Sei sulla pagina 1di 8

Preguntas: En los últimos tiempos, han salido a la luz casos de corrupción que

involucran a las más altas esferas del poder en nuestro país. Sin embargo este
fenómeno no es nuevo y a la historia así lo demuestra. Para el desarrollo del trabajo
deberá de considerar los siguientes puntos:
1.- Antecedentes de la Corrupción en el Perú (5 PUNTOS)
2.- Análisis (Implicancias en nuestro país) (5 PUNTOS)
3.- Conclusiones (5 PUNTOS)
4.-Recomendaciones (5 PUNTOS)
CONSIDERACIONES IMPORTANTES Deberá de desarrollar el trabajo a continuación
de este formato, no considerar carátula ni dedicatorias. Utilizará letra arial 11 y a
espacio y medio. Sólo usará figuras, gráficos o fotografías si el texto que está
desarrollando lo amerita. Asimismo deberá de consignar las fuentes consultadas.

ANTECEDENTES DE LA CORRUPCIÓN EN EL PERÚ Y ANÁLISIS

En los últimos años, el tema de la corrupción ha recibido una atención considerable. El


trabajo realizado en temas de gobernabilidad ha permitido que el tema emerja y deje de
ser un tema prohibido. La corrupción es un asunto tratado por las instituciones
financieras, agencias gubernamentales, agencias de financiación bilaterales,
organizaciones internacionales, organizaciones no-gubernamentales (ONGs) y los
profesionales del desarrollo.
El Perú, a lo largo de su historia, ha sufrido el problema de la corrupción. “Corrupción”
viene de la palabra “corromper”, que significa dañar, alterar, echar a perder, viciar,
pervertir. Cambiar el propósito originario de una cosa. Morris ha definido "como el uso
ilegitimo del poder público para el beneficio privado"; "Todo uso ilegal o no ético de la
actividad gubernamental como consecuencia de consideraciones de beneficio
personal o político"; o simplemente como "el uso arbitrario del poder".

La corrupción es un acto ilegal que ocurre cuando una persona abusa de su poder
para obtener algún beneficio para sí mismo, para sus familiares o para sus amigos.
Requiere de la participación de dos actores: uno que por su posición de poder pueda
ofrecer algo valioso y otro que esté dispuesto a pagar un o soborno para obtenerlo.
"Se designa a la corrupción como un fenómeno social, a través del cual un servidor
público es impulsado a actuar en contra de las leyes, normatividad y prácticas
implementados, a fin de favorecer intereses particulares".
Está se remonta desde los tiempos del virreinato, cuándo existían problemas en el
transporte de metales de la colonia peruana a la corona española, hasta nuestros días
donde es sonado que el presidente Pedro Pablo Kuczynski participó en el escándalo
de Lava Jato y se asoció con el presidente de ese entonces Alejantro Toledo.
En el Perú hemos sido testigos de cómo la corrupción tomó el poder y se convirtió en
un sistema. Años de gobierno corrupto en manos de una red que tenía todo el poder
han bastado para casi destruir el sistema democrático y la gobernabilidad. El Perú se
convirtió, de esta manera, en un ejemplo más de lo que significa la corrupción cuando
está en el poder y se convierte en parte del sistema, pudriendo todos los niveles de la
sociedad.

Primero hablaremos de las guerras de la independencia. Estas fueron financiadas, de


una parte, por capitales extranjeros, principalmente ingleses y, de otra parte, por la
confiscación de bienes y la imposición de contribuciones pecuniarias a determinados
sectores de la población. Al finalizar estas guerras, el nuevo gobierno republicano tuvo
que reconocer como deuda nacional interna, el valor de los bienes expropiados por el
ejército libertador. Para cumplir con esta obligación, el gobierno recurrió sea a los
créditos extranjeros, sea a los beneficios producidos por las riquezas naturales del
país. En el primer caso, la deuda interna se transformó en deuda externa; mientras
que en el segundo, implicó una distribución indebida del patrimonio de la nación. En el
plano económico, la deuda interna se pagó mediante la instauración de un proceso
tendiente a la creación de capitales nacionales a fin de promover la industria, la
agricultura y el comercio. En realidad, el reconocimiento y pago de la deuda interna,
constituyeron un caso escandaloso de corrupción: la existencia de acreencias y su
monto no fueron objeto de un control mínimo. El Estado fue de este modo engañado;
se le defraudó con la participación interesada de sus propios órganos.

