PROGRAMA No.

0734

PROVERBIOS

Chap. 12:23-13

Continuamos hoy, amigo oyente, en el Libro de Proverbios y nos encontramos en el

capítulo 12. Y vamos a leer un versículo maravilloso. En el programa anterior, usted
recordará, quedamos en el versículo 22. Y permítanos repetirlo hoy; así que vamos a
leerlo en este capítulo 12 de Proverbios. El versículo 22 dice:

22
Los labios mentirosos son abominación a Jehová;
Pero los que hacen verdad son su contentamiento. (Pro. 12:22)

Lo que Salomón está diciendo aquí que debemos hacer es, simplemente decir la verdad. Un
hijo de Dios – hay una cosa que debe caracterizar su vida, y esa es, la de decir siempre la verdad.
Ahora, avanzando más en este capítulo, tenemos que el versículo 23 nos dice:

23
El hombre cuerdo encubre su saber;
Mas el corazón de los necios publica la necedad. (Pro. 12:23)

El hombre que es prudente y cuerdo no dice cosas que puedan herir a otra persona. Usted
quizá se ha encontrado en un grupo de personas cuando allí entre ellas se encontraba una persona
necia, de esas que nunca cierran la boca, y que en el grupo en que se encuentran, dicen algo que
refleja cierta característica de otra persona; y por lo general, se trata de alguien que no está

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presente allí. De eso es que se nos habla aquí en este versículo. El hombre cuerdo no dice
cosas hirientes. Pero se encuentra en el corazón de los necios, quienes dicen cosas así. Ahora,
en el versículo 24 leemos:

24
La mano de los diligentes señoreará;
Mas la negligencia será tributaria. (Pro. 12:24)

En realidad, algunos de estos Proverbios parecen no aplicarse bien a nuestra sociedad

contemporánea, por la sencilla razón de que no creemos que siempre el diligente es el que ocupa
cargos de responsabilidad. Y los negligentes son los que tienen que pagar los impuestos. No
estamos seguros que sea así en este día. No queremos ser colocados en la categoría de
perezosos, pero tenemos que pagar los impuestos en el día de hoy, y francamente hablando,
pensamos que en algunos casos son excesivos, y que se debería hacer algo acerca de la manera
en que se gasta el dinero.

Pero, hemos revisado estos Proverbios nuevamente y lo hemos hecho en oración; le hemos
pedido a Dios que nos ilumine en esto. Y debemos confesar una ignorancia, pero creemos que
estos Proverbios deben ser todos considerados bajo la luz de la eternidad; que la vara para medir
los Proverbios es la eternidad, y que no quiere decir necesariamente una situación local. Quiere
decir a la luz de la eternidad. ¿Y no se nos dice acaso que un día nosotros vamos a reinar con
Cristo? Y creemos que eso también quiere decir que lo haremos con tal que seamos diligentes
en el día de hoy. No creemos que cada creyente en el cielo se vaya a encontrar en el mismo
nivel. Pensamos que habrá unos niveles diferentes. Y personalmente me sentiría muy
avergonzado, apenado, si me encontrara en el mismo nivel que los apóstoles, y sentado al lado
del Apóstol Pablo, por ejemplo. Me sentiría en realidad humillado porque yo no creo que
pertenezco allí. Opino que debe haber diferentes niveles. También creo que los diligentes son
los que reinarán con Él. Y opino que esos Proverbios tienen que ser observados bajo la luz de la
eternidad.

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 Ahora, esa es nuestra explicación de muchos de los Proverbios que estamos leyendo ahora.
Sin embargo, hay muchos de ellos que se pueden aplicar para las actividades de nuestra vida
diaria. Notemos lo que dice ahora el versículo 25 de este capítulo 12 de Proverbios:

25
La congoja en el corazón del hombre lo abate;
Mas la buena palabra lo alegra. (Pro. 12:25)
Es decir, cuán potentes son las palabras correctas. Usted recuerda lo que Job le dijo a sus
amigos: “¡Cuán eficaces son las palabras rectas!” Estas palabras brindan ánimo y alegría a
aquellos que están tristes, o sufriendo o que están teniendo algún problema. Uno no golpea a
una persona que se ha caído y que está teniendo problemas. Luego, el versículo 26 nos dice:

26
El justo sirve de guía a su prójimo;
Mas el camino de los impíos les hace errar. (Pro. 12:26)

Es decir, el hombre justo quiere ayudar a su prójimo. Pero hay algunos prójimos que van a
tratar de hacerle mal a usted, y necesitamos tener cuidado en esto. La realidad es que el hombre
justo, si él se da cuenta que usted está equivocado, él vendrá a conversar con usted acerca de ese
problema y a hacerle frente.

