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Agradecimientos
A las docentes Irma Lucía Franco Sepúlveda y Flor Aurora Sabogal Urresty, que
recopilaron algunas de las fuentes bibliográficas utilizadas en el análisis de la
investigación.
Contenido
Prólogo ................................................................................................................... IX
Presentación ............................................................................................................ XIII
Introducción ............................................................................................................ 3
1. Antecedentes y justificación .............................................................................. 5
2. Marco teórico ................................................................................................... 5
3. Metodología ..................................................................................................... 8
3.1. Tipo de investigación ................................................................................. 8
3.2. Temática .................................................................................................... 8
3.3. Diseño ....................................................................................................... 8
3.4. Categorías provisionales para la recolección de datos ................................. 9
3.5. Corpus textual y muestra ........................................................................... 11
3.6. Técnicas de recolección de datos ............................................................... 11
3.7. Duración del proyecto ............................................................................... 11
3.8. Validez y coherencia interna ...................................................................... 11
4. Trabajo de campo ............................................................................................. 12
5. Sistematización de datos ................................................................................... 12
6. Análisis e interpretación por categorías ............................................................. 12
6.1. ¿Para qué evaluar? .................................................................................... 13
6.2. Tipos o productos de aprendizaje evaluados .............................................. 14
6.3. Medios y técnicas de evaluación: ¿cómo evaluar? ..................................... 25
6.3.1. La realimentación o feedback .......................................................... 25
6.3.2. Instrumentos o técnicas de evaluación ............................................ 33
6.3.3. Software especializado para evaluación de
aprendizajes en ambientes virtuales ........................................................... 37
6.4. Agentes de evaluación: ¿quién evalúa? ..................................................... 44
6.4.1. Heteroevaluación ............................................................................ 45
6.4.2. Coevaluación .................................................................................. 46
6.4.3. Autoevaluación ............................................................................... 48
Prólogo
Incompleta, y casi sin sentido, sería la función de la universidad como institución
generadora del conocimiento, sin la posibilidad de dar respuesta a las preguntas
que le plantea su propia actividad, más aún cuando dicha actividad se desarrolla
en un escenario poco común: la virtualidad.
Así entonces, cada vez tenemos más elementos para decir que la Católica del
Norte se inscribe activamente en la educación para el siglo XXI y para la cultura
global, al ofrecer educación basada enÊentornos virtuales de aprendizaje o
e-learning.
En este punto es preciso resaltar el valor del resultado académico que en buena
hora presentan el Dr. Bernardo Restrepo, Carlos Eduardo Román y Eliana Londoño,
puesto que se trata de un hallazgo que no sólo establece un precedente en el
contexto nacional y latinoamericano respecto al tema de la evaluación de
aprendizajes en e-learning en la educación superior, sino que constituye una
invitación abierta y pública para que los investigadores del país continúen
trabajando, contribuyendo, avanzando, profundizando y reflexionando a partir
de esta pauta que, como líderes de la investigación en ambientes virtuales de
aprendizaje, les entrega la Católica del Norte.
Presentación
Una de las prioridades que los países deben asumir en la actualidad es consolidar
un proyecto educativo que acerque la educación a las exigencias emergentes de
una sociedad globalizada. Lo anterior implica considerar el desarrollo de las
personas como el centro del progreso y de la competitividad; también, exige
definir estrategias orientadas a la construcción conjunta del conocimiento y la
renovación de las prácticas educativas.
Los estudios sobre e-learning como una nueva metodología para el desarrollo
de ambientes de aprendizaje han presentado elementos centrados en los
procesos de diseño instruccional, producción de contenidos, materiales y recursos,
procesos de tutoría y de gestión administrativa y tecnológica, pero poco se han
ocupado de reflexionar sobre los procesos de evaluación de aprendizajes. Hay
aquí una oportunidad para la investigación, que debe ser retomada con cuidado
y responsabilidad.
Es claro el recorrido que los autores hacen respecto a las preguntas orientadoras
con las que diseñan la arquitectura de la investigación, las cuales están centradas
en: ¿qué se evalúa? -desarrollada desde los tipos o productos de aprendizaje
evaluados-; ¿cómo se evalúa? -investigada desde los medios y las diferentes
En este libro se recoge una primera síntesis de casos de estudio para establecer
factores que pueden orientar la efectividad de la evaluación en los ambientes
virtuales de aprendizaje; esto es, las exigencias institucionales de las distintas
formas de evaluación, la información que da cuenta de las evidencias de la medición
en una evaluación tradicional y una evaluación por competencias; los entornos
en que debe aplicarse la evaluación, así como la periodicidad y los distintos formatos
para mejorar los aprendizajes de los estudiantes y el aseguramiento de la
autenticidad.
Así mismo, el libro señala de manera asertiva las oportunidades y los desafíos que
el e-learning introduce en los procesos de formación y la manera como pueden
ayudar a superar las limitaciones surgidas hasta ahora en los ambientes de
aprendizaje virtuales, en especial, en los procesos de evaluación de los aprendizajes.
Invito al lector a explorar los hallazgos de este estudio y a disfrutarlo como una
valiosa fuente de información para el diseño, gestión y fortalecimiento de sus
proyectos e-learning.
Introducción
Este libro, resultado de investigación, presenta el objeto de la situación actual de
la evaluación de aprendizajes en ambientes virtuales o e-learning en la educación
superior. La indagación estuvo a cargo de investigadores de la Católica del Norte
Fundación Universitaria, entre agosto de 2007 y diciembre de 2008. El informe
comienza con los antecedentes y justificación del estudio, luego se procede a
delimitar el corpus textual del proyecto y la definición precisa de la búsqueda. A
continuación, se centra en el diseño y categorización preliminar para la recopilación
y análisis de datos; por último, aborda el trabajo documental y el análisis e
interpretación de los resultados, para cerrar con una discusión general sobre los
mismos y con una exposición de las implicaciones prácticas para el mejoramiento
de los programas virtuales, lo cual se hará en una segunda etapa mediante
experimentos en línea.
