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Acuerdo N° 263 En la ciudad de Rosario, a los

28 días del Junio de dos mil diez,

se reunieron en acuerdo los señores miembros de la

Sala Primera de la Cámara de Apelación Civil y

Comercial de Rosario, doctores Ricardo A. Silvestri,

María Mercedes Serra y Ariel Carlos Ariza, para dictar

sentencia en los autos “COVELLI, Nydia Raquel contra

CAJA DE JUBILACIONES Y PENS. STA. FE sobre Amparo por

mora”, (Expte. N° 50/2010) venidos del Juzgado de

Primera Intancia de Distrito Civil y Comercial 8va.

Nominación de Rosario.

Realizado el estudio de la causa, se resolvió

plantear las siguientes cuestiones:

Primera: ¿Es justa la sentencia recurrida?

Segunda: ¿Qué fallo corresponde dictar?

A la primera cuestión el señor vocal doctor

Silvestri, dijo:

1)El veredicto de la primera instancia hizo lugar

al amparo por mora y ordenó a la demandada se


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expida respecto del expediente administrativo nº

15102-0000, en el plazo de diez días, con costas a

la vencida (fs.97 a 107 de autos). El relato de

los antecedentes de la causa efectuado por la

sentenciante no ha sido objeto de cuestionamiento

alguno, por lo cual a dicha relación de hechos se

hace remisión en esta oportunidad.

2) La demandada interpuso recurso de apelación

contra la sentencia, agraviándose, en síntesis:

a) entiende que el plazo de caducidad está vencido,

pues, a su criterio, el pronto despacho administrativo

se interpuso el 30 de Julio de 2008 y la interposición

de la demanda de amparo por mora es del 25 de

Septiembre de 2008, habiendo vencido el plazo de

caducidad del art.2º de la ley 10.456. Considera

que la jueza, cuando menciona que la lesión es

permanente por omitirse el dictado del pronunciamiento

administrativo, se extralimita y abre un criterio

sobre la procedencia de fondo del reclamo; b) afirma


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que la justicia civil y comercial no es competente

para intervenir el autos ya que, aduce, es un

caso contencioso-admistrativo (la vía idónea es la

contenciosa administrativa, atento tratarse de un

reclamo económico por un pedido de reajuste de una

pensión; no se justifica la vía excepcional del

amparo; la demandada no incurrió en violación alguna;

el actor no acreditó los extremos de la admisibilidad

del amparo, siendo que la demandante pudo recurrir a

la vía contenciosa-administrativa y allí solicitar

cautelares; y concluye que la liquidación de los

haberes de pensión es correcta); c) insiste en que la

vía del amparo no es admisible, por la materia de que

se trata y la carencia de urgencia en el planteo (la

actora viene cobrando una pensión por lo que no

presenta una situación de desamparo; indicando que el

tema ya ha sido resuelto); d) también critica el fallo

porque la apelante sostiene que no hubo reclamo

administrativo previo de la ley 7.234 (fs.109 a 116).


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En la Cámara la apelada presentó su memorial a fs.128

a 131, postulando el rechazo del recurso de apelación

y la confirmación de la sentencia.

3) Por razones de metodología expositiva se

comenzará con el agravio relativo a la incompetencia

invocada por la Caja de Jubilaciones y Pensiones de la

Provincia de Santa Fe. La recurrente se queja porque

la sentencia anterior no admitió dicha articulación y

reitera en la Alzada que el caso corresponde a la

competencia contencioso administrativa. No se hará

lugar al agravio por varios argumentos concurrentes:

i) Es doctrina judicial inveterada la que sostiene

que para dar por cumplida la carga procesal de

expresar agravios contenida en el art.365 del CPCC, ha

menester que el apelante efectúe una crítica concreta

y razonada que refute seriamente los puntos de

la sentencia en los cuales la a-quo basó su

pronunciamiento, indicando concretamente, con claridad

y precisión, los argumentos que considera erróneos o


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injustos, rebatiendo los fundamentos esenciales que

