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Un padre y su hijo estaban caminando en las montañas.

De repente, el hijo se cayó


lastimándose, y grito: ¡Aaaaaayy!
Para su sorpresa, oyó una voz que repetía, en algún lugar de la montaña: ¡Aaaaaayy!
Con curiosidad, el niño gritó: ¿Quién anda ahí?
Y Recibió esta respuesta: ¿Quién anda ahí?
Enojado, grito: ¡cobarde!
El niño miro al padre y le pregunto: ¿Qué sucede papá?
El hombre, sonriendo, le dijo: Hijo mío, presta atención
Y grito hacia la montaña: ¡te admiro!
Y la voz le respondía: ¡Te admiro!
De nuevo, el hombre gritó: ¡eres un campeón!
Y la voz respondió: ¡eres un campeón!
El niño estaba asombrado, pero no entendía nada. Entonces el padre le explicó:
 La gente lo llama eco, pero en realidad es la vida. Te devuelve todo lo que
dices o haces.

REFLEXION

Nuestra vida es simplemente un reflejo de nuestras acciones. Si


desea más amor en el mundo, cree más amor a su alrededor.
Si anhela felicidad, de felicidad a quienes lo rodean.
Si quiere una sonrisa en el alma, de una sonrisa al alma de las
personas que conoce.
Esto se aplica a todos los aspectos de la vida. Ella nos da de regreso
exactamente lo que le hemos dado.
Nuestra vida no es una coincidencia sino un reflejo de nosotros
mismos.

Por lo tanto, observa lo que hoy estás haciendo, como lo estás haciendo y qué
sentido tiene lo que estás haciendo...al reflexionar sobre esto...ya estás en el
sendero del Logos...del sentido.
¿Para qué lo haces? ¿Hacia quien diriges lo que haces ¿Lo que estás haciendo
...¿te construye ‘? ¿Te hace bien?
EL ARBOL DE LOS PROBLEMAS

Un hombre después de pensarlo se decidió a reparar una vieja casa que tenía en una
granja. Entonces, contrató a un carpintero que se encargaría de todos los detalles
logísticos de restauración.
Un día decidió ir a la granja, para verificar como iban todos los trabajos. Llegó
temprano y se dispuso a colaborar en los quehaceres que realizaba el carpintero. Ese
día parecía no ser el mejor para el carpintero. Su cortadora eléctrica se había dañado,
haciéndole perder dos horas de trabajo. Después de repararla, un corte de
electricidad en el pueblo le hizo perder dos horas más de trabajo. Tratando de
recuperar el tiempo, partió dos cierras de su cortadora. Ya finalizando la jornada,
el pegamento que disponía no le alcanzaba para mezclar su fórmula secreta de
acabado.
Después de un día tan irregular, ya disponiéndose para ir a su casa, el camión se le
negaba a arrancar. Por supuesto, el dueño de la granja se ofreció a llevarlo. Mientras
recorrían los hermosos paisajes de la granja, él iba en silencio meditando. Parecía un
poco molesto por los desaires que el día le había jugado.
Después de treinta minutos de recorrido llegaron a la casa del carpintero, y de
sorpresa lo invitó para que conociera a su familia. Mientras se dirigían a la puerta, el
carpintero se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, de color verde intenso y
por demás hermoso. Tocó varias ramas con sus manos, mientras admiraba sus
preciosas hojas.
Cuando abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara
estaba plena de sonrisas y alegría. Sus hijos se lanzaron sobre él, dando vueltas en
la sala. Le dio un beso a su esposa y lo presentó. Le invitó un refresco y una suculenta
empanada. Ya despidiéndose, lo acompañó hasta el auto.
Cuando pasaron nuevamente cerca del árbol, la curiosidad fue grande y le preguntó
acerca de lo que había visto hacer un rato antes. Le recordó su conducta con el árbol.
¡Ohh!, ese es mi árbol de los problemas, contestó.
Y luego procedió a explicar y dijo:
Sé que no puedo evitar tener dificultades en mi trabajo, percances y alteraciones
en mi estado de ánimo. Pero una cosa si es segura: Esos problemas no
pertenecen ni a mi esposa y mucho menos a mis hijos. Así que simplemente los
cuelgo en el “árbol de los problemas” cada noche cuando llego a casa. Luego
en la mañana los recojo nuevamente, porque tengo que solucionarlos. Lo
divertido es, dijo sonriendo el carpintero, que cuando salgo en la mañana a
recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche
anterior.
El dueño de la granja se subió a su auto, meditando sobre la estrategia del carpintero
para ser más feliz y evitar contaminar el hogar con los problemas laborales. Entonces
se dijo, valió la pena el paseo de hoy.
Llegó a la granja y se dispuso a seleccionar su árbol de los problemas. Y desde
entones cada vez que llegaba a su hogar ya saben lo primero que hacía.
LA PREGUNTA MÁS DIFÍCIL
Esta semana la queremos iniciar con una historia que en lo personal me ha tocado.
Sin darnos cuenta ya no valoramos a las personas por lo que son sino por el papel
que desempeñan. Casi siempre solemos adecuar nuestro comportamiento según
quién tengamos adelante: nos importa más ese quién que la propia persona. Hay que
humanizarnos más, no dejarnos arrastrar por las apariencias del mercado o de esta
sociedad que cada vez está más frívola. En cada uno, en cada individuo hay una
persona que merece ser respetada. Les dejo, a continuación, con esta fábula llamada
"La pregunta más difícil ":
En cierta ocasión, durante mi segundo semestre en la escuela de enfermería, el
profesor nos hizo un examen sorpresa. Leí rápidamente todas las preguntas,
hasta llegar a la última: ¿Cómo se llama la mujer que limpia la escuela?

