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CEMENTO Boletín Técnico

1991 Nº 45
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EL AGUA DE MAR EN EL AMASADO DEL CONCRETO

La extensa costa peruana y la preponderancia de áreas desérticas,


hacen que el empleo del agua de mar en la preparación del concreto sea una
opción de interés.

Existe experiencia satisfactoria a nivel internacional sobre el empleo del


agua de mar, en el concreto simple y en muchos casos en obras de concreto
armado, especialmente en elementos que se encuentran bajo el agua.

El agua de mar tiene una salinidad de alrededor de 3.5% (35,000 ppm).


Las 3/4 partes de los sólidos disueltos son cloruro de sodio y en la parte
restante predomina el sulfato y cloruro de magnesio.

Las sales mencionadas actúan modificando los productos de hidratación


del cemento y en especial el cloruró de sodio incrementa la velocidad de
hidratación del silicato tricálcico en las primeras edades; entrando en
combinación y modificando la estructura de los hidratos. De esta manera se
acelera la fragua y la resistencia a la compresión hasta los 7 días.

Durante el período de desecación del concreto, el agua arrastra las


sales hacia el exterior, cristalizando en la superficie en forma de manchas
blanquecinas, que alteran la apariencia de los elementos expuestos.

Por otra parte, el cloro tiene un efecto negativo sobre el acero de


refuerzo, que se vuelve más propenso a la corrosión, en la medida que se
produce la rotura de la capa de pasivación en la interfase acero-concreto.
Además, el cloro hace que los concretos sean más porosos, acentuando el
fenómeno de corrosión en climas marinos.

En el caso de elementos presforzados el riesgo de corrosión se


incrementa por el fenómeno conocido como corrosión bajo tensión.

Las recomendaciones generalmente aceptadas, en los casos que se


justifique el empleo del agua de mar en la preparación de concretos armados,
consideran una relación de agua cemento menor de 0.45 y recubrimientos de
3".

La norma peruana sobre concreto armado, incorporada al Reglamento


Nacional de Construcciones, permite el empleo del agua de mar en obras de
concreto, cuando se cuente con la autorización del ingeniero proyectista y del
inspector. Pero excluye su uso en los siguientes casos:
Boletín Técnico Nº 45. 1991

- Concreto presforzado.

- Concretos con resistencias mayores de 175 kg/cm2, a los 28 días.

- Concretos con elementos embebidos de fierro galvanizado o


aluminio.

- Concreto con un acabado superficial de importancia.

Por otra parte, la norma ITINTEC 339.088 que especifica las


condiciones del agua de amasado para el concreto, limita el contenido de
cloruros, expresado en ion CI, a menos de 1 g/l ó 1.000 ppm y el de sulfatos,
expresado en ion SO4 a menos de 600 ppm. Estos valores son excedidos por
el agua de mar.

Sin embargo, la norma faculta a efectuar estudios sobre aguas que no


cumplan con los requisitos estipulados y aceptan su empleo según la variación
de resistencia. Los estudios comprenden ensayos comparativos, empleando en
un caso el agua de mar y en otro agua destilada o potable, manteniendo
además similitud en materiales a utilizar y procedimientos, con el fin de obtener
ensayos reproducibles. Dichos ensayos se realizarán, de preferencia, con el
mismo cemento que será usado y consistirán en la determinación del tiempo
de fraguado del cemento y la resistencia a compresión del mortero a las
edades de 7 días y 28 días.

Los tiempos de fraguado inicial y final de la pasta que contiene el agua


en estudio podrán variar hasta 25% de los correspondientes a la pasta que
contiene el agua de referencia.

La reducción de resistencia del mortero que contiene el agua en estudio, a


cualquier edad de ensayo, podrá ser como máximo del 10%.

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