sirven de sustento a la decisión atacada (Alvarado

Velloso, Adolfo, Estudio Jurisprudencial del CPCC,

T.III-p.1018 a 1020; del mismo autor y obra, T.V-p.544

a 546; Peyrano, Jorge W. y otros, Análisis doctrinario

y jurisprudencial del CPCC, T.2-p.145 a 155; CCCR,

Sala I, Acuerdo nº 64-2004, causa Banco del Rio de la

Plata c. Liberati-Mosqueira SRL, entre otros). Este

recaudo no se cumple en el caso, toda vez que la

apelante -bajo el pretexto de sustentar su recurso- se

limita a reiterar de modo textual las consideraciones

que efectuara al contestar a la demanda, oportunidad

en que también cuestionó la competencia de la jueza

(fs.21 a 23, punto III). En este aspecto, no brinda

ningún argumento concreto que pueda ser tenido

como una crítica a los fundamentos expuestos en la

resolución apelada que fundó los recaudos de

admisibilidad y procedencia del amparo, cuya

ponderación corresponde a los jueces ordinarios,


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respaldó su decisión en jurisprudencia de la Corte

Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe

(fs.106 vta., punto 2).

ii) Sin perjuicio de ello, cabe exponer que la

Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe

ha señalado en el precedente Bachetta (citado

igualmente por la sentenciante; publicado en la Ley

Litoral, Mayo de 1997, p.121 y siguientes), que la

sola existencia de materia contenciosa-administrativa

(si la hubiere, porque en el caso de autos ni

siquiera está ella presente) no es indicativa de la

incompetencia del juzgado de primera instancia para

conocer en la acción de amparo. Es admisible como

doctrina judicial emergente de ese precedente que

la existencia de materia administrativa igualmente

concurran supuestos de arbitrariedad o ilegitimidad

manifiesta que tornen o determinen la competencia del

juez de primera instancia para entender en el amparo.

No cabe soslayar en este análisis que tal línea


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jurisprudencial ha venido también a confirmarse como

consecuencia del precedente de la Corte Suprema

de Justicia de la Provincia recaído en la

causa: “Domínguez, Federico J. c. IAPOS-Amparo s.

Competencia”, 25 de Septiembre de 2002 (Acuerdos y

Sentencias, T.182-p.251) en el que el Máximo Tribunal

provincial decidió que aunque pueda existir materia

administrativa debatida en un amparo igualmente debía

conocer de tales procesales la justicia de primera

instancia en lo civil y comercial, siempre y cuando

estén reunidos los requisitos de admisibilidad.

iii) Esta Sala ha tenido ocación de decidir

planteos como el de autos, antes de ahora. Ha dicho

que “de la pretensión ejercida por la actora

resultaría una imputación de restricción ilegítima

configurada por la omisión administrativa que

comprometería la garantía del debido proceso

administrativo, distorsionaría su trámite normal y

afectaría severamente el derecho constitucional de


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peticionar a las autoridades. Confluirían en la

especie, entonces, los presupuestos que habilitarían

el amparo por mora; la existencia de un derecho para

el administrado de requerir un pronunciamiento expreso

de la administración y la obligación de ella de

expedirse expresamente sobre el punto en cuestión”

(CCCR, Sala I, auto nº 123 del 26 de Junio de 2001,

causa Sánchez Moscazo c. Caja de Jubilaciones y

Pensiones s. Amparo por mora; Sagüés, Néstor P.

