Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Realmente valoro el testimonio que es cada uno de ustedes. Hay una gran
variedad de formas de ser un testigo, por supuesto. Cuando mi esposa y yo
estuvimos en Inglaterra hace unos años, oímos acerca de dos monjas que,
vestidas con sus hábitos, estaban paseando en auto un domingo a la tarde
por la campiña. Estaban absortas por el paisaje hermoso, los campos verdes
y los muros de piedra, sin darse cuenta que se estaban quedando sin
combustible. De pronto, el auto se detuvo. Las dos monjas no podían hacer
nada. Salieron del auto y se quedaron al costado del camino abandonado.
Pasó el tiempo y se acercó un auto. El conductor se compadeció de ellas y
las llevó varios kilómetros a un lugar donde vendían combustible. Cuando
llegaron ahí, sin embargo, descubrieron que no tenían dónde poner el
combustible. De pronto, una mujer se acercó con sus tres hijitos sentados en
el asiento trasero de su auto. Les ofreció la bacinilla que usaba para enseñar
a sus hijos a usar el baño. Así que la llenaron con algunos litros de
combustible y llevaron a las monjas de vuelta a donde estaba su auto.
Mientras las dos monjas con sus hábitos estaban tratando de verter el
combustible en el tanque, se acercó velozmente un Rolls Royce que frenó
bruscamente. Alguien bajó el vidrio y desde el asiento de atrás un jeque
árabe se asomó y les dijo: “Señoras, no compartimos su religión, pero
ciertamente admiramos su fe.”
Pero fue en esa cárcel que aprendí las más grandes lecciones de mi vida:
1 BGEA 2000
Primero, dónde está el verdadero poder. Como había participado de todas las
grandes decisiones durante los cuatro años de la presidencia de Nixon, creí
que conocía el poder. Pero descubrí cuán rápidamente desaparecía ese
poder. Los reinos vienen y van. En la cárcel vi el verdadero poder. Es el
poder del evangelio que transforma el corazón humano. Es el único poder
que perdura. Ése es el poder que termina conquistando el mundo y
transformando los reinos.
Pero, cuando fui liberado en 1975, Dios me llamó a trabajar en las cárceles, y
a lo largo de estos 25 años, el ministerio que comencé, Prison Fellowship, se
encuentra ahora en 88 países del mundo, llevando la esperanza del
evangelio a cientos de miles de hombres y mujeres olvidados. Piensen en
esto. Dios, en su misericordia, toma a alguien que fue quebrantado en medio
de Watergate, arrojado a la cárcel, y luego lo levanta para conducir un
movimiento que toca a millones de personas en todo el mundo. Así trabaja
Dios. A través de nuestro quebrantamiento. Él confunde la sabiduría del
mundo mientras obra su voluntad soberana.
Voy a ampliar estos dos temas durante esta tarde – la soberanía de Dios y el
poder del evangelio – en el contexto de los grandes temas de nuestro tiempo,
el gran conflicto de las cosmovisiones que se está librando hoy, cuando
somos llamados a presentar el evangelio, como evangelistas, y a defender lo
que creemos.
Desde que nos reunimos por primera vez aquí, en 1983, el mundo ha
experimentado la más grande revolución tecnológica desde la imprenta de
Gutenberg. El mundo está literalmente interconectado por máquinas de fax,
la Internet y los satélites. Lo que ocurre es que los temas que están siendo
debatidos en la cultura occidental hoy, cada vez más – para bien y a veces
para mal – hacen impacto en todas las culturas del mundo.
2 BGEA 2000
Lo que estamos viendo en Occidente hoy es una gran lucha, no tanto por los
temas acerca de los cuales leemos ustedes y yo – la familia, o el aborto, o los
derechos de los homosexuales, o la epidemia del SIDA, o la libertad religiosa
– sino acerca de las cuestiones más fundamentales. Es una lucha entre
cosmovisiones encontradas, es decir, nuestra comprensión acerca de cómo
funciona el mundo y acerca de la vida. De un lado se encuentra el punto de
vista bíblico de que somos creados por Dios, con todo lo que eso significa;
del otro, está el punto de vista secular, la creencia de que Dios está muerto y
que nosotros, los humanos, somos simplemente el resultado del azar. Éste
es un conflicto que afecta a cada persona sobre la tierra. Ustedes deben
comprenderlo.
