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‘jurisprudencia teológica’ (Ar.

madāhib), al-Hámbali y al Asha’ari,27(V) disputarían


el agravio de ese populismo en las enseñanzas de aquella filosofía mística.
Aquellos sabios escolares del racionalismo independiente (Ar. Mu’tazili)
serían los principales precursores de la “Psicología”; podríamos aseverar de la
historia universal que los primeros iniciadores de la filosofía del Alma fueron, sin
duda, los filósofos griegos, quienes lejos estuvieron de una real aplicación
científica que fuese un modelo de salud mentalista. No obstante tomó forma de
una ideología filosofal de ascetismo místico e intelectual basado en la virtud y la
excelencia del ser humano, bajo un arcaico método de enseñanzas moralistas
con una distinguida retórica que se remontaba a la Era de la Grecia ancestral, al
cual, se le denominaban bajo el nombre de “sofistas” (Gk. sophistēs).
El origen de la disciplina mística en el Islam encausado al desarrollo de
experiencias religiosas, según al eminente escolar del Islam (Ar Sheikh al-Islām)
Ahmad Ibn Taymiyah (1263-1328), surgió cuando dos ascéticos religiosos de
nombre Abu Yazīd Bustami (804-874) y Junayd Ibn Khazzaz al-Baghdadī (830-
910), conformaron una secta mística (Ar. tarīqah) en la ciudad de Bagdad con el
fin de desarrollar una disciplina del Alma que les proporcionara alcanzar una
proximidad con Alāh (Dios); a través de prácticas y ritos místicos inspirados en
una disciplina islámica que los escolares conservadores denominaban Ar. ‫– وسل‬
‫( وسيلة‬Tawassul o Wasilah). Ambos místicos establecieron una orden esotérica
que pretende introducir en “la vida religiosa” (Ar. Ad-Dīn), una romántica visión
filosófica que alcanza su proximidad con Aláh, cuya práctica era independiente
a la tradición que oficiaban la mayoría de los escolares, bajo un enajenamiento
religioso que denominaron Ar. ‘al-fanā’ (Es. “disolución del ego”); cuya práctica es
una forma ascética de vida para la “purificación espiritual”, que ellos mismos lo
llaman: Ar ّ‫صوفِي‬
ُ (Tasawwuf o Sūfī).VI Dichas innovaciones de religiosidad mística,
o talvez serían, dichos experimentos que estos ascéticos religiosos fomentaron
a sus fieles discípulos (Ar. Muríds), resultaron en intensas experiencias
extrovertidas que emanaban muy extrañas sensaciones de una alineación con
Dios. Desde ese momento, los místicos Sūfīs desarrollaron toda una filosofía del
conocimiento intuitivo describiendo esa realidad paralela que era percibida de lo
oculto en aquellos sentimientos religiosos.

Sharif, Muhammad (1963) A History of Muslim Philosophy v.1 Otto Harrassowitz – Wiesbaden.
27

Pakistan Philosophical Congress. (véase V en Notas Complementarias)

