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ERES, sin la menor duda. Pero no eres nada sustancial, eres VER,
eres CONOCER: el verbo activo (‘En el principio, era el Verbo…’).
Sin forma, ni dimensiones, ni características. Simplemente VER.
Simplemente CONOCER. No eres ninguno de los contenidos que
desfilan ante ti. Pero sin ti, esos contenidos NO SERÍAN. Lo que
equivale a decir que la totalidad del mundo sensible, sin ti, NO ES.
Eres la luz que ‘alumbra’ el mundo entero.
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John Wheeler
Fundamentos
OBJETIVO DE LA NO-DUALIDAD: EL CONOCIMIENTO DE SÍ
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mismos. Dada esta premisa, nada de lo que sigue puede ser la
esencia de lo que somos, porque todas estas cosas aparecen y
desaparecen:
Pensamientos
Sentimientos
Sensaciones
Percepciones
Experiencias
Estados
Objetos percibidos
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Simplemente, para clarificar términos, en lo que se refiere al
sentido de SER PRESENTE [estar presente], uso indistintamente
los siguientes términos: ‘presencia’, ‘ser’, ‘existencia’ o el ‘sentido
de que ERES’. En lo que se refiere al aspecto consciente de nuestra
naturaleza, utilizo los siguientes términos: ‘conciencia’, o
directamente ‘conocer’, entre otros. Además, debido a que nos
estamos ocupando de un principio o fenómeno singular (nuestra
naturaleza verdadera), en algunas ocasiones utilizo términos con
guiones, como presencia-conciencia, ser-conciencia, existencia-
conciencia, conciencia-presencia, y así seguido. En todos los casos,
los indicadores se refieren al mismo principio, tu verdadera
naturaleza esencial: en suma, lo que tú eres.
Así que nuestra verdadera naturaleza es ese principio dentro de
nosotros que está PRESENTE y CONSCIENTE. Ahora que sabemos
esto, tenemos un claro sentido de lo que se está señalando en las
enseñanzas No-Duales. Una vez que tenemos esta comprensión
esencial, todo lo que resta es echarle una mirada y apreciar de
modo completo lo que nuestra presente naturaleza verdadera es.
Recuerda, esto no consiste en conseguir algo que no está presente.
Más bien consiste en la comprensión de algo que ha estado siempre
presente, pero no del todo reconocido o apreciado.
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conceptualizar o razonar. Todas estas cosas son sólo operaciones
mentales. Lo que quedará claro, si no lo está ya, es que nuestra
verdadera naturaleza no puede ser comprendida o captada a través
del instrumento del pensamiento.
Asegúrate de responder a estas preguntas por ti mismo, antes
de leer cualquiera de los comentarios que siguen. Los comentarios
pretenden clarificar y desplegar las implicaciones de las preguntas.
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el conocimiento-de-Sí, o el directo reconocimiento de tu verdadera
naturaleza, está ocurriendo ya, AHORA. Todo el mundo es y sabe
que es. Este reconocimiento es, realmente, total y completo
conocimiento-de-Sí. Las enormes implicaciones de esta afirmación
quedarán claras en lo que queda de la discusión.
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pensamientos no cambian el hecho de estar presente y consciente.
Tu presencia permanece inmodificada e imperturbada a través de
todas las apariencias. Ser-conciencia es realmente el constante
telón de fondo, brillando a través de todas las experiencias, sin
cambio alguno. Empieza a notar esto por ti mismo. Es un hecho
que nosotros probablemente hemos pasado por alto. Estamos
generalmente tan cautivados por las experiencias que pasamos por
alto totalmente el ser-conciencia, que es el necesario telón de fondo
de todas ellas. Por ejemplo, ¿cuántos pensamientos, sentimientos o
percepciones puedes tener sin la presencia de tu existencia y
conciencia? No muchos… ¡En realidad, ninguno! Una vez que
comienzas a reconocer la presencia del ser-conciencia, su
naturaleza inmutable se torna transparente con un poquito de
investigación.
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Comentario: Para reconocer el presente ser-conciencia, ¿son
necesarios alguna técnica, proceso o ejercicio? La respuesta debe
ser negativa. Nadie necesita hacer nada para estar presente. Nadie
tiene que hacer nada para generar conciencia. De hecho, es todo lo
contrario: para hacer o emprender cualquier cosa, el sentido de
existencia-conciencia debe estar ya presente como prerrequisito.
Aquellos que están practicando, esforzándose y ejercitándose con
el objeto de lograr alguna meta espiritual, han colocado la carreta
delante de los caballos. El conocimiento-de-Sí, que es el re-
conocimiento de tu verdadera naturaleza, no es el resultado de
práctica alguna en absoluto. Las prácticas y aproximaciones están
muy bien para logros y cumplimientos relativos, pero son
enteramente inútiles en el caso del conocimiento-de-Sí. De hecho,
son peor que inútiles, porque al perseguir tales prácticas estamos
negando activamente el reconocimiento esencial de que nuestra
verdadera naturaleza está YA aquí y ahora. Reconocer nuestra
verdadera naturaleza no requiere de ninguna práctica o técnica,
cualesquiera que sean.
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Comentario: Muchos de nosotros estamos bajo la impresión
de que el reconocimiento de quienes somos viene de la influencia
de algo o de alguien exterior a nosotros: a través de un maestro, a
través de la gracia de Dios o de alguna otra intervención. Pero mira
en tu propia experiencia y ve si este es el caso. ¿Es verdad que
algún ser desciende sobre nosotros y nos entrega el ser-conciencia
desde el exterior? Sin necesidad de ello, el hecho de ser-conciencia
está YA disponible. Nada necesita traerse desde el exterior. Esto
también muestra por qué el concepto de un maestro ‘despierto’ o
‘iluminado’ que posee alguna maravillosa capacidad o realización
que nosotros no tenemos, es un concepto erróneo, dualístico. Tu
propio ser natural es lo que se está señalando como real. Aquellos
inclinados a hablar mucho de maestros ‘despiertos’, de seres y
sabios ‘iluminados’, están claramente operando en el reino de la
dualidad. Se les ha escapado la comprensión más fundamental:
que de hecho ¡nunca ha habido ningún ser ‘iluminado’ en absoluto!
La única verdad digna de considerarse es la verdad del propio ser
de uno. Esta verdad es la que, en última instancia, es real.
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[9.] ¿Necesitas hacer algún esfuerzo para estar presente y
consciente?
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dimensión particulares. Por otro lado, es intuitivamente obvio y
claramente conocido en todo momento. Esto podría parecer una
paradoja.
El ser-conciencia no es un objeto. No puede ser captado por la
mente (como un pensamiento), o por los sentidos (como un objeto
percibido), y sin embargo, está lo más claramente presente. Su
presencia está totalmente más allá de toda duda. Este es el porqué
tendemos a pasar por alto la verdad de quienes somos, no porque
no estemos presentes, sino porque nuestro ser no puede ser
conocido a través de los instrumentos de conocimiento a los que
estamos habituados. Razón por la cual, si intentas comprender tu
verdadera naturaleza a través de los sentidos o de la mente, se te
escapará. Sin embargo, una vez que captas este punto básico, es
muy fácil. Tú puedes dejar de utilizar los sentidos o la mente para
comprender tu verdadera naturaleza, y confiar en el conocer
inmediato, no-conceptual. Tú ERES y SABES QUE ERES. Esto, en sí
mismo, es reconocer tu verdadera naturaleza. No es simplemente
CONOCER —como si se tratara de algún hecho objetivo— sino
también SER. Tú eres lo que conoces, y conoces lo que tú eres. Este
es un fenómeno absolutamente único, porque es la única
experiencia —si podemos llamarla así— en la cual aquello que está
conociendo y lo que está siendo conocido son una y la misma
cosa. ‘Ser’ es, y ‘ser’ se conoce a sí mismo. Por ello, nuestra
naturaleza esencial es algunas veces mencionada como ‘conciencia-
cognoscente-de-sí’.
Ello también muestra que el indicador ‘conciencia’ tiene alguna
precedencia sobre el indicador ‘ser’. Para hablar del ser, la
conciencia debe estar allí. No puede haber ningún ser del que
hablar sin la presencia de la conciencia. El término SER, cuando se
utiliza aisladamente, es confiable sólo para comunicar una
comprensión parcial de nuestra verdadera naturaleza. Nuestra
verdadera naturaleza no sólo está presente, sino vívidamente
consciente y cognoscente. El término CONCIENCIA, por otra parte,
puede funcionar por sí mismo, porque incluso hablar de conciencia
implica que existe, que está presente, de manera que el sentido de
SER aparece automáticamente. Este no es el caso con el sentido de
SER, pues no trae consigo necesariamente el aspecto de conciencia.
Por tanto, entre ambos términos (conciencia y ser), CONCIENCIA
es, generalmente, el indicador principal de nuestra verdadera
naturaleza.
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[12.] En tu experiencia directa, ¿es eso que tú eres una cosa, y
la existencia-conciencia alguna otra, ‘allí fuera’ y aparte? ¿O es
que TÚ ERES aquello que está presente y consciente?
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hayan sido superados, ‘amanecerá’ la liberación final. Nada podría
estar más alejado de la verdad. Tales aproximaciones progresivas
son de carácter claramente dualista. Operan en términos de un
logro ‘futuro’ que por lo común no está presente, de una serie de
impedimentos a la Unidad que son gradualmente ‘superados’ y de
una ‘persona’ que puede lograr (o no) un estado especial llamado
‘liberación’. A menudo se asume que el ‘maestro’ está en ese estado
final, en tanto que todos sus ‘estudiantes’ se encuentran aún en
proceso de aproximación a la comprensión final, a lo largo de un
período de tiempo. Es sorprendente que tanta gente, por lo demás
muy inteligente, sea tan fácilmente engañada por doctrinas tan
patentemente erróneas e ilógicas.
Tales enseñanzas florecen, incluso bajo el membrete de ‘No-
Dualidad’, aun cuando en verdad no son nada de eso. Claramente,
aquellos que diseminan o creen en tales aproximaciones pasan por
alto totalmente la comprensión esencial de las tradiciones No-
Duales. Por un lado se te dice que tu naturaleza ya es libre. Pero
luego se afirma, rápidamente, que ‘esto no es aún suficiente’, que
es sólo el comienzo, que queda mucho trabajo por hacer y demás
absurdos. Así, al descaminado ‘buscador’ se le da una promesa de
libertad, pero luego se le empuja de vuelta a doctrinas dualísticas,
progresivas, a menudo sin que pueda ver el juego engañoso que se
está jugando a sus expensas. Si uno se relaciona con buscadores
influenciados por doctrinas tan cuestionables, es posible observar
el hecho lamentable de que éstos permanecen interminablemente
en el ‘sendero’ esbozado por maestros tan cuestionables. Años o
décadas más tarde aún siguen meditando, asistiendo a retiros,
‘encarnando’ la comprensión, pendientes de la esperanza de que el
gran ‘despertar’ o ‘iluminación’ finalmente amanecerá. Mientras
tanto, vemos a los maestros ascender en rango, influencia y riqueza
personales, todo ello a expensas de sus crédulos estudiantes, que
aún no han visto el modo de atravesar el absurdo con que se los
alimenta. ¡Tanto rollo en torno a la siempre presente libertad!
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Comentario: Este último punto es sutil y puede que necesite
de una fina mirada para apreciarlo totalmente. Advierte que el
cuerpo, la mente y los sentidos tienen, todos ellos, experiencias.
Estas experiencias se despliegan en el reino de las apariencias y son
dualísticas por naturaleza. Por ejemplo, el cuerpo puede
experimentar placer o dolor. Pero ¿experimenta la conciencia, tu
verdadera esencia, placer o dolor?… No, porque es el cuerpo el
que tiene estas experiencias. La conciencia, en sí misma, es del
todo libre e intocada. No está sujeta ni al placer ni al dolor. Ahora
mira a la mente. La mente puede experimentar certidumbre o
dudas, miedo o seguridad, ‘problemas’ o alegría. Claramente, todos
ellos son ‘estados mentales’. Pero ¿sufre la conciencia alguna de
estas experiencias? En otras palabras, ¿es tocada o afectada por
estos estados mentales? Nuevamente, verás que es la mente la
afectada, y no tu verdadera naturaleza o conciencia.
¿Qué significa esto? Significa que nuestra verdadera naturaleza
está totalmente libre de sufrimiento, dolor, temor, problemas,
dudas, preguntas, preocupaciones, etc. Está también libre de todos
sus opuestos. Ello claramente muestra que lo que tú eres es libre,
incondicionado, y más allá de todo dolor, todo sufrimiento y toda
duda. Pero esto es describirlo tan sólo en términos de lo que NO
ES. Por el lado positivo, podemos decir que es paz imperturbada,
plenitud y ‘completud’ que nunca pueden ser perdidas o
comprometidas. ¿Por qué? Porque esto es lo que nuestra verdadera
naturaleza ES, intrínsecamente. Este reconocimiento completa el
cuadro, iluminando otra importante faceta de nuestra verdadera
naturaleza. No sólo estamos presentes y conscientes, sino que
también SOMOS paz, felicidad y libertad incondicionales. Nuestro
único ‘problema’, por decirlo de alguna manera, era que no
estábamos apreciando esto que somos y siempre hemos sido
verdaderamente. Ninguna de estas cosas ‘llega’ como un logro
futuro. Se entiende que es la condición en curso y siempre-
presente de aquello que es. Esto es reconocido a través del
conocimiento-de-Sí… Aquí tan sólo estamos mencionando las
características de lo que ya somos, razón por la cual nunca puede
haber una ‘profundización’ o ‘estabilización’ sino, únicamente, un
profundo reconocimiento de lo que YA ES. Toda aproximación que
se apoya en el ‘logro’, la ‘estabilización’ o la ‘profundización’
graduales, está aún obrando en términos de la ilusión de que
somos algo que no somos. El único remedio para ello es el
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claro conocimiento-de-Sí. No hay ningún ‘logro’ más allá del
conocimiento-de-Sí, porque el Sí Mismo, o la naturaleza verdadera,
es perfecta plenitud y absoluta libertad. Quien tú eres no está
separado de la mismísima Realidad-Una. Hablar sobre algo ‘más
allá’ de conocer quién eres es pura ilusión. No hay nada más allá de
la No-Dualidad, y TÚ ERES ESO.
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entre lo que somos y aquello que —imaginamos— podemos llegar a
ser en el futuro. También asume la realidad del tiempo, así como la
de un ser separado que eventualmente ‘podría’ lograr algún estado
especial de despertar o iluminación. Hemos visto que todas estas
nociones son dualistas y, claramente, representaciones erróneas de
la auténtica No-Dualidad. El conocimiento-de-Sí no es nada si no
es una clara comprensión de lo que YA ES. No hay nada más
allá del conocimiento-de-Sí, porque el conocimiento-de-Sí es
No-Dualidad. No hay nada más allá de la Unicidad. Ninguna cosa
más es necesaria, porque es conocimiento y paz totales y ciertos,
que no pueden ser contrariados bajo ninguna circunstancia.
Indicadores
La No-Dualidad trata sobre conocerte a ti mismo, no sobre
analizar apariencias. Cuerpo, mente, sentimientos y experiencias
vienen y van. Todas ellas son apariencias, y no tu ser verdadero. Si
todas esas cosas vienen y van, ¿qué es lo que siempre permanece a
pesar de esas cambiantes apariencias? Hay el sentido de ser, que
está tanto presente como consciente… No sólo verbalices esto, sino
reconócelo como un hecho, como un conocer directo y como una
experiencia directa. Tu propio ser es lo único constante.
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aparte de eso. No hay nada que hacer, en última instancia, porque
eso es lo que tú eres.
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Cuando un pensamiento aparece, ¿eres tú ese pensamiento?
Cuando ese mismo pensamiento desaparece, ¿desapareces tú
también? Piensa en cualquier pensamiento… Míralo surgir, luego
‘ser conocido’, y luego desaparecer. Hay algo presente en ti antes,
durante y después de esa experiencia. Conoces el surgimiento, la
aparición y la desaparición de ese pensamiento. ¿Cómo podría ese
pensamiento ser tú, cuando tú permaneces, incluso mucho después
de su desaparición? Por lo tanto, no puedes sostener que tu ser
es idéntico al flujo del pensamiento (o a la mente).
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No demanda ningún esfuerzo ni tiempo ver lo que tú eres; es
necesario tan sólo la disposición para ver lo que ya es claro y obvio.
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Si tratas de rastrear en el pensamiento y encontrar allí
alguna‘respuesta’ o confirmación mental, se te escapará la total
simplicidad del asunto. Antes de que el siguiente pensamiento
aparezca, tú ya estás presente y consciente. Y esto es… eso.
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Tu verdadera naturaleza es conciencia ordinaria, cotidiana,
simple. No es cuestión de identificarte con ella. Ya has visto que no
hay ningún ‘yo’, que este es tan sólo un pensamiento. Tú no eres
eso. Así que, ¿quién queda allí que necesite hacer alguna cosa? Tú
dices: ‘¡Pero es que aún no logro identificar mi verdadera
naturaleza como conciencia!’, o ‘¡aún no veo la Unicidad!’. ¡Ese es
el ‘yo’ tratando de ‘colarse’ de nuevo en la ecuación! Ve eso, y ‘deja
ir’ a los pensamientos. Son tan sólo más ejemplos de pensamiento
ego-céntrico. ¡No portan ninguna respuesta porque no hay ningún
‘yo’ allí que pueda responder! Así que deja las dudas desaparecer.
¿Es tu ser algo ‘dudoso’? ¿Hay algún problema con estar presente y
consciente? Ve esto y no tendrás más problemas con ninguna
pregunta o duda, pues todas ellas presuponen que te has alejado de
tu verdadera naturaleza. Pero no lo has hecho. ¡Nunca!
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El estado natural: un diálogo extenso
Pregunta: He estado estudiando Dzogchen los últimos
quince años o algo así. En tu libro dices que pasaste el tiempo
suficiente con ‘Sailor’ Bob Adamson como para que fuera capaz
de llevarte a una detención.
John: Mmm…
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Para mí, conocer a ‘Sailor’ Bob fue algo muy diferente a mis
anteriores experiencias. Sentarse a conversar con él realmente
clarificó las cosas para mí. Como resultado, soy un firme creyente
en la importancia de un contacto tal. Todas las tradiciones dicen
que la comprensión esencial no es conceptual. No es mental. No es
un objeto a ser alcanzado. No es algo en que la mente pueda
trabajar. Cuando leemos estos indicadores en los libros, casi
invariablemente los reformulamos nuevamente como conceptos y
los volvemos algo objetivo. Como resultado, tendemos a pasar por
alto el punto esencial. Así que lo que hizo por Bob su maestro, y lo
que Bob hizo por mí, fue señalar los fundamentos, manteniendo las
cosas muy simples, muy directas y claras. Y, por supuesto, todo ello
en el contexto de su propia experiencia directa. Eso es lo que yo
también estoy tratando de hacer al compartir esto.
Ahora bien, en el budismo tibetano, hasta donde sé, siempre
están hablando de algo que ellos llaman ‘conciencia intrínseca’. En
mi visión esa es ‘toda la enchilada’, por decirlo así. Es el corazón.
En el Advaita Vedanta tienen una cosa similar. Así que, en el
intento de apreciar estas enseñanzas, lo más importante es
clarificar con precisión aquello de lo que están hablando. ¿Qué es
lo que nos están señalando que debamos comprender? A menudo,
estas tradiciones dicen que reconocer nuestra verdadera naturaleza
como esta conciencia esencial, es sinónimo de libertad. E
inversamente, no estar consciente de ella es la definición de un ser
que sufre bajo el dominio de la ignorancia. Tú estás al tanto de
estas enseñanzas desde muchos años atrás. ¿Es esta parte clara
para ti? ¿Comprendes lo que se está señalando con la palabra
‘conciencia’ y demás otras?
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John: Bueno, es cuestión de palabras. Depende de lo que
quieras significar con ellas. La conciencia, tal como Nisargadatta
utiliza el término, es un producto material que surge cuando el
cuerpo es concebido, y que subsiguientemente se disuelve con la
muerte. Esta ‘conciencia’ (a la que podríamos llamar ‘mente’) nos
permite concebir pensamientos y generar el sentido de ‘yo soy’
como un pensamiento o experiencia. Este sentido de ‘yo soy’
depende de la conciencia-mente, la cual a su turno depende del
cuerpo. Así que incluso el sentido de ‘yo soy’ es impermanente.
Pero como Nisargadatta continúa diciendo, tú estás aún presente
como esa pura conciencia que está conociendo el surgimiento y la
‘puesta’ de esa (relativa) ‘conciencia’. Él a veces preguntaba: ‘¿Qué
eras tú ocho días antes de ser concebido?’. El interlocutor podía
responder: ‘No lo sé’. La razón de ello es que el cuerpo y la
‘conciencia’ no estaban presentes. No había ningún instrumento
para registrar ni decir nada. Nisargadatta decía entonces: ‘Aquello
(en ti) en lo cual ese pensamiento ‘no lo sé’ surge, estaba allí. Eso es
lo que tú eres’. Algunas veces él se refería a eso como ‘pura
conciencia’ o ‘puro ser’. Dado que no es un ‘objeto’, no puede ser
conocida objetivamente. Sin embargo, es auto-cognoscente. No
puedes conocerla como un ‘objeto’, pero tampoco puedes negarla
porque su presencia es auto-evidente. Es la innegable presencia
registrando incluso el sentido de ‘yo soy’. Podrías decir que es la
pura presencia sin palabras, más allá del sentido del ‘yo soy’.
John: Bien.
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tornando esto (señalando un vaso en la mesa) en un ‘vaso’
mediante la definición conceptual, y no estamos tornando esto
(señalando el corazón) en un ‘perceptor’. Estas son cosas que se
‘sienten’ intrínsecamente verdaderas en todo ese proceso. Sin
embargo, en este punto hay aún un yo ‘tratando’ de verlo. Cuando
leía tu libro, hubo un momento en que toda esta conceptualización
se detuvo. Pero entonces regresó nuevamente.
P: Bien.
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decirla de dos maneras diferentes. Como Nisargadatta decía: ‘Tú
puedes empujar o puedes jalar la carreta. No importa cuál, siempre
que la mantengas rodando’. Al rechazar la creencia errónea de
quien tú eres, lo que va quedando es tu verdadera naturaleza. Por
el otro lado, si clarificas la verdad de quien tú eres, entonces esa
comprensión disuelve las ideas erróneas. Es tan sólo un asunto de
clarificar la identidad esencial de uno. Así es como lo veo.
Nuestra verdadera naturaleza a menudo es señalada como
‘conciencia intrínseca’, o ‘innata’. La pregunta es: ¿Reconocemos
eso? ¿Lo vemos por nosotros mismos? ¿Sabemos por nosotros
mismos que somos eso? Traigamos esto al momento presente y
hagámoslo más simple. Aquí mismo, ahora mismo, sentados aquí
esta noche, ¿podemos reconocer nuestro ser esencial y su
naturaleza consciente? ¿Es enfáticamente claro, sin ninguna duda
en absoluto? Si esto no está claro, entonces vamos a ‘mal-percibir’
quién o qué somos. Y ahí mismo surgirá una visión errónea de
nosotros mismos. Vamos a aferrarnos a alguna otra cosa, a algún
sentido erróneo de ‘yo’.
Ahora mismo, en nuestra experiencia directa, esta naturaleza
intrínseca debe estar presente. ¿Podemos reconocerla? ¿La
conocemos claramente? Debe estar aquí porque nosotros estamos
aquí, nuestro ser está presente. El modo en que esto me fue
señalado es como sigue: ‘Sailor’ Bob Adamson me hizo hacer una
pausa para que reconociera un par de cosas. Una era lo que él
llamaba ‘presencia’, o el ‘sentido de ser’, este simple sentido de ‘yo
soy’, el reconocimiento de que tú eres. Me preguntó: ‘¿Puedes tú
sentir, o saber que estás presente? ¿Hay un sentido de ser?’. Por
supuesto, esto es innegable. Y entonces él señaló este ‘sentido de
conciencia’, preguntándome: ‘¿Estás consciente? ¿Eres consciente,
ahora mismo, de pensamientos, sentimientos y sensaciones
ocurriendo?’. Esto era algo que yo podía reconocer. Pienso que
cualquiera puede. Básicamente, sabemos claramente que estamos
aquí, y que hay conciencia presente… Así que el modo en que él
introducía esto era señalar este innegable sentido de presencia-
conciencia y hacernos mirar eso.
Esto es realmente la esencia. En esto va a parar: reconocer esta
presencia de conciencia que está con nosotros ahora mismo. Esto
es importante, porque a menudo estamos bajo la impresión de que
es algo muy ‘sutil’. Imaginamos que es difícil de ver, o que algo
extraordinario tiene que ocurrir antes de que esto se revele. Lo
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interesante de esta aproximación es cuán simple es. La presencia
de conciencia es realmente lo que estas tradiciones están señalando
como nuestra identidad. Ella ya está aquí. Es simplemente evidente
y conocida. Cuando haces una pausa y reflexionas en el hecho de
que ‘tú eres’, notas que este sentido de ser no es inerte. Es del todo
vívido. Es del todo consciente. Así que esta conciencia presente, o
presencia-conciencia, o como quieras llamarle, es cristalinamente
clara y totalmente disponible. Es muy, muy simple. El hecho de no
haberla reconocido es el origen de esta identidad errónea o falso
sentido de ‘yo’. El punto que intento comunicar, sentados aquí, es
que lo que realmente somos es este sentido desnudo o simple de
estar presentes y conscientes. Nada más que eso.
Ahora bien, otro modo de aproximarnos a esto es descartar
todo aquello que no somos. Por ejemplo, ahora mismo, podemos
ver aparecer y desaparecer los pensamientos. Lo mismo ocurre con
las sensaciones y percepciones. Estos distintos objetos vienen y
van. Son transitorios. No permanecen con nosotros por algún
espacio de tiempo. Así que no pueden ser la esencia de quienes
somos. Si apartas a un lado todo ello y miras qué es lo que queda
(aparte de todo ello), encontrarás que aún queda algo presente. Tú
estás aún aquí, y sabes que estás aquí. Tu presencia continúa, a
pesar de las cambiantes experiencias. Al mismo tiempo que el ir y
venir de los pensamientos, hay una conciencia de ellos. Cuando
están allí, tú eres consciente de ellos. Cuando desaparecen, tú estás
totalmente consciente de que no están allí. Así que esa presencia de
conciencia todavía permanece.
La clave para reconocer nuestra verdadera naturaleza es
advertir que está 100% absolutamente presente. La verdad es que
podemos reconocer esto como un hecho muy, muy fácilmente. Lo
que tiende a ocurrir es que encontramos difícil admitir que sea tan
sencillo. Pensamos: ‘Esto no puede ser quienes somos. ¡Es
demasiado obvio! ¡Es demasiado simple! ¡Esto no puede de ningún
modo posible ser aquello de lo que se está hablando’.
Las cosas cambiaron de una manera drástica para mí luego de
que el propio ‘Sailor’ Bob —basado en su experiencia con su
maestro y en su propia comprensión— me confirmara que, en
efecto, era así de simple. Cuando nos detenemos por un instante y
reconocemos el puro sentido de ser y de conciencia, reconocemos
de manera directa, absoluta y clara nuestra auténtica naturaleza
intrínseca. No es un reconocimiento parcial, momentáneo o vago.
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Estamos cara a cara ante lo que las tradiciones No-Duales han
estado señalando todo el tiempo. Es muy raro escuchar esto, o que
se nos lo señale así de claro, y mucho menos que empleemos algún
tiempo en penetrar su sentido. Debido a la forma en que hemos
sido condicionados para ver las cosas, pensamos, muy típicamente:
‘Yo soy esto’. ‘Yo soy aquello’. ‘Yo soy un cuerpo’. ‘Yo soy
pensamiento’. ‘Yo soy una persona’. ‘Yo poseo ciertos atributos’.
Pero todas estas cosas son conceptos. Esta conciencia inmediata
que somos factualmente, no es un concepto en absoluto. No está
en la mente. Empiezas a ver la diferencia entre la idea de lo que
pensamos ser, y la presencia no-conceptual de quienes somos
verdaderamente.
Las enseñanzas No-Duales han estado diciendo todo el tiempo
que no estamos en la mente, que no somos una imagen, que no
somos una construcción en el pensamiento, que no somos algo
objetivo. Cuando empiezas a considerarlo, empiezas también a
darte cuenta de que es esto precisamente aquello de lo que se
trataba. Todas las tradiciones están diciendo básicamente que
nuestra verdadera naturaleza es aquello que es real. Reconocerlo es
la esencia toda de ello. Entonces la visión de uno cambia de un
modo radical. Ciertamente cambió para mí, cuando me di cuenta
de que en verdad no estamos buscando algo distante, complicado,
o difícil de entender. Una vez que tienes un sentido básico del
asunto, empiezas a descubrir cosas bastante increíbles sobre esta
presencia-conciencia básica. No hay nada ‘mundano’ en ella.
Reconoce entonces por ti mismo tu verdadera naturaleza como
este innegable ‘sentido de ser’, que es al mismo tiempo presente y
consciente. Advierte que, al tiempo que distintos pensamientos,
sentimientos y percepciones surgen y pasan, tu presencia no
cambia. ¿Se altera en lo más mínimo este sentido de ser? ¿Se ‘va’ a
alguna parte? ¿Ocurre alguna variación? ¿Viene o va? ¿Lo pierdes?
Comprende que, en este mirar, no estamos introduciendo nada
nuevo en absoluto. Puede que hayamos visto esto años atrás, pero,
simplemente, nunca lo habíamos considerado.
Es muy importante que este reconocimiento de nuestra
naturaleza esencial sea claro y firme. Si no queda claro, la mente
retrocederá constantemente al proceso de conceptualización, con
todas sus dudas y preguntas. Ello se debe a que la mente está
‘buscando’ saber lo que es verdadero sobre nosotros mismos. Si la
verdad de quienes somos no queda clara, la mente tratará de
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responder a esas preguntas volviendo atrás, al único lugar con el
que está familiarizada: el proceso conceptual. Así que es esencial
reconocer lo que somos y permitir que eso quede muy, muy claro.
Hemos visto que nuestra verdadera naturaleza es ese sentido de
ser-conciencia. Está ya aquí. Es fácilmente reconocible. Está
constantemente con nosotros, y no cambia con las apariencias.
P: No.
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John: No obstante, encuentras que, en tu experiencia directa,
tu conciencia natural ya está presente. Naturalmente y sin
esfuerzo. No es un estado que requiere de ‘mantenimiento’. No es
algo que tú manufacturas. No es algo que tienes que lograr o
conseguir… A menudo hacemos esas asunciones. Pero cuando
vemos en la experiencia presente, esas asunciones no son válidas.
Continuemos un poco con la investigación. ¿Es esta conciencia
innata un ‘objeto’ que ves como algo aparte de ti mismo? En otras
palabras, en el reconocimiento de la presencia-conciencia, ¿es ésta
algo que está ‘allí’, mientras que tú estás ‘aquí’? ¿Dices: ‘Allí está, y
yo estoy aquí’? ¿Es eso lo que en los hechos ves en tu experiencia?
¿Es esta presencia innata de conciencia algo ‘objetivo’, en lo
absoluto? Mira por ti mismo. Sabemos que está aquí. Sabemos que
somos. Sabemos que estamos conscientes. En el reconocimiento de
ello, ¿hay allí algo aparte, con características que puedas captar
‘objetivamente’? ¿Es tu ser una ‘cosa’? ¿Es un pensamiento? ¿Es
una percepción particular?
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verdadera identidad. Es lo que somos. No podemos hallar ninguna
separación entre nosotros mismos y la conciencia. No es que ‘aquí’
estás tú y ‘allí’ está la conciencia. Tú encuentras que ERES aquello
que está consciente.
Hay finalmente otro aspecto a mencionar. El cuerpo ‘siente’
experiencias, la mente ‘tiene’ pensamientos y sentimientos
diversos… Así que, naturalmente, la mente podría tener preguntas,
o problemas, o preocupaciones. Todo ello es algo que claramente
está ocurriendo en la conciencia. Son pensamientos. O el cuerpo
podría estar sintiendo algún dolor o sensación. ¿Pero tiene la
presencia de conciencia alguna de esas cosas? ¿Está la conciencia
misma sujeta a esas apariencias, o es víctima de ellas? Si
establecemos que el sufrimiento psicológico es el producto de la
mente —o una apariencia en la mente—, ¿podemos decir que la
propia conciencia tiene algún ‘sufrimiento’ o ‘problema’? Si
establecemos que es únicamente la mente la que ‘tiene’
pensamientos y sentimientos, entonces podemos empezar a
reconocer algo muy interesante: la conciencia —que como hemos
visto, es, en efecto, lo que somos— no tiene sufrimiento. No
está limitada por él. No está sujeta a los estados del cuerpo o de la
mente. Ello nos lleva al re-conocimiento de que la presencia
intrínseca, innata, está completamente libre de cualquier
limitación o sufrimiento…
Revisemos ahora lo que hemos cubierto hasta aquí. Vimos que
nuestra verdadera naturaleza es el simple sentido de presencia-
conciencia. Está ahí, reconocible, sin esfuerzo. No está en el futuro.
No es algo que necesitemos ‘producir’ o ‘mantener’. No es una
práctica. No es algo objetivo que podamos captar o ‘agarrar’. No
obstante, es totalmente innegable. No podemos encontrar ninguna
separación entre nosotros mismos y lo que está presente y
consciente. Esencialmente somos eso. Mientras que el cuerpo y la
mente experimentan diversos estados y condiciones, la conciencia
misma es innatamente libre. Debido a que esta conciencia no es
objetiva, no está en el flujo del tiempo. No podemos decir que
comienza, cambia o termina. ¿Cómo podría algo que no es un
objeto estar sujeto al tiempo o al cambio?
Comienzas a vislumbrar una increíble posibilidad que ha
estado, siempre, totalmente presente, pero que habías pasado por
alto. ¡No se está señalando algo extraño o difícil de comprender! Es
tan innato y presente que no hay siquiera necesidad de recurrir a
32
conceptos como iluminación, despertar, liberación o cosa similar.
Esas cosas son demasiado ‘crudas’, demasiado ‘objetivas’. Cuando
esos conceptos se enfatizan, la gente comienza a pensar: ‘Cuando el
despertar ocurra, entonces yo estaré allí. Entonces yo veré esto.
Entonces sabré de qué se trata’. Resulta que para conocer quién
eres no necesitas ninguna de esas cosas, en lo absoluto. Son
conceptos inútiles. Mantienen a la gente apartada de la simplicidad
y profundidad de las cosas. Si no hemos estado muy claros sobre lo
que estas grandes tradiciones señalaban como nuestra verdadera
naturaleza, es muy importante escuchar y reconocer esto por ti
mismo.
Ahora bien, lo que yo encuentro, sin embargo, es que muchos
de nosotros hemos escuchado cosas así durante mucho tiempo.
Puede que hayamos escuchado sobre ello a través de libros o
maestros populares. ¡No era algo extraño para mí, y estoy seguro
que para ustedes tampoco! Pero el cambio que ocurrió para mí —a
través del contacto con ‘Sailor’ Bob— fue el vívido reconocimiento
de cuán próximo, cuán cercano y accesible era esto. Hasta aquel
momento no lo tenía claro. Lo que yo pasaba por alto era el hecho
de que lo que se está señalando, está ya presente en mi propia
experiencia. Todos los maestros que había conocido hasta entonces
carecían de una clara comprensión de las cosas, porque, abierta o
sutilmente, estaban implicando que el total reconocimiento de
quienes somos no estaba inmediatamente presente. Eran incapaces
de señalar eso. Sin embargo, eso se puede señalar, y será señalado
directamente por aquellos con una comprensión clara y directa. Es
lo que los maestros que provienen de las tradiciones No-Duales me
han confirmado desde su propia experiencia. Y tú encontrarás que
no hay nada más allá de esto.
En algún punto, me vi a mí mismo como un ‘buscador’ que
estaba básicamente a la caza de la ‘iluminación’, el gran logro
futuro. Se me señaló muy rápidamente que eso era tan sólo un
‘concepto’, que estaba buscando en la dirección equivocada.
Mientras perseguimos el estado de iluminación, estamos pasando
por alto el hecho de que, todo lo que está siendo señalado, está ya,
factualmente, aquí. Una vez visto esto, podemos ‘abandonar’ el
concepto. Podemos apreciarlo y relajarnos en el reconocimiento
del hecho ya presente de lo que somos. ‘Sailor’ Bob me sugería que
empezara desde la posición —o desde el reconocimiento— de que
ya somos eso. Tú ya conoces eso. Ya está ‘logrado’. ¿Por qué no
33
comenzar con esto como tu línea-base, en vez de decir: ‘¿Y dónde
está?’ ‘¿Cómo voy a llegar allí?’ ‘Yo no puedo verlo’ ‘Necesito
conseguir la iluminación’… Para la mayoría de la gente, este es un
cambio radical de perspectiva.
Mirar de esta manera te permite desmantelar muchos otros
conceptos innecesarios. Por ejemplo, una noción común es que ‘es
cuestión de relajarse en nuestra verdadera naturaleza una y otra
vez’. Pensamos que de alguna manera esto nos capacitará para
quedar más ‘estabilizados’ o ‘próximos’ a ello. Pero eso es una
superposición conceptual. No es necesaria.
P: Es aún un perceptor.
34
la noción que establece que ‘yo’ estoy separado de la realidad
intrínseca, se convierte en una sólida creencia. Sin embargo, toda
la estructura conceptual es tan sólo una apariencia de pensamiento
surgiendo y ‘poniéndose’ en esta conciencia presente. Esa
conciencia está ya en la meta, y tú ya eres eso.
Así que toda la estructura conceptual es un malentendido. No
obstante, causa sufrimiento. En vez de realizar la ya presente
libertad, la mente concibe una separación. Creemos que somos
algo separado. El sentido de limitación aparece y la mente
comienza a construir una estructura conceptual sobre cómo lograr
la Unidad. Pero no tiene valor, porque tú no estás separado. A
medida que estos conceptos son señalados, pueden ser vistos y
descartados. Una carga cae. Cada vez que pones sobre el tapete una
de estas estructuras conceptuales, tú la reconoces y la creencia
queda descartada. El sufrimiento y la esclavitud envueltas en ello
caen de tus hombros.
Es importante entender de dónde vienen los conceptos, en qué
arraigan y cómo funciona ese mecanismo. Una vez visto que el
concepto de un ‘yo’ separado y todas las nociones relacionadas no
son válidas, ya no crees en ellas. Al no aferrarte a ellas, ¿dónde
quedas? Quedas naturalmente y sin esfuerzo en la verdadera
naturaleza que tú eres, sin ningún sufrimiento (debido a la creencia
en falsos conceptos). No estás realmente ‘ganando’ nada sino,
simplemente, descartando los conceptos que estaban generando un
sufrimiento innecesario (todo basado en conceptos).
En mi experiencia, lo que sucedió fue que la naturaleza
auténtica me fue señalada y vista muy claramente. Pero, entonces,
mis dudas, temores y creencias del pasado surgían en medio de
este claro conocimiento de mi identidad como conciencia. Ello me
confundía y ‘disparaba’ el sufrimiento. Pero luego comencé a ver lo
que estaba ocurriendo. Los conceptos erróneos —basados en la
visión de un ‘yo’ limitado— que la mente había recogido en el
pasado, iban apareciendo, y la energía de la creencia fluía hacia
ellos. Yo estaba asumiendo esos pensamientos como afirmaciones
válidas sobre mí mismo, y los tomaba en serio. La clara y simple
verdad de quien yo soy estaba siendo pasada por alto. No era nada
más complicado que eso, pero en todos esos años de búsqueda yo
había estado obviando este punto básico.
La vasta mayoría de buscadores que van por ahí no están claros
en cuanto al básico reconocimiento de su verdadera naturaleza.
35
Simplemente no lo están. Y esto se aplica incluso a aquellos
interesados en el budismo, en el Zen, en Dzogchen, en el Advaita
Vedanta u otros modernos derivados de estas tradiciones.
36
sentido de ‘¡esto es tan obvio!’. Luego aparecía en mi mente algo
sobre mi trabajo o mi salud. Quedaba luego atrapado en algún
tema personal o algún concepto espiritual. Repentinamente estaba
de vuelta en el sufrimiento… Eso me intrigaba. Afortunadamente,
pude volver y hablar con él sobre este asunto. Y quedó resuelto.
37
cosas provienen de causas que pueden ser ubicadas. Provienen de
una falsa visión de nosotros mismos, y pueden ser resueltas.
Esto se hace en conjunción con el reconocimiento de la verdad
de quien tú eres. A medida que ese reconocimiento pase a primer
plano, irá ‘contradiciendo’ o eliminando la causa-raíz, esa errónea
identidad básica. Eso es perfectamente ‘trabajable’ y llega, absoluta
y enfáticamente, a la raíz de todo, de una vez y para siempre. Los
que dicen que el sufrimiento es inevitable o parte inherente de la
naturaleza de las cosas, están enteramente equivocados.
John: Yo también.
John: Sí.
38
John: Y lo mismo con Nisargadatta, el maestro de ‘Sailor’ Bob.
Murió de un cáncer en la garganta que acabó con su vida en tres
años. Se mantuvo enseñando y hablando hasta el último día. Él
apenas podía hablar, y aun así continuaba comunicando este
mensaje hasta los últimos instantes de su vida. Así que, de alguna
manera, se las arregló para atravesar estas experiencias.
39
conciencia siempre-presente, que está naturalmente presente sin
ningún esfuerzo.
40
vista exterior. Pero con una comprensión de la naturaleza
conceptual del sufrimiento, éste ya no es tomado como real. No hay
necesidad de introducir ese tercer componente.
John: Sí.
41
sufrimiento surge con esa creencia. La mente entra en pánico.
Existe la noción de que mi ser o identidad está terminando, o que
algo traumático me está ocurriendo. La verdad es que todo eso es
completamente erróneo.
Aquí es donde empiezas a ver de dónde viene el sufrimiento. El
sufrimiento no es algo dado, y no es natural. No es parte de lo que
realmente está presente, en lo factual. Es una estructura mental
específicamente construida, basada en una errónea visión de las
cosas. De manera que si la mente construye la noción ‘me estoy
muriendo’, y cree en ella, entonces una cierta cantidad de energía
fluye hacia esa creencia.
Ahí es cuando empiezo a tener sufrimiento psicológico. Y la
mente entonces saltará con conceptos adicionales, como ‘¿Qué voy
a hacer ahora? Esto no me debería estar ocurriendo. Tengo que
cambiarlo. ¡Oh Dios mío! ¡No quiero morir! ¡Hay tantas cosas que
quisiera hacer!’… En ese punto ya estás atrapado en una nube de
conceptos, tomándolos como algo totalmente real. Pero todo está
basado en el pensamiento. Todo está surgiendo de esta errónea
identificación. Ello entonces comienza a mostrarte de dónde
proviene el sufrimiento.
Empiezas a darte cuenta de que el sufrimiento, tal como lo
estoy definiendo, es una creación del proceso del pensamiento.
‘Sailor’ Bob hace al respecto el siguiente comentario: ‘¿Qué hay de
malo contigo si no estás pensando en ello?’. Es una forma de
resumir todo el asunto. A partir de aquí, tú empiezas a ver algunas
cosas muy interesantes, por ejemplo, que una pregunta es un
pensamiento, que una preocupación es un pensamiento, que la
sensación de ‘tener un problema’ es un pensamiento, que la
preocupación sobre lo que ‘otros’ pudieran pensar sobre mí es un
pensamiento, que la preocupación sobre lo que yo debería hacer es
un pensamiento, que tus creencias y el sentido de quien eres es una
colección de pensamientos. De pronto te das cuenta de que todas
estas cosas son creadas por la mente conceptual. Si alguien viniera
y borrara esos pensamientos, ¿qué es lo que quedaría? Únicamente
presencia-conciencia y, posiblemente, algunos sentimientos y
percepciones pasajeras, pero ningún sufrimiento personal o
conceptualización basados en la idea de un ‘yo’ separado. Así que…
¡AJÁ! La resolución se presenta por sí misma.
42
P: En ese caso, sólo hay conciencia y dolor físico. ¿No podrías
definirlo como dolor físico?
43
me gusta en absoluto! ¿Por qué no me gusta? Porque es una
afirmación incorrecta sobre lo que soy verdaderamente. Así que
cuando rastreas el sufrimiento hasta el siguiente nivel, ves que esos
pensamientos giran en torno al ‘yo’. Si eres observador, empiezas a
distinguir un patrón en todo ello. No es que haya tan sólo ‘un dolor’
en el cuerpo. Más bien es que ‘yo’ estoy adolorido, o que a ‘mí’ no
me gusta ese dolor. Esta noción-raíz ‘yo’ es descrita de diferentes
maneras, como sentido del ego o yo separado, o pensamiento-yo, o
persona separada. Como fuera que lo describas, es el meollo de
todo este mecanismo. Es aquello a lo que todos los conceptos ego-
céntricos parecen referirse. La totalidad de las identificaciones
están relacionadas con esta creencia central. La razón de que sean
problemáticas es que la creencia-meollo es tomada como válida,
cuando en realidad es completamente errónea.
Si me dijeras: ‘John, eres un elefante azul’, yo no creería eso ni
por un segundo. No lo tomaría en serio. No asocio ese concepto con
quien yo soy. Esa noción es patentemente falsa. No creo en ella ni
me identifico con ella, en lo absoluto. Y, como consecuencia, no me
perturba en lo más mínimo. Un concepto sólo te perturba cuando
‘cargas’ con él y crees en él. Si no creemos en él, carece de poder.
Así que, para creer en un concepto, para sufrir bajo un concepto tal
como ‘yo no estoy iluminado’, tienes que dar el paso intermedio de
tomar al pensamiento-yo como válido. Tienes que tener al ‘yo’ no-
iluminado, o cualquier otra identificación así… Esta comprensión
nos permite llegar a la raíz del asunto muy directamente. En vez de
tomar todos los posibles pensamientos y creencias recogidos a lo
largo de los años, tomamos únicamente éste hasta llegar a la raíz.
Así nos damos cuenta de que hay un mecanismo que mantiene
todo esto junto. Si acabas con la causa-raíz —la creencia en el ‘yo’—
entonces no hay lugar en que pueda arraigar cualquier otra
identificación. Nada se adhiere nunca más… Esto nos muestra que
es posible exponer el meollo de esa creencia y resolver la red
completa del sufrimiento de modo concluyente.
Es importante ver de dónde vienen todos los conceptos y
creencias. Todo eso es material recogido a lo largo de los años,
porque no conocíamos nada mejor. La noción de ser un ‘yo’
limitado o separado es recogida en la mente a una edad temprana.
Se asume como real. De ahí en adelante comenzamos a creer en
montones de cosas relacionadas al sentido de ‘yo’. La gente nos
dice cantidad de cosas… ‘Tú eres un cuerpo’; ‘tú eres un buen
44
chico’; ‘tú eres un estudiante’; ‘tú eres esto, aquello y lo de más
allá’. Todas estas cosas son básicamente definiciones conceptuales,
¿correcto? Cuando nos convertimos en ‘buscadores’ espirituales
empezamos a identificarnos con diversas creencias tales como: ‘Soy
una persona espiritual’; ‘soy budista’; ‘estoy en camino de la
Iluminación’… Pero la verdad es que tú no estás en ningún camino,
en lo absoluto. Eso es una construcción. Son aún definiciones de
una entidad aparentemente separada, sólo que ahora tienes un
nuevo conjunto de definiciones: ‘tú eres un buscador de la
Iluminación’. Estas nociones generan tanto sufrimiento como el
que experimenta cualquier persona así llamada ‘no-espiritual’. En
el centro de ello está la noción de que ‘yo’ no soy completo, de que
estoy separado, de que hay algo aparte de mí, de que no estoy aún
allí, de que no soy lo suficientemente bueno, de que si tengo suerte
hay algo que podría mejorarme… Tú aún estás atrapado en esta
estructura conceptual. Puede que los buscadores estén listos para
cuestionar algunos de estos conceptos, puede que no. Pero todos
ellos forman parte aún del mismo mecanismo. ¡Tu naturaleza
como conciencia innata no es la de ser un ‘practicante’ budista o
Dzogchen!
Entonces, ¿cómo es que quedas involucrado en este show? La
proposición central es que la razón por la que sufrimos es una
creencia residual en la realidad de este concepto corazón. Esta
creencia es el combustible de todo el resto de pensamientos
habituales que nos mantienen enfocados en la mente. Asumimos
que el ‘yo’ central es válido… Yo ya había escuchado eso, como un
concepto, muchos años antes de conocer a ‘Sailor’ Bob. Recuerdo
haber leído algunos textos budistas que decían que la raíz de todo
sufrimiento era la creencia en un ‘yo’ separado. ¡Supongo que todo
buen budista sabe eso! Pero lo que no advertía era cómo aplicarlo y
qué era lo que realmente significaba. Aun cuando había estado
expuesto a ese indicador desde años atrás, yo todavía funcionaba
claramente desde el sentido de que era un ‘yo separado’.