Natán era el mejor amigo que tuvo David y sin embargo fue Natán quien tuvo el valor de
señalarlo a él y decirle: Tú eres aquel hombre. (2 Samuel 12:7) “Hay algo que debe ser
arreglado en tu vida”. ¡Qué hermoso es poder reconocer que tenemos un buen amigo!

Un Pastor cuenta que cuando el comenzó el ministerio, el Señor le mostró Su gracia para con
él, permitiéndole ser el Pastor de una Iglesia que había sido su propia iglesia antes, donde la
gente le amaba y demostraba mucha simpatía hacia él, porque este hombre era muy inexperto,
digamos, en este asunto del pastorado de una Iglesia tan grande y de tanta importancia. Pero la
gente de ese lugar, era bastante buena con él. Y en cierta ocasión, este joven Pastor escuchó a
un hombre muy famoso predicar en una conferencia, y él trató de imitarlo; hasta trataba de imitar

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el acento con el cual este hombre hablaba. Y su Iglesia descubrió esto. La gente simplemente
estaba sentada allí sonriendo, contemplando su actuación, pero muy pocos fueron los que dijeron
algo, y él no recibió una crítica muy dura. Pero un hombre que había ayudado a este Pastor a
través de sus estudios lo invitó a comer en cierta ocasión y le dijo algo que este joven Pastor
nunca olvidó. Era un buen Proverbio, y le dijo: “Pastor, nosotros preferimos tener un Pastor
genuino, que una imitación de otra persona”. Eso fue todo lo que dijo, y amigo oyente, eso era
todo lo que necesitaba decirle. Desde ese momento ese Pastor comenzó a ser una persona
genuina. Quizás no haya sido lo mejor, pero era muy superior que el tratar de imitar a otra
persona.

¡Cuán poderosas son las palabras rectas! Y el justo sale en busca de su prójimo. Ayuda a
su prójimo. Pero aquel que es sin ley, le hace errar. Él va y le da unas palmaditas en la
espalda, y luego cuando esta persona se arrepiente, entonces lo crucifica, por así decirlo. Amigo
oyente, podemos darnos cuenta cómo estos proverbios ponen su dedo en la llaga, por decirlo así,
en su misma Iglesia, en el lugar donde usted trabaja.

Hay algunos Proverbios que demuestran alguna característica humorística. En la primera

parte del versículo 27 de este capítulo 12 de Proverbios, leemos:

27a
El indolente ni aun asará lo que ha cazado; (Pro. 12:27a)

Es decir, que este hombre salió y pudo cazar un animal, pero es demasiado perezoso para
despedazarlo, cocinar su carne y comer. Uno tiene que ser muy perezoso para ser así, siendo un
cazador. Hay algunos pescadores que van a pescar pero que no quieren limpiar los peces que
cogieron. El mismo versículo 27 en su segunda parte dice:

27b
Pero haber precioso del hombre es la diligencia. (Pro. 12:27b)

Es decir, que él se preocupa por hacer lo que esta otra persona no quiere hacer. Usted

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recuerda que Rut cuando ella estaba en el campo, se puso a recoger las espigas que los segadores
habían dejado en el campo. Booz había sido generoso con ella, y usted sabe que cuando ella fue
a su hogar, según se nos dice, se puso a trabajar con esas espigas que ella había recogido.
Amigo oyente, ella estaba dispuesta a hacer aquello que había sido fácil de recoger. Sin
embargo, ella trabajó con eso para poder conseguir el grano. Ella podía haber hecho otra cosa;
por ejemplo, lo podía haber llevado ante Noemí y decir: “Mira, mira lo que he hecho. Yo he
conseguido esto para que tú puedas prepararlo para conseguir el grano”. Pero ella no hizo eso;
ella nos revela aquí un gran espíritu en esa clase de vida. Aun si uno tiene que lavar los platos
de vez en cuando, eso no le va a hacer ningún daño. Continuamos ahora con el versículo 28 de
este capítulo 12 de Proverbios:

28
En el camino de la justicia está la vida;
Y en sus caminos no hay muerte. (Pro. 12:28)

¡Qué cuadro más hermoso el que se presenta ante el hijo de Dios! Ahora, la muerte física
está ante nosotros si el Señor se demora. Pero la vida eterna está más allá. Los Proverbios
deben ser observados bajo la luz de la eternidad, repetimos, y eso debería darle a usted un buen
día, digamos de paso, contemplando estas cosas que tenemos ante nosotros, creyente amigo.

