Sei sulla pagina 1di 9

Unidad Educativa Cristiano Verbo

Trabajo de alto rendimiento

Nombre: Adrianela A. Cabeza G.

Curso: 10mo B

Profesora: Tania Muñoz


Introducción: En este trabajo se dará a conocer y entender la vida de un personaje
histórico del siglo XX, llamado Benito Amilcare Andrea Mussolini Maltoni. Este dictador italiano del
periodo entre la segunda guerra mundial se dio a conocer por su radical gobierno al que denomino
fascismo. Este régimen dictatorial se caracterizo por su oposiciòn a las ideologías políticas
liberales y al comunismo.

Desarrollo:
Primeros años: Benito Mussolini nació en Dovia, una aldea del municipio de Predappio, en
la provincia de Forli, región de Emilia-Romaña el 29 de julio de 1883. Su padre, Allesandro
Mussolini, era herrero; su madre, Rosa Maltoni, era una maestra que creía firmemente en
la importancia de la educación. El nombre «Benito Amilcare Andrea» fue decidido por su
padre, un líder local socialista, en memoria de Benito Juárez, héroe reformista y
expresidente de México; de Amilcare Cipriani, patriota italiano y socialista; y de Andrea
Costa, primer diputado socialista elegido en el parlamento italiano.
De niño, recibió la enseñanza básica en Dovia y luego en Predappio (desde 1889 hasta
1891). Luego ingresó al colegio salesianode Faenza pero fue expulsado por una pelea con
un compañero. Prosiguió los estudios en el colegio Giosuè Carducci de Forlimpopoli donde
obtuvo en septiembre de 1898 la licencia de técnico inferior. A partir de octubre de ese
año, por una pelea que tuvo con otro compañero, se le obliga a asistir como alumno
externo (hasta el año 1901).
Allí en Forlimpopoli, por influencia paterna, Mussolini se acerca al socialismo militante y en
el año 1900 se inscribe en el Partido Socialista Italiano. Mientras tanto, concluye los
estudios y obtiene la Maturità (título de bachillerato). El 13 de febrero de 1902 fue
nombrado suplente para la escuela elemental de Pieve Saliceto, fraccionamiento
de Gualtieri Emilia
Suiza: Desde noviembre vivió en Suiza, tras huir de Italia para librarse del servicio militar
obligatorio, peregrinando de ciudad en ciudad y desarrollando trabajos temporales. Fue
expulsado dos veces del país: el 18 de junio de 1903 fue arrestado por agitador socialista y
permaneció detenido en la cárcel durante doce días. Luego fue expulsado el 30 de junio; el
9 de abril de 1904 fue encarcelado por siete días en Bellinzona por haber falsificado su
permiso de permanencia (soggiorno).4 Venció las dificultades gracias al auxilio de algunos
socialistas y anarquistas del Cantón Ticino.
Durante estos años, colaboró como periodista en diarios locales de inspiración socialista
(como Il Proletario) y estudió en la facultad de ciencias sociales de Lausana, según
parece, frecuentando las clases de Vilfredo Pareto. Se alinearía con el ala revolucionaria
del partido socialista, liderada por Arturo Labriola y envió correspondencia al periódico
milanés Avanguardia socialista. En este período muestra su mayor cercanía ideológica con
el sindicalismo revolucionario.

