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Conciencia fonémica
Las palabras habladas están formadas por pequeñas unidades de sonido llamadas fonemas.
Figura 1: Los fonemas y el habla: ilustración de un niño que pronuncia la palabra bag (bolsa en
inglés). El niño tiene una imagen de una bolsa en la cabeza, al lado de los fonemas de bag.
El idioma inglés tiene aproximadamente 40 fonemas. Cuando una persona dice una palabra, el
sonido se emite como un flujo continuo (Figura 1). Sin embargo, el cerebro debe ser capaz de
separar las unidades de sonido. Por ejemplo, la palabra inglesa bagtiene tres fonemas —
/b/, /æ/ y /g/.
Entender que las palabras están formadas por sonidos individuales es fundamental para
aprender a leer. Esta comprensión se conoce como conciencia fonémica.
Los fonemas conforman las palabras habladas y las palabras solo tienen sentido cuando estos
fonemas se combinan en un orden determinado. La conciencia fonémica se puede enseñar y
aprender mediante actividades como los juegos de rimas.
Otro modo de enseñar y adquirir esta conciencia fonémica es trabajar con fonemas únicos en
las palabras habladas, como al identificar el primer sonido de la palabra inglesa cat (gato)
como /k/. Parte de este aprendizaje también implica darse cuenta de que cambiar un solo
sonido o fonema puede cambiar el significado de la palabra. Por ejemplo, cambiar
la /g/ en bag por una /t/ nos da la palabra bat (murciélago), que tiene un significado diferente
al de bag (bolsa).
Otra parte del proceso de aprender a leer (en las lenguas alfabéticas como el inglés) es entender
que las letras del alfabeto, ya sea por sí solas o junto con otras letras, representan sonidos o
fonemas. Este conocimiento se llama principio alfabético(Figura 2).
Cuando los estudiantes aprenden a aplicar sus conocimientos sobre los sonidos a las palabras
(conciencia fonémica), junto con las habilidades para reconocer las letras, y pueden emparejar
las letras y los sonidos para vocalizar las palabras escritas, a esto se le llama fonología.
Para entender mejor la fonología, piense en cuando lee una palabra inventada
como blit o fratchet. Aunque no conoce la palabra inventada o su significado, para leerla puede
descifrar los sonidos de las letras y luego vocalizarla y pronunciarla.
La conciencia fonémica y las habilidades fonológicas ayudan a los lectores a vocalizar las nuevas
palabras.
Vocabulario
Saber que una palabra tiene un significado es una parte importante del proceso de aprender a
leer. Las palabras que sabemos conforman nuestro vocabulario.
El aprendizaje del vocabulario comienza muy temprano en la vida, como cuando los niños
pequeños miran algo a lo que usted está haciendo referencia o cuando dicen sus primeras
palabras para obtener lo que necesitan o desean. A medida que los niños pequeños crecen, van
aprendiendo más y más palabras. Cuando comienzan a vocalizar palabras como parte del
proceso de aprender a leer, la mayoría de los niños ya pueden reconocer la mayoría de las
palabras que dicen, reconocen que escucharon esas palabras antes y saben qué significan. Por
este motivo, tener un vocabulario amplio es tan importante para leer.
Fluidez
A medida que un lector continúa desarrollando habilidades fonológicas, también mejora una
habilidad específica de la lectura llamada fluidez. La fluidez va más allá de solo pronunciar o
saber palabras, sino que incluye muchas partes, como:
Decir palabras y oraciones con sentimiento, poniendo énfasis en la palabra o frase correcta para
que la oración suene natural y transmita el significado correcto.
Comprensión
Entender la información que comunican las palabras y las oraciones es otra parte importante de
la lectura. Esto se llama comprensión. La comprensión es, de hecho, el principal objetivo de
aprender a leer. Hay muchas formas de mejorar la comprensión:
Ampliar el vocabulario puede ayudar al lector a reconocer más palabras y entender mejor el
sentido general del texto.