Y así llegamos ahora al capítulo 13, de este Libro de Proverbios y aún nos encontramos en
esta sección donde estamos aprendiendo de los grandes principios de la vida. Se nos presentan
ellos aquí en este Libro. Y la primera parte del versículo 1, de este capítulo 13, dice:

1a
El hijo sabio recibe el consejo del padre; (Pro. 13:1a)

Aun cuando Salomón no fue el hijo favorito de David, Salomón por lo menos escuchó lo que
David tenía que decirle, y él es un ejemplo de un hijo sabio que recibe el consejo del padre. Y
continúa este pensamiento en la segunda parte del versículo 13 dicendo:

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 1b
Mas el burlador no escucha las reprensiones. (Pro. 13:1b)

Y este hombre es Roboam, su propio hijo, quien no escuchó a su padre Salomón. Roboam
es para nosotros un ejemplo del lado tenebroso, o del lado negativo en muchos de estos
Proverbios. Pero hay algunos otros que podríamos encontrar. Veamos los versículos 2 y 3 de
este capítulo 13:

2
Del fruto de su boca el hombre comerá el bien;
Mas el alma de los prevaricadores hallará el mal.
3
El que guarda su boca guarda su alma;
Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad. (Pro. 13:2-3)

En el día de hoy existe una clase de hablar que es verdaderamente chismosa e insensata,
como ya hemos visto anteriormente. En esto podemos incluir aquellas cosas que aún en los
círculos cristianos tienen doble sentido. Y cuando eso es así, y comienzan especialmente a
tratar sobre el asunto del sexo en el día de hoy, debemos tener mucho cuidado. Hemos notado
que hay muchas de estas personas que están estudiando algunos cursos sobre el sexo, y aun así,
de vez en cuando uno se entera que un hogar se ha arruinado. Que el esposo ha abandonado el
hogar para irse a vivir con otra mujer, y cosas por el estilo. Ese es el resultado de ese tipo de
vida donde se dicen cosas con doble sentido. Y sobre esto se nos presenta una advertencia en
este versículo, y se le dice al joven que tenga cuidado con esto. Ahora, en el versículo 4 de este
capítulo 13 leemos:

4
El alma del perezoso desea, y nada alcanza;
Mas el alma de los diligentes será prosperada. (Pro. 13:4)

Usted recuerda que el Apóstol Pablo lo puso en la relación exacta para los creyentes de
Tesalónica. Había algunas almas que eran demasiado piadosas en ese lugar, que decían:
“Estamos esperando la venida del Señor” – y dejaron de trabajar. Así es que Pablo dice: “Si

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un hombre no trabaja, tampoco debe comer”. No lo alimentemos nosotros. Usted debe
trabajar. Si usted realmente cree que el Señor viene, esto le hará a usted ser un buen trabajador.
Ahora, dice en los versículos 5 y 6 del capítulo 13:

5
El justo aborrece la palabra de mentira;
Mas el impío se hace odioso e infame.
6
La justicia guarda al de perfecto camino;
Mas la impiedad trastornará al pecador. (Pro. 13:5-6)

Esta es una verdad de las partes internas; ese es el fondo de la justicia práctica. Eso que es
falso, es odiado y aborrecido por Dios que no lo puede tolerar. El hijo de Dios tiene que ser
capaz de reconocer y tratar con cualquier cosa que se presente en su vida. Nuestra vieja
naturaleza tiene la tendencia a mentir. Es algo muy natural para nosotros el mentir. Pero Dios
dice que Él aborrece la mentira y Él va a tener que tratar con cosas como esas. Luego, el
versículo 7 dice:

7
Hay quienes pretenden ser ricos, y no tienen nada;
Y hay quienes pretenden ser pobres, y tienen muchas riquezas. (Pro. 13:7)

Aquí tenemos otro ejemplo de esta vieja naturaleza que usted y yo tenemos. Si usted es
pobre y quiere aparentar algo o quiere parecerse a su vecino, usted pretende en realidad tener
algo que no tiene. Esa es la razón por la cual algunas personas compran cosas muy caras, cosas
que en realidad no pueden pagar, pero lo hacen para causar una buena impresión en sus amigos.
Viven en un vecindario en el cual no deberían estar viviendo. Pero por otro lado tenemos la
persona que tiene riquezas en abundancia en la actualidad, y siempre están hablando de lo pobres
que son, y sin embargo tienen todo lo que necesitan.

