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Por tanto, parto de un tema y autor que para mi es conocido y apreciado para
postular una intuición. El sentido de vida y el trabajo del Dr. Viktor Frankl. La
intuición se puede enunciar de la siguiente manera: Los desordenes afectivos en
las personas consagradas más allá de la represión de los deseos, representan
también medios ineficaces para mitigar la ausencia o pérdida de sentido en
situaciones personales o comunitarias donde el consagrado no ha encontrado su
sentido de vida o las circunstancias institucionales se los han frustrado.
Pero de esta afirmación surgen aun más interrogantes y ¿Es que será capaz un
trabajo por sí mismo para dotar de sentido y satisfacción a quien lo realiza? En
este punto Frankl señala que
A pesar que pudiera verse como trágica la existencia, Frankl mantiene una postura
optimista del hombre y en sus diez tesis sobre la persona argumenta que la
persona es una totalidad psicofísico-espiritual donde siempre la persona es más
que un cuerpo condicionado física y psíquicamente. Existe la libertad del espíritu
para elegir libre y responsablemente. En su octava tesis postula que la persona es
dinámica por su capacidad de distanciarse y apartarse de los estratos psicofísicos.
Ya que para él, existir significa salirse de sí mismo y enfrentarse consigo mismo.
Únicamente cuando el hombre entabla un diálogo consigo mismo, se desglosa lo
espiritual de los psicofísico. (Frankl, La voluntad de sentido 2002, 113)
El logoterapeuta nunca prescribe sentido, pero puede muy bien describir las
formas en que el proceso de la percepción de sentido es realizado por el hombre o
mujer de a pie. La percepción de sentido trata del descubrimiento de una
posibilidad desde el trasfondo de la realidad, esta posibilidad es en cada cado
única. El sentido debe descubrirse, pero no puede inventarse. Si esta posibilidad
de sentido se realiza, se ha cumplido el sentido, y se ha cumplido para siempre.
En esta época de creciente complejo de vacuidad, tendrá que imperar una
educación que no solo transmita conocimientos sino también tienda a finar la
conciencia, de modo que, el hombre preste atención para percibir el requerimiento
inherente a cada situación.
Impulso sexual, instinto sexual y tendencia sexual representan otras tantas fases
en la vía del proceso de maduración psicosexual, que caracterizan aquella línea
ascendente de intencionalidad –de orientación dirigida primeramente al coito con
cualquiera y luego a la unión sexual con una determinada persona-, gracias la
cual la sexualidad va adquiriendo, en el proceso de maduración del individuo, un
carácter cada vez mayor de expresión de la personalidad. (Frankl, Psiconanálisis y
existencialismo 1978, 244-245)
Debemos ahora hacernos cuestión sobre qué es lo que dicta al instinto su
orientación hacia una determinada persona. Frankl responde con lo que él llama
una tendencia erótica inmanente, la llama erótica porque la halla en cierta
contraposición con las sexuales; y la ejemplifica en los adolescentes,
ejemplificación que no solo vale para ellos sino para todos, como un anhelo de
camarería, de ternura, de intimidad y mutua comprensión. Entendiendo esta
tendencia erótica inmanente se comprende también el peligro que corren los
consagrados al no encontrar estos componentes en su comunidad o en su
actividad ministerial este anhelo inherente es el que lleva a “encontrarlo o
mitigarlo” en otras formas.
Por tanto desvelar esta tendencia erótica inmanente se presenta como lo que
encauza la sexualidad desde el campo de los impulsos puramente físicos, por la
vía de los instintos situados ya en el campo de los psíquico, hacia el plano
espiritual y que emanan de la propia persona, orientándose hacia otra persona
distinta.
A manera de cierre del presente trabajo me gustaría explicitar que lo que se busca
en el análisis existencial como propuesta terapéutica del trabajo de Viktor Frankl
es hacer sospecha de los condicionamientos reduccionistas que impidan a la
persona hacerse responsable de sus actos por considerarse un mero instinto y no
considerar la libertad y la responsabilidad que es innata y en cualquier situación y
circunstancia a la persona.