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Tribunal Superior de Justicia de Madrid - Sección nº --

de lo Social
Domicilio: C/ General Martínez Campos, 27 , Planta 3 - 28010
Teléfono: ---
Fax: ---
---

NIG: 28.079.00.4-2013/0059278
Procedimiento Recurso de Suplicación ---
ORIGEN: Juzgado de lo Social nº -- de Madrid Procedimiento Ordinario ---
Materia: Reclamación de Cantidad

Sentencia número: ---

Ilmos. Sres.

---
---
---

En Madrid, a treinta de marzo de dos mil dieciséis, habiendo visto en recurso de


suplicación los presentes autos la Sección 3 de la Sala de lo Social de este Tribunal Superior
de Justicia, compuesta por los Ilmos. Sres. citados, de acuerdo con lo prevenido en el
artículo 117.1 de la Constitución Española,

EN NOMBRE DE S.M. EL REY

Y POR LA AUTORIDAD QUE LE CONFIERE

EL PUEBLO ESPAÑOL

ha dictado la siguiente

SENTENCIA

En el Recurso de Suplicación -----, formalizado por el Letrado D. ---, en nombre y


representación de Dña. ---, contra la sentencia de fecha 23/10/2014 dictada por el Juzgado de
lo Social nº -- de Madrid en sus autos número Procedimiento Ordinario ---, seguidos a
instancia de Dña. --- frente a ---, en reclamación por Reclamación de Cantidad, siendo
Magistrado-Ponente el/la Ilmo./Ilma. Sr./Sra. D./Dña. ---, y deduciéndose de las actuaciones
habidas los siguientes

ANTECEDENTES DE HECHO

[Escriba aquí]
PRIMERO: Según consta en los autos, se presentó demanda por la citada parte
actora contra la mencionada parte demandada, siendo turnada para su conocimiento y
enjuiciamiento al señalado Juzgado de lo Social, el cual, tras los pertinentes actos procesales
de tramitación y previa celebración de los oportunos actos de juicio oral, en el que quedaron
definitivamente configuradas las respectivas posiciones de las partes, dictó la sentencia
referenciada anteriormente.

SEGUNDO: En dicha sentencia recurrida en suplicación se consignaron los


siguientes hechos en calidad de expresamente declarados probados:

PRIMERO.- El 24 de mayo de 2010 se publicó en el BOE el Real Decreto Ley


8/2010 de 20 de mayo, por el cual se modifica el art. 22.2 de la Ley 26/2009 de 23 de
diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para 2010, estableciendo a los efectos de
lo que interesa:
1º.- Que las retribuciones del personal al servicio del sector público no podían
experimentar un incremento global superior al 0,3 por ciento con respecto a las del año
2009.
2º.- Que con efectos de 1 de junio de 2010 , el conjunto de las retribuciones de todo
el sector público debía experimentar una reducción del cinco por ciento, en términos
anuales, respecto a las vigentes a 31 de mayo de 2010.

SEGUNDO.- La Fundación Teatro Real no dio cumplimiento a lo dispuesto


imperativamente en la Ley 26/2009 de 23 de diciembre, de Presupuestos Generales del
Estado para 2010 en la redacción dada a la misma por el RD Ley 8/2010, de tal manera que
incrementó un 2,3% las retribuciones de su personal en el año 2010 y no aplicó la reducción
salarial del 5 % anual desde el 1 de junio de 2010. Para el personal dentro de Convenio se
aplicaron unos porcentajes inferiores (del 1%, 2% o 3% según los casos) con efectos desde
el 1 de septiembre de 2010, en virtud del acuerdo alcanzado por la comisión negociadora
del convenio colectivo en fecha 21 de julio de 2010. En fecha 26 de julio de 2010 se dictó
resolución por la Dirección General de la Fundación Teatro Real acordando la aplicación
de reducciones salariales del 3%, 4% y 5% al personal no sujeto al convenio colectivo, con
efectos también desde 1 de septiembre de 2010.