41
El líder espiritual de aquellas sectas, delegaba sus enseñanzas
doctrinales sobre un sucesor entre sus fieles Muríds, y este, a su vez, la
transmitiría a una nueva generación de Muríds. Y aquellas místicas inspiraciones
y enseñanzas que metodizaban estos Maestros-Místicos (Sūfī-Sheikh), lograron
que se conformara una clase de orden mística durante muchas generaciones. 28
Al momento en que su doctrina quedó expuesta ante el juicio moral y escolástico,
y su desaprobación había sido inminente para los juristas islámicos, debido a la
subjetividad de su lógica y a la inconsistencia de su legado. Los Sūfīs intentaron
excusar dichas enseñanzas doctrinales con toda clase de evidencias extraídas
en su tradición profética, incluyendo en ellas “transmisiones débiles” (Ar. ahādīth
da’īf), y otras que habían sido “fabricadas” (Ar. ahādīth mawdū), pretendiendo
manipular el entendimiento de los contenidos a su favor. Aun así, las innovadoras
ideologías de estas disciplinas sectarias de misticismo fueron categóricamente
rechazadas por escolares congregados en la tradición y oprimidas
despiadadamente por grupos conservadores, obligando a las sectas místicas a
vivir en la completa clandestinidad, y precisamente fue el dramatismo de su
victimización ascética por sus inclinaciones espirituales lo que captó
notoriamente su atención en las masas de poblaciones musulmanas.VII
Para el siglo IX, las principales academias de estudio ubicadas a lo largo
del mundo islámico; La Universidad de Córdoba (Ar. Qurtubah Al-Hispānīya), la
Universidad de Al-Azhar en Cairo (Ar. Al-Azhar al-Sharīf), Casa de la Sabiduría
en Bagdad (Ar. Bait Al-Hikmah), la tunecina Universidad de Oliva en Kairouan
(Ar. Al-Zaytuna Al-Qairawān), y otras históricas academias de sonada distinción,
mostraron un alto interés por investigar a fondo los problemas filosóficos que
planteaban los pensadores griegos y algunas sectas místicas (Sūfī-tarīqat), y su
relación con Dios y el Alma. Esto derivó en que la psicología islámica
rápidamente comenzara a emerger en numerosas academias y casas de estudio
bajo una perspectiva estrictamente teórica y comparativa a las escuelas de
pensamiento teológico. La cualidad teórica e investigativa por aquellos
pensadores ilustres de la Era Dorada pronto descubrirían los principios teóricos
y científicos para la investigación psicológica, discerniendo su estudio científico

28
Ansari, M. ‘Abdul-Haqq (2000) Ibn Taymiyyah Expounds on Islam. General Administration of
Culture and Publications Al-Imām Muhammad Ibn Sa’ūd Islamic University. Riyadh, Saudi Arabia.
(véase VI y VII en Notas Complementarias).

42
sobre la base de dos aspectos correlacionales implicados: 1.- La ciencia natural
(física) y 2.- La ciencia sobrenatural (metafísica).29
De manera que ambos estudios correlacionados les permitió formular las
primeras teorías en la historia de la psicología, descubriendo la estructura
psicofísica del “ser”. Pronto aparecerían los primeros tratados científicos de las
investigaciones en el área de psicología-médica islámica; desde aplicaciones,
tratamientos, estudios y experimentos cualitativos con bases médicas y
psicofísicas, desde su gestión teórico–práctico en la clínica, fundamentándose
en la observación fáctica y entendimiento de sus diversos componentes
involucrados en los procesos cognoscitivos, junto a la dinámica energética del
deseo y la voluntad inferida en la manifestación de los sueños.

1.4 La Psicología siendo parte de las ciencias islámicas:


El estudio interdisciplinario del Alma (Lt. Pisque)

El Jalifa Al-Mā’mūn Ibn Harūn ar-Rashīd (786-833) de la dinastía islámica


‘Abbāsíd tenía interés por las obras clásicas de la filosofía Griega, y ordenó que
fuesen traducidas por vez primera a la lengua del árabe e introducidas en las
academias de filosofía y teología para que fuesen investigadas y discutidas por
todos los eruditos en la principal academia de la Nación del Islam, la “Casa de la
Sabiduría (Ar. Bait Al-Hikmah). Las instituciones educativas y de investigación
comenzaron a institucionalizarse de manera independiente al régimen islámico
del Jalifato, fundándose inicialmente en la localidad del gobierno teocrático en
Kufah y luego en la capital Iraquí (Bagdad), hasta alcanzar la vieja extensión del
Al-Andaluz en Europa y el resto del mundo musulmán.30 Acorde a uno de los
más eminentes escolares del Islam (Ar Sheikh al-Islām), Abu Ḥāmid Muḥammad
al-Ghazālī (1058-1111), esta diversidad interpretativa entre los sabios escolares
del Recital – Coránico (Ar. Al-Qur’ān) y su elemental instrumento de tradición legal
(Ar. As-Sunnah), promovió el surgimiento de un movimiento intelectual llamado:
“buscadores del conocimiento” (Ar al-Muta’alīm); organizado en cuatro grupos: 1.-
Filósofos-Teólogos (Ar. Muta’kalimūn), 2.- Esotéricos (Ar. Batiniyah), 3.- Filósofos