La persona que es miembro de una Iglesia y tiene dinero y que aparenta sufrir demasiado con
el cambio de los precios, y que siempre se está quejando de cuánto le costó esto y cuánto le costó

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aquello, y puede decir que se va a declarar en quiebra si las cosas no se arreglan, estas cosas son
abominación ante Dios, porque es algo hipócrita; es el aparentar ser algo que uno no necesita ser.
No es necesario el tratar de imitar a los vecinos, y tampoco debemos portarnos de una manera
similar o como si no los conociéramos. Tenemos que ser buenos vecinos para con ellos y no
portarnos de una manera ofensiva. Tenemos que demostrar que somos lo que somos. Luego,
en el versículo 8, de este capítulo 13, leemos:

8
El rescate de la vida del hombre está en sus riquezas;
Pero el pobre no oye censuras. (Pro. 13:8)

Debemos confesar que por más que hemos tratado de hacerlo, no podemos descubrir lo que
quiere decir este Proverbio. Y quizá usted, amigo oyente, nos pueda ayudar en esto. Quizá
alguno de nuestros oyentes que piense que somos ignorantes, pues, nos pueda ayudar a aclarar
esto. Pasemos, entonces, al versículo 9:

9
La luz de los justos se alegrará;
Mas se apagará la lámpara de los impíos. (Pro. 13:9)

Si usted ha leído alguna vez la historia de los reyes de Israel, se habrá dado cuenta de algo
que ocurrió entre ellos. Hay un linaje o descendencia después de otro que llegaron a ser reyes
en el reino del Norte, y sus vidas terminaban de una manera repentina. Terminaban
violentamente, por asesinato. Y eso es lo que Dios dice: Mas se apagará la lámpara de los
impíos. Y eso es lo que sucede una y otra vez en nuestro mundo en la actualidad. El fin al que
han llegado muchos de los presidentes y dictadores de las naciones en nuestro mundo, no es algo
muy lindo de contemplar. Luego, el versículo 10, de este capítulo 13, dice:

10
Ciertamente la soberbia concebirá contienda;
Mas con los avisados está la sabiduría. (Pro. 13:10)

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 Cuando usted encuentra la contienda en un grupo, en un vecindario, o en una Iglesia, o aun
en un grupo en la Iglesia; la base de todo eso es el orgullo. Siempre es eso. Alguien ha dicho:
“Hace falta dos personas para comenzar una contienda, siempre”. Luego en el versículo 11,
leemos:

11
Las riquezas de vanidad disminuirán;
Pero el que recoge con mano laboriosa las aumenta. (Pro. 13:11)

Aquí tenemos otro de estos Proverbios que debemos observar bajo la luz de la eternidad; esa
es la medida que uno tiene que utilizar en esto, porque muchos hombres hoy, aparentemente
sabían que tenían parientes insensatos, hijos de hombres muy ricos; y es por eso que han dejado
sus bienes en fideicomiso, o ponen algunas trabas legales alrededor de sus posesiones para que
sus descendientes no puedan obtenerlas, y lo único que puedan hacer es vivir del interés que
proveen esas posesiones. En la actualidad hay hombres muy ricos que nunca han ganado un
centavo en toda su vida. Estos nunca podrían llegar a mantenerse a sí mismos trabajando, y sin
embargo, son herederos de cuantiosas fortunas. Lo único es que no pueden apoderarse de todo
eso. Si así lo hicieran, gastarían todo eso. Y podemos ver que este Proverbio, en realidad, no
daría resultado en una situación así. Tiene que ser observado a la luz de la eternidad.

Ahora, ¿cuáles son las verdaderas riquezas? ¿Es el tener acciones? ¿Es acaso el tener
valores? Bueno, la persona los va a perder algún día porque la muerte los tomó, se los quitó al
dueño original. Nadie vino y se los robó. Él se fue y los dejó; y eso va a ocurrir con aquellos
que poseen riquezas hoy. Ahora, los versículos 13 al 15 dicen:

13
El que menosprecia el precepto perecerá por ello;
Mas el que teme el mandamiento será recompensado.
14
La ley del sabio es manantial de vida
Para apartarse de los lazos de la muerte.
15
El buen entendimiento da gracia;

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 Mas el camino de los transgresores es duro. (Pro. 13:13-15)

Nuevamente notamos que a través de todo esto tenemos el reconocimiento que Dios aborrece
el orgullo; Él aborrece al que vive sin ley; Él aborrece al hipócrita. Él no quiere tener nada que
ver con esto que es parte de la naturaleza humana. Así es como obran nuestras viejas
naturalezas. Dios no quiere tener nada que ver con lo que nosotros hacemos en la vieja
naturaleza. Él acepta únicamente, aquello que Él puede hacer a través de la nueva naturaleza.
Hay una cosa que es segura: Él no va a llevar nuestra vieja naturaleza al cielo, y nosotros nos
alegramos de librarnos de ella. Estas son cosas innatas en cada uno de nosotros, y Dios nos
hace ver eso bien claro.