Derecho Procesal Constitucional. Acción de amparo,

segunda edición, p.559). En el mismo precedente se

agregó, en consideraciones que resultan trasladables

al caso, que “es que a través de este amparo por mora

en la decisión administrativa no se intenta debatir y

decidir el aludido pedido de reajuste de la pretensión

previsional de la postulante, circunscribiéndose la

materia litigiosa de autos al derecho de peticionar a

la autoridad a los fines que resuelva el expediente

administrativo, ya sea admitiendo o denegando la


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solicitud” (CCCR, Sala I, auto nº 123-2001; tesis

reiterada por la Sala I, auto nº 581-2005, causa

Mariscotti. Caja de Jubilaciones y Pensiones de la

Provincia de Santa Fe s. Amparo por mora; auto

nº 429-2006, causa Rullán c. Caja de Jubilaciones y

Pensiones de la Provincia de Santa Fe s. Amparo por

mora; auto nº 678-2006, causa Mercado c. Caja de

Jubilaciones y Pensiones de la Provincia de Santa Fe,

entre otros).

iv) Es decir, corresponde señalar que no es

verdad, como lo aduce el recurrente, que se ventile en

el caso una cuestión de naturaleza económica, pues

como se sostuvo en la instancia anterior la pretensión

de la demandante sólo se endereza a que se responda a

su pedido (no necesariamente de modo favorable); no ha

menester, como se sugiere en la apelación, que el

ciudadano que ha formulado una petición administrativa

deba encontrarse “en estado de necesidad” para que la

administración pública esté obligada a responderla: si


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se tiene en cuenta que lo dispuesto por el artículo

XXIV de la Declaración Americana de los Derechos y

Deberes del Hombre (que establece que toda persona

tiene el derecho de presentar sus peticiones a

cualquier autoridad, por razones de interés general o

particular y el de obtener una pronta resolución) y la

incorporación de esta disposición al ordenamiento

jurídico argentino (art.75, inciso 22, de la

Constitución Nacional), la omisión de la demandada

viola derechos constitucionales de la demandante

(sobre la ilegalidad de este tipo de omisiones v.

Bidart Campos, Germán, El amparo de pronto despacho,

nota a fallo en E.D. T.24-p.204). Finalmente, y como

se ha expresado por la jueza anterior, la actora no

pretende por este amparo que se le otorgue un reajuste

a su pensión, sino solamente que la administración se

expidiera acerca de su reclamo administrativo.

v) La Corte Suprema de Justicia de la Provincia

de Santa Fe ha hecho esta distinción en la causa


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Vázquez c. Ministerio de Salud de la Provincia de

Santa Fe s. Amparo por mora, Acuerdos y Sentencias

T.235-134 a 138. El objeto del reclamo es que se

remueva la inacción de la administración porque aquí

la accionante no solicita una decisión sobre el fondo

(reajuste o no de una pensión), sino que la demandada

cumpla la obligación que tiene de pronunciarse

explícitamente sobre la cuestión aludida y desde esa

óptica la competencia le corresponde al fuero civil y

comercial, puesto que la materia sustancial motivante

del amparo es eliminar la mora, objetivamente

considerada y es la que materializa la competencia

civil y comercial. Al tratarse el presente de un

amparo por mora, el derecho vulnerado es el derecho

constitucional de peticionar (art.14 de la CN), no

propiamente un derecho subjetivo de carácter

administrativo (art.3 de la ley 11.330). Por lo tanto,

no es razonable sostener que la pretensión de

hacer efectivo el general ejercicio del derecho


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de petición (con el consecuente derecho a obtener

una respuesta), constituya, técnicamente, materia

contenciosa-administrativa, porque si bien

materialmente los derechos subjetivos o intereses

legítimos de la actora son de carácter administrativo,

no lo es su derecho a peticionar a la autoridad que

resuelva un recurso contra un acto suyo y frente a su

silencio (doctrina reciente del 17 de Febrero de 2010,

Acuerdos y Sentencias T.235-134 a 138, causa Vázquez

c. Ministerio de Salud Pública Provincia de Santa Fe

s. Amparo por mora).