El retorno a Italia
En noviembre de 1904, tras la amnistía que se dio a quienes habían huido del servicio
militar obligatorio con motivo del nacimiento del heredero del rey, Mussolini volvió a Italia.
Fue al servicio militar y se le asignó al 10.º Regimiento bersaglieri de Verona, donde
obtuvo una declaración de buena conducta por su comportamiento. En febrero de 1905
murió su madre. Licenciado del ejército, Mussolini volvió a Dovia de Predappio el 4 de
septiembre de 1906 y fue profesor suplente en Tolmezzo desde el 15 de noviembre hasta
el final del año escolar.
En noviembre de 1907 obtuvo la habilitación para enseñar francés y en marzo de 1908 fue
enviado como profesor de francés en el Colegio Cívico de Oneglia, donde enseñó
también italiano, historia y geografía. Allí dirigió también el semanario socialista La limacon
el seudónimo de «Vero Eretico». Tras volver a Predappio, Mussolini se puso al frente del
paro de los trabajadores agrícolas y el 18 de julio de 1908 fue arrestado por amenazar a
un dirigente de las organizaciones patronales. Procesado sumariamente, fue condenado a
tres meses de cárcel, pero fue puesto en libertad provisional después de quince días. En
septiembre del mismo año fue encarcelado de nuevo por diez días por organizar
en Meldola unas elecciones no autorizadas.
En febrero de 1909, Mussolini se trasladó a Trento, donde fue secretario de la Cámara del
Trabajo y dirigió el periódico L'Avvenire del Lavoratore. El 7 de marzo de ese mismo año
fue protagonista de un choque periodístico con Alcide De Gasperi, director del periódico
católico Il Trentino.
El 10 de septiembre de 1909, Mussolini fue encarcelado nuevamente en Rovereto por
difundir periódicos secuestrados y por instigar a la violencia contra el Imperio
austrohúngaro; el 29 fue expulsado de la ciudad y volvió a Forlì. En 1910 publica la
novela Claudia Particella, l'amante del cardinale Madruzzo, una sátira anticlerical.
El 17 de enero de 1911, Mussolini comenzó a convivir con Rachele Guidi, su futura
esposa; también colaboraría con la revista Soffitta. El 23 de agosto participó en el
congreso socialista de Milán. En 1910 había sido nombrado secretario de la federación
provincial de Forlí y poco después se convirtió en editor del semanario La Lotta di
Classe («La Lucha de Clases»).7
El 11 de abril de 1911, la sección socialista de Forlì, guiada por Mussolini, votó la
autonomía del PSI. En mayo del mismo año publicó un ensayo titulado «El Trentino visto
por un socialista», en el periódico Quaderni della Voce.
En octubre fue arrestado, procesado y condenado a un año de cárcel por participar, junto
a Pietro Nenni, en una manifestación contraria a la guerra iniciada por Italia contra
el Imperio otomano por la posesión de la Cirenaica y Tripolitania, que concluyó con actos
de violencia con la policía. Mussolini había definido la aventura colonial africana del
gobierno de Giolitti como un «acto de delincuencia internacional». En febrero del año
siguiente, el tribunal de apelaciones de Bolonia redujo la pena a cinco meses y medio y al
mes siguiente Mussolini fue liberado.
La victoria del ala radical del Partido Socialista Italiano (PSI) en el Congreso de Reggio
Emilia, celebrado en 1912, le proporcionó a Mussolini mayor protagonismo en el seno de la
formación política, que aprovechó para hacerse cargo del periódico milanés Avanti!,
órgano oficial del partido socialista. Aun así, sus violentas opiniones acerca de los
enfrentamientos armados de la semana roja de 1914 motivaron cierta preocupación entre
sus compañeros de filas, atemorizados por su radicalismo. En noviembre de 1913 fundó la
revista Utopia.
En el congreso del PSI de Ancona de 1914 presentó con Giovanni Ziboldi una moción (que
fue acogida) por la que se reconocía la incompatibilidad entre el socialismo y la masonería.
El 9 de junio fue elegido consejero comunal de Milán.
Aunque tras el estallido de la Primera Guerra Mundial en principio se mostró conforme con
el apoyo a la neutralidad italiana del PSI, pronto fue cambiando de postura hasta que el 18
de octubre publicó en Avanti! un artículo titulado «De la neutralidad absoluta a la
neutralidad activa y operativa» donde dejaba clara su oposición, lo que provocó, tras una
reunión al día siguiente de la ejecutiva del partido, su dimisión de la dirección del periódico
y su expulsión del partido un mes después.
En el ejército en la Primera Guerra Mundial
Cuando Italia entró en la Primera Guerra Mundial al lado de la Entente, Mussolini
manifestó su completo apoyo al esfuerzo bélico italiano y, aunque no llegó a presentarse
como voluntario, amenazó con hacerlo ante el retraso de su reclutamiento; así, en agosto
de 1915 fue asignado a la División 11° y el 2 de septiembre partió al frente. Escribió un
diario de guerra donde narra su vida en las trincheras y se ve a sí mismo como héroe
carismático de una comunidad nacional, guerrera, socialmente jerárquica y obediente.
En marzo del año siguiente Mussolini fue promovido a cabo por méritos de guerra. En su
informe militar se lee: «Actividad ejemplar, batallador, serenidad de mente, no toma en
cuenta los desalientos, celoso, regular en el cumplimiento del deber, primero en cualquier
empresa que requiera trabajo y arrojo». El 23 de febrero de 1917 fue herido al estallar
un mortero durante un ejercicio. Fue inmediatamente dado de baja. Aunque algunos han
sostenido que el motivo de su baja fue alguna enfermedad infecciosa, la presencia de tales
patologías no ha sido comprobada con los datos que emergieron de la autopsia que le fue
practicada. En este año, y según se ha descubierto, trabajó de espía para los servicios
secretos británicos.
Al volver del frente, publicó en Il Popolo d'Italia el artículo «Trincerocrazia», donde
reivindicaba para los soldados italianos que habían combatido en las trincheras el derecho
a gobernar Italia tras la guerra.