29
Al-Fārābi (2002) Alfarabi: Philosophy of Plato and Aristotle. Cornell University Press. NY
30
Haque, 2004

43
(Ar. Faylasūf), y 4.- Místicos (Ar. Sūfīs).31 Los primeros escolares del Islam (‘ulemā)
escribieron extensivamente en el área de psicología humanista, sin embargo, el
término de psicología-aristotélica no existía aun en aquella época, y por ende,
casi todos sus hallazgos eran parte de escritos relacionados a la teología y
filosofía. En las múltiples obras escolásticas se extrajeron del Corán diversos
conceptos que componían las características esenciales de la estructura del
Alma y la conducta humana. Los escolares congeniaron que el término en árabe
“Nafs”; Es. “Psique” o el “yo”, era empleado para definir la personalidad y las
disposiciones de un individuo, y eran distintas al concepto de Tabula rasa (Fitrah)
ْ ِ‫ )ف‬que extraían directamente del Corán; palabra que se empleaba para
(Ar. َّ‫ط َرت‬
conceptualizar las disposiciones naturales o esenciales del “yo” con las que
nacían los individuos.32 El Nafs (Psique o el “yo”) englobaba una variedad de
tópicos en la conducta que determinaban la función cognitiva, incluyendo:
corazón (Ar. qalb), espíritu (Ar. rūh), intelecto (Ar. ‘aql), y la voluntad (Ar. irada). Y
sobre esta clasificación fue como los escolares musulmanes comenzaban a
contribuir en forma directa e indirecta al estudio de la Psique. 33 Los esfuerzos
intelectuales que realizaron en consenso los eruditos religiosos, desarrolló la
epistemología de una nueva disciplina que se le identificó con el nombre en
árabe de īlm al-Nafsi (Ar ‫ ;علمّالنفس‬Es ‘Ciencia del Alma’ o ‘Psicología’).
Al mismo tiempo en que las disciplinas islámicas se desarrollaban, los
judíos comenzaron a encontrar su propia disciplina del Alma dentro de las
mismas instituciones académicas de los musulmanes. La epistemología de su
estudio se desprendía de la correcta interpretación en las leyes celestiales de la
Torah, que comprendían el propósito existencial de la naturaleza de Dios en
relación con el cuerpo y el Alma, acorde a las transmisiones declaradas por los
Profetas. En los Libros de la Biblia-hebrea (Tanaj) pueden extraerse evidencias
claras de que se reconocía la idea de la salud del Alma.34 (IV)

31
Montgomery, W. Watt (1953) The Faith and Practice of al-Ghazālī (p.26). George Allen and
Unwin, LTD. London, U.K.
32
«‘Tabula rasa de Dios’ (Fitrah’ta al-lahi) con la que ha creado a los humanos.» (Qur’ān:
Sūrat Ar-Rūm ; 30:30-32 – citado por Haque, 2004)
33
Riyadhah Nafs – citado por Haque, 2004
34
Seeskin, Kenneth (2010) Maimonides. The Stanford Encyclopedia of Philosophy (véase IV en
Notas Complementarias)

44
1.4.1 Muhammad Ibn Sirīn (653-728 d.c.): Pionero de la
Psicología como disciplina Religiosa

