Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Según el profesor Pillet, sería otro de los objetos del Derecho Internacional
Privado, asegurar de un país a otro el respeto de los derechos regularmente
adquiridos por un sujeto determinado, conforme a su ley competente. Este
numeral 2050 supone que una persona ha adquirido en un país determinado, sea
un derecho particular, sea una situación jurídica completa, que puede a su vez
ser fuente de un conjunto de derechos, y habrá que determinar hasta qué
punto esta persona puede reclamar en los otros países los derechos o la
condición jurídica adquirida. El Código Civil patrio lo permite con una atingencia
principal: el derecho no puede ser contrario al orden público y a las buenas
costumbres.
1
de los derechos sustanciales, A, B o C, es aplicable, En efecto, los derechos
adquiridos en uno de estos sistemas, y quizá reconocidos o consolidados por un
segundo, lo han sido en virtud, no del derecho material designado por la norma
de conflicto del tribunal que hoy entiende del caso, sino de la norma de
conflicto del sistema nacional del que dependía la situación antes de penetrar
en el ordenamiento jurídico de este tribunal o la Lex fori.
Se plantea así, pero de una forma mucho más radical que por la teoría del
reenvío recusada por la ley peruana, la determinación del ámbito de validez
espacial de las normas de conflicto de leyes. ¿Por qué iban a escapar, de forma
absoluta, a una limitación de este tipo? Planteado en su generalidad, este
problema no conoce una solución lógica satisfactoria. Después de haber
detenido, en las normas de conexión de segundo grado, el ámbito espacial de
las normas de conflicto de leyes ordinarias, ¿no sería preciso cuestionar el
campo de aplicación de las primeras? Únicamente hipótesis privilegiadas dan
lugar a cuestionar, con prudencia y tacto, la coincidencia entre la competencia
judicial y la competencia legislativa de Derecho Internacional Privado.
2
de su creación, serán reconocidas en los demás Estados Partes, siempre que no
sean contrarias a los principios de su orden público".
Esta última expresión, como es el caso de la ley patria, designa de forma poco
afortunada el aspecto más original del orden público en Derecho Internacional
Privado: la función propia que ejerce con ocasión de la aplicación de las normas
de conflicto de leyes y de las normas sobre reconocimiento de actos y
decisiones extranjeros. La aplicabilidad de una ley extranjera declarada
competente en virtud de la norma de conflicto de leyes y el reconocimiento de
un acto o de una decisión extranjeros deben, sin embargo, descartarse cuando
son incompatibles con el orden público, tal como se concibe en el Estado del
foro. El carácter negativo de esta función principal del orden público en la
materia de Derecho Internacional Privado se designa correctamente mediante
la expresión "excepción de orden público", que aporta una derogación al juego
normal de la norma de conflicto de leyes o del conflicto de jurisdicciones.
3
La función principal de la excepción de orden público en Derecho Internacional
Privado no elimina de esta rama la aplicación del concepto elaborado para las
relaciones internas. Esta opera en dos niveles: en primer lugar, la ley declarada
aplicable a los actos jurídicos privados, ya sea que se trate de un derecho
extranjero o de la Lex fori, incluye sus propias disposiciones imperativas, así
como las disposiciones análogas que establece el Código Civil belga. En un
segundo nivel, el orden público judicial interviene, conforme a la Lex fori, en
los litigios que presentan algún elemento extranjero.
4
Entonces, las limitaciones a la aplicación de la ley extranjera están basadas en
los conceptos de "orden público internacional" y "buenas costumbres" cuyas
complejidades han impedido determinarlos con precisión. Consiste,
esencialmente, en la aplicación obligatoria de la propia ley, cuando la
extranjera contradiga o afecte los principios que inspiran la organización del
Estado.