Entender la estructura del texto, o cómo se organiza, ayuda a los lectores a saber qué esperar y
dónde, para que puedan entender mejor lo que leen. Los docentes le muestran a los alumnos
diferentes formas de entender la estructura del texto a fin de mejorar su comprensión.
Los docentes pueden brindarle a los alumnos estrategias o lineamientos para entender
diferentes tipos de textos, como un periódico, una novela de ficción, un libro de texto o un
menú.
Estas estrategias enseñan a los estudiantes a hacer preguntas sobre qué están leyendo y
responder a las mismas; a resumir los párrafos y las historias que leen; y a extraer conclusiones
sobre la información.
Enseñar a los estudiantes a pensar y a escribir sobre lo que están leyendo es una manera
importante de que usen sus habilidades para entender las ciencias naturales o sociales, la
historia, las matemáticas y muchas otras materias que estudiarán durante su educación.
En 1997, el Congreso le solicitó al NICHD que, junto con el Departamento de Educación, crearan
el Panel Nacional de Lectura para revisar las investigaciones sobre cómo aprenden a leer los
niños y determinar qué métodos de enseñanza son más efectivos a partir de la evidencia de las
investigaciones. El Panel Nacional de Lectura desarrolló recomendaciones basadas en los
hallazgos de las investigaciones de la lectura sobre la mejor manera de enseñar a leer a los niños.
Descubrieron que el mejor enfoque para enseñarle a leer a la mayoría de los niños era brindar
capacitación específica sobre los elementos más importantes de la lectura (conciencia fonémica,
fonología, fluidez, vocabulario y comprensión). También observaron que la capacitación debía
ser sistemática (bien planificada y coherente) y explícita. Si bien el Panel Nacional de Lectura fue
creado hace ya más de una década, los hallazgos sobre la enseñanza de la lectura continúan
siendo pertinentes.
Además, investigadores apoyados por el NICHD descubrieron otras cosas sobre el proceso de
aprender a leer, incluidas, a modo de ejemplo:
Los investigadores mostraron que se podría reducir la cantidad de malos lectores en los primeros
grados escolares al brindarle a los estudiantes una instrucción explícita (tal como recomienda el
Panel Nacional de Lectura). Al trabajar de manera más intensiva en la lectura con los estudiantes
del quintil más bajo de las clases, los investigadores le enseñaron a leer a prácticamente todos
los niños.
Los investigadores obtuvieron imágenes de los cerebros de los lectores cuando leían y
observaron qué partes del cerebro estaban activas durante el proceso de la lectura. Los
investigadores también vieron que las áreas activas del cerebro diferían levemente en los malos
lectores y los buenos lectores Tras utilizar una intervención para ayudar a los malos lectores a
leer mejor y a superar sus dificultades con la lectura, los patrones de actividad cerebral durante
la lectura de los malos lectores se asemejaron más a los patrones de los estudiantes que no
tenían problemas con la lectura. Para más información sobre este hallazgo,
visite http://www.nichd.nih.gov/news/releases/pages/brain_function.aspx .
Los investigadores descubrieron que los niños con dificultades para la lectura no son todos
idénticos y que algunos estudiantes se beneficiaban más de intervenciones específicas que
otros. Al utilizar grabaciones de la actividad cerebral, pudieron observar diferencias y
determinar qué estudiantes responderían mejor años más tarde. Continuar con este tipo de
investigaciones podría algún día ayudar a diseñar enfoques específicos para estudiantes
individuales, para que más personas con problemas de lectura puedan aprender a leer
exitosamente
¿Qué son los trastornos de la lectura?
Los trastornos de la lectura ocurren cuando una persona tiene dificultad con alguna parte del
proceso de la lectura. Los trastornos del aprendizaje relacionados con el lenguaje y la lectura
suelen llamarse dislexia. Estos trastornos se presentan desde una edad temprana y suelen ser el
resultado de diferencias específicas en la forma en que el cerebro procesa el lenguaje.