TERCERO.- En el caso de Dña. ---- el porcentaje de reducción salarial aplicado


desde el 1 de septiembre de 2010 fue del 2%.

CUARTO.- El incumplimiento por la Fundación ---- de lo dispuesto en la Ley


26/2009 de 23 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para 2010, fue puesto de
manifiesto por la Oficina Nacional de Auditoría dependiente del entonces Ministerio de
Economía y Hacienda en informe de 27 de octubre de 2011 cuyas conclusiones vienen
reproducidas en el Hecho Quinto de la Demanda.

QUINTO.- En fecha 14 de marzo de 2012 se comunicó a D. la regularización de


su nómina, de conformidad con las disposiciones de la Ley 26/2009 de 23 de diciembre, de
Presupuestos Generales del Estado para 2010 en la redacción dada a la misma por el RD
Ley 8/2010, expresando en dicha comunicación la cuantía indebidamente percibida por
Dña. ---. desde el 1 de enero de 2010 y que asciende a 3.121,08 €. En la misma
comunicación se le indica el modo de devolver estas cantidades, a través de su deducción en

[Escriba aquí]
las pagas extras de los años 2012 y 2013, conforme a lo pactado con el comité de empresa.
En los acuerdos adoptados en la reunión mantenida en fecha 9 de mayo de 2012, se recoge
el acuerdo entre la Fundación --- y la representación de los trabajadores de incrementar en
dos pagas más el plazo para la regularización, de modo que dichas cuantías se distribuyan
en las próximas seis pagas extras a percibir por cada trabajador en los meses de Junio
2012, Diciembre 2012, Junio 2013, Diciembre 2013, Junio 2014 y Diciembre 2014, a la
razón de un 10% de dicha cantidad en la primera paga y un 18% en las restantes. La
posterior supresión de la paga extra de diciembre de 2012 por RD Ley 20/2012
determinaría la ampliación del plazo hasta la paga extra de junio de 2015.

SEXTO.- De acuerdo con lo anterior a ---. se le dedujo de la paga extra de junio de


2012 el importe de 312,11 €.

SÉPTIMO.- En fecha 16 de octubre de 2012 el Comité de Empresa de la Fundación


--- interpuso demanda de conflicto colectivo ante el Juzgado de lo Social nº 24 de Madrid,
que ha sido resuelta por sentencia de 25 de enero de 2013. La indicada sentencia en su fallo
establece que : “ Que estimando en parte la demanda de conflicto colectivo, formulada por
COMITÉ DE EMPRESA DE LA FUNDACIÓN ---, contra FUNDACIÓN ---, no ha lugar a
la declaración de nulidad del acuerdo de 21/7/2010, y se declara nula y sin efecto las
detracciones objeto de este conflicto solicitadas a los trabajadores en marzo de 2012 y que
ya se están aplicando sobre las nóminas de éstos y las posteriores que se hubiesen
realizado, condenando a la demandada a devolver a los trabajadores las cantidades
indebidamente detraídas en nómina a estos.”

OCTAVO.- En ejecución del indicado fallo la Fundación --- ha devuelto a Dña. --- ,
en la nómina de marzo de 2013 la cuantía de 312,11 € que fuera objeto de deducción en
junio de 2012.

NOVENO.- La cantidad solicitada es bruta.

TERCERO: En dicha sentencia recurrida en suplicación se emitió el siguiente fallo


o parte dispositiva:

Que con estimación de la Demanda presentada por FUNDACION --- contra ---
debo condenar y condeno a la parte demandada a abonar al actor por los conceptos de la
demanda 1545,13 € brutos.

CUARTO: Frente a dicha sentencia se anunció recurso de suplicación por la parte


Dña. --- , formalizándolo posteriormente; tal recurso fue objeto de impugnación por el
Abogado del Estado, en nombre y representación de ---.

QUINTO: Elevados por el Juzgado de lo Social de referencia los autos principales,


en unión de la pieza separada de recurso de suplicación, a esta Sala de lo Social, tuvieron los
mismos entrada en esta Sección en fecha 10/09/2015, dictándose la correspondiente y
subsiguiente providencia para su tramitación en forma.