Él dice allá en Isaías, capítulo 66, versículo 2: Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas
estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu y que
tiembla a mi palabra. Así es como usted tiene que acercarse a Dios, amigo oyente, si quiere
llegar a ser aceptado por Él – aceptado en Él. No puede acercarse a Él en su propio orgullo.
Vamos a destacar ahora algunos versículos de este capítulo 13 del Libro de Proverbios. El
versículo 12, dice:

12
La esperanza que se demora es tormento del corazón;
Pero árbol de vida es el deseo cumplido. (Pro. 13:12)

La esperanza que se demora – uno espera que algo suceda pero no es así. Y esa es la razón
por la cual nosotros deberíamos andar en la voluntad de Dios en nuestras vidas, porque
esperamos grandes cosas que aún no se han realizado. Ahora, el versículo 15, dice:

15
El buen entendimiento da gracia;
Mas el camino de los transgresores es duro. (Pro. 13:15)

Eso es cierto – siempre es cierto – uno no puede escapar de eso. Luego, el versículo 17,

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dice:

17
El mal mensajero acarrea desgracia;
Mas el mensajero fiel acarrea salud. (Pro. 13:17)

Hay personas que llegan a ocupar puestos de mucha importancia en el gobierno, y se enteran
de secretos nacionales, aquellos secretos de gobierno que tienen mucha importancia para el país;
y de entre ellos encontramos a alguno que tiene una debilidad; el enemigo la descubre y puede
aprovecharse de ella. Y aquí, en la primera parte del versículo 17, dice:

17
El mal mensajero acarrea desgracia; (Pro. 13:17a)

Es necesario tener hombres de mucha integridad en nuestro gobierno hoy. Es importante

saber si esa persona bebe o no lo hace. Creemos que es trágico hoy, que tantas personas
ocupando altos cargos de gobierno, abusan del alcohol. Creemos que es parte de los problemas
que enfrenta cada nación. Y necesitamos reconocer eso hoy, ya que este es el problema básico.
Aún parece sencillo, sin embargo, es tan importante para nuestra vida individual y también para
nuestra vida como nación. Los versículos 22 y 24 dicen:

22
El bueno dejará herederos a los hijos de sus hijos;
Pero la riqueza del pecador está guardada para el justo.
24
El que detiene el castigo, a su hijo aborrece;
Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige. (Pro. 13:22, 24)

Y a propósito, esta es verdadera psicología infantil. Pero al hijo de Dios en el día de hoy, se
le dice la misma cosa que se le dice a los hijos: obedeced a vuestros padres (Col. 3:20). Pero al
padre se le dice que “no provoque a su hijo a ira”. (Efe. 6:4). Es decir, que no hay necesidad
de castigarlos o disciplinarlos a ellos, cuando uno está demasiado enojado, o cuando uno está
hablando en alta voz. Uno debe esperar hasta cuando se haya calmado y pueda sentarse con

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ellos y conversar con ellos en un tiempo o una oportunidad mejor. Pensamos que eso es muy
importante. Esa es la razón por la cual creemos que la disciplina del padre es muy buena y es
mucho mejor cuando él no trata de disciplinar al hijo cuando está enojado, cuando está airado,
sino hasta después que ha pasado un tiempo, cuando ya está más calmado y el niño piensa que ya
no va a suceder nada con él, pero no es así. Llega la oportunidad y el padre puede tratar con el
niño de una manera tranquila. Y el niño se da cuenta que el padre no está haciendo lo que hace
porque está enojado, y es necesario que reconozcamos eso. La disciplina es algo muy
importante.

Y bien, vamos a detenernos aquí por hoy, porque nuestro tiempo ha concluido ya.
Continuaremos, Dios mediante, en nuestro próximo programa. Hasta nuestro próximo estudio,
amigo oyente, y ¡oramos porque la sabiduría contenida en este libro de Proverbios, le haga más
sabio en su relación personal con Dios!

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