Sei sulla pagina 1di 24

Globalización, maquiladoras e identidades transnacionales en Ciudad Juárez:

perspectivas teóricas1

Dr. Patrick Gun Cuninghame2

1. Introducción

El punto de partida de esta ponencia es la hipótesis que las configuraciones locales y

globales de identidad en Ciudad Juárez están determinadas por los procesos económicos

de la globalización, cuya manifestación principal es la planta de asamblea para

exportación, o sea la maquiladora. Hasta aquí, los estudios sobre las identidades

fronterizas han dado énfasis a los procesos socio-culturales y han considerado mucho

menos la importancia de los procesos económicos en la construcción de las identidades.

Entonces, el objetivo principal de la ponencia es examinar las perspectivas teóricas de un

proyecto de investigación que busca determinar si identidades transnacionales están

surgiendo entre los y las obreros de la maquiladora, debido a los impactos de la

globalización; cuales formas estas identidades transnacionales podrían tomar; y que

podrían ser sus impactos sociales e implicaciones políticas.

La ponencia forma parte de un proyecto de investigación intitulado “Globalización,

maquiladoras e identidades transnacionales en El Paso del Norte”, cuyo objetivo general

es conocer los rasgos de las identidades de las y los trabajadores de la maquiladora a

1
Ponencia para el XXVIII ENCUENTRO RED NACIONAL INVESTIGADORES URBANOS: Dilemas
de la sociedad fronteriza. 22 y 23 de septiembre de 2005, Ciudad Juárez, Chihuahua.
2
Docente-investigador de sociología en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, con doctorado en
sociología de la Universidad de Middlesex, Londres. Contacto: rgun@uacj.mx /
pcuninghame@postmaster.co.uk.

1
partir de un análisis comparativo de las narraciones de sí mismos y verificar si están

emergiendo identidades transnacionales a causa de los impactos de la globalización. En

términos de su impacto potencial sobre la sociedad transfronteriza de El Paso del Norte,

el proyecto quiere contribuir al mejoramiento de la convivencia intercultural y de las

relaciones de género en y entre estas ciudades fronterizas gemelas. El proyecto analiza el

desempeño laboral, el uso del tiempo libre y la convivencia fuera de la maquiladora en el

ámbito familiar para ver si el aprendizaje de lo que Berger llama los “valores gerenciales”

y los “saberes académicos” están determinando la disciplina laboral, la racionalización

del tiempo libre y la diversión tanto como las relaciones de género.3

Los efectos de la globalización sobre la construcción y reconstrucción de las identidades

nacionales y transnacionales de las y los trabajadores de la maquiladora están

relativamente desconocidos. Pero, el entendimiento pleno de estas identidades y de los

procesos que las construyen podría ser la base fundamental de una posible nueva política

cultural del Ayuntamiento de Ciudad Juárez que podría ayudar ha eliminar formas de

racismo y discriminación sobre la base del genero que actualmente siguen prevaleciendo

dentro y afuera del lugar del trabajo, así promoviendo una sociedad intercultural basada

en el respeto y apreciación de las diferencias culturales, étnicas, lingüísticas, de genero y

de orientación sexual.

3
Berger, Peter L. “The desecularization of the world: a global overview”. En: Berger, Peter L. (ed.). The
desecularization of the world. Resurgent religion and world politics. Washington/Grand Rapids: Ethics and
Public Policy Center/Erdmans, 1999; y “Reflections on the Sociology of Religion Today.” Sociology of
Religion, vol. 62, No. 4, 2001. Pp. 425-429. Las traducciones del ingles original son mías, cuando no
indicados de otra manera.

2
Habrá una enfoque especial sobre las obreras fronterizas y sus identidades por que,

primero, formaron hasta recientemente la mayoría de la mano de obra en las

maquiladoras en Ciudad Juárez. Segundo, por que supuestamente “la mujer fronteriza”

es más libre y más independiente que las mujeres en otras partes de México y entonces

representa una actora que pone en practica su subjetividad antagónica frente al tradicional

estereotipo de la mujer mexicana pasiva y sumisa. Tercero, porque han sido las víctimas

principales del feminicidio, hecho sobre todo contra esas mujeres consideradas ser “sin

poder”, es decir indígenas y mestizas de la clase obrera, mujeres migradas de otros

regiones de México. Cuarto y final, porque debido a los efectos socio-políticos de las tres

razones anteriores, forman la mayoría de los activistas de los movimientos sociales y

organizaciones de la sociedad civil en la conurbación transnacional de El Paso del Norte.

Entonces, la hipótesis inicial de la investigación es que los efectos económicos, junto con

los socio-culturales, de la globalización en Ciudad Juárez vienen canalizados,

principalmente pero no exclusivamente, a través de la maquiladora y su modo de

producción. En turno, estos efectos, junto con otros ligados a la migración interna y

externa y a la globalización cultural, están contribuyendo a la formación de identidades

transnacionales de distintos tipos entre los y las trabajadoras de la maquiladora. A su vez,

estas nuevas identidades están contribuyendo a la creación de lo que Biemann llama “un

espacio transnacional”, pero que toma formas y tiene efectos muy distintos en las dos

ciudades.4

4
Biemann, Ursula (ed.). Been there and back to nowhere – on gender in transnational spaces. Berlín:
b_books, 2000; “Performing the border: on gender, transnational bodies and technology”. En: Sadowski-
Smith, Cathy (ed.). Globalization on the line: culture, capital and citizenship at US borders. Nueva York:

3
Para ahondar sobre la perspectiva teórica de la investigación se identifica los principales

discursos y debates entre distintas teorías de la globalización, antes de pasar a los

aspectos mas específicamente relevantes al proyecto: la relación entre globalización

económica y cultural y la formación de identidades transnacionales y híbridas; y la

posición de las maquiladoras en la globalización económica y su influencia sobre la

formación de estas identidades.