1. Antecedentes y justificación
El país y el mundo avanzan en la propuesta de la educación virtual como opción
importante para brindar educación superior y ampliar la cobertura de la misma.
Pero esta ampliación tiene que ir de la mano con la calidad de la oferta, y la
calidad se mira en definitiva en los resultados que, a su vez, se detectan de forma
inmediata en la evaluación de los aprendizajes, y a corto, mediano y largo plazo,
en la repercusión que estos aprendizajes tienen en el ejercicio de las profesiones.
2. Marco teórico
El marco referencial es indispensable como generador de categorías conceptuales
anticipatorias para la búsqueda de información. Este encuadre teórico parte de
los conocimientos de los investigadores sobre el objeto de estudio y de una primera
revisión de la literatura al respecto. El grupo, a partir de las posiciones encontradas
Otra concepción, que se erige como opción central en este estudio, es la evaluación
como control de calidad del proceso educativo, mirado como proceso integral del
estudiante y de su vinculación a proyectos sociales a los cuales se aplique lo
aprendido en favor del desarrollo del trabajo, la producción y la realización humana,
indicadores modernos de la calidad de la educación. No basta el conocimiento
específico o reproductivo; es menester evaluar el conocimiento estratégico o
productivo que dé al estudiante la posibilidad de construir, aplicando lo aprendido
a nuevos contextos.
Ciertamente, estas decisiones tienen que ver con lo que es esencial en la evaluación,
por ello apuntalaron la escogencia final de las categorías que presidieron el presente
estado del arte.
3. Metodología
3.1 Tipo de investigación
3.2. Temática
3.3. Diseño
1. Retroalimentación o feedback.
4. Conocimientos previos.
El análisis de los documentos permitió ver pronto que estas grandes categorías se
entrelazan e interactúan. El qué evaluar, en efecto, determina el cómo evaluar, y
éste, a su vez, está muy relacionado con el cuándo evaluar. El análisis de cada
gran categoría mostrará a las claras esta interdependencia.
El corpus textual del estudio abarca las publicaciones sobre el tema desde 1985
hasta 2008. La muestra es razonada o intencional y comprende los textos revisados,
resumidos y escogidos por los investigadores desde las categorías anticipatorias o
provisionales acordadas y otras emergentes que actuaron como criterio para ir
conformando la muestra. Dicho criterio operó a partir de la formación teórica y la
experiencia de los investigadores como tutores virtuales y a partir de la interacción
con el corpus textual del cual emergieron nuevas categorías.
4. Trabajo de campo
Consistió en la búsqueda de información documental en internet y bibliotecas
sobre el objeto de estudio y su entrega en fichas de contenido. Tal información,
recolectada durante 16 meses, fue analizada y validada en 17 sesiones de discusión
de grupo con miras a llegar a consensos y construcción de una visión colectiva
sobre el estado del arte. Se elaboraron protocolos de las sesiones de discusión del
grupo de investigadores, los cuales fueron tenidos en cuenta también para la
sistematización.
5. Sistematización de datos
Las fichas de contenido y los protocolos de discusión fueron sometidos a
sistematización -lectura, relectura, codificación- con el objetivo de ratificar las
categorías iniciales y/o generar nuevas categorías.
Por su parte Jasanbegovic (2004), al analizar 240 estudios sobre instrucción basada
en computador, compara resultados de evaluaciones de aprendizaje de estudiantes
presenciales versus quienes estudian por computador, pero no toman en cuenta
los tipos de evaluación.
Y ampliarlas con una más: para qué evaluar o propósitos básicos de la evaluación.
Analicemos los resultados sobre estas categorías:
Hay que explicitar también que el qué evaluar significa para algunos dominios
de aprendizaje y para otros metas específicas o productos o alcances de
aprendizaje, de manera que al efectuar el análisis de esta categoría hay que
pensar en ambos significados que el grupo considera importantes en la educación
virtual.
De igual manera, Salas (s.f.) afirma que la evaluación por competencias implica el
cambio de la evaluación por logros a la evaluación por procesos, y que no se
evalúa un resultado, sino todo el proceso de aprendizaje, en el que a su vez
interfieren el contexto, la motivación, los sistemas simbólicos y el desarrollo
cognitivo. La evaluación por competencias exige el seguimiento desde la motivación
hasta la presentación de los resultados obtenidos.
Conway (2003) comenta que los exámenes cortos y las tradicionales evaluaciones
largas no son apropiadas para lograr la comprensión profunda de una materia. La
comprensión que explora ideas, las repiensa, las redefine y aplica, requiere enfocar
resultados del aprendizaje a través de lo que se ha denominado evaluación
«auténtica» o constructiva o basada en desempeño (aplicada al contexto), que es
el aporte que hace la moderna evaluación por competencias.
En un estado del arte elaborado por Strother (2002) se citan diversos estudios
(Russell, 1999; White, 1998; Jonassem, 2001) que han comprobado desarrollo
de habilidades de pensamiento, mayor uso de estrategias metacognitivas, mayor
tiempo de estudio en la tarea en el e-learning, dada la circunstancia de que el
aprendizaje es más autónomo que en la educación presencial. Naturalmente que
esto ocurrirá según la práctica evaluativa que el tutor modele en sus estudiantes.