Muhammad Ibn Sirīn al-Ansari, fue un eminente escolar del Islam de la primera
generación que precedía al Profeta Muhammad (Ar. at-tābi’un) Siendo un clérigo
musulmán que había nacido con innatas cualidades para lo que denominamos
en nuestra Era moderna como psicoanálisis, distinguiéndose por ser destacado
intérprete de los sueños. Ibn Sirīn desarrolló esta técnica de su maestro Anas
Ibn Mālik (612-712), quien fue compañero cercano del Profeta Muhammad
(Ar. sahāba), y había adquirido un conocimiento directo de sus enseñanzas.
Ibn Sirīn nació en estado de esclavitud en Basra (sur de Irak), después de
que sus padres fueron aprisionados tras la conquista del Bilad Ash-Shām (Siria,
Palestina y Jordania) por el general Jalid Ibn al-Walīd al-Majzūm bajo el segundo
jalifato de la primera dinastía islámica de los “Líderes bien guiados” (Ar. al-hulafā’
ar-rāshidūn) del régimen de ‘Umar Ibn Al-Jattab. Ibn Sirīn quedó bajo la custodia
del sabio y noble Anas bin Mālik por órdenes directas del Jalifa, tras la muerte
de sus padres que habían sido honorados por sus excelentes servicios al jalifato.
Y en dicha situación, quedó enormemente privilegiado en su crecimiento al
quedar al cuidado de un hombre sumamente honorable y piadoso, que le
enseñaría a ganarse la vida en el comercio de caravanas y adoptar una forma
de vida digna, educada, y de muy altos valores morales y éticos basado en la
tradición religiosa del Islam.35
La psicología aún no existía como disciplina islámica, y el psicoanálisis de
los sueños tampoco aún se vislumbraba como método de introspección para
detectar enfermedades mentales. Sin embargo, Ibn Sirīn le enseñaba a sus
aprendices la forma de interpretar la simbología de los sueños acorde al legado
del Corán (Ar. Qur’ān) y su práctica legal según la tradición profética (Ar. Sunnah)
para detectar anomalías psíquicas y enfermedades mentales. Aparentemente,
estableció por escrito tres clasificaciones básica del ensueños basados en las
enseñanzas del Islam: 1- Ar. Nafsi (Alma o el yo); deseos predominante en el ego
(comunes pulsiones del yo) que estrechamente están vinculados con las
necesidades del Alma (yo) y el cuerpo, pudiendo manifestarse placenteros o

35
Gouda, Yehia (1991) Dreams and their meanings in the old Arab Tradition. Vantage Press.

45
perturbadores (según sea la simbología implicada), usualmente conservaban de
manera latente simbolismos relacionados con las enfermedades corporales o/y
espirituales. 2- Ar. Ru’ya (inspiración); sueño con visiones inspiradoras que eran
portadores de signos manifiestos de la rectitud (ético o moral), son excepcionales
en su forma intensa del placer emocional e intelectual, pero según el contexto,
podían también presentarse amenazantes o destructivos; muchas veces
conllevan en ello un conocimiento futuro, realmente profético, y estos proceden
directamente de Dios. 3- Ar. Al-Ahlām (el sueño); sueños con visiones
amenazantes a la integridad moral, que manifiestan una clara decadencia
espiritual, o el desplazamiento de valores morales por placeres mundanales y
pecaminosos, según el contexto podían ser inspiraciones procedentes de algún
demonio (shayātīn) en momentos de debilidad.36
Para alcanzar el análisis de un sueño, Ibn Sirīn solía pasar el día entero
con su visitante; investigando todos los aspectos de su vida personal y social, y
analizaba los diversos estados internos de su Psique (Ar. Nafs). Y semejando a
un método de indagación psicoanalítica dejaba que su visitante lo condujera a
su propia introspección por medio de la libre asociación de ideas, e intervenía
repentinamente para cuestionar sobre su sensación, percepción, sentimiento y
emoción que emanaba libremente de las propias ideas del sujeto. Cuando,
finalmente, el visitante relataba sus sueños, Ibn Sirīn proyectaba lo que él mismo
declaraba; preguntando al soñador lo que pensaba acerca de su sueño, y que
podía haber influenciado en su visión ensoñadora.37 Durante el análisis de un
sueño, una persona creyente de carácter humilde y piadoso, dijo ver en un sueño
que “volaba.” Ibn Sirīn le interpretó: “Tienes el deseo de aprender.” En otra
ocasión, un sueño muy semejante pero de una persona perversa fue relatado.
Ibn Sirīn a ese le interpretó: “Buscas desahogar un vicio o un mal”. Y en otra
persona, que había soñado lo mismo pero era tímido y no comprometido, le
interpretó: “Deseas una novedad en tu vida o buscas retornar a la incredulidad.”38
Sobre de Ibn Sirīn se presume que es el autor intelectual de la obra “La
interpretación de los sueños” (Ar. Ta'bir al-Ru’ya wa Muntakhab al-Kalam fi Tabir
al-Ahlām), aunque no se sabe aún con entera certeza sí, Ibn Sirīn, es el único

