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Su filosofía aparece como imperativo vital, como verdad que solo se constituye
plenamente como tal al convertirse en vida; y la vida, como experiencia reveladora
de la misma verdad teórica. Kierkegaard descubre la verdad que ha de configurar
el posterior decurso de su existencia y la de todo hombre que quiera alcanzar una
existencia verdaderamente humana.
Estadio estético:
Estadio ético:
Estadio religioso:
Angustia y desesperación:
El hombre es lo que elige ser, aquello que llega a ser. El modo de ser de la
exisencia no es la realidad o la necesidad, sino la posibilidad. La angustia es la
condición interior del sujeto, que precede al paso de un estadio a otro. La angustia
no es la causa de la decisión: ésta es un acto libre del individuo, que empeña todo
su ser en dicho acto. El paso de un estadio a otro no la realiza el individuo
empujado por la angustia. Es un salto que lleva a comprometer su libertad.
Fe y absurdo:
Schopenhauer
El principio de razón suficiente, en su tesis estudia los cuatro modos que pueden
adoptar este principio. Los objetos de las representaciones intuitivas o empíricas
se relacionan mediante conexiones causales, que son reguladas por el P.R.S del
devenir.
En todo el mundo conocido rige, un completa necesidad, todo surge por razón
suficiente y las acciones voluntarias del hombre no escapan de este determinismo.
Este nuevo y radical conocimiento tiene que darse también en una intuición
inmediata. Esta intuición es una intuición introspectiva, en la que sujeto y objeto,
se confunden y en la cual capto el sentimiento, deseo, de aspiraciones y anhelos,
es decir, como voluntad: que se manifiesta y exterioriza en mis actos corporales.
El arte tiene como misión la expresión de estas ideas. Schopenhauer clasifica las
artees según la Idea en:
El arte suprema es la música. Ésta manifiesta la voluntad misma. Este
primer camino es insuficiente, pues sólo nos permite un rechazo momentáneo de
la voluntad.
Una vez que hemos conocido la verdadera y única realidad de todo lo fenoménico,
que es una sola voluntad de vivir: podemos reconocernos como idéntico con todo
lo que nos rodea. Surge así la compasión que supone la negación de mi voluntad
de vivir como voluntad individual, egoísta. La negación de la voluntad de vivir es la
negación de mí mismo, pues yo solo soy voluntad de vivir manifestada. Es el
camino de la aniquilación de mi propio yo, que se realiza con la muerte, detrás de
la cual no hay conciencia, ya que el fenómeno ha desaparecido.