Si sólo demanda conocimientos, los estudiantes actuarán en consecuencia; en
cambio, si demanda reflexión y construcción, los estudiantes se prepararán para
ello. Es fundamental que los tutores consideren este problema de «alineación»
entre lo que ellos consideran esencialmente más importante y lo que los estudiantes
En efecto, también hay evidencias que muestran como, si los tutores no planean
cuidadosamente la evaluación en línea, los estudiantes pueden ser alentados a
focalizar su esfuerzo en habilidades cognitivas de bajo orden (Cshe, 2002), por
ejemplo, si se basan principal o exclusivamente en preguntas de múltiple escogencia
o de falso-verdadero, la evaluación orientada a la apreciación del desarrollo del
pensamiento crítico quedaría reducida a mínima exigencia. Es menester, entonces,
que los tutores apliquen formas variadas para llegar al tipo de evaluación que
supera la asimilación de conceptos básicos específicos y busca explorar habilidades
para resolver problemas, habilidades de pensamiento crítico y habilidades de trabajo
en equipo, entre otras.
En este mismo sentido Palloff y Pratt (2001), citados por Zapata y Henao (2002),
plantean que los exámenes no son la mejor herramienta para evaluar el desempeño
académico en un entorno virtual, pues por lo general no evalúan ciertas habilidades
de orden superior, como el pensamiento crítico que supone análisis, argumentación,
escogencia entre alternativas, y el conocimiento contextualizado o aplicado a
situaciones nuevas, esto es, el conocimiento estratégico de aprender a aprender
permanentemente y la capacidad de resolver problemas, entre otros. En esta misma
dirección, Díaz Barriga (2003) en su artículo Cognición situada y estrategias para
el aprendizaje significativo, presenta un conjunto de estrategias para el aprendizaje
significativo y su evaluación basadas en una enseñanza situada y experiencial,
tales como solución de problemas auténticos, aprendizaje en el servicio, análisis
de casos, proyectos, simulaciones situadas, entre otras. Claramente este
planteamiento aboga por evaluación de tipos de aprendizaje de orden superior.
Unigarro (2001) expone que los mapas conceptuales, las síntesis y las simulaciones
permiten que el estudiante manifieste sus habilidades. Estas dos herramientas son
especialmente útiles para evaluar análisis, asociación y síntesis creadora, como lo
propusiera Novak al crear los mapas conceptuales (1988).
Zemsky y Massy (2004) critican el lento avance del e-learning, entre otros
argumentos, porque los docentes se han limitado enseñar como a ellos les
enseñaron, dan escasa participación a los estudiantes, no hacen de ellos
solucionadores de problemas, pensadores críticos y capaces de aprender
autónomamente a su propio ritmo, y no practican la realimentación variada y
oportuna del progreso de los estudiantes. Los docentes se limitan a utilizar
Blackboard, WebCT y otras plataformas llevando a ellas la forma tradicional de
enseñanza y poco fomentan el aprendizaje autónomo. Hace falta más creatividad
del docente y tiempo de experimentación para utilizar la tecnología disponible en
e-learning.
Attwell, ya citado (2006), plantea el uso del Aprendizaje Acción como medio para
que se aplique el constructivismo en la evaluación del aprendizaje. Según este
enfoque, inventado por Reginald Revans en Inglaterra, en la década del 40, los
estudiantes determinan las metas de aprendizaje de acuerdo con las necesidades
que surgen en su acción (en el trabajo y otras situaciones). De acuerdo con las
necesidades que el estudiante va experimentando, se fijan metas específicas de
aprendizaje que satisfagan dichas necesidades. El aprendizaje es autoplaneado y
autoorganizado, es una forma de aprender haciendo o aprender sobre la propia
experiencia. En cierta forma, entonces, es más apropiado para adultos o personas
que están viviendo situaciones planteadas en el curso enseñado. El cuestionamiento
sobre el aprendizaje basado en las propias acciones es base fundamental de este
tipo de aprendizaje. Se cuestionan el quién, el qué, el cómo, el cuándo, el porqué,
el cuánto o cuántos. Algunos rasgos de este enfoque, que recuerda el esquema
de la investigación-acción, son:
• Control del aprendizaje por los estudiantes.
• Oportunidades para reflexionar sobre metas y estrategias de aprendizaje.
• Autorresponsabilidad por el propio aprendizaje.
• Oportunidad para autoexaminarse y mejorar el aprendizaje y las acciones
en que éste se basa.
El tema del tipo de aprendizaje evaluable con alcance más allá del sondeo de
conocimientos declarativos está asociado en la literatura reciente con la técnica
del portafolio, por lo cual es conveniente indagar aquí, de paso porque se hará
más a fondo al analizar la categoría de medios y técnicas, sobre su naturaleza y
efectos.
Jannie Morley (2000) expone cómo, para asegurar la validez y legitimidad de los
resultados de la evaluación del aprendizaje, también conocida como autenticidad,
se han tenido que crear métodos alternativos sincrónicos y asincrónicos. Entre los
primeros resalta la entrevista con audio sobre competencias y el examen con
video doble que permite al tutor ver que el estudiante contesta las preguntas y las
remite al instante. Entre los segundos, destaca el portafolio y los trabajos con
síntesis y propuestas que llevan al estudiante a interaccionar con el contenido del
curso y a construir su propio conocimiento.
Fuller (2003) reconoce que las pruebas objetivas facilitan la calificación y reducen
tiempo y costo, pero no alcanzan a evaluar los niveles más complejos de
aprendizaje, como la síntesis creadora, la evaluación y la metacognición. Expone,
sin embargo, evidencias de investigación a favor de los demás niveles de que
trata la taxonomía de Bloom (comprensión, aplicación, análisis) (1956). Estos
productos, apoyados en software facilitador, reducen significativamente el tiempo
del tutor y el costo de la evaluación, pero sacrifican calidad en lo atinente a
productos de aprendizaje de orden superior.
• Debe reforzar el aprendizaje (al conocer los resultados o las notas de las
pruebas) (Zapata y Henao, 2007).
