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LAS AVENTURAS DE ULISES

PRÓLOGO

Ulises había participado en la guerra de Troya. Esta guerra se produjo porque la reina Helena

abandonó a su marido el Rey Menelao para marcharse con el príncipe Paris a Troya.

Entonces, Agamenón , gran monarca de los griegos los reunió para ir contra Troya. La sitiaron

durante 9 años y consiguieron vencer gracias a un ardid de Ulises, Rey de Itaca, introduciendo un

caballo de madera el la ciudad.

Después de eso volvieron cada uno a su hogar. Esta es l historia de la vuelta de Ulises a Itaca.

EL SAQUEADOR DE CIUDADES

El viento los lleva hasta las costas de Tracia. Como los tracios habían sido aliados de los troyanos

entraron a saco en la ciudad y devastaron todo. Solo respetaron a Marón , el sacerdote, quien en

agradecimiento les dio oro, una cráter a de plata y 12 tinajas de un vino muy denso.

Ulises quería hacerse a la mar inmediatamente, pero sus hombres prefirieron comer y beber en la

playa. Así que a los tracios les dio tiempo a recibir ayuda de las granjas cercanas y mataron a más

de 70 hombres en la playa.

Se hicieron a la mar y llegaron a una isla. Ulises envió a 3 de sus hombres a inspeccionar. Como

no volvían, Ulises fue a buscarlos y los encontró en la isla. Sus hombres no se acordaban de nada

y lo único que hacían era dormir. Estaban en la isla de los lotófagos, allí comieron de la flor de

loto, que provocaba que se olvidaran de todo y dormitaran todo el tiempo.Los condujo hasta la

fuerza al barco para no dejarlos allí.

LOS CÍCLOPES

Después de 7 días navegando Ulises deja a sus hombres en una isla y se dirige con unos cuantos

hombres a la isla principal, junto con 12 hombres se adentró en el interior de la isla donde se oían

balidos de oveja. Encontraron apriscos llenos de ovejas y cabras pero ni rastro del pastor.Vieron

una gruta con cestos llenos de quesos y vasijas con leche y suero, pero ni rastro del pastor.

Al caer la tarde llegó el pastor, un monstruo enorme con un solo ojo en la frente y se dieron

cuenta de que habían llegado a la tierra de los cíclopes, hijos de Posidón, el rey de los mares.
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Estos no tenían que sembrar ni plantar porque las viñas y el trigo crecían sin necesidad de

cuidados.

El gigante entró en la cueva y ellos se escondieron. Con el fuego, el cíclope los vio. Ulises dijo

que eran griegos del ejército de Agamenón. El cíclope se rió y desmembró a varios de ellos.

Luego se quedó dormido. Ulises pensó en matarle con su espada pero luego recordó que si

moría, no podrían apartar la enorme piedra de entrada a la gruta. Así que empezó a fraguar un

plan ( Ulises el fecundísimo en ardides).

Cuando el gigante se fue, cogieron una cachiporra de olivo que había en la cueva y la alisaron y

dieron forma de lanza, afiló el extremo y lo pasó por fuego para endurecerlo.

Al caer el sol el gigante volvió e hizo entrar a su rebaño en la cueva ( una suerte para ellos).

Ulises vertió en su cuenco vino de Marón sin degradarlo con agua y le dijo al Cíclope que bebiera

eso en vez de leche. 3 veces repitió. El cíclope le preguntó a Ulises cómo se llamaba y Ulises le

dijo que su nombre era nadie. Después se quedó profundamente dormido e hincaron la lanza

calentada sobre brasas en el ojo del cíclope. Al oír sus gritos los otros cíclopes le preguntaron

quién le estaba dañando y Polifemo respondió: “Nadie”. Ante esa respuesta se fueron.