4) Igualmente es improcedente el agravio relativo

a la caducidad del plazo para la interposición de la

demanda. Sobre varios las justificaciones que imponen

su rechazo.

i) En primer orden se trata de una reiteración

irreflexiva de lo propuesto en el escrito de responde

de demanda sobre el mismo tema (fs.109 vta. a 111,

punto II), sin rebatir el razonamiento de la judicante


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anterior en punto la caducidad no se ha producido

desde que el reclamo efectuado de reajuste de haberes,

se reactiva la lesión causada en forma mensual por la

falta de resolución en sede administrativa, todo lo

cual habilita a considerar que no se ha producido la

caducidad alegada (art.365 del CPCC).

ii) Se ha considerado por la buena doctrina que

el administrado puede esperar un plazo mayor que el

fijado por las normas para el dictado del acto de que

se trate, y de ello se sigue que no existe un plazo de

caducidad para la presentación de la demanda o pedido

de amparo por mora (Creo Bay, Horacio D. Hutchinson,

Tomás, Amparo por mora de la Administración

Pública, tercera edición, p.165). La ley nacional de

procedimientos administrativos no contiene en su

art.28 ningún plazo de caducidad para ocurrir por

amparo por mora (a diferencia de la legislación sobre

el amparo general) y la misma solución cabe adoptar en

aquellas jurisdicciones, como la Ciudad Autónoma de


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Buenos Aires y la Provincia de Santa Fe, en los que el

amparo por mora es creación pretoriana, y como tal

tampoco tiene plazo para iniciar el proceso de amparo

por mora (Creo Bay-Hutchinson, p.165; Sagüés, Néstor

P. Derecho Procesal Constitucional. Acción de amparo,

T.3-p.602; C.N.Civil y Comercial Federal, Sala I,

La Ley 2001-F.722). Más concretamente, se ha afirmado

que al tratarse de una conducta omisiva de la

Administración, mientras ésta no se hubiese

pronunciado, cualquiera sea el lapso que hubiere

transcurrido, será viable la deducción de este remedio

(Salgado, Joaquín A.-Verdaguer, Alejandro C., Juicio

de amparo y acción de inconstitucionalidad, segunda

edición, p.292; Suprema Corte de la Provincia de

Buenos Aires, L.L.B.A. 2006-1440)

iii) Se trata de un supuesto de efectos lesivos

que se prolongan en el tiempo o de efectos

consecutivos, del tipo de tracto sucesivo derivados de

la omisión de la administración en pronunciarse,


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manteniéndose el silencio sin solución de continuidad

cuyos secuelas subsisten. La Corte Suprema de la

Nación ha dicho que si el acto lesivo inicial padece

de ilegalidad continuada, mantenida al tiempo de

plantearse el amparo, y posteriormente, sin solución

de continuidad, no puede rechazarse esta acción so

pretexto del vencimiento del plazo de caducidad del

art.2º (causa Mosqueda, La Ley 2007-A.62, del 7 de

Noviembre de 2006).

iv) Por otra parte, resulta de aplicación lo

sostenido por la Corte Suprema de Justicia de la

Nación en cuanto a que el plazo de caducidad para la

interposición del amparo, no puede constituirse

en un valladar para el ejercicio de derechos que se

encuentra amparados directamente por la Constitución

y por los Tratados Internacionales que han sido

incorporados al ordenamiento constitucional argentino,

como son los derechos de la seguridad social (causa

Tartaroglu de Neto c. IOS s. Amparo, del 25 de


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Septiembre de 2001, La Ley 2002-E.376).

v) Adicionalmente, sin perjuicio de lo expuesto

anteriormente, tampoco es cierta la postura del

recurrente en la mejor de las hipótesis sobre el tema

analizado. Es que Nydia R. Covelli realizó su reclamo

administrativo el 15 de Abril de 1008, ante el

silencio de la administración presentó un pronto

despacho el 30 de Julio de 2008 (fs.10). Se interpuso

el pronto despacho administrativo para que en el plazo

de quince días se expida la Caja de Jubilaciones y

Pensiones de la Provincia de Santa Fe. Como no se

expidió, a partir de ese momento correrían los 15 días

hábiles previstos en el art.2º de la ley 10.456; la

demanda por amparo por mora se incoa el 25 de

Septiembre de 2008, es decir, dentro de los 15 días

siguientes, en tiempo y forma. Tampoco el conocimiento

de la actora estaría dado en la denegación tácita por

parte del ente, toda vez que el silencio es un

beneficio que la ley confiere al administrado y la


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administación no puede amparar en él su molicie