Por ejemplo, cuando fui a Australia para ver a ‘Sailor’ Bob,
pensaba: ‘Me voy a Australia. Necesito respuestas. Necesito
encontrar la ‘Iluminación’. Quizás él pueda ayudarme. Voy a
conseguir algo que me falta’. Aún no estaba claro para mí que todo
este mindset era un complejo sistema de creencias centrado en un
‘yo’ aparentemente separado. Como la presencia intrínseca de
conciencia que verdaderamente somos, ¡yo no tenía ninguna
45
necesidad de ir a Australia! No necesitaba conseguir nada. No
había nada que él pudiera darme, en un sentido absoluto. Incluso
recuerdo un e-mail donde le manifestaba mi deseo de verlo, al cual
‘Sailor’ Bob me respondió que ‘no había necesidad de ir’. Me señaló
que yo ya tenía todo lo que necesitaba. Pero yo aún operaba bajo la
falsa creencia en el ‘yo separado’. Y resultó que había ‘algo’ en que
él sí me ayudó: simplemente, me mostró lo que estaba sucediendo
y expuso la falsa creencia de quien yo pensaba que era, de modo tal
que esa creencia pudiera ‘desprenderse’ en ese ver. Aun cuando
‘nada’ conseguí de ‘Sailor’ Bob, le estaré eternamente agradecido
por esa ‘nada’.
Así que el pensamiento ‘yo’ es una total ilusión. No está ni
siquiera allí. Es una completa asunción. No hay ninguna evidencia
de que exista siquiera: es un concepto y no tiene ninguna existencia
real en lo absoluto, salvo como asunción. Cuando echas una
mirada, descubres que la persona separada —que habíamos
tomado como nuestro yo— es una ilusión. Para ser aún más
enfático: ni siquiera existe. No está presente. No hay ninguna
evidencia de un yo limitado, separado… Cuando eso se ve, cuando
tú realmente reconoces ese punto, sucede que arrojamos la
creencia fuera de toda la estructura. Así que echas una mirada y
adviertes que no hay ningún ‘yo’ separado. Yo no soy un deficiente
‘yo’ separado. Yo no soy una entidad así, en lo absoluto. Si alguien
viniera y me dijera: ‘¡Pobre John! Él no está iluminado’, ¿a quién
se estaría refiriendo? Una vez que se cuestiona ese mecanismo
central, todo posible pensamiento ego-céntrico queda invalidado.
El punto que ‘Sailor’ Bob enfatizó para mí fue que, cuando ves que
el ‘yo’ no está presente, entonces todo tu sufrimiento, tu búsqueda,
tus dudas y problemas quedan resueltos. Hay en ello una causa y
un efecto. El ‘yo’ central es la causa, y las otras creencias y
conceptos dependen de eso. Así que, sin una causa, ¿puede haber
algún efecto? Este es el punto que él resaltó.
Y esto nos vuelve al comienzo. Asumiendo que entendemos lo
que se está señalando, entonces la pregunta es: ¿Hemos visto por
nosotros mismos que el yo separado no está presente?… Yo,
ciertamente, no lo veía al comienzo. Si la mente construye estas
identificaciones, tales como ‘yo soy esto, yo soy aquello’, y les da
realidad, o cree en ellas y las toma por reales, entonces, a pesar de
cualquier conocimiento teórico que tengamos, aún no hemos visto
que el ‘yo’ es un punto de referencia inválido, nulo. Lo que me
46
resultaba extraño era que yo ya estaba bastante familiarizado con
las enseñanzas de Ramana Maharshi. Estaba muy al tanto de su
enseñanza de ‘auto-indagación’, que era un análisis de la mente
para ver si el pensamiento-yo raíz, como él lo llamaba, estaba ahí o
no. Él hablaba de esto muchísimo, y parecía ser la piedra angular
de gran parte de su enseñanza. Entonces, cuando la gente se le
aproximaba y le decía que aún no eran libres, él respondía cosas
como: ‘Muy bien. ¿De quién estás hablando? Echa una mirada.
¿Qué es ese ‘yo’ que está en esclavitud?’. Así que yo ya había
escuchado algo que iba por estas mismas líneas, pero aún no estaba
claro para mí lo que realmente se estaba señalando. Yo había
conocido a varios maestros occidentales que intentaban presentar
las enseñanzas de Ramana Maharshi, pese a que nunca lo habían
conocido. Eso, en sí mismo, era una ‘bandera roja’. Volviendo
atrás, veo que su comprensión de esto era muy confusa, muy poco
clara. Como resultado, ellos realmente nunca habían ayudado a
nadie, hasta donde podía ver. ‘Sailor’ Bob fue capaz de dejar esto
muy claro para mí.
Ahora intentemos poner todo esto junto. Tú ya eres totalmente
libre. No hay nada equivocado en ti. Tú ya eres esa realidad
intrínseca y siempre lo serás. No hay la más mínima cosa
equivocada contigo. No hay nada que necesites hacer. Tú puedes
salir por esa puerta en cualquier momento, y no eres nunca nada
excepto esa libertad pura. Tu naturaleza es ‘simple e innegable
presencia-conciencia’, no es una ‘persona’ separada. La persona
separada nace en el pensamiento como un concepto. Así que
podemos ver que todo ese sufrimiento es… conceptos en torno a
un yo ficticio. Sobrevive a través de la creencia. Depende de la
idea de que hay un ‘yo’ distinto, separado, en nuestra experiencia.
Eso es todo lo que está ocurriendo. Entonces das un paso atrás y
adviertes que todo eso es una construcción conceptual basada en
una visión errónea, en una idea errónea. Lo que se señala es que no
existe ninguna evidencia de que tú estás allí como un ser separado,
aparte de la conciencia presente. Tú no puedes encontrar ningún
‘yo’ en el cuadro, en absoluto.
No importa qué tanto mires, no importa dónde mires, no
importa cuánto explores y examines, si tratas de rastrear y localizar
a este ‘yo’ aparentemente separado, no encontrarás ninguna
evidencia de su existencia. Nunca la encontrarás ni puedes
encontrarla. No hay nada allí. Ver esto descarta la creencia en toda
47
la estructura conceptual. No hay nada teorético en ello. No es ni
siquiera una práctica. No es algo así como ‘puede que sí, puede que
no’. Es una cosa experimentada muy claramente, tan claramente
como si hubieras pensado que había una serpiente sobre la mesa,
entonces miraste y advertiste que no había ninguna serpiente allí…
Tú ya no sufrirás más por esa creencia.
Así que necesitamos echar una mirada para examinar y ver
dónde está este ‘yo’ que está en la raíz de todos nuestros
problemas. Me gusta decir que el sufrimiento tiene una causa, pero
que cuando buscas esa causa, ¡encuentras que no existe! En el
reconocimiento de que la causa es inexistente, el problema del
sufrimiento queda resuelto. Una vez escuchado todo esto, podemos
abarcarlo y reconocer por nosotros mismos su verdad. No hay nada
difícil en ello una vez que los puntos esenciales quedan aclarados.
No hay necesidad de esperar años practicando, alimentando
esperanzas, haciendo esto o haciendo aquello. Todas eso puede
hacer que pases por alto la raíz del asunto. Y los resultados de esta
comprensión son evidentes de una manera inmediata. Cuando el
sufrimiento surge en nuestra experiencia, ahora se le reconoce
como nada más que pensamientos. Se ve con claridad que
giran sobre un yo separado… Una vez que abandones la habitación
serás capaz de reconocer y apreciar que la raíz misma del
mecanismo es inválida, nula. ¿Hay alguna evidencia de un ‘yo
separado’? Si es así, ¿dónde? ¿La encontraste alguna vez?… Todas
estas cosas están allí para ti, para que las veas por ti mismo.
En algún punto caí en la cuenta. Yo pensaba: ‘Estoy aquí
presente y consciente. No hay ninguna duda al respecto. No hay
modo de que yo esté separado de la conciencia’. Podía ver eso tan
claramente como la luz del día. Veía pasar algunos pensamientos,
sensaciones y percepciones. Eso era todo lo que podía ver. Miraba
todo ello y pensaba para mí: ‘Entonces, ¿dónde está el ‘yo
separado’? ¿Dónde está John Wheeler, la entidad, ese que tiene
todos estos problemas y dudas? Veo pensamientos ir y venir, pero
ninguna evidencia de que esos pensamientos sean lo que yo soy. Y
lo mismo con los sentimientos y las sensaciones’. Al mirar en tu
experiencia directa, todo lo que ves son algunos pensamientos,
sentimientos y sensaciones, pasando. Así que la persona por la que
nos habíamos tomado no está realmente presente en la
experiencia directa. Es tan sólo una asunción. La mente ha creado
esta noción, pero no hay nada sustancial en ella. No podemos
48
descubrir ninguna ‘cosa’ en particular que sea este yo separado.
Podrías decir que el pensamiento ‘yo’ está presente como
pensamiento. Pero eso es un pensamiento. No es lo que tú eres. Tú
eres la conciencia que conoce a ese pensamiento. El
pensamiento viene y va. Inclusive si no estás pensando ese
pensamiento, tú estás perfectamente bien.
Estas son las cosas que quedaron aclaradas. Nisargadatta dijo
alguna vez: ‘Todo sufrimiento está basado en la creencia en una
persona. ¡Y no hay ninguna persona!’. ¡Y esa es la esencia del
asunto! Eso es lo que se me estaba señalando, y encontré que era
suficiente. Tú no necesitas nada más. Ver la verdad de quien tú
eres y disipar la ilusión de lo que no eres es más que suficiente.
Mis largos años de búsqueda, de sufrimiento, de sentirme limitado,
asumiendo que yo era una persona defectuosa… todo eso terminó.
Y aquí sentados, ahora mismo, todo lo que hay es esta presencia de
conciencia. Puede haber unas pocas cosas apareciendo en ella, pero
ninguna está separada de la conciencia. La raíz de todo sufrimiento
es la noción de que yo soy algo aparte de esa conciencia intrínseca.
Esa creencia en la separación se ‘siente’ como limitación. Crea un
sentido de ser incompleto. Es el combustible de la búsqueda para
determinar qué es lo que esa (asumida) persona podría ser. Pero
vuelve a la experiencia presente y verás que nunca has sido un ser
separado. Tú eres el ser mismo. Tú nunca estuviste apartado.
Por consiguiente, la base de todo el sufrimiento conceptual es
simplemente inválida, nula.
Básicamente, ver las cosas desde esta perspectiva se hace cargo
de la raíz del problema. ¿Qué puede ocurrir entonces? Todo lo que
puede ocurrirte es que la mente siga generando hábitos residuales
del pasado. Acostumbraban a aparecer, así que podrían reaparecer
en la mente. Pero no tocan la conciencia. No te ‘sacan’ de lo que tú
eres. No se refieren a ninguna persona real, porque no hay nadie
allí. Son como cáscaras o cosas sin vida que se muestran sobre la
pantalla, pero en las que ya no se cree. Flotan por ahí y te dejan tal
como tú eres. No significan nada en relación a ti. Son sólo efectos
residuales, mecánicos. Son como una rueda de alfarero girando
aún, una vez desenchufada. Es tan sólo una ocurrencia impersonal.
Y hay la posibilidad de que, debido a que se cree menos y menos en
ellas, se resolverán por sí mismas. Estarán menos y menos
presentes como para preocuparse por ellas.
49
La gente algunas veces siente que serán libres únicamente
cuando la actividad del pensamiento se detenga y ya no aparezca
ningún concepto ego-céntrico. Bien, ¡eso es volver a caer en otra
historia ego-céntrica! Los pensamientos son impersonales. No
pertenecen siquiera a la conciencia. Pertenecen a una imagen de
una entidad que ‘murió’ en el camino, porque no es real. Lo que
pensábamos que éramos es como un sueño muerto y sin ninguna
sustancia.
Después de conocer a ‘Sailor’ Bob, pensaba: ‘¿Cuándo volveré a
quedar atrapado en la búsqueda y las dudas? ¿Cuándo aparecerán
los problemas nuevamente? ¡No puede ser tan simple!’. sin
embargo, encontré que, de hecho, todo había quedado resuelto
perfectamente. No necesitaba ‘trabajar’ más en el asunto,
‘perfeccionarlo’, regresar donde ‘Sailor’ Bob para ‘afinar’ las cosas
ni nada por el estilo. Él simplemente desplegó todo sobre la mesa.
Nunca lo había escuchado tan claro de la boca de nadie. Cantidad
de enseñanzas aludían al auto-conocimiento e insinuaban la
verdad de quienes somos, pero luego te empujaban de vuelta a las
prácticas, a las técnicas, a los gurús, a logros ‘futuros’, y así
sucesivamente. Te devolvían nuevamente a la mente, pensando
que todavía no eras entero y completo. ‘Sailor’ Bob es de los pocos
que te dicen: ‘Esto es lo que es. ¡No hay ninguna cosa más!’. Solía
decir: ‘No hay nada [ninguna-cosa] más allá de ‘nada’ [ninguna-
cosa]’. Si ves esto por ti mismo, esencialmente, ¡has terminado con
ello! Tú ya no vas a emprender alguna práctica o creer en alguna
promesa de iluminación en el futuro. ¿Quién necesita eso cuando
tú ya eres lo que estás buscando? Puedo decir con absoluta
convicción que este modo de mirar las cosas fue absolutamente
capaz de resolver todas las dudas que aún me quedaban. ¡No hay
ninguna duda ya sobre eso!
Cosas como el karma o la reencarnación —todos esos conceptos
tradicionales, doctrinarios— están referidos todavía a la entidad
imaginada. Una clara visión de las cosas elimina el interés en
cantidad de ese material. Si piensas: ‘Aún tengo que hacer esto, o
aquello’… Bien, eso es aplicable sólo si eres un ‘yo’ separado. Por el
contrario, si eres pura conciencia, la cual es intrínsecamente
libre por naturaleza, entonces no tienes ninguna necesidad de
hacer nada en absoluto. ¿Quién está allí para hacer nada, si no hay
ninguna persona presente? Entonces se vienen abajo todos los
conceptos espirituales, pues están basados en la entidad asumida.
50
En el budismo tibetano se dice que la enseñanza más alta y
profunda del Buda era un ‘señalar directo’ a nuestra naturaleza
innata de conciencia intrínseca. Pero si la gente no entendía esta
visión, entonces el Buda proporcionaba distintas enseñanzas
‘relativas’. ¿Por qué? Pues para dirigirse a la posición conceptual en
que la gente ‘imaginaba’ estar. Pero la enseñanza más alta nos dice
muy claramente que esas enseñanzas ‘relativas’ son incapaces de
proporcionar una libertad duradera. La razón es que todas ellas
están basadas en una falsa premisa. Se dan únicamente como un
paso intermedio a todos aquellos que están comprometidos con la
idea de que son alguna clase de entidad. Pero esas enseñanzas
relativas no son la enseñanza más alta. No son la enseñanza
central. No son capaces de revelar nuestra libertad innata y
siempre-presente. Por ello debes renunciar a todos los conceptos,
caminos y aproximaciones, y ver que, aquí y ahora, tú ya eres
libre, porque nunca fuiste, ni por un instante, otra cosa que esa
pura presencia-conciencia misma.
Otros diálogos
A la mente, déjala ser
Pregunta: Las cosas se están desplegando muy bien aquí…
51
P: Recuerdo haber leído algo sobre la mente ‘cayendo’ en un
estado abierto. Ahora mismo, la mente es muy activa, y parece
como que todavía creyera que está conduciendo el show.
52
P: Supongo que es tan sólo otro indicador, y que no tenemos
que esperar ningún desarrollo ulterior.
53
El reconocimiento del hecho de la presencia-conciencia no es a
través de la mente o los sentidos. Cuando te preguntas a ti mismo
si existes y estás consciente, la respuesta que aparece no es
producto de una cadena de razonamientos, sino un reconocimiento
directo, no-conceptual. Ese es el porqué le llaman ‘conciencia no-
conceptual’. Tú no puedes utilizar la mente para reconocer lo que
se está señalando. Sin embargo, es fácil de ver, una vez que ‘captas’
el indicador. La simplicidad es la clave.
Tú estás presente y consciente. Eso es lo que tú eres. Todo lo
demás simplemente surge y desaparece en esta presencia, que está
siempre-presente y clara como esa cualidad-de-conocer que conoce
y que, por tanto, trasciende todas las apariencias. Es eso en dos
palabras.
54
pensamientos y sentimientos a medida que uno ‘descansa’ más y
más en la conciencia? Es como un viaje en una montaña rusa.
P: ¿Es verdad que no hay nada que uno pueda hacer para
despertar, porque no hay ningún ‘yo’ allí? Si es así, entonces, ¿es el
proceso de despertar, simplemente ‘tu’ conciencia ‘disparando’
alguna resonancia en ‘mi’ conciencia? Siento como si fuera un
pollito sin cabeza dando vueltas por ahí en busca de aquello que no
puedo encontrar.
55
hay necesidad de despertar ni de ningún evento o logro. Eso es un
concepto que te mantiene mirando en la dirección equivocada.
56
conciencia, fue el comienzo del sufrimiento y la separación. Todas
las identidades, los conceptos, las creencias, las etiquetas y demás,
que caen en la categoría ‘pensamiento ego-céntrico’ son tan sólo
ideas ‘amarradas’ a esta creencia raíz. Una vez creída la noción de
separación, pasamos la vida entera intentando solidificar esta
noción imaginada a través de la creencia en conceptos ego-
céntricos (creados por la mente) como: ‘yo no soy suficientemente
bueno’, ‘yo no estoy aún iluminado’, ‘ahora lo tengo’, ‘ahora no’,
‘otros están allí, yo no’, y así sucesivamente. Todo ello es
fraudulento, porque todo ello es cháchara en torno a un ‘yo’
defectuoso, separado y aislado que hemos tomado por real.
El antídoto es simple, elegante y profundo. Consiste en
cuestionar si existe o ha existido jamás una cosa tal como un ‘yo’
separado. Si existe, debe ser algo presente y observable. ¿Dónde?
¿Puede ser visto o encontrado en la experiencia directa? Por el otro
lado, ¿puedes jamás encontrar un ‘ti mismo’ separado y aparte de
la existencia-conciencia? ¿Hay en absoluto una persona separada
en el cuadro? ¿Ha habido jamás alguna? La presencia-conciencia
es, en la experiencia directa, pura claridad, paz y totalidad. No hay
la más mínima cosa ‘equivocada’ en ella, y no necesita ser
‘mejorada’ o ‘arreglada’. Y esto, luego de un examen meticuloso, es
lo que tú eres. No es un logro sino un hecho que necesita
simplemente ser verificado. Es muy fácil escuchar lo que estoy
diciendo, y sin embargo, no ‘aplicar’ lo que está siendo señalado.
Hay que ver que todo sufrimiento, duda o confusión es
simplemente un movimiento del pensamiento y nada más. Ve que
tales pensamientos son sencillamente historias o cuentos sobre un
pobre ‘yo’ separado y defectuoso; en otras palabras: pensamiento
ego-céntrico. Todos esos pensamientos dependen de la existencia
de una supuesta entidad, asumida como presente durante tanto
tiempo, y que jamás nos hemos cuestionado si pudiera estar del
todo ausente. Buscar esta supuesta entidad separada y ver,
realmente ver, que no hay nada allí, ‘desenchufará’ completamente
al pensamiento ego-céntrico, porque la causa-raíz, la supuesta
presencia del ‘yo’, ha sido cuestionada. Sobrevivía porque no hubo
ninguna auto-indagación.
Si miras a través de todo esto y tienes un vislumbre de claridad,
y sales con que ‘ahora lo tengo’, es que no has entendido nada. Eso
es tan sólo otro pensamiento ego-céntrico de alguien que piensa
que ahora ‘él está ahí’. Esta es una trampa sutil en la que es muy
57
fácil de caer. Toda esta cosa no es un premio a obtener ni alguna
meta a alcanzar. Con esta actitud, el sentido del ‘yo’ separado entra
por la puerta trasera anunciando orgullosamente su ausencia: el
fabulado ‘ego iluminado’. La prueba de que esto no funciona es que
el sufrimiento y las dudas y preguntas continúan apareciendo,
porque la raíz no ha sido realmente amputada.
Coge este asunto del sufrimiento por las astas y aplícalo
realmente en la experiencia directa. El resultado neto es que el
sufrimiento, la búsqueda, la adoración de maestros y la búsqueda
de técnicas llegan a un alto. No hay nadie allí que pueda darnos
algo que no esté presente ya en nosotros. Una de las señales de que
esto ha dado en la diana será una aversión a poner a alguien —
incluido uno mismo— en un pedestal. Sin nadie allí, ¡no hay nadie
a quien poner o sacar del pedestal!
La conciencia y la mente
Pregunta: Me pregunto si podrías detallar tu comprensión de
los dos aspectos del reconocimiento que algunas veces mencionas:
el de reconocer que tú eres la conciencia No-Dual, y el de erradicar
la causa del sufrimiento. Mencionas en tu libro que, a menudo, hay
un ir y venir durante el periodo de ‘establecimiento’, en el cual la
gente reporta que la conciencia ‘espaciosa’ es auto-transparente
por algunos instantes, y luego opaca, cuando la mente queda
‘fijada’ en algo (oscilando entre la conciencia y la mente). De
acuerdo a tu comprensión, ¿cómo entiendes la diferencia entre la
conciencia y la mente?
58
mente son uno, porque no puede haber ningún pensamiento aparte
de la conciencia. La conciencia es la sustancia con la cual el
pensamiento es fabricado. Imaginar el pensamiento como un algo
independiente, separado de la conciencia, y más importante aún,
imaginarnos a nosotros mismos como algo aparte de la conciencia,
es realmente la única cuestión. Ello constituye la raíz de todo
sufrimiento y de toda esclavitud imaginarios. Rectificar de modo
decisivo este asunto a través del claro ver acaba con todas las
preguntas, dudas y sufrimiento.
JW: Una vez que ves lo que está teniendo lugar, no hay
ninguna diferencia. La conciencia está siempre presente y nunca la
abandonas. Ver esto es el fin de toda oscilación.
59
JW: Es totalmente innecesario. Tan sólo necesitas ver los
hechos. La comprensión es todo. La práctica es una aproximación
mucho menos efectiva. El reconocimiento de tu verdadera
identidad es la comprensión última.
60
No hay separación, en ningún momento
Pregunta: He leído Awakening to the Natural State, y es
asombroso. Estoy a la espera de Shining in Plain View. Irrumpí en
la No-Dualidad hace cerca de seis meses. Mi historia anterior me
demandó treinta años de búsqueda, que parece ser el promedio
dentro de la comunidad No-Dual.
61
JW: Con o sin pensamiento, la conciencia es. Es ese espacio de
puro conocer en el cual todo pensamiento (y no-pensamiento)
surge.
JW: Ahora mismo, todas esas ideas son tan sólo pensamientos
apareciendo en… ¿qué? ¡Adivinaste!… apareciendo en el hecho de
la conciencia presente. Retorna a la consideración de que tu
conciencia real tal como es ahora mismo nunca está ausente, nunca
62
disminuye ni es queda cubierta por algo. Todo lo que puede
aparecer ante cualquiera, en todo momento, está apareciendo en la
presencia de la conciencia. Al no ver esto, la atención se ‘desliza’
hacia pensamientos conceptuales y material mental, basado en la
creencia de que una separación de la fuente ha ocurrido. Sin
embargo, no hay ninguna separación en ningún momento.
Simplemente echa una mirada y verifica esto a tu entera
satisfacción.
JW: Bien. Eso está claro para ti. No hagas de esto un caso de
gente ‘especial’ que tiene algo que tú no tienes. Seguir ese concepto
es atender a una creencia y mirar ‘fuera’ de la simplicidad de lo que
está siendo señalado.
Tú ya eres libre
Pregunta: Es realmente desconcertante que pueda haber este
claro ver que el ‘yo’ es siempre y únicamente un pensamiento
surgiendo. Uno tras otro: ‘yo’ esto, ‘yo’ aquello, hasta que
finalmente uno queda absorbido en ello. ¿Cómo puede eso ser visto
(como yo lo hago), y aun así, la absorción en el ‘yo’ pareciera no
tener fin? Sé que existe alguna inercia, pero parecería que una vez
que esto se ve claramente, entonces debería terminar. A veces hay
únicamente esta comprensión y este dejar que las cosas se
desplieguen. Y luego hay frustración, girando en torno al ‘yo’ que
surge en el pensamiento.
63
tan elegante y tan simple! ¿No es así? Tú no eres una persona
separada en absoluto, sino únicamente esa apertura y esa luz
siempre-libre de presencia-conciencia. Es una sencilla verdad.
Conoce eso y queda en paz. Toda la paz, la claridad y la alegría
están brillando dentro, como la presencia-conciencia que tú eres.
Nadie puede darte esto a ti, y nadie puede quitártelo. Es lo que tú
eres.
Simplemente ve a los pensamientos por lo que son: sombras
pasajeras, partículas de polvo flotantes danzando a la luz de tu
propio ser. Incluso pensamientos ego-céntricos y pensamientos-yo
son tan sólo pensamientos. Ellos no pueden estar allí sin tu propia
presencia. ¿O sí?
Recuerda, no existe un ‘volverse libre’. No es necesario
desechar nada. Ve lo que es real y verdadero y las ilusiones
simplemente se desvanecen. No necesitas siquiera preocuparte,
porque tú ya eres libre. Aun una vida entera de pensamientos-yo en
curso no serían un problema, porque el hecho de tu propio ser
jamás es tocado siquiera.
Preocuparse por los pensamientos es darles demasiada
realidad. Esperar a que algo concluya es tan sólo un concepto.
¡Abandónalo! Nada necesita concluir. ¡Asegúrate y ve que la
libertad ya está presente! Luego vuelve a los pensamientos y ve que
todos ellos son falsos. No esperes a que los pensamientos
desaparezcan. Simplemente míralos como falsos e inaplicables.
Entonces no importa si se marchan o se quedan: tú ya no crees en
ellos más. Esta es la clave, no si están, o no. Si quedas ‘colgado’ a
que ciertos pensamientos estén presentes o no, quedarás encallado,
porque, de cualquier forma, tú no estás en control de ellos, ¿no es
verdad? Si sigues esa ruta, te arrinconas en una esquina.
Una vez que su falsedad es vista, ellos se irán por sí mismos,
naturalmente. No quedará ninguna preocupación en cuanto a si
están presentes o no. La verdadera libertad existe cuando ves que
tú eres libre, aparezcan o no aparezcan pensamientos. La
conciencia permanece como el constante telón de fondo de todos
los pensamientos. La conciencia es del todo intocable por los
pensamientos, conceptos y emociones. Eso es lo que tú eres. Tú ya
eres libre.
64
P: He leído tu nota varias veces. Es magnífica. Elegante y
simple. ‘Conoce esto y queda en paz’. La parte ‘conoce’ está, y no
está allí. Algunas veces lo veo y todo está claro. Algunas otras es
como ‘arrancarse los dientes’ para verla.
65
JW: ‘Tomar nota’ o no, son sólo pensamientos. ¿En qué
aparecen? Eso es tan fundamental que no necesita siquiera ser
‘notado’. Es. ¿Quién es el ‘yo’ que hace todo esto, de cualquier
forma? ¿Eres tú alguna entidad que debe hacer algo? La afirmación
implica que tú no estás aún ‘allí’ y que hay algo que hacer o algún
evento futuro que esperar. Cuestiona esas creencias. Hay una gran
libertad en abandonar falsas creencias. Nada se agrega, pero la
‘estática’ inútil queda desechada del cuadro.
Incluso esos tan preciados conceptos espirituales deben ser
cuestionados. Ninguno de ellos es realmente verdadero. La verdad
es el hecho de tu propio ser, incluso ahora. Vuelve la espalda a los
falsos conceptos, y todo es amplia apertura, todo queda claro,
disponible y resuelto, ahora mismo.
66
sin esperanzas. Yo diría que primero intentemos encontrar tal cosa
como un ‘pensador’. Si la directiva es observar los pensamientos,
eso es algo que ya está ocurriendo espontáneamente.
Observar al cuerpo-dolor. Este es un concepto interesante, al
parecer construido por el autor. En el mejor de los casos es un
modo de tratar de explicar el origen del sufrimiento, proveyendo
alguna clase de modelo o teoría. Todo lo que podría decir es no
tomar el concepto demasiado en serio (como si existiera una cosa
tal como un cuerpo-dolor). Todavía no he visto una cosa así.
Todos estos indicadores podrían ser vistos como útiles pasos
intermedios para lograr alguna comprensión básica sobre nosotros
mismos, pero todavía hay en ellos alguna dualidad implicada. No
son tan simples y claros como los que he encontrado en algunas
otras presentaciones. ‘La prueba está en el pudín’, sin embargo. No
hay ningún problema en concederles crédito y ver qué es lo que
aparece.
67
JW: Parece que es así, pero hay una diferencia distintiva,
realmente. Yo nunca digo que hay un individuo que está presente y
que necesita lograr algo que no tiene. El primer indicador, y el más
importante, es la sugerencia de volver una y otra vez al
reconocimiento de que lo que estás buscando, tú ya lo eres. Esa
presencia-conciencia es quien tú eres ahora, de manera total y
completa. Nunca he sugerido que hay algo que hacer o lograr que
no esté ya presente. Ni prescribo ninguna técnica o actividad que
el supuesto individuo deba hacer, per se. Es más un indicador
sobre volver a la comprensión de dos puntos básicos, que son: lo
que tú eres (conciencia) y lo que tú no eres (un ‘asumido’ individuo
autónomo aparte de esto). Es un animarte a buscar y a entender la
posición correcta. No es tomar al individuo como presente y real y
luego proporcionarle algún conjunto de técnicas que practicar para
quedar ‘libre’.
Hay una diferencia. No es únicamente cosa de que una
aproximación sea más sutil, como si lo que yo estuviera diciendo
fuera una variación más sutil de dualismo. Puede parecer así
debido al lenguaje. No obstante, hay una radical diferencia en la
consideración del tema a un nivel muy fundamental. Una fortalece
o ensancha el concepto de separación. La otra lo liquida. La prueba
está en la experiencia, no en las formulaciones verbales.
68
P: ¿No sería toda esta plática engañosa si no hubiera ahí un
‘yo’ que no pudiera hacer cualquiera de estas cosas?
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clara. ¡Pero esa es sólo mi opinión! ¡Cada uno debe encontrar su
propio veneno!
P: No importa qué tanto ‘yo’ intente hacer que ello ocurra: ello
no incrementa la frecuencia de los episodios de conciencia.
70
P: Supongo que lo que estoy diciendo es que parece que, sin
importar cuán claramente pueda alguien articular este tema (y tú
lo haces muy bien, en verdad), cualquier clase de comprensión de
esto no es útil, porque no hay nada que ‘yo’ pueda hacer con esa
comprensión.
71
una creencia residual en la presencia de una separación. Así que
¡echa una mirada para ver si es verdad!
El juego de la espera
Pregunta: Parece como que los indicadores han sido
entendidos y las preguntas descartadas, pero…
72
John Wheeler: ¡El tristemente célebre ‘pero’! Como puedes
haber advertido, preguntas, problemas y dudas son generadas en el
pensamiento. Surgen en respuesta a alguna duda fundamental
sobre nuestra verdadera naturaleza. Son realmente los intentos de
la mente de lidiar con la pregunta fundamental sobre la identidad.
Dando un paso atrás por un instante, puedes ver que ‘ser’, o
‘conciencia’, es, simplemente, ese espacio cognoscente de presencia
que está constantemente iluminando todos los pensamientos,
sentimientos y sensaciones. Es como el sol radiando pura luz sobre
todo aquello que pasa por debajo. Del mismo modo que el sol no es
afectado por las nubes que atraviesan el cielo, así la conciencia no
es afectada por el surgimiento ni por el paso de contenido en ella.
Es vívida, clara, brillante, luminosa, radiante, viviente y espaciosa
en todo momento. Tu ser, como presencia-conciencia, está
completamente más allá de toda duda.
Como digo, pensamientos, sensaciones y sentimientos surgen
en la conciencia. En último término, no son otra cosa que
conciencia, porque no tienen existencia independiente alguna
aparte de ella. El mero surgir de esos contenidos no es ningún
problema. Todo está surgiendo y pasando en ese espacio de vívida
claridad y presencia. Esto es especialmente claro cuando ves que
todas las apariencias están brillando ante la luminosa presencia
que tú eres. Así que no hay ningún problema en absoluto. ¡Finito!
Pero dudas y problemas parecen surgir. La mente es arrastrada
a la confusión, las dudas, las preguntas, los problemas imaginados
y demás, y el claro reconocimiento de nuestra verdadera naturaleza
parece disminuir. ¿Y por qué? Debido simplemente a un no-
reconocimiento del principio de conciencia. Junto con ese no-
reconocimiento surge la creencia de que existimos como algo
aparte, algo limitado, fragmentado, aislado, solitario. Esta es la
noción-raíz de la separación. Desde esa asunción, la mente genera
un flujo de pensamiento preocupado por esa aparente entidad
separada. Esos pensamientos son algo así como una nube de
imágenes mantenidas juntas por la ignorancia y la ciega creencia.
No oscurecen la verdadera posición; no obstante, puede haber una
fijación en ellas, que es todo lo que el sufrimiento es en realidad: la
fijación o la creencia en ideas erróneas, las cuales, a su vez, son
impulsadas por la asunción de que estamos separados de la
Unidad. Por supuesto no lo estamos, así que un poco de
investigación restablece la verdadera posición (que nunca se perdió
73
realmente). Con ello aparece el reconocimiento de la innata
claridad y espaciosidad de tu esencia. Ese es todo el señalamiento,
en dos palabras.
Todas las preguntas, los humores, estados mentales y demás
son experiencias en la conciencia. Ellas vienen y van en base a las
causas y condiciones dentro de la mente. Ellas son en su mayoría
impulsadas por creencias, conceptos y actitudes mantenidas en la
mente. Una combinación de ‘foco’ en la mente, creencia en la
separación, y creencia en conceptos ego-céntricos tomados como
verdaderos es lo que mantiene el mecanismo funcionando. No hay
peligro, en último término, porque la conciencia intrínseca nunca
es comprometida en lo absoluto. En cualquier momento, el
reconocimiento de lo que es claro y verdadero en ti restablece la
claridad, que por supuesto nunca había desaparecido, sino ‘pasada
por alto’. Una vez que esto se ve, se vuelve claro que la claridad es,
de hecho, siempre-presente, y la creencia en la persona separada
junto con sus nociones ego-céntricas que habíamos tomado por
reales, quedan expuestas. Nunca más serán un factor impulsor del
flujo de pensamiento conceptual.
74
contiene todas las cosas es también la profunda presencia de amor
y de paz, siempre. El universo revelado a cada momento está
inflamado de la presencia de un amor exquisito. En ello, incluso la
cosa más ordinaria es una expresión única y maravillosa de la
unidad subyacente de todo.
P: Sé que todos los conceptos son basura, pero hay aún este
sutil ‘juego de espera’ de algo más que esto. A partir de tu propia
experiencia, ¿podrías extenderte un poco en esto?
75
P: Gracias. Cuando dices cosas como ‘inflamado de la
presencia de un amor exquisito’… eso mismo es lo que crea la
perturbación y el sentimiento de separación.
P: Esa clase de discurso me hace parecer que ‘tú’ ves algo que
‘yo’ no puedo ver.
76
JW: ¡Tú eres quien lo dice! Dicho sea de paso, tu concepto de
conciencia parece ser un poco pálido y plano. Aquí, y en los hechos,
la conciencia es esa presencia atemporal iluminando la totalidad de
la creación, el suelo inmutable del ser desde el cual todo surge y en
el cual todo ‘se pone’, inseparable del corazón del amor mismo.
¿Por qué no zambullirse ahí para ver exactamente qué es en
realidad esta presencia-conciencia que tú ya eres?
77
Annette Nibley
Lo que nunca cambia
Advaita
Las ideas y enseñanzas referidas aquí derivan de una tradición
espiritual denominada Advaita. La belleza de Advaita (a-duaita,
literalmente ‘no-dos’) y lo que lo hace virtualmente diferente de
cualquier otra filosofía en su género, es que no sustenta la idea de
que la persona ‘no-iluminada’ debe hacer algo ahora para quedar
‘iluminada’ en el ‘futuro’. Advaita descarta cualquier idea de algún
tiempo ‘futuro’ en el cual un aspirante verá, eventualmente, a
través de la ilusión del ego y podrá declararse a sí mismo
oficialmente ‘iluminado’.
En principio, esto podría tomarse como ‘malas noticias’,
porque ¿no es acaso lo que hemos estado intentando? ¿Acaso no
aspiramos a liberarnos de la ilusión del ‘yo’, de manera que
podamos ‘despertar’?… Sí, a eso es a lo que aspiramos, pero
desafortunadamente no es posible. Es aquí donde aparecen las
‘buenas noticias’ de Advaita. Advaita resuelve el dilema de la
imposibilidad de llegar a la ‘iluminación’ de la manera en que
estábamos tratando (y fracasando) y señala las falsas asunciones
que eran la causa de que, durante todo este tiempo, miráramos
hacia el lugar equivocado. Volveremos a ello más adelante.
Otra cosa única respecto al Advaita es que este es
experimental. No te pide aprender ni recordar nada: en lugar de
ello te pide que deseches todo lo que habías aprendido y mires
simplemente por ti mismo. No es la lectura ni el estudio sino el
experimentar por ti mismo lo que te permitirá apartar el velo de la
ignorancia, de manera tal que la verdad sea vista.
Advaita tampoco te pide que practiques nada ni que ‘mejores’
de alguna manera. No es un gradual aproximarse hacia algún
objetivo. Tú ya lo has intentado, y puede que te sientas ‘más cerca’
que cinco o diez años atrás, pero ‘más cerca’ no significa la
78
consecución del objetivo. En Advaita no hay ningún objetivo, ni
lugar a donde ir, ni nadie que pueda lograrlo.
A través de la popularización de Advaita en Occidente, a través
de maestros como ‘Sailor’ Bob Adamson, Jean Klein y otros —todos
ellos estudiantes de los grandes maestros de la tradición Advaita en
la India durante las décadas del 60 y 70 del último siglo—, estamos
asistiendo literalmente a una explosión de la comprensión entre
nuestros pares que nunca hubiéramos podido imaginar posible.
Permítanme afirmar enfáticamente que Advaita funciona, y al
parecer es un asunto contagioso. Lo estoy viendo por mí misma:
está ocurriendo por todas partes. Y aquellos para quienes ha
funcionado están ahora compartiendo lo que ven, y la cosa
continúa.
Y debido a ello, podemos realmente ver y conversar ahora con
personas que conocen su verdadera naturaleza y ya no sufren más
bajo erróneas asunciones sobre lo que son. Son amigos nuestros,
muy semejantes a nosotros mismos, gente que trabaja, con familia
y estilos de vida modernos, y no cenicientos indios fallecidos a la
vuelta del siglo. Gente como tú y como yo, como el sujeto que
trabaja contigo en el cubículo vecino en tu oficina (mis links son la
prueba). Al conocer a estas personas y escucharlas compartir lo
suyo, podemos ver que cuando uno conoce su naturaleza
verdadera, la vida prosigue tal como antes, pero ya sin ‘historias’
dolorosas resonando en la cabeza. Cuando vemos que esto es
posible para gente común como nosotros, algo hace clic.
Tú ya no tienes que ir a la India, ni tienes que renunciar ni
sentarte a los pies de algún gurú, y lo más importante, tampoco
tienes que esperar hasta la ‘siguiente vida’. Esto es tuyo ahora
mismo. Está ocurriendo a tu alrededor.
Refiriéndome a la liberación de la ilusión del ego, había
afirmado anteriormente que ‘no puede hacerse’. Esta declaración
podría haber sonado a ‘toque de difuntos’ en lo que concierne a la
esperanza del conocimiento de la verdad, pero realmente es
liberación. Veamos cómo funciona.
En primer término: ¿Por qué no puede hacerse? ¿Por qué una
persona no puede liberarse de la dolorosa ilusión de ser
incompleta? ¿Y por qué esto es bueno?
No puede hacerse porque no hay ninguna ‘persona’. El ‘yo’ que
desea ver a través de la ilusión del ego no existe. Esto es lo que los
maestros Advaita, tanto antiguos como contemporáneos, nos
79
señalan de muchas maneras diferentes, mostrándonos las distintas
facetas del asunto, de manera tal que la verdad pueda ser vista.
Ninguna otra indagación espiritual o religiosa —a menos que
yo sepa— vuelve literalmente la mirada 180 grados hacia aquel que
indaga o que busca, hacia el ‘buscador’. ¿Quién es este
cuestionador? ¿Cuál es la naturaleza de esta cosa que llamo ‘yo
mismo’? ¿Es este ‘yo’ real? Este cuestionamiento es la base para
que toda la estructura del ‘yo’, del ‘buscador’ y del maestro
‘iluminado’ se venga abajo. ¡Y esto es iluminación! Pero es muy
fácil emplear décadas enteras siguiendo meticulosamente una
enseñanza, tan sólo para darse cuenta de que la pregunta ‘¿quién
está preguntado?’ nunca se había formulado.
Así que mira por ti mismo. ¿Quién está preguntando? ¿Cuál es
la naturaleza de esta entidad que pregunta? La belleza de ello es
que no toma demasiado tiempo indagar por ti mismo para
descubrir que el ‘yo’ —que habíamos asumido como real— está
parado sobre un terreno muy movedizo… Dejaré esta discusión
para otra ocasión, pero abundan directivas para conducir esta
indagación (aun cuando podría ser del todo auto-dirigida). Todo lo
que necesitas realmente es preguntar: ¿Qué es esta cosa que llamo
‘yo’?… y luego aguardar una respuesta.
Y entonces, después de un breve período de cuestionamiento
sobre la naturaleza de este ‘yo’ (o sobre aquello de lo que está
‘hecho’), la pregunta puede responderse por completo. La entidad
controladora, separada, llamada ‘yo’, no resiste el escrutinio…
Intenta convencerte a ti mismo de que existe una entidad
controladora, separada, llamada ‘yo’… ¡y ve hasta dónde puedes
llegar! Tú no eres ni nunca has sido este cuerpo ni esta
personalidad. Míralo por ti mismo. Nadie puede proporcionarte
esta información. Es algo que debes descubrir por ti mismo. Y una
vez que un espejismo es visto como tal, nunca más podrá
confundirse con agua nuevamente.
Esta indagación es la primera parte de la ecuación: lo que tú
no eres.
80
investigado como se sugiere más arriba, subsiste aún, en el mejor
de los casos, una vacilante creencia en el ‘yo’. Pronto, sin embargo,
el castillo de naipes se desploma y quedas únicamente con la
Realidad de lo que tú eres, la luz de la conciencia, en la cual son
vistos el ‘yo’ individual y todos los demás objetos.
Como vimos en nuestra propia experiencia en tiempo presente,
la única ‘cosa’ que no cambia jamás, esto es, aquella ‘cosa’ no
afectada por ningún pensamiento, sentimiento, experiencia o
circunstancia, es la clara y no-oscilante luz de la conciencia, en la
cual todas las ‘cosas’ aparecen. Esto es quien tú eres. Ninguna
otra cosa. Y aunque es de lo más obvio, se pasa fácilmente por alto,
del mismo modo que el espacio en una habitación que, de tan
conspicuo, no es siquiera notado. La luz de la conciencia que tú
eres es el plano de fondo de todas las cosas, siempre-aquí, y la
razón de que tan a menudo pase desapercibido, y por tanto tiempo,
no es porque sea complicado ni algo ‘oculto’, sino porque ¡es
demasiado simple y evidente! Lo damos por hecho y lo vemos sin
notarlo.
Dije anteriormente ‘en tiempo presente’, y quiero asegurarme
que este punto quede claro. Nada de ello está en el ‘futuro’. Nada
de ello es gradual o adquirido a través de años de práctica. Esto es
simplemente la realidad de lo que está presente, ahora mismo y
siempre: tú no eres otra cosa que esta inmutable y estable lLuz de
la conciencia que ve todas las cosas y no es tocada por ninguna, y
ESTO es todo lo que siempre has sido. Este siempre-fresco
momento de existencia es espontáneo y nace por primera vez
ahora, y vuelve a nacer ahora, y ahora, y ahora otra vez. ¿Cómo
podrías hallar ESTO en el ‘futuro’, o conocerlo después de años de
estudio? Es únicamente AHORA.
Todo el tiempo has estado luchando, buscando y encarando los
‘problemas’ de la vida. Y todo el tiempo fuiste sólo ESTO, y
ninguna otra cosa. Esta Luz, este Espacio Consciente en el cual
todas las cosas aparecen, es quien tú eres, sin la fantasía de un ‘yo’
ficticio al cual aferrarte. Tú puedes entender esto ahora mismo, sin
esperar algún otro momento y menos aún ‘otra’ existencia (¿y de
QUIÉN sería esa ‘otra’ existencia?).
Y esto es aquello de lo que yoguis, santos y sabios han estado
hablando siempre. No hay ningún otro ‘estado’ o ‘experiencia’ que
esté por encima o más allá de este simple reconocimiento de tu
verdadera naturaleza. No se requiere nada más. Conociéndote a ti
81
mismo como ESTO, nada necesitas. No hay ningún problema.
Como dice Nisargadatta: ‘No hay error posible nunca más’.
Cualquier ‘estado’ o ‘experiencia’ deseado es para la persona, y
esta persona ‘existe’ tan sólo en una especie de ‘sueño de
ignorancia’. Así que cualquier estado o experiencia —digamos de
éxtasis, o de ‘iluminación’— es una ficción, un evento imaginario
para una persona imaginaria en un tiempo imaginario. Nada de lo
que ocurre en este sueño de ignorancia ‘toca’ lo que es Real. Y lo
que tú eres ya es ESO. ¿Y cuándo ves eso? Lo ves ahora mismo,
mediante el simple reconocimiento de la luz de tu propia
conciencia presente, observable ahora mismo.
Este espacio claro, consciente e iluminante nada tiene que ver
con cualquier pensamiento o sentimiento que puedas albergar
sobre él: es simplemente la ‘cosa’ más resaltante en tu atención, y
no es modificada por ningún sentimiento o pensamiento en torno a
ella. Este es el espejo que refleja al mundo, inmodificado por
aquello reflejado. Y ESTO es lo que tú eres… Tómate tu tiempo,
date una oportunidad de conocer esta Luz y descubrir su
naturaleza. Esto no puede hacerse con la mente. La mente queda
atrás, y la Luz Se Ilumina a Sí Misma: ESTO es ‘Iluminación’. ¡Y no
hay ningún ‘alguien’ que quede ‘iluminado’!
Cuando dejas de lado este ‘yo’ personal y separado, y ves que
todo lo que he estado señalando siempre es esta luz de la clara
conciencia presente, todas las religiones, de pronto, comienzan a
cobrar sentido. Incluso la ciencia y la moderna física comienzan a
cobrar sentido cuando se ven desde este punto de vista. Pero
interpretar una u otra, sin dejar al mismo tiempo de asumir que el
‘yo’ es real, te llevará a inconsistencias y verdaderos callejones sin
salida.
Así que no, jamás podrás ser una ‘persona iluminada’. Porque
la verdad (de la iluminación) que se ve, es ésta: aquello que está
realizando la visión no es una persona: es la conciencia. No es
una conciencia personal, no es ‘tu’ conciencia, sino la conciencia
universal, la conciencia dentro de la cual todas las cosas
aparecen, la conciencia que nunca es alterada o nublada por nada
de lo que aparece. Esta conciencia también puede ser llamada Luz,
Realidad, Unicidad, Ser, Dios, Brahman, pero da igual: es la
Realidad-Una, sin-forma, sin-atributos, más allá del tiempo y el
espacio, más allá de toda descripción.
82
Esto no es algo místico, ni espiritual. Es sencillamente Real.
Únicamente hay Una Realidad. Esta Luz es quien tú eres, y es
AHORA. Vuelve a ella una y otra vez, ahora y ahora y ahora otra
vez, y se convertirá en la ‘opción por defecto’. La Luz se vive a Sí
Misma a través de ti, y no hay ninguna otra cosa aparte de esta
vida espontánea, sucediendo ahora y siempre. Iluminación,
eternamente presente, para nadie.
Así que esto es lo que la ‘persona’ desea pero no puede obtener.
La persona no puede ser ‘iluminada’. Y la persona no puede
liberarse de la ilusión de sí, porque el ‘yo’ surge de su propia
creencia en sí mismo. El ‘yo’ es ilusión… Así que descubre
realmente quién eres. La liberación es aquí y ahora, pero no para
esta ‘persona’. Indaga en esta persona y ve a dónde conduce tu
indagación. Ella conduce al tesoro que todos los sabios y profetas
de todos los tiempos han querido que encontraras. Has hallado ya
el lugar marcado con una ‘X’: no vayas a cavar ahora en algún otro
lugar.