La guerra de Etiopia y el aceramiento de Alemania


Nazi.
Entre el 4 y el 7 de enero de 1935 Mussolini se encontró en Roma con el ministro del
exterior francés Pierre Laval: se firmaron acuerdos por los que Francia cedería a Italia la
Somalia francesa y a reconocer las minorías italianas que se encontraban en Túnez (que
había sido objeto de reivindicaciones por parte italiana) y a apoyar diplomáticamente a
Italia en caso de una guerra con Etiopía. Laval pensaba que así podría acercar al régimen
de Mussolini de manera que pudieran firmar una alianza anti-alemana.
El 16 de enero Mussolini asumió la dirección del Ministerio de las Colonias. El 19 de enero
la Sociedad de la Naciones reconoció la buena fe de Italia y Etiopía en el incidente de Ual
Ual y decidió que el caso debía ser tratado entre las partes interesadas; sin embargo, el 17
de marzo los abisinios presentan otro recurso, apelándose al artículo XV de la
organización.
En la conferencia de Stresa desarrollada entre el 11 y el 14 de abril, Italia, Gran Bretaña y
Francia condenaron conjuntamente las violaciones del Tratado de Versalles cometidas por
Alemania.
El 8 de junio en Cagliari, ante la hostilidad mostrada por Gran Bretaña, Mussolini reivindica
el derecho de Italia a efectuar una política colonial propia. El 18 de septiembre, en un
artículo publicado en The Morning Post garantizó que no perjudicaría los intereses
franceses ni ingleses en África oriental.
El 2 de octubre declaró la guerra a Etiopía violando así el artículo XVI de la Sociedad de
las Naciones:
Si un miembro de la liga recurre a la guerra, en contra de lo estipulado en los artículos XII, XIII y XV,
será juzgado ipso facto como si hubiese cometido un acto de guerra contra todos los miembros de la
sociedad, que aquí se comprometen a someterlo a una ruptura inmediata de todas las relaciones
comerciales y financieras, a las prohibiciones de relaciones entre los ciudadanos propios y los de la
nación que ha infringido el pacto, y a la abstención de cualquier relación financiera, comercial o
personal entre los ciudadanos de la nación que ha violado el pacto y los ciudadanos de cualquier
otro país, sea o no miembro de la Sociedad.
Mientras tanto, Mussolini inauguró en el Agro Pontino las nuevas ciudades
de Guidonia y Pontinia.
El 18 de noviembre Italia es castigada con sanciones económicas impuestas por la
Sociedad de Naciones, sanciones aprobadas por 52 estados con los votos contrarios de
Austria, Hungría y Albania. El gobierno responde con la promoción de programas
económicos autárquicos. Las sanciones resultan ineficaces, ya que numerosos países,
aunque las votaron oficialmente, mantienen sus buenas relaciones con Italia y le siguen
ofreciendo materias primas. La Alemania nazi es uno de ellos y la guerra de Etiopía
representa el inicio del acercamiento entre Mussolini y Hitler.
En 1935, los catedráticos de la facultad de Derechos de la Universidad de Giessen
y Gilbert Gidel, catedrático de la Universidad de París, proponen a Mussolini como
candidato al Premio Nobel de la Paz. Ambas candidaturas son rechazadas por el comité
correspondiente de la Fundación Nobel.