Seguramente era una broma. Yo había visto muchas veces a la mujer que
limpiaba la escuela. Era alta, de cabello oscuro, unos 50 años, pero, ¿Cómo iba
a saber su nombre? Entregué el examen sin contestar la última pregunta.

Antes de terminar la clase, alguien le preguntó al profesor si esa pregunta


contaría para la calificación. “Definitivamente” dijo el profesor. En sus carreras
ustedes conocerán a muchas personas. Todas son importantes. Ellas merecen
su atención y cuidado, aún si ustedes sólo les sonríen y dicen: ¡Hola!

Nunca olvidaré esa lección, y supe luego que su nombre era Dorothy. Todos
somos importantes.

REFLEXION

¿Te has sentido identificado? ¿En tu centro de trabajo o de estudios sabes el


nombre de quién hace la limpieza? ¿Lo tratas con la misma cordialidad con que
tratarías a un gerente? Porque muchas veces nosotros anteponemos los
beneficios que podemos recibir al tratar a alguien y, en realidad, son esos
beneficios que nos importa y no ese alguien. ¿Cómo te gustaría que te traten?
¿Cómo estás tratando a las personas de tu alrededor? Piensa que tus actos
deben estar guiados por la bondad no por la conveniencia. Esos actos frívolos
del sistema actual te han contaminado, yo confío que en el interior del humano
no hay algo simplemente vacío. Eso es lo que nos enseña la fábula de la
pregunta más difícil.
PUEDES LOGRARLO

En una tarde nublada y fría, dos niños patinaban sin preocupación sobre una laguna
congelada. De repente el hielo se rompió, y uno de ellos cayó al agua. El otro agarro
una piedra y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas, hasta que logró
quebrarlo y así salvar a su amigo.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron:
“¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso, es imposible que haya podido quebrarlo
con esa piedra y sus manos tan pequeñas...”
En ese instante apareció un abuelo y, con una sonrisa, dijo:
—Yo sé cómo lo hizo.
— ¿Cómo? —le preguntaron.
—No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.
Reflexión
"Si lo puedes imaginar, lo puedes lograr".

EL ELOGIO

Es bueno saberlo...... Los seres humanos necesitan que los alienten. Sentir la calidez
de la aprobación, aumenta la confianza en sí mismo. En la persona cuya autoestima
se ha elevado, se obra una especie de milagro. Repentinamente le caen mejor los
demás y se hace más amable y solidaria, con quienes le rodean. El elogio, también
contribuye a suavizar los inevitables roces de la convivencia cotidiana. Una buena y
saludable vida familiar se nutre de ellos. Los niños, en especial, están deseosos de
reconocimiento y aprecio.

Una joven madre contó esta anécdota: "Mi hijito se porta mal a menudo, de manera
que debo regañarlo. Pero un día su conducta fue especialmente buena, sin embargo,
esa noche después de acomodarlo en su cama y al bajar por las escaleras lo oí llorar:
fui a verlo, y lo encontré con la cara hundida en la almohada. Entre sollozos me
preguntó si no había sido un buen niño. "La pregunta me traspasó como un puñal -
agregó la madre- nunca había dudado en corregirlo cuando hacía algo malo; pero
cuando se portó bien ni siquiera lo noté. Lo había mandado a dormir sin darle una
palabra de reconocimiento".
REFLEXION
El elogio hace que la gente, de lo mejor de sí, pero quien lo da siente también la
satisfacción de haber creado en el otro un especial estado de ánimo, de la misma
manera como "... las flores dejan siempre parte de su fragancia en la mano de quien
las ofrece".

