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L A IN T E R N A C IO N A L !]
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JADERNOS
DE
PASADO Y
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fascism o,\
dem ocracia',
V frerrte\
popu\ar\
vü congreso d e \a \
internacional comunista \
traducción de
¡osé aricó,
jaled dias sarvi,
alfonso garcía ruiz,
¡osé luis mercado trejo
y alejandro zenker
edición al cuidado de
hornero alemán
fascismo, democracia',
y frente popular!
vii congreso de la\
internacional^
comunista^
\
moscú, 25 d e julio-2Q d e agosto d e 1935j
BIBLIOTECA -y #
Jo sé María Aricó / O
cuadernos
de
PASADO V
PR E S rN ^
siglo veintiuno editores, se
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cataría del VII Congreso de la InternadcSj C o r n il »C S°bre !a COQV°-
tt pencóla dt guerra e i compiti dei P artitf^L Co‘ttunjsta, e¡i l i fascismo
y directivas de la XIII S esga
Bruselas, Ed. di Col tura Sücíaíe, Í934 db á* la íc),
greso en Ja segunda mitad de 1934. 2Í Enofrol; J Co»\rocar ai VII Con-
íc de publicar 3a orden deí día ant<»i - Presidium del ce de ¡a
formantes sobre las cuestiones en la orden d e t ^ 0, ? in-
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° FRANCO DE FEClCu
-1 Cf. Hajek, op. cit., p . 193; Paulan tzas, op. cit., p. 162; Tesis del XI
y XII Pleno del ce de la ic.
28 Cf. el manifiesto del Ejecutivo de la IC de marzo de 1933 donde
volvía 3 lanzarse la propuesta del frente único carente sin embargo de
los fuertes límites propios de la línea oficial aprobada desde el VI Con
greso en adelante. Ténganse presentes las observaciones y el testimonio im
portante ofrecido por Giulio Cerreti con relación a la posición de Togiiatti
frente a la socialdemocracia formulada en un artículo suyo escrito en
junio de 1933 en ocasión de la muerte de Claudio Treves (Con To-
giiatti e con Tharez. Quarant'artni di totte potitiche, Milán, Feltrinelli,
19*73, pp. 128-131). Otras iniciativas y episodios sobre ios que sería necesa
rio detenerse más analíticamente, en cuanto documentan la tendencia
a seguir caminos diversos de los oficialmente definidos y que ocupan un
lugar relevante en la modificación de la conciencia de las masas, son,
siempre en 1933, el proceso de Leipzig y el papel en <51 desempeñado por
Dimítrov (cf. G. Dimítrov, 11 proceso di Lipsia, Roma, Riuniti, 1972) y
el congreso contra el fascismo organizado en la sala Pleyei, a iniciativa
de Rolland y Barbusse, sobre las bases más amplias posibles.
29 Cf. Hajek, op. cit., pp. 267 y ss. Son interesantes las noticias provis
tas por McKenzie, op. cit., p. 167, nota 52. Más allá de la exactitud de las
opiniones referidas, ellas documentan la existencia de un choque bas
tante sustancia] en el Interior del grupo dirigente de la IC que contribuye
a explicar en parte algunas apor/as presentes en el informe de Dimítrov.
En parte, en cuanto el gran problema que queda irresoluto es el papel
desempeñado por Malin en la elaboración de la nueva propuesta táctica,
papel no confinuble en el clisé de origen trotskista y luego presente etí
muchos historiadores^ del "realismo político", es decir Comintern = apén
dice del estado soviético. El papel mismo desempeñado por los frentes
populares al reconstituir el movimiento comunista como fuerza política
impide dar valor exhaustivo a esta explicación.
INTRODUCCIÓN 17
resultados logrados, en la oposición socialdem ócrata y en el
sectarism o com unista. Un ejem plo b a sta n te significativo está
en la valoración de la orientación com unista hacia el fascism o:
"E stas faltas tenían su origen en la idea abso lu tam en te falsa
de q u e todos los p artid o s burgueses so n fascistas, de que n o
hay dos m étodos de dom inación burguesa, de q u e n o com pete
a los com unistas la defensa de los resto s de la dem ocracia b u r
guesa [ . . . ] E stas concepciones sectarias, q u e n o tienen nada
de com ún n i con las enseñanzas de M arx, Engels, Lenin y Stalin,
ni con las decisiones del VI Congreso de la íc, h a n frenado
el progreso de la influencia de los p artid o s com unistas, impi
diendo absolutam ente c o n q u istar a los o b rero s socialdem ócra-
tas p a ra la lucha com ún." **
E ra u n ju icio am pliam ente infundado, com o se verá, pero
que servía p a ra a b rir eí cam ino a u n a orientación distinta. Un
ejem plo análogo, y aú n m ás significativo si se refiere a la posi
ción so sten id a p o r la delegación italian a en el X Pleno, está
p ro v isto p o r la c rític a ex trem adam ente pesad a d esarro llad a
p o r M anuilski c o n tra el p c i e n m ayo de 1934: "L a responsabi
lid ad del PCI fren te a la situación in tern acio n al es m uy grande.
D espués de 12 años de fascism o n u e s tra sección italian a debe*
ría s e r capaz de d a m o s una experiencia e jem p lar e n el cam po
de la lu ch a a n tifa sc ista p a ra to d a la In tern acio n al; los com
p a ñ ero s italian o s no nos h a n d a d o e sta experiencia. E l peí no
h a sab id o e je rc e r la función q u e la situación nacional e in te r
nacional le asignaban; p erm an eció a trá s . Tenem os m uchísim os
docum entos so b re el tra b a jo del pci, p e ro en los hechos esta
m os en el m ism o p u n to ." S e re p e tía a sí el m o d o de proceder,
com enta S priano, que re p ro d u jo el d o c u m e n to ," [ — ] de ech ar
so b re u n a sección p a rtic u la r la resp o n sab ilid ad [ . . . ] d e u n a
o rien tació n e rró n e a que en cam bio fue de to d a la In te rn a
cio n al " . 81
P ero quizá el elem ento m ás significativo d e las dificultades
y de los p ro b lem as que el v ira je auspiciado p o r D im ítrcv im*
pilcab a e stá p re c isa m e n te e n el c a rá c te r d e su in fo rm e. O perar
u n cam bio p ro fu n d o en las orientaciones políticas d e la íc
circu n scrib ién d o lo sin em bargo al á m b ito de u n a p ro p u esta
táctica: a q u í está ta l vez la a p o ría fundam ental, aun cuando ex
tre m a d am en te fecunda, del in fo rm e de D im ítrov y de la o p era
ción cum plida. U n docum ento m uy significativo de esta aporía
e stá o frecid o p o r el am plio a rtíc u lo publicad o p o r L*Interna
tionale Communiste, p re p a ra d o p o r el ce de la íc , com o base
de discusión p ara la p re p a rac ió n del congreso. E l p u n to de par-
Cf, G. Picck, En marcha hacia el socialismo, Barcelona, Ediciones
Sociales Internacionales, 1935, p. 32 (véase en e! presente volumen p. Í08).
31 Cf. P. Spriano, Storia del Partito Comunista italiano, vo!. li. GU aitnt
delta clandestinitá, Turín. Einaudi, 1969, p. 409. El acta de la reunión en
que se informa del ataque de Manuilski está en la p, 408.
18
FRANCO d e F E L I qk
INTRODUCCldN 19
¡ é t s d c í ^ n r p w " 5 ” situaciun m undia' q u e conva*‘da l „
Estarnos en vísperas de un nuevo ciclo de revoluciones , para una recuperación de la capacidad de elaboración teórico-
de g ü e ñ a s L. . . ] Este estado de cosas nos indica el deber h política que había sido una de las componentes más fuerte
lanzar la consigna de los soviets, d e l poder como consiim* mente originales del movimiento comunista. Los riesgos im
principal, lo que p o r o tra parte el X III P le n o del c e de plícitos en esta opción no eran ni han sido pocos: la faltante
ya había hecho, y nos indica el deber de m odificar la táctica soldadura en tre opción política, definición estratégica y refe
del frente único, conforme a la situación actual. N osotros mo rentes teóricos generales corría continuamente el riesgo de
dificamos nuestra táctica del frente único no porque nuestra dispersar y aislar la complejidad de elementos (análisis de lo
real, definición de los protagonistas, apropiación general y
vieja táctica estuviera equivocada, como tratan de demostrarlo específicamente articulada de la dinámica de una formación
los socialdemócratas y los renegados del comunismo. A d e sp e . económico-social) que necesariam ente deben confluir ai deter
cho de ciertos errores cometidos en diferentes lugares, a veces m inar la política del movimiento comunista y, aparte de las
aun por las direcciones de los partidos, nuestra vieja táctica dificultades específicas en la realización de la propuesta de
era absolutamente justa. Nosotros modificamos hoy nuestra Dimítrov, abría el cam ino a soluciones em píricas, provocaba
táctica del frente único p o r q u e la situación m ism a h a cam„ desorientación y n o perm itía superar realm ente una relación
biado . " 31 . instrum ental con los mismos objetivos propuestos, la que efi
Por cierto es difícil hipotetizar, respetando el nivel real ciej cazmente ha sido llam ada u na "duplicidad" en la práctica
movimiento, una forma diferente de intervención que garantí, comunista.
zase la misma capacidad de modificar la realidad existente. Si Tanto H ajek com o Spriano nos han ofrecido ejem plos sig
en el VI Congreso puede registrarse todavía un debate ínter, nificativos del modo en que la propuesta del fren te popular
nacional vivaz y ajustado, a pesar de estar presente ya en el es entendida, de la dificultad de recuperar, en la iniciativa
informe de Bujarin la tendencia a un achatam iento esquema, política, todo un patrim onio de experiencias y de elaboración
tico de la realidad, en los años sucesivos la relación dialéctica de clase.** Un análisis específico sobre este aspecto, a nivel
con el presente (apropiación-transformación) se reduce en ]¡^ internacional, daría resultados extrem adam ente interesantes.
reproposíción de algunos esquemas generales y genéricos don.