Esto y aquello
Es inútil si es un recuerdo. Desecha todo lo que alguna vez
aprendiste, todo lo que alguna vez se te dijo. Ahora mismo, la
memoria no es necesaria para simplemente ser. Simplemente
ahora, sin ninguna memoria ni experiencia ni preconcepción
anterior, esto es lo que tú eres, esto lo que pensabas era necesario
buscar. Ahora mismo, como tu sentido cotidiano normal de estar
vivo: siempre fresco, creado de nuevo a cada momento. Conciencia,
no de los objetos que existen, sino de la existencia misma.
Tan sólo conciencia de que existes. Tan sólo esto. Ordinario,
sin requerir de ninguna memoria, ni mantra, ni recitación, ni
práctica que llevar a cabo. Nada que retener en la mente, ninguna
cosa que recordar. Ahora mismo, no recuerdes nada. Deja relajarse
a la memoria. Dale un descanso. Tan sólo esto, tan sólo ahora.
Ordinario. Esto es lo que tú eres.
83
porque es lo que salta a primer término cuando la mente está
quieta. Tú sabes, factualmente, que es más ‘tú’ que lo que el cuerpo
o los pensamientos son; estos últimos cambian constantemente de
forma. Es lo único constante que jamás has conocido, y es
exactamente la misma cosa que conociste desde que eras chico. La
conoces como el espacio claro y ordinario constantemente presente
del conocer, en el cual todas las cosas cambiantes aparecen. Tú no
puedes escapar de ese espacio. Nunca cambia y nunca muere, y tú
apareces en él. Tú no eres y nunca has sido una entidad separada y
autónoma viviendo una existencia arrancada o separada de él.
Como eso, nada puede irte mal jamás.
¿Ves que todo es resuelto dentro de este conocer? ¿Ves cómo
la verdad de quien eres resuelve todas las preguntas? Todas las
preguntas se desvanecen dentro del conocimiento de que eres esta
realidad eterna desplegándose. Ahora mismo, ¿ alguna pregunta
necesita ser resuelta? ¿Hay alguien a quien pudiera aplicarse? ¿O
únicamente hay este inmutable amor, esta paz apareciendo como
todas-las-cosas, ahora, ya completa?
84
Aun cuando la mente gira en círculos, con sus preocupaciones,
sus planes, sus intentos de mejorar las cosas, su necesidad de
comprender, su deseo de dejar de girar en círculos, ¿hay algo que
sea necesario en este momento? ¿Necesita la mente cesar ahora?
¿Y por qué habría de cesar? ¿Haría ello más entero o más completo
a este momento presente de realidad pura y prosaica?
85
crees ser es meramente una apariencia momentánea sobre la
pantalla reflejante de la realidad. Pero esta persona-objeto ha
tomado consigo un sentido de su propia realidad, y ha consumido
muchos años construyendo esta historia, agregando sobre ella capa
tras capa. ¡Esta persona-objeto ha inventado una historia que está
separada de esta realidad dentro de la cual aparece!
86
‘yo’-centro que no existe. Y cualquier historia arrastra tu atención
fuera de la siempre presente felicidad, que es tuya a tu solo pedido.
Sin la historia, la felicidad es. Y la felicidad es quien tú eres, en
todo momento.
¿Y…?
87
Muy bien, esa es tu experiencia. Yo sólo te digo que no en mi
experiencia. Mi experiencia es que da lo mismo. Nada cambia a la
conciencia, la cual está siempre viendo, sin ningún punto de vista.
Sólo estoy diciendo que la primera vez que vine aquí no había
esta sensación de conexión entre todos nosotros, pero ahora está
aquí. Y se siente muy bien.
Sólo digo que se siente bien, ahora que existe este sentimiento
de conexión entre nosotros.
88
has venido aquí para descubrir lo que es posible en términos de no
vivir esclavizados por el afán y el sufrimiento, entonces ‘estamos en
la misma página’.
89
aquello sobre lo cual nada sé. Este no-saber aniquila todo deseo de
sentirse bien o cualquier otro deseo. El deseo simplemente muere
de pura irrelevancia… No es exactamente lo que deseabas escuchar,
¿cierto?
90
La totalidad de la apariencia es completamente imaginaria e
inexistente. De modo que lo que tienes es tan sólo una historia
sobre algún ‘otro’ supuestamente ‘realizado’, y cómo eso te puede
ser transmitido, cuando, en realidad, no hay ningún ‘otro’, y tú no
puedes ser ‘realizado’. Hay únicamente conciencia, y aun cuando
los objetos, las personas y los conceptos (como ‘realización’)
parecen algo sustancial, no lo son. Así que cualquier cosa que ganes
en ese mundo ‘aparente’ (como realizar ‘algo’ luego de estar en
presencia de ‘alguien’) está sujeto a cambio. Una semana más tarde
dirás: ‘¡Hey, lo perdí!’, y la búsqueda comenzará nuevamente.
El único modo de escapar del ciclo es saber que tú NO ERES
ninguno de esos objetos, sino únicamente la conciencia dentro de
la cual todo parece tener lugar. COMO esa conciencia, los objetos,
personas y conceptos no tienen relación contigo, y la ‘realización’ o
el ‘despertar’ es tan sólo una idea que procede de ese montón de
basura de conceptos muertos. El ‘tú’ viviente es, ahora mismo,
fresco, y no tiene en absoluto ideas ni conceptos dentro de sí. Tú
eres totalmente LIBRE… ¡Ya ves! ¡No hay necesidad de ‘despertar’!
Puede que hayas tenido una fuerte experiencia en presencia de
alguien que comparte este mensaje; en la apariencia, todo tipo de
imprevisibles bendiciones ocurren. Y entonces le sigue algún
imprevisible desastre, de cualquier género. Así que, ¿por qué
preocuparse por ello? El mundo de acciones, sentimientos, éxitos,
ganancias y transmisiones es 100% FALSO, y aunque se siente real
y tendemos a querer ‘arreglarlo’ o mejorarlo, ello es imposible. La
sensación de mejoría será tan sólo temporal. La única manera de
escapar es saliendo totalmente. Tú NO ERES NADA [ninguna-cosa]
dentro de ese sueño, y nada dentro de él puede ayudarte. Tú eres
conciencia pura: la única cosa que conoces con certeza, ahora.
Simplemente aquí, consciente, siendo, conociendo… ¡TÚ!
¿No he respondido a tu pregunta, verdad? No quiero dejar
ninguna ruta de escape abierta a la cual tu mente pueda aferrarse
—la ruta de ‘cuando encuentre a alguien en persona, entonces
sucederá’—, pretendiendo que la pregunta tiene alguna validez. No
hay ninguna validez en tu pregunta, y mi trabajo es cancelar las
posibles rutas de escape y señalarte que esta conciencia es todo-lo-
que-hay literalmente, y no como alguna ingeniosa metáfora. El
mundo (y el hacer que ocurran cosas EN ese mundo) nunca te
ayudará. Tan sólo permanece con lo que tú conoces, este
CONOCER, presente y claro. No hay nada que arreglar. Este ser
91
aquí, ahora mismo, libre de conceptos, es ESO. Tú ya tienes lo que
estás buscando.
Es fácil
Esto no es difícil. Hay únicamente un advertir, un ‘notar’ ahora
mismo que hay conciencia presente —ser presente— y ningún ‘yo’
que tenga que involucrarse para que esto tenga lugar. Ninguna
entidad individual que dé cuenta de esta conciencia, presente
ahora mismo.
Así que no hay ninguna comprensión mental, o ‘personal’, en lo
absoluto. Es un despuntar de la verdad —como cuando la niebla se
despeja— de que no hay ninguna cosa ‘personal’ teniendo lugar,
sino simplemente un CONOCER universal, con nadie ejerciendo
ese conocer… hasta que construimos una ‘historia’ e inventamos a
‘alguien’. La ‘niebla que se despeja’ es tan sólo el resultado de notar
que la conciencia presente —la innegable certeza de que hay
conciencia AQUÍ— es todo lo que está teniendo lugar, siempre. La
‘historia’ soñada de un ‘yo’ y un mundo es ‘embutida’ dentro de esa
conciencia, pero la conciencia que tú eres nunca es tocada por nada
de esa historia o drama. La conciencia simplemente refleja todo, y
permanece no-nublada, imperturbada.
Esto no ocurre con el tiempo, y ‘tú’ no puedes adquirirlo, ni
gradual ni repentinamente. Sólo hay esta conciencia (en tiempo-
presente), presente ahora mismo, y experimentada por ti como tu
estado normal de ‘notar’ que estás aquí. No hay ninguna otra cosa
teniendo lugar. No hay ningún ‘tú’ individual que descubra alguna
otra cosa al respecto. Hay una ‘historia’ que aparece a partir de una
incomprensión: la de que este ‘yo’ que sientes se refiere en efecto a
alguna ‘persona’ que piensas es ‘tú’ mismo. Pero de hecho, este ‘yo’
no se refiere a ninguna persona en absoluto. Tan sólo asumes que
sí.
¿Por qué vivir una vida de temor, únicamente por una falsa
ASUNCIÓN? Descubre cuál es la verdad en esto. Observa y ve que
‘yo’ sólo se refiere a la conciencia simple, neutral, en tiempo
presente, sin ningún hacedor, ni pensador, ni conocedor. Todo el
asunto del ‘yo’ es algo superpuesto SOBRE aquello que está ahí,
realmente: simple CONCIENCIA. No es necesario ‘figurarse’ esto en
lo absoluto. Está YA aquí, siempre presente.
92
Permanece con ‘yo estoy consciente’ y ya puede venir la mente
con todas las preguntas supuestamente ingeniosas que quiera. No
puedes remediarlo. Tú no estás ‘en control’. No hay ningún ‘tú’ en
control de nada. Tan sólo regresa una y otra vez a ‘ahora mismo,
sólo hay esta conciencia’. Ahora mismo, en esa conciencia, ¿dónde
está la pregunta?… Todas las preguntas se desvanecen. Es fácil.
Simplemente ahora
Es bien fácil quedar enredado en el drama de una vida
imaginada; para mucha gente es extremadamente doloroso. Si no
te gusta, puede que tengas que recordarte a ti mismo, una y otra
vez, aquello que es Real, y simplemente ‘‘traerte de vuelta’ a la
conciencia presente en donde, en este momento, ningún ‘yo’ puede
de ningún modo posible existir. Ayuda a ello el ver simplemente,
una y otra vez, que al ‘traer’ tu atención al AHORA, no hay nada
que desear en el futuro, ningún ‘yo’ que exista en ese futuro.
Para que haya un ‘tú’, tendría que haber algún futuro y algún
pasado al cual referir ‘tus’ asuntos, para describir ‘tu’ lugar en el
esquema de las cosas. AHORA MISMO no hay ningún pasado ni
futuro. Y la ‘persona’, aparentemente, sólo aparece si define su
propio pasado y futuro: una ficción auto-inventada.
De lo que estamos hablando aquí es de romper un mal hábito
adquirido: el hábito de referir toda actividad en tu vida a este
centro-‘yo’ auto-inventado. Ese hábito se puede romper. Así que no
te proyectes dentro de un supuesto futuro (futuro por otra parte
inexistente) que dice que siempre te sentirás mal, frustrado. Aquí
mismo, ahora mismo, ¿hay algún problema? ¿Hay frustración en la
conciencia corriente, clara e impersonal? ¿O hay calma, notada en
la observación de la frustración? Mantente regresando una y otra
vez a esta calma, y se volverá imposible permanecer fuera de ella
luego de algún tiempo. La otra vida, la vida centrada en el ‘yo’,
pierde su atractivo y se vuelve algo de lo más doloroso, como tocar
una estufa ardiente. La calma simplicidad de quien tú eres
realmente se vuelve magnética, y te lleva consigo.
Una y otra vez, regresa a tu presente CONOCER impersonal del
que eres consciente, y eso significa AHORA MISMO. No tienes
oportunidad de ‘hacer’ o ‘conseguir’ esto en el futuro. El futuro que
imaginas ‘contigo’ logrando esto, es imaginario y nunca se
materializará. Ningún momento futuro se materializará jamás. Así
93
que no hay ninguna utilidad en imaginar ese momento futuro que
deseas. Tú sólo tienes una oportunidad EN ESTO, y es AHORA
MISMO. Jamás hubo ningún otro tiempo. Desecha el futuro de tus
planes. No hay ningún futuro. La expectación, el deseo, la codicia
que tienes de ‘realización’… ¿cuándo surgen? Pues AHORA. ¿Y qué
es? SUFRIMIENTO. Así que deja eso ser lo que es, pero nota que
todas las cosas que surgen alguna vez —sufrimiento, felicidad—
surgen únicamente ahora mismo. Cuando alcances ese imaginario
‘futuro’ en donde estés finalmente satisfecho, ¿ CUÁNDO estaría
surgiendo el ‘finalmente satisfecho’? Únicamente AHORA MISMO.
Y allí es donde tú estás. YA. ‘Tiéndete fuera’ del ahora (es decir, en
la imaginación) y sufrirás.
De modo que, más que mirar aquello que está surgiendo —’yo’,
deseo, frustración, etcétera—, mira el ORIGEN de todo eso que
surge. De todas las cosas que están dentro de esta conciencia que
observa —tus ‘buenos’ momentos, tus ‘malos’ momentos, todas tus
experiencias ‘espirituales’, las acciones, los pensamientos—, no hay
nada que no sea ‘notado’ EN esa conciencia. Así que atente a ello.
No tienes que ‘mejorar’, porque no hay ningún juicio de valor en la
conciencia. Todo es notado y bienvenido por igual, todo igualmente
conceptual, igualmente análogo-al-sueño. Desde la conciencia, ‘tú’
no puedes necesitar nada, de ningún modo posible: ‘Tú’ eres tan
sólo un concepto. Pero la conciencia —la cual es ‘conocida’
impersonalmente AHORA MISMO— no es un concepto.
¿Y qué decir sobre todo ese asunto de ‘ya estoy harto de no
lograrlo’?… Ignora el objeto de la conciencia (‘yo’) y mira qué
necesita en esta situación esta calma conciencia, la cual da a todo lo
que aparece la bienvenida. ¿Necesita alguna cosa? Nada en
absoluto. ¡Ahhhh!… Mantente recordando esto, y se volverá tu
modo normal de ver, como un hábito.
94
Una cuestión de atención
Vuelve tu atención fuera del sueño ahora mismo. Ahora mismo
no lo necesitas. Deja que los pensamientos y las preocupaciones del
personaje soñado continúen como quieran. Tan sólo da un paso
atrás por un momento y obsérvalas ocurrir, observa al personaje
soñado involucrado en su sueño.
Y mientras el personaje soñado continúa con ‘sus’ asuntos,
vuelve tu atención, ahora mismo, a la única cosa que está brillando
claramente, y que es pacífica, estable y sólida: la conciencia con la
cual se está observando al personaje soñado.
Tan sólo descansa aquí, en la conciencia inmutable que refleja,
pero que no es modificada por aquello reflejado. ESTO es la
Realidad. Ninguna otra cosa.
Reposa tu atención aquí. Conócela. Deja que la realidad de la
conciencia sea conocida por ti, como TÚ. Nada necesita hacerse.
Ningún pensamiento la afecta, y así, el pensamiento es innecesario.
Ninguna acción la afecta, y así, la acción es innecesaria.
No es posible hacer nada con esta conciencia, porque esta
conciencia ES YA TODAS-LAS-COSAS. Préstale atención por un
momento, ahora mismo, y podrás notar fácilmente que la
conciencia es completa. Y puesto que la conciencia es completa, TÚ
eres completo. La única cosa que hace que te sientas incompleto,
no-entero, y que necesitas ‘volver’ a algún lugar para encontrar la
Totalidad, es el hecho de haber puesto tu atención en la vida
soñada, y haber ‘olvidado’ que esa Totalidad es todo lo-que-tú-eres
realmente.
Observa entonces al personaje soñado deseando ‘Iluminación’,
deseando amor, seguridad, respeto. Observa al personaje soñado y
observa ‘su’ vida, desplegándose. NO es quien tú eres. TÚ eres esta
conciencia que no tiene ninguna cualidad ‘mortal’, ninguna
vulnerabilidad, ningún límite. Más allá de toda imaginación, la
NADA dentro de la cual reside la semilla de toda existencia, la
brillante creación de infinitos universos, eso, esa NADA… eres TÚ.
Pon tu atención aquí, y permite que el sentido de esto crezca. Si
estás buscando la Totalidad, está aquí. Si estás buscando Amor
Verdadero, está AQUÍ, en el YO-UNO-ILIMITADO, que es la
Realidad. Ningún otro amor es posible. Y este Amor está ya aquí,
como TÚ. Es sólo cuestión de atención.
95
Paz
Paz es la cosa más obvia que conoces, ahora mismo. Hay
seguramente una historia que te dice que eso no es verdad, pero
mira ahora mismo, en tu propia experiencia y sin recurrir a ningún
pensamiento sobre pasado o futuro —ningún recuerdo del pasado,
ninguna fantasía sobre el futuro—, ¿hay alguna cosa en este
AHORA que sea no-pacífica?
Cualquier cosa que pienses no es pacífica en este ahora mismo,
puedes estar seguro de que vive sólo en el futuro o en el pasado.
Ahora mismo únicamente hay paz.
¿La notas ahora mismo?
No todavía
¿Es ésta tu historia?:
96
La mente dirá entonces: ‘Comprendo que no hay ‘nadie’ que
‘despierta’, pero realmente ¡yo quiero lograr eso!’… Esa es una
afirmación contradictoria, y si no lo crees así, echa una mirada y
advierte cómo esa afirmación asume la creencia de que hay
efectivamente un ‘yo’ que puede lograr ‘algo’. ¡No hay ninguno! Ve
tras la creencia de ser un ‘yo’ separado, en lugar de ir tras la tierra
prometida de ‘luego que lo logre’… No sucederá. Pero tú crees
todavía que sucederá, y esa es la razón por la que aún estás
trabajando en esa dirección. ¿No estás ya harto de eso?
Simplemente mira tus asunciones. No bromeo cuando digo que
esto es TODO lo que necesitas hacer. No hay necesidad de libros o
CDs, ni de conocer a un maestro en persona ni de cualquier otra
cosa. TODO lo que tienes que hacer es estar claro sobre la falsedad
de dos ideas: que 1) ‘soy alguien’, y que 2) ‘hay un futuro mejor
para mí’. Por supuesto, no creerás en la segunda idea a menos que
creas en la primera, así que la única cosa que necesitas examinar
es la creencia de que ‘tú eres alguien’. Eso es todo lo que necesitas
hacer.
La búsqueda no termina cuando finalmente uno ‘logra’ la
realización, o ‘se desapega completamente’ de la historia. ¡No! La
búsqueda termina cuando se ve que NO HAY NINGÚN BUSCADOR .
Ese es todo el asunto. No hay ningún buscador: ningún ‘tú’. Ese
alguien no es real. Lo real es la vida, que vive impersonalmente, y
que es experimentada por ti, ahora, COMO conciencia.
Se ‘siente’ personal (y esto puede ser una trampa) hasta que ves
con más detenimiento… y entonces, VES que esta conciencia no es
personal. No necesitas ser ‘alguien’ para que esta conciencia sea.
No necesitas ser ‘alguien con una historia’ para saber que ‘ AQUÍ-
dad’ está aquí. Y ‘AQUÍ-dad’, ahora, es todo lo que hay. Así que
¿qué demonios es ese ‘alguien’? El ‘alguien’ es algo superfluo,
agregado por el hábito y asumido como necesario para hacer que
‘AQUÍ-dad’ ocurra, cuando realmente no es así. ‘ AQUÍ-dad’ no
necesita de ningún buscador para encontrarla. ‘AQUÍ-dad’ ES, ya, y
TÚ ERES ESO.
Advierte que no hay ningún buscador, y se acabó. ¡Es la
única manera! En tanto el buscador crea que aún hay algo que
lograr, o que aprender, o que sentir, la búsqueda continuará. En
tanto haya un buscador, habrá una búsqueda. Desecha al buscador,
¡y la búsqueda se acabó!
97
Sé que esto puede escucharse a un cierto nivel, y sin embargo,
el fastidioso ‘haré lo que ella dice, y finalmente lo lograré’ aún
subsistirá. No. El punto es que ‘lograr’ es propio de ‘personas’. Ser
una ‘persona’ ES SUFRIR. Hallar que tú no eres una ‘persona’ es
ver que el sufrimiento NUNCA EXISTIÓ, que no necesitaste nunca
nada. Nada que lograr, ni nadie que necesitara lograrlo. Hay
únicamente esta ‘AQUÍ-dad’, AHORA, y ningún ‘tú’ que la conozca.
¡Y esto es ESO! Ninguna otra cosa está ocurriendo.
98
Así, en medio de la agónica ansiedad en torno a algo que
deseas, recuerda que NO NECESITAS ACTUAR en relación a ella.
Que tenga o no lugar el resultado deseado no es el punto. El punto
es que AHORA hay ansiedad. Hay una terrible incomodidad, un
miedo mezclado con anhelo, un terror de que las cosas no salgan
‘bien’. Eso es lo que realmente deseas cambiar: el sentimiento EN
CURSO. Y tus fantasías sobre ‘mejorar’ o ‘arreglar’ tu vida sólo
empeoran las cosas. Dar vueltas y vueltas obsesivamente en torno a
lo que necesitas hacer parece la única manera de sacudirte el terror
que ha aparecido.
Así que, ¿qué puedes hacer?
La clave es saber que no es necesario actuar en relación a
ningún sentimiento. Desaparecerá por sí mismo. Saber que nada
hay que arreglar, nada que hacer; sólo observar. Tan sólo observar
el surgimiento de este sentimiento de ansiedad: notar que es visto
claramente en la conciencia, y saber que pasará. El dolor está en
pensar que ‘tú tienes que actuar a su respecto’. El dolor empeora
pensando que tienes que hacerlo desaparecer actuando a su
respecto (dado que ‘tú’ eres responsable de hacer todo lo necesario
para dar lugar a las perfectas circunstancias para que esa ansiedad
desaparezca). Lo gracioso del asunto es que esa ansiedad
desaparecerá por sí misma. Simplemente observa cómo va
apagándose y es reemplazada por otro pensamiento. Puede tomar
un tiempo, y puede que sea dolorosa mientras esté aquí, pero igual
se desvanecerá.
Así que, cuando un sentimiento incómodo está aquí, es
importante ver que simplemente pasará. Eso es todo. Pero
mientras está aquí, tan sólo observa con asombro cuán claro es.
Hay una clara luz de la conciencia que brilla ‘sobre’ ese
sentimiento, y lo ves con compasión, sin desear hacer nada a su
respecto. No hay ninguna razón para hacer algo con el objeto de
aliviar la ansiedad o cualquier otro sentimiento incómodo. No es
necesario actuar a su respecto. Ninguna acción tendrá un efecto
satisfactorio. Y si no es necesario actuar a su respecto, entonces
puede olvidarse. Pasa, y eso es todo.
Recuerda que tú eres la clara luz de la conciencia que brilla
‘sobre’ todos los sentimientos y pensamientos que surgen. ¡No hay
nadie residiendo en esos pensamientos y sentimientos! ¡No hay
‘nadie en casa’ en esa historia! Los sentimientos vienen y van; a
ellos nos apegamos, pero no tiene que ser así. Ante todo, nada de
99
ese sin sentido de que es necesario actuar a su respecto. ¡No hay
nadie allí para efectuar ninguna acción! El único UNO en el
universo ya está ocupándose de todo, por toda la eternidad, y ESE
UNO ERES TÚ: la luz de la conciencia misma.
100
Tú
¿Quién eres tú? Tú DEBES ser real. Tú ciertamente sientes que
‘algo’ es real aquí, y eso te da la confianza suficiente como para
proclamar que tu YO es real. Pero, ¿es eso verdad?
Hay únicamente UNA REALIDAD, y la Realidad es todo ‘lo que
es’. ¿Puedes ser tú alguna otra cosa que eso? La Realidad es todo
aquello que SIEMPRE existió, la ESENCIA, eternamente ESTO. ‘lo
que es’. Intenta nombrar algo que no sea Realidad. No importa lo
que nombres: ESO es Realidad también. Únicamente Realidad.
UNA. Tú eres únicamente ESO. No puedes ser otra cosa.
Pero miras a tu alrededor, y con un cerebro dotado para este
tipo de cosas, divides la REALIDAD-UNA en un millón de cosas,
etiquetas esas cosas que has dividido, y entonces construyes
historias sobre cómo esas cosas ‘interactúan’ una con la otra y…
Voilà! ¡Aparece el mundo!
Pero la realidad nunca estuvo dividida hasta que tú la dividiste.
En esencia, no hay ninguna división, no hay piezas separadas de la
REALIDAD-UNA. Nunca hubo nada separado de la REALIDAD-
UNA, hasta que la dividiste con tu mente. ¿Tu mente? ¿De dónde
viene eso? TU MENTE NO EXISTE.
‘Tú’ y ‘tu mente’ no existen como piezas separadas de la
Realidad: no hay piezas separadas de Realidad. Donde ‘tú’ ves una
persona y una mente, la Realidad sólo se ve a Sí Misma. La
Realidad no ‘ve’ ni ‘crea’ a tu mente. La Realidad es, toda ella, UNA
COSA, y no crea ni etiqueta a alguna parte de Sí Misma separada,
como ‘tú’ y ‘tu mente’. Y tu mente no se creó a sí misma. Así que la
mente, y el yo, simplemente NO SON.
Así, todas las imaginaciones de la mente son FALSAS. Así, la
‘personalidad’ entera y la biografía recordada por la mente son
falsas. La historia en curso de sufrimiento y de búsqueda es falsa.
El trauma infantil es falso —nunca ocurrió— porque nunca hubo
un ‘tú’ separado a quien las cosas ocurrieran. ‘Tu’ historia es
falsa, ahora, y siempre ha sido falsa. Tú nunca fuiste otra cosa que
ES-ENCIA, intocada por la invención del yo o de la mente.
Y como esencia, no hay nada que hacer o que lograr. No hay
nada que tomar personalmente ni modo de tomar posesión de
ninguna circunstancia. NADA ES PERSONAL. Tú flotas libremente,
sin un centro. Nada puede encontrarte, nada puede asirte. Los
sentimientos son poemas escritos en tinta invisible, tributos a
101
algún pasado recordado vagamente. Los pensamientos son insectos
tropezándose unos con otros sobre una extensión de césped bajo el
sol ardiente. La vida ocurre, y esa vida es… TÚ. Cayendo
libremente, sorprendida a cada momento de estar viva, sin saber ni
preocuparse por lo que viene luego: ESTO es tú, y es todo lo que
has sido siempre. Toda la historia fue un sueño.
Si lo captaste, déjalo ir
Tan sólo continúa abandonando lo que posees. Puedes creerme
cuando digo que no hay nada de valor en tus posesiones.
Abandónalas. Abandona las ideas sobre la persona que eres, la vida
que llevas, y cómo eso es de alguna manera ‘tú’. Abandona la
búsqueda de la ‘respuesta última’, porque esa respuesta es
imaginaria, una invención del personaje.
No te afanes tratando de saber algo. O, si sientes que ya sabes
esto ‘intelectualmente’, tampoco te afanes en ‘identificarte’ con
ello. Tratar de ‘identificarse’ con algo es tan sólo la actividad de un
falso personaje. La actividad es NOTADA; fíjate si puedes encontrar
una entidad separada realizando este ‘notar’. Si no puedes, y ves
que el personaje es falso, observa cómo todos los puntos de
referencia en relación a esa actividad se desvanecen. ¿ QUIÉN se
identificará con el ‘observar’, cuando el ‘QUIEN’ se ha desvanecido?
Puede que haya un deseo surgiendo ahora mismo, alegando
que este personaje ficticio desea identificarse más a menudo con la
conciencia. No importa. Cualquier cambio que desees realizar sería
simplemente el movimiento de un personaje ficticio. El recuerdo
de alguna conversación… un pensamiento sobre alguna fantasía
futura… ¿a qué se reducen?
Incluso si ‘captas’ esta comprensión, abandónala. Déjala ir.
Ahora mismo hay SER VACÍO, sin posesiones. Es libre y no tienes
que hacer cosa alguna. Yo llamo a eso un ‘buen negocio’.
102
Y no creo que ayude mucho decirles ‘¿QUIÉN está frustrado?’.
Es verdad que no hay allí nadie que pueda frustrarse, pero pienso
que esto se ha dicho tantas veces que termina por caer en oídos
sordos. Necesitan algo más que eso.
¿Qué es lo que quieren decir los maestros cuando dicen: ‘No
hay NADIE allí que pueda frustrarse’? Ellos se están refiriendo,
realmente, a la HISTORIA que vienes construyendo todo el tiempo
para que pueda haber una ‘persona’, y para que haya frustración.
Es la historia la que está en la raíz de la creencia en la persona. Tú
estás construyendo la ‘historia’, y consiguientemente la ‘persona’, a
partir de tu propia imaginación. No-historia, no-persona.
Es necesario contar una historia para que haya frustración. Sin
contar una historia, ¿hay frustración? ¿Dónde? ¿Cómo? Examina la
historia que estás contando. Examina la narrativa que crea a la
persona a partir del aire. Esto es algo que tú estás HACIENDO todo
el tiempo: CREANDO todo el tiempo a la ‘persona’ a partir de tu
narrativa interior. Y esta es la esencia de todo problema, de todo
sufrimiento (por más mínimo que sea) y de toda búsqueda.
Así que ¿qué puedes hacer? Lo que se necesita no es acción, es
INACCIÓN: deja de construir una historia.
No tener ninguna historia equivale a la misma cosa que has
estado preguntándote una y otra vez: ‘¿ QUIÉN está frustrado?
¿DÓNDE está la ‘persona’?’ Pero advertir que no hay ninguna
persona no es algo que tienes simplemente que ‘esperar’ hasta que
puedas ‘verlo’: construir una persona es, de hecho, algo que tú
estás haciendo activamente todo el tiempo. No tienes que hacerlo.
No tienes que construir una historia. Y sin la historia, el
pensamiento ‘esto es tan frustrante’ no tiene lugar donde
‘enganchar’, ningún lugar donde florecer. Simplemente se disipa
como el polvo. Nada tiene lugar donde ‘enganchar’. Nada puede
dañarte. Estás en paz total.
Si no te cuentas ninguna historia ahora mismo, hay tan sólo
OBSERVACIÓN, un pacífico ‘tomar nota’ del momento en curso.
Ningún problema surge, ninguna frustración, ninguna irritación…
hasta que empiezas a construir la narrativa. Hasta ese momento
ella no existe, y sólo hay pura conciencia: TÚ. PAZ. ¡Eso es todo!
¡No lo hagas!
¡No lo hagas!
103
No busques un futuro en el cual serás supuestamente feliz. No
luches por hallar un modo más lúcido de estar en el futuro. Mira
únicamente lo que está AQUÍ, y luego detente.
Detén tu movimiento hacia adelante. Nada existe excepto
ESTO. AHORA.
Yo estoy aquí, y soy consciente. No importa lo que me suceda,
mis seres queridos, el mundo… yo estoy aquí, y soy consciente.
¿Qué le ocurre a esta conciencia cuando muero? No preguntes. Tu
mente sólo puede armar un caos con aquello que ya sabes es
verdad. Mantente retornando a aquello que sabes verdadero, ahora
mismo: YO SOY CONSCIENTE. Todas las preguntas serán vistas
como irrelevantes, y antes de que tengas las respuestas, dejarás de
preocuparte por ellas para siempre. Simplemente apártalas por
ahora. Atente a lo que experimentas ahora: que tú eres consciente.
Todo lo demás, aparte de esta conciencia en tiempo presente,
es una fantasía. ¿Te das cuenta cuánto incluye eso? Incluye TODO.
No importa qué pienses, no importa qué hagas, no importa qué
parte de esto capte tu mente, no importa cuán sesudamente hables
sobre ello. Es todo fantasía. NADA ES REAL, excepto esta
conciencia en tiempo presente. No los objetos en la conciencia sino
la conciencia misma. La luz que hace ‘tu’ ver y conocer posibles. El
milagro detrás de todo.
Enfócate ahora mismo en esta Luz que es observable, aquí
mismo. Todo lo que ves es un objeto que aparece en esta Luz.
Enfócate en ella ahora mismo. Tu cuerpo es simplemente un objeto
que aparece en esta Luz. Enfócate en la única cosa que sabes tiene
que estar para que tus sentidos y tu mente puedan siquiera percibir
tu ser aquí.
Esto no es un ejercicio mental. Si se vuelve mental, detente, y
vuelve atrás. Simplemente nota que eres consciente. Nota la sola
conciencia: tu ‘capacidad’ de ser consciente. Tú eres capaz de ser
consciente de todo impulso que pretende hacer de esto un ejercicio
mental. Tú eres consciente de ese impulso. Tú estás consciente. Ese
impulso está contenido EN la luz de la conciencia. Sin esta luz que
ilumina mi mundo, no vería nada en absoluto. ¿Y dónde conozco
esta Luz? ¡Aquí mismo, como ‘yo’!
Ahora mira la cualidad de esta Luz. Lees y escuchas que ‘ ESTO
es todo lo que hay’. Así que más vale que valga la pena. ¿Correcto?
Bien, AQUÍ está. Echa una mirada por ti mismo:
104
¿Tiene esta Luz algún problema para ti? ¿Te juzga esta Luz?
Esta Luz ¿divide acaso el mundo en cosas ‘buenas’ y ‘malas’? Esta
Luz ¿te falla acaso alguna vez? ¿Puede escapársete? ¿O esta Luz
refleja simplemente ‘LO QUE ES’, sin modificarlo?
¿Te parece aburrido? ¿Como que… podría no ser ‘suficiente’
para calmar tu sed? Bien, mira nuevamente. Estás avanzando a
trompicones por la vida, sin saber nunca lo que va a pasar después.
La Luz muestra que tú conoces tan sólo ‘ LO QUE ES’, ahora
mismo… ¡y esto es del todo desconocido hasta que ocurre! Tú estás
cayendo de un aeroplano con el viento volviendo tu rostro hacia los
lados. La vida te arroja novedades a cada momento.
A cada momento una flamante realidad erupciona, un
momento ocurriendo espontáneamente y que nunca pudiste haber
predicho. ¡Y ahora otro! ¡Y ahora otro más!… ¿Aburrido? Si estás
aburrido, estás en tu mente, escribiendo una historia sobre cómo
esos momentos están entretejidos, y sobre lo que tienes que hacer
al respecto. Esos momentos no están ‘entretejidos’. Y no tienes que
hacer nada a su respecto.
¿Y qué sobre tu seguridad y bienestar? Esto suena bastante
peligroso y aun irresponsable: ‘únicamente observa todo ocurrir, y
no veles por tus propios intereses’… ¿Verdad? ¿Pero cómo podrías
dejar de preocuparte por tu propia seguridad?
De acuerdo. ¿Hay ‘alguien’ que pueda salir dañado? ¿O que
pueda no salir vivo de esto? NO. Hay únicamente CONCIENCIA.
Tú, así como tu cuerpo y tu persona, jamás han estado vivos.
‘Tú’ has sido un cadáver desde el principio mismo. Un cadáver
amorosamente animado por una Luz y una Inteligencia ÚNICA,
libre ya de daño, porque tú ya ‘fuiste’. Nunca fuiste, aquí, inseguro.
Nunca fuiste, aquí, vulnerable. Nunca estuviste, aquí, separado.
Nunca estuviste, aquí, incompleto. Nunca tuviste, aquí, ningún
problema. Nunca tuviste que resolver ningún problema porque
nunca tuviste ninguno. ‘Tú’ nunca estuviste aquí.
Nada está ocurriendo, jamás, excepto esta Luz. Dentro de esta
Luz hay tan sólo movimiento. La vida de la Luz. Ningún evento
separado para etiquetarlo como ‘bueno’ o ‘malo’. Ningún objeto
separado para etiquetarlo como ‘valioso’ o ‘detestable’. Ninguna de
estas cosas existen, excepto en la mente dividida de un ser
humano. TÚ NO ERES ESE SER HUMANO. Tú eres esta Luz.
Dondequiera que vuelvas la vista, está esta Luz. Nunca se va.
Sea el pensamiento (que surja en tu cabeza) positivo o negativo, ese
105
pensamiento es visto EN esta Luz. Ahora mismo, esta Luz hace
posible que estés consciente de estas mismas palabras. Ya ves. No
tienes que irte a ninguna parte. Está aquí. Dondequiera que vayas,
la Luz del mundo ES. ¿Qué podría ser, sino TÚ?
Tú no eres responsable
Tú no eres responsable por nada de esto. Tú no lo hiciste. Tú
no puedes hacerlo mejor. Tú no eres el creador de lo que está
pasando aquí, y no puedes mejorarlo. Respecto a ello, simplemente
puedes relajarte. Tú no eres la parte responsable. No está sobre tus
hombros. Nunca lo estuvo.
Todas las cosas en el universo están funcionando a la
perfección. El universo funciona por sí mismo, y nada está errado o
fuera de lugar jamás. Tú únicamente puedes estar aquí [en Él],
vivo, sorprendido por lo que ocurra luego. Tú eres una criatura con
conciencia (o así lo parece), y eso es todo lo que has ‘conseguido’:
conciencia. La conciencia no tiene el poder de cambiar nada. Es
meramente consciente. Es consciente de ‘LO QUE ES’, pero no
modifica ‘lo que es’. Todo aquello aparte de esta simple conciencia
presentemente ocurriendo, puede ser descartado como irrelevante.
Así que TODO es irrelevante, realmente. Todo, excepto la
simple conciencia que estás experimentando ahora mismo. Incluso
la idea de que esta conciencia es ‘personal’ —de que hay una
‘persona’ consciente— es irrelevante. Innecesaria. La conciencia es
perfecta en Sí Misma. No te necesita. No te necesita a ti ni necesita
ningún otro objeto. No es lo que está EN la conciencia lo que
cuenta. Lo que cuenta es la conciencia misma.
Estamos mirando para ver que ESTO es lo que somos: esta
simple conciencia. Ninguna otra cosa. Y también estamos mirando
para ver lo que NO SOMOS: no somos un individuo auto-
propulsado, una entidad separada que debe luchar para controlar
su mundo y ‘arreglarlo’ bien. Estamos mirando para ver que YA
somos libres, porque nunca hubo un centro personal de nuestra
experiencia aparte de aquel que imaginamos.
Simplemente permite que esta indagación se ponga en
movimiento. Tú no tienes que tratar, o trabajar, o emplear esfuerzo
en esta indagación. La pelota está corriendo, y continuará bajo su
propio poder. Cualquier cosa que haya de ser descubierta será
descubierta. ESTO es todo ‘lo que es’, contenido siempre EN la
106
conciencia. Nada que hacer al respecto, nada que mejorar al
respecto. Esta conciencia es tu único ser, y no requiere nada para
ser. No hay ninguna otra cosa ocurriendo aparte de ésta.
No tienes que ser diligente. Ni valeroso. No tienes que ser
fuerte. La vida está cuidando de ti, y cualquier esfuerzo de tu parte
será simplemente nadar contra la corriente. No hay necesidad de
nadar contra la corriente. El río es seguro, y no dejará que algo te
dañe. Permítete recordar la verdad de estas palabras, del tiempo
anterior a que la ‘historia’ comenzara, cuando esta conciencia era, y
era ‘TÚ’. Es lo que tú has conocido todo el tiempo.
Lo que NO ERES está separado. Lo que ERES es la Totalidad.
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por el cual preocuparme, floto. Nada existe. No obstante, dentro de
este flotar surge un ‘notar’ (de la conciencia). Todo lo que es
‘notado’ es un claro ‘notar’.
Todos los pensamientos, sentimientos y sensaciones que
surgen son vistos claramente: la claridad es común a todos. ¿Cómo
es esto posible? Esta claridad está ANTES que los pensamientos
sean vistos claramente. La claridad está ya aquí. AQUÍ. ¿Dónde?
Contigo. Tú la trajiste.
Nada puede ser visto ‘no-claramente’. Cuando se busca la
claridad, la clara Luz del VER brilla en esa búsqueda: ‘buscar’ es
visto claramente. Incluso la confusión es vista claramente. Se
ve con perfecta definición, ningún detalle queda fuera. Olvidamos
que esto está ocurriendo todo el tiempo: un CLARO VER. ¿Quién lo
trajo? Tú lo hiciste.
TÚ ERES LA CLARA LUZ DEL VER , la cual está ya allí donde un
pensamiento surge (para ser visto). Tú eres la clara Luz del VER
que está ya allí cuando la idea de un cuerpo aparece.
¿Dónde estás tú? Tú eres primero. Tienes que serlo, antes que
el pensamiento ‘yo soy’ pueda ser.
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producirse de otra manera. No es real, y no puede ocurrir por sí
mismo. No está ‘ya ahí’. La PAZ está ya ahí. Siempre. Antes y
después de toda historia. Puedes contar con ella.
Primero hay paz. Siempre hay paz al comienzo, y al final.
Siempre. Pero estas historias son extremadamente sutiles. Se
cuelan dentro de ti. Cuando despiertas por la mañana, tiendes a
pensar en tus necesidades. Y cada necesidad tiene una historia de
carencia asociada con ella, y cada historia de carencia causa
sufrimiento. Luego continúa y va aumentando de tamaño durante
todo el día.
Viene un pequeño pensamiento: ‘Me gustaría que se me
asegure que estoy bien’. Para la mayoría de la gente, hay un miedo
subyacente a que, de alguna manera, no estamos ‘bien’, y mucho de
nuestra vida e historia tiene que ver con encontrar modos de re-
asegurarnos que estamos ‘bien’.
Piensa en toda la energía mental que empleas en batallar con
esta inseguridad básica. Casi toda empresa humana tiene a esta
básica inseguridad en la raíz: se trata de convencer al mundo y a
nosotros mismos de que estamos bien. Mucho de aquello por lo
que sufrimos tiene que ver con la falsa creencia de que algo anda
mal con nosotros, y que hay algo que se puede hacer para que deje
de herirnos.
Pero el ser heridos no puede sobrevivir. El ser heridos no
puede sobrepasar en poder a la paz dentro de la cual aparece. Ve
ahora mismo que, en ausencia del pensamiento ‘yo no estoy bien’,
hay únicamente paz. Ve que un pensamiento es sólo un
pensamiento, y no la realidad. Ve que ‘yo no estoy bien’ no es nada
más que una brisa pasajera, y que se puede dejar ir. No necesita
que se le alimente con un banquete de necesidades insatisfechas.
Ve que ‘yo no estoy bien’ es una pequeña partícula de polvo en un
grandioso cielo azul, y no necesita convertirse en un huracán.
Vuelve al origen de cualquier creencia que te esté causando
sufrimiento. Probablemente tenga el ‘yo no estoy bien’ en la raíz.
Creamos una necesidad en torno a ese pensamiento pasajero, y
entonces olvidamos el pensamiento (que ya pasó), y ahora la
necesidad se ha convertido en el objetivo. Nos obsesionamos con la
posesión o con el evento que pensamos nos hará sentir bien.
Dinero, sexo, amor, iluminación, reconocimiento o lo que fuera.
Pensamos que cuando tengamos esa cosa estaremos ‘bien’ y la
herida cesará. Y así olvidamos que un pensamiento pasajero, un
109
minúsculo jirón de una nube en el cielo llamado ‘yo no estoy bien’,
creó semejante maelstrom.
La paz es primero. ‘Yo no estoy bien’ surge como un estornudo
o un eructo. La paz permanece. Nada puede jamás cambiar eso. Es
lo que nunca cambia. El sufrimiento no puede prevalecer nunca.
Sea lo que fuese aquello que surge dentro de la paz, no tiene no
tiene ningún poder. Nada de ello es real. ¿A quién le importa si se
‘siente’ real? NO ES REAL. No puede prevalecer. No puede herirte.
Nota, ahora mismo, la paz, antes del pensamiento ‘yo no estoy
bien’. Nota ahora mismo la claridad de la conciencia que hace
posible la lectura de estas palabras. Nota que nada necesita hacerse
con esta conciencia. Nota que no hay ningún punto de vista en esta
conciencia. Nota que ESTO es paz. Nota que esta paz es quien TÚ
ERES. Nada existe en esta paz. No hay nadie (ninguno) que no esté
‘bien’. Sólo hay esta simple conciencia ordinaria, que no pertenece
a nadie. Pacífica, y eterna.
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queda cuando todas las ideas y pensamientos son apartados. Y está
siempre aquí, y por tanto, no puede agregarse ni puede apartarse.
Así que, ¿identificas este conocer directo de quién eres? La
IDEA de quién eres es aquello que te fue enseñado, es decir, una
persona separada en un cuerpo, y todo lo que ello entraña. Si no se
te hubiera enseñado ni hubiera quedado grabada en ti ni una sola
idea, ¿qué sabrías sobre ti mismo?
Mirando directamente, la primera cosa que conoces es que tú
eres consciente. No tomes mis palabras en lugar del mirar directo:
estamos hartos de aprendizajes y creencias. ¿Ves por ti mismo que
la conciencia está aquí? ¿Ves que esta conciencia subyace a todo lo
demás? Digamos que te gustaría decir que la primera cosa que
conoces es que ‘tú eres este cuerpo’. ¿Cómo lo sabes? DEBE haber
una conciencia para que ese saber sea. Así que ya ves, no hay nada
que pueda venir ANTES que esta conciencia. Todas las demás cosas
que CREES conocer, no podrían ser conocidas si no hubiera en
primer término conciencia para ser conocidas.
Aparte de esta ‘primera’ cosa que conoces sobre ti mismo —’yo
soy consciente’—, todo lo demás ha de ser mantenido en suspenso
y examinado. La única cosa que sabes es que eres consciente, y ese
es el lugar en donde puedes descansar, mientras cuestionas todas
las demás ideas. La conciencia misma no puede ser cuestionada
porque es conocida directamente: ¿Acaso no eres consciente ahora
mismo?
No cometas el error de considerar este saber directo COMO SI
fuera una creencia. Es un truco que a la mente le encanta jugar.
Simplemente mira ahora mismo y ve si puedes negar que eres
consciente, y luego dime si eso es una experiencia directa o es una
creencia. Luego ignora a la mente cuando intente complicar el
asunto, insistiendo en que definas la conciencia, o que establezcas
dónde va la conciencia cuando duermes, o que entres en sutilezas
en cuanto a cuáles son los términos adecuados. ¡Pura distracción!
No te tomes la molestia de examinar las tonterías de la mente. TÚ
ERES CONSCIENTE. ¿Sí o no?
Entonces nota este punto de pura conciencia del que estás
completamente seguro ahora mismo. No tienes que aprenderlo, o
creer en él. Está siempre aquí. El sistema del cuerpo puede quedar
dormido por la noche, pero cuando recomienza en la mañana, hay
conciencia, ya presente y a la espera. Lo sabes y confías en eso.
111
Siente la solidez de tu propio conocer directo. Nota que no hay
ningún sufrimiento aquí. Es pacífico.
Ahora que estás seguro de la primera cosa —’yo soy
consciente’—, eres libre de ponerlo a prueba agregando distintos
pensamientos y creencias sobre ti mismo, y probando luego su
validez. Pero es provechoso advertir que el punto de partida o línea
de base es siempre, simplemente, este punto de pura conciencia.
Lo conoces con certeza. No es algo que puedas ‘perder’ u ‘olvidar’.
¡Trata de olvidar que eres consciente!… No puedes hacerlo.
Esto no es una enseñanza: no hay nada que aprender ni nada
en que creer. Este conocimiento no requiere de ninguna práctica ni
de ningún tiempo. Velo mientras lees estas palabras: tú eres
consciente, ahora mismo. No mezcles el ‘yo soy consciente’ con
tus creencias; ve que realmente hay un CONOCER que no es una
creencia. SÉ que soy consciente y SÉ que esto no es una creencia.
¡No tomes tus creencias por el CONOCER, ni viceversa!
Tú sigues tratando de agregar más y más a ese caldero de ‘lo
aprendido’, pensando que mientras más agregues, mejor, y que
finalmente tendrás lo suficiente, o que simplemente aparecerá la
pieza correcta de información que te liberará del sufrimiento. ¡Pero
en ese caldero sólo hay sufrimiento! Así que agregarle más y más
no hará nada que te alivie del sufrimiento. Tú no estás tratando
con algo que conoces de modo directo, estás tan sólo agregando
más y más creencias. Y todo sufrimiento es causado por esas
creencias. La única cosa que estás ignorando en esto es lo que
realmente conoces. Y eso tú YA LO CONOCES. No puede ‘agregarse’
porque no te falta.
Tendemos a rechazar el conocer directo en favor de creencias,
porque hemos llegado a encariñarnos con ellas. Estamos apegados
a nuestras creencias. Ese es el porqué sufrimos y luchamos con la
confusión y la frustración. Pero cuando miramos por nosotros
mismos, todas las dudas sobre quienes somos se desvanecen y todo
queda perfectamente claro. Al negar TODO —excepto aquello que
conocemos por nuestro mirar directo—, el sufrimiento desaparece.
Y todo lo que conoces mediante ese mirar directo es: ‘Yo soy
consciente’. Nótalo ahora.