2. Teorías de la globalización

Tenemos que ver la globalización como un proceso esencialmente histórico y económico

todavía en fase de emergencia, pero con sus aspectos políticos, sociales y culturales, para

poder analizar mejor su forma actual y prever futuras tendencias en su desarrollo. El

término “globalización” corre el riesgo de ser el grande lugar común de nuestros tiempos,

entonces la critica y clarificación de su definición teórica fundamenta esta sección.

Mientras podemos ver la globalización política en términos del desarrollo histórico de

distintas formas de la globalización hacia el crecimiento actual de la gobernación global y

la supuesta crisis del estado nación, el análisis de la relación actual entre globalización y

sociedades nacionales debe considerar sobretodo los papeles de la migración masiva a

nivel planetario de los ultimas dos décadas y de las fronteras en la promoción y

regularización de la globalización humana. Además, hay que considerar el impacto de la

globalización sobre las culturas nacionales y étnicas desde las perspectivas del

Palgrave Macmillan, 2001. Pp. 99-118: http://www.geobodies.org/video/performing/performtxte.html;


agosto de 2005.

4
transnacionalismo y de la identidad para entender mejor los contracorrientes culturales

de la integración y homogeneización por un lado, y de la resistencia y del particularismo

por otro, donde el papel de las redes de información y comunicación resulta determinante

en este conflicto cultural global incesante. La forma actualmente dominante de la

globalización militarizada, del surgimiento del terrorismo fundamentalista islámica y de

la política de la “guerras preventivas” de los Estados Unidos ha empujado los

movimientos sociales globales altermundistas, unos pocos gobiernos y unos mas

organismos no-gubernamentales nacionales e internacionales a plantear la urgencia de la

democratización de la globalización. Pero, ¿qué exactamente es la globalización

económica y cultural y cuales son sus posibles efectos sobre una sociedad urbana

fronteriza?

Para Beck existe una controversia de base: “A la pregunta de ‘qué es lo que hace avanzar

la globalización’ se ofrecen dos respuestas enfrentadas (y también diferenciadas en sí

mismas). Un grupo de autores subraya la existencia de una ‘lógica’ dominante, mientras

que otro grupo avanza teorías que hacen reconocibles las complejas y multicausales

lógicas de la globalización (...) [Esta] importante controversia teórica hace estallar el

horizonte semántico de la palabra ‘globalización’, pues a menudo ofrece significaciones

contrarios.” Así para Beck se necesita “un pluralismo teórico de valoraciones

económico-social-culturales en el campo temático de la sociología de la globalización

(...) por poner en el centro esta única lógica resaltan una dimensión esencial de la

globalización. El colocar (...) lógicas individuales de la globalización que

5
(aparentemente) se excluyen conduce a una visión en la que compiten entre sí distintas

lógicas parciales de la globalización.”5

Wallerstein era uno de los primeros que en los años setenta se propuso confrontar las

ciencias sociales con la cuestión de la globalización, introduciendo el concepto de

sistema mundial, en cual el capitalismo ha sido el motor de la globalización.6 Por otro

lado, Rosenau, Gilpin y Held se han ocupado más bien de la política internacional y

cuestionan la ortodoxia nacional estatal por un lado, destacando la importancia de la

globalización tecnológica de la sociedad del conocimiento y de la información. Pero al

mismo tiempo, subrayan factores político-militares sobre la naturaleza del poder y de la

política bajo la globalización. Por su parte, Robertson, Appadurai, Albrow, Featherstone,

Lash, Urry y otros se mueven dentro de la tradición de los estudios culturales. Ellos

contradicen el extendido concepto de la ‘macdonaldización’ del mundo, ya que la

globalización cultural no significa que el mundo se haga más homogéneo culturalmente.7

De hecho, significa sobre todo la “glocalización”. O sea, la globalización viene vista por

Beck como un proceso lleno de contradicciones, tanto con respecto a sus contenidos que

a la multiplicidad de sus consecuencias.8 Dos de las más problemáticas para la estratifica-

ción de la sociedad mundial, según Bauman, son el creciente divario entre la riqueza y la

pobreza locales por un lado, y el fenómeno del crecimiento económico sin trabajo, del

“jobless growth”.9 Estos autores, según Beck, “sitúan el origen y las consecuencias de la

5
Beck, Ulrich. ¿Qué es la globalización? Falacias del globalismo, respuestas a la globalización. México:
Paidos, 1998. Pp. 55-56.
6
Wallerstein, Immanuel. El moderno sistema mundial. Vol. I. Mexico: Siglo XXI editores, 1979.
7
Ritzer, George, The McDonaldization of Society, New York: Pine Forge Press, 4th ed., 2004.
8
Beck, op. cit. Pp. 55-56.
9
Bauman, Zygmunt. Globalization: the human consequences. Nueva York: Columbia University Press,
1998.