El segundo ejemplo concierne a la explotación del guano. Durante la segunda mitad


del siglo XIX, esta riqueza natural era explotada por un sistema de concesiones que el
Estado otorgaba a los particulares. El favoritismo, la influencia política, los vínculos de
parentesco (nepotismo) eran los criterios decisivos para obtener el derecho de explotar
y exportar guano. Estos privilegios eran dispensados y distribuidos ilegalmente por los
políticos que se sucedían en el gobierno. Esta riqueza no fue en consecuencia
utilizada para desarrollar la industria, la agricultura o el comercio. Así, una clase
minoritaria se enriqueció en detrimento de la mayoría de la población. Después de la
dilapidación de esta riqueza, el país se sumió nuevamente en la pobreza.

En los años 70, gracias a la corriente marítima de Humboldt, rica en plancton, el mar
peruano contenía una gran riqueza pesquera. La pesca y la fabricación de la harina de
pescado se convirtieron en una gran industria. El Perú llegó a ser el primer productor a
nivel mundial. Los industriales nacionales y extranjeros se enriquecieron enormemente
y el Estado peruano obtuvo grandes ingresos. Estos fueron dilapidados por el Estado
como si se tratara de un patrimonio inagotable. Dichos recursos sirvieron para
conceder ventajas, para satisfacer a los seguidores, para contentar a los militares. Sin
embargo, la pesca industrial al no respetar el ciclo de reproducción de los peces
determinó la extinción tanto de éstos como de la industria de la harina de pescado. Por
lo demás, el fin de este periodo estuvo marcado por el asesinato del pionero de esta
industria, lo que provocó un escándalo político y financiero.

La corrupción institucionalizada resulta también del tráfico de drogas en razón a que el


Perú es no solamente uno de los primeros productores de la hoja de coca sino
también donde se elabora la pasta básica de cocaína. El poder económico de esta
actividad ilícita permite a los traficantes adquirir una influencia política significativa a
todos los niveles del Estado y de la organización social. Ministros y altos funcionarios
de la policía han estado directamente implicados en el tráfico o en la protección de la
red de traficantes. Esta situación se puso en evidencia cuando la mafia colombiana
asesinó al Ministro colombiano de Justicia, hecho que dio lugar a que el gobierno
colombiano intensificara la guerra contra el tráfico de drogas. Con este objeto, se
cerraron la frontera peruana con Colombia y se bloquearon las pistas de aterrizaje
clandestinas. Esto generó un cese del flujo de dólares colombianos provenientes del
tráfico de drogas en el mercado peruano y, en consecuencia, la subida del curso del
dólar y la devaluación de la moneda nacional. Frente a este fenómeno y, tal vez, para
tranquilizar el país, el Presidente de la República de aquel entonces declaró que la
crisis monetaria cesaría cuando volvieran a ingresar al país dólares de Colombia. En
cierto modo, el mismo Estado admitía el lavado del dinero sucio mediante el tráfico de
divisas. El funcionamiento del mercado paralelo de divisas se explica, fuera de las
causas económicas, por la corrupción de funcionarios, de jueces, de la policía y de los
agentes económicos (bancos, agencias de cambio), etc.