o su inoperancia, pretendiendo que decidió el asunto

de esa forma (Diez, Manuel M., Derecho Procesal

Administrativo, Plus Ultra, año 1993, p.380; esta Sala

I, causa Rullan c. Caja de Jubilaciones y Pensiones de

la Provincia de Santa Fe, auto nº 429-2006; C.N.Civil,

Sala C, Doctrina y Jurisprudencia, 1998-I.p.932, fallo

nº 12.756).

5) Las consideraciones vertidas sobre que en

autos se reclaman créditos, que no media estado de

necesidad, que se trata de cuestiones que requieren

mayor amplitud probatoria y que la ley 11.330 puede

dar satisfacción a lo pretendido mediante una medida

cautelar; son reiteraciones de planteos efectuados en

otros tramos de la presentación que han sido

rechazados o que directamente carecen de relación con

el tema bajo examen.

6) La invocación de la parte apelante de que la

existencia de la vía procesal regulada por la


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ley 11.330 -recurso contencioso administrativo-

demostraría la existencia de una vía más apta no

resulta atendible en el caso. Es que el recurso

contencioso-administrativo resulta la vía natural para

revisar la legalidad y legitimidad de decisiones

administrativas ya emitidas, aspecto éste que no

resulta factible en el presente caso puesto que el

amparista pretende precisamente el dictado de la

decisión estatal que, en su caso, recién a

partir de su emisión podría habilitar la revisión

judicial a través del invocado recurso contencioso-

administrativo. Por lo que la única vía judicial

apta que tenía la actora ante el silencio de la

administración, luego de efectuado el reclamo

administrativo y posterior pronto despacho en esa sede

sin que la Caja demandada se expidiera, admitiendo o

no admitiendo su petición, es el recurriemiento al

amparo por mora que no es otro cosa que un pronto

despacho deducido judicialmente (Sagüés, Néstor P.


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Derecho Procesal Constitucional. Acción de amparo,

T.3-p.598 a 600; Linares, Juan F. Sistemas de recursos

y reclamos en el procedimiento administrativo, p.36 a

37; Tawil, Guido, El amparo por mora y el silencio de

la Administración, La Ley 1986-D.1172; Dromi, José,

Amparo por mora administrativa, T.II.p.85 a 86;

Hutchinson, Tomás, Ley Nacional de procedimientos

administrativos, T.I-p.510; Pearson, Marcelo M. El

amparo por mora de la Administración, La Ley 1975-

B.423; Raspi, Arturo, nota en E.D. 178-14, entre

otros).

En lo que respecta a la invocada inexistencia de

mora, la demandada se ha limitado a sostener dicha

circunstancia pero sin hacerse cargo en la expresión

de agravios de refutar las pertinentes argumentaciones

de la jueza ni tampoco ha indicado los elementos

demostrativos que avalen sus aseveraciones. De todos

modos, la mora de la administración ha sido acreditada

objetivamente de las constancias de la causa: la


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actora inició un reclamo administrativo el 15 de

Abril de 2008 (fs.8 a 9) y ante el silencio de

la administración interpuso un pronto despacho

administrativo el 30 de Julio de 2008 (fs.10), sin que

la Caja de Jubilaciones y Pensiones de la Provincia de

Santa Fe se haya expedido, por el contrario ha

guardado silencio hasta la fecha sin haber dictado un

acto o resolución administrativa en un sentido

positivo o negativo al reclamo de la administrada.