TODO PASA POR UNA RAZON

Algunas veces te pasan cosas que parecen horribles, dolorosas e injustas, pero luego
comprendes que, si no las hubieras superado, nunca hubieses realizado tu potencial,
tu fuerza o el poder de tu corazón. Todo pasa por una razón en la vida. Enfermedades,
heridas, ausencias, amores que se quiebran, momentos perdidos de grandeza o puras
tonterías.
Todo ocurre para probar los límites de tu alma. Sin estas pequeñas pruebas la vida
sería como una carretera recién asfaltada, suave y lisa, pero que no conduce a
ninguna parte. Aún se puede aprender de las malas experiencias. Es más, quizá
sean las más significativas en nuestras vidas. Si alguien te hiere o te traiciona, dale
las gracias porque te ha dado la oportunidad de perdonar, y a tener más cuidado de
escoger a quién le abres tu corazón. Si alguien te ama, ámalo tú también, no porque
te amé sino porque te ha enseñado a amar y a ver las cosas pequeñas de la vida.
Permítete enamorarte, liberarte y poner la vista en un lugar bien alto. Repítete a ti
mismo que eres un individuo magnífico y ¡CRÉELO! Si no crees en ti mismo, nadie lo
hará. Crea tu propia vida y ¡VÍVELA! arriésgate a ser lo que eres.

MUERTE DE LOS APEGOS: LA ACEPTACION


Queda ACEPTAR el LIMITE, la frontera, el hasta ahí…
Te pido que hagas este ejercicio, muy pequeño, pero sanador…

Cierra los ojos, pon delante de ti imaginariamente a la persona a la que debes decirle
que NO, o a la que tienes que decirle BASTA, obsérvala con paciencia y serenidad, y
pon imaginariamente en el medio entre ella o él y tu persona un cristal, y a medida que
se va colocando ese cristal, di “tu hasta ahí, yo hasta aquí”. Así cada uno seguirá su
camino de aprendizaje, sin intentar empujar nada…
LA RANITA SORDA

Un grupo de ranas viajaba por el bosque, cuando de repente dos de ella cayeron en
un pozo profundo. Las demás se reunieron alrededor del agujero y, cuando vieron lo
hondo que era, le dijeron a las caídas que, por efectos prácticos, debían darse por
muertas. Sin embargo, ellas seguían tratando de salir del hoyo con todas sus fuerzas.
Las otras les decían que esos esfuerzos serían inútiles.
Finalmente, una de las ranas atendió a lo que las demás decían, se dio por vencida y
murió. La otra continuó saltando con tanto esfuerzo como le era posible. La multitud
le gritaba que era inútil pero la rana seguía saltando, cada vez con más fuerza, hasta
que finalmente salió del hoyo. Las otras le preguntaron: “¿No escuchabas lo que te
decíamos?” la ranita les explicó que era sorda, y creía que las demás la estaban
animando desde el borde para esforzarse más y más para salir del hueco.

RELEXION

La palabra tiene poder de vida y muerte. Una voz de aliento a alguien que siente
desanimado puede ayudarle a terminar el día con buen término, mientras que una
palabra negativa puede acabar por destruirlo. Cualquiera puede decir palabras que
roben a los demás el espíritu que les permite seguir la lucha mediante tiempos
difíciles. Tengamos cuidado con lo que decimos, sobre todo con lo que
escuchamos.

DEJA SECAR TU IRA


Mariana se puso toda feliz por haber ganado de regalo un juego de té de color azul.
Al día siguiente, Julia, su amiguita, vino bien temprano a invitarla a jugar. Mariana no
podía pues saldría con su madre aquella mañana. Julia entonces pidió a Mariana que
le prestara su juego de té para que ella pudiera jugar sola en el jardín del edificio en
que vivían. Ella no quería prestar su flamante regalo pero ante la insistencia de la
amiga decidió, hacer hincapié en el cuidado de aquel juguete tan especial.
Al volver del paseo, Mariana se quedó pasmada al ver su juego de té tirado al suelo.
Faltaban algunas tazas y la bandeja estaba rota. Llorando y muy molesta Mariana se
desahogó con su mamá ¿ves mamá lo que hizo Julia conmigo?
Le presté mi juguete y ella lo descuidó todo y lo dejó tirado en el suelo.
Totalmente descontrolada Mariana quería ir a la casa de Julia a pedir explicaciones,
pero su madre cariñosamente le dijo: Hijita, ¿te acuerdas de aquel día cuando saliste
con tu vestido nuevo todo blanco y un coche que pasaba te salpicó de lodo tu ropa?
Al llegar a casa querías lavar inmediatamente el vestido pero tu abuelita no te dejó
¿Recuerdas lo que dijo tu abuela? Ella dijo que había que dejar que el barro se secara,
porque después sería más fácil quitar la mancha.
Así es hijita, con la ira es lo mismo, deja la ira secarse primero, después es mucho
más fácil resolver todo.
Mariana no entendía todo muy bien, pero decidió seguir el consejo de su madre y fue
a ver el televisor. Un rato después sonó el timbre de la puerta.
Era Julia, con una caja en las manos y sin más preámbulo ella dijo:
- Mariana, ¿recuerdas al niño malcriado de la otra calle, el que a menudo nos molesta?
Él vino para jugar conmigo y no lo dejé porque creí que no cuidaría tu juego de té pero
él se enojó y destruyó el regalo que me habías prestado. Cuando le conté a mi madre
ella preocupada me llevó a comprar otro igualito, para ti. ¡Espero que no estés enojada
conmigo. No fue mi culpa!
- ¡No hay problema!, dijo Mariana, mi ira ya secó! Y dando un fuerte abrazo a su amiga,
la tomó de la mano y la llevó a su cuarto para contarle la historia del vestido nuevo
que se había ensuciado de lodo.
REFLEXION
Nunca reacciones mientras sientas ira.
La ira nos ciega e impide que veamos las cosas como ellas realmente son. Así evitarás
cometer injusticias y ganarás el respeto de los demás por tu posición ponderada y
correcta delante de una situación difícil.
Acuérdate siempre: ¡ Deja secar la ira !
EL TAZÓN DE MADERA
Un anciano se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años. Ya las manos
le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban.