de predomina una componente economicista. El juicio que ** Hajek llama la atención sobre el hecho de que muy probablemente
Poulantzas da sobre la elaboración de la ic, aun cuando no las consideraciones de los dirigentes de la época, sobre la política im
pueda ser aceptado tal como es formulado en cuanto que él ios plantada en el VII Congreso, iban más allá de lo que podía aparecer en
discursos oficiales y públicos: como testimonio en contra de «so cita
mismo es una forma de esquematismo que lleva a o m itir dife un extracto de la carta de un dirigente checoslovaco a Gottwald, signi
renciaciones y momentos diversos, es decir el proceso colectivo ficativa por la incomprensión y la deformación de la línea de los frentes
que está detrás de las formulaciones políticas de la Internacio populares: "Las tesis sobre la toma del poder por parte del proletariado
nal, contiene indudablemente componentes reales: "La revo. en los estados capitalistas no prevén los casos de tiempos normales. Se
gún esas tesis la (dase de los trabajadores puede asumir el poder sola
lución proletaria 'a la orden del día' revestía así ya la significa mente en un período de guerra perdida, cuando todo está revueltoE...1
ción de una revolución a punto de surgir, en cualquier lugar y Pero ahora se sostiene que es necesario también hallar un camino por el
en cualquier momento, comprendida como la consecuencia me ningún cual sea posible tomar el poder sin revolución, sin guerra perdida, sin
duro sacudimiento. Y con referencia a esto el compañero Haken
cánica de la crisis económica, efecto esta misma de las contra ha explicado que eso es posible con un cambio en la táctica; cuando el
dicciones económicas." 33 partida no esté aislado, irá un poco bacía la derecha por el hecho de que
El privilegiamiento hecho por Dimítrov de la iniciativa poli, se acercará a aquellos que hoy, es cierto que simpatizan con nosotros a
tica, del momento subjetivo como condición para to rn a r real causa de nuestra actitud intransigente en defensa de los intereses de los
trabajadores en las cuestiones sociales, pero no pueden marchar con
lo que es potencial en las contradicciones del desarrollo capi nosotros a causa de nuestra actitud negativa hacia el problema de los
talista, garantizaba la posibilidad de introducir catalizadores problemas, es decir, el de la relación hacia el Estado v así sucesivamen
en esta realidad ya consolidada del comunismo internacional, te" (op. cit., p. 297, nota 3). '
volver a poner en movimiento una dialéctica política, solicitar Spriano ha reconstruido cuidadosamente los debates internos en el
y suscitar originalidades de elaboración, adherir a la fantasía partido y las dificultades de traducir, a lina línea política que gravite y
transforme el presente, las indicaciones del VII Congreso. Recuerda la
de la realidad, crear en definitiva las condiciones elementales posición significativa de Montagnana ("Debemos tener el coraje de decir
que no nos proponemos abatir ei fascismo. Nuestro objetivo actual, que
de W isfpjífc y t?*'03 ^ parfI,í comunisíi", en Lo Stato operaio, enero seriamente modificaremos mañana, soo las libertades democráticas en el
régimen fascista. Queremos hoy mejorar el fascismo porque no podemos
Cf. Poulantzas, op. cit., p. 41. hacer inás. Libertad, paz, un salario mejor, he aquí lo que debemos per
seguir hoy") y la réplica de Griteo que identificaba detrás de estas
¿U FRANCO DE PRLj Cj¡
La doble faz del inform e de D im ítrov y del V II Congre* INTRODUCCIÓN 21
—q u e en esta s breves observaciones sólo se h a señ alad o p ero oy0 elem entos m ás significativos y generales de ese v iraje qu erid o
d eb ería s e r analizada de m odo m ás especifico— h ace de ést6 p o r D im ítrov. En efecto, la fu e rte insistencia con que en todo
u n clásico congreso de transición, donde coexisten ap ertu j! el in fo rm e D im ítrov destaca la cen tralid ad del fren te único
h acia lo nuevo y condicionam iento del pasad o . P o r esta serie tiene una doble faz: p o r un lado significa rem itirse a u n ele
de consideraciones generales las observaciones q u e H ajek ade. m en to p erm an en te de la trad ició n com unista que perm anece
la n ta , subrayando el c a rá c te r de com prom iso del V II Congre> firm e desde 1921 en adelante aun cuando asum e form as diver
so,w son ju s ta s y deben ser recogidas, a u n cu an d o roe parecen sas 38 y p o r lo tan to tiende a su b ray ar la continuidad; p o r el
b a sta n te lim itativas, y no dan razó n de to d o el esp eso r implj, otro, p o r la definición precisa del terren o de aplicación del
cito en la opción del sesgo ad op tad o p o r D im ítrov. Y la veri, fren te único, tai rem isión individualiza el esfuerzo d e ap licar
ficación se da inm ediatam ente: en efecto, la cu estió n g en era a situaciones y tareas nuevos in stru m en to s analíticos y o p era
q u e se p lan tea es si el cam ino indicado p o r D im ítrov puede tivos elaborados precedentem ente. La tensión e n tre estas dos
ser considerado un re to m o al fre n te ú n ico en los térm inos com ponentes asigna al inform e u n a fu erza y u n alien to m ás
en que fue planteado p o r Lenin. H ajek p a re ce re s p o n d e r posj. am plio que un in fo rm e sobre la táctica; asigna a l V II C ongreso
tiv am en te y aun hipotetiza, con relación al fre n te único, casi u n c a rá c te r de tran sició n donde coexisten el p eso del p asado
u n a especie de m archa cíclica en los aco ntecim ientos de la ic¡ y la a p e rtu ra h a cia u n a p ro b lem ática nueva; hace p o r fin del
“ La idea del ¿rente único com o u n id ad de acción de los par. fre n te único u n a p ro p u e sta política cu alitativ am en te d iferen te
del pasado.
tidos com unistas con la m asa de los o b rero s socialdem ócratas
y sin p a rtid o [ . . . ] escapaba p o r com pleto de la concepción del
fre n te único de los años 1921 y 1922; era, en condiciones his.
tó rica s diferentes, análoga a la ‘táctica del a ta q u e sin tregua DBL FRENTE ÚNICO AL FRENTE POPULAR: LA PRIMACÍA
a la socialdem ocracia’ de los años 1919-1920." B# E s c ie rto que DE LA POLÍTICA
H ajek h ab la del V II Congreso com o de u n re to m o a la política
del fren te único, pero no sólo d e u n re to m o : se su b ray a la N acida e n u n a fase d e re flu jo d e la m a re a revolucionaria y
am pliación del fren te po p u lar y el hecho de que "en la cues, s o b re la b ase de u n ju ic io m enos o p tim ista so b re la rap id ez
tió n de los acuerdos con los p artid o s socialistas, en la actitu d de la disgregación d e las fo rm aciones socialdem ócratas, la
hacia su participación en los gobiernos y en la disposición a p o lítica del fre n te ú n ic o lleva desde el inicio u n a co ntradic
abstenerse de la crítica recíproca, la C om intern fue m ás alte ción vinculada a su am bivalencia: in stru m e n to p a ra conquis
de lo que era la política del tiem po de Lenin -3T Son todos ta r la m ay o ría d e la clase o b re ra p a ra las posiciones de la íc
elem entos verdaderos, pero se tra ta aun de u n a fenom enología y a l m ism o tiem p o in s tru m e n to d e ag itació n p a ra desenm as
externa: precisam ente el carácter de transición del V II Congre c a ra r a la d irecció n socialdem ócrata. La acen tu ació n d e u no
so im pide considerar a la propuesta adelantada p o r D im ítrov de los dos aspectos a b ría el cam ino o p a ra p e rd e r las d iferen
como un retorno al pasado. Más que en el fre n te p o p u lar cias e n tre co m u n ism o y re fo rm israo so b re la b a se d e la p re
—que m arca la novedad m ás evidente— es p recisam en te en la m in en cia a co rd ad a a los in tereses d e la clase, o e n cam bio p a ra
reproposición del frente único donde pueden e n c o n tra rse los tra n s fo rm a r la d istin ció n en separación. N o es casual q u e p re
cisam en te s o b re e sta opción política se h a y an ab ierto , com o
posiciones el temor do plantear con fuerza el tema de la democracia pero se sabe, críticas y laceraciones graves en el m ovim iento com u
al mismo tiempo recomendaba no "agitar demasiado" el objetivo de la n ista in tern acio n al.
Constituyente (P. Spriano, Storia del Partíto Comunista italiano, vol. m,
I fronti popotari, Staíin, ¡a guerra, Turín, Eínaudi, Í07O, p. 96). E n las tesis so b re el fre n te único, ap ro b ad as p o r el ce de
** Cf. Hajek, op. cit., pp. 287 y ss. y particularmente p. 289: “La afir la IC en d iciem b re d e 1921, es ev id en te el esfuerzo p o r h a c e r
mación de ia nueva línea sin la necesaria clarificación del proceso de su
origen representaba un compromiso que era el fruto de la acción de fac *9 Es esta permanencia en la remisión al frente único que impide
tores diversos. Reflejaba, indudablemente, Ja relación de fuerzas entre arribar a las conclusiones que llegó Hajek, a menos de asumir como
partidarios de la nueva política y seguidores de la vieja E ...Í el compro,
miso final i'eflejaba el grado de conocimiento a que habían llegado ios parámetro una forma —en el caso específico el planteamiento originario—
partidarios individuales de la política del frente popular y que no nodía de realización del frente único como la única válida. Aun ia distinción
ser diferente del uno al otro." entre orientación de derecha y de izquierda es todo lo contrario de satis
315 Cf. Hajek, op. cit„ p. 221; PouJanízfts da una valoración análoca factoria y unívoca por cuanto corre el riesgo de permanecer exterior,
\op. c t t p. 165J. 80 verbal y de no recuperar en el juicio el elemento real que a una línea
,r Hajek, op. cit., p. 286. da un signo de derecha o de izquierda, es decir e] modo de intervenir
y modificar las relaciones de fuerza existentes.
Aí FRANCO DE FELjCl,
c o in c id ir a m b o s o b jetiv o s: la ú n ica co n d ició n esen cial para i
re a lizació
, n d e ta -l í---
p o lític-
a es w la g a ra n tía d e Jti
la iuucpcimenr'ia
independen r-;
rtnlittra
p o lític a dHa Iacs c o m u n----
e lo ista s . 8«a9 Zinóviev, en tel ;_in....fo
.1
rm e con*?_.o„
a c o m p a ñ a b a la p re sen ta c ió n de las tesis, d a b a indicacio<lue eg
p re c isa s so b re la relació n e x isten te e n tre los dos objetivos de
la p o lític a d e fre n te único:
" N a tu ra lm e n te debem os d e se n m a sc a rar el ju e g o diplom a
tic o d e los je fe s de la I I In te rn a c io n al [ . . . ] ; n a tu ra lm e n te <¡s
d e b e r d e los c o m u n istas d e m o strar a la clase trab ajad o ra
q u e [ . . . ] se e stá tra m a n d o en su c o n tra u n a n u ev a y m ás re-
fin a d a tra ic ió n . E s te d e b er de los c o m u n istas es ciertam ente
im p o rta n te , p e ro no el principal- E n p rim e ra lín ea e stá otra
ta re a : la de sa b e r e n ten d e r que e l lem a d e la 'u n id a d del fren-
te p ro le ta rio ' no nació p o r generación esp o n tán ea, sin o q u e es
el p ro d u c to de la evolución de los ú ltim o s años; q u e e sto ex
p re s a el h ech o d e la adhesión a la lucha activa d e nuevos
m illones y m illones de tra b a jad o res. Lo m ás im p o rta n te es sa
b e r e n te n d e r b ie n eso, y salir al e n cu e n tro d e los trab ajad o res,
h acién d o se in té rp re te s de sus a ú n co n fu sas ten d en cias revolu
cio n arias, unificándolos y poniéndose al fren te de ellos. Y a no
podem os m ás p erm an ecer aislados com o v an g u ard ia [ . . . ] J* 40
Los m odos de construcción del fre n te e ra n los m ás v a r i a d o s ,
p e r o que im plicasen vínculos con las organizaciones socialistas
no e sta b a en discusión .41 E l apoyo sin reservas d ad o p o r Lenin
a las tesis * 3 n a c í a n o sólo del hecho d e q u e ellas e r a n e l des.
"El Comité Ejecutivo de la Internacional C o m u n i s t a pone como
condición principal y absoluta, obligatoria para todos los partidos comu
nistas sin excepción, la libertad para cada sección suya, que este por
efectuar acuerdos o alianzas con los partidos de las Internacionales 2
y 2 Va, de continuar la propaganda de nuestras Ideas y la crítica ele los
adversarios del comunismo. Aun sometiéndose al principio de Ja acción',
los comunistas deben reservarse absolutamente el derecho y Ja posibili
dad —no sólo antes, sino también durante la acción — de expresar su
opinión sobre la política de las organizaciones obreras sin excepción.
En ningún caso esta reserva podrá ser retirada" (Test sul fronte único
del proletaríato, en 11 CE deltlnternazúm útf comunista Pe r d fronte
único del proletaríato, Roma, Librería cditrice del Partito Comunista
d'Italia, 1922, p. 57, tesis 18).
40 G. Zinóviev, Antichi scopi, mtove vie, en II CE delV Interna ¿Untale,
cit.. p. 23.
«i "Adoptando la consigna de la unidad del frente proletario, y admi
tiendo la posibilidad de convenciones entre las diversas secciones de la
Internacional Comunista y los partidos y organizaciones de las Interna,
dónales 2 y 2 */j, la Internacional Comunista no puede naturalmente re
nunciar ella misma a efectuar acuerdos similares en el campo internacio
nal" (Test sul fronte único del proletaríato, cit., pp. 58-59, tesis 20)
« El 6 de diciembre de 1921 Lenin escribía a Zinóviev: "Camarada
Zinóviev; he leído el borrador de la tesis y no la objeto. Complete v
inodifique parcialmente el párrafo sobre la historia del bolchevismo P*
meircto que hidx» escisión sólo en 1910. Hay que decir que las escisiones
formales con los mencheviques, producidas en la orí in uvera df* IQOs tr f
enero de 1912. se fueron alternando con y
INTRODUCCION 23
arro llo de aquella b atalla p o r él p lan tead a y vencida en el
III Congreso, sino de una m otivación m ás general vinculada
a un ju icio so b re la clase o b re ra occidental: es decir, ia con
q u ista de la m ayoría e ra u n a condición esencial p a ra cu alq u ier
tra b a jo revolucionario serio y p o r lo ta n to debía co n stitu ir el
objetivo p rio rita rio d e los com unistas, que n o p o d ía se r conse
guido sin u n a b a ta lla política co n tra la dirección y las form as
políticas de conciencia predom inantes en el p ro letariad o .