Claro está que hay otros criterios, como los que plantea Lara (ibídem):
Unigarro (2001) plantea que una buena realimentación debe contemplar los
siguientes aspectos:
Contreras, Cuenca y Valera (2007), aludiendo al uso de las TIC en una maestría
en docencia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sostienen
que la evaluación debe servir como oportunidad para que los profesores orienten
el aprendizaje por medio de la información que ofrecen a los estudiantes sobre
sus trabajos y sobre aspectos que deben complementar, enriquecer o dejar de
“La tecnología potencia y realiza lo humano toda vez que pone el ingenio en
escena y produce alteración del entorno de manera racional y positiva” (Vargas,
2006).
1
“Para la realimentación del portafolio se requiere de un espacio privado al que tienen acceso sólo el
profesor y el estudiante y otros espacios abiertos en los que se favorezca la coevaluación” (Pimienta Giraldo
y Salazar Perdomo, s.f.).
Técnicas e instrumentos
Entendemos por técnica el conjunto de procedimientos y recursos de los que se
sirve la ciencia educativa para sus aplicaciones, y por instrumentos el conjunto de
diversas herramientas utilizadas en los procesos didácticos y evaluativos,
principalmente. Estas definiciones lexicográficas nos van a permitir seleccionar las
técnicas y los instrumentos empleados en la evaluación del aprendizaje por los
actores educativos. Es bueno hacer notar que los autores no definen ni explican
las técnicas ni los instrumentos, lo cual lleva, a nuestro parecer, a que en algunos
casos aparezcan en la literatura como equivalentes. La distinción, sin embargo,
existe en las ciencias sociales y humanas, en las cuales la técnica como tal es el
genérico, y el instrumento lo específico. Por ejemplo: la técnica es la entrevista, y
el instrumento es la guía específica, el cuestionario de aplicación de la misma. A
continuación vamos a presentar las técnicas y los instrumentos tal y como lo
hacen los autores citados.
Como puede verse, una vez más, los expertos en e-learning tienen claridad sobre
el alcance que debe tener la evaluación en ambientes virtuales e insisten en la
superación de contenidos o conceptos específicos en pro de procesos de
aprendizaje más complejos. Volviendo a la discusión sobre técnicas e instrumentos,
hacemos referencia a continuación a los instrumentos mencionados por algunos
autores consultados.
Quesada (2006) hace referencia en su artículo a las pruebas objetivas, los ensayos,
los proyectos, la interrogación, las listas de verificación, las escalas, rúbricas, el
portafolio y los mapas conceptuales.
De otro lado, Roldán (2005) menciona las evaluaciones en línea programadas por
el docente. Dice que los Learning Management System - LMS - “(…) disponen de
esta herramienta infovirtual diseñada para valorar los aprendizajes adquiridos
Salazar (2007) presenta la evaluación en línea, las tareas remotas, los trabajos en
línea como herramientas de evaluación utilizadas en la educación virtual y presenta
también el forograma como una técnica de evaluación de los foros. García, Cabrera
y López (2007) mencionan el chat, el tablero y el foro como herramientas de
evaluación.
Moreno (2007) ha encontrado prácticas evaluativas que van desde los usos
tradicionales de calificación a través de test, hasta las propuestas contemporáneas
de evaluación por portafolio y por procesos. Monserrat (2003) valora el correo
electrónico como medio para enviar respuestas evaluativas individuales y
colectivas.
Asincrónicos
Entre éstos se destacan: los portafolios, los diarios, los trabajos con síntesis y
propuestas (interacción con el contenido del curso) (Morley, 2000); también están
los trabajos colaborativos, la revisión de literatura, los mapas conceptuales, la
evaluación por carpetas, los ensayos, la observación etnográfica, las tareas remotas,
el correo electrónico, los diarios personales y el forograma. Este último se utiliza
como ayuda para que el tutor valore la interacción de los estudiantes en el foro
en términos de frecuencia, efectividad, pertinencia de la participación e interacción
(participación activa). Otros instrumentos son: las rúbricas, la evaluación del trabajo
de grupos cooperativos de aprendizaje, las experiencias de aprendizaje activo, la
prueba objetiva, los proyectos, la interrogación, la lista de verificación, la escalas,
las discusiones en grupo y los test.
Sincrónicos
Dice Salazar (2007), con respecto a los trabajos en línea, las tareas remotas y el
forograma, que son estrategias de evaluación retomadas de la educación presencial,
y plantea la duda de si estas herramientas permiten cumplir con los lineamientos
de evaluación requeridos en el entorno virtual de aprendizaje. En este sentido se
abre un campo de investigación para hacer las adaptaciones correspondientes.
Esto nos lleva a plantear que los criterios epistemológicos de confiabilidad y validez
de las técnicas y los instrumentos empleados en la evaluación del aprendizaje se
deben verificar, actualizar y confirmar con la realidad del objeto de conocimiento
disciplinar, para que acierten en lo que pretenden evaluar, es decir, para asegurar
su nivel de validez.
Cada vez son más las herramientas de software disponibles para apoyar la
evaluación en la educación virtual; todas se orientan a fortalecer este proceso y
garantizar la validez, confiabilidad e integridad de los resultados de la evaluación.
Las plataformas e-learning cuentan con una serie de herramientas que facilitan la
evaluación; sin embargo, en el mercado se ofrecen aplicaciones gratuitas o software
libre y propietarias, lo que demanda un análisis frente al uso de una u otras y de
Rodríguez Conde (s.f.) señala que los programas informáticos que sirven para
evaluar el rendimiento de los alumnos a través de internet se pueden clasificar en
tres categorías básicas, a saber:
Si las respuestas son afirmativas, cabe preguntarse si estas opciones son las más
adecuadas para evaluar competencias, que es el enfoque más resaltado hoy en
día. Es de esperar que las universidades virtuales y los sistemas blended estén
ideando y experimentando estrategias que permitan evaluar el desarrollo de
competencias a través de software manejado en las plataformas.
