal, Thomas van der Hammen, Julio César Cubillos
Luis Duque Gómez, José Rodríguez Bermúdez, (fotografía de los años 50).
256 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

Bibliografía
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pia: un programa en formación», ibid., págs. 27-130 y 253-300.
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Capítulo 13 257

La medicina colombiana
de la Regeneración a los años de
la segunda guerra mundial
Néstor Miranda Canal Por obvias razones de importancia y
de espacio nos interesa la medicina
científica, la que hoy se enseña en las
Antecedentes escuelas y facultades y se practica en
los hospitales, clínicas, puestos de sa-

D esde el momento mismo en que


aparecen las sociedades huma-
nas los hombres han tenido que en-
lud y consultorios privados. El núcleo
originario de esta medicina se dio en
la Grecia de los siglos V y IV a.C,
frentarse al dolor y a la muerte, es de- cuando los médicos hipocráticos le
cir, han tenido que hacer medicina. La aplicaron al estudio de la salud y de la
medicina o, mejor, las medicinas tie- enfermedad el método que los filóso-
nen una larga historia que se confunde fos pre-socráticos habían aplicado al
con la de las sociedades y se pierde en estudio de la naturaleza con el pro-
la noche de los tiempos. Nuestras so- pósito de comprender su origen, su
ciedades precolombinas tuvieron su forma, su composición y su dinámica.
propia medicina acorde con el nivel de Desde ese momento la medicina ac-
su desarrollo cultural, económico y cedió al nivel técnico, se convirtió en
político. Algo de ella queda en las tri- una teckné (ars en latín) y comenzó su
bus indígenas que lograron sobrevivir ya largo recorrido a través de la lla-
y en algunas de las prácticas y concep- mada civilización occidental, transfor-
ciones médicas populares de nuestra mándose en cada una de sus etapas
sociedad mestiza. Los conquistadores, (Imperio Romano, Edad Media, Re-
por su parte, trajeron también su me- nacimiento, Barroco e Ilustración)
dicina, mezcla de tradiciones popula- hasta llegar al siglo XIX, cuando se pro-
res europeas y árabes y de los saberes duce el viraje definitivo con el surgi-
médicos «cultos» constituidos sobre la miento de las tres grandes mentalida-
base del llamado pensamiento racio- des médicas modernas (anatomoclíni-
nal que tuvo su origen en la Grecia ca, fisiopatológica y etiopatológica),
clásica. Algo de esta medicina de los que marcan la tendencia irreversible
conquistadores queda también en la de esta medicina a apoyar sus opera-
medicina popular de nuestras ciudades ciones prácticas y sus interpretaciones
y de nuestros campos. teóricas en las ciencias físicas y natu-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
258

que deben observarse en la práctica de


la inoculación de las viruelas, del mis-
mo año) y, sobre todo, con su magis-
terio concretado en los primeros pla-
nes de educación médica elaborados
junto con Miguel de Isla (en 1802 y
1805), creó las condiciones para la en-
tronización de la medicina científica.
En este proceso muchas de nuestras
tradiciones autóctonas se perdieron o
se subestimaron, hasta hoy en día,
pero a su vez nuestra medicina ganó
en capacidad explicativa y en posibi-
lidades efectivas de intervención te-
rapéutica y preventiva.
Los azarosos años de la Indepen-
dencia obligaron a los escasos médicos
formados dentro del nuevo espíritu
mutisiano a desplazarse al frente como
médicos militares, cuando no como
combatientes. Todos los esfuerzos de
la medicina de esta época se centran
en el campo de batalla; las poblacio-
nes quedan inermes frente a la enfer-
medad, y la educación médica prácti-
camente desaparece. Con el adveni-
miento de la Gran Colombia se creó
la Universidad Central de Santafé, en
1826, y se reorganizaron los estudios
médicos. En medicina, como en otros
campos, nuestra mirada se dirigió a
José Celestino Mutis, rales y en las disciplinas propiamente Inglaterra y, en especial, a Francia.
introductor de la médicas que poco a poco se van cons- En este último país se estaba gestan-
medicina científica tituyendo. do por esta época una gran transfor-
e ilustrada en el país, mación médica en las universidades
en la segunda mitad Esta línea que conduce a la medi-
del siglo XVIII. cina científica del siglo XIX es intro- y en los hospitales reformados por la
ducida en nuestro país por José Celes- Revolución francesa. A nuestro terri-
Miguel de Isla tino Mutis, en la versión de la medi- torio llegaron por diferentes vías al-
elaboró con Mutis un cina y la cirugía ilustradas en España. gunos médicos ingleses (Davoren,
plan de estudios
médicos y fundó en 1802 Hasta el momento de su llegada a es- Dudley, Cheyne y otros) y franceses
la primera escuela de tas tierras (1760), los intentos que se (Broc, Dasté, Roulin, Rampon, Villa-
Medicina en el Colegio habían hecho para crear cátedras de ret y De Laloubie) en los años inme-
Mayor del Rosario. medicina en el virreinato, especial- diatamente posteriores a la Indepen-
mente en Santafé, habían sido infruc- dencia. Los ingleses trajeron las ideas
tuosos y la medicina que se practicaba de escocés John Brown (1735-1788) y
para enfrentar los problemas de salud los franceses las de su continuador y
correspondía en lo fundamental a opositor al mismo tiempo, Francois
aquellas versiones indígena, mestiza y Joseph Víctor Broussais (1772-1838),
conquistadora. Mutis, por intermedio dando origen a la polémica entre estas
de sus acciones concretas como mé- dos escuelas, como sucedió en Europa
dico privado y «salubrista» (por ejem- y en toda Latinoamérica. Las orien-
plo con su Método general para curar taciones del plan de estudios médicos
las viruelas, publicado en 1782, y sus de 1826 así como los textos utilizados
Instrucciones sobre las precauciones eran fundamentalmente franceses,
Capítulo 13 259

con el dominio de la «medicina fisio- sistema de enseñanza Ubre al lado de


lógica» de Broussais. Por los resqui- un médico experto y de prestigio, o
cios que dejaba la «dictadura» de este viajando al exterior para ingresar en
fogoso revolucionario se iba filtrando una facultad médica reconocida. Si-
lentamente la primera de las tres gran- guiendo con la tradición inaugurada
des mentalidades médicas modernas, en los años de la Independencia y te-
la mentalidad anatomoclínica, tam- niendo en cuenta los sorprendentes lo-
bién llamada medicina hospitalaria, gros de la medicina francesa, París, «el
porque se gestó en los hospitales fran- cerebro del mundo» —como la lla-
ceses, lo cual, a su vez, determinó que mara nuestro primer historiador de la
se le llamase igualmente «clínica fran- medicina, el doctor Pedro María Ibá-
cesa». ñez, en 1884— fue el sitio más apete- Ninian Ricardo Cheyne
En el período que va de la Gran Co- cido. Allí se formaron los médicos que (1798-1892), médico
lombia a la Regeneración (1881) nues- habrían de producir un importante vi- escocés llegado a
Colombia durante la
tro país vivió serios problemas de sa- raje en nuestra medicina, en la década Independencia.
lud frente a los cuales los diferentes de los años sesenta del siglo pasado, y En el período, llegaron
gobiernos trataron de diseñar políticas que habrían de «naturalizar» la men- al país médicos
y acciones concretas de alcance cier- talidad anatomoclínica en el país. británicos y franceses
tamente limitado. A los problemas de- que trajeron las ideas
de John Brown
rivados del lamentable estado nutri- El viraje de la década de 1860: y de Broussais.
cional de la mayor parte de nuestra la Universidad Nacional
población, de los deficientes servicios
públicos (alcantarillados, acueductos, Dentro de este grupo de médicos,
recolección de basuras, disposición de cuya actividad se va a proyectar hasta
los cementerios, hospitales, etc.) y de el siglo xx, se pueden mencionar, en-
la escasa información sobre higiene tre otros, los nombres de Rafael Ro-
privada y social, se sumaron las epi- cha Castilla, Antonio Vargas Vega,
demias recurrentes de viruela, fiebre Manuel Plana Azuero, José María
tifoidea, tifo exantemático, etc., ade- Buendía, Liborio Zerda, Andrés Ma-
más de las consabidas disenterías ami- ría Pardo, Librado Rivas, el joven Ni- Pedro María Ibáñez
bianas o bacilares, las enfermedades colás Osorio y Antonio Vargas Reyes. (1854-1919), médico
tropicales, las enfermedades traídas Este último, el más activo y prolífico, formado en la escuela
por los colonizadores y que encontra- fue la cabeza del grupo. Era originario francesa y primer
ron una población desprovista de de- de Santander y había viajado a París historiador de la
medicina en Colombia.
fensas inmunitarias (tuberculosis, le- para rehacer prácticamente toda su ca- con su libro "Memorias
pras y la tan discutida sífilis) y las afec- rrera. Allí siguió los cursos de los más para la historia de la
ciones traumáticas derivadas de nues- destacados clínicos y cirujanos fran- medicina en Santafé
tras tan inciviles guerras del siglo pa- ceses de la época, durante los años de de Bogotá". Fue
sado. Uno de los problemas más 1842 a 1847. A su regreso inició una también académico
intensa labor médica, docente, publi- y periodista, redactor
graves se relacionaba con la dificultad del "Boletín de
que existió para mantener un progra- cista y organizativa. En 1852, con Historia y Antigüedades"
ma sostenido y coherente para la for- otros de los ya citados, inició la publi- y colaborador de
mación de médicos. La Universidad cación de La Lanceta, periódico de la "Revista Médica"
Central se vio envuelta en los serios medicina, cirugía, historia natural,
desajustes institucionales de nuestros química y farmacia, del cual sólo sa-
primeros cuarenta años de vida inde- lieron a circulación seis números,
pendiente. La ley del 15 de mayo de «porque comprendimos que nuestra
1850 vino con sus brutales decisiones labor no estaba al alcance de las exi-
de «suprímeme las universidades» y gencias del país». Doce años después,
«el grado o título científico no será ne- en 1864, los mismos editores volvieron
cesario para ejercer profesiones cien- a la carga, esta vez con la Gaceta Mé-
tíficas» a coronar la caótica situación. dica de Colombia, la cual se sostuvo
En estas condiciones, la formación se durante tres años consecutivos y logró
hacía un tanto empíricamente, por el abrirle el paso a la literatura médica
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
260

de la Junta Central de Higiene, y va-


rias otras. Hacia 1887 aparecen los
Anales de la Academia de Medicina
de Medellín y el Boletín Médico del
Cauca.
Vargas Reyes y sus colegas se lan-
zan a la empresa de fundar una escue-
la de medicina para poner término a
la caótica situación existente en el
campo de la formación médica, sobre
todo a raíz de la ley de libertad de en-
señanza de 1850. La Gaceta Médica de
Colombia les sirvió de vehículo para
agitar y promover la idea que final-
mente cristalizó con la apertura de
cursos en 1865. La presencia de esta
escuela y el debate que sobre la edu-
cación profesional, y médica en par-
Primer número de periódica colombiana. En 1870 apa- ticular, se estaba dando por estos años
"La Lanceta", periódico reció la Revista Científica e Industrial, contribuyeron, junto a otros factores,
mensual de medicina, en 1873 la Revista Médica de Bogotá, para que se crease la Universidad Na-
cirugía, historia cional de los Estados Unidos de Co-
natural, química y órgano de gran trayectoria y pertene-
farmacia, publicado ciente a la Sociedad de Medicina y lombia (Ley del 22 de septiembre de
en 1852, pionero de Ciencias Naturales (fundada en el mis- 1867), siendo presidente el médico y
las publicaciones mo año y que debería dar origen a general Santos Acosta. La Universi-
médicas en Colombia, nuestra actual Academia de Medici- dad Nacional y su Escuela de Medi-
aunque sólo tuvo cina abrieron sus puertas en 1868 y,
seis entregas. na), hacia 1890 la Revista de Higiene,
por su parte, la escuela privada de
Vargas Reyes las cerró en medio de
una agria polémica que terminó con el
traslado de sus estudiantes y profeso-
res al nuevo centro universitario. El
propio Antonio Vargas Reyes fue el
primer decano (o rector, como se le
llamaba entonces) de la Escuela de
Medicina de la Universidad Nacional.
Desde ese momento el país habrá de
contar con un centro de enseñanza
médica permanente, a pesar de todas
las dificultades que desde su fundación
Una portada de ha debido sortear. Sobre sus orienta-
"Revista Médica",
fundada en 1873 ciones, hasta hace pocos años y con es-
y órgano de la casas excepciones, se modelarían las
Sociedad de Medicina otras facultades de medicina.
y Ciencias Naturales,
origen de la actual En Antioquia se dio un proceso un
Academia de Medicina. tanto similar al de la capital. Influen-
El número reproducido, cia de Brown y de Broussais, presen-
de julio 24 de 1883,
da cuenta de una junta cia de algunos médicos extranjeros
de representantes de (ingleses y franceses, además de al-
prensa, a la cual gunos latinoamericanos), hasta que
concurrió el doctor progresivamente se fue conformando
Nicolás Osorio, como un «cuerpo médico» antioqueño, por
redactor de
"Revista Médica". nacimiento o por adopción, y se fue-
ron dando las condiciones para que
Capítulo 13 261

apareciese la Facultad de Medicina de dial, para desplazar a la medicina hos-


la Universidad de Antioquia, si bien pitalaria francesa de manera nítida en
con mayores dificultades y altibajos los años de la segunda posguerra. Este
que los que se presentaron en Bogotá. relevo se da, naturalmente, en medio
En 1887 se funda la Academia de Me- de los cambios históricos que se pro-
dicina de Medellín y se empieza a pu- ducen a nivel nacional e internacional
blicar su órgano periódico, los cono- en las primeras décadas del presente
cidos Anales de la Academia de Me- siglo.
dicina de Medellín. Sería prolijo enu- Para la mentalidad anatomoclínica,
merar los médicos antioqueños de esta la enfermedad consiste básicamente
segunda mitad del siglo pasado, pero en la lesión de una parte localizada del
al lado de la figura central de Manuel cuerpo: órgano, tejido (Bichat) o cé- José Ignacio Quevedo
Uribe Ángel —autor de un interesante lulas (Virchow). La lesión no es otra y Amaya, médico
trabajo sobre la medicina en Antio- cosa que la alteración de la forma y de del general Santander,
y realizador
quia— se pueden mencionar los nom- la estructura de la parte afectada, lo de la primera
bres de José Ignacio y Tomás Queve- cual puede conllevar una alteración en operación cesárea
do, Aureliano Posada, Juan de D. la función que dicha parte cumple. Por en 1844.
Uribe, Justiniano Montoya, Ricardo ejemplo, una alteración en la forma y Figura representativa
Rodríguez, Hipólito González Uribe, en la estructura del hígado puede te- de la medicina durante
ner como consecuencia una alteración el siglo XIX.
Manuel V. de la Roche, Pedro Estra-
da, Francisco Uribe y Andrés Posada en la producción de bilis y por tanto
Arango. Y la lista, obviamente, se en la función digestiva; pero esto es lo
queda corta. secundario, lo posterior; lo primario
es la alteración anatómica. Para poder
reconocer las enfermedades, el médi-
El primer plan de estudios co debe detectar las diferentes altera-
de la Universidad Nacional (1868) ciones que se producen en el tamaño,
el color, el sabor, el olor y la consis-
En la elaboración del primer plan de tencia de los órganos, los tejidos y las
estudios médicos de la Universidad El general Santos
células (con la intervención del mi- Acosta Castillo, único
Nacional jugó un destacado papel An- croscopio). Ese conocimiento lo da la médico que ha sido
tonio Vargas Vega, estrecho colabo- anatomía patológica, disciplina que se presidente de Colombia
rador de Antonio Vargas Reyes en las constituyó mediante la acumulación y (1867-1868). Durante
empresas educativas y periodísticas de la sistematización de los datos obte- su gobierno promulgó
estos años. La base teórica de este la ley de 22 de
nidos por las observaciones efectuadas septiembre de 1867 que
plan fue la llamada mentalidad ana- sobre miles y miles de cadáveres en el creó la Universidad
tomoclínica. Su predominio dentro de curso de las necropsias. Para poder Nacional de los Estados
los planes de estudios médicos en Co- diagnosticar, el médico debe conocer Unidos de Colombia
lombia y sobre las mentes de los mé- las manifestaciones exteriores en las y su Escuela de
dicos nacionales será claro hasta co- cuales se «traducen» las lesiones inter-
Medicina, que abrió
mienzos del presente siglo cuando em- sus puertas en 1868,
nas, es decir, los síntomas y los signos bajo la rectoría del
piezan a arraigar las otras dos menta- físicos que expresa o presenta el pa- médico Antonio
lidades médicas modernas, la fisiopa- ciente. Tal conocimiento, proporcio- Vargas Reyes.
tológica y la etiopatológica que, en su nado por la semiología, se constituyó
conjunto, forman la medicina de la- trabajando sobre «la realidad dolien-
boratorio, llamada así por cuanto su te» del enfermo en vida, y ya no sobre
espacio de gestación y de trabajo es el el cadáver, como lo hacía la anatomía
laboratorio. Esta medicina de labora- patológica. La semiología desarrolló
torio, a la cual aportó también nota- una serie de técnicas que le permiten
blemente Francia, con los trabajos de cumplir el diagnóstico: además de la
Claude Bernard y de Louis Pasteur, observación y el interrogatorio del en-
por ejemplo, será la encargada de fermo, la palpación de su cuerpo (tac-
abrirle paso a la medicina norteame- to), la percusión (tacto y oído: obten-
ricana que comienza a influir entre no- ción de ruidos artificiales mediante
sotros desde la primera guerra mun-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
262

Lección de anatomía
en Medellín, 1892,
foto de Melitón
Rodríguez. La Academia
de Medicina de esa
ciudad había sido
fundada en 1887.

golpes dados por el médico con la cara Primer año: anatomía general e his-
anterior de los dedos sobre el cuerpo tología, clase primera de anatomía es-
del paciente, técnica perfeccionada pecial y fisiología.
por el médico de Napoleón, Jean-Ni- Segundo año: clase segunda de ana-
colas Corvisa a partir de los trabajos tomía especial, patología general y pe-
del vienés Leopold von Auenbrug- queña cirugía, patología interna y ana-
ger), y la auscultación (oído: ruidos tomía patológica.
espontáneos emitidos por el organis- Tercer año: farmacia, materia mé-
mo del enfermo y recogidos mediante dica y terapéutica, patología externa,
el gran invento de Laennec, el este- anatomía topográfica y medicina ope-
toscopio). Éstas fueron las técnicas ratoria.
básicas que permitieron constituir la Cuarto año: obstetricia y patología
semiología en la primera mitad del si- especial de las mujeres y de los niños,
glo XIX. Naturalmente, después se die- higiene pública general y especial del
ron otros desarrollos que no son del país e higiene privada.
caso detallar. El método anatomoclí- Se fijaron, además, tres clases de
nico consistía es saber relacionar los clínica: interna, externa y de obste-
datos de la semiología con aquellos tricia.
que se esperaba encontrar en la au- De los catorce cursos contemplados
topsia o en el procedimiento quirúr- en este primer plan, cinco estaban di-
gico. Esta medicina, llamada después rectamente relacionados con la ana-
por sus críticos «medicina de obser- tomía y deberían realizarse «sobre los
vación», encontró sus fundamentos fi- cadáveres», aun cuando en la práctica
losóficos en el sensualismo de Destutt esto no siempre funcionaba. La ana-
de Tracy y de Condillac, tan en boga tomía patológica aparecía como ma-
en el siglo XIX en nuestro país. teria particular, la cual había sido in-
El programa con el cual inició la- troducida oficialmente por el francés
bores la Escuela de Medicina de la Eugéne Rampon en 1844 en la Uni-
Universidad Nacional se fijó por el de- versidad Central. Las patologías y las
creto orgánico del día 13 de enero clínicas se concebían dentro de la clá-
de 1868: sica orientación de la medicina hospi -
Capítulo 13 263

talaria y en ellas, en especial en las se- Penosas, amargas, difíciles tareas:


gundas, se enseñaba la semiología. combate contra los obstáculos, caren-
Esto aparecerá como materia inde- cia de recursos, valor personal y algún
pendiente —para luego volver a fun- entusiasmo por seguir adelante for-
dirse con las clínicas— en la reforma man un grupo de circunstancias con-
de 1881, durante el primer gobierno soladoras unas y aflictivas otras; pero
de Núñez. Los aspirantes a ingresar a de ese conjunto surge la idea de que
medicina deberían haber cursado el el proyecto está iniciado, de que la la-
bachillerato en filosofía y letras y el bor se prosigue y de que el porvenir
primer año de la Escuela de Ciencias parece querer franquear la puerta por
Naturales. donde se penetra en el santuario de la
ciencia». Luego enumera todo lo que
La medicina de la Regeneración: hace falta para que la medicina logre
del primer gobierno de Núñez a desarrollarse efectivamente: anfitea-
Rafael Reyes tros anatómicos, pabellones quirúrgi-
cos, práctica de las vivisecciones, la-
Al llegar por primera vez al poder Ra- boratorios químicos, bibliotecas, co-
fael Núñez (1880), el país se encuentra lecciones de historia natural, reunio-
con un panorama más o menos claro nes académicas y, para Antioquia con-
en lo que se refiere a la medicina como cretamente, la necesidad de una es-
organización y formación profesiona- cuela permanente de medicina. Es de-
les. Como ya se dijo, existe la Socie- cir, las bases estaban sentadas desde
dad de Medicina y Ciencias Naturales los años sesenta del siglo pasado, pero
de Bogotá (fundada en 1873), que se las necesidades eran enormes y las po-
convertirá en la Academia Nacional sibilidades de superarlas bien escasas
de Medicina, y que será no sólo el nú- teniendo en cuenta las precarias con-
cleo centralizador de los intereses diciones, de todo orden, en que se en-
científicos y profesionales de los mé- contraba el país en vísperas de la Re-
dicos, sino también el órgano consul- generación.
tivo por excelencia de los gobiernos en Desde 1881 los gobiernos de la Re-
materia de salud. Existen publicacio- generación legislan con insistencia so-
nes médicas que sirven de vehículo de bre la educación, la universidad y,
discusión, presión y difusión de los también, la enseñanza médica. Su pro-
asuntos médicos y de salud pública. Y pósito, consolidado a partir de la
existe un plan de formación médica Constitución de 1886, es poner la edu-
coherente, con una orientación defi- cación bajo el directo control del eje-
nida y relativamente adecuado a las cutivo. Para el caso de los estudios
condiciones concretas del país en ese médicos —y luego para toda la edu-
momento. cación— juega un importante papel el
En Antioquia la educación médica doctor Liborio Zerda, rector durante
se realiza con altibajos, pero de todas varios años de la Escuela de Medicina
maneras con mejores resultados que y Ciencias Naturales y, posteriormen-
los que esporádicamente se logran en te, ministro de Instrucción Pública en
otros centros como Cartagena y Po- la década de los años noventa. Zerda,
payán. El doctor Manuel Uribe Ángel además de médico, se desempeñó co-
hace —precisamente hacia 1880— un mo químico e incursionó en los do-
juicio para Antioquia que bien puede minios de la etnología. Realizó estu-
ser ampliado a todo el país: «Nunca he dios sobre uno de los problemas de sa-
dicho que la medicina se halle en un lud pública que más ha preocupado a
brillante pie entre nosotros. Sólo he los médicos y a los estadistas colom-
hecho comprender que la lucha entre bianos —desde Bolívar—, el del «chi-
la ignorancia anterior y las aspiracio- chismo». Zerda escribió un Estudio
nes a una perfección relativa se en- químico, patológico e higiénico de la
cuentra establecida definitivamente. chicha, bebida popular en Colombia,
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
264

Manuel Uribe Ángel mismo Tapia, y se decide que sea uti-


(1822-1904), figura lizado en clínica a pedido de los mé-
central de la medicina dicos, y no sólo para la enseñanza. Las
antioqueña durante la primeras materias de la medicina de
segunda mitad del
siglo XIX
laboratorio que aparecen en el pén-
(Dibujo de Alberto sum son las que sustentan la mentali-
Urdaneta, 1881). dad etiopatológica (micrografía, bac-
teriología y toxicología), mentalidad
ésta que concibe la enfermedad como
el producto de la introducción en el
organismo de un agente vivo (virus,
bacteria), químico o físico. Es la men-
talidad que surge a partir de los deci-
sivos trabajos de Pasteur y Koch, en-
tre otros. La otra componente de la
medicina de laboratorio, la mentali-
dad fisiopatológica, tardará un poco
más en penetrar, como sucedió en la
misma Europa y los Estados Unidos.
En la reforma de 1881, además de
la cátedra de sifilografía (que ilustra
sobre la importancia de esta enfer-
medad en aquellos años), se introduce
un curso facultativo de homeopatía,
muy difundido. Este problema del seguramente por influencia directa del
«chichismo» sólo se logró erradicar a propio Núñez. Ésta fue una de las
mediados del presente siglo bajo la di- «medicinas paralelas» que más tem-
rección del doctor Jorge Bejarano. pranamente penetró en el país, pues
Liborio Zerda ya en la década de los años sesenta del
(1833-1919), Las diferentes reformas que se in-
rector de la Escuela trodujeron en el plan de estudios de siglo pasado tenía sus órganos de di-
de Medicina y Ciencias medicina durante estos años (1880- fusión (La homeopatía) y polemizaba
Naturales, ministro de 1904) no variaron su orientación ana- con los cultores de la medicina cien-
Instrucción Pública
tomoclínica básica. Pero sí se tomaron tífica, bajo la batuta del doctor Pere-
en la última década
del siglo pasado, algunas medidas que representan los grino Sanmiguel. Este «hombre pro-
médico, químico, primeros balbuceos de la medicina de videncial» fue un decidido partidario
etnólogo y autor del laboratorio, especialmente en lo que de esta clase de medicina —como lo
"Estudio químico,
se relaciona con la componente etio- fuera Rafael Pombo, panegirista lírico
patológico e higiénico del fundador de la misma, Samuel
de la chicha, bebida patológica. Se crean cátedras de bac-
popular en Colombia", teriología y micrografía, siendo uno de Hahnemann, y presidente honorario
sobre ese preocupante los primeros titulares de la primera el de la Sociedad Homeopática de Co-
problema de la salud doctor Epifanio Combariza. En 1893 lombia—. La homeopatía incluirá,
pública nacional. años más tarde, un epígrafe debido a
se establece que bacteriología se dicte
junto a micrografía, pues antes esta úl- Núñez y que reza así: «Cada vez com-
tima se dictaba con anatomía e histo- prendo mejor y venero más a Hah-
logía, lo cual indica que el microscopio nemann, que descubrió el derrotero
se usaba básicamente en un sentido de la verdad médica como Colón el del
anatómico. Ahora es utilizado en el Nuevo Mundo. La homeopatía hace
análisis de sustancias y en la búsqueda visible lo invisible.»
de micro-organismos. Bajo la direc-
ción de Francisco Tapia se crea un la- Algunas enfermedades
boratorio en la Universidad Nacional
el cual en 1900 —al calor de la guerra y algunos médicos
de los Mil Días— pasa al Hospital San Los médicos colombianos se enfren-
Juan de Dios, bajo la dirección del taron con estas orientaciones a las en-
Capítulo 13 265

fermedades que aquejaron a sus com- Portada


patriotas entre 1880 y 1904. Tuvieron del segundo número de
"La Homeopatía", órgano
especial importancia —sin que ello de la Sociedad
agote la lista— la lepra, el bocio exof- Homeopática de
tálmico, la tuberculosis, la viruela, la Colombia,
bartoneliasis, la fiebre tifoidea, el tifo fundada por Samuel
exantemático, el paludismo, la fiebre Hahnemann, 1866.
amarilla, las disenterías, la sífilis y las Núñez, gran admirador
de este personaje y
parasitosis de diversa clase. El cólera, autor de la frase:
sin que hubiera tenido un impacto "La homeopatía hace
considerable, constituyó, sin embar- visible lo invisible",
go, uno de los temas más importantes patrocinó durante su
de debate entre los médicos, los polí- primer gobierno la
creación de un curso
ticos, y en general las élites culturales facultativo de
del país, desde la célebre polémica esta disciplina.
que se dio hacia el año 1850 hasta las
diversas advertencias y medidas pre-
ventivas que sucesivamente se lanza-
ban a la opinión pública, como las
contenidas en los Primeros cuidados
que deben darse a los enfermos ataca-
dos de diarrea coleriforme, traducidos
del francés y presentados por el doctor
Nicolás Osorio en la Revista de Higie-
ne del 1 de noviembre de 1902.
Sobre todas estas enfermedades los
médicos colombianos investigaban,
especulaban a veces, discutían y tra-
taban de generar medidas de salud pú- doctor Juan de Dios Carrasquilla,
blica. Sobre el paludismo, por ejem- quien introdujo al país uno de los pri-
plo, se dio una discusión de varios meros aparatos de rayos X. La virue-
años entre los partidarios de la «teoría la, de otro lado, dio motivo para que
hídrica» (contaminación por el agua) y los médicos insistieran permanente-
los defensores de la «teoría del mos- mente sobre la necesidad de la vacu-
quito». Entre los primeros se contó el nación obligatoria, cuyas bondades se

Propaganda de los
Laboratorios Uribe
Ángel con la imagen
del gran médico
antioqueño
(El aviso es de
los años treinta).
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
266

conocían desde la segunda mitad del Algunas de las enfermedades se


siglo XVIII, cuando Edward Jenner di- presentaban en forma de epidemias.
fundió este método preventivo. Los Durante los años de 1889 y 1890, para
organismos de salud no habían logra- citar un caso, en Bogotá y otros lu-
do implantar la vacunación, y la virue- gares, se produjeron epidemias de gri-
la continuaba haciendo estragos perió- pe, sarampión, fiebre tifoidea y tifo
dicamente. En 1891, la Junta Central exantemático. La epidemia de saram-
de Higiene pedía al Congreso que se pión tuvo graves consecuencias por
dictase una ley haciendo obligatoria la cuanto derivó en problemas pulmo-
vacunación en todo el país, pues so- nares que causaron una elevada mor-
lamente se vacunaba con regularidad talidad infantil. Uno de los médicos
en Cundinamarca. En relación con las que debió manejar a los enfermos de
enfermedades venéreas, y en especial estas epidemias como interno del hos-
la sífilis, los médicos insistían sobre la pital San Juan de Dios, el doctor Jai-
necesidad de reglamentar la prostitu- me Mejía Mejía, afirma que el tifo
ción y crear centros de examen y de exantemático atacaba con preferencia
prevención. Algunos propugnaban «a las clases acomodadas, a los inte-
por la represión y otros consideraban lectuales, a las familias aristocráticas»,
que dicha profesión ofrecía una vál- de donde deduce que para salir airoso
vula de escape necesaria. Tal era la de las epidemias que azotaban al ma-
posición, por ejemplo, del doctor José yor conglomerado urbano de la época,
María Lombana Barreneche, sin duda «hay que estar en contacto con el pue-
alguna una de las figuras más intere- blo e ir vacunándose lentamente con
santes de la medicina colombiana. El las aguas infectadas, con las cortezas
índice de sifilíticos parecía ser muy sucias de las frutas y con el mínimum
alto. Lombana Barreneche y Martín de medidas profilácticas...». Unos
Camacho afirman, en 1909, que «más años después se produjo una epidemia
del 70 % de los jóvenes ha recibido el de fiebre tifoidea, entre julio de 1908
bautismo de la sífilis». y marzo de 1909, que dejó, según un

Cuerpo facultativo
del Hospital San Juan
de Dios, de Bogotá,
en , 1924, presidido
por José María Lombana
Barreneche, a quien
acompañan en la
primera fila, a la
derecha,
los doctores Roberto
Franco, Bárcenas,
Gómez, Pedro Elíseo
Cruz, Pedro Felipe
del Castillo, Gonzalo
Esguerra y Humberto
Correa, entre otros.
Capítulo 13 267

informe académico, una morbilidad José María Lombana


del 2 % de la población, «cifra clara- Barreneche, eminente
mente aterradora». figura de la medicina
nacional, presidente
En relación con el tifo exantemático de la Academia del
y la fiebre tifoidea se generó una larga ramo, partidario de
polémica entre los médicos colombia- la reglamentación
nos desde finales de siglo pasado. Al- de la prostitución,
gunos diferenciaban estas dos enfer- y no de su represión,
como medida para
medades («los dualistas») y otros con- prevenir las
sideraban que el tifo exantemático no enfermedades venéreas.
era sino una «forma hipertóxica ataxo-
dinámica del tifo» («los unitaristas»).
El problema se presentaba de manera
urgente alrededor del diagnóstico por
la similitud de síntomas de las dos en-
fermedades. Aprovechando la peste
de 1908-1909, y después de una inves-
tigación realizada sobre los reclusos de
la cárcel de Paiba, el doctor Martín
Camacho, director del laboratorio
Santiago Samper, afirmaba que el pro-
blema del diagnóstico diferencial sólo
podría ser zanjado mediante el sero- etapa del intervencionismo de Estado.
diagnóstico de Widal. Algunos años En la Constitución de 1886 se esta-
más tarde, en 1922, un brillante mé- blece claramente la obligación del Es-
dico nacional, el doctor Luis Patiño tado de velar por la salud de los ciu-
Camargo, realizó una cuidadosa in- dadanos. La ley 30 de ese mismo año
vestigación, que constituyó su tesis de creó la Junta Central de Higiene, den-
grado, en los enfermos de la clínica de tro del Ministerio de Instrucción Pú-
Marly y el Hospital San Juan de Dios, blica, integrada por tres médicos y un
y demostró que el tifo era una enfer- secretario. De ella se hicieron depen- Martín Camacho,
medad específica diferente de la fiebre der las Juntas Departamentales, el ilustre médico
tifoidea, aislando, además, su agente Parque de Vacunación, la Oficina residente en
etiológico: el piojo. Su director de te- Central de Vacunación y una sección Barranquilla y luego
sis fue otro de los partidarios de «la encargada de las políticas y prácticas director del
Laboratorio Santiago
teoría dualista», el doctor Carlos Es- relacionadas con las cuarentenas. Esta Samper, realizó
guerra. nueva estructura debía hacer frente no investigaciones sobre
sólo a la amenaza de las epidemias o el tifo exantemático
La salud pública a las enfermedades endémicas y a y la fiebre tifoidea,
otras patologías, sino que también de- intentando una
bía ocuparse de problemas de salud diferenciación
Historiadores de la salud pública en de las dos
Colombia (Guillermo Restrepo Ch. y pública y de medicina social que aún enfermedades.
Augustín Villa), han identificado tres persisten en el país: desnutrición in-
etapas en la acción social del Estado fantil, falta de agua potable, conta-
colombiano: (a) la etapa del individua- minación ambiental y muchos más. La
lismo, que va de 1810 a 1886; (b) la voluntad existía, pero los recursos del
etapa del intervencionismo de Estado, Estado eran débiles, como casi siem-
que se inicia con la reforma constitu- pre ha sucedido. Una de las primeras
cional de 1886, se profundiza en 1936 juntas estuvo integrada por los doc-
y cobra mayor énfasis aún en la dé- tores Carlos Michelsen U., Nicolás
cada de los años cuarenta; y (c) la eta- Osorio, Gabriel Castañeda y Proto
pa del Estado empresarial, a partir de Gómez, y desarrolló una intensa labor
1968, sustentada en la reforma cons- de investigación, planificación y regla-
titucional de ese año. Interesa aquí la mentación de muy variados aspectos
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
268

Clínica de Marly,
fundada en Bogotá,
por Carlos Esguerra,
el 18 de enero de 1904.
Por investigaciones
realizadas allí y en
el Hospital San Juan
de Dios, en 1922,
Luis Patiño Camargo
demostró que el tifo
era una enfermedad
distinta de la fiebre
tifoidea, causado
por el piojo.

Portada de un
número de 1891 de la
de la salud. Trabajó, como lo hicieron
"Revista de Higiene". todas las juntas posteriores, en estre-
órgano de la Junta cho contacto con la Sociedad de Me-
Central de Higiene, dicina y Ciencias Naturales de Bogotá
creada por la ley 30 y creó su propio órgano de difusión, la
de 1886. dentro del
ministerio de Revista de Higiene.
Instrucción Pública, Las condiciones del país, sin embar-
para velar por la go, no eran las mejores. Las decisio-
salud ciudadana, nes no siempre podían llevarse a la
de acuerdo a los
postulados de la práctica y los obstáculos para el cum-
Constitución plimiento de las reglamentaciones
expedida ese mismo año. eran muchos, empezando por la pre-
cariedad de los recursos y terminando
por los continuos enfrentamientos bé-
licos. La organización estatal de la sa-
lud pública, por estos años, sufrió va-
rias reestructuraciones, y sólo hasta la
tercera década de este siglo, y en es-
pecial durante la cuarta, logró estabi-
lizarse, cuando se crearon el Ministe-
rio de Higiene y el Seguro Social.
La guerra de los Mil Días
y la medicina
La medicina, al mismo tiempo que
contribuye a mitigar un tanto el sufri-
miento que acompaña a toda guerra,
Capítulo 13 269

aprende en medio de los campos de


batalla. Amplias posibilidades ha te-
nido nuestra medicina para hacer este
aprendizaje, sobre todo en el siglo pa-
sado. Pero, al parecer, el provecho ha
sido escaso. A este respecto, un tes-
tigo de algunas de nuestras guerras, el
doctor Jaime Mejía Mejía, dice que
«en un país que tenía —y que tiene—
que resolver todos sus diferendos in-
ternos a punta de choques sangrien-
tos», la medicina «debió haber hecho
progresos y aun crear una cirugía pro-
pia de su modo de herir. Pero no había
nada de eso. El que tenía la mala suer-
te de ser herido en uno de sus miem-
bros, por ejemplo, no tenía otra es-
peranza ni ayuda que las aplicaciones
liberales de yodo (liberales, por la
abundancia del antiséptico), las tabli- aprestos necesarios para que las bajas Pacientes y personal
llas y vendajes compresores que, las sean menores...» Sobre esta guerra de del hospital de
más de las veces, desembocaban en la los Mil Días, el doctor Carlos Putnam, Madame Boló, durante
gangrena y en la amputación conse- jefe del Servicio de Ambulancias del la guerra de los
cuencial. Y el que tuviera la terrible Mil Días, fotografía
gobierno, pionero de la psiquiatría en publicada en
desgracia de recibir una bala en el Colombia y autor de un Tratado de "El Liberal Ilustrado".
tronco y no entregara su alma por el medicina legal, dejó un patético «In-
impacto, era sometido a las torturas forme del Jefe de la Ambulancia».
más inconcebibles... En la mayoría de
los casos, cuando se trataba del pul- Pero algo bueno debía salir de este
món, mediastino o abdomen, no se lo- conflicto del cambio de siglo: la Cruz
graba ni eso (localizar el proyectil) y Roja Colombiana. En torno a la figura
la exploración era tan traumatizante, de Santiago Samper se reunieron va-
que el herido tenía un verdadero gozo rios médicos (Nicolás Buendía, Hipó-
lito Machado, José María Montoya, El filántropo
en morir». Santiago Samper.
Lisandro Reyes) y algunos miembros
A su alrededor se
Los propiciadores de las guerras, en de la alta sociedad bogotana de ten- formó el núcleo de
medio de su fanatismo, olvidaban to- dencia liberal. Este grupo decidió médicos y familias
mar las más elementales medidas en crear dos servicios de ambulancia. bogotanas que
relación con la asistencia médica y la Uno integrado por veintiocho médi- organizaron servicios
prevención de enfermedades. Uno de cos, cuarenta y dos practicantes, ocho médicos durante la
guerra de los Mil
los cronistas de la guerra de los Mil hermanas de la caridad, un capellán y Días, los cuales
Días, el teniente coronel Leonidas un farmaceuta, que se dirigió hacia darían origen a la
Florez, dice que «por simple y ele- Santander. Otro formado por ocho Cruz Roja Colombiana.
mental principio, han debido saber los médicos, doce practicantes y tres her-
directores de la guerra de los dos ban- manas de la caridad, que se dirigió ha-
dos, que una tropa que marcha al cia Fusagasugá y Tibacuy. Habían sido
combate está formada por seres hu- equipados con dineros pertenecientes
manos; que enferman por la acción del a la Cruz Roja. De esta iniciativa sur-
clima, las largas marchas y la escasez gió el embrión inicial de la Cruz Roja
de alimentos. Que, como quiera que Colombiana, institución que habría de
su actividad ha de ser la lucha con un instalarse oficialmente unos años des-
adversario que lleva armas que for- pués en el teatro Colón, el 30 de junio
zosamente darán la muerte a sus se- de 1915. A esta iniciativa también con-
mejantes, o por lo menos ocasionales tribuyeron Fidel Cano, el doctor
heridas, han de tomarse todos los Adriano Perdomo y otros. En 1920 in-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
270

Sello de correos, muy lentamente penetraba en el que-


homenaje a la Cruz hacer médico. La farmacología, como
Roja Colombiana, rama particular y diferente de la te-
1935. rapéutica, comenzó a pisar en firme
sólo a comienzos del presente siglo.
Muchos médicos, y de los más desta-
cados, no entendían la importancia del
estudio farmacológico y farmacodiná-
mico de las sustancias medicamen-
tosas, como es el caso del notable clí-
nico Armand Trousseau (1801-1867),
quien afirmaba: «¿Qué importa cómo
cura un medicamento si realmente
cura?» Poco se había avanzado en la
gresó Colombia en la Cruz Roja In- quimioterapia experimental controla-
ternacional durante la X Conferencia da y aún faltaba el descubrimiento de
celebrada en Ginebra. los antibióticos (penicilina por A. Fle-
Muchas de las dificultades sanitarias ming en 1928; estreptomicina por
y médicas de finales del siglo pasado y Waksman en 1943; cloromicetina por
comienzos del presente están ligadas, Burkholder en 1947; aureomicina por
además, a la situación misma de la me- Duggard en 1948; terramicina por Fin-
dicina internacional. Por esta época, a lay en 1950, etc.) y de las sulfamidas
Alegoría de la Cruz
Roja, representada pesar de los avances de la microbio- (obra del alemán G. Domagk en 1923,
por Ovidio Mejía logía, se desconocían los agentes de seguido por las investigaciones de J. y
y compañeros de los muchas de las enfermedades transmi- T. Trefouel, Bovet y Nitti en el Insti-
servicios de socorro,
sibles, así como sus vectores y sus for- tuto Pasteur). Las técnicas quirúrgicas
Medellín, 1915, aún tendrían mucho que aprender en
fotografía de mas de difusión. La comprensión fisio-
Benjamín de la Calle. lógica de los procesos morbosos sólo la primera guerra mundial y en los
años posteriores, pero para nuestro
caso el desfase era evidente: los tres
grandes descubrimientos que revolu-
cionaron la cirugía en la segunda mi-
tad del siglo XIX, la anestesia, la he-
mostasia y la asepsia y antisepsia, ge-
neralmente aplicadas en Europa hacia
1870, en nuestro país todavía a co-
mienzos de este siglo no eran de uso
generalizado, por diversas razones, a
pesar de que los médicos estaban con-
vencidos de sus bondades.