Hay una buena ilustración en este punto que es una historia contada por un
pastor amigo mío. A él, como a mí, le gusta fijarse en las calcomanías que
llevan los autos. (Uno puede saber mucho acerca de las personas por las
figuras que llevan en sus autos.) Mientras de desplazaba lentamente en el
tráfico, notó una calcomanía en el auto que estaba delante de él, que tenía un
lema de la década del ‟60: “Si te hace sentir bien, hazlo.” El tráfico avanzaba
lentamente. En un momento, se aceleró el tráfico y el auto que estaba
delante de mi amigo se detuvo abruptamente ante un semáforo. Mi amigo,
que tiene un sentido del humor algo travieso, se le acercó desde atrás –– y
entonces... ¡BANG!, le chocó el paragolpes del auto de adelante.
Lo que pasa es que la cultura posmoderna nos enseña que podemos hacer lo
que queremos si nos hace sentir bien – es decir, hasta que otra persona
también hace lo que ella quiere y nos choca desde atrás. Y eso es
precisamente lo que le está pasando al secularismo occidental hoy. Los
ideales occidentales acerca de la democracia y la libertad están atrayendo a
3 BGEA 2000
las personas de todas partes, merecidamente. Pero los ideales del
secularismo occidental que vemos surgir de la cultura popular – el nihilismo
moral – son señales de una cosmovisión con la que la gente simplemente no
puede convivir.
Recuerden que las culturas están modeladas por las cosmovisiones, es decir
nuestras creencias más fundamentales acerca de la vida. No sólo se está
desmoronando el punto de vista occidental secular, sino también las
cosmovisiones tradicionales que predominan en las culturas musulmanas y
orientales.
En el mundo musulmán, por ejemplo, hay una gran opresión. Las mujeres
son tratadas como si fueran una propiedad. En Sudán, se practica la
esclavitud. No existe la libertad religiosa y los fundamentos de la dignidad
humana han sido socavados.
También recuerdo una reunión que tuve en Japón con un destacado profesor
budista en la Universidad de Yokohama. Él enseñaba religiones comparadas
y estaba usando mi libro, Nacido de nuevo, como una ilustración del
cristianismo. Tuvimos una maravillosa conversación hasta que le pregunté
cómo podían los budistas tener un ministerio carcelario. ¿Qué podían
ofrecerle a las personas como redención? Sonrió, con suficiencia, y dijo:
“Hemos desarrollado algo que se llama budismo Pureland, en el que las
personas pueden ser perdonadas. Necesitamos darles esperanza a los que
han infringido la ley.”
¿Se dan cuenta? Tienen que fabricar una religión para los prisioneros porque
su fe no ofrece ningún alivio para el pecado y la culpa.
Por esto digo que éste es un gran momento cristiano en el mundo, tal vez la
más grande oportunidad que ha tenido la iglesia cristiana desde mediados del
siglo XIX. Esto es porque en todo el mundo las personas tienen hambre de
una cosmovisión por la cual puedan vivir, que las libre de la opresión de las
religiones orientales y del mundo musulmán, y que les dé una respuesta a la
bancarrota moral a la que nos han llevado las creencias seculares en
Occidente. Y nosotros somos quienes tenemos algo mejor para ofrecerles,
4 BGEA 2000
una visión del mundo y una visión de la vida que provee, no sólo la redención
del pecado, alcanzada por Cristo en la cruz para toda la humanidad, sino
también una forma de entender la vida, según lo revela la Biblia, que tiene
sentido, que provee pautas morales por las que podemos vivir y una base de
justicia y paz para nuestras vidas comunes.
Oportunidad cristiana
5 BGEA 2000
Esto es precisamente lo que debemos hacer en las culturas orientales donde
tantas personas han estado absortas en sus propias supersticiones y no
tienen ningún concepto de un Dios creador. Debemos hacerlo en las culturas
musulmanas, donde las personas están siguiendo ciegamente un sistema
represivo. Debemos hacerlo en las culturas occidentales, donde se les ha
dicho a las personas que Dios está muerto. Y debemos hacerlo en las
culturas de los países en vías de desarrollo, donde la violencia, las
enfermedades y la pobreza están quitándole a las personas su esperanza.
Exponemos estas cosmovisiones falsas a las personas en el punto donde
puedan entendernos y presentando lo que sabemos que es verdadero. Esto
es lo que el fallecido Francis Schaeffer quería decir cuando dijo que si hemos
de ser efectivos como evangelistas, debemos ser misioneros en nuestra
propia cultura.
