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Ejercicios para superar el

pensamiento obsesivo
15/07/2013

Para librarte de las obsesiones y el pensamiento obsesivo hay varias ideas


fundamentales que debes tener en cuenta:

1. Tú y tu mente no sois la misma cosa.

2. El trabajo de tu mente consiste en generar todo tipo de ideas, algunas


buenas, otras malas, algunas racionales, otras irracionales, absurdas o sin
sentido, y algunas aterradoras. Eso no puedes controlarlo. Tú no decides
que idea genera u no tu mente.

3. Tu trabajo consiste en quedarte con las ideas que merece la pena


considerar y descartar aquellas que son absurdas.

Por desgracia, tu mente no siempre te deja hacer tu trabajo, porque por


mucho que tú te empeñes en no pensar en algo, tu mente se empeña con la
misma fuerza en presentarte esa idea una y otra vez, de manera que te ves
atrapado en un tira y afloja con tu propia mente que no te lleva más que a
un estado de agotamiento, estrés y frustración.
1. Sal de tu tren de pensamiento
En primer lugar, debes cambiar el modo que tienes de ver tu mente. Para
hacerlo, imagina un tren con muchos vagones desplazándose por una vía.
Cada vagón representa una idea que tu mente genera. Puedes visualizarlo
como un vagón de carga donde hay una gran pancarta con
el pensamiento escrito en ella. Así, en cada vagón habría un pensamiento
como: "voy a llegar tarde", "tengo hambre", "soy torpe", "tengo que revisar el
trabajo porque puede haber errores", "esta noche ponen mi serie favorita",
"va a pasar algo horrible". Así, el tren llevaría todo tipo de pensamientos y
algunos de ellos serían tus pensamientos obsesivos.

Hay dos formas de ver ese tren de pensamientos: desde lejos, como si lo
miraras pasar desde un puente, o desde dentro, cuando te has subido al
tren y estás dentro de un vagón, dejando que el tren te lleve a donde quiera
que vaya, mientras va tomando velocidad y cada vez te resulta más
complicado bajarte.

Pero en vez de caerte sin más dentro del vagón de un pensamiento


obsesivo, debes ser tú quien decide cuándo observar el tren pasar desde
lejos y cuándo subirte en uno de sus vagones. Esto solo se consigue del
siguiente modo:

1. Debes estar atento a los contenidos de tu mente.

2. Cuando surja un pensamiento obsesivo (o cualquier otro que no te


interesa), no debes luchar contra él, sino observarlo, centrar toda tu
atención en ese pensamiento para saber exactamente qué está pensando
tu mente. Esta forma de verlo es muy importante porque te ayuda a no
identificarte con tus contenidos mentales y darte cuenta de que son ideas
generadas por tu mente, que no tienes por qué creerte ni tener en
consideración si no lo deseas (recuerda cuál es el trabajo de tu mente y cuál
es el tuyo). Entonces le pones una etiqueta que lo resuma, como: "obsesión
sobre repasar el trabajo mil veces" y luego lo imaginas en el vagón de tu
tren de pensamiento, observando desde lejos, viendo como el tren se aleja
llevándose tu pensamiento hasta desaparecer.

2. Sostén tus emociones


Sostener tus emociones significa que debes estar dispuesto a sentir tu
ansiedad o malestar. Solo hay un modo de acabar con las emociones
desagradables, y es sentirlas hasta el final y quedarse con ellas hasta que
se agotan por sí mismas.
Para entender esto, haz primero una pequeña prueba: cuando sientas picor
en una determinada parte de tu cuerpo y sientas el deseo de rascarte, no lo
hagas. En su lugar, concéntrate en la sensación de picor, en su intensidad,
donde está situada, como es, centra tu atención plenamente en esa
sensación sin hacer nada más, mantén la atención sostenida en ella
sintiendo el picor al 100%. El picor acaba desapareciendo, a veces
enseguida, a veces por puro aburrimiento te das cuenta de que de repente
has desviado tu atención del picor, estás haciendo otra cosa, y el picor ha
desaparecido. Con tus pensamientos y emociones puedes hacer
exactamente lo mismo.

Si tu obsesión te genera ansiedad, tristeza, ira u otro tipo de malestar,


concéntrate en la emoción que estás sintiendo, observa cómo es, ponle
nombre, descríbela, acepta esa emoción y proponte sentirla mientras esté
ahí. Es decir, debes estar dispuesto a sentirla sin hacer nada para dejar de
sentirla y quedarte ahí, con ella. ¿Qué pasa cuando haces eso? Que la
ansiedad acaba desapareciendo, porque es así como funciona la mente
humana, que es incapaz de permanecer en un mismo estado mucho
tiempo. Cuando "sostienes" el malestar y no dejas que tus obsesiones te
empujen a realizar la compulsión, puedes hacer una vida normal a pesar de
ellas, puedes hacer todo lo que desees a pesar de tus obsesiones.

3. Otras técnicas
Si las técnicas anteriores no son suficientes, puedes probar algunas de las
siguientes. Son técnicas que te ayudarán a distanciarte de tus obsesiones y
no acabar metido en el vagón y arrastrado por el tren del que hablaba al
principio, sino que te ayudarán a dejar que el tren pase de largo sin subirte a
él.

Recuerda siempre que tu objetivo no es que no se produzcan las


obsesiones. Eso no es posible, no puedes controlar las ideas que genera
tu mente, solo puedes controlar lo que haces con ellas (es decir, si te
quedas con ellas o las dejas pasar) y tu propia conducta.

- Canta tu obsesión: ponle la música de alguna canción que te guste y


cántala.

- Repite la obsesión en voz alta lo más rápido posible durante 45 segundos.


Por ejemplo, si tienes un trastorno obsesivo-compulsivo relacionado con el
lavado de manos, puedes repetir la palabra "lavamanos-lavamanos-
lavamanos" una y otra vez a toda velocidad. Aunque parezca un poco
absurdo, funciona porque te ayuda a distanciarte de tus pensamientos e
impedir así que dominen tu conducta. Haz la prueba; es fácil.

- Utiliza la metáfora de las hojas en el río.

- Escribe tu obsesión en una hoja, en letras grandes, ponla en la pared y


obsérvala como lo haría un extraterrestre sin emociones que está
observando a la especie humana.

- Describe lo que está pasando, lo que tu mente está haciendo: "mi mente
está presentándome un pensamiento obsesivo y absurdo. Gracias, mente,
por hacer tu trabajo". Esto también te ayudará a distanciarte. Cuanto más te
distancies de tus pensamientos, menos te dominarán.

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