En esta dirección, otros autores como Aguilar (s.f.) y Busquest (2007) se refieren
a las herramientas de la web 2.0, las webquest, los blogs y las wikis como propias
para la adquisición del aprendizaje autónomo y colaborativo. Presentan las
herramientas como facilitadoras de un proceso evaluativo flexible, que permite al
estudiante ser el protagonista de su proceso educativo; argumentan que estas
herramientas permiten al estudiante trabajar en un entorno cotidiano para capturar,
compartir y describir evidencias de manera colaborativa.
Busquest (2007) presenta una lista de herramientas y los posibles usos en el entorno
educativo virtual, tales como:
El mismo autor afirma que las herramientas de la web 2.0 ofrecen las mismas
posibilidades de las plataformas e-learning y hace una comparación entre las
ventajas de cada grupo frente al otro:
• Permite que los aprendices elijan las herramientas que van a usar.
• Usa herramientas que, por su acceso gratuito, pueden ser más conocidas
por los aprendices.
• Los servicios web 2.0 pueden ser más personabilizables que los equivalentes
EVEA.
• Web 2.0 evoluciona con gran rapidez, y por su acceso gratuito, puede ser
más utilizada que los EVA.
Scalise y Gifford (2006) presentan una taxonomía de 28 tipos de ítems que van
desde ítems de respuestas limitadas (múltiple escogencia) a respuestas totalmente
construidas por el estudiante, que son analizadas por instrumentos especiales en
el computador. Los 28 tipos se agrupan en 7 categorías de respuesta que van de
las totalmente seleccionadas a las totalmente construidas en las que se da
protagonismo al estudiante.
Los alumnos pueden enviar sus redacciones o trabajos a través del aula virtual,
evitando así el papel; posteriormente reciben las correcciones sobre el mismo
fichero, las cuales pueden incorporar (o adaptar). Con todo ello se ha pasado del
papel a la pantalla y del lápiz al ratón (mouse); también, se ha ganado en rapidez
de corrección (en los cuestionarios autocorrectivos), se pueden poner más pruebas
y tener más «notas» para evaluar. Todo esto lo permiten las TIC.
El tradicional portafolio, que data de la década del 90 y que fue referido antes
como estrategia de evaluación continua y que se trabaja en este apartado como
herramienta general, se ha ido perfeccionando mediante la versión de portafolio
digital o e-portafolio. Varios autores comentan las utilidades que ofrece este
instrumento (López, 2003; Barrett, 2002; Spadoni, 2008; Giménez, 2007). El
e-portafolio se constituye en una opción más compleja de portafolio, que además
de recopilar información, experiencia y logros, refleja la metodología de la
• College Live Text: aplicación que, entre otras utilidades, permite a los
profesores diseñar los portafolios para los estudiantes de acuerdo con
sus necesidades; a los estudiantes les facilita el diligenciamiento de los
portafolios previamente generados (www.livetext.com).
Flórez (1994) afirma que se lleva a cabo un trabajo colaborativo cuando existe
una reciprocidad entre un conjunto de individuos que saben diferenciar y contrastar
sus puntos de vista, de tal manera que llegan a generar un proceso de construcción
de conocimiento. Es un proceso en el que cada individuo aprende más de lo que
aprendería por sí solo, fruto de la interacción de los integrantes del equipo. En la
colaboración, el compromiso lo tiene una persona en particular y los otros dan su
aporte para conseguir el objetivo, mientras que en la cooperación el grupo es el
responsable de la meta propuesta y todos se esfuerzan y trabajan
mancomunadamente para conseguirla.
6.4.1. Heteroevaluación
Es común que en los cursos virtuales se empleen los exámenes en línea, sobre
todo por la posibilidad que proporcionan de calificarse en forma automatizada y
de estructurar pruebas paralelas a partir de un banco de reactivos (Chacón, 1994).
Frente a los criterios bajo los que se valora el aprendizaje de los estudiantes,
Unigarro (2001) aconseja presentar una lista de chequeo que contenga las
competencias que se pretenden lograr en el curso; es una herramienta útil para
evaluar, pues se confrontan los logros de los estudiantes con las competencias
esperadas. El estudiante debe conocer las competencias sobre las que será evaluado
desde el inicio del curso. Así se hace menos complejo y subjetivo el proceso de
valoración. En cierta forma esta recomendación de Unigarro corresponde a las
rúbricas.
6.4.2. Coevaluación
Esta es una forma de evaluación en la que pueden participar todos los individuos
que conforman un equipo o grupo (docente, estudiantes); entre todos evalúan el
comportamiento, participación y aprendizajes alcanzados. Para llevar a cabo
actividades de coevaluación se debe formar en la capacidad y disposición para
evaluar a los compañeros y para ser evaluado por el mismo grupo, aspecto que se
facilita en los entornos virtuales de aprendizaje. La interacción permanente que
se genera por las actividades que el docente propone online, hace posible que la
coevaluación esté implícita en el proceso y se pueda llevar a cabo de manera
permanente.
Unigarro (2001) propone, para llevar a cabo este tipo de evaluación, actividades
en las que el estudiante deba discutir, argumentar, buscar acuerdos, por ejemplo,
“el foro de discusión posibilita que el estudiante se confronte y sea confrontado
y facilita la formación de grupos de trabajo” Unigarro (ibídem). Esta afirmación
conlleva nuevamente a destacar la posibilidad de realizar trabajos colaborativos a
través de la plataforma e-learning, garantizando la ejecución de procesos de
coevaluación espontáneos en la medida en que los estudiantes no se «sienten
evaluados» y tienen la libertad de publicar su producción sin el temor a la asignación
de una nota.
hace del desempeño de cada uno de sus estudiantes no está sujeto a la premura
que se puede dar en un aula tradicional. La aula virtual cuenta con los diferentes
espacios diseñados para analizar concienzudamente el desempeño de un
estudiante, tanto en forma individual como en el contexto del grupo (Pimienta y
Salazar, 2006).