[Escriba aquí]
SEXTO: Nombrado Magistrado-Ponente, se dispuso el pase de los autos al mismo
para su conocimiento y estudio, señalándose el día 29/03/2016 para los actos de votación y
fallo.

A la vista de los anteriores antecedentes de hecho, se formulan por esta Sección de


Sala los siguientes

FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- Frente al pronunciamiento de instancia se alza en suplicación la actora


articulando en primer lugar y por el 193 b) de la L.R.J.S. tres motivos fácticos por
discrepancia con la redacción de los hechos probados segundo, tercero y quinto cuya
veracidad no se discute sino que se pretende matizar, no procediendo la admisión de las
modificaciones en cuanto la redacción de la sentencia le corresponde al juzgador y no a la
parte y resultan irrelevantes para el signo del fallo.

SEGUNDO: Ya por el cauce jurídico de impugnación se alega la infracción del


artículo 59 del Estatuto de los Trabajadores y 7 del Código Civil —prescripción y abuso de
derecho—, del artículo 2 del RDL 20/2011 así como del principio “non bis in idem”.

Las cuestiones planteadas han sido reiteradamente resueltas por esta Sala, por todas en
las sentencias de esta misma sección de 12-11-2015, 23-9.2015 y en la de la sección 6ª de 18-5-
2015, nº 365/2015, rec. 158/2015, que dice así:

Manifiesta el trabajador demandado que no hay constancia de que hubiera recibido de


forma fehaciente la carta de 14-3-2012 a la que se refiere el ordinal noveno, alegación
insostenible porque fue precisamente tal notificación la que determinó que por el comité de
empresa se interpusiera la demanda de conflicto colectivo, cuyo pedimento se estimó en lo
atinente al contenido de la carta referida, que se dejó sin efecto, entendiéndose que cuando la
representación legal de los trabajadores formuló la demanda quedó claramente indiscutido que
se trataba de una medida de carácter y ámbito general, afectante a toda la plantilla. Por otro
lado, la sentencia dictada por el Juzgado de lo Social número 24 de Madrid, de anterior cita,
declara como hecho probado la remisión del documento a los trabajadores, y así consta
reconocido por el comité de empresa, resultando en consecuencia infundada la alegación
planteada en lo que a este específico aspecto se refiere.

2.- El segundo punto es el relativo a la interrupción de la prescripción por la demanda


de conflicto colectivo interpuesto por el comité de empresa, que el recurrente niega. La Sala en
sentencia reciente de 30-3-2015 (rec. 11/2015, ha resuelto esta específica cuestión, señalando
que:

"En el ámbito jurisprudencial, la cuestión ha sido reiteradamente enjuiciada con


doctrina que, por ejemplo y al ser reciente, se expresa en los términos de la STS de 24-2-2014
(rec. 1591/2013) que dice:

(...)

CUARTO.- Desde hace tiempo, la doctrina de esta Sala de lo Social del Tribunal
Supremo en materia de interrupción de la prescripción que producen las acciones colectivas en
relación con las individuales que versen sobre temas vinculados con aquéllas, se ha decantado

[Escriba aquí]
por afirmar de manera absolutamente reiterada lo siguiente: a) el efecto interruptivo de la
prescripción de las reclamaciones individuales que se atribuye a los procesos de conflicto
colectivo, regulado en los artículos 153 a 162 LRJS , ha de serlo también para los procesos de
impugnación de convenios colectivos, artículos 163 y siguientes de la misma norma ( STS de
18/10/2006 Recurso 2149/2005 ); y b) de conformidad con el artículo 1.973 del Código Civil,
la tramitación de un proceso de conflicto colectivo no solo paraliza el trámite de las
reclamaciones individuales ya iniciadas sobre el mismo objeto ( sentencias, de 30-6-1994 --
rcud. 1657/1993 --, 21-7-1994 --rcud. 3384/1993 -- y 30-9-2004 --rcud. 4345/2003 --) sino que
sirve para interrumpir la prescripción de las acciones pendientes de ejercitar ( --rcud.
4132/1998 ) o 9-10-2000 (rcud. 3693/1999 ).