36
Ibíd.
37
Ibíd.
38
Ibíd., p.178

46
autor de la obra o sí el libro es la transmisión que ha reportado uno de sus
aprendices. La obra ha sido respalda únicamente por la autoridad biográfica del
escolar Abu al-Faraj Muhammad Ibn Ishāq al-Nadim (?-995 d.c.), y por esta
razón, el consenso de escolares no ha logrado determinar su autenticidad.

1.4.2 Abu Yūsuf Al-Kindī (800-866 d.c.): Fundador de la


Psicología de Religión

Abu Yūsuf Ya’qūb bin ‘Ishāq al-Sabbahā Ibn Qais al-Kindī, siendo aristócrata
descendiente de la honorable tribu de Kindah en Yemen y cuyo linaje también
fue de nobles predecesores del Profeta Muhammad. 39 Abu Yūsuf al-Kindī,
conocido en occidente por el sobrenombre de “Alkindus”, y apodado “el padre de
los filósofos Árabes”. Nació en Kufah (centro-sur de Irak), donde su padre ‘Ishāq
al-Sabbahā gobernaba durante el quinto jalifato de la dinastía ‘Abbāsíd, presidido
por Hārūn ar-Rashīd Ibn Muhammad (763-809). Inicialmente, al-Kindī, recibió su
educación en Basra, donde la cultura islámica tendía a vivir en una atmosfera
intelectual y de educación racionalista. Al igual que otros niños de su sociedad,
memorizó el Corán, estudió letras y gramática del árabe, junto a las ciencias
elementales. Posteriormente comenzó a estudiar disciplinas islámicas;
jurisprudencia teológica (Ar fiqh) y una nueva clase de filosofía islámica que
llamaban al-kalām (Lt. Logos). Al concluir sus estudios básicos, al-Kindī desarrolló
interés por el conocimiento filosófico y científico. Continuó su educación superior
en la ciudad de Bagdad, y concluyó sus estudios multidisciplinarios en ciencias
duras y filosofía griega; completando su conocimiento con proficiencia lingüística
por su dominio del idioma griego-koiné y el arameo-asírio.40
En la capital del mundo islámico, Bagdad, al-Kindī laboró como lingüista y
traductor en una biblioteca privada que él mismo fundó; la cual le fue confiscada
tras una serie de confusiones elaboradas por dos conspiradores de oposición
política contra el régimen del Jalifa, sin embargo, el problema se disolvió y la
biblioteca nuevamente se reestableció llevando consigo el nombre de “Biblioteca

39
“‘Ishāq al-Sabbahā (abuelo de al-Kindī), abrazó el Islam y fue visto como uno de los cercanos
compañeros del Profeta Muhammad (Ar. sahāba).” Sharif, Muhammad (1963) A History of Muslim
Philosophy (v.1, p.421). Otto Harrassowitz – Wiesbaden. P.P.C.
40
Sharif, Muhammad 1963