6.4.3. Autoevaluación
En la autoevaluación es el estudiante el que evalúa sus conocimientos y reflexiona
sobre ellos. La autoevaluación implica un diagnóstico personal sobre habilidades
de pensamiento del estudiante, sobre la forma como planifica, monitorea y evalúa
sus actividades cognitivas antes, durante y después de desarrollar las diferentes
experiencias de aprendizaje en el aula virtual (Domínguez, s.f.). La autoevaluación,
más que la participación en la asignación de la calificación, busca que el estudiante
aprenda a aprender, aprenda a autovalorar su propio progreso, sus dificultades y
cómo superarlas. Así va aprendiendo a enfrentar situaciones difíciles en la vida y
a buscarles salidas. Con la autoevaluación se busca sembrar e incrementar los
hábitos de responsabilidad y autocontrol en los estudiantes.
Bahous (2008) realizó un estudio sobre el uso del portafolio como único
instrumento de evaluación de un curso de humanidades en una universidad
anglolibanesa durante cuatro años. Los estudiantes tenían que reflexionar sobre
sus tareas, hacer autoevaluación y calificar su propio portafolio con una nota. Los
resultados demostraron que el portafolio logró mayor efectividad que la evaluación
tradicional y que los estudiantes se comprometían más en el proceso de aprendizaje.
El portafolio está formado por una serie de documentos en los que debe hacerse
evidente el aprendizaje del estudiante, de manera que su contenido sea un
instrumento que facilite la evaluación en todos sus aspectos. Al estudiante, por su
parte, le facilita la autorregulación y el ejercicio del aprendizaje autónomo, además
de conocerse y re-conocerse en función de sus logros. También le permite
interactuar con su profesor y los demás estudiantes (Nofodo - Ub, 2001, citado
por Pimienta y Salazar, ibídem).
Según Álvarez (2007) el portafolio digital ofrece nuevas posibilidades y retos que
exigen el rediseño de estrategias de enseñanza y aprendizaje; su aplicación es
aún muy escasa, sólo algunas universidades lo han incluido como herramienta de
evaluación.
Gage Bio, K. (2005) plantea que las calificaciones dicen si el estudiante sabe o no
sabe, después del proceso, pero no dicen porqué saben esto o lo otro y si han
desarrollado otros aprendizajes. En el e-learning el tutor tiene todos los datos del
proceso a medida que éste transcurre, lo cual permite una apreciación más aguda
y completa del aprendizaje. Puede ver quiénes están aprendiendo y quiénes no y
conducir análisis macro y micro de la situación. Puede captar niveles de
participación, compromiso del estudiante, tiempo dedicado a las actividades y
tenerlo en cuenta al evaluar resultados finales.
En el III Congreso ONLINE OCS (2006) se planteó, entre otras razones para
incorporar la autoevaluación como mediación pedagógica, el fomento de la
autonomía que se concede al alumno, el mayor protagonismo en su aprendizaje,
una mayor responsabilidad, la capacidad de valorar su propio proceso educativo
y el desarrollo de la criticidad.
• La planificación
• Información al estudiante
• Elección de actividades
Estas pueden ser de una tipología variada en función del tipo de asignatura de
que se trate, de la titulación en la que se encuadre y, especialmente, de las
competencias que se deseen desarrollar.
Como su nombre lo indica, tiene que ver con la suma total y final de lo aprendido
con miras a calificar las competencias realmente desarrolladas por el estudiante
con respecto al curso o actividad realizada. Tiene que ver con la credencial final,
con la calificación o certificación.
7. Discusión final
Después de haber revisado directamente más de 145 e indirectamente más de
500 documentos sobre evaluación del aprendizaje en los programas de educación
virtual en la Educación Superior, incluyendo la búsqueda intensiva en revistas
científicas de educación, y de percibir que ya eran reiterativas las ideas en el
corpus textual, se procedió a dar por terminada la búsqueda y pasar a las
inferencias finales.
7.1. Una primera conclusión tiene que ver con el tiempo de aparición de
publicaciones sobre el tema. Desde un comienzo fue claro que los estudios,
investigaciones y publicaciones sobre el aprendizaje en educación a distancia
y el e-learning se daban ante todo a partir del año 2000. Por más que se
exploraba la internet en busqueda de referencias de la década del 80, muy
poco apareció relacionado directamente con la evaluación del aprendizaje
en esta modalidad y sus problemas. Dos razones: la suposición de que el
aprendizaje se daba u ocurría en alguna medida y que las formas de indagarlo
eran las utilizadas en la formación presencial; y la segunda, que el e-learning
es relativamente nuevo y sus especificidades comienzan a ser estudiadas
principalmente en la década del 90, sobre todo en su segundo lustro.
Este estado del arte, sin embargo, deja la impresión clara de que ya se
empieza a crear lo que Wang, Haertel y Walberg (1993) denominan un
conocimiento base sobre la evaluación de aprendizajes en entornos virtuales,
esto es, una especie de derivación o concreción de teorías, estudios
investigativos, metaanálisis y apreciación de expertos sobre conocimiento
sólido en esta área de la educación. La escasa investigación encontrada al
respecto recalca el valor del presente estudio.
7.4. Especial impacto ha tenido en este estudio del arte sobre la evaluación de
aprendizajes en la educación virtual, la propuesta del Aprendizaje Acción
como medio para implementar el constructivismo evaluativo. Este
esquema descarga en el estudiante la responsabilidad de fijar metas de
aprendizaje relacionadas con las necesidades que la vida cotidiana del trabajo
u otras situaciones le van demandando para resolverlas por medio del estudio
de aspectos del curso que le comuniquen salidas a dichas necesidades. Este
enfoque aumenta la motivación intrínseca por el estudio, no sólo del curso
específico, sino de la profesión misma, al ligar los problemas de la realidad
con la capacidad del currículo para ayudar a resolverlos. El estudiante se
motiva por indagar formas de superar los problemas, yendo más allá de lo
que el programa y el tutor le ofrecen en primera instancia. Las ideas recibidas
son repensadas, redefinidas y adaptadas para que funcionen positivamente.