La familia completa comían juntos en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista
enferma del anciano hacían el alimentarse un asunto difícil.

Los guisantes caían de su cuchara al suelo y cuando intentaba tomar el vaso,


derramaba la leche sobre el mantel. El hijo y su esposa se cansaron de la situación.
"Tenemos que hacer algo con el abuelo", dijo el hijo. "Ya he tenido suficiente".

"Derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo".

Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del
comedor.

Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer.
Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida se la servían en un tazón de
madera.
De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en
sus ojos mientras estaba ahí sentado solo. Sin embargo, las únicas palabras que la
pareja le dirigía, eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor
o la comida.

El niño de cuatro años observaba todo en silencio. Una tarde antes de la cena, el papá
observó que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo. Le pregunto
dulcemente: "¿Que estás haciendo?" Con la misma dulzura el niño le contestó: "Ah,
estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá para que cuando yo crezca, ustedes
coman en ellos."

Sonrió y siguió con su tarea. Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal
forma que quedaron sin habla.

Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y, aunque ninguna palabra se dijo al respecto,
ambos sabían lo que tenían que hacer.

Esa tarde el esposo tomo gentilmente la mano del abuelo y lo guio de vuelta a la mesa
de la familia. Por el resto de sus días ocupo un lugar en la mesa con ellos. Y por alguna
razón, ni el esposo ni la esposa parecían molestarse más, cada vez que el tenedor se
caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.

MENSAJE
Los niños son altamente perceptivos. Sus ojos observan, sus oídos siempre
escuchan y sus mentes procesan los mensajes que absorben. Si ven que con
paciencia proveemos un hogar feliz para todos los miembros de la familia, ellos
imitaran esa actitud por el resto de sus vidas.

Los padres y madres inteligentes se percatan que cada día colocan los bloques
con los que construyen el futuro de su hijo. Seamos constructores sabios y
modelos a seguir.

EL TONTO

En este cuento, descubrirás que muchas veces nuestra mirada es superficial y no


profunda. Porque muchas veces creemos que alguien es tonto no por sus objetivos
sino por su manera de proceder. Estas limitaciones de perspectiva hacen que en
varias ocasiones descubramos que los tontos pueden camuflarse de muchas maneras
y la inteligencia de igual forma. Con el Cuento del tonto sabrás que el inteligente
puede resultar quien menos lo esperas. ¡Ampliemos nuestras miradas! ¡Dejemos atrás
lo superficial!
Se cuenta que en un pueblo remoto, un grupo de gente se divertían con el
tonto del pueblo, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo
pequeños recados y recibiendo limosnas.
Diariamente, algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y
le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 centavos
y otra de menor tamaño, pero de 1 peso.
Él siempre tomaba la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de
risas para todos.
Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre,
lo llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de
mayor tamaño valía menos y éste le respondió:
– Lo sé señor, no soy tan tonto…, vale la mitad, pero el día que escoja la
otra, el jueguito se acaba y no voy a ganar más mi moneda.

Reflexión

Con el cuento del “tonto” es imposible no hacerse la pregunta de quién es el tonto y


quién el inteligente. Con el transcurrir de esta historia, nuestra perspectiva cambia y
no es de extrañar: al comienzo nosotros también consideramos al tonto del pueblo
como el verdadero tonto, y lo hicimos por falta de agudeza, por no tomar en cuenta
todos los factores, es decir, por tener una mirada estrecha sin proyectarnos a amplios
panoramas. Sé sincero, ¿si tú hubieras estado en el bar durante esos días te hubieras
reído del tonto del pueblo o de los amigos que dejaban las monedas? ¿Hasta dónde
nos arrastran nuestros prejuicios? ¡Dejemos de lado lo superficial, lo frívolo! Lo
verdaderamente importante consiste en mirar hacia lo profundo.
Podemos estar bien, aun cuando los otros no tengan una buena opinión sobre
nosotros. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan los demás de nosotros,
sino lo que uno piensa de sí mismo.

El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto delante de un tonto


que aparenta ser inteligente.

LA PARABOLA DEL AMOR

"Te moldearé", le dijo el hacha al pedazo de hierro mientras descendía con toda su
fuerza sobre uno de sus costados.