La modernización y el viraje hacia


la medicina norteamericana
(1904-1946)
Con el gobierno de Rafael Reyes
(1904-1909) se inician en el país pro-
cesos de cambio, que han sido reco-
nocidos por diversos historiadores y
que van a proyectarse en la posterior
superación de lo que algunos han lla-
mado «la república señorial» en la se-
gunda mitad de la década de los años
treinta con la «Revolución en Mar-
Capítulo 13 271

Federico Lleras
Acosta, médico
veterinario, autor
de importantes
investigaciones sobre
la lepra, fundador de
un afamado laboratorio.

cha». No se queda atrás la medicina, cedió, hace ya algunos lustros, a la


que por estos años comienza a remo- medicina actual. Necesitamos ya de
zarse con la asimilación de la medicina los estudios de la clínica moderna para
de laboratorio. Para que esta penetra- resolver muchos y muy importantes
ra se requería, como es obvio, una mí- problemas de la patología de nuestro
nima infraestructura de laboratorio país». Es claro que el doctor García
que permitiese el trabajo clínico y ex- conocía la nueva concepción de la clí-
perimental. Desde finales del siglo pa- nica que se había levantado contra los
sado se había intentado crear labora- criterios anatómicos y localizacionistas
torios bacteriológicos, químicos y fí- de la medicina hospitalaria. Georges
sicos, pero sólo a comienzos de este si- Dieulafoy (1839-1911), quien había
glo se sientan las bases —modestas sido maestro de algunos colombianos,
ciertamente, pero suficientes— para entre otros de José Gómez, «el pre-
que la medicina de laboratorio deje de cursor del diagnóstico en Colombia»,
ser un planteamiento teórico y se haga afirmaba en este sentido: «clínica es lo
realidad. El cambio no es brusco, sino que hacemos todos los días cuando
lento, y se acompaña con la asimila- practicamos el examen de la sangre,
ción de nuevos planteamientos médi- de la orina, de los humores, y cuando
cos, clínicos y metodológicos. Ya en ponemos al servicio del diagnóstico el
1897 el doctor Pablo García Medina, termómetro, el microscopio, el larin-
en un discurso pronunciado en la Aca- goscopio, el oftalmoscopio y otros me-
demia Nacional de Medicina, decía dios de contraprueba y análisis [...],
que «por desgracia, entre nosotros las cuando para fijar el diagnóstico recu-
ciencias médicas carecen aún de la- rrimos a las investigaciones bacterio-
boratorios bacteriológicos y de los de- lógicas y a las experimentales [...] es
más medios indispensables para apro- imposible ser un clínico en el verda-
vecharnos de estos conocimientos y dero sentido de la palabra, no hacien-
entrar en el movimiento científico uni- do marchar a la par el estudio del en-
versal. Nuestra clínica se halla todavía fermo y los trabajos de laboratorio».
en el período de la simple observación En esta nueva concepción no sólo es-
que, como hemos visto, fue el que pre- tán presentes las teorías etiopatológi-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
272

cas, como es evidente, sino también con los profesionales para resolver los
las físiopatológicas, que ven la enfer- problemas de la clínica». El doctor
medad como alteración funcional que Franco instaló en su consultorio sus
se expresa cuantitativamente en la con- elementos de laboratorio e interesó en
centración, por encima o por debajo de su trabajo al doctor Federico Lleras
un límite normal, de ciertas sustancias Acosta, quien trabajaba como veteri-
en el organismo. Y para trabajar dentro nario y quien habría de destacarse en
de estas concepciones era indispensable las investigaciones sobre la lepra. Lle-
la existencia de laboratorios. ras Acosta fundó luego su propio la-
boratorio, de gran fama en Bogotá, y
Los primeros Roberto Franco convenció a Santiago
Samper para que dotase un laborato-
laboratorios en Colombia rio en el hospital San Juan de Dios,
Cuenta el doctor Roberto Franco, en como en efecto lo hizo el conocido fi-
carta enviada al profesor Laurentino lántropo. Así nació el Laboratorio
Muñoz y fechada el 3 de enero de 1957 Santiago Samper, el primero adecua-
en Nueva York, que desde la época de damente equipado. Allí trabajaron,
su estadía en París (1898-1904) en bajo la dirección de Roberto Franco,
donde siguió estudios en la Facultad Jorge Martínez Santamaría y Gabriel
de Medicina y en el Instituto Pasteur, Toro Villa, los cuales se distinguirían
y desde su paso por el Hospital Sadiki junto con su maestro en las investi-
de Túnez y de su breve permanencia gaciones sobre la fiebre amarilla sel-
en la London School of Tropical Me- vática y otras enfermedades tropica-
Aviso publicitario les. Desde esta época, entonces, co-
del Laboratorio dicine, estaba convencido de la im-
Samper Martínez, portancia de los exámenes microscó- mienzan a aparecer los laboratorios en
publicado en picos para el diagnóstico de la mayor Bogotá y otras ciudades. Para la se-
"El Gráfico" parte de las enfermedades. Cuando gunda década de presente siglo, por
durante los años
regresó a Bogotá solicitó, a comienzos ejemplo, se cuenta con el Laboratorio
veinte. Químico Departamental de Antioquia
Este centro, creado de 1905, la creación de una cátedra de
en 1917 por Bernardo clínica de enfermedades tropicales, y el Laboratorio Bacteriológico de
Samper Sordo y Jorge siendo aceptada su solicitud y nom- Medellín, así como con el del Hospital
Martínez Santamaría, brándosele como titular de dicha cá- San Vicente, de la misma ciudad, fun-
fue eslabón importante tedra. El laboratorio era una necesi- dado en 1913. También se establecen
en la investigación laboratorios en otras ciudades.
médico clínica y de dad y «no había hasta entonces ningún
la salud pública. laboratorio en Bogotá que colaborara Mención especial merece la crea-
ción en 1917 del Laboratorio Samper
Martínez, entidad privada creada por
los doctores Bernardo Samper Sordo
y Jorge Martínez Santamaría, ya cita-
dos por sus trabajos sobre la fiebre
amarilla selvática al lado de Roberto
Franco. Su orientación inicial y su do-
tación lo convirtieron en la práctica en
eslabón importante de la investigación
médico-clínica y de la salud pública en
Colombia. Por los años veinte era el
encargado de producir la vacuna con-
tra la fiebre tifoidea, las vacunas anti-
rrábicas y las autovacunas. Producía
sueros inmunes y realizaba exámenes
coprológicos, de orina y de sangre,
además de investigaciones sobre en-
fermedades tropicales y en general in-
fectocontagiosas. Desde 1925 el Esta-
Capítulo 13 273

do colombiano inició gestiones para


integrarlo a sus instituciones de Salud,
como en efecto sucedió en 1928, cuan-
do quedó adscrito a la Dirección Na-
cional de Higiene y Asistencia Públi-
ca, en calidad de instituto. En 1946,
cuando se fundó el Ministerio de Hi-
giene, pasó a ser una de sus depen-
dencias para convertirse finalmente en
nuestro actual Instituto Nacional de
Salud.
La aparición y el desarrollo de estos
laboratorios permitieron, en primer
lugar, la realización de un trabajo clí-
nico más moderno (más orientado por
las concepciones etiopatológicas y fi-
siopatológicas) y un mejor control de
las enfermedades. En segundo lugar,
posibilitaron trabajos originales de
médicos colombianos en la investiga-
ción de algunas enfermedades, como
es el caso de la descripción que hizo
Roberto Franco de la fiebre amarilla
selvática, o los trabajos teóricos y
prácticos de Luis Cuervo Márquez y
Luis Patiño Camargo sobre la fiebre
amarilla y otras patologías tropicales, más largos y complejos, más cercanos Escuela de Medicina,
así como los de Gabriel Toro Villa, —por diversas razones— a los de la en Bogotá, construida
Carlos Esguerra y, un poco más ade- ciencia natural experimental, a los de desde 1916 sobre
lante, los de Jorge Boshell-Manrique, la física y la química. La comprensión planos de Gaston
Augusto Gast-Galvis y Roberto Ser- Lelarge, quien inició
fisiológica del organismo humano, en la obra, en el costado
pa. En tercer lugar, crearon las con- el siglo XIX, permitió una nueva visión sur del parque
diciones materiales para que pudiesen de la enfermedad, ya no como lesión de los Mártires.
realizarse en la práctica las dos men- (anatomoclínica) causada por un
talidades médicas integrantes de la agente externo (etiopatología), sino
medicina de laboratorio, la etiopato- como alteración funcional, como de-
lógica y la fisiopatológica. sarreglo físico-químico que compro-
mete a todo el organismo y no a una
La mentalidad fisiopatológica parte localizada del mismo. La lesión
sería el producto de la disfunción. Mu-
y la medicina norteamericana chos sabios contribuyeron a la crea-
La primera de estas dos mentalidades, ción de la mentalidad fisiopatológica,
la etiopatológica, penetró antes que la pero es en Claude Bernard en donde
fisiopatológica. Aquélla, creada entre se encuentra el planteamiento más
otros por Pasteur y Koch, considera a amplio y de más vasto alcance meto-
la enfermedad como producida por un dológico, en especial en esa obra cen-
agente externo, y así lo demostró al tral para toda la cultura del positivis-
detectar los agentes causales de mu- mo que fue su Introducción al estudio
chas enfermedades, dando prueba de de la medicina experimental, escrita en
una evidencia material irrefutable. La 1865. Las ideas fisiopatológicas y ber-
fisiopatológica, si bien podía llegar a nardianas, en especial, llegaron al país
producir «hechos» tan palpablemente desde la segunda mitad del siglo pasa-
materiales como los de la bacteriolo- do e incluso fueron difundidas en di-
gía, exigía procedimientos mentales versos órganos periodísticos como la
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
274

Jorge Bejarano, nos de la primera mitad del siglo, los


ministro de Higiene cuales se sienten atraídos por la nueva
durante el gobierno medicina del Norte y, al mismo tiem-
de Mariano Ospina Pérez, po, rompen lanzas a favor de la me-
famoso por haber dicina francesa y de su presencia en los
logrado erradicar
el consumo de la chicha pénsumes médicos del país.
en el país, después La medicina norteamericana mos-
de infructuosas traba signos de vitalidad creadora des-
campañas de múltiples de finales del siglo pasado, en un mo-
gobiernos. (Oleo de
Inés Acevedo Biester, vimiento que ya algunos médicos co-
en la Cruz Roja lombianos alcanzaban a percibir. En
Colombiana). 1881 el doctor Manuel Oribe Ángel
afirmaba que empezaba «a surgir con
facciones colosales la escuela médica
norteamericana que tan alto y distin-
guido puesto va consiguiendo en el
campo del saber». Pero es sobre todo
a partir de los informes sobre la edu-
cación médica norteamericana elabo-
rados por Abraham Flexner para la
Carnegie Foundation, el primero de
Gaceta Médica de Colombia o los los cuales aparece en 1910, cuando el
Anales de la Universidad. Pero su asi- despegue comienza en serio. Se inicia
milación se da a lo largo de un proceso entonces un movimiento de reforma
que arranca en las primeras décadas con resultados sorprendentes. Claro
de este siglo y que se confunde con el que a tales resultados contribuye, ade-
de asimilación de la medicina nortea- más, y en forma definitiva, el desarro-
mericana sin que los dos dejen de ser llo que en los terrenos económico, po-
separables. Lo que sucede es que la lítico y militar logran los Estados Uni-
medicina norteamericana recoge los dos por estos años y que coloca a esta
planteamientos fisiopatológicos como nación en las primeras líneas de las po-
uno de sus componentes fundamen- tencias internacionales. Las reformas
tales y los lleva a un nuevo nivel sobre se relacionaban con diversos aspectos:
la base de un enorme desarrollo tec- se establecieron estrictos requisitos
nológico y de toda una serie de cam- para el ingreso a las facultades de me-
bios en la organización de los estudios dicina (grado de Bachelor of Arts); se
médicos generales y especializados. definió un programa unificado de cua-
Lo que la medicina estadounidense tro años para todo el territorio de la
desplaza a partir de la primera guerra Unión; se dividió el currículo en cien-
mundial es, pues, una de las versiones cias básicas y ciencias clínicas, adqui-
de la medicina francesa, la mentalidad riendo las primeras una gran impor-
anatomoclínica, y no toda la medicina tancia y haciendo énfasis sobre el as-
de Francia en su conjunto. Asimila las pecto práctico de las segundas; se tra-
concepciones de Pasteur y, en espe- tó de establecer una docencia de tiem-
cial, las de Claude Bernard, los dos po completo y de dedicación exclusiva
tan franceses como los fundadores de en ciencias básicas e idealmente en clí-
la medicina hospitalaria, Bichat, Cor- nicas; se buscó que las escuelas y fa-
visart, Bayle o Laennec. Más aún, las cultades tuviesen control sobre el hos-
ideas de Bernard sobre la medicina ex- pital para evitar interferencias entre
perimental le preparan el terreno a la criterios académicos y criterios admi-
medicina norteamericana en nuestro nistrativos; se reglamentaron las es-
país. Todo este doble movimiento se pecialidades, tanto en su período de
expresa en la doble actitud de un gru- aprendizaje (residencias) como en su
po de importantes médicos colombia- práctica; se definió que la investiga-
Capítulo 13 275

ción, al igual que la enseñanza, era dentro de lo que podría llamarse el


función fundamental de las facultades más puro «espíritu flexneriano».
de medicina. Pioneras en estas refor- Otro aspecto importante se relacio-
mas fueron las escuelas de Johns Hop- na con el creciente interés que para los
kins y las de las Universidades de Har- inversionistas norteamericanos empe-
vard, Pennsylvania, Columbia, Michi- zó a tener nuestro país, desde comien-
gan, Chicago y Yale. Muchas otras de- zos de este siglo. Para poder salva-
bieron cerrar sus puertas. Todas estas guardar sus inversiones y proteger a Jorge E. Cavelier,
reformas empezaron a discutirse en sus nacionales y a la mano de obra que quien adelantó la
Colombia desde la década de los años necesariamente debían emplear, tu- reforma de la Facultad
de Medicina de la
veinte y poco a poco se fueron imple- vieron que tomar medidas sanitarias y Universidad Nacional
mentando, primero en la Universidad emprender el conocimiento de pato- en 1939, hacia una
Nacional y luego en otros centros de logías típicas de estas regiones tropi- orientación inspirada
estudios médicos. cales. Por ambas vías va a contribuir en la escuela
El doctor Luis López de Mesa, la medicina norteamericana al cono- norteamericana,
cimiento médico y a ganar influencia abandonando la
quien precisamente había adelantado influencia francesa.
estudios de especialización en neuro- dentro de los médicos nacionales. Al- Más tarde, entre
psiquiatría en el Boston Psychopatic gunos de éstos trabajarán en sus em- 1958 y 1978 sería
Hospital de la Universidad de Har- presas sanitarias o se enterarán de presidente de la
vard, de comienzos de 1916 a agosto ellas desde posiciones en la estructura Cruz Roja Colombiana.
de 1917, afirma que con la primera estatal de la salud pública. Por lo que (Oleo de Guillermo
a la investigación se refiere, algunas Camocho, en la
guerra «los estudios médicos colom- colección de esta
bianos cambiaron la orientación fran- fundaciones privadas norteamericanas institución, Bogotá).
cesa por la norteamericana, que a su
vez había trocado el influjo de Ingla-
terra por el de Alemania, e iniciado
entonces el extraordinario impulso na-
cional autónomo». El cambio, sin em-
bargo, no fue tan súbito y se requirió
todo un proceso que abarcó varias dé-
cadas. Podrían señalarse varios aspec-
tos destacados en este proceso. En pri-
mer lugar, las sucesivas reformas de
los planes de estudios que culminaron
con la fundación de la Facultad de Me-
dicina de la Universidad del Valle, a
comienzos de la década de los cin-
cuenta, y con la reforma de los años
sesenta en la de la Universidad Nacio-
nal, donde se presentó la renuncia co-
lectiva de más de cincuenta profeso-
res, formados la mayor parte de ellos
en las concepciones francesas. En
1939 ya se había avanzado en este sen-
tido con la reforma adelantada por
Jorge E. Cavelier en la Universidad
Nacional y que suscitó la polémica
abierta entre «afrancesados» y «nor-
teamericanizados». En el año 1948
viene al país la Misión Médica Unita-
ria y en el 53 la de la Universidad de
Tulane, ocupándose ambas del asunto
de la educación médica. De su visita
salieron recomendaciones de reforma
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
276

Fundadores de la
Sociedad de Cirugía
de Bogotá, 1902.
Son ellos:
Hermana Martina,
Guillermo Gómez
(secretario),
Juan Eugenio
Manrique (presidente),
José María Montoya
(tesorero); atrás,
Isaac Rodríguez,
Josefina (auxiliar
de enfermería),
Diego Sánchez,
Elíseo Montaña,
Nicolás Buendía,
Hipólito Machado,
Zoilo Cuéllar Durán,
Julio Córdoba
(interno)
y Julio Z. Torres.

crearon sus propios institutos de in- crear una estructura burocrática más
vestigación, como fue el caso de la estable sin resultados prácticos nota-
Rockefeller Foundation, desde los bles. En 1918, nuevo cambio de de-
cuales se incrementó poderosamente nominación y de ministerio: aparece la
el conocimiento de nuestra patología Dirección Nacional de Higiene en el
tropical. Las universidades estadou- Ministerio de Agricultura, y dentro de
nidenses, por su parte, abrieron es- esta nueva estructura se firma, en
cuelas de salud pública y de enferme- 1920, un convenio entre la Fundación
dades tropicales, como sucedió con la Rockefeller y ese ministerio para lu-
Universidad de Harvard. Refiriéndose char contra la anemia tropical, por
a las últimas, Burton Hendrick, en un cinco años, período que es prorrogado
artículo aparecido en la Revista Mé- en 1926 por cinco años más. Según da-
dica de Bogotá en el año 1915, dice tos de algunos investigadores, en el
que se crearon para preparar «a los ex- marco de este convenio se realizaron
ploradores americanos para lo que 8.191 conferencias, se colocaron 6.938
promete ser uno de los más grandes letrinas, se inspeccionaron 19.360 vi-
movimientos en la historia: la apertura viendas, se efectuaron 65.483 exáme-
completa de los trópicos a la civiliza- nes microscópicos y se llevó a cabo un
ción». Varios médicos colombianos se millón de tratamientos. En el año de
formaron en estas escuelas y trajeron 1923 la Dirección Nacional de Higiene
su influencia a nuestro medio. retorna al entonces llamado Ministe-
El último aspecto tiene que ver con rio de Instrucción y Salubridad Públi-
los cambios que se dan en la organi- cas, lo que al menos nominalmente in-
zación de la salud pública. En 1913 se dica que la salud adquiere mayor ca-
estableció que la Junta Central de Hi- bida dentro de las políticas estatales,
giene pasara al ministerio de Gobier- y en 1925 la Dirección de Higiene
no bajo la denominación de Consejo agregará a sus funciones la asistencia
Superior de Sanidad. Lo único nuevo pública, precisamente en el momento
en relación con 1886 es que la Aca- en que se realizan campañas contra el
demia Nacional de Medicina, por pe- pián en el occidente del país y contra
tición explícita, logra que se incluya en una epidemia de fiebre amarilla en
tal consejo un bacteriólogo. Un año Santander. También se organizaron
más tarde se hace un esfuerzo por campañas contra las enfermedades de
Capítulo 13 277

siempre: fiebre tifoidea, disentería, entre los gobiernos de los Estados


rabia, viruela, peste, lepra, tubercu- Unidos y de Colombia que habría de
losis, enfermedades venéreas, etc. En concretarse en el nuevo Ministerio de
1927 el Ministerio de Instrucción Higiene, en 1946, en el Servicio Coo-
adopta el nombre de Ministerio de perativo Interamericano de Salud Pú-
Educación y dentro de éste se reor- blica, el cual contó dentro de dicho
ganiza el llamado Departamento Na- ministerio —en palabras de Guillermo
cional de Higiene y Asistencia Pú- Restrepo y Agustín Villa— con «una
blica. estructura vertical, dirigida y adminis-
Con el ascenso de López Pumarejo trada con técnicos norteamericanos
al poder, como en muchos otros sec- con la colaboración de colombianos
tores, se dan pasos en firme para mo- que se iban formando para este fin y
dernizar la salud pública y la seguridad llegó a constituir un ministerio rico y
social. La ley 96 de 1938 crea el Mi- ágil y de orientación extranjera dentro
nisterio del Trabajo, Higiene y Previ- de otro pobre, con una estructura in-
sión Social. Esta ley responde a las cipiente...». Dicha estructura se man-
concepciones que inspiraron la «Re- tuvo hasta los años sesenta, la cual, a
volución en Marcha» y al mismo tiem- su vez, garantizó la ampliación de la
po recoge reivindicaciones de los sec- influencia de la medicina norteameri-
tores trabajadores que se habían ex- cana en el sector de salud.
presado en la década anterior y duran- En 1946, por la ley 27 se creó el Mi-
te el gobierno de Olaya Herrera. La nisterio de Higiene que vino, por fin,
enumeración de las dependencias del a permitir que el país tuviese una es-
nuevo ministerio ilustra sobre la nueva tructura permanente para manejar los
concepción de la salud pública y hasta asuntos de la salud pública. En ese
sobre Los cambios en el cuadro de mismo año se dictó la ley 90 sobre Se-
la patología nacional. El ministerio guridad Social y se inició en serio la
tendría las siguientes dependencias: orientación preventiva en la medicina
(a) servicios coordinados de higiene, colombiana: saneamiento ambiental,
con las secciones de sanidad, lucha inmunización contra las enfermedades
antituberculosa, lucha antivenérea, infecciosas más comunes, adminis-
educación y propaganda, lucha anti- tración sanitaria, educación en sa-
cancerosa, estudios especiales y el la-
boratorio Samper Martínez; (b) de-
partamento de lucha antileprosa; (c) Pedro Elíseo Cruz,
departamento de protección infantil y segundo titular de
la cartera de Higiene
materna, con las secciones de euge- creada por ley 27
nesia, maternidad, primera infancia y del año anterior.
la de pre-escolar, infancia abandona- Cruz atendió a Jorge
da, enfermos y anormales; (d) depar- Eliécer Gaitán en
tamento de asistencia social; y (e) de- la Clínica Central,
el 9 de abril de 1948,
partamento de ingeniería sanitaria, poco después que
con sus oficinas seccionales y dos sec- fuera abaleado
ciones especiales, la de saneamiento y por Juan Roa Sierra.
la de asistencia social. El cambio de
concepción es evidente, como es evi-
dente la ampliación de los criterios de
salubridad pública. Para esta misma
época se comienza igualmente a regla-
mentar el pago de diversas prestacio-
nes sociales, como cesantías, enfer-
medades, vacaciones, etc.
A comienzos de la década de los
años cuarenta se firmó un convenio
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
278

lud, creación de programas integra- nica sobre el laboratorio. Tenía la con-


dos, etcétera. vicción de que la única salida para la
medicina estaba en encontrar la expli-
Fisiopatólogos, cación fisiopatológica y patogénica de
especialistas y cirujanos las enfermedades para poder resolver
muchos de los problemas que tenía
Desde comienzos del presente siglo, y planteados, entre otros el de tener que
aun antes, algunos médicos colombia- recurrir con demasiada frecuencia a la
nos se interesaron por las concepcio- cirugía. El profesor Edmundo Rico, al
nes fisiopatológicas. Las obras y los asumir la cátedra de Clínica Médica en
trabajos de investigación de los forja- la Universidad Nacional en el año
dores de estas concepciones se cono- 1937, declaraba que Lombana Barre-
cían y eran estudiados en el país, aun neche, «el genio médico más grande
desde antes que se dieran las condicio- hasta la fecha habido en Colombia»,
nes efectivas para su aplicación, lo era especialmente lúcido en «la expo-
cual, como se ha señalado, sólo será sición de la fisiología de los procesos
posible ya bien entrado el siglo xx. morbosos». Y el propio Rico —pro-
Uno de los pioneros en la introducción fundo conocedor de la obra de Claude
de estas concepciones fue el doctor Bernard— afirmaba: «En medicina
José María Lombana Barreneche, de me atrae, sobremanera, la síntesis pa-
quien uno de sus discípulos —Arturo togénica porque considero que el aná-
Campo Posada— dice que «sus con- lisis sistemático y unilateral de los so-
cepciones fisiopatológicas eran, mu- los síntomas, así sean subjetivos u ob-
chas veces, avances impresionantes jetivos, conduce fatalmente al más es-
sobre el futuro de la ciencia médica». téril de los automatismos. Porque el
A Lombana se le acusaba de ser un automatismo cierra las puertas al ra-
bernardiano demasiado radical, a pe- ciocinio etiológico y, perdido este
sar de que se expresaba de manera en- mordiente, intuitivo y deductivo del
tusiasta por la preeminencia de la clí- intelecto, la fisiopatología, base sitie

Hospital de San José,


de los arquitectos
Pietro Cantini
y Diodoro Sánchez,
iniciado en 1905
e inaugurado en 1925.
Su fundación se debió
a la Sociedad de
Cirugía de Bogotá.
Capítulo 13 279

Homenaje al doctor
Juan N. Corpas
(cuarto de izquierda
a derecha), 1925.
En el Hospital San
José, él representó
la tendencia a efectuar
una cirugía meticulosa,
rígida en medidas de
asepsia y de hemostasia,
y sin prisa, al
contrario de Pompilio
Martínez, que
practicaba una cirugía
rápida y sin
contemplaciones.

qua non de la clínica, deja de existir. la fuerte corriente hacia la especiali-


Una clínica puramente semiológica zación que se da en la medicina nor-
puede ser una clínica con médula, teamericana, y mundial, sobre la base
pero no con cerebro». En esta misma de la conquista de nuevos campos del
perspectiva fisiopatológica trabajó el saber bio-médico, de la introducción
doctor Alfonso Esguerra, sobre todo a de nuevas tecnologías o, simplemente,
partir de 1928, cuando asumió la cá- la creación de nuevas concepciones so-
tedra de fisiología en la Universidad bre el ser humano (reivindicación de
Nacional, donde adelantó un siste- la especificidad de ciertas etapas de la
mático trabajo experimental que lo vida humana, por ejemplo) que exigen
consagró como uno de los pioneros de y posibilitan unas prácticas y unos sa-
la endocrinología. Una de sus preo- beres especializados. Es cierto que en
cupaciones fue la de definir las cons- Colombia la definición de esta tenden-
tantes biológicas del ser humano co- cia se da lentamente y se consolida
lombiano, convencido de que las que sólo hacia los años sesenta con el es-
aparecían en los manuales extranjeros tablecimiento y la reglamentación de
correspondían a otras coordenadas las residencias y la creación de las aso-
geográficas, históricas y culturales. ciaciones de especialistas. Pero, de to-
Las especialidades también comen- das maneras, ya en las primeras dé-
zaron a desarrollarse en la primera mi- cadas del siglo muchos médicos co-
tad de este siglo. Es cierto que desde lombianos habían adelantado estudios
|a centuria pasada se habían definido especializados o se habían definido
incipientemente algunos campos como por ciertos campos de la medicina con-
la cirugía, la obstetricia y la pediatría, virtiéndose, en la práctica, en especia-
la oftalmología, la psiquiatría y lo que listas. Para ilustrar el hecho podrían
podría llamarse la medicina interna. citarse algunos nombres importantes
Pero sólo en el siglo XX el proceso de de la primera mitad del siglo: Miguel
especialización adquiere toda su di- Jiménez López y Maximiliano Rueda
mensión. No es ajena a este proceso en psiquiatría: Carlos Trujillo y Alfon-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
280

so Uribe en medicina interna; Gon- José», un orfanato regido por las her-
zalo Esguerra, pionero de la radiolo- manas de la Presentación —situado
gía; Héctor Pedraza, Rafael Barben arriba del barrio de las Aguas— y que
(fundador del Hospital de la Miseri- luego habría de convertirse en clínica
cordia) y Calixto Torres Umaña en pe- psiquiátrica. Se propusieron la poste-
diatría. Este último dejó una consi- rior creación de un hospital «como los
derable obra especializada. Rafael que existen en Londres, edificados y
Ucrós en ginecología, Ramón Atalaya sostenidos con donaciones particula-
en cardiología, Miguel Antonio Rue- res, y especialmente dedicado a la ci-
da en urología y José Pablo Leyva en rugía...». Esta iniciativa despertó po-
cirugía pulmonar. lémicas dentro de los médicos, pues
En lo que respecta a la cirugía, vale algunos consideraban que lo impor-
la pena reseñar un acontecimiento de tante era reforzar el Hospital San Juan
comienzos de este siglo que va a ser de Dios y no dispersar esfuerzos en
definitivo en el desarrollo posterior de nuevas instituciones hospitalarias que
esta especialidad. En el año 1902 se la ciudad no requería. Sin embargo, la
reunieron diez médicos, en la capital iniciativa se desarrolló y algunos años
de la república, y decidieron constituir después, en 1925, se inauguró un nue-
la Sociedad de Cirugía de Bogotá, con vo hospital, ubicado en lo que hoy se
el objeto de hacer avanzar esta disci- llama la plaza España, y se le llamó
plina en Colombia. Estos diez médicos Hospital San José. Su arquitecto fue el
fueron Diego Sánchez, Eliseo Mon- italiano Pietro Cantini, también cons-
taña, Guillermo Gómez, Hipólito Ma- tructor del teatro Colón. Desde 1924
chado, Isaac Rodríguez, Juan E. Man- las cirugías realizadas por los miem-
rique, José María Montoya, Julio Z. bros de la Sociedad de Cirugía de Bo-
Torres, Nicolás Buendía y Zoilo Cué- gotá se trasladaron al Hospital San
llar Durán. Instalaron una pequeña José, mejor dotado que «El Campi-
sala de cirugía en «El Campito de San to». Allí se sistematizaron diversos
procedimientos operatorios y se «na-
turalizaron» las grandes conquistas de
Calixto Torres Umaña, la cirugía del siglo XIX: anestesia, he-
figura destacada de mostasia, asepsia y antisepsia. Para-
la pediatría en lelamente al trabajo de la Sociedad de
Colombia, durante
la primera mitad
Cirugía, en el Hospital San Juan de
del siglo XX. Dios trabajaban otros cirujanos que
también hicieron su aporte en el sen-
tido anteriormente señalado. Allí,
precisamente, se disputaron la pree-
minencia en el terreno de la cirugía
dos tendencias: la de Pompilio Martí-
nez, quien practicaba una cirugía rá-
pida, sin muchas contemplaciones ni
cuidados, partiendo del planteamiento
de que hay que actuar en el menor
tiempo posible y con mucha pericia
para no prolongar el acto quirúrgico
más de la cuenta, y la de Juan N. Cor-
pas —destacado no sólo en cirugía
sino en muchos otros campos de la
medicina y de la vida pública—, me-
ticulosa, rigurosísima en medidas de
asepsia y de hemostasia, sin prisa, y en
quien —según Ernesto Andrade Val-
derrama— «no se sabía qué admirar
Capítulo 13 281

más, si la sincronización de los movi-


mientos o la limpieza...». El doctor
Juan N. Corpas solía decir: «La ciru-
gía tiene que ser limpia; no tiene por
qué verse sangre».
Mientras esto sucedía en Bogotá, en
Antioquia, siguiendo la tradición
inaugurada por José Ignacio Quevedo
con la primera cesárea exitosa en
1844, la cirugía creaba allí sus propias
tradiciones y hacía su contribución a la
cirugía nacional. Juan Bautista Mon-
toya y Flórez —autor además de una
notable Contribución al estudio de la
lepra en Colombia (1910)— creaba su
propia escuela. En ella se distinguió
de manera especial Gil J. Gil, quien
llegó a realizar durante su vida pro-
fesional diez mil operaciones con muy
buenos resultados. Sus colegas lo lla-
maban «el bisturí de oro».

A manera de epílogo
Entre la Regeneración y la época ac-
tual la medicina colombiana y el país
mismo han cambiado de espíritu y de
cara, aun cuando la una y el otro estén partir del impresionante desarrollo de Juan Bautista
sufriendo las secuelas de esa época. las ciencias que la apoyan, en parti- Montoya y Flórez,
Hoy sería inconcebible un aviso «In- cular de la biología molecular, y de creador de una escuela
teresante al Público», aparecido en de cirugía en Medellín
otras ciencias y técnicas que le ofrecen y autor de la obra
1892, en el cual Marco Fidel Suárez, la posibilidad de una tecnología avan- "Contribución al
en ese entonces ministro de Relacio- zada que a veces amenaza con con- estudio de la lepra
nes Exteriores, certifica sobre las ca- vertirse en un «navio ebrio». Todos en Colombia" (1910).
lidades antidispépsicas de la cerveza estos desarrollos llegan, con mayor o
Bavaria, por encima de sus congéne- menor desfase, a nuestro país y son
res extranjeras. La medicina ya no re- manejados por los médicos colombia-
curre a la cerveza para curar desarre- nos. Los enormes problemas de salud
glos digestivos, ni nuestros políticos que aún hoy día acosan a los colom-
acostumbran a presentarlos pública- bianos (mortalidad infantil, crisis hos-
mente con el fin de promover la in- pitalaria, proliferación de enfermeda-
dustria nacional. La medicina que hoy des modernas como el cáncer o los ac-
se practica no quiere decir que muchos cidentes cardiovasculares, etc.) exigen
de los problemas que hoy enfrentan la que los médicos, y los colombianos en
salud y la medicina colombianas no general, tomen conciencia sobre las
tengan raíces en el pasado. De ahí la necesidades y los recursos existentes,
importancia de los estudios históricos; sobre las responsabilidades que en to-
pero también se requiere establecer la dos los niveles se tienen, e incluso so-
diferencia: Nuestra medicina sigue bre las amenazas que por falta de esta
hoy, preponderantemente, el modelo conciencia nos acechan. La medicina
norteamericano, por diversas razones. no es un campo neutro. Es, por el con-
Entre otras, porque esta medicina se trario, un espacio en donde juega la
ha colocado en un lugar de vanguardia supervivencia de los individuos y de
dentro de la medicina internacional a las mismas sociedades.
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
282

Dos figuras representativas de la nueva medicina colombiana:


Salomón Hakim y Elkin Patarroyo

C on posterioridad a la segunda guerra mundial,


la medicina colombiana ha venido aplicando,
dentro de las condiciones de nuestro país, los ver-
mitido la recuperación de muchas personas conde-
nadas a la invalidez permanente en todo el mundo.
Manuel Elkin Patarroyo, más joven que Hakim,
es también representativo de las nuevas tendencias
tiginosos avances de la medicina internacional y ha
contribuido, en algunos casos, con aportes originales de la medicina colombiana. Patarroyo se ha enru-
que demuestran que existe un potencial científico tado por los caminos de la inmunología y la genética,
médico represado por las circunstancias estructura- lo que él mismo llama la inmunogenética. Con un
les del subdesarrollo y de la dependencia. Al lado de equipo de 25 jóvenes profesionales (médicos, bac-
notables clínicos, cirujanos, docentes y salubristas teriólogos, microbiólogos, etc.) realiza sus investi-
colombianos, se han destacado algunos investiga- gaciones en el Hospital San Juan de Dios, de Bo-
dores médicos que han logrado resultados de alcance gotá, un paupérrimo centro hospitalario que ha sido,
internacional. Tal es el caso de dos figuras que no no obstante, el centro de más de una batalla lumi-
agotan la lista pero que ilustran sobre las nuevas ten- nosa de la medicina colombiana. Las investigaciones
dencias que se gestan en la medicina colombiana: los de Patarroyo se orientan en dos direcciones: por un
doctores Salomón Hakim (1922) y Elkin Patarroyo lado, los «marcadores genéticos»; por el otro, la pro-
(1946). Su trabajo ha sido posible gracias al clima ducción de la vacuna sintética de la malaria. En
científico creado por algunos médicos nacionales cuanto a los «marcadores genéticos», Patarroyo y su
que han asumido su labor docente, clínica e inves- equipo han demostrado que en el caso de las enfer-
tigativa con rigor y seriedad, pese a las limitaciones medades infecto-contagiosas, cuya etiología se ha
de nuestro medio. considerado siempre externa, existe una predispo-
sición genética. Es decir, que algunos individuos na-
El neurólogo Salomón Hakim describió hacia fi- cen genéticamente «marcados» para contraer deter-
nales de la década de los años cincuenta el llamado minadas enfermedades infecciosas como la tuber-
«síndrome de Hakim». Se trata de un cuadro clínico culosis, la fiebre reumática o la lepra (enfermedades
neurológico caracterizado por una hidrocefalia con sobre las cuales ha trabajado este equipo). No basta,
presión constante del líquido cefalorraquídeo. Ha- pues, con la exposición del individuo al agente; al-
kim continuó estudiando el problema a diversos ni- gunas personas, además, llevan inscrita en su patri-
veles, lo cual le vahó ser distinguido por dos veces monio genético la predisposición a adquirir una u
con el Premio Nacional de Ciencias Alejandro Án- otra enfermedad infecto-contagiosa. Si al nacer cada
gel, en 1967 y 1974. El de 1974 lo obtuvo con un individuo se pueden establecer sus «marcadores ge-
destacado trabajo de investigación sobre la mecánica néticos», que lo señalan como susceptible de con-
de la presión venosa, del líquido cefalorraquídeo y traer una determinada enfermedad, la medicina po-
de otros líquidos intracraneanos, titulado precisa- drá someterlo a un proceso de inmunización o, al
mente Mecánica de la cavidad craneana. La hidro- menos, a alguna forma de prevención que disminuya
cefalia es una dolencia severamente incapacitante, el riesgo. Se trata de «curar antes del mal».
ya que produce serios trastornos motores, de con-
ducta, etc. Paralelamente a su trabajo clínico y teó- El otro campo de trabajo del doctor Elkin Pata-
rico sobre el síndrome citado, Hakim desarrolló una rroyo está relacionado con la lucha por producir va-
investigación tecnológico-médica que se concretó en cunas sintéticas contra diversas enfermedades (tu-
el diseño y perfeccionamiento de un aparato capaz berculosis, lepra, malaria). En otros países ya se han
de hacer reversible el proceso de la hidrocefalia y, logrado algunas para ciertas dolencias, como el polio
por tanto, de permitir la recuperación de los afec- y la influenza. Las vacunas elaboradas con microor-
tados por esta dolencia. Se trata, claro está, de hi- ganismos atenuados o muertos no dejan de presen-
drocefalias no-degenerativas, es decir, aquellas en tar riesgos, porque sólo una parte de ellos —entre
donde no ha habido deterioro hístico, sino compre- otras cosas— actúa efectivamente en el proceso de
sión. Tal aparato es la llamada «válvula de Hakim». inmunización.
En esencia se trata de un catéter provisto de una vál-
vula, uno de cuyos extremos se introduce en el ven- Las vacunas sintéticas, precisamente, tratan de re-
trículo cerebral mediante una pequeña trepanación producir sólo la parte activa y de esta manera pue-
craneana. El otro va, por debajo de piel, a la vena den evitar los peligros colaterales de la «vacunas na-
yugular y por ella hasta la aurícula izquierda para turales», entre los cuales está el tener que aplicarse
permitir el drenaje del líquido cefalorraquídeo, con más de una vez. Elkin Patarroyo, dos veces ganador
la consiguiente disminución de presión y la reexpan- —como Salomón Hakim— del Premio Nacional de
sión de la masa encefálica. El trabajo de Salomón Ciencias Alejandro Ángel, ha logrado resultados
Hakim no sólo significó un aporte al conocimiento exitosos en el caso de la malaria, según lo anuncia-
preciso de un síndrome, sino que, a su vez, ha per- ron los medios de comunicación el 10 de marzo de
1988.
Capítulo 13 283

En efecto, luego de cinco años de trabajo expe- de 200 millones de nuevos casos en el mundo y que
rimental en el Instituto de Inmunología del Hospital la mortalidad, por año, se calcula entre 3 y 5 millo-
San Juan de Dios (Universidad Nacional de Colom- nes. Los cuatro expertos convocados por la revista
bia - Bogotá), con un equipo de jóvenes científicos Nature para analizar el trabajo de Patarroyo y co-
(biólogos, químicos, bacteriólogos, microbiólogos y laboradores conceptuaba: «[...] El manuscrito de
médicos de diversas especialidades), Patarroyo logró Patarroyo abre nuevas bases, ya que los autores son
sintetizar la vacuna contra la malaria. El trabajo de los primeros en usar una vacuna basada en los es-
laboratorio se complementó con el trabajo sobre el tadios sanguíneos de la malaria, en hacer ensayos
terreno —en la región amazónica— con una colonia humanos, en usar péptidos sintéticos poliméricos
de micos Aotus trivirgatus. Las primeras pruebas en como antígenos, y en retar a los vacunados y a los
humanos se realizaron en un grupo de jóvenes controles de glóbulos rojos infectados con el pará-
bachilleres voluntarios que prestaban su servicio sito. Estos ensayos representan un importante avan-
militar. ce hacia el desarrollo de una vacuna efectiva contra
De corroborarse los primeros resultados positivos, la malaria. Esta publicación será una de las más im-
las consecuencias benéficas serán de gran alcance, si portantes de la década.» (El Espectador, 11 de mar-
se tiene en cuenta que anualmente se presentan más zo de 1988).

La Escuela Nacional de Salud Pública de Colombia (Medellín)

D esde hace mucho tiempo la medicina se ha


preocupado por la influencia que el entorno
natural y social tiene sobre los fenómenos de la salud
A comienzos de la década de los años sesenta exis-
tían dos sólidos departamentos de medicina preven-
tiva en el país, el de la Universidad de Antioquia y
y la enfermedad de los seres humanos. Pero el con- el de la Universidad del Valle. El primero de ellos
cepto de Salud Pública, en cuanto «técnica de con- era regentado por el doctor Héctor Abad Gómez y
trol y de modificación de los elementos del medio había jugado un importante papel en la organización
que pueden favorecer o perjudicar la salud» (Michel del I Congreso Colombiano de Salud Pública, rea-
Foucault), data de finales del siglo XVIII. A la defi- lizado en Medellín del 19 al 24 de noviembre de
nición de este concepto en su sentido moderno con- 1962. En él se había insistido precisamente sobre la
tribuyó de manera decisiva la obra de Johann Peter «escasez de personal especializado en Salud Públi-
Frank (1745-1821), desarrollada posteriormente por ca». Ante las dificultades de la escuela de la Uni-
toda la medicina social del siglo XIX en sus diversas versidad Nacional, el Ministerio de Salud firmó un
variantes. Desde entonces se habla de una «Ciencia convenio con la Universidad de Antioquia para
de la Salud Pública», que se apoya en diversas dis- crear una nueva escuela de salud pública que capa-
ciplinas naturales y sociales y que ha desarrollado citara a los profesionales. Al frente del ministerio se
tecnologías cada vez más sofisticadas para llegar a encontraba Santiago Rengifo, y era rector de la Uni-
convertirse en una verdadera «clínica de las colec- versidad de Antioquia el doctor Ignacio Vélez Es-
tividades». Las ideas renovadoras de la salud pública cobar. La Organización Panamericana de la Salud se
fueron asimiladas por los médicos colombianos del comprometió a brindar asesoría para el nuevo pro-
siglo XIX y aplicadas con relativo éxito en su relación grama y la UNICEF contribuyó con equipo médico
con las comunidades y a través de las llamadas juntas y material de transporte. En el mes de abril de 1964
de higiene (central y departamentales), antecesoras comenzaron a funcionar los cursos de la nueva Es-
del Ministerio de Salud, fundado en 1946. También cuela Nacional de Salud Pública en Medellín, como
se instituyó una cátedra de Higiene Pública y Pri- entidad adscrita al Departamento de Medicina Pre-
vada. Pero una enseñanza sistemática, ligada a la in- ventiva de la Facultad de Medicina de la Universi-
vestigación y en la perspectiva de formar especialis- dad de Antioquia. Actualmente, luego de 22 años
tas ampliamente capacitados para planificar y ad- de labores y de diversas etapas de reforma y rees-
ministrar los asuntos relacionados con la salud pú- tructuración, la escuela es una facultad independien-
blica, sólo se concreta hacia mediados del presente te con tres programas: Nutrición y Dietética, Tec-
siglo en la Escuela de Salud Pública de la Univer- nologías en Salud y Post-grado en Salud Pública.
sidad Nacional. Esta escuela, sin embargo, por múl- Durante estas dos décadas largas de existencia la
tiples factores y dificultades, tuvo un desarrollo ac- Escuela ha preparado numerosos profesionales de la
cidentado y no logró consolidarse plenamente. El re- salud en diversos campos: estadística, epidemiolo-
levo lo tomó la Universidad de Antioquia en 1963: gía, administración hospitalaria, planificación de
nacía la Escuela Nacional de Salud Pública de Co- servicios de salud, educación sanitaria, etc. Ha de-
lombia, en Medellín. sarrollado programas de notable impacto social.
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
284

como el de preparación de promotores y promotoras en el terreno de la salud, sino también en los proce-
de salud. Ha contribuido al estudio de los problemas sos nacionales de desarrollo económico y social.
sanitarios del país, mediante investigaciones regio- Al lado del ya citado Héctor Abad Gómez han
nales y nacionales. Sus profesores y estudiantes han contribuido en esta significativa obra Guillermo
publicado no menos de veinte obras sobre diversos Restrepo Ch., quien fue su director entre 1965 y
aspectos de la salud en Colombia. Por sus aulas tam- 1973, Luis Carlos Ochoa, David Bersh, Francisco
bién han pasado médicos y enfermeras, odontólogos Henao, William Mejía, Lola Zapata, Telma Busti-
y otros profesionales de distintos países de América 11o, Sixto Ospina, Luciano Vélez, Gustavo Molina
Latina. Todavía está por hacer el balance del impac- Guzmán, Marcelo Huerta Baker y Emiro Trujillo,
to que esta importante institución ha tenido no sólo entre muchos otros.

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Gaceta Médica de Colombia.
Boletín de la Sociedad Colombiana de Historia de la Medicina.
Capitulo 14 285

Las técnicas agropecuarias


en el siglo xx
Jesús Antonio Bejarano

E l siglo XIX dejó un legado más


bien pobre al siglo xx en lo que
hace a la técnica agropecuaria. Des-
pués de 1870, comenzaron a producir-
se, aunque en forma extremadamente
lenta, algunas innovaciones en el cul-
tivo cafetero impulsadas en buena par-
te por la publicación y difusión de fo-
lletos sobre los métodos de sombrío y
trasplante de los cafetos; se difundie-
ron igualmente las formas de control
de las enfermedades y plagas más fre-
cuentes del café y el uso de pequeñas
despulpadoras que años más tarde co-
menzarían a fabricarse en el país.
Excepto estos adelantos, nada es-
pectaculares por lo demás, el resto de
la agricultura apenas experimentó mo-
dificaciones en cuanto al uso de ma- tos diecinueve trapiches movidos por Trapiche de tracción
quinaria, de abonos, de control de pla- fuerza animal y ninguno movido por animal en Santander,
a comienzos de siglo.
gas o enfermedades de plantas y ani- vapor, y concluía: «en medio de cua-
males. Hacia 1870, Aníbal Galindo, tro mil trapiches de mayal, como los
en su opúsculo sobre los ferrocarriles que existían en tiempos del Arzobispo
colombianos, informaba que en Cun- Virrey, ni una sola chimenea que
dinamarca, la región donde con más anuncie la presencia del vapor, sin el
fuerza se habían introducido algunas cual no se concibe la acción de la in-
innovaciones, apenas existían noventa dustria en el siglo en que vivimos». Es
y seis molinos y diecisiete trapiches cierto que, por esta misma época,
movidos por agua, cuatro mil trescien- Juan de Dios Carrasquilla y Nicolás
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
286

Trapiche mecánico, zas seleccionadas y la introducción de


hacia 1900: pastos artificiales, sólo hasta el segun-
expresión rudimentaria do decenio del siglo xx comenzarán
de una industria a utilizarse los avances logrados por
que no despegaba la zootecnia desde mediados del si-
(Sólo en 1894 se
importó el primer glo XIX.
trapiche con rueda Así pues, las innovaciones agrope-
hidráulica hecha de cuarias del siglo XIX estuvieron clara-
hierro, por el mente localizadas en unos pocos em-
ingenio La Manuelita).
presarios, especialmente algunos pio-
neros del cultivo del café y unos pocos
hacendados de la sabana de Bogotá
donde parece haberse logrado mayo-
res avances técnicos que en las demás
regiones del país.
Todavía hacia 1896, Manuel Durán,
en un folleto titulado «Nuestra Revo-
lución Agrícola», escribía que «la agri-
cultura, incluyendo la ganadería, está
todavía en su infancia, también en
Pereira importaron a la sabana de Bo- condiciones bastante primitivas, por
gotá unos cuantos arados de hierro, ejemplo, los cultivos intensos locales
pero sólo hasta 1896 se introdujeron [así como] las cosechas de cereales y
con relativa amplitud a la sabana, arados, vegetales se realizan de modo que
segadoras y trilladoras de tracción cuando la tierra queda exhausta de su
animal. fertilización natural, la tierra es aban-
Igualmente, sólo hasta 1894 se in- donada; es extremadamente raro en-
trodujo en el ingenio La Manuelita el contrar la utilización de fertilizantes
primer trapiche con rueda hidráulica aun en cosechas como el café, el cacao
hecha de hierro. Otra de las innova- y el algodón, y aunque hay ricos de-
ciones importantes fueron las cercas pósitos de nitrato que se pueden en-
de alambre, invención norteamericana contrar en el país, muy poco es usado
que empezó a utilizarse en Colombia y cuando lo es, es importado». Opi-
en el quinquenio 1875-1880 y que pa- niones idénticas pueden encontrarse
rece haberse extendido con rapidez profusamente en todos los observa-
por todas las regiones ganaderas del dores de la época, quienes persisten-
país; igual ocurrió con algunas varie- temente señalan el atraso técnico de la
dades de pastos artificiales. agricultura respecto de los logros al-
En las demás actividades agrope- canzados por la llamada «segunda re-
cuarias susceptibles de mejoras técni- volución agrícola» en Europa y Nor-
cas los resultados fueron aún más pre- teamérica desde 1840; no puede olvi-
carios. Ningún sistema de riego arti- darse que desde entonces el impulso
ficial se conoce en el siglo XIX (y sólo de las innovaciones se acelera por la
hacia 1860 se hace un intento de per- aplicación de la ciencia de la agricul-
foración de pozos artesianos), la intro- tura. «La agricultura científica», nom-
ducción de semillas mejoradas de ta- bre con el que empezó a designarse el
baco, trigo y caña se experimenta en rápido desarrollo de la agronomía y la
forma restringida hacia 1878 gracias a zootecnia, se caracteriza porque los
la actividad desplegada por el Depar- avances principalmente en la química,
tamento de Agricultura creado duran- la fisiología, la parasitología, la botá-
te la administración de Julián Trujillo; nica y la mecánica se traducen a partir
en cuanto a las técnicas ganaderas, sal- de 1840 en el despliegue acelerado de
vo el alambre de púas, la importación instrumentos y principios técnicos que
de algunos ejemplares vacunos de ra- mejoran sensiblemente las prácticas
Capítulo 14 287

agrícolas. La introducción de abonos y Portada de "Cultivo


del café", del
fertilizantes químicos, la aplicación de ex presidente Mariano
maquinaria en los trabajos de cultivos Ospina Rodríguez,
y recolección (sembradoras, arados de uno de los primeros
vertedera, amanojadoras, engavilla- estudios sobre el tema
doras, trilladoras, segadoras y la com- publicados en Colombia.
binada de los años ochenta), la selec-
ción cuidadosa de semillas, entre otras
innovaciones, transformaron el esce-
nario de las agriculturas europea y
norteamericana y llegaron rápidamen-
te a las plantaciones del Caribe.
En cuanto a la zootecnia, también
los resultados fueron alentadores. Los
descubrimientos de Louis Pasteur con-
dujeron a las vacunas para combatir
las enfermedades del gusano de seda,
la rabia, en fin, la amplia gama de en-
fermedades de origen microbiano. De
igual modo se desarrolla la selección
de razas bovinas, de leche y carne
especialmente en Estados Unidos y
Europa, elevando sustancialmente los
rendimientos de la actividad pecuaria.
Además de la ciencia puesta al ser-
vicio de las técnicas agropecuarias, se
generan amplios canales de difusión a
través de la enseñanza agrícola como
Carlos Michelsen,
obligación del Estado, de estaciones uno de los fundadores
experimentales creadas sobre todo en de la Sociedad de
Norteamérica a partir de 1857, de la Agricultores de
profusión de publicaciones, libros, re- Colombia (SAC) en 1871,
vistas y periódicos especializados, así cuyo órgano oficial
como a través de grupos especiales fue el periódico
"El Agricultor", para
(sociedades de agricultores, asociacio- difusión de logros
nes de ganaderos y cultivadores o gru- técnicos y de la
pos técnicos que iniciaron desde 1850 enseñanza de la
lo que hoy se conoce como la exten- agronomía. Dirigió
sión agrícola), de modo que, además después el Departamento
de Agricultura, creado
de una ampliación de los conocimien- en 1878 (En la foto,
tos disponibles, la segunda revolución con su hija María
agrícola fue también el surgimiento de Michelsen y sus nietos
un modelo de difusión capaz de trans- María Mercedes
formar los hábitos y la rutina de los y Alfonso López M.).
agricultores.
De esta revolución agrícola nada
había llegado a Colombia. Es cierto
que durante el decenio de 1870 algu-
nos pioneros, entre ellos Juan de Dios
Carrasquilla, Salvador Camacho Rol-
dán y Carlos Michelsen, entre otros, a
través de un periódico (El Agricultor)
publicado por la Sociedad de Agricul-
tores de Colombia (fundada por ellos
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
288