D etrás de la p ro p u e sta del fren te único, en realidad, h ab ía
u n p ro b lem a m ás general y com plejo que la revolución de oc
tu b re h ab ía p u e sto so b re el ta p ete con urgencia, cual e ra el
d e la relación e n tre tradición y revolución, e n tre u n p a sa je de
fase en la lu ch a d e clases y la adecuación política y organiza-
tiva a ella del m ovim iento ob rero . E ra u n p ro b lem a cen tral
que p o d ía se r a fro n ta d o p len am en te sólo a trav és de la definí*
ción general de u n a estrateg ia q u e fu e ra capaz d e ap ro p iarse
d e la lección de o ctu b re y de tra d u c irla a las experiencias p ar
ticulares, de c o m b in ar la u niversalidad de u n a experiencia
con la especificidad de la lu ch a de clases y d e las fo rm as de
dom inación del capital. La posición asum ida p o r Lenin en al
gunos m om entos significativos es conocida y revela plenam en
te la conciencia de e ste p ro b le m a d e fondo: d esd e la célebre
invitación d irig id a a S e rra ti a sep a ra rse d e T u ra ti p a ra después
a lia rse con él, h a s ta la o rien tació n asu m id a co n resp ecto a la
C onferencia d e B erlín d e las tre s In te rn a c io n ale s ,4 8 e l d a to
co m ún es el d e Im p e d ir q u e la necesid ad de se p a ra rse del
dad en 1906 y 1907, y más tarde en 1910, no sólo en virtud de las alter
nativas de la lucha, sino también por la presión de las bases, que exigían
ensayos de verificación de la propia experiencia" (V. I. Lenin, Observa
ciones a la tesis sobre el frente único, en Obras oomptetas, Madrid, Akal,
í. xxxvi, 1978, p. 43). Zinóviev hizo literalmente propias las observa
ciones de Lenin (cf. Zinóviev, Antichí scopi, nuo\>e vie, cit., p. 43); no
se trataba de una puntualización histórica sino, en cambio, de una indi
cación totalmente política: recuperar justamente en el interior de una
división profunda y ya "clásica" del movimiento obrero ruso las posibili
dades y las condiciones de una recomposición política.
« Al discutir la propuesta de resolución que la delegación de la ic
debía presentar en la conferencia, y adelantando modificaciones sipnifica
tivas, Lenin escribía: “La modificación más importante que propongo es
tachar el párrafo donde se califica de cómplices de la burguesía mundial
a los dirigentes de la II Internacional y de la Internacional II Va ( ...3
Es completamente insensato correr el riesgo de hacer fracasar un asunto
práctico de enorme importancia, por darse el gusto de insultar una vez
más a unos canallas, a quienes hemos insultado y seguiremos insultando
mil veces en otro sitio. Si en la sesión del Comité Ejecutivo ampliado aún
hay gente que no comprende que la táctica de la unidad de frente nos
ayudará a derribar a los lideres de la II Internacional y de la Interna
cional II Vi, entonces debemos pronunciar para esta gente mayor cantidad
de conferencias y charlas de divulgación ] Por último, es mejor apro
bar la presente resolución no por unanimidad, sino por mayoría de vo
t o s ! ...] , antes que arriesgamos a estropear un asunto práctico impor
tante, a causa de algunas criaturas políticas, que mañana se curarán de
su enfermedad infantil'' (Lenin, Obras, cit.. t. xxxyt, p. 156).
FRANCO DE FBLICJj
reforraism o resolviera com pletam ente el terreno de iniciativa
y de actividad de los partidos comunistas.
Por m ás inadecuado e insuficiente que pudiera ser el fren.
te único en el planteam iento leniniano, era sin em bargo una
prim era aproximación, sobre el terreno operativo, a e sta cues-
tión m ás general; identificar adem ás objetivos precisos en t o r
no a los cuales verificar la construcción del frente único signi
ficaba asum ir el de los problem as reales como único terreno
sobre el que se conquistaba o se perdía la dirección, donde se
dem ostraban en un plano de m asas las razones de u n a esci
sión. El com entario hecho p o r Lenin al acuerdo logrado en
la Conferencia de Berlín es ejem plar. E l desacuerdo respecto
de la labor de la delegación de la II I Internacional es tajante:
"¿Se deduce de esto que debemos rom per el acuerdo firm a
do? No: entiendo que tal conclusión sería erró n ea y que no
debemos rom per el acuerdo [ . . . ] Si los representantes comu-
nistas pagaron demasiado p o r e n tra r en el local donde tuvie
ron oportunidad —aunque breve— de dirigirse a los obreros
que hasta ahora 'pertenecían’ exclusivamente a los reform is
tas, tal error debe ser corregido la próxim a vez. Pero hubiese
sido un erro r muchísim o m ayor rechazar cualquier condición
o cualquier pago para en tra r a ese lugar cerrado y b astan te
bien guardado [ . . . ] El gran err o r de los com unistas italianos
y de un sector de los comunistas y sindicalistas franceses es
conformarse con los conocimientos que ya poseen. Se confor
man con saber muy bien que los representantes de la II In te r
nacional y de la Internacional II Vi [ . . . ] son m uy astutos re-
presentantes de ia burguesía y portadores de su influencia[ . . . ]
Los comunistas no deben cocinarse en su pro p ia salsa; t i e n e n
que aprender a p en etrar en el local prohibido donde los rep re
sentantes de la burguesía ejercen su influencia sobre los obre
ros, sin detenerse ante ciertos sacrificios ni tem er los errores,
in e v ita b le s al comenzar cualquier o b ra nueva y difícil.” **
4E s o b re l a a c t i v i d a d d e l c e d e LA IC 91
1
dores una ola cada vez más vasta de movimientos contra sus
explotadores y verdueos. Movimientos que amenazan cada día
más la dominación de los imperialistas en las colonias y pue
blos sometidos.
WlLHEUt pt
Ia burguesía imperialista busca una solución e n i S
y el fascismo a S"e>>s
La burguesía imperialista no puede limitarse a eslnr
agotarlas a las masas trabajadoras de su propio paíJar
posesiones coloniales de las que se han apoderado. La ^ ^
de la lucha de clases, la compresión de los beneficios la8^
bras, el retroceso del comercio exterior, la incitan a’prS
la guerra con el propósito de aumentar sus ganancias Spataf
conquista y el saqueo de los países extranjeros. Esta pjS?1 ^
ción de la guerra se propone al mismo tiempo, y sobre'
la destrucción de la Unión Soviética, foco, base y baw*°-
de la revolución proletaria. Comienza, por lo tanto, la car?^
desenfrenada de los armamentos. 6ra
Japón se apodera de Manchuria para convertirla en base
operaciones en la guerra contra la Unión Soviética. Con el t
de someter China a su influencia, arrasa Chapei, barrio
tario de Shanghai. La guerra estalla entre Paraguay y Boi¡v¡
En Alemania, los elementos más patriotas, más nacionalista*'
y reaccionarios del capital financiero, instauran la dicta<juJ
fascista. Propagan el mito de la "sangre y el honor”, la "teor¡!
de las razas”, que es la teoría del imperialismo alemán, ávido^
guerras. Predican la cruzada contra la Unión Soviética y e[
exterminio del marxismo en el mundo entero.
El imperialismo italiano prepara la anexión de Abisinia, eoa
lo cual crea un nuevo foco guerrero.
Efectivamente, la burguesía está dispuesta a cometer l0s
crímenes más sangrientos, más feroces y espantosos, a fin de
aumentar sus ganancias, o, mejor, para impedir que dismi.
nuyan.
A pesar de todo el impulso revolucionario que progresa, la
simpatía, cada vez mayor, de las masas trabajadoras p<>t
la Unión Soviética, y, por otra parte, la opresión sin preceden
tes de las masas, los armamentos insensatos para una nueva
guerra y la organización de los fascistas por la burguesía de-
muestran la proximidad de formidables batallas de clase, reve-
lando al mismo tiempo la debilidad de la burguesía.
Los primeros índices de la aproximación de estas luchas
surgieron ya en 1930 y 1931. En España, el potente movimiento
espontáneo de las masas derriba la dictadura fascista en la
primavera de 1931 y destrona al rey Alfonso. La revolución
burguesa democrática española da comienzo.
En China asciende una nueva ola de la revolución agraria y
antimperialista, siendo su expresión la creación de los soviets
y Ja formación de un poderoso ejército rojo. En Indochina las
masas campesinas se sublevan para sacudirse el yugo impe
rialista.
El sistem a capitalista se ha q u eb ran tad o tam bién en los
SOBRE LA ACTIVIDAD DEL CE DE LA IC 99
Siempre r o n la s m a s a s y a la ca b e za d e ellas
En b a s ta n te s o c a s io n e s lo s c o m u n is ta s d e s e s tim a r o n la m a d u
rez p o lític a d e la s m a s a s , s u p o n ie n d o q u e n o e r a n e c e s a r io u n
106 "“«a* „
trabajo difícil y tenaz para impregnarlas de espírit,, , %
y hacerlas comprender la necesidad de ésta. Creyeron V
taba con popularizar el poder soviético y explicar a l
el programa que ejecutarían los comunistas despu^HT
conquista del poder para incitar a los obreros a que S ^ ]
guido les siguieran. Semejantes concepciones errónea*0*0 5«¡
varón que algunos partidos comunistas se convirtieran^
raímente en simples organismos de propaganda de
programa de lucha, en lugar de ligar a la propaganda de'**1'0
programa la tarea de form ular oportunamente consigna ***«
movilizaran a las masas en una etapa determinada de
Estas falsas concepciones de muchos comunistas se
festaron principalmente en la cuestión sindical y en el
envolvimiento de la lucha económica. Los comunistas excp
dos de los sindicatos reformistas adoptaron una actitud J"'
til hacia éstos, suponiendo que cuanto más intensamente
combatieran por su pasividad, su sabotaje de las huelgas, ^
reformismo, más rápida y espontáneamente romperían las
sas con ellos para pasar a las pequeñas organizaciones sindi^,
les de cuadro de los comunistas.
Los comunistas olvidaron lo que el camarada Stalin dijo
9 de mayo de 1925, en la reunión de militantes de Moscú.
“Si los partidos comunistas quieren convertirse en una ver-
dadera fuerza de masas, capaz de impulsar a la revolución
es necesario que se liguen a los sindicatos y se apoyen en
ellos."
El camarada Stalin señalaba que algunos comunistas "dq
comprendían que los simples obreros miembros de los sindi.
catos, sean éstos buenos o malos, ven en ellos las fortalezas
que les ayudan a defender su salario, su jomada de trabajo,
etcétera".
Fue precisamente durante la crisis, al abatir una gran mise-
ría a las masas trabajadoras, cuando el obrero común sintió
de manera particularmente intensa que su sindicato, por malo
que pudiera ser, no por eso era menos capaz de defender sus
derechos y asegurarle una ayuda material, aunque fuera mí. i
nima, y que tal sindicato constituía una cierta fuerza, por
cuya razón no quería romper con él.
En algunos países los comunistas cometieron la falta de no
contar con este estado de espíritu de las masas, de no trabajar
en los sindicatos, y también la de no saber cambiar oportuna
mente su actitud respecto a ellos; de no saber pasar oportuna
mente del frente único sólo por abajo al frente único con las
orgnizadones. En Alemania, en el momento de la ofensiva del
fascismo, algunos comunistas hablaron incluso de la necesidad
de "destruir" los sindicatos reformistas, contribuyendo de esta
manera a aislar a los comunistas de Jos obreros organizados
En los Estados Unidos Jos comunistas declararon durante
SOBRE la ACTIVIDAD DHL CE DE LA IC 107
0 que la Federación Americana del Trabajo era
uCho tie^ación puramente capitalista, una organización de
ta °rg m-íc viendo solamente a su líder Green y no a los
iiptítiue
Sesión plenaria del ce de la re, en otoño de 1932, con-
^ c o n c e p c i ó n muy extendida de que "los sindicatos eran
¿{p<5*a eja ¿el capitalismo". No fue hasta el otoño de 1932 que
ii^rdo comunista alemán dio a los comunistas la consigna
c!F3?'der las organizaciones obreras y sus bienes, lo que sus-
¿e^ .arjdes simpatías hada los comunistas de los adheridos
Sindicatos, cooperativas y partido socialdemócrata. C o n
traso aún, y en Alemania, incluso después de la toma
11$J o d e r por Hitler, los comunistas lanzaron claramente la
¡je* de "defensa de los sindicatos libres", y después la
^¡Establecimiento de los sindicatos libres”. Fue necesario
de traJiscurriera mucho tiempo para que los comunistas de
í* países comprendieran la gran importancia del trabajo
< oS sindicatos.
^Una ^ ta *an Srande, como la de desestimar el peligro fas-
ta ce is tió en ver el fascismo en todas partes, incluso allí
c o n s..........
(lS •-? aún 1
no existía. Falta que
-
provenía
- ,
de que ciertos escri-
-s comunistas interpretaron mecánicamente lo que señalaba
Vi Congreso de la ic o sea que la burguesía propende a
¡izar cada día más acentuadamente los métodos de domi
'«ióOníln If<a s c is t a .
