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CULTURA

Siempre los museos han tenido claro su papel cultural como depositarios de
conocimiento, pero frecuentemente estos conocimientos se han dirigido a un público
erudito. Pero en el momento en que los museos se comprometen a ser espacios de
instrucción, educación y divulgación orientados a público diverso, entre ellos al escolar,
se han visto obligados no solamente a presentar su patrimonio sino a hacerlo
comprensible. Esto ha implicado saber transferir todo un conjunto de conocimientos
científicos de manera que facilite llenar el saco del bagaje cultural del que
todo ciudadano debería disfrutar.

Esta preocupación por llegar a un público no erudito ha sido quizás más intensa en los
museos de ciencia y tecnología. Las supuestas dificultades de comprensión del mundo
tecnológico-científico ha motivado que, desde un principio, las temáticas tratadas en sus
muestras o exposiciones hayan intentado acercar el saber "sabio” a la divulgación.

El museo es una institución donde la sociedad guarda, conserva, expone, muestra los
objetos valiosos para la humanidad. Tanto obras de arte, documentos históricos, El
hombre, la naturaleza, la técnica y la ciencia. La finalidad última es conservar, guardar,
proteger, restaurar,
todos aquellos objetos que hacen a la vida del hombre.
El museo ofrece un servicio a la sociedad, en el caso específico de obras de arte, elige y
selecciona aquellas que tienen valor estético y artístico que representan al Hombre en
sus distintos períodos históricos.
Los dispone y expone para la apreciación y valoración de sucesivas generaciones.

Para elaborar este informe, visite el Museo Benito Quinquela Martin y recopile
información, como también algunas fotos que se verán detalladas a continuación.

Museo Benito Quinquela Martín


El Museo Benito Quinquela Martin fue fundado y creado en 1938. Posee una importante colección
de obras de arte argentino figurativo de fines del siglo XIX hasta nuestros días. Con la misión de que
se hallen representados todos los artistas de la república, sin olvidar a los precursores e iniciadores
de las artes plásticas en el país, y a los artistas boquenses; Quinquela Martin diseñó este museo
donde también instaló su atelier y vivienda.

El mismo cuenta con amplias salas. Se exhibe el patrimonio junto a exposiciones temporarias.
También cuenta con las imponentes terrazas de esculturas y una sala de Mascarones de Proa, con
una de las colecciones más importantes de Latinoamérica, En el tercer piso se encuentra
actualmente la Casa-Museo de Quinquela Martin, donde se exhiben sus grandes obras y objetos
personales.

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Paisajes. De Ushuaia a la Quiaca
“Lo argentino” en la colección de Quinquela Martín”
Las primeras obras adquiridas para conformar el museo de Bellas artes de la Boca ya dejan prever
las intenciones artísticas y educativas que tenía Quinquela Martin a la hora de diseñar la colección.

Unos años antes de la inauguración, Quinquela ya había adquirido para el acervo un amplio
panorama de representaciones paisajísticas, escena y personajes que condesaban costumbre y
lugares típicamente argentinos, iconos emblemáticos de cada región. Para el año 1938 el museo ya
contaba con obras como “La promesante jujeña” de Luis Perlotti y “La feria de Simosa” de Alfredo
Gramajo Gutiérrez, ambos representados, a través de diferentes lenguajes, a personajes y
momentos cotidianos de los pueblos de las provincias.

No quedan fuera de la colección las representaciones de paisajes serranos, como “Amanecer en


Córdoba” de Guillermo Butler, la llanura pampeana con “Diligencia cruzando el arenal” de
Fernando Fader; el este del país, sus ríos y sus mares, en las obras de justo Linch y Cleto Ciocchini,
la cordillera de los Andes representada en “Alrededores de Ushuaia” de Guillermo Martínez
Soliman y los paisajes urbanos como “Paseo Colon” de Pio Collivadino.