Ante la imposibilidad de describir, aun de manera esquemática, la amplitud e


intensidad, actuales, de la corrupción en la sociedad y Estado peruanos, nos
limitaremos a señalar algunos de sus aspectos. Respecto a la administración pública y
en razón al origen y evolución del aparato estatal, no sorprende que los empleados y
funcionarios públicos sean considerados como personas incapaces de solucionar los
problemas nacionales y que actúan frecuentemente motivados por la obtención de
beneficios indebidos. Los ejemplos de corrupción en la administración pública son
numerosos. Tienen relación con el funcionamiento de las licitaciones y adjudicaciones;
la defraudación de los fondos públicos o de los recursos humanos y materiales del
Estado, así como con el fraude fiscal. Un caso notorio de corrupción institucionalizada
es el de la administración de justicia. Todo empleado, funcionario o juez es
considerado susceptible de ser sobornado. Lo mismo, a todo procedimiento o decisión
se le atribuye un precio determinado. En las zonas rurales, la administración de justicia
está estrechamente ligada al poder local. Los campesinos e indígenas no tienen las
mismas posibilidades de acceder a la justicia. En la administración de justicia, no se
distinguen claramente los pagos ilícitos de los que no lo son; el abogado es un
intermediario necesario para encontrar una "solución" y no un auxiliar de la justicia; los
peritos son pagados por las partes interesadas ya que el Estado no tienen los medios
para hacerlo. La descomposición moral de la policía es probablemente uno de los
hechos que más ha marcado la conciencia social. Actualmente la población tiene la
sensación que la policía no cumple su función de proteger a las personas, los bienes y
la seguridad pública. En efecto, no solamente ésta es ineficaz sino que sus miembros
son con frecuencia autores de delitos graves (tráfico de drogas, robos, secuestros,
chantajes, lesiones, homicidios, etc.). Es frecuente, por ejemplo, que los campesinos y
comerciantes paguen gratificaciones a los policías para asegurar su protección o evitar
amenazas. La crisis económica, el tráfico de drogas y el terrorismo han agravado la
situación. Los bajos sueldos favorecen la corrupción no sólo de los agentes o
subalternos sino también de los mandos superiores. El ejemplo más claro es el de la
colusión de oficiales de alta graduación con malhechores y traficantes de drogas.
Estos han logrado infiltrar a la policía así como a otros sectores del Estado. Esta
revisión esquemática, nos permite confirmar que la corrupción es un fenómeno social
de orden político y económico. Su explicación no puede hacerse sin indagar sus
orígenes en la historia de cada sociedad. No se puede pretender darle una respuesta
única. Esta afirmación evidente nos permite rechazar la idea, bastante extendida entre
los juristas y políticos latinoamericanos, que considera al derecho y, en particular, al
derecho penal como el instrumento eficaz de lucha contra la corrupción. La
elaboración de leyes penales cada vez más severas, las reformas del sistema judicial,
resultan siendo al final de cuentas medios tendientes a ocultar una realidad que se
desea conservar para mejor aprovechar de ella. Como en el periodo colonial, "la ley se
acata, pero no se cumple". La solución es, por tanto, más de orden político y social
que jurídico penal.

Luego tenemos que hablar del gobierno de Alan García con sus casos más sonados,
BCCI, los aviones Mirage y el caso Mantilla.