¡ jacriA
n
gn Alemania, los comunistas pensaron durante mucho tiem-
.que el gobierno Hermann Muller realizaba la fascistización;
Ze el gobierno Bruning era ya un gobierno de dictadura fas-
Lta. P°r otra Parte< desestimaron el movimiento hitleriano,
¡oponiendo que en un país como Alemania, donde la clase
.¡jrera estaba organizada en un grado muy superior, sería im
posible para los hitlerianos conquistar el poder y que las ma-
jjs pequeñoburguesas que afluían espontáneamente a los
hitlerianos ^es volvería rápidamente las espaldas.
£n Austria, el gobierno Schober era calificado aún en 1929
£ gobierno fascista. En Checoslovaquia, el grupo Masaryk-
genes fue tratado por los comunistas de grupo fascista. Exis
ta aün bastantes ejemplos de concepciones tan erróneas como
éstas.
Estos conceptos equivocados respecto a la naturaleza del
fascism o, esta ausencia de un análisis serio del fascismo ita
liano y polaco impidieron que los comunistas fueran capaces
delanzar a tiempo consignas para defender contra el fascismo
que había pasado al ataque lo que quedaba todavía de demo
cracia burguesa y de explotar los antagonismos en el seno de
la burguesía. . . . , .,
En Alemania, sólo después de la elección a la presidencia
de la Dieta prusiana, en 1932, declararon los comunistas que
WilHEu*
votarían por los candidatos de la socialdemocracia h
para impedir la elección de los fascistas. del cen(
Incluso en Polonia, donde después de 1926 los ^
se dedicaron más intensamente que en otros
del fascismo, y que presentaron ante las masas la co ?stu*
lucha contra la destrucción de los restos de Jas
democráticas burguesas, no fueron capaces, cuando s
bloque centrista de las izquierdas, de explotar las diverCreó «1
entre el campo gubernamental y el campo de la oposicí^110^
guesa democrática. 011
Estas faltas tenían su origen en la idea absolutamente
de que todos los partidos burgueses son fascistas, de q ^
hay dos métodos de dominación burguesa, de que no *>o
pete a los comunistas la defensa de los restos de la democr°^‘
burguesa. Mientras no podamos remplazar la democracia
guesa con la democracia proletaria, con la dictadura del pr
tañado, el proletariado tiene interés por cualquier fragme¡
de democracia burguesa, y debe utilizarlo para preparar a /<0
masas para el derrumbamiento del capital y la conquista
la democracia proletaria. s
Esas concepciones sectarias, que no tienen nada de com¿n
ni con las enseñanzas de Marx, Engels, Lenin y Stalin, ni c0„
las decisiones del VI Congreso de la IC , han frenado el progre,
so de la influencia de los partidos comunistas, impidiendo
absolutamente conquistar a los obreros socialdemócratas para
la lucha común.
Sin extirpar estas concepciones sectarias es imposible for,
mar el frente único con los obreros socialdemócratas, ni crear
el amplio frente popular con las masas trabajadoras, que per.
manecen aún alejadas de los comunistas y que, sin embargo,
pueden luchar conjuntamente con nosotros contra el fascismo
y la guerra, contra la ofensiva del capital, por sus reivindica-
ciones parciales y por la defensa de los restos de la democracia
burguesa.
• f asci sta c o n tr a to s tr a b a ja d o r e s a le m a n e s
^ ¡s k í í m ^ ¡s s a ^ - r - —
>
14 6 WUJUa* IW
tra victoria esté asegurada en un plano mundial en » *
plazo histórico. qn
Si fueron precisos menos de cincuenta años para Ileo
la primera verdadera revolución burguesa, la gran revd A
francesa de 1789, al alba de la época en que una ola de**0^
luciones burguesas inundaron Europa, destruyendo definí
mente el poderío feudal, no habrá necesidad de un p w ^ -
yor, sino esencialmente más corto, para llegar de la victo??'
de la primera revolución socialista» la gran revolución de*
tubre de 1917, a la victoria del socialismo en el mundo ent^
El fascismo es ia guerra
La política autárquica, de nacionalismo económico, practicada |
por los fascistas con el fin de someter el mercado interior ex- j
elusivamente a la burguesía del país para atracar a las masas,
desorganiza en mayor grado el comercio exterior y la econo
mía monetaria. La orientación hacia un nuevo reparto del
mundo refuerza el yugo militarista, desorganiza más las finan-
zas del estado, conduce al saqueo de una parte cada vez mavor
de la renta nacional para sostener los preparativos bélicos
y agrava más intensamente la situación de los trabajadores
_ la a c t iv id a d d e l C E D E LA I C 149
0 socialismo es ta paz
Estamos persuadidos de la posibilidad de evitar la guerra por
asedio de la lucha común por la paz, del proletariado de los
países capitalistas y de la URSS.
Si por medio de la lucha de la Unión Soviética y de los tra*
bajadores de todos los países se logra impedir que los impe
rialistas desencadenen la guerra, nueva carnicería mundial, y
conservar la paz, esto será testimonio no sólo de un aumento
considerable de las fuerzas del proletariado, sino que tendrá
también por efecto que la edificación del socialismo en la
Unión Soviética, y el contraste mayor cada día entre ésta y
el mundo capitalista, produzca un progreso formidable de las
masas trabajadoras.
Si por la lucha de la Unión Soviética y de los trabajadores
de todos los países capitalistas por la paz se aplaza la gue
rra, aunque sólo sea por un cierto tiempo, esto permitirá al
mismo tiempo al proletariado desarrollar mejor sus posiciones
150 Wt._
WilHEU, *
en los países capitalistas, fortalecer la potencia de ^
Soviética y crear condiciones cada día más favorahi ^
transformar la guerra entre los imperialistas o la a tai*
éstos contra la Unión Soviética en una revolución d.
triunfante. VICU» V
Pero si el proletariado no consigue impedir ia *
nueva guerra mundial fraguada por los imperialistas, so?' k
guerra de bandidaje imperialista para el saqueo de los
de la Unión Soviética, para sojuzgar a los pueblos
ños y débiles, independientes todavía, para un nuevo reSt*e‘
de las colonias y zonas de influencia de las grandes poteS*
imperialistas. ^
La guerra producirá en los trabajadores una miseria
cible. ¿La soportarán éstos?
Si la guerra del Japón contra los pueblos chinos ha pj^.
cado ya una efervescencia de las masas populares en los
países, un impulso de la gente mejor del pueblo chino hacb
la unión para la lucha común, al lado del ejército rojo
si los preparativos de guerra de Alemania han provocado ^
todo el mundo un movimiento antiguerrero# no hay duda
que el desencadenamiento de una guerra de los imperialista
contra la Unión Soviética o entre ellos provocará una con.
flagración abierta de todas las contradicciones del sistema
imperialista y conducirá a los proletarios de todos los países
y a todos los pueblos a la acentuación extrema de la lucha
de clases.
El desencadenamiento de la guerra por los imperialistas
significa el principio de la crisis revolucionaria en todo el
mundo capitalista.
El deber de todos los proletarios consistirá en luchar por
la victoria de la revolución, es decir, por la transformación
de la guerra imperialista en una guerra civil contra la bur
guesía.
Sea cual fuere el desenvolvimiento posterior de la situación,
éste conduce a la revolución.
La crisis revolucionaria, aun no madura, está madurando
ya en todo el mundo.
La burguesía, por medio de sus preparativos desenfrenados
de guerra y por las tentativas de instaurar la dictadura fas
cista en nuevos países, agrava cada día la situación y acelera
la maduración de esta crisis. Las siguientes palabras de Lenin
caracterizan la situación:
“La burguesía actúa claramente como saqueadores que han
perdido la cabeza, comete desatino tras desatino, agudizando
la situación y acelerando su propio fin [... ] Los partidos re
volucionarios deben ‘demostrar' ahora en la práctica aue tie
nen suficiente conciencia, organización, vínculos con las masas"
explotadas, decisión y habilidad para utilizar esta crisis para
SOBRE LA ACTIVIDAD DEL CE DE LA IC 151
revolución exitosa y victoriosa. ’ 1
o^J.-gún orden social cae por sí mismo; por podrido que esté,
necesidad de derrumbarlo* Ninguna crisis revolucionaría
traer la victoria d e l proletariado si éste no sabe orga-
JJjpa y conseguirla.
?A S C IS M 0 y l a CLASE o b r e r a
duce el mismo, como resultado de la dialéctica de ¡jfi ^jaS y semicolonias son apartados de 1a clase obrera y el
de la lucha de clases, al desenvolvimiento posterior dé la* a > c^te antimperialista mundial se debilita. Cada paso dado por
zas que deben ser sus enterradoras, las enterradoras er' Proletariado de las metrópolis imperialistas en el camino
talismo. ^Pi.
é ?a unidad de acción, encaminado a sostener la lucha eman-
¿ora de los pueblos coloniales, significa la transformación
^las colonias y semicolonias en una de las princiaples reser-
^ del proletariado mundial.
II. EL FRENTE ÚNICO DB LA CLASE OBRERA CONTRA EL FASCISMO ^finalmente, si tenemos en cuenta el hecho de que la unidad
acción internacional del proletariado descansa en la fuerza
Camaradas: Millones de obreros y trabajadores de los país^ ^cíente del estado proletario, del país del socialismo, de la
capitalistas se preguntan; ¿Cómo impedir la llegada al pcnjer ímión Soviética, veremos lo amplias que son las perspectivas
del fascismo y cómo derrumbar al fascismo victorioso? La hiertas para la realización de la unidad de acción del proleta*
ternacional Comunista responde: Lo primero que hay qüe
hacer, aquello por lo que es necesario comenzar, es crear el jLjo en 101 es,caJa nacional e internacional.
frente único, establecer la unidad de acción^ de los obreros de gl establecimiento de la unidad de acción de todos los des*
cada fábrica, de cada distrito, de cada región, de cada país «camentos de la cíase obrera, independientemente del partido
del mundo entero. La unidad de acción del proletariado en un organización a que pertenecen, es necesario aun antes de
plano nacional e internacional es el arma poderosa que hace Le Ta mayoría de la clase obrera se una en la lucha por el
a la clase obrera capaz no solamente de defenderse con éxito, Arrumbamiento del capitalismo y la victoria de la revolución
sino también de pasar triunfalmente a la contraofensiva con. proletaria^ ^ .
tra el fascismo, contra el enemigo de clase. ¿Es posible realizar esta unidad de acción del proletariado
en los diferentes países y en el mundo entero? Sí, es posible,
g inmediatamente:
La importancia del frente único la Internacional Comunista no formula ninguna condición
para la unidad de acción, a excepción de una sola, elemental,
¿No está claro que Ja acción común de los adheridos a los aceptable por todos los obreros. La siguiente: Que la unidad
partidos y organizaciones de las dos Internacionales Inter ¿e acción esté dirigida contra el fascismo, contra la ofensiva
nacional comunista y II Internacional— facilitaría la respues ¿jel capital, contra la amenaza de guerra* contra et enemigo de
ta de las masas a la presión fascista y aumentaría la impor clase. Ésta es nuestra condición.
tancia del papel político de la clase obrera? ^
La acción común de los partidos de las dos Internacionales
contra et fascismo no se limitaría, sin embargo, a influir en sus ¿rgwnentos principales de tos adversarios del frente único
partidarios actuales, comunistas y socialdemócratas; influiría
poderosamente en las filas de los obreros católicos, anarquis ¿Qué pueden objetar, qué objetan los adversarios del frente
tas e inorganizados e incluso en aquellos que momentánea' único? -
mente han sido víctimas de la demagogia fascista. "Para los comunistas —dicen unos—, la consigna del frente
Más aun, el potente frente único del proletariado ejercería único es solamente una maniobra.” “SÍ es una maniobra —les
una influencia enorme en todas las demás capas del pueblo respondemos—, ¿por qué no desenmascaráis la 'maniobra co
trabajador, en el campesinado, en la pequeña burguesía urba munista' con vuestra honrada participación en el frente úni
na, en los intelectuales. El frente único inspiraría fe cn la co?” Nosotros declaramos con franqueza: queremos la unidad
clase obrera a las capas más vacilantes. de acción de la clase obrera para que el proletariado se forta
No es esto todo El proletariado de ios países imperialistas lezca en su lucha contra la burguesía, para que defendiendo
tiene aliados posibles no solamente en la persona de los tra hoy sus intereses cotidianos contra el capital agresivo, contra
bajadores de su propio país, sino también en las naciones oori- cl fascismo, sea capaz mañana de crear las premisas de su li
muías de as cotonías y sem,colonias. Pero mientras el nrole beración definitiva.
tañado esté escindido en una escala nacional e internacional- "Los comunistas nos atacan" —dicen otros—. Escuchad: Mu-
m «O »G I DIMÍTROV
chas veces hemos declarado: no atacaremos a nadie ni w
viduos, ni organizaciones, ni partidos que estén por el fren,
único de la clase obrera contra el enemigo de clase* Pero »\
mismo tiempo estamos obligados —en interés del proletariado
y de su causa— a criticar a los individuos, organizaciones v
partidos que obstaculicen la unidad de acción de los obreros
"No podemos hacer el frente único con los comunistas,
que éstos tienen otro programa” —dicen los terceros—, pem
¿no afirmáis que vuestro programa es diferente del programa
de los partidos burgueses? Lo cual no os ha impedido, no os
impide, llegar a una coalición con estos partidos.