Por otra parte, el efecto interruptivo de la prescripción que producen los procesos de
conflicto colectivo o de impugnación de Convenio Colectivo, tal y como se afirma en
nuestras SSTS 20 de junio de 2012 (rcud. 96/11) y 10 de octubre de 2006 (rcud. 2149/05 ) y en
las que antes se han citado, tiene su justificación, su base jurídica no tanto en el entendimiento
de que "... la acción de conflicto colectivo sea la misma que la acción individual en el sentido
estricto en que viene exigido por el art. 1973 del CC cuando dice que "la prescripción de las
acciones se interrumpe por su ejercicio ante los Tribunales....", sino en varias circunstancias
derivadas de la naturaleza y características del proceso. El primer argumento de tal doctrina
se apoya en el hecho de que la sentencia de conflicto colectivo tiene un efecto directo sobre lo
que haya de decirse en la sentencia individual, y no solo porque el art. 158.3 de la LPL -
hoy artículo 160.5 LRJS-- disponga que aquella sentencia producirá efectos de cosa juzgada
sobre los procesos individuales sobre el mismo objeto sino porque, como decía expresamente
la sentencia de 21-7-1994 antes citada, es indiscutible la vinculación entre los conflictos
individuales y el conflicto colectivo con idéntico objeto, con la consecuencia de que sirve para
interrumpir la prescripción de un proceso no iniciado todavía pues, como se decía ya en
(Recs.-4788/97 y 1527/98 ), y se repitió en la (Rec.- 4132/98 )...no sería lógico obligar al
trabajador - so pena de incurrir en prescripción - a ejercitar su acción individual una vez
instado el proceso colectivo, para luego suspender el proceso incoado a su instancia hasta que
la sentencia dictada en proceso colectivo adquiriera el carácter de firme..".

La aplicación de esta doctrina de la Sala al problema que aquí se plantea determina la


desestimación del primer motivo del recurso, puesto que el efecto de la interrupción de la
prescripción tiene una base jurídica, la que se acaba de exponer, que alcanza a la tramitación
y durante la misma de una pretensión de naturaleza colectiva -conflicto colectivo o
impugnación de convenio-siempre y cuando exista, como ocurre en este caso, una conexión
directa y evidente -como se ha visto en el primero de los fundamentos de esta sentencia- entre
lo que se ventila en esos procesos y las reclamaciones individuales expectantes de la solución
firme final, con independencia de que ese proceso, con esos efectos especiales, se promueva
por representantes de los trabajadores o por representantes de las empresas.

Tal y como se ha resuelto por nuestras anteriores SSTS ya citadas de 11-7-2013,


(recurso 2364/2012 ) y 22/10/2013 (recurso 683/2013 ) que resolvieron recursos planteados
sobre reclamaciones individuales prácticamente iguales, la aplicación de esa doctrina al caso
presente determina que la decisión de la sentencia recurrida que aplicó ese efecto de
interrupción de la prescripción aunque se tratase de proceso colectivos iniciados por
Asociaciones Empresariales resulta plenamente ajustada a derecho y por ello ha de
desestimarse también el segundo motivo de casación propuesto por la empresa recurrente".

[Escriba aquí]
La STS de 20-6-2012 (rec. 96/2011), citado la del mismo Tribunal de 18-10-2006,
abundaba en la doctrina anterior, señalando que:

"El problema, más que en el art. 59.2 ET (RCL 1995, 997) y en el art. 161.3 de la LPL
(RCL 1995, 1144 y 1563) que se han denunciado, se concreta fundamentalmente en el estudio
de los efectos del art. 1973 del Código Civil (LEG 1889, 27), que es el precepto interpretado de
forma diferente y contradictoria por las dos sentencias comparadas. A tal efecto, tanto las dos
sentencias como el recurrente conocen y citan la doctrina de esta Sala según la cual la
tramitación de un proceso de conflicto colectivo no solo paraliza el trámite de los individuales
ya iniciados sobre el mismo objeto - por todas (RJ 1994, 5508) (Rec.-1657/93 ), 21-7-1994 (RJ
1994, 6690) (Rec.-3384/93 ) y 30-9-2004 (RJ 2004, 7494) (Rec.-4345/03 ) - sino que sirve para
interrumpir la prescripción de las acciones pendientes de ejercitar - por todas (RJ 1999, 5276)
(Rec.-4132/98 ) o 9-10- 2000 (RJ 2000, 8303) (Rec.- 3693/99 ) -. Ahora bien, conviene
recordar que esta doctrina no tiene su base en el entendimiento de que la acción de conflicto
colectivo sea la misma que la acción individual en el sentido estricto en que viene exigido por
el art. 1973 del CC (LEG 1889, 27) cuando dice que " la prescripción de las acciones se
interrumpe por su ejercicio ante los Tribunales....", sino en varias circunstancias derivadas de
la naturaleza y características del proceso. El primer argumento de tal doctrina se apoya en el
hecho de que la sentencia de conflicto colectivo tiene un efecto directo sobre lo que haya de
decirse en la sentencia individual, y no solo porque el art. 158.3 de la LPL disponga que
aquella sentencia producirá efectos de cosa juzgada sobre los procesos individuales sobre el
mismo objeto sino porque, como decía expresamente la sentencia de 21-7-1994 antes citada "
es indiscutible la vinculación entre los conflictos individuales y el conflicto colectivo con
idéntico objeto" con la consecuencia de que sirve para interrumpir la prescripción de un
proceso no iniciado todavía pues, como se decía ya en (RJ 1998, 8912) (Recs.- 4788/97 y
527/98 (RJ 1998, 8910)), y se repitió en la (RJ 1999, 5276) (Rec.- 4132/98 ) "...no sería lógico
obligar al trabajador - so pena de incurrir en prescripción - a ejercitar su acción individual
una vez instado el proceso colectivo, para luego suspender el proceso incoado a su instancia
hasta que la sentencia dictada en proceso colectivo adquiriera el carácter de firme..."

Y a estos argumentos sobre la influencia de los procesos colectivos sobre los


individuales, recordaba la señalada sentencia otro argumento de las citadas sentencias de
1998 y 2004, cuál es el de que:

"... más razonable parece pensar que el artículo 1973 del Código Civil (LEG 1889, 27)
debe ser interpretado - lejos de la identidad esencial de acciones exigida en el campo civil -
atendiendo a la especial naturaleza del proceso que nos ocupa, de modo que la sola
interposición del proceso colectivo, y desde la fecha de su formulación, produce, como antes se
ha afirmado, la interrupción de la prescripción respecto de la acción individual vinculada al
mismo.".." en cuanto que, como también afirma la sentencia antes citada de esta Sala de 30 de
junio de 1994 (RJ 1994, 5508), si bien entre el conflicto colectivo y los individuales existen
claras diferencias tanto subjetivas como objetivas en lo que se refiere a las acciones ejercitadas
no cabe negar que...en cuanto el órgano colectivo demandante representa a todos los
trabajadores, haría desaparecer los fundamentos en que se basa la prescripción: abandono de
la acción pro el interesado y exigencia del principio de seguridad jurídica"; señalando a
continuación que : "Los argumentos de tales sentencias para entender que la acción individual
de reclamación debía estimarse interrumpida por el ejercicio de una acción colectiva con el
mismo objeto eran dobles: por un lado la influencia decisiva de lo que se dijera en el proceso
colectivo sobre el individual, y la apreciación de que a esos efectos la acción colectiva
englobaba en su interior la voluntad de ejercicio de la acción individual."

[Escriba aquí]
Con idéntica orientación se han pronunciado las SSTS de 11-7-2013 (rec. 2364/12), 22-
10-2013 (rec. 683/2013), 4-6-2014 (2814/2013) y 5-6-2014 (rec. 1639/2013).