Hay muchos síntomas y tipos de trastornos de la lectura diferentes y no todas las personas con
un trastorno de la lectura tienen todos los síntomas. Las personas con trastornos de la lectura
podrían tener problemas para reconocer palabras que ya conocen y también dificultades para
deletrear. Otros síntomas pueden incluir lo siguiente:
Los trastornos de la lectura no son un tipo de trastorno intelectual y del desarrolloy no son un
signo de una menor inteligencia o de falta de voluntad para aprender.
Las personas con trastornos de la lectura podrían tener otras discapacidades del aprendizaje,
incluidos problemas con la escritura o los números. Para más información sobre estos
problemas, visite discapacidades del aprendizaje.
Decodificación de palabras. Personas que tienen dificultad para articular las palabras escritas;
hacer corresponder las letras con los sonidos para poder leer una palabra.
Falta de fluidez. Las personas a quienes les falta fluidez tienen dificultad para leer con rapidez,
con exactitud y con la expresión adecuada (si leen en voz alta).
Mala comprensión lectora. Las personas con una mala comprensión lectora tiene dificultad para
entender lo que leen.
La Asociación Internacional de la Dislexia (IDA por sus siglas en inglés) presenta una lista
de síntomas de la dislexia en personas de diferentes grupos etarios. La lista incluye
muchos síntomas diferentes de trastornos de la lectura, como problemas con la decodificación
de palabras (vocalizar las palabras), la comprensión lectora, la pronunciación y la fluidez.
La IDA estima, sin embargo, que hasta el 20% de la población tiene algún síntoma de trastornos
de la lectura.
El Departamento de Educación de los Estados Unidos ofrece servicios y asistencia para apoyar a
las personas con dislexia y discapacidades del aprendizaje específicas a través de su Oficina de
Programas de Educación Especial (OSEP). Para más información, visite el
sitio http://www2.ed.gov/parents/needs/speced/resources.html/ .
La OSEP también apoya la Red de Centros de Asistencia Técnica para Padres, que puede ayudar
a los padres a saber más sobre los problemas de lectura y otras discapacidades de sus hijos,
ayudarlos a conectarse con profesionales y a hablar con ellos sobre las discapacidades de sus
hijos, así como ayudarles a entender las leyes y políticas relacionadas con la educación de un
niño con una discapacidad como la dislexia. Para más información, visite el
sitio http://www.parentcenterhub.org/find-your-center/ .
Los factores ambientales —como las experiencias de los niños en el salón de clase, por ejemplo,
o si cuando eran preescolares les leían todos los días— pueden jugar un rol significativo en la
mayoría de los tipos de dificultades de la lectura.
Además, las investigaciones sugieren que la dificultad con la lectura podría estar relacionada con
un marcador genético de la persona y, por lo tanto, pasarse de una generación a la siguiente.
Por ejemplo, algunos casos de discapacidades de la lectura se asocian con una o más
alteraciones en los genes que juegan un rol en el desarrollo del cerebro en la etapa prenatal
Los trastornos de la lectura no se pueden curar, pero las personas con estos trastornos pueden
sobreponerse a problemas específicos, aprender a leer y mejorar la fluidez y la comprensión
lectora con una enseñanza adecuada, en especial si reciben capacitación y ayuda tempranas.
Dado que no hay un único tratamiento para los trastornos de la lectura, tampoco hay un único
recurso que brinde información integral sobre el tratamiento de los trastornos de la lectura. Sin
embargo, unos buenos lugares donde comenzar son:
Asociación Internacional de la Dislexia (IDA por sus siglas en inglés): Información sobre
intervenciones y enseñanza
Lea más sobre tratamientos educativos para niños con diferentes tipos de discapacidades del
aprendizaje específicas, incluidas las discapacidades de la lectura, en el sitio web del
NICHD Discapacidades del aprendizaje de la A a la Z