"Les partidos democráticos burgueses son mejores aliados
contra ei fascismo que los comunistas" —dicen los adversarios
del frente único y defensores de la coalición con la burgue
sía—. ¿Qué nos enseña la experiencia de Alemania? ¿No hicie-
ron bloque los socialdemócratas con "sus mejores aliados"?
¿Cuáles fueron los resultados?
"Si constituimos el frente único con los comunistas, los pe.
queñoburgueses tendrán miedo al 'peligro rojoJ y pasarán a
los fascistas”, oímos con frecuencia. Pero ¿acaso este frente
único amenaza a los campesinos, pequeños comerciantes, arte
sanos e intelectuales trabajadores? No; el frente único ame.
naza a la gran burguesía, a los magnates de la nnanza, a l o s
"junkers" y demás explotadores, cuyo régimen lleva a la ruina
completa a todas estas capas.
“La socialdemocracia está por la democracia, mientras que
los comunistas son partidarios de la dictadura; a causa de esto,
no podemos constituir el frente único con los comunistas”, di
cen aígunos líderes de la socialdemocracia. Pero ¿hemos pro
puesto actualmente el frente único para proclamar la dictadura
del proletariado? Por el momento no lo proponemos, ¿no es
cierto?
"Que los comunistas reconozcan la democracia, que tomen
su defensa, y entonces nos hallamos dispuestos a hacer e! fren*
te único.'* A esto respondemos: "Somos partidarios de la de
mocracia soviética, de la democracia de Jos trabajadores, de la
democracia más consecuente del mundo. Pero defenderemos
palmo a palmo en los países capitalistas las libertades demo*
cráticas burguesas, contra las que atenían el fascismo y la reac
ción burguesa, porque esto está inspirado en los intereses de
ia lucha de clases del proletariado."
"Pero los pequeños partidos comunistas no agregarán nada
con su participación al frente único que el partido laborista no
realice" dicen, por ejemplo, l o s jefes laboristas en Inglaterra.
Recordadles que ios jefes socialdemócratas austríacos decían
lo mismo del pequeño partido comunista austriirn ,v
demostraron los acontecimientos? No fue la socialdemocracia
jjEL FASCISMO Y TAREAS B E IA IC 173
CONCLUSIÓN
China
Hay quien piensa que puesto que en China, en una parte
considerable del territorio del país, ya ha triunfado la revolu-
ción soviética y se ha agudizado extraordinariamente la lucha
de clases, el problema del frente popular antimperialista no
encierra ya ninguna importancia, o no encierra una importan
cia singular. Esto es un grave error. Los hechos dicen precisa
mente lo contrario. Los hechos han indicado e indican clara-
mente que en la China actual el problema del frente popular
antimperialista encierra una importancia no sólo primordial,
sino más bien diría decisiva.
Esto se explica por el hecho de que China está atravesando
una crisis nacional sin precedente. Esta crisis nacional sin pre
cedente ha sido provocada, en primer término, por la creciente
expansión militar, política y económica del imperialismo japo
nés y por la traición nacional sin paralelo, ignominiosa, del
Kuomintang. Durante el tiempo transcurrido desde los acon
tecimientos de Manchuria (1931), es decir, en menos de cuatro
años, casi la mitad del territorio chino se halla en parte ocu
pado por el imperialismo japonés y en parte de hecho bajo el
talón de hierro de la soldadesca del Japón.
Después de la Manchuria, Jehol; después de Jehol, la zona
TACTICA DE LOS PC E N LOS P A ÍSE S COLONIALES 253
Brasil
India
Países árabes
Ya he indicado más arriba que la tarea de los comunistas hin
dúes es ensanchar y acaudillar la lucha antimperialista. Esto
se refiere también a los demás países coloniales y semicoIonja,
les. Señalaré solamente la tarea complementaria que tienen
ante sí los comunistas de los países árabes.
El asunto está en que los imperialistas internacionales, en
interés de su política de rapiña, han desmembrado Arabia
en diversos trozos, levantando fronteras artificiales. Pero, anij.
que los distintos países del Oriente árabe se hallen bajo e¡
poder de diversas potencias imperialistas, todos ellos están
unidos entre sí porque comparten la situación geográfica, pQr
la comunidad de lengua, de historia, en fin, de tradiciones
revolucionarias.
De aquí se desprende que los comunistas árabes, laborando
por Ja creación de un frente popular antimperialista en cada
uno de estos países, deben al mismo tiempo aunar sus esfuer
zos para lograr la coordinación de la lucha antimperialista en
todos estos países, establecer un frente popular antimperialis-
ta que abarque toda Arabia. Los comunistas árabes deben
elaborar un programa de reivindicaciones que pueda servir
de plataforma que unifique todas las fuerzas antimperialistas
de los países árabes.
Creo que, teniendo en cuenta la experiencia de China, del
Brasil y de otros países, nuestros camaradas de los restantes
países coloniales y semicoloniales sabrán sacar las conclusio
nes tácticas que les convienen, de acuerdo con las condiciones
concretas de su lucha.
1
T Á C T IC A D E L O S P C E N L O S P A Í S E S C O L O N IA L E S 283
E l e m p u je d e l fa s c is m o , p r in c ip a l in s tig a d o r d e g u e r ra
rra victoriosa del fascismo alemán? Una guerra sem ejante sig
nificaría el fin de Ja independencia nacional para los checos,
los lituanos y las demás pequeñas nacionalidades del Báltico,
para los polacos, para los holandeses, para los belgas. Esto lo
comprenden todos los pueblos de Europa, y la prueba de ello
es el entusiasmo con que esos pueblos amenazados en su inde
pendencia nacional por el nacionalsocialismo saludan la inter
vención, cada vez más activa y con mayor autoridad, de la
Unión Soviética en la política europea; porque la actividad
política internacional de la Unión Soviética cierra el paso a
la ofensiva de los fascistas alemanes.
Al concentrar el fuego de nuestra lucha en el principal ene
migo de la paz, en el fascismo alemán —lo cual no nos impide
realizar una lucha intransigente contra "nuestro" imperialis
mo y contra los partidos de guerra extremistas en los países
capitalistas que están ligados al fascismo alemán—, cum plim os
con nuestro papel de defensores irreductibles de todas las li
bertades y conquistas de la clase obrera y de los trabajadores,
y defendemos las libertades nacionales.
La posición de la socialdemocracia
El estado de confusión y de disgregación interior en el que
se halla la socialdemocracia se manifiesta particularmente
en lo referente a la actitud del partido socialdemócrata frente
a los problemas de la guerra. Los partidos socialdemócratas,
que hace unos años todavía tenían una posición que, aunque
imprecisa, era contraria a la defensa de la patria, y hablaban
de ciertas acciones de masas en caso de guerra, han comenzado
p
338 ERCOLI [PA L M IR O TOGLIAt.
El movimiento pacifista
En e! movimiento pacifista observamos también una diferen
ciación muy interesante. La conciencia del horror de la gue
rra que preparan los capitalistas, los fascistas, provoca la opo
sición a la guerra sobre un terreno pacifista, entre capas cada
vez más importantes. El Plebiscito de la Paz, organizado en
Inglaterra por la Liga de Amigos de la Sociedad de Naciones,
y en el que han tomado parte once millones de personas, o sea,
más de la mitad de la población adulta del país, es un ejemplo
claro de la amplitud formidable de la corriente pacifista entre
las masas. La enorme mayoría de los participantes en este
plebiscito no solamente han expresado su odio a la guerra,
sino también su deseo de que los instigadores de la guerra y
los agresores sean combatidos con medios eficaces. Las aspira
ciones de esta masa pacifista las comprendemos y apreciamos
de manera acertada nosotros, obreros revolucionarios, aunque
algunas veces se expresan todavía en forma ingenua y política
mente falsa.
Nuestro sitio está al lado de esas masas para explicarles lo
que ellas no comprenden todavía, para ayudarlas, al mismo
tiempo, a luchar por la realización de todo lo que hay de pro
fundamente justo y humano en sus aspiraciones de paz. Esto
es tanto más necesario, cuanto que no estamos absolutamente
seguros del camino que puedan seguir en el porvenir las ma
sas pacifistas. Si establecen una ligazón con la clase obrera y
su vanguardia, podrán formar una barrera formidable contra
la guerra, una barrera formidable contra los instigadores de la
guerra. En el caso contrario, las ilusiones pacifistas que domi
nan todavía entre esas masas pueden llevarlas a tomar posi
ciones que, en lugar de impedir la guerra, sean utilizadas en
beneficio de sus intereses por los instigadores de una nueva
guerra imperialista. ¿Es que los jefes del nacionalsocialismo
alemán no recurren en su frenética campaña de guerra a la
mentira de la demagogia "pacifista”? ¿Es que en el campo del
pacifismo no existe una corriente alimentada en parte por gen
tes ilusionadas, y en parte también por elementos contrarre
volucionarios y renegados del comunismo, que bajo el manto
de querer "justicia" también para Alemania aportan, de hecho,
ayuda a la propaganda de guerra del fascismo alemán?
Debemos, pues, penetrar en las masas pacifistas y realizar
en su seno un amplio trabajo de esclarecimiento, empleando
las formas de organización y de acción adaptadas a la concien
cia de esas masas y que puedan moverlas a dar los primeros
pasos en una lucha efectiva contra la guerra y contra el capita
lismo. Debemos tener en cuenta siempre dos cosas.* la primera
es que la organización de las masas pacifistas no puede ni
debe ser una organización comunista; la segunda, que al traba-
340 ¡EROOLI [PALMIRO TOGLi
‘
jar en esta organización, los comunistas no deben nun
nunciar a explicar con la mayor paciencia y tenacidad su ? íe
de vista sobre todos los problemas que se presentan t(>
lucha contra la guerra. er>
Así es como se podrá liberar a los pacifistas de buen.
de la influencia de las ilusiones y de las concepciones ¿| fe
y descubrir a esos pacifistas hipócritas que con su pol£t^&
enmascaran la preparación de la guerra. Desgraciadamente 1Cí
muchos casos, tenemos que confesar que nuestros cámara 1er1
siguen una línea opuesta. Por un lado se dedican a dar a iS
organización de las masas pacifistas el carácter de una or
nización comunista. Por otro lado, descuidan su deber, q,,
el de hacer propaganda de nuestras justas posiciones*Jenf
tas en la cuestión de la lucha contra la guerra. Es necesa^'
que se corrijan estos dos errores. 10
1. E L T R IU N F O DEL S O C IA L IS M O E N LA U RSS
^c^ií^'^encedo^^rf
cés sa*¿o vencedor de ^ 0 * ? mundo: F™ c“ * EJ pueblo f r ^
la mas grande cíe ias guerras que regis
tra la historia. En cambio, los pueblos de nuestro país fueron
v e n c id o s en ella. Como resultado de su victoria, Francia re-
ajusto el mapa de Europa a medida de sus deseos. A nuestro
país se le intento cortar por el patrón de los deseos de Francia
y de sus aliados. Francia impuso Versalles a Alemania; el
jjnperialismo alemán impuso a nuestro país una paz no menos
japaz, la de Brest-Litovsk. Francia, después de la guerra, tenía
la hegemonía de Europa y, con sus aliados, dictaba su voluntad
a los pueblos europeos; nuestro país era un estado aislado del
jiiundo capitalista entero por una alambrada de enemistad.
pero los pueblos de los estados que se consideraban ven
cedores se preguntaban con alarma qué les había dado la victo
ria conseguida por la guerra imperialista. ¿Acaso las masas de
los pueblos de estos países han salido beneficiadas coa las con
tribuciones que el imperialismo de la Entente impuso a varias
Generaciones del pueblo alemán? ¿Acaso las reservas de oro
acumuladas en lo s sótanos de los bancos nacionales de estos
naíses preservaron del déficit a los presupuestos dei estado?
fa victoria de las urnas de la Entente dio como fruto Versa
les Versalles dio al pueblo alemán el fascismo, el fascismo
Semán da al pueblo francés la preparación desenfrenada de
nfra «nierra, que vuelve a amenazar, como en vísperas de 1914,
„or ínial, al pueblo francés y alemán. En cambio, la antigua
Rusia°atrasada —o b je to de los apetitos imperialistas, un país
derrotado en la guerra im perialista, extenuado por la guerra
civil el país de la paz de Brest-Litovsk— se convirtió, por la
senda del socialismo, en la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas, en el potente país del socialismo triunfante.