Lo bello del asunto es que aquello que conoces directamente
no contiene sufrimiento. El sufrimiento sólo existe en aquello a
lo cual quedas aferrado por hábito, aquello creído, pero no
conocido. Así que este es el don; éste el porqué se ha dicho tantas
112
veces que tan sólo hay Amor. Amor es el hecho de que, en la única
cosa que conoces con seguridad, ¡no hay ningún sufrimiento!
Tú. Ahora mismo. CONOCIENDO. ¿Ves que esto no está en el
futuro, que no es un logro? Aquello que tú CONOCES está aquí
mismo todo el tiempo, y siempre lo ha estado. Tú no lo aprendiste,
ni lo ‘creíste’. No puede ser quebrado, ni amenazado, ni apartado.
Ahora mismo, mirando por ti mismo, está conciencia cotidiana y
ordinaria está aquí. Todo lo demás es aprendido, o creído; es irreal
y causa sufrimiento.
Simplemente nota la única cosa que en verdad conoces: YO
SOY CONSCIENTE. En ese CONOCER, tú eres libre.
Sin palabras
Ni siquiera la cualidad-viviente es mía. Nada es mío, porque no
hay absolutamente nada aquí que pueda ser llamado ‘yo’.
SER. ¿Ser de quién? CONCIENCIA. ¿Conciencia de quién?
Es imposible decir nada en absoluto, porque con el lenguaje la
creación de un ‘objeto’ es automática, y no hay aquí ningún objeto.
No hay ningún objeto ‘yo’. No hay ningún objeto ‘conciencia’. No
hay ningún objeto ‘ES-encia’.
Nada en absoluto puede ser conocido usando las palabras y
conceptos que tenemos a nuestra disposición. Pero la REALIDAD
—lo Absoluto— PUEDE ser conocido. ¿Cómo? La REALIDAD es
conocida en el presente espontáneo, SIN PALABRAS. Únicamente
de esta manera es conocida.
Únicamente ahora, presentemente, ANTES de la entidad
‘cognoscente’, antes del deseo de conocer, antes del ser humano
que anhela fundirse con lo UNO. Antes de que cualquier cosa
ocurra, todo es transparente. Y esta transparencia es lo que trae
cada momento … antes de cualquier otra cosa. Antes de que el
tiempo ‘arranque’.
La Realidad no existe en el mundo del tiempo. El tiempo
pertenece al ‘tú’ y a sus pensamientos y palabras. Tratar de colocar
una palabra sobre esto, es como tomar una instantánea de las
Cataratas del Niágara y decir que el agua de la foto es las cataratas.
No hay ninguna palabra que pueda contener el flujo de este eterno
manantial de ‘lo que es’.
ESTO no es un ‘espacio’. Uno no entra en un ‘espacio’ así. Si
estás buscando una experiencia de ESTO, no confundas el
113
sentimiento (limitado al tiempo) de un cierto ‘espacio’, con aquello
que es atemporal y eternamente libre. Tu ‘bonito’ espacio
colapsará. Lo ETERNO no puede colapsar.
La Realidad no ofrece nada. Demórate un momento con el
objeto de saborear lo que trae para ti y estarás hundido: la habrás
convertido en una instantánea de las cataratas. Tú no puedes
sujetar esto para satisfacer tu urgencia de apropiártelo más de lo
que puedes ‘sujetar’ las cataratas a un árbol. No puedes hacerlo
permanente. Deja las cataratas caer y reconoce tu incapacidad de
retener o describir o adquirir algo de ello. No es una ‘comodidad’
para tu consumo. No es NUNCA lo que piensas que es.
No hay aquí la oferta de ningún sentimiento extático, ni de
algún conocimiento último, ni de ser permanentemente liberado.
Todas esas cosas están limitadas al tiempo, limitadas por la
entidad, y serán enterradas junto con tu cadáver. De hecho, ellas ya
han sido enterradas. ¡Qué alivio!
Mira aquello sin-palabras. Mira lo espontáneo. Mira aquello
que no existe todavía. Mira el ‘momento’ anterior a ‘ti’. Mira el
‘momento’ anterior a que empezara el tiempo a transcurrir.
No hay nada en absoluto que hacer. No hay ni una sola cosa
que puedas lograr que no vaya a ser enterrada en esa caja de pino
junto contigo. Así que muy bien puedes, simplemente, dejar el
esfuerzo disolverse en esta libertad de la existencia sin palabras,
sin significado.
Ahora bien: no vayas a intentar SER esto. Ese intento no es más
que un puñado de palabras y material limitado al tiempo que tú
has construido. No seas algo ‘construido’ por ti. Entonces ¿qué?
No quedan palabras.
El sufrimiento es opcional
P: Hablabas la otra vez de tu vida cotidiana normal, y decías
que ningún sufrimiento resulta de nada de ello. Si mi pequeño hijo
muriera, habría sufrimiento. Pienso que lo que estabas diciendo
era que el sufrimiento aún podría surgir, pero que no había nadie
que se lo ‘apropiara’. ¿Es eso lo que querías decir?
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Pesar: Una emoción que surge en la mente de una aparente
persona como resultado de cosas que ocurrieron anteriormente.
Sufrir por el pesar: El cargar ‘a bordo’ con la emoción de pesar
por parte de quien se cree un individuo separado y vulnerable que
ha perdido algo.
La diferencia es que el pesar es automático, o reflexivo,
mientras que el sufrimiento es opcional. Habrá emociones que
surjan automáticamente cuando se den ciertas condiciones en la
aparente vida. Pero el sufrimiento no es automático. El sufrimiento
sólo ocurre cuando existe la creencia ‘soy una persona que puede
perder algo’. Cuando esa creencia no está presente, el sufrimiento
no está presente.
¿Y por qué no? Porque se sabe que la conciencia nunca cambia,
sin importar la emoción que la ‘atraviese’. Esta conciencia es
siempre la misma, siempre pacífica, sin importar si existe el pesar
o el dolor. ¿Desaparece alguna vez? No. Puedo volver mi atención a
ella en cualquier momento, y aquí está: no se ha movido ni una
pulgada. Sólida, estable, segura, eternamente no-afectada por la
pena. Aquí está. No necesito hacer nada más. No necesito hacer
que el dolor de la vida desaparezca, porque cuando me enfoco de
nuevo en esta conciencia, ésta no habrá cambiado. El dolor puede
aumentar o disminuir, y cuando vuelvo mi atención a esta
conciencia, es la misma. Comienzo a advertir que ningún evento en
la vida tiene algún efecto sobre nada; comienzo a advertir que no
necesito nada en la vida en absoluto. Esta paz está siempre aquí.
¿Aun en el caso de un tremendo dolor? Sí. Todo sufrimiento es
lo mismo, todo sufrimiento es igualmente irreal. ¿Qué hago si
tengo un pequeño dolor en la baja espalda? Ahora mismo, noto que
hay conciencia. La conciencia no es afectada por el dolor. El dolor
puede mejorar, o empeorar. Miro nuevamente, y la conciencia no
ha cambiado. Toda mi historia personal de ‘está bien, no está bien,
pobre de mí, duele tanto’ cambia, pero cuando miro a aquello que
está notándolo, eso no ha cambiado con nada de la historia
personal. Miro ahora mismo y aquí está: tomando nota, pacífica,
sin necesidad de nada. Sin importar cuándo mire, es lo mismo. Ha
sido así toda mi vida.
Ahora toma ese dolor de espalda y multiplícalo por un millón, y
muévete a tu corazón. Es la misma cosa. Incluso ese grado de dolor
o de sufrimiento no puede tocar a la conciencia. Así que, ¿qué
diferencia hay si ese dolor desaparece? Hay una única cosa que sé
115
con seguridad, y es ‘yo soy consciente’. No puedo evitarlo. Pero no
tengo que sufrir. El sufrimiento es únicamente el resultado de creer
en una persona separada, en un yo vulnerable. Y yo no creo en eso.
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‘Volver la atención al interior’ no es lo que habíamos creído
todos estos años. Creíamos que significaba: mira tus pensamientos,
tus sentimientos, aquello que te hace latir. ¡Falso! Volver la
atención al interior significa literalmente mirar aquello que
está mirando. Significa mirar a la atención misma.
Advierte ahora mismo que, cuando la atención reposa sobre la
simple atención que se está concediendo a estas palabras, hay
tranquilidad. No la atención a las palabras mismas, sino atención a
la atención que las hace ‘advertibles’. Cuando la atención en curso
se mueve fuera de sí misma, hacia el exterior, entonces aparecen
estas palabras. El yo, el cuerpo, los pensamientos y el mundo
aparecen, y todo el sufrimiento que nace con estas cosas. Estas
cosas aparecen ante ti cuando pones la atención en ellas. No tienen
que aparecer en absoluto. Mantén la atención en la atención misma
y ninguna-cosa aparece jamás.
¿Por qué parece difícil poner la atención en la atención?
Porque tu mente rechaza instantánea e inmediatamente la
atención, porque ésta no tiene cualidades. Así que no intentes ni
hagas esto con tu mente. Tan sólo vuelve tu atención ‘atrás’, a la
atención misma, allí donde comenzó. Notarás que la mente
desaparece.
No es necesario nada más. Ninguna actividad es necesaria para
hacer esto ‘mejor’, porque cuando la atención está en la atención,
NO HAY ninguna actividad. Toda las actividades, objetos, cuerpos y
egos aparecen cuando pones tu atención en ellos.
¿Ves por qué hay aquellos que dicen: ‘Simplemente mira ahora,
y asunto concluido’? Ahora bien, cuando miras —cuando pones la
atención en el interior, en la atención misma (y no en el exterior,
en los objetos atendidos)— ¿queda alguna-cosa? ¿Puedes encontrar
algún ‘yo’ allí? E incluso, ¿puedes encontrar un cuerpo o una
mente? ¿Puedes encontrar sufrimiento? ¿Puedes encontrar algún
‘buscador’? ¿Y de qué iba tu búsqueda?
Tú no tienes que ‘hacer’ ninguna auto-indagación. La auto-
indagación implica mirar con una mente, en una mente, para ver si
puedes encontrar el origen y el asiento del ‘yo’, y encontrar que no
hay sino un manojo de pensamientos. Tú no tienes que hacer todo
eso. Mira al interior, a la atención misma, y queda inmediatamente
claro que no hay ningún ‘yo’ ni nunca lo hubo. Todo queda claro
ahora mismo y cada vez que miras.
117
No tienes que sentarte ni meditar sobre esto. Esto es ‘caminar-
funcionar-no-meditación’. Es parte de tu día a día. Mientras
caminas, haces tus asuntos, trabajas, conversas con la gente, vuelve
tu atención a la atención misma. ¿Qué ocurre?
Hazlo ahora, hazlo de una vez, y ya nunca necesitarás que se te
convenza de nuevo. Nada hay sino ESTO: esto mismo.
¡Y tú eres ESTO!
La dimensión que no es
No pienses en estar ‘en el momento’. Un momento es
demasiado grande. En un momento, tú inventas un yo con
biografía y todo, e inventas un mundo en el que ese yo vive. Un
momento es un tiempo demasiado largo.
¿Qué hay antes de ese momento? El presente.
¿De dónde viene ese momento? Del presente.
Nota este fresco y espontáneo presente surgiendo. Está aquí,
vacío y nuevo. No dura ni un momento. Tan pronto como llega se
va, y renace de nuevo. Nota esta total-idad. Siente esta vacuidad.
Esto no es conceptual, no es espiritual, ni tampoco una idea
trascendental sobre el modo como las cosas funcionan. Es real, y
puedes probártelo a ti mismo mirando. Es aquello que notas
cuando miras por ti mismo. El presente es todo lo que tú conoces.
Tú no puedes notar el presente con tu mente. La mente tratará
de estirarlo en una ‘cosa’ que existe en el tiempo. En el momento
que hayas acabado, ya no está. Tu mente no puede ver el siempre-
fresco presente surgiendo. Pero tú puedes.
Nota esto con tu ser. Nota el presente porque tú siempre estás
en él. Nótalo con el presente mismo.
Entonces, ¿cómo es que todo este otro ‘material’ —el mundo, el
yo, la biografía— surge? Parece real.
Parece así, pero cuando miramos en el presente no podemos
encontrarlo. ¡El presente siempre llega vacío! Pero cuando la
mente se mueve —y lo hará— ese movimiento crea su propia
burbuja de tiempo para tener algún lugar donde desplegarse.
Toda actividad y toda apariencia existen únicamente en esta
burbuja de tiempo, creada por el movimiento de la mente.
Pero miremos de nuevo el presente. Una burbuja de tiempo no
está presente en el presente. El presente nunca cesó de estar vacío.
118
El presente nunca cesó de ser nuevo. El presente nunca cesó de ser
total. El presente simplemente es esto, siempre fresco.
No puedes parar el movimiento de la mente. Mientras estés
vivo el tiempo será creado por ti. Pero puedes conocer el truco,
puedes darte cuenta de aquello que tiene lugar. El aparente mundo
y el aparente yo existen, literalmente, en otra dimensión. El
presente es un único punto en donde ninguna dimensión existe.
Así que, ¿qué eres tú?
119
puedes malgastar la vida entera de esa manera, porque las
preguntas planteadas por la mente son infinitas. Pero puedes
seguir el consejo ofrecido aquí (y en alguna otra parte) de
abandonar la obsesión por la mente, y simplemente ser lo que tú
eres: sin mente, vacío e infinito.
No intentes obtener más respuestas a tus preguntas. Hasta
aquí, ninguna respuesta ha sido de ayuda para ti. La única cosa que
acaba con las preguntas es salirse de ese ciclo de insistir en que es
necesario tan sólo una pieza más del rompecabezas para que todo
quede claro, antes de que puedas avanzar hacia la verdad. No hay
ninguna pieza del rompecabezas, y no hay ninguna verdad. Y no
hay ningún tú que avance a ninguna parte.
Ve que donde estás, lo que eres y quien eres, está fuera de todo
contenido, fuera de toda estructura: sin forma, sin perfil, sin
tiempo. Hay únicamente vacuidad: esta vacuidad que notas ahora
cuando miras lo que está presente. Esta vacuidad, esta quietud, es
todo lo que hay.
Permítete a ti mismo ser nada en absoluto. Esto es lo que eres.
Ningún intelecto, ninguna lógica, ninguna mente. Simplemente
conciencia sin forma, sin perfil, aquí y ahora. Tú puedes notar esto
ahora mismo, y esto es lo que está siendo señalado. Tú eres esta
ausencia de forma.
Y siendo esto, ¿qué ocurre con la pregunta que formulaste?
120
Randall Friend
Tú estás soñando
Paz y Amor
Tu verdadera esencia es Paz y Amor. Totales. Esta Paz no es el
opuesto de la guerra o el conflicto; es la Paz que acepta la aparición
de la guerra y del conflicto. Este Amor no es el opuesto del odio; es
el Amor que acepta sin condiciones todo lo que surge, incluyendo
el odio.
Esta Paz y este Amor no es algo que necesite o que pueda ser
hallado, o desarrollado, o aprendido. Esta Paz y este Amor es la
naturaleza esencial de Ser.
En esta Paz y este Amor hay una inocencia casi infantil, una
magia prodigiosa, una gran tranquilidad… pero ‘ TÚ’ nunca puedes
hallarlos. La presencia de un ‘YO’ es la aparente separación entre
‘YO’ y el mundo. En esta separación hay conflicto, sufrimiento,
esfuerzo, deseo, temor. Sentimos que hemos perdido esa inocencia,
esa magia, y buscamos conseguir algo… ¿tal vez la ‘Iluminación’?
Así que no hay nada que pueda hacerse para ‘conseguir’ esta
Paz y este Amor, nada que pueda ‘YO’ hacer para hallarlos,
simplemente porque la creencia en el ‘YO’ es el factor mismo que
oscurece el reconocimiento de la Paz y el Amor ya presentes.
La búsqueda es simplemente más de lo mismo, es decir, de la
negación por parte de la mente de la magia y maravilla de ESTO, de
lo que de hecho está ocurriendo. Tal vez en el futuro consiga las
respuestas a mis preguntas, o bien meditaré lo suficiente como
para ser capaz de verlo. Pero ningún ‘ YO’ ha podido verlo jamás.
Ninguna búsqueda ha podido conducir a ello jamás. Y no hay
respuestas a la pregunta sobre qué podría ‘ YO’ hacer para verlo.
‘YO’ nunca podré verlo. Porque ‘YO’ es tan sólo otro pensamiento
que surge, otra creencia creada a partir de memorias encadenadas.
La única respuesta reside en el sonido del viento entre los
árboles, en la sensación de un baño caliente, en el aroma de una
121
taza de chocolate humeante, e incluso en la desesperada lucha del
indigente sin hogar, o en el olor a podrido de una alcantarilla, o en
el dolor por la pérdida de algún ser querido.
La Paz y el Amor únicamente pueden ser, exactamente, ESTO,
AHORA MISMO: exactamente este momento ordinario, el cual la
mente pasa por alto, prefiriendo aquello que ‘podría’ ser.
122
Incluso tenemos que ir a las definiciones de palabras memorizadas
para saber cómo etiquetar alguna cosa.
ANTERIOR A TODO ELLO hay una ‘cualidad de conocer’
básica, una conciencia simple y ordinaria, que está registrando
cada sensación, cada percepción, cada pensamiento, cada etiqueta,
cada identificación. TODO es conocido en este espacio de conocer.
Y este registro está ocurriendo espontáneamente, sin esfuerzo
alguno.
Cualquier cosa conocida, incluyendo el deseo de ser una
persona, el sentido de ‘yo’, el sentido de estar en un cuerpo, el
sentido de cualquier cosa, ocurre en este espacio de conocer. Es el
écran en el cual todas las cosas se registran, como en un espejo.
Esta vacía ‘cualidad de conocer’ es lo que tú eres, anterior al
sentido de ser una ‘persona’, anterior a las sensaciones que son
etiquetadas como ‘YO’ o ‘MI CUERPO’. El ‘cuerpo’ es únicamente
un manojo de sensaciones asociadas: no es lo que tú eres.
Ver esta ocurriendo presentemente. No hay nada más que conocer.
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es otra cosa que el CONOCER inteligente actual, dentro del cual el
mundo aparece.
La paz viene cuando se advierte que cada ‘persona’, cada
‘situación’, es, únicamente, Dios. Dios está ‘haciéndose’ a Sí
Mismo. Así que, ¿por qué preocuparse? ¿por qué sufrir?
Algunos llaman a Dios, conciencia o unicidad, pero no importa
qué etiqueta se emplee, porque la propia etiqueta es Dios.
Y en esta realización, todo ello es Dios: no hay lugar para una
persona separada, una ‘biografía’ que tenga algún sentido. Todo
está ocurriendo en Dios y como Dios.
Y mientras atravesamos la apariencia de esta ‘biografía’,
estamos anclados en esta Paz, con la comprensión y realización de
que cada paso que damos es Dios. Cualquier cosa, sea la que sea,
ES DIOS… ¿Quién va a encontrar algún problema en eso?
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de SER, no diferente de lo que AHORA está presente. Ocurre tan
sólo que ESTO jamás fue (para ‘nosotros’) suficientemente ‘bueno’,
suficientemente ‘iluminado’. El AHORA es ignorado, prefiriendo
alguna experiencia beatífica que siempre parece pasar, para luego
retornar a ESTO, el ser ordinario.
Tú nunca puedes ‘salirte’ de AHORA, nunca puedes ‘perder’ la
conciencia. Este espacio vacío (del CONOCER) está totalmente
presente SIEMPRE, y es el suelo para que cualquier cosa pueda
surgir. Este VER-CONOCER es lo que tú eres: NO algún objeto que
pueda surgir en este mirar, sino el mirar mismo.
Pregúntate QUIÉN está mirando a través de tus ojos…
Lo que yo soy
Este cuerpo está débil y cansado… Este cuerpo siente dolor,
emociones, placer…
Esta mente está a veces confundida, analizando, definiendo,
pensando…
Esta mente a menudo afecta al cuerpo: un pensamiento flamea
y el cuerpo reacciona con sensaciones.
Pero lo que yo soy nunca es afectado por nada de ello.
Lo que yo soy simplemente ‘toma nota’ de todas estas
percepciones y sensaciones, sin etiquetarlas ni juzgarlas.
Lo que yo soy no tiene la capacidad de etiquetar ni juzgar.
Lo que yo soy no piensa, pero observa al pensamiento.
Lo que yo soy no actúa, pero observa la acción.
Lo que yo soy no tiene creencias, pero observa las creencias.
Lo que yo soy no tiene palabras, pero observa las palabras.
Lo que yo soy no tiene forma, ni perfil o tamaño, pero observa
las formas de todos los perfiles y tamaños.
Lo que yo soy no tiene ningún centro ni circunferencia o borde,
y por tanto, no puedo encontrar dónde termino ‘yo’ ni dónde
comienza ‘el mundo’.
Lo que yo soy no es nada, tan sólo el observar vacío de todo
lo que va surgiendo.
Lo que yo soy es todo: todas las formas y actividades aparecen
en lo que soy.
Lo que yo soy no tiene nombre, ni biografía, ni personalidad, ni
familia, ni trabajo, ni dinero, ni refugio.
125
Lo que yo soy es el espacio abierto que acepta todo, sin
condiciones, el espacio abierto en el cual todo aparece. Lo que yo
soy no puede ser conocido: lo que yo soy es el conocer mismo.
126
sólo de observar el movimiento. No tendrías ninguna capacidad de
sufrir; tan sólo de observar el sufrimiento.
No tendrías ninguna capacidad de crear historias sobre el
pasado o sobre algún hipotético futuro, por lo cual eres consciente
únicamente del presente, y consciente del pasado y el futuro como
pensamientos surgiendo en el presente. Pero observarías las
historias y la obsesión de la mente.
Nunca morirías porque nunca naciste.
No te relacionarías a un ‘yo’, pero observarías el surgimiento
del sentido de ‘yo’ como un pensamiento, un concepto, una
creencia. No encontrarías ninguna entidad sólida ni persistente.
No podrías buscar la ‘iluminación’, pero observarías esa
búsqueda.
Nunca estarías sujeto a —o afectado por— ninguna experiencia,
pero podrías observar al cuerpo-mente atravesando experiencias
espirituales asombrosas, o experiencias deprimentes y horrorosas.
Nunca cambiarías, pero observarías todas las cosas cambiar.
Observarías este cuerpo-mente cambiar, observarías esta
identificación con el cuerpo-mente surgir, observarías estos
intentos de ‘soltar’ el yo, de matar el ego, de lograr la iluminación…
Observarías la sensación de ser una persona atrapada en un
cuerpo-mente, pero no estarías sometido a esa identificación.
No tendrías ningún control, ninguna propiedad, ninguna vida,
ninguna posesión, ningún futuro, ninguna esperanza, ninguna
creencia, nada a que aferrarte ni nada que perder. No tendrías
ningún yo.
Y en ESTE MOMENTO, simplemente observarías el FLIP-FLOP
de la mente, inclinándose hacia esto o hacia aquello, deseando esto
y resistiendo aquello. Cada simple cosa que ocurriera, ‘buena’ o
‘mala’, no haría ninguna diferencia, e incluso no tendría ningún
significado.
Observarías simplemente los intentos de lograr la iluminación,
pero no tendrías siquiera la capacidad de reír de cuán descaminado
es eso.
En realidad, éste YA es el caso. Tú YA eres esto, está SIEMPRE
ocurriendo, la PURA Y SILENTE CONCIENCIA ya está viendo-
conociendo todas las cosas, incluida la búsqueda misma. No es algo
que tienes que encontrar, es algo que es INEVITABLE: AHORA. No
tienes que encontrarla: no puedes escapar de ella. AHORA MISMO,
ver-conocer está ocurriendo, sin excepciones.
127
Pero la búsqueda asume que algo no es correcto AHORA, o que
no es lo suficientemente bueno, o que es necesario agregar o
aprender o ganar ‘algo’ para conocer esto. Aparentemente es
necesario agregar ‘algo’ a la experiencia, al ‘banco’ de conocimiento
de la mente para ‘conseguirlo’. Pero la lucha por ‘conseguirlo’ está,
YA, siendo observada. Literalmente, toda cosa en la experiencia es
conocida en la conciencia, incluyendo la mente y sus reacciones a
‘LO QUE ES’.
Ver-conocer está ocurriendo AHORA, ahora mismo, no por un
cuerpo, no por una persona (porque no hay tal cosa, salvo un
concepto surgiendo presentemente en el pensamiento), sino por
esta CONCIENCIA PURA, que no es una ‘cosa’, ni es una persona, ni
tiene sabor, ni aroma, ni forma, ni metas, ni significado… y que no
tiene que ser encontrada ni lograda. La ‘persona’ es la ilusión:
aquello que CONOCE la ilusión es lo que tú eres.
128
¿Excluye esto el cuerpo-mente? ¿Eres tú una entidad separada
rodeada por un mundo hostil? ¿O eres una parte inseparable del
mundo?
¿Existe el mundo fuera de la conciencia? ¿Es el mundo ‘otra
cosa’ que conciencia? ¿QUÉ es lo que está conociendo al mundo,
ahora mismo?
Lo he perdido todo…
Tuve alguna vez una hermosa casa y un automóvil y ropa fina.
Ahora, eso lo he perdido.
Tuve alguna vez una buena educación y una carrera
prometedora. Ahora, eso lo he perdido.
Tuve alguna vez una familia feliz, esposa e hijos. Ahora, eso lo
he perdido.
Fui alguna vez una persona agradable, un trabajador
empeñoso, tal vez un poquitín ansioso, feliz aunque puede que algo
descontento, y buscaba paz. Ahora, eso lo he perdido.
Fui alguna vez un cuerpo saludable, con ligeras fallas. Ahora,
eso lo he perdido.
Tuve alguna vez una mente brillante, inteligente, curiosa,
obstinada. Ahora, eso lo he perdido.
Tuve alguna vez mis pensamientos, inquisitivos, demandantes,
persistentes. Ahora, eso lo he perdido.
Alguna vez fui un ser humano, parte de la multitud, en control
de algunas cosas, aunque también sujeto a otras que estaban fuera
de mi control. Ahora, eso lo he perdido.
Lo he perdido todo… no tengo ni vida, ni posesiones, ni familia,
ni salud, ni riqueza, ni metas, ni ambiciones, ni futuro, ni
esperanza, ni sentido.
Veo la casa, los autos, la carrera, la familia y las finanzas, pero
esas cosas NO SON lo que yo soy.
Veo el cuerpo-mente, representando el rol de un ser humano,
de una ‘persona’, pero eso NO ES lo que yo soy.
Soy el CONOCEDOR de todo ello, pero esas cosas NO SON lo
que yo soy.
Ya no puedo aferrarme a nada, ni tampoco perder nada. Ya no
puedo actuar ni fracasar. Ya no puedo convertirme en nada. No
puedo siquiera ser yo mismo.
129
Así que nunca perdí realmente nada, porque nunca tuve
realmente nada, nunca poseí nada, nunca controlé nada, nunca
hice nada. En realidad, nunca FUI nada. Este sueño de ser una
persona que ‘hizo’ o ‘tuvo’ todo esto fue siempre falso, siempre un
sueño. Nada ha cambiado.
Así que, mientras esta ‘persona’ hace su vida y lucha por
mantener sus posesiones (o lograr incluso más), por encontrar
felicidad y ‘controlar’ el mundo, todo lo que puedo hacer es
observar.
E incluso el CONOCEDOR, el OBSERVADOR, es tan sólo un
concepto. Así que ¿QUIÉN QUEDA que pueda perder eso?
La naturaleza de ‘yo’
¿QUÉ es este ‘yo’? ¿QUÉ es lo que estamos señalando cuando
decimos ‘yo soy’?
Este ‘yo’ surge en la creación de la dualidad. ‘Yo estoy triste’. El
‘yo’ que está ‘triste’ surge con el sentimiento de tristeza. Una vez
que la tristeza pasa, pasa también el ‘yo’. Luego viene otro ‘yo’: ‘Yo
estuve triste ayer’. Este es un ‘yo’ enteramente diferente: el ‘yo’ que
estaba triste ya no está presente. Ahora es un ‘yo’ contento.
Luego viene el ‘yo estoy buscando la Iluminación’. Este ‘yo’ es
un yo obstinado: este ‘yo’ aparece con frecuencia, aparentemente,
cada vez que la vida no es de nuestro agrado. En esos momentos
rezamos a Dios, nos volvemos al interior, vamos a satsang o a
meditar, en el intento de liberarnos del sufrimiento. Este ‘yo’ tiene
muchos sabores.
Luego, un ‘yo estoy en paz’ aparece. Este ‘yo’ es el yo preferido.
Este ‘yo’, por el momento, tiene lo que desea. Este ‘yo’ ha logrado
algo, así que está, por el momento, libre de deseos.
Luego aquel maldito yo de ‘yo estoy sufriendo’ regresa…
¿No es este ‘yo’ tan sólo una representación de lo que está
ocurriendo en el momento? ¿No es este ‘yo’ tan sólo un reflejo del
estado mental en curso, el pensamiento presente y más asertivo del
momento?
¿Es este ‘yo’ real? ¿A qué señala este ‘yo’?
Supón por un momento que ‘yo’ de ‘yo quiero la Iluminación’
consigue lo que quiere. ¿Te dejarán entonces solo los otros ‘yo’?
¿Puede este ‘yo’ ser satisfecho alguna vez? ¿Qué experiencia
posible podrías satisfacer a este ‘yo’?
130
Mira aquello que está CONOCIENDO a todos estos ‘yo’
mientras van surgiendo. ¿Puedes realmente decir ‘yo soy aquel que
ve-conoce’? ¿No surgen todos estos ‘yo’ ocasionales dentro de esta
presente conciencia que nunca cambia?
Y si ningún ‘yo’ está presentemente surgiendo, ¿no está este
VER, de cualquier manera, ocurriendo? ¿No es lo que tú eres,
ANTERIOR a todos estos ‘yo’?
131
Lo que yo soy no tiene ninguna capacidad de desear o no
desear, de necesitar o no necesitar, de temer o no temer. Lo que yo
soy nunca nació ni puede morir, porque es únicamente el cuerpo-
mente pasajero el que nació y morirá.
Y lo que yo soy es lo que TÚ ERES: el YA PRESENTE ser-
conciencia, el cual está detrás de todo lo que surge, incluyendo el
mundo, el cuerpo-mente, y aun esta conciencia.
Lo que tú eres está presentemente viendo-conociendo sin hacer
nada, sin esfuerzo. Lo que TÚ ERES es el espacio abierto, el telón
de fondo sobre el cual esta entera representación, este sueño, está
ocurriendo.
Esto no es algo que ‘TÚ’ tienes que lograr: es LO QUE TÚ ERES.
La identificación con —o la creencia en— el cuerpo-mente COMO lo
que tú eres es el único aparente bloqueo para ver lo que tú YA
ERES. Ninguna medida de meditación, ningún camino espiritual
puede ‘ayudarte’ a lograrlo, porque ese cuerpo-mente que medita
es tan sólo otra ocurrencia en lo que tú eres. La meditación es
presentemente conocida. YA es el caso.
La única cosa que puede hacerse, y que YA está ocurriendo, es
descansar en esta silente y espaciosa conciencia VIDENTE-
COGNOSCENTE, observar al cuerpo-mente haciendo su trabajo,
moviéndose de diversas maneras, buscando, sufriendo,
experimentando placer y dolor. No hay nada que necesite hacerse
al cuerpo-mente, ninguna experiencia, ningún logro que tengan
necesariamente que ocurrir.
Pero buscamos una respuesta DENTRO del sueño, DENTRO de
aquello que es visto-conocido. Sin embargo, el concepto de un ‘yo’
que ve este cuerpo-mente es también una ilusión, es todavía una
falsa separación. Decir ‘yo conozco el cuerpo-mente y no es lo que
yo soy’, es TAMBIÉN separación, también dualidad.
Así que ¿cuál es la respuesta? ¿Quién está viendo-conociendo?
¿Quedarás satisfecho con la respuesta ‘nadie está viendo-
conociendo’? ¿Es posible que lo que tú eres realmente no sea una
cosa, que sea ‘nadie’, carente de significado, in-existente? O, para
ponerlo de otra manera, ¿LA ÚNICA COSA QUE EXISTE?
132
RF: La mente sólo tiene al intelecto: esa es su herramienta.
Esa herramienta utiliza conceptos y tiempo para crear esta realidad
relativa, este sueño… Desglosa todas las cosas en conceptos, de
otro modo todo sería un misterio, todo sería la ACTUALIDAD de
ESTO y no sería descriptible.
Sin esto, no habría ninguna capacidad de ‘conocer’ qué es esta
cosa, este ‘cuerpo-mente’, este YO. No habría ninguna capacidad de
tener la creencia de que esta ‘cosa’ es un YO, de que es ‘lo que yo
soy’.
De manera que la mente sólo puede ver las cosas de acuerdo a
su mecanismo, de acuerdo a las cualificaciones por las cuales
conoce: ‘cosas’.
Pero lo que tú eres no es una cosa, no puede NUNCA ser una
cosa, porque las cosas son únicamente cajas conceptuales,
confortables pequeños paquetes, comprensibles únicamente en
referencia a otros pequeños paquetes. ¿Qué soy yo? Soy una
persona. ¿Qué es una persona? Una persona es un cuerpo y una
mente, un ser humano. ¿Qué es un ser humano? Un ser humano es
un cuerpo y una mente. Un gran círculo sin ninguna puerta de
salida.
La mente sólo puede comprender intelectualmente: utilizando
conceptos. Así que aquí los conceptos son utilizados no para que la
mente comprenda, sino para ir más allá de la mente hacia aquello
que es anterior a la mente, anterior a cualquier comprensión o no-
comprensión.
¿Qué ES anterior a la mente? ¿Qué ES anterior a cualquier
comprensión? ¿Qué ES anterior a la apariencia del cuerpo? ¿Qué
es constante e inmutable, mientras pasan mente y cuerpo, y de
hecho, el mundo entero? ¿Qué está reflejando el mundo que
aparece, sin ser tocado?
¿Qué está leyendo estas palabras, ahora mismo?
Si dices ‘SOY YO’, ¿ves este sentido de existencia y conciencia
innegable, totalmente presente, 100% inevitable, inescapable e
indescriptible por el intelecto? ¿Conoces —anterior al intento de la
mente de comprender— el espejo que refleja todo sin retener, sin la
capacidad de conocer?
¿Puede el espejo verse a sí mismo?
Tú dices: ‘Yo no estoy aún allí’. Esta conciencia reflejante, ¿se
marcha alguna vez a alguna parte? ¿O es tan sólo el escenario el
que cambia, dentro de la reflexión? ¿No es tan sólo el ‘show’ el que
133
pasa a través de esta conciencia reflectante? ¿Necesita el espejo
‘estar allí’, o tan sólo refleja el aparente ir y venir, el devenir y no-
devenir, el existir y no-existir, el comprender o no-comprender, la
vida y la muerte?
Lo que tú eres es el espejo reflejando el mundo —y el mundo y
el reflejo del mundo no son dos— surgiendo juntamente, como las
dos caras de una moneda. E incluso la moneda es tan sólo un
concepto.
¿Puede jamás el intelecto entender eso?
134
Total aniquilación: ¿es esto realmente lo que deseas? Ninguna
‘persona’ desearía jamás esto. Ningún ‘yo’ desearía jamás al ‘yo’
aniquilado, o ver que el ‘yo’ era únicamente un concepto, un
pensamiento. Nunca ningún ‘yo ’ ME desearía no haber existido
jamás. Ninguna ‘mente’ podría visualizar o conceptualizar jamás su
propia inexistencia.
Así que la aniquilación nunca ocurrió ni podría ocurrir, porque
no hay nada que aniquilar, nadie que DEVENGA inexistente,
ningún ‘yo’ que perder. La Iluminación era únicamente otro
intento de la ‘mente’ de ‘mejorar’ esta historia de vida, de aliviar el
sufrimiento causado por la referencia a algo que jamás existió, en
primer término.
135
¿No es lo que tú eres la ya-presente Paz, en la cual cualquier
cosa puede ser tal como es, cualquier historia surgir sin esfuerzo,
incondicionalmente?
¿No es lo que tú eres el ya-presente Amor, que es el espacio-
uno, sin separación, en el cual lo ‘separado’ aparece?
¿No es lo que tú eres la Beatitud, que ve todas las apariencias,
todas las historias, como únicamente Dios, como únicamente Uno?
Si la identificación con estas cosas relativas es vista como falsa,
la pregunta es: ¿quién o qué eres tú?
¿Podría la respuesta ser: ‘ninguna-cosa’? ¿Podría la respuesta
ser: ‘no lo sé’? ¿No es el intento de conocerte a ti mismo como
‘alguna-cosa’, aún parte de la historia? ¿No es el conocimiento una
acumulación de ‘cosas’, ideas, conceptos, pensamientos?
¿Requiere el conocer lo que tú eres de más conocimiento? ¿O
es la desaparición del conocimiento, hasta que todas las creencias,
todas las ideas, todos los conceptos, todos los pensamientos son
vistos por lo que realmente son?
Tan sólo una historia… Y aquel a quien estas historias se
aplican, ¿existe aparte del pensamiento presentemente surgiendo?
136
John Astin
Fuera y más allá de las ideas
Brahman es el mundo
‘El mundo es ilusorio.
Sólo Brahman es real.
Brahman es el mundo’.
— Ramana Maharshi
137
Como indicadores de la libertad inmutable que no depende de
(ni está condicionada por) los fenómenos cambiantes, las primeras
dos líneas de la estrofa son verdaderas. Pero la tercera línea nos
recuerda que, si permanecemos ahí, introducimos una falsa
separación, una dualidad donde realmente no hay ninguna. Sí, el
contenido de la mente es, por naturaleza, siempre cambiante e
impermanente, es decir, irreal. Pero el contenido de la mente —el
mundo ilusorio— es Brahman. Mente o pensamiento no son otra
cosa que lo Real, porque únicamente hay lo Real. Sí, las
apariencias son en último término irreales y pasajeras. Pero todo
esto que está surgiendo y desapareciendo es simplemente el
movimiento de la Realidad, la danza de Dios, apareciendo por un
momento como esta experiencia, como este sentimiento, como
esta sensación.
Por un momento, siéntete ‘dentro de’ lo que llamas ‘cuerpo’.
Deja al cuerpo sentirse ‘dentro de’ sí. ¿No está vivo y despierto?
¿No es el ‘cuerpo’ simplemente vida, o vigilia, apareciendo como
cuerpo? Todas las cosas están despiertas ¿verdad? Todas las cosas
son la verdad, todas las cosas son lo Real… El pensamiento está
despierto, el cuerpo está despierto, el sentimiento está despierto, la
memoria está despierta, las imágenes están despiertas… Hay
únicamente lo que está despierto, únicamente Dios,
únicamente Ser, el contenido y el continente, la forma y el vacío
en que aparece, Una-Sola-Realidad-Inseparable…
Sí, lo que tú eres no es meramente cuerpo, no es meramente
mente. Y no obstante, el cuerpo y la mente son exactamente lo
que tú eres, porque hay únicamente lo que tú ERES,
únicamente vigilia, apareciendo como cada cosa, danzando como
cada forma.
Y por supuesto, lo que aparece está, al mismo tiempo,
desapareciendo, ¿verdad? En todas partes, a cada momento,
muerte. Y a cada momento, simplemente, vida…
138
momento, el sufrimiento y la búsqueda desaparecen, porque aquel
que sufre y que busca ha sido visto ‘a través’ como ‘nada más que’
un pensamiento, un fantasma, una entidad imaginada. Sólo hay
totalidad, sólo vida, y no queda nadie para ‘negociar’ con ello.
Y en ese momento intemporal de reconocimiento, toda
resistencia a ‘lo que es’, todo esfuerzo o deseo de cambiar uno
mismo o de cambiar a otros se desfonda, porque se ha visto tal
actividad como innecesaria, un descaminado esfuerzo por obtener
algo que jamás, jamás estuvo ausente. Llámalo como quieras: un
momento de ‘despertar’ o de ‘realización’. Es a menudo un
profundo punto de quiebre en una vida…
Ahora bien. Hay quienes sostienen que cualquier enseñanza en
la que haya algún ‘proceso’ o período en el cual tales realizaciones
tienden a profundizarse o llegan a ‘encarnar’ mejor, es una
enseñanza engañosa. Pero ¿es esto verdad, realmente? Olvida lo
que los llamados expertos dicen. ¿Cuál es tu experiencia? Por
ejemplo, ¿has tenido alguna vez un momento de profunda visión
interior o realización, un momento en el cual toda búsqueda y
resistencia se desfondan porque se vio claramente que el buscador
no era otra cosa que lo buscado, que tú siempre has sido la
totalidad y la lLibertad que andabas buscando? Si es así, a la luz de
tales experiencias —experiencias que revelaron que ninguna
experiencia es Eso (porque todas las experiencias son
transitorias) y que cada una de las experiencias es Eso
(porque todo es el movimiento de la Realidad Una)—, ¿no has
encontrado que, de alguna manera, la búsqueda y el deseo de
experiencias regresaron siempre, del todo inesperadamente?
A la luz de la realización de que ningún punto de vista ni
perspectiva mental es verdadera, ¿no te has encontrado alguna vez
defendiendo (o argumentando contra) algún particular punto de
vista? ¿Has tenido alguna vez un momento de realización donde
quedara clarísimo que nada había faltado jamás? ¿Que este
momento, tal como es, es siempre suficiente, y luego, más tarde,
encontrar que ese aferrarse a alguna experiencia o a la búsqueda de
algún ‘otro’ momento, súbita y espontáneamente retornó? ¿Has
realizado alguna vez que todas las cosas son Dios, para luego
encontrarte a ti mismo argumentando con la realidad, resistiendo
alguna experiencia, creyendo que hay ‘algo’ que no es Dios?
Dentro del mundo de la No-Dualidad, hay aquellos que
pretenden que la conducta, en verdad, nada tiene que ver con la
139
liberación o el descubrimiento de la totalidad que han sido
señalados. Y desde cierto punto de vista, es cierto. Sea que des de
comer al hambriento o cuides de tu bebé o consumas heroína, la
totalidad es la totalidad, moviéndose como esas particulares
experiencias. Sea que trates a otros compasivamente o que cometas
atroces actos de violencia, la presencia o cualidad vigil permanece,
inmóvil e intocada por cualquiera de las experiencias que estén
apareciendo en ella. En otras palabras, aquello que está despierto y
consciente no depende de (ni está condicionado por) la conducta.
La conciencia permanece consciente, la libertad permanece libre,
sin importar el fenómeno o actividad que esté sucediendo. Desde
este punto de vista, es verdad que la conducta nada tiene que ver
con la realización o liberación. Y no obstante, como concepto, decir
que la realización nada tiene que ver con la conducta es tan falso
como cualquier otro concepto. Podríamos igualmente decir que la
realización tiene todo que ver con la conducta…
Por ejemplo, parece justo decir que la conducta consistente en
volar aviones para estrellarlos contra rascacielos matando a miles
de civiles inocentes es algo que surge básicamente de la ignorancia:
un caso extremo de identidad errónea. Parecería que tales acciones
están en última instancia arraigadas en una conciencia tan perdida
e identificada con un particular conjunto de creencias e ideas, que
uno se vuelve del todo capaz —incluso con gran entusiasmo— de
tomarse las vidas de otros, simplemente para probar algún punto
de vista ideológico o filosófico. Sí, la totalidad es la totalidad, la
conciencia es la conciencia, a pesar de cualquier conducta que
pueda aparecer. Pero si algún miembro principal de Al Qaeda
hubiera súbitamente despertado y reconocido la verdad de que
‘este momento es todo lo que siempre busqué’, si hubiera
despertado y visto la realidad de ‘ningún yo separado’, ¿no habría
sido altamente improbable que esa misma persona estrellara un
avión contra un rascacielos para probar algún punto, o se volara en
pedazos con la esperanza de hallar algún paraíso futuro o alguna
salvación? Visto desde esta perspectiva, ¿no es justo decir que la
liberación, o el despertar, realmente tiene todo que ver con la
conducta?
Para poner otro ejemplo: si una persona ya no está buscando
en el futuro alguna cosa o experiencia imaginada que cree le traerá
felicidad (porque se ha visto que somos ya Eso, que somos la paz
y la felicidad que habíamos estado buscando), entonces ¿no estaría
140
esa persona menos preocupada —del todo naturalmente y sin
esfuerzo— por el pasado y el futuro, no porque lo esté intentando
ni porque ‘el Buda dijo’ que deberíamos ser más cuidadosos o que
deberíamos permanecer en el momento presente, sino porque,
simplemente, estar más presente y despierto a ‘lo que es’ se vuelve
el resultado natural (conducta) de dejar de mirar en algún ‘otro’
lugar, en busca de satisfacción y plenitud?
La gratitud por el milagro de esto que está apareciendo ahora
mismo, tiende a convertirse en la manifestación (de conducta)
natural del río de la vida, que ya no está buscando el ‘milagro’ fuera
del momento, que ya no va a la caza de la ‘cosa’ o ‘experiencia’
siguiente para ganar algo. ¿No es razonable entonces que, a la luz
de la realización de que ‘esto es Eso, esto es siempre suficiente’, la
tendencia sería a desear, o a aferrarse menos y menos, a la fama, o
a la fortuna, o a las relaciones, o a la ‘iluminación’? Preferencias e
incluso opiniones pueden permanecer como una función más del
condicionamiento biológico y cultural de ese particular cuerpo-
mente. Pero cuando se ve que en la satisfacción de preferencias no
es donde reside la satisfacción más profunda, satisfacer esas
preferencias tenderá a ser menos y menos importante, menos y
menos una fuerza conductora en la propia vida… ¿no es así?
Ten en cuenta que, en todo esto, no estoy sugiriendo que la
conducta debería ser de determinada manera o seguir algún ‘ideal’
preconcebido, simplemente porque ha habido un cierto grado de
visión a través de la ilusión de separación. Pero considera esto —o
mejor aún, mira tu propia experiencia—: si nadie queda ahí que
defender o proteger, si se ha visto que no hay ningún ‘yo’ separado
que necesite ‘negociar’ con la vida, o tratar de extraer algo de la
vida… bueno, ¿no resulta entonces un tanto bobo decir que la
realización nada tiene que ver con la conducta? ¿No sería más
sensato decir que la conducta es, en muchos aspectos, un espejo o
un perfecto reflejo de lo que ha sido visto (o no visto)?
Ahora bien, uno podría escuchar esto y entonces emprender el
proyecto de mejorar o cambiar su personalidad o conducta, para
asemejarse más a lo que imagina ‘debería ser’ una vida ‘despierta’.
Pero eso sería no entender la broma. Esto no es sobre ‘yo debería
ser más cálido o compasivo, porque las escrituras me dicen que así
es como debería ser una vida despierta’… No. Esto es sobre el
hecho de que el así llamado amor —o la compasión, o el desapego—
simplemente va volviéndose la expresión natural de una vida que
141
ha cesado de buscar alguna otra cosa, de una vida que ha dejado de
ver las experiencias o circunstancias como ‘problemas’ a ser
resueltos, o como ‘cosas’ a que aferrarse.
Y en todo esto no hay ningún ‘alguien’ separado que podría
hacer esto, ninguna ‘persona’ que podría ‘encarnar’ o vivir más
plenamente lo que ha sido realizado, así como tampoco ‘alguien’
separado que podría ‘despertar’ o ‘realizar’ la verdad de ‘no-yo’, en
primer término… El Ser despierta para realizarse a Sí Mismo, y el
Ser es también aquel que ‘encarna’ lo que ha sido realizado, porque
únicamente hay Ser…
He aquí un bello pasaje de ‘Sailor’ Bob Adamson, que en
muchos sentidos captura lo que entiendo como la esencia de la
encarnación:
142
Gracias por tu post. He intentado responder a cierto número de
preguntas que me formulas.
Primero. Tú preguntas: ‘¿No es verdad que todas las ideas de
‘bien’ y ‘mal’ provienen de un punto de vista fijo, relativo,
personal y condicionado?’
Sí. Pero ese es también el caso en todo lo que escribes: lo que
estás formulando es un punto de vista particular, uno que, por su
misma naturaleza, es tan inherentemente dualístico (y por tanto,
no-verdadero en un sentido absoluto) como cualquier cosa que yo
hubiera establecido en mi post. ¿No es verdad que, en el momento
en que usamos palabras y lenguaje, ya hemos tomado una posición,
aun si es aquella que dice que no hay ninguna posición, o que todas
y cada una de las posiciones son falsas?
Mucho de lo que tú sugieres en tu comentario es un ejemplo de
lo que los filósofos llaman ‘contradicción performativa’: es decir
que tú, esencialmente, estás diciendo que no hay absolutos, lo cual,
por supuesto, es una afirmación tan absoluta como cualquiera que
la mente pueda formular. Es un poco como cuando escritores y
maestros No-Dualistas —incluido yo mismo— dicen cosas como:
‘No hay ninguna enseñanza’, o ‘No hay nada que enseñar’. Estas
afirmaciones, por supuesto, son afirmaciones auto-contradictorias,
porque decir que no hay nada que enseñar es exactamente eso: una
enseñanza… El punto aquí es que, en el momento que abrimos la
boca y comenzamos a hacer afirmaciones absolutas sobre la no-
existencia de absolutos, hemos caído víctimas del mismísimo error
que —sostenemos— otros están cometiendo.