La colección del museo se presenta como una síntesis de la diversidad cultural argentina, donde
cada personaje y cada escena ese mucho más que una simple representación, porque no solo
queda en evidencia la pluralidad de “lo argentino” y sus búsquedas plásticas, sino también la
construcción de una identidad nacional.

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ARTE ARGENTINO
La colección del Museo Benito Quinquela Martín
(Benito Quinquela Martín, reglamento del Museo de Bellas Artes de la Boca, 1967).

En la década de 1930, Benito Quinquela Martin decide “devolver” al barrio lo que este le había
brindado, es así que en 1938 el artista inaugura otras de sus grandes obras; El Museo de Bellas
Artes de la Boca de Artistas Argentinos.

Con un acervo de casi 1300 obras, en su mayoría adquiridas por el a lo largo de su vida, entre las
que se encuentran representadas casi todas las disciplinas artísticas, Quinquela supo conformar
una colección que encarna un vasto e íntegro panorama del arte nacional, tradicional y figurativo
de fines del siglo XIX hasta nuestros días, comenzando con los precursores de las artes plásticas en
del país y sin olvidar a sus maestros y contemporáneos boquenses.

La misión de esta institución, que funciona junto a la Escuela Pedro de Mendoza, inaugurada
también por el en 1936, no solo era la de exponer, preservar y difundir las artes plásticas del país
sino, por sobre todo, la de comprometerse en los procesos educativos.

FIGURAS Y RETRATOS
Géneros tradicionales en la colección de Quinquela Martin
La distribución de las obras en los distintos espacios del museo nos habla del modo en que
Quinquela pensaba el arte. Las piezas se agrupaban conforme a géneros tradicionales; paisajes,
naturalezas muertas, figuras y retratos.

Muchas veces ponía el tema de las obras por encima de épocas, regionalismos, escuelas o
tendencias. Sin embargo, Quinquela procuro que se “hallen representados todos los artistas de

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toda la República, sin olvidar a los precursores e iniciadores de las artes plásticas en el país, y así se
respalda, pues cuenta con obras de Eduardo Sivori, Antonio Alice, Graciano Mendilaharzu y Ernesto
De La Carcova, entre otros de los que configuraron el campo artístico nacional.

Así como incorporó esta importante generación de artistas, también están las obras de quienes
lucharan y representaban otras realidades más cercanas a las que se vivían en el proletario barrio
de La Boca: los Artistas del Pueblo. Ellos eran Agustín Riganelli, Guillermo Facio Hebequer, José
Arato, Adolfo Bellocq y Abraham Vigo. Por otro lado, Raquel Forner y Antonio Berni, quienes se
refieren a similares preocupaciones sociales, también forman parte de esta colección.

Maestro de la Boca

A fines del siglo XIX se asentaba en el barrio de la Boca el artista italiano Alfredo Lazzari, dando
impulso inicial a lo que sería la “edad de oro” del arte boquense, Sus enseñanzas en la academia
barrial Prezzini stiattessi marcaron hondamente a quienes serían liego, entrado el siglo XIX, algunos
de los grandes referentes del arte local.

Muchos artistas encontraron en estas orillas un ambiente propicio para la creación, y la bohemia
que se respiraba en esta pequeña república se veía reflejada tanto en el modo de vivir como en el
modo de crear. Cada artista a su modo cristalizaba en obras la esencia de esa atmosfera tan
particular, que se puede ver reflejada en los efectos de luz sobre el rio de Benito Quinquela Martin,
en los luminosos espacios interiores de José Luis Menghi, en las sublimes naturalezas muertas de

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Fortunato Lacamera y en la intimidad de lo cotidiano en la “Cocina casera” de Santiago Eugenio
Daneri.

Por otra parte, muchos artistas representaron en sus obras acontecimientos de la vida diaria y
social: tradicionales celebraciones, bailes, procesiones religiosas y fervientes actos políticos, así
como también la activa vida laboral del barrio.

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