8) De lo antedicho se desprende que la invocada

inexistencia de recaudos para la admisibilidad del

amparo no resulta correcta ni ajustada a las

constancias de la causa referenciadas en razón de que

la sentenciante ha partido de un puntual análisis de

la situación de mora administrativa, lo que representa

en definitiva un juicio de admisibilidad adecuado de

tales recaudos al amparo por mora. Resta señalar que

si bien la apelante invocó jurisprudencia de la Corte

Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe en


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sustento de sus agravios, tal jurisprudencia no

decidió casos que presenten analogía con una situación

de amparo por mora como la que se analizó en la

sentencia apelada. En efecto, el citado precedente

“Andreoli” refería a una materia específicamente

administrativa debatida en el marco de una pretensión

mere declarativa y no a un pedido de dictado de

resolución para la Administración, diferencia que, ya

se vio anteriormente, indica que la materia aquí

decidida no refiera a los derechos subjetivos

administrativos.

9) Finalmente en punto a la protesta de que no se

ha agotado la vía administrativa ni promovido la

reclamación previa de la ley 7.234, es una línea de

argumentación que esta Sala ya ha desestimado antes de

ahora. En efecto, se ha decidido por la Cámara que “la

argución vinculada con la aplicación (supletoria) de

la ley 7.234 y 9.040 y sus plazos no considera

que el reclamo administrativo previo y sus plazos allí


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regulados no es necesario ni aplicable para interponer

un amparo por mora ya que este amparo especial no

tiene por finalidad el ejercicio de una pretensión de

fondo del asunto, sino eliminar un escollo puesto por

la Administración al normal curso de la instancia

administrativa por lo que ni puede juzgarse para tal

pretensión las normas sobre demandas contra el Estado

pues son incompatibles con la urgencia del despacho

que debe brindar la acción de amparo” (esta Sala I,

auto nº 581-2005, causa Mariscotti c. Caja de

Jubilaciones y Pensiones de la Provincia de Santa Fe;

Silvestri-González Arzac, La instancia administrativa

previa a la judicial de la ley 19.549, E.D. 72-777;

Sagüés, Néstor P. Acción de amparo, p.602; Rivas,

Armando, El amparo, p.137; Lazzarini, José L., El

juicio de amparo, p.11; Sagüés-Serra, Derecho Procesal

Constitucional de la Provincia de Santa Fe, p.179;

Corte Suprema de Justicia de la Nación, causa

Tricerri, E.D. 15-16; esta Sala I, Acuerdo nº 2-99,


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causa Anselmo c. Municipalidad de Rosario; Creo

Bay-Hutchinson, Amparo por mora de la Administración

Pública, p.163 a 164; la propia naturaleza jurídica

del amparo por mora de la Administración importa

que para promoverlo sea innecesario la reclamación

administrativa previa: Salgado-Verdaguer, Juicio de

amparo y acción de inconstitucionalidad, p.288). Por

otra parte, resulta contrario a toda lógica que se

pretenda que el amparo judicial de pronto despacho que

se funda en la omisión en que se encuentra

incursa la administración de resolver una petición

del administrado, que es la culminación de pedidos

anteriores de pronunciamiento no atendidos por la

requerida en su propia sede, deba ser precedido de una

nueva solicitud en los términos de la ley citada que

confiere un plazo de treinta días para expedirse,

vencido el cual, impone al interesado la carga de

interponer un nuevo pronto despacho y un plazo

adicional a la requerida de quince días para emitir el


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acto que se reclama. Resulta asimismo absurdo que se

afirme que de no cumplirse este procedimiento, la

demnandada podría encontrarse en estado de indefensión

por haberse colocado al Estado ante una súbita e

imprevista demanda (fs.24 vta., de la contestación de

la demanda; fs.115 de la expresión de agravios, punto

4), no obstante que en el caso y como se ha expresado

en la sentencia anterior, se trata de un pedido de

reajuste de una pensión iniciado el 15 de Abril de

2008, cuya resolución se requirió en tal fecha, ante

el silencio de la Administración, interpuso un pronto

despacho el 31 de Julio de 2008, lo que motivó la

demanda de amparo por mora el 25 de Septiembre de

2008, ante el persistente silencio u omisión de

expedirse por la accionada (fs.7 a 10; fs.15; fs.37 a

89; esta Sala I, causa Rullan c. Caja de Jubilaciones

y Pensiones de la Provincia de Santa Fe, auto nº

429-2006).

