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NOMBRE:

ERNESTO EMILIO DE JESUS

MATRICULA:

17-4113

ASIGNATURA:

Español 1

TEMA:

FACILITADOR(a)

Unidad lV

Hildania López Rojas.

FECHA

22/11/2017
Actividades de la Semana IV

Ejercicios para mostrar las competencias adquiridas

I- Lee detenidamente las oraciones siguientes, y determina por qué se han


usado las comas. Encontrarás expresiones donde se han empleado dos o
más reglas.

Ejemplo: 1.- Este asunto, amiga mía, le concierne a tu hermano nada más.

Se emplea una coma antes y otra después del vocativo, porque éste aparece
en el centro de la oración.

2.- Entramos, saludamos, y no nos contestó.


La coma se emplea para separar elementos de una misma serie.

3.- Ha dicho que vendría, y vendrá.


Separa la conjunción en dos proposiciones coordinadas.

4.- Baní, Azua, Barahona y Elías Piña, son ciudades de Sur del país.
Se emplea la coma para separar elementos de una misma serie.

5.- Hay un capataz, me dijeron, al frente de cada brigada de obreros.


Se emplea para separar una frese intercalada o inciso.

6.- En vez de atraer sobre sí la mirada, la atrajo hacia el cuadro.


Para separar las proposiciones de una oración subordinada.

7.- No digas eso, amigo mío.


Se usa coma para separar un vocativo al final de una oración.

8.- El árbitro expulsó a dos jugadores, pero no dieron ellos motivo para
expulsarlos.
Se usa coma antes de las conjunciones adversativas

9.- No se atrevía a mirarme, sin embargo, había dicho que éramos amigos.
Se usa coma antes y después de nexos compuestos.

10.- Ciertamente, ese no es el libro que estoy buscando.


Se usa coma después de introductores circunstanciales.
II- Escribe los signos de puntuación donde se requiera en las oraciones
siguientes. Escribe mayúscula cuando sea necesario.

1.- Galileo fue el primero en asegurar: “La tierra gira alrededor del sol”.

2.- El vino tan pronto pudo, no obstante, tuvo que regresar de inmediato.

3.- Tomaría algo más de café, más lo prefiero menos dulce.

4.- Yo estudio arquitectura; mi hermano se dedica al canto.

5.- Ha sido convertida en un nido de serpientes, esta hermosa isla.

6.- Querida amiga, te invito a comer helados esta tarde.

7.- Mi madre me aconsejaba: “Haz bien y no mires a quién”.

8.- Le pregunté, siempre lo hago, si me quería acompañar a la conferencia.

9.- ¿Le gusta a usted García Márquez?

10.- No, no conozco a ese escritor.

11.- Su último relato, acaso el más logrado, no obtuvo buena crítica.

12.- Dime, Juana, ¿verdaderamente te gusta ese trabajo?

13.- Los obreros, aunque trabajaron todo el día, no recibieron paga alguna.

14.- El eslogan del hospital es: “Si tienes sangre en las venas dona una parte”.

15.- ¡Qué memoria! Te acuerdas de toda tu infancia.

16.- Entonces dijo sin rodeos: “Eso no me concierne”.

17.- Cuando llegué a la capital tenía unos diez años; fue cuando conocí el mar.

18.- Él me dijo en secreto: “Eres mi favorita”.

19.- Solo le di la mitad; guardo el resto para ti.

20.- Cocinó algo tan “exquisito” que nadie se atrevió a comer.

21.- Me quedé atónito. No dije una palabra.

22.- ¡Cuánta gente hermosa hay en este salón!


23.- Con su llorar las piedras se estremecen, dice la canción.

24.- El ex hombre conservaba, sin embargo, un único pudor: no bebía delante de


sus hijos.

25.- París es París, no cabe duda.

III- Lee con atención el siguiente texto. En el mismo se han eliminado


muchos signos de puntuación, pero se ha respetado los párrafos. Determina
las pausas y cambios de entonación, y represéntalos por los signos de
puntuación que corresponden. Luego reescribe con mayúscula las palabras
que lo requieran:

Confianza… ¿una palabra en peligro de extinción?

Versión libre y resumida de un ensayo de Elhiren.

Muchas veces me he preguntado por qué hoy en día esta palabra hay que buscarla,
recalcarla, encontrarle un nuevo sentido. Aunque ya sabemos que no tiene una nueva
definición, ésta como muchas otras cosas de nuestra naturaleza, está en peligro de
“extinción”.
¿Qué significa confianza en la práctica nuestra de cada día?
¿Qué es lo que no funciona en nuestro diario vivir? ¿Cuál es la diferencia, si es que existe
alguna, entre la época de nuestros abuelos y la actualidad?

Según el diccionario de la Real Academia Española, confianza (que viene de confiar)


significa

1. f. Esperanza firme que se tiene en una persona o cosa.


2. f. Seguridad que alguien tiene en sí mismo.
3. f. Pacto o convenio hecho oculta y reservadamente entre dos o más personas,
particularmente si son tratantes o del comercio.
Pero, ¿Se siente hoy en día en nuestro entorno la sensación de confianza mutua? ¿Tiene que
ver ésta con la honradez, los valores éticos y morales?

Recuerdo que mi abuelito nos contaba que en sus tiempos la palabra era la firma. Nadie
querría que lo tildaran de deshonesto por no haber cumplido con su palabra. La palabra
era incluso más valiosa que una firma, ya que firmar un papel significaba “desconfianza”, y
entonces no cumplías por honradez sino porque un papel que te acusa si no honras tu
compromiso.
Así vivió mi abuelo. Y ¿nosotros cómo vivimos? En cualquier caso, firmando papeles de
pago. Sin papeles firmados hoy en día no hay tratos ni acuerdos comerciales.

No obstante, ¿qué sucede cuando se pasa al abuso de confianza y el voto de confianza que
depositamos en el otro no se honra? Surge entonces de manera natural la desconfianza. Y
cuando ésta anida en el corazón es muy difícil que se marche, porque el dolor que produce
es grande. Si bien en la actualidad vivimos rodeados de personas a quienes no haríamos
depositarias de nuestra confianza, también hay que reconocer que uno mismo podría estar
en ese grupo con relación a otros.
¿Qué hacer? Es agobiante andar por ahí todo el tiempo mirando de reojos a los demás por
falta de confianza. Podemos, por tanto, asumir nuestra cuota de responsabilidad en el
asunto, y poner nuestro granito de arena, actuando con el otro como nos gustaría que
actuara con nosotros. Esta sería la famosa “regla de oro”. No. No es un invento mío. Si
algunos se comportaran de acuerdo con ella, creo que se sentarían las bases nuevamente
para que la “confianza deje de estar en peligro de extinción”. ¿Qué piensas?

IV- Redacta un texto narrativo donde hagas uso de los diferentes signos de puntuación.

Mañana, cuando me levante, me quedaré en casa; no tendré ganas de hacer


nada. Por la mañana haré sólo esto: tomar mi desayuno... y nada más, después
descansaré. ¿Y por qué? ¡Qué demonios, porque llevo muchos días estudiando!
Cuando oí "hay que estudiar mucho", creí que no sería tan cansado.

– Pero, ¿qué estás diciendo? (Ahora me parece oír la voz de mi profesor). ¡Venga,
al trabajo, gandul! ¡Los mejores estudiantes son [todos] los que más se esfuerzan,
no los que se quedan en casa vagueando!

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