Pero, además, esta propuesta evitaría que los estudiantes se preocupen más
por aprender para obtener buenas notas que por obtener logros apropiados
y pertinentes para el ejercicio profesional. Los tutores de programas virtuales
tienen que hacer un esfuerzo especial por calibrar la «alineación» entre lo
que consideran productos de un aprendizaje de calidad y pertinencia y lo
que los estudiantes captan y ponen por obra para alinearse con la
intencionalidad de aquellos. Como se expuso antes, la investigación ha
verificado que los estudiantes tienden a valorar más la nota y aprender para
asegurar ésta, que aprender para aprender y para lograr productos basados
en desempeño (Henao y Zapata, 2002).
Al respecto, Román (2004) señala que hay que resaltar el papel que juega
el entorno, en lo relacionado con el uso de los productos innovados en las
tecnologías de la comunicación, por ejemplo software y hardware, que
requieren adaptaciones. “En este sentido, la educación infovirtual produce
un conjunto de circunstancias propias, que la distinguen, por su modo de
ser y obrar, de las demás formas de instrucción. La misma situación que
constituye la modalidad educativa hace que sea necesaria esta manera de
operar” (Román, ibídem).
No basta tener en cuenta los desarrollos tecnológicos como la web 2.0, los
simuladores o el software especializado para evaluación de aprendizajes en
ambientes virtuales, sino los contextos significativos de las disciplinas y el
entorno, es decir, el objeto de conocimiento, como punto de partida para
desarrollar y consolidar el saber obtenido y la adaptación a la educación.
sobre lo que el estudiante sabe, así como su actitud hacia el curso y aún
hacia la profesión, debe ser objeto de estudio y experimentación en
e-learning.
Con respecto a los costos, que obviamente suben al utilizar técnicas distintas
a las pruebas objetivas de simple respuesta, una alternativa interesante
que puede lograr un sano equilibrio entre costos bajos y comprobación de
9. Lista de referencias
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A 15,16,23,24,31-33,37,39,54,
61,62,64,65,69
Acreditación 7,17,62 Evaluación en ambientes virtuales de
Actuación del docente 6 3,21,25,27,35,37,44,45,47,50,52,
Agentes de evaluación XIV,13,44 61,62,64,66,68,69
v.t. Quién evalúa Metas de 15,16,22,24,62,63
Alcance de la evaluación 15,16,21 presencial 18
Ambientes Procesos de XIII,17,18,26-29,32,
de aprendizaje XIII 35,45,47,49,50,53,55,57,58
de aprendizaje virtuales v. Ambientes Productos de 10
virtuales de aprendizaje Resultados de evaluaciones de
virtuales XIII,XIV,3,13,21,24,25, aprendizaje 13,15,16,19,23,25,
30,37,38, 44,47,54,64,66,68,69 37,57,59,61,62,68
virtuales de aprendizaje XIV,27,38, significativo 14,20,21,22,23,
45,47,52,54,65 v.t. Entorno virtual social 23 v.t. Aprendizaje
de aprendizaje colaborativo
ANGEL learning 43 v.t. Herramientas Tipos de 10,13,14,15
v.t. Plataformas Asincronía 47
Aprendizaje(s) Aula
a distancia 18 tradicional 48
acción 10,14,22,63,66,67 virtual 26,42,45,48
Ambientes de XIII Autenticidad XIII,XIV,5,22,23-25,
Ambientes virtuales de XIV,27, 47,61,62,65
38,45,47,52,54,65 de la evaluación 5,21,47
autónomo XIV,19,21,40,44,52,56,68 de los resultados del aprendizaje
Calidad del 7,14,18,26,28 v. Autenticidad
colaborativo 23,29,40,44,47,67 Autoaprendizaje 51
v.t. Aprendizaje social Autocalificación 36,68
cooperativo 29,51 Autoevaluación 10,21,34,44,45,48-53,
de conceptos 15 56,57,67-69
de conocimientos 14,18,21 Autorregulación 34,52,56
del estudiante XIII,XIV,13,14,17,19, v.t. Metacognición
22,25,36,38,45,46,52,56
Dominios de 10,15,55,63 B
en línea 10
Estrategias de 22,51 Blackboard 21 v.t. Herramientas
estratégico 14,15,23,62,67 v.t. Plataformas
Evaluación de XIII,5-7,9,10,13, Blogs 40-42 v.t. Herramientas
C Adquisición de 47
adquirido 18,27,31,32
Calidad 5,14,16,24,38,62,67 Aplicación del 21,65,68
Control de la 6,7,59 Aprendizaje de 14,18,21
de la educación 6,7,25,29,62 Apropiación de 49,52
de la educación virtual 5,25,62,67 base 61
de la enseñanza14 Construcción de, XIII,15,23,24,
de la evaluación 38,65 25,43,45,47,51
de los cursos 7 contextualizado 20,46
del aprendizaje 7,14,18,26,28 Declarativo 10,14,15,21,23,62
del proceso educativo 6,51,59 del estudiante 47,54,55,66
del programa 6,16,67 Densidad del 68