Para poder salir de la cueva se ataron a la panza de los carneros y así Polifemo, aunque se

puso en la entrada de la cueva, no pudo descubrirlos al salir. Cuando se creyó seguro Ulises le

gritó y Polifemo echó a correr tras ellos. Acto seguido Ulises se puso las manos a modo de bocina

e imitó el balido de una oveja para burlarse de él. Esto fue una imprudencia porque Polifemo lanzó

la cumbre de una colina al mar y provocó un gran oleaje y casi se hunden. Después le gritó a

Polifemo: “ Si alguien te pregunta quién te ha cegado. Dí que fue Ulises, señor de Itaca.” Entonces

Polifemo le rogó a su padre Posidón que castigase a Ulises y que llegase solo y tarde, y que al

llegar encontrase nuevas penurias.

EL SEÑOR DE LOS VIENTOS

Después de la isla de los cíclopes llegaron a Eolia la isla de Eolio Hipótada, señor de los vientos

que tenía 6 hijos e hijas casados entre sí.Les trató amablemente dándoles provisiones y les regaló

un odre de piel de buey que contenía todos los vientos mugidores del mundo menos el Céfiro,

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viento del oeste, que los llevaría de vuelta a casa.

Le dijo que no lo abriese bajo ningún concepto y Ulises lo colocó en su barco bajo los bancos de

los remeros.

Ulises se quedó dormido y sus hombres pensaron que escondía algún tesoro en el odre, así que

movidos por la curiosidad, lo abrieron liberando a todos los vientos que desperdigaron a todos los

barcos. Ulises estuvo a punto de tirarse por la borda, pero pensó en sus hombres y se hizo con el

barco llevándolo hasta Eolia otra vez. Pero Solo ya no los quiso recibir porque habían provocado

la ira de los dioses.

Ya no tenían ningún viento que los empujara así que tuvieron que remar y remar…al cabo de

una semana llegaron a una isla.

Ulises envió a 3 hombres a reconocer el terreno. Estos vieron a una muchacha a la que

preguntaron por el señor de la isla y ella les dijo que era su padre, el rey Antífanes, rey de los

Lestrigones. Nada más llegar le reventó el cráneo a uno de ellos, y los otros salieron corriendo

hacia el barco. Los otros lestrigones empezaron a lanzar enormes rocas, ya que eran gigantes.

Ahora solo le quedaba una nave de las doce que tenía al principio y ahora comprendió que

Posidón había escuchado la plegaria de su hijo Polifemo.

LA HECHICERA CIRCE

Llegaron a una bahía donde no había señal de tierras cultivadas o casas. Sólo un penacho de

humo rojizo. Así que animó a sus desanimados hombres y los dividió en 2 grupos. Él estaba al

mando de uno y su pariente Euríloco al mando del otro. Le tocó a Euríloco internarse en el bosque

mientras ellos esperaban.

Llegaron a un palacio de piedra en cuyo pórtico había una mujer con un telar, era bella y alta. Les

invitó a entrar. Todos entraron menos Euríloco porque no se fiaba. Las doncellas de la mujer les

ofrecieron vino para beber y la mujer les tocó con una varita de madera, automáticamente se

convirtieron en cerdos y los encerraron en las cochiqueras.Euríloco volvió y se lo contó a Ulises.

Ulises se puso en marcha decidido a liberar a sus hombres de la maga Circe. Por el camino se

encontró con Hermes el mensajero de los dioses.y le dijo que con la planta que le iba a dar el

brebaje de Circe no tendría ningún efecto sobre él, y cuando ella fuera a tocarle con su vara

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debería desenvainar la espada como su fuera a matarla. Ella caerá a sus pies y le pedirá que la

perdone y yazga con ella, a lo que él accederá, siempre y cuando ella deshaga el hechizo sobre

sus hombres.

Así lo hizo y tanto sus hombres como él fueron invitados de Circe. Euríloco al principio tenía tanto

miedo por lo que había visto que no quería ir. Ulises estuvo dispuesto a matarlo para que su

miedo no se contagiase a los demás pero ellos le convencieron para que lo dejara cuidando del

barco. Aún así, al final fue con ellos por miedo a Ulises.

