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LA INTUICIÓN

“La mayoría de las decisiones que han afectado nuestra vida se han tomado
al margen de la razón, porque no disponíamos ni de toda la información ni del
tiempo necesario para ponderarla. La neurología y psicología modernas nos
han sugerido, en otras palabras, que podemos confiar en la intuición.”
(Eduardo Punset)

Las personas creen, equivocadamente, que con la mente y


el pensamiento son capaces de ir resolviendo los
problemas y situaciones que le va planteando a uno la
vida.
Cree tener a su disposición armas verdaderamente
potentes como aparentan ser estas, y lo que tiene, la
mayoría de las veces, es al enemigo en casa.
En el noventa y nueve por ciento de los casos -no digo el
cien por cien para no ser tachado de catastrofista-, las
personas tenemos una mente absolutamente condicionada
por muchos elementos: traumas, mandatos, modelos,
miedos, dudas, culpabilidad, inseguridad, infantilidad,
complejos, etc…
Con una mente así, en absoluto descondicionada como
para actuar libremente, todo lo que se piense, todo lo
que se proyecte, irá contaminado, y jamás será el
resultado de un proceso ecuánime, puro, íntegro, en el
que la objetividad y la claridad presidan el proceso.
En los resultados que nos presenta nuestra mente
siempre van incluidos todos los elementos de
contaminación que he relacionado anteriormente. Todos
ellos aportan su granito de temores, resquemores,

Francisco de Sales
LA INTUICIÓN

precaución, insidias, confusión, errores, obnubilación,


dudas…
Nada bueno o correcto nace con esos impedimentos.
No terminamos de entender que la mente es un
instrumento a nuestro servicio, y más nos creemos
esclavos y víctimas de sus atrocidades.
La mente muchas veces nos presenta ideas que nosotros,
equivocadamente, suponemos son nuestras ya que han
brotado dentro de nosotros. No nos damos cuenta de que
no hemos participado en el proceso de llegar a esa idea,
sino que han sido ella y sus condicionamientos quienes lo
han elaborado. El proceso adecuado es ponerse uno,
siendo consciente de ese yo que se pone a pensar, y ese
yo controla en todo momento el proceso para que sea
imparcial y correcto.
Aún cuando nosotros controlemos el desarrollo, la mente
necesita su tiempo para acudir al inconsciente, llevarlo al
preconsciente, ordenar y descartar la información,
construir la frase, pronunciarla…

La intuición se distingue de la mente en que no necesita


hacer todo ese proceso, siempre, lo primero que se nos
aparece, antes que el pensamiento, es la intuición.
Es ilógica, no está en absoluto condicionada, es natural,
es sincera, es pura…
La intuición, en mi opinión, es la voz de la sabiduría: es lo
que se ha aprendido en encarnaciones anteriores, o se
encuentra en un gran almacén donde cada uno va dejando
toda la sabiduría adquirida a lo largo de las múltiples

Francisco de Sales
LA INTUICIÓN

experiencias y encarnaciones; cualquiera tiene acceso a


ello si sabe dónde se encuentra y cómo acceder.
Lo que para ti, con tu nombre y apellidos actuales, sea
una práctica nueva, para tu Ser o tu espíritu puede ser
algo sabido. Tan sabido y tan claro que no necesita
tiempo para pensarlo, y te lo presenta con una claridad y
una rotundidad que, aunque no te lo pueda razonar -es
imposible razonar con la intuición- tampoco te va a crear
la necesidad de hacerlo.
Será tu mente, esa que se siente a punto de ser
destronada, la que pida una explicación, ya que tiene
miedo ante la fuerza de tan portentosa contrincante y
porque no quiere perder su hegemonía, y buscará
justificaciones para su postura: no puede ser tan fácil
una respuesta; las cosas hay que pensarlas mucho, hay
que dar muchas vueltas en la cabeza y descartar muchas
cosas antes de llegar a una solución, no puede ser tan
inmediato y tan fácil como la intuición pretende.
Tu Ser estará de acuerdo con la intuición.

Para los muy racionales, aquellos a los que les cueste


creer que la intuición es más práctica, se les sugiere que
lleven una estadística. Ante una situación, anota en un
papel qué dice la intuición y qué la mente. Hacer caso a
una de las dos y anotarlo. Esperar a ver qué pasa, el
resultado, y luego poner quién tenía razón.
Si la estadística acaba confirmando que tiene más
aciertos la intuición, y además haciéndole caso uno se
evita esos procesos mentales que en algunos casos con
eso de darles tantas vueltas acaban siendo trágicos, uno

Francisco de Sales
LA INTUICIÓN

debería llegar a la decisión lógica de que es mejor hacer


caso a la intuición.
Si lo hacen así tienen un premio: mientras más caso se le
hace a la intuición, más y mejor funciona.
A mí me gusta imaginar que la intuición nos presenta una
y otra vez sus opiniones, pero como no le hacemos mucho
caso, piensa ¿para qué me voy a molestar?, pero, en
cambio, si comprueba que se le hace caso, va
presentando más y más intuiciones.

ATENCIÓN
Al principio te costará distinguir entre un pensamiento y una
intuición. Te preguntarás muchas veces: ¿esto es una
intuición verdadera o es un pensamiento rápido?
Practica.
Pregúntate si resuena en tu interior con firmeza o si te deja
dudas internas. Escribo internas, porque las externas van a
estar siempre.
¿Lo ha pensado mi mente con su forma característica de
pensar o tiene un ingrediente que lo hace parecer más
elevado, más veraz, más rotundo?
Si yo no tuviera tantos miedos y tantas preocupaciones,
¿mis pensamientos serían iguales a mis intuiciones?
Intuición, pálpito, percepción extrasensorial, presentimiento,
adivinación, instinto, corazonada, magia… llámalo como
quieras. Todo lo anterior está en el Ser Humano y tú lo
eres.

RESUMIENDO
El desarrollo de la intuición se basa en la fe, primero, y en la
práctica, después.

Francisco de Sales
LA INTUICIÓN

Si crees en ella, te corresponderá con un diálogo más continuo y


fluido, con un acceso más fácil y de mayor confianza. Confiarás
en ti como entendedor de tu intuición y la captarás mejor.
Practica con ella. Empieza por asuntos pequeños o ajenos.
Comprueba los resultados y sorpréndete.

Francisco de Sales

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