Pero a cada golpe que le daba iba perdiendo su filo, hasta que después de un rato
aquella herramienta no pudo más, había quedado completamente obtusa.

"Déjenmelo a mí", repuso el serrucho mientras clavaba sus dientes en el pedazo de


hierro, los cuales fueron desapareciendo uno por uno.

"Yo me encargaré de modelarlo", profirió con arrogancia el martillo, mientras se


burlaba de sus compañeros que habían fracasado. Pero después de varios golpes se
le quebró el mango y se le desprendió la cabeza.

"¿Me permiten probar?, inquirió humildemente una pequeña llama. Los tres se rieron
a carcajadas, pero se lo permitieron porque estaban convencidos de que también iba
a fracasar. Sin embargo, aquella llamita cubrió el pedazo de hierro; no se desprendió
de él, lo abrazó y lo abrazó hasta volverlo blando y darle la figura que quería.

Aquella pequeña llama logró lo que las otras tres poderosas herramientas no pudieron
alcanzar. Así es el amor.
REFLEXION
Hay en el mundo corazones tan duros que pueden resistir los hachazos de la ira, los
dientes del encono, y los golpes de orgullo y del rechazo, pero por más severo que
sea el corazón de la persona, no podrá resistir los embates del amor; porque el amor
es la fuerza más poderosa de este mundo.

“Lo que - Yo - espero de ti “

“Cuenta una leyenda mitológica griega que el rey Pigmalión esculpió una estatua con
la figura ideal de la mujer. A Pigmalión le gustó tanto su obra que quiso que se
convirtiera en un ser real. El deseo fue muy fuerte e hizo todo lo que pudo para
conseguirlo. Pidió ayuda a Venus Afrodita, la diosa del amor, la cual colaboró en que
su sueño se hiciera realidad. Así nació Galatea, su mujer ideal”
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Cuantas veces son las expectativas que me hago de una situación, o de una persona,
lo que verdaderamente no me deja ser feliz dentro de un vínculo de cualquier origen.
Parecería ser, que cuando algo “falla”, es porque inevitablemente se encontraba
dentro de un parámetro de posibilidades que yo mismo fui poniendo dentro de esa
situación. Como “calculando” lo que puede pasar, y si pasa, porque hay algo que no
está bajo control, ahí vienen los malestares y problemas, y sobre todo
las “decepciones”
Una madre se “decepciona “de una hija que trae un enamorado que no le gusta, un
padre se decepciona de un hijo que no estudio la carrera que él quería, un jefe se
decepciona de su equipo de trabajo, porque no cumplieron con la meta a alcanzar, un
amigo se decepciona de otro porque en el momento de estar mal, este no se dio
cuenta… así podríamos enumerar tantas y tantas decepciones.
Yo espere de ti…
Pero…me pregunto ¿podrás darme lo que necesito?
¿Quieres darme lo que necesito?
Si yo no te explico o te comunico lo que necesito ¿cómo lo vas a adivinar?
Las expectativas traerán conflictos, resentimientos, dolor, y hasta algún sentimiento
de culpa. Decepcionarse de “alguien” es la consecuencia de haber asumido que ese
“alguien” no iba a fallar, no se iba a equivocar, o estaría tan atento a mi persona, que
sabría al 100% cuales son mis necesidades.
El saco de carbón

Un día, Jorgito entró a su casa dando patadas en el suelo y gritando muy molesto. Su
padre, lo llamó. Jorgito, le siguió, diciendo en forma irritada:

- Papá, ¡Te juro que tengo mucha rabia! Pedrito no debió hacer lo que hizo conmigo.
Por eso, le deseo todo el mal del mundo, ¡Tengo ganas de matarlo!

Su padre, un hombre simple, pero lleno de sabiduría, escuchaba con calma al hijo
quien continuaba diciendo:

- Imagínate que el estúpido de Pedrito me humilló frente a mis amigos. ¡No acepto
eso!..Me gustaría que él se enfermara para que no pudiera ir más a la escuela.

El padre siguió escuchando y se dirigió hacia una esquina del garaje de la casa, de
donde tomó un saco lleno de carbón el cual llevó hasta el final del jardín y le propuso:

- ¿Ves aquella camisa blanca que está en el tendedero? Hazte la idea de que es
Pedrito y cada pedazo de carbón que hay en esta bolsa es un mal pensamiento que
va dirigido a él. Tírale todo el carbón que hay en el saco, hasta el último pedazo.
Después yo regreso para ver como quedó.

El niño lo tomó como un juego y comenzó a lanzar los carbones pero como la
tendedera estaba lejos, pocos de ellos acertaron la camisa.

Cuando, el padre regresó y le preguntó:

- Hijo ¿Qué tal te sientes?

- Cansado pero alegre. Acerté algunos pedazos de carbón a la camisa.

El padre tomó al niño de la mano y le dijo: – Ven conmigo quiero mostrarte algo.