En otro pasaje, tú declaras que: ‘El amor es incondicional y
absoluto. El amor ama toda conducta. El amor es pura conciencia
que no conoce bien sin mal, correcto sin equivocado, apropiado
sin inapropiado. El amor es anterior a cualquier conocimiento
sobre seres despiertos o seres no-despiertos’.
Coincido contigo sobre la naturaleza absoluta e incondicionada
del amor-conciencia. La pregunta interesante sería: ¿Qué ocurre
cuando la conciencia pura sin-forma comienza a moverse en el
mundo de la forma? ¿Qué ocurre cuando la conciencia es requerida
para moverse y actuar de cierta manera? Cuando miramos a través
de nuestros ojos y contemplamos el mundo desde el amor
despierto que tú describes, ¿consideramos a los villanos que tienen
que ser derrotados, o a los enemigos contra los cuales será
necesario luchar? ¿Vemos a amenazantes ‘otros’ que tienen que ser
143
convencidos de que nuestra perspectiva es la correcta? ¿O esos ojos
del amor ven alguna otra cosa? ¿No ven su propio ‘yo’ reflejado en
todas partes?
Sí, el amor es anterior a cualquier conocimiento o acción. ¿Pero
qué ocurre cuando ese amor sin-forma que no conoce distinciones,
esa presencia despierta, o amor, que es el silente abrazo a todas las
cosas, abre sus ojos por la mañana, lee un post en Internet tal como
el que yo escribí, y comienza a responder de alguna manera? ¿Qué
ocurre cuando la conciencia quieta y vacía que simplemente
registra ‘lo que es’ y que no ve ninguna distinción, comienza a
moverse en el mundo de la forma y la relatividad, un mundo lleno
de diferencias y distinciones? En el caso de tu respuesta, ¿no
parecería que ‘algo’ tenía una opinión sobre lo escrito? ¿‘Algo’ que
se sintió impulsado a contestar? ¿Qué era eso para la conciencia-
testigo-pura que, como dices, nada tiene que decir sobre nada,
realmente? La conciencia-testigo no tiene perspectivas, ni juicios,
ni puntos de vista…
¿Será que la manera en que la corriente de la vida se mueve y
actúa en el mundo relativo de la forma es algo (o quizás un
poquito) diferente, cuando este amor absoluto del cual estás
hablando ha sido realizado? Como tú dices, este amor ama sin
condiciones, no porque ‘debería’, sino porque esa es su naturaleza.
Y todo lo que yo realmente estaba tratando de señalar es que,
cuando se ve con estos mismos ojos de amor absoluto que ‘todo
está perfectamente bien’, que no hay ningún ‘problema’, entonces
las acciones y conductas no parecen surgir de (o ser motivadas por)
la creencia de que algo está ‘mal’ (precisamente porque se ha visto
que ‘mal’ es una construcción mental, como tú correctamente has
señalado).
Como mero concepto, la noción de que ‘todo está muy bien’, o
‘todo es Dios’, puede convertirse en una justificación para hacer
todo lo que demonios desee la mente. ‘Muy bien, todo está
perfectamente, así que descargaré mi frustración y mi rabia sobre
mi mujer o mi hijo porque ello me agrada y, por supuesto, ese
sentimiento y toda mi conducta están muy bien porque no hay tal
cosa como buena o mala conducta, porque todo es Dios, todas las
cosas son Uno…’ Es verdad, golpear o gritar a mi esposa o a mi hijo
es tan Dios como no hacer ninguna de esas cosas. Pero como
realización viviente, es probable que ‘todo está perfectamente’ no
nos movería, digamos, al abuso o a la manipulación de los otros
144
porque, ¿cuál sería el ímpetu para hacer esas cosas cuando se ha
realizado que ‘todo está perfectamente’? La verdad es que no estoy
diciendo nada sobre la existencia de algún tipo de ‘absoluto’
correcto o incorrecto aquí (o, como has sugerido, sobre alguna
ausencia absoluta de correcto o incorrecto). Recuerda: decir que no
existe nada ‘correcto’ o ‘incorrecto’ es un punto de vista tan
conceptual como decir lo contrario. Francamente, yo encuentro
ambas argumentaciones un poco pesadas…
Toma, por ejemplo, la actividad o conducta denominada
‘búsqueda’. No estoy sugiriendo que es ‘mejor’ o ‘peor’ buscar. No
estoy implicando que la búsqueda es ‘buena’ o ‘mala’. Buscar es
simplemente buscar. Y sí: en esencia, ‘buscar’ no es diferente de
‘no-buscar’. Ambos son movimientos de la vida-una, movimientos
del mismo misterio. Buscar y no-buscar no son ni buenos ni malos.
No son ninguna ‘cosa’. Simplemente son. Pero lo que yo estaba
sugiriendo era que la actividad o conducta denominada ‘búsqueda’
tiende a ocurrir menos (o quizás, a no ocurrir en lo absoluto)
cuando se ha reconocido que no hay nada que buscar, que lo
buscado es ya, siempre, el caso.
Eso es en verdad lo que estoy diciendo. Y aunque buscar y no-
buscar son movimientos de la misma Realidad, a nivel de la
experiencia tienden a dar origen a muy diferentes sensaciones y
percepciones: buscar da lugar a distintos grados de sufrimiento y
de pesar; y no-buscar, a distintos grados de paz y de contento y de
amor por ‘lo que es’; la búsqueda tiende a nublar la percepción:
vemos personas y cosas como imaginamos ‘deberían’ ser, o como
desearíamos que fueran; mientras que la no-búsqueda tiende a
clarificar la percepción, pues la percepción está liberada de las
distorsiones propias de la codicia. Sí: ‘buscar’ y ‘no-buscar’ no son
diferentes. Y sin embargo, son totalmente diferentes. Inclinarse
hacia uno u otro lado de esta dualidad es, claro está, inclinarse
hacia uno de los lados de la dualidad…
Personalmente, no me preocupa si estamos o no hablando
desde algún punto de vista, porque todo hablar procede de algún
particular punto de vista, incluso aquel que pretende que no, o que
argumenta de que ‘no hay puntos de vista’ (una posición que, como
dije anteriormente, es simplemente otro punto de vista). La
pregunta es, ¿cuánta fijación hay en torno a los puntos de vista que
están siendo adoptados? ¿Cuán libres estamos de todo aquello que
pensamos que sabemos?… Como Rumi bellamente dice:
145
‘Todas las teologías son como flechas que el sol reduce a polvo
El conocimiento te lleva hasta el umbral, pero no a través de la Puerta
Nada pueden enseñarte si no des-aprendes todo
¡Cuán erudito era, antes de que la Revelación me dejara mudo!’.
Ya ido
Todo está terminando
La seguridad de la inseguridad
Lo cierto es que no podemos saber lo que vendrá luego…
Pero, irónicamente, son nuestros esfuerzos por controlar o
predecir el futuro (que es por naturaleza impredecible), lo que, de
hecho, crea el sentido de inseguridad, de la cual, imaginamos, esos
esfuerzos nos liberarán. En otras palabras, son nuestros esfuerzos
por estar seguros los que crean el sentido de que no lo estamos, es
el propio esfuerzo de escapar el que crea el sentido de estar
aprisionados…
146
Todo se ha desvanecido
¿Cuántos pensamientos tuviste hoy? ¿Cien? ¿Mil? ¿Tal vez un
millón? ¡Quién sabe!… Pero una cosa es segura: todos ellos se
desvanecieron, ¿verdad? Cada uno de ellos… desvanecido. Los
alegres, los tristes, todos ellos… ¡PAF!
¿Y los miles o millones de sentimientos o de sensaciones?
Todos ellos idos, igualmente. Todo lo que queda es la frescura de
ESTO, de ESTO que está apareciendo ahora, de ESTO que pronto se
desvanecerá también, como todo lo demás.
El futuro no es posible
Tendido en mi cama una mañana, surgió súbitamente un deseo
de re-experimentar un momento extático que había tenido años
atrás durante un retiro. Había ese familiar sentido de anhelo, la
mente aferrándose a algún evento futuro que, imaginaba, le daría
de alguna manera aquello de lo que creía carecer. Pero al instante
siguiente, todo quedó completamente claro: el futuro fue, y
siempre es, una completa imposibilidad. Sólo hay ESTO,
ESTO que está apareciendo ahora mismo, y ahora, y ahora…
Y como la imposibilidad de cualquier momento futuro se
estaba viendo nuevamente, había también, al mismo tiempo, una
‘dulce-amargura’ en ese ver, el sentimiento de que rechazar la
experiencia que estaba ante mí por algún futuro imaginado era,
para ponerlo crudamente, rechazar a Dios. Era rechazar la vida
que, en este preciso momento, era YA VIVA. Pude ver la tonta
arrogancia de una mente que creía saber ‘mejor’, que creía que la
experiencia que estaba apareciendo ahora mismo no era suficiente,
que creía que existe alguna otra cosa que Dios…
Sí, el futuro es en verdad imposible. Sólo en la imaginación la
vida ocurre ahí. Y así también con el pasado, que es, y que siempre
permanecerá como una imposibilidad. No hay vida en lo que fue…
Pero podríamos decir también que, así como el pasado y el futuro,
el presente también es imposible. Porque aunque el futuro nunca
será, es también, en cierto sentido, todo lo que está ocurriendo,
porque lo que está aquí nunca realmente está aquí, pues
continuamente está dando nacimiento a alguna otra cosa, a algo
nuevo, a algo que no estaba aquí anteriormente…
147
ESTO, tan sólo ESTO que está apareciendo ahora mismo es
todo lo que hay, todo lo que pudo haber y todo lo que alguna vez
fue necesario. ESTO es lo que somos. Pero ESTO no es una cosa
estática. Es la propia danza de la vida, despierta, vital, dinámica…
un ‘ahora’ que se mantiene estallando en lo que viene luego,
siempre cambiante, y no obstante siempre el mismo…
148
Nada que ganar
‘Con la consumación de esta iluminación incomparable, no adquirí la
menor cosa’.
— Buda, Sutra del Diamante
¿Elección, o no?
El ‘yo’ separado busca seguridad en sus ‘puntos de vista’
conceptuales. Desea saber: ¿Hay libre albedrío o no lo hay? ¿Puedo
elegir estar despierto o no hay elección? ¿Debería realizar prácticas
espirituales o son innecesarias? ¿El despertar es súbito, o gradual?
Pero la verdad no está en ninguno de los términos, porque reposa
más allá de los conceptos, más allá de los opuestos, aunque los
cobija en su abrazo infinito.
La mente escucha las enseñanzas espirituales e imagina que
éstas deben ser afirmaciones verdaderas, o no verdaderas. Pero en
realidad, ninguna enseñanza puede ser una sentencia verdadera
porque no es posible hablar sobre la verdad, no es posible describir
lo que por naturaleza es indescriptible. Las palabras y conceptos
son, en sí mismos, dualísticos y limitados, razón por la cual cuando
son utilizados para señalar hacia algo más allá de ellos,
invariablemente terminan contradiciéndose a sí mismos.
Adyashanti está harto de repetir que, más que sentencias
coherentes sobre la verdad, las enseñanzas espirituales son en
realidad tan sólo estrategias; estrategias que, si son escuchadas del
modo adecuado, pueden ayudarnos a catalizar el reconocimiento
de la Realidad No-Conceptual hacia la cual las palabras están
señalando. Por ejemplo, en los círculos de la No-Dualidad se
escucha frecuentemente la sentencia: ‘No hay nada que tú puedas
hacer para despertar’. Pero toda la noción de que no hay nada que
se pueda hacer, aun cuando verdadera en muchos sentidos, es
también no-verdadera, porque mirar y reconocer que la conciencia
está ya presente, o ver que no hay nada que necesitemos hacer para
que la conciencia brille porque ya está brillando, es, en sí mismo,
un tipo de ‘hacer’, ¿verdad? Así que la idea de que ‘no hay nada que
tú puedas hacer’, más que una sentencia sobre el modo en que las
cosas son en algún sentido absoluto, es realmente tan sólo una
149
herramienta, una estrategia. Y si las palabras ‘no hay nada que tú
puedas hacer’ resuenan en uno, puede haber una ‘rendición’ o un
abandono del esfuerzo, un abandono del intento de hacer algo para
que alguna cosa en particular ocurra, un ‘relajar’ todas las
estrategias a que nos entregamos para intentar la realización de
quién (o qué) somos. Y en ese abandono, la Realidad podría muy
bien, sencillamente, despertar y realizarse a Sí Misma como
AQUELLO que descansa más allá de todas las nociones dualísticas
de hacer o no-hacer, de realizar esfuerzos o no realizarlos, de
practicar o no practicar…
También podemos ver esto en la famosa enseñanza espiritual
de ‘todo es Uno’. Incluso esta enseñanza no es realmente una
sentencia absoluta sobre la manera en que las cosas son, porque,
claramente, la vida puede moverse como experiencias de unidad,
o también como experiencias de multiplicidad y separación. Un
indicador más preciso podría ser decir que ‘las cosas no son ni uno,
ni dos’. El océano y sus olas, el sol y sus rayos, el árbol y sus ramas:
no-uno, no-dos…
Años atrás me encontraba meditando durante un retiro, y la
sensación que tenía entonces era de que todo tenía que ver con la
elección. La comprensión en ese momento era de que yo podía
elegir entre estar con aquello que estaba surgiendo, o no estarlo. Y
en esa elección había un sentimiento profundo de libertad. Luego,
más tarde, ese mismo día, surgió la experiencia opuesta. Lo que
quedó claro en ese momento era que nunca había habido elección,
que no era posible escapar de la experiencia, porque la conciencia
abrazaba —sin elección de ninguna clase— todo lo que iba
surgiendo. Y en esa experiencia de no-elección había, nuevamente,
una sensación de gran libertad.
Así que, ¿cuál experiencia era la verdadera? ¿Descansa la
libertad en la elección, o en la imposibilidad de elegir? Bien. La
respuesta no es, en verdad, ni una ni otra. La verdad es que la
experiencia trasciende siempre nuestras ideas sobre ella,
trasciende cualquier conclusión que pretendamos arrancar sobre lo
que está ocurriendo. ¿Por qué? Porque nuestros conceptos e
interpretaciones mentales son inherentemente dualísticos, y la
experiencia no lo es. Es sólo experiencia. Razón por la cual, si en
algún momento te encontraras a ti mismo (o encontraras a algún
otro) argumentando sobre alguna idea o punto de vista filosófico o
conceptual, puedes estar seguro de que esa persona ha ido a parar
150
directamente en medio de la ilusión, en medio de las ideas de la
mente sobre la manera en que las cosas son… Como el poeta Rumi
nos recuerda:
‘Todas las teologías son como flechas que el sol quema hasta reducir a
cenizas.
El conocimiento te lleva hasta el umbral, pero no a través de la Puerta.
Nada puede enseñársete si no has desaprendido todo.
¡Cuán ilustrado era yo, antes de que la Revelación me dejara mudo!’.
¿Quién es el autor?
Cuando se plantea la enseñanza de que elección y libre arbitrio
son, en último término, ilusorios, no es sorprendente que nuestras
mentes se resistan a aceptar esta idea. Después de todo, se siente
como si eligiéramos entre x, y ó z. Sin duda parece como si
fuéramos nosotros los que jalamos de los hilos, tomamos nuestras
decisiones, usamos nuestras intenciones y voluntad para movernos
de este u otro modo en la vida. Pero cuando miras en los hechos
toda esta cuestión de la elección, cuando miras para ver QUIÉN, o
QUÉ está tomando decisiones, el cuadro resultante rápidamente se
enturbia…
Por ejemplo, esta mañana tomé yogurt, granola y tostadas para
el desayuno. Ahora bien, uno podría decir que yo hice la elección
de comer esas cosas y no otras, digamos panqueques y huevos.
¿Pero de dónde surgió esa elección? Y para esto, ¿de dónde surge
cualquier elección que hayamos tomado alguna vez? Si la lectura
de estas palabras (para no mencionar tu reacción a ellas) es una
elección, ¿de dónde surgió? Ciertamente, parece como si tú fueras
el que decidió que leer estas palabras (y no hacer alguna otra cosa)
era como querías emplear el tiempo, al menos por el momento.
Pero si rastreas hacia atrás esa decisión, si sigues la intención de
hacer lo que estás haciendo ahora mismo hasta su origen, ¿puedes
encontrar realmente ese origen? ¿Es posible discernir dónde o
cómo se inició realmente la intención? Puede sentirse como si la
elección o decisión de hacer algo fue iniciada por ti, que tú eres el
‘autor’ de las decisiones que tomaste. ¿Pero es realmente así?
¿Puedes encontrar el origen o el comienzo de aquello que fue
elegido o intentado?
151
Toma alguna otra decisión, como salir a correr a la calle. ¿De
dónde vino esa idea (elección)? ¿Decidiste tú tener el impulso o el
pensamiento que te llevó a hacer ejercicio? ¿Puedes decirme cuál
fue la fuente última, o el ‘iniciador’, o el estímulo de esa intención?
Se podría responder de muchas formas: puede que el pensamiento
o el ímpetu proviniera de tu condicionamiento, de alguna idea
aprendida de tu familia o de la sociedad en relación a aquello que
resulta bueno para el cuerpo. O puede que el impulso o el deseo
proviniera de tu biología o de tus propios genes, surgiendo del
instinto natural del cuerpo de cuidar de sí mismo. Pero sea cual
fuere su origen último, la pregunta es: ¿estás en verdad eligiendo
conscientemente los impulsos, pensamientos e ideas que luego
se manifiestan como las decisiones y elecciones que se tomaron?
En otras palabras, ¿eres realmente el que está ‘en control’? Puede
parecer así, pero ¿es realmente así? Porque si en último término no
es posible definir o saber de dónde provienen nuestras elecciones,
¿cómo podemos decir entonces que somos ‘nosotros’ los ‘autores’
de esas elecciones?
Existe un trabajo reciente muy interesante en neurociencia que
pone en cuestión esta profundamente asentada asunción de que
somos ‘nosotros’ los ‘autores’ de las elecciones y decisiones que
tomamos. Como un conocido neurocientífico decía, resumiendo su
investigación: ‘El acto voluntario libre parece comenzar de manera
inconsciente en el cerebro, mucho antes de que la persona
sepa conscientemente que desea actuar’. Se refiere aquí a
experimentos que muestran que, antes incluso de que seamos
conscientes de alguna intención de hacer algo (como levantar un
dedo o presionar un botón), algo se dispara en el cerebro en
aparente anticipación de lo que etiquetamos como el comienzo o el
inicio de la decisión de actuar… Asombroso, ¿no? La conclusión de
muchos neurocientíficos es que el sentimiento de volición o de
autoría y control personal de las acciones es en verdad algo que el
cerebro crea, después del hecho. Se siente como si en efecto
decidiéramos hacer cosas, pero ese sentimiento o sensación está
siendo simulada por la mente. El pensamiento llega luego de que
la acción surge, y entonces reclama la propiedad o ‘autoría’ de esa
acción (es decir: ‘yo decidí hacer eso…’).
Aun cuando creer que somos los autores de nuestras acciones
tiene probablemente alguna utilidad funcional, la pregunta es: ¿es,
factualmente verdadero? Porque si buscamos la fuente de nuestras
152
acciones e intenciones parecería que, de hecho, no es posible en la
experiencia directa encontrar esa fuente. Pensamientos, deseos,
creencias, sentimientos, acciones, aun cuando parecen fruto de
una elección, surgen espontáneamente de no sabemos dónde,
emergiendo, como cualquier otra cosa, desde un misterio que la
mente no puede penetrar…
no puedes impedir
que el viento sople
ni que la lluvia caiga.
Relájate…
no puedes hacer
que brille el sol
ni puedes evitar
que deje de brillar.
Relájate…
nunca encontrarás
aquello que está
por todas partes.
Relájate…
careces de poder
para aceptar o rechazar
este momento.
Es demasiado tarde para eso
pues lo que está aquí
YA está aquí.
Relájate…
153
tus esfuerzos por llegar
a alguna otra parte
no tendrán éxito
porque no hay ningún escape
de la Única Cosa
que ES…
Relájate…
el fracaso
de controlar aquello
que es por naturaleza
incontrolable,
la incapacidad
de retener algo
que ya fue…
la futilidad de estabilizar
lo que ya es estable,
la imposibilidad
de componer
lo que nunca
estuvo roto
o de hallar
lo que nunca se perdió…
154
Traducción
Esta experiencia que está apareciendo ahora mismo, ¿qué es
realmente? Antes de que la mente asome y comience a sacar
conclusiones sobre lo que es, antes de que el pensamiento entregue
su veredicto u opinión sobre la materia, antes de atravesar toda
esta maquinaria de conceptos y de condicionamiento, ¿ QUÉ es esto
que está ocurriendo?
ALGO está ocurriendo, sin duda. Pero antes de que decidamos
lo que es, ¿QUÉ es realmente? Antes de que la máquina pensante
traduzca o interprete esta experiencia, ¿QUÉ ES esta experiencia?
¿Podemos decir que es ‘buena’, o ‘mala’, o ‘limitada’, o ‘libre’, o
‘despierta’, o ‘adormilada’? ¿O todo es simplemente ‘interpretación
mental’? Podríamos decir que ‘simplemente ES’, pero incluso eso
es decir demasiado: un intento de hablar sobre lo que no se puede
hablar, de describir lo que está completamente más allá de toda
descripción. Pero eso, ¡ay!, parece ser lo que los cuerpos-mentes
hacen. Ellos funcionan como traductores de la Realidad, como
intérpretes de la Realidad. El cuerpo-mente intenta convertir lo
que es en último término MISTERIO INSONDABLE, en algo que
‘cree’ puede conocer, en algo que ‘imagina’ puede comprender.
Pero ¿puede? ¿Podemos realmente saber lo que cualquier cosa
ES, en esencia? ¿O lo que debería ser? ¿Sabemos lo que cualquiera
de estas cosas significa? ¿Y necesitamos saberlo? ¿O esto es tan
sólo un juego que la mente juega consigo misma, imaginando que
‘sabe’, cuando en realidad eso no es nada seguro?
Pero a pesar de (o tal vez gracias a) esta incertidumbre, la
mente tiende a creer en sus traducciones e interpretaciones, y
construye incluso religiones a partir de ellas, pensando todo el
tiempo que tales edificios de creencia la mantendrán de alguna
manera a salvo de la inseguridad y la incertidumbre que rondan a
la vuelta de la esquina, a salvo de la oscuridad de lo desconocido,
de lo insondable, del misterio no-nacido a partir del cual nacen la
mente y todas las cosas…
Y mientras la mente continúa generando ideas, insistiendo en
que sus traducciones de la Realidad son factualmente verdaderas
(y puede incluso que peleando en su defensa hasta la muerte), son
las traducciones mismas —y la creencia de la mente en ellas— las
que nos mantienen en la noria del sufrimiento: ‘¿Es esto
suficiente?’ ‘ESTO es Dios y esto otro no lo es’; ‘este pensamiento,
155
esta sensación, este sentimiento… es un problema que DEBE ser
resuelto, trascendido, penetrado, desechado…’ y así sucesivamente.
Todo interpretación. Todo imaginación…
Así que… ¿QUÉ es esto realmente? ¿QUÉ es este momento
antes de que el más mínimo pensamiento surja para decirnos lo
que es? ¿No es el MISTERIO, despierto a Sí Mismo y no obstante,
en último término, incognoscible, incluso para Sí Mismo? Como el
sabio Sócrates decía: ‘La única cosa que sé es que nada sé…’.
Paradoja
Lo limitado
está hecho de lo ilimitado,
lo nacido,
de las semillas
de lo no-nacido,
el mundo de la ilusión
surgido
desde lo profundo de lo real.
lo personal,
forjado en el corazón
de lo impersonal.
Abandónate a Esto
Abandónate a la preocupación
y descubrirás
lo que jamás conoció el miedo.
Ríndete a la inseguridad
y encontrarás
lo que siempre estuvo a salvo.
156
Abandónate a la esclavitud
y hallarás
lo que siempre estuvo liberado.
Desaparece en la contracción
y verás lo que nunca
estuvo contraído.
157
¿Qué es eso que está buscando?
Buscamos la libertad,
pero aquello que la está buscando ya es Libre;
Buscamos la apertura
pero aquello que la está buscando ya es Abierto;
Buscamos el contento
pero aquello que lo está buscando ya es Contento;
Buscamos el amor
pero aquello que lo está buscando ya es Amor.
El perceptor y lo percibido
Creemos estar separados de lo percibido. Pero, si miramos en
la experiencia directa, resulta evidente que esta separación no es
real sino meramente imaginaria. Mira cualquier cosa, sea cual
fuere lo que se está percibiendo: la pantalla del computador, los
árboles al otro lado de la ventana, los papeles en el escritorio, los
sonidos del tráfico callejero… Simplemente míralo. Ahora
pregúntate: ¿Está eso que está mirando y percibiendo realmente
separado del objeto de su percepción? ¿Dónde termina el objeto (lo
percibido), y dónde comienza el sujeto (‘tú’, como perceptor)?
¿Dónde termina el sujeto y comienza el objeto? ¿Es cierto que el
perceptor está verdaderamente separado de lo percibido? ¿el que
ve apartado del objeto visto? ¿el que escucha, separado de lo
escuchado? ¿o esa separación es meramente conceptual,
meramente ‘inferida’ por la mente? En tu experiencia directa,
¿puedes realmente encontrar alguna separación de aquello visto,
de aquello escuchado, de aquello percibido?
La verdad es que no existe ningún ‘otra-cosa’. SOMOS todo lo
que es visto, todo lo que es escuchado, todo lo que es tocado, todo
lo que es amado, todo lo que es odiado, todo lo que es atractivo,
todo lo que es repulsivo. Somos el gentil piar de un pajarito y el
ruido de las bombas que devastan el corazón de los hombres.
Somos cada momento de apego y la dulce libertad de ‘dejarse
ir’. Somos la alegría y la tristeza. Somos todo lo juzgado y todo lo
perdonado.
158
El perceptor ES todo aquello que está siendo percibido. Así
que, ya ven… ustedes están siempre mirándose a sí mismos.
159
atrapada en ella—, la noria no fue nunca un problema. Es sólo
la mente la que convierte a la mente en un ‘problema’, que luego
cree debe resolver. Pero no es únicamernte que la conciencia ni
resiste ni argumenta contra el girar de la noria de la mente: la
conciencia no es otra cosa que el movimiento que llamamos
mente, porque TODO ES ESO, TODO ES LA FUENTE, incluso eso
que llamamos sufrimiento…
Pura imaginación
Algo parece
estar aquí,
algo parece
estar ocurriendo,
pero lo que eso es,
nunca realmente
se puede saber,
¿verdad?
Pues cualquier idea
sobre lo que es
o sobre lo que
debería ser
es tan sólo eso,
una idea,
pura imaginación…
Implacable Ahora
Sin importar
cuántas experiencias
de visión interior
o de realización
nos hayan visitado,
siempre quedaremos
con sólo ESTO,
con este momento fresco
de vigilia
que jamás
estuvo antes
160
ni jamás
estará de nuevo…
El colapso de todo
Este es el colapso
de todas las cosas:
la muerte de todo
lo que alguna vez esperaste
pudiera ocurrir
y de todo lo que deseaste
que nunca hubiera ocurrido;
todos los futuros, todos los pasados,
todos los sueños, todos las lamentos,
todas las ideas e ideales
devorados,
desvanecidos
en esta quieta simplicidad,
este misterio del ahora
que sigue estallando
en lo que viene luego:
ESTO, demasiado vivo
como para ser retenido
o ‘compuesto’ jamás,
un pájaro de tiempo
demasiado rápido como para capturarlo,
aun cuando
no vuela jamás…
161
una alta ‘dosis’ de amor divino o cualquier cosa que imagine que
me falta, la tendencia es, simplemente, a querer más de ‘ello’, o
asegurarse de que cualquier cosa que ‘ello’ sea, nunca falte. Pero he
aquí que siempre ‘ello’ se termina, ¿cierto? Nunca tuvimos una
experiencia que permaneciera. Ni la tenemos, ni la tendremos…
ESTO, ahora mismo, tal como es: ESTO es el amor divino que
estamos buscando, amor sin límites apareciendo como este
instante, este sentimiento, esta sensación, este pensamiento.
TODO divino, inclusive los momentos que la mente juzgaría que
no. Así que relájate, nunca puedes acercarte (o alejarte) de la única
cosa que hay, este suelo desde el cual todo está brotando, momento
intemporal a momento intemporal. Todo vacío, y no obstante todo
lleno, lleno de esta vida en constante flujo, que no obstante todo el
tiempo permanece como Sí Misma.
Y todo el tiempo, nunca hubo un ‘yo’ en nada de ello.
Experiencias de amor divino: ningún yo. Experiencias de lucha:
ningún yo. Experiencias de ‘no-yo’: ningún yo. Experiencias de ‘yo’:
ningún yo. Experiencias de profunda realización y de apertura:
ningún yo. Experiencias de contracción y de miedo y apego: ningún
yo. Experiencias de trascendencia: ningún yo. Experiencias de
dolorosa identificación: ningún yo.
Todo está vacío, vacío de cualquier traza de yo… Asombroso,
¿verdad?… Y sin embargo tan simple, tan ordinario, tan gratuito…
162
‘¡Oh joven buscador! Es más simple de lo que te imaginas.
Déjame preguntarte algo: ¿Puedes escuchar mis palabras ahora
mismo?’
‘Bueno, sí. Por supuesto que puedo’, respondió el joven.
‘¿Y cómo es que eres capaz de escuchar lo que estoy diciendo?
¿Cómo es que eres capaz de escuchar los pájaros allí encima de
esos árboles, o el sonido de las campanas de la iglesia repicando a
la distancia?… Pues por una sencilla razón: los escuchas porque la
conciencia está presente’.
La sabia mujer continuó: ‘Ahora dime. ¿Eres capaz de verme
ahora mismo?’
‘Bueno, sí.’ replicó el estudiante.
‘¿Y cómo es que eres capaz de hacer eso? ¿Cómo es que puedes
ver cualquier cosa ahora mismo? Bueno, por la misma razón por la
que puedes escuchar algo: porque la conciencia está presente’… ‘Ya
ves,’ continuó la mujer, ‘lo divertido de la búsqueda de esta cosa
elusiva llamada conciencia es que, durante todo el tiempo en que la
buscamos, ESTÁ YA AQUÍ, justo en medio del buscar mismo. De
hecho, ¡la conciencia es lo que hace posible la búsqueda de esa
misma conciencia!’
‘¿Qué quieres decir?’ preguntó el estudiante.
‘Bueno,’ replicó la mujer, ‘cuando cualquiera de nosotros dice:
‘No puedo encontrar esta conciencia’… ¿qué es eso que ve la falta
aparente de conciencia? ¡Pues la conciencia, por supuesto! Nunca
podemos decir con honestidad: ‘No estoy consciente’, porque para
saber que no estamos conscientes, ¡tenemos que estar conscientes!
¿verdad?’
‘Así que ya ves, querido mío,’ prosiguió la mujer, ‘buscamos
encontrar esta conciencia, pero la verdad es que no podemos
escapar de ella, porque la conciencia está siempre ahí. Mírame,
y la conciencia está ahí, mirando a través de tus ojos. Vuélvete y
examina los árboles o el césped, y la conciencia está ahí, mirando
todas esas cosas. Ahora vuelve la mirada hacia tu interior y mira
tus pensamientos y sentimientos, y nuevamente la conciencia está
ahí, mirando tu mundo interior. Nosotros no creamos a la
conciencia, está YA AQUÍ, y tampoco podemos hacerla desvanecer.
La conciencia simplemente ES. Estar consciente no requiere
esfuerzo. Todo lo que tenemos que hacer es poner un poco de
atención, advertir tan sólo que esta conciencia está, sin esfuerzo,
espontáneamente presente. Y luego permitirnos a nosotros mismos
163
relajarnos entre sus brazos, abiertos y espaciosos, y entonces ver
cómo luce el mundo desde ese lugar, ese mismo lugar desde el que
siempre hemos estado mirando…’
Unicidad
Incluso la resistencia al amor es Amor,
el argumento contra Dios, Dios,
y la lucha con la vida, Vida…
Estados de la mente
Decimos que el buscador en nosotros está a la caza (o tal vez
huyendo) de ciertos estados de la mente. Pero en verdad, nunca
hemos experimentado realmente ningún ‘estado’ de la mente. Sí.
Podríamos decir que ‘algo’, efectivamente, está ocurriendo: un
pensamiento, un sentimiento, una sensación corporal. Pero no hay
nada en aquello que está presentemente apareciendo que sea
estático, nada que podamos poner en una caja y etiquetar y decir
luego: ‘Ese es el estado en que estoy ahora mismo’.
En verdad, en lo que concierne a ‘estados’ de la mente, el tratar
de sostener o de escapar a ellos es una empresa sin esperanzas,
porque NO HAY ningún estado. Hay simplemente ESTO, este
movimiento de la vida eternamente cambiante, ESTO que ya se
desvaneció, mucho antes que tratáramos de aferrarlo, o apartarlo…
El secreto
Toda esta fascinación por descubrir ‘el secreto’: la técnica
secreta que nos traerá las riquezas que alguna vez soñamos, o
manifestar las relaciones que siempre anhelamos, o bañarnos en la
fama, la fortuna, la adoración o iluminación que la mente imagina
nos producirá felicidad… El verdadero secreto es darse cuenta de
que NO HAY ningún secreto, VER que nada que pudiéramos hacer,
pensar, sentir, encontrar, obtener o manifestar nos traerá lo que
deseamos de verdad, la única cosa que verdaderamente deseamos:
la felicidad. Porque aquello que buscamos (la felicidad) es aquello
que siempre hemos sido. El contento es nuestra naturaleza misma,
164
la naturaleza de TODO. Ese es el secreto. Y nadie te lo puede
enseñar, ni transmitir, ni vender…
Ese es el secreto: VER que este momento —justamente el que
está surgiendo ahora mismo— no es lo que la mente nos había
hecho creer, es decir, un ‘medio’ para algún ‘fin’ imaginario. El
momento ES el fin: el milagro sin fin de, justamente, ESTO…
La raíz de todo
Esta intimidad
¿Está el mundo realmente ‘ahí afuera’?
¿Dónde es ‘afuera’?
165
¿Dónde experimentas
lo que llamas ‘mundo’?
¿Dónde exactamente está
eso que tú crees ‘otro’?
Propiedad
Lo gracioso es que, cuando la mente reclama alguna cosa o
experiencia como propia —‘mi’ cólera, ‘mi’ alegría, ‘mi’ amigo, ‘mi’
Dios—, realmente nos estamos separando a nosotros mismos de
esa ‘cosa’ o ‘experiencia’. Irónicamente, es el movimiento de
personalizar ‘lo que es’ lo que crea la experiencia (no la Realidad,
porque eso es imposible) de estar separados de ‘lo que es’, de estar
apartados de aquello que está ocurriendo…
En el momento en que ‘algo’ se vuelve nuestro, tenemos
también el sentimiento de estar separados de ese ‘algo’, la
percepción de que ese ‘algo’ es un ‘objeto’ que puede ser poseído.
La gran paradoja es que, factualmente, es la naturaleza
radicalmente impersonal de todas las cosas —el hecho de que no
hay ningún ‘yo’ en ello— lo que hace a esas mismas cosas tan
‘personales’ (‘personales’ en el sentido de insoportablemente
166
íntimas, de inefablemente cercanas: nuestras en el verdadero
sentido del término…).
La vida sólo puede ser ‘nuestra’ cuando ya no estamos más…
La búsqueda
La búsqueda de libertad brota en la Libertad.
La búsqueda de conciencia brota en la Conciencia.
La búsqueda del ser brota en el Ser.
La búsqueda del momento presente brota presentemente.
La búsqueda de paz brota en la Paz.
La búsqueda de Dios brota en Dios.
La búsqueda de Dios es Dios.
Hay únicamente Dios…
El río
Al mismo tiempo que el río del pensamiento, de la sensación,
del sentimiento se precipita, la mente ‘buscadora’ anhela encontrar
algún punto de apoyo, de certidumbre en medio de todo este flujo y
este cambio, y lo hace mediante dos sencillos movimientos: ‘esto
ES’, y ‘esto NO ES’. No obstante, todo el asunto es totalmente
desesperado, porque ‘esto’ ya se desvaneció, ya desapareció… ‘Este’
momento —que la mente quería hacernos creer el momento (o de
ninguna manera el momento)— realmente no existe, excepto como
memoria. La mente trata de afincar en algún sitio, reclamar alguna
experiencia, alguna visión interior o comprensión como ‘aquello’ (o
de ninguna manera ‘aquello’), pero el destino o conclusión a la que
imagina haber llegado ya no está más. El momento (ya sea aferrado
ya sea rechazado) se desvaneció ya, completamente. Ahora ya se ha
167
convertido en otra cosa, la siguiente cosa, el siguiente giro del río.
No hay ningún lugar donde afincar, ningún sitio que encontrar, y
nadie que pueda encontrarlo. No podemos detener el río rugiente,
ni podemos salirnos de él. El río es lo que siempre hemos sido:
quietud moviente, vacío danzante, silencio rugiente…
Tal vez
Tal vez
esto
es lo que siempre
deseaste:
esto
que la mente
jamás podrá conocer,
ni comprender,
ni definir.
Tal vez
esto
es todo lo que hubo
alguna vez,
todo lo que alguna vez
podría haber.
Tal vez
esto
es todo lo que alguna vez
quisiste
todo lo que alguna vez
soñaste
que podría ser.
Tal vez
esto
es todo lo que hay…
El amante perfecto
Como seres humanos, buscamos lo que imaginamos el amante
perfecto: esa ‘persona’ que siempre nos querrá y nunca nos
168
abandonará, ese ‘alguien’ especial que nos acogerá y nos amará,
con verrugas y todo.
¿Y dónde encontraremos a ese amante perfecto? AQUÍ MISMO.
Porque el misterio que está mirando a través de tus ojos en este
mismo instante ES ese amante, ese espacio sin límites de la
conciencia que todo lo acoge, esa apertura en la cual el mundo
aparece. El abrazo radical y sin compromisos a todas las cosas, el
amor que ama sin razón ni motivo, que ama con o sin el
consentimiento de la mente.
ESE es el amante que siempre buscaste, el amante perfecto que
siempre has sido…
Mundos virtuales
El Uno
El UNO es incapaz de salirse de Sí para emitir alguna opinión o
juicio; el Amante, incapaz de separarse de la cosa que ama, porque
ES el propio objeto de Su devoción: Amor enamorado de Sí…
El UNO (que es lo que tú eres) nunca ha creído realmente en un
solo pensamiento, nunca se tragó una sola idea. Puedes sentirlo
¿verdad?… sentir que este Ser, esta cualidad-vigil que tú eres no
tiene ningún punto de vista, ninguna perspectiva, ninguna
opinión, ninguna idea. Está completamente más allá de todas esas
cosas, más allá de todas las ideas, libre de todas las cosas
conocidas…
169
El UNO no conoce nada [ninguna-cosa] porque no hay nada
[ninguna-cosa] fuera de Él que pueda conocer; no cree en nada
[ninguna-cosa] porque no hay nada [ninguna-cosa] en que creer. Y
no obstante, se mueve como todas las cosas conocidas y todas las
cosas creídas, este misterio que es todas-las-cosas, este misterio
que tú has sido siempre…
Siempre viendo
Si piensas de algún modo que ‘tú’ has tenido éxito en ser capaz
de ver lo que está siendo señalado, inevitablemente surgirá el otro
lado de esa moneda, es decir, la experiencia de un ‘tú’ que ‘no está
viendo esto’.
Si piensas que hay algo que ‘tú’ puedes hacer, alguna estrategia
que puedes emplear para ver esto, inevitablemente aparecerá la
temida experiencia opuesta, es decir, el sentimiento de que ‘tú’
debes de estar haciendo alguna cosa equivocada que te impide ver
esto, que ‘tú’ de algún modo has fracasado en hacer algo que
imaginas necesario para ver esto más claramente.
El punto es que no hay nada que ver en particular: ninguna
visión interior, ninguna experiencia, ninguna imagen: NADA. Hay
simplemente VER, y ver ya está sucediendo, no importa cuál sea la
170
experiencia. Siempre algo está siendo visto, aun si lo visto le parece
a la mente terriblemente ordinario. VER YA ESTÁ OCURRIENDO,
¿verdad?, al margen de que lo visto sea algo deseado o temido. Ver
está ocurriendo y está ocurriendo en este mismo instante, mucho
antes de que tú miraras para ver si estaba ocurriendo. ¿Lo ves?
Puede que digas: ‘Pero yo no estoy viendo esto claramente, ni
sintiendo (o sabiendo) lo que está siendo señalado aquí’. Pero si
ello fuera verdadero, ¿QUIÉN, o QUÉ, estaría viendo que ‘no ve’, o
sintiendo que ‘no siente’, o sabiendo que ‘no sabe’?
171
experimentando esta sensación? ¿QUÉ ES, factualmente, ESO que
está ‘retornando’, regresando a la presencia? Se siente como si
hubiera ‘algo’ allí moviéndose hacia atrás y hacia adelante,
entrando y saliendo, moviéndose de la presencia o conciencia a la
mente o pensamiento, y luego (si hay suerte) de vuelta a la
presencia y al sentimiento de ‘hogar’. Pero ¿ QUÉ ES ESO que
aparentemente está moviéndose?’.
Desde que puedo recordar, en todos esos años de buscar esta
presencia y luego, una vez hallada, buscar no perderla —o al
menos, regresar a ella inmediatamente luego de haberla perdido—,
había la creencia y la sensación de que era por supuesto ‘yo’ quien
‘me’ movía hacia atrás y hacia adelante. La asunción (y el
correspondiente sentimiento) era de que era ‘yo’ quien estaba
volviendo a casa, como si ‘yo’ fuera quien quedaba perdido en el
pensamiento, sumergido en la historia de la mente. ‘Yo’ era quien
oscilaba entre sentimientos de libertad y esclavitud, recuerdo y
olvido, conciencia y mente…
Y entonces, en el inmediato despertar a esa pregunta… ¡quedó
todo tan perfectamente claro! No había nadie, ningún ‘yo’ que
estuviera ‘moviéndose’ hacia atrás o hacia adelante,
ningún ‘yo’ que estuviera ‘retornando a casa’ (o abandonándola).
Había: o bien la sensación de ‘estar en casa’, la sensación de algo
que ‘volvía’ a sí mismo, la lucidez o presencia ‘retornando’ a
conocerse a Sí Misma nuevamente; o bien, simplemente, una
sensación diferente, un movimiento de ‘involucramiento’ en lo que
estuviera apareciendo: un pensamiento, un sentimiento, una
sensación, una imagen, una percepción. Y si había la sensación de
haber perdido algo en ese involucramiento… bien, entonces, había
simplemente la sensación de estar ‘perdido’, la sensación de estar
involucrado o sumergido. Pero no había nadie allí, ninguna
‘persona’, ningún ‘yo’ que se hubiera ‘movido’ dentro de esa
experiencia de ‘estar perdido’ o sumergido. Había simplemente Ser
— estar perdido — Ser — estar involucrado — Ser — estar en casa…
En pocas palabras, había simplemente ‘lo que es’: tan sólo ‘vida
moviéndose como estar despierto y descansar como la presencia-
testigo’, y luego, ‘vida moviéndose como involucramiento en la
actividad de la mente’. Y todo aquel tiempo yo había pensado que
había ‘alguien’ allí, ‘alguien’ en el centro de todo aquel aparente
movimiento hacia atrás y hacia adelante, cuando en realidad no
había tal, no había nada en el centro de todo ello. NADA…
172
Y entonces pudo verse que ‘volver a casa, a la presencia’ o ‘estar
perdido y aparentemente fuera de casa, fuera de la presencia’, no
eran realmente diferentes. Porque cuando no hay ningún esfuerzo
por moverse fuera del ‘estar sumergido’, cuando no hay ninguna
historia de que estar sumergido es un ‘problema’ que ‘yo’ debería
resolver, ninguna prisión de la que ‘yo’ debería escapar, entonces
hay simplemente Ser, simplemente EXPERIENCIA OCURRIENDO.
En otras palabras, cuando no hay ningún esfuerzo por escapar, no
hay realmente ninguna esclavitud. Hay simplemente lucidez,
naturalmente presente, y ningún esfuerzo por retornar a ella.
Todo lo que hay es ‘lo que es’. Si hay la sensación de estar en
casa, de descansar en la presencia, entonces eso es ‘lo que es’. Si
hay la sensación de estar involucrado o incluso perdido en el
movimiento de la mente, entonces eso es ‘lo que es’. Algo [alguna-
cosa] —realmente nada [ninguna-cosa]— está presente en todo
ello, un misterio que está saboreando tanto la libertad como la
esclavitud, pero que no es ninguna de las dos. TÚ ERES ESE
MISTERIO, un misterio que nunca está moviéndose ‘dentro’ o
‘fuera’ de nada, sino de Sí Mismo.
173
Ven descansa aquí,
AQUÍ
en la cuna
de una cálida
noche de verano,
y en el penetrante
frío de un
amanecer invernal.
Ven descansa
en ESTO
porque no hay
ningún otro sitio
donde descansar…
La sombra de la inatención
Desperté esta mañana y escuché que cientos de manifestantes
sudaneses estaban pidiendo la ejecución de un maestro de escuela
por ‘incitar al odio religioso’, al permitir a sus alumnos llamar al
oso de felpa de su clase ‘Mahoma’. Increíble…
Y entonces fui a dar con la siguiente cita de Nisargadatta:
174
demócrata, republicano, cristiano, budista, hindú, ateo,
musulmán o ‘No-Dual’. Es la sombra de creer que sabemos,
porque, como Nisargadatta apunta bellamente: ‘La única
afirmación que la mente puede hacer es: ‘Yo no sé’ ‘.
ESO que sabe que no sabe, es amor…
El fantasma hambriento
‘Cuando tenga la respuesta a esta pregunta, no habrá más
preguntas’.
‘Cuando este deseo quede finalmente satisfecho, no habrá más
deseos’.
‘Cuando finalmente haya encontrado lo que andaba buscando,
no habrá más búsqueda’.
Un pequeño pensamiento
Una mañana desperté para encontrarme a mí mismo bregando
a la búsqueda de algo, de alguna respuesta, aunque no sabía qué
era. Nada había sido preguntado por mí en aquel amanecer, no
había presiones, ni demandas, ni expectativas. No obstante, había
este persistente sentido de que ‘algo más’ era necesario en aquel
momento, el sentimiento de que ‘algo faltaba’ todavía…
Ahora bien, siendo el entrenado buscador espiritual que era, y
tendido como estaba en mi cama, intentaba figurarme cómo podría
librarme de lo que estaba sucediendo, buscando alguna salida a la
experiencia de pugna y sufrimiento que por alguna razón estaba
apareciendo.
Conocía la instrucción: ‘Encuentra al testigo, el espacio de
conciencia que está inherentemente libre de toda búsqueda, de
todo anhelo, de toda pugna’. La búsqueda y la pugna, no obstante,
continuaron. Al margen de qué ‘truco espiritual’ empleara, la
búsqueda proseguía, incesante. ¿Cómo podía estar aún allí?’,
pensaba. ¿Cómo podía, pese a todo lo que ya sabía, pese a todos
175
esos momentos de visión interior de la verdad de que ‘nada se
había perdido jamás’, de que ‘nunca había habido nada que buscar,
porque la paz y la libertad que había buscado ya estaban aquí como
esta conciencia-despierta que soy… y BLA, BLA, BLA.
Pero entonces, en un momento de gracia, algo más se reveló a
sí mismo. Súbitamente se vio que toda la experiencia de búsqueda
estaba siendo sostenida por una simple creencia, una idea que
mantenía ‘unida’ toda la cosa: Esto ‘no debería’ estar aquí. La
búsqueda ‘no debería’ estar ocurriendo. ¡Era eso!… ¡Un simple
pensamiento!…
Y en el instante que eso se vio, toda la cosa se vino abajo. La
búsqueda se desenredó por sí misma, porque resultaba obvio que
era únicamente la resistencia a la búsqueda, el propio esfuerzo de
librarme de ella lo que la mantenía viva. Porque ¿qué es la
búsqueda cuando no hay ninguna resistencia a ella? ¿Qué son el
miedo y la ansiedad y la inseguridad, cuando no hay ninguna idea
de que esas experiencias ‘deberían’ ser distintas de lo que son (¿o,
si tales ideas están presentes, ninguna idea de que tales ideas
‘deberían’ de alguna manera desaparecer?)
¿Qué le ocurre a la experiencia que llamamos ‘sufrimiento y
separación’, cuando no hay ningún esfuerzo para librarnos de ella?