EL REINO DE LOS MUERTOS

Después de un año en la isla de Circe los hombres le piden a Ulises que empiece a pensar en

volver a Ítaca. Él habla con Circe y ella le dice que para poder volver debe ir hasta el reino de los

muertos, el reino de Hades y la hermosa Peséfone porque allí está el viejo Tiresias, el profeta

ciego de Tebas. Él le dirá lo que necesita saber. Circe le dio también una oveja y un carnero

negros para ofrecer en sacrificio en el monte oportuno.

Se hicieron a la mar, todos menos Elpénor el más joven porque se cayó de la parte más alta del

palacio porque estaba medio dormido. Circe les envió un viento que los empujaba en la dirección

deseada.

Llegaron a la tierra donde nunca luce el sol confluyen los dos ríos de los muertos. Cavaron una

zanja y vertieron en ella leche y vino que les había dado Circe. Ulises también sacrificó a la oveja

y el carnero vertiendo su sangre en la zanja.

Salieron del Érebo ( tinieblas infernales) muchos espíritus, pero Ulises no dejaba acercarse a la

sangre del sacrificio a ninguno hasta que Tiresias, el profeta ciego, la hubiese probado. Este

apareció y bebió y empezó a hablar. Le dijo que él y sus hombres podían llegar sanos y salvos a

Itaca si escuchan sus advertencias. Posidón le pondrá muchos obstáculos porque está enfadado

por su hijo Polifemo.Llegará a la isla de Tinacria con verdes pastos para los ganados de Sol. Si los

del engordar y en paz no habrá problemas, si les hace daño perderá a sus hombres. Le ve llegar

solo a Ítaca en la embarcación de un extraño y su casa está llena de dolor y conflictos. Allí está

una turba de extraños que corteja a su mujer que le cree perdido hace tiempo.

Después habla con el espíritu de su madre, Anticlea que había muerto de dolor por su

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ausencia.Agamenón asesinado por Egipto el amante de su mujer Clitemestra. Aquiles vino y Áyax

y Tanta lo y Sísifo.

Levaron anclas y de nuevo el viento les llevó hasta la isla de Circe.

PELIGROS DEL MAR

Lo primero que hicieron fue incinerar el cadáver de Elpénor.Luego Circe le habló de los peligros

del mar: las sirenas, delos peñascos errantes y de Escila y Caribdis.

Se hicieron a la mar y empezaron a oír los cantos de las sirenas. Entonces Ulises, empezó a dar

trozos de un pan de cera que Circe les había dado y se lo dio a sus hombres para que se taparan

los oídos. Sin embargo, el quería oírlos y pidió a sus hombres que lo ataran al mástil. Su corazón

se llenó de nostalgia al oír su canto pero lo superó el primer peligro.

Llegaron a dos enromes peñascos negros, bajo la roca de la izquierda estaba Caribdis, la

monstruosa hija de Posidón y de Gea; se tragaba 3 veces al día el agua del mar y 3 veces la

escupía, ninguna nave conseguía pasar. En en peñasco de la derecha había una cueva donde

estaba Escala, con 6 cabezas sobre largo cuellos con 3 hileras de afilados dientes en cada una de

sus 6 cabezas. tenía también tentarulos y garras cogiendo a todo lo que pasara por allí.

Además a su izquierda había uno peñascos que no estaban anclados al fondo del mar sino que

flotaban y se llamaban las rocas errantes. Así que solo podían pasar entre Escala y Caribdis.

Ulises le dijo a sus hombres que se acercaran a la roca de la derecha y remaran con fuerza.

Entonces Escala sacó la cabeza y atrapó a 6 remeros.

Los hombres estaban agotados y vieron una isla acogedora donde se oían los balidos de las

ovejas y pensaron que allí podrían descansar.Pero Ulises recordó la advertencia de Tiresias sobre

el ganado del Sol. No quería parar pero Euríloco se rebeló y Ulises cedió hacinédoloes prometer

primero que no tocarían el ganado del Sol.

Zeus mandó una gran tormenta y se prolongó durante un mes. Seles acabaron las provisiones

de Circe. Ulises fue solo al interior de la isla a rezar en el santuario a los dioses y se durmió.