6
dinámica de la globalización fundamentalmente en un solo sector del quehacer

institucional a escala mundial: la economía, la tecnología, la política internacional, la

ecología, las culturas (las industrias culturales mundiales) o las nuevas desigualdades

sociales. Del conjunto de todas estas perspectivas se desprende la imagen de una

sociología plural de la globalización.”10

A diferencia de estas teorías sociológicas que tienden evitar un esquema “universalistico”

para explicar la globalización, Hardt y Negri plantean la emergencia del “imperio” como

nueva forma de soberanía y gobernación mundial que supedita los estados nacionales,

mientras rechazando los reclamos de un marxismo mas ortodoxo que equivale la

globalización neoliberal con una nueva etapa del imperialismo:

“El Imperio se está materializando ante nuestros ojos. Durante las últimas décadas, (…)

hemos sido testigos de una irresistible e irreversible globalización de los intercambios

económicos y culturales. Junto con el mercado global y los circuitos globales de

producción ha emergido un nuevo orden, una nueva lógica y estructura de mando –en

suma, una nueva forma de soberanía (…) El pasaje al Imperio emerge del ocaso de la

moderna soberanía. En contraste con el imperialismo, el Imperio no establece centro

territorial de poder, y no se basa en fronteras fijas o barreras. Es un aparato de mando

descentrado y desterritorializado que incorpora progresivamente a todo el reino global

dentro de sus fronteras abiertas y expansivas.”11

10
Beck, op. cit. P. 56.
11
Hardt, Michael y Negri, Antonio. Imperio. Barcelona: Piados, 2002. P. 2.

7
En la polémica, que parece obsesionar una buena parte de la intelectualidad izquierdista

latinoamericana, entre imperio e imperialismo como explicación fundamental de la

globalización contemporánea, la teoría del sistema-mundo de Wallerstein parece ofrecer

una tercera opción.12 Según Beck, Wallerstein “sustituye de plano la imagen de

sociedades individuales mutuamente aisladas por la ‘contrafigura’ de un solo sistema

mundial en el que todos-todas las sociedades, gobiernos, empresarios, culturas, clases,

familias e individuos deben ‘traslocalizarse’ manteniéndose en una sola división del

trabajo. Este único sistema mundial (…) se lleva a cabo (…) a través del capitalismo

[que] es, dada su propia lógica interna, necesariamente global.”13

Una teoría de la globalización que parece ofrecer aportaciones particularmente

iluminantes para la investigación de identidades transnacionales es la del proceso dual de

la glocalización de Roland Robertson14: “El concepto de globalización refiere tanto a la

compresión del mundo como a la intensificación de la conciencia del mundo como un

todo”.15 Se integra un proceso subjetivo y objetivo y las respuestas simbólicas a la

globalización (nuevas relaciones sociales a escala mundial) reactúan luego “como

importantes factores en determinar las trayectorias de ese mismo proceso”.16 Según

Milton la faceta constructivista de este modelo permite a los antropólogos sentirse más a

gusto pues se habla de procesos transculturales y no transnacionales. Es decir no se

12
Véase por ejemplo los varios diatribes de Atilio Boron, marxista-leninista recalcitrante, contra las teorías
de Hardt y Negri y de John Holloway, autor de Cambiar el mundo sin tomar el poder, también ligado al
corriente del marxismo autonomista, aunque sumamente critico de Hardt y Negri.
13
Beck, op. cit. Pp. 45-98.
14
Robertson, Roland. Globalization: social theory and global culture (Theory, Culture and Society Series).
Londres: Sage, 1992.
15
Robertson, op. cit. Citado en Milton, K. Environmentalism and Cultural Theory. Londres y Nueva York:
Routledge, 1996. P. 164.
16
Op. cit. P. 165.

8
asume los procesos sociales a partir del Estado-nación sino a partir de la cultura. Para el,

“lo local y lo global no se excluyen mutuamente. Al contrario, lo local debe entenderse

como un aspecto de lo global. La globalización significa también acercamiento y mutuo

encuentro de las cultura locales, las cuales se deben definir de nuevo en el marco de este

[choque de localidades].”17

La teoría de las culturas “glocales” de Robertson viene profundizada por Appadurai,

quien, contra el eurocentrismo del primero, sostiene y desarrol1a teóricamente la relativa

autonomía con una autonomía completa.18 Para Appadurai, “la sociedad ‘no sólo... sino

también’ es una oferta mental occidental para marcar y acentuar la situación de las

metrópolis occidental o el punto de referencia occidental sobre un mundo tornado

global.”19

Finalmente, Hendrik Vaneeckhaute define la relación entre la globalización económica y

cultural en su contexto histórico como: “la creciente interdependencia del desarrollo

económico de los diferentes países o sociedades del mundo. […] Tanto en el pasado

como en la actualidad, la introducción de los conocimientos de otras culturas en la

nuestra, nos ha permitido y nos permite dar pasos adelante, como ha sido el caso del uso

17
Beck, op.cit. Pp. 45-98.

18
Appadurai, Arjun. Modernity at large: cultural dimensions of globalization. Miniápolis: University of
Minnesota Press, 1996.

19
Beck, op.cit. Pp. 45-98.

9
de las cifras árabes. En este sentido la globalización económica es un motor de desarrollo

social y humano.”20

3. Globalización e identidades

Después de rastrear los debates teóricos mas generales sobre la globalización en se y

sobre la globalización cultural y social en particular, ahora se pasa al análisis de la

relación entre globalización y la construcción de identidades sociales, sea transnacionales

que híbridas, antes de proseguir a la cuestión del papel de las maquiladoras en este

proceso identitario. Un objetivo ulterior es averiguar sobre la interacción entre estas

identidades transnacionales e híbridas, como productos o consecuencias de la

globalización, con las identidades anteriores, cuales como las nacionales, regionales, de

género y de clase social.

Según Held et al, las instituciones y flujos culturales transregionales, transcivilizacionales

y transcontinentales tienen raíces históricas profundas. En la tarde Siglo XVIII las

formas viejas de la globalización cultural, es decir las religiones mundiales y las culturas

de los elites imperiales, fueron reemplazadas por la emergencia de los estados nacionales,

las culturas nacionales y sus instituciones, y las nuevas ideologías seculares occidentales

del liberalismo, socialismo y de la ciencia. A pesar del desarrollo de nuevas tecnologías

de producción y comunicación, el poder cultural de los estados-nación y de las culturas

nacionales siguió dominantes a lo largo del Siglo XIX y para casi todo el siglo XX. Sin

embargo, los cambios tecnológicos e institucionales contemporáneos han cambiado el

20
Vaneeckhaute, Hendrik. Dicen. 99 historias sobre la globalización, el libre mercado capitalista y la
guerra. 2001. P. 24: www.pangea.org/hendrik; abril de 2005.