NECESIDAD DE UN MINISTERIO DE AGRICULTURA


EN COLOMBIA
Rafael Uribe Uribe Río de Janeiro, enero 1907

S omos un país agrícola y minero,


en que la fuente principal de la
riqueza pública y privada es la tierra,
rable abandono y en un casi absoluto
desamparo oficial. No se dice esto
para denigrar los méritos del actual
de cuyo seno sacamos el alimento y gobierno, que harto ha hecho por le-
los productos que exportamos para vantarla, sino para deplorar la fata-
pagar las mercancías que consumi- lidad del espíritu de revuelta e indis-
mos, y sostener relaciones comercia- ciplina de los gobiernos y del pueblo,
les con los demás países. El oro y la que por tanto tiempo convulsionó la
plata, el café, el tabaco, el caucho, la república, impidiendo que la aten-
tagua, el dividivi, las pieles, el ga- ción se dirigiese al estudio del pro-
nado en pie, las orquídeas, los bál- blema económico, de cuya acertada
samos y resinas, maderas, y un poco solución dependen el bienestar de las
de algodón, asfalto, y algunos artícu- clases productoras, la estabilidad del
los más, representan la casi totalidad régimen político y el porvenir de la
de aquello de que disponemos para nación. Sólo reconociendo el aban-
los cambios internacionales. El 80 dono en que está la agricultura, pue-
por 100 de la población colombiana de apelarse a los agricultores y al go-
se dedica a la agricultura, ganadería bierno y puede invocarse el patrio-
e industrias conexas, y los tributos tismo de todos para remediar el mal.
que directa o indirectamente paga, El Ministerio de Agricultura sería
constituyen la base de los presupues- la organización capaz de orientar a
tos, de tal manera que si de ellos se los productores y de animar e ilustrar
retirase lo que los agricultores y mi- su iniciativa para la explotación in-
neros pagan, quedarían reducidos a teligente del suelo, al mismo tiempo
flacas dimensiones. Supongo, pues, que para la conquista gradual de los
que no habrá nadie que discuta que mercados consumidores internos y
el porvenir de Colombia está ínti- externos.
mamente ligado a la explotación de Poseemos todos los climas y todas
la tierra [...] las variedades de terrenos, en abun-
Sin embargo, en el mecanismo ad- dancia y fertilidad asombrosas; ni te-
ministrativo no tienen la agricultura rremotos frecuentes, ni ciclones, ni
y las industrias extractivas un resorte otros fenómenos telúricos de ocu-
propio destinado a impulsarlas. Los rrencia periódica o frecuente, azotan
intereses agrícolas y mineros, que la agricultura. Tampoco está sujeta a
son los más altos intereses del país y, plagas destructoras: la de la langos-
por decirlo así, el corazón del árbol ta, que suele presentarse, desapare-
nacional, yacen mal estudiados, tra- cerá en el momento en que dedique-
tados sin espíritu de sistema, como mos esfuerzos inteligentes para des-
asunto de orden secundario, y dise- truirla. Ni las sequías, ni los invier-
minados en varias oficinas. La cues- nos excesivos asumen las formas aso-
tión agrícola, sobre todo, que es ladoras que en otros países, y de su
cuestión fundamental, vive en la ad- influjo ruinoso podremos librarnos
ministración como un accesorio, y con las obras de arte ensayadas en
semejante situación es toda en detri- otras partes con éxito decisivo. To-
mento de la riqueza nacional. das las plantas tropicales que exigen
Afirmémoslo resueltamente: la climas cálidos, y todas las de las zo-
agricultura se encuentra en un deplo- nas templadas que exigen tempera-
Capítulo 14 289

turas moderadas o frías; las diversas la naturaleza perjudicado a nuestro


razas de animales, vacuna, caballar, país con los desiertos que en otros
lanar, porcina, ovina, caprina y existen, ya el hombre ha conseguido
otras; todo cuanto constituye campo formar algunos artificialmente.
de explotación para la actividad del La fisiología animal aplica las le-
hombre, y todo cuanto la naturaleza yes biológicas de la herencia, de la
física ofrece de fecundo y útil, lo po- nutrición y el desenvolvimiento es-
see Colombia. Pero no obstante esas pecial de los órganos y de las funcio-
ventajas, es preciso reconocer que el nes, por el mayor ejercicio, y así lle-
colombiano se muestra pequeño de- ga a crear tipos nuevos y selectos.
lante de la naturaleza del país, y que Los ingleses, en especial, han llega-
todo lo que ésta tiene de grandioso, do a este respecto a modelar la ma-
contrasta con la mezquindad de las teria viva como una arcilla: fabrican,
obras humanas. La causa está en que en cierto modo, la raza que se les en-
todavía no nos hemos resuelto a uti- carga, aplicando para eso el arte de
lizar los instrumentos que la ciencia acumular durante unas pocas gene-
ofrece ni a recurrir al espíritu asocia- raciones, la fuerza de un alimento es-
tivo con su fuerza irresistible. Los cogido, en un sistema orgánico de-
agricultores de tierras cultivadas por terminado, como el óseo, el adiposo,
siglos en Europa, y a mayor abun- el muscular, el nervioso, el glandular
damiento los de tierras nuevas y fe- o el peludo. Así es como en el ga-
races en la Argentina, México y al- nado vacuno forman el destinado a
gunos países de África, aplicando los la producción de carne, o de grasa o
modernos procedimientos agronó- de leche; en el lanar consiguen au-
micos, han conseguido, y por mucho mentar la longitud y delicadeza de la
tiempo lo seguirán consiguiendo, lana; en el caballar, dar resistencia
vencernos en la concurrencia, sólo para el trabajo o rapidez para la ca-
porque nuestra agricultura perma- rrera; y así de lo demás. Todo esto
nece rutinera, primitiva y extraña a es lo que necesitan aprender los agri-
la aplicación de los principios cien- cultores colombianos, no sólo teóri-
tíficos. [...] ca sino prácticamente, con el con-
La química agrícola analiza y cla- curso simultáneo del Estado y de la
sifica los terrenos conforme a sus iniciativa particular, fortificada por
propiedades intrínsecas, determina el espíritu de asociación.
para qué clase de cultivos son aptos, Pero el concurso del Estado no
les restituye los elementos que han puede prestarse con método, conti-
perdido o de que carecen, para que nuidad y eficacia sino por el órgano
en ellos puedan prosperar determi- de un Ministerio de Agricultura.
nadas plantas, y hace posible explo- Nunca lo hubo en Colombia según el
tar tierras que los ignorantes, domi- concepto moderno. No hemos teni-
nados por preocupaciones añejas, do una oficina científica y práctica
abandonan como agotadas, cerca de que estudie las cuestiones de meteo-
los mercados, para ir en busca de rología, veterinaria, agrostología, es-
montes vírgenes lejanos, que derri- tadística, distribución y consumo de
ban bárbaramente, dando lugar a los productos, adquisición y reparti-
una desfavorable modificación de los ción de semillas, régimen de los
climas. De este modo y con la cons- transportes, de los mercados y de los
tante aplicación del fuego a los pas- impuestos, enseñanza agronómica,
tales y a las sementeras, el colombia- legislación y crédito agrícola, conser-
no ha hecho todo cuanto le ha sido vación y repoblación de los bosques,
posible por esterilizar un suelo que y tantos otros asuntos propios de la
recibió privilegiado, y no habiendo técnica. Nos ha faltado un ministerio
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
290

encargado de hacer la propaganda enderezar el país. Sería del todo inútil,


de las nociones científicas, de los ex- y más que inútil, pernicioso, bautizar
perimentos hechos en otros países y con el nombre de Ministerio de Agri-
de las condiciones de la producción cultura, una repartición burocrática
y el consumo, por medio de manua- que viniese a aumentar los gastos pú-
les, boletines, folletos, cuadros, ma- blicos sin provecho para nadie. En
pas e impresos de todo género; un otros países existen modelos estable-
ministerio, en fin, con la incumben- cidos y de eficacia probada. Si no es
cia de resolver consultas, de hacer para inspirarnos en su estructura, y sí
conferencias y de mantenerse en para desvirtuar el carácter esencial-
contacto constante con los agricul- mente práctico de la institución, mejor
tores. sería no hacer nada, para no causar el
Esta obra, de que no hay una mal de desacreditarla, evitando una
coma que quitar, porque todo en ella farsa dispendiosa.
es esencial, y sus piezas, recíproca- Un Ministerio de Agricultura a la
mente necesarias, se conectan en un moderna, de los que en otras partes
engranaje armónico, es nada menos han producido tan admirables resul-
que la reconstrucción económica del tados, es un aparato técnico, cuyas
país en los moldes amplios en que los piezas son otros tantos talleres de
demás están vaciando su existencia, trabajo científico. Los empleados se
y es la obra del ministerio por cuya escogen por su competencia en su
creación abogo [...] respectivo ramo, no por nepotismo
A la pregunta de si conviene ins- ni por recomendaciones de padrinos,
tituir de una vez el ministerio o so- o sólo por la buena letra. Siendo el
lamente iniciar los servicios que le objeto fundamental del ministerio
competen en una sección de otro, estudiar directamente el país, desde
para transformarla en ministerio au- todos los puntos de vista prácticos,
tonómo cuando se hubiesen vencido relacionados con la agricultura, y di-
las primeras dificultades, dado el pri- fundir entre las clases productoras
mer impulso y adquirido el primer los conocimientos adquiridos, para
caudal de experiencia, podría con- su enseñanza y protección, queda di-
testarse que la cuestión es secunda- cho que todo eso es obra nueva que
ria. El punto capital es la creación no puede ser hecha por el personal
del servicio público de agronomía, de plumarios de las actuales oficinas,
sea cual fuere el arbitrio que se pre- ni por las normas administrativas
fiera; pero, pensando en que toda a que estamos habituados. Es preciso
función necesita su órgano propio, y que la burocracia —que ignora
que una vez formada, el órgano la lo que son intereses públicos, que no
perfecciona, he llegado a no ser par- conoce el valor del tiempo ni los de-
tidario de la medida transitoria de rechos de los contribuyentes, y que
iniciar el trabajo con una repartición sólo sabe de retardos y prórrogas—
que sólo sea el germen del ministerio no consiga inmiscuirse en la obra
futuro. porque la esterilizaría. Ella es esen-
En lo que debe ponerse más cui- cialmente de la competencia de los
dado es en diferenciar el nuevo mi- técnicos y de los hombres de acción;
nisterio con respecto a los actuales. y como exige consagración absoluta
No se trata de acomodar otro grupo y trabajo activo, deben permanecer
de protegidos, entregados al expe- extraños a ella los pendolistas seden-
dienteo, a semejanza de los que tarios que de esas cosas no tienen ni
siempre hemos tenido, oficinistas ya nociones.
ensayados en 80 años de vida nacio-
nal como radicalmente incapaces de RAFAEL URIBE URIBE. Obras selectas.
Capítulo 14 291

en 1871) y luego a través del Depar- por técnica más allá del ámbito pura-
tamento de Agricultura del cual fue- mente experimental.
ron directores Michelsen y Carrasqui- Durante los primeros veinticinco
lla, trataron de difundir aquellos lo- años del siglo xx esta situación en rea-
gros técnicos, de promover la en- lidad cambió menos de lo que cabría
señanza agronómica y de establecer esperar dado el nuevo contexto del de-
estaciones experimentales, pero sus es- sarrollo del país. El abaratamiento en
fuerzos resultaron a la postre infruc- los costos de transporte externo e in-
tuosos. Las continuas inestabilidades terno, así como el propio desarrollo
políticas, la crónica penuria financiera cafetero, facilitaban mucho más la im-
del Estado, conjuntamente con la en- portación de maquinaria y utillaje
tonces llamada «fiebre de los trans- agrícolas. De otra parte, el aún inci-
portes» que llevó al gobierno a orien- piente desarrollo industrial hacía ac-
tar todos sus planes de fomento a esta cesible, en todo caso, la fabricación de
actividad, constituirían ciertamente un alguna maquinaria que, aunque mo-
contexto poco propicio para el modelo desta, se reflejaba en mayor disponi-
de difusión que quisieron engendrar. bilidad para los agricultores.
Por otra parte, un país con baja den- En el conjunto de las actividades
sidad poblacional como la Colombia agrícolas, la tecnificación avanzó pau-
del siglo XIX, con tierras en abundan- latinamente mediante el fomento del
cia no ocupadas, con una mano de uso de herramientas y máquinas, pa-
obra agrícola en su totalidad analfa- las, azadones, rastrillos, azadones en
beta, en condiciones de servidumbre, hierro, trilladoras y segadoras.
que difícilmente hubiera podido asi- Ya para el segundo decenio del si-
milar la técnica, y por sobre todo es- glo xx comenzaron a producirse en el
casa de capital (obsérvese que la im- país, en buena parte al amparo de la
portación de un ejemplar de raza va- fabricación de maquinaria para el be-
cuna seleccionada llegó a costar en neficio del café, gran parte de los
1878 un precio equivalente al valor de utensilios de uso agrícola. En Mede-
cien hectáreas de tierra en Cundina- llín, por ejemplo, hacia 1915, se fa-
marca) no podía generar una demanda bricaban, además de trilladoras, des-

Cabañas en Antioquia,
hacia 1910. Sería en
este departamento
donde se fabricarían
las primeras
maquinarias agrícolas:
trilladoras,
despulpadoras,
trapiches, ruedas
Pelton, y otras.
292 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

pulpadoras, clasificadoras, tostadoras rias regiones del país se constata la


y moledoras de café, trapiches para existencia de haciendas con amplia
caña desde el pequeño de mano hasta utilización de maquinaria pesada que
el grande de fuerza hidráulica; se fa- con gran detalle cataloga El libro azul
bricaban también ruedas Pelton, pi- de Colombia publicado en 1919 a efec-
sones para molino y otras clases de tos de una presentación del país ante
maquinaria sencilla. En Caldas se ha- inversionistas extranjeros. Con todo,
bían diseñado algunas máquinas ele- el empleo de maquinaria técnicamente
mentales para el tratamiento de la avanzada se concentraría particular-
yuca y el maíz, trilladoras de trigo y mente en los ingenios azucareros de la
desfibradoras de algodón; en fin, Costa atlántica, del Valle del Cauca y
aquella maquinaria elemental o de uti- de Cundinamarca, regiones en las que
llaje simple pudo difundirse a costos la producción de caña de azúcar co-
accesibles a la mayoría de los agricul- mienza a realizarse en gran escala. En
tores. En cuanto a la maquinaria pe- el ingenio de Sincerín, en el Depar-
sada, no parecen ser ya excepcionales tamento de Bolívar, que hacia 1910
los agricultores que la utilizan. Los poseía activos por cerca de un millón
arados de vapor se utilizan con alguna de dólares, las operaciones contaban
frecuencia en la sabana de Bogotá y el con agrónomos, mecánicos, expertos
Escuela de Agricultura valle del Cauca.
de Bogotá, 1916, en siembras y demás empleados prác-
fotografía publicada Son varias las casas importadoras ticos en esta clase de empresa. Igual-
en el "Libro Azul que hacia 1920 ofrecían motores hi- mente contaba con sesenta y cinco ki-
de Colombia". dráulicos de vapor y eléctricos y en va- lómetros de vías férreas internas, lo-
Capítulo 14 293

comotoras, sistemas modernos de irri-


gación, etc. El ingenio La Manuelita
en el Valle del Cauca contaba igual-
mente con vías férreas, operaciones en
gran parte mecanizadas, unidades de
clarificación, evaporización y cocción
al vacío, centrifugadoras y granula-
doras de azúcar y en 1927 se cambió
el ingenio técnico por el eléctrico me-
diante el acondicionamiento de todos
los aparatos movidos hasta entonces a
vapor y se instalaron bandas de trans-
misión para que pudieran ser impul-
sados por fuerza eléctrica, además de
que fue en este ingenio donde por pri-
mera vez se experimentó con sistemas
de siembra, aclimatación de varieda-
des y sistemas de riego.
Por otra parte, el catálogo de la Ex-
posición Agropecuaria realizada en
Bogotá en 1923, mostraba con alguna
amplitud la disponibilidad de semillas
seleccionadas de cereales, tubérculos,
azúcares y de plantas forrajeras. Mos-
traba igualmente una serie de pre-
paraciones nacionales como ácidos,
álcalis, sales, antisépticos, vacunas y
preparaciones microscópicas de diver-
sos usos, así como abonos de fabrica-
ción nacional, abonos terrosos, sales y
salitre nitrogenados y algunos abonos
artificiales.
En cuanto al mejoramiento de razas
y cuidados del ganado, se continuó
esta vez con mucha mayor extensión la tringido a los ingenios del Valle del Maquinaria agrícola
importación de razas puras especial- Cauca y entre los hacendados de la sa- "moderna", ofrecida
mente de ganado vacuno; Durham, bana de Bogotá. En el resto de las re- en un aviso de
"La Ilustración"
Devon y Airshire y posteriormente el giones y en la mayoría de los cultivos por los almacenes
ganado Normando, Hereford y Hol- principales, la agricultura seguía sien- de Zalamea Hermanos,
stein particularmente en Cundinamar- do rutinaria, con predominio de mé- plaza de Bolívar,
ca, Boyacá y en menor amplitud en todos tradicionales de cultivo. Incluso Bogotá, 1908.
Antioquia, la Costa atlántica y el To- en Cundinamarca, hacia 1920, todavía
lima; por otra parte, desde 1915 ha- el trigo se cultivaba con arado de chu-
bían comenzado a producirse en el zo, en las siembras se mezclaba la se-
país vacunas anticarbonosas encami- milla de trigo con distintas clases de
nadas a combatir el carbunclo, quizás semillas de otros cereales y con semi-
la enfermedad más generalizada en- llas de malas yerbas y era frecuente
tonces en el país, y se comercializaban que la trilla se hiciera haciendo piso-
diversos antisépticos y curativos para tear los manojos por bestias, tal como
los ganados, así como toda suerte de se practicaba en el siglo XIX.
artículos veterinarios. En los cultivos de algodón, por lo
A pesar del notable incremento en general, tampoco se frecuentaba el
la disponibilidad de elementos técni- uso del arado, ni se alineaban debi-
cos, su uso parece haber estado res- damente los árboles. En Boyacá y
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
294

Limpieza y regadío
de las sementeras
en la Escuela de
Agricultura de
Medellín, 1918.

Santander se sembraba al voleo, lo bajos. De acuerdo con estimaciones


que no permitía el cuidado del cultivo, de Fabio Lozano Torrijos, hacia 1924
al punto que la mala calidad del al- el peso obtenido por el ganado vacuno
godón impidió que se exportara, pero no alcanzaba siquiera el 50 % del ob-
además creó problemas a la industria tenido en Argentina, la mortalidad lle-
textil por la irregularidad en el largo gaba al 20 % del total de la población
de las fibras. Descripciones similares ganadera como resultado de las enfer-
sobre la prevalencia de los métodos medades más o menos corrientes y no
rudimentarios se hacían sobre los de- controladas como la fiebre texana, y el
más cultivos; incluso en el café, salvo carbón sintomático o fiebre carbono-
las innovaciones introducidas en los sa, llegándose incluso a que las ventas
procesos de beneficio, no parece ha- a otros países debieran suspenderse
berse producido mejoras sustantivas en por el pésimo estado de salud del ga-
los métodos de siembra, ni en los sis- nado colombiano; tal era el descuido,
temas de desyerbe y limpieza de los ca- que en algunas haciendas de Cundi-
fetales, ni en la aplicación de abonos. namarca llegó a establecerse la prác-
En cuanto a la ganadería, en las zo- tica de arrojar al río las reses víctimas
nas costeras del Pacífico, Cauca, Valle de fiebre carbonosa, lo que por su-
y Antioquia, se iniciaron con algún puesto desataba la propagación de la
éxito cruces con Hereford y Cebú al enfermedad.
igual que en las altiplanicies de Cun- Hacia 1924, Alejandro López, refi-
dinamarca, Boyacá y Santander. Sin riéndose al notable atraso de la agri-
embargo, solamente en la sabana de cultura colombiana, trazaba un diag-
Bogotá y en Boyacá se establecieron nóstico certero de los factores que blo-
dehesas cubiertas de alfalfa, carretón, queaban el desarrollo técnico. Según
trébol y romasa de buenos rendimien- él, la causa esencial del atraso radi-
tos. En el resto del país y pese a la in- caba en «que el cultivo y la cultura in-
troducción continua de pastos artifi- tensiva no son comerciales. Nadie se
ciales, la alimentación del ganado era atreve a negar la eficacia del abono
muy pobre y se requería a menudo el por temor de desacreditarse... sería
pastaje rotatorio para evitar el agota- inútil probarle al agricultor colombia-
miento del terreno. Los rendimientos no la excelencia del abono y sus re-
parecen haber sido extremadamente sultados prácticos, creemos entender
Capítulo 14 295

que lo que él no da por probado es su cio del siglo XIX y los primeros dos de-
resultado comercial; a nuestro enten- cenios del xx un amplio proceso co-
der, el abono, sea químico o de esta- lonizador había logrado abrir la fron-
blo, no es sino un medio eficaz del cul- tera agrícola y al menos en algunas re-
tivo intensivo, es decir que utilizando giones, especialmente en el centro del
los abonos, más jornales y el mayor país, la densidad poblacional no era
cuidado efectivo consiguientes se pue- nada desdeñable. Sin embargo, ni la
de obtener mayor ganancia líquida. expansión de la frontera agrícola ni la
Nuestros campesinos no creen que de- ocupación del suelo vinieron acom-
dicando su esfuerzo íntegro a unas va- pañadas de sensibles transformaciones
cas de tipo extranjero estabilizadas técnicas. Gran parte de estos procesos
con una alimentación intensa y costosa de colonización o bien dieron origen a
relativamente, pueden sacar mayor la pequeña caficultura (un cultivo que
beneficio que con 20 o 40 del tipo crio- no requería de apreciables magnitudes
llo que tienen adaptado de modo que de capital o de desarrollos técnicos) en
basta soltarlas en un playón, que se re- las regiones de colonización antioque-
busquen como puedan y se dejen fe- ña como el antiguo Caldas o el norte
cundar por el primer macho que acier- del Tolima, o bien como en Santander
te a quedar en las vecindades». Así y oriente de Cundinamarca acabaron
Vista general de la
pues, era mucho más remunerativo en la formación de grandes haciendas Colonia de Fontiqueño
atenerse a la fuerza química natural de cafeteras sustentadas en una explota- o Escuela
la tierra y al empleo fácil de una mano ción semiservil de la mano de obra y, de Agricultura
de obra, por lo demás nada costosa, en general, en formas atrasadas de ex- Tropical y Veterinaria
que concentrarse en cultivos intensi- plotación de los cultivos (arrendamien- de Medellín, 1918
tos en especie, aparcerías, colona- (Las dos fotografías
vos y en la incorporación de técnicas. fueron tomadas por
Es cierto que durante el último ter- tos, etc.) que usualmente se oponían a Benjamín de la Calle).
Nueva Historia de Colombia. Vol, IV
296

las innovaciones, o dieron origen a ha- campo, más la expansión en los mer-
ciendas ganaderas de carácter exten- cados urbanos como consecuencia del
sivo, como ocurrió con la ocupación crecimiento económico de los años
del territorio de la Costa norte del veinte, confluyeron para crear un mer-
país. Por otra parte, por lo menos has- cado nacional mucho más vasto y uni-
ta los años veinte, los mercados se- ficado que en los años anteriores y,
guían siendo fragmentados y reduci- frente al cual, la oferta agrícola, al me-
dos a menudo a un ámbito puramente nos durante algunos años, parecía in-
local, lo que ciertamente no estimu- suficiente. Por otro lado, el fortaleci-
laba los aumentos de productividad y miento de los mecanismos de inter-
menos los cambios técnicos, ni en los vención del Estado en la economía y,
cultivos ni en la ganadería. Salvo, en particular, el inicio, desde media-
General Benjamín pues, las innovaciones que reseñamos dos de los años veinte, de mecanismos
Herrera, segundo atrás y que se concentraron particu- de crédito para la agricultura (el Ban-
ministro de Agricultura larmente en la mecanización del be- co Agrícola Hipotecario fue fundado
(1915-16), durante el neficio del café, en los ingenios azu- en 1924), conjuntamente con el esta-
mandato de José Vicente blecimiento de una política agraria
Concha. Este Ministerio careros del Valle del Cauca y en al-
fue creado en 1914, gunas haciendas agrícolas o ganaderas que desde 1927 concibió los estímulos
y su primer titular fue de la sabana, el cuadro general de la a la producción no basados en la pro-
Jorge Enrique Delgado. agricultura colombiana sigue caracte- tección aduanera (recuérdese que la-
Más tarde, en 1924, rizándose hasta mediados de los años ley de emergencia de 1927 permitió la
sería transformado libre importación de víveres), sino
en Ministerio de veinte, por el estancamiento técnico.
Agricultura e Industrias, Este cuadro comenzará a romperse, en el fomento del crédito, de la asis-
a cargo del general en algunas regiones, desde los años in- tencia técnica, el desarrollo de las
Diógenes A. Reyes. mediatamente anteriores a la crisis del vías, la reducción de fletes, el abara-
treinta por la influencia de un conjun- tamiento de insumos, la exención de
to de factores que aceleraron los cam- derechos de aduana para abonos, fer-
bios en algunos cultivos particulares. tilizantes, semillas y maquinaria, lo-
Casa principal de la De un lado, la excepcional expansión graron crear un contexto favorable
Granja Agrícola de para la modernización.
Armero, creada en 1933.
de las vías de comunicación, particu-
En esa población larmente los ferrocarriles, desde 1922.
tolimense ya había Por otra parte, la abrupta modifica- Por otra parte, y quizá como un as-
existido una granja ción de las relaciones de servidumbre pecto capital en las transformaciones
experimental, en las haciendas y la ampliación con- técnicas que comenzaron en aquellos
la de San Lorenzo,
siguiente del trabajo asalariado en el años, está el comienzo de una política
fundada en 1919. tecnológica encaminada a la investi-
gación, el fomento de la producción a
través de la importación y distribución
de semillas, del suministro de insumos
y maquinaria a través del Ministerio
de Agricultura (creado en 1914) y lue-
go a través del Ministerio de Agricul-
tura e Industrias creado en 1924, y
fundamentalmente a través de un sig-
nificativo impulso a la educación agrí-
cola y a la formación de técnicos para
el sector agropecuario. De hecho, des-
de la ley 75 de 1915 se había estimu-
lado, con poco éxito, la creación de
centros de experimentación regionales
como el de San Lorenzo de Armero en
el Tolima (1919), el de agricultura y
ganadería tropical anexo a la granja
experimental de Palmira y el de Rio-
negro en Antioquia (1916) lo mismo
Capitulo 14 297

Embarque de ganado
en Girardot,
hacia 1915.

que la Escuela Superior de Agricul- El resultado de estos esfuerzos se


tura en Bogotá fundada en 1915 y que concretó en la fundación de estaciones
funcionó como tal hasta 1925. experimentales de clima frío, medio y
En 1926 se expidió una ley de fo- cálido y múltiples granjas agrícolas
mento agrícola (ley 74) mediante la y experimentales en varias regiones
cual se establecieron las bases de un del país. Así, se fundaron entre otras
programa sobre educación agrícola, la granja Tulio Ospina en Antioquia
demostración e investigación y al mis- en 1927, Palmira en 1928, la Frontera
mo tiempo comenzó a incrementarse en Caldas en 1929, la de Armero en el
sistemáticamente el presupuesto pú- Tolima en 1933, la de Atlántico en
blico para agricultura, que pasó de re- 1936 y la de Santander en 1946, ade-
presentar el 0,4 % del total de los gas- más de veintiocho granjas agrícolas o
tos públicos en 1926 al 5,8 % en 1932. ganaderas creadas entre 1928 y 1943

Funcionarios del
Ministerio de
Agricultura y Comercio
inspeccionan la
Escuela de Agricultura
de Chapinero,
en Bogotá,
en marzo de 1915
(Fotografía
de "El Gráfico").
298 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

en prácticamente todas las regiones De especial importancia para el cul-


del país. La Federación de Cafeteros, tivo de la caña fueron las recomen-
por otra parte, suscribió en 1928 un daciones de la Misión Chardon, que
contrato con el gobierno nacional me- visitó la región del Valle del Cauca a
diante el cual se comprometía a im- finales de la década del veinte, en el
plantar y a difundir los mejores siste- momento preciso en que empezaba
mas para el beneficio y el cultivo del actividades la granja de Palmira.
café. Como resultado se creó un ser- En esta granja experimental, se lo-
vicio experimental y se fundaron cua- gró seleccionar variedades de algodón
tro granjas experimentales en 1930 y superiores a las usadas tradicional-
1931 y luego ocho campos de demos- mente y se obtuvo la forma de contro-
tración y reaplicación. lar el gusano rosado, principal ene-
La importancia de estas estaciones y migo de los cultivos. Su mayor éxito,
granjas experimentales no es desde- sin embargo, estuvo en el desarrollo
ñable en la difusión de tecnología ini- de variedades de caña resistentes al
ciada desde entonces. Para 1942 exis- mosaico en 1936 y 1937, enfermedad
tían dieciocho centrales oficiales para que hasta entonces había obstaculiza-
el fomento agrícola, entre ellas tres es- do sensiblemente la expansión del cul-
taciones experimentales: la estación tivo en el Valle del Cauca.
experimental de Palmira, la Picota en La granja de Armero, por otra par-
Cundinamarca y la Sevilla en el Mag- te, desde 1935 encaminó sus trabajos
dalena, seis granjas agrícolas en Buga al algodón y ajonjolí, logrando éxitos
(Valle) y Andalucía (Valle), Villama- notables en los aspectos genéticos y fi-
ría (Caldas), Armero (Tolima), Tabio tosanitarios y estimulando sustancial-
(Cundinamarca) y Mompós (Nariño), mente el cultivo regional del algodón.
siete subestaciones experimentales y La granja de Medellín hizo contribu-
un vivero, lo que garantizaba una co- ciones de importancia en la aclimata-
bertura nacional relativamente amplia ción de nuevas variedades de tabaco;
en materia de asistencia técnica y por en Montería y Valledupar se adelan-
supuesto de desarrollo de la investi- taron exitosamente programas de se-
gación agrícola. lección y mejoramiento del ganado;

Facultad de Agronomía
de Medellín, fundada
en 1914 y luego
adscrita a la
Universidad Nacional.
Fue la primera
institución de nivel
superior que funcionó
en el país.
Capítulo 14 299

en la estación experimental La Fiesta nomos y veterinarios que se incremen- Granja-Escuela Central


de Cundinamarca se desarrollaron im- ta notablemente sobre todo en los del Café, fundada
portantes trabajos en maíz, trigo, ce- años cuarenta. Será preciso señalar por la Federación
Nacional de Cafeteros
bada, papas, pastos y ganadería. De que desde los años ochenta del siglo en La Esperanza,
igual modo, la estación experimental XIX se habían hecho intentos por fun- Cundinamarca, 1930,
cafetera de Chinchiná, como los de- dar en el país escuelas superiores de como parte de un
más campos experimentales y admi- agronomía y veterinaria con resulta- contrato con el
nistrativos dependientes de la Fede- dos infructuosos. Sólo hasta 1914 se gobierno para difundir
ración, desarrolló programas de inves- funda la primera facultad de Agrono- mejores sistemas de
beneficio y cultivo
tigación sobre variedades mejoradas mía en Medellín, que luego sería ads- del grano, lo mismo
de café, uso de fertilizantes, control de crita a la Universidad Nacional de que para investigación.
plagas y enfermedades, estudio y con- Agricultura y Veterinaria, que se su-
servación del suelo, sombríos, distan- primió en 1916 para fundar la Escuela
cias de plantación, sistemas de poda, Superior de Agricultura de Bogotá
cultivos complementarios al del café, anexada luego (1934) a la Universidad
beneficios del fruto, etc. Nacional como Facultad de Agrono-
Al papel desempeñado en la inno- mía.
vación y difusión de tecnología por las A éstas siguieron varias escuelas,
estaciones experimentales, cuyos im- entre ellas la Escuela Superior en Pal-
pactos más destacados se lograron en mira anexada como Facultad a la Uni-
caña de azúcar en el Valle, en algodón versidad Nacional en 1946. En 1947 se
en el Tolima, en café en Caldas, An- fundó una Facultad de Agronomía en
tioquia y Tolima, en papa y trigo en Nariño, en 1950 una en Caldas, en
Cundinamarca y en ganadería en An- 1955 la del Tolima, hasta completar
tioquia y la Costa atlántica, debe aña- nueve facultades a comienzos de los
dirse la formación de técnicos, agró- años sesenta.
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
300

Con todo, la formación de agróno- Con todo, ya para comienzos de los


mos es en Colombia, extremadamente años cincuenta existían en el país cerca
tardía en comparación con Estados de cuatrocientos agrónomos, lo que
Unidos y Europa, e incluso con la ma- sin duda refleja bien la demanda por
yoría de los países de América Latina, técnicas suscitada desde mediados de
como puede verse en los gráficos 1 y los años veinte. Por otra parte, ya para
2. Especialmente en México y Brasil, 1943, el Ministerio de Agricultura
Chile y Argentina, la formación de contaba con sesenta y un agrónomos a
agrónomos será significativa a comien- su servicio, de los cuales nueve exper-
zos de siglo. La formación de agró- tos en arroz, seis en algodón, siete en
nomos había comenzado en Europa y caña de azúcar, diez en trigo, siete en
Norteamérica hacia 1850. En América cacao, tres expertos en sanidad vege-
Latina la primera Escuela de Agro- tal, así como agrónomos especializa-
nomía es la de Chapingo en México y dos en frutales, fique, papa y tabaco,
luego se fundan hacia 1875 en Brasil y los cuales se distribuían, según el tipo
Chile. Hacia fines del siglo XIX existían de cultivo predominante, por todas las
cinco facultades, una en México (Es- regiones del país.
cuela de Chapingo) y las otras en Bra- Es por supuesto difícil evaluar cuan-
sil, Argentina y Chile. Colombia de- titativamente el impacto del conjunto
Instructores y bió esperar hasta 1912 para un primer de factores señalados atrás sobre las
alumnos de la intento infructuoso (la Facultad Na- técnicas agropecuarias. En todo caso,
Granja-Escuela cional de Agronomía en Medellín) y
del Café, en baste indicar que las importaciones de
ha Esperanza, luego hasta fines de los años veinte fertilizantes se incrementaron notable-
1930. para formar los primeros agrónomos. mente, lo mismo que las de maqui-
naria. Entre 1935 y 1950 las importa-
ciones de nitrógeno se quintuplicaron,
las dé fósforo se multiplicaron por diez
y las de potasio por cincuenta (expre-
sada naturalmente la importación de
fertilizantes en unidades de elemento
puro asimilable por las plantas). Igual
ocurrió con la importación de maqui-
naria (ver cuadro 1).
En términos de valor, el conjunto
de la maquinaria agrícola importada
(en pesos de 1953) se incrementó de
tres millones en 1938 a 16,8 millones
en 1950. Por otra parte, el valor de la
maquinaria agrícola producida en el
país ascendía para 1953 a 15,3 millo-
nes de pesos, lo que sin duda es un
buen indicativo del avance logrado en
la disponibilidad de equipo básico
para la agricultura colombiana.
El avance de la mecanización se
concentró por supuesto en algunas re-
giones, particularmente Valle, Huila,
Tolima, Magdalena y Cauca, que para
1953 disponían, en promedio, de un
tractor por cada 101 a 147 hectáreas,
siendo las menos mecanizadas obvia-
mente las regiones quebradas. Con
todo, a comienzos de los años cin-
cuenta, el avance de la mecanización
Capítulo 14 301

era significativo en la mayoría de las animal y mecánica, niveladoras, ras-


regiones planas del país. De los 3.821 trillos, sembradoras, fumigadoras,
tractores existentes en Colombia en desfibradoras, diversos tipos de mo-
1938, la mitad se hallaba en los de- tores, ruedas Pelton, segadoras, trilla-
partamentos del Valle, Tolima y Cun- doras y clasificadoras de semillas, en-
dinamarca. El Ministerio de Agricul- tre otros elementos, que podían ser
tura a su vez era propietario de 191 utilizados con alquileres módicos por
tractores que bajo la dirección de los los agricultores.
jefes de extensión agrícola departa- Así, el Cauca había mecanizado
mental y municipal eran alquilados a para 1953 el 61,4 % del área suscep-
los agricultores. Igualmente, el minis- tible de mecanización, Cundinamarca
terio contaba con arados para tracción el 38,8 %, Huila el 23,7 %, Tolima el
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
302
Capítulo 14 303

28,9 % y el Valle el 62,6 %. El pro- modernizador. En algodón, y bajo el


medio nacional se situaba en 7 %, lo empuje del crecimiento de la industria
que significaba un total de 715.000 textil, se instituyeron campañas de
hectáreas mecanizadas para ese año. asistencia técnica y se lograron igual-
Por otra parte, las mejoras logradas mente variedades satisfactorias, al
en algunos cultivos y regiones fueron tiempo que, especialmente en el To-
significativas. Los ingenios azucareros lima, se cambiaron los tradicionales
del Valle se modernizaron incorporan- métodos de siembra al voleo por mé-
do, desde 1927, la mayor parte de la todos modernos incorporando máqui-
maquinaria accionada por energía nas sembradoras e introduciendo, en
eléctrica, se impulsa el cultivo de la vez de la variedad de algodón silves-
variedad de caña POJ 2878 desarrolla- tre, la planta anual que permitía una
da en la estación agrícola de Palmira, mayor mecanización y un mejor con-
resistente al mosaico y de alto rendi- trol de las plagas. En arroz, se intro-
miento en azúcar, y se re diseñan los dujo, también en el Tolima, desde
métodos de siembra, se instalan cen- 1935, el arroz de riego, sustituyendo el
trifugadoras movidas por tractores, se tradicional arroz secano, introducien-
experimenta, en fin, un nuevo impulso do igualmente tractores y arados en su

Cuadro 1

Colombia: importación total de maquinaria, herramientas y tractores agrícolas


(Toneladas de 1.000 kilogramos)1

Maquinaria y repuestos Herramientas Tractores


menores

Núme-
Sem- Trilla- Abo- ro de
Años Ara- brado- doras nado- Otras Suma índice Pesos índice unida- Peso índice Peso índice
dos ras ras des total

1938-40 ... 255 35 17 10 929 1.246 48 829 63 1.710 23 3.785 33

1941-43 ... 181 29 10 — 455 675 26 307 23 678 9 1.660 15

1944-46 ... 317 30 40 1 915 1.303 50 835 63 563 2.435 •33 4.573 40

1947-49 ... 698 107 85 16 3.195 4.101 158 1.533 116 1.089 3.564 48 9.198 81

1950 824 320 97 25 5.113 6.379 246 1.255 95 1.590 4.050 54 11.684 102

1951 1.206 193 53 76 3.030 4.558 176 1.590 120 1.615 5.530 74 11.678 102

1952 471 180 82 38 2.351 3.122 121 1.488 112 979 4.474 60 9.084 80

1953 403 153 188 15 1.830 2.589 100 1.326 100 1.369 7.489 100 11.404 100

Fuente: CEPAL, según Anuarios de Comercio Exterior. Cuadro n.º 140.


Nota: (1) Las estadísticas de importación de maquinaria agrícola de Colombia están en tonelaje y valor. Solamente para
los tractores se expresa el número de unidades.
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
304

cultivo. En ganadería se implantaron había iniciado una campaña de distri-


nuevos pastos, especialmente el kiku- bución de semillas mejoradas que para
yo, propagado inicialmente desde me- 1933 llegaba a 11.364 paquetes y para
diados de los años treinta en Cundi- 1936 a cerca de 40.000 paquetes, lo
namarca y Boyacá, así como el pasto que debió tener algún efecto en la me-
Pangola, y se incrementaron notoria- jora de los rendimientos.
mente las existencias de ganado de Si se hiciera un corte a comienzos de
raza pura. Ya para 1954 se contabili- los años cincuenta con el fin de obser-
zaban 4.921 ejemplares de raza Hol- var el estado de la técnica, se tendría
stein pura, 2.000 de Normando, 900 sin duda la impresión de un atraso no-
de Red Poll y 400 de Airshire, al tiem- table. De hecho, el informe de la mi-
po que se inició, desde fines de los sión dirigida por Lauchlin Currie y
años treinta, lo que se ha denominado presentado al gobierno en 1950, ob-
«la revolución del cebú», raza que servaba que: «en general, la agricul-
contaba en 1954 con más de 15.000 tura colombiana se caracteriza por un
ejemplares de raza pura. En café, aun- empleo excesivo de trabajo en rela-
que las innovaciones no fueron excep- ción con la extensión del terreno, el
cionales, comenzaron a introducirse capital y la administración. Aun cuan-
fertilizantes y mejores sistemas de des- do hay enormes diferencias de pro-
yerbe y cuidado de las plantaciones ductividad, la labor manual realizada
(limpia con zapa-pica mediante la re- principalmente con machete y azadón,
moción de la capa superficial de la tie- prevalece en algunas fincas, mientras
rra y la conversión de la maleza en que en otras se usan métodos meca-
abono verde), lo que logró aumentar nizados de cultivo con modernos trac-
los rendimientos por hectárea, espe- tores y trilladoras y otros equipos. No
cialmente en el Tolima, donde se in- es raro encontrar, en un valle fértil,
crementaron en 31,9 % de 1932 a 1941 una hacienda de arroz irrigada que use
y luego en un 23,5 % adicional entre dos o tres trilladoras combinadas de
este año y 1943. Por otra parte, el Mi- último modelo y a pocos kilómetros
nisterio de Agricultura, desde 1929, un labriego que queme una parcela de
bosque en el monte, donde sembraría
entre los troncos semiquemados du-
Aviso publicitario rante uno o dos años, antes de em-
para tractores y prender la quema de otro terreno».
arados de la marca
McCormic Deering, Ciertamente hasta entonces la moder-
publicado por nización agrícola en aquellas regiones
la firma Leonidas que habían accedido a ella se había
Lara e Hijos concentrado especialmente en la me-
en la revista "Pan",
agosto 1937.
canización y en particular el uso de
tractores y en seguida cosechadoras,
mientras que las labores intermedias
seguían siendo poco mecanizadas, al
igual que en todas las labores relacio-
nadas con la ganadería. En promedio,
sólo el 40 % del área de cultivos anua-
les estaba mecanizada, el 47 % de los
suelos donde podrían usarse arados se
labraban a mano y sólo el 25 % del
área tractorable usaba este tipo de ma-
quinaria. Más acentuadamente, en las
labores intermedias como siembras,
control de malezas y abonos, la super-
ficie en la que se utilizaba maquinaria
apenas llegaba al 14 %, al tiempo que
Capítulo 14 305

Preparación de hojas
de tabaco, en el
departamento de
Santander:
supervivencia
del método
tradicional de secado.

en la recolección y conservación de fo- Es cierto, por otra parte, que la era


rrajes apenas se contaba con cuatro- de la modernización tecnológica de
cientas segadoras y setenta rastrillos gran parte de la agricultura colombia-
en el conjunto de toda la agricultura na, como un fenómeno más o menos
nacional. amplio en las regiones de agricultura
Por lo que hace al riego, apenas ha- comercial, empezará precisamente a
bía 220.000 hectáreas de los 29,8 mi- partir de la segunda posguerra, en
llones en cultivos o ganadería que es- buena parte al impulso de una deci-
taban irrigadas, la mayoría de ellas de- dida política de apoyo a la tecnifica-
dicadas al cultivo de arroz. ción, pero también como resultado del
En materia de abonos, el promedio contexto de rápido crecimiento de la
llegaba solamente a catorce kg de fer- economía colombiana en aquellos
tilizante por hectárea cultivada, fren- años, y en particular del desarrollo in-
te, por ejemplo, a Chile, que utilizaba dustrial que generó una importante
doscientos kg promedio por hectárea demanda por materias primas de ori-
cultivada. Este cuadro del nivel de la gen agrícola.
técnica, por supuesto, no era demasia- En 1944 se había propuesto al Con-
do alentador: «la falta de maquinaria greso un proyecto denominado «La
y herramientas modernas, el empleo política de las tres AES»: aguas, abo-
de semillas, abonos y pesticidas malos nos, agricultura técnica. En ese mismo
y las prácticas agrícolas deficientes son año el gobierno contrató una misión
factores de acentuada influencia en la norteamericana para colaborar en un
reducida producción agrícola», obser- plan de fomento, cuyas recomendacio-
vaba en su informe la misión dirigida nes acabaron en la adopción del plan
por Currie. Sin embargo, si se hubiera quinquenal de fomento agrícola (ley 5
mirado la situación veinticinco años de 1945) en el cual se establecieron las
atrás, hubiera podido advertirse que directrices de lo que sería la política de
los avances, aunque localizados en al- modernización en los años siguientes.
gunas regiones y cultivos, habían sido En primer lugar se ampliaba sustanti-
en todo caso significativos. vamente la investigación agrícola, las
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
306

fundaciones, especialmente la Rocke-


feller, en apoyo a la investigación agrí-
cola. Ya a comienzos del decenio del
cincuenta los resultados de este am-
bicioso plan comenzaron a fructificar.
Las investigaciones en genética y fi-
topatología dieron como resultado la
producción de innumerables varieda-
des de semillas de diversos productos
que lograron elevar sustancialmente
los rendimientos, especialmente en
trigo, maíz, papa, fríjol, cebada y, por
supuesto, en caña y algodón, y se in-
trodujeron y aclimataron variedades
de arroz y leguminosas. Por otra par-
te, se comenzaron a producir abonos
y fertilizantes en el país, como subpro-
ducto de la refinación del petróleo y
de la acería de Paz del Río. En efecto,
desde que Ecopetrol recibió las insta-
laciones de refinería en Barrancaber-
meja, señaló la posibilidad de produ-
cir amoníaco y urea usando el gas re-
sidual de la refinería. En 1957 comen-
zó la producción de urea y nitrato de
amonio y luego en 1960 se fundó la
primera fábrica de fertilizantes nitro-
genados usando gas natural. Por otro
lado, la ley 81 de 1960 otorgó exencio-
nes a las industrias de fertilizantes, lo
que, conjuntamente con la reforma
arancelaria de 1950 y 1959 de protec-
ción a la industria, logró la producción
amplia de fertilizantes en el país. Ade-
más se iniciaron los proyectos de irri-
Secadero mecánico granjas experimentales y la educación gación en Saldaña (Tolima, 1948) y
para tratamiento agrícola; en segundo lugar se iniciaban
de las hojas de Ponedera-Candelaria en Atlántico, en
tabaco, Santander.
los estudios sobre condiciones agro- fin, un conjunto de impulsos que me-
lógicas de suelos; en tercer lugar se ini- joraron las condiciones de la técnica.
ciaban campañas de fomento en trigo,
arroz, caña, algodón, cacao, ajonjolí A esta política explícita de moder-
y frutales al tiempo que se especiali- nización, siguió el empleo de armas
zaban las granjas experimentales en fiscales para obligar a los propietarios
cultivos específicos según las carac- a utilizar más eficientemente la tierra,
terísticas de las regiones donde estu- al tiempo que se incrementó notable-
viesen ubicadas; y en cuarto lugar mente la financiación para la agricul-
se iniciaban ambiciosos proyectos de tura; a ello se sumó la mejoría de pre-
riego. cios internacionales del café, que per-
Además, desde 1942, se habían co- mitió la importación masiva de ma-
menzado a especializar los primeros quinaria agrícola.
técnicos en el extranjero, quienes in- Todo ello se expresó en un vertigi-
fluyeron decisivamente en la moder- noso ritmo de modernización agrícola
nización de la investigación, a lo que en las tierras planas del centro del
vino a sumarse, a fines de los años país, que en poco menos de un dece-
cuarenta, la presencia permanente de nio vieron desplazada la ganadería
Capítulo 14 307

abriendo paso a la agricultura comer- Aviso publicitario


cial. Aunque después de 1950 el área de abonos producidos
en Medellín,
bajo cultivo creció notablemente, no publicado en la
es menos importante el que los ren- revista "Semana",
dimientos por hectárea en algodón, 1953.
azúcar, arroz y tabaco, especialmente,
se incrementaran en forma especta-
cular durante los años cincuenta, lo
que indica el impacto de la moderni-
zación en algunos cultivos, pero tam-
bién la acentuación de lo que carac-
teriza la agricultura colombiana de los
últimos treinta años: la creciente bre-
cha técnica entre la agricultura empre-
sarial, que produce ante todo materias
primas para la industria, y la agricul-
tura campesina, centrada fundamen-
talmente en la producción de alimen-
tos básicos.
Por lo que hace a los cambios en el
nivel de la técnica de la agricultura co-
mercial, puede advertirse que el con-
sumo de fertilizantes se quintuplicó
durante la década del cincuenta, es-
pecialmente el nitrógeno, cuyo con-
sumo pasó de cerca de 4.000 toneladas
en 1953 a 42.400 en 1964; el fósforo de
6.000 toneladas a 55.000 y el potasio
de 4.000 a 24.000 toneladas. El uso de
semillas mejoradas se expandió en for-
ma igualmente notable. En 1953, el
porcentaje de tierra cultivada planta-
da con semilla mejorada era en trigo
de 0,7 % y en 1963 de 15,5 %; estos
mismos indicadores entre 1953 y 1963
evolucionaron, en maíz de 0,5 % a
10 %, en fríjol de 0,04 % a 1,9 %; en
arroz, en 1964 los cultivos con semilla
mejorada ascendían a 38,5 % del to-
tal, en cebada a 189 %, en soja, sor-
go y tabaco a 100 % y en algodón a
98,7 %. De hecho, en arroz, cebada, lización en actividades agrícolas de Tecnificación
soja, sorgo y nuevas variedades de al- 23.279 motores de combustión interna en el Centro de
godón, las semillas mejoradas comien- Investigaciones
en 19.937 explotaciones; 4.792 explo- Agrícolas
zan a utilizarse masivamente desde taciones utilizaban 6.488 motores fijos de Tibaitatá,
1960, sobre la base de la producción internos, 8.129 informaron hacer uso Cundinamarca,
nacional de ellas. de un total de 15.361 tractores, 2.874 fundado en 1951.
Los avances en la mecanización explotaciones utilizaban 3.462 trilla-
agrícola fueron igualmente notables. doras de motor y se anotaba la exis-
Si para 1938 operaban en el país 3.821 tencia de 8.228 trapiches de fuerza
tractores, para 1953 la cifra ascendía a mecánica en 7.833 explotaciones y
8.881 y para 1956 había aumentado a 1.916 cosechadoras y combinadoras en
16.493. De igual modo, el censo agro- 1.954 explotaciones que decían utili-
pecuario de 1960 informaba de la uti- zarlas.
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
308