La victoria en Etiopía, el apogeo de Mussolini y


del fascismo

El 7 de mayo de 1936, Mussolini recibe de Víctor Manuel III la Gran Cruz de la Orden
Militar de Saboya. El soberano, al entregarle la máxima condecoración militar del reino,
reconoce el rol directo desarrollado por Mussolini:
Ministros de las fuerzas armadas, preparó, condujo y venció la más grande guerra colonial que la
historia recuerde.
El 9 de mayo, desde el balcón del Palacio Venecia, anuncia el final de la guerra de Etiopía
y proclama el renacimiento del imperio (el rey de Italia asume el título de emperador de
Etiopía).
La campaña abisinia representa el momento de máximo consenso del pueblo italiano hacia
el fascismo. Mussolini establece que, al indicar la fecha en los documentos oficiales y en
los periódicos, se deba escribir el año a partir del 28 de octubre de 1922 unido al de la
fundación del imperio (por ejemplo, 1936 se indicaba como «año 1936, XIV de la era
fascista, I del imperio»).
El 4 de julio la Sociedad de las Naciones decreta terminada la aplicación del artículo XVI y
las sanciones caducan el 15 del mismo mes (el único Estado que se opuso fue Sudáfrica);
Mussolini obtuvo, por la guerra victoriosa, el título de mariscal de Italia (30 de marzo de
1938).
El 9 de junio confió a su yerno, Galeazzo Ciano, el Ministerio del Exterior.

Papel en la segunda guerra mundial

El 22 de mayo de 1939 Galeazzo Ciano, ministro del exterior italiano, firma el Pacto de
Acero con Alemania, que muestra oficialmente el nacimiento de una alianza vinculante
ítalo-alemana.
Cuando la Segunda Guerra Mundial se acercaba, Mussolini anunció su intención de
anexionar Malta, Córcega y Túnez. Habló de la creación de un «Nuevo Imperio Romano»,
que se extendiera desde el este de Palestina hasta el sur a través de Libia y Egipto y
hasta Kenia.
El 30 de mayo, Mussolini encargó al general Ugo Caballero que enviase a Hitler un escrito,
en el que afirmaba que la guerra era inevitable, pero que Italia no estaría lista para
afrontarla antes de tres años. Los italianos no entendían la gravedad de la situación hasta
que, en la Conferencia de Salzburgo de agosto de 1939, los alemanes afirmaron su
decisión de resolver sus diferencias con Polonia mediante las armas. Los alemanes
afirmaban que sería un conflicto limitado, mientras que los italianos estaban convencidos
de que desencadenaría una guerra mundial. Propusieron resolver la discordia en una
conferencia internacional similar a la de Múnich del año anterior, a lo que los alemanes se
negaron. Durante el resto de agosto, Mussolini reiteró la imposibilidad de que su país
entrara en guerra y su deseo de permanecer neutral en caso de que estallase. No obstante
los mensajes tranquilizadores del alto mando alemán, el Ejército alemán invadió Polonia el
1 de septiembre, determinando así el inicio del conflicto. Mussolini ordenó una movilización
parcial que resultó un caos porque las fuerzas armadas carecían de las instalaciones y
equipamientos necesarios para acoger a los reservistas. Mussolini despidió a raíz de ello a
parte del alto mando del Ejército y optó por declararse «no beligerante», evitando entrar en
guerra al lado de Alemania.
Los objetivos políticos de Mussolini (la desaparición de la flota británica del Mediterráneo,
la extensión de la influencia italiana en los Balcanes, la recuperación de Niza y Córcega de
Francia y la adquisición de Túnez y la Somalia francesa) no requerían de la guerra para su
consecución y se podían lograr más sencillamente mediante un acuerdo internacional
parecido a la Conferencia de Stresa de 1935. Su objetivo era un equilibrio político en
Europa en el que Italia desempeñase el papel central. Una guerra total no favorecía estos
objetivos y el país no estaba preparado ni militar ni económicamente para ella.Cualquier
resultado era, además, perjudicial para el régimen italiano: una victoria alemana lo
convertiría en un Estado títere de Hitler, mientras que la aliada acabaría con el sistema
fascista. El mismo estallido de la guerra había perjudicado ya la situación italiana: el
abastecimiento crucial de carbón alemán, que se realizaba fundamentalmente por barco
desde el puerto holandés de Róterdam, se resentía por el bloqueo británico.
Durante los nueves meses siguientes al estallido de la guerra entre Alemania y los aliados,
Italia no realizó ni los preparativos bélicos más básicos. El alto mando italiano no elaboró
planes estratégicos, Mussolini rechazó el apoyo militar alemán y dejó pasar oportunidades
como la toma de la por entonces desguarnecida isla de Malta.
El 10 de marzo de 1940, Mussolini acogió en Roma al ministro de Asuntos Exteriores
exterior alemán, Joachim von Ribbentrop, y siete días después a Hitler en el Brennero;
recibió de ambos fuertes presiones para entrar en guerra al lado de Alemania. El 16, 22,
24 y 26 de abril recibió otros mensajes de Churchill, Paul Reynaud, Pío XII y Roosevelt, en
los que se le solicitaba que se mantuviese neutral. Mussolini dudaba entre ambos bandos,
esperando ver hacia dónde se inclinaba la suerte de la guerra.