en la formación 57 Desarrollo del 23
Calificación 24,33,44,48,49,59 disciplinar 31,32,37,65
v.t. Evaluación v.t. Examen Dominio de 65
v.t. Pruebas específico 6,15,18,62
Católica del Norte Fundación estratégico 6,10,15,20,62
Universitaria 3,5,26,30,47,51,64, Evaluación de 18,19
66,69 experimental 65
Chat 30,36-39,55 v.t. Estrategias inerte 18,62
formativas v.t. Herramientas meta 27,32,47
Coevaluación 10,19,21,23,44-49,53, metodológico 15
57,68 v.t. Evaluación nuevo 32,54,55,68
College Live Text 44 v.t. Herramientas previo 9,14,34,46,47,55
v.t. Plataformas procedimental 15,62
Cómo evaluar 10,13,25 Producción de 51
Competencia(s) 7,15-19,24,25,29,33, productivo 6
35,40,43-46,51,56-58,62,67,69 prospectado 55
Adquisición de 21,42,57,59 reproductivo 6
básicas XIII,XIV,21 sólido 61
científicas 17,21,67 tácito 23
cognoscitivas 24 teórico 65
del estudiante 35,43 Transferencia de 68
Desarrollo de 35,40,43,57,59,67,69 Con qué evaluar 10,32
específicas 14,17 Constructivismo 22,63 v.t. Enfoque
Evaluación por XIV,7,16-19,21, constructivista
24,40,64 Contenidos 6,8,18,23,24,25,35,36,
generales metaprofesionales 17,67 38,43,49,52,57,59
laborales 16,17,21,67
Evaluación de 18
Comprensión 15,19-21,24,31,34
Fichas de 11,12
Conocimiento(s) 8,14-16,18,19,21,23,
Control de la calidad 6,7,59
24,27,30,32,34,44,46,48,49,55,
57,66 Correo electrónico 30,36-39,55
F I
Feedback 9,10,14,21,25-29 Instrumentos
v.t. Realimentación asincrónicos 36,37 v.t. Métodos
v.t. Retroalimentación asincrónicos
Fichas de contenido 11,12 de evaluación 7,10,25,33,35,36,50,
Formación presencial 52,58,60 52,64
Forograma 36,37 sincrónicos 36,37 v.t. Métodos
Foro(s) 20,36,39,52,55 sincrónicos
de debate 45,47,51,53 Interacción 37,44,45,46,47,51
de discusión 30,38,47 docente-estudiante 13,47
estudiante-estudiante 9
G tutor-estudiante 9,27
Investigación-acción 22,23,66
Gradualidad analógica 27
Grupo(s) L
cooperativos 34,37,45
Discusiones en 36,37 Legitimidad de la evaluación 23,24,25
Lista(s)
H de chequeo 35,46
de verificación 35,37
Habilidades 8,14-16,18,20,21,34,43, Logro de los estudiantes 17,19,35,46,65
44,49,50,54
cognitivas 20,28 M
de pensamiento 19,20,48,50,62
de trabajo en equipo 20,23 Mapas conceptuales XIV,20,21,31,34,
intelectuales 15
35,36,46
Herramientas 32,35,37,38,41,43,47
Medios de evaluación 13,25,67,68,
de autor 38
Metacognición 15,21,24,34,51,56
de comunicación 39
v.t. Autorregulación
de evaluación 10,21,36,37,39,42,
Métodos
43,46,50,51,53 v.t. Examen(es)
asincrónicos 24,25 v.t. Instrumentos
v.t. Portafolio(s)
asincrónicos
e-learning 30,32
electrónicas 43 sincrónicos 24,25 v.t. Instrumentos
web 2.0 XIV,40-42 sincrónicos
Heteroevaluación 10,44,45,68 Motivación 10,14,16,17,27,59,63,64
v.t. Evaluación del docente 16
O enseñanza-aprendizaje 39
evaluativo 38,40,42,45
Open Source Portfolio 43 formativo 27,32,57,58
v.t. Herramientas v.t. Plataformas Programa(s)
de educación virtual XIII,5,8,13,15,2
P 4,59,67
de simulación 30
Pruebas 21,35,36,39,42,46,61,62,65
Para qué evaluar 9,10,13,55
objetivas 24,35,37,42,67
Participación del estudiante 19,21,57 tradicionales 19,68
Pensamiento 65
creativo 34 Q
crítico 20,28,34,46,52
Habilidades de 19,20,48,50,62 Qué evaluar 10,13,15,34
Pizarra(s) 39 v.t. Herramientas Quién evalúa 7,10,13,23
interactiva 42 v.t. Agentes de evaluación
Plataforma(s) 21,37-41,43,47,
v.t. Herramientas R
Portafolio(s) 14,20,23-25,31,33-36,
42,44,50-53,63,68,69 Realimentación XIV,6,10,14,21,25-
27,29-32,35,52,53,63 v.t. Feedback.
convencional 43,50
v.t. Retroalimentación
digital XIV, 42,43,50,51,53, Redes sociales 42
v.t. E-portafolio 33,42,50 Rendimiento del estudiante 38
electrónico 23,31,33,35,44,54,67 Responsabilidad del estudiante
impreso 33 19,48,49,50,52,56,63
tradicional 42,43 Resultados
de evaluaciones de aprendizaje
virtual 51
13,15,16,19,23,25,37,57,59,61,62,68,
Práctica(s) 53,66,67 de los estudiantes 26,34,38,47,61
discursiva 3,26,33 Retroalimentación 9,14,25-32,66,67
docente 45,58 v.t. Feedback v.t. Realimentación
educativa XIII,32,47 Rúbricas 33-35,37,46
evaluativa 8,13,14,19,36,55
Praxis cognitiva 32 S
Proceso(s)
de aprendizaje XIII,17,18,26,29, Seguimiento 8,16,17,39,42,43,45,47,
32,35,45,47,49,50,53,55,57,58 49,50,58,59,67
Síntesis creadora 15,20,21,24
educativo 6,7,26,28,29,32,40,43,
Software 24,25,36,40,64
48,50,51,56,59,68 especializado 37,64