A la luz de lo referido hasta ahora, no puede ser cuestionado el indudable efecto


interruptivo que sobre la acción ejercitada despliega la sentencia-firme-dictada en el proceso
de conflicto colectivo al que nos hemos venido refiriendo". En idéntico sentido se ha
pronunciado la sentencia de la Sala de 10-4-2015 (rec.62/2015).

Fundamentos plenamente aplicables al supuesto de litis y, respecto de la alegación


relativa al Real Decreto Ley 8/2010, se ha pronunciado igualmente esta Sala, en sentencias de la
Sección 1ª de 25 de septiembre y 10 de julio de 2015 y de la Sección sec. 5ª, de 6 de julio de
2015, nº 561/2015, rec. 89/2015, que dice así:

El motivo decae, por dos razones básicas:

La primera, porque como declaró la Sección Segunda de este Tribunal de 23 de abril


de 2014 (RS nº1812/2013) al confirmar la sentencia dictada por el Juzgado de lo Social nº 24
de Madrid, en autos nº 1206/2012, «... 1º.- El acuerdo de 21 de julio de 2010 se suscribió
"como respuesta a las dificultades económicas derivadas de la fuerte reducción de ingresos de
las subvenciones públicas y otras fuentes de financiación de la Fundación
del Teatro Real durante los próximos ejercicios" (Hecho Probado Décimo Tercero), con total
independencia del RD Ley 8/2010 y sin voluntad alguna de sustituir las disposiciones de dicha
norma legal (Hechos Probados Decimonoveno in fine y Vigésimo).

2º.- El correo electrónico referido fue remitido al Director de Servicios Económicos y


Financieros de la Fundación (Hecho Probado Séptimo), siendo el Administrador de la misma
el que interviene en todas las negociaciones con los representantes de los trabajadores, por lo
que no hay prueba plena del conocimiento por la entonces dirección del Teatro Real de la
aplicabilidad del RD Ley 8/2010, que permita apreciar la voluntad de engañar a la
representación de los trabajadores. Añadiéndose a lo anterior, según la demandada, que los
propios hechos probados de la sentencia demuestran lo contrario, ya que durante el mandato
de quienes suscribieron en representación de la Fundación el acuerdo de 21 de julio de 2010,
no se procedió nunca a aplicar el RD Ley 8/2010, siendo el nuevo equipo directivo, en marzo
de 2012, el que tras los informes emitidos por la Oficina Nacional de Auditoría, la Dirección
General de Costes de Personal y el propio Tribunal de Cuentas (Hechos Probados
Decimoquinto a Decimoctavo) procede a regularizar las nóminas de los trabajadores de la
Fundación en aplicación del RD Ley 8/2010 antecitado.

Así las cosas, hemos de concluir que en el supuesto de autos no le falta razón a la
demandada, en tanto en cuanto, pese a lo manifestado por la recurrente, que insiste en que
medió engaño por parte de la demandada en la obtención del Acuerdo de 21 de julio de 2010,
lo cierto es que no aparece de lo actuado que suscribiese el mismo conociendo a ciencia cierta
que finalmente habría de aplicar la reducción salarial antecitada, hipótesis esta que se
compadece mal con el hecho de que no la aplicara hasta el mes de marzo de 2012, en que se
vió obligada a hacerlo, lo que impediría declarar nulo el pacto, como pretende la actora,
conforme al art. 1265 del Código Civil, ya que desde estas premisas no resulta posible hablar
de una maquinación o actuación dolosa por parte de la empresa, si se tiene en cuenta que la
Fundación estuvo casi dos años sin aplicar la rebaja salarial establecida en dicho RDL 8/2010.

[Escriba aquí]
Así, con arreglo a lo indicado, debe concluirse que no nos encontramos ante el
supuesto de un acuerdo obtenido mediante engaño o dolo, en que, una vez alcanzado el pacto,
la empresa ignorase de inmediato lo dicho o comprometido con carácter previo y obrase en
consecuencia, contraviniendo de este modo el principio de buena fe negociar.