10
balance del poder cultural, y la centralidad de las culturas e identidades nacionales, como

la de las instituciones nacionales, se encuentran cada vez más desafiados. El estallido del

consumismo y del materialismo al interno de las culturas populares dificulta medir el

impacto de la globalización cultural, caracterizada por sus efectos de homogenización,

contestación, hibridación e indiferencia, sobre las identidades políticas, la solidaridad

nacional y los valores culturales, así muestreando la fragilidad potencial y mutabilidad de

las culturas e identidades nacionales.21

Con respeto a la relación identidad-lugar, Castells reclama que “el poder de la identidad

no desaparece en la era de la información, sino que se refuerza.”22 El sociólogo cataluño

concluye que “la cuestión que se plantea entonces, en un mundo de identidades, es la de

las condiciones de su comunicación y de su proyección en un futuro compartido.” La

principal fuente de estadísticas comparativas sobre actitudes, valores y opiniones a nivel

mundial es el World Values Survey, que realiza periódicamente con muestras

representativas de todo el mundo la Universidad de Michigan. En 2000, Norris analizó

precisamente la relación entre identidad y pertenencia territorial en la década de los 90 a

partir de esos datos. Su estudio midió la conciencia cosmopolita (ciudadanos del mundo),

con la conciencia de identidad nacional (o sea, del Estado-nación) y con la conciencia

local / regional. Sorpresivamente, en plena globalización, no más del 15 por ciento de la

gente se identifica con el mundo en general o con su continente (como Europa). Pero lo

interesante es que el 47 por ciento considera como su principal identidad de referencia la

21
Held, D., McGrew, A., Goldblatt, D. & Perraton, J. Global transformations. Cambridge: Polity Press,
1999.
22
Castells, Manuel. “El poder de la identidad”. El País, 18 de febrero, 2003:
http://www.elpais.es/articulo.html?d_date=&xref=20030218elpepiopi_10&type=Tes&anchor=elpepiopi;
15 de abril, 2005.

11
región o la localidad, en contraste con tan sólo el 38 por ciento que se refieren en primer

lugar al estado-nación.

Los valores de la cultura gerencial globalizada, basado en “los discursos gerenciales” y

“los saberes académicos” institucionalizados como mecanismos culturales relacionados al

funcionamiento del mercado mundial están transformando, según Berger, las identidades

regionales y religiosas tradicionales:

“La situación pluralista es, sobre todo, una situación de mercado [...] gran parte de la

actividad religiosa en esa situación llega a ser dominada por la lógica de la economía de

mercado [...] los grupos religiosos [...] se vuelven en competitivas agencias de

mercado.”23 Como Berger y Luckmann muestran, “las teorías de identidad siempre están

incluidas en una interpretación más general de la realidad; están ‘integradas’24 en el

universo simbólico con sus legitimaciones teóricas, y cambian junto con la naturaleza del

último.”25 Berger añade que “los procesos [globales] que involucran la disminución de la

fuerza unificadora del estado-nación, el reavivamiento de formas locales de identidad y

socialidad (las comunidades étnicas, religiosas, culturales), de alianzas regionales y trans-

nacionales, ha servido animar los sentimientos religiosos y ha redefinido las fronteras

culturales de religión.”26 En el mismo sentido, Burity habla de “(…) la agudización del

clima y de la práctica de la competencia en todos los campos de la sociedad” y como “la

23
Berger, Peter L. ‘The desecularization of the world: a global overview’. En: Berger, Peter L. (ed.). The
desecularization of the world. Resurgent religion and world politics. Washington/Grand Rapids: Ethics and
Public Policy Center/Erdmans, 1999. Pp. 149-150.
24
‘built into’.
25 Berger, P. & Luckmann, T. The social construction of reality. Neuva York: Doubleday, 1966.
26
Berger, Peter. “Reflections on the Sociology of Religion Today.” Sociology of Religion, vol. 62, 2
No. 4, 2001, pp. 425-429. Citado en: Bogomilova, Nonka. “Reflections on the contemporary religious
“revival”. Religion, secularization, globalization”. Religion In Eastern Europe, Vol. XXIV, núm. 4, agosto
de 2004: http://www.georgefox.edu/academics/undergrad/departments/soc-swk/ree/2004/Bogomilova.pdf;
abril de 2005. P. 2.

12
intensa circulación de discursos gerenciales, empresariales y políticos cruza los espacios

[culturales]”27.

En cuanto al transnacionalismo y las identidades transnacionales, Beck afirma que: “la

visión nacional-estatal de la sociedad se resquebraja por completo en cuanto que la teoría

del contenedor de la sociedad, de mundos sociales separados dentro del Estado nacional,

se sustituye por terceras formas de vida, es decir, transnacionalmente integradas por

espacios de acción de lo social que traspasan las fronteras […] ‘Transnacional’ significa

el surgimiento de formas de vida y acción cuya lógica interna se explica a partir de la

capacidad inventiva con la que los hombres crean y mantienen mundos de ‘ida social’, re-

laciones de intercambio ‘sin mediar distancias’ […] Es evidente que en estos paisajes

sociales transnacionales (a menudo ilegales) […] ocurre algo que repugna al control

estatal nacional y exige orden. Aquí toman forma formas de vida y acción ‘impuras’.”28

En su libro sobre ‘imperio’ como nueva forma de soberanía postnacional y global, Hardt

y Negri reconocen a las identidades híbridas, categoría ya mucho más amplia que las

transnacionales, como parte de su estructura, junto con las “jerarquías flexibles e

intercambios plurales [manejados] por medio de redes moduladores de comando.”29 De

hecho, “[…] la soberanía del propio Imperio se realiza en los márgenes, donde las

fronteras son flexibles y las identidades híbridas y fluidas. Sería difícil decir qué es más

27
Burity, Joanildo A. Religión, mercado y política: tolerancia, conformismo y activismo religioso. Buenos
Aires: CLACSO, s/f.
28
Beck, op.cit. Pp. 45-98.
29
Hardt y Negri, op.cit. P. 2.

