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1. Introducción
Los errores surgen debido a la imperfección de: los sentidos, de los medios, de
la observación, de las teorías que se aplican, de los aparatos de medición, de
las condiciones ambientales y de otras causas.
Aun cuando todas las componentes del error conocidas o supuestas, hayan
sido evaluadas y se hayan aplicado las correcciones pertinentes, persiste una
incertidumbre acerca de la confiabilidad del resultado expresado; es decir, se
duda que el resultado de la medida represente adecuadamente el valor de la
cantidad que se midió. Por esta razón se acuñó recientemente el concepto de
incertidumbre como un atributo cuantificable, aun cuando los conceptos de
error y análisis de error han sido parte de la práctica de la ciencia de la
medición por mucho tiempo.
Así como el uso a nivel mundial del Sistema Internacional de Unidades (SI) ha
otorgado coherencia a todas las mediciones científicas y tecnológicas, se ha
alcanzado el consenso mundial para la evaluación y expresión de las
incertidumbres en las mediciones, al aprobarse en 1986 la Guía BIPM-ISO para
la expresión de las incertidumbres en las mediciones , lo que permite dar
significado a una gran variedad de resultados de medición en la ciencia, la
ingeniería, el comercio, la industria y la normalización, haciéndolas entendibles
y logrando que se interpreten apropiadamente. En esta época de globalización
de las economías internacionales, es indispensable que el método para evaluar
y expresar las incertidumbres se estandarice en todo el mundo, logrando con
ello que las mediciones realizadas en diferentes países puedan compararse
fácilmente.
2. Definición
3. Tipos de incertidumbres
Las magnitudes de entrada X1, X2, . . . , XN, de las que depende la magnitud de
salida Y pueden ser consideradas a su vez como mensurandos, pudiendo
depender de otras magnitudes, junto con las correcciones y factores de
corrección de los efectos sistemáticos, llegándose así a una relación funcional f
compleja, que podría ser difícil de escribir en forma explícita. Además, la
función f puede determinarse experimentalmente o existir solamente en forma
de algoritmo calculable numéricamente. La función f debe interpretarse en su
concepto más amplio; en particular, como la función que contiene cada
magnitud, incluyendo todas las correcciones y factores de corrección,
susceptible de contribuir a una componente significativa de la incertidumbre del
resultado de medida.
Por lo tanto, si los datos indican que esta función f no representa la medición
con el grado impuesto por la exactitud exigida por el resultado de medida,
deben introducirse en f magnitudes de entrada adicionales, para eliminar la
falta de adecuación. Podría ser necesario introducir una magnitud de entrada
que reflejara el conocimiento incompleto de un fenómeno que afecta al
mensurando.
En otros casos, puede que únicamente sea posible estimar límites (inferior y
superior) para Xi, en particular, para poder decir que “la probabilidad de que el
valor de Xi esté comprendido en el intervalo de a− hasta a+ es a todos los
efectos prácticamente igual a uno y la probabilidad de que Xi se encuentre
fuera de este intervalo es esencialmente cero” (una distribución uniforme o
rectangular de valores posibles). Entonces xi, esperanza matemática de Xi, está
en el punto medio del intervalo, xi = (a− + a+)/2, con varianza asociada.
(𝑎+ − 𝑎− )2
𝑢2 (𝑥𝑖 ) = (6)
12
𝑎2 (1+𝛽)2
𝑢2 (𝑥𝑖 ) = (9)
6
(10)
(11a)
Donde
(11b)
Los coeficientes de sensibilidad ∂ f / ∂ xi , en lugar de calcularse a partir de la
función f , algunas veces se determinan experimentalmente: se mide el cambio
en Y producido por un cambio en una Xi particular, manteniéndose constantes
las demás. En este caso, el conocimiento de la función f (o una porción de ésta
cuando solamente algunos coeficientes de sensibilidad son determinados de
esta manera) se ve reducido a una expansión en serie de Taylor de primer
orden experimental basada en los coeficientes de sensibilidad medidos.
(12a)
(12b)
(12c)
Si rechazamos tanto las piezas malas como las dudosas, ya que se debe
garantizar que las piezas son buenas, el campo del resultado de medición en
donde las piezas son aceptables es igual al de la tolerancia de fabricación,
disminuida en el doble del valor de la incertidumbre de medida. (Ver Figura 4.3)
Esto justifica una regla práctica por la que se considera que el doble de la
incertidumbre deseable para verificar una cierta tolerancia es el 10% de ésta,
con lo que prácticamente no se rechaza ninguna pieza buena; es aceptable
llegar a una relación del 33%, a costa de rechazar casi un 4,3% de las piezas
buenas. Matemáticamente esta regla enunciada así, quedaría de la siguiente
forma:
{Xi}
Expresión en la cual el índice i toma valores ente 1 y el número de magnitudes
de entrada N.
y = f ( x1, x2, …, xn )
7. Resumen
7.1. Definición
8. Conclusiones
En conclusión, por más que tratemos de obtener una medición exacta,
no lo vamos a lograr, pero con la ayuda de las evaluaciones de
incertidumbre podemos llegar a una aproximación casi exacta.
Podemos concluir que la incertidumbre de medición es un tema muy
importante en metrología que nos ayuda a comprender acerca del
parámetro asociado al resultado de una medición.
Es muy importante que el modelo matemático este bien planteado antes
de comenzar a hacer cualquier cosa, porque en el caso contrario, todas
nuestras evaluaciones van a estar incorrectas.
Podemos decir que los términos incertidumbre y tolerancia de medición
se relacionan de tal manera que con la ayuda de ambos podemos
obtener una mejor aproximación del resultado.
En definitiva, para poder llegar a una buena estimación de incertidumbre
de medición, hay que seguir cuidadosamente ciertos pasos que nos
guían por buen camino a la obtención de un reporte de incertidumbre
con la información correcta.
9. Bibliografía
W. Schmid y R. Lazos, Guia para Estimar la Incertidumbre de la
Medición, Centro Nacional de Metrología, http://www.cenam.mx; Mexico,
mayo 2009.