Nuestro predicamento
Buscamos satisfacción en algún otro momento, pero no puede
haber otro momento.
Meditación caminando
Puede que las hayas visto: puede que tú mismo seas alguna de
ellas.. Esas figuras silenciosas caminando muy, muy lentamente,
caminando ‘meditativamente’, sintiendo y explorando cada uno de
sus pasos, cada movimiento. Caminando, como algunos de ellos
dicen, con cuidado y atención. ‘Meditación caminando’. Puede ser
bello e iluminador caminar de esa manera…
Pero esta mañana, mientras caminaba por la calle, alboreó en
mí la visión interior de que ésta era la verdadera meditación
caminando: simplemente amar el modo en que ‘yo’ camino, amar
176
el modo en que ‘yo’ me muevo, el modo en que todo se mueve.
Simplemente amar ESTO, tal como es…
Identidad
No hay respuesta a la pregunta ‘¿Quién soy yo?’. Porque para
responderla debemos hacer referencia a algo: a algún pensamiento,
sentimiento, imagen, memoria, sensación, experiencia, intuición,
filosofía, religión…
¿Qué le ocurre a la identidad cuando no tiene lugar donde
descansar, ningún lugar donde ‘reposar su cabeza’?
Perdiéndolo
Mucha gente reporta la experiencia de ‘hallar ESO’, y ‘perderlo’
luego, el sentido de ir hacia atrás y adelante, dentro y fuera de la
presencia, dentro y fuera de la comprensión, del reconocimiento de
nuestra verdadera naturaleza como conciencia o Ser.
Pero la única cosa que puedes perder siempre, la única cosa
que siempre estás perdiendo, es una experiencia.
Tú no eres una experiencia…
Y eres también cada experiencia…
177
ESTO que ve
es todo lo que es visto.
Un diminuto resplandor
que alumbra el mundo…
Ninguna resistencia
Cuando no hay ninguna resistencia a la experiencia de ‘quedar
dormido’, entonces ‘quedar dormido’ despierta.
Cuando no hay ninguna resistencia a la experiencia de ‘perder’,
entonces ‘perder’ se convierte en la imposibilidad de perder nada.
Cuando no hay ninguna resistencia a la experiencia de ‘estar
separado’, entonces ‘estar separado’ se realiza como la ausencia
de separación.
Cuando no hay ninguna resistencia a la experiencia llamada
‘resistencia’, entonces la ‘resistencia’ se convierte en rendición…
Ajustado
leve o apretadamente,
o desanudado totalmente,
todo él
es el traje
de este Amor.
Imposible retener
En ciertos círculos espirituales se habla mucho de la necesidad
de abandonar nuestros apegos: el apego a las cosas, el apego a la
gente, a los estados mentales, etc. Pero he aquí un pequeño
experimento: ahora mismo, vean si realmente son capaces de
adherirse a algo que esté siendo experimentado. ¡Adelante!
Inténtenlo. Vean si pueden retener el más simple pensamiento,
sentimiento, sensación, imagen o memoria que vaya surgiendo.
178
Realmente es imposible, ¿verdad? Aunque parecemos
convencidos de la necesidad de ‘dejarnos ir’ o de ‘volvernos
desapegados’, cuando miramos a los hechos, resulta evidente que
apegarnos no es nunca una posibilidad, porque somos incapaces de
impedir que lo que surge no desaparezca a su vez. Aun cuando
podamos haber sido condicionados para creer que ‘dejarse ir’ es
necesario, si miramos la realidad de nuestra experiencia, veremos
que pensamientos, sentimientos y experiencias desaparecen tan
pronto como aparecen, aquel que acababa de aparecer ya se
desvaneció, y con ello, cualquier posibilidad de retenerlo.
Koans
¿Precisa esfuerzo o no, estar consciente?
¿Es posible no experimentar lo que está experimentándose?
¿Es este momento completo o incompleto?
¿Dónde está el camino hasta aquí?
¿Dónde acaba el yo y comienza el mundo?
179
Stephen Wingate
Mundo Zen
Chillando
Este momento está vivo, chillando: ‘¡Mira! ¡Estoy vivo! Soy
real. Aquí y ahora yo soy. ¡No hay nada sino yo!’
La vida es fresca, vibrante, viviente, completamente nueva. No
hay nada viejo en la vida. Nace de nuevo eternamente, ahora, y
ahora, y ahora. Todo lo que ves, escuchas, sientes e imaginas es
prístino, recién nacido, ahora. Esto es eso. Esto es vida. Esto está
vivo. Viento soplando entre los árboles, hojas susurrando, pájaros
gorjeando. Los pies fríos y una oreja que pica. Tú eres vivo, rico,
pleno, inmenso: ojos viendo, corazón latiendo, estallando dentro
del universo. Todo es completamente nuevo. Nada es viejo. La vida
renace a cada momento, sin precedentes. No puedes envejecer.
Hay sólo ESTO. Original, nacido de nuevo, incluso ahora.
Adiós, adiós
Arrójalo. Arrójalo, arrójalo, arrójalo. Ramana Maharshi dijo
esto, Nisargadatta dijo aquello, el Buda dijo esto, Jesús dijo
aquello. ¡Arrójalos! Arrójalo todo. No te ayudará. Sólo hay ESTO.
No hay lugar para nada más. Arrójalo todo. Y cuando nada quede,
arrójalo también. Arroja todas tus soluciones. Arroja todos tus
problemas. Arrójalos fuera.
¿Y ahora qué?
¡Hey! No hay absolutamente NADA que lograr. ¿Me estás
escuchando? ¡NO HAY NADA QUE LOGRAR ! No puedes lograr
nada. No puedes lograr el Absoluto. No puedes ir más allá de la
mente. No puedes escaparte de aquí mismo, de ahora mismo. No
puedes ir más allá del presente momento. El presente momento es
todo lo que hay, y no hay nada en él para ti. Ni una sola cosa. Estás
180
atascado. No hay escape. No hay ningún problema. No hay
ninguna solución. Problemas y soluciones son imaginarios.
Imaginación es todo lo que tienes. Imaginación es tu única
realidad. La Realidad es imaginaria, y es todo lo que tienes. Así que
ahora ¿qué vas a hacer?
181
¡Auxilio!
Continúa tratando. Tú estás ‘casi’ allí. ¡Hoy puede ser el día!
Medita. Enfócate. Auto-indaga: ¿Quién soy yo?, ¿qué soy yo?,
¿cuál es mi verdadera naturaleza? Permanece en el momento
presente. No pienses. Detente. Déjate ir. Abandónate. Ríndete. Sé
simplemente. Expándete. Sé compasivo, sin ego. BLA, BLA, BLA …
¿Terminará esto alguna vez?
Puedes correr, pero no esconderte. No hay ningún escape. No
hay ningún escape.
¿Qué es Eso?
Aceptación es eso. Rechazo es eso.
Contento es eso. Frustración es eso.
Compasión es eso. Indiferencia es eso.
Excitación es eso. Aburrimiento es eso.
Generosidad es eso. Codicia es eso.
Placer es eso. Dolor es eso.
Paz es eso. Guerra es eso.
Amor es eso. Odio es eso.
Tú eres ESO. Yo soy ESO.
¡Estás despedido!
¿Hay algún problema que no esté basado en el pensamiento, la
imaginación o la creencia?
Por favor, encuentra un problema, uno solo, que no esté
basado en el pensamiento, la imaginación o la creencia.
El universo está funcionando magníficamente y el pensamiento
no juega ningún papel. El sol brilla, las flores brotan y los ríos del
pensar fluyen: todo ello ocurriendo natural y espontáneamente, sin
requerir de ningún pensamiento.
¿Ves que todos los problemas están basados en el pensamiento,
la imaginación o la creencia?
¿Y qué me dices de las soluciones a esos problemas?
¿Hay alguna solución que no esté basada en el pensamiento, la
imaginación o la creencia?
182
Por favor, encuentra una solución, una sola, que no esté basada
en el pensamiento, la imaginación o la creencia.
‘Despertar espiritual’, ‘iluminación’, ‘felicidad’, ‘paz mental’,
¿no están todas estas ‘soluciones’ basadas en el pensamiento, la
imaginación o la creencia?
Tu corazón está latiendo, tus ojos viendo, tus pulmones
respirando, todo ello ocurriendo naturalmente, sin requerir de
ningún pensamiento.
¿Ves que todas las soluciones están basadas en el pensamiento,
la imaginación o la creencia? ¿Lo ves claramente?
Todos los problemas están basados en el pensamiento, la
imaginación o la creencia.
Todas las soluciones están basadas en el pensamiento, la
imaginación o la creencia.
Tu vida —vida universal— está funcionando magníficamente,
natural y espontáneamente, sin requerir de ningún pensamiento.
Así que, ¿qué te queda por hacer? !Nada! ¡Estás despedido!
Pregunta capciosa
¿Eres ‘todas-las-cosas’ o ‘ninguna-cosa’? [¿Eres todo o nada?]
Ni idea
No tienes ni idea de quién eres, o cómo eres, o por qué eres. ¿O
sí?
Permanece allí y vive desde eso.
Es la única vida que vale la pena vivir.
¿Cuál es tu problema?
No conseguirás nada de esta vida: ni un trozo de basura ni un
grano de arena. No saldrás vivo: ya estás tan frito como un muerto.
No lograrás la liberación, ni la iluminación ni cualquier otro
vaporoso estado ‘místico’ con que estés soñando. Ni siquiera
puedes mantener un simple estado de felicidad mundana más allá
de unos pocos minutos… ¡en verdad, segundos! ¡Por el amor de
Dios, abandona todo eso y deja ya de lloriquear! Tus problemas son
imaginarios, lo mismo que tus soluciones. Felicidad, iluminación,
183
paz… ¡Por favor! ¡Estás soñando! Despréndete de eso. Estás aquí,
ahora mismo: ¿Cuál es tu problema?… NINGUNO.
Jugando
¡Es esto, chicos y chicas!
Ningún lugar adonde ir… Nada que comprender… Nada que
lograr…
Y todo ello, simplemente por pura diversión. Juego de niños.
¡Disfruta del juego!
184
Todos los problemas son para ‘alguien’ separado que no existe.
Viendo que tú no existes como alguna cosa en particular, tangible o
descriptible, te conoces a ti mismo como la luz de todo lo que es
tangible o descriptible. Sabiendo que tú no eres alguien separado o
solo, sabes también que eres la esencia de todo.
Tú eres incognoscible: la luz del conocer. Esta luz del conocer
es amor. Tú eres siempre esta luz. Incluso ahora.
Sirviendo al mundo
¿Qué deberías hacer con tu vida? Nada. No hay nada que debas
hacer. Todo ya está hecho. Sabrás exactamente lo que debes
hacer… después de hecho. Hasta entonces, olvídalo. Tu vida está
siendo vivida. El mundo no necesita de tu ayuda. Si la necesita, lo
sabrás, y lo que haya que hacerse será hecho. El universo se cuida a
sí mismo. Tu vida es Vida Universal, no es ‘tu’ vida. Así que déjalo
ser. Eso es lo que deberías hacer.
Analiza Esto
Es muy común comparar y contrastar los pensamientos y
experiencias propios con aquello que otros han expresado. Esta
comparación podría proseguir indefinidamente. Pero no ayuda en
lo absoluto. Lo que se está señalando es aquello que es lo mismo
para todos nosotros, no aquello que es diferente. Hay un ver
ocurriendo a través de tus ojos ahora mismo, mientras lees estas
palabras. Esta es la luz de la conciencia que está brillando a través
de cada uno de nosotros y que ilumina el mundo. Esta luz de la
conciencia es lo que tú eres. Nota esta luz de la conciencia brillando
a través de tus ojos, ahora mismo.
Esta luz es la misma en cada uno de nosotros. Esta luz de la
conciencia es lo que tú eres. Conócete a ti mismo como esta luz.
Nota que está brillando siempre. Esta luz es lo que tú eres. Advierte
esto en ti mismo y habrás advertido lo que Krishna, Buda, Moisés,
Jesús, Nisargadatta y todos los demás han advertido. Podrá
parecer demasiado simple, pero es la verdad. Tú eres la luz del
mundo. Permanece con esta luz. Está siempre contigo. Analizar
las apariencias es una batalla interminable e infructuosa.
Tú eres la luz del mundo. Es así de simple, y de profundo.
185
Funerales de un sueño
La iluminación ha muerto.
No tiene vida, ni respiración, ni pulso.
Bosta de vaca
Nadie es especial. Si estás colocando a algún gurú o maestro en
lo alto de un pedestal, estás atrapado en tus propios delirios de
186
grandeza. Considerar a alguien como superior, como despierto o
iluminado es auto-engaño.
Lo que se está señalando es aquello que tienes en común con
tu pequeño y ‘especial’ gurú. Lo que ha sido señalado es lo que
tienes en común con tu perro, tu gato, o con el pececillo dorado
que tienes por mascota. Si lo que quieres es cuidar de alguien,
consíguete una mascota.
Considerar a algún maestro o gurú como ‘especial’ es un reflejo
de tu propio deseo egótico de ser el Supremo Ego del Mundo.
¡Bosta de vaca!
Todo el mundo es conciencia. Nadie es ‘especial’.
‘Chequeando’ la realidad
¿Cuál es tu definición de realidad? ¿Puedes definir la realidad
en términos de espacio y tiempo? ¿Cuándo es la realidad? ¿Dónde
es la realidad? ¿Está la realidad aquí y ahora mismo? ¿Puedes
definirte a ti mismo en términos de realidad? Aquí y ahora
mismo, ¿qué eres tú?
¿Cuál es tu definición de imaginación? ¿Puedes definir la
imaginación en términos de espacio y tiempo? ¿Cuándo es la
imaginación? ¿Dónde es la imaginación? Si la realidad es aquí y
ahora, ¿cuándo y dónde es la imaginación? ¿Hay algo real respecto
a ti en la imaginación?
Si la realidad es aquí y ahora mismo, ¿qué es real respecto a ti?
¿Y qué es imaginario?
187
¿Existe este ‘yo’? ¿O este ‘yo’ es tan sólo otro pensamiento?
¿Ante QUIÉN o ante QUÉ aparece este ‘yo’? ¿Ante QUIÉN o ante
QUÉ aparecen el cuerpo y la mente? ¿ QUÉ eres tú? ¿Existes?
Eternamente ESTO
Hay únicamente ESTO.
ESTO es lo que todas las antiguas tradiciones y los maestros
modernos están señalando. Miles de conceptos y palabras se han
escrito que señalan únicamente ESTO.
ESTO es eso.
Hay únicamente ESTO. Como ESTO, no hay sufrimiento
alguno. Como ESTO, no hay iluminación alguna. No hay ninguna
otra cosa: únicamente ESTO. ESTO es todas-las-cosas y ninguna-
cosa. Tú no puedes salirte de ESTO. Tú eres ESTO.
ESTO es la resolución de toda búsqueda espiritual. No hay
ninguna otra cosa: únicamente ESTO. Conocer ESTO es el final de
tu búsqueda espiritual. Puede parecer demasiado simple, pero
ESTO es eso.
188
La génesis del sufrimiento
‘Pero del árbol del conocimiento del bien y del mal, no
comerás. En la desventura comerás de él todos los días de tu vida’.
¡Hoy es un buen día para empezar una nueva dieta!
Reencarnación
Cada momento tu mundo es recreado y tú naces de nuevo. ¿Lo
has notado?
189
Despierta del sueño de ‘despertar’, despierta del sueño del ‘yo’.
Conócete a ti mismo como aquel que ya está despierto. Conócete
a ti mismo como aquel que está observando la historia de
sufrimiento y la historia soñada de ‘despertar’. Cuéntale a un niño
de cinco años sobre tu ‘despertar’ y verás que dice algo así como:
‘¿Ah? ¿Puedo tomarme una crema batida?’
Vida universal
El universo está vivo, y tú eres esta vida. No hay ninguna vida
separada de la vida universal. ¿Puedes separar tu vida de la vida
universal? Simplemente no es posible. ¿Cuándo nació la vida
universal? ¿Nació alguna vez?
Los cuerpos nacen. Los planetas, las estrellas, las galaxias
nacen. Cuerpos, planetas, estrellas y galaxias son apariencias
temporales de la vida única, infinita, eterna y universal: todas ellas
nacieron y todas ellas morirán.
El universo es infinito, no tiene fronteras: ni comienzo ni fin. Si
hubiera una frontera del universo, ¿qué habría al otro lado de la
frontera? Si el universo tuviera un comienzo, ¿qué habría antes
del comienzo? Si el universo tuviera un fin, ¿qué habría después
del fin? El universo no tiene comienzo ni fin.
El universo es infinito, no tiene fronteras. El universo es
eterno. El universo está vivo y tú eres esta vida. Tu vida es vida
universal. Tu vida es vida eterna.
Tú, vida eterna, nunca naciste y nunca morirás: simplemente
no es posible.
¿Estás engañado?
Si crees que tu gurú o maestro favorito está iluminado, y que
algún día tú también lograrás la iluminación, estás absolutamente
engañado. Es así de simple. Y si crees que tú o que los otros no
están iluminados, estás de igual manera absolutamente engañado.
190
Viendo que no hay tal cosa como ‘yo’
hay únicamente YO
Soñando en la iluminación
Si alguien viene a ti y te dice: ‘¡Estoy sufriendo!’
¡Puedes estar seguro de que está soñando!
Conócete a ti mismo
Detente por un instante y advierte que…
191
Nota que tus ojos están viendo. Ver está ocurriendo a través de
tus ojos.
Nota que estás escuchando. Escuchar está ocurriendo a través
de tus oídos.
Nota las sensaciones en tu cuerpo de la cabeza a los pies.
Nota tus pensamientos surgiendo ahora.
Nota lo que ves, los sonidos y las sensaciones que están
surgiendo en ti.
Es TODO TÚ
Hay ÚNICAMENTE TÚ
192
Sufrimiento e iluminación son imaginarios
¿Has experimentado alguna vez sufrimiento psicológico sin
alguna historia en tu cabeza? ¡Por supuesto que no! Si no hay
ninguna historia en tu cabeza no hay sufrimiento psicológico. Otro
nombre para las historias resonando en tu cabeza es ‘imaginación’.
¿Está claro que todo sufrimiento psicológico está basado en la
imaginación?
Algunas veces, las historias imaginarias crean una incómoda
energía en el cuerpo, y llamamos a este proceso ‘sufrimiento
psicológico’. Así que el sufrimiento psicológico no es nada más que
imaginación más una incómoda energía en el cuerpo.
¿Qué es lo que haces cuando existen perturbadoras historias
resonando en tu cabeza y una incómoda energía fluyendo a través
de tu cuerpo? Tú observas. Nada más se necesita hacer.
Tú eres esta presencia observante. Tú observas tanto las
historias placenteras como las displacenteras. Tú observas tanto las
sensaciones placenteras como las displacenteras.
Posiblemente notes que realmente no hay tal cosa como
‘sufrimiento psicológico’. Decir que ‘sufres’ psicológicamente
psicológico es sólo otra historia en tu cabeza. Y tú la observas.
Tú eres esta presencia observante que es consciente de
estas palabras ahora mismo. Tú eres consciente ahora mismo. Esta
presencia observante que tú eres, jamás sufrió y jamás estará
iluminada. Esta presencia observante que tú eres ahora mismo está
observando tus historias de ‘sufrimiento’ y tus historias de
‘iluminación’.
Esta presencia observante que tú eres no puede sufrir, ni
puede lograr la iluminación. ¡Fin del show!
Cualquier duda o pregunta ulterior es, simplemente, un sin
sentido conceptual.
193
¿Es la ‘búsqueda’ consciente de ti?
Tu mente está buscando. Tú estás observando tu mente.
La búsqueda no es tu hacer. Tú eres testigo de la búsqueda de
tu mente. Obsérvala.
Observar [observación] es lo que tú eres.
¿La ‘mente’ es consciente de ti? ¿o ‘tú’ eres consciente de la
mente?
Esto es todo lo que las enseñanzas están señalando: tú eres
conciencia. ESO que es consciente. Así que, ¿tú eres consciente
ahora mismo?
¿Realidad?
La única herramienta que tienes para conocer y experimentar
el mundo es tu propia mente. Tu realidad es una proyección
imaginaria de tu propia mente. La realidad es imaginaria. Tu
imaginación es tu única realidad. ¿Puede haber alguna
realidad que no hayas imaginado? ¿Dónde estaría?
Soluciones
No hay ningún problema, ni ninguna solución. Soluciones y
problemas son la misma cosa: pensamientos. Si tienes alguna
‘solución’, esa solución es tu ‘problema’. La ausencia de soluciones
es la ausencia de problemas.
Hay únicamente ESTO. No hay ningún problema. Nada real
existe, sólo ESTO. Todo lo que existe es tu propia mente: TODAS-
LAS-COSAS. Sin ninguna excepción. Todas-las-cosas y ‘personas’
en el universo son tu propia mente. No hay nada que puedas
señalar que no sea tu propia mente: ni una sola cosa. Ni una sola
persona. Nada. No puede haber ‘otra’ cosa que tú. Todo es tú.
Esperando
¿Estás esperando que algo ocurra?
¡Es ESTO!
¡No hay ninguna otra cosa!
194
Nada que ganar.
Nada que perder.
ESTO es todo lo que hay.
¿Aún estás esperando?
Es ESTO, realmente.
Sólo ESTO.
Ido ya
Todas-las-cosas están comenzando y están terminando ahora
mismo.
Control
No hay nadie en control.
No hay nadie fuera de control.
No hay nadie sufriendo.
Hay únicamente conciencia. Todo lo demás es imaginación.
195
Hay únicamente conciencia: esto es lo que tú eres. Nada más
es real.
Nirvana es Samsara
La única manera de salirte de tu mundo de ensueño es saliendo
totalmente de él. Si concedes realidad al despertar, a la liberación o
196
la iluminación, también estás concediendo realidad al sufrimiento,
a la esclavitud y la ignorancia. No puedes creer en unos sin creer en
los otros. Si crees en Nirvana, también crees en Samsara. ¿Ves
que todo es una creación imaginaria de la mente? ¿Y que tú eres
AQUELLO QUE VE a la mente?
Tú eres eso que es consciente del despertar, de la liberación y
la iluminación. Tú eres aquello que es consciente del sufrimiento,
de la esclavitud y la ignorancia. Tú eres aquello que es consciente
de Nirvana y de Samsara. Tú eres aquello que es consciente de
todas las creaciones imaginarias de la mente.
Tú eres conciencia pura.
Tú no estás despierto, liberado o iluminado. Tú no estás
sufriendo, ni cautivo o ignorante. Tú no estás viviendo en Nirvana
ni en Samsara.
Tú estás más allá de todas las experiencias y conceptos de tu
mente. ¿VES esto?
197
Emprendiendo acciones
Viviendo desde este ‘no-saber’, pueden surgir pensamientos y
preocupaciones acerca del futuro. Y pueden ser llevadas a cabo
acciones para responder a unos y otras. Si se lleva a cabo una
acción para responder a una preocupación, ocurrirá con un sentido
de paz y con un sentido de ‘no-saber’ si la preocupación es válida o
si la acción llevada a cabo es necesaria.
Todo está perfectamente bien en tu centro. Tú estás en paz.
Nada puede dañarte, y no hay mal alguno en tener preocupaciones
sobre el futuro, o en el tomar acciones o en el no tomarlas. Tú estás
siempre en paz y completo. Tú eres vida eterna, universal. La
muerte no puede tocarte. Ningún mal puede ocurrirte.
¿Qué es lo que todos deseamos? Deseamos paz, amor y un
sentido de que ‘todo está bien’. Así, si emprendemos una acción
con relación a alguna preocupación sobre el futuro, emprendemos
esa acción para asegurarnos paz y bienestar. Pero ahora sabemos
que paz y bienestar son nuestra propia esencia, y que no podemos
ser dañados, sin importar lo que ocurra en el mundo. Esta es la
paz que sobrepasa toda comprensión. ESTO es lo que somos.
Así que, si emprendemos alguna acción, es a partir del amor, y
no del miedo a perder esa paz. Nuestra paz no puede perderse: es
lo que somos.
Sit-Chat-AnDrinka (Sansklish)*
He aquí la resolución del sufrimiento psicológico y la búsqueda
espiritual: no hay ninguna persona separada. No hay ninguna
persona separada que pueda sufrir, no hay ninguna persona
separada que pueda ser iluminada. Eso es todo. Todo está resuelto.
Hay únicamente conciencia, aquí y ahora. Fin. Estás acabado.
Respira profundo, relájate por un momento y luego vete a buscar a
algún amigo para beber una taza de té. ¡Tú estás iluminado! ¡Y
no tuviste siquiera que aprender sánscrito! ¡Namasté!
198
Tiempo… ¡fuera!
Tu pasado, presente y futuro son, todos ellos, imaginarios.
Examen final
Es tu mundo:
a. ¿Real?
b. ¿Irreal?
c. ¿Tanto real como irreal?
d. ¿Ni real ni irreal?
e. ¿Todas las anteriores?
Sí, pero
Sí, pero. Sí, pero. Sí, pero.
— Sí, pero ¿QUÉ?
199
Si tú no eres la persona separada que creías ser, entonces ¿qué
eres tú? ¿Será que eres la conciencia universal? ¿Será que la vida
de la persona que creías ser es la vida universal?
¿Será posible que no seas ninguna persona separada viviendo
en el mundo, sino la conciencia universal, y que tu cuerpo, tu
mente y tu mundo son una apariencia en ti?
Enamorado de un volcán
Tu cuerpo-mente es un volcán en erupción de sensación y
pensamiento. Tú eres aquello que es consciente de tu cuerpo y tu
mente. Tú eres conciencia: aquello que ve y conoce al volcán.
¿Qué puede la conciencia hacer? Ella observa al cuerpo y la
mente. ¡Eso es! Un volcán no puede ser controlado. Si la boca de
200
un volcán es taponada, erupcionará en otra dirección, incluso con
mayor fuerza. Tratar de controlar a ese volcán es el propio
sufrimiento del cual estás tratando de librarte. Al volcán ¡déjalo
solo! Apártate de la ardiente lava. Déjala fluir. Tú eres conciencia.
Observa la erupción del volcán y déjalo ser.
No hay ninguna paz en tratar de controlar al volcán. Déjalo
erupcionar y obsérvalo desde la distancia. Y puede que llegues a
amar a ese volcán que tú llamas ‘tu cuerpo’ y ‘tu mente’.
201
conciencia. Tú, como conciencia, no eres afectado por ningún
concepto.
La conciencia está presente siempre, tan sólo observando. La
conciencia es meditación. Tú eres conciencia. Tú eres meditación.
Realización directa
Tu mente es el proceso pensante: el proceso de etiquetar,
describir, definir, separar, categorizar y juzgar. Es el proceso
mental de dividir lo absoluto en lo relativo. En ausencia de tu
mente, que es ausencia de pensamiento, no hay partes separadas
en el mundo: es un todo único, absoluto, indiviso. El pensamiento,
factualmente, no separa al mundo en partes: meramente crea la
apariencia de separación. Aun en presencia del pensamiento, el
mundo permanece como un todo indiviso.
Toda experiencia y conocimiento son relativos. No hay manera
de experimentar o conocer el absoluto. Por definición, el absoluto
202
no está dividido en sujeto y objeto. El absoluto es UNO. Todos los
objetos de la experiencia y el conocimiento son relativos a un
sujeto. El único sujeto es tu mente, el proceso pensante.
Tu conocimiento y experiencia del mundo no tienen ninguna
realidad o existencia absoluta, aparte de tu propia mente. Tu mente
es la única herramienta que tienes para experimentar y conocer el
mundo. Sin excepción, todo lo que conoces y experimentas es un
producto de tu mente.
Tu mundo es tu propia mente.
Puedes darte cuenta de esto del modo más sencillo en tu propia
experiencia directa. Empieza con un simple objeto y luego expande
la realización hasta incluir todo lo que experimentas y conoces.
Continúa expandiendo esta realización hasta tu mundo, todo lo que
experimentas y conoces, y el entero universo es conocido como
(siendo) tu propia mente.
Para empezar, cualquier simple objeto servirá. Echa una
mirada a tu silla. ¿Se describe a sí misma tu silla ante ti? ¿Te dice:
‘¡Yo soy una silla! Tengo cuatro patas, estoy hecha de madera, y soy
utilizada para sentarse’? ¿O es tu mente quien define, describe y
crea un objeto llamado ‘silla’? Desde tu punto de vista mental
relativo, es una silla de madera que sirve para sentarse. Pero para
una termita tu silla de madera es una casa y un alimento potencial.
La ‘silla’ en la que estás sentado no tiene ninguna existencia o
realidad absoluta, independiente. En términos absolutos no es una
‘silla’: no tiene existencia absoluta. Tiene una existencia relativa
como ‘silla’ simplemente porque tu mente la define, la describe y la
crea. ¿Ves tú esto? Sin tu mente, la silla no existe. La silla es tu
mente. No hay ninguna separación entre tu mente y la silla. La silla
y tu mente son uno.
Puedes expandir esta realización hasta incluir todas las cosas y
personas que conoces y experimentas. Todas las cosas en el
universo son tu propia mente. Tu mente es el universo. El sujeto y
el objeto son uno. No hay ninguna separación. El universo y tu
mente son un todo absoluto, indiviso. Es todo tú.
Viendo esto claramente, los conceptos de la No-Dualidad dejan
de ser meramente una filosofía, y pasan a ser tu propia realización
directa. Este es el final de la búsqueda. Y la vida continúa como
siempre lo ha hecho: una respiración y un latido del corazón por
vez.
203
Chad Barber
Luminosa realidad viviente
No-Dualidad: luminosa realidad viviente
Lo-que-tú-eres es, simplemente, un presenciar sin límites. Es
aquello que es consciente de las palabras de esta página, consciente
de tus pensamientos, de tus sentimientos y tu cuerpo. Ese puro
sentido de presenciar es lo que tú eres, y está siempre presente,
libre y vacío. No puedes alcanzarlo porque ha estado siempre aquí
y siempre estará aquí. Nada que tú puedas decir, pensar o hacer
puede cambiarlo, crearlo o destruirlo. Lo demás es ficción: una
historia inventada por los pensamientos. Simplemente, lo que
somos es este luminoso ver; en él todas las cosas vienen y van. El
presenciar mismo es vacío: una misteriosa y reluciente nada.
Lo-que-tú-eres es aquello en donde la historia de tu vida
ocurre. No tiene ubicación ni forma. No obstante, todas las cosas
surgen en aquello: como un espejo, refleja todo imparcialmente.
Como un espejo, nada se le adhiere. Es claro y enteramente no-
conceptual. Afortunadamente, tu mente no tiene que entenderlo ni,
de alguna manera, ‘conseguirlo’, porque tú ya eres eso.
Aun cuando es interesante hablar sobre ello, también es
posible advertir directamente lo que está siendo sugerido aquí. La
única cualificación requerida es: ser, existir, o conciencia. Cuando
se ve claramente que tú no eres la ‘historia de vida’ o ‘biografía’
que estás viendo, sino el ver mismo, un sentido de paz y libertad
muestra que está y siempre ha estado disponible, porque es la base
misma de toda experiencia. Lo que surge también es un ‘prosaico’
sentido de vivir, una cualidad vibrante que encara temerariamente
la realidad ‘tal como es’, porque se comprende que no hay nadie
aquí que pueda controlar nada.
204
Realidad e imaginación
‘Realidad es aquello que queda cuando dejamos de creer’ — Philip K.
Dick
205
es Realidad conociéndose a Sí Misma. Cualquier otra cosa aparte
de esto es un pensamiento y una fantasía que tu mente imagina.
Tu mente imagina la totalidad del mundo. La Realidad es, simple y
llanamente, este luminoso presente que no requiere de nada. No
tienes que hacer nada para ‘establecerte’, de alguna manera, en la
Realidad presente; tú siempre eres ya, aquí mismo.
El mundo imaginario requiere esfuerzo, devenir y hacer. La
Realidad es sin-esfuerzo, siempre disponible, ahora mismo. ¿Lo
ves? La Realidad está aquí mismo: es libre, abierta y vacía. Es
simplemente esto, lo que está teniendo lugar aquí-mismo, ahora-
mismo. Nota qué es eso que está presenciando este prosaico
momento. ¿Qué es?
Chequea esto por ti mismo en tu propia experiencia ahora. No
requiere de ningún esfuerzo especial: simplemente mirar.
Podrás notar que ‘aquello-que-está-mirando’ es ‘ninguna-cosa’.
Cuando intuyes esta cualidad de ‘vacuidad’, tu mente pensante
automáticamente intentará etiquetarla, pues ha asumido que esta
conciencia vacía es una ‘cosa’. Pero no es ninguna cosa, ni nadie;
no obstante, está viva. Notarla no requiere de ningún estado
especial. Esta misteriosa nada viviente está observando cada
momento de tu vida. Es la ‘real-idad’ viviente de todas las cosas a
cada momento: es vivir todas-las-cosas. Es clara y vacía, y tú eres
eso, ahora mismo.
¿Qué ocurre cuando esto se ve? Tu vida pasa a ‘ser vivida’, las
cosas ocurren, los pensamientos son pensados, pero por nadie. Y
ves que siempre ha sido y será de esta manera, y no hay nada que
puedas hacer al respecto. Simplemente mirar.
Desechando el Despertar
Se ve que ‘despertar’ no es un evento que pueda ocurrirte en el
‘futuro’, esa imaginaria línea temporal que creas en la mente.
Se ve que lo que realmente eres está fuera de la imaginación.
Aquello que está fuera de la imaginación está fuera del tiempo (el
cual es imaginario). Está siempre aquí, en cada momento.
Porque el corazón de la Realidad —esta presencia-de-
conciencia— no es algo que vaya a ocurrirte en una fecha futura.
No es un evento especial que te cambiará para siempre. No es un
estado mental que debas alcanzar, o mantener. Ese tipo de evento
206
está enteramente en la historia que tu mente teje; es una fantasía
sin esperanza, y te mantendrá girando en círculos.
Nada puede cambiar lo que tú eres. Nada puede ayudarte a
convertirte en lo que ya eres.
Despertar es desechar la idea de que hay un evento llamado
‘despertar’, y advertir que tú eres, siempre, este ahora-viviente,
luminoso y totalmente despierto desde el principio.
Todo-lo-que-hay es este vacío presenciar en este luminoso
ahora, esta cruda realidad viviente aquí mismo: es todo lo que
siempre es. Muy en lo profundo probablemente ya sabes esto. Son
‘malas noticias’ para la grandiosa historia en la que tú eres el
protagonista principal, tratando de ganar el ‘gordo’ de la lotería de
la ‘iluminación’. No obstante, también son ‘buenas noticias’ si se
descubre que esta Realidad, aquí mismo, es pacífica, abierta y
buena, simplemente tal como es.
Es total simplicidad, completamente ordinaria y disponible
para todos.
207
Lo que es, ahora, es Realidad. La Realidad está viva y
conociéndose a Sí Misma como ‘tú’.
Y lo más importante: nunca hubo un solo pensamiento que te
sacara de la Realidad, del mismo modo que nada de lo que ocurre
en una pantalla de cine puede echarte físicamente del cinema.
Además, ¿a quién le están ocurriendo esas dudas? Investiga
quién está teniendo estas dudas. Encontrarás que todo lo que hay
es este presenciar vacío. Las dudas ocurren, pero a nadie.
Experiencias espirituales
Cuando ves lo que realmente eres, puede que una experiencia
especial o estado alterado de conciencia surja en la mente. De
manera similar, cuando ves esto, puede que nada en especial
ocurra en absoluto.
Este tipo de experiencias no son diferentes de una fuerte
experiencia de temor, de celos o de aburrimiento: es algo que está
surgiendo en este presenciar vacío. La experiencia placentera o
extática pasará. La experiencia no es lo-que-tú-eres; surgió en lo-
208
que-tú-eres. El presenciar vacío está allí durante, antes y después
de la experiencia.
Todo tipo de experiencias vienen y van en la historia. ¿No lo
han hecho siempre? Lo real es únicamente este vacío presenciar,
siempre presente e inmutable.
De manera similar, cuando has visto esto claramente, no hay
necesidad de actuar de ningún modo especial. ¿Cómo podrías?
Pensamientos, acciones y eventos sólo están ocurriendo, tú no
estás ‘haciéndolo’. Nadie está ‘haciendo’ nunca nada. Todo está
sencillamente ocurriendo por sí mismo: todo ocurre en el ahora-
viviente de este presenciar vacío, el cual es ninguna-cosa. No
obstante, tú eres eso.
Una Realidad
Cuando se ve claramente que no hay ningún sujeto o ‘yo’ (este
es sólo un pensamiento), entonces parecerá que hay únicamente
objetos en la conciencia. Luego, espontáneamente, quedará claro
que no hay objetos separados como tales: sólo una Realidad
conociéndose a Sí Misma.
De hecho, el sentido del ‘yo’ se deriva del presenciar vacío, el
cual, perpetuamente, presencia. La presencia de la conciencia
que tú eres es considerada erróneamente como alguna ‘cosa’. Te
refieres a esa cosa como ‘yo’. Este presenciar vacío es la base para
que incluso el concepto ‘yo’ surja. Sin conciencia, ¿podrías estar
consciente de cualquier sentido de ‘yo’? Esto demuestra, de manera
muy sencilla, que la conciencia es la condición para que incluso la
idea de separación surja. El presenciar vacío, o la conciencia, es
anterior al sentido de ‘yo’ o a cualquier otro pensamiento.
La ‘persona’ por la que te tomas está surgiendo en la conciencia
como una idea. Viene y va en distintos momentos. Quizás cuando
estás profundamente concentrado, o durmiendo, o teniendo buen
sexo. El sufrimiento psicológico está correlacionado de manera
directa con el sentido de esa ‘imagen-yo’ que surge fuertemente.
Por ejemplo, cuando eres insultado, el concepto ‘yo’ recrudece con
fuerza, junto con otros muchos recuerdos e historias, culpas y
temores pasados. Esto se debe a que, mientras más el
‘pensamiento-yo’ sea tomado erróneamente por lo que tú eres, más
es aceptada por la mente la dualidad sujeto-objeto. Esa separación
o dualidad es inherentemente dolorosa: como estar aterrorizado en
209
un sueño. Esta dualidad, literalmente, es una construcción
imaginaria. No es real. La Realidad es anterior al pensamiento y a
la imaginación; está también allí durante el pensamiento y la
imaginación.
La Realidad es continua y completa tal como es. Los conceptos
la dividen para que nosotros, como individuos, extraigamos algún
sentido y discriminemos entre ‘cosas’. De hecho, este es un
funcionamiento útil de la mente, pero nunca una completa
comprensión de todo el cuadro.
Así que este examen puede tomar una forma muy práctica,
como ‘investigación en el presenciar que somos’. ¿Qué es eso que
está presenciando? Si buscas una respuesta podrías no hallar nada
en absoluto. Por ejemplo, si miras un lápiz, sólo verás un lápiz, y
junto con ello podrías tener pensamientos sobre el lápiz. Pero si
intentas ver qué es lo que es consciente de esos pensamientos y
que mira ese lápiz, no puedes señalar nada en absoluto. Puede que
tu mente conjure de manera automática la incertidumbre con el
pensamiento ‘yo soy consciente de ese lápiz’, pero ese es sólo un
pensamiento. Con seguridad, tú no puedes ser un pensamiento,
¿verdad? Los pensamientos se mantienen cambiando todo el
tiempo… No. Tú eres la conciencia de ese pensamiento. (La
conciencia) está siempre aquí.
Si la presencia-conciencia está siempre aquí, entonces,
¿qué es? Considera esa pregunta por un momento, sin permitir que
los pensamientos llenen el espacio en blanco por ti. Puede que
notes un escurridizo sentido de ‘vacuidad’. Es como mirar en un
espejo: puedes ver los reflejos en la superficie del espejo, pero no
puedes realmente ver la superficie misma del espejo… No puedes.
Es como una ‘potencialidad en blanco’ que permite los reflejos.
Todo lo que continúa son los reflejos mismos. Los reflejos cambian
todo el tiempo al moverse el espejo, pero la superficie del espejo
está siempre quieta. No es tocada por ningún reflejo, sea el que
fuere. Si pusiéramos ante el espejo algo horrible para reflejar,
¿podríamos dañar el espejo? ¿Podríamos ensuciarlo si pusiéramos
ante él un calcetín apestoso?
Aun cuando el espejo es una metáfora útil, sólo débilmente
sugiere lo que aquí se discute. Este luminoso presenciar vacío es
también viviente y tiene un tangible sentido de inmediatez o de
‘cualidad-ahora’. Precede al pensamiento; no obstante, muy
íntimamente, es la estructura de nuestra existencia. Lo conocemos
210
como nosotros mismos y lo etiquetamos (erróneamente) como ‘yo’,
y arrastramos con nosotros todos estos pensamientos e imágenes
sobre ese ‘yo’ y lo que imaginamos que es. Pero el hecho es que,
cuando lo examinamos en este momento, es tan sólo una ‘nada
abierta’, tal como la superficie de un espejo. Cuando lo intuye, este
sentido de ‘vacuidad’ pone a alguna gente muy nerviosa, pero
inmediatamente después es ‘racionalizado’.
Cuando notamos —de manera total, más allá del pensar
conceptual— que somos en efecto esa misteriosa y refulgente
‘vacuidad’, se revela una profunda cualidad de paz in-mediata [sin
mediación] dentro del corazón de la Realidad. Una paz disponible
aquí, ahora mismo. Es la ‘paz sin causa’ que somos cuando ya no
estamos limitados por la incesante historia, por la extenuante
historia —eternamente cambiante— ‘representada’ en la mente.
Uno no puede ‘manufacturar’ esto intentando detener el pensar
o suprimir el pensamiento. ¡Intenta no pensar y averigua qué
ocurre! No es posible. Tú no estás en control. En lugar de eso, trata
de advertir que lo que tú eres es, simplemente, este ahora-viviente,
‘presenciante’, y que está vacío de cualquier ‘sí mismo’ o ‘yo’.
Cuando ves claramente, de primera mano, lo que tú eres, entonces
lo que no eres pierde su aguijón: experiencias cambiantes, reflejos
en el espejo que no pueden de ninguna manera posible dañar lo
que tú eres factualmente. Es como si la Realidad se auto-iluminara:
lo Real se ve a Sí Mismo como un lápiz, como un pensamiento,
como un sonido o sensaciones en tu cuerpo. Estos objetos cambian
continuamente, pero lo-que-tú-eres es estable como una roca.
Tú eres Esta Realidad conociéndose a Sí Misma.
Ser Humano
Luego de ver esto claramente, tú continúas siendo un ser
humano. La rabia surgirá, la tristeza surgirá, la alegría surgirá:
todo esto ocurre sin obstrucción en el presenciar vacío que tú eres.
Esto es todo lo que hay en el ‘prosaico’ vivir. No obstante, hay un
nuevo ‘efecto’ en ello, una paz que está en paz con la rabia y en paz
con la alegría, ecuánimemente.
Es como si la rabia y la alegría simplemente ‘estallaran’ en ese
espacio abierto. Es prosaico y hermoso: tú estás siendo vivido
por la Realidad. Podrías también decir que la Realidad está
211
viviéndose a Sí Misma. Esto es eso: cada cosa es inherentemente
perfecta en esto.
Seguramente habrás escuchado que la gente que ha visto
claramente la verdad se comporta de cierta manera: más pacífica o
más sabia. Puede que ‘intentes’ hacer estas cosas por ti mismo. Eso
también es imaginación: todas estas son ‘historias’ sobre una
‘persona’ imaginaria en la historia, y nada tienen que ver con la
Realidad, la cual es, simplemente, este prosaico y viviente ahora
presenciando todas-las-cosas.
¿Quién sabe qué le ocurrirá al personaje en la historia? ¿Qué
pensamientos tendrá? ¿Qué cosas hará? No estoy diciendo que
hagas lo que te plazca: estoy diciendo que no hay nadie allí que
pueda elegir. Tú eres simplemente este puro presenciar, eso es
todo. El resto simplemente está desplegándose en el espejo del Ser,
y es perfecto tal como es.
212
parte, hay un sentido de un ‘yo’ particular, de una ‘persona’ que
prosigue con ‘su’ vida, haciendo, hablando y sintiendo.
Aparentemente, es esta percepción paradójica lo que la mente
conceptual encuentra difícil de digerir. ¿Cómo encaramos este ser
‘alguien’, aunque de hecho no haya ‘nadie’ en absoluto? Con
seguridad, la mente piensa que es: o uno o el otro. Por fortuna,
para que tenga lugar no tiene que ser entendido por la mente. Está
ocurriendo todo el tiempo, y continuará ocurriendo. El juego entre
existencia y vacuidad es como la Realidad se ‘real-iza’ a Sí Misma.
La existencia, en este sentido, es una expresión inmediata y
directa de la ‘vacuidad’ o el vacío: ambas son inseparables. ¿Es
posible separar los objetos (de la conciencia), de la propia
conciencia?
Cuando miramos los pensamientos, por ejemplo, vemos un
pensamiento que surge, y luego se desvanece; luego otro
pensamiento que surge y que se desvanece también. Ocurre
espontáneamente y sin ningún esfuerzo.
Hay ‘vacuidad’ viviente, y entonces un objeto surge desde ésta
(existiendo) y desaparece nuevamente. Esto ocurre en cada nivel;
una especie de danza parece tener lugar. Podríamos llamar a este
juego entre existencia y ‘vacuidad’: ser, o Ser. Este movimiento es
espontáneo e intrínsecamente perfecto.
Es posible relajarse en este modo de ser espontáneo, natural y
sin esfuerzo. Es una corriente profunda de paz y totalidad
intrínseca que podemos advertir. Es este simple sentido de ser que
tenemos todo el día. Y este sentido de ser es una expresión natural
de este juego entre existencia y ‘vacuidad’ (o vacío), razón por la
cual, cuando lo advertimos y nos relajamos en él, hay un sentido de
espaciosidad y claridad. Es muy vívido y real, y no obstante, muy
sencillo y carente de artificios. A menudo es descrito como el
‘estado natural’, porque es la base natural de todo nuestro
experimentar y sentir. ¿Qué sentimientos, percepciones y
pensamientos pueden ocurrir, a no ser en este presente momento
de ser?
Este presente momento de ser es el fundamento, y podemos
sentirlo ahora mismo. Sólo tiene que ser ‘notado’, no creado o
sostenido. Tiene un sabor de silencio, presencia y ‘cualidad-ahora’.
Estas palabras son apenas claves que, con suerte, pueden disparar
el reconocimiento, cuando esto se ve en tu propia experiencia
directa.
213
Cuando es aprehendido claramente, verás cómo es posible
estar agitado y pacífico, al mismo tiempo. O triste y pacífico, e
incluso pacífico y pacífico. La profunda corriente de paz de la que
hablamos es tan básica, tan simple, que no puede ser perturbada o
nublada por respuestas emocionales temporales. Es el fundamento
de este espontáneo suceder, al que conoces como ‘tú mismo’. Todas
las cosas son una expresión de esta paz básica.
‘Ordinariedad’ i-limitada
Si exploras gentilmente tu experiencia en este momento,
notarás que hay un sentido de ‘ordinariedad’. Quietamente
sentado, hay pensamientos ocurriendo y algunas sensaciones en el
cuerpo. Es muy simple lo que tiene lugar en nuestra experiencia,
realmente. Si te sientes ‘dentro’ de este momento de una forma
sencilla, encontrarás un tipo muy básico de paz. No es nada
‘glamoroso’ ni particularmente especial o místico; es simplemente
este sentido de ser. Es muy ordinario.
Si te permites explorar esta ordinariedad, encontrarás que no
es tan sólo ‘tu’ ordinariedad; es la misma ordinariedad de la taza de
té que estás bebiendo, o la del viento que sopla, o tal vez la de un
poco de basura al costado del camino. No es nada en especial; sin
embargo, está viva. Es vívida y real.
Esto es Realidad. Simplemente este sentido de ‘ordinariedad-
ahora’. Al parecer, lo que nos aparta del estar satisfechos con esto
son tan sólo historias pensadas sobre un mundo imaginado y sobre
el personaje que imaginamos ser. Lo Real, sin embargo, es tan sólo
esto: las sensaciones, los sonidos, las cosas que ves. Simplemente.
De hecho, las historias pensadas están apareciendo en esta
ordinariedad. Son enteramente inofensivas en sí mismas: como el
sonido de fondo de un aparato de televisión prendido. Puede que
quedes atrapado en la telenovela que se está proyectando mientras
esperas que hierva el agua, y eso es divertido por un rato, pero
entonces regresas a picar verduras, mientras continúa resonando el
parlamento de la TV como sonido de fondo. De manera similar,
puede que mires las historias pensadas con más detenimiento y
quedes involucrado en ellas, o que descanses simplemente en este
espacio sencillo y ordinario en el cual todas esas historias están
ocurriendo, mientras la cháchara continúa automáticamente. Es
muy básico y pacífico.