Y este triunfo lo obtuvo porque siguió no sólo otro camino
que Francia, sino tam bién otro camino que Alemania. A la
liquidación de Brest-Litovsk, la URSS marchó por el camino
de la revolución proletaria y del socialismo, mientras que el
pueblo alemán rompió el tratado de Versalles por la senda de
]a contrarrevolución burguesa y del fascismo. Tres años hace
que el fascismo desgarra al pueblo alemán; y ¿Qué le ha apor
tado, en vez de la democracia burguesa perdida? ¿El suprimir
los pagos de reparaciones? Los pagos de reparaciones los había
suspendido ya el gobierno de la República de Weimar. Ni uno
solo de los gobiernos de Alemania podía haberlos cumplido,
en ias condiciones de la dura crisis. ¿El triunfo del plebiscito
deJ Sarre? El gobierno de la República de Weimar habría
obtenido mayor cantidad de votos que el fascismo a favor de
(a incorporación del Sarre a Alemania. ¿La restauración del
servicio militar obligatorio? El pueblo alemán pagará con su
p a c ífic a " E I f e b r í l c h o v i n i s m o V la e x p í o
clel éxtasis b é h c o > c u ltiv a d o p o r el fa sc ism o ,'n o llevan
390 d. s. m a n u ij ^
ü^culo^ue aoueílosP
aquellos Selemt^entos CUtra,izar,as' sino
a quienes se * « «ganar
puede “ * *com
• el
pletamente p a r a Ja cau sa del proletariado.
¿ n te rc e r lu g a r, e l ac u erd o histó rico del VIÍ Congreso de
jos soviets so b re el ensancham iento sucesivo de la democracia
proletaria m e d ian te la im plantación del derecho de sufragio
Igual y directo, co n votación secreta, enriquece la teoría de
Mar*' Engels, L enin y S talin sobre la dictadura proletaria con
experiencia c o n c re ta d e su desarrollo, bajo las condiciones
ael triunfo d el socialism o y d e la construcción de la sociedad
socialista sin clases. Con ellos, no sólo se introduce una enor-
* e aportación a la te o ría de la dictadura del proletariado,
Í mo que adem ás s e b r in d a a los partidos comunistas de los
Líses capitalistas u n a rm a p o d ero sa p a ra su lucha contra el
fascismo. Hoy, ya no b a s ta con co n trap o n er la dictadura del
roletariado a la d ic ta d u ra de la burguesía, bajo su form a fas-
S ta y bajo la fo rm a d e la d em o cracia burguesa.
HoY los comunistas deben actuar como los únicos defen-
res de la verdadera democracia popular, de la democracia
VíaJista, garantizada por el sufragio igual, directo y secreto
¡as condiciones del socialism o y de la dictadura del pro-
iiariado. Y esto seguirá reforzando nuestra influencia entre
niiellas masas socialdemócratas que hasta ahora se asustaban
la dictadura proletaria y se colocaban al lado de la demo
cracia burguesa, sin darse cuenta de que bajo el manto de la
^modada burguesa ib a n madurando las sombrías fuerzas
¿accionarias de la dictadura fascista. De otro lado, el desplie
gue ulterior de la democracia proletaria en la URSS facilita a
jos comunistas el acceso a aquellas capas trabajadoras que,
¡^esperadas de la democracia burguesa, no veían el camino
revolucionario hacia una form a m ás alta de democracia, la
democracia soviética, y se convertían en víctimas de la demago
gia fascista, que Ies im ponía un régimen de violencia brutal
« de supresión de todos los derechos y libertades.
En cuarto lugar, aumentan el papel y la significación de la
URSS como baluarte de la libertad de los pueblos. Poniendo
je manifiesto ante los pueblos un ejem plo vivo y palmario de
la nueva democracia socialista, indiscutiblemente unida al des
arrollo de la dictadura proletaria, y contraponiendo esa demo
cracia socialista a la dictadura terrorista de la burguesía en
que se transforma la corrompida democracia burguesa, los
comunistas deben movilizar a las masas del pueblo a la lucha
contra todas Jas formas de la dictadura burguesa, v en primer
Jugar contra el fascismo. AI m ism o tiempo mediante la expe
riencia concreta de la democracia socialista, la URSS ejerce
ma influeDoa «obre la movilización de las fuerais antifascis
tas, tanto dentro de los países capitalistas como en la pales
tra internacional, ahondando la contradicción entre el partido
396 D. S .
^ J jM já o n e s J S tr o ° d r io s ^ ’st^ L p a í^ s.^ r ^ r n á c to n e s^
los pueblos y los estados cuya independencia se ve amenazada
o0r Ia guerra, Son incluso los gobiernos burgueses dc grandes
¡Jaí$es imperialistas no Interesados, hoy día, en la guerra. Sean
diales fueran sus motivos, esto tiene, hoy día, una importancia
secundaría.
¿poyándose en la URSS, el proletariado debe crear en cada
un extensísimo frente popular para la lucha contra la
ierra y unificar a las más extensas masas del pueblo en un
fJente único contra los instigadores de Ja guerra, Pero esto
ice de los comunistas, en lugar de los viejos procedimientos
a tipo artesano encaminados a desarrollar campañas anti-
¿^licas aisladas y de corta duración, una lucha extensísima y
^rdinada contra la guerra, en la que sobre la base de la
lítica de pa2 de la URSS se enrolen todas las fuerzas anti-
uálicas, lo m ismo sobre un plano nacional que sobre un
laño internacional y combinando todas las diversas fuerzas
facción'* manifestaciones en las calles, intervenciones en el
rlamento, convocaciones de conferencias internacionales de
iteraciones obreras, creación de una densa red de comités
tibélicos, etc. Ahora, no basta disparar con el viejo fusil
íf1 chispa pequeñas campañas en defensa de la paz, cuando
i c com unistas pueden poner en marcha los tanques de exten
sísimos movimientos populares contra la amenaza de la guerra
masques (Brasil) *
Camaradas: el periodo que separa al V I del V II C o n g _ _
la Internacional Comunista marca una etapa histórica
portante en el movimiento revolucionario del Brasil. ',®'
este período, al mismo tiempo que la situación económP1***
política del país devenía cada vez más aguda, nuestro nai? >
ha dado los primeros pasos en su formación como vaneva .
revolucionaria del proletariado.
A partir de 1929, la lucha de los imperialistas para aseo,,
su monopolio sobre el Brasil y, en conexión con esta liichai
conflictos entre las organizaciones políticas feudales y burm
sas han revestido un carácter cada vez más agudo, engendj
do la escisión de los antiguos partidos y llegando hasta la iJ ? -
armada entre estos partidos (en octubre de 1930, y después
julio de 1932), lucha que alcanza actualmente su punto culi?
nante y que revela: 1 ] una marcada disgregación en el
de las clases dominantes y sus partidos; 2 ] la im posibiiS
cada vez más marcada para el imperialismo y sus agentes |T
cales de perpetuar su dominación con ayuda de los antig^
métodos,
El período que separa al VI del VII Congresos se ha cara,
terizado también por el desarrollo del movimiento populara
masas: en 1929 ha habido 20 000 huelguistas; en 1931, este ¡J
mero subió a 300 000, y a comienzos de 1935 se contaban v
más de ud millón. Pero lo que caracteriza las huelgas no ¡¡!
solamente el número creciente de los huelguistas. Su nivel p0u.
tico y de organización se elevan cada vez más, al mismo tiempo"
que se refuerzan los lazos que las unen entre sí (huelgas intcr.
imperialistas sostenidas por las masas populares en Bahía, R¡0
de Janeiro, Niteroy, Belo Horizonte; huelgas políticas de masas
contra el fascismo y los decretos-ley del gobierno de Vargas^
huelgas por la legalidad de los sindicatos revolucionarios y de¡
partido comunista en Río de Janeiro y en Niteroy). El movj.
miento de la pequeña burguesía de las ciudades se pone de nue-
vo en ebullición después de la ligera calma que siguió a la <fc
rrota de la marcha heroica de la columna de los insurgentes
Prestís a la cabeza, columna que realizó un recorrido de 2500}
kilómetros a través del Brasil. En las estepas del noroeste
nace un movimiento campesino que crea sus destacamentos
de guerrilleros. A medida que el movimiento de las masas %
* Intervención en la discusión de) informe de Picclc pronunciada rt
28 de julio de 1935. I
jrAKOUKS ( brasil )
onavia en la q u e n u e s t r o p a r t i d o e j e r c ió u n a g r a n in f lu e n c ia
que se tra n s fo rm ó d e s p u é s e n u n v a s to m o v im ie n to d e l puc*
lio contra el g o b ie rn o d e M a c h a d o . D e b id o a s u d e b ilid a d id e o
lógica y política* e l p a r t i d o c o m u n is ta n o h a p o d id o d e s e m p e
ñar el papel d irig e n te e n la s lu c h a s q u e é l m is m o h a b ía p r e p a
rado y d e sen c ad en a d o . D u r a n te l a h u e lg a , e l p a r ti d o p r o p u s o a
¡‘lS masas r e a n u d a r e l t r a b a j o y r e t i r a r la c o n s ig n a d e " ¡A b ajo
¿lachadoI" q u e é l m is m o h a b í a la n z a d o . E l c o m ité c e n tr a l
tomó esta d isp o s ic ió n p o r q u e p e n s a b a q u e la h u e lg a g e n e r a l
oo cs m ás q u e u n a y u x ta p o s ic ió n d e la s h u e lg a s e c o n ó m ic a s,
es decir, q u e s u b e s tim a b a s u sig n ific a c ió n p o lític a . E s ta f a lta
del partido fu e c o r r e g id a p o r la s m a s a s q u e n o q u is ie ro n c e s a r
cn la huelga v ic to rio s a , l a c u a l d e b ía d e r r ib a r a M a c h a d o y
que fue a c o m p a ñ a d a d e a c to s e s p o n tá n e o s d e v en g a n z a p o p u
lar. Es p o r e s to p o r lo q u e , a p e s a r d e la e n v e r g a d u r a d e l m o v i
miento en e l q u e to m a r o n p a r t e 850 000 o b r e r o s , e s tu d ia n te s ,
pequeñoburgueses, e tc ., e l p a r ti d o a b c — p a r tid o re a c c io n a rio ,
cuya base so c ial e s tá c o m p u e s ta e s p e c ia lm e n te p o r la p e q u e ñ a
burguesía y q u e s u f r e l a in flu e n c ia d e la b u r g u e s ía c o m p ra d o ra
española, d ir e c ta y e s tr e c h a m e n te lig a d a a l im p e ria lism o — h a
conseguido, d u r a n te e s ta h u e lg a , a d q u i r i r u n a g r a n in flu e n c ia
que le ay u d ó a to m a r e l p o d e r y e s ta b le c e r e l g o b ie rn o b a jo
su hegem onía.
La h u elg a d e a g o s to fu e e l p r e lu d io d e g ra n d e s b a ta lla s . D e
agosto a d ic ie m b re d e 1933, e l m o v im ie n to d e h u e lg a s a d q u irió
una fo rm id ab le a m p litu d y s e e x te n d ió a to d a s la s r a m a s d e la
industria, a to d a s la s p ro v in c ia s , e in c lu s o a lo s rin c o n e s m á s
apartados d e l p a ís . E s te m o v im ie n to d e h u e lg a s h a en g lo b ad o
a más d e 375 000 o b r e r o s , d e c id id o s a d e fe n d e r su s re iv in d ic a
ciones v ita le s.
E l p u n to c u lm in a n te d e e s ta s h u e lg a s h a sid o la o cu p a ció n
por los o b re ro s d e u n c ie r to n ú m e ro d e re fin e ría s d e a z ú c a r
p erten ecien tes a lo s t r u s t im p e ria lis ta s y la cre ació n p o r e sto s
obreros d e d e s ta c a m e n to s d e g u a rd ia s ro ja s .
En estas grandes batallas se ha forjado y crecido la organiza
ción sindical revolucionaria única: la Confederación Nacional
Obrera de Cuba, que ha llegado a ser una potente organización
sindical de masas, la cual, cn su IV Congreso de enero de 1934,
tenia 2 000 delegados representando a 426 000 obreros, es decir,
la mayoría del proletariado. Se ha constituido un sindicato
nacional de obreros de la industria del azúcar que ha llegado
a ser una organización con 5 000 adherentes con numerosas
células cn las empresas. El partido comunista, que ha dirigido
y apoyado estas luchas, lia llegado a ser una organización con
5 000 adherentes», poseyendo células cn centenares de empresas.