Lo colocó frente a un espejo que le permite ver todo su cuerpo. ¡Qué susto! . Estaba
todo negro y sólo se le veían los dientes y los ojos. En ese momento el padre dijo:

- Hijo, cómo pudiste observar la camisa quedó un poco sucia pero no es comparable
a lo sucio que quedaste tú. El mal que deseamos a otros se nos devuelve y multiplica
en nosotros. Por más que queremos o podamos perturbar la vida de alguien con
nuestros pensamientos, los residuos y la suciedad siempre queda en nosotros
mismos.
Reflexion:
Ten mucho cuidado con tus pensamientos porque ellos se transforman en palabras.

Ten mucho cuidado con tus palabras porque ellas se transforman en acciones.

Ten mucho cuidado con tus acciones porque ellas se transforman en hábitos.

Ten mucho cuidado con tus hábitos porque ellos moldean tu carácter.

Y ten mucho cuidado con tu carácter porque de él dependerá en gran medida tu


destino

Pasos para la superación de un rompimiento amoroso


Cómo superar un rompimiento amoroso
(gracias a mis alumnas de la Formación en Logoterapia por enviar tan
lindo artículo, por esta razon lo compartimos)
Escribe sobre lo que sientes y exprésalo
A pesar de los sentimientos desagradables la supresión es un impulso natural,
evitando que sus emociones en última instancia, le impide pasar por delante de ellos.
Hay tantas emociones involucradas en una ruptura - la ira, la tristeza, la soledad, los
sentimientos de rechazo y La incertidumbre sobre el futuro - y es esencial para hacer
frente a ellos de frente. Sobre todo en las primeras etapas de una ruptura, intenta dejar
sentir lo que sientes, sin juzgar. Escribe tus pensamientos en un diario, llora si tienes
deseos de llorar, o habla con un terapeuta porque eso puede ayudar con el proceso
de sanación y obtener la claridad que necesitas para ver por qué la relación no
funcionó - y por qué va a ser mejor sin tu ex-pareja.
"Si tienes ganas de llorar, llora. Si usted está empujando tus sentimientos hacia abajo,
sólo van a hacerte insensible o con miedo."
Cuida tu cuerpo
El ir en una "dieta rota" puede sonar como una buena idea - a menudo pensamos en
buscar lo mejor como una forma de vengarse de un ex - pero puede convertirse
fácilmente en una forma de castigarte a ti mismo/a, lo que refuerza la sensación de
rechazo. (Sin mencionar que puede animarte a desarrollar una relación enfermiza con
la comida.) En lugar de restringir las calorías, come alimentos integrales nutritivos con
alto contenido de fibra, proteínas y nutrientes para aumentar tu estado de ánimo y la
energía. Una dieta balanceada con muchas frutas frescas, verduras y súper alimentos
anti-estrés puede ayudar a contrarrestar el estrés fisiológico de la ruptura.
Otra cosa importante, es evitar la costumbre de comer y tratar de no convertir los
alimentos como un mecanismo de supervivencia. No te preocupes de caer un poco,
pero trate de no tener demasiada comida basura alrededor, como los alimentos que
son altos en grasa, azúcar y sal en realidad puede contribuir a los niveles altos de la
hormona del estrés cortisol.
Haz ejercicio pero no te excedas
Obtener las endorfinas del bombeo a través del ejercicio cardio a menudo se prescribe
como una manera de superar una ruptura, y por una buena razón: ir a correr o golpear
la máquina elíptica puede reducir sus niveles de estrés, mejorar el funcionamiento
cognitivo y aumentar su estado de ánimo - además de proporcionar una distracción
sana de tus preocupaciones. Aunque el ejercicio es la última cosa que quieres hacer,
la acción de simplemente salirte de tus tristezas y se centra tu atención en tu cuerpo
puede ser útil.
"Después de una ruptura, tendemos a querer sentarnos y abrazar y acurrucarse y
llorar, y hablar con nuestras amistades y sentirnos mal con nosotros mismos ,"Así que
salir y moverse es muy esencial, ya que es casi lo contrario de lo que tenemos ganas
de hacer, lo cual es encerrarnos y sentir lástima por nosotros mismos."
Pero ten cuidado con el exceso de ejercicio: Al igual que la sobrealimentación o
excesiva dieta, el ejercicio puede convertirse en un comportamiento compulsivo.
Ponte activo/a de una manera que te guste, y que no se sientas que te estás
castigando, ya sea temprano en la mañana trota en el parque, baila o realiza cualquier
tipo de aerobics - mucho mejor si van acompañados por amigos/as.
No olvides todo lo bueno que existe en tu vida
"Es tan fácil de ver la pérdida de todo, y entonces comienza abrumándote el bien en
toda tu vida", Las rupturas dolorosas pueden nublar tu pensamiento por lo que es casi
imposible ver más allá de los sentimientos inmediatos de dolor y pérdida. Es posible
que tengas problemas para recordar todas las cosas que aprecias porque estás muy
concentrado/a en lo negativo. Practicar la gratitud puede ayudar a equilibrar tu estado
de ánimo y conseguir volver a un espacio mental más positivo. Los estudios han
demostrado que la listar cosas por las cuales estar agradecidos puede aumentar tu
bienestar y mejorar tu visión de la vida.
Se sugiere mantener un diario de gratitud para ayudar a dirigir su atención a lo positivo.
Es posible que al principio tendrá que forzarse a pensar en las cosas que estás
agradecido, pero como se repite el proceso, el mal no se sentirá tan demandante ya.
(Y puede que te encuentres sentimiento agradecido de que usted ya no tiene que lidiar
con los malos hábitos de su ex!).
Haz las cosas que te gustan
Después de una mala ruptura, es difícil entusiasmarse con las cosas que le gustaban
pero la única manera de empezar a disfrutar de ti mismo/a de nuevo es hacer un
esfuerzo para salir y hacer lo que te gusta de todos modos. Disfrute de algo que te
hace sentir bien, si se trata de una taza de café con un amigo o un masaje. El
autocuidado es fundamental para el proceso de curación, y hacer las cosas que te
hacen sonreír puede ayudarte a sanar.
Trata de ir al cine para ver una comedia o invitar a tus amigos a un maratón de
películas: La risa se ha demostrado para aumentar el estado de ánimo y mejorar la
salud en general, y el apoyo de tus amistades te ayudará a aliviar los sentimientos de
soledad y aislamiento.
UN BUEN JEFE