47
Ibn Qais al-Kindīan”.41 Obtuvo esmerado prestigio y distinción supervisando
diversas traducciones al árabe de las obras de filosofía griega y numerosos
textos recuperados en lengua aramea; “contribuyó esclareciendo la complejidad
de los contenidos y simplificando en síntesis su extensa teoría.” 42 Durante su
vida coadyuvó activamente con las traducciones de algunas obras de Aristóteles;
“Física” (Gk. Phusike akroasis ; Lt. Physicae auscultationes) y “Refutaciones
sofísticas” (Gk. Sofistikoí élenchoi ; Lt De sophisticis elenchis).43 A los 33 años de
edad, inspirado por la filosofía griega de Platón y Aristóteles, y la cultura y las
artes de las antiguas civilizaciones, Persa e Hindú, aunado a un extenso
conocimiento en la gramática árabe del infalible Corán (Ar. Al-Qur’ān), su
pensamiento filosófico comenzó a destacar bajo el octavo jalifato islámico de la
dinastía ‘Abbāsíd encabezado por al-Muʿtasim bi’lāh Muḥammad Ibn Hārūn ar-
Rashīd (796-842), quien precedía el jalifato de su hermano al-Ma’mūn Abu Jafar
Ibn Hārūn ar-Rashīd (786-833), ha quienes al-Kindī les dedicó su más famosa
obra “La Primera Filosofía” (Ar. Fi al-Falasafah al-Ulā); particularmente a al-
Muʿtasim bi’lāh, cuyo hijo Ahmad era su aprendiz.44 Desde ese momento, Abu
Yūsuf al-Kindī se convertiría en un imprescindible instructor dentro de uno de los
centros educativos más importantes del mundo islámico en su época, la ‘Casa
de la Sabiduría’ (Ar. Bait Al-Hikmah), donde estableció sus enseñanzas de la
primera filosofía islámica.45 Acorde a Ivry, diversos estudios orientalistas han
apoyado la idea de que es Ya’qūb bin ‘Ishāq al-Kindī el principal promotor de la
teología filosófica en el Islam (Ar. mutakalimūn) para la pujante escolástica del
“racionalismo independiente” (Ar. al-Mu’tazilah), por ende, fue el responsable de
las muchas futuras disputas que confrontó a su tradición escolástica. 46
Para mediados del siglo IX, Al-Kindī habría escrito alrededor de unos 25
tratados en diversas disciplinas, científicas y filosóficas, entre sus más de 240
obras; incluyendo en sus compendios áreas como Psicología, Aritmética, Física,

41
Ibn Abu Usaibi’ah, Mu’affaq ad-Dīn. Tabaqāt al-Atibbā (vol.I p.207). – citado por Sharif,
Muhammad (1963), p.422
42
Ibn al-Qifti, Alī bin Yūsuf (1903) Tā’rikh al-Hukamā (p.241) Princeton University Library –
citado por Sharif, Muhammad (1963), p.422
43
Corbin, Henry (2014) History of Islamic Philosophy (p.16). Routledhe. New York
44
Irvy, L. Alfred (1974) Ya’qūb bin ‘Ishāq al-Kindī Treaties “On First Philosophy” (Fi al-Falasafah
al-Ulā); p.115 – Commentary (97.3) by Ivry. Studies in Islamic Philosophy and Science & State
University of New York Press.
45
Adamson, Peter & Taylor C. Richard (2005) The Cambridge Companion to Arabic Philosophy
(p.18). Cambridge University Press. (p.115)
46
Irvy, L. Alfred 1974 p.22 y (commentary notes: 4) 36.

48
Geometría, Astronomía, Medicina, Filosofía; natural y metafísica, entre otras.
Fue un ingenioso crítico de las obras de la filosofía aristotélica, y pese a que se
sirvió de ellas, declaró nunca haber comulgado del todo con las ideas centrales
de los pensadores griegos.47 Desafortunadamente, muchos de sus manuscritos
quedarían extraviados a lo largo de la historia.48