Para este mismo año, por otra parte,


se contabilizaban 226.336 hectáreas
bajo riego artificial, de las cuales
46.592 en el Valle del Cauca, 41.462
en Cundinamarca, 31.520 en el Mag-
dalena, 25.706 en Boyacá, 22.731 en
Tolima y 15.096 en el Huila.
Así, en el curso de poco más de diez
años, una parte de la agricultura co-
lombiana incorporó la técnica moder-
na especialmente en las áreas planas.
Es cierto que este proceso abarcó ape-
nas un número relativamente pequeño
de explotaciones, pero no fue irrele-
vante en cuanto al área total incor-
porada a la agricultura moderna.
Para 1967, del total del área culti-
vada, se usaban fertilizantes en el
100 % de los cultivos de papa, el 62 %
de maíz, el 33 % de banano, el 28 %
de algodón y arroz, el 18 % de azúcar
y, en general, casi todos los cultivos
poseían más del 10 % del área con uti-
lización de fertílizantes; igualmente,
había ascendido el uso de semillas me-
joradas en prácticamente todos los
cultivos, así como se había incorpo-
Moderno cultivo de Por supuesto, si se observa el con- rado nueva maquinaria a las activida-
ajonjolí en el junto de la agricultura colombiana al- des agrícolas. Para 1969, se estimaba
Tolima. rededor de 1960, el número de explo- que el total de tractores utilizados lle-
taciones que utilizaban fuerza mecá- gaba a 24.800 (de los cuales 17.500, es
nica era aún reducido, ya que sólo el decir, cerca del 72 % del total, tenían
2,5 % del total de fincas la usaban. un uso de menos de diez años), lo que
Pero ello, más que indicar el atraso, significaba que la agricultura disponía
muestra más bien el agudo proceso de de cerca de dos tercios del total de
diferenciación que la modernización tractores requeridos para una meca-
estaba provocando. De hecho, la me- nización adecuada de la producción.
canización seguía concentrándose, De igual modo, se estimaba que hacia
como es obvio, en las tierras planas de comienzos de 1970 estaban operando
agricultura comercial: del total de en el país 13.400 rastrillos, 8.000 sem-
tractores disponibles, 3.080 (el 20 % bradoras y 1.450 combinadas, alrede-
del total) se encontraban en el Valle dor de 500 equipos de riego y un con-
del Cauca, 2.203 en el Tolima, 1.599 siderable parque automotor para el
en Cundinamarca y 1.034 en el depar- transporte de productos agrícolas.
tamento del Magdalena, es decir, que Si se mira en perspectiva lo que ocu-
cerca del 60 % del total de tractores rrió con la tecnología agropecuaria
se encontraban en estas cuatro regio-
nes a las que seguían Bolívar, Córdo- desde 1950 hasta mediados del dece-
ba, Cauca, Huila y Meta. nio del setenta, poca duda cabe sobre
que los avances logrados fueron en
La utilización de abonos avanzó en buena parte el resultado de una polí-
forma igualmente notable y para 1960 tica abiertamente encaminada a ace-
se contabilizaban cerca de 150.000 ex- lerar el proceso de modernización, y
plotaciones que utilizaban fertilizantes que se expresó en un conjunto de me-
combinados con abonos orgánicos. didas que iban desde el estímulo a la
Capítulo 14 309

investigación hasta la financiación de riego en 1963 en cerca de 208.000 hec-


las innovaciones introducidas. En táreas, sin contar el apoyo a los pro-
1951 se creó el Centro de Investigacio- yectos privados de riego.
nes Agrícolas de Tibaitatá (Cundina- El presupuesto del ICA, por otra
marca) y al mismo tiempo la División parte, se quintuplicó entre 1965 y 1970
de Investigaciones (DIA) que hacia al pasar (en pesos constantes de 1958)
1959-1960 había logrado ya importan- de 17 millones en 1965 a 112 en 1972,
tes avances en investigación agrícola. lo cual es harto indicativo del impulso
En 1962 la DIA se transformó en el tecnológico dado a la agricultura.
Instituto Colombiano Agropecuario Por lo que hace al impacto de la po-
(ICA) cuyas realizaciones pueden co- lítica económica sobre el desarrollo
legirse por el hecho de que para 1967, tecnológico, sin duda la del comercio
como fruto directo del trabajo de in- exterior favoreció sobre todo la me-
vestigación agrícola, había 610.000 canización, ya que se contó con finan-
hectáreas sembradas con semillas me- ciación externa para la importación de
joradas, aproximadamente la sexta maquinaria desde 1949. Igualmente,
parte de las tierras cultivadas en el el régimen de aranceles, hasta fines de
país. Desde 1957, por otra parte, se 1975, era favorable para la maquina-
habían comenzado trabajos tendentes ria: cerca del 2 % en el nivel del aran-
a mejorar las variedades de arroz y po- cel, que era realmente bajo en com-
cos años más tarde de soja, algodón, paración con el que regía para otros
trigo y maíz con resultados satisfacto- bienes de capital tanto del sector agrí-
rios en términos de su impacto sobre cola como de los otros sectores e in-
la mejora de los cultivos. Por otra par- cluso con relación a los de otros in-
te, desde comienzos de los años sesen- sumos de la agricultura. Por otra par-
ta se incrementó notablemente el gas- te, la sobrevaloración cambiaría que
to en adecuación de tierras que llegó ha prevalecido en el país por un largo
a representar en el período 1962-1967 período acabó favoreciendo la impor-
el 1,5 del valor del producto agrope- tación de equipo básico para la agri-
cuario, cifra por cierto nada desdeña- cultura. Por otra parte, el crédito in-
ble, iniciándose proyectos oficiales de terno para la adquisición de maqui-

Maquinaria de
aspersión múltiple
en la Sabana
de Bogotá.
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
310

Dos sistemas de 226 hectáreas arables por tractor en


cultivo de pasto: 1975, se aproximaba al promedio la-
en plano tinoamericano, en tanto que los nive-
y de corte escalonado les identificados para el Valle del Cau-
sobre curvas de nivel,
un ejemplo de ca (47 hectáreas por tractor), Tolima
investigaciones (100) y Cundinamarca (108) eran si-
del Instituto milares a los observados en Nortea-
Colombiano mérica, la Unión Soviética y Australia
Agropecuario, ICA. respectivamente.
Los impactos de este proceso de
modernización sobre la evolución eco-
nómica de la agricultura no fueron
menos significativos. Entre 1950 y
1975 el área cultivada se amplió en
1,5 millones de hectáreas de las que
931.000 correspondieron a los cultivos
comerciales y mixtos, que son los que
emplean más intensivamente la ma-
quinaria. La estructura de los cultivos,
por otra parte, se modificó en este pe-
ríodo, aumentando la participación de
los cultivos comerciales y disminuyen-
do el peso de los cultivos mixtos, al
tiempo que los rendimientos se incre-
mentaron de manera sostenida en to-
naria agrícola financió hasta mediados dos estos años.
de los años setenta a través de la Caja Quizás los indicadores más signifi-
Agraria y luego en conjunto con el IN- cativos del impacto de la moderniza-
CORA, aproximadamente el 30 % ción se refieran al hecho de que la sus-
del valor total de la maquinaria im- titución de mano de obra por maqui-
portada, a tasas de interés subsidia- naria en los nueve cultivos principales
das. Este conjunto de políticas, con- se estimó en cerca del 50 % en 1975,
juntamente con una relación de pre- siendo mayor en las actividades de co-
cios maquinaria-bienes agrícolas fa- secha con una sustitución de 5,3 hom-
vorable en algunos períodos, estimu- bres-día por hora-máquina y en las la-
ló en gran medida el proceso de me- bores de preparación de tierra y siem-
canización agrícola (véase el gráfico bra con una tasa de sustitución de 3,4
n.° 3). hombres-día por hora-máquina. El
De hecho, a mediados del decenio otro indicador de significación se re-
del setenta se estimaba que alrededor fiere al hecho de que, sobre una tasa
de un tercio del potencial de tierras de crecimiento promedio anual de
mecanizables estaba efectivamente 3,9 % entre 1950 y 1980 la tierra con-
mecanizado, lo que significaba un tribuyó a este crecimiento en 0,31 %,
enorme avance frente a los modestos el trabajo con 0,20 % y el capital con
resultados que podían exhibirse veinte 1,77 % para una contribución total de
años atrás. En aquellos departamen- estos factores de 2,28 % sobre el 3,95
tos en los cuales se concentró básica- total. El residuo (1,62 %) es a su vez
mente la mecanización (Valle, Cun- explicado en un 50 % por los gastos
dinamarca y Tolima) los índices de del gobierno en agricultura y por los
ésta llegaron a ser bastante satisfac- gastos en investigación y extensión, lo
torios tanto por hectárea cultivada que da cuenta de la importancia del
como por hectárea mecanizable. Aun cambio técnico en el crecimiento y de
tomando el conjunto de la agricultura, la política agrícola en los procesos
el nivel de mecanización, del orden de mencionados.
Capítulo 14 311

Precios relativos, potencia por hectárea cultivada, Gráfico 3


parque de tractores y su variación absoluta 1950-1974

En los últimos años, este modelo de transferencia tecnológica y sin duda la


desarrollo apoyado fundamentalmen- saturación técnica (que se expresa en
te en la moderna tecnología parece ha- los rendimientos decrecientes de los
ber entrado en un franco deterioro. El insumos) parecen estar llevando a un
persistente encarecimiento de insumos retroceso parcial de la modernización
y maquinaria en los últimos años, la en la agricultura comercial cuyas im-
reducción de esfuerzos en materia de plicaciones para el futuro serán difí-
adecuación de tierras, investigación y ciles de prever.
312 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

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Capítulo 15 313

Vida diaria
en las ciudades colombianas
Una alegoría de la
Patricia Londoño poesía al comenzar el
Santiago Londoño siglo XX (foto de Henri
Duperly). No es la
imagen del caos en que
Colombia entra a este
1. EL ESPÍRITU DE LA ÉPOCA siglo, con la guerra
Pobreza, tradición y novedades de los Mil Días y la
pérdida de Panamá.

M il ciento treinta y ocho días de


guerra civil (1899-1902) y la
pérdida de un territorio (Panamá,
1903) dejan a Colombia en una pésima
situación económica y políticamente
desestabilizada. Es así como, al iniciar
el nuevo siglo, la agricultura está pa-
ralizada, interrumpidos el comercio y
los pocos medios de comunicación,
reinan el desempleo y la inseguridad,
y el caos monetario dificulta las tran-
sacciones. Casi anticipándose a los he- nuestro estado normal; el comercio y
chos, el vicepresidente Marroquín todas las industrias echan de menos el
percibió así la barahúnda en 1898: sosiego que han menester para ir ade-
«Los odios, las envidias, las ambicio- lante. Nuestros disturbios políticos
nes dividen los ánimos; en la esfera de han hecho que se confunda o se anule
la política se batalla con ardor, pero la noción de patria...» Para muchos es
menos por conseguir el triunfo de claro que si se quiere vencer la pobre-
principios que por hundir o levantar za generalizada y alcanzar la prospe-
personas y bandos; la tranquilidad pú- ridad, es necesario estabilizar la mal-
blica indispensable para que cada ciu- trecha situación política, proyecto que
dadano pueda disfrutar a contento del iría a tomar fuerza sólo al iniciar la dé-
bienestar que deba a la suerte o al tra- cada de 1910.
bajo nos va siendo desconocida; vivi- El advenimiento de la nueva cen-
mos una vida enfermiza; la crisis es turia es celebrado de diversas formas.
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
314

Grupo de carteros
de los correos urbanos,
frente a la oficina
de Correos y Telégrafos
de Medellín, 1910.

Por ejemplo, en Medellín el obispo de todo lo bueno, ya para acabar con


decreta la erección de un monumento las vías de hecho como el recurso a
conmemorativo y religioso al Salvador que hemos apelado para hacer valer
del Mundo. Las gentes sienten el co- derechos y no pocas veces personales
razón henchido de alegría por el ocaso pretensiones».
de un siglo y el nacimiento de otro, a Como contrapeso a la violencia y a
pesar de que no ha terminado la «os- la insípida rutina diaria, los bogotanos
cura noche en que nos ha sumido la descubren la bohemia en la «Gruta
guerra». Simbólica», grupo literario surgido en-
Si bien la guerra de los Mil Días tre la vigilancia de las patrullas noc-
concluye a los dos años de iniciado el turnas y los hogares enlutados por la
siglo, la paz no se instaura de inme- contienda. Esta bohemia se constituye
diato. Diversas voces se levantan re- más en una diversión novedosa y de-
clamándola, junto con el orden y el corativa que en motivo de escándalo o
trabajo, como en esta opinión publi- marginamiento de la sociedad; los
cada por el diario La Paz de Bucara- ideales estéticos bajo los cuales «com-
manga el 26 de agosto de 1905: «Jamás ponen» sus miembros, giran entre la
en época alguna de nuestra procelosa columna de mármol y el tiple. La es-
historia viose la necesidad tan apre- peculación financiera atrae las joyas y
miante y urgente como en los tiempos los ahorros de las viudas; prolifera el
que corren de que los colombianos juego de dados y de naipe en clubes y
pensemos seriamente en dedicarnos al casas clandestinas.
trabajo como fuente de riqueza, de
paz y de progreso [...]. La paz como Siguiendo los dictados de París
suprema necesidad, es el principal
asunto que todo ciudadano debiera Lo francés, elemento deslumbrante
defender y sostener, ya como fuente del ostentoso cosmopolitismo euro-
Capítulo 15 315

peo, es el modelo para el pensamien- en muy pocos casos entre las poblacio-
to, el gusto y las costumbres sociales nes. Para las gentes comunes del pue-
desde el siglo XIX. «A las mentes avan- blo, el presidente y los ministros son
unos desconocidos. "Revista de la Paz",
zadas de Colombia —escribió Ignacio publicación oficiosa
Torres Giraldo— las encontró el si- Las noticias del exterior llegan len- del régimen del general
glo xx dilucidando todavía los gran- tamente en las cartas y en los perió- Rafael Reyes, 1906.
des acontecimientos de la Revolución dicos. Su difusión interna la hacen nu- Después de la guerra
francesa». París, de acuerdo con Bal- merosos diarios locales, que desde el de los Mil Días,
domcro Sanín Cano, «concentraba en siglo XIX están especialmente atentos a la paz era una
prioridad en el
sí las maravillas, todas las amenidades los sucesos europeos. Es la forma más sentimiento nacional,
y adelantos de la civilización». En al- importante de contacto entre las re- tal como sucede en
gunos círculos de la clase alta se habla giones y los pobladores, junto con el nuestros días.
y se lee en francés, inglés y alemán. comercio y las guerras civiles, pues Por otra parte,
Los habitantes de la capital del país cada periódico tiene numerosos agen- gráficamente,
tes distribuidores en distintos pobla- el diseño de la
creen vivir en una suerte de centro del revista denota el
universo. Envanecidas por los califi- dos. La política domina el contenido seguimiento en Colombia
cativos de «Atenas sudamericana» y de las publicaciones. Se impulsan can- del Art Nouveau
de «ciudad cerebro», desconocen la didaturas, se ataca a los opositores y europeo.
existencia del resto de la geografía de
la República. Las personas que han
ido a la capital francesa alcanzan gran
prestigio social en su ciudad natal.

Las comunicaciones
Al empezar el siglo, Colombia está
casi aislada del resto del mundo. Es
sólo conocida —al decir de Sanín
Cano— por los tostadores de café de
Norteamérica, los exportadores de gé-
nero de Manchester y por algún pro-
fesor de literatura española. De la in-
comunicación con el exterior sólo la
salvan el telégrafo, el cable submari-
no, las cartas y la prensa. En efecto,
desde mediados del siglo pasado, exis-
te en el país un servicio restringido de
telégrafo que comunica los principales
centros urbanos mediante tendidos de
líneas. La instalación de las primeras
de ellas sufre tropiezos como en el
caso de Cali, pues según Phanor Eder,
«los campesinos destruían los alam-
bres, creyendo que estaban colocados
por el diablo».
Las regiones también están prácti-
camente incomunicadas entre sí, se-
paradas por extensas, agotadoras y
riesgosas jornadas a lo largo de cami-
nos de herradura, únicas vías dispo-
nibles. Transitan por ellas mulas y
bueyes, bestias que en invierno son
reemplazadas por cargueros humanos;
los coches de tracción animal operan
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
316

se defienden tesis; también se pasa re-


vista a la situación de los estados, del
exterior especialmente a los países ve-
cinos, a la ciudad, a la situación del
mercado de productos y víveres, y se
insertan variados anuncios que ofre-
cen diversos servicios o artículos. El
folletín que varios periódicos inclu-
yen, difunde por entregas novelas de
autores nacionales y extranjeros.
El teléfono —inventado en 1876 en
Estados Unidos— llega por primera
vez a Bogotá y a Barranquilla en 1884,
entrando en operación inicialmente
para las oficinas gubernamentales. El
público se opone en muchos casos a la
colocación de los postes al frente de
sus casas y la pólvora de las fiestas po-
pulares los daña con frecuencia. Para
1910 las principales ciudades disponen
de algunos centenares de teléfonos
que despiertan la admiración de los
parroquianos.
El almanaque Bristol, publicado
desde 1832, es una de las fuentes de
información para los alfabetas: enseña
los usos del limón, presenta cálculos
curiosos, predice las estaciones pes-
queras, los fenómenos meteorológicos
y astronómicos, explica cómo sacar
manchas de la ropa, ofrece el calen-
dario de los santos diarios del año.

El camino de herradura Paraísos de peatones,


sigue siendo la vía vacas y caballos
principal en Colombia
al empezar el siglo En 1870 viven en Colombia 2,7 millo-
(foto tomada cerca de nes de personas, excluyendo a Pana-
Medellín, hacia 1910). má. Treinta y cinco años más tarde
hay 4,1 millones de habitantes, de los
cuales apenas el 10 % vive en las ca-
pitales departamentales. Sin embargo,
Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla
comienzan a consolidarse como los
mayores centros poblacionales.
Bogotá tiene, al iniciar el siglo, un
aire semicolonial. Sus calles son estre-
Portada de chas y empedradas, llenas de contras-
"Mefistófeles", mayo 30 tes. Según Tomás Carrasquilla, puede
de 1897, un "semanario
ilustrado de crítica verse «... junto a un pisaverde en traje
social y política", parisién, una india asquerosa, de som-
característico de los brero de caña y mantellina que fue de
medios de difusión paño; junto a damas elegantísimas, la
de la época.
montonera de chinos andrajosos y mu-
Capítulo 15 317

grientos; junto al lando, tirado por Almanaque Bristol de


hermoso tronco de caballos y condu- 1880, fuente de
información general
cido por cochero de guantes y som- y popular en la
brero de copa, el carro de basura o los ciudad y en el campo.
burros».
Las recuas de mulas y los bueyes
cargados de víveres y mercancías lle-
gan hasta la plaza principal, confun-
diéndose con los señores a caballo, la
gente descalza con carriel y ruana, y
las reses que van a la feria, al mata-
dero o hacen un alto en su deambular.
Las vacas son llevadas cada mañana
para el ordeño y pastan el resto del día
en las cercanías de las viviendas de sus
propietarios. La tranquilidad aldeana
es a veces interrumpida bruscamente
por los bramidos y embestidas de un
novillo bravo que se escapa de la ma-
nada o de la feria, tras el cual corren
Calle del Observatorio,
los reseros, conocidos por «la ácida y de Bogotá, con el ducto
vitriólica capacidad de su lenguaje» y de aguas negras en el
su destreza con el rejo: «Los niños co- centro. Este daguerrotipo
rrían a ver qué pasaba [...] las madres del barón J.B.L. Gros,
preocupadas [...] los muchachos ma- tomado en 1842, es la
yores salían a lucir su hombría [...] a primera fotografía que
se conoce en Colombia.
los ojos de las muchachas asomadas
por los postigos».
Bogotá y Medellín parecen quietas,
y algunos viajeros extranjeros las en-
cuentran melancólicas; su ritmo de
vida es casi conventual y cuentan con
pocos lugares de entretenimiento pú-
blico. Con sus trazados coloniales en
damero, por encima de sus tejados
sólo sobresalen las iglesias y el humo
ascendente de las cocinas. Barranqui-
11a, «La Arenosa», es una ciudad que
«nació sin la ayuda de conquistadores
foráneos, sin el fragor clamoroso de
los fusiles. No fue tampoco fruto de
enconadas luchas por el botín de las
entrañas de la tierra, ni el resultado de
la codicia», según reza un álbum des-
criptivo de la ciudad; es fundada por
ganaderos trashumantes de la pobla-
ción de Galapa, en su búsqueda de
agua para sus semovientes.
El alemán Juan Bernardo Elbers
inicia la navegación a vapor en Colom-
bia, mediante privilegio que obtiene
del Congreso en 1823 para utilizar el
Magdalena por veinte años, reempla-
zando piraguas y sampanes. Desde en-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
318

Calle del mercado, tonces operará, con diversas interrup- ocho carros de caballos que recogen la
en Barranquilla ciones durante el siglo XIX, hasta su basura; la gente hace entrar a sus casas
a comienzos de siglo. consolidación en el siglo xx, como el a quienes los manejan para sacar la
"La Arenosa" es
ejemplo de ciudad primer puerto fluvial y marítimo de basura. También cuenta con una má-
moderna, no fundada Colombia. Por estar ligada al interior quina para regar las calles.
por conquistadores, del país y al resto del mundo, su po- Al cubrirse las acequias con largas
sino por ganaderos. blación «es cosmopolita y tiene el na- lajas de piedra, las aguas drenan a los
tural alegre y el espíritu emprende- riachuelos y quebradas, que siguen
dor» según el mismo álbum. siendo fuentes de agua para beber y
lavar la ropa. El agua se toma también
Agua que has de beber de diversas pilas o chorros. Algunas
casas se abastecen por tuberías de ba-
Desde la Colonia, los desagües eran rro, aunque lo más común es recibirla
caños abiertos por el centro de las ca- de los aguateros, que no siempre uti-
lles. A fines del siglo XIX, el mal olor lizan las mejores fuentes. Según relata
y el espectáculo tan desagradable del Eusebio Grau, en Barranquilla, a fi-
desaseo producido por los excremen- nales del siglo pasado, «el agua se trae
tos de los animales, las basuras y las a lomo de asnos que cargan dos barri-
acequias atascadas, motivan frecuen- les cada uno, aparte del conductor que
tes quejas de los vecinos y se les atri- viaja encima de ellos. Entran a la cié-
buye el tifo, la disentería y otras epi- naga, se bañan, empantanan y allí car-
demias que periódicamente azotan a gan el agua».
la población. Para combatir el desa- A principios del siglo se emprenden
seo, que afecta la calidad del agua, los primeros estudios para construir
Bogotá ya tiene, en 1892, cincuenta y alcantarillados, por parte de firmas ex-
Capítulo 15 319

tranjeras. En Bogotá, desde el siglo


anterior, cuando se empieza a cambiar
el empedrado de las calles por ado-
quines, se discute mucho si deben ser
cóncavos o convexos, hasta que el di-
rector de obras públicas resuelve que
deben ser «convexos con alcantarilla
debajo».
La luna y los espantos sin trabajo
Para el alumbrado público en la Co-
lonia se usaban faroles con velas de
sebo o gordana, colocados en sitios es-
tratégicos de los poblados. Hacia me-
diados del siglo XIX, los faroles de pe-
tróleo atienden el alumbrado, y unos
pocos años más tarde son reemplaza-
dos por los de gas. Generalmente sólo relata así sus impresiones, en la revista Aguadores de
se iluminan las calles del comercio, así El Montañés de julio de 1898: «Algo Barranquilla,
que de noche las ciudades son oscuras como un soplo de la región de lo des- hacia 1913:
y desoladas. La gente se encierra tem- conocido pasa por sobre las cabezas de es el sistema común
de abastecimiento
prano en sus casas y para las salidas aquel pueblo, y una repentina claridad de agua en las
ocasionales deben portar faroles. Ba- reemplazará a las tinieblas. Un inmen- principales
rranquilla dispone de electricidad des- so clamoreo desahoga los pechos com- ciudades.
de 1891 (Nueva York la instala en primidos, y saluda la aparición de la
1882) y ofrece tarifas menores para los corriente eléctrica»; ésta se juzga
pobres. Medellín inaugura el servicio como «blanca y civilizada». La ilumi-
en 1898 con ciento cincuenta lámparas nación se celebra con una cabalgata
de arco voltaico que motivan el bulli- por las calles llenas de gente que par-
cioso regocijo del público. Un vecino ticipa de la fiesta. El mismo testigo

Acueducto de Bogotá,
en el barrio Egipto,
construido en 1888.
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
320

El bobo Marañas, cuenta que entonces eran pocas las


personaje popular de personas que «no expliquen satisfac-
Medellín. De él se toriamente —para ellas, se entiende—
cuenta que, después
de la inauguración
el alumbrado de arco y el incandes-
de la luz eléctrica cente; y que poco se parecen unas ex-
en 1888, "... al ver plicaciones a las otras. Pueda ser que
la luna asomarse por pronto acaben de explicarse los fenó-
el cerro del Pan de menos eléctricos y principien las gen-
Azúcar, dirigiéndose
a ella le dijo: tes a pensar en lo que la instalación
¡Tonta! De hoy en eléctrica [...] puede significar como
adelante vas a tener elemento industrial. No todo ha de ser
que ir a alumbrar ciencia abstracta, señores».
a los pueblos..."
El célebre Marañas, «bobo marru-
llero de entonces [...], al ver la luna
asomarse por el cerro del Pan de Azú-
car, dirigiéndose a ella le dijo: "¡Ton-
ta! De hoy en adelante vos vas a tener
que ir a alumbrar a los pueblos"». Al
principio las casas son abastecidas sólo
después de las seis de la tarde, pues el
servicio diurno está reservado para las
industrias. No hay contadores; se co-
bra por el número de bombillas ins-
taladas. Unos aparatos llamados «li-
mitadores» hacen titilar la luz de la vi-
vienda cuando encienden alguna bom-
Motoristas en 1918, billa de más. Bogotá dispone de elec-
sobre un Ford. tricidad desde 1900: el teatro Colón
instala para su inauguración en 1892
una planta para iluminar la sala.
La luz eléctrica espantó a muchos
fantasmas, duendes y aparecidos que
nacieron al abrigo de las sombras y los
ruidos de los pueblos a oscuras, que
fueron materia de las conversaciones
nocturnas, donde siempre alguien ha-
bía oído cadenas y voces o ánimas en
pena. Muchos testigos de la llegada de,
la electricidad recuerdan hoy este
acontecimiento como el fenómeno
más importante presenciado a lo largo
de sus vidas.

Esas máquinas infernales


En las ciudades la gente se moviliza
casi siempre a pie, pues las distancias
lo permiten. El caballo, la mula o los
coches brincones tirados por bestias se
usan para distancias mayores. Hasta
los años treinta las casas disponen
usualmente de pesebreras. Los pobla-
dores conocen los caballos y jinetes
que recorren las calles. Desde finales
321
Capítulo 15

Carlos Coriolano
Amador, propietario
de la mina El Zancudo
y uno de los hombres
más ricos de Colombia
a comienzos de siglo,
en fotografía de
Benjamín de la Calle,
1914. El trajo de
Francia el primer
automóvil que llegó
al país, importado
con chofer y mecánico.

del siglo XIX aparecen los primeros lebrada en París, y es importado por
«tranvías de sangre», así llamados por su propietario con el chofer y el me-
utilizar la tracción de parejas de mu- cánico. Aunque su arribo constituye
las. También circulan las primeras bi- un gran acontecimiento, el auto no
cicletas y los primeros coches de al- puede utilizarse porque son inadecua-
quiler que compiten con el tranvía. En das las superficies de las calles. Antes
1899, Carlos Coriolano Amador, mi- don Coriolano también había sobre-
llonario medellinense, trae de Francia salido por su lujoso landó con arneses
el primer automóvil que llega al país. de plata y el negro jamaicano de librea
El vehículo había ganado el primer que lo conducía. En la misma ciudad
premio en la exposición mundial ce- se recuerda aún el ruidoso automóvil
Nueva Historia de Colombia. Vol IV
322

El primer automóvil
traído a Colombia
por la familia Amador,
a Medellín, en foto
de Benjamín
de la Calle, 1910.

de don Gonzalo Mejía, quien lo trajo locomoción, cedía su puesto a las se-
de París desarmado en cajas de ma- ñoras y gustoso permanecía de pie...»
dera, en 1907. Héctor Mejía recuerda: Dos hombres, todavía, pueden inter-
«... aparecía el automóvil, un mons- cambiar una bala en el «campo del ho-
truo de cuentos de hadas, pitando nor» como lo hicieron Daniel Holguín
como una fiera herida, con aquel rui- y Jorge Gaviria en octubre de 1918 en
do infernal de motor, con la velocidad Bogotá, según consta en la revista
de un caballo desbocado, seguido por Cromos.
veinte o treinta muchachitos gritando La tradición no sólo domina las for-
"ahí va el carro, ahí va el carro". Una mas del trato social. También la eco-
fiesta. Al volante ese jovencito de nomía permanece muy ligada al cam-
veintitrés años, acompañado de tres o po y a las formas de producción con-
cuatro señoritas vestidas de seda y vencionales. No obstante, para 1916,
sombreros de colores, que reían cons- varios productos elaborados antes ca-
tantemente de sus frases tontas y de seramente pasan a ser fabricados por
las caras que ponía ante ese escándalo talleres manufactureros. Antioquia
la gente decente». dispone de más de veinticinco fábri-
cas, entre ellas dos grandes textileras,
A mirar al Norte dos ferrerías, manufacturas de fósfo-
ros, gaseosas y cerveza, chocolate, ve-
En 1910 se celebra el centenario de la las y jabones. Bogotá supera la decena
independencia con brillantes festivi- de establecimientos industriales. En
dades. Para entonces, según Jorge Barranquilla se fabrican también tex-
Áñez, «... los hombres se quitaban el tiles, fósforos, bebidas y calzado «tan
sombrero cuando saludaban a las da- bueno como el americano». En el Va-
mas y permanecían con la cabeza des- lle se ha iniciado la explotación de los
cubierta si acaso se detenían para ha- ingenios azucareros. Las producciones
blarles; [...] los ancianos y los niños locales se defienden de la competencia
eran mirados con respeto los unos, extranjera gracias a los altos fletes de
con cariño los otros [...] el "cachaco" importación, a la posibilidad de utili-
en los tranvías y demás vehículos de zar materias primas locales baratas y
Capítulo 15 323

al control que aquellas pueden ejercer tañas los valerosos hijos del pueblo
sobre los pequeños locales que abas- [...] i cuando estos hombres, que prin-
tecen. cipian por disputar a las fieras el do-
minio del suelo, han descuajado los
El café montes i convertido en amenos pra-
dos, cubiertos por los plantíos del
La agricultura está dedicada a proveer café, del plátano i de la caña de azúcar
las necesidades de alimentos de con- la honda cañada o el áspero declive de
sumo inmediato, con excepción de al- montaña, entonces, invitados por la
gunas siembras comerciales de trigo, codicia, salen del pueblo vecino esas
algodón, arroz, caña y cebada. Culti- aves de rapiña que se llaman el ga-
vado inicialmente en grandes hacien- monal i el tinterillo, i hacen el porten-
das, a mediados de la década de los toso descubrimiento, de que esas tie-
diez, el café se desplaza hacia el oc- rras que permanecían tan ignoradas
cidente del país, donde lo propagan [...] tienen otro dueño; o si ha sido im-
pequeñas fincas campesinas, origina- posible descubrirles el dueño, solicitan
das en movimientos colonizadores la adjudicación del terreno como bal-
que, desde el siglo anterior, enfrentan dío, i reducen de nuevo a la esclavi-
el hacha con el papel sellado. En 1880 tud, a la condición de siervos a esos
Aníbal Galindo describió este enfren- infelices...». Chapoleras en la
tamiento: «perseguidos por la necesi- Una investigación más reciente de cosecha de café,
dad, animados por la dulce esperanza Roberto Luis Jaramillo ha permitido en Antioquia, 1922,
de conquistar la independencia per- corroborar que «todo el proceso de fotografía publicada
sonal, de recuperar la dignidad de en el Álbum de
colonización estuvo enmarcado por la Medellín,
hombres perdida bajo el látigo del violencia física, la intriga, el favoritis- por la Sociedad de
dueño de tierras, emigran a las mon- mo político, el soborno, las ambicio- Mejoras Públicas.
Nueva Historia de Colombia. Vol IV
324

Hernando de Vengoechea, ministran crédito, recibido a su vez de


poeta colombiano las casas comisionistas de Norteamé-
amigo de Marcel Proust, rica y Europa. Producido principal-
combatiente en las mente para la exportación, la econo-
filas francesas durante
la primera Guerra
mía queda en manos del grano y por
Mundial. Su muerte, lo tanto sujeta a los vaivenes del sector
en marzo de 1915, externo.
hizo sentir la guerra
como algo más cercano
y agudizó la Buscando la estabilidad
controversia entre
francófilos Al iniciar la década de los diez, bajo
y germanófilos. el gobierno de Carlos E. Restrepo, se
trabaja en el anhelado proyecto de la
estabilidad política. Sanciona el frau-
de y regula los escrutinios y el sistema
electoral, en el cual se busca dar par-
ticipación proporcional a los partidos
políticos. Sin embargo, según Jorge
Orlando Melo, «la presidencia fue in-
capaz de impedir la realización de
fraudes escandalosos promovidos por
sus mismos agentes locales o por fun-
cionarios electorales».
El gobierno intenta organizar tam-
bién la administración pública. Mien-
tras en 1908 existían treinta y cinco de-
partamentos, la intendencia del Meta
y un distrito especial, en 1912 hay
quince departamentos, dos intenden-
nes políticas y hasta los resultados cias y siete comisarías especiales; ya se
electorales. En tal proceso se involu- han creado los departamentos de Cal-
craron los gobernantes, los políticos, das, Huila, Valle y Atlántico y las co-
la Iglesia, los intelectuales, los finan- misarías de Caquetá, Casanare, Arau-
cistas, los comerciantes, los terrate- ca, Urabá, Quibdó y Guajira. En 1914
nientes y los pequeños propietarios. el Congreso colombiano aprueba un
No faltaron tampoco delicados con- pacto que firman Colombia y Estados
flictos entre los Estados soberanos, Unidos en el mismo año, para arreglar
como los que estallaron entre Antio- sus diferencias a raíz de los sucesos del
quia y el Tolima...» Istmo de Panamá, aunque la situación
El café favorece la formación de un no quedó definida sino hasta la apro-
mercado interno y el establecimiento bación de la ley 56 de 1921.
de actividades complementarias que La primera guerra mundial (1914-
ofrecen oportunidades de trabajo e in- 1918) es un acontecimiento que oca-
gresos. Es el caso de las fondas, lo- siona la suspensión de flujos comer-
calizadas en los caminos, que se de- ciales y financieros y las obras públi-
dican a los préstamos, a la compra- cas, causando desempleo. El gobierno
venta y al trueque. Compran café a los sufre un déficit en sus rentas, teniendo
cultivadores y les prestan dinero, cam- que acudir a préstamos de bancos y
bian mercancías por productos agrí- personas ricas. Ello deja en claro para
colas, obteniendo altos márgenes de algunos, que los hechos mundiales in-
ganancia. También abastecen a los re- fluyen en la vida colombiana con ma-
colectores y hacen anticipos por el gra- yor fuerza que antes. Las informacio-
no. Los fondos están vinculados a los nes leídas en la prensa por los bogo-
exportadores de café, quienes les su- tanos les hacen tomar partido entre los
Capítulo 15 325

«francófilos» partidarios de los aliados 1918—, pero feliz de haber sido ata-
y los «germanófilos» seguidores de cada por una epidemia mundial, por
Alemania. Según evoca Rafael Serra- una enfermedad auténticamente naci-
no, «se hablaba mucho de formar da, criada y cebada en el extranjero.
cuerpos de voluntarios, que nunca lle- Aquí lo exótico nos chifla. Déjese ve-
garon a constituirse y el tema dio ma- nir un esperpento cualquiera, no im-
teria para avisos comerciales como el porta con qué mentiras, como tenga
siguiente: "Aún es tiempo; aproveche raro el apellido y hable otra jerga, ya
el gran surtido de artículos europeos le haremos toda suerte de venias,
llegados al Almacén de Ultramar an- cumplidos y añagazas...». Por su par-
tes de la conflagración"». En marzo te, Marco Fidel Suárez no vacila en
de 1915 muere combatiendo en el proponer a Estados Unidos como la
ejército francés el poeta colombiano brújula a seguir: «Mirar al norte, hacia
Hernando de Vengoechea, noticia que la estrella polar».
alimentó los enfrentamientos en las
tertulias de «francófilos» y «germa- El sueño de los rieles
nófilos». Otro episodio que marca el
panorama internacional: la Revolución El gran proyecto de transporte y co-
rusa (1917); la información que llega a municación es sin duda el ferrocarril.
Colombia sobre ella es escasa e incom- La navegación a vapor por el Magda-
pleta. En Barranquilla comienza a cir- lena, conectada al interior primero
cular literatura socialista y anarcosindi- por los caminos de herradura y des-
calista, que contribuye al clima de agi- pués por los ferrocarriles, permite ex-
tación social vigente entonces. portar productos como la quina, el ta-
La admiración por lo novedoso en baco y el añil, e importar géneros in-
un país cuyo horizonte aún puede me- gleses, trigo norteamericano, pianos y
dirse desde la torre del campanario, se hasta compañías musicales.
apodera de la sociedad, quizás como Con el auge del cultivo cafetero
preámbulo al futuro gusto por el pro- para la exportación, se requiere un sis-
greso. «Toda la población está en tema de transporte para que el grano
cama —puede leerse en Cromos a pro- vaya a las tazas de los consumidores
pósito de la epidemia de gripa de extranjeros; de las zonas de produc-

Recorrido inaugural
de un trayecto
del ferrocarril
de Amagá, en Antioquia,
hacia 1920.
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
326

Llegada de las
primeras locomotoras
a la estación de
Pereira.

ción los trasladan las recuas de mulas venenosas de toda clase, emanaciones
a las estaciones férreas y de allí al deletéreas, mosquitos que roban el
puerto fluvial. La producción bana- sueño e inyectan la fiebre [...], igno-
nera de Santa Marta también necesita rancia de las condiciones topográficas
ferrocarril para facilitar la exportación de la región por carencia de datos
de la fruta. científicos, necesidad ineludible de vi-
El trazado y construcción de los fe- vir por largos períodos a la intemperie
rrocarriles enfrenta dificultades finan- en aquel desierto maléfico, en cuyo
Estampilla de correos cieras y opiniones de escépticos, pero seno no sabían lo que irían a encontrar
en homenaje a sobre todo el rigor de la naturaleza. y del cual acaso no saldrían ya, ni vi-
Francisco Javier Francisco Javier Cisneros, empresario vos ni muertos, los exploradores atre-
Cisneros, iniciador e ingeniero iniciador de los trabajos vidos».
de los trabajos del del ferrocarril de Antioquia, publicó
ferrocarril de La mayor parte del capital extran-
Antioquia. en inglés y español, en 1878, su Me- jero vinculado a la construcción de los
moria sobre la construcción de un fe- ferrocarriles es inglés y norteamerica-
rrocarril de Puerto Berrío a Barbosa, no. Este último apoya especialmente
para interesar a los capitales naciona- la fiebre ferrocarrilera de los años
les y extranjeros en la financiación de veinte, pues el 60 % de la indemni-
la obra y mostrar sus beneficios. Ga- zación por Panamá se invierte en la
briel Latorre reseñó así los obstáculos construcción de ferrovías, y es así
que encontraron Cisneros y sus acom- como durante el gobierno de Pedro
pañantes durante los trabajos de ex- Nel Ospina la red férrea crece en
ploración y trazado: «Selvas intrinca- ochocientos kilómetros, cifra enorme
das y vírgenes, terrenos cenagosos e si se recuerda que en 1885 sólo exis-
infectos, inundaciones destructivas, tían doscientos kilómetros construi-
fieras temibles, serpientes, alimañas dos, siendo el único trayecto completo
Capítulo 15 327

el de Barranquilla a Sabanilla. No en
vano la locomotora, como escribe Luis
Tejada, es el símbolo de «fuerza su-
prema y alada ligereza».

Asfalto y gasolina
La población en 1912 asciende a cinco
millones; para fines de la década ha
crecido casi en un millón más. Barran-
quilla, por ejemplo, se urbaniza rápi-
damente convirtiéndose en la «Puerta
de oro» por donde entrará el mundo
moderno al país. El acentuamiento de
la urbanización suscita diversas reac-
ciones. Para José Félix Fuenmayor,
escritor costeño, se trata del «Burdo
melodrama urbano / de iras y de en- Eliécer Gaitán; la asfaltada de la calle Estación Recaredo
cierros y tormentas lleno / donde cada Real es encomendada esta vez a con- de Villa, de los
visión es un arcano». Luis Tejada, tratistas sin conocimientos que «lo hi- Ferrocarriles de
poeta del interior, no ironiza sino que Antioquia, última
cieron tan mal que nadie podía tran- parada antes de
canta a favor del tráfago citadino, que sitar o cruzar por la calzada en las ho- llegar a Medellín,
pareciera ofrecerle la liberación con- ras del sol de mediodía, sin exponerse en fotografía
tra el pasado: «Yo no quiero la paz, a quedar adherido a esa especie de de 1925.
maldita sea / la tranquilidad sugestiva neme blando en que se convertía el tal
de la aldea / [...] / no puedo estar en asfalto», según evoca Rafael Serrano.
paz. Paz y quietud / son un pecado de El tranvía es sin embargo el medio
lesa juventud». de transporte urbano más importante
Los automóviles poco a poco son
menos raros. Pueden adquirirse, pero El tradicional
no usarse extensamente. Cadillacs y tranvía de mulas
Pontiacs importados, sus propietarios de Bogotá
se contentan con transitar por las po- (Foto Museo de
cas vías adecuadas existentes en las Desarrollo Urbano).
ciudades. Para 1911 hay sólo 587 ki-
lómetros de carreteras en el país. La
primera que pasa a otro departamento
se construye en este año, se trata de la
carretera central del norte, de 283 ki-
lómetros de longitud que parte de Bo-
gotá. El empedrado de las calles es
sustituido en algunos casos por ado-
quines que mejoran el aseo y aguantan
el nuevo ajetreo de los automóviles
que con su peso rompían muchas ca-
ñerías de barro. Por esta época se as-
falta por primera vez en Bogotá la ca-
lle Real. El resultado causa tanta sen-
sación, que el alcalde decide brillarla
aplicándole un disolvente; la gente se
hunde hasta el tobillo y pierde sus za-
patos entre el asfalto derretido. Dos
décadas más tarde se registra un epi-
sodio similar siendo alcalde Jorge
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
328

subir a un niño. Para transportar la


población surgen de todas partes ca-
rruajes de los más variados tipos y ani-
males de tiro de los más diversos pe-
lajes. La compañía termina vendién-
dole el tranvía a la municipalidad.
El inalámbrico entra a reemplazar o
complementar el limitado servicio del
telégrafo por cables. El primero se ins-
tala en 1912 en Santa Marta por la
United Fruit. Posteriormente dispon-
drán de él, instalado por firmas ex-
tranjeras, Cartagena (1912), San An-
drés, Medellín, Bogotá y Buenaven-
tura (1913).

Surcando los aires

Aterrizaje de uno de durante la primera mitad de siglo por En 1919 empiezan en Europa los vue-
los primeros aeroplanos la cantidad de pasajeros movilizados, los comerciales París-Londres. En el
llegados a Medellín, quienes formaban numerosas «chicho- mismo año nace en Colombia —y en
hacia 1913. América— la aviación comercial y con
neras» o tumultos para subirse a él.
Los tranvías de sangre empiezan a ser ella el primer correo aéreo del mundo,
sustituidos por los tranvías eléctricos. tras la creación de la Compañía Co-
Quedan numerosas anécdotas del lombiana de Navegación Aérea en
tranvía. Por ejemplo, en 1910 en Bo- Medellín, que busca establecer vuelos
gotá la compañía americana que lo ad- para pasajeros siguiendo el río Mag-
ministra enfrenta, desde marzo hasta dalena hasta Puerto Berrío y luego en-
octubre, una huelga de usuarios que se tre Medellín y Bogotá. A partir de
niegan a utilizar el servicio porque un 1920 la empresa realiza numerosos
«postillón» o acomodador no permitió viajes entre Cartagena y Barranquilla,
transporta correo y emite estampillas,
hasta que cuatro graves accidentes de
Fotomontaje de sus aviones llevan a la liquidación de
Aristides Ariza la compañía.
en recuerdo
de la gira que Tres meses después de fundada la
realizó Charles citada empresa, surge la Sociedad Co-
Lindbergh por
varias ciudades lombo Alemana de Transporte Aéreo
del país, y su (SCADTA). El primer vuelo cubre la
llegada a Bogotá ruta Barranquilla-Puerto Colombia;
en enero de 1928. poco después hay viajes regulares en
Aquí, como en las
demás ciudades hidroavión entre Barranquilla y Girar-
se tributó al dot. Los Junker F-3 vuelan a baja al-
aviador un tura, teniendo como única guía de na-
tratamiento vegación el curso del Magdalena. Las
de héroe.
primeras personas que vuelan en
avión alcanzan fama, como el caso de
la «... distinguida señorita Elvira Fal-
quez, dama de la alta sociedad de Ba-
rranquilla, quien hizo en quince mi-
nutos el viaje de ida y regreso entre
Barranquilla y Puerto Colombia». El
entusiasmo por los vuelos hace que en
1916 sea creado en Bogotá el Club Co-
Capítulo 15 329

lombiano de Aviación, cuyos miem- La danza de


bros ni tienen aviones ni aeropuertos, «la prosperidad a debe»
pero comparten en largas veladas sus
estudios y fantasías sobre el tema. El A partir de 1924, el «estancamiento al
sueño de los muchachos ricos es ser contado» que caracterizó a la econo-
propietarios de un avión. mía colombiana es reemplazado por lo
La celebración del centenario de la que Alfonso López Pumarejo llama
batalla de Boyacá en 1919 reviste es- «la prosperidad a debe». Si en la dé-
pecial realce, cuando un aeroplano so- cada de los diez el endeudamiento ex-
brevuela la capital y los campos de la tranjero se consideraba peligroso para
batalla. Henao y Arrubla recuerdan «la soberanía, la seguridad y la digni-
«... aquel éxtasis cuando con los ojos dad nacionales», en la de los veinte
fijos en el espacio se seguía el curso «bandadas de águilas americanas vi-
caprichoso y ligero del atrevido vuelo nieron con sus promesas de redención
de aquel conquistador potente de ala económica a sacarnos del estanca-
arrebatada». Cuando Charles Lind- miento a que nos tenían condenados la
bergh, «El Águila Solitaria», visita ignorancia, las guerras civiles, el papel
con su famoso avión Spirit of Saint moneda, la falta de vías de comuni-
Louis varias ciudades colombianas en cación y, en suma, el desgobierno per-
1928, se le recibe como a un verdadero manente», según respondió López Pu-
héroe y el gobierno le otorga la Cruz marejo a una encuesta sobre la situa-
de Boyacá en primera clase; un cro- ción económica de la década.
nista recuerda la emoción que des- El primer gobierno pudiente de este
pierta en las almas «el ruido del motor siglo es sin duda el de Pedro Nel Os-
de la nave ligera de aquel capitán bajo pina (1922-1926). Recibe la indemni-
el cielo azul de nuestra gran sabana». zación por Panamá, que equivale a
Pero no todo es admiración: cuando diez veces las reservas en oro de los
en 1922 llega el primer avión a Buca- bancos del país, así como numerosos
ramanga, un campesino que ve volar empréstitos para la nación, los depar-
el extraño pájaro, le dispara varios ti- tamentos, los municipios, los bancos y
ros que no dan en el blanco. las petroleras. Esto le permite em-
La búsqueda de un medio de trans- prender la adopción de métodos mo-
porte rápido entre el interior y el puer- dernos, transferidos a Colombia por
to de Barranquilla había llevado al varias misiones extranjeras. La presi-
antioqueño Gonzalo Mejía, joven em- dida por el profesor Kemmerer se ocu-
prendedor de veintisiete años y ena- pa de asuntos financieros y fiscales; la
morado de la aviación, a inventar los alemana, de asuntos pedagógicos; la
deslizadores acuáticos en 1911, utili- suiza, de cuestiones militares. Llegan
zando motores similares a los de los también asesores para comunicacio-
aviones. Luego de varias pruebas en el nes, arquitectura y estadística, entre
río Sena, con prototipos construidos otros.
por el francés Louis Blériot, se fabrica Los negocios se mueven febrilmen-
una primera serie de deslizadores bau- te, las transacciones comerciales se en-
tizados Yolanda, en homenaje a la sanchan así como la circulación mo-
hija de Mejía. Le sigue la serie Luz, netaria, el crédito, los precios de las
la cual funciona esta vez perfectamen- cosas, el presupuesto público y los
te, transportando pasajeros desde La consumos, como escribe el ministro
Dorada hasta Barranquilla en dos Esteban Jaramillo en sus memorias de
días, mientras que en barco el viaje Hacienda. El sentimiento que esto
tarda diez. Esta serie se fabrica en produce lo recoge bien el presidente
Cincinnati y opera en el Magdalena Abadía Méndez al tomar posesión de
desde 1922 durante casi un lustro, su cargo en 1926: «Estamos asistiendo
cuando la aviación ofrece pasajes más a una revolución creadora que habrá
baratos y viajes más cortos. de transformar a la nación».
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
330

Un almacén de paños
y telas, de los años
20. En la época de
la "prosperidad a debe'
los elegantes se
visten con géneros
importados de
París o Londres.