Cuando volvió le vino un olor a asado. Los hombres habas matado a corderos del Sol para comer.

Ulises confiaba en que Solles perdonara ya que su necesidad era extrema. Cuando se marcharon
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una gran nube los sumió en la más densa oscuridad aunque alrededor había sol. Se desencadenó

una tempestad y un torbellinono que se fue tragando a todos sus hombres. Solo Ulises sobrevivió.

Se agarró a un mástil y este lo llevó a la isla de Circe y lo dejó en la playa.

TELÉMACO BUSCA A SU PADRE

Ulises pasó 7 años en la isla de Calipso. ella deseaba que se convirtiese en su amante.Sin

embargo, él solo deseaba volver a Ítaca.

Mientras tanto el viejo Laertes intentaba gobernar la isla desde su retiro en una granja. Penélope

intentaba mantener a raya a los pretendientes que estaban en el palacio como una bandada de

buitres hambrientos. Para apaciguarlos les dijo que cuando terminara de hilar un paño de hilo

para amortajar a su suegro cuando muriera, tomaría a uno de ellos por esposo. Sin embargo,

cada noche deshacía lo hilado durante el día para así ganar tiempo.Finalmente, una de sus

esclavas desveló el secreto. Aún así siguió retrasando la decisión.

Mientras tanto, Palas Atenas decidió contarle a los dioses del Olimpo cómo Calipso tenía cautivo

a Ulises y decidieron enviar a Hermes hasta la isla de Calipso, Ogigia, para decirle que había

llegado la hora de dejarlo marchar. Los convenció a todos menos a Posidón que estaba

resolviendo algún asunto en Etiopía.

Atenea se trasladó hasta Ítaca y adoptó la forma de un antiguo amigo de Ulises, Mentes para

poder entrar en el palacio sin problemas.Dijo que estaba de paso y habló con Telémaco. Le dijo

que cogiese un barco y fuera en busca de noticias de su padre. Telémaco tomó una nave y 20

hombres y visitaría a Néstor y Menelao para que le dijeran algo de su padre.

Los pretendientes quería acabar con él Antínoo el más descarado de los pretendientes pidió una

nave y hombres para deshacerse de él a su vuelta.

Mientras tanto Telémaco va hasta donde Nostor y este lo recibe muy bien pero no tiene noticias.

Pisístatro, su hijo le acompañará hasta Menelao para conseguir noticias de su padre.

Menelao le cuenta, cómo a la vuelta de Troya, en la isla de Faro, en la desembocadura del Nilo,

el padre de Proteo les dijo que Ulises llevaba cautivo 7 años en la is de la ninfa Calipso, pero que

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deseaba volver a su tierra.No le podía decir donde estaba la isla pero seguro que si los dioses lo

mantenían vivo era por alguna razón.

ADIÓS A CALIPSO

Los dioses envían a Hermes con las sandalias aladas para que le diga a Calipso que debe dejar

ir a Ulises y ayudarle en su partida. Ella le proporcionará las herramientas para hacer un bajel y le

dará víveres.

Calispo le aconseja que navegue dejando siempre la Osa Polar a la izquierda.Si embargo,

Posidón se dio cuenta que los otros dioses se habían confabulado contra él ayudando a Ulises y

muy enfadado provocó una enorme tempestad.

Al ver que estaba a punto de morir, Ino la diosa nacida de Cadmo salió de las aguas y le dijo que

se quitara la ropa que llevaba, le lanzó su velo y le dijo que se lo pusiera alrededor de su cintura y

nadase hasta la orilla. Una vez allí, debería lanzar el velo hacia las olas con la cabeza vuelta hacia

la tierra.

Atenea, la de los ojos resplandecientes, le ayudó calmando todos los vientos menos el Bóreas

que le ayudaría a llegar a la orilla. Llegó exhausto y se desmayó en la orilla. Al despertar vio dos

olivos con sus ramas entrelazadas y se protegió bajo ellos cubriéndose con hojas secas y se

durmió.