Pero, a pesar de esta am plitud del m ovim iento huelguístico
del proletariado cn el que e l papel dirigente corresponde al
partido, la lucha en el cam po continúa siendo débil durante
4 10 INTERVENCIONES DE DELEGADOS LATINO*^
to d o e s te p e r ío d o y c o n s e r v a d o s u c a r á c te r espontán* ^
so la m e n te e n la s e g u n d a m ita d d e l a ñ o 1934, cuand ^
re c id o in d ic io s d e p r o g r e s o s .
D u ra n te to d a s e s ta s b a ta lla s , e l p ro le ta ria d o ha n •
u n a c ie r ta m e d id a , d e f in ir s e c o m o c lase , o rg a n iz a rse ^ ,
s u p a r tid o p o lític o d e c la s e , s u p a r t i d o d e m asas. Pei-r?,5^
y o r f a lta d e l p a r ti d o h a s id o e l o p o n e r
in te re s e s d e la c la s e d e l p r o le t a r ia d o a los intereses £
lu c h a p o r l a lib e r a c ió n n a c io n a l, a la s ta re a s d e la rev
b u rg u e s a d e m o c r á tic a , d e l a re v o lu c ió n a g ra ria y amí*,
lis ta e n C u b a .
A c a u s a d e e s ta in c o m p r e n s ió n d e s u s ta re a s, el part¡. i
s u p o d is tin g u ir e n t r e e l c a m p o nacional-revolucionario ^
c a m p o f e u d a l'im p e r ia lis ta c o n tra rr e v o lu c io n a rio . Esto es i? 1'
ex p lica la h o s tilid a d h a c ia e l g o b ie r n o G ra u , formado el
se p tie m b re d e 1934, a c a u s a d e l g o lp e d e e sta d o pequeg^V
gués, o p e ra d o p r in c ip a lm e n te p o r lo s e s tu d ia n te s y ios
dos. A quél e r a u n g o b ie rn o n a c io n a l-re fo rm is ta que, aun A
n u n c iá n d o se c o n tra el im p e r ia lis m o , a u n concediendo a ÍJ
o b re ro s los derechos de p a r tic ip a c ió n e n la g estió n de las
tra le s eléctricas y d e la s r e f in e r ía s d e a z ú c a r, vacilaba y estf ■
d isp u e sto a hacer c o n c e s io n e s a l im p e ria lism o . Por eso *
q u e — cu a n d o el ab c c o n tra rr e v o lu c io n a rio q u iso , con su g<¡¡
d e e s ta d o d el 8 d e n o v ie m b re d e 1933, d e r r ib a r a l gobierno^
G rau y d esp u és, c u a n d o e n e n e ro de 1934, c o n Mendieta y
tista , c o m a n d a n te en je fe d el ejército, co n sig u ió derribar'
G rau — el pc, con su "neutralidad" en lo q u e re s p e c ta a la lnci
de estos dos g ru p o s, fa c ilitó o b je tiv a m e n te la llegada al
del g obierno re a c c io n a rio a c tu a l. E s to e s lo q u e explica tan,
bién el hecho d e q u e el p a r tid o c o m u n is ta h a y a calificado in
ju sta m e n te de p a rtid o “fa s c is ta ” a l P a r tid o Revolucionario
baño, org an izació n n a c io n a l-re fo rm ista c o n G ra u al frente,*
h a s ta a la Jo v e n C uba, o rg a n iz a c ió n nacional-revolucionaria
dirigida p o r G u iteras.
T oda e sta lín e a e rró n e a d e l p a r tid o le h a im p ed id o extej.
d e r y re fo rz a r su in flu e n cia e n tre la s m a s a s . E l p a rtid o couú,
n ista cubano, a p a r tir d e la IV S esió n p le n a r ia d e su cc cele,
b ra d a el 28 de fe b re ro d e 1934, h a p la n te a d o la cuestión del
fre n te único. P ero h a p ro p u e sto el fre n te ú n ic o solamente a
la Joven Cuba, en lu g a r de h a c e r la m is m a p ro p o sició n a la
organización de G rau, que p o see u n a e n o rm e in fu en cia entre
las m asas de la p eq u e ñ a b u rg u esía , de los o b re ro s y de los
negros.
E l F re n te nacional rev o lu cio n ario n o h a sid o constituido
Las fuerzas q u e te n d ían al m ism o fin e s ta b a n d isp e rsas Por
e s to fracasó la huelga de 1935. Al m ism o tiem p o , los ataques
del p a rtid o c o n tra e l nacio n al-refo rm ism o y c o n tra el nacional,
revolucionarism o, así com o c o n tra el g o b ie rn o d e traición
r ENÉ (C O L O M B IA )
Mendieta-Batista, repetían de hecho las faltas cometidas en
agosto de 1933; objetivam ente, impedían el derrocamiento de
este último.
El gobierno de M endieta desencadeno un terror feroz contra
los huelguistas. Jamás Cuba había asistido a una represión
tan salvaje. Obreros, estudiantes, comunistas, grauristas, hin-
teristas, eran asesinados en las calles. Solamente en La Habana
se hicieron 5 000 detenciones en tres días. Todas las organiza
ciones obreras, estudiantiles, sindicales, grauistas, guiteristas,
comunistas, etc., fueron declaradas ilegales. Algunos días des
pués, fueron fusilados Guiteras y Aposte, el lugarteniente de
Sandino. Decenas de obreros fueron condenados a treinta años
de prisión, varios revolucionarios fueron ejecutados. El terror
más implacable fu e desencadenado contra los obreros.
A pesar de todo, el Partido Comunista de Cuba ha hecho
en estos últim os tiem pos serios progresos hada la línea justa.
Toda la actividad del partido demuestra que se orienta resuel
ta y enérgicamente hacia la creación del frente único con el
apoyo de las grandes masas.
b e n é ( Colombia ) *
büeno (Cuba) *
l ,vceRD'' ( Brasil ) *
Diablo” DÍ° S" para luciiar contra las "fuerzas dcl mal
^ Según las últimas informaciones recibidas, el gobierno ha
^encadenado la ofensiva. En Río de Janeiro, Minas, Ccará,
gjo Grande, Sao Paulo, han sido prohibidas las reuniones de
j3 ALN'. En sus locales son operados registros, han asaltado los
sindicatos por las fuerzas de la policía. Las reuniones del con-
' eSo de los jóvenes son prohibidas. Los obreros, estudiantes
y adherentes del frente popular que se han encontrado en estos
incales o distribuyendo los manifiestos de la aln o del partido,
o0 detenidos y golpeados. El 14 de junio, el gobierno ha de
clarado a la a l n fuera de la ley. La policía ha irrumpido en to
jos sus locales, los ha saqueado y han sido cerrados.
pero las masas se preparan a la contraofensiva. Protestas
contra estas medidas bárbaras del gobierno llegan de todos
,oS puntos del país. La aln y el pc invitan a huelgas de protes
ta La Federación de los Ferroviarios hace saber que al golpe
de estado del terror blanco responderá con la huelga general.
Millares de personas asisten a las reuniones donde intervienen
Jos oradores de la alianza, a pesar de las prohibiciones y de las
amenazas de la policía.
‘ En Sao Paulo, más de 2 000 obreros y adherentes del frente
nacional se han manifestado contra las atrocidades policiacas
v afrontan heroicamente los gases lacrimógenos y las balas de
ía policía. En el norte, las masas populares de Maranháo no ha
cen caso del decreto del gobierno y defienden la existencia
legal de la aln . Todo esto indica que batallas muy importantes
se libran en este momento en el Brasil.
Las masas del pueblo brasileño, el Frente Nacional Unido,
el proletariado revolucionario y su partido, el PC del Brasil,
sabrán desencadenar la lucha ofensiva y marchar, a pesar de
la represión desencadenada, a las luchas decisivas por el
pan, la tierra y la libertad, por el poder a la Alianza de Libera
ción Nacional.
torres (Argentina) *
Durante los últimos 7 años, es decir, el período marcado por
la profunda crisis económica, grandes e importantes cambios
se han producido en Argentina.
Este período es marcado especialmente por el paso acele
rado en la Argentina de la situación de país independiente
a la dc una semicolonia.
La parte reaccionaria de la burguesía y la aristocracia lati*
con quo las organ izaciones obreras (in clu so algunas que -
m es antes saboteaban e l frente ú n ico) respondieron a la agr
siún de Calles, realizando la unidad de acción y preparando^
a la defen sa, indica el grado de m adurez y la voluntad de lurk6
d e las m asas con tra lo s op resores dcl pueblo. a
Al c o n stitu ir se el C om ité de D efensa Proletaria, grupos ,1
e stu d ia n te s y o tro s en viaron su ad h esión , y las organización 6
c a m p esin a s in iciaron p lá tic a s para form ar el frente ún>vS
ca m p esin o . E sto in d ica q ue la situ ación estab a m adura, no sñi°
para el fren te ú n ico d el p roletariado, sin o tam bién para el frJ.0
te popu lar co n tra el im p eria lism o.
P ero n u e str o p a rtid o n o v e ía en to n ces el problem a del frem
p opu lar. N o co m p ren d ía q u e la s con d icion es del país y ]a ..
d ob lada o p resió n d el im p erialism o, e l carácter de la revoi£*
ció n , su s tareas d e lib era ció n n acion al y las fuerzas de ch
que d eb en p a rticip a r en ella s en su prim era etapa funclartie
ta lm en te a n tim p eria lista , im p on en la táctica del frente popui
co m o el elem en to b á sic o d e n u estra lín ea política. El partid
tenía una lín ea falsa. 0
E sta lín ea fa lsa n o s im p id ió ver las con d icion es tan faVo.
rab ies q u e la nueva situ a c ió n p olítica d el p aís, desde la toma
de p o se sió n del p r e sid e n te C árdenas, a fines de 1934, nos ofre.
cía para d esarrollar un v a sto m o v im ien to popular contra el
im p eria lism o . Y en ju n io , cuando sob revin o el choque entre
C alles y C árdenas, cu and o Cárdenas rechazó las declaraciones
d e C alles p ronu nciánd ose contra su s p ro p ó sito s reaccionarios
y p or el d erech o de huelga, n o so tro s n o vim os m ás que la ln.
ch a fraccional p or rivalidades de in tereses económ icos entre
d os cam arillas burguesas-terratenientes y discrepancias sobre
los m éto d o s m ás adecuados para liquidar las luchas de las
m asas y tranquilizar el país, en b en eficio d el capital extran-
je r o y de su s aliados nacionales. C olocam os a Cárdenas en el
m ism o plano que a Calles y nos lim itam os a decir a las masas:
“ni con C alles ni con C árdenas’’ y afirm ar que los dos estaban
contra el proletariado. ^
E sta posición era errónea.
La pugna entre las fracciones callistas y cardenistas, que
culm inó con el choque de junio, tiene su origen en la política
del gobierno de Cárdenas, que ha tom ado una serie de medidas
nacional-reform istas para restringir, aunque tím idam ente, la
explotación del país por los im perialism os: ha anulado algunas
concesiones legales, revisando las tarifas de luz y energía clcc
tricas, fom entado cooperativas m ineras y de electricidad, na
cionalizado los seguros, elevado el im puesto sobre la plata, etc.
A la vez. Cárdenas ha am pliado la política de dotación de tie
rras y créditos a los cam pesinos, sobre la base de las reformas
de 1917, y ha otorgado cierta tolerancia al m ovim iento huel
gu ístico y al m ovim iento obrero en general —incluso al par-
sgRRANO [Hl-RNAN I.ADOKl>R| (MÚX!CO)
•jo com u nista, cjuc d isp on e ¡ilm n
Leal después dc 5 a n o s de ilegalidad m argcu dc acción
Cárdenas vacila, titub ea, altera su s m ed id as nacional-rc-ror
pistas y su s c o n c e sio n e s a ias m a sa s con m u y serias c o n c c s i£
‘cS al im perialism o; p ero c o n tod o, la p o lític a d e Cárdenas
tornada en su co n ju n to , e s a lg o n u ev o y algo d iferen te de lo
ue quisiera C alles.