Entre los días 5 y 8 de mayo de 1986 el Banco Central de Reserva. transfirió a cuentas
cifradas del B.C.C.I. (Panamá) un total de 215 millones de dólares, cifra superior a la
acordada. Se ha probado que Leonel Figueroa y Héctor Neyra, Presidente del
Directorio y Gerente General del B.C.R.P. recibieron "coimas" por dichas operaciones.
Días antes, el 28 de abril, Figueroa remite un teles a la Fundación del Tercer Mundo
declinando una invitación previamente recibida. Está comunicación la pone en
conocimiento de Héctor Neyra. La importancia del telex no reside en su texto, sino en
la anotación manuscrita por Figueroa. Esta dice: "Hector: este telex fue enviado a las
12:00". "Para tu conversación con Amer". Luego lo rubrica y a renglón seguido añade:"
dile que el Pdte ya está de acuerdo con lo conversado". Era evidente que no pudo
tratarse del Presidente del Concejo de Ministros, Luis Alva Castro, quien actuó sólo
periféricamente en este caso, por lo tanto debía tratarse del Presidente de la
República. Cabe destacar que al referirse a "Amer" se trata de Amer Lodhi, funcionario
del B.C.C.I. ¿Cuál pudo ser la discrepancia que tenían el B.C.R.P y el B.C.C.I. y que
tenía que ser resuelta por García? Hasta ese día el monto de las divisas a transferir a
la sucursal de Panamá estaba determinado; las tasas de interés también, así como las
garantías y modos de operación. Al parecer solo quedaba pendiente el monto de las
coimas y su modalidad de reparto. El fiscal de Manhattan, Robert Morgenthau, quien
denuncia ante el gran Jurado al B.C.C.I. por estafa multimillonaria de desfalco a
depositantes y lavado de dinero, afirmó en conferencia de prensa que el presidente
García fue consultado y dio su aprobación a la colocación de los depósitos del Banco
Central de Reserva del Perú en la oficina del BCCI, en Panamá. El BCCI había
depositado unos tres y medio millones de dólares a Figueroa y Neyra en cuentas
cifradas en un banco en Panamá. Esa coima había sido pagada a Figueroa y Neyra
para que depositen las reservas internacionales peruanas (varios cientos de millones
de dólares) en el BCCI de Panamá. Años después, Figueroa y Neyra fueron
capturados en Brasil y extraditados al Perú, donde luego de pasar algunos años en la
cárcel salieron en libertad.