13
importante para el Imperio, el centro o los márgenes.”30 Los mismos autores critican la

dicotomía falsa entre lo global y lo local dado que viene asumido muchas veces que “lo

global incluye homogeneización e identidad indiferenciada, mientras lo local preserva la

heterogeneidad y las diferencias. […] en esos argumentos está implícita la asunción que

las diferencias de lo local son, en algún sentido, naturales, o, al menos, que su origen no

está en cuestionamiento. Las diferencias locales son preexistentes a la escena actual, y

deben ser defendidas o protegidas contra la intrusión de la globalización. […] Esta visión

puede derivar fácilmente en una clase de primordialismo que fija y romantiza las

relaciones sociales y las identidades.”31

Para ellos, es necesario analizar la producción de localismo y globalidad y como las

identidades y diferencias locales como las globales vienen creadas y recreadas: “La

globalización, como la localización, debe ser entendida, en cambio, como un régimen de

producción de identidad o diferencia, o, verdaderamente, de homogeneización y

heterogeneización.”32 Según Hardt y Negri, que dependen en esta parte de su teoría

imperial sobre el concepto de desterritorialización del filosofo postestructuralista francés

Gilles Deleuze33, el mejor modo para distinguir entre lo global y lo local es “referirse a

diferentes redes de flujos y obstáculos en las cuales el momento o la perspectiva local da

prioridad a las barreras desterritorializantes o límites, mientras el momento global

privilegia la movilidad de flujos desterritorializantes. Es falso, en todo caso, sostener que

podemos [re] establecer identidades locales que en algún sentido están afuera y

30
Op. cit. P. 21.
31
Op. cit. Pp. 23-24.
32
Op. cit., p.24.
33
Deleuze, Gilles y Guattari, Felix. Capitalismo y esquizofrenia, Vol. 1. El anti-Edipo. Barcelona: Paidos,
1985; Capitalismo y esquizofrenia, Vol. 2. Mil mesetas. Valencia: Pre-textos, 1988.

14
protegidas contra los flujos globales de capital y el Imperio.”34 Como resultado, los

autores critican mucho a la estrategia izquierdista mas ortodoxa de resistencia a la

globalización y defensa de lo local, muy común en México como en toda América Latina,

como “dañina porque en muchos casos lo que aparece como identidades locales no son

autónomas o auto-determinantes [ya que la] globalización o desterritorialización operada

por la máquina imperial no está de hecho opuesta a la localización o reterritorialización,

sino la coloca en un juego móvil y en circuitos modulantes de diferenciación e

identificación.”35

Analizando la construcción de identidades sociales en el contexto transnacional de la

frontera México-Estados Unidos, Vila concluye que, “(…) la gente construye sus

identidades basándose primordialmente en categorías sociales, otras veces a través de

tropos y en muchas ocasiones contando historias acerca de ellos mismos y los otros. Pero

la mayoría de las veces, sin embargo, los actores sociales usan todos estos recursos

lingüísticos (…) al mismo tiempo, en un complejo traslape de narrativas, interpelaciones

y categorías donde no siempre queda claro cuál de estos mecanismos precede a los otros,

ya que todos ellos tienen una similar capacidad de ‘ordenar’ la realidad, capacidad que

está en la base de todo proceso de construcción identitaria.”36

Sobre la cuestión de las “identidades narrativas” y sus diferencias con las “identidades

discursivas” de Foucault y Althusser, Vila plantea que lo mas importante es “el traslape

34
Hardt y Negri, op. cit., p.24.
35
Op. cit., p.24.
36
Vila, Pablo. “Construcción de identidades sociales en contextos transnacionales: el caso de la frontera
entre México y los Estados Unidos”. International Social Science Journal, núm. 159, 2001:
http://www.unesco.org/issj/rics159/vilaspa.html; mayo de 2005.

15
entre narrativas y sistemas categoriales en la construcción de las identidades sociales.

Así, siempre necesitamos de narrativas para entender el carácter relacional y secuencial

de nuestras identidades.”37 También, según Vila, “es muy común que los actores sociales

usen narrativas para apoyar la connotación de las categorías que utilizan para describir la

realidad que los circunda, sobre todo cuando se trata de aquellas categorías que

utilizamos para describir a los "otros" en un contexto de lucha simbólica por el

sentido.”38 Como resultado, “es imposible conocer e interactuar con el ‘otro’ real, dado

que sólo podemos conocer al ‘otro’ a través de descripciones, es decir, a través de las

narrativas y los sistemas clasificatorias que, siendo una parte esencial de la batalla por el

sentido, están presentes en un contexto cultural particular.”39 Además, “la problemática

de las identidades sociales difiere de la psicología social americana influenciada por

Mead que también utiliza la idea del ‘otro’ como fuente y garante de la identidad

socialmente construida.”40 Vila nota que usamos las narrativas para entender la realidad

que nos rodea e indica la importancia de las narrativas en la construcción social de la

realidad. Ahora tenemos que relacionar este debate sobre la conexión entre globalización

e identidad con el impacto de los procesos económicos, sobretodo lo de las maquiladoras,

sobre la zona transfronteriza de El Paso del Norte.