LA HIJA DEL REY

Mientras Ulises dormía bajo los olivos, Nausícaa, la hija del rey de aquel país tuvo un sueño.

Atenea se le apareció bajo la forma de su amiga Dimante y le dijo que debía lavar en el río sus

mantos antes de casarse.

Por la mañana le contó a sus padres el sueño y le dieron un carro para que fuera con sus criadas

a lavar las ropas. Buscaron el mejor sitio para hacerlo y mientras jugaban y se lavaban y untaban

con aceites. Con el ruido Ulises se despertó y se acercó. Todas salieron corriendo menos la

princesa. Le dijo que esa isla se llamaba Feacia y su padre era Alcínoo, el rey.

Nausícaa, le dijo que las siguiera detrás del carro hasta la entrada de las murallas, y una vez allí,

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se dirigiese a la alameda consagrada a Atenea. Una vez allí debía pedir a cualquiera la dirección

de palacio e ir hacia él. Después debía entrar y dirigirse directamente hacia la reina que estaría

tejiendo en un telar y rogarle ayuda para volver a casa.

Así lo hizo, preguntó la dirección del palacio a una muchacha que resultó ser Atenea, y esta le

protegió con una niebla hasta que llegó donde la reina Arete. le dieron su hospitalidad y Ulises les

contó su historia.

LOS JUEGOS FEACIOS

El rey de Reacia mandó preparar una nave para Ulises en el puerto, aún así le invitó a quedarse

algún tiempo más porque iban a celebrar los juegos. El rey Alcinoo se percató de que a Ulises se

le llenaban los ojos de lágrimas cada vez que oía al bardo real narrar las aventuras en Troya.

Laodamante, uno de los hijos del rey invitó a Ulises a participar en los juegos. Sin embrago, él

dijo que estaba demasiado triste para participar. Algunos jóvenes se rieron de él. Ante eso Ulises

se levantó y lanzó el disco mejor que ningún feacio y desafió a cualquiera que quisiera luchar con

él. El rey, temiendo que sus hombres quedaran en ridículo mandó dar comienzo al baile, en lo que

los feacios eran los mejores.

Antes de marchrase, el rey de dio a Ulises ricos tesoros y una espada de bronce con

empuñadura de plata y mango de marfil. De nuevo, ante las canciones del bardo, Ulises se siente

triste y le explica a Alcínoo que él es Ulises y les narró sus viajes.

REGRESO A ÍTACA

Ulises se despierta , sin saber lo que ha pasado, a la orilla del mar. Tiene a su lado todos los

tesoros que le había dado el rey de los feacios. Se le aparece Atenea en forma de joven pastor y

le dice que está en Ítaca. Pensando que Atenea es un pastor, le cuenta que es un cretense, que

sus tesoros los ganó en Troya y tuvo que huir porque uno de los hijos del rey había tratado de

robárselo. Por eso, se unió a una nave fenicia que había prometido llevarle hasta Pelos pero lo

habían dejado ahí.

Atenea se empezó a reír y se dio a conocer, le dijo que le había estado ayudando pero que

Posidón siempre había puesto trabas en su viaje. Debía esconder su tesoro en una cueva y ella le

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disfrazó ,mediante un hechizo.con harapos, una piel de ciervo y el rostro lleno de arrugas. Le

contó la situación en su casa y cómo se comportaban los pretendientes.

Atenea le dice que vaya a la granja de Eumeo, el porquero real, que siempre le ha sido leal.El

porquero le habló de la desfachatez de los pretendientes.

Mientras tanto Atenea se le aparece en sueños a Telémaco, en el palacio de Menelao. Le dice

que debe volver a casa porque su madre a cedido y ha prometido casarse con un pretendiente.Le

avisa de que ha de tomar una ruta distinta de vuelta porque Antínoo le está esperando para

tenderle una trampa y matarlo.

Cuando está a punto de salir baja un águila y se lleva una de las ocas del corral entre sus garras.