^ Qué e s en realidad e l ca rd en ism o ?
t iav cn M éxico ____
_________ un , s e c_____
to r. . d e la b u rg u esía n a cion.,1 al que no
,£>dó conform e con la ca p itu la ció n d e C alles a n te el im peria-
M / x v i m i n i rr~* í»
i' rno y qu e se h a v is to refo rza d o p o r n u e v o s g r u p o s Kburgue-
1 C — .._ v w J „ n r M lM A C l t t-m 1
!isn
IS desarrollados ap enas d u ran te lo s a ñ o s d e la c r isis, a favor
A c o n d ic io n e s p rop icias: la r e d u c c ió n d e la s im p o r ta c io n e s
Ae las in version es de ca p ita l e x tra n jero , la e sp e c u la c ió n con
m o n e d a n acion al, etc. E sto s g ru p o s c o n tr o la n a lg u n a s ram as
L
Ja la
ja industria
J U U U » « * a de
U V - tran
u a u osfow irm i u uavció
. v ,n. yj n e g o c io s c o m^e r c ia le s y
*_______ t» 1___A T i r t
.
rícolas*
invadidos só lo en p a rte o n o in v a d id o s m a ui nn ., V
y am 2 m ce-
*
idos o a fecta d o s p o r la p resió n d el c a p ita l e x tr a n je r o . La
na: ia de C árdenas co n tra C alles e s, e n el fo n d o , la r e siste n c ia
sector b u rg u és n a cio n a l-refo rm ista c o n tr a la p r e sió n redo-
“hlada del j - í im p eria lism o , ^q- ue .,.0 cse
o <a11pi rony/ oa f-n
en llo o es tte e rrrraatte
e nniie e nn ttee ss V
y
millonarios ca llista s, y q u e e stá a b so r b ie n d o in c lu s o ram as
dc la industria de tra n sfo rm a ció n a n te s resei*vadas a la b u r g u e
sía nacional.
Esto es lo q u e n o so tr o s n o v e ía m o s. N o v e ía m o s ta m p o co
que los "nuevos m é to d o s ” y las " m an iob ras d e iz q u ie r d a ” de
Cárdenas so n en g r a n p a r te c o n c e sio n e s q u e el nacional-refor-
mismo burgués, fa lto d e fu erza p ro p ia p o r la p eq u eñ ez y d e
bilidad de la in d u stria en M éxico, e stá o b lig a d o a h a cer a las
masas trab ajad oras y p eq u eñ o b u rg u esa s para asegu rarse su
apoyo. N o v eía m o s, p o r ú ltim o , q u e la b a se d e m asas del
cardenismo, reforzada y am p liad a, ú ltim a m e n te in clu ye sin
duda sectores n acion al-revolu cion arios qu e han segu id o a Cár
denas porque, a d v irtien d o su p o sició n an te la d erech a reaccio
naria, han creído ver en él un líd er de la lu ch a a n tim p erialista.
La fuente de e sto s errores os en parte el p len o de iu lio de
1929. En ese pleno, n u estro c o m ité cen tral rom p ió resuelta
mente con cl pasado o p ortu n ista del partido, qu e durante m u
cho tiem po fue a la cola de O bregón y Calles; p ero nos colocó
en el otro extrem o considerando q u e la b urguesía nacional en
su con junto y sus aliados peq ueñobu rgu eses habían capitulado
definitivam ente ante el im perialism o. Para evitar este error
nos hubiera bastado no olvidar las tesis co lo n ia les del Y7 Con
greso, qu e dicen que la capitulación de la burguesía de las
colonias y sem icolonias ante el im p erialism o "no" es definitiva
en tanto que el peligro de una revolución de cla se de Jas ma
sas no aparece de un m odo directo y am enazador".
Las orientaciones del pleno de ju lio de 1929 n os condujeron
432 INTERVENCIONES DE DELEGADOS LATINOAMERICANOS
a una posición sectaria, puramente negativa ante las reformas
de ¡917, en vigor todavía (com o la dotación de tierras y el
crédito a los campesinos, ciertas garantías dem ocráticas al pro-
letaríado, derecho de organización y de huelga, etc.). B e aquí
viene una serie de errores del partido ante la Ley Federal dcl
Trabajo, ante la lucha entre el gobierno y la Iglesia, ante el
programa de "educación socialista” del p n r , etc. D e aquí viene
también nuestra estimación falsa del Plan "sexenal", el progra
ma de gobierno del p n r adoptado en su C onvención de Queré-
taro a fines de 1933. Considerábamos el Plan com o un progra
ma de fascistización del país. Subrayábam os las cláusulas im
puestas por la derecha reaccionaria callista y que tienden a
reforzar el dominio yanqui en M éxico, a adaptar m ejor la pro
ducción de materias primas a las necesidades de la industria
extranjera, a ampliar el m ercado nacional para los productos
industriales extranjeros, a "organizar la econom ía" con la "in
tervención del estado" en beneficio de los m on op olios y de las
empresas imperialistas y a som eter las organizaciones obreras
al control del estado. Pero pasábam os p or alto lo s aspectos
nacional-reformistas del Plan, que prolongan las reform as de
1917 y tratan tímidamente de extender algunas dc ellas,
Todo esto explica que las masas no nos com prendían cuan
do gritábamos contra el p n r y contra los gobiernos, acusándo
los de "contrarrevolucionarios”, "lacayos del im perialism o”,
etc., y que el p n r haya logrado conservar una gran base de
masas, no obstante su colaboración in d iscu tib le con el im
perialismo, en tanto que nosotros, con nuestras sonoras consig
nas sobre la revolución agraria y antim perialista, el gobierno
obrero y campesino y el poder dc los soviets, no h em os logrado
ganar sino los sectores m ás avanzados de la clase obrera y
del campesinado.
Esta línea sectaria que por m uchos años nos im pidió apre
ciar el verdadero carácter del partido en el poder nos ha im
pedido ahora apreciar a tiem po las nuevas corrien tes nacio
nal-reformistas en el seno del partido y caracterizar correcta
mente al gobierno de Cárdenas, que acentúa lo s aspectos
nacional-reformistas de su programa. Por e so n o sólo no he
mos concentrado el fuego contra la facción callista reacciona
ria, sino que, considerando el cardenism o com o la "izquierda”
demagógica del p n r, a la que era preciso com batir para sepa
rar las masas, llegamos hasta a caracterizar el gobierno de
Cárdenas como “la principal fuente dei peligro fascista'1.
Éstos han sido nuestros errores esenciales. La consecuencia
política y práctica de estos errores ha sido una táctica falsa,
que nos ha cerrado la perspectiva del m ovim iento popular
antimperialista y nos ha im pedido aprovechar la situación,
excepcionalmente favorable, para acentuar las contradicciones
entre una paite de la burguesía nacional y el im perialism o y
[ H E R N Á N LABOR!*] (MÉXICO) 433
b0riCEs (Chile)
. partido Comunista de C hile señala su com pleto a c u e rd o con
i informe del camarada D im ítro v , y también con la proposi-
J- discutir el proyecto de resolución. Saludam os la bri-
_AK¡w de Van Min que______
C!°ite intervención es una___
preciosa aportación,
«ada en las teorías de Lenin y Stalin, al estu d io de los
blemas que plantea la lucha revolucionaria a los p aíses
P a ja le s y semicoloniales. , .
cn Chile tampoco hay en la hora actual frente u m eo
nular antimperialista. Pero la lucha de m asas contra la dom i
n ió n del capital extranjero tiene profundas raíces en la his-
"0Sn estos'úítim os años, las am plias m asas d e la población
trabajadora, con el proletariado a la cabeza, han tom ado en^i -
tucamente parte en las acciones antim periahstas.
8 Nuestro partido consagra todos sus esfuerzos para la crea
ción del frente único proletario y el estab lecim ien to de la
unidad sindical. Ha reiterado sus proposiciones de frente único
al partido socialdemócrata. A pesar de que é ste haya resp on
dido, desgraciadamente, a nuestras proposiciones de una form a
grosera, se están estableciendo nuevas ligazones entre obreros
comunistas y socialistas. Las enorm es huelgas de esto s últim os
meses (obreros ferroviarios, de los m arinos, de los obreros
harineros, etc.) se han desarrollado bajo el sign o de frente
único. La unidad sindical ha hecho grandes progresos. La con
ferencia nacional de los sindicatos oficiales, la confederación
anarquista del trabajo, la federación de panaderos, la federa
ción de los obreros harineros, la federación reform ista de los
choferes y maquinistas, etc., se han pronunciado por la unidad
sindical. El ultimo congreso de la confederación de los sindi
catos oticiales se ha declarado de acuerdo con la creación de
un comité nacional de unidad, el cual tendrá la m isión de or
ganizar un amplio congreso con el principio determ inado de
crear una central sindical única.
lt0 jC°fp n sa d e ^ V h a c c i ,ó n 4 ° m a s a s c o n t r a la r e a c c i ó n y p o r
(¡J d e f e r is a d l a s l i b e r t a d e s d e m o c r á t i c a s , a c c i ó n q u e l a d ir e c -
,;0íi c e n t r a l CleJ b l o q u e d e i z q u i e r d a n o h a p o d i d o e n m o d o
j„un o c o n t r a r ia r .
9 t i p artid o co m u n ista, q u e h a d ec id id o a filia rse a l b lo q u e de
u i e r d a , lu ch ará p o r la tr a n s fo r m a c ió n d e l b lo q u e d e izq u ie r-
'Zt*en Utt a m p lio fr e n te ú n ic o a n tim p e r ia lis ta , e n u n a a lia n za d e
¿ ila c ió n n acion al, s o b r e e l m o d e lo d e la a lia n za f o r m a d a
' pl B rasil, a lia n za q u e te n g a p o r o b je t o la lu c h a p o r la li
bración nacion al y p o r la s lib e r ta d e s d e m o c r á tic a s .
h o r a c i o (Uruguay) *
Cuando e x a m in a , 447
rtiundial, cuando í? r,robleiT,a guerra tín «1 plano
1p re s ió n cnm s P°ncm os en guardia c o n tra los planes
dC nfa ciue n u estra p a tria socialista, debem os te n e r cn
cuenta que ningún plan bélico de tra sc en d e n c ia p o d rá lio-
vaise noy a cabo sin c o n ta r con la A m érica L atina. E sto s pai-
■eS, poblados por 120 000 000 de seres, son u n a g ran rese rv a
hi|l«ana' con SUS extensas co stas so b re los o céanos Pacifico y
Atlántico y con la llave de las com unicaciones e n tre é sto s,
oresentan un vastísim o red u c to e stra té g ic o -m ilitar, con cl
f{o/o de las existencias m u ndiales de p e tró le o y con su s g ra n
d e explotaciones de salitre, cobre, e sta ñ o cau ch o etc., q u e
fitden poner en pie de g u e rra a m illones d e so ld ad o s y pue-
jjen alim entarlos con sus reserv as in ag o ta b le s de g a n a d o y
:6^ CI0K
I
^ w roM
C O MlTÉ
I T É EJECUT
E JE C U T IV 0
í.(,rií')isUls Sobirc l;' pJ«'».alorina <lo I:, lucha <!t: clases, lo s par-
¡iilos comunistas deben ayudar por todos Jos medios al dev
nrroH° y t<>r taIccinncMiio dc las juventudes comunistas.
5] necesidad vital de arrastrar a! frente único popular
,x las m asas de millones y millones de tnujeres trabajadoras, y
‘ ,1 p rim or térm in o , a las obreras y campesinas trabajadora»,
s¡ii distinción dc su filiación cíe partido ni de su credo reli-
¿foso, exige d e los comunistas una actividad redoblada a fin
d e sa rro lla r un movimiento de masas de las mujeres tra-
bajadoras cn torno a la lucha por sus reivindicaciones c inte
reses vitales y, especialm ente, para luchar contra la carestía
je la vida, la desigualdad de derechos de la mujer y su escla
vización p o r el fascismo, contra los despidos cn masa, por el
aum ento do los salarios, sobre la base dei principio: "a trabajo
igual, sala rio igual", contra cl peligro de la guerra. Es menes
ter ap lic ar flexiblem ente en cada uno de los países y sobre un
plano in tern acio n al las formas más variadas de organización,
para e sta b le ce r un contacto y encauzar la labor conjunta de
las organizaciones femeninas revolucionarias, socialdemócra
tas y progresivas, garantizando la libertad de opinión y de
crítica, sin vacilar ante la creación, alH donde sea necesario,
de organizaciones fem eninas separadas.
6] ¿ o s co m unistas deben luchar por incorporar a las filas
del fren te único del proletariado y del frente popular antifas
cista a las organizaciones cooperativas.
Por p a rte dc los com unistas debe prestarse la ayuda más
activa a las cooperativas cn su lucha por los intereses vítales
de sus socios, especialm ente en la lucha contra la carestía de
la vida, p o r o b te n er créditos, contra la implantación de aran
celes expoliadores y nuevos impuestos, contra la restricción
dc las actividades y contra la destrucción de las cooperativas
por los fascistas, etcétera.
7] f.os com unistas deben tom ar la iniciativa en punto a la
creación con elem entos consecuentes y probados del movi
m iento de frente único dc la autodefensa antifascista dc ma
sas, co n tra los asaltos de fas bandas fascistas.