4. Maquiladoras e Identidades

Uno de los objetivos del proyecto de investigación es determinar la naturaleza e

importancia del sistema de producción de la maquiladora al interno de los procesos de la

37
Vila, Pablo. Crossing Borders, Reinforcing Borders: Social Categories, Metaphors, and Narrative
Identities on the U.S.-Mexico Frontier. Austin: University of Texas Press, 2000.
38
Op. cit.
39
Op. cit.
40
Op. cit.

16
globalización económica. Otro es averiguar si el modo de producción y la organización

del trabajo de la maquiladora, como expresión de la globalización económica y cultural,

están promoviendo la formación de identidades transnacionales entre las y los obreros en

Ciudad Juárez. En tal caso, habrá que identificar las variaciones y tipos de aceptación o

resistencia que hay hacia la transnacionalización de las identidades entre hombres y

mujeres en las dos ciudades. Pero, antes de ahondar sobre las implicaciones teóricas de

estas observaciones, hay que presentar unos datos básicos sobre la industria de la maquila

en Ciudad Juárez.

El programa maquiladora de ensamblaje y embalaje para exportación empezó en Ciudad

Juárez, el primer lugar en México, a la mitad de los 60, aunque sus raíces históricas

llegan hasta los 30, como llave del Programa Nacional Fronteriza (PRONAF) y del

Programa de Industrialización Fronteriza (PIF) para desarrollar una región aislada e

impulsar la economía nacional.41 Desde 1970 el programa ha crecido espectacularmente,

sobretodo en los 80, alcanzando tener a su ápice en el año 2000 308 de los 3166 plantas

(9.7 por ciento) en México, empleando 249,380 personas sobre un total de 1,291,232 (1

en cada 5 en el sector nacionalmente).42 En años recientes estos números se han reducido

debido al impacto de la competencia global en el mercado laboral, sobretodo por parte de

41
Taylor Hansen, Douglas Lawrence. “Los orígenes de la industria maquiladora en México”. Revista
Comercio Exterior, noviembre 2003. Vol. 53, núm. 11. México. Citado en: Stern, Ana. “Industria
maquiladora de exportación”. En: Incide Social, A.C. Investigación para la elaboración de un Plan de
Acción Social Concertado en Ciudad Juárez. Ciudad Juárez: manuscrito, 2005. Pp. 4 -1-26: p. 4-1.
42
Fuente: Mungaray Alejandro. “Maquiladoras y organización industrial en la frontera norte de México”.
Comercio Exterior, vol. 48, núm. 4, México, abril de 1998. Pp. 267-290; De la O Martínez, María Eugenia.
“Ciudad Juárez: un polo de crecimiento maquila”. En: Globalización, trabajo y maquilas: Las nuevas y
viejas fronteras en México. México: Ed. Plaza y Valdés, 2001; Instituto Nacional de Estadística, Geografía
e Informática. “Industria Maquiladora de Exportación 2004”. En: Imágenes Censales del Municipio de
Chihuahua. XII Censo General de Población y Vivienda 2000, 162 pp. CD, 2004. Citado en: Stern, Ana.
“Industria maquiladora de exportación”. En: Incide Social, A.C. Investigación para la elaboración de un
Plan de Acción Social Concertado en Ciudad Juárez. Ciudad Juárez: manuscrito, 2005. P. 4-26.

17
China donde un empleado gana aproximadamente el tercer de uno en Ciudad Juárez,

aunque desde la segunda mitad de 2004 el sector se ha represo con la abertura de varias

nuevas maquiladoras. En 2003, el último año con estadísticas verificadas por el INEGI,

había 271 maquiladoras empleando a 194,642 personas.43 Sin embargo, se puede afirmar

con certeza que el sector maquila domina completamente a la economía de la ciudad (y

también a la de la zona transfronteriza de El Paso del Norte) como a la del estado de

Chihuahua y sigue siendo de vital importancia estratégica para la economía nacional. En

cuanto a la composición sectorial de la maquila, prevale el sector de la eléctrica y

electrónica que produjo 26,082.7 millones de dólares (el 50.2 por ciento) de un total de

51,947.3 millones de producción en septiembre de 2000, empleando a 433,289 (34.1 por

ciento) de los entonces 1,271,268 trabajadores de la maquila. Otros sectores significantes

en el entonces orden de importancia fueron equipo de transporte, textiles aparejos,

productos de madera y servicios.44 Con respecto a la composición laboral en términos de

genero en 2000 (aunque las figuras son preliminares), del total de 200,252 obreros,

100,682 fueron hombres y 99,570 mujeres: el primer año desde el inicio del programa

maquiladora en cual se reportaba una mayoría, aunque pequeña, de obreros sobre obreras,

que en se es un dato significante ya que el propósito original del PIF en los 60 era

resolver el problema del desempleo masculino en la frontera. En cuanto a la composición

técnica de la fuerza de trabajo en el mismo año, de un total de 249,509 empleados, 30,004

fueron técnicos de producción y 19,252 empleados administrativos. Es decir, a pesar que

43
Op. cit.
44
Fuente: Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, Gobierno del estado de Chihuahua y
H. Ayuntamiento Constitucional de Juárez. “Industria Maquiladora de Exportación 1995-2000”. En:
Cuaderno Estadístico Municipal. Juárez, Chihuahua. Ed. 2001. Citado en: Stern, Ana. “Industria
maquiladora de exportación”. En: Incide Social, A.C. Investigación para la elaboración de un Plan de
Acción Social Concertado en Ciudad Juárez. Ciudad Juárez: manuscrito, 2005. P. 4-25.

18
prevalió el sector electrónico, solamente el 19.7 por ciento de los empleados en 2000

fueron calificados (19.8 por ciento en el estado de Chihuahua y 19.1 por ciento a nivel

nacional).45 De estos números podemos concluir que el modelo de la maquila en Ciudad

Juárez como en el estado de Chihuahua sigue siendo de trabajo intensivo y a bajo costo,

aunque hay ligeramente mas empleados calificados que a nivel nacional.