Por lo que, conforme a lo expuesto, ha de rechazarse este único motivo del recurso, sin
que sean de recibo las alegaciones de la recurrente, en absoluto justificadas, máxime cuando,
tal como se indica en la resolución recurrida, no puede alegar la parte actora el
desconocimiento de una norma que no sólo estaba destinada a la Administración, incluyéndose
aquí a la Fundación demandada, sino también a los empleados públicos, entre los que se
encontrarían los trabajadores afectados por el presente conflicto colectivo, debiendo estarse a
la normativa de referencia necesariamente.

En consecuencia, no habiendo incurrido la sentencia de instancia en las infracciones


denunciadas, procede, con previa desestimación del recurso, la confirmación de dicha
resolución...».

Declarando por su parte la sentencia de esta Sala, Sección Primera de 10 de abril de


2015 (RS nº 62/2015), que goza en la actualidad de firmeza, que en virtud de lo declarado en la
sentencia resolutoria del conflicto colectivo en esta sede, no cabe por lo tanto, mantener la
«...vinculación del acuerdo de 21 de julio de 2.010 de la Comisión Negociadora del Convenio
Colectivo a las medidas restrictivas que, en materia salarial del personal al servicio del sector
público, introdujo el Real Decreto-Ley 8/2010 en la Ley de Presupuestos Generales del Estado
para ese año, exteriorizando lo que da a entender fue una actuación carente de buena fe por
parte de la Fundación del Teatro Real ...», pues como ha quedado expuesto, dicha pretensión
se resolvió en el sentido que hemos indicado antes, en la sentencia de 23 de abril de 2014 y en
consecuencia, en sentido contrario a la tesis que aquí desarrolla el trabajador demandado.

Y la segunda, porque denunciándose como infringida la doctrina contenida en la


sentencia del Tribunal Supremo de 20 de mayo de 2014, Recurso nº 156/2013, como ha
declarado la citada sentencia de la Sección Primera de este Tribunal de 10 de Abril de 2015,
en el (RS nº62/2015) «... el criterio que luce en la sentencia de la Sala de lo Social de la
Audiencia Nacional de 21 de diciembre de 2.012 (autos nº 343/12), confirmada por la Sala
Cuarta del Tribunal Supremo en la suya de 20 de mayo de 2.014 (recurso nº 156/13), dictada
en casación ordinaria, sea extrapolable al supuesto que se somete a nuestra consideración. (...)
Así, en la sentencia de la Sala Cuarta del Tribunal Supremo a que nos referimos anteriormente
se dice: "(...) Nos encontramos en el presente caso ante una situación singular. Antes de que
el Real Decreto Ley 20/2011 estableciera limitaciones salariales para el personal al servicio
del sector público, los trabajadores de la Agencia E., mediante el Acuerdo de fecha 2 de julio
de 2010 -que figura trascrito al hecho probado segundo de la sentencia de instancia- se
limitaron voluntariamente los salarios para los años 2009, 2010 y 2011, de forma que se
congelaba el salario del año 2009, pactándose una reducción salarial para los años 2010 y
2011 que iba de un 1,75% a un 8% (en proporción inversa a la cuantía del salario). O dicho de
otra manera, los trabajadores de la demandada voluntariamente consintieron una importante
reducción salarial durante dos años tras uno previo de congelación, colocándose en niveles
retributivos por debajo de 2008 hasta el 31 de diciembre de 2011 ", supuesto de hecho que,
desde luego, no tiene parangón con el ahora enjuiciado... », lo que aquí, tampoco ocurre, al
tratarse de una situación idéntica a la contemplada en la sentencia de esta Sala que acabamos
de transcribir en parte.

[Escriba aquí]
Razonamientos que compartimos y conforme a los cuales el recurso se desestima.

Respecto al “non bis in idem” se reclama una cantidad indebida y es lo percibido lo


que se cuantifica en la demanda y debe devolverse teniendo la expresión “bruta” de la
sentencia un simple carácter aclaratorio, y es que no pueden acogerse alegaciones o motivos
meramente hipotéticos o cautelares como el motivo sexto del recurso.