214
A medida que comienzas a notar, más y más, que esta paz
ordinaria de ser es más real que tu imaginación, más sentido del
humor eres capaz de extraer de esas mismas historias. Aun cuando
la telenovela pueda ser entretenida, lo que verdaderamente
importa es picar las verduras y asegurarse de apagar el fuego
cuando el agua hierve. Y aun cuando puedas, por algunos minutos,
quedar absorto en la historia de amor proyectada en la pantalla,
difícilmente arruinarás tu cena si la pareja protagonista se separa.
Cuando se ve que esta básica y pacífica ordinariedad es el
sabor de este vacío presenciante, y que esa misma ordinariedad de
la conciencia diaria es la que nos permite hacer las compras y
preparar la cena y que, de hecho, ya está vacía de cualquier ‘yo’, la
claridad empieza a surgir.
No hay necesidad de convertirse en algo especial, o de alcanzar
algo, o de tener experiencias místicas que, de algún modo, durarán
por siempre (¡suerte con ello!). Ver claro desde esta perspectiva es,
realmente, la unión de ordinariedad y vacuidad. Todo esto
continúa cotidianamente de una forma muy normal, pero no le
ocurre a nadie; ciertamente, a nadie en especial. Hay un gran
espacio para respirar, relajarse y estar vivo en el sentido más
básico.
Al descansar en esta ordinariedad, descubrimos que hay una
cualidad de ausencia de límites en ella: espaciosidad y libertad.
Hay también la certeza y la paz que vienen de no tener que crear o
lograr alguna realización o estado especial de la mente, los cuales
acabarían por desvanecerse, dejándonos deprimidos y confusos. Se
descubre que la ordinariedad i-limitada de Ser es, de hecho,
luminosa, y está disponible siempre, ¡aquí mismo, en nuestra
propia cocina!
Maravilloso chasco
De muchas maneras, dentro de la historia, esta llamada
‘realización’ es el mayor chasco de todos. No ofrece absolutamente
ninguna esperanza en el ‘futuro’: el personaje soñado no va a
‘lograr’ nada que vaya a hacer la más mínima diferencia.
Tan sólo hay este presenciar vacío, que presencia sin
distorsión. Nada se le puede agregar o quitar. Extrañamente,
cuando toda esperanza se pierde, todo lo que queda es este
215
desnudo momento de conciencia, que resulta ser perfecto tal como
es.
Resolviendo la historia
Si estás esperando que los contenidos de la historia se
‘resuelvan’, de tal manera que puedas tener una paz duradera, vas
a llevarte un gran chasco. La historia (pensada) está cambiando
constantemente: algunas veces hay alegría, algunas otras tristeza; o
júbilo, y luego miedo. La historia está en ‘automático’: nadie está
conduciendo ‘tu’ vida. Es parte del espectáculo que está
desplegándose de ‘lo que es’. Si pretendes enmendar la historia, de
manera tal que tengas algo permanente, entonces estarás
embarcado en una jornada sin esperanzas. La historia no tiene
final. Simplemente está ocurriendo, como las estaciones o la
rotación de los planetas.
La paz, sin embargo, está en esta primaria experiencia de ser,
aquí mismo: estos sonidos, estos sentimientos y este cuerpo, aquí
mismo. Descubre por ti mismo qué es más real: ¿la imaginación, o
lo que está ocurriendo aquí y ahora? Relájate en lo factual, en esta
primaria ‘Real-idad’ que sientes ahora mismo: este sentido de Ser,
esta primaria real-idad. Este sentido de ser, esta primaria realidad
o presencia, es más real que todas las historias. Tiene un sentido de
quietud y paz intrínsecas: explora ese sentimiento y notarás que es
el telón de fondo siempre-presente de todo experimentar.
Atravesar la puerta (soñada) de las historias (pensadas) es un
experimentar ‘secundario’: una simulación. Incluso esa simulación
está ocurriendo en esta primaria Real-idad. Pero hablamos de
‘experimentar secundario’ como una analogía, para señalar ese
ilusorio sentido de separación de la Realidad.
Relájate en esta conciencia primaria sin esfuerzo de lo factual:
esta habitación, este ver, aquí mismo. Deja que las historias surjan
sin obstrucción, mientras tú descansas en lo que es Real. No hay
modo de cambiar o de controlar nada en esas historias. Esto no
significa que no puedas tener paz: lo-que-tú-eres está, en realidad,
fuera de cualquier historia, observando pacíficamente. La paz de
la que hablamos es tan básica que no necesita, para ser, que la
historia sea de cierta manera. Ella es: todo lo demás viene y va. Es
esta Realidad viviente, aquí mismo: estás mirándola ahora,
sintiéndola ahora, viéndola ahora.
216
Esto es Realidad. Descansa en lo que es Real y deja
desplegarse la representación imaginaria por sí misma, mientras tú
observas —indestructible— desde el ‘asiento de diamante’. Una vez
que adviertes que, simplemente, tú estás ocupando siempre esta
factualidad obviamente disponible, la confianza y la facilidad
surgen sin ningún esfuerzo.
217
Jeff Foster
Vida sin un centro
Extraordinaria ‘ordinariedad’
A todo alrededor, lo completamente ‘ordinario’ se revela a sí
mismo. Y esta ‘ordinariedad’ es, precisamente, aquello que todo el
tiempo habíamos estado buscando, realmente sin saberlo.
En la búsqueda de lo extraordinario, lo ordinario fue siempre
ignorado. Realmente, en la búsqueda de lo extraordinario fue
creado lo ‘ordinario’, y así, mientras proseguía la búsqueda, lo
ordinario permanecía ordinario y lo extraordinario quedaba
siempre fuera de alcance.
Pero con el colapso de la búsqueda, con el colapso de lo
extraordinario como meta a alcanzar, lo extraordinario colapsa en
lo ordinario y lo ordinario en lo extraordinario. En verdad, no hay
nada ‘extraordinario’ que encontrar, y nunca hubo nada ‘ordinario’
de lo cual escapar.
Lo cual equivale a decir que esto, la obvia apariencia presente
de todas las cosas está ya, y siempre, más allá de toda idea de
ordinario o extraordinario.
Es sencillamente esto: tan simple, tan obvio, y no obstante, tan
jodidamente elusivo para la mente que va en su búsqueda. ¡Tan
ordinario, y sin embargo tan extraordinario!
La claridad que estábamos buscando ya está con nosotros. Y
ver esto no toma ningún tiempo, y no es algo que una ‘persona’
pueda hacer jamás. ¿Por qué? Porque es siempre ahora, y
cualquier tiempo ‘futuro’ en el cual esto pudiera ser ‘visto’ sería
simplemente un pensamiento surgiendo en el presente. Y la
‘persona’ que ‘viera’ esto es, también, únicamente un pensamiento.
Y así, cuando digo que esto es el fin de la búsqueda, quiero
decir exactamente eso: la búsqueda nunca ocurrió. Es siempre
ahora, y la búsqueda es tan sólo una idea, surgiendo ahora. Y
surge en esta ‘ordinaria-extraordinaria’ apariencia presente.
218
Una ‘persona’ podría emplear la vida entera tratando de
concluir la búsqueda. ¿Pero cómo podría una persona ilusoria
concluir una búsqueda ilusoria? Sólo podría acabar en frustración.
Pero nunca hubo ninguna necesidad de luchar. El milagro está
ya, aquí. El milagro es, ya, esto. No hay nada más que hacer. No
hay nada más que necesite hacerse. De cualquier manera, no hay
nadie aquí que pudiera hacer alguna cosa.
Simplemente esto, y nada más.
Sólo un pensamiento
Esto nada tiene que ver con el esfuerzo.
Esto nada tiene que ver con la comprensión.
Nada que ver con procesos ni con praxis.
Nada que ver con ausencia de procesos o de praxis.
Esto no es sobre ver algo nuevo ni sobre liberarse de algo viejo.
Esto no es sobre algo que la mente pudiera asir jamás; tampoco
es que la mente necesite abandonar su asirse.
Esto no es nada ‘personal’, ni tiene que ver nada con lo
‘impersonal’.
Esto no es sobre conciencia sin-elección, ni sobre ver ‘a través’
del ego, ni sobre auto-indagación.
Esto no puede ser expresado utilizando conceptos, ni podrá ser
expresado jamás en ausencia de conceptos.
Esto no es sobre palabras, ni siquiera estas palabras.
Esto no es sobre llegar a ningún sitio.
Esto nada tiene que ver con algún tipo de logro futuro.
Esto no es sobre seguir ningún camino: no hay ningún
‘camino’, aunque pueda haber la ‘idea’ de un camino.
Esto no es sobre alcanzar algún estado superior: no hay ningún
‘estado superior’, aunque pueda haber ‘conceptos’ sobre ‘estados
superiores’.
Esto no es sobre volverse alguna cosa, aunque creencias sobre
‘volverse alguna cosa’ pudieran surgir.
Esto ciertamente no es sobre ‘poner un fin al yo’: sólo un ‘yo’
podría desearlo.
Esto, definitivamente, no es sobre ‘volverse más presente’: el
presente, en primer término, nunca se perdió.
219
Esto no es sobre esperar algún evento denominado liberación:
ello requeriría tiempo, y un ‘yo’ que eventualmente quedara
‘liberado’.
Esto nada tiene que ver con ir ‘más allá’ de nada: no hay nada
‘más allá’ de lo cual ir, ni nadie que pudiera ir más allá, incluso si lo
deseara.
Esto no es sobre la ‘iluminación’: no hay cosa tal como
‘iluminación’.
Esto no es sobre el ‘despertar’: no hay cosa tal como ‘despertar’.
Esto no es sobre ‘individuos iluminados que transmiten su
comprensión’. Esa es una buena historia, y respetable, pero tan
sólo una historia sin ninguna realidad más profunda.
Esto no es sobre algo que pudiera ser de utilidad para ‘alguien’.
Esto no es algo que ‘alguien’ pudiera desear jamás.
No importa: el ‘yo’ que pudiera desearlo es, de cualquier modo,
tan sólo un pensamiento.
Tan sólo un pensamiento.
El mensaje de la No-Dualidad
El mensaje de la No-Dualidad es simple: nada está separado de
nada. Pero la aparente separación está en la raíz de todo lo que un
individuo hace; en verdad, el individuo no es otra cosa que
‘aparente separación’, y esa separación impulsa toda la búsqueda
espiritual y el intento de disolución del ego, así como todos los
empeños mundanos.
Pero la mente buscadora (es decir: ‘tú’, el individuo) jamás será
capaz de entender este mensaje, dado que, para la mente, este
mensaje no es otra cosa que su propia disolución, es decir, su
propia muerte.
Sí. Este mensaje es muerte, pero también vida. Toda vida es
aquí, toda vida es ahora, y la mente no puede aceptar eso, porque
la mente no es otra cosa que una negación de la vida. La mente no
puede entender la Totalidad, así que crea un mundo, un mundillo
de conocimiento y de valores y de significado. Y eso está muy bien,
pero el intelecto jamás será capaz de comprender la vastedad de la
vida, porque la vida, es decir, esto, es anterior al intelecto; en
verdad, el intelecto surge desde la Totalidad, desde esto.
En este momento, todos los problemas del llamado individuo
son meramente pensamientos y, dado que los pensamientos
220
aparecen simplemente en el juego de la vida, el pensamiento es ya
impersonal, ya liberado, porque la conciencia ya trasciende,
inherentemente, todo aquello que aparece en ella.
Pero todo esto es ponerse demasiado ‘sesudo’, demasiado
‘intelectual’. La realidad es simple, obvia, presente. Los
pensamientos aparecen ahora: no son ‘mis’ pensamientos, son
sólo pensamientos. No son ‘mis’ problemas, son sólo problemas.
Esto no es ‘mi’ vida, esto es sólo vida.
La vida se agota, y yo estoy completamente inmerso en ella y
completamente ausente de ella. Y éstos no son opuestos polares:
estar completamente inmerso es estar completamente ausente.
Totalmente inmerso, totalmente ausente. No obstante, aún está
el ruido del tráfico ahí afuera, aún el CLIC-CLIC de la caldera
prendiendo y apagando, aún el sonido de la respiración, aún el
TAP-TAP de la lluvia en la ventana, aún el cansancio en el cuerpo,
aún las sensaciones, precioso momento a precioso momento…
Y así, aun cuando estoy totalmente ausente, la vida continúa.
Aun cuando no puedo ser hallado en ninguna parte, la vida no
puede cesar, ni cesará, ahora ni nunca.
Volviendo a casa
Esto es atemporal, inmortal, eterno.
Esto es sin-igual, esto no es nunca repetible, esto es totalmente
único y completamente nuevo en todos y en cada momento, aun
cundo no hay ningún ‘momento’ en absoluto.
Esto está vacío de toda cualidad, aun de la cualidad de ‘estar
vacío de toda cualidad’. No obstante, esto está totalmente lleno,
preñado de infinitas posibilidades, posibilidades que desbordan
una y otra vez en un mundo.
Esto es paz, pero una paz volcánica, una paz que no niega el
ruido sino que lo abraza totalmente, una paz que no descansa, una
paz extática que se vierte desde sí, ahora, y ahora, y ahora.
Esto es completamente incognoscible, y no obstante, lleno de
conocimiento de las cosas, lleno de un mundo aparente ‘allí fuera’,
en sus infinitos modos.
Esto es algo que no puede ser dicho por nadie, y no obstante,
las palabras son vertidas, día tras día tras día.
Esto no es de este mundo, y sin embargo, no es otra cosa que
este mundo.
221
Esto es totalmente extraordinario, y sin embargo, tan simple y
tan obvio como el sonido de la lluvia salpicando en el tejado.
¡PLASH! !PLASH!
Esto es un espacio amplio, con lugar suficiente para un mundo
entero, ‘pulsando’ con un amor radical e incondicional, y que
nunca será comprendido por una mente enredada en la búsqueda
de ‘algo más’.
Esto es simple, obvio, ordinario.
Esto es lo que todo el mundo anda buscando, pero nadie puede
encontrar.
Y nadie puede encontrar esto precisamente porque aquel que
busca esto, es exactamente aquello que aparentemente lo oscurece
(aunque esto nunca puede ser oscurecido, porque incluye ya
cualquier idea de alguien deseando ‘alguna cosa más’).
Esto es Jesús muriendo en la cruz.
Esto es el Buda viendo a través de toda confusión.
Esto es el mundo desapareciendo cuando dos amantes se
abrazan.
Esto es una madre meciendo a su niño recién nacido.
Esto es observar a un anciano cayendo sobre el pavimento, y
ver únicamente a ti mismo.
Esto es tu corazón quebrándose a la vista de una anciana con
sus bolsas llenas de comestibles luchando por atravesar alguna
ruta concurrida, y encontrarte a ti mismo corriendo en su ayuda
sin dudarlo, porque no tienes elección, y nunca tuviste ninguna
elección.
Y esto es realizar, finalmente, que la elección es ilusión, que
nunca, ni por un momento, estuviste separado de esta cosa que
llamamos ‘vida’; que nunca, ni por un momento, estuvimos
separados de los otros; que ningún hombre es una isla; que nos
afectamos uno al otro de un modo más profundo de lo que la
mente pudiera comprender jamás.
Y no obstante no hay ‘otros’, y ‘tú’ no puedes ‘realizar’ ninguna
jodida cosa.
El Reino
El Reino de los Cielos está disperso sobre la tierra, y hombres y
mujeres no lo ven. Y no lo ven precisamente porque hombres y
mujeres están perdidos en el sueño de la individualidad.
222
Creemos que somos personas: individuos nacidos en un mundo
indiferente, y en ocasiones cruel, en el que tienen que encontrar
sentido, propósito y felicidad. Y esta creencia tiene su lugar: sólo
tienes que mirar el pasado millón de años o algo así de historia
humana para ver que, aunque pueda ser un sueño, ¡es un sueño
pero muy, muy convincente!
Y, perdidos en el sueño, a menudo desearíamos poder escapar,
y muchos de nosotros nos volvemos a la espiritualidad — oriental u
occidental— que promete mucho más que esto: alguna dimensión
superior, más significativa de existencia; algo divino, puro y
maravilloso; algo pacífico y libre de sufrimiento. ¡Algo mejor que
este caótico mundo, a cualquier precio!
Tal vez hayamos escuchado sobre gente que ha logrado la
‘iluminación’, o encontrado a Dios, o experimentado una total
‘pérdida del yo’, y puede que hayamos convertido a esas personas
en nuestros maestros o gurús. Deseamos lo que ellos tienen,
anhelamos experimentar lo que ellos experimentan. ¡Lucen tan
felices, tan pacíficos, tan libres de humano sufrimiento! Puede
incluso que dediquemos nuestras vidas a seguirles, adorarles o
escuchar sus pláticas y leer sus libros 24 horas del día.
Puede incluso que vendamos nuestra casa, abandonemos la
familia y huyamos a meditar a alguna montaña en la India;
cambiemos nuestro nombre, vistamos ropas espirituales, comamos
alimento espiritual; renunciemos al cuerpo, neguemos nuestros
deseos, ayunemos hasta quedar hueso y pellejo. Y todo ello, por
supuesto, tiene su lugar. Todo muy bien, maravilloso. Pero ello no
nos ayudará a concluir la búsqueda.
Porque en tanto estés haciendo algo para llegar a algún lado,
continúas atrapado en la búsqueda. En tanto medites para alcanzar
algún estado pacífico, continúas atrapado en la búsqueda. En tanto
trates de ver algo como ‘Uno’, todas las cosas conectadas, o como la
manifestación de Dios, continúas atrapado en la búsqueda. En
tanto desees liberarte del ‘yo’, del ‘ego’, del ‘yo mismo’, continúas
atrapado en la búsqueda. En tanto trates de ‘estar más presente’,
continúas atrapado en la búsqueda. En tanto trates de volverte otra
cosa que lo que tú eres, e incluso tratando de ‘ser lo que tú eres’, o
‘llegar a ser lo que tú eres’, continúas atrapado en la búsqueda. Tú
continúas atrapado en la búsqueda incluso si estás tratando de
terminar con la búsqueda.
223
Esto es realmente lo que se conoce como ‘doble-atadura’:
pierdes si lo haces, pierdes si no lo haces.
Así que, ¿qué haces cuando no hay nada que puedas hacer?
¡Buena pregunta! Cualquier cosa que pudiera ser sugerida sería
simplemente otro modo de continuar con la búsqueda. En tanto el
‘yo’ pueda hacer algo, su continuidad está asegurada. El ‘yo’ se
mantendrá a sí mismo incluso diciendo ‘¡muy bien, dado que no
hay nada que pueda hacer, abandonaré la búsqueda!’. Y tratará
desesperadamente de ‘abandonar la búsqueda’. Entretanto, su
existencia se mantiene: un individuo —yo— está tratando de
abandonar la búsqueda.
Entonces, si nada puedes hacer, o no-hacer, ¿qué hacer?
¡No! No estoy dándote ninguna respuesta. La búsqueda de
respuestas a tus preguntas es simplemente parte de la búsqueda.
¿No ves que el ‘yo’ —es decir, ‘tú’— simplemente adora hacer
preguntas? En tanto ese ‘yo’ formule preguntas, su continuidad
está asegurada: existe un sentido de pasado, un sentido de futuro y
un sentido de individualidad. Hay una persona formulando
preguntas, y que, eventualmente, encontrará las respuestas.
Si hubiera respuestas que encontrar, ¿no crees que ya las
habrías encontrado? ¿Acaso no has recibido ya suficientes
respuestas? Tus estantes de libros, ¿no están llenos de respuestas,
en realidad, repletos de respuestas?
Ya ves: la formulación de preguntas debe continuar, porque el
‘yo’ debe continuar. Respuestas a tus preguntas te han sido dadas
una y otra vez, pero el ‘yo’ no puede aceptarlas como verdaderas
porque entonces las preguntas serían aniquiladas, y junto con ellas,
el ‘yo’ que las formula. El preguntador surge y se disuelve con las
preguntas.
Así que el ‘yo’ debe seguir formulando preguntas y esperando
respuestas. ¡Su existencia está en juego! Y así, la gran búsqueda
continúa: ‘¡Algún día seré liberado! ¡Algún día seré libre!’.
¿Y por qué no hoy? ¿Y por qué no ahora? Y si no es ahora,
¿cuándo?
¿Qué respuestas estás esperando?
¿Qué preguntas estás formulando?
Quizás pueda verse la futilidad de todo el asunto, y puede que
estalles en carcajadas a la vista de los ridículos nudos con que nos
atamos a nosotros mismos, ‘tratando’ de ser libres, ‘tratando’ de
ser liberados. Sí, hay mucho humor, muchas risas cuando el sueño
224
de la individualidad y la lucha por liberarse de todo ello se ven ‘a
través’. Tal vez esto ocurrirá, tal vez no. Pero no hay nada que ‘tú’
puedas hacer al respecto.
Este ‘sí mismo’, este ‘yo’ no tiene que ser negado ni rechazado.
La búsqueda está muy bien también, la carga de la individualidad y
el anhelo de liberarse de todo ello. ‘En verdad el Reino de los Cielos
está disperso sobre la tierra, y hombres y mujeres no lo ven’. Pero
aun eso —nuestra ignorancia del Reino, nuestra búsqueda del
Reino—, es parte del Reino. En verdad, no hay nada que no
sea el Reino.
Abraza todas las cosas. Todo.
225
Ninguna necesidad de buscar más.
¿Hubo jamás un pasado?
¿Hubo alguna vez alguien que buscara? ¿Alguien que sufriera y
anhelara liberarse de todo ello?
¿Alguien que creyera en algo?
¡Oh Dios! ¡Qué locura! ¡Desear alguna otra cosa que esto!…
Simplemente detente.
Detente, mira y escucha:
Esto es todo lo que hay.
Nunca hubo ninguna otra cosa.
¡Me pregunto a cuánto asciende la cuenta de gas este mes!
El petirrojo
Nada a que aferrarse más.
Nada tangible.
Ninguna red de seguridad.
Ninguna seguridad.
Ninguna confortable creencia.
Nada. Ninguna cosa.
Y en eso, todas las cosas.
Un vacío enteramente lleno, un total vacío.
226
digo ‘petirrojo’, pero realmente no tengo la más mínimaa idea de lo
que es), y ese petirrojo, piando para sí mismo, brincando de rama
en rama, cantando su pequeña canción, nos recuerda a todos que
simplemente no hay nada que lograr, que la idea de que ‘hay algo
que lograr’ está en la raíz de la humana miseria y confusión, que
esta presente apariencia es todo lo que hay o habrá jamás, y que no
hay ningún problema hasta que ‘tú’ llegas y deseas otra cosa que lo
que es…
El petirrojo comprende. O más bien, jamás se le ocurrió ‘tratar’
de comprender. Él brinca de rama en rama, cantando su pequeña
canción, piando su pequeña canción de alegría y de congoja, y eso
es el mundo, ese es su mundo, y no hay ningún otro.
¡Oh pequeño petirrojo!… Tú sabes muy bien esto: nada
importa.
Y precisamente porque nada importa, absolutamente todo
importa.
El fin de la búsqueda
Esto es. Esto es el fin de la búsqueda espiritual. Libertad,
felicidad e iluminación no han de ser hallados en ningún otro lugar
que aquí: justo frente a nosotros.
El sordo murmullo de la computadora, una sensación de
agujetas en el pie izquierdo, el TUIT TUIT de los pajaritos en el
jardín, saltando de rama en rama.
¿Por qué nunca estamos satisfechos con esto? ¿Por qué este
momento nunca es suficiente?
Quizás porque en algún punto de nuestras vidas recogimos la
creencia de que existe ‘algo más que esto’; algún tipo de estado en
el cual nuestra Verdadera Naturaleza™ es revelada a nosotros en
227
toda su gloria, en el cual todos los pensamientos se disuelven, en el
cual el ego se quema y se desvanece para siempre, sin dejar huella.
En otras palabras, un estado muy diferente de este estado presente.
¿Pero qué realidad posee cualquiera de esas cosas? Ahora
mismo, hay sólo el sonido del pequeño petirrojo saltando de rama
en rama, el latido del corazón, el vapor ascendiendo desde una taza
de té recién pasado, la brisa de la mañana acariciando gentilmente
mis mejillas…
Y entonces, el pensamiento: ‘¡Tiene que haber algo más que
esto! ‘Yo’ no estoy aún allí, pero pronto, algún día tal vez, aunque
sea por pocos minutos, alcanzaré ese estado del que he leído tanto.
¡Ese estado ‘no-estado’, esa libertad, esa liberación!’
Pero el pensamiento ‘tiene que haber algo más que esto’ surge
ahora. Es un pensamiento presente como todos los pensamientos.
Todos los pensamientos son pensamientos presentes. Todos los
sonidos son sonidos presentes, todas las ‘vistas’ son ‘vistas’
presentes. El presente nunca puede ser eludido: el pensamiento
es tan sólo la ilusión de pasado y futuro.
Y si hay únicamente el presente, entonces este estado de
‘iluminación’, de ‘liberación’, o como quieras llamarlo, debe ser
‘logrado’ en el presente. Lo que equivale a decir que no puede ser
logrado en absoluto. Porque un ‘logro’ implica tiempo, implica un
‘yo’: alguien que logra, y un tiempo en que será logrado.
¡Imposible! ¡Imposible! ¡Imposible!
Hay únicamente ahora. Hay únicamente esto. La búsqueda
de ‘alguna otra cosa’ que esto es una negación de la innegable
‘esto-idad’ de esto, de la innegable presencia de ser. La
búsqueda de la iluminación es una negación de la iluminación, la
cual siempre, ya, es. La búsqueda de la unidad es una negación
de… ¡bueno, tú captas la idea!
Y la paradoja es aún más profunda. Porque aun la búsqueda de
unidad, de liberación, de libertad… aun la propia búsqueda es,
simplemente, una expresión de unidad, de liberación, de libertad.
No puede ser encontrada, no puede ser eludida, no puede ser
evitada.
Y así, después de toda una vida de búsqueda, lo enteramente
obvio se revela a sí mismo. Y lo enteramente obvio está siempre
justo frente a nosotros.
¡Y ESTO ES ESO!
228
¡Esto es unidad! ¡Esto es liberación! No puede ser perdida, no
puede ser hallada. No puede ser evitada, no puede ser ignorada.
Evítala, y es simplemente la unidad evitando a la unidad. Ignórala,
y es simplemente la unidad ignorando la unidad. Trata de hallarla,
y es la unidad tratando de hallar la unidad.
Entonces ¿qué hacer?
¿Hay aún búsqueda?
Eso está muy bien.
¿Hay aún pesar?
Eso está muy bien también.
¿Hay aún sufrimiento, esperanza, desesperación?
Todo eso está muy bien. No es necesario nada más. Nada más
ni nada menos.
El final de la búsqueda es una radical, radical aceptación de
lo que es. Y esta aceptación, este ver ‘a través’, no es efectuado por
ti. No es un hacer. No es un logro. No es algo por lo que esforzarse.
Así, puede que haya un ‘ver a través’, o puede que no. Puede
haber una absorción en la búsqueda, o puede haber un sentido de
facilidad, un sentido de liviandad. Todo eso está muy bien, todo eso
es maravilloso, todo eso es parte del juego.
Puede haber un pequeño petirrojo brincando de rama en rama,
y puede verse (o no) que únicamente hay el petirrojo, únicamente
hay el brincar, únicamente hay el TUIT-TUIT. Todo eso es unidad.
Sin comienzo ni fin. Sin propósito ni meta ni significado.
El pequeño petirrojo ‘no daría ni dos TUIT’ por encontrarse a sí
mismo, o por alcanzar algún estado de liberación. Para él, al
parecer, simplemente brincar, simplemente la ‘siguiente’ lombriz,
es suficiente. Será por eso que somos atraídos por la naturaleza.
¡Los animales parecen tan libres de la carga de la individualidad,
del egoísmo, de la búsqueda de algo más significativo que lo que ‘ya
es el caso’!
Pero la gran liberación está ya aquí, para todos nosotros. Esto
—lo que ya está claramente dado en este momento— es todo el
sentido que hay. Esto —sentarse en el sanitario, o almorzar, o
comprar pan y leche de la tienda local— es todo el propósito que
hay.
Es la propia búsqueda de propósito lo que crea la ausencia de
propósito, y es la búsqueda de sentido lo que crea la ausencia de
sentido.
229
No hay nada más que esto. Enamórate de ello… o no. Ya
sabes: realmente no importa que sea de una forma o de otra. No
hay nada que ganar con el ver esto. Esto no es un logro, no es el
resultado de un largo esfuerzo, ni tiene que ver con la inteligencia o
la habilidad o el conocimiento. Nada tiene que ver con causa o
efecto, con esfuerzo o persistencia o cualquier otra cosa.
Libertad e iluminación no han de ser hallados en ningún otro
lugar que aquí. Lo cual equivale a decir que no pueden ser
‘hallados’ en lo absoluto.
230
primer término, permite al mundo entero ser, como bien han visto
los filósofos: ninguna conciencia, ningún mundo. Ningún
yo, ninguna vida. Yo soy esa misma vida, yo no puedo separarme
de ella. Yo soy lo que surge ahora, yo soy esto, y esto, y esto
también. En verdad, esa misma separación es lo que crea este ‘yo’,
tal y como me conozco y me experimento a mí mismo. ‘Yo’ soy esa
misma separación de la cual busco liberarme. Es un círculo vicioso,
y no hay ningún escape.
Pero quizás haya un escape (¡Oh, ninguna palabra lo capturará
jamás!). Y el escape es esto: aquí, ahora. Hay un mundo, ya,
apareciendo gratuitamente, en todos los momentos y en cada
momento, que no pide nada de ti, ni siquiera un ‘tú’ que venga al
ser en primer término. En verdad, el ‘tú’ simplemente aparece (o
no) como parte del cuadro, como parte de la textura de este
momento. Cualquier práctica o terapia espiritual mediante la cual
supuestamente trascendemos este ‘ego’, simplemente perpetúa la
misma enfermedad que se propone curar, porque ya —como los
budistas han visto— este ego es sencillamente una ilusión, en el
sentido de que es simplemente un manojo de pensamientos
surgiendo ahora, a través de los cuales el mundo entero (aparente)
es percibido.
Ninguna auto-trascendencia es requerida, aunque ¡por favor,
sigue ese camino si lo deseas! Porque ya el individuo que sigue ese
camino, o que hace algo en absoluto, es simplemente una historia,
una creencia surgiendo ahora, junto con el olor del té recién
pasado, el runrún de la lavadora y la sensación de hambre en el
estómago.
Vida, pero nadie aquí que la vive.
Vida, con o sin la dura carga de ‘yo y mis problemas’.
Vida, sin un centro…
231
Jan Kersschot
Un iceberg derritiéndose
ENTREVISTA
232
que conduce a la cima de la montaña está basada en dos básicos
malentendidos:
233
realidad. Pero eso no funciona cuando hablamos sobre el Uno. ‘Ser
uno’, ‘liberación’, ‘volver a casa’ o ‘No-Dualidad’, todas estas
expresiones son conceptos, después de todo. Mejor olvida esas
palabras. En cuanto a tu pregunta: no hay ningún maestro
‘auténtico’ vs. alguno ‘inauténtico’, o ‘menos auténtico’. Aunque
algunos maestros que conocí estaban, de hecho, desencaminando a
sus seguidores, yo ya no quiero criticar más a los llamados
maestros del camino ‘progresivo’. Para mí, el maestro ‘auténtico’
no está presente como una personalidad, y es, de esta manera, un
espejo para el buscador, quien, de hecho, también está vacío. ¡No
hay nadie allí! Y en este ‘vacío’, ambos son Uno. Entonces, ya no
hay más diferencia entre el buscador y el maestro, entre esto y
aquello, entre ‘liberado’ y ‘no-liberado’. En otras palabras, no hay
nadie en casa [la edición inglesa de Ser Uno se titula Nobody
Home (Nadie en casa)].
En mi libro describo el vacío como ‘conciencia’, pero recuerda:
esa palabra es también una etiqueta. La conciencia i-limitada es
indescriptible. No puede ser alcanzada, y por tanto, ESO nunca
puede ser proyectado en un futuro estado de perfección. Y ESO no
puede ser proyectado en un maestro, sin importar cuán especial o
inspirador ese maestro sea. Ese es el porqué yo siempre niego
haber alcanzado ESO. No me presento a mí mismo como un
maestro ‘iluminado’ o como un ser ‘realizado’, o como alguien que
trata de ‘abrir’ el corazón de otras personas en satsang o algo por el
estilo. Tampoco sugiero que yo puedo entregar ESO a otros. ¿Cómo
podría ser ‘entregado’ lo Infinito? ¿Y dónde están esos ‘otros’, si
únicamente hay una conciencia? La única cosa que puedo hacer es
desenmascarar un show de falsas concepciones. Que ‘lo que es’, a
mí me parece suficiente, y que no necesito conducir a nadie a
ningún lado. No veo la necesidad de salvar a nadie. O llevar la Luz
a alguien. O salvar al mundo. Para mí, ESO está en todas partes, así
que ¿para qué preocuparse? La Luz está igualmente disponible
para aquellos que dicen que no ven ESO. La Luz está igualmente
disponible para los ‘buenos’ como para los ‘malos’.
Como dije anteriormente, el camino progresivo sólo puede
existir si creemos en lo personal y lo temporal. Ese es el porqué he
descrito el camino ‘progresivo’ como ‘menos auténtico’, porque ya
no creo más en lo temporal ni en lo personal, excepto por razones
estrictamente prácticas, por supuesto. Mi vida habitual, mi día a
día, continúa como antes, pero mi ambición espiritual ha
234
desaparecido. El materialismo espiritual que tenía se ha disuelto. Y
decir eso puede resultar engañoso, porque no hay ningún ‘yo’ que
pueda hablar sobre ‘lo mío’. Este ‘yo’ es también una imagen
apareciendo en la Luz.
Y déjame recordarte que el camino ‘progresivo’ es tan sólo una
apariencia, otra imagen en la conciencia. Y que no estoy señalando
la cualidad o el sentido de esas imágenes, sino la Luz en ellas. No
estoy interesado en las diferencias entre los maestros espirituales.
Aun así, no puedo decir que haya realmente nada erróneo en el
camino ‘progresivo’, así como tampoco en todas las otras cosas que
aparecen en la pantalla. ¿Y por qué esto es así? Aquel que juzga,
aquel que critica el camino ‘progresivo’ es, él mismo, otra imagen
que aparece en la pantalla. También aquel que se atreve a sugerir
que el llamado camino ‘directo’ es superior a los denominados
caminos ‘progresivos’ —yo mismo caí en ello—, esa persona es
también una imagen en la pantalla, y de hecho, totalmente sin
importancia.
235
maestro ni nadie viviendo ‘en’ el buscador. De manera que, ¿de qué
estamos hablando?
236
lo universal? Como resultado, pues, tenía que desenmascarar y
poner en perspectiva muchas reglas y sistemas de creencias.
Especialmente las reglas de la New Age, o de la cristiandad, o del
budismo, o del hinduismo.
Mis experiencias espirituales empiezan en mi primera
juventud. Una que recuerdo en particular se remonta a mis 15
años. Mientras besaba a una chica, hubo súbitamente un momento
de total apertura. Podrías llamarla ‘experiencia espiritual’, pero ello
suena demasiado serio, demasiado religioso. Fue muy simple, muy
infantil, pero no obstante, muy físico. Es difícil hablar sobre ello,
pero podría describir esa experiencia como ‘pura presencia’. Fue
algo inesperado pero claro como el cristal, y al mismo tiempo, ‘yo’
no estaba involucrado en ello. De hecho, me pregunto si esta
experiencia en particular podría haber sido el impulso para mi
llamada ‘búsqueda espiritual’ ulterior. ¡Quién sabe!
Más tarde empecé a leer sobre yoga, y comencé a practicar
meditación trascendental cuando tenía 18 años. Durante mi
primera meditación trascendí una especie de frontera. Reconocí
que algo esperaba por mí, un vacío indescriptible, que también me
parecía familiar. Fue como si yo reconociera un viejo ‘sentimiento
de unidad’. Como si hubiera encontrado a un viejo amigo que era
más ‘yo’ que mi propia personalidad. Fue como volver a casa, a lo
indescriptible. ¡Y era tan familiar al mismo tiempo! Como
resultado de mi deseo de saber más sobre el asunto, empecé a leer
todo lo que caía en mis manos. Me volví un ‘buscador espiritual’.
En mi (aparente) camino, me topé con todo tipo de maestros,
algunos bajo la forma de libros (por ejemplo Yogananda, Jiddu
Krishnamurti, Osho, Da Free John, Sai Baba, Deepak Chopra,
Wolter Keers, Margo Anand, Jean Klein, Lao Tze, Alan Watts, Sri
Nisargadatta Maharaj, Ramana Maharshi), otros bajo la forma de
maestros o ‘gurús’ vivos (Armando Costa, Jacques Lewensztein,
Alexander Smit, Andrew Cohen, Ranjit Maharaj, Francis Lucille,
Douglas Harding).
Como decía anteriormente, unos fueron inspiradores, otros
más bien engañosos. Los experimentos de Douglas Harding,
especialmente, fueron una revelación para mí. La primera vez que
hice el ejercicio de ‘apuntar’, fue como si los cristales de mi
‘ventana’ se hubieran limpiado súbitamente. Creo que fue en 1995
ó 1996. Todo lo que había leído anteriormente en aquellos libros
quedó claro como el cristal. Estaba viendo, en lugar de escuchar
237
sobre ello. De la comprensión a SER. Más tarde tuve más y más
periodos de apertura, pureza y vacuidad total. Y aunque tenía la
impresión de estar en la pista correcta, mi hambre espiritual aún
no había quedado satisfecha. Leí aun más libros: entre otros, de
Justus Kramer Schippers, Eckhart Tolle, Ramesh Balsekar, Wayne
Liquorman, Suzanne Segal y Chuck Hillig. De modo gradual, todo
tipo de sistemas de creencias quedaron desenmascarados. No
obstante, todavía tenía un ‘camino espiritual’ en mi cabeza, una
‘meta futura’, incluso sin apercibirme de ello. Los ‘juegos del ego’
continuaban en alguna parte de una manera sutil: comparación,
anhelo, expectativas, idealizaciones, y así sucesivamente.
Por el otro lado, sentía que estaba sentado en un iceberg
derritiéndose, y que el mar sobre el que este iceberg se encontraba
flotando se calentaba más y más. Lo que todavía no entendía era
que yo mismo estaba hecho de hielo y que, finalmente, también
terminaría derritiéndome. Como aún pensaba que ‘yo’ (como
Jan) estaba ‘en camino’ a alguna parte, creía que tenía que realizar
progresos en el ‘camino espiritual’. Todavía esperaba algún
evento… Hasta que conocí a Tony Parsons. Durante el primer
encuentro, todas mis expectativas simplemente se evaporaron al
escuchar estas tres palabras: ‘Esto es ESO’. La idea de que había
un ‘camino’ quedó desenmascarada ahí mismo. Fue como un
amable ¡ZAS! Pero no fue ninguna revelación espectacular, ningún
evento místico ni nada por el estilo. En un momento atemporal,
todo se volvió completamente claro, de una forma sencilla y
natural. Todo el castillo de naipes se desplomó, de una manera
simple y ordinaria. Todas las preguntas habían desaparecido.
E incluso —ya después—, cuando los hábitos de la mente
pensante trataban de reconstruir el castillo de naipes, el aspecto
ilusorio de éste quedó absolutamente claro. Inicialmente parecía
como si Tony ‘cargara’ con mis esperanzas, hasta que ‘yo’ pudiese
ver que nunca había habido nadie buscando, o esperando. Así, el
‘ventilador’ se mantuvo girando durante un tiempo, aun cuando el
‘enchufe’ ya había sido desconectado. Mi mente pensante aún
trataba de enmendar las cosas, pero finalmente ‘abandonó’.
Entonces, todo lo que todavía esperaba en el campo espiritual se
desfondó. Vi que el buscador con el que me había identificado a mí
mismo nunca había existido, salvo como idea. Parecía a veces como
si Tony me tuviera en vilo, pero en realidad eran las propias
preguntas que yo le formulaba las que regresaban a mí como un
238
bumerán. En esa época tuve también inspiradoras conversaciones
sobre el tema con Nathan Gill. Él me decía: ‘Nosotros somos el
mismísimo Uno’. Él dejaba claro que todos somos conciencia, y
que no importa en absoluto en qué estado te encuentras. Una vez
que esto queda claro, ya no hay vuelta atrás. Retrospectivamente,
fue como si me hubiera encontrado a mí mismo en arenas
movedizas. Pero esa imagen es tan sólo una apariencia. La muerte
del ego era realmente tan sólo la muerte de una ilusión, y por tanto,
nada tan ‘especial’ como siempre había pensado que sería. En
verdad, nada ocurrió. La vida cotidiana continuó. Sólo el atemporal
‘esto es ESO’ permaneció.
239
‘espiritual’, ahora mismo me parece como si no hubieran ocurrido.
No significan absolutamente nada, y esto no es una especie de falsa
modestia. Ellas son tan sólo imágenes que aparecen ahora, que
aparecen en lo atemporal. Son como memorias de experiencias en
las que ‘yo’ no estaba presente. Entonces, ¿cómo atreverse a hablar
de ellas?… De cualquier modo, la unidad (el UNO) estaba allí
incluso antes, durante y después de las experiencias
trascendentales. El UNO también está presente, al cien por ciento,
durante esos momentos que etiquetamos como banales, o como ‘no
espirituales’. Cuando ves esto, ¿dónde vas a ir?
240
Joan Tollifson
¡Lo que tú eres es Aquí!
ENTREVISTA
241
Amigo: Entonces, es descubrir: ‘Nadie por aquí, nadie por
allí’ (como a Tony Parsons le gusta decir). Y así, no hay nadie a
quien maldecir, nadie a quien acusar, nadie a quien amar, ni a
quien rezar ni a quien responsabilizar, ni nadie quien ser.
Simplemente seguir con la vida y vivirla tal como es. Me lo
represento a menudo como una puerta giratoria: el anhelo y el
deseo te llevan a ella, pero finalmente te encuentras fuera de
nuevo, exactamente en el mismo lugar en que te hallabas. Así que
¿cuál es la diferencia? ¿Es por eso que uno se siente
desasosegado, engañado, desilusionado? ¿Es por eso que uno se
vuelve ‘adicto’ a la ‘puerta giratoria’, manteniéndose en la
búsqueda?
JT: No hay nadie que siga con su vida y que la viva tal como
es, ni nadie que entre, salga o gire en torno a alguna puerta
giratoria. Todo ello es una apariencia, una ‘historia’. Y no hay
ningún ‘tú’ que ‘regrese’ al mismo lugar. El viaje y el viajero son
imaginarios. Aquí es siempre aquí, y siempre ahora. Las
apariencias vienen y van, las historias toman forma y se disuelven,
las películas continúan, pero AQUÍ no viene ni va.
AQUÍ es(tá) Dios. AQUÍ es(tá) el Bienamado. AQUÍ es(tá) ‘lo
que ES’. AQUÍ es(tá) la pura conciencia. AQUÍ es(tá) el amor
incondicional. AQUÍ es(tá) ‘lo que tú eres’.
El desasosiego y la desilusión son bellos. Son una invitación (a
‘nadie’) a abandonar completamente toda esperanza, toda creencia:
dejar que el barco se hunda. ¿Y qué es lo que queda? Lo que queda
es [está] AQUÍ. TÚ. ESTO.
Si la mente trata ahora mismo de ver este AQUÍ como un
objeto, o figurarse lo que ESTO es, o de captarlo, habrá frustración.
La mente no puede aferrar aquello que lo incluye todo y que no
está contenido en nada.
Todas las cosas (incluyendo el aferrarse, la búsqueda y la
frustración) son permitidas exactamente tal como son, y no por
algún ‘tú’ que finalmente realiza de forma correcta la ‘aceptación’,
sino por este AQUÍ y AHORA que es Omnipresente e Inevitable.
AQUÍ acepta todo. Es el corazón de todo. Es todo lo que es.
Cualquier sentido de separación o división es sólo una apariencia.
Y esa apariencia está también AQUÍ. Ella, también, es lo que ES.
242
Lo que ES (AQUÍ) no puede hallarse porque nunca se perdió.
No puede verse, porque es el ver mismo. Es invisible, y no
obstante, brilla en todas partes: en cada trabajo de arte y en cada
trozo de basura, en la actividad aparentemente más ‘iluminada’ y
en la aparentemente más ‘neurótica’. Cuando esto se ve, no queda
ya impulso para buscar en ningún ‘otro’ lugar, porque no hay
ningún ‘otro’ lugar.
Las palabras son tan sólo palabras: sonidos juguetones
surgiendo desde ningún sitio. Como todo lo demás, aparecen AQUÍ
por un instante, y luego se desvanecen. AQUÍ permanece.
Todo lo que pensabas que iba mal contigo está perfectamente
bien.
243
iluminación, como si eso fuera algo que ‘uno’ pudiera hacer (o
dejar de hacer).
La verdad es que hay simplemente ‘lo que es’, tal como es.
Nada de ello es personal. Es un único tapiz, inseparable y sin
divisiones. Las líneas divisorias están únicamente en la mente, no
en la realidad.
No hay ningún ‘yo’ separado que pueda ser (o no) auténtico.
Decir una ‘mentira’ es tan auténtico como decir la ‘verdad’. Comer
carne es tan auténtico como comer vegetales. Enojarse, o comerse
las uñas, es tan auténtico como meditar o dedicarse a las buenas
obras.
Aquello que es verdaderamente auténtico (innegablemente
verdadero y genuino) es ESTO, que no puede estar contenido en
ninguna palabra; ESTO, que incluye absolutamente todo y que no
es posible mejorar; ESTO, que ha sido señalado con palabras tales
como: Aquí, Ahora, Presencia, Vacío, Escucha Pura, Ver, Ser, el Sí
Mismo, ‘lo que es’. ESTO es innegable. Inescapable. ESTO no es
una creencia. Es la única cosa de la cual estás absolutamente
seguro, ahora mismo, sin ninguna duda. Tú sabes que estás aquí.
No necesitas de un espejo ni de alguna autoridad externa o curso
de estudios para saberlo. Ver está ocurriendo, escuchar está
ocurriendo, por sí mismos. Esto ES. ESTO es innegable.
Cualquier idea (o ideal) sobre personas ‘iluminadas’ viviendo
‘vidas iluminadas’, son tan sólo ideas que tienen que ver con un
personaje ficticio en una película. Tales ideas son una forma de
‘restricción’ o ‘supresión’ (para utilizar tus propias palabras), pero
incluso esa restricción o supresión, son también, genuinamente, ‘lo
que es’, y no pertenecen a nadie. Son una apariencia impersonal,
como el clima. Unos días el clima es soleado y claro, otros, ventoso
y salvaje, y otros más, tormentoso y oscuro. No significa nada.
Simplemente ES. Nos encanta idealizar a las personas,
especialmente a los muertos, especialmente a los ‘gurús’ muertos.
Nos encanta imaginar que carecen de fallas, que son perfectos, que
son vegetarianos.
Uno de mis principales maestros, Nisargadatta Maharaj,
fumaba cigarrillos y murió con un cáncer de garganta. Vendía
cigarrillos para vivir. Vivía cerca de una zona ‘roja’ en Bombay. Se
encolerizaba, gritaba a la gente, los arrojaba fuera de su satsang.
Nunca lo conocí en persona, pero eso es lo que he escuchado.
Pienso que ello era parte de lo que me lo hacía atractivo. Me quedó
244
instantáneamente claro que ‘despertar’ no significaba que una
tenía que parecerse a Ramana Maharshi, o a Thich Nhat Hanh. No
tenías que ser alguien con modales suaves, ni tener un aspecto
beatífico o gentil, ni comer vegetales.
Otra persona que fue muy importante para mí fue Tony
Parsons. Cierta vez comentó, medio en broma, que las personas
que venían a verle estaban abandonando el vegetarianismo, o
subiendo de peso, o muriendo de ataques al corazón. Decía: ‘No
tienes manera de no estar en gracia. Todo lo concerniente a ti es
total, absoluta y perfectamente apropiado’. Escuchar eso era
enormemente liberador. Me di cuenta cuán atrapada había estado,
tantísimo tiempo, tratando de perfeccionar al ‘personaje’, o de
tener alguna experiencia de despertar impresionante, o de librarme
de algunos pequeños hábitos neuróticos, o de intentar convertirme
en alguien ‘mejor’, o de hacer que ‘algo’ (distinto de ESTO)
ocurriera.
Me di cuenta de que toda esta búsqueda de auto-perfección (e
iluminación personal) era una película, un sueño. La película era
absolutamente perfecta sencillamente tal como era. ¡Era una
magnífica película! Pero, al fin y al cabo, una película. Nada
concerniente a Joan necesitaba cambiar. Ningún ‘Big Bang’ era
necesario. Fue una revelación ver que todo el esfuerzo de Joan por
‘despertar’ de la película no era más que otra parte de la misma
película. El ‘despertar’ que yo había estado buscando con
desesperación, de hecho nunca había estado ausente. Pero este
‘despertar’ no era una experiencia a ser experimentada (porque
cualquier experiencia no sería sino otra escena de la película), y no
le ocurría a Joan, porque ¿cómo un espejismo iba a ‘despertar’ de
un espejismo?