El arresto
El 19 de julio el Duce mantiene una última conversación con Hitler en Feltre. Durante el
encuentro, Roma fue bombardeada por los aliados.
El 24 de julio se reúne el Gran Consejo Fascista. Se solicita la destitución de Mussolini de
todos sus cargos de gobierno. La votación, aunque significativa, no tenía de iure ningún
valor, ya que por ley el primer ministro era responsable de sus actos solo ante el rey, que
era el único que podía destituirlo.
Mussolini, tras pasar a su oficina en el Palazzo Venezia como hacía normalmente, solicitó
al rey anticipar su conversación semanal prevista para el día siguiente. Víctor Manuel III lo
recibe a las 5 de la tarde y le comunica su sustitución por Pietro Badoglio y le garantiza su
inmunidad. Sin embargo, el Duce no sabía de las intenciones del monarca, que le había
puesto escolta y había hecho rodear el edificio de gobierno por 200 carabineros.
Los carabineros condujeron a Mussolini en un coche ambulancia de la Cruz Roja, sin
especificarle el destino y asegurándole que lo hacían por su propia seguridad. En realidad,
Víctor Manuel III había mandado arrestar a Mussolini con el fin de salvar su propia
dinastía, que peligraba al estar demasiado comprometida con el fascismo.
El anuncio de un armisticio con los aliados, firmado el 8 de septiembre, sumerge al país en
una guerra civil. El rey y su familia, Badoglio y sus principales colaboradores huyen
a Apulia poniéndose bajo la protección de los aliados. Forman gobierno y declara la guerra
a Alemania el 13 de octubre. Mientras tanto las fuerzas de la Wehrmacht entran
masivamente en Italia y contactan con las divisiones alemanas ya estacionadas allí. Juntas
toman el control de las principales ciudades en pocos días y desarman a las tropas
italianas, hallando poca resistencia.
Mussolini fue trasladado a la isla La Maddalena frente al litoral toscano y luego al
hotel Campo Imperatore en los Apeninos del Gran Sasso. El 12 de septiembre es liberado
por un comando alemán de paracaidistas al mando del oficial de las SS Otto Skorzeny y
trasladado a Alemania, donde se encontraba Hitler.