Así que, nos interesa cada área de la vida. Abraham Kuyper, quien fue primer
ministro de este país donde nos hemos reunido y uno de los más grandes
teólogos, capturó esta verdad brillantemente a fines del siglo XIX en la
dedicación de la Universidad Libre, aquí en Amsterdam: “No existe un
centímetro cuadrado en todo el dominio de la existencia humana ante el cual
Cristo, quien es soberano, no diga „mío.‟”
6 BGEA 2000
Esta es la postura que debemos sostener: que, en todo aspecto, la
cosmovisión cristiana provee las respuestas que anhelan las personas, de
una forma que ninguna otra religión o cosmovisión puede hacerlo. Esto
ocurre, sabemos, porque es verdadera, porque concuerda con la forma en
que Dios hizo el mundo.
Contesté: “Mi sugerencia, su Alteza Real, es que usted envíe a más niños
británicos a la Escuela Dominical.”
7 BGEA 2000
La segunda forma en la que nos relacionamos con la cultura es viviendo la
verdad cristiana de forma tal que nuestros vecinos seculares, sea en culturas
dominadas por creencias musulmanas, hindúes o budistas, o en el Occidente
post-cristiano, vean con sus propios ojos la verdad del evangelio.
Claramente, éste es un llamado al pueblo de Dios, para que sea sal y luz.
Cada vez que los cristianos han hecho esto, han cambiado el mundo. Un
ejemplo maravilloso es William Wilberforce, el gran héroe de mi vida.
Wilberforce era miembro del parlamento inglés a fines del siglo XVIII, y había
sido convertido por discípulos de John Wesley. Su amor por Cristo lo impulsó
a enfrentar al primer ministro (perdiendo así la oportunidad de convertirse él
en primer ministro), para luchar por la terminación del comercio de esclavos,
aquella práctica moderna increíblemente inhumana mediante la cual los
africanos negros eran apilados en barcos como carga y llevados a la fuerza al
hemisferio occidental. Muchos de ellos morían en el trayecto. Wilberforce
comenzó su gran campaña en 1787, y año tras año fue derrotado en el
parlamento, pero siguió adelante. Nunca se desesperó. Nunca calculó las
probabilidades en su contra. Finalmente, después de una lucha de veinte
años, una mayoría de la Cámara de Comunes votó a favor de la terminación
del tráfico de esclavos. Veinticinco años después, cuando Wilberforce estaba
en su lecho de muerte, la esclavitud fue abolida en el Imperio Británico.
¡Y qué testimonio fue ése! Pero Wilberforce hizo algo más que abolir la
esclavitud. Ėl veía a toda la vida bajo el señorío de Cristo, así que trabajó
para reformar una Gran Bretaña moralmente corrupta. En parte gracias a sus
esfuerzos, surgió un gran avivamiento. La sociedad fue transformada y los
corazones fueron cambiados.
8 BGEA 2000
Cinco años atrás, llevé a un grupo de funcionarios carcelarios a Sudamérica
para ver estos dos institutos. El comisionado de Texas volvió y persuadió al
gobernador George Bush para que intentara un programa similar. Así que,
tres años atrás, inauguramos la primera cárcel dirigida por cristianos, justo en
las afueras de Houston, Texas. Es un lugar asombroso. Los internos se
levantan cada mañana a las 5:30 para tener su tiempo devocional. Después
del desayuno, concurren a las clases. Después de los programas de trabajo,
se reúnen a media tarde para otro tiempo devocional. Y, después de la
comida de la noche, se quedan estudiando la Biblia hasta que se apagan las
luces, a las 22 horas. No hay televisión, no hay distracciones. Estos hombres
están estudiando la Palabra seriamente y están aprendiendo a vivir como
cristianos.
Tenemos que aceptar a toda persona que nos envíe el estado, así que
muchos hombres no son cristianos cuando llegan. Los que son cristianos se
agrupan, de la misma forma en que la iglesia agrupa a las personas en la
sociedad. Ellos viven según la enseñanza bíblica. Con el tiempo, empiezan a
influir en las actitudes de los que los rodean. Aun los que no son creyentes
comienzan a vivir según las mismas normas. Es una ilustración asombrosa
de cómo los cristianos, cuando son fieles, pueden ser la levadura de toda una
cultura.
9 BGEA 2000
Éste ha sido un testimonio asombroso. Lo que está viendo el mundo en esta
cárcel de Houston, es que donde los medios humanos han fracasado, una y
otra vez, donde nada de lo que hemos hecho en el sistema judicial criminal
ha funcionado, los medios de Dios, el evangelio que transforma el corazón
humano, y los cristianos creando una cultura en la que las personas pueden
vivir en un orden moral correcto, pueden tener éxito.