VISTOS los anteriores preceptos y los demás de general aplicación,

FALLAMOS

Que debemos desestimar y desestimamos el recurso de suplicación interpuesto por el


Letrado D.---, en nombre y representación de Dña. --- , contra la sentencia de fecha
23/10/2014 dictada por el Juzgado de lo Social nº -- Madrid en sus autos número
Procedimiento Ordinario ---, y en consecuencia, debemos confirmar y confirmamos en su
integridad la sentencia de instancia. Sin hacer expresa declaración de condena en costas.

Incorpórese el original de esta sentencia, por su orden, al Libro de Sentencias de


esta Sección de Sala.

Expídanse certificaciones de esta sentencia para su unión a la pieza separada o rollo


de suplicación, que se archivará en este Tribunal, y a los autos principales.

Notifíquese la presente sentencia a las partes y a la Fiscalía de este Tribunal


Superior de Justicia.

MODO DE IMPUGNACIÓN: Se hace saber a las partes que contra esta sentencia
cabe interponer recurso de casación para la unificación de doctrina que ha de prepararse
mediante escrito presentado ante esta Sala de lo Social dentro del improrrogable plazo de
DIEZ DÍAS hábiles inmediatos siguientes a la fecha de notificación de esta sentencia.
Siendo requisito necesario que en dicho plazo se nombre al letrado que ha de interponerlo.
Igualmente será requisito necesario que el recurrente que no tenga la condición de trabajador
,causahabiente suyo o beneficiario del Régimen Publico de la Seguridad Social o no gozare
del derecho de asistencia jurídica gratuita, acredite ante esta Sala al tiempo de preparar el
recurso haber depositado 600 euros, conforme al artículo 229 de la LRJS, y consignado el
importe de la condena cuando proceda, presentando resguardos acreditativos de haber
efectuado ambos ingresos, separadamente en la cuenta corriente nº -----0000-00-0------ que
esta Sección tiene abierta en BANCO SANTANDER sita en Paseo del General Martínez
Campos 35, 28010 Madrid, o bien por transferencia desde una cuenta corriente abierta en
cualquier entidad bancaria distinta de Banco Santander. Para ello ha de seguir todos los
pasos siguientes:

1. Emitir la transferencia a la cuenta bancaria de 20 dígitos (CCC) siguiente:

Clave entidad Clave sucursal D.C. Número de cuenta

0049 3569 92 0005001274

I.B.A.N: IBAN ES55 0049 3569 9200 0500 1274

[Escriba aquí]
2. En el campo ORDENANTE, se indicará como mínimo el nombre o razón social
de la persona física o jurídica obligada a hacer el ingreso y si es posible, el NIF /CIF de la
misma.

3. En el campo BENEFICIARIO, se identificará al Juzgado o Tribunal que ordena


el ingreso.

4. En el campo OBSERVACIONES O CONCEPTO DE LA TRANSFERENCIA,


se consignarán los 16 dígitos que corresponden al Procedimiento. MUY IMPORTANTE:
Estos 16 dígitos correspondientes al procedimiento tienen que consignarse en un solo
bloque. Es importante que este bloque de 16 dígitos este separado de lo que se ponga en el
resto del campo por espacios. Si no se consignan estos dieciséis dígitos o se escriben
erróneamente, la transferencia será repelida por imposibilidad de identificación del
expediente judicial y será devuelta a origen. Pudiendo en su caso sustituir la consignación
de la condena en metálico por el aseguramiento de la misma mediante el correspondiente
aval solidario de duración indefinida y pagadero a primer requerimiento emitido por la
entidad de crédito (art. 230.1 L.R.J.S).

Una vez adquiera firmeza la presente sentencia, devuélvanse los autos originales al
Juzgado de lo Social de su procedencia, dejando de ello debida nota en los Libros de esta
Sección de Sala.

Así, por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.

PUBLICACIÓN

Publicada y leída fue la anterior sentencia en el día


por el/la Ilmo/a. Sr/a. Magistrado-Ponente en la Sala de Audiencias de este Tribunal. Doy fe.

[Escriba aquí]

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