La muerte de Mussolini
La mañana del día 28 se reunió a Mussolini y a Clara Petacci en una casa campesina
de Dongo y hasta allí llegó desde Milán un grupo de partisanos comunistas dirigidos
por Walter Audisio, con orden de ejecutarlos. Aunque Mussolini creyó en un primer
momento que Audisio venía a liberarlos, este los llevó en un Fiat 1100 hasta la aldea
de Giulino di Mezzegra donde, junto a la vía XXIV Maggio, y ante las puertas de Villa
Belmonte fueron fusilados a las 16:10.
Los cadáveres fueron trasladados en la tarde del mismo 28 de abril en un camión a Milán.
En el trayecto no se permitió que nadie se acercara a los cuerpos, hasta que llegaron el
día 29 a la Plaza Loreto de esa ciudad. Allí fueron sometidos a toda clase de ultrajes por la
muchedumbre; el servicio de policía, compuesto por partisanos y bomberos, colgó luego
los cadáveres cabeza abajo en una gasolinera de la plaza, algo que algunos autores
consideran como simbólico por la forma en que los fascistas trataban a sus enemigos.Esto
se hizo para confirmar públicamente su muerte, y como gesto de humillación y venganza
partisana, ya que en ese mismo lugar se habían colgado meses atrás los cadáveres de
quince partisanos antifascistas. El cadáver de Mussolini fue desfigurado a golpes a tal
extremo que su rostro resultó casi irreconocible; algo menos ocurrió con Petacci. Aun
muertos fueron objeto de burlas e incluso fueron colocados uno al lado del otro para ser
fotografiados en la morgue. Horas más tarde los líderes locales del CLN decidieron cesar
la exhibición y retirar los cuerpos, que fueron colocados en cajones de madera con paja en
su interior y retirados para sepultarse en tumbas anónimas.
Poco después del final de la guerra, el 22 de abril de 1946, los restos de Mussolini fueron
robados del cementerio de Musocco por obra de un grupo de neofascistas
autodenominados «SAM-Squadre d'Azione Mussolini» y capitaneados por Domenico
Leccisi. El cuerpo de Mussolini estuvo desaparecido varios meses. Después de la
restitución a la familia, su cadáver fue trasladado en 1957 a la capilla de Predappio.
El mismo 29 de abril se informó a Adolf Hitler de la muerte de Mussolini, aunque no está
claro si se le transmitieron los detalles de lo sucedido con su cadáver y el de Clara Petacci.
En cualquier caso ya había tomado la decisión de que los soviéticos no iban a capturarlo y
tampoco iban a hacerse con su cadáver, por lo que ordenó que el suyo y el de Eva Braun
fuesen quemados después de su suicidio. Diversas fuentes han alentado la leyenda de
que la suerte de Mussolini influyó en Hitler; por ejemplo se atribuyó a Göring una
conversación durante los Juicios de Núremberg en la que afirmaba que él y Hitler habían
visto las fotografías de Mussolini colgado boca abajo, cuando Göring había estado por
última vez con Hitler el día de su cumpleaños, ocho días antes de la muerte de Mussolini.

Conclusion:
En conclusión, podemos decir que Benito Mussolini fue el fundador del movimiento facista, el
cual suprime la discrepancia política en beneficio de un partido único los localismos en
beneficio del centralismo. Aprovecha los sentimientos de miedo y frustración colectiva para
exacerbarlos mediante la violencia, la represión y la propaganda, y los desplaza contra un
enemigo en común. Es expasionista y militarista, utilizando los mecanismos movilizadores del
irrentidismo territorial y el imperialismo que ya habían sido experimentados por el
nacionalismo del siglo XIX. Al preguntarnos si es correcto que este líder impulsara tal
ideología, se puede decir como toda dictadura pretende gobernar de forma autoritaria, lo cual
significa que se este en lo correcto, ya que utilizo la fuerza para lograr sus objetivos,
provocando la privación a la libertad de expresión y a la muerte de varias personas. Desde este
punto de vista la dictadura aplicada fue muy mala para Italia,aunque un gobierno duro y fuerte
para algunas personas ofrecían orden y progreso, el facismo actuaba contra comunistas y
socialistas a los que muchos temian es por eso que la gente apoyaba esta ideología .

Personalmente yo pienso que Bennito Mussolini no fue un gran líder ya que incentivaba a la
gente para qué optara por el facismo conquistando otros países y adueñándose de ellos, un
gobernador que priva el puebloel derecho a opinión no es un gobernante que los represente

Propuesta:
Pues mi propuesta seria muy fácil , primero si yo fuera la presidenta inclementaria una ley en
la que se prohíba un solo partido político , si no que haya varias opiniones , también
inclementaria que cualquier persona que llease a tener un acto facista seria expulsado de su
tierra y dejaría de ejercer su nacionalidad.

Potrebbero piacerti anche