LOS AVIONES MIRAGE: El once de octubre de 1982 se autorizó la compra de los 26


Mirage por un valor de 4,564'000,000 de francos franceses. En diciembre de ese año,
con los convenios Júpiter 1 y II se mandó a fabricar a las empresas francesas
Dassault, SNECMA y Thomson un total de 26 aviones Mirage 2000. Dos años
después, El 28 de diciembre de 1984, se elevó el valor de los aviones a 4,960'000,000
de francos franceses, mediante un convenio denominado Júpiter III. El presidente
electo, Alan García Pérez, conoció o se conectó con Abdul Rahman El Assir en su
periplo por Europa del mes de junio de 1985. Luego lo invitó a la transmisión de
mando de ese mismo año, aunque ese no sería su único viaje en el primer año de
gobierno de García. Está probado que este personaje es un conocido traficante de
armas que opera principalmente en el mundo árabe. Atan García tomó la decisión de
reducir el número de aviones Mirage adquiridos antes de asumir la presidencia, sin
previa consulta a los mandos de la F.A.P. Las dos comisiones negociadoras que se
enviaron a Paris, con respecto de los Mirage, se reunieron con Abdul Rahman El Assir,
quien inclusive los invito a viajar a España en su avión particular. Surge la figura de la
reventa. El Perú compraría los 26 aviones y luego los revendería a otros países. Con
el convenio Júpiter IV, el Perú adquirió oficialmente sólo doce aviones y un "simulador
de vuelos". Cada uno le costó 32'833,000 dólares, un precio superior al consignado en
los anteriores convenios. Al sugerir la hipótesis de que la reventa sí se efectuó,
miembros de las comisiones negociadoras dijeron que era imposible, puesto que el
Perú no poseía los aviones: los aviones no estaban construidos. Estas afirmaciones
resultan totalmente falsas si se consideran las fechas de llegada de los aviones, así
como los números de serie de sus reactores. La operación dé reventa de los restantes
14 Mirage les significó una utilidad de unos 200 millones de dólares que fueron
repartidos entre Atan García y sus amigos, los intermediarios árabes, funcionarios de
las empresas fabricantes y funcionarios franceses, egipcios e irakíes.
EL CASO MANTILLA: En 1979, Agustín Mantilla se convirtió en el secretario personal
y asesor de Alan García, quien por entonces empezaba a destacar por su inteligencia,
su capacidad oratoria y su histrionismo en la Asamblea Constituyente. A partir de
entonces ambas figuras apristas se volvieron inseparables. Por ello Mantilla siguió en
ese cargo de absoluta confianza hasta que García ganó las elecciones de 1985.
Durante el gobierno aprista, Mantilla fue primero vice-ministro y luego ministro del
interior. En los cinco años, tuvo una relación fluida con el presidente que lo seguía
teniendo en su entorno más personal e inmediato. Diversos medios periodísticos
vincularon a Mantilla con grupos de choque aprista que él auspiciaba, además de ser
señalado como el responsable, junto con García, de crear y dirigir al grupo paramilitar
Rodrigo Franco, autor de un sinnúmero de violaciones a los derechos humanos. Luego
del autogolpe de abril de 1992, García se escapó de forma sospechosa "saltando por
los techos de las casas". Mantilla fue recluido durante quince meses en el Hospital
Militar. Tras su liberación fue visto con simpatía por los militantes apristas, por lo que
accedió a la secretaría general del partido. En 1995 fue elegido congresista y en ese
cargo no perdió oportunidad para plegarse a la bancada fujimontesinista en diversos
acuerdos relacionados a no investigar determinados casos. En marzo del 2000, en
plena campaña electoral, Agustín Mantilla, entonces jefe de campaña del partido
aprista, recibió de Vladimiro Montesinos 30,000 dólares para gastos proselitistas. La
dirigencia aprista no tardó en separarlo "indignada" por la actitud de su ex compañero.
Mantilla dice que actuó solo, sin el conocimiento de nadie ¿Se le puede creer eso? El
video que reveló dicha entrega se difundió a los pocos días que García iniciaba su
campaña electoral. El ex presidente dijo que lo hecho por Mantilla había sido "una
cuchillada por la espalda" y reiteró que la dirigencia del APRA ignoraba este siniestro
trato. Pocos días después se hizo de conocimiento público la existencia de unas
cuentas en el Union Bank of Switzerland (UBS) de 2.5 millones de dólares a nombre
de Agustín Mantilla. Este no tiene como explicar la posesión de una suma tan
cuantiosa. A esto hay que agregar lo sugestivo de las fechas en que se le abrieron
dichas cuentas: diciembre de 1990 y enero de 1991. Nada menos que tan solo cinco y
seis meses después de haber culminado el gobierno de Alan García Pérez.

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

La corrupción ha sido facilitada por el predominio de regímenes autoritarios y por una


frágil institucionalidad. Este contexto sirve para crear espacios en los que los
funcionarios pueden maniobrar discrecionalmente. Bajo ese dominio más bien
personal, prima siempre el manejo oculto y los negociados sin control.

Para el fortalecimiento de la democracia, el estado de derecho, la estabilidad y el


desarrollo del país es necesario combatir toda forma de corrupción en el ejercicio de la
función pública, así como los actos de corrupción específicamente vinculados con tal
ejercicio.

Los actos de corrupción inciden en el desarrollo económico y social del país,


distorsionan el gasto público, desalientan la inversión extranjera, inciden
negativamente sobre las actividades del Sector Público y afectan la conciencia moral
de la Nación.

Es necesario establecer los mecanismos de prevención, detección y erradicación de


toda forma de corrupción y generar mecanismos de colaboración y cooperación entre
las diferentes instancias del Estado;

Es necesario entender la corrupción como un problema integral, como un fenómeno


relacionado al mal funcionamiento del Estado y a la falta de sistemas de control y
vigilancia efectivos. Ese debiera ser el debate en materia de reforma del Estado. Una
tarea que deberá asumir el próximo gobierno.

Potrebbero piacerti anche