Un joven con un récord académico excelente fue a solicitar un puesto directivo en una
gran empresa.

Pasó la primera entrevista, el director hace la última entrevista, y es quien toma la


decisión final.

El director descubrió a partir del análisis del CV que los logros académicos del joven
fueron excelentes en todo momento, desde la escuela secundaria hasta la
investigación de postgrado, nunca había tenido un año en el que no obtuvo excelentes
calificaciones.

El director le preguntó: "¿Obtuviste alguna beca en la escuela?" el joven


respondió "ninguna".
El director le preguntó: "¿Fue tu padre quien pagó los honorarios de tu escuela?" El
joven respondió: "Mi padre falleció cuando tenía un año de edad, fue mi madre la que
pagaba todo".

El director le preguntó: "¿Dónde trabaja su madre?" El joven respondió: "Mi madre


trabajaba lavando y secando ropa. El director pidió al jóven mostrar sus manos. El
joven mostró un par de manos lisas y perfectas.

El director le preguntó: "¿Alguna vez ha ayudado a su madre a lavar la ropa antes?"


El joven respondió: "No, mi madre siempre quiso que yo estudiara y leyera más libros.
Además, mi madre puede lavar la ropa más rápido que yo".

El director dijo: "Tengo una petición. Al volver hoy, vaya y limpie las manos de su
madre, y luego venga a verme mañana por la mañana .*

El joven sintió que su oportunidad de conseguir el trabajo era muy alta. Cuando
regresó, felizmente pidió a su madre para limpiarle las manos. Su madre se sentía
extraña, feliz, pero con sentimientos encontrados, y mostró finalmente sus manos a
su hijo.

El joven comenzó a limpiar las manos de su madre poco a poco. Sus lágrimas cayeron
a medida en que lo hizo. Era la primera vez que se daba cuenta de que las manos de
su madre estaban tan arrugadas, y con tan numerosas callosidades y contusiones.
Algunos eran tan dolorosos que su madre se estremeció cuando los limpió con solo
agua.

Esta fue la primera vez que el joven se dio cuenta de que era este par de manos que
lavan la ropa todos los días, los que hacia posible pagar la cuota de la escuela y la
universidad. Los moretones en las manos de su madre fueron el precio que pagó por
su graduación, por su excelencia académica y su futuro.

Después de terminar la limpieza de las manos de su madre, el joven lavó toda la ropa
restante.

Esa noche, madre e hijo hablaron durante un tiempo muy largo.

A la mañana siguiente, el joven fue a la oficina del director.

El Director notado las lágrimas en los ojos del joven, le preguntó: "¿Puede usted
decirme qué ha hecho y que aprendió ayer en su casa"

El joven respondió: "Yo limpié las manos de mi madre, y también terminé de lavar toda
la ropa que aun quedaba. '

El Director le preguntó: "por favor, dígame que siente."

El joven dijo,

Número 1, Ahora sé lo que es la apreciación. Sin la abnegación de mi madre, no


habría tenido hoy éxito.
Número 2, Al trabajar juntos y ayudar a mi madre, sólo ahora me doy cuenta de
lo difícil y duro que es conseguir que se haga algo.

Número 3, He llegado a apreciar la importancia y el valor de la relación familiar.

El Director dijo: "Esto es lo que estoy buscando en mis gerentes.