Cuando escribo o hablo sobre este asunto ‘espiritual’, siento, al
parecer, una abrumadora compulsión por revelar las idiosincrasias
y neuróticas rarezas de este personaje: Joan. Alguna gente dice que
soy muy valiente y honesta y genuina. Pero en verdad, ello es tan
sólo lo que ocurre. No lo puedo controlar. No estoy tratando de
ser así. En verdad, durante largo tiempo, estuve tratando de no
hacer eso. Tenía la idea de que ‘yo’ quería decir y escribir
únicamente la ‘Pura Verdad’, y pensaba que esto significaba dejar
atrás toda la historia de Joan y de su neurótica y caótica vida, y
hablar y escribir únicamente sobre la conciencia pura (¡sea eso lo
que fuere!). Lo que eventualmente se vio es que la verdad pura
245
es todo lo que hay. Nada necesita ser logrado o abandonado. El
caos de la vida diaria es, en verdad, la perfecta expresión de la
verdad. Ahora mismo, ¿qué es auténtico? Esa es una gran
pregunta. Y sólo hay una única respuesta: ‘lo que es’, tal como es.
246
entre estos dos ámbitos. El mundo mismo me parecía muy real, y
me parecía que este proceso de volverse más y más despierto y
presente era crucial, no sólo en cuanto a resolver mis problemas
personales, sino también en cuanto a resolver los conflictos
globales mayores. Me imaginaba a mí misma comprometida en lo
que Toni Packer llamaba ‘el trabajo de este momento’: observar,
explorar, prestar atención. El tono, a nivel de sensación, era muy
serio y sobrio.
Advaita, por otro lado, parecía no tomarse el mundo en serio.
¡No parecía tomarme en serio! ¡Tampoco parecía tomarse en
serio el paradigma evolutivo! ¡Ni tampoco preocuparse con la
observación o con el ‘prestar atención’! Comencé a sentirme más y
más a gusto en escenarios espirituales donde las personas reían
ruidosamente y se miraban abiertamente a los ojos y hablaban
sobre el amor y la devoción. Entonces conocí a Wayne Liquorman y
luego a Tony Parsons, ambos intransigentemente No-Duales, y
deliciosamente irreverentes y no-espirituales. Todo ese tono
sobrio, serio, el ‘prestar atención’, el ‘estar presente’, el ‘trabajar
este momento’, la ‘empresa espiritual’, todo ello colapsó. Había
sólo ‘LO QUE ES’. Nada más ni nada menos.
Una vez que la espiritualidad se organiza e institucionaliza,
aparecen las limitaciones. La gente empieza a creer que ello sólo
puede ocurrir en un entorno particular, o que requiere de una vida
externa de quietud, o de comida vegetariana, o cualquier cosa de
esa naturaleza. La personalidad del maestro queda confundida con
la naturaleza del despertar, así que si, por ejemplo, el maestro tiene
una personalidad beatífica, entonces la gente comienza a pensar
que el despertar debe lucir beatífico. La gente adopta conductas,
dietas y estilos de vida que imaginan ‘espiritualmente correctos’.
Para mí, una de las cosas liberadoras del mundo de Advaita fue
la ruptura con todas las formas o ideas que aún conservaba sobre
lo que era (o no) espiritual. Fue como romper un huevo. El
verdadero bhakti, en lo que a mí concierne, no tiene que ver con
adorar (o adular) a algún gurú —aun cuando puede haber un gran
amor por el gurú— sino sencillamente con el claro ver.
Cuando estás enamorado te deleitas con cada detalle y cada
rasgo del amado. Tú eres absorbido en el amado. Tú ves sólo
belleza. No retienes nada. No te restringes. Todas las inhibiciones
se derriten. Quedas completamente desnudo. No puedes encontrar
la línea divisoria entre el amante y el amado, entre el que ve y lo
247
visto, entre el que da y el que recibe. Tú desapareces. Estás
enamorado de todo. El mundo entero parece brillar y centellear.
El despertar no es sobre enamorarse de algún objeto en
particular; es sobre el amor incondicional, que sólo ve al Amado,
en todas partes. El darse cuenta, por su misma naturaleza, acepta
todo. Esto es verdadero amor. Esto es lo que, de hecho, ES. No lo
que una persona hace.
Tengo una sección en mi libro sobre el bhakti:
248
algún sentido a mi vida? ¿Era lo suficientemente buena, lo
suficientemente clara, lo suficientemente ‘despierta’ para este
trabajo? ¿O era yo un fraude? ¿Debería cobrar dinero? ¿Debería
convertir esto en una forma de ganar dinero? ¿Podía convertir esto
en una manera de vivir? ¿Lo aprobarían mis maestros?
Ahora simplemente ocurre. Mañana podría dejar de ocurrir.
No tengo idea. Ya no pienso si ello es espiritualmente correcto, o
no. No tengo ningún sentido de misión, en lo absoluto. Ningún
sentido de que estoy sirviendo a la gente, o ‘despertándoles’, o
participando de alguna gran ola evolutiva. Nada de eso. Ello
simplemente ocurre —o parece ocurrir—, y me queda muy claro
que no hay ningún ‘yo’ haciéndolo, que no hay forma de que ESTO
sea de otra manera.
249
personas ‘iluminadas’. Aquel que pretenda estar ‘iluminado’ está
engañándose. Claridad es la aceptación que abraza
absolutamente todo. Esta aceptación no es algo que la persona
‘hace’. Es una descripción de lo que siempre-ya, ES. Todo ESTÁ
siendo aceptado — ahora mismo.
Podría describir muchos cambios en el carácter de Joan a lo
largo de lo que aparece como ‘tiempo’ (alguna vez fue alcohólica,
ahora no; en una época buscaba desesperadamente la iluminación,
ahora ya dejó de hacerlo; alguna vez su pelo era rubio, ahora es
gris; en un tiempo acostumbraba pensar que estaba más cerca de la
verdad cuando meditaba que cuando comía papas fritas, ahora ese
pensamiento aparentemente ha dejado de surgir). Pero esos
cambios son detalles argumentales de una película. Son fantasía,
son incidentales. No significan nada.
Enfocarse en esa clase de cambios (en mí o en ti o en cualquier
otro) es enfocarse en los detalles argumentales de una película. No
hay nada malo en ello, pero no te llevará ni un solo paso más cerca
de la pantalla que la película que está proyectándose ahora mismo.
De hecho, la pantalla está allí en cada uno de los momentos de la
película, y tú estás realmente viendo la pantalla todo el tiempo
que estás observando la película. Está igualmente presente en una
escena de conmovedora belleza que en una escena de escalofriante
terror. Del mismo modo que un espejo es todo lo que estás viendo
realmente en cada uno de sus aparentes reflejos (todas estas
analogías se resquebrajan más allá de cierto punto, así que no te las
tomes demasiado literalmente, o quedarás atascado en ellas).
Cualquier ‘pantalla en blanco’ o ‘espejo vacío’ que creas haber
encontrado es tan sólo otra imagen en el espejo, otro reflejo: tú
eres el ver mismo, ninguna ‘cosa’ en absoluto. Tú eres el AQUÍ-
AHORA que ESTÁ aceptando todo, aceptando incluso la aparente
no-aceptación.
Es muy simple. Aquí mismo, ahora mismo, no hay ninguna
‘Joan’. En absoluto. Estoy hablando desde mi experiencia directa,
no desde alguna creencia. Mira por ti mismo y ve si no es así. Hay
sólo sonido, sensación e imágenes visuales. Eso es todo lo que hay.
No hay ninguna ‘Joan’, ni ninguna ‘iluminación’, ni ninguna
‘claridad’, ni ningún ‘pasado, ni ningún ‘futuro’, ni ningún
‘presente’, excepto en la mente. El pensamiento y la memoria y la
imaginación tejen la historia de ‘mí’ (y la de ‘otros’ y la del
‘mundo’). Crean la ilusión del tiempo y de la continuidad. Y muy
250
pronto el proyector está rodando, y tenemos película tras película,
sensacionalmente realistas todas ellas, pero todas pura fantasía.
Joan y Su Camino Hacia la Iluminación. Joan y Sus Fracasos. Joan
y Sus Éxitos. Cómo Joan Ha Cambiado Ahora Que Hay Claridad.
Cómo Joan se Compara con Ramana Maharshi… ¿Es Ella o no es
Ella? Y dale que dale… y todo es como lo que ocurre cuando
prendes tu televisor. Incluso si el programa es pura basura, si lo
miras por más de medio minuto empezarás a quedar absorta en él.
Es así como albergamos la idea de que el objetivo de la
espiritualidad es apagar el televisor y mantenerlo apagado. Y ese es
el objetivo de muchas escuelas de meditación. Pero esa práctica de
meditación es también un programa de televisión. Todavía se cree
en la ilusión-raíz: de que hay ‘alguien’ que supuestamente tiene en
sus manos el control remoto y mira la TV. Ese alguien no existe.
Ver está ocurriendo, pero no hay nadie que esté viendo. Eso
puede ser investigado ahora mismo. El ‘yo’ que está viendo,
leyendo, comprendiendo estas palabras, es un pensamiento
posterior, una imagen mental. Ver simplemente ES.
Todo simplemente ES.
251
Leo Hartong
Despertando al sueño
Pregunta: Hace poco aparecieron en mi interior ciertas
‘formas’ (no utilizo ni drogas ni alcohol). ¡Eran tan hermosas y tan
extrañamente familiares! Parecía como que la conciencia de ellas
empezó cuando comencé a realizar ciertos ejercicios de
imaginación (creados a través de ‘mí’). Si hay algo que le gustaría
comentar, por favor, se lo agradeceré.
252
ser un ‘alguien’. Sí, hay maravillosas experiencias (experiencias
‘pico’ o experiencias místicas) que son a menudo confundidas con
la iluminación. La verdadera iluminación ya está totalmente
presente, pero, en tanto la mente piense que es algún tipo de
experiencia, este hecho se pasará por alto.
Tu verdadera identidad es el sujeto último, el cual es
consciente de todas las cosas sin esfuerzo. Para este sujeto último
—esta presencia observante— todas las cosas que aparecen son
un objeto, incluyendo los pensamientos, el ego y la mente. Desde
este ángulo, la mente aparece en la conciencia. Desplaza la
atención de la experiencia al experimentar mismo, de lo visto (la
mente) al ver, y de lo conocido al conocer, y todo quedará claro.
Ver jamás puede ser visto por el ojo, y este conocer jamás puede
ser objeto de sí mismo, por cuya razón está —como suele decirse—
más allá de la mente.
Te deseo la claridad que anhelas. ¡Pero cuidado! Ello puede
aniquilar el ‘tú’ que anhela esa claridad.
LH: Los métodos para encarar las emociones están muy bien,
pero pertenecen al ámbito de la psicología, y tienen poco o nada
que ver con el claro ver. Esos métodos son para confortar y ajustar
a la ‘persona’. Lo que aquí se discute es sobre ver ‘a través’ de la
persona como a través de una ilusión, y no sobre proporcionarle
métodos. Que el trabajo de la persona sobre la persona tenga éxito
es tan improbable como el que una trampa logre atraparse a sí
misma.
El problema con tratar de llegar ahí es que, automáticamente,
te confirma que no estás ahí. Te confirma que realmente hay un
‘tú’ separado que tiene que llegar a algún lugar más tarde. Esto
mantiene la ilusión de separación y la ilusión del tiempo intactas y
253
muy vivas. No hay realmente ningún personaje separado que vaya
a alcanzar algún estado futuro de a-temporalidad.
Esto trata sobre el reconocimiento de qué es en verdad eso que
vive, piensa, ve, y respira ‘como’ y ‘a través’ del aparente personaje.
Es la Sustancia-Una. Es tal como es, simplemente esto. Presencia-
conciencia. El ‘pequeño tú’ no puede llegar a estabilizarse en esto,
pues tú eres esto.
254
Relájate en el ver. Advierte que todo lo que surge es lo visto.
Aparece, persiste por un rato, y desaparece. Pero el ver (tu
verdadera identidad) permanece.
Los pensamientos cargados de enojo no tienen ningún poder.
El único poder que parecen tener viene desde más allá de ellos y de
la creencia de que son tus pensamientos. Observa el pensar (tú
eres el observador), ve cómo los pensamientos surgen por sí
mismos, y sólo después de haber surgido, aparece el pensamiento
de que eres tú el que tuvo esos pensamientos. Nuevamente, éste no
es sino el siguiente pensamiento, espontáneo y que surge por sí
mismo.
No aceptes ni rechaces esto simplemente, sino verifícalo por ti
mismo. Ningún otro puede hacerlo por ti.
255
muy difícil, o que simplemente es una farsa utilizada para eludir
preguntas.
Como siempre, yo señalo hacia ‘atrás’, a eso que es consciente
de la mente. Es anterior al pensamiento y más allá de lo ‘simple’ y
lo ‘complejo’. Es eso que se expresa vía la mente como el
pensamiento ‘yo soy’. Pero tú eres antes de que ese pensamiento
pueda surgir. Permanece con eso, y todas las preguntas que te
distraen de la verdadera esencia se disolverán.
256
la instalación eléctrica como aquello que provee la electricidad.
Cuando la bombilla escucha sobre esta electricidad inmortal, puede
que diga: ‘Sí, pero cuando esta instalación eléctrica dentro de mí se
descomponga, la luz desaparecerá, y eso será mi fin’. Si la bombilla
viera que la luz se origina en la electricidad y no en la instalación,
reconocería a aquélla como su verdadera naturaleza. Eso que le da
vida y que no es afectado por la ‘muerte’ de la bombilla.
Todo lo que puedo sugerir es descubrir cuán real es este ‘yo’
que podría morir. La certidumbre de que no eres el cuerpo tiene
que abrirse paso y ‘quemar’ todas las dudas. Descubre y reconoce
la electricidad que ‘enciende’ tu ‘instalación’. Este reconocimiento
no te puede ser entregado, dado que ‘elimina’ al ‘tú’ que piensas
que eres. Ve si este ‘tú’ que supuestamente efectúa el pensar se
puede hallar aparte del propio pensamiento. Ve si hay realmente
un ‘tú’ que ‘efectúa’ el pensar y el vivir. Si no puede encontrarse,
entonces ¿quién es el que va a morir?
En tanto te creas a ti mismo limitado al organismo cuerpo-
mente en lugar de la ‘energía anima-dora’, serás como la bombilla y
te ‘venderás demasiado barato’.
257
conciencia. pero en realidad hay conciencia del ‘tú’-ego. El re-
conocimiento de este presencia observante no es algo a ser
practicado por una entidad aparentemente separada. Es el re-
conocimiento impersonal del siempre-presente uno-yo-conciencia-
realidad. Así que sí: el observar estaba ahí cuando pensabas que
no estaba, porque algo estaba consciente del aparente espacio-
tiempo en el que pensabas que tú no efectuabas el observar. En
último término, no hay siquiera un ‘tú’ separado que lo efectuara.
Las idas y venidas del ‘tú’ que trata de observar, están siendo
observadas.
258
No veo ninguna razón para que la conciencia misma deba ser
excluida de esta regla de la ‘prueba-del-tiempo’.
259
LH: Lo principal es ver que no hay ningún ‘yo’ que escape o no
del círculo vicioso. Tampoco es ‘tu’ mente; es tan sólo ‘mente’. Ni
tampoco eres ‘tú’ el que tiene que ver esto. Hay únicamente ver,
sin ‘alguien’ efectuando el ver. La estructura de nuestro lenguaje
demanda el que haya un ‘yo’ que efectúe el ver, y entonces se olvida
que este mismo ‘yo’ no es otra cosa que lenguaje-pensamiento. El
‘yo’ en la expresión ‘yo pienso’ tiene tanta sustancia como el ‘[ello]’
en la expresión ‘[ello] llueve’.
Observa y advierte que los pensamientos tan sólo aparecen, sin
un ‘tú’ efectuando el pensar, y entonces ya no serán vistos como
problemáticos. Es simplemente ‘lo que es’, completo en sí mismo y
sin ninguna necesidad de alteración o modificación.
También se puede ver que algo es consciente de la actividad de
la mente, pues de otro modo no podría ser reportado. Esta
conciencia no puede ser un objeto para Sí Misma. Es el conocer
que no puede ser conocido y el ver que no puede ser visto. Es el in-
experimentable experimentar mismo. Tú eres eso.
Esperar a que esto llegue a quedar claro es, de nuevo, tan sólo
pensamiento espontáneo y que surge por sí mismo, lo cual es tan
sólo la manera en que eso aparece ante Sí Mismo, y no ‘tú no
consiguiéndolo’. Todas-las-cosas son eso y tú eres eso. Eso no es
algo que tú puedas postergar hasta el día de tu muerte; eso es lo
que verdaderamente eres, exactamente igual que ola y océano son
‘una sola agua’. Ello es así incluso cuando eso está expresándose
como el aparente ‘tú’ separado y todo lo demás que aparece,
incluyendo estrellas, pájaros y dudas, sea que ello sea o no así
realmente.
Como tú decías: ‘Nada ocurre’. Eso es como es, y no hay
necesidad de esperar a que ocurra alguna experiencia. Todas las
experiencias vienen y van, pero eso —que es consciente de todo
ello— no viene ni va. Es el espacio consciente en el cual todo
surge y se disuelve, del mismo modo que los pensamientos de ayer
aparecieron y se disolvieron nuevamente.
No hay ningún ‘tú’ que tenga una vida que encarar. Es decir, la
vida —eso— simplemente está ‘viviendo’ la vida, y lo hace también
como ‘tú’. El dolor puede surgir, el placer puede surgir, pero eso
en lo cual todo ello surge es la alegría sin-causa que no conoce
opuestos. Eso es el corazón inmóvil en el centro de la tormenta,
eso es el espejo auto-reflejante, no afectado por aquello reflejado,
sea lo que fuere. Tú eres eso.
260
Pregunta: ¿Es este estado ‘despierto’ la realidad última? ¿El
pináculo de la evolución? ¿Cómo puede saberse con certeza que no
hay nada más que esto? ¿Cómo puede haber la certidumbre de que
es así?
261
como una flecha capaz de señalar en todas las direcciones, excepto
hacia sí misma. Esto es eso, tú eres eso.
262
La felicidad no es algo que consigues sino lo que esencialmente
eres. Es el espacio consciente en el cual los opuestos del dolor y
el placer surgen. Es el profundo silencio desde el cual todas las
cosas surgen y en el cual nuevamente se disuelven. Es la alegría
sin-causa, no afectada por las preocupaciones; como un espejo, no
es afectada por aquello que refleja. Tú eres eso, tú eres el espejo en
el cual tanto ‘tú’ como el sufrimiento en curso, quedan reflejados.
Si esto es reconocido y aceptado —por ninguno—, hay paz. El
sufrimiento puede continuar o abrirse una ruta de ‘salida’, a nivel
relativo. Eso que verdaderamente eres es la felicidad misma y no
hay ‘ninguno’ que pueda perseguirla. Es simple y puro ser. Tú
eres eso.
263
c) ¿Cuál es la diferencia, al ver a un mago en el escenario
aserrando a tu novia por la mitad, entre creer que es real, y saber
que es un simple truco?
264
sino porque las palabras son siempre símbolos de ‘algo’; nunca son
la cosa misma.
En el caso de la manzana, las palabras pueden señalarte dónde
encontrar a un vendedor de manzanas o dónde encontrar un árbol
de manzanas, pero saborear la manzana es algo que sólo puedes
hacer tú. Para tu pregunta sólo puede haber una señalización de
esa cualidad-viviente que te permite a ti formular esa pregunta.
Un ‘saboreo’ del ‘árbol de la iluminación’ disolverá a aquel que
‘saborea’, y únicamente quedará el ‘sabor’.
265
Pregunta: Tu libro es tanto consolador como provocador.
Nadie puede ser ‘iluminado’ o ‘despertado’. Una máscara puede o
no ser despertada dentro del sueño, pero ello es irrelevante, hasta
donde puedo entender.
Pero dime, por favor: ¿Es de alguna relevancia que eso, siendo
el actor, se esfuerce? Porque no soy ‘yo’ el que está esforzándose,
sino el Único Yo, actuando como ‘yo’. ¿Es ser ‘bueno’ o ‘malo’ de
alguna relevancia? Si el Único Yo representa todos los papeles, ¿es
Gandhi —aunque también Saddam— sus actos? ¿Son marionetas,
por así decirlo?
266
Pregunta: En tu libro dices que la conciencia pura es la
realidad última no dual. ¿Cómo podría ser así? ¿No necesita la
conciencia algo de lo cual estar consciente? ¿Y eso no significa
acaso que la conciencia es dualista?
267
es todo lo que hay]. ‘Esto es Unicidad Absoluta, mágicamente
disfrazada como multiplicidad’. ‘Esto es el Misterio, Esto es eso’.
268
Luz’ de mi libro [Awakening to the Dream], yo rememoro una
experiencia mística así. En efecto, esta experiencia fue precedida
por una profunda depresión, experiencia que por aquel momento
yo tomé como ‘iluminación’.
Actualmente ya no suscribo este punto de vista, y agregaría
que, si hay algo que deseemos etiquetar como iluminación, será el
reconocimiento de que no hay nadie a ser ‘iluminado’; que el
‘despertar’ es libertad de la persona, más que libertad para la
persona; y que no es una experiencia, sino el experimentar
mismo.
‘Libertad de la persona’ a menudo se traduce a la idea de que
deberíamos librarnos a nosotros mismos de nuestro ego. Cuando
este concepto se ve por lo que es, se advierte que no es otra cosa
que la ilusión misma del ego. El fútil esfuerzo de liberarse del
propio ego puede llevar al agotamiento y a la frustración, que
puede sentirse como ‘la ‘noche oscura del alma’.
Sin embargo, esta dolorosa experiencia no es obligatoria, pues
el despertar puede también ocurrir sin tales forcejeos; puede haber
un gentil ‘dejarse ir’, o bien ocurrir súbitamente. Al margen de la
manera como ocurra, es el final de la búsqueda, así como el final
del buscador. Ninguna meta futura ni nadie presente. Tan sólo
presencia.
269
La versión larga: la forma no existe separada de la sustancia.
La piedra es la sustancia, la estatua es la forma. La forma puede
cambiar, pero la sustancia permanece la misma. La piedra y la
forma, lo inmutable y lo cambiante, no son sino dos ‘términos’ o
extremos conceptuales de la Conciencia-Una. Y lo mismo con la
perspectiva localizada y no-localizada.
Aun cuando la perspectiva localizada está presente, hay algo
silenciosamente consciente de ésta. Esta conciencia no puede en Sí
Misma estar localizada. Si la localizamos entre los oídos y detrás de
los ojos, como muchos hacen, entonces nuevamente eso que es
consciente de esto, permanece como el sujeto no-objetivable.
La mejor respuesta al ‘¿por qué?’ de tu pregunta, es ‘¿por qué
no?’. Es el modo como el juego es jugado, entre la contracción y la
expansión; es la naturaleza de eso aparecer como la aparente
diversidad, incluyendo las ‘personas’. Podríamos incluso decir que
una ‘persona’ no es otra cosa que una perspectiva localizada.
Como la persona, eso puede realizar que su esencia no es
diferente de la Totalidad, pero mientras la Totalidad-Sustancia-
Una se exprese como tal, la perspectiva localizada permanecerá
intacta. Esta perspectiva puede ser reconocida como una
ocurrencia temporal, mientras que el verdadero Yo es realizado
como eterno: presencia no-localizada.
270
cortando a través de los círculos. Aunque éstas son tres direcciones
diferentes, todas ellas acaban en el mismo lugar.
A la pregunta sobre si hacer o no un esfuerzo, yo respondería
que es la creencia en una entidad separada la que causa el
verdadero problema. Debido al esfuerzo, la búsqueda y la acción, la
separación y la idea de ‘no estar aún allí’ son reafirmadas. Por otra
parte, yo no diría que no puedes hacer nada, sino que te sugeriría
que eches una mirada para ver si realmente hay un ‘tú’ separado
que pueda hacer algo en absoluto. Si este ‘yo’ separado no puede
encontrarse —y esto debe quedar absolutamente claro—, el ‘buscar’
y el ‘tratar’ se desprenderán por sí mismos.
271
LH: Muchas de estas personas dicen que la verdad última no
puede ser objetivada, que no puede ser aprehendida por la mente y
eso por supuesto no excluye a sus ‘propias’ mentes. Ramesh dice a
menudo: ‘Lo que aquí se dijo no es la verdad’. Tony Parsons señala
las contradicciones que ve en ciertas enseñanzas, pero agrega: ‘Por
supuesto, toda esta confusión es tanto una expresión de la
Unicidad como la revelación de Ella’.
272
LH: No todo el mundo tiene esta comprensión. Aquellos que sí
la tienen —y están claros al respecto— saben que están vendiendo
agua en las cercanías de un río.
273
sentido de separación puede disolverse para revelar al Uno más
allá de toda dualidad.
* La iluminación no es algo difícil o remoto, accesible sólo por
una pequeña élite. De hecho, no es posible ‘lograrla’ en absoluto,
sino que se revela a sí misma a través de la remoción de la ilusión
de que hay una entidad individual ‘en control’.
* No hay reglas fijas sobre cómo deberá ocurrir el despertar. El
problema con las ideas preconcebidas sobre el tan cacareado Santo
Grial de la Verdad o sobre la ‘envoltura’ con la que será ‘entregado’,
es que tales nociones evitan que el buscador pueda ver que la
liberación que está buscando está siempre presente y es accesible
instantáneamente.
274
Aprender, madurar y ayudar a otros puede aún aparecer, sin la
idea de que el punto de destino es más importante que la jornada.
Y lo que es más: toda la idea de ‘jornada’ y ‘destino’ puede
desecharse en favor de la simple, clara y maravillosa presencia.
Puede aún haber ‘ayuda’ cuando ella es requerida, pero no de parte
de un ‘yo’ a ‘otro’. Es tan sólo el YO abrazando al YO.
La mente está acostumbrada a tener razones para hacer algo.
Desea encontrarle significado y asignarle un valor, pero cuando
‘tú’ comienzas a cogerle el swing a la cosa, se ve —por ninguno—
que ESTO, tal como es, es su propio cumplimiento. Se ve que la
razón de ser es el ser mismo, y que cuando el ser se manifiesta
como tristeza, puede ser amado como tal. El Amor Incondicional
no rechaza nada, ni aun el sentido de pérdida. Dejar a esos
sentimientos ‘negativos’ desplegarse y disolverse es la cosa
‘amorosa’ a hacer.
Sé amoroso con tu YO.
LH: No soy ‘yo’ quien juega el juego. Es tan sólo ESO jugándo-
ME. Es anterior a relevante-irrelevante, las cuales son tan sólo
etiquetas y modificaciones en la corriente de la vida. No hay
ningún ‘yo’ que sea el hacedor; hay tan sólo ESO apareciendo
COMO tú, yo y todo lo demás. Ahora, hay un ‘tipear’ teniendo
lugar. Ahora —como tú— hay un ‘leer’ teniendo lugar. Ahora,
aparece el siguiente pensamiento como una burbuja en una copa
de champán, a lo que puede (o no) seguir una acción. Todo ello
ocurre espontáneamente, no ‘para’ o ‘por’ nosotros, sino COMO
nosotros.
No tomes esto de un modo ‘personal’ porque no puede ser
personal: el juego cósmico consiste en que no hay ningún ‘tú’ que
lo comprenda o escoja los juguetes para disfrutar del juego o dejar
de sufrir. Hay sólo la Energía-Una tomando todas esas diferentes
formas y vibrando en todos los patrones posibles. Hay ESO
275
simplemente, apareciendo COMO comprensión, sin ningún ‘tú’
efectuando la comprensión. Como digo en el Boletín 15:
Por supuesto está muy bien utilizar la palabra ‘yo’, del mismo
modo que es correcto y conveniente utilizar la palabra ‘ello’,
siempre que se reconozca como la abstracción que es.
Tú preguntas: ‘¿Es ésta la realidad de las cosas?’. En un sentido
absoluto, no hay ninguna ‘cosa’. Todo es Uno apareciendo ante Sí
Mismo en diferentes aspectos, formas y patrones. Del mismo modo
que un millón de estatuas de arcilla son todas esencialmente la
misma Sustancia Una. Ve a través de la ilusión de la diferenciación,
y la Sustancia Una es reconocida como la verdadera esencia de
todas las estatuas aparentemente diferentes.
Mantenlo simple. No-Dual… No Dos… ¡Uno! Sea lo que fuere lo
que ‘tú’ piensas, es ESO pensando COMO tú. Sea lo que fuere lo que
‘tú’ hagas, es ESO haciéndolo COMO tú.
276
quema, el viento aún sopla, la lluvia cae y el sol brilla, para todos…
y para ninguno.
No es tanto que uno quede liberado del sufrimiento como que,
más bien, se ‘realiza’ que no hay ‘nadie’ a ser liberado. Esta
perspectiva se señala en la siguiente cita atribuida al Buda.
277
La ola puede reconocer su verdadera naturaleza como nada
más que océano, aun cuando despliega las propiedades de una
aparente ola separada.
Se puede ver de la misma manera que la ola-‘persona’, con
todas sus preferencias, agrados y desagrados, no es sino una
expresión del Yo. La persona y sus preferencias pueden aún
aparecer. En tanto el cuerpo-mente esté presente, sus limitaciones
y condicionamiento se mantendrán funcionando a un cierto grado.
El condicionamiento puede menguar cuando se ve por lo que es, es
decir, no otra cosa que una modificación más de la conciencia que
tú eres.
Recuerda: tú no puedes estar equivocado, dado que el aparente
‘tú’ separado no es sino una expresión del verdadero TÚ. Si el
desacuerdo con Bush apareciera, reconócelo como parte del nivel
relativo en donde el juego parece real, es decir, en donde un
aparente personaje está en desacuerdo con un aparente ‘otro’.
Simplemente déjalo ser. Puedes estar en desacuerdo, pero con un
guiño y una sonrisa, y saber que todo es el Uno/Tú efectuando su
danza.
Como dijo Meher Baba: ‘No te preocupes. Sé feliz’.
278
Esta historia se usa a menudo para señalar la naturaleza
ilusoria del mundo. El mundo, visto como una colección de objetos
separados por una persona separada, es la ‘serpiente’ en la ‘soga’.
La aparente serpiente/separación es una proyección, es decir,
‘irreal’. Lo ‘real’ es conocer la totalidad de la manifestación como
ninguna otra cosa que el UNO apareciendo ante Sí Mismo:
apareciendo como variación y aparente multiplicidad.
He aquí un poema budista que ilustra esto:
Plop. ¡He ahí! ¡Ninguna otra cosa que ESO (lo cual está vacío
de materia) llena todas las esquinas del Universo! Montañas,
ríos, el mundo entero, tú y todos los demás, manifiestan el cuerpo
del UNO.
279
cuando se aplica la mente al misterio del ser. Podemos intentarlo
mediante elegantes teorías, como la de la evolución biológica por
ejemplo. Antes de ello podríamos percibir la formación de estrellas
y galaxias. Antes aún, podríamos imaginar la ‘primera luz’ del Big
Bang y el comienzo del tiempo. Aquí la lógica lineal tiene que
detenerse. La mente no puede imaginar aquello anterior al tiempo,
dado que ‘antes’ y ‘después’ son cualidades DEL tiempo.
Paradójicamente, el misterio es también pura simplicidad: un
secreto a voces. Es tanto todas las cosas percibidas, como el
percibir mismo. No es algo que la mente pueda captar, pero la
mente puede advertir sus propias limitaciones aquí y ‘abandonar’.
En este instante puede comprenderse que no hay ‘nadie’ que
comprenda. Lo que queda es simplemente comprensión; no la
comprensión DEL misterio, sino del Ser COMO Misterio.
280
Mario Sanasi
El Ver es Aquí y Ahora
I.
Pregunta: ¿Podrías explicarnos lo que quieres decir con la
palabra ‘ver’?
281
cambio. No obstante, todo ese cambio ocurre en el AHORA. En este
instante estás en el AHORA; en diez segundos, cuando estés en ese
instante, estarás en el AHORA; en tres semanas, a las 5 de la tarde,
estarás en el AHORA. No puedes estar en otra parte que en el
AHORA. Todo ocurre en lo que podrías llamar Pantalla- AHORA.
Así que, para responder a tu pregunta, cuando eras un niño,
experimentaste eso, instante tras instante, en el AHORA. Ahora
que eres un adulto, estás experimentando eso, instante tras
instante, en el AHORA. TODO ocurre en el AHORA. Ahora que eres
un adulto, sólo puedes ‘extraer’ un pensamiento (un recuerdo) de
tu infancia. Pero ese pensamiento sólo puede ser ‘extraído’ en el
AHORA. El Tiempo mismo es tan sólo un concepto que ocurre en el
AHORA.
282
mostrándose en tu Pantalla-AHORA, serás capaz de desapegarte de
ellos.
283
P: Yo sólo quiero ser feliz. ¿Cómo consigo eso?
P: Nada.
MS: Exacto.
P: Mmm, pero…
284
pensamientos. Tú eres aquello que está mirando los pensamientos.
La paz sólo tendrá lugar cuando no vincules tu identidad a los
pensamientos.
No te preocupes demasiado intentando ser feliz. Una vez que
comprendas que tú no eres el pensamiento, entonces serás capaz
de mirarlo con desapegado. No quedarás ‘enganchado’ por el
pensamiento como lo estás ahora. Dejarás de ser su víctima. La paz
no puede existir si hay identificación con el pensamiento. No es
cuestión de detener el pensamiento, sino de saber que NO ERES el
pensamiento; es este punto el que te establece LIBRE.
No luches con tus pensamientos; simplemente déjalos ser,
cualesquiera que sean. Luchar con ellos les da vida. Sólo DEJA DE
ESTAR INTERESADO en ellos. Es así como puedes liberarte de
ellos. Al comienzo puede parecer difícil salir adelante, pero si tú
simplemente los conoces por lo que son y ya NO TE INTERESAS en
ellos, perderán energía y se disolverán. Los pensamientos son
apenas una experiencia pasajera, no tienen NADA QUE HACER con
el verdadero tú mismo EN LO ABSOLUTO.
P: Mmm…
285
P: Yo no tengo ninguna agenda en mi vida. Vivo la vida como
viene, momento tras momento. Así que me pregunto si estoy
viviendo en el Ahora.
P: No comprendo.
MS: Del mismo modo que tus ojos físicos nunca se han visto a
sí mismos, porque están EFECTUANDO la visión física, la
conciencia universal no puede verse a sí misma, porque es la que
está EFECTUANDO la visión interna. Es, de hecho, el único VE-
EDOR, así que no tiene nada que pueda verlo.
MS: Puedes tratar tanto como quieras, pero hasta que captes
que eres aquello que está fuera del pensar, todos tus esfuerzos
serán inútiles.
286
MS: Esa pregunta estaría bien si aún fueras un principiante.
NO HAY REALMENTE UNA COSA TAL COMO LA MENTE . El
pensar ocurre en el VER. Es esto lo que llamas ‘mente’. Buscar la
conciencia universal en el pensar es como encender una antorcha
frente a una pared y luego buscar la antorcha en la pared.
¿Encontrarás jamás la antorcha buscándola en la pared?
P: No.
MS: Tú eres la pura conciencia que está viendo todo tal como
es, una especie de videocámara que ve todo tal como es. Una
cámara de video no excluye ninguna cosa de lo que está mirando;
simplemente ve todo tal como es. La conciencia es lo mismo, ve
todo simplemente tal como es. Es el pensamiento el que modifica
‘lo que es’. Los pensamientos alteran el puro VER.
287
cosas sobre las cuales brilla la conciencia universal, tú te has
identificado incorrectamente con ellos. La conciencia, aun cuando
es la realidad, es sutil, y los pensamientos parecen más tangibles,
así que nos ‘agarramos’ a ellos y nos identificamos con ellos. No
obstante, son apenas apariencias pasajeras sobre la realidad del
VER.
Para darte una idea de su proximidad, la conciencia es como un
espejo y los pensamientos son como las imágenes en el espejo. Así
que, probablemente, nunca se te haya ocurrido que exista una
diferencia…, e incluso tampoco se te haya ocurrido que la
conciencia universal existe. Tú simplemente das la conciencia por
sentada, y entonces te identificas con algunas de las primeras cosas
sobre las que brilla.
P: Por supuesto.
288
que existes toda la cosa de la que estamos hablando. Es esto de lo
que los maestros ‘auto-realizados’ han estado hablando. Parece
demasiado simple, lo sé. Y debido a ello probablemente te
mantendrás buscando todavía por algún tiempo, luego de que
comprendas de lo que estoy hablando, porque es TAN sencillo, que
pensarás que TIENE que haber algo más. Pero no lo hay. Esta
‘conciencia cotidiana común’ que tienes AHORA MISMO es la
conciencia universal que brilla sobre todas las cosas. NO HAY
OTRA REALIZACIÓN MÁS ALLÁ DE ESTO. Es el UNO-SIN-
SEGUNDO, el creador y el sustentador de todo.
P: Me siento perdido…
289
Cuando sueñas por la noche y sueñas cincuenta personas y
unas pocas sillas en una habitación, cada uno de los personajes
soñados piden prestada tu conciencia para existir. Todos ellos
vienen de ti, aun cuando parezca, y muy convincentemente, que
son entidades separadas. Todo viene de ti, el soñador. Sin ti, el
soñador, nada existiría en ese sueño. La habitación, las sillas, las
personas, todo ello viene del soñador, que está ‘prestando’ su
conciencia al sueño. Y si tú, el soñador, decide tener seis millones
de personas en su sueño, ¿eres tú, el soñador, algo ‘menos’?
P: No.
P: No.
MS: Correcto.
290
loco. Así que, incluso en sueños, las creencias incorrectas
distorsionan la realidad. Y no vayas a pensar que aquellos
pensamientos que crean esa distorsión de la realidad durante tus
sueños dejan de embromarte cuando ‘despiertas’, pues están
creando la misma distorsión de la realidad AHORA MISMO.
MS: ¿QUIÉN?
P: ¡Yo!
P: Yo.
291
P: Yo soy el cuerpo y la mente.
P: Sí, estaría.
P: Sí.
MS: Si te arrancara los ojos, los oídos, el sentido del tacto, del
olfato… ¿aún estarás aquí?
P: Sí.
292
MS: De manera que los llamados ‘descerebrados’, ¿no están
aquí más?
P: Sí.
P: Pues sí. No hay ningún punto real en el cuerpo que sea ‘yo’.
Ahora puedo ver eso. ¿Pero no estamos, todavía, yo ‘aquí’ y tú ‘allí’?
Mi cuerpo es ‘mío’ y tu cuerpo es ‘tuyo’… Estamos separados,
¿cierto?
293
MS: Y si algún personaje de tu sueño atravesara el mismo
proceso de intentar encontrar el punto en donde él esta situado en
el cuerpo, ¿lo encontraría?
P: Yo soy mi pensamiento.
MS: Así que ¿tú eres ese pensamiento sobre estar con hambre?
294
P: Por supuesto que no. Como dije anteriormente, yo soy el
flujo del pensamiento, el pensar.
P: En ninguna parte.
295
MS: Así que si tú eres esos pensamientos asentados en tu
memoria, pero esos pensamientos no están aquí ahora mismo, aun
cuando TÚ CONTINÚAS aquí, entonces ¿cómo podrías ser ellos?
P: Yo, el pensador.
P: En mi cabeza.
296
P: ¿El pensar sólo ocurre?
MS: Sí. El pensar sólo OCURRE, del mismo modo que todas las
otras funciones corporales simplemente OCURREN. El pensar no
es más ‘tú’ que los latidos de tu corazón. Sin embargo, te has
identificado incorrectamente con él.
297
porque sabe intrínsecamente que EXISTE, la identificación se
realiza con la primera cosa que aparece en su visión, es decir, un
pensamiento. Consiguientemente, se identifica de un modo
equivocado con el ‘pensamiento-elección’ o cualquier otro
pensamiento que ocurra frente a ella.
P: Mmm…
298
pensamiento que OCURRE automáticamente como una función del
cuerpo, así como el latido del corazón también ocurre de modo
automático como una función corporal. Este pensamiento está tan
sólo apareciendo automáticamente sobre el VER, que es el
VERDADERO TÚ.
299
No es tanto que el pensamiento sea el problema… El problema
es que tú, incorrectamente, te has identificado con el pensamiento
como siendo ‘tú’. Tú eres la CONCIENCIA que es ANTERIOR al
pensamiento, tú no eres el pensamiento. La conciencia contiene al
pensamiento, el pensamiento no contiene a la conciencia… En
cualquier caso, ya hemos tenido bastante con esta indagación. Si lo
deseas, te sugiero que prosigas de modo exhaustivo con esta
indagación, hasta que quedes totalmente convencido por ti mismo.
II.
P: Mira. Soy una persona, ¿cierto? Tengo una historia, un
cuerpo, un nombre, estoy vivo, puedo caminar… ¡y estoy separado
de ti!
300
encuentras en una habitación mirando una pintura, sólo tú puedes
ver la pintura en ese instante. Debido a esto, tú asumes que eres un
individuo ‘separado’. Pero esa conciencia individual que sólo tiene
este conocimiento ‘local’ es, en verdad, tan sólo una localización
temporal de la conciencia universal UNA. Así como un resplandor
específico en una ola del mar viene del sol, así también la
conciencia individual viene de la conciencia universal.
Saboreando una gota del agua del océano tú conoces qué sabor
tiene el océano entero. Del mismo modo, conociendo la conciencia
individual tú conoces la conciencia universal.
Y a medida que desplaces tu sentido de identidad del presente
desfile de apariencias (pensamientos, etcétera) hacia el ‘tú’ real que
es la conciencia universal, las apariencias pasajeras disminuirán su
importancia… hasta que, finalmente, pierdan su poder para
siempre.
P: Así que la persona que ‘yo’ pensaba era yo, ¿no está aquí?
301
P: Así que, si no hay ninguna persona allí, eso cambia todo,
porque el ‘yo’ que deseaba encontrar las respuestas realmente no
existe. De alguna manera toda la cosa queda cabeza abajo.
302
simplemente ocurriendo como una función corporal, y no a un ‘yo’
que está ‘pensándolos’.
P: Sí.
303
P: Ya veo… Creo que capto lo que has estado diciendo, pero
necesito yo aún necesito tiempo para poder empaparme del asunto.
P: Mmm…
304
que pueda ser experimentada. Todas ellas están al exterior del ‘tú’
central, del mismo modo que una casa lo está. Tú no eres ni
siquiera el experimentador, porque ello implicaría una entidad
separada que está experimentando. Tú eres el único, indiviso y
puro VER.
305
distraído; no he permanecido mucho en el VER’, pueden aún
aparecer. De la misma manera, el pensamiento opuesto ‘he tenido
un día muy enfocado hoy, y realmente he permanecido en el VER’,
es tan sólo un pensamiento, una apariencia, que está ocurriendo en
el VER. Todo es tan sólo una apariencia en el VER. Y tú eres el VER,
no la apariencia. En un sueño, ¿tiene algún atareado personaje
dentro de ese sueño al soñador fluyendo a través de él, en un grado
menor que otro personaje dentro del mismo sueño meditando
sobre el soñador? Para el soñador, ambos son sólo el mismo sueño.
MS: Bueno, sí. Pero también no. El hecho es que aquel que
ignora el hecho de que está en el sueño, tiene a la conciencia
fluyendo a través de él tanto como el otro. Eso es lo que quiero
decir con ‘TÚ YA ESTÁS auto-realizado’. El personaje soñado que
ignora el hecho de que únicamente hay la conciencia única del
soñador, está tan ‘dentro’ de la conciencia única como la otra
persona que ‘tiene’ la comprensión. La única diferencia entre ellos
es que aquel que no tiene la comprensión está cargando con
creencias incorrectas. Sin embargo, eso no cambia el hecho de que
está realmente dentro del UNO, tanto como el otro.
P: De acuerdo.
306
MS: Dentro del mundo aparentemente separado, las creencias
(que son sólo pensamientos) y los pensamientos ocurriendo en el
VER dentro de tu ‘localizada’ conciencia individual, afectarán al
aparentemente separado ‘tú’. Si el pensamiento ‘saltaré al agua’
ocurre sobre tu Pantalla-AHORA, y lo ‘actúas’, el aparentemente
separado ‘tú’ quedará mojado.
P: Correcto.
307
P: Entonces, si no hay ningún individuo, ¿cómo puedo
funcionar?
P: De acuerdo.
308
aquello que es visto. Tú eres eterno y estás en todas partes. Tú no
eres el cuerpo, tú no eres el pensamiento, tú estás incluso más allá
de la LIMITADA conciencia individual.
P: ¿Por qué?
309
MS: Porque estás adorando a la apariencia, no a la Realidad.
MS: El alma es una extensión de la idea del ego. Hay sólo UNA
conciencia universal que fluye a través de todas las cosas. No hay
ningún centro en ella. Del mismo modo que la conciencia de un
soñador fluye a través de todos los personajes de su sueño. Ellos
tampoco tienen ningún centro separado de conciencia (o alma);
todos son la conciencia UNA del soñador, aun cuando PARECE
haber, de modo tan convincente, varias.
P: ¿Y la reencarnación?
310
MS: No. Sea lo que sea lo experimentado, no puede ser la
conciencia, porque la conciencia es el EXPERIMENTADOR de todo.
Así que, si viste una luz, tú eres aquello que está VIENDO esa luz.
Tú eres el PURO VER.
P: Pero este ‘ver’ ¿es un ver físico, como cuando veo esa silla?
311
MS: Es cuando tú ‘realizas’ o adviertes que eres el VER de
todas las experiencias, no las experiencias mismas. Cuando —sin
importar si las experiencias son pensamientos, emociones,
sentimientos, visiones o cualquier otra cosa— no hay ninguna
identificación con ninguna de ellas. Una persona auto-realizada ha
visto a través de la falsedad del pensamiento ‘yo soy un individuo
que está pensando esto’. Una persona auto-realizada realiza que no
es el cuerpo ni el pensamiento. Una persona auto-realizada está
más allá de la conciencia individual que está ocurriendo en el
cuerpo temporal. Todo el mundo ya está 100% auto-realizado
porque la conciencia universal una está fluyendo a través de ti, te
des cuenta de ello o no… del mismo modo que un personaje soñado
en uno de tus sueños. Al margen de si ese personaje se da cuenta
que es tu conciencia la que está dándole su ser o no, el hecho es que
tú eres esa conciencia. Una persona auto-realizada es alguien que
realiza que él es la conciencia universal que está brillando en él, y
que no se identifica con nada exterior a eso. Él es la conciencia
universal única. Lo mismo que tú, sólo que aún tienes algunas
creencias incorrectas de las que debes deshacerte primero. Pero,
incorrectas o no, TÚ ERES ESO.
P: Gracias.
312
Apéndice
Felipe Oliveira
Brevemente…
Yo soy, yo soy, yo soy: ¡qué cosa bonita! El amor mismo; la
creación misma; la primera afirmación de Dios. Tu primera
afirmación.
313
Cuerpo, mente y mundo (o universo) son un único fenómeno
infinito, conceptualizado como finito. Yo estoy ‘aquí en el mundo’ y
tú estás ‘allí en el mundo’ revela identificación con un cuerpo-
mente, lo cual, a un nivel funcional, es legítimo en esta existencia.
A nivel espiritual es la fuente del temor y del sufrimiento resultante
de ese sentido de separación.
314
La conciencia que somos no es el resultado de nada (es sin-
causa y siempre-presente). La realización de ese hecho puede
ocurrir luego de tener (o no) lugar muchos esfuerzos, de acuerdo al
destino de cada organismo individual. Los esfuerzos —así como la
capacidad de hacerlos surgir cuando son requeridos— no son la
cuestión espiritual medular. La cuestión es conocer la fuente del
esfuerzo y de la ausencia de esfuerzo: el verdadero hacedor. Y no es
el ‘yo’, por la sencillísima y obvia razón de que el ‘yo’ no está
dotado de ningún poder.
315
sistema operativo y software adjunto’: es nuestro único domicilio
en la red de la vida.
316
Haya auto-conocimiento o no, se toman decisiones, y el flujo de
la manifestación sigue su curso sin el más mínimo error. El
sufrimiento que rodea al futuro y a la toma de decisiones, se debe
únicamente a la proyección de un yo como autor y experimentador.
Esa proyección puede ser vista simplemente como insustancial, y el
Amor de lo-que-es pasa a primer plano como ausencia de temor,
poder de actuar, aceptación y paz.
317
Índice
Introducción 001
318
LOS FUNDAMENTOS
John Wheeler:
Fundamentos 003
Indicadores 017
El estado natural: un diálogo extenso 023
Otros diálogos 051
Annette Nibley: Lo que nunca cambia 078
Randall Friend: Tú estás soñando 121
John Astin: Fuera y más allá de las ideas 137
EN POCAS PALABRAS
ENTREVISTAS
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
APÉNDICE
319