Sucede que Ron Flowers había estado preso durante catorce años por
asesinar a una joven. Todo ese tiempo él había negado que fuera culpable.
Pero los internos participan en el Sycamore Tree Project (Proyecto Sicómoro)
en donde se los alienta a confesar sus pecados, arrepentirse y hacer
restitución, si fuera posible. En una de esas sesiones, Ron Flowers confesó
que él en realidad era culpable de haber matado a la mujer. Un voluntario que
estuvo allí esa noche conocía a la madre de la víctima, la Sra. Washington, y
se puso en contacto con ella. Durante años, la Sra. Washington había estado
amargada, escribiendo cartas a la Junta de Libertad Condicional para que le
negaran este beneficio a Ron Flowers. Su esposo había muerto. Su hijo
había muerto. Estaba sola y enojada. Pero también era cristiana. Cuando
supo que Ron Flowers había confesado y se había arrepentido, fue a la
cárcel y tuvieron una reconciliación gloriosa en la que ella le perdonó el
asesinato de su hija.
La Sra. Washington, aquella mujer cuya hija había sido asesinada por Ron
Flowers, se abrió paso ese día ante doscientos internos y visitantes para
abrazar al asesino de su hija. Se volvió a la multitud y dijo: “Mi familia se ha
ido, pero Ron Flowers es ahora mi hijo adoptivo, en Cristo.” Sólo el poder del
evangelio puede proveer ese tipo de sanidad que el mundo necesita tan
desesperadamente.
Les interesará saber que Ron Flowers fue liberado de la cárcel, tiene un
trabajo, concurre a una iglesia, y se ha casado recientemente. Su testigo en
la ceremonia fue su madre adoptiva, la Sra. Washington.
10 BGEA 2000
Mauntalupa. Eran pandilleros condenados por los crímenes más graves. Pero
ahora, a través de Prison Fellowship, habían conseguido dinero prestado
para comprar sus vehículos y se estaban ganando la vida y estaban
sustentando a sus familias (además, cada uno estaba devolviendo su
préstamo). Cada uno irradiaba el gozo de Cristo en su rostro. Y todo el sector
alrededor de donde vivían fue transformado.
Y, vez tras vez, hemos visto acciones individuales de obediencia usadas por
Dios para transformar toda una cultura. Estuve en Chipre hace unos meses,
en Pafos, donde estuvo el apóstol Pablo en su primer viaje misionero
(Hechos 13:16). Si recuerdan, fue ahí donde Pablo se encontró con un falso
profeta. Confrontó al hechicero, llamándolo hijo del diablo. Cuando el falso
profeta fue cegado, el procónsul romano se asombró tanto, nos dicen las
Escrituras, que creyó y se convirtió en un seguidor de Jesús.
Hasta donde sabemos, según el relato bíblico, ése fue el único convertido.
Piensen cuán solo se habrá sentido el procónsul. Un oficial del Imperio
Romano que de pronto cree en este judío que había sido crucificado y que
había resucitado. No había ninguna iglesia, ningún apoyo. Pero ese
procónsul solitario seguramente continuó predicando el evangelio.
Porque hoy, en el mismo lugar donde Pablo confrontó al hechicero, hay una
iglesia anglicana evangélica, vibrante y maravillosa, donde los creyentes
equipan a otros para salir a evangelizar a todo el Oriente Medio. Leí la
declaración de la iglesia acerca de la responsabilidad cristiana, y en el primer
lugar figura llevar a las personas a una relación personal con Jesucristo como
Señor y Salvador.
11 BGEA 2000
misioneros por una de las áreas más difíciles del mundo. El evangelio no
puede ser detenido. Ustedes y yo podemos fallar. El evangelio, no.
Así que, al analizar el siglo que acaba de terminar y al llegar a este nuevo
milenio, vemos que las utopías prometidas por el hombre han sido
consignadas al basurero de la historia.
12 BGEA 2000
por las promesas fallidas del mundo se volverán nuevamente a la única
respuesta que ha perdurado a lo largo de los siglos, la única cosmovisión que
provee un fundamento para la dignidad humana, para la comunidad, para el
trabajo significativo, para la libertad política. La única cosmovisión que ofrece
la esperanza de salvación, que es en Cristo Jesús.
13 BGEA 2000