Al amparo de la bonanza, la indus- las ferias y fiestas provincianas se ani-


tria interna se consolida, convirtién- maban con los mejores champañas
dose poco a poco en la actividad eco- franceses». Las importaciones se tri-
nómica por excelencia, que exige una plican de 1923 a 1928; si bien las ma-
nueva disciplina en el trabajo. Pro- yores proporciones son textiles y me-
ductividad, consagración e identidad tales, las de otros bienes crecen con-
con la empresa son los ideales que los siderablemente. En 1923 se importan
empresarios buscan inculcar a los instrumentos musicales por valor de
obreros, resistentes al principio al ri- 614.000 dólares, mientras que en 1928
gor de la máquina y propensos a la esta cifra es de 1.881.000; los artículos
vida disipada. Los propietarios más in- de tocador, perfumería y jabones tri-
fluyentes comienzan a ser quienes han plicaron el valor importado entre los
transformado el capital comercial en mismos años, así como los objetos de
industrial; están llenos de fe en un cre- cuero y pieles.
cimiento que parece indefinido y «con En medio de la bonanza económica
la imaginación exacerbada por la ilu- de estos años, Colombia puede pensar
sión del enriquecimiento repentino en su lugar en el mundo: es el primer pro-
una jugada de la bolsa, en una espe- ductor mundial de esmeraldas, el pri-
culación de tierras [...] pero también mer productor de oro de América La-
en menesteres más insignificantes, tina, el segundo productor mundial de
como el acaparamiento de un produc- café, el tercero en población de Sur-
to, la obtención de una concesión pri- américa, su moneda se cotiza a la par
vilegiada», como escribe José Luis con el dólar. La sociedad, sin embar-
Romero. go, se encuentra en una indecisa tran-
La prosperidad produce un impacto sición entre la molicie de la tradición
notorio sobre el «alma social», como y el vértigo envidiable de lo moderno,
se dice entonces. Según recuerda Al- lo cual no le impide empezar a disfru-
fonso Patiño Roselli, «las clases aco- tar el lujo de la «civilización contem-
modadas vestían de Londres y París, y poránea». Luis Tejada, recogiendo el
Capítulo 15 331

sentimiento de algunos, se pronuncia Menos bestias


contra la nueva disciplina y los arte- y más vehículos inquietantes
factos que trae el progreso: «... todas
esas cosas que las gentes aman o de- En las ciudades el trote de las bestias
sean, van a llenar de orden, de cor- y el olor de la boñiga dan paso a los
dura y de riqueza superflua este deli- pitos de los carros, el repicar de las
cioso rincón [...] donde quedaba to- campanas partiendo el día con las lla-
davía un poco de libertad, de holgan- madas a misa se confunde con el tra-
za, de dignidad humana, de sabia y be- queteo de tranvías; los gritos de los
névola despreocupación; donde nadie pregoneros, las victrolas, hacen parte
se afana por llegar rápidamente a nin- del murmullo indistinto de la ciudad.
guna parte [...] donde no hay sino una Con la bonanza, arquitectos nacio-
forma de esclavitud, la más dulce y nales y extranjeros construyen pala- Una "elegancia"
hermosa: la esclavitud de la pereza». cios gubernamentales, estaciones de publicada por "Cromos"
tren, teatros, mansiones, bancos, ho- en 1928: en las modas
Aunque el cura y el gamonal son también se reflejó
quienes ejercen el poder local, la so- teles, escuelas. Las ciudades quieren la prosperidad.
lemnidad de los valores tradiciona- edificar su importancia y mostrar que
les ya puede ser cuestionada. A ello son «como las de verdad». En las afue-
apuntan los crecientes movimientos de ras se congregan cada vez más las vi-
obreros y estudiantes y la recién sur- viendas de la gente adinerada que se
gida «opinión pública». La generación refugia de las epidemias buscando un
de «Los Nuevos» es de literatos que aire mejor, agua más pura o mayor
también atacan una sociedad que juz- tranquilidad, en imponentes quintas
gan manida y usual, de disonantes aca- con verjas de hierro, antejardines en
demias y esclava de la autoridad. estilo morisco, inglés y francés, y pro-
Como en la novela de Cuervo Már- vistos de todas las comodidades dis-
quez La selva oscura, ahora conviven ponibles. Algunas evocan con sus
en las ciudades en consolidación, la in- nombres parajes de ultramar: Piacen-
triga, el arribismo, la ambición y la za, Napóles, Palermo, Líbano. Los tu-
inescrupulosidad, con la elegancia del bos de barro que conducen el agua en
escepticismo aristocrático. En efecto, las ciudades van siendo reemplazados
para Sanín Cano, Colombia es a pesar por tubería de hierro, luego de largos
de la prosperidad una «república fó- debates y discusiones. El agua inicial-
sil», víctima del repentino progreso mente llega «cruda», y a medida que
que «provoca fenómenos de carácter los municipios toman a su cargo el
moral, entre los cuales van desapare-
ciendo el amor, el cultivo de ciertas
Interior morisco
disciplinas, mediante el cual la nación en una residencia
había ganado fama de ilustre en las ar- del barrio de Manga,
tes literarias y en algunas ramas de la en Cartagena,
ciencia. El anhelo pueril de enrique- de comienzos de los
cerse a toda costa, el ansia de entre- años 30. Las familias
adineradas se
tenimientos superficiales y la aspira- desplazan hacia las
ción a tomar parte en los cuadros bu- afueras de los
rocráticos, desadaptan a la juventud y centros urbanos;
conservan a la república el carácter de quintas espaciosas
residuo fósil...» A la sombra de la en los más diversos
estilos conforman
danza de los millones «florece la im- ahora los nuevos
punidad a la par que la incompeten- barrios elegantes.
cia» y también «medran a su placer las
figuras ambiguas, las inteligencias
opacas, los tipos de tendencias obli-
cuas, las almas tornadizas, los abúlicos
y los psicasténicos».
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
332

Lujoso
interior del vapor
"Atlántico", de la
Compañía Naviera
Colombiana, 1922.

acueducto se generaliza el uso del clo- dad, son cubiertas o cruzadas por
ro. Esta medida basta para que en Bo- puentes. Por la quebrada Santa Elena,
gotá la mortalidad por tifoidea rebaje que cruza el centro de Medellín, ya
de 250 a 50 por cada 100.000 habitan- bajan objetos tan diversos como un ta-
tes. En 1927, Barranquilla es la pri- burete rojo, una gallina muerta, una
mera ciudad cuyo acueducto provee a mata de plátano, un colchón, alpar-
sus abonados con agua tratada. A me- gatas..., según recuerda un testigo.
diados de los años treinta, las cuatro La construcción de vías férreas ya
principales ciudades cuentan con plan- permite unir a Bogotá y Medellín con
tas purificadoras de agua. A medida el río Magdalena, y a Cali con el océa-
que las quebradas se contaminan o es- no Pacífico. Si bien entre 1913 y 1927
torban para el crecimiento de la ciu- el kilometraje ferroviario se duplica,
el tren pierde vigencia frente a las ca-
El cable aéreo
rreteras y para finales de los veinte
Mariquita - Manizales, hay más de ellas que rieles, pero en
inaugurado en 1921, estos últimos se había invertido mucho
un medio de transporte más que en las primeras. Para 1922 los
especialmente puentes son escasos y la mayor parte
concebido para
regiones montañosas de los 3.437 kilómetros de vías no tie-
(la fotografía es nen ningún afirmado; en 1936 ya hay
de los años 30). más de 9.000 kilómetros de carreteras.
Fue famoso también
el cable aéreo El automóvil, aunque se usa cada
de Gamarra. vez más, sigue pareciendo un «miste-
rio inquietante» con un modo de ser
«inusitado y casi diabólico». El cable
aéreo es un sistema de carga que al-
canza poca difusión, aunque recibe
mucha atención y es objeto de debates
y proyectos, pues hay quienes piensan
que puede ser la solución de transpor-
te en las zonas montañosas del país. Se
trata de unos carros o vagonetas sus-
pendidos de un cable sostenido por to-
Capítulo 15 333

rres de acero. Por algunos años susti- obras públicas ante la suspensión del
tuye al ferrocarril en regiones monta- tráfico fluvial que impide la llegada de
ñosas, como el que se inauguró en los materiales; las siembras se pier-
1921 entre Mariquita y Manizales. den, el agua escasea, la carne y los ví-
Otros nunca se terminaron (como el veres suben mucho de precio y hay
de Gamarra a Cúcuta, planeado tam- gran congestión portuaria. Se dice que
bién para pasajeros) porque la vista la vida es más cara en Bogotá o Me-
del temible abismo los aterraba. Los dellín que en Europa. Los abundantes
autobuses de servicio urbano llegan fondos se utilizan sin planes previos y
hacia fines de los años veinte. Aparte no pocos ilícitos tienen lugar, como el
del chofer, tienen un cobrador que a famoso de la casa Berger encargada de
veces emprende la fuga con el dinero canalizar el río Magdalena, que dila-
recaudado. pida los recursos y hace fracasar la
El telégrafo inalámbrico, cuya co- obra. La especulación financiera y en
bertura crece, mantiene en comuni- bienes raíces está a la orden del día; al
cación directa a Bogotá con Buena- respecto, Laureano Gómez dice: «El
ventura, y a Cartagena y a Barranqui- país está presenciando un extraordi-
11a con el exterior y con los buques ma- nario fenómeno de valorización. Pro-
rítimos y los vapores que recorren el piedades inmuebles y valores en el
río Magdalena. En 1927 se inaugura el curso de pocos años, aun de meses,
telégrafo entre Bogotá y Nueva York. han duplicado, triplicado su precio.
Sin transmitir la voz humana que es Quienes se han aprovechado de este
reemplazada por claves y códigos, el fenómeno ya realizaron o computan
inalámbrico canaliza gran cantidad de pingües utilidades, y creen que el pro-
comunicaciones comerciales, mensa- ceso sigue sin interrupción su marcha
jes amistosos y recados. ascendente, se entregan a los más vi-
vos transportes de alegría».
Sombras sobre la danza El general Benjamín Herrera, mili-
tar liberal de la guerra de los Mil Días
La «danza de los millones» tiene va- y a la sazón jefe de su partido, fallece
rios contrapuntos que frenan la eufo- en febrero de 1924. Grandes manifes-
ria de las gentes. Un prolongado ve- taciones de pesar público encabezadas
rano entre 1925 y 1926 paraliza las por sus copartidarios y las logias ma-

La hora del té
en las terrazas del
Polo Club de Bogotá,
sitio de reunión
de familias elegantes,
1918.
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
334

tolerancia: Voltaire, Rousseau, Dide-


rot, Juan de Dios Uribe, Antonio J.
Restrepo.
Aunque Estados Unidos es visto
como el modelo de lo moderno, Eu-
ropa, en especial España, Inglaterra y
Francia, son los faros de la intelectua-
lidad, y México entre los países lati-
noamericanos. Son muy leídos los es-
critores españoles Azorín, Jacinto Be-
navente, Ángel Ganivet, Miguel de
Unamuno, Manuel Machado, Ramón
del Valle-Inclán. También atraen lec-
tores las obras relacionadas con lo
oriental y lo moralizante: Gandhi, Ta-
gore, Bernard Shaw y el conde alemán
Hermann Keyserling, que ve a Sura-
mérica como el vientre de donde sal-
Multitudinarios sónicas, acompañaron su sepelio. Al- drá la nueva vida. Las obras de auto-
funerales del general gunos traman dar un golpe a Ospina res patrios más promocionadas se re-
Benjamín Herrera, mientras éste se encuentra en Mede- fieren a cuestiones prácticas: tratados
el 1o. de marzo
llín; «advertido de lo que se tramaba, de corte, costura y modistería, agri-
de 1924. cultura, prontuario telegráfico; tam-
y sin tiempo para cambiar el disfraz de
Pierrot que llevaba en un baile de bién mantienen popularidad María de
máscaras en su honor, salió el general Jorge Isaacs, publicada desde 1867;
Ospina para Bogotá, tomó por sorpre- Gil Blas de José Manuel Marroquín,
sa a los conjurados y en un santiamén publicada desde 1896, donde el autor,
desbarató sus planes», según relata con su costumbrismo convertido en pi-
Rafael Serrano. caresca, acuña el calificativo de «la-
La agitación social en las petroleras garto» como se usa hoy, así como Pax,
de Barrancabermeja (1927) y en los escrita por Lorenzo Marroquín con
puertos del río Magdalena no afectan colaboración de José María Rivas
tanto a los habitantes urbanos, como Groot en 1907. Se ofrece casi clandes-
el trágico desenlace de la huelga de las tinamente «La estrella de oriente»,
bananeras (1928) y la manifestación con sus obras de teosofía destinadas a
de estudiantes en Bogotá (1929) que quienes esperan «la aparición de un
conmueven y movilizan la opinión de nuevo redentor». El libro del presti-
los ciudadanos. gioso médico Luis Zea Uribe titulado
Mirando al misterio, es un tratado de
Los clásicos y la intolerancia espiritismo donde el autor relata sus
experiencias con fenómenos paranor-
Las lecturas más publicitadas son las males; su aparición causa revuelo en
obras de autores clásicos griegos y la- 1923.
tinos y su discusión a veces alcanza la Víctor Lombana, juez bogotano,
prensa; ejemplo de este interés es el hace decomisar, durante el gobierno
artículo de fondo de la revista Cromos de Abadía Méndez, los libros de arte
del 12 de enero de 1924 titulado con desnudos, las obras de Zola, Var-
«¿Mintió Plutarco?». Otros autores gas Vila, Renan y Spinoza existentes
leídos son Cervantes, San Agustín, en las librerías bogotanas. En 1899, El
Góngora y Garcilaso; entre los avan- Orden publica la siguiente noticia: «El
zados, Anatole France, Maupassant, Apostolado de la Oración ha destrui-
Stendhal, Goncourt. Los de ideas «ra-
ras» leen invectivas extranjeras y na- do 2.766 "malos libros" obtenidos por
cionales contra el oscurantismo y la in- canje o donación y compró por $ 120
(dólares) una librería "inmoral" 11a-
Capítulo 15 335

mada de recreo». Un cronista hace nan para hacer bajar el precio de los
memoria de cómo una señora de la ca- arrendamientos. Muchos se ven obli-
pital «arruinó una hermosa obra ilus- gados a aglomerarse con sus familiares
trada que había ganado el mayor de en una sola casa y otros emigran a los
sus hijos en un concurso literario es- campos y pequeños poblados donde la
tudiantil, pues, escandalizada con los vida es más barata. Los comerciantes
grabados del libro, se armó de plu- de Bogotá también protestan contra
milla y tinta china y procedió a vestir los alquileres y clausuran almacenes;
con ropas interiores todos los desnu- el cierre de las importaciones propicia
dos que halló, para que no incitasen su reemplazo por productos nacio-
al jovencito a pensamientos peca- nales.
minosos». La gran depresión sacude la euforia
José María Vargas Vila, nacido en del progreso y desilusiona, aunque por Portada de "Ante los
Bogotá en 1860, es el primer escritor poco tiempo, a los conversos a la fe de bárbaros" (1917), en
edición de 1968.
colombiano que vive de la pluma. Pu- la expansión económica. La pobreza, Esta obra le valió a
blica más de cien libros y durante los la confusión y el desengaño se ven en su autor la expulsión
primeros veinte años del siglo es una los rostros: «La pobreza común —es- de ios Estados Unidos,
leyenda viva no sólo en el país sino en cribe Joaquín Tamayo— obligó a los donde fue publicada
América Latina. Sus diatribas contra colombianos a trabajar, a meditar.» por primera vez.
la Iglesia, los conservadores y los yan- Cesaron las especulaciones bancarias
quis, y una actitud sexual atrevida y ciertos negocios de aventura, que-
para su época, le valen exilio y el pres- brando muchas empresas industríales
tigio de escritor maldito. y reduciéndose otras a límites norma-
La prosperidad económica tuvo les. No obstante, en su mensaje al fi-
poco efecto sobre la intolerancia rei- nalizar 1930, el presidente Abadía opi-
nante frente a las nuevas ideas. «Los na que la crisis es «fuente de innegable
que incurrían en la osadía de apartarse
de la fe y del gobierno —recuerda
José María Vargas Vila,
también un protagonista— sufrían primer escritor
persecuciones aun después de la muer- colombiano que vive de
te». La sociedad colombiana oscila en- su oficio, autor de
tre el pasado, que empieza a mirar bu- más de 100 libros,
cólicamente, y el bullicio de la moder- prestigioso y polémico
escritor "maldito":
nidad disparatada. Triunfa sin duda el es el novelista
evangelio del progreso. y ensayista colombiano
más famoso de su época
(1860-1933).
De la crisis a la modernización
En 1929 se desata la gran crisis eco-
nómica, cuya duración es de casi un
lustro. En Colombia los efectos son
menores que en Estados Unidos o en
otros países latinoamericanos, aunque
no despreciables. Con el cierre de los
negocios internacionales, la suspen-
sión del flujo de capital extranjero y la
caída del precio del café, la gente gana
menos y el desempleo se generaliza.
Los «notables» de la sociedad crean el
«movimiento patriótico» para llamar
la atención del Congreso sobre la ur-
gencia de medidas para enfrentar la
crisis. En las calles, los inquilinos con
su movimiento de autodefensa presio-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
336

provecho» porque hace retemplar los Viejos y nuevos gustos


caracteres y enseña a vencer la adver-
sidad si se contempla «con ánimo va- Dos personajes antioqueños reflejan
ronil y sin desfallecimiento o zozobras con sus actitudes el gusto de los adi-
feminiles». El infortunio como fuente nerados de la época. Amalia Madri-
de provecho moral, es un valor que ñán de Márquez emprende, a la muer-
la bonanza anterior había clausura- te de su esposo, el manejo de una im-
do y sin duda las palabras del man- portante hacienda cafetera del suroes-
datario no alcanzan ningún eco en su te. Luego de una exitosa gestión, se
momento. refugia en París imbuida de viejo ideal
europeo, a disfrutar de su renta, sin
La ofrenda de las joyas dejar de comer allí la tradicional «no-
chebuena» paisa. Enrique Echavarría,
El asalto peruano a Leticia despierta por su parte, es descendiente de pio-
inmediatamente la solidaridad de toda neros industriales y se interesa por lo
la población, y como lo califica El Es- moderno: los viajes, las culturas ex-
pectador en 1932, es «una nueva carga tranjeras, especialmente la norteame-
de energía» que le imprime impulso al ricana, los bancos, los autos, y en su
«deseo de soluciones con que la Re- libro de crónicas de viaje recuerda con
pública se empeña en combatir la te- nostalgia el pasado, desde el acomodo
rrible situación de los negocios. Este de la solvencia heredada: «Nuestra
mes de diciembre está bajo el vaho de vida era tranquila, patriarcal; se des-
una guerra que, en cierto modo, le da lizaba como una laminación austera.
una sensación de algo irreal a la vida Vivíamos lejos del mundo. Las noti-
pública; es el hipnotismo de la trage- cias que llegaban desde el antiguo con-
dia y de la victoria que distrae sor- tinente nos caían como venidas de al-
damente la atención fatigada del gún planeta...» En 1939 ya ha viajado
pueblo». por quinta vez a Nueva York, y su na-
Los municipios, las agremiaciones y rración sobre la exposición mundial
los clubes sociales ofrecen sus fondos celebrada allí el mismo año revela la
y reservas al gobierno para financiar la admiración sin límites que produce el
defensa del territorio. Dos ciudadanos American way of life instaurado como
proponen ofrendar a la patria las joyas modelo de vida. Los grandes almace-
familiares con igual fin; en Bogotá, nes por departamentos le parecen
durante los primeros días, se recogen «cosa bella, grandiosa y divertida»; ce-
quince kilos de oro provenientes de lebra el adelanto material que ofre-
mil cien familias. Un cronista evoca ce en la feria la Westinghouse al ex-
así, en la Revista del Banco de la Re- hibir su robot Elektro. Máquinas
pública de octubre de 1932, aquellos que hablan, automóviles del futuro, la
días: «... hemos presenciado el espí- ciudad del mañana, organización per-
ritu conmovedor e inolvidable de las fecta. «Todo es misterio, todo un en-
largas procesiones de familias, enca- sueño.»
bezadas por el jefe de la nación y su El ambiente natural y de bohemia
dignísima compañera, apresurándose intelectual, popularizado por la Gruta
a entregar, con emocionado entusias- Simbólica, parece haber desapareci-
mo, el oro de objetos que para ellos do. La frivolidad, los modelos de vida
representan los más sagrados afectos y belleza difundidos por el cine nor-
y recuerdos: los anillos y arras nup- teamericano están ahora a la orden del
ciales, las medallas y joyas familiares. día para los habitantes urbanos de la
Semejante movimiento, tan espon- clase media. Los deportes, las funcio-
táneo y general, reconforta el espíri- nes vespertinas del cinematógrafo, los
tu y lo enorgullece, ante la manifes- automóviles, son ocasión para que al-
tación de vitalidad patriótica que gunas mujeres conquisten cierta in-
él representa».
dependencia. El individualismo se
Capítulo 15 337

acentúa, bajo la imperiosa ley del éxi-


to económico y del ascenso social.

Un país de ciudades
Al finalizar los años treinta, de cada
100 habitantes, 29 viven en áreas ur-
banas. Para entonces, circulan por las
calles de las urbes más de 12.000 au-
tomóviles, 2.000 autobuses, 6.000 ca-
miones, 300 motocicletas y 6.000 bi-
cicletas.
Colombia empieza a dejar de ser un
país rural, para convertirse de manera
inexorable en un «país de ciudades».
En Medellín, la «cuna de la industria-
lización», aparecen numerosos libros y
folletos que en idioma inglés y español
buscan promocionarla ante propios y
extraños. En uno de 1935 puede leer-
se: «Quien viene por primera vez a
Medellín se sorprende al encontrar en
la zona tropical una ciudad tan mo-
derna, agradable y progresista.»
La prosperidad de las grandes ciu-
dades, una vez superada la gran crisis,
atrae y congrega gentes que parecen
de dudoso origen. Nunca antes la mar-
ginalidad ha estado tan presente en las
ciudades: «Pequeños negociantes de
chucherías y comestibles, pregoneros
de pomadas y medicamentos milagro-
sos, rufianes, cargueros, vagos, pros-
titutas, todos los residuos que la indig-
nada sociedad rechaza de su seno»,
como los enumeró Osorio Lizarazo.
También es notorio el desempleo de
los artesanos ocasionado por las nue- avenidas, parques, salones de cine y La Patria,
vas técnicas. Así reflexiona el tipógra- diversiones. La iluminación pública alegoría fotográfica
fo desplazado por el linotipo, en La está generalizada y hay más animación realizada con motivo
de la guerra con
casa de vecindad, del mismo autor: nocturna. En el centro aparecen más el Perú. Este episodio
«... no lograré hacerme al ambiente de edificios. Algunas calles se rectifican y bélico, a comienzos
la ciudad moderna, y puesto que todo amplían. Hay que tumbar lo viejo de los años 30,
se cierra frente a mi perspectiva, me para abrirle paso a lo nuevo. Ríos y despertó una ola
abandonaré al curso del azar». quebradas que cruzan las ciudades, ya de patriotismo
en los colombianos
El crecimiento de las ciudades trae no son obstáculo. de todas las
consigo modificaciones en el paisaje Sin embargo, la expansión urbana clases sociales.
urbano. Se cree necesario asear las no siempre es bien vista. Por ejemplo,
ciudades, que hasta los años treinta el protagonista de Cuatro años a bor-
conocían poco la escoba; los mercados do de mí mismo (1934) piensa: «Yo vi-
públicos no dejan de ser atracción vía en una ciudad estrecha, fría, de-
para perros y gallinazos. Empresas ur- sastrosamente consumida, con preten-
banizadoras ofrecen lotes para cons- siones de urbe gigante. Pero en reali-
trucción, aparecen nuevos barrios, dad no era sino un pueblucho de casas
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
338

viejas, bajas y personas generalmente tiernos», alivio a «sufrimientos perió-


antipáticas, todas vestidas con trajes dicos». El modelo del gusto es el estilo
oscuros...». De regreso a la ciudad de vida americano. Los medios de co-
luego de un exilio voluntario en la municación divulgan ampliamente las
Guajira comprueba que «aquí está la ventajas de la comodidad, la diver-
vida hipócrita y cubierta [...] bajo el sión, el atrevimiento y la frivolidad de
rouge de los labios florece la perver- «parecer». Los lectores reciben infor-
sidad y entre el vapor de los cocktails mación pormenorizada de Hollywood,
pasan los fantasmas del asesinato. sus estrellas y el «cine que veremos».
Aquí está la civilización, llena de nú- Circulan incontables fotografías de las
meros, de fechas, de marcas. Allí es- beldades de la meca del cine, en traje
taba la vida verdadera, dura y desnuda de baño y sofisticadas poses; la rubia
como una piedra». Lauren Bacall cuenta periódicamente
en su columna «Mi vida», publicada
Haciendo parte del mundo por Cromos, cosas como éstas: «Esta
linda residencia que tengo en Holly-
La segunda guerra mundial (1939- wood, la constante atención de los re-
1945) afecta notoriamente la vida co- porteros de la prensa, la colosal valija
lombiana y despierta gran interés en- de correo que llega a diario con cen-
tre la población. Las publicaciones de tenares de cartas e invitaciones, la so-
entonces dan amplio despliegue a las licitud con que los más famosos dise-
noticias y opiniones sobre el conflicto. ñadores de trajes se prestan a inventar
Colombia incluso le declara la guerra trajes para mí, y, en fin, todo esto,
a Alemania e incauta bienes de ale- que a todas no es tan grato, han for-
manes, hecho que provoca escándalos mado en mi fuero interno otra mu-
y debates a los que se vincula la fa- jer..., por esto quiero terminar este
milia del presidente López, quien se relato de mi vida diciéndoles que estoy
retira del cargo en 1945. Algunos como en un país maravilloso de en-
nombres de nacionales aparecen vin- sueños».
culados a las listas negras norteame- En una ciudad tan tradicional como
ricanas. Bogotá, la mujer ya no permanece re-
Se siente que la conflagración in- cluida en el dulce hogar. Se las ve aho-
corpora al país en la historia universal ra, como escribe una periodista, «en
de una manera definitiva. Al mismo los tranvías, en los teatros, en los con-
tiempo, según Joaquín Tamayo, «nun- ciertos, en las exposiciones, de la ma-
ca antes la sociedad bogotana gozó de ñana a la noche las mujeres invaden
más lujo, ni fueron más elegantes sus todos los sitios; todas las calles se ven
reuniones, ni más numerosos los au- iluminadas por su presencia». Se dis-
tomóviles de alto costo, ni se mostró cute si con ello la mujer ha ganado o
en público mayor deseo de diversio- perdido; si ahora tiene menos influen-
nes. Principiamos a bailar la Conga». cia sobre los hombres, si posee menos
La nación, el mundo, los libros, las encantos y «fortaleza de alma», si el
mujeres son temas corrientes en las re- hogar se puede formar con una abo-
vistas. La Enciclopedia Espasa se ofre- gada o una bachillera...
ce como «el más bello adorno de su El predominio del dinero como me-
casa», que contiene «toda la cultura dida de valor y la «despersonaliza-
universal en la más hermosa biblioteca ción» de la vida causan preocupación
que haya podido imaginar la sabiduría a algunos: «Los valores que antes re-
humana». conocían los hombres —escribe Lau-
La publicidad de diversos productos reano Gómez en 1943—, la virtud, el
de tocador y aseo personal alcanza talento, la belleza, si en su preciso mo-
gran despliegue. Jabones, polvos, un- mento no pueden cambiarse por di-
güentos y dentífricos prometen a las nero, si no logran traducirse en pesos
lamas «belleza ensoñadora», «labios y centavos, no valen nada [...] es la
Capítulo 15 339

perfecta despersonalización de la odisea, especialmente el regreso, pues


vida...» Los pequeños envidiosos, los para iluminar el aeropuerto fueron lla-
calculadores, la simulación para resol- mados carros y autobuses. Así queda
ver problemas, la afición por los ho- abierta la conexión aérea regular con
róscopos, los consultorios grafológicos el exterior. El ferrocarril pasa a un se-
y quirológicos, la pobreza, la avaricia, gundo plano, y el transporte por ca-
la enfermedad, la burocracia, son aho- rretera toma la delantera definitiva-
ra piezas ineludibles del engranaje me- mente.
lancólico, como lo llamó el escritor El ritmo de crecimiento de la pobla-
José Antonio Osorio Lizarazo. ción para los años cuarenta ya duplica
La incomunicación y el aislamiento el alcanzado en el decenio precedente.
ya no son problemas como antes. El Existe ahora una población de jóvenes
mundo es ahora más pequeño y la geo- mayor que antes y los adultos viven
grafía no es obstáculo; el automóvil a más tiempo, debido a las mejores con-
nadie asusta, el teléfono repica en mu- diciones higiénicas y a las nuevas me-
chos hogares y el vuelo de aviones de dicinas. En la arquitectura se imponen
varias hélices no despierta elogios ins- las curvas dinámicas, las superficies li-
pirados. Al anunciarse la rendición sas, el vidrio y el cemento. En las
alemana y el fin de la guerra, se ce- afueras de las ciudades y en sectores
lebra en las ciudades ese día con gran- deteriorados crecen los barrios po-
des manifestaciones de júbilo. En Bo- bres. La industria repone equipo y
gotá «todas las labores se paralizaron, amplía su capacidad de producción. El
corrió el whisky con largueza porque capital extranjero aumenta su partici-
hasta los roñosos se olvidaron de su ci- pación en la economía. La moderni-
catería, y estallaron más voladores zación alcanza a la agricultura, espe-
que en una noche de año nuevo. Un cialmente en el Valle del Cauca, con
caso así no se había visto hace mucho la «revolución verde».
y nunca para celebrar algo que en fin
de cuentas no nos atañía directamen- El día del odio
te». Con la posguerra, «la ciencia en
marcha» se pone al servicio de la po- El desencanto popular sale a flote en
blación, como lo pregona un anuncio 1948, cuando sucede la crisis política
de la RCA: «El personal de los labo- más importante del siglo en Colombia.
ratorios RCA ha estado dedicado al Así como en El día del odio, novela de
desarrollo del poderoso armamento Osorio Lizarazo, «... estallan todas las
bélico que ha contribuido a la victoria tensiones reprimidas y estas existen-
de las naciones unidas. Ahora, con el cias oscuras se iluminan un momento,
advenimiento de la paz, muchos de los con el fuego de los incendios». Un tes-
que han sido utilizados para armamen- tigo recuerda: «Cuando principió a
tos de guerra ayudarán a proveer se- clarear bajo una llovizna tenaz, aún se
renidad en la vida de los hombres y veían hombres y mujeres empapados,
mujeres libres del mundo.» portando a hombros toda suerte de co-
Los viajes aéreos al exterior son ya sas. Unos, cajas llenas de objetos fi-
una posibilidad cercana para muchos. nos, porcelanas, herramientas, etc.
Estos se inician de una forma curiosa: Otros, cargaban con cámaras fotográ-
los hermanos Vásquez Lalinde, co- ficas, cuadros, prendas de vestir, equi-
merciantes y representantes en Bogo- pos de golf, y hasta rollos de alfombra.
tá de la firma Philco, necesitan traer, Las mujeres llevaban encima unos so-
para aprovechar la temporada de ven- bre otros, sacos y abrigos de piel. Va-
tas de navidad, un cargamento de ra- rios muchachos caminaban hojeando
dios y tocadiscos de Nueva York. libros de estampas a color, de edicio-
Avianca acaba de adquirir equipo nes costosas, que naturalmente no po-
Douglas DC-4 y acepta el encargo de dían apreciar. Así había sido aquello
ir por ellos. El viaje resulta ser una durante horas y horas.»
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
340

La Violencia da lugar al «nuevo como el folleto del general Uribe Uri-


antisocial», como lo denomina mon- be titulado «De cómo el liberalismo
señor Germán Guzmán: «es ante todo político colombiano no es pecado»
un desarraigado [...] su existir se de- (1912). Otro libro que se ven obliga-
senvuelve en un ambiente de zozobra dos a vender clandestinamente los li-
[...] su expresión amorosa más fre- breros es El matrimonio perfecto de
cuente es la propia de un raptor obs- Van de Velde, el primer libro serio so-
tinado y la de un concubino ocasio- bre la vida sexual llegado al país.
nal». Los ánimos están exacerbados y Los autores más leídos son los eu-
la venganza en adelante regirá muchos ropeos, y entre ellos, los españoles.
destinos, como el del protagonista de Los libros llegan de Argentina, Mé-
un cuento de Manuel Mejía Vallejo: xico y Chile. El género favorito es el
Julio Flórez, «A veces trataba de olvidar que bus- de las grandes biografías, como las del
el poeta más caba a un hombre para matarlo. Sin austríaco Stefan Zweig (1881-1942)
característico embargo, seguía de pueblo en pueblo, sobre Fouché, o María Estuardo, las
y popular
en los años
de hacienda en hacienda, con un odio del inglés Hillaire Belloc (1870-1953)
30 y 40. que ya me cansaba en los ojos.» sobre María Antonieta o las del fran-
cés André Maurois (1885-1967) sobre
Lecturas Disraeli. Maurois escribe una novela,
de dudosa calidad por cierto, esceni-
En los años cuarenta las librerías si- ficada en Bogotá, ciudad que había vi-
guen contando entre sus clientes a un sitado. También se venden bien las
reducido número de intelectuales, en biografías del alemán Emil Ludwig
su mayoría varones adultos. Los jó- (1881-1948) sobre Goethe, Napoleón,
venes no se han incorporado al mer- Bismarck, Roosevelt y Bolívar.
cado editorial en la proporción en que Son bastante leídas las novelas Los
lo harán en los años sesenta. Las mu- pazos de Ulloa, La madre naturaleza,
jeres consumen sobre todo misales, Doña Milagros o Cuentos de amor de
sencillos o de lujo, verdaderos best-se- la condesa española Emilia Pardo Ba-
llers de la época, donde guardan co- zán (1851-1921). Igualmente respeta-
lecciones de estampas de santos o de das y acogidas por el público y la crí-
recuerdo de primeras comuniones, y tica son las novelas históricas de su
literatura religiosa como la Imitación amante, Benito Pérez Galdós, consi-
de Cristo, la Biblia, libros de forma- derado el Balzac español. Su serie
ción moral y vidas de santos, fomen- Episodios Nacionales, compuesta por
tados por los sacerdotes, educadores y cuarenta y seis novelas históricas que
organizadores del estilo de la Acción versan sobre política, luchas civiles y
Católica. Es común que esta sección acontecimientos sociales y culturales,
abarque cerca de una cuarta parte del es una obra muy solicitada. De Valen-
surtido de las librerías. También com- cia, España, llegan al país las publi-
pran las señoras novelas rosa del es- caciones de la Editorial Prometeo, di-
pañol Rafael Pérez y Pérez o del ar- rigida por el escritor Vicente Blasco
gentino Hugo Wast. En esta época lle- Ibáñez (1867-1928), que recoge lo más
ga al país la revista Selecciones del apetecido de la literatura española.
Reader's Digest. Las preferencias intelectuales aún
La vigencia del Índice o lista de li- giran alrededor de la literatura y la fi-
bros prohibidos por la Iglesia católica losofía, pero la apertura del Instituto
hasta el Concilio Vaticano II, hace de Economía, anexo a la Facultad de
que autores como Voltaire, Montes- Derecho de la Universidad Nacional
quieu, Victor Hugo y otros de avan- en 1945, y más adelante la creación de
zada como Emilio Zola, Anatole otras facultades de economía y de so-
France, A.J. Cronin entre otros, estén ciología en el país, generan afición por
expuestos a la crítica. Vale recordar estos temas. En estos años empiezan
que en esta lista negra figuran escritos a llegar al país libros de una nueva edi-
Capítulo 15 341

torial, el Fondo de Cultura Económica por su labor editorial en el país. En los


de México, y también textos socioló- años cincuenta el Ministerio de Edu-
gicos. cación inicia la edición de la revista
La visita a Bogotá del escritor chi- Bolívar (1951-1963) dirigida por Ra-
leno Pablo Neruda en 1943 es un ver- fael Maya.
dadero acontecimiento en el mundo li-
terario nacional. De los latinoameri- En la mitad del siglo
canos se conoce además a Miguel Án-
gel Asturias y uno que otro intelectual En los años cincuenta, tras el «saram-
conoce a Borges y a los demás escri- pión de fiestas cívicas» por la euforia
tores que llegarían a ser tan importan- y esperanza que despierta la dictadura
tes en los años sesenta. Pero induda- militar, se mueve la urgencia de acti-
blemente el más popular sigue siendo tudes reconciliadoras; frente a la ines- Pablo Neruda:
Vargas Vila. tabilidad y al «desasosiego proleta- su visita a Bogotá
rio», como lo llama Juan Lozano y Lo- en 1943 significó
De los escritores circulan algunas un verdadero
novelas sociales como las de Osorio zano, el ideal político colombiano es acontecimiento
Lizarazo y las obras de Tomás Carras- nuevamente la convivencia pacífica, en el mundo
quilla. Los críticos Hernando Téllez y como lo fue al comenzar el siglo. En cultural y
Baldomero Sanín Cano introducen el enero de 1955 los editores de Cromos literario
gusto por una literatura de mayor ca- anuncian: «Aunque con cierta lenti- nacional.
lidad. En los años treinta se divulga- tud, el trabajo se ha reanudado en to-
ron muchos autores colombianos en la das las oficinas y talleres del país y ya
colección Samper Ortega, y en 1946 el estamos en plena actividad como si no
Ministerio de Educación inicia otra hubiera pasado nada». La amistad tra-
colección de autores nacionales, titu- dicional y el diálogo de vecinos son
lada Biblioteca Popular de Cultura reemplazados por las «relaciones pú-
Colombiana, que publicó Peregrina- blicas», las secretarias ejecutivas, las
ción de Alpha, El alférez real, El rejo reuniones de alto nivel y los «cock-
de enlazar, entre otros. En poesía, Ju- tails». «La renuncia a un estilo interior
lio Flórez, Porfirio Barba-Jacob, Gui- de vida —de acuerdo con José Luis
llermo Valencia acaparan la atención. Romero— era el precio que había que
En septiembre de 1939 aparece el pri- pagar por el éxito [...] fue la cultura
mer cuaderno de poesía de «Piedra y de los best-sellers, de los espectáculos
cielo» bajo la dirección de Jorge Ro- que no había que dejar de ver [...].
jas, con el empeño de «decirles a los Quizá su expresión más diáfana fuera
hombres ciegos nuestra entrañable la preocupación por el status y por la
verdad. Creemos en la poesía. Respi- posesión de sus signos. Las cosas per-
ramos su imponderable materia y dieron valor por sí mismas y se con-
transitamos su misterioso rumbo». virtieron en símbolos.» En efecto, en
Este movimiento despierta en su mo- el ambiente puede percibirse que la
mento numerosas discusiones; es ca- «vida moderna» tan anhelada, ha co-
lificado de revolucionario y las mentes menzado a producir cambios en los va-
más conservadoras opinan que se trata lores y costumbres que se tenían más
de «un síntoma débil, morboso, extra- arraigados. Para entonces, según Ra-
viado, disociador, decadente, erostrá- fael Serrano, «pocas cosas hoy son
tico». A la postre, el poeta más po- perdurablemente amables. Olvidóse
pular del piedracielismo es Eduardo la buena crianza; desapareció la ver-
Carranza, conocido por la azulada at- dadera amistad y se transformó la vida
mósfera de sus sonetos y elegías. En en un quehacer lleno de urgencias y de
el mundo de las revistas, en 1947 (has- necesidades creadas por las modernas
ta 1957) empieza a salir Hojas de Cul- sociedades de consumo. La unidad fa-
tura Popular Colombiana, en una épo- miliar, el mismo calor hogareño y aun
ca dirigida por Jorge Luis Arango, la autoridad paterna, vinieron tan a
uno de los personajes más destacados menos que para nada cuentan hoy...»
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
342

o crédito de los años veinte, la socie-


dad colombiana inmersa ya en el nue-
vo siglo, oscila entre el pasado, que
empieza a mirar bucólicamente, y el
atractivo bullicio de la modernidad
disparatada, triunfando sin duda el
evangelio del progreso, que la crisis de
1929 pone en entredicho por breve
lapso.
La modernización beneficia a mu-
chos, aunque hacer parte del mundo
conlleva conflictos y desencantos. Es
así como al concluir la primera mitad
del siglo, Colombia sortea de nuevo la
violencia y una crisis de valores parece
afectar el espíritu colectivo.

2. LA OBLIGACIÓN
Y EL ESPARCIMIENTO
Ebanistas de 1906, De la tradición a la modernidad Ganarse la vida
en fotografía de
Melitón Rodríguez:
la tradición
en la modernidad.
Así pues, la entrada de Colombia al
siglo xx cronológicamente lo marca el
fin de una guerra civil y la pérdida de
A medida que avanza el siglo xx,
la vida diaria de los jóvenes y
adultos de las ciudades colombianas
un territorio. Inestable y desordenado está regida cada vez más por el trabajo
en su política y en su economía, el país asalariado y el estudio. Con el creci-
vive entonces regido por el púlpito y miento urbano, la industrialización y
el confesionario, en medio de la po- la necesidad de transporte y de diver-
Emboladores de la breza parroquial, apartado y sin gran- sos servicios, la demanda de trabajo se
carrera 7a des apuros. vuelve cada vez más importante en las
de Bogotá, ciudades y se requiere mayor califica-
fragmento de una Los primeros síntomas de moder-
famosa fotografía nización inspiran una confianza nueva ción para desempeñar un puesto o un
de Jorge Obando, en el progreso del país y fe en sus po- oficio. A principios del siglo, los po-
1937. tencialidades. En medio de la bonanza seedores de tierras se esfuerzan por
Capítulo 15 343

impedir el desplazamiento de los tra- venido, en distintas industrias, oficios,


bajadores a las urbes, anticipándoles artes o profesiones». Existen también
provisiones a cuenta del pago que les grandes contingentes de sirvientes do-
es entregado con retraso. Quienes se mésticos, especialmente en Antio-
marchan sin saldar cuentas satisfacto- quia. En este departamento es tam-
riamente con el patrón, son devueltos bién muy importante el trabajo fe-
al hacendado por el alcalde del nuevo menino e infantil, que con bajas re-
lugar de residencia. Para impedir la muneraciones se desempeña en la tri-
vagancia ante la gran demanda de bra- lla de café, la fabricación de ali-
zos, quienes no se ocupen en algo son mentos, bebidas, tabaco y textiles,
forzados a trabajar en colonias pena- hasta tal punto que, en 1923, el 70 %
les. Según la ley 105 de 1922: «Se en- del empleo fabril en Medellín está en
tiende por vago para los fines de esta manos de obreras.
ley quien no posee bienes o rentas, o En las primeras décadas del siglo la
no ejerce profesión, arte u oficio, ocu- población se ocupa en diversos oficios,
pación lícita o algún medio legítimo muchos de ellos hoy desaparecidos.
conocido de subsistencia [...] y que ha- Con las familias pudientes conviven
biendo sido requerido por la autoridad sirvienta, dentrodera, niñera, uno o
competente hasta por dos veces, en el dos pajes y hasta niños recogidos. La
curso de un semestre, no cambie sus lavadora de pisos es muy madruga-
hábitos viciosos.» dora y carga con sus trapos y cepillos;
En los departamentos de Antio- el desyerbador visita mensualmente
quia, Cundinamarca y Valle existe los patios empedrados de las residen-
desde la segunda década del siglo una cias y allí cuenta historias y fábulas a
importante cantidad de jornaleros, de- los niños de la casa mientras trabaja.
finidos como «aquellos que sin arte, Antes de que la energía entre a las
oficio o profesión especial y sin ser residencias, los leñateros llevan ter-
aprendices de taller, trabajan a diario cios de leña para los fogones, también
por cuenta de otro según salario con- como los carboneros, que pregonan su

Vendedores ambulantes
de café, Medellín,
hacia 1920. Formas
de ganarse la vida...
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
344

cajoneras y pandequeseras venden


parva y algunas pan de azúcar, que
parten con un serrucho.
La modernización del trabajo, es
decir, la generalización del salario
como forma de pago en detrimento
del trabajo artesanal y por cuenta pro-
pia, se inicia poco a poco con las pri-
meras fábricas y con las obras públicas
realizadas durante los años veinte.
Esto es especialmente notorio en An-
tioquia, Caldas, Tolima y Valle y, en
menor grado, en Santander y Cundi-
namarca. Pero la modernización del
trabajo se establece definitivamente
con la industrialización, bajo la cual se
impone el pago de jornales y la su-
bordinación al patrón. La Iglesia ca-
tólica ayuda a transformar a hombres
y mujeres montaraces en obreros di-
ligentes, comprometidos con la em-
Gamines bogotanos producto tiznados de pies a cabeza. presa, honrados y con una vida per-
en 1910, fotografía de Igual van los deshollinadores que ofre- sonal organizada, pues los impulsos de
Ernst Rothlisberger. cen sus servicios portando escobas, diversión, embriaguez y exaltación se-
largas escaleras y una gran piedra den- xual ante el auge de «tentaciones ur-
tro de un costal atado a un lazo, banas» como el cine y los «espectá-
«cuanto tocasen quedaba sucio de ne- culos fuertes», tienden a disipar la dis-
gro de humo. Su aspecto era desagra- ciplina laboral. Los medios utilizados
dable y los chicos les tenían pavor por- para refrenar estos impulsos van desde
que creían que eran el diablo». Las la entronización del Sagrado Corazón
yerbateras traen a la ciudad el alimen- de Jesús en los salones de trabajo, has-
to para los caballos y las vacas. Los pa- ta el control de sindicatos pasando por
rihueleros trastean de una casa a otra el manejo de medios de comunicación
los enseres de quienes se mudan. El que difunden la doctrina católica y
tendero, aparte de los víveres, abarro- combaten el comunismo y la inmora-
tes y préstamos a sus clientes, tiene la lidad. Los empresarios por su parte no
trastienda para jolgorios semiclandes- sólo utilizan técnicas de administra-
tinos. Los artesanos proveen de mue- ción del trabajo innovadoras y efica-
bles de madera, objetos de cuero y ces, sino que se muestran ellos mismos
vestuario; muy mala fama tienen los frente a sus operarios como ejemplo
zapateros: «Zapatero / tira cuero / moral. El industrial antioqueño es el
bebe chicha y embustero». Los adivi- prototipo de hombre de empresa dili-
nos prosperan en sitios especiales de la gente y frugal, sobrio e industrioso,
ciudad. calculador y racional. Algunos de ellos
Otra forma de ganarse la vida es tra- viajan al exterior a estudiar métodos
bajando como empedrador, dorador, de producción, inclusive llegando a
carnicero, estucador, quinero, arriero, trabajar como obreros, sin sentirse de-
carguero. Por la calle se encuentran gradados con el trabajo manual. Ello
mendigos, pedigüeños, fotógrafos de favoreció, según Alberto Mayor, «la
pajarito, vendedores de tinto, pajare- transmisión y asimilación de las vir-
ros, heladeros; las vivanderas prego- tudes del trabajo: disciplina y orden,
nan su oferta cargada en la cabeza: sumisión y respeto a los reglamentos,
frutas para dulce, legumbres, frutas profunda entrega y lealtad individual,
frescas, gallinas y aves de monte. Las mayor dedicación y elevada producti-
Capítulo 15 345

vidad. Paralelamente, el hecho de que formada ahora por industriales, co-


el obrero mirara a su patrón como un merciantes, profesionales, ganaderos,
igual extraído de sus filas, y el patrón terratenientes y personas de familias
al obrero no como un inferior, sino tradicionalmente acaudaladas. Sus
como un colaborador capaz incluso de miembros son «dediparados», tienen
poder ascender socialmente, contri- «buen porte, buen gusto, buen trato».
buyó a que la rígida jerarquización or- La clase baja son los obreros, los ar-
ganizacional al estilo de Taylor fuera tesanos, el servicio doméstico, los
débil en Antioquia». mendigos. La marginalidad ha ganado
No obstante el ejemplo del empre- terreno en la vida urbana; como en el
sario antioqueño y sus efectos, desde resto de América Latina, «la mala
1918 comienzan a presentarse tensio- vida tomaba un aire más áspero y
nes y enfrentamientos en el mundo del cruel, como se iba haciendo áspera y Portada de la primera
trabajo. El paro de los portuarios del cruel la nueva miseria urbana», según edición del
Atlántico y los sucesivos de los ferro- José Luis Romero. La clase media ya "Manual de urbanidad
y buenas maneras para
carrileros, de los textileros, de los pe- ha surgido como un nuevo grupo so- uso de la juventud de
troleros y de los trabajadores de las cial. Negociantes, oficinistas, depen- ambos sexos; en el cual
bananeras, alcanzan resonancia nacio- dientes de comercio, secretarias, de- se encuentran las
nal y despiertan numerosas polémicas. sean ascender, mejorar la apariencia y principales reglas
mantener el decoro, bajo la incitación de civilidad y etiqueta
El censo de 1938 revela que en Co- que deben observarse
lombia ya hay unos 320.000 obreros, de poseer objetos y adoptar los usos y en las diversas
los cuales junto con los peones agrí- convenciones que éstos requieren. Sin situaciones sociales;
colas equivalen al 37 % de la fuerza duda la heterogeneidad en el mundo precedido por un breve
laboral. Comparativamente con 1912, laboral pone de presente que la socie- tratado sobre los
los sirvientes domésticos disminuyen dad no es homogénea; cada coyuntura deberes morales del
económica incorpora y degrada gru- hombre", Nueva York,
de 393.000 a 262.000 «por desplaza- D. Appleton & Cía.,
miento a mejores empleos en la in- pos en la jerarquía social. 1857. La famosa
dustria, la construcción, etc., el retiro "Urbanidad" de Carreño
de mujeres y niños de la fuerza de tra- La letra con férula entra tuvo vigencia
bajo permitido por el mejoramiento durante un siglo
en las costumbres
del nivel de vida y, en ciertos ca- «Aunque de todas las clases sociales de los colombianos.
sos, como en Antioquia y Caldas, de- —cuenta Tomás Carrasquilla en Di-
bido al desempleo», según Mariano mitas Arias— nivelan aquella escuela
Arango. los remiendos, los desgarrones, la mu-
A partir de los años cuarenta son vi- gre y el olor [...] no hay cabeza que dé
sibles nuevas ocupaciones en las ciu- indicios de peine, ni corpiño de mu-
dades. Hay porteros, ascensoristas, chacha que tenga broche con broche,
meseros, mensajeros, bomberos, ni posadera de varón que carezca de
agentes viajeros, cajeros de banco, se- ventana [...] Calzado no se ve de nin-
cretarias ejecutivas, gerentes. Éstos guna clase; pero sí varios guarnieles
llaman la atención por su aparente [...], pañolón de trapo gastan algu-
don de «infalibilidad financiera», por nas [...]» Para entonces, los maestros
el léxico rebuscado lleno de términos trabajan según el «método intuitivo»;
en inglés, su vistoso atuendo, el lujo deben enseñar el recto pensar, fomen-
de sus despachos con varios teléfonos tar el culto a la Patria y a sus grandes fi-
y su asidua asistencia a los clubes so- guras. Se les prohibe entrar a tabernas
ciales. La gran industria, las grandes y casas de juego y tratar con personas
entidades financieras, las empresas del de mala conducta. La educación se
Estado, el comercio de importación y concibe como una «marcha hacia el
exportación, los primeros almacenes progreso dentro de la tradición», tra-
que ofrecen «todo bajo un mismo te- dición a la que contribuye la injerencia
cho», han dado lugar a todas esas nue- de la Iglesia en la educación desde
vas ocupaciones y a los estilos de vida 1886. La enseñanza rural y urbana tie-
que las acompañan. La clase alta está nen contenidos diferentes; la divi-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
346

sión primaria, secundaria y profesio- miento estudiantil que recoge las re-
nal queda establecida en las primeras sonancias del manifiesto de los estu-
décadas del siglo. diantes de Córdoba (Argentina) de
Por iniciativa privada empiezan a 1918. Los estudiantes celebran gran-
funcionar colegios y en algunos de des fiestas y reinados que reciben am-
ellos, como el Gimnasio Moderno de plio despliegue. Ya existen las univer-
Bogotá fundado en 1913, se ponen en sidades Nacional, de Antioquia, del
práctica sistemas pedagógicos nove- Cauca, de Nariño, de Cartagena, la
dosos para la época, como los méto- Universidad Libre y el Externado de
dos audiovisuales y la educación al Colombia. Al final de la década se dis-
aire libre. Las niñas de clase alta asis- cute el derecho de la mujer a entrar a
ten a colegios de monjas, permane- la universidad; una ley de 1928 esta-
Portada del "Catecismo" ciendo internas en muchos casos. Ma- blece que la Nación ayude a los de-
del padre Gaspar Astete, drugan, toman el baño vestidas con partamentos a crear «escuelas domés-
editado en Bogotá por chingue, asisten a misa, estudian asig- ticas» para que allí enseñen a las mu-
la imprenta de Nicolás naturas que incluyen el latín y el grie- jeres oficios propios de su sexo, «in-
Gómez, en 1885,
con correcciones y go, y no pierden ocasión para «rendi- clusive el de la enfermería». Hay un
adiciones del arzobispo jiar» a los muchachos. Una de las pri- primer intento de fundar un colegio
José Telésforo Paúl. meras escuelas para la enseñanza del «libre» —sin filiación religiosa— que
Pieza fundamental de comercio se funda en Medellín en es acerbamente perseguido, al igual
la educación religiosa 1913. Allí el aprendizaje de la dacti- que los cementerios para enterrar
de los niños lografía y la estenografía (taquigrafía)
colombianos durante
ateos y disidentes.
cerca de un siglo. les abre a las mujeres nuevas perspec- A partir de los años treinta, con las
tivas de trabajo, pues por entonces las reformas liberales, hay intentos de po-
tareas de secretariado eran desempe- pularizar la educación con una legis-
ñadas principalmente por hombres. lación que amplía la cobertura del sis-
Aparecen también escuelas de artes y tema educativo. Se establece que la
oficios, escuelas especiales para ciegos primaria sea obligatoria, aunque esta
y sordomudos, casas de menores y es-
cuelas nocturnas y dominicales. disposición no se cumple cabalmente.
El pénsum urbano es igualado al rural
Los hombres de clase alta y media y su duración es de cuatro años en pri-
reciben educación que enfatiza las re- maria. Aparecen algunas escuelas
laciones sociales. No es extraño que para díscolos y anormales y para dé-
en los programas universitarios con- biles mentales. En 1937 el Liceo Be-
vivan los cursos profesionales con las lalcázar de Cali, bajo el lema «tensión
lecciones de urbanidad. Allí se busca y ritmo», es el primer colegio para se-
transformar provincianos incultos y ñoritas con profesorado masculino.
bruscos en caballeros urbanos, capa- Esto produce gran escándalo entre la
ces de desempeñarse con soltura en un sociedad caleña. El analfabetismo está
club social, portar un frac, escoger en- ahora por debajo del 60 %. Antes de
tre corbata blanca o negra, establecer la segunda guerra, los más pudientes
corteses y calculadas relaciones co- viajan a Europa a cursar estudios su-
merciales, emplear con elegancia el te- periores. Con la guerra esto se hace
nedor, la cuchara y el cuchillo, degus- imposible, y toman auge y prestigio las
tar vinos y guardar buen comporta- universidades norteamericanas. De
miento en paseos, visitas, bailes y tra- allí comienzan a regresar médicos,
to con las damas. No obstante estos abogados y profesionales que encuen-
primeros esfuerzos en materia educa- tran demanda para sus servicios en las
tiva, para 1918 el 71 % de la población grandes ciudades y buenas remunera-
es aún analfabeta; la tasa más alta está ciones. Hacia 1945 empieza la pro-
en Cundinamarca y la menor en Antio- moción de la enseñanza por correo.
quia y Atlántico. En todo el país hay A lo largo del siglo, la vida de los
más mujeres iletradas que hombres. maestros no deja de ser penosa y po-
En los años veinte surge el movi- bre. Mal pagados, acuden con fre-
Capítulo 15 347

cuencia al agiotista y aguantan ham-


bre; tienen pocos vestidos y usan za-
patos de «anteojos». La férula, pal-
matoria o palmeta, es una vara larga,
delgada, dura y flexible que prueban
los alumnos cuando cogen mal el lápiz
o el encabador —de palo y pluma Fal-
con de acero—, cuando llegan tarde,
dan mal la lección o hacen desorden
en el salón. La culminación de su uso
es cuando hay peleas en el patio. Los
maestros consideran indispensables
los castigos para educar a esos espíri-
tus rebeldes y esas almas indómitas
«sordas a todo beneficcio y demole-
doras de todo orden». Contra la fé-
rula, los estudiantes se untan las ma-
nos con «cebolleta», la cual es, según
recuerda Enrique Echavarría, «una
yerba poco aromática, y por tal razón
el olor natural de los muchachos era
agravado con aquélla. Entre los edu-
candos se decía que cuando se da el
palmetazo el instrumento se raja y
vuela en pedazos».