Lo aseverado también responde a la afirmación


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tangencial y unilateral del apelante respecto de que

“el reclamo del actor carece de objeto, pues ya ha

sido resuelto la materia de la pretensión al

liquidarse el haber previsional” (fs.112 in fine y

vta., primer párrafo; fs.114 vta.); no deja de ser una

apreciación subjetiva del recurrente sin ningún

respaldo probatorio. Por el contrario, de la prueba

acompañada por la misma Caja de Jubilaciones y

Pensiones de la Provincia de Santa Fe (fs.49 a 89), al

responder la demanda, surge que la demandada no se ha

pronunciado al pedido de Covelli de reajuste de

haberes iniciado el 15 de Abril de 2008 y ante el

silencio hubo de recurrir al pronto despacho

administrativo el 31 de Julio de 2008, y ante la

persistencia de la conducta omisiva, derivó en la

presente demanda de amparo por mora, admitida en la

primera instancia el 20 de Agosto de 2009. Nunca se

pronunció la administración demandada sobre el reclamo

concreto de la actora (reajuste de una pensión), por


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lo que la versión contraria dada por la recurrente no

tiene ningún respaldo en las constancias comprobadas

de la causa y si afirma que hubo tal pronunciamiento

era carga suya acreditarlo en la causa, y no lo hizo

en ninguna oportunidad ni instancia procesal.

10) Es pues suficiente con que la actora haya

agotado la instancia administrativa previa a la

interposición del amparo por mora con el reclamo

administrativo incoado el 15 de Abril de 2008 (fs.80

a 81) y además el pronto despacho administrativo

interpuesto el 30 de Julio de 2008 (fs.87); y ante la

persistente omisión de la Administración, persistiendo

en su silencio, ha habilitado al ocurrimiento judicial

del amparo por mora o pronto despacho judicial.

11) Las costas de segunda instancia se imponen a

la parte recurrente (art.17 de la ley 10.456).

Así voto.

Sobre la misma cuestión, la señora vocal doctora

Serra, a quien le correspondió votar en segundo lugar


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dijo: Que adhiere a los fundamentos expuestos por el

señor vocal doctor Silvestri, y vota en el mismo

sentido.

Concedida la palabra al señor vocal doctor Ariza,

a quien le correspondió votar en tercer término, y

esta cuestión dijo: Que coincide con lo manifestado

por el señor vocal doctor Silvestri y vota en igual

forma.

A la segunda cuestión el señor vocal doctor

Silvestri dijo que corresponde: a) Rechazar el recurso

de apelación; b) Costas de Alzada a la parte

recurrente. Regular los honorarios de los

profesionales actuantes en la sede en el 50% de lo que

cupiere regular en la instancia de origen (art.19 ley

6.767 y modificatorias).

Así me expido.

Sobre la segunda cuestión, la señora vocal doctora

Serra, dijo: Que coincide con lo propuesto por el

señor vocal doctor Silvestri, y vota de la misma


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manera.

A la misma cuestión, el señor vocal doctor Ariza,

dijo: Que hace suyas las razones expuestas por el

señor vocal preopinante y vota en idéntica forma.

En mérito a los fundamentos del Acuerdo que

antecede, la Sala Primera de la Cámara de Apelación en

lo Civil y Comercial de Rosario, RESUELVE: a) Rechazar

el recurso de apelación; b) Costas de Alzada a la

parte recurrente. Regular los honorarios de los

profesionales actuantes en la sede en el 50% de lo que

cupiere regular en la instancia de origen (art.19 ley

6.767 y modificatorias). Insértese, hágase saber y

bajen. (Expte. Nro. 50/2010).

mm.

SILVESTRI

siguen///
29

///las firmas. (Autos: “COVELLI, Nydia Raquel contra

CAJA DE JUBILACIONES Y PENS. STA. FE sobre Amparo por

mora” - Expte. Nro. 50/2010).

SERRA ARIZA

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