Poniendo el desarrollo de la maquila en sus contextos nacional y fronterizo, se puede

señalar que “a partir de los años ochenta frente a una severa redistribución espacial de la

población se puso en claro una franca desindustrialización en los polos tradicionales

como el Valle de México, Monterrey y el estado de Hidalgo, al tiempo que los estados

norteños se convirtieron en zonas de industrialización acelerada. […] Así, en Ciudad

Juárez (…) la población se incrementó de 700 mil a 1.2 millones entre 1980 y 1988.”46

Los fenómenos de industrialización y urbanización rápidas efectuaron toda la zona

fronteriza, así que mientras la media nacional de crecimiento de la población fue 2.2 por

ciento anual durante los ochenta, ciudades fronterizas como Tijuana crecieron 4.3 por

ciento, Nogales, 7.5 por ciento y Piedras Negras, 7.2 por ciento. También las ciudades

fronterizas de Estados Unidos sufrieron cambios parecidos con un crecimiento de

población en McAllen de 7.6 por ciento y en Brownsville de 6.2 por ciento.47

45
Op. cit.
46
Zermeño, Sergio. “Maquila y machismo. El asesinato de mujeres en Ciudad Juárez”. Memoria, núm. 183,
mayo de 2004: http://www.memoria.com.mx/183/zermeno.htm; mayo de 2004.
47
Ganster, Paul y Sweedler, Adam. “The United States-Mexico border region: security and
interdependence”. En: Ochoa, Enrique y Lorey, David. US-Mexico border briefings in Los Angeles and
Tijuana. Los Angeles: Readings, UCLA Program on Mexico, 1990.

19
Siguiendo a Dyer-Witheford y De Angelis, deberíamos considerar la maquiladora como

parte de la transnacionalización del capital en la forma de una “ fabrica global”:

“compuesto de sistemas de producción y circulación de valor cuyos varios nodos y

secuencias de funciones se integran en ‘cadenas de valor’ geográficamente extendidas y

socialmente complejas [que] incluyen fábricas convencionales […] pero las fábricas y los

otros lugares de trabajo son solamente momentos dentro de procesos más extendidos.”48

Reygadas, en su estudio comparativo del papel de las maquiladoras en Ciudad Juárez,

Chihuahua y Guatemala en la construcción de nuevas culturas de trabajo a través de su

relación con la diversidad y el conflicto dentro de los procesos de la globalización,

analiza “la dimensión cultural de experiencias transnacionales de industrialización en

América Latina. (…) [en cual] la fábrica global no produce automáticamente una cultura

laboral global. (…) No se produce una mezcla homogénea, sino que persisten las

singularidades, surgen malentendidos, se generan discrepancias y, a veces, se construyen

consensos. (…) la formación de redes globales de manufactura plantea nuevos problemas

y desafíos en lo que se refiere a los mecanismos de diálogo intercultural entre los actores

que participan en estas redes.”49 En la maquiladora, en Chihuahua como en Guatemala,

hay un conflicto permanente, parte de pero también mas allá de la histórica lucha de

clases, entre estas distintas culturas de trabajo, la norteamericana, coreana o japonesa de

48
Dyer-Witheford, Nick. “Global Body, Global Brain/Global Factory, Global War: Revolt of the Value-
Subjects”, The Commoner, núm. 3, 2002: http://www.commoner.uk.org; agosto de 2005. De Angelis,
Massimo. “Trade, the global factory and the struggles for a new commons.” Ponencia al congreso anual del
Conference of Socialist Economists: “Global capital and global struggles: Strategies, Alliances and
Alternatives.” Londres, 12 de julio 2000.
49
Varios autores. Reseña de Reygadas, Luis. Ensamblando Culturas. Diversidad y conflicto en la
globalización de la industria. Barcelona: GEDISA, 2002:
http://www.cdi.gob.mx/conadepi/index.php?option=articles&task=viewarticle&artid=660&Itemid=; mayo
de 2005.

20
los gerentes y la latinoamericana de los obreros. Estas culturas se influencian

mutualmente y cambian identidades, valores y estilos de vida en la frontera. No obstante,

Reygadas describe el régimen de trabajo común en las maquiladoras como uno de

“flexibilidad autoritaria”, con una “coexistencia excluyente entre mexicanos y

norteamericanos”. Finalmente, las maquiladoras son “señal de una mundialización a dos

velocidades, transnacionalismo múltiple y glocalización.”50

En el caso de Ciudad Juárez, según Rodríguez, la inserción de la industria de la

maquiladora ha funcionando como “la mano invisible” que “impulsó el desarrollo y

progreso a través de la transición de una economía primaria a una secundaria, dejando

una nueva dinámica y configuración espacial (…) este legado se ha vuelto una marca

geográfica de la ciudad que se enlaza a las actividades y procesos de la globalización, con

consecuencias de polarización social y espacial”, por ejemplo entre la extrema pobreza de

la población de Anapra, barrio obrero en el oeste de la ciudad y la riqueza conspicua de

las villas de la colonia Campestre en el este mas afluente, cerca de las parques

industriales de las maquilas.51

En su tentativo de explicar el feminicidio de 427 mujeres desde 1993 en Ciudad Juárez y

Chihuahua como un fenómeno ‘copycat’ hecho por un machismo exasperado, producto

del trastorno de las relaciones de genero y de una anomia general causada por la

50
Reygadas, Luis. Ensamblando Culturas. Diversidad y conflicto en la globalización de la industria.
Barcelona: Gedisa, 2002. (PAGE NUMBERS?)