Dulce Jesús mío


La enseñanza de la doctrina cristiana
tiene un amplio espacio, hasta el pun-
to que, como recuerda Alberto Lleras:
«Desde la cuna al sepulcro el hombre
—y la mujer más aún— no podían ha-
cer nada, ni dar pasos nuevos en su
existencia, o tener episodios memo-
rables sin consentimiento, bendición y
sacramento del cura [...]»
Los jóvenes aprenden qué es lo bue-
no y lo malo, el pecado y la gloria eter-
na y el sentido de la vida. En 1915 el
Catecismo político social exalta al par- enemigos que excitan a quebrantar los Clara Inés Rodríguez,
tido conservador porque tiene «la po- mandamientos divinos son el mundo, de Itagüí,
lítica buena»: no tiene en su credo el demonio y la carne. El mundo debe el día de su primera
comunión, 1930,
principios que la Iglesia condena y combatirse «despreciando sus placeres fotografía de Benjamín
además, al reprimir la prensa, protege y vanidades»; el demonio «con humil- de la Calle.
«la honra y creencias de los ciudada- dad y oración»; y las inclinaciones de
nos y no deja insultar la religión». El la carne «con ayunos y demás morti-
catecismo del padre Astete abandona ficaciones». La confesión es el sacra-
el partidismo político y difunde otros mento que garantiza la expiación de
valores: el pecado mortal es la máxima los pecados.
ofensa y gran temor de todos los cris- En todos los hogares se reza cada
tianos. Éste surge por acción, pensa- noche el rosario, «encabezado por el
miento, deseo u omisión de algo con- padre de familia, bien acomodado él,
tra las leyes divinas o humanas. Los claro está, en una poltrona y los chicos
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
348

Una procesión de
romería en Don Matías
Antioquia, hacia 1920.

de rodillas para que no se durmieran. gencia plenaria que se incrementan si


Era, pues, de rigor, saber, a más del se acompañan con agua bendita, con-
"Padrenuestro" y el "Avemaria", el fesión, visita a la iglesia o ruego por el
"Yo pecador" y el "Credo", porque papa; el rezo de la «jornada cristiana»
los confesores solían ordenar a sus pe- en los breviarios, con oraciones para
nitentes que los recitaran», según afir- cada momento del día; y muchas otras
ma Rafael Serrano. prácticas colectivas muy generaliza-
En el bautizo es corriente que el das, caen poco a poco en desuso o se
niño reciba varios nombres que inclu- restringen a las personas más tradicio-
yen el de alguno de los padres o fa- nalistas en el transcurso del siglo y es-
miliares y el del santo del día o el de pecialmente en los años sesenta, cuan-
la devoción de los parientes. La pri- do la secularización de los oficios re-
mera comunión es de gran importan- ligiosos introducida por el Concilio
cia y marca para quien la hace el inicio Vaticano suscita largas y encontradas
del «uso de razón». Para prepararse a discusiones.
recibir el Cuerpo de Cristo se elaboran
«ramilletes espirituales» con jaculato- El esparcimiento
rias, sacrificios y oraciones varias. Los
regalos y las estampas conmemorati- Las oportunidades de la vida social y
vas coleccionadas en álbumes o misa- las distracciones son poco variadas al
les, son motivo de gran regocijo. empezar el siglo. La vida nocturna es
La Imitación de Cristo es leída y re- casi nula en las ciudades oscuras. Fue-
leída en el texto de Kempis como ra de visitas a los parientes y amistades
ejemplo de vida. En los retiros y ejer- íntimas, asistir a bailes en ocasiones
cicios espirituales se pasa revista a las especiales, hacer eventualmente una
acciones y omisiones pasadas y al es- salida al teatro o participar en la
tado presente del alma para mejorar la celebración colectiva de las fiestas
vida espiritual futura. La lectura pia- cívicas o religiosas, poco más hay
dosa de devocionarios que buscan lle- para hacer.
var por el «recto camino» es muy co- En el transcurso del medio siglo
mún, así como el rezo de diversas no- cambia radicalmente la forma de con-
venas. Los mil Jesuses; las letanías de cebir y emplear el tiempo libre a raíz
los santos repetidas de rodillas; las de una serie de novedades importa-
oraciones que otorgan días de indul- das: la radio, el cine, los deportes,
Capítulo 15 349

otros ritmos, otros bailes. Inicialmen- preferido de los bogotanos era Utica,
te son patrimonio de un reducido nú- a orillas del río Negro y a cinco horas
mero de los más pudientes en las ciu- en tren. Numerosas familias acuden
dades, pero luego se van convirtiendo allí a reposar y reponer fuerzas duran-
en espectáculos y actividades al alcan- te uno o dos meses. Las gentes de la
ce de las masas. En este proceso tiene húmeda sabana tienen la creencia de
mucho que ver la reglamentación de la que al pisar tierra caliente desapare-
vida laboral en el país por el decreto cen reumatismos, neuralgias y cata-
895 del 26 de abril de 1934, el cual es- rros. Gustan mucho los baños de
tablece que la jornada máxima de tra- aguas termales o azufradas, como los
bajo es de ocho horas, institucionali- que hay en Jerusalem, cerca a Tocai-
zando el uso del tiempo libre. Antes ma. También llegan caravanas de ve-
eran corrientes los días de trabajo de raneantes a los lujosos hoteles con pis-
diez y doce horas. cina como El Jordán y El Astoria en
Villeta. Otros sitios concurridos por
A temperar los bogotanos son Cachipay, La Es-
peranza y Apulo en la ruta de bajada
Una de las costumbres de las clases al- al río Magdalena. Al avanzar el siglo,
tas que viene desde la Colonia y se con los mejores medios de comunica-
conserva en todo el período, es el apa- ción y de transporte, se puede salir a
ratoso trasteo de las familias a sus fin- temperar a lugares más apartados.
cas durante las vacaciones decembri- En los años veinte, con la oleada de
nas. Como novedad, a comienzos del prosperidad (el peso llega a estar a la
siglo se acostumbra ir a hoteles en po- par con el dólar) los acomodados salen
blaciones situadas cerca a ríos, que- con frecuencia al exterior. Joaquín Ta- Veraneantes de Bogotá
bradas y baños termales. Los de me- mayo recuerda «... el ruinoso y rui- temperando en la
nos recursos van a visitar parientes en doso abrir y cerrar de baúles...» de la localidad de Utica,
sus pueblos de origen. Todos quieren clase rica de Bogotá, Medellín y Ba- 1935. Las vacaciones
cambiar de clima, dejando las ciuda- rranquilla que los «... lanzó de carrera en "tierra caliente"
des bastante solas en diciembre y ene- son habituales para
hacia los barcos anclados en Puerto los habitantes de la
ro. Hace medio siglo, el veraneadero Colombia». Después de 1930, con la húmeda Sabana.
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
350

Parque de la
Independencia, en
Bogotá, postal sobre
una foto coloreada a
mano, 1910 (Museo
de Desarrollo Urbano).
Los parques son el
sitio de reunión
dominguera, para el
paseo, los juegos de
los niños y
las retretas.

regularización de los vuelos de SCAD- los parques y mangas de la ciudad


TA, los del interior del país pueden ir mientras otros salen de cabalgata o de
al balneario de Puerto Colombia, cer- caminata, o se van a las orillas de los
ca de Barranquilla. En 1945, Avianca, ríos a hacer sus paseos campestres
la aerolínea del país, promueve para la mientras unos se bañan y otros pes-
élite viajes de vacaciones a las playas can. En Bogotá los domingos y días
de Cartagena y Santa Marta. festivos es muy visitado el parque de
Aquellos que no pueden salir de la la Independencia, creado con ocasión
ciudad por toda la temporada, se van de las fiestas del Centenario. Este
en tren con la familia, en paseo de va- cuenta entre otros, con quiosco para
rios días. Los bogotanos a Girardot, las retretas, carrusel con caballos, ti-
los de Medellín a Puerto Berrío. Para gres y leones de madera, fotógrafo y
aquellos que no pueden darse el lujo ventas de turrones y confituras. Tam-
de cambiar de ambiente tan radical- bién es muy concurrido el parque Gai-
mente, queda el recurso de divertirse tán, un sitio de diversiones a bajo cos-
en los parques o pasear por las afueras to, con aspecto campestre. Es el lugar
de las ciudades. favorito de las criadas. Dispone de
montaña rusa y lago con barcas para
El descanso dominguero remar. La gente lleva bolsos con fiam-
bre o adquiere de los venteros chicha-
Durante el resto del año, para romper rrones, patacones, papas fritas y ca-
la monotonía del trabajo de la sema- ramelos.
na, los domingos muchos salen a ca- También es corriente ver este día
minar por las principales calles lucien- grupos de niños y muchachos de cal-
do sus mejores prendas. En la calle zón corto que juegan en las calles
Real brillan los zapatos que chirrean arroyuelo, pipo y cuarta o palmo con
de lo nuevos. Algunos pasan el día en bolas de cristal, ensartan la pirinola,
Capítulo 15 351

lanzan trompos, juegan tira-gallo, o Cartel de promoción


hacen «catapilas» o «caterpillars» con turística de los
Ferrocarriles
carretes de hilo y bandas de caucho. Nacionales, con el
Durante los meses de febrero y agos- mensaje: "Huya del
to, cuando hay fuertes vientos, fabri- frío de Bogotá",
can y elevan cometas. Les gusta poner 1935.
cuchillas en sus colas para cortarles la
pita a las de los contrincantes.
Otras familias se reúnen después de
«almorzar gallina», con sus amistades
y parientes en «... veladas animadas
por chocolate caliente, y pan de bono
fresco, charlas locales, recitaciones de
piano interpretado por las niñas de la
casa, y conciertos improvisados de ti-
ple, bandola y guitarra». Los más adi-
nerados hacen su weekend en sus fin-
cas o casas de campo, donde las mu-
jeres pueden usar pantalones llamados
breeches. Otros prefieren ir al hipó-
dromo, al circo o al cinematógrafo.

Los baños públicos


finos, refrescos, empanadas y bocados
Durante el primer cuarto de siglo, las de sal y de dulce, galletas, cigarros y
casas no tienen agua corriente ni mu- cigarrillos.
cho menos baños. Asearse es un rito Medellín tuvo los de Escallón desde
de los sábados, bien fuera con agua ti- el siglo pasado, luego los de Bermejal,
rada con una vasija o palangana o en El Edén, El Jordán, los de Amador un
una de las quebradas o ríos que pasan poco más descuidados. Los de Palacio
por la ciudad, al menos en aquellas son los primeros en instalar servicio de
como Medellín y Cali donde el clima agua caliente. Utilizan el cisco o en-
lo permite. El baño es considerado voltura del café trillado como com-
más como una diversión que como bustible. Unos cuentan con baños
parte de la rutina diaria. En Medellín hondos y otros con cuartos con ducha
los domingos en los «charcos» favori- en los que se bañan familias enteras.
tos del río, se instalan ventas de sa- Los alquilan con toallas perfumadas y
baletas fritas pescadas allí mismo. Al- bolas de jabón de tierra. Allí las mu-
gunas mujeres, cohibidas para bañarse jeres se cubren con batas largas y los
en los lugares concurridos, madrugan hombres con pantalonetas. Con el
a asearse acompañadas de un hombre paso del tiempo, estos baños se con-
de la casa que las cuida de «lejitos». vierten en «escenario de famosos amo-
Otras familias prefieren darse el lujo res y escándalos que terminan por des-
de acudir, a veces a caballo, a uno de prestigiarlos para el uso de las familias
los baños públicos. Éstos son unos es- honorables», según nos cuenta Rafael
tablecimientos de recreo, especie de Ortiz, cronista de la ciudad. Además
salones sociales, generalmente de pri- se popularizan y dejan de ser «espejos
mera categoría, situados por lo regular de corrección y moralidad».
en las afueras de la ciudad. Están do- En los años treinta, en los patios y
tados de albercas o duchas, con «tal solares de las casas, ya hay baños, mu-
cantidad de agua cristalina, que se lle- chos de ellos de inmersión. Éstos ofre-
nan mientras uno se desnuda» según cen más intimidad, evitan la salida y
recuerda un usuario. Tienen además no exigen el pago de tarifas. Los baños
mesas, sillas, billares. Ofrecen licores públicos empiezan a desaparecer o a
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
352

Sede del Club del


Comercio
de Bucaramanga,
fundado en 1874,
centro de la vida
social en la ciudad.
Fue construido en
1920 por el arquitecto
Pedro Colón Monticoni.

restringirse a los sectores más popu- rías, librerías y atrios de las iglesias
lares, y el baño en el río cae en desuso como sitio de tertulia masculina. Allí
por el robo de ropa que se vuelve más se hacen negocios, se intercambian
y más común y por «otras cosas peo- ideas e información. Los primeros ca-
res». Además se han ensuciado las fés bogotanos aparecen desde finales
aguas. del siglo pasado a semejanza de los
tertuliaderos y restaurantes europeos.
Tinto, clubes y cafés Existieron el café de Florián, el café
de Madrid y el café Italia, en la capi-
Durante la semana, los varones, para tal. A principios del siglo xx aparecen
charlar un rato con los amigos o cerrar en otras ciudades y se especializan en
algún negocio al tiempo que saborean diferentes clases de clientes: unos para
una copa, pueden visitar diversos tipos comerciantes y comisionistas, otros
de establecimientos como los pique- para periodistas, otros para estudian-
teaderos, casinos, cigarrerías, cantinas tes. Así, por ejemplo, en el café El
y pulperías. Varían en ellos los con- Globo de Medellín se reúnen los Pa-
currentes: unos son para gente «distin- nidas, y en el café Victoria de Bogotá,
guida», otros para obreros y «gente los intelectuales amigos del franquis-
ruda», otros para estudiantes. Pero mo. Otros lugares de reunión exclu-
generalmente excluyen a las mujeres siva para hombres son los casinos,
(con excepción de las de «vida ale- donde éstos juegan al tute, al tresillo
gre») y también a los «piernipeludos» y al billar y calman la sed con bebidas
o menores. alcohólicas.
Cuando se impone la costumbre de Los señores ricos cuentan con sus
tomar tinto —a principios de siglo lo propios refugios al estilo inglés. Desde
consume sólo la clase alta y con poca fines del siglo pasado los hombres de
frecuencia— surgen las cantinas o ca- negocios habían fundado clubes socia-
fés. Estos son sitios para hombres les con sede en amplias casonas ubi-
donde se bebe además cerveza, gaseo- cadas en sitios céntricos para estar,
sas, ron y aguardiente. Los cafés des- conversar, jugar o leer prensa nacio-
plazan a las boticas, barberías, sastre- nal y extranjera sentados en cómodos
Capítulo 15 353

sillones. Allí se celebran reuniones de


egresados de un mismo colegio, de
obras sociales, culturales y pías. Ini-
cialmente funcionaron con entrada
restringida a los socios y sus invitados.
Las mujeres son admitidas únicamen-
te para asistir a los bailes de gala
y de disfraces o a las recepciones ma-
trimoniales con la flor y nata de la
sociedad.
En 1874 se funda el Club del Co-
mercio en Bucaramanga, en 1882 el
Gun Club, en el tercer piso de la ga-
lería de los Anublas en Bogotá. De la
citada época datan el primer Club Ba-
rranquilla (1888), el Club Unión
(1894) en Medellín y el Jockey Club
de Bogotá, donde, según lo cuenta
Alberto Lleras, los caballeros de la
sabana recién llegados a la ciudad
«... pasaban las tardes hablando de ca-
cerías, de novillos, de caballos y ju-
gando partidas de poker y de tresillo
hasta el alba...» y haciendo política.
A partir de la década de los diez se
multiplicaron los clubes en las diferen-
tes ciudades: en Barranquilla el Cír- de esta ciudad: el Club Italiano, el Sede del Club Alemán,
culo del Comercio (1902) y el actual Club Alemán, El Club Alhambra y en Barranquilla.
Club Barranquilla (1907), fuera de los el Centro Español. En Cartagena, el
clubes para los diferentes grupos de Club La Popa (1911) y en Cali, el Club
los inmigrantes que conforman la élite Colombia (1920). Lo más selecto de la

Club Campestre,
de Medellín,
hacia 1915.
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
354

sociedad utiliza los servicios de estos Guanteros en Medellín donde, a co-


clubes para sus fiestas, presentaciones mienzos del siglo, el baile diario em-
en sociedad, agasajos a gobernantes, pieza desde el atardecer. Están tam-
empresarios y altos ejecutivos y des- bién los cada vez más numerosos ba-
pedidas de soltero. res, cantinas y prostíbulos, ubicados
También se fundan otra clase de en las zonas de tolerancia, a pesar de
clubes; en 1914, por ejemplo, un gru- ser condenados desde los púlpitos por
po de señores distinguidos de Bogotá indecentes, sensuales y licenciosos. En
forman un club de Cazadores. Van a los años cincuenta se baila en casetas
la laguna La Herrera, al sur de la ciu- o quioscos hechos de guadua y techos
dad, a cazar los patos, que en cierta de paja con pista de baile adornada
época del año emigran desde el Ca- con luces de colores. Allí se baila al
nadá. Volvían a casa cargados con son de traganíqueles que «muelen» los
doscientos patos o más. temas de última moda. Un buen ejem-
Cuando llega al país el influjo del plo de este tipo de establecimientos
estilo de vida norteamericano después son los bailaderos de Juanchito, corre-
de la primera guerra mundial, los clu- gimiento a orillas del río Cauca, donde
bes amplían sus servicios, se abren a acuden los caleños a bailar el mambo.
mujeres y a niños, construyen insta-
laciones deportivas, duchas y un más Chicha y champaña
completo servicio de restaurante. Para
los años veinte todas las capitales tie- Viajeros y cronistas locales del siglo
nen su Country Club o su Club Cam- pasado coinciden en su apreciación de
pestre, donde se puede hacer deporte, que el nuestro es un país de «formi-
exhibir la moda y la etiqueta impor- dables bebedores». También llegado
tadas mientras se saborean platos in- el siglo xx, se ven abundantes ebrios
ternacionales. de toda condición y categoría social.
Los del pueblo tienen sus propios si- Los del pueblo beben masato, guara-
tios de reunión, sus propios «bailade- po, «tapetuza» (aguardiente destilado
ros» en sectores como el Camellón de de contrabando en rudimentarios

Un interesante aviso
publicitario del
género testimonial,
firmado por Marco
Fidel Suárez, en favor
de la cerveza Bavaria.
El propietario,
Leo Sigfried Kopp,
hizo inscribir en
algunas etiquetas de
sus cervezas
el slogan
"No más chicha".
("El Heraldo",
Bogotá, 1892).
Capítulo 15 355

alambiques), la cerveza conocida "Motivos de la plaza


como «espumita», pero sobre todo be- de mercado - Bogotá",
ben chicha, una especie de sidra ela- caricatura de 1936,
en el "Álbum
borada con maíz fermentado y mela- Arciniegas", de la
za. Desde el siglo XVII el consumo des- Biblioteca Nacional.
mesurado de esta bebida había preo- Un país de formidables
cupado a las autoridades. En 1658 se bebedores y bebedoras.
intentó prohibirla con amenaza de
azotes y multas. En el siglo XIX, las
chicherías y sus venteros son una ver-
dadera institución social. Eran una es-
pecie de bares y restaurantes popula-
res. Al finalizar el siglo existían cerca
de trescientos de estos establecimien-
tos en la capital. Durante las guerras
civiles los soldados bebían aguardiente
con pólvora, en la creencia de que esto
les infundía valor. Los ricos, por su
parte, preferían el whisky, el brandy,
las cervezas inglesas y alemanas, los
vinos franceses y españoles, el cham-
paña y otros licores importados. Las
fiestas patronales, las de los estudian-
tes, los carnavales, las fechas cívicas y
otras celebraciones colectivas son las
ocasiones en que más se bebe.
El periódico El Fígaro publica en
junio de 1929 el siguiente dato sobre Estados Unidos y Europa emprenden
licores consumidos en el primer tri- campañas de temperancia.
mestre de ese año en Bogotá: 72.000 Durante los años cuarenta, el con-
botellas de aguardiente, 500 botellas sumo de la chicha es considerado una
de mistelas (aguardiente con hojas, verdadera «enfermedad social» que
frutas, cáscara o semillas para darle afecta la capacidad de trabajo de la
sabor), 780 botellas de cremas, 496 población. El médico Jorge Bejarano,
botellas de brandy, cerca de 10.000 bo- quien venía combatiendo el vicio des-
tellas de ron y whisky y más de siete de la cátedra y la prensa, es nombrado
millones de litros de chicha. ministro, de Higiene del gobierno de
Donde más arraigada está la afición Mariano Ospina Pérez. Presenta al
del pueblo a la chicha para mitigar el Congreso la ley 34 de 1948 según la
cansancio, la enfermedad y el aburri- cual: «A partir del 1 de enero de 1949
miento de una vida sin horizontes, es no se podrán expender bebidas alco-
en los departamentos de Boyacá y hólicas o fermentadas, sino en envases
Cundinamarca, pero también se ha ex- cerrados de vidrio u otro material si-
tendido a los Santanderes, Nariño y el milar. Su tenor alcohólico no podrá
Cauca. En los años veinte el gobierno exceder del 4 %.» Estas medidas son
y la Iglesia toman medidas para tratar complementadas con la prohibición de
de controlar su consumo. Algunos venta de la chicha en los restaurantes
obispos llegan a prohibir la chicha en donde se vendiera comida, y la li-
bajo pena de excomunión, viéndose mitación de la entrada a los expendios
forzados a atenuar la orden para no te- a los mayores de veintiún años. La
ner que excomulgar pueblos enteros. campaña tiene éxito y en menos de
Desde 1922 se prohibe vender chicha seis meses se termina de erradicar el
después de las ocho de la tarde y en consumo. Hay que recordar la coo-
días festivos. En esta misma época, peración de la industria, pues las fá-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
356

bricas de cerveza empiezan a producir producida con agua del nacimiento


una nueva calidad con bajo contenido propio que tiene la fábrica. La gente
de alcohol y a precios populares. En dice que sus dueños se están enrique-
los años cincuenta se emprende otra ciendo envasando agua de la quebrada
campaña, esta vez contra la «tapetu- La Palencia: «Lo que no consiguieron
za» o aguardiente elaborado de con- con la cabeza, lo están consiguiendo
trabando en rústicas tinajas con alam- con la kola», decían.
biques y procedimientos bastante ru- En Barranquilla a principios del si-
dimentarios. glo el toque de distinción lo daba to-
En los establecimientos públicos, mar bebidas con hielo traído en los bu-
entre las bebidas no alcohólicas, se ques extranjeros. Algunas fábricas de
vende, sobre todo para los menores y gaseosas elaboran paralelamente pro-
las mujeres, jugo de arroz con piña, ductos medicinales. Postobón, por
aguadulce, sirope, ponche, guarrús y ejemplo, saca la gaseosa purgante, la
champús valluno y caucano (bebida de Herculina, Sello Calmante y el Sana-
maíz y melado, jugo de fruta y jarabe lotodo Postobón.
de mora para darle el color rosado) y También se fuma mucho. Según los
horchata (bebida con almendras o pe- manuales de urbanidad, las mujeres
pas de sandía, melón o calabaza). Las decentes no deben hacerlo, pero las
gaseosas son la bebida novedosa. pobres y algunas elegantes fuman ci-
Existen fábricas desde el principio del garrillos y tabacos importados o de
siglo que ensayan con distintos pro- producción local. En la década de los
ductos: cidra holandesa, cerveza de años diez ya hay varias fábricas nacio-
uva, coctel, champaña coctel, mortiño nales de cigarrillos, casi todos publi-
cubano y kola. citados por bellas fumadoras.
La fórmula de la kola se hizo po-
pular no sólo entre la gente pobre sino Procesiones, reinados y carnavales
también en la sociedad elegante. To-
más Carrasquilla en su novela Gran- La vida es un santoral en donde se ce-
deza habla de ella como una bebida lebran numerosas fiestas religiosas. Se
muy apetecida. El primer producto de celebran el Corpus Christi, la Semana
la fábrica de gaseosas Posada Tobón Santa, el día de la Virgen, del Santo
de Medellín es la Kola Champaña, Patrono, de San Juan y de otros san-

Propaganda de la
Kola Champaña, primer
producto de la
fábrica de gaseosas
Posada Tobón,
de Medellín,
a comienzos de siglo.
Capítulo 15 357

Procesión con las


reliquias de San Pedro
Claver, en Cartagena,
según una tarjeta
postal de los años 20.

tos, con nutridas procesiones. Tam- por los jesuitas. Es transmitida por ra-
bién los acontecimientos especiales dio y los muchachos la conocen como
como la visita de una imagen milagro- la «procesión de los mamoncillos» por
sa, el Congreso Eucarístico o la Gran la proliferación de esa fruta en esa
Misión congregan multitudes. época. La de Corpus Christi realizada
En 1919, cuando llega a Bogotá la en junio, es una de las principales fíes-
Virgen de Chiquinquirá con su dia- tas del año litúrgico. Se viene cele-
dema y corona en oro, con setenta y brando desde la segunda mitad del si-
ocho diamantes y ciento treinta es- glo XVI. Recorre las principales calles
meraldas donados por sus devotos, que están adornadas con arcos de flo-
toda la ciudad tuvo que ver con la co- res, cadenas de papel multicolor, ra-
ronación y demás actos programados milletes y telas recogidas en los bal-
para el Congreso Mariano con que se cones. En el siglo pasado, había fue-
iba a recibir la imagen. El recorrido gos artificiales desde la víspera y varas
tomó más de una semana, desde el de premio, largos palos untados de ja-
santuario en Boyacá hasta su gloriosa bón o grasa con sorpresas atadas en el
entrada a la capital. El recibimiento extremo para quien fuera capaz de su-
opacó lo visto en 1913 a raíz del Con- bir hasta ellas. Al día siguiente, a las
greso Eucarístico. En una fastuosa once de la mañana, empezaba la pro-
misa pontifícial celebrada en la cate- cesión. Desfilan primero grandes cai-
dral, la Virgen con el Niño en los bra- manes, gallinazos y otros animales de
zos fue coronada mientras los asisten- cartón con hombres dentro. Siguen fi-
tes henchidos de fervor cantaban: «Tú las de niños arrojando, al paso, flores,
reinarás, / éste es el grito / que ardien- luego carros con alegorías que repre-
te /exhala nuestra fe». sentan a David y Goliat y otros per-
Las procesiones son grandes y so- sonajes por el estilo. Siguen los mú-
lemnes manifestaciones callejeras. En sicos, y luego niñas con cestos de flo-
ellas toman parte, por tradición, todas res e incienso, un grupo de indias dan-
la* clases sociales. En Medellín tiene zando, y al final los soldados.
gran pompa la procesión anual del Sa- Las de Semana Santa (con gran tra-
grado Corazón de Jesús organizada dición desde la Colonia en Popayán)
358 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

reúnen a las altas autoridades civiles y días, los almacenes ofrecen gran varie-
militares y a las distintas órdenes re- dad de géneros de seda, botas, boti-
Luz Marina Zuluaga ligiosas de la ciudad. En la del Santo nes, zapatillas, mantillas de cachemir,
Zuluaga, de Colombia, Sepulcro, las personas de la clase alta pañolones de seda.
Miss Universo
1958-1959. Los reinados
se ubican en los balcones de sus casas En algunas ciudades los caballeros
de belleza, tan a presenciar la procesión, mientras el de la sociedad asisten a las «horas de
característicos de pueblo desfila llevando velas encen- tinieblas» o reuniones a puerta cerra-
las festividades didas. A falta de otras diversiones, los da donde cantan salmos a capella. Al
colombianas, se jóvenes hacen diabluras en las proce- final —cuenta un cronista de Cali—
originaron en los
"escrutinios
siones: amarran por ejemplo las faldas «los asistentes daban golpes sobre las
de belleza" y los mantos de las señoras de edad. bancas para imitar el ruido de la tem-
de los años 10. Como es de rigor el estreno en estos pestad y del terremoto que según la le-
yenda evangélica se produjeron en la
Tierra Santa cuando expiró el crucifi-
cado». El Miércoles Santo es de gran
recogimiento y contrición. Hay con-
fesiones para hombres hasta bien en-
trada la noche. El Jueves Santo es día
de salir a visitar los monumentos y ha-
cer largas colas para poder comulgar.
El Viernes Santo es obligatorio vestir
de luto riguroso para concurrir a la ca-
tedral u otras iglesias a escuchar los
sermones de las Siete Palabras en las
voces de los más notables predicado-
res. Ese día no se debe oír música ale-
gre ni jugar y algunos realizan visitas
a las cárceles. El Domingo de Pascua
es de alegría. Se celebra con cabalga-
tas de disfrazados y comparsas en sa-
lones de familia. Los señores más dis-
tinguidos asisten a misa de sacoleva y
cubilete con el alcalde de la ciudad.
Los reinados y los carnavales son
otro tipo de fiesta, más pagana, du-
rante las cuales los ciudadanos aban-
donan la rutina y visten alegres colores
para bailar, ver los desfiles, los juegos
pirotécnicos y los toros. Durante estos
días todos comen y beben más, com-
pran y venden más, los sastres y cos-
tureras no dan abasto y los hoteles,
restaurantes y chicherías permanecen
repletos. En la década de los diez, en-
tre la clase alta, aparecen los «escru-
tinios de belleza». También se crean
los reinados del deporte, y entre los
trabajadores se elige cada año la Flor
del Trabajo. Durante las primeras tres
décadas del siglo son muy importantes
las fiestas de los estudiantes. Cada ciu-
dad elige su reina en fastuosas cere-
monias de coronación después del des-
file de las carrozas con las candidatas
Capítulo 15 359

y las comparsas acompañantes. En ren un proceso de preparación muy


1904 da mucho que comentar en la ca- largo. Los ensayos van desde el 20 de
pital la derrota de la hija del presiden- enero hasta el domingo anterior al
te conservador frente a la candidata li- Miércoles de Ceniza, día en que se ini-
beral. En 1929 en el hotel Ritz en esta cia oficialmente el carnaval.
misma ciudad, durante un baile en ho- Aunque son una fiesta para toda la
nor de una de las candidatas, se re- población, cada clase la vive a su ma-
mata una colilla de su cigarrillo por nera. Los más pudientes, muy extran-
ochocientos pesos, que entonces equi- jerizados, lo celebraron un tiempo en
valían a la respetable cantidad de el teatro Emiliano y luego en los clu-
ochocientos dólares. bes privados con orquestas extranje-
Muchas ciudades del país realizan ras. Los sectores populares hacen sus
carnavales. Están los de Pasto y Tu- cumbiambas de barrio y bailan en las Aura Gutiérrez Villa,
maco y, en la Costa atlántica, los de calles que se llenan de mesas con ven- representante de
Antioquia, primera
Barranquilla. La tradición de estos úl- tas de carimañolas, arepas, dulces con Señorita Colombia,
timos se inicia desde finales del siglo queso, arepa de huevo, butifarras, bu- elegida en el Teatro
pasado por inmigrantes de localidades ñuelos de fríjol de cabeza negra y pa- Colón de Bogotá,
como Cartagena, Mompós, Magangué tacones. Después de 1943, cuando se en 1932. Dos años
y otras en la llanura Caribe atravesada inician los reinados de barrio, el car- después sería
por el río Magdalena, que venían rea- naval se convierte en una fiesta disfru- elegida la primera
reina en Cartagena,
lizando carnavales desde el siglo XVIII. tada por todas las clases en una forma Yolanda Emiliani
Las danzas y comparsas se conservan menos aislada. Román.
por tradición. Mezclan la comedia, la Otras celebraciones colectivas no
tragedia, la danza, la sátira y requie- tienen lugar año tras año, sino que re-

Guillermo Valencia
con una reina del
carnaval de estudiantes
de Bogotá y sus
"damas de honor",
años 20.
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
360

sultan de eventos cívicos como la co-


La joven Antioquia,
carro alegórico,
ronación del poeta Julio Flórez, en
desfila frente a la 1922, en Usiacurí (Atlántico), o de las
catedral de Villanueva, recepciones al presidente de la Repú-
en Medellín, 1913 blica. Los ciudadanos también se vuel-
(fotografía de can a la calle por motivo de alguna ca-
Benjamín de la Calle).
Un elemento constante
tástrofe, bien sea un temblor de tierra
en la fiesta o uno de los frecuentes incendios que
colectiva. afectan las ciudades, ocasión en la que
todos tienen que colaborar con la po-
licía para controlar el fuego, pues el
servicio de bomberos es muy defi-
ciente.
La celebración de la Nochebuena se
inicia el 8 de diciembre con la fiesta de
la Inmaculada Concepción. Este día
todas las casas de ricos y pobres se
adornan con velas y faroles. Luego
Próspero Tobón viene la elaboración del enorme pe-
en pose de ciclista,
foto de Melitón sebre que reproduce con musgo, ca-
Rodríguez. 1904. sitas y figuras de tamaños despropor-
cionados entre sí, la geografía y los
personajes presentes en el nacimiento
del Niño Dios, para empezar a rezar
la Novena de Aguinaldos todas las no-
ches desde el 16 de diciembre. Duran-
te estos días hay gran alboroto en los
hogares. Los jóvenes hacen y elevan
globos de papel de arroz y los mayo-
res, según su capacidad adquisitiva,
compran aguinaldos para los hijos y
parientes en las ventas callejeras de
juguetes de fabricación doméstica o en
los almacenes elegantes que se llenan
de los más novedosos juguetes extran-
jeros. La fiesta culmina la noche del
24 de diciembre con una cena acom-
pañada de buñuelos, natilla, manjar
blanco, hojuelas, dulces desamarga-
dos y torta de pastores. Se remata con
la asistencia a misa de gallo a las doce
de la noche. Estas festividades se pro-
longan hasta el 6 de enero, el día de
Reyes. En el barrio Egipto de Bogotá
se recibe esta fecha con gran entusias-
mo. De la plazuela parten unas com-
parsas populares con estrafalarios dis-
fraces llamadas «matachines». Reco-
rren el barrio haciendo paradas en las
chicherías del sector. Abriendo el des-
file va el «indio Antonio», un perso-
naje muy conocido que aporrea con
una vejiga de res bien inflada a todo
el que se deje sorprender.
Capítulo 15 361

Información bia los programas que se escuchan ini-


y entretención inmediatas cialmente son transmitidos por emi-
soras de México, Buenos Aires, La
Ernesto Duperley, el mismo que trae Habana, Estados Unidos y, más ade-
al país los velocípedos y las bicicletas, lante, por emisoras locales.
las primeras cámaras Kodak y el pri- Los aficionados colombianos, sobre
mer Cadillac, importa en los años diez todo en Barranquilla, Bogotá, Mede-
las victrolas de cuerda y las pianolas llín y Manizales, experimentan con sus
con rollos de «moler música», como se receptores de galena y en los años
les dice en son de charla. La primera veinte ya existen varias emisoras co-
victrola se da a conocer en pleno tea- merciales de onda corta en las capi-
tro Colón y con presencia de la alta so- tales. Escuchar radio empieza a ocu-
ciedad que acude en traje de gala a es- par porciones cada vez mayores del
cuchar el extraño aparato cantando La tiempo de los colombianos. La radio,
donna é mobile en la voz del famoso junto con la aviación y las carreteras,
Caruso. Igual fascinación causan en acerca las distintas regiones del país,
los años veinte las voces y la música de otra forma aisladas y encerradas.
salidas de los primeros aparatos de ra- La programación de las primeras es-
dio. Éstos son vistos como unos cofres taciones que tienen licencia incluye
enormes llenos de tubos y su adquisi- conciertos de música clásica y colom-
ción es un acontecimiento entre las fa- biana, charlas de literatura, humor,
milias de la alta sociedad. Se invitan misa, trisagio, pontificales, sermones,
vecinos y parientes a conocerlos. Cla- campañas cívicas, colectas y progra-
ro que al principio la comunicación es mas femeninos sobre el hogar y la co-
muy deficiente y se escucha poco o cina.
nada. «Se oía como camiones descar- En los años treinta es muy conocido
gando cascajo», comenta un cronista. Mario Jaramillo Duque, el primer hu-
En 1920 se había transmitido por morista e imitador de voces del país;
primera vez en Estados Unidos la voz la Hora Sabrosa de la Voz de Pereira,
humana a distancia prescindiendo del que por su localización y estilo espon-
uso de alambres. A los pocos años táneo acapara sintonía nacional; el
existen en ese país las radiodifusoras Teatro al Aire Libre de Coltabaco,
comerciales. El invento llega muy transmitida los domingos por la Voz
pronto a América Latina. En Colom- de Antioquia con los mejores artistas

Equipo "Javerianito",
de Pasto, 1932:
una muestra de la
rápida difusión de
este deporte
en todo el país.
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
362

nacionales y extranjeros; y el progra- interés por el radioteatro. Se confor-


ma Novedad que popularizó el bolero man grupos que montan obras del
en el país. Cada semana los musicales: abundante repertorio de escritores de
El Desfile Glostora y Estrellas Mejo- la talla de Oswaldo Díaz Díaz y Efraín
ral. Se escuchan jazz bands, orques- Arce Aragón. Se recuerda de esta
tas, las voces de Estrellita, Fany Ca- época a la guajira perseguida por ru-
tarlo y Obdulio Sánchez. dos contrabandistas en Luna de Arena
El 24 de junio de 1935, con la muer- del tolimense Arturo Camacho. Ya en
te de Carlos Gardel en el choque de los años cuarenta mucha gente sigue
un avión de SCADTA y un trimotor, día a día las aventuras del amable y
empieza el radioperiodismo. Antes gordo detective chino, en la adapta-
había cortos boletines informativos, ción cubana de la serie inglesa Chan-
pero ese día Antonio Henao Gaviria Li-Po y los dramas de Ojo de Águila
transmitió por teléfono directo desde o del Capitán Silver o de los persona-
el aeropuerto de Medellín la tragedia jes de El derecho de nacer de Félix B.
que en ese momento era vista como el Caignet.
más grande desastre aéreo de la avia- Desde la República Liberal la radio
ción comercial en el mundo. El fa- entra a ser un factor decisivo en la ac-
moso cantante había actuado en Ecos tividad política, un importante medio
de la Montaña presentado por Hernán de agitación de masas. En 1934, poco
Jiménez Arias. Éste será uno de los después de su posesión, el presidente
grandes locutores, cantantes y pianis- López Pumarejo defiende con agresi-
tas «de oído», a quien también persi- vidad los nuevos decretos tributarios
guen las «cocacolas» cazadoras de au- en una serie de charlas radiales. Los
tógrafos, es asediado telefónicamente conservadores en reacción fundan el
e inundado por una copiosa corres- 14 de marzo de 1936 La Voz de Co-
pondencia de sus admiradoras oyentes lombia, desde donde lanzan virulentos
en todo el país. ataques al gobierno. También los ciu-
Antonio Henao Gaviria transmite a dadanos pueden escuchar las sesiones
fines de los años treinta las primeras del Congreso. Sin duda todo esto con-
crónicas deportivas en Medellín, na- tribuyó a enardecer los ánimos para la
rrando los partidos de fútbol y las ca- violencia que luego se desataría en
rreras de caballos. El entusiasmo ma- todo el país.
sivo por el deporte a finales de los
años cuarenta, obliga a los periódicos Al son de nuevos ritmos
a establecer páginas deportivas diarias
y a las emisoras a aumentar sus pro- Después de haber sido desdeñada por
gramas radiales. Las voces de Gabriel seguir los aires extranjeros, en la dé-
Muñoz y Carlos Arturo Rueda se cada de los años diez causa furor en las
vuelven muy populares. Como no ciudades la canción colombiana. Apa-
existen los transistores, la gente tiene recida en la bohemia de los arrabales,
que escoger entre ir al estadio o es- de los barrios bajos, pronto se incor-
cuchar la transmisión. En 1954, duran- pora a las serenatas, a los teatros y a
te un partido importante del Millona- los salones de la clase alta. Es la época
rios en El Campín, un directivo del de los duetos y las estudiantinas, de
equipo con ayuda de un policía intenta músicos como Pelón Santamaría.
sacar a Carlos Arturo Rueda porque Adolfo Marín, los hermanos Uribe, de
estaba dañando la taquilla del juego Envigado (Antioquia), de Wills y Es-
con su transmisión. cobar, de Pedro Morales Pino y Emi-
En 1932 la HJN presentó el primer lio Murillo. Fue la época en que este
grupo de radioteatro con Ester Sar- último organizó muchos torneos de ar-
miento de Correa, Carlos Escobar y tistas en la capital.
otros. Con la fundación en 1940 de la En los años diez la Lira Antioqueña
Radiodifusora Nacional aumenta el es el conjunto musical más apreciado
Capítulo 15 363

por la sociedad medellinense. Anima mas son la soledad, el desamor, las ilu- Un baile al aire libre
el célebre Baile Blanco de los Echa- siones; oscila entre la nostalgia y la en el Club Los Lagartos,
varrías en la esquina del parque Bolí- de Bogotá, 1937.
ternura. La muerte de Gardel en Me-
var y se presenta en el Club Tándem dellín en 1935 (era conocido interna-
y en el Unión. En la década siguiente cionalmente como el Rey del Tango, Propaganda del
realiza giras internacionales. Los mú- el Zorzal Criollo, El Ángel) idealiza gramófono Víctor,
sicos viajan a grabar a las casas fono- este personaje entre nosotros, cuando 1910.
gráficas —Columbia, RCA Víctor y
otras— de los Estados Unidos, o a sus
casas sucursales en México. Los discos
se difunden por toda América. Ésta
fue la época de oro de la canción crio-
lla. Llegan los traganíqueles para dis-
cos de 78 revoluciones y con ellos la
música del Ecuador, Argentina y Mé-
xico. Se oyen pasillos de Carlos Vieco,
canciones mexicanas de Agustín Lara,
Juan Pulido, Juan Arvizu, Ortiz Ti-
rado y un poco más tarde los tangos
de Carlos Gardel y Agustín Magaldi.
El tango, que tiene impacto en todo el
mundo, penetra hondo en la sensibi-
lidad de los desarraigados que se con-
gregan en las ciudades. En sus letras
predominan las historias de persona-
je» del bajo mundo callejero. Sus te-
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
364

en Europa ya declina desde los años san los nuevos ritmos y los imponen en
veinte al competir con el jazz y los rit- todo el país. Es la época del compo-
mos tropicales. sitor y cantante José Barros, de la or-
La influencia del music hall nortea- questa de Lucho Bermúdez, otro cos-
mericano y de los jazz bands y los ca- teño que triunfa en Buenos Aires, en
barets entre nosotros ayudan a dejar el hotel Nutibara de Medellín y en Bo-
atrás la moderación y la cortesía de los gotá, y de la orquesta de Pacho Galán.
valses, las contradanzas, los bambucos Se introduce en estos años el cock-
y los pasillos. Ahora, al caer la noche, tail party definido por un observador
las jóvenes de la élite pueden ir a los como «una fiesta en que se come mal
night clubs, nuevos salones sociales a y se bebe mucho en compañía de per-
media luz y con orquesta, luciendo sus sonas desconocidas». Después de la
faldas altas a bailar al son del jazz, el segunda guerra europea toma fuerza
fox-trot, el charleston, el rag time, el la radiodifusión y con ella el peso de
resbalón deslizado, el monkey step o la música entre las masas. La cadena
esa otra exótica danza que es el tango. Kresto, por ejemplo, dio a conocer a
En los clubes también se escucha y se Myrta Silva y Bobby Cappó, repatrió
baila otra música extranjera suaviza- a Carlos Julio Ramírez y trajo a los so-
da, para bailar de frac, como la «Se- listas de la Sonora Matancera. Surgen
renata china», la «Danza japonesa» o por esta misma época los dúos bam-
el «Baile de los marineros». En fechas buqueros de Garzán y Collazos y el
de parrandas decembrinas se compo- Dueto de Antaño.
nen temas de origen; campesino, lo
que más adelante se llamará «música Arriba el telón
guasca» del estilo del «Turrungis tun-
gis», «La nigua», «El gato negro» y Asistir al teatro es una vieja tradición
otras piezas picarescas y groseras. en el país. Desde el siglo XIX compa-
También para estas fiestas se popula- ñías extranjeras realizan temporadas
rizan foxes o polkas alemanas como en las capitales con óperas y zarzuelas
«El Barrilito» en versión española de españolas, italianas y francesas, fuera
Pepe y Chavela o temas como «24 de de otras de autores clásicos del teatro
diciembre», una canción mexicana ba- europeo. En las tablas se presentan
La declamadora sada en el tema musical de la película además toda suerte de malabaristas,
Berta Singerman, Tú ya no soplas. cuplés, hipnotizadores, bailarines y
paradigma del arte hasta perros comediantes para secto-
en el gusto de los A partir de 1930 se inician los años
intelectuales de los dorados del bolero en todo el conti- res más populares. Entre 1900 y 1930
años 30 y 40. nente y el auge de Agustín Lara, Pe- al lado de estos espectáculos empieza
dro Vargas, Toña la Negra y Elvira a abrirse camino la producción escé-
Ríos. También se escucha" a María nica nacional, que experimenta un
Grever y a Nano Rodrigo. De la Costa verdadero florecimiento. En 1904, en
llegan los porros y las rumbas al Bo- medio de la guerra civil, se crea en la
gotá del hotel Granada, donde se capital una compañía dramática anexa
compuso el famoso son criollo «Pa- a la Gruta Simbólica, llamada la Es-
chito e'ché», al Bogotá que tiene su cuela de Chapinero. Despierta tanto
Club Costeño y el programa radial La interés que el gerente del tranvía pone
Hora Costeña. El Trío Matamoros de una ruta que pasa por allí. En esa mis-
Cuba y el Grupo Victoria de Puerto ma época el presidente Marroquín
Rico visitan el país. monta obras de teatro en el palacio de
Los intérpretes de la rumba criolla San Carlos. La compañía de Arturo
que mezcla el son cubano, el meren- Acevedo Vallarino, personalidad do-
minante del teatro nacional a comien-
gue antillano, el pasillo y el bambuco zos del siglo, «abre trocha» en los tea-
fiestero, como Emilio Sierra de Fusa- tros Colón y Municipal con largas tem-
gasugá y su orquesta, o el tolimense poradas, seguidas de giras por todo el
Milcíades Garavito Wheeler, impul-
Capítulo 15 365

país con obras de autores locales. Vespertinas en el cinematógrafo


Además forma núcleos de actores con
alumnos del Gimnasio Moderno y Los ricos y los pobres se encuentran
otros colegios y construye el teatro el en los toros, en los espectáculos de va-
Bosque donde se presentan entre 1911 riedades, en las retretas dominicales,
y 1923 grupos locales e invitados. Allí en los circos que ocasionalmente visi-
estrena en 1919 la compañía de Matil- tan las ciudades y, desde los años vein-
de Palau la obra de Luis Enrique Oso- te, en un nuevo espectáculo que se
rio La ciudad alegre y coreográfica, percibe como mágico: el cinematógra-
que hace suspender la temporada por fo. Llegado al país en 1897, a los pocos
el escándalo que provoca. años de haber sido inventado en París,
Para los años veinte el teatro ha per- se muestra al empezar el siglo como Matilde Palou,
dido algo del carácter tan elitista que parte de otros espectáculos de varie- actriz nacional,
tenía en el siglo pasado y logra llegar dades en los principales centros urba- en el papel de Blanca,
a públicos mayores. Los temas se re- nos. En 1912 los hermanos Di Do- en la película
fieren más a nuestra propia realidad menico, que habían exhibido películas "Como los muertos",
que a los rimbombantes argumentos en el Parque de la Independencia en sobre la obra teatral
de Antonio Alvarez
importados. En 1924, la noche del es- Bogotá, estrenan el Salón Olympia, el Lleras, dirigida por
treno de Los mercenarios de Antonio primero en el país que presenta cine Pedro Moreno Garzón
Álvarez Lleras, a pesar de que se han con regularidad. Hasta 1919 hay una en 1925 y producida
agotado las localidades, en la taquilla sola función nocturna los días jueves, por los hermanos
se aglomeran las gentes de todas las sábados y domingos. Después se exhi- Di Domenico.
clases sociales. El público a la salida ben diariamente un matiné y dos
comenta emocionado que el teatro co- funciones por la noche. El Salón
lombiano es sin discusiones el primero Olympia es una sala enorme para tres
de América. También siguen teniendo mil personas que sirve además para
muy buena acogida en las ciudades boxeo, zarzuelas, variedades y bailes
compañías visitantes como las de Vir- de resistencia. La pantalla queda en la
ginia Fábregas, Andrés Soler y Baus mitad, como en el circo España de
Calero. Medellín. Cuesta veinte centavos ver
En los años cuarenta y cincuenta es la película de frente y diez centavos
muy taquillera el tolimense Carlos verla tras el telón. Los que allí se sien-
Emilio Campos, Campitos, quien tie- tan pagan un intérprete especialista en
ne su propia compañía de variedades, leer al revés y llevan suculentos fiam-
la cual se presenta regularmente en el bres envueltos en papel periódico. Los
teatro Municipal y en las salas de cine del otro lado consumen helados. Se
de Bogotá. Viaja además a todos los presentan sobre todo películas italia-
pueblos y ciudades del país y hasta a nas y francesas que gustan mucho por
los países vecinos presentando con su la Bertini, la Menichelli y otras divas
elenco de actores Los tres Reyes Va- que actúan en ellas. Son dramas de
gos, Marcelino, vino y pum y otras lágrimas del estilo de la Novela de un
obras. joven pobre. Más tarde llega el cine de
Después de 1950 pueden verse los Estados Unidos con Chaplin y otros
primeros grupos del teatro experimen- cómicos, y luego las películas de va-
tal con su actitud anticomercial y anti- queros y las de aventuras.
sentimental. Grupos como Artistas Luis Tejada escribe en 1922: «El ci-
del Pueblo, de Cali, están conforma- nematógrafo conmueve, apasiona, ha-
dos por estudiantes, obreros y em- ce vivir por un instante la vida loca,
pleados, y los recién creados Festiva- desinteresada y magnífica de los hé-
les Nacionales de Teatro atraen un pú- roes. Allí está su éxito. Los hombres
blico formado en su mayoría por jó- son todos en el fondo aventureros». El
venes, con obras de escritores de la público puede a veces ponerse difícil,
vanguardia mundial: Ionesco, Tennes- si no le gusta la película proyectada.
see Williams, Brecht, García Lorca. Según una noticia aparecida en El
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
366