Menelao dice que es un presagio. Helena dice que el presagio dice que Ulises volverá como el

águila y se vengará de los que engordan a su costa en su casa.

Telémaco llegó a Ítaca por otra ruta y se acercó hasta casa de Eumeo sin saber que era su padre

el mendigo que estaba también allí. Atenea se le apareció a Ulises de nuevo y le dijo que ya era

hora de decirle a su hijo quién era. Le devolvió su aspecto y sus ropas. Ulises se lo dijo a

Telémaco pero éste al principio lo lo creía.

Después le cuenta que hay 108 pretendientes allí todo el tiempo. Deciden urdir un plan. Le dice

que quite las armas de las paredes del gran salón y si se dan cuenta que diga que no quiere que

se estropeen con el humo del fuego. También nadie debe saber quién es realmente el mendigo

que se sienta en un rincón del palacio.

EL MENDIGO EN EL RINCÓN

Eumeo sigue sin reconocer a su señor bajo la apariencia de mendigo y se dirigen juntos hacia el

palacio. De camino se encuentran con Melantio, el cabrero real que había tomado partid por los

pretendientes con la esperanza de que fueran generosos con él en el futuro. Al cruzarse con

Eumeo, empezó a insultarlo y le pegó un puntapié a Ulises que estuvo tentado de matarlo, pero

no lo hizo.

A la entrada de palacio había un montón de estiércolcol y sobre él dormitaba un viejo perro.

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Enseguida se reconocieron mutuamente, era su perro Argos, estuvo a punto de llorar al verlo

moribundo. El animal, al reconocer a su amo, exhaló su último suspiro.

Ulises no entró en el salón sino que se sentó en un rincón de la entrada. Ninguno de los

pretendientes sintió pena por el mendigo. Algunos le tiraron trozos de pan. Antínoo le tiró con un

escabel, y Ulises le deseó: “ que la muerte te sorprenda antes de tu boda”.

Las esclavas que lo vieron todo se lo contaron a Penélope y ella llamó a Eumeo para que trajera

al mendigo a sus habitaciones y hablar con él.

Mientras tanto llegó Iro, el mendigo que solía estar en palacio y acusó a Ulises de quitarle su

sitio. Y los pretendientes decidieron que debían luchar para ver quién era el rey de los mendigos.

Lucharon y Ulises venció dejando a Ido apoyado contra una pared mientras sangraba. Ulises se

dirigió a los pretendientes y les dijo que harían bien en marcharse no fuera que viniera el señor del

palacio y los encontrara convirtiendo su casa en una cochiquera. Eurímaco, uno de ellos, le lanzó

un taburete, él lo esquivó.

Finalmente, los pretendientes se fueron a dormir. Ulises esperó en la penumbra del salón a ver si

aparecía Penélope. Ella le ofreció acercarse al fuego, y Ulises le dijo que era un príncipe cretense

que había hospedado a Ulises mientras reparaba algunas de sus naves. Como ella no le creía, le

preguntó cómo iba vestido. El dijo que llevaba un manto de lana purpúrea, adornado con un

broche en el que un perro clavaba sus dientes en un cervatillo. Penélope se puso a llorar porque

sabía que era cierto. Le dijo que su esposo estaba vivo y se acercaba la hora de su vuelta.

Mientras tanto Euriclea, la anciana nodriza de Ulises se encargó de lavar a Ulises y enseguida lo

reconoció por una cicatriz blanca que le recorría el muslo.La tenía desde que un jabalí le mordió

de niño. Ella se puso a llorar. Quería decírselo a su señora pero Ulises le hizo prometer que

guardaría el secreto.

Penélope tuvo un sueño en el que 20 gansos que se alimentaban en su casa eran aniquilados

por un águila. Pensó que si Ulises no volvía tendría que casarse y pensó en una prueba definitiva

para los pretendientes. Ulises tenía un arco que muy pocos hombres eran capaces de montar y

traspasar 12 anillas con la flecha. El mendigo le dijo: “ Celebrad la prueba mañana y antes de que

otro hombre use su arco, Ulises estará aquí”.


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