51
Rodríguez Álvarez, Olga Lucía. “La ciudad que hace la maquila: el caso de Ciudad Juárez (México)”,
Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales [Universidad de Barcelona], Vol. VI, núm. 119 (53),
1 de agosto de 2002. (PAGE NUMBERS?)

21
industrialización acelerada y la urbanización desregularizada, Sérmelo describe como en

2000 se concentraba el 80 por ciento de la actividad maquiladora en la franja fronteriza.

Se había creado “un ejemplo por excelencia de arranque y freno: esta industria (…) había

crecido un millón en sólo 15 años [1985-2000], representando cuatro de cada diez

trabajadores en la manufactura mexicana, pero ha hecho gravitar en su entorno a muchos

millones más, contingentes que se afanan en adaptar una improvisada infraestructura de

vivienda, alimentación, servicios y transporte entre degradados panoramas urbanos y

familias rotas.”52 Ejemplos mencionados por el autor de este trastorno de las relaciones

sociales, sobretodo las de genero, y mas allá del hecho que hasta 2000 fue mas fácil para

una mujer encuentrar trabajo en la maquila que un hombre, son que de cada tres madres

en Ciudad Juárez dos son solteras53 y que en 2001, 56 por ciento de los niños nacidos en

Ciudad Juárez fueron registrados como hijos de madres solteras, porcentaje muy superior

al promedio nacional.54 Sin embargo, tendría que añadir que mientras el crecimiento

marcado en el numero de madres solteras entre la clase obrera representa una crisis fuerte

en la familia tradicional mexicana, puede también ser interpretado como un señal de

mayor libertad para mujeres que prefieren ser madres solteras que vivir con y depender

económicamente de parejas abusivos.

Wright adapta la teoría de la construcción de identidades a través de las narrativas del

sentido común de Vila desde una perspectiva Marxista y feminista postestructuralista

52
Zermeño, op.cit.
53
Pérez Torres, Rosa Isela. “Maquiladoras de Juárez: 40 años de una lógica empresarial que deshumaniza
la vida de 130 mil trabajadoras”. Suplemento Triple Jornada, La Jornada, 1 de diciembre de 2003.
54
Balinas, Víctor. “Padecen violencia familiar 10 millones de mexicanas cada día”. La Jornada, 27 de
octubre de 2003.

22
para exponer la construcción de una identidad racista y sexista de las obreras mexicanas

por parte de la gerencia norteamericana en una maquiladora de producción de alta calidad

en Ciudad Juárez. En el lenguaje del discurso gerencial de esa empresa las palabras

“mexicano” en general y “mujer mexicana” en particular fueron sinónimos con trabajo

barato de baja calidad. Entonces la empresa evitaba el empleo de mujeres para proteger la

calidad de sus productos de alta tecnología y finalmente cuando tuvo la necesidad de

emplearlas, las aislaron físicamente del resto de la fábrica y las imponieron un régimen

de control particularmente rígido y severo, con uniformes especiales y mucho énfasis

sobre el control del cuerpo y del pelo. Además, había la expectativa de producir

componentes de alta tecnología a un alto ritmo de productividad pero sin capacitación ya

que como mujeres fue asumido por la gerencia que su “dexteridad natural” era suficiente.

Frente a una crisis de ausentismo y baja productividad, una gerente norteamericana tomo

la iniciativa de relajar el régimen para aumentar, con éxito, la productividad. No obstante,

fue acusada de haberse “mexicanizada”, es decir de haber roto con la cultura gerencial

norteamericana y fue despedida a pesar de sus logros. Poco después la empresa tuvo que

cerrar sus operaciones en Ciudad Juárez. Este episodio nos da un ejemplo de cómo el

choque de culturas al interno de la maquiladora puede producir la construcción de

identidades negativas sobre la base de prejuicios racistas y sexistas, con resultados

desastrosos para todos.55

5. Conclusiones
Entonces queda abierta la cuestión sobre la relación entre trabajar en una maquiladora y
construir o tener una identidad transnacional o postnacional, y en particular si esta

55
Wright, Melissa W. “The politics of relocation: gender, nationality and value in a Mexican maquiladora”.
En Vila, Pablo (ed.). Ethnography at the border. Miniápolis y Londres: University of Minnesota Press,
2005. Pp. 23-45.

23
relación es positiva en términos humanos o solamente respeja los conflictos de clase,
cultura y género al interno de la fábrica en el contexto único de la frontera. Además, es
necesario abordar el interrogativo sobre El Paso del Norte como espacio transfronterizo y
transnacional, a pesar de la existencia de la frontera mas rígidamente controlada
actualmente en el mundo, una verdadera “cortina de tortilla” en el contexto de los
vigilantes armados del Proyecto Minuteman y la “guerra global y permanente contra el
terrorismo” del unílateralismo neoconservador norteamericano.

Podemos concluir que las y los obreros de la maquila se encuentran en una encrucijada
entre globalización y localización, mundialización a dos velocidades, oportunidad y
degradación fronteriza que produce una serie de contradicciones y polarizaciones en sus
vidas, afectando así a la construcción de identidades individuales. Por ejemplo, trabajan
en industrias tecnológicas de punta pero con salarios bajos y condiciones difíciles de
trabajo y de vida. El ritmo de la industrialización es acelerada pero el de la economía es
de arranque y freno, con una urbanización desregularizada, una grave falta de servicios
básicos en algunos partes de la ciudad, migración masiva, crimen organizada y violencia
social en crecimiento. No sorprende entonces en este contexto socio-cultural que pueda
existir una fuerte crisis de las identidades nacionales y tradicionales que resulta en la
emergencia de identidades transnacionales e híbridas con implicaciones profundas para el
resto de México.

Ciudad Juárez, 29 de noviembre de 2005.

24

Potrebbero piacerti anche