Tiempo en 1929, después del estreno gráfico de Acevedo Hnos., empresa


de la película El circo de Charles Cha- fundada en 1920. Se continúan abrien-
plin en Bogotá, presentación que se do salas de cine y las revistas publican
había esperado ansiosamente, la mu- fotos y chismes de los secretos, escán-
chedumbre defraudada quebró sillas y dalos e intimidades de Bette Davis,
rompió el telón. También hay peleas Rita Hayworth, Esther Williams, la
por la música que la orquesta debe to- estrella nadadora, y otras beldades de
car para acompañar las películas mu- Hollywood. El cine parlante llega al
das. Unos prefieren escuchar óperas país en 1937. La gente ve Hotel con
italianas porque les combinan perfec- Greta Garbo y Marruecos con Gary
tamente con los dramas pasionales de Cooper.
la pantalla. Otros quieren oír música No faltó quien siguiera oponiéndose
de compositores colombianos. al cine por considerarlo enemigo de la
Las principales ciudades del país moral y las buenas costumbres. Es-
construyen sus salas de cine: el teatro pecialmente insistentes y radicales
Junín en Medellín, el Garnica en Bu- fueron los Yocistas, una agrupación
caramanga, el cine Olympia en Cali, el de la Juventud Obrera y Católica. En
teatro Colombia en Barranquilla. 1934 escriben en su revista: «... el cine
Unos años más tarde el famoso teatro es para vosotros un enemigo terrible.
Faenza en Bogotá, con sus arcos art Os arrebata vuestro dinero, vuestro
nouveau, desplaza al Salón Olympia tiempo y pervierte vuestras concien-
como la sala elegante de cine. cias, huid de él». En sus publicaciones
Una escena de Las salas oscuras del cinematógrafo emprenden además campañas contra
"El loco de moda" se convierten en un refugio muy ade- la prostitución y la sífilis.
(1924), obra de
teatro de Luis Enrique
cuado para las parejas en trance de
Osorio montada en el «amacice», en una oportunidad de ga- Un nuevo culto: los atletas
Teatro Municipal, lanteo que muchas veces se puede sin-
de Bogotá. cronizar con la película. La Garbo, Al terminar el siglo pasado, las diver-
Clara Blow, Gloria Swanson, Louise siones al aire libre consisten en montar
Brooks, Marlene Dietrich, son los mo- a caballo o tomar un baño en los ríos
numentos del erotismo femenino. Al y quebradas. En Europa y en Estados
amarse, las jóvenes parejas imitan sus Unidos, durante la belle époque que
gestos, sus miradas. El bombardeo de llega con el nuevo siglo, se difunden
imágenes en movimiento introdujo nuevos juegos y deportes: el polo, el
Teatro Junín, conceptos novedosos sobre el consu- fútbol, el tenis, el golf y la natación.
de Medellín, mo, la moda y el estilo de vida. Los miembros de nuestra élite que se
viñeta publicitaria Se habla y se escribe mucho sobre encuentran en el exterior en viaje de
de 1930. el efecto del cine en el público y se negocios, estudio, turismo o diplo-
Proyectado por el
arquitecto belga
cortan los besos cuando son muy lar- macia, al regresar al país traen consigo
Augustin Goovaerts, gos. Sin duda el cine amplía la imagi- raquetas, pelotas, balones o talegas de
fue estrenado en nación y el conocimiento de la gente. golf para jugar con sus amistades en
1924. Ahí sentados, los ciudadanos pueden canchas improvisadas. En este proce-
ver otros paisajes, las más famosas so tuvieron un papel importante los
ciudades del mundo, aeroplanos y extranjeros residentes o visitantes en
otras fantasías. También pueden se- las principales ciudades. En la década
guir los principales acontecimientos de los diez, mientras el país se recu-
nacionales: las manifestaciones políti- pera de los estragos causados por las
cas de Olaya Herrera, de Laureano guerras civiles, Barranquilla, la ciudad
Gómez, de Gaitán, eventos deporti- que más directamente recibe en esta
vos, las coronaciones de las reinas, las época la influencia del extranjero, asi-
visitas ilustres, los domingos en el hi- mila los nuevos juegos. Los samarios,
pódromo... Los sucesos importantes por su parte, aprenden a jugar el fút-
entre los años veinte y cuarenta se bol con los marinos cuyos barcos atra-
muestran en el Noticiero Cinemato- caban para recoger bananos. Estas dos
Capítulo 15 367

Una partida en el
Polo Club de Bogotá,
hacia 1905.

ciudades llevarían la delantera años tes quieren darse ínfulas de estar en


más tarde en fútbol, béisbol y boxeo cosas de una verdadera ciudad.
durante las primeras competencias na- Los campeones que reseñan los me
cionales. dios informativos son empresarios de
En general ser buen deportista es la clase alta. Carlos J. Echavarría, el
algo considerado de buen gusto. Con gerente de Coltejer, educado en Es-
el progreso, a través de la élite, se im- tados Unidos, es varias veces campeón
ponen nuevos usos y valores que des- nacional de tenis y Julio Mario San-
deñan lo quieto, lo provinciano y se todomingo es miembro del equipo de
fomentan el roce social, el vigor, la béisbol Colombia de Barranquilla en
destreza física. En Europa y en Esta- 1914. Noticias como las caídas del
dos Unidos los atletas junto con las es- príncipe de Gales en sus prácticas de
trellas de cine son los nuevos semidio- equitación reciben sorprendente aten-
ses. Hasta los años veinte, cuando al- ción en las revistas.
gunos deportes empiezan a populari- Después de 1914 decae un poco la
zarse, los equipos, conocidos más bien actividad deportiva por la guerra, pero
como teams, están conformados por renace con más fuerza hacia los años
jóvenes de la alta sociedad. El fútbol, veinte, cuando proliferan los clubes
el tenis, el polo, el basquetbol son jue- sociales con instalaciones deportivas,
gos aristocráticos y el público que asis- se conforman equipos de más variada
te a las competencias deportivas es se- extracción social y se organizan tor-
lecto. Todos visten con elegancia y neos a los cuales asiste un público cada
formalidad. En las tribunas se ven vez más amplio.
sombreros de copa, corbatas y trajes El fútbol es el deporte que más rá-
de ceremonia. Igual trascendencia tie- pidamente se acoge. En los colegios
nen una función de cine y una tarde en masculinos hay canchas y equipos or-
el hipódromo. Parece que los asisten- ganizados. En 1924 gana la selección
368 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

paraguaya de fútbol en París. Este he- 1959 se sigue discutiendo el asunto.


cho, junto con las visitas de los veloces Ese año, según la revista Cromos, va-
equipos peruanos al país, ayuda a im- rias candidatas al reinado nacional de
pulsar la afición por este deporte. En belleza en Cartagena tienen que pro-
1928, cuando Hans Huber, un chileno meter a sus obispos no desfilar en ves-
profesor de educación física, organiza tido de baño.
los I Juegos Olímpicos Colombianos Otro deporte que se vuelve taquille-
en Cali, se hace también el primer ro a partir de los años veinte es el bo-
campeonato nacional de fútbol. Entre xeo. En esta década llegan a Barran-
1938 y 1948 se realizan partidos amis- quilla los primeros púgiles profesio-
tosos con equipos visitantes de Argen- nales del exterior. Como no encuen-
tina, Paraguay, Ecuador, Costa Rica, tran contrincantes locales, pelean en-
Estampilla de correos Perú y Chile. En 1946 el seleccionado tre ellos, y después empiezan a en-
conmemorativa de los colombiano se clasifica campeón en frentar a los más conocidos peleadores
III Juegos Deportivas los Juegos Centroamericanos y del Ca- callejeros. Uno de ellos, Caballito de
Nacionales
(ó III Olimpíada),
ribe en Barranquilla. Surgen estrellas Barranquilla, pelea contra un boxea-
celebrados en nacionales como el samario Carlos dor de Estados Unidos. Ante un nu-
Barranquilla, 1935. Arango, el Caimán Sánchez de Ba- trido público le pide al norteamerica-
rranquilla, Humberto Turrón Álvarez no que le «miente la madre», pues él
y el portero Julio Chonto Gavina. Las no puede empezar a pelear «en frío».
hazañas y derrotas de las estrellas y los Hubo problema porque el boxeador
equipos son objeto de conversaciones no quiso acceder a esta petición, pero
y de disputa entre los miembros del finalmente lo hizo y derrotó al ofen-
sexo masculino, sobre todo en los ba- dido barranquillero. Las ciudades de
res, en las calles, en los hogares. la Costa sobre todo, y algunas del in-
Las mujeres practican sobre todo el terior, ven pelear famosos boxeadores
basquetbol, a pesar de la oposición de de Panamá, Argentina y Chile. Algu-
la Iglesia, que lo considera un ejerci- nos discípulos locales de las estrellas
cio dañino para el delicado organismo de talla mundial llegan a pelear en el
femenino. Puede leerse en el Obrero Madison Square Garden de Nueva
Católico de noviembre de 1932: «An- York, como el barranquillero Fernan-
tes de los quince años está prohibido do Fiorillo. A fines de los años cin-
por médicos y pedagogos oficiales cuenta llega la época del estrellato del
aquí y en los países civilizados [...] boxeo colombiano, con epicentro en
después de esa edad perjudica a las se- Cartagena.
Cartel de los Juegos
Deportivos Bolivarianos ñoritas enfermas del corazón y débiles El béisbol, inventado en los Estados
celebrados en Bogotá, de los pulmones». En los clubes socia- Unidos en 1840, es traído a principios
con motivo del IV les y un poco más tarde en los cole-
Centenario de la del siglo a Barranquilla por los extran-
capital, gios, proliferan los equipos femeninos jeros residentes en la ciudad y por los
agosto de 1938 de basquetbol. Entre 1945 y 1955 los barranquilleros que habían estado en
(obra de Sergio seleccionados que representan al país viajes en el exterior. En los años diez,
Trujillo Magnenat). en los campeonatos suramericanos tie- los jóvenes de la élite organizan teams
nen un excelente desempeño. y juegan contra los grupos de Carta-
A ellas también les gusta la nata- gena. En los años cuarenta, cuando
ción, un deporte muy controvertido Babe Ruth y Joe Di Maggio llenan los
por lo indecente de tener que exhibir estadios en los Estados Unidos, a la
el cuerpo al usar traje de baño, a pesar costa caribe colombiana le llega la fie-
de que los primeros modelos llegan bre del béisbol. El país participa en las
hasta las rodillas. Comenta un cronista temporadas del Caribe y llega a ser en
que «las muchachas se bañan con chin- 1947 campeón mundial de béisbol
gue, una especie de bata larga que la amateur. Surgen en este deporte los
corriente maliciosa e indiscretamente mitos de Chita Miranda y el extraor-
levanta», y que estas batas, al mojar- dinario pitcher cartagenero Petaca Ro-
se, nada cubren. Todavía en el año dríguez.
Capítulo 15 369

En los años treinta el escritor boli- truyen canchas y patrocinan eventos


viano Alcides Arguedas afirma: «El deportivos.
deporte ocupa hoy las horas muertas, Después de la muerte de Gaitán, se
infunde entusiasmo a las gentes de presentan episodios de sangre y pillaje
poca imaginación y hasta hace conce- en muchas ciudades. Los numerosos
bir ilusiones de grandeza...» En 1931 asesinatos rurales y urbanos llenan de
Antioquia realiza el Primer Reinado miedo e indignación a las gentes.
del Deporte, ejemplo que es seguido Mientras la Violencia arrasa amplias
en el resto del país. Las premiaciones zonas del país, el deporte sigue im-
deportivas cuentan con la presencia de poniéndose en las capitales. Los me-
las beldades locales y ocasionalmente jores deportistas son referencias co-
del presidente de la República. munes de las diferentes clases sociales.
En la década de los cuarenta el de- Esta época coincide con los años do- Efraín Sánchez
rados del fútbol, el béisbol y el boxeo Casimiro,
porte se hace más profesional, más po- el "Caimán" Sánchez,
pular. Empieza a ser mirado como colombianos. Entre 1949 y 1953 el país estrella barranquillera
algo que puede producir grandes ga- tiene presencia mundial en estos de- del fútbol nacional.
nancias como espectáculo dada la ex- portes.
tensa red de fervorosos seguidores. En el caso del fútbol esto se debe a
Las ciudades habilitan y construyen que, en 1949, algunos clubes locales
campos deportivos con capacidad para cobran vigor por el ejercicio de la pi-
un público mayor. También se esti- ratería que permite traer jugadores de
mula cada vez más su práctica. Los otros lugares sin pagar transferencias
empresarios empiezan a pensar que un y pases. Los argentinos Néstor Raúl
obrero que se ejercite al sol tendrá Rossi, Adolfo Pedernera y Alfredo Di
mayor voluntad para el trabajo y se Stefano jugaron en el Millonarios y
alejará de los peligros del alcohol, el otras estrellas del Perú y de Uruguay
juego y las mujeres. Las fábricas cons- se vienen para otros equipos colom-

Un pinchazo en el
camino de la primera
Vuelta a Colombia
en Bicicleta, 1951
(fotografía de
Luis Gaitán).
370 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

bianos. Son los mismos años en que el darle a la Vuelta un carácter apoteó-
país abre un paréntesis en las noticias sico: los recibimientos masivos, el in-
de la violencia para seguir las etapas terés a lo largo de la ruta y el cono-
de la vuelta a Colombia en bicicleta. cimiento enciclopédico sobre las dife-
Con razón Gilberto Álzate Avendaño rentes etapas que se saca a relucir en
escribe en 1953: «El entusiasmo de- las conversaciones. Por unos días, la
portivo contribuyó enormemente a opinión nacional se cautiva y compro-
templar la virulencia de la lucha polí- mete con las hazañas de los corredores
tica y a evitar desbordamientos catas- estrellas: el Marinillo Ramón Hoyos,
tróficos para la República después del el Sastre Roberto Cano, el Potrillo de
9 de abril... [los deportes] sirvieron a Don Matías Francisco Luis Otálvaro y
modo de válvula de escape a las pasio- muchos otros.
Efraín Forero nes represadas y a los malos humores En la II Vuelta, celebrada en 1952,
Triviño, colectivos». Igual efecto tienen las Efraín Forero lleva de acompañante a
"el indomable Zipa", competencias de belleza en Cartagena
primer campeón de su madre, otro corredor lleva a su es-
la Vuelta a Colombia
y las peregrinaciones de la Virgen de posa de mecánica y otro más quiso ir
en bicicleta, 1951. Fátima, aunque en algunas regiones con su amante. Ese año la Reina de la
estas peregrinaciones parecen haber Caridad de Cali, recibió un beso del
estado asociadas a la Violencia por su campeón, el español José Beyaert, en
identificación partidista. la ceremonia de entrega de premios en
el teatro San Nicolás. Durante la III
Con la bicicleta a cuestas Vuelta el equipo antioqueño se corona
campeón. El grupo es entrenado por
En enero de 1951 salen de Bogotá Julio Arrastía, un ciclista vasco resi-
treinta y cuatro pedalistas a cumplir dente argentino, traído al país en
diez etapas con un recorrido de 1.157 1951. En esta vuelta aparece el ciclista
kilómetros de la I Vuelta a Colombia más importante de los años cincuenta,
en bicicleta. El evento es una especie ganador de la tercera, cuarta, quinta,
de reinado que se conquista pedalean- sexta y séptima vueltas a Colombia: el
do entre el polvo y el pantano de la Marinillo Ramón Hoyos Vallejo. Es
incipiente red vial nacional. En algu- un verdadero héroe nacional. Repre-
nas partes del trayecto es más una senta al país en 1953 en el Tour de
prueba de ciclo-cross que cualquier France y de ese viaje comenta que se
otra cosa. Además atraviesa zonas del le acabó el dinero y tuvo que regresar
país que son escenario de la Violencia. en barco con tiquete de tercera clase.
El primer campeón fue Efraín Forero Fue coronado con laurel y con ro-
Triviño, de Zipaquirá, el Indomable sario de arepas antioqueñas. En 1955,
Zipa. siendo bicampeón, recibe cien cartas
Un técnico de radio, copropietario diarias de admiradores y limpia sus
de la Emisora Nueva Granada, inven- trofeos con agua de colonia, operación
ta en su propio carro, el primer trans- en la que consume un frasco cada
móvil colombiano, utilizando un quince días. En la V Vuelta gana doce
transmisor y las líneas telefónicas. de las dieciocho etapas. En Medellín
Así, «minuto a minuto por las veredas hubo fiesta colectiva para celebrar su
y poblaciones nacionales» las voces de triunfo, pero la afición bogotana no
Carlos Arturo Rueda, muy popular pudo con el golpe y la emprende con-
por los apodos que les pone a los ci- tra el equipo paisa, conocido como La
clistas y a las poblaciones que recorre licuadora antioqueña, encabezada por
la vuelta, el «ciego» Julio César Cortés él. Desde la carretera hasta el veló-
y Alvaro Muñoz Cuéllar, hacen llegar
los detalles del evento a todos los rin- dromo llovieron insultos, botellas y
cones colombianos. Las gentes ani- piedras contra las camionetas acom-
madas año tras año por la publicidad pañantes y corredores de Antioquia.
de la prensa y la radio, empiezan a En enero de 1954, el teniente ge-
neral Gustavo Rojas Pinilla, presiden-
Capítulo 15 371

te de la República, da la salida al pe- representantes de ambos sexos, y a los


lotón de los cuarenta y seis pedalistas ojos de muchos sigue siendo mal visto
de la cuarta versión de la prueba ci- que las mujeres monten a caballo, en
clística. En 1959 hace lo mismo el pre- patines, usen slacks, vayan al cine o a
sidente del Frente Nacional, Alberto salones de té...
Lleras, en medio de una delirante
multitud amontonada en la plaza de
Bolívar, la carrera Séptima y la 3. LA VIDA PRIVADA
avenida Jiménez. Lo acompaña Yo- E1 atuendo
landa Pulecio, la Reina Nacional del
Deporte.
Hacia el medio siglo las jornadas de
trabajo son menos largas y muchos
L a primera manufactura exporta-
ble producida en Colombia es el
sombrero de paja. En el siglo XIX en
oficios han desaparecido para dar paso ciertas regiones de Antioquia, el Valle
a nuevas ocupaciones, cada vez más del Cauca y Sucre, entre otras, pros-
especializadas y diversificadas. Se ha- pera esta industria casera, que pro-
ce imperativo estudiar más y por un duce para las Antillas y el sur de Es-
tiempo más prolongado. Existen más tados Unidos. En 1877 ya hay en San-
cosas para hacer y más gente con tiem- tander máquinas de cardar lana y de
po y dinero disponible para hacerlas. tejer, de fácil manejo para mujeres y
Algunas actividades como el fútbol, niñas: las primeras telas fabricadas en
las visitas al hipódromo, o escuchar la el país son burdas y toscas; en Antio-
radio, pierden la ceremonia y exclu- quia se producen a principios del siglo
sividad que tenían al principio del si- ruanas, cobijas, colchas, driles de al-
glo. Proporcionan diversiones, crean godón, lienzos y zarazas. Los vestidos
negocios, espectáculos, escenarios y duran mucho, se reacondicionan se-
despiertan fervores en aquellos que vi- gún la moda y luego se dan a una per-
ven en las ciudades. Sin embargo, a sona menor. La ropa fina sólo se usa
pesar de los numerosos cambios ocu- en ocasiones especiales como la Se-
rridos en el período, subsisten reaccio- mana Santa o un bautizo. Dados los
nes contra los bailes y los paseos con altos costos de importación de la lana

El taller del
zapatero, fotografía
de Melitón Rodríguez
premiada en Nueva
York, en 1895,
por la revista
"Luz y Sombra".
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
372

"El Almacén de los en textiles», introduce las telas estam-


Niños", revista de padas. En 1938 saca al mercado los gé-
Ignacio Borda neros blancos con «apresto y acabados
publicada en 1890. ingleses». En los cuarenta se introduce
la mercerización y el rayón. Para me-
diados del siglo la industria textil está
a la cabeza de la industria colombiana.
En la primera década del siglo, en
medio de las modestas y tradicionales
ropas del pueblo, se destaca el atuen-
do utilizado por la clase alta para ve-
ranear, propio para tierra caliente
aunque también se usa en clima frío.
El sombrero «canotier» y el traje claro
son típicos para los caballeros; las da-
mas lucen una destacada sombrilla
blanca. Los diarios publican numero-
sos anuncios de sastres para gente
bien, como aquel de Sanín, para vestir
al caballero chic en Bogotá. En esta
ciudad, el sombrero de la gente del
pueblo es el «suaza», empleado por
los hombres como complemento al
vestido de manta, la ruana, y las al-
pargatas, aunque algunos «cachacos»
lo lucen cuando salen al campo. Las
campesinas también completan con él
su vestuario, formado por alpargatas,
pañolón de lana y falda de frisa.
y su escasez, se hacen diversos inten-
tos con ovejas. También se ensaya la Las fotos, las biografías y memorias
morera para producir seda, con gran de quienes vivieron a fines del siglo
fracaso. En las cárceles e instituciones pasado nos muestran el predominio de
caritativas se dictan cursos de tejido e los colores oscuros en la ropa de hom-
hilado. bres y mujeres, y también los marca-
Durante las dos primeras décadas dos contrastes que se veían en las ca-
del siglo la industria textil avanza con lles: pañolones, mantillas, sombreros,
rapidez, especialmente en Antioquia. faldas en abundancia y trajes parisi-
Un visitante de Coltejer escribe en nos, al lado de ruanas y alpargatas.
1912 sobre «el majestuoso sonar de Éstas, llamadas también «cotizas», se
esas máquinas que nos redime del usan para defender los pies de los ca-
odioso tributo que al extranjero au- minos y las calles empedradas. Pri-
toritario y al judío rendimos». Las in- mero se fabrican en fique y luego en
dustrias textiles condenaban el gusto tela y suela de caucho. El uso del za-
por las telas de seda, «no sólo como pato es mínimo, y en los pueblos, en
antipatriótica sino también por ser el siglo pasado, es señal de prestigio
algo tan frivolo que rayaba en lo in- social para un jinete usar botas. Bo-
moral». De los 1.900 telares y los gotá es la primera ciudad que tiene
60.000 husos existentes en 1926, se en- una artesanía de calzado importante.
cuentran en ese departamento el 38 % Los productores usan cuero importa-
y el 55 % respectivamente. Pero sólo do para el calzado y cueros nacionales
a partir de los años treinta se producen burdamente procesados para la suela.
telas de buena calidad que pueden En los años diez la pobreza común
competir con las extranjeras. En este no impide que los caballeros y damas
período, Coltejer, «el primer nombre elegantes se mantengan al día con la
Capitulo 15 373

moda francesa, o á la derniére como se Alicia Sánchez Gil,


una elegante dama
dice entonces, a costa de sacrificios y de la sociedad de
esfuerzos. Como recuerda Rafael Se- Medellín, fotografiada
rrano, el vestuario incluye: «para las por Melitón Rodríguez
damas los indispensables corsés, ar- en 1907.
mados con varillas flexibles de barbas
de ballena, los cuales había que ajus-
tar por la espalda con ayuda del es-
poso o de la criada "de adentro", la-
bor que dejaba casi sin resuello a la
señora, pero, eso sí, con el busto lin-
damente moldeado. Para los "cacha-
cos", fuera de las prendas interiores
de franela con mangas y de abotonar,
había las finas camisas de batista, con
pechera, cuellos y puños duros de fijar
a la prenda con temos y mancornas».
Diversas clases de sombreros como los
de chistera y cubiletes, las corbatas,
los bastones, los guardapolvos y los
botines, hacen parte del guardarropa
de los elegantes. Las damas tienen
además mantillas de seda, sombreros
de velo, guantes, carteras y cintas.
Ellos siguen usando calzoncillos lar-
gos, las mujeres calzones bombachos
de popelina con encaje hasta las ro-
dillas. Es el domingo, en la misa o en
el paseo en coche por la tarde, cuan- María Laura Martínez
do mejor se puede demostrar la ele- de Restrepo, dama
pereirana, retratada
gancia. hacia 1925. La moda
Existe entre la gente acomodada un de los años 20, con
interesantes
estricto código sobre el vestir. Tulio variaciones locales,
Ospina lo recoge en su Protocolo de fue rápidamente acogida
urbanidad y del buen tono (1919). Allí en todos los centros
da instrucciones precisas para usar lo urbanos del país.
correcto según la edad, el sexo, la cir-
cunstancia, la hora. Para salir las se-
ñoras deben usar vestidos oscuros, es-
tilo sastre o sencillo, las señoritas pue-
den ponerse colores más claros, los
hombres saco, camisa, corbata y som-
brero. Siempre que se muestren en
público las señoras deben llevar cu-
bierta la cabeza con sombrero, bien
sea en la calle, en el teatro, en los tés.
Pero, en cambio, nunca deben hacerlo
en la iglesia. Cromos, en abril de 1923,
trae una crónica sobre la expulsión de
varias señoras de una iglesia de Ma-
nizales por haber entrado con sombre-
ros a la moda. El sacerdote les dijo:
«La moda, debéis saberlo, con sus
constantes innovaciones, modernis-
374 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

mos y extravagancias, muchas veces «bajar el pantalón» hasta los quince


reñidas con el buen gusto, es uno de años, de ahí que les llamen en algunas
los medios más eficaces de que se vale partes «piernipeludos». Cambiar los
Satanás en nuestro siglo para apartar pantalones cortos o bombachos por
a las mujeres del recato, la modestia y pantalones largos se llama en Bogotá
la virtud...». «echarse los tiros largos». Poder usar-
Los hombres también tienen que lo hasta los tobillos es un paso decisivo
cubrirse la cabeza. Dice Luis Tejada que les abre las puertas de los billares
que los sombreros son «el refugio del y los cafés y los libra de las burlas en
alma». Los usan en variados estilos de las calles. La ropa obliga a seguir ade-
acuerdo con el clima, la posición so- más una intrincada etiqueta. Se debe
cial, la edad. Abundan los sombreros saber si quitarse o no los guantes,
tradicionales pero también los de úl- a quién y cómo saludar, de qué ha-
tima moda: los hay de raso y seda, pe- blar, etc. Al menos, éste es el ideal.
queños y flexibles, traídos de París Unos se acercan bastante a él, otros,
para lucirlos en Bogotá, Medellín, Bu- advenedizos, lo ridiculizan. Éstos se
caramanga, Manizales y las principa- conocen como pisaverdes, filipichines,
les capitales; en la zona de la Costa dandys, petimetres, lechuguinos o ma-
hay, entre otros, sombreros de paja --s. El vestuario masculino con sus re-
«voltiaos». quisitos da lugar a las expertas «almi-
Y siguen las reglas de urbanidad: donadoras» y planchadoras de peche-
hay vestido de ceremonia, vestido de ras, puños y cuellos postizos. Todavía
Bastón y sombrero, etiqueta, para las visitas, las comidas, los piyamas no se conocen, los hom-
piezas indispensables
para los deportes, para recibir, vestido bres duermen vestidos con largos ca-
de la indumentaria misones, y las mujeres con camisolas
de un caballero de campo, para el templo y para el
elegante, a fines del luto. Los muchachos no se pueden adornadas con cintas.
XIX y comienzos del XX. Las «cotizas» y las chinelas de las
Luis Tejada decía:
"Los sombreros son
abuelas son reemplazadas por el cal-
refugio del alma." zado importado de Inglaterra, Francia
y Estados Unidos. Se abren muchos
almacenes, algunos muy lujosos, que
los venden. El de Víctor Mantilla de
Bucaramanga ofrece calzado suave
«para evitar los callos». Tomás Ca-
rrasquilla describe las dificultades de
usar zapatos, después de años de an-
dar descalzo: cuando Augusto, per-
sonaje de Frutos de mi tierra, estrena
sus «borceguíes», las ampollas lo de-
jan «patojo y medio» y es objeto de
burla por su caminado mientras cum-
ple la fatigosa tarea de domar su par
de botas. Los muchachos sólo se cal-
zan para ir al colegio o a las fiestas.
Los que viven en las afueras de la ciu-
La familia de Santiago dad van a ella descalzos y al llegar al
Vásquez, con su centro se calzan; así protegen los za-
indumentaria dominguera, patos de los pantanos, los hacen durar
fotografía de Rafael más y dejan descansar los anchos pies
Mesa en 1936.
Es un ejemplo no acostumbrados al encierro. Usar
característico zapatos puede ser también problema
de la clase trabajadora en el trabajo. Es el caso de la fábrica
de Medellín, de Tejidos de Bello, cuyo gerente pro-
en ese momento.
híbe a principios del siglo a las obreras
Capítulo 15 375

ir calzadas para que no existan dife- Atuendo de un niño


bogotano en los años
rencias entre ellas y para que no falten 80 del siglo pasado.
a las labores cuando llueve, pues «así según apunte a lápiz
podían trajinar tranquilas por hume- de Alberto Urdaneta
dades y pantanos». (Álbum de la
No obstante los variados preceptos Biblioteca Nacional).
de urbanidad y buen porte, la mayoría
de la gente ignora los códigos y ma-
nuales de vestirse y comportarse. Es
raro que tengan más de dos vestidos y
algunas prendas son «monumentos a
la habilidad de los remiendos». En
Medellín son más que suficientes el
pantalón semanero y la ruana, fuera
del «flux» de paño negro para las gran-
des festividades.
Para los años veinte la moda regis-
tra cambios. Desaparece la mantilla y
el corsé entra en desuso. En Europa
tal artefacto se había abandonado des-
de 1914. En Bogotá comienzan a es-
cucharse lamentos por la desaparición
de la mantilla. Dice al respecto un tes-
tigo: «Al parecer ha muerto; nuestras
mujeres más que a la tradición, más
que al pasado, obedecen hoy a los se-
veros ukases —mal traducidos— de
los modistos de París», y agrega: «Es
claro que la mujer de mantilla está franceses o en revistas argentinas, es-
más cerca de Dios». Es en Nueva pañolas y mexicanas, cuyos modelos
York donde Marlene Dietrich «mas- copian hábiles costureras locales. Al-
culiniza» la moda al atreverse a usar gunos sastres exhiben constancia de Almacén de Francisco
pantalones. Inmediatamente comien- sus estudios en París y Londres. Res trepo en Sonsón,
za a ser imitada en otros países. Se Antioquia, que a
A partir de los años treinta el ves- principios de siglo
siente ya más el influjo del American tuario se hace más cómodo e informal. anuncia "variedad
way of life. En algunos casos, el gusto Los caballeros dejan los adustos som- de artículos franceses".
ya no lo dicta París sino Nueva York.
Cromos publica secciones tituladas
«Elegancias» y «Figurines del cine»,
donde se divulgan las últimas nove-
dades y extravagancias, la moda de los
ídolos de la pantalla, los reinados de
belleza entre bañistas europeas donde
se hacen concursos de las recién des-
cubiertas piernas femeninas. A la vez
que existen lujosos almacenes de gran
prestigio, algunas damas se ven obli-
gadas a usar el mismo corte de paño
para hacer varios vestidos. Se desba-
rata un modelo cuando se quiere man-
dar a hacer otro distinto, y los som-
breros también se mandan a remon-
tar. La moda en vestidos y en arreglo
personal llega también en figurines
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
376

breros en favor del «Borsalino» y usan cidad les atribuye poderes embellece-
el pelo corto. Las damas se maquillan dores. Detrás del agua corriente en las
con cosméticos, dejando de lado los casas, llegan del exterior los aparatos
complicados afeites. Sus faldas han su- sanitarios. Inodoros, bidets, lavama-
bido cuarenta centímetros entre 1920 nos y grifería reemplazan los agua-
y 1930. Las fábricas nacionales de cal- maniles y las palanganas de porcelana.
zado abastecen a veces con ventaja de Llegan también el papel «indispensa-
precio el mercado local. Ya en 1922 ble» y las tuberías y desagües constan-
Calzado El Piane recibe una medalla temente obstruidos.
de oro por su calidad. Calzado Triunfo A principios del siglo las señoras se
y Reysol son marcas de renombre. maquillan con polvos de arroz y «al-
Las guerras mundiales impiden que gunos afeites, dando a los rostros un
"Ultimas creaciones los elegantes se mantengan a la moda. cierto aspecto de máscara, acentuado
de calzado" con Escasean los paños y sedas europeos, en cuanto se abusase de esos afeites».
modelos de París, los zapatos importados, los guantes, Según Rafael Serrano, algunas mu-
según la sección dando oportunidades a la producción chachas se enrojecen el cutis con hojas
de "Elegancias" nacional de textiles y confecciones, la de heliotropo. Los caballeros, luego
de "Cromos", en 1916. de rasurarse con barbera, se empolvan
cual se consolida y alcanza una des-
tacada posición. Everfit anuncia «el «para dar un curioso tono color ratón
traje listo y a la medida» para caballe- a la sombra de la barba». Se afeitan
ros, pagadero por «el práctico sistema personalmente o van dos o tres veces
de clubes». Para lavar las prendas ya por semana a las barberías de postín.
se ofrecen lavadoras, y para hacer la Allí cada cliente tiene sus propios
ropa en casa, máquinas de coser cada utensilios como brochas, navajas, ti-
vez más prácticas. En 1945 la buena jeras y hasta lociones. A fines de los
ropa es todavía esencial, junto con la años diez llegan las primeras máquinas
misa, para un buen domingo. Las mu- de afeitar y para 1924 se ofrecen en-
chachas del servicio van con abigarra- víos por correo a toda la república de
dos trajes y «una nostalgia de alpar- la valet autostrop. Por la noche, para
gatas en el caminar, estropeando los mantener en su punto los mostachos,
ladeados tacones ya cansados». Por las usan unas bigoteras elásticas, bastante
calles se destacan los zapatos lustro- incómodas, y también ungüentos es-
sos, los vestidos planchados, las ca- peciales. Ellas se esmeran con el ca-
misas limpias, los cuellos almidona- bello, peinándolo con moño. Las se-
dos, «sin contar el chirriar de calzado ñoras se peinaban «con carrera abierta
nuevo o el olor de sastrería que aún al medio o al lado, hacíanse copete o
mantienen los que estrenan estas curva sobre la frente». Los calvos pre-
prendas», según cuenta un cronista. tenden ocultar sus «claros» con «bi-
soñes» o peluquines traídos de París.
La apariencia personal se complemen-
Acicalarse ta en los caballeros con los guantes en
El baño diario es una costumbre que la mano y el fino bastón con empu-
sólo se generaliza cuando el acueducto ñadura de marfil o de metales finos:
llega a todas las casas, reemplazando «quien no los supiera portar con ele-
con duchas el semanal baño dominical gancia era mal visto».
en los ríos o en los establecimientos de Durante los «locos años veinte» se
baño y las albercas de inmersión en los pone de moda el peinado liso y bri-
patios de las casas. El enérgico jabón llante, usando para el efecto un pro-
de tierra hecho de ceniza y lejía, el ja- ducto denominado «Glaxo»; a los que
bón elaborado con grasa animal de se acogen a esta moda se les dice gla-
uso en las regiones ganaderas y luego xos. «Las mocitas pizpiretas que en su
en las ciudades, y el estropajo, son presentación echaron a un lado el gus-
sustituidos poco a poco por diversos to recatado de antes, fueron apodadas
productos de aseo a los que la publi-
"fosfatinas", por el nombre de un re-
Capítulo 15 377

Vitrina de la
"Gran Sombrerería",
de Bogotá, con modelos
de la casa Stetson,
hacia 1940.

constituyente para niños.» Las muje- se requiera— para tener senos her-
res empiezan a usar cosméticos de moseados que son su mejor recomen-
marcas extranjeras, abandonando los dación». Aparecen propagandas de
antiguos afeites: lápiz de labios, pol- salones de belleza y se entrega «un
vos, tinturas, esmaltes. Las cremas nuevo mundo de belleza al alcance de
dentales prometen desde entonces sus manos» usando Max Factor, el ma-
dientes de perlas, el mal olor del sudor quillaje de las estrellas; Pond's para
puede arruinar la vida si no se combate una piel de ángel; Arolin, crema de-
con el desodorante que le ofrece con- sodorante para poner «fin al mal olor
quistas seguras. Los perfumes de París de las axilas (la zona de peligro)»; o
y las unturas para caños siguen a la or- Peggy Sage, para uñas «ultra-chic».
den del día desde principios del siglo. En los años cuarenta surge el proble-
En los años treinta los caballeros ma de la gordura femenina: adelgazar
abandonan los peinados complicados es el «supremo anhelo» y «he aquí
y se cortan el pelo a cepillo estilo amiga lectora las causas y la manera
«príncipe Humberto», ya no se usan de remediarla».
tampoco los grandes bigotes. La varie- En las revistas y periódicos hay con-
dad de productos para aseo personal y sultorios que responden preguntas so-
embellecimiento aumenta considera- bre el uso de los cosméticos y el arte
blemente a partir de esta época. Un- de ser bella. Se anuncia por estos años
güentos, potingues y artefactos se un nuevo producto para la seguridad
anuncian con promesas prodigiosas o femenina: las toallas higiénicas. Es así
con los consejos de estrellas del es- como se van formando consumidores
pectáculo. Las beldades recomiendan convencidos de que su apariencia per-
las cremas que dejan el cutis atercio- sonal, su atracción sobre los demás y
pelado y sin pecas, así como trata- su aceptación social dependen del uso
mientos de belleza y maravillas tales frecuente de determinadas marcas de
como la «untura engordadora —según artículos de tocador y aseo.
378 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

Las buenas maneras Sin duda este protocolo con sus abi-
garrados consejos conserva muchas
El catecismo del comportamiento en maneras del siglo XIX que evidencia
sociedad que más influencia ha tenido bien esta despedida epistolar de una
en la sociedad colombiana es la Ur- carta que Santiago Eder recibe en
banidad de Manuel Antonio Carreño. 1886: «Ruego a usted se sirva poner-
Pero no ha sido la única. Tulio Ospina me a los pies de su muy digna señora;
publica en 1919 el Protocolo de urba- y crea que es con sentimientos de dis-
nidad y del buen tono que se difunde tinguida consideración como aprove-
incluso en la cátedra universitaria. Allí cho esta honrosa oportunidad para
se estipula que los caballeros deben te- suscribirme su alto seguro servidor y
ner porte señoril, aseo y decoro. Hay amigo». O esta nota escrita a un primo
normas específicas para saludar según en una tarjeta de visita el siglo pasado:
el lugar, la persona y la edad. Es gro- «Acepta esta prueba de las inequívo-
sería mascar chicle. Hay un traje pro- cas simpatías que te profesa tu muy
pio para cada ocasión. Las señoritas afectuoso primo y leal amigo». Una
deben evitar ser independientes y «sa- despedida escrita en 1918 muestra que
biondas». Las mujeres están más obli- las fórmulas corteses no se han cam-
gadas que los hombres a ser cultas y biado mucho: «Felicidad para usted,
agradables. Deben sobresalir en todo familia y distinguidos amigos y acep-
momento por su discreción y modes- ten la distinguida consideración res-
tia. Es necesario saber cuándo y cómo petuosa de su afectísimo y seguro ser-
enviar regalos, tarjetas y correspon- vidor». La mesa exige las mejores ma-
Salón de una casa dencia. Cada acto de la vida social tie- neras, que se cumplen sólo entre los
particular ne asignado puntualmente su proto-
(Palacio Amador) de clase alta. Hay un orden y un lugar
en Medellín, 1910. colo particular. para sentarse. El manejo de los cu-
Capítulo 15 379

biertos, la forma de pelar las frutas o en los cuartos hay jarra y taza de por-
tomar las bebidas deben observarse celana para lavarse en la mañana.
cuidadosamente, así como la atención Los muebles del resto de la casa van
a las visitas y el comportamiento en los desde los más sencillos aunque bien
bailes y tertulias. hechos, de fabricación nacional, como
A medida que las ciudades crecen y tarimas anchas cubiertas con tendidos
se modernizan, los afanes diarios de- y taburetes forrados en cueros sin cur-
jan menos tiempo para la retórica y la tir, hasta los muebles más finos de es-
cortesía. Ya en los años veinte un cro- tilo imperio o español, forrados en lu-
nista se queja de que «el fino gracejo josas telas o esterillados. Las cortinas
volvióse chiste procaz; la galantería son pesadas y oscuras, las lámparas de
tradicional desapareció bajo el ama- cristal o porcelana, importadas. Hay
neramiento de dudosa ley o la pedan- mesas esquineras para los adornos y
tería desenfrenada». los ceniceros. Canapés isabelinos,
consolas torneadas, tocadores. No se
El escenario privado ve en nuestras ciudades tanto lujo
como en México o en Quito, pero al-
A principios del siglo las casas de los gunas casas derrochan en alfombras,
acomodados generalmente son de una vajillas, cofres, espejos, porcelanas de
sola planta, aunque existen algunas de Sévres, bibliotecas con libros en fran-
dos. Se entra por un amplio portón cés, inglés y español, y otros objetos
cuya cerradura abre con una enorme extranjeros, traídos a lomo de mula o
llave. Sigue el zaguán con piso en mo- por cargueros indígenas. Lo importa- Dama bogotana
saicos y luego el contraportón. En se- do contrasta con los elementos loca- en su salita de vestir,
les; por ejemplo, las tinajeras llenas 1910 (archivo
guida, a un lado, está la sala reservada de F. Carrizosa
para las visitas, la cual permanece ce- de agua fresca en la esquina del co- y R. Herrera).
rrada, y al otro lado un salón más in-
formal que usa la familia. De ahí se
pasa al primer patio, lleno de enre-
daderas y plantas en macetas y rodea-
do de corredores con pilares de ma-
dera. A su alrededor se distribuyen las
numerosas habitaciones, altas y espa-
ciosas. Tomás Carrasquilla describe
así la de Augusto en Frutos de mi tie-
rra: «... el cielo raso blanquísimo y
con una lámpara a manera de quin-
qué, de pantalla opaca con tildejos de
cristal. Tapizaba las paredes, papel de
afelpados florones y filetes dorados;
adornaba las grandes oleografías, en
marcos de gruesa moldura, dorada
también, que representaban, unas a
los soberanos de Italia, y otras a unos
frailes alegres paladeando sendas co-
pitas de lo añejo».
Las alcobas tienen muebles de co-
mino crespo, palo santo, guayacán y
otras maderas finas; al pie de las ca-
mas hay esteras chinas o de palma o
iraca. Alfombras solamente se ven en
casas de gente «muy de lo principal».
Además hay taburete o mecedora, es-
caparate y un reloj de pared. También
380 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

medor, o las esteras de iraca que se encargan del mantenimiento de ese


ponen al pie de sillas y taburetes. complejo mundo que es el hogar. Allí
El comedor da al primer patio y en se producen las velas, el jabón, el al-
seguida, sobre el segundo patio, se en- midón, las harinas, se muelen el cacao
cuentra la despensa que parece una y el café. Se hacen embutidos y gran
tienda por el surtido y la cantidad de variedad de dulces muy laboriosos.
granos y víveres que almacena. Le si- Las casas rematan en un extenso so-
guen el cuarto de «rebrujo» y de cos- lar o huerta que funciona como recep-
turas, las piezas de los sirvientes y la táculo de todos los desperdicios do-
cocina, con su fogón de leña, ollas de mésticos. Tiene corral de gallinas y un
barro, totumas y piedras para moler el pequeño huerto con aliños, yerbas
maíz y el cacao, sobre poyos de adobe. medicinales y algunos frutales. En Pe-
Puede haber un tercer patio junto a la reira, según recuerda Euclides Jara-
cocina y, por último, están el lavade- millo Arango, los solares tienen «ca-
ro, el aplanchadero y el depósito de la ñaduzal para sanitario y manga para el
leña y el carbón. En los patios y co- ternero», y su entrada propia para las
rredores se cuelgan jaulas con turpia- vacas y los caballos. La caída de agua
les, mirlas, toches, canarios, sinsontes para el baño sólo se consigue en los
y otros pájaros de canto fino. Además solares pendientes. El baño consiste
de los pájaros, hay perro y gato que en «un pequeño corral de esterilla, sin
conviven con la caterva de criaturas techo, con una puerta de gante o de
que llegan cada año en la regularidad encerado y una banquita para poner la
de las estaciones, según recuerda Al- ropa. En algunos hogares, en medio
berto Lleras. del patio principal, se hace una poceta
En la parte de atrás de las casas se a la que llega el agua y en la cual se
recogen las numerosas criadas que se bañaban los niños».