1.4.3 El Nacimiento disciplinario de la “Psicología” ;


īlm al-Nafsi (Ar. ‫) علم النفس‬

Las diversas investigaciones sobre la teoría Griega del Alma (Lt. Psique; Ar Nafs)
y los estudios islámicos sobre una nueva filosofía teológica (Lt. Logos; Ar Kalām)
inspirada también en obras de filosofía Griega, impulsarían a establecer por
escrito los primeros tratados epistemológicos de su nueva disciplina filosófica y
religiosa, la “Psicología” (Ar. īlm al-Nafsi). Al-Kindī combinaría ideas platónicas,
neoplatónicas y aristotélicas, paralelamente a los preceptos de la escuela de
jurisprudencia islámica de la doctrina Hanafí (Ar. Hanafī madhab), construirían
una visión coherente de una innovadora filosofía teológica derivada por ambas
influencias, griega e islámica, que fundamenta la dialéctica de una coexistencia
del mundo metafísico junto a la realidad física, sin estar unidos ni conectados
entre ellos. Esta visión fundamenta una teología en la que Dios, el Único, Vive
junto a su creación pero no está conectada ni unida a ella. De la misma manera,
coexiste un Alma junto al cuerpo teniendo por separado cada uno sus propios
atributos, siendo esta una de las funciones epistemológicas de su Psicología. 49
Abu Yūsuf al-Kindī vincula la metafísica con la teología, el supuesto de su
filosofía era en general un estudio sobre la verdad. “La Primera Filosofía” (Ar. Fi
al-Falasafah al-Ulā), es una teoría del conocimiento sobre la primera verdad, que
es la causa de toda Verdad. Y de hecho, es la Metafísica de Aristóteles una
importante influencia en dicha obra. Sin embargo, al-Kindī hace un amplio uso
de ideas por sus traducciones de escritos neoplatónicos. La prueba de la
existencia de un solo Dios verdadero se basa en una parte en la filosofía islámica

47
Adamson, P., (2015) Al-Kindi. The Stanford Encyclopedia of Philosophy.
48
Hockey, Thomas, Trimble, Virginia, Palmeri & Joann (2007). Biographical Encyclopedia of
Astronomers. Springer (Eds.). New York.
49
Adamson, Peter 2015

49
de la época y neoplatónica griega de Proclo (412-485), comenta Peter Adamson
(2015) – citando a Jolivet (1979),50 – añadiendo, que pudo detectar suma
influencia de la versión árabe del filósofo griego Plotino (204-270), reproducida
en una de las obras de al-Kindī conocida como “Teología de Aristóteles” 51
Debe mencionarse, que siendo esto parte del acontecer histórico sobre el
descubrimiento de la disciplina psicológica, la influencia filosofal Griega entre
escolares musulmanes no fue la única causa de su motivación inspiradora para
emprender sus investigaciones y descubrimientos, esto no hubiese sido posible
sin la existencia del Corán (Ar. Qur’ān); que Dios reveló sobre la humanidad de
aquel exhortado Profeta por medio de un Espíritu Puro que lo proclamó, y
también del mismo modo, la filosofía Griega no hubiese existido sin el oráculo de
Apolo en Delfos, guiando la inspiración de Sócrates por medio de un genio
guardián del inframundo (Gk Daimones ; Es “Demonio”) que le habló desde su
infancia. Cual quiera que sea nuestra objeción, este ha sido el testimonio de
estos hombres ilustres que inspiraron el desarrollo de nuestras actuales teorías
del Alma. Los antiguos griegos solían creer que esta clase de fenomenologías
sucedían sobre aquellos hombres dotados de justicia y rectitud; a quienes los
dioses del Olimpo elegían proteger, mientras los árabes creen que esta clase de
fenomenologías sucedían únicamente sobre aquellos hombres dotados de
justicia y rectitud, quienes Dios elegía para convertirlos en sabios Profetas. Esta
es la razón principal por la cual debemos calificar esta disciplina como ‘Psicología
de Religión’, pues el origen fundamental de la existencia del Alma es oculta.
“Aristóteles, el más distinguido de los griegos en filosofía, dijo: ‘Debemos
ser agradecidos con los padres, quienes han contribuido (a ilustrarnos) con
alguna verdad, ellos fueron la causa de su existencia desde entonces; dejad solo
a los hijos (que sean agradecidos), que por los padres son la causa, mientras
que de ellos (los hijos) es su causa alcanzar la verdad.’ Ciertamente es hermoso
lo que dijo (Aristóteles) sobre este asunto. No debemos avergonzarnos de
apreciar la verdad y de obtenerla de donde venga, aunque provenga de razas
lejanas y de naciones diferentes a nosotros. Nada debe ser más amado para el
buscador de la verdad (que la verdad en sí misma), no debe haber direcciones

50
Jolivet, J., (1979) Pour le dossier du Proclus arabe: al-Kindi et la Théologie Platonicienne.
Studia Islamica. – citado por Adamson, P., (2015) Al-Kindi.
51
Adamson, P., 2015

50

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