Quiero contratar a una persona que aprecia la ayuda de los demás, una persona que
conoce el sufrimiento de los demás para hacer las cosas, y una persona que no
pondría el dinero como su única meta en la vida. Usted está contratado.

Con el paso del tiempo, este joven trabajó muy duro, y recibió el respeto de sus
subordinados. Cada empleado trabajó con diligencia y en equipo. El desempeño de la
empresa mejoró enormemente.

Comentarios

Un niño, que ha sido protegido y se le ha dado todo lo que quería, desarrollará


una "mentalidad de derecho" y siempre se pondrá en primer lugar. Será
ignorante de los esfuerzos de sus padres.

Cuando comienza a hablar, se supone que cada persona tiene que escucharlo a él, y
cuando se convierte en un gerente, nunca sabe de los sufrimientos de sus empleados
y siempre culpa a los demás.

TU MEJOR TESORO
Tras muchos años de duro trabajo, un viejo labrador, comenzó a notar que sus
fuerzas iban mermando cada vez más. Como no quería que sus tierras fueran
abandonadas tras su muerte, trazó un plan, para que sus hijos aprendieran a
cuidarlas, sin darse cuenta.

Cuando tuvo todo apunto, les llamó hasta su presencia y les anunció:

-Queridos hijos míos, siento que mi fin se está acercando; id a la viña que con tanto
amor llevo cultivando todos estos años y buscad aquello que escondí para cuando
llegara este día.

Pensando que se trataba de un enorme tesoro, corrieron raudos y veloces al lugar


que su padre les había indicado. Allí, cavaron y cavaron durante horas, hasta que no
quedaba ni un solo centímetro de tierra sin remover.

A pesar de su empeño y del esfuerzo realizado, no encontraron nada que mereciera


la pena vender. Apesadumbrados por el engaño de su padre, se marcharon a su casa,
sin sospechar el verdadero propósito de su progenitor.

Meses después, cuando uno de los hermano pasaba por allí, descubrió que todo su
trabajo no había sido en balde, ya que la viña estaba llena de apetitosos frutos, con
los que pudieron enriquecerse.
Reflexion:
El mejor de los tesoros, es el que se consigue con nuestro propio esfuerzo.

LOS TRES FILTROS DE SOCRATES

LOS TRES FILTROS DE SOCRATES


Hace mucho tiempo, leí algo que me gusto mucho, y que hoy comparto para que lo
llevemos a la vida...

A Socrates no le gustaban los comentarios que venían de otros ( chismes) , uno de


sus discípulos , llega hac
ia el y le dice..."Maestro...tengo algo que contarle ...de una persona que hablo de
usted...
Socrates le dice: antes de hablar , pasaras por estos tres filtros :

1- Estas completamente seguro de que lo que me vas a decir es absolutamente


verdad?

No. No lo estoy.

2- Lo que me diras, esta basado en algo bueno , es valioso?

Creo que no...

3- Esto que me compartirás, me hará bien?

No le hará bien.

Entonces, si no esta basado en la VERDAD, no tiene nada de VALIOSO, y encima


hace daño...
Se justifica hablarlo?

Habla, cuando tus palabras sean mas valiosas que el SILENCIO.


No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen

abono y riego. También es obvio que quien cultiva la tierra no se detiene impaciente frente a

la semilla sembrada, y grita con todas sus fuerzas: ¡Crece, maldita sea!

Hay algo muy curioso que sucede con el bambú y que lo transforma en no apto para impacientes:

Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.

Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad, no pasa nada con la semilla

durante los primeros siete años, a tal punto que un cultivador inexperto estaría convencido de

haber comprado semillas infértiles.

Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú

crece

¡más de 30metros!

¿Tardó sólo seis semanas crecer?

No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.

Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un

complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después

de siete años.

Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas,

triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento

interno y que éste requiere tiempo.

Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo,

abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.

Es tarea difícil convencer al impaciente que sólo llegan al éxito aquellos que luchan en forma

perseverante y saben esperar el momento adecuado.

De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a

situaciones en las que creemos que nada está sucediendo.

Y esto puede ser extremadamente frustrante.

En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y

aceptar que en tanto no bajemos los brazos -, ni abandonemos por no “ver” el resultado que

esperamos-, si está sucediendo algo dentro nuestro: estamos creciendo, madurando.


Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el

temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice.

El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación.

Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros.

Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia.

Tiempo… Cómo nos cuestan las esperas, qué poco ejercitamos la paciencia en este mundo

agitado en el que vivimos…

Apuramos a nuestros hijos en su crecimiento, apuramos al chofer del taxi… nosotros mismos

hacemos las cosas apurados, no se sabe bien por qué…

Perdemos la fe cuando los resultados no se dan en el plazo que esperábamos, abandonamos

nuestros sueños, nos generamos patologías que provienen de la ansiedad, del estrés…

¿Para qué?

Te propongo tratar de recuperar la perseverancia, la espera, la aceptación.

Si no consigues lo que anhelas, no desesperes…

quizá solo estés echando raíces….

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