Barrio Colón,
de Medellín, uno
de los primeros
conjuntos de vivienda
construidos en
el país, en la
primera década
del siglo XX.
Capítulo 15 381

Al principio del siglo las casas se empacado en toneles de madera, por


construyen bajo la dirección de un barco, hasta Barranquilla o Buena-
maestro de obra. Sólo se encarga a ar- ventura. De ahí se transporta por río
quitectos extranjeros el diseño de las y a lomo de mula hasta los centros ur-
principales construcciones civiles. Las banos, donde es vendido por libras,
casas de las que venimos hablando uti- como artículo de lujo, si es que no lle-
lizan los materiales de construcción ga fraguado. Los más pudientes lo
elaborados con técnicas heredadas de usan para hacer baldosines y para re-
la Colonia: tapia pisada, teja de barro vestir los baños de sus casas. Relata
cocido y adobes pegados con cal y can- Euclides Jaramillo Arango que para la
to, una argamasa de cal viva, agua o construcción del primer edificio de ce-
sangre de res y arena menuda. Cuenta mento en Bogotá se trajeron técnicos
Carlos Martínez que el ladrillo había de Suecia y que resultó muy difícil
llegado a Santa Fe de Bogotá desde conseguir obreros porque los maestros
mediados del siglo XVI, pero que éstos de obra bogotanos decían que esa
eran de poca resistencia, a medio co- aguamasa no servía para nada. En
cer. Al empezar el siglo XX se produ- 1909 los hermanos Samper —los mis-
cen en serie ladrillos prensados y co- mos que fundaron la primera fábrica
cidos a altas temperaturas que facili- de vidrio plano— instalan la primera
tan la construcción y la pavimentación planta para producir cemento en el
de algunas vías públicas. país, localizada cerca de Bogotá. Las
Hasta entonces el cemento es poco casas de la gente pobre, en cambio,
conocido entre nosotros. Los alema- son de bahareque (una estructura de
nes habían experimentado con él des- guadua, cañabrava o palos, cubierta
Una villa del barrio
de 1824 y en 1850 ya tienen varias con una mezcla de tierra arenosa, bo- de Manga, en Cartagena,
plantas que lo producen. Al país viene ñiga y agua) o de barro, con techos de años 30.
382 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

las camas. Tienen patios con materas


y solar, y en la cocina un fogón de pie-
dras para la leña o el carbón; cuelgan
la carne en un gancho del techo y tie-
nen una tabla donde se pone el mer-
cado para defenderlo de las ratas,
ollas de barro y olleta de cobre. Se ba-
ñan con agua echada con totuma, jun-
to al lavadero, en la parte trasera de
la casa. Sólo hacia los años treinta en-
tran a disfrutar de algunas comodida-
des tales como el agua corriente y el
alumbrado. No es raro que en una
misma casa convivan varias generacio-
nes: los abuelos, otros parientes, al-
gún bobo o un huérfano.
Alrededor de los años treinta se ad-
vierten cambios en las prácticas de
construcción, en los estilos arquitec-
tónicos y en el trazado de las urbani-
zaciones. Ya es más común encargar
el diseño de las viviendas a arquitectos
extranjeros o nacionales formados en
el exterior. En 1936, la Universidad
Nacional en Bogotá abre la Facultad
de Arquitectura. Los nuevos barrios
de la élite están situados en las afueras
de la ciudad, como Teusaquillo y La
Magdalena en Bogotá; Versalles, Gra-
nada y San Fernando en Cali; y Prado
en Barranquilla. Éstos cuentan con
parques y las casas son de dos o más
plantas con garaje y antejardines. En
ellas ya no existe el patio central abier-
to y más bien están volcadas hacia el
jardín. Los baños quedan junto a las
alcobas, éstas tienen «closets» y las
Una pileta de baño paja o de lata y, según nos cuenta Al- instalaciones eléctricas y sanitarias es-
en una casa particular cides Arguedas en sus comentarios so- tán disimuladas en paredes, pisos y te-
de Medellín,
bre el Bogotá de 1930, «... su aspecto chos. Las cocinas también se llenan de
hacia los años 20. nuevos utensilios, y se modernizan
es sórdido y miserable. Paredes retor-
cidas y desconchadas; puertas con re- empezando por las de los hoteles.
miendos, ventanas sin vidrios. En el Al lado de los adornos y objetos im-
piso, ni madera, ni ladrillo y sólo la portados desde mediados del siglo pa-
tierra apelmazada... Las callejas pen- sado —espejos, relojes, manteles, sá-
dientes son muladares infectos; en los banas, adornos, vajillas—, desde los
jardines donde florecen los rojos ge- años veinte se abre campo a los pri-
ranios se acumulan las basuras». En la meros artefactos electrodomésticos:
misma época, Rafael Ortiz Arango es- los radios, las victrolas, las estufas, re-
cribe en sus crónicas sobre Medellín frigeradores y lavadoras que invaden
que las casas humildes son acogedoras inicialmente las casas de la élite para
y aseadas, disponen de pocos mue- luego extenderse a la clase media en
bles, sus moradores guardan la ropa los años cuarenta. La revista Pan, en
en baúles de latas de galleta debajo de una propaganda de General Electric,
Capítulo 15 383

exhorta a las amas de casa así: «Gozad rina de maíz o agua de panela y fritas
de la satisfacción de los enseres do- de plátano verde o arepa. Los ricos,
mésticos eléctricos. Vuestra casa me- con chocolate del fino o café con le-
rece aparatos de calidad y distinción». che. Al almuerzo, el grueso de la po-
En 1945 la revista Cromos, a través de blación toma sopa, come puchero o
Ivonne de Cario, la estrella de la pe- sancocho o una de las variaciones de
lícula Salomé, la embrujadora, reco- la «olla podrida» española, carnes su-
mienda adquirir el nuevo y lujoso ra- dadas o fritas, plátano, papa, yuca. A
diofonógrafo Musophonic, la «última media tarde el «algo» consiste en cho-
palabra» en diseño para el «encanto colate o café con leche, pan o paste-
del hogar» de General Electric. Ese lería de la región. Al atardecer, todo
mismo año un artículo de esta revista el mundo regresa temprano a la casa Aviso de año nuevo
registra el hecho de que a las casas de a comer, y luego a rezar el rosario. ("A happy new year")
tejas se las llama con desdén «casas Muchos meriendan antes de dormir, de la Panadería Viollet,
publicado en el
antiguas» y se las desprecia por su mo- con chocolate o aguadulce con bizco- "Directorio General
nótona uniformidad. El hecho es que chuelos, pandequeso, hojaldre o bu- de Bogotá", de 1888.
las amplias casonas llenas de corre-
dores son abandonadas por muchos de
sus propietarios para recluirse en
apartamentos modernos de ventanas
metálicas cubiertas con persianas, con
paredes pintadas en lugar del papel de
colgadura, con halls en vez de corre-
dores. Y por esta época, alrededor del
casco urbano de las mayores ciudades
del país, se levantan casuchas con toda
suerte de desechos donde habitan los
inmigrantes del campo.

Las comidas
En la sabana de Bogotá, según nos
cuenta Alberto Lleras, a principios del
siglo el menú consiste en: «... sopas
humeantes, mazamorra, sancocho, cu-
chuco, ajiaco, todas llenas de sabores
de yerbas de la huerta, salpicadas de
ají, los trozos de carne, las sobreba-
rrigas, los chorizos...» En la Costa at-
lántica se sirven butifarras, tamal de
berenjena, arroz de lisa, bollos, bu-
ñuelos de fríjol, arepas fritas. En
Antioquia, sancocho, frisoles, arepa.
En el valle del Cauca, sancocho, san-
go, tamales, fritangas, empanadas. En
los Santanderes, mute y cabrito.
Las comidas, en general, son so-
brias y poco variadas dentro de cada
región. Las personas comen con fre-
cuencia, hasta cinco veces al día: de-
sayuno, media mañana, almuerzo,
«algo» y comida; a veces se toma una
merienda antes de acostarse. Los po-
bres desayunan con chocolate de ha-
384 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

rantes son muy escasos, y los pocos


que existen son comedores públicos
que sirven un menú criollo similar al
doméstico. Solamente los hoteles y los
clubes sociales y uno que otro restau-
rante elegante —generalmente abier-
tos por inmigrantes extranjeros—
cuentan con servicio a la carta. Las
clases populares pueden comer en las
pulperías. También hay fondas y po-
sadas en los caminos, con camas y ali-
mentos para los viajeros. Es muy co-
mún comprar golosinas, dulces y bo-
cados de sal en la calle, que varían de
acuerdo con la región: empanadas, ca-
rimañolas, fritangas, cocadas y galle-
tas. Éstas se consumen sobre todo los
domingos y los días de fiesta. Euclides
Jaramillo recuerda el «mecato» de Pe-
reira en los años veinte: «Los bocados
de reina de don Villa, los caramelos
con corozo de mi madre Delfina, las
chocolatas de misiá Josefita de Aran-
go, los recortes de hostia de donde las
hermanas, los bananos de "mon-
sieur", los pandeyucas del Mono Mau-
ser». Además de la «parva» que traen
en mula las «caucanas» por el viejo
Callejón de Cartago, el surtido lo
componen: marialuisas, brazos de rei-
na, ponqués y pandeyucas. Desde el
siglo pasado existen reposterías y pas-
telerías en las principales ciudades y
los muchachos llevan unos cuartillos a
la escuela para comprar dulces.
Para el diario, la mayoría de los ali-
mentos se consigue sin preparar. La
abundancia y variedad en el mercado
Café Cádiz, Medellín, ñuelos. A principios de siglo, el pan y es algo que destacan todos los viaje-
1919. Estos "cafés" el café son artículos de lujo y el té lo
eran salones que ros. Al mercado público de Bogotá,
ofrecían variedad de venden las boticas como sudorífico. El por ejemplo, llegan toda suerte de ani-
comidas y bebidas, menú varía en época de fiestas, como males vivos: gallinas, patos, gansos,
y a veces duchas la Navidad o los carnavales. En Na- pavos, perdices, pichones, palomas,
o albercas para el vidad las casas comerciales envían a
esparcimiento de
cangrejos y peces. También se venden
grupos familiares.
sus mejores clientes canastas (anche- platos ya elaborados, como chorizos,
tas) con sardinas, salmón, vino espa- morcilla, manteca en rosarios hechos
ñol, cerveza alemana, vino tinto fran- de tripa, tamales y muchas clases dis-
cés, manzanas y otras rarezas. tintas de dulces, frutas, semillas y gra-
Los miembros de la familia siempre nos. Las compras de los productos que
comen juntos en casa. De acuerdo con no se deterioran se hacen en grandes
el Manual de urbanidad para niños, cantidades. En una lista de encargos
«... en la mesa hay que portarse con de una familia de 1919 figuran los si-
discreción, porque allí es donde más guientes artículos: atados de panela,
se repudian los defectos». Los restau- capachos de sal y pilones de azúcar.
Capítulo 15 385

La visita al mercado es complemen- fuera de la casa y las ciudades cada vez


tada con el aprovisionamiento diario más extensas imponen un ritmo de
en tiendas y graneros y con las com- vida más rápido. Uno de los elemen-
pras a vendedores que ofrecen de tos de la vida diaria que varían por las
puerta en puerta productos como la nuevas circunstancias son los hábitos
carne y las legumbres que se tienen alimenticios. Aumenta la demanda de
que adquirir con frecuencia por la fal- productos preparados o semiprepara-
ta de nevera. También se compran en dos. Claro que cambiar el gusto tra-
la puerta las panelitas de cidra, de dicional siempre ha tenido sus tropie-
piña, de coco y de guayaba, bolas de zos. Por ejemplo, al ingenio de azúcar
leche, pastel de gloria, hojaldra, len- La Manuelita, uno de los pioneros en
güitas, gelatina de pata; en el Valle, la industrialización del país, le costó
dulces desamargados, manjar blanco mucho trabajo imponer el novedoso
con jalea de guayabas y colaciones; en edulcorante blanco y brillante porque
la Costa, quesadillas de coco, dulces la gente creía que era dañino para la
de chaza y panderos. Muchas familias salud, pues el inicio de su consumo
tienen sus propias vacas para ordeñar. coincidió con brotes de tifoidea y di- Vendedoras de la
Gran Panadería
Gustan sacar sus «postreras» o vasos sentería por la concentración de tro- Francesa "La Estrella",
espumosos de leche ordeñada direc- pas y la mala alimentación después de de Medellín, 1923.
tamente de la ubre, y preparan man-
tequilla y quesos. Los demás, com-
pran estos productos a las lecheras que
los llevan de casa en casa. De las fin-
cas se traen productos de las huertas y
frutas silvestres.
Desde mediados del siglo pasado,
con las medidas del libre cambio, el
comercio de importación trae licores,
enlatados y condimentos extranjeros
para las clases ricas, que se venden en
las droguerías. En 1923 el libro Co-
lombia cafetera registra entre otros los
siguientes alimentos importados: ja-
mones, salchichas, quesos, pastas, al-
mendras, té, chocolates, levadura,
frutas secas y conservas. La dieta de
los pobres, en cambio, está constituida
sobre todo por maíz, fríjol, yuca, plá-
tano, arroz, panela, carne, tocino,
huevos, papa, chocolate y manteca.
La crisis de 1929 obligó al pueblo a
disminuir la cantidad y variedad de ví-
veres consumidos.
Existe una industria casera desde el
siglo XIX, que utiliza mano de obra
femenina e infantil para la produc-
ción de algunas bebidas y alimentos
—como la chicha, la cerveza, el gua-
rapo, el chocolate, la harina de
maíz—. Hacia los años veinte, con la
industrialización, algunos de estos
productos y otros nuevos se empiezan
a elaborar en fábricas. En esta época
las mujeres están saliendo a trabajar
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
386

Cocina de carbón
en una residencia
de Bogotá, hacia
1915.

las guerras civiles. Pero a fines de los de triturar el maíz y el cacao sobre una
años diez el azúcar ya está en la lista batea de piedra. Se incorporan, al
de los artículos de consumo corriente lado de las totumas y los estropajos,
en las principales ciudades del país. los artículos de vidrio y de loza que ya
Inicialmente, el azúcar no se conoce se producen localmente. Claro que se
granulado sino que viene en grandes sigue cargando el agua en vasijas de
conos de varias arrobas que se parten barro y empleando leña o carbón para
con hacha para vender al menudeo. preparar los alimentos. La banca de la
Los cambios ocurridos en los años cocina es uno de los lugares favoritos
veinte afectan todo el universo culi- para conversar y oír cuentos de las
nario: los alimentos y los sitios donde criadas. En Estados Unidos desde
se ingieren, los utensilios, el aspecto 1890 se empiezan a usar en las tiendas
físico de las cocinas y las maneras de cajas de hielo para preservar los ali-
mesa. Si antes de esta fecha había sido mentos; en 1900 los lavaderos y en
más fuerte la influencia de la comida 1908 las estufas eléctricas y las pri-
campesina sobre la ciudad, desde aho- meras licuadoras con agitadores ma-
ra y sobre todo a partir de los años nuales. El impulso decisivo para el
cuarenta, la ciudad es la que impone, cambio de utensilios y diseño de los in-
en materia de comer y cocinar, sus in- teriores de las casas lo ocasiona la pri-
novaciones al campo. mera guerra mundial, que hizo salir a
Desde la segunda mitad del si- las mujeres del hogar y reemplazar a
glo XIX, la cocina había dejado de ser los hombres mientras éstos estaban en
ese lugar oscuro y primitivo donde se el frente. Se requiere agilizar el tra-
cocinaba sobre unas piedras en el sue- bajo de la mujer en el hogar y hacer
lo. Se había introducido el molino ca- parte de las comidas fuera de casa. Se
sero que dejó descansar a las mujeres generaliza el uso de las estufas, neve-
Capítulo 15 387

ras, lidiadoras y otros electrodomés- recetario tradicional o de los nuevos


ticos que ahorran tiempo y energía en hot dogs y sánduches copiados de Nor-
la preparación de alimentos. Cambian teamérica. La mayoría de estos pues-
los sistemas para su conservación, y tos están dirigidos a los sectores me-
con ello los hábitos de aprovisiona- dios y populares de la población ur-
miento. En nuestras ciudades las co- bana y existen también en las carre-
cinas de la élite comienzan a moder- teras, para ofrecer bocados a quienes
nizarse poco a poco alrededor de los salen en sus carros en paseo domi-
años veinte con la importación de es- nical.
tos adelantos técnicos. Las comidas obviamente varían se-
En los años cuarenta puede obser- gún el estrato social. Entre los más po-
varse en las cocinas una mezcla de bres se come más en función de la can-
«corotos» tradicionales y utensilios tidad que de la calidad. Se trata ante
modernos. En los años cincuenta, con todo de calmar el hambre y los hábitos
el desarrollo de la industria nacional de consumo los determina más el in-
de electrodomésticos, éstos entran a greso que el gusto. Es en este sector
los hogares de la clase media y poco a de la población donde a pesar de las
poco van desapareciendo de las coci- innovaciones se mantienen más los
nas los pilones, las piedras de moler, rasgos de la comida rural. A finales
los molinillos, o van quedando rele- del período que estamos consideran-
gados a las fincas y al campo. Las co- do, los años cincuenta, algunos pro-
cinas integrales son anunciadas como ductos como la carne de cerdo, por
las cocinas de moda, y en general se ejemplo, que hacían parte de la ali-
simplifica la preparación de los ali- mentación popular a principios del si-
mentos, el arreglo de las casas, el la- glo, se reducen por su encarecimiento.
vado y planchado de la ropa y dismi- También se introducen consumos an-
nuye el tiempo que hay que dedicarles tes exclusivos de la élite, como las en-
a los oficios domésticos. Hacia media- saladas y las legumbres. Entre las cla-
dos del siglo, con el desarrollo de la ses media y alta se enriquece mucho
industria nacional, se impone el con- más la variedad en las preparaciones
sumo de productos que facilitan la alimenticias.
preparación de las comidas: es posible
adquirir conservas, harinas, maicena, De la ventana al altar
sopas precocidas. Los enlatados si-
guen siendo extranjeros y se consu- Una vez termina de comer, cuando
men en ocasiones muy especiales aún no se ha puesto el sol, la mucha-
como bocados exquisitos en los pa- cha casadera se prepara para salir a la
seos, en la celebración de aniversa- ventana, acicalándose frente al espejo
rios, en Semana Santa y otras fechas con polvos de arroz y peinándose el
especiales. cabello con agua. «Después del último
Las jornadas de trabajo y la expan- pase a su tocador —recuerda doña So-
sión de las ciudades imponen otro es- fía Ospina de Navarro— iba a sentarse
tilo de vida. Aparecen nuevos produc- en la ventana para aguardar, emocio-
tos alimenticios que facilitan la pre- nada, la aparición del pretendiente».
paración de comidas rápidas: sopas y Éste llega acompañado de un amigo
leche en polvo, spam enlatado, caldo de confianza («candelera»), luciendo
de carne concentrado, salsa de toma- las prendas más elegantes, entre ellas
te, pastas industrializadas. Y en vez de chaleco de fantasía y bastón. Luego de
hacer todas las comidas en casa, se vi- las «buenas tardes», el pretendiente
sita con mayor frecuencia los restau- pasea de esquina a esquina, cambian-
rantes, elegantes o populares, los dri- do miradas y preguntas con su agra-
ve inns o estaderos para automóviles, ciada dama. Sin duda, el lenguaje del
las cafeterías o las ventas callejeras de galanteo son los suspiros, los remilgos
comidas rápidas, bien adaptadas del y los gestos, más que las palabras. La
388 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

visita es vigilada cuidadosamente por la noche son escasos los transeúntes.


los padres y familiares, que con diver- Luego de la inolvidable entrevista en
sos pretextos como tomar agua, sacar la ventana, el novio «partía tranquilo,
el perro a la «manguita» o tomar tinto, sintiendo aumentar por momentos, en
comprueban el «juicio» de la pareja. su pecho, la dulce llama del amor».
En ocasiones el novio envía a su Otros menos castos prolongan sus co-
amada postales extranjeras que ha- queteos en casas de damas de vida di-
blan por sí solas; en ellas escribe a ve- sipada, marcadas a veces con bombi-
ces poemas o comentarios con secretas llas rojas por orden del alcalde.
alusiones a inocentes episodios entre Algunos grupos de serenateros se
ambos. Los regalos que intercambian disponen a demostrar el amor del pre-
son cajas de dulces italianos y galletas tendiente: «Abre por Dios un momen-
inglesas. El elogio de la belleza de la to / un instante tu ventana / y escucha
amada puede asumir formas diversas, de mi instrumento / el angustioso la-
bien en metáforas de la comida po- mento / por tu amor dulce tirana...»
pular, como en esta copla: Las serenatas son cantadas por artistas
profesionales, por merenderos o por
Así como el cucharón, amigos del novio. En los años treinta
rebulle el hirviente ajiaco, se conoce «el caso vulgar de un pro-
usted a cualquier cachaco vinciano que cortejó a su paisana con
le rebulle el corazón. una serenata con discos del peor gusto
artístico, la que finalizó cuando desde
O bien, en emulación del arte clá- los balcones de la homenajeada le
sico, como en estos versos de Julio arrojaron al imbécil tenorio un poco
Flórez: de agua», según recuerda Jorge Añez.
Los más pudientes llegan a cargar con
... una visión de soberana diosa un piano para ofrecer mejor su sere-
en que todo supera al arte griego, nata.
desde tus plantas de color de rosa, Está arraigada la idea de que los su-
hasta tus rizos de color de fuego. frimientos son requisitos indispensa-
bles del afecto, tal como escribe Julio
Al encenderse el alumbrado públi- Flórez: «... el amor nada vale sin tor-
co, la madre llama a su hija y ésta cie- mentos / sin tempestades el amor no
rra la ventana, no siempre a gusto, existe». La infidelidad, el despecho y
luego de despedir al novio. Las rimas los sentimientos no correspondidos
populares lo recuerdan bien: inspiran numerosas canciones, donde
se añora el «perfume de esa boca que
Mamita no me regañe nunca he de besar», las caricias «de
que vusté también lo hacía: esa mano de palidez lunar» o se acude
asomarse a la ventana a la naturaleza como mensajera con-
cuando mi taita venía. vincente: «Fúlgida luna del mes de
enero / raudal inmenso de eterna luz /
Y esta otra: a la insensible mujer que quiero / llé-
vale tiernos mensajes tú». Muchas al-
Se parecen al murciélago mas trémulas y muchos corazones de-
los novios de la ciudá sengañados vibran con Mis flores ne-
nuay cosa que más les guste gras: «Oye, bajo las ruinas de mis pa-
que ir por la oscuridá. siones, / y en el fondo de esta alma que
ya no alegras / entre polvos de ensue-
Al caminar por las ciudades antes ños y de ilusiones / yacen entumecidas
del anochecer, puede verse multitud mis flores negras...»
de parejas en las ventanas o en las El novio entra finalmente al hogar
puertas, zaguanes o aceras, según la de su pretendida cuando aspira a con-
clase social. Después de las nueve de traer matrimonio, siempre y cuando
Capítulo 15 389

cumpla con ser de buena familia, sa-


nas costumbres, excelente presenta-
ción y correctos modales. Tiene lugar
entonces la «pedida de mano» bajo un
riguroso protocolo. El padre, o la ma-
dre viuda del pretendiente, solicita
una entrevista por escrito al padre de
la novia, quien la acepta con ignoran-
cia fingida sobre el objeto de la visita.
La novia, según doña Sofía Ospina de
Navarro, pasa el día llena de nervios,
con las manos frías y sin apetito. Lue-
go de conocer la aceptación de la en-
trevista, el novio envía flores a la no-
via. Se viste de Dorsay y se perfuma
con agua de colonia, quedando listo
para la primera visita oficial. Cada no-
che, antes de la boda, va a la casa de
su prometida y también visitan juntos
a parientes y familiares para partici-
parles las nupcias. Entretanto, la no-
via alista el ajuar: batas señoriles para
usar durante el desayuno del marido,
sacos para la futura maternidad que
despiertan especiales emociones en la
contrayente. Son de rigor la argolla y
el anillo para la novia, y argolla para
el novio, que son intercambiados en
una fiesta celebrada en el mejor salón
de la casa («la argollada»). Ningún no-
vio se atreve a romper el compromiso
por el escándalo social que suscitaría.
El matrimonio se realiza usualmente
al final de la mañana. Las recepciones
más elegantes se efectúan en los clu-
bes sociales, o en la residencia de la
novia, lujosamente decorada. Los re-
cién casados parten generalmente a
una finca para pasar la «luna de miel».
Después de los veinticinco años,
una mujer que no se ha casado se con-
sidera «quedada». Muy pocas se em-
barcan en un «matrimonio a disgus- El papel poco idílico de la mujer en Pareja de novios
el matrimonio es puesto de presente en una pieza
to», porque significa terminar relacio- publicitaria de
nes con los padres, al contrariar sus re- por la cronista antes citada: «Amaba los años 20.
comendaciones y consejos. Las jóve- a su marido con temor y respeto, si Ritual amoroso
nes sienten horror de «quedarse vis- acaso lo amaba, y puede decirse que sometido a estrictas
su única misión se reducía a cumplir ceremonias y leyes.
tiendo santos» como las beatas, que inconscientemente las leyes fisiológi-
son conocidas por su afición a madru- cas, ofreciendo anualmente al mundo
gar a misa para comulgar y por ciertas un hijo sano y fuerte, como podía ha-
extravagancias como la de aquella que cerlo cualquier animal de selección».
mordió a otra «dejándole el hueso pe- «Si el marido no daba la medida de
lado» porque se hizo en una banca sus deberes —cuenta Rafael Ortiz—
más adelante que ella en la iglesia. las familias le volvían la espalda, y los
Nueva Historia de Colombia. Vol. IV
390

Matrimonio en Medellín, padres de la esposa recibían a ésta costeñas y el Valle del Cauca, donde
1895, testimonio cuando se separaban, cosa que gene- hay baja nupcialidad católica y alta ile-
fotográfico de ralmente ocurría [...] por la ineptitud gitimidad en los nacimientos. Sólo a
Melitón Rodríguez.
del marido. Cuando la culpa era de la partir de 1951 los censos de población
esposa, usualmente por adulterio, en- empiezan a registrar las uniones libres
tonces la mujer tenía que emigrar a las y las personas separadas.
casas de lenocinio de las ciudades ca- La Virgen María es el modelo de
pitales.» castidad para las mujeres célibes: «La
El matrimonio católico es obligato- Virgen ama al puro / y al continente;
rio para llevar vida marital. Los enla- / y aplasta al deshonesto / como ser-
ces civiles sólo se toleran para quienes piente.» No obstante, la prostitución y
son de otras religiones. Para la Iglesia, las enfermedades venéreas no son ex-
el matrimonio civil «no es sacramento trañas, ni las imágenes licenciosas,
ni es matrimonio para los cristianos que circulan clandestinamente. En
católicos, sino una unión gravemente Medellín la prostitución se reglamenta
culpable ante Dios y escandalosa para desde 1898. La Iglesia, a través del
el prójimo». Sólo la muerte disuelve la Obrero Católico, combate «la impu-
unión. Estas creencias están especial- reza que agota las energías orgánicas»
mente arraigadas entre la población y a las casas de lenocinio o «casas de
del interior, que tiene altas tasas de espectros», con lo cual sin duda adqui-
nupcialidad y de nacimientos legíti- rieron fama. En Bogotá es muy re-
mos, si se comparan con las regiones nombrada la «Gata Golosa», donde
Capítulo 15 391

«no se respiraba un ambiente espiri- man whisky y juegan naipe de lo más Un té-canasta,
tual ni mucho menos [...] sino ese per- preciso, y "titinos" afeminados que Medellín, 1949.
Esta modalidad hace
fume Coty, que despedían los trajes duermen de redecilla, se pintan y se parte de la vida
de las grisetas y pupilas de la conocida ponen polvos.» social de la clase
y famosa celestina»; allí dilapidaron La popular Ki-Ki (Emilia Pardo alta al promediar
muchas fortunas los viejos verdes y los Umaña), «doctora en amor», abre su el siglo XX.
jóvenes inexpertos, según se dice. Ya consultorio sentimental por primera
desde la segunda década del siglo apa- vez en el año 1936. En las páginas de
recen en las ciudades los primeros la prensa empiezan a ventilarse públi-
«institutos profilácticos», «oficinas de camente los dolores, las dudas y los
control de enfermedades venéreas» y apuros del amor, por parte de lectores
«oficinas de control de mujeres públi- anónimos, reales o ficticios. Atormen-
cas». Se afilian, notifican y otorgan tada, pregunta qué hacer ante el hecho
permisos para salir de la ciudad a las de que su mejor amiga intenta quitarle
mujeres de «vida airada» y se tratan el novio; una viuda Escrupulosa quie-
las enfermedades venéreas con Neo- re saber si debe casarse con un hom-
salvarsán, o con la «bala mágica de Er- bre que tiene diez años menos que
lich» en el caso de la sífilis. ella; una Enamorada de dieciocho
Para los años treinta un cronista ob- años afirma que sus padres no la com-
serva: «Tenemos de nuevo algunos prenden y son retrógrados. Cecilia
ejemplares de un tercer sexo en la quiere casarse, pero no tiene con
"high": damas masculinizadas que to- quién. Una Mal casada está desilusio-
392 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

nada de la vida, tan sólo dos meses bién por los «sobanderos» que arre-
después de la boda. De este modo, glan luxaciones, esguinces y fracturas.
muchos corazones pendientes de res- El segundo grupo son los «aficio-
puestas encuentran interlocutores in- nados o empíricos», integrados por
visibles y cómplices desconocidos. boticarios, enfermeros o personas in-
clinadas a la medicina, que aprendían
Galenos y dolencias las recetas corrientes en los libros.
Una ordenanza en Medellín, muy re-
La institucionalización de la «medici- veladora, prohibe a los boticarios la
na científica» se inicia lentamente con expedición de recetas en términos os-
el nacimiento del siglo. Según el ba- curos o en clave. Para desempeñar el
lance de un observador de fines del si- oficio se requiere permiso oficial. Los
glo XIX, para entonces existen tres ti- homeópatas, que han aprendido en los
pos de médicos. En primer lugar, los libros o por tradición oral el manejo
«charlatanes y curanderos», integra- de las «tinturas madres» y a recetar los
dos por los «chacareros» que usan la glóbulos de Humphreys, también tie-
piedra de rayo, el hueso de gurre, la nen sus adeptos. En el Libro Azul
uña de la gran bestia y otros adminí- (1918) se anuncia la doctora Sara
culos para curar; por los «yerbateros», Páez, especialista en cáncer y gineco-
conocedores de la botánica medicinal logía, diplomada por el Instituto Ho-
—a veces se les llamaba «el indio» meopático de Colombia y por un co-
(«... tráigame el indio que estoy en- legio médico de Chicago; también la
fermo»)—; ellos elaboraban «papele- doctora atiende consultas por corres-
tas» con cuyo contenido se hacía el re- pondencia.
medio que debía ser tomado a horas El tercer tipo son los médicos pro-
precisas y preparaban también male- fesionales. Los primeros estudian en
ficios y eran temidos por ello. Y tam- Francia e Inglaterra. Inicialmente

La Droguería Americana
del doctor Durán,
en Girardot, fundada
en 1906.
Foto publicada en el
"Libro Azul de
Colombia", 1918.
Capítulo 15 393

compiten con los boticarios, comadro- Aviso de la Farmacia


nas y homeópatas. Entre sí, los mé- de Gutiérrez, en el
dicos profesionales discrepan en la parque Santander,
forma de concebir el oficio. Desde el de Bogotá, que ofrece
varios y curiosos
paternal y comprensivo galeno, de específicos
gran cultura y popularidad, como lo ("El Correo Nacional",
fue Manuel Uribe Ángel, hasta aquel marzo, 1905).
que escribe en los Anales de la Aca-
demia de Medicina de Medellín, en
1918: «la medicina no es un sacerdo-
cio, es un negocio». Esta concepción
lleva a lo que algunos calificaron de
descomposición de la profesión. Las
falsas promesas de curación, la utili-
zación indiscriminada de sustancias
peligrosas, la expedición de certifica-
dos o licencias falsas, llevaron poste-
riormente a la necesidad de reglamen-
tar la profesión.
El médico de familia atiende en las
casas y para ello dispone de caballo
que amarra en el zaguán o de la ven-
tana de la casa del enfermo. Con la
mayor disponibilidad de camas en hos-
pitales y clínicas privadas, atienden
también allí. Como recuerda un cro-
nista de Cali, los médicos ejercían su
profesión «en consultorios anexos a
sus casas de habitación; y todos tenían
su botica o pequeña farmacia con un
farmaceuta o boticario entrenado por
ellos mismos, pues tenían amplios co-
nocimientos en materia médica, far-
macológica y terapéutica. Las boticas
ostentaban hermosas redomas de cris- examen físico del paciente, en el que
tal, frascos y potes de porcelana y de emplean el «ojo clínico», viene la eta-
cerámica bellamente decorados con el pa de curación en la que la conversa-
caduceo y plantas medicinales, y los ción es «la terapéutica del convenci-
nombres de las materias primas, droga miento». Las dolencias triviales no se
blanca, extractos secos y tinturas para consultan al médico, siendo tratadas
preparar los julepes y británica, ya con remedios caseros. Los párpados
magistrales, de la propia iniciativa del pegados se curan con flor amarilla de
médico. No faltaban tampoco el clá- ruda en agua caliente; el dolor de es-
sico almirez o mortero y el pildorero». tómago, con un masaje de aguardiente
La biblia de médicos y boticarios es la alcanforado; al trabado de lengua se le
Farmacopea de Dorvault. Las cirugías da caldo de pinche; la única vacuna
se efectúan en el hospital o en la pro- conocida es contra la viruela. Los
pia casa de los ricos. Los partos los «nervios» se curan con baños frecuen-
atienden comadronas experimenta- tes, sol, comida abundante, brandy,
das. La parturienta guarda «dieta» por ejercicios y exposición al sereno. Una
cuarenta días, alimentada con caldo pierna enferma de erisipela se frota
de gallina y chocolate aliñado. con la barriga de un sapo, las lombri-
Los médicos familiares se conside- ces intestinales se atacan con agua de
ran consejeros y amigos; luego del las siete yerbas. Para la bronquitis se
394 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

Se acostumbra purgar a los niños


dos veces por año. Con la leche de hi-
guerón para expulsar gusanos; con
aceite de castor y jugo de naranja para
las lombrices; también sirven para los
mismos propósitos el agua de paico y
el aceite de palma christi. Su sabor,
calificado de aterrador, se pasaba con
agua de panela, y al decir de un be-
neficiario «nos dejaban extenuados,
pálidos y ojerosos».
Quizás la mayor epidemia del perío-
do fue la gripa de 1918, que atacó a
personas tanto pobres como de clase
alta, por lo cual su repercusión social
fue muy grande. Cromos difunde fotos
de prestigiosas víctimas de la epidemia
y terribles escenas de pobres fallecidos
en la vía pública o envueltos en la mi-
seria y la enfermedad en sus casuchas.
«Su excelencia la grippe —como se le
llama—, se inicia con un espasmo, un
estornudo. La garganta reseca, carras-
pera, dolor en las piernas, frío en los
pies, ardor en los ojos, cefalalgia, la
espalda dolorida [...] llega el médico
[...] fórmula: sulfato de soda, quinina,
antipirina, aspirina, bebidas calien-
tes.» La quinina escasea, hay que en-
sanchar el cementerio, los pobres fa-
llecen en las calles, los ataúdes se en-
carecen. El sudorífico de moda es una
gran taza de ron con dos o tres gotas
de agua de panela. La peste transfor-
ma a los peatones de la capital: «Los
transeúntes —puede leerse en la re-
vista Cromos del 2 de noviembre de
1918— vamos todos envueltos, calado
el sombrero hasta las orejas, crecidas
horriblemente las barbas y los ojos
puestos en la nuca: se diría que nos
han desenterrado.» La ciudad se pa-
raliza: los almacenes cerrados, des-
"La ciudad alegre recomiendan sinapismos de mostaza, compuesto el tranvía y suspendido el
y agripada", caricatura y para la calvicie, manteca de oso. La trabajo en muchas partes.
de "Bogotá Cómico", neumonía (tratada con ventosas y
publicada en noviembre Durante los años veinte, ya no la
de 1918, con motivo agua de San Ignacio), la fiebre tifoi- gripa sino el «cólico miserere» (peri-
de la mayor epidemia dea, la difteria, la poliomielitis, el pa- tonitis), causa numerosas víctimas en-
de gripe que haya ludismo, el tuntún o anemia tropical, tre la gente de clase alta. Algunos
sufrido la ciudad. la tos ferina, la gripa, la parasitosis, creen que si es benigno puede curarse
son las enfermedades que más aque- tomando agua de chorro en ayunas.
jan a la población. De una persona dé- Cobra gran auge la comercialización
bil, impresionable y enfermiza se dice de innumerables compuestos, especí-
que es «clorótica».
ficos y preparados, destinados a curar
Capítulo 15 395

muchas «dolencias» que en ocasiones cuentran desde 1820, sólo en 1929, si-
los mismos remedios crean y les dan guiendo la ley 11 de 1927, se crea una
nombres. Muchos de éstos se ofrecen escuela para farmaceutas.
también como panaceas. Resulta sig- Un gran silencio se extiende sobre
nificativa la opinión de José Manuel las enfermedades mentales. Para al-
Restrepo: «Nos hallamos en los tiem- gunas regiones, los boletines de esta-
pos de la medicina "envasada" en que dística municipal ofrecen cifras de per-
cada enfermo tiene su remedio sobe- sonas recluidas en los manicomios.
rano y en que la presencia del médico Con motivo de la segunda guerra
es cosa accesoria, ya que se consulta mundial se hace imposible viajar a Eu-
tan sólo cuando se ha fracasado en el ropa. Los nuevos médicos van a es-
ensayo de todo lo que en la prensa o pecializarse ahora a Estados Unidos,
en el radio se ha visto u oído reco- donde además se han realizado en las
mendar.» Es así como pueden encon- últimas décadas grandes avances cien-
trarse remedios para los «desarreglos» tíficos. Quienes regresan se instalan
propios del sexo femenino (irritabili- en las grandes ciudades, donde en-
dad, nerviosidad, dolores, trastornos cuentran demanda por sus servicios y
menstruales); para la escrófula y el ra- buena remuneración.
quitismo infantil y para señoritas clo- En los treinta siguen pululando los
róticas y anémicas (emulsión de Scott, compuestos y prosperando los llama-
depurativo, jarabe yodotánico); para dos a la conveniencia de utilizarlos:
curar a un hombre del vicio del alco- «Ciertos órganos internos de las mu-
hol (escribir a una misteriosa dirección jeres se congestionan e inflaman con
en Nueva York); contra la flacura facilidad. Para eso basta un susto, un
(pastillas Carnal, elixir Olímpico, «el sacudimiento fuerte [...] mojarse los
mejor generador de carnes y sangre», pies o alguna imprudencia. Estas in-
útil además contra el paludismo, la de- flamaciones son causa de enfermeda-
bilidad nerviosa, la impotencia y la des peligrosas.» La biliosidad, la fla-
neurastenia). Para la debilidad geni- tulencia, los desórdenes intestinales,
tal, agotamiento vital y sangre pobre, son reclamos para consumir compues-
se recomienda Jerez Kukol afrodisía- tos. Así mismo se ofrecen productos
co; para recibir información sobre la para dentaduras postizas y vitaminas.
ciencia del strongfortism, escribir a Pero también aparecen la penicilina y
Nueva York; para el desarrollo de se- las sulfas entre otras drogas que reem-
nos hermosos (pildoras circasianas, pi- plazan la preparación en las boticas
lules orientales). Así mismo se ofrecen por remedios patentados y producidos
decenas de remedios de todas clases industrialmente. En 1940 el gobierno
contra la sangre impura, los piojos y reglamenta la producción de los la-
liendras, el dolor de cabeza, la bilis, el boratorios, exige que estén en manos
reumatismo, las lombrices, tenias y de especialistas y prohibe el reenvase
gusanos, el sistema nervioso, la tisis, de drogas extranjeras. Hasta enton-
el insomnio, los callos... «Específicos» ces, el médico basa sus conocimientos
que en realidad son «genéricos»: en la experiencia y en los dictados de
¿Cómo es posible curar con un solo re- la escuela francesa. A partir de esta
medio males tan dispares como la época vienen misiones extranjeras y
«sangre impura», la debilidad nerviosa toma auge la escuela norteamericana.
y la neurastenia? El Instituto de los Seguros Sociales
Gracias a estas estrategias los pre- (ICSS) es creado en 1946 para atender
parados extranjeros abrieron un mer- los requerimientos de salud de los tra-
cado para la producción nacional, que bajadores. En los años cincuenta los
más tarde iría a intentar reemplazarlos centros asistenciales se han generali-
con relativo éxito el Laboratorio Uri- zado. Sin embargo, la situación de sa-
be Ángel y el Laboratorio CUP. Pese lud en las zonas rurales es muy pre-
a que los primeros boticarios se en- caria.
396 Nueva Historia de Colombia. Yol. TV

inaugurar un «cementerio libre» en el


El luto departamento de Caldas, los fondos
En las ciudades del interior del país para su construcción provienen de
son de rigor femenino durante el ve- convites y bazares a los que asiste la
lorio los ataques de nervios y las frases población de Circasia, convocada por
sentimentales. Los asistentes reciben mensajes secretos y hojas volantes im-
grandes cantidades de bebidas cal- presas por tipógrafos radicales; la Igle-
mantes y chocolate. La muerte del es- sia amenaza con la excomunión para
poso es para la viuda enterrarse en disuadir a los asistentes; con el cambio
vida: se despoja de las joyas, se alisa de gobierno de 1930, logran auxilios
el peinado o la trenza, no vuelve a económicos para concluir su construc-
sonreír, pierde el apetito y llora mu- ción. «Decenas de ateos, masones, so-
cho. Su vestuario es un sayón negro de cialistas, librepensadores, rosacruces,
paño grueso; madruga a misa envuelta materialistas, protestantes, suicidas y
en una mantilla y alguna hasta resuel- extraños o atormentados personajes
ve usar sombrero especial para viudas. comenzaron a ser inhumados [...]
Las ventanas no se abren y todo per- unos en tierra, otros en nichos y crip-
manece en penumbra y con poco aire. tas en forma de copa, mientras al-
En las visitas de pésame se comen- gunos se hacían enterrar de pie.»
tan los detalles de los últimos días del Años más tarde aparecen otros ce-
difunto. Los hombres de la clase alta menterios similares en Medellín, Gi-
se abstienen del club y el teatro du- rardot, Popayán y Bucaramanga.
rante el luto. Éste puede durar, aun en Durante la época de la Violencia, el
caso de familiares lejanos, hasta seis cementerio de Circasia es semides-
meses; las nietas usan trajes oscuros, truido: «Sus muros y monumentos
sombrero y guantes de cabritilla ne- fueron dinamitados y demolidos a
gros. A principios del siglo es corrien- martillazos [...] los vándalos abrie-
te fotografiar a los niños muertos, en- ron las tumbas y las profanaron. Por
vueltos en telas blancas, como ánge- último, echaron a cebar en sus jar-
les, o en brazos de sus padres. La mi- dines una manada de cerdos», según
seria urbana produce muertes calleje- recuerda su fundador.
ras desde los años veinte: en 1923 En la región de la Costa Caribe se
causa gran impresión en Bogotá una manifiestan herencias africanas mez-
mujer pobre que deambula por las ca- cladas con usos españoles en los ritos
lles con su hijo muerto. del entierro y las costumbres del luto.
Las pasiones más acendradas pue- Aunque varían de un lugar a otro, tie-
den llevar a la muerte, también la de- nen algunos elementos en común,
fensa del honor perdido o mancillado. pero al avanzar el siglo se fueron
Luis Tejada observa que «se mata o se transformando o desaparecieron. Se
muere por dos cosas principales: por cree que el espíritu no abandona in-
avaricia o por celos [...] pero la ava- mediatamente el cuerpo, los deudos
ricia y los celos no son sino dos formas entonces lo acompañan por nueve no-
distintas de amor a la propiedad». ches después de las cuales en algunas
La Iglesia ejerce un control estricto poblaciones lo despiden juntando sus
sobre los cementerios. Los ateos, sui- pertenencias y quemándolas. La jerar-
cidas y creyentes de otras religiones no quía del muerto es proporcional al nú-
tienen lugar en aquéllos y deben ser mero de carros que acompañan el fé-
sepultados en cementerios especiales retro. Este irá transportado a hom-
o a escondidas en un solar, en los pa- bros, detrás del desfile. Cargar el
tios de las casas o en las cañadas. Las muerto es algo que sólo deberán hacer
autoridades acusan y persiguen a los personas sanas, de lo contrario «se les
familiares y hasta se les condena a pri- contagiarán los fríos». Se ven colores
sión por violar la ley. Sin embargo en muy vistosos en los trajes de la gente.
1932, cuando Braulio Botero logra La costumbre de dirigir el novenario
Capítulo 15 397

contratando rezanderas, que aún se Clementina Duque


Las costumbres de la vida diaria con su hija muerta,
conserva en los sectores populares en Benjamín de la Calle,
la primera mitad de este siglo, se de- Habitar un espacio, vestirse, comer, 1914.
riva de las novenas con cantos de pla- amar, enfermarse, morir son acciones
ñideras y toques de tambor que antes que cambian en sus contenidos —«se
se hacían. La plañidera —oficio he- modernizan»— a lo largo del siglo xx
redado— y la dueña de la casa hacen en las ciudades colombianas. De unas
un altar con un crucifijo, un cuadro de costumbres tradicionales, cerradas so-
la Virgen del Carmen, patrona de las bre sí mismas, poco variadas, regidas
ánimas, o las diosas del fuego (Changó por el qué dirán y la Iglesia, se pasa a
o Santa Bárbara) al lado de un arreglo unas maneras urbanas más informadas
de flores naturales o artificiales, velas, y abiertas a las influencias foráneas,
un vaso de agua y una palangana para casi más «libres» y más inmersas en la
que el espíritu beba si tiene sed. La úl- «civilización». Los cambios en la vida
tima noche va más gente y se queda en económica y laboral, los nuevos pro-
la casa toda la noche velando al difun- ductos que ofrece la industria local y
to, hasta que de pronto los hombres los que siguen llegando del exterior,
comienzan a recoger en silencio los marcan cambios en los estilos de vida
objetos pertenecientes al muerto. y en la sensibilidad y apetencias de la
Después de quemar estos objetos, re- gente. Todo ello es lo que hace posible
gresan en medio de un llanto exage- que el ciudadano colombiano de 1900
rado, a abrir puertas y ventanas, mien- pueda llegar a ser completamente dis-
tras la rezandera desbarata el altar. tinto medio siglo más tarde.
398 Nueva Historia de Colombia. Vol. IV

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ZAWADSKI, CLARA. «La cultura», en: Santiago de Cali: 450 años de Historia. Cali, 1981.
PLANETA
Nueva historia de Colombia/director Alvaro Tirado Mejía. -Bogotá: Planeta Colombiana Editorial,
1989.
8v.: Os., mapas; 24 cm.
Contenido: v.I: Colombia indígena, conquista y colonia / Gerardo Reichel-Dolmatoff... [et
al ] - v.2: Era republicana / Javier Ocampo López... [et al.] - v.I: Historia política 1886-1946 /
Jorge Orlando Melo... [et al.] - v.II: Historia política 1946-1986 / Catalina Reyes Cárdenas...
[et al.] - v.III: Relaciones internacionales, movimientos sociales / Fernando Cepeda Ulloa [et al.]
- v.IV: Educación y ciencia, luchas de la mujer, vida diaria / Magdala Velásquez Toro... [et al.]
- v.V: Economía, café, industria / Bernardo Tovar Zambrano... [et al.] - v.VI: Literatura y
pensamiento, artes y recreación / Andrés Holguín... [et al.]-
v. 1-2 corresponde al Manual de Historia de Colombia editado por Colcultura.
ISBN 958-614-251-5 Obra completa
1. COLOMBIA - HISTORIA - HASTA 1986. 2. COLOMBIA - CONDICIONES ECONÓ-
MICAS Y SOCIALES. 3. COLOMBIA POLÍTICA Y GOBIERNO, 1886-1986.I. Tirado Mejía,
Alvaro, 1940-

CDD 986.1
N83

Nueva historia de Colombia: educación y ciencia, luchas de la mujer, vida diaria / director
académico Alvaro Tirado Mejía. - Bogotá: Planeta Colombiana Editorial, 1989.
v.IV: 408 P , ils.; 24 cm.
Contenido: v.IV. Condición jurídica y social de la mujer / Magdala Velásquez Toro. La
educación en Colombia: 1880-1930 / Renán Silva Olarte. La educación durante los gobiernos
liberales, 1930-1946 / Jaime Jaramillo Uribe. La educación en Colombia, 1946-1957 / Aline Helg.
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Néstor José Miranda Canal. Las técnicas agropecuarias en el siglo XX / Jesús Antonio Bejarano
Avila. Vida diaria en las ciudades colombianas / Patricia Londoño Vega, Santiago Londoño Vélez.
ISBN 958-614-257-4 tomo IV
1. MUJERES - SITUACIÓN LEGAL. 2. COLOMBIA - CONDICIONES ECONÓMICAS
Y SOCIALES. 3. COLOMBIA - POLÍTICA Y GOBIERNO, 1939-1957 4 EDUCACIÓN -
COLOMBIA - HISTORIA, 1880-1980. 5. SOCIOLOGÍA - HISTORIA - COLOMBIA. I. Educa-
ción y ciencia.

CDD 986.1
N83

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