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Organización Comunitaria Maya

Cuando hablamos de pueblos, nos referimos a las formas de poblamiento y


ocupación con el territorio y la forma de ordenarse administrativamente que era y
son diferentes en los pueblos originarios de América.

En América Central y concretamente en Guatemala y México — había unas


peculiaridades que condicionaron el desenvolvimiento y la estabilidad de los
pueblos. En primer lugar el hábitat disperso principalmente en Guatemala, como
forma de asentamiento habitual de los pueblos mayas, que dificultaba el intento de
congregarlos; en segundo lugar la ausencia de una estructura administrativa sólida
—previa a la invasion—que hubiera facilitado como en Perú y en México una
mejor acomodación de funciones.

Según los invasores, los mayas andaban dispersos y eran reacios a juntarse. El
pueblo maya, con su visión de un sistema de sistemas, se organizaba en
comunidades autónomas y dispersas, con un punto de encuentro, político,
económico, religioso, cultural y militar. Las comunidades existían desde la época
precolonial y no es cierto que hayan surgido de la institución de “pueblos de
indios” como dice Santiago Bastos. Esta misma tendencia se sigue todavía
proyectando actualmente, frente al estado de origen español, pero con poca
articulación entre las comunidades.

En Perú y Mexico parece que la forma de poblamiento se daba en grandes


asentamientos con una estructura de administración o de gobierno más bien
jerárquica y centralizada En la concepción maya esto no estaba y nos lo muestran
varios documentos históricos.

Imposición colonial para evitar la dispersión

Los españoles querían imponer su estrategia de poblamiento y tuvieron que


enfrentarse a las diferentes formas que se dieron en los pueblos, pues es evidente
que los pueblos no evolucionaron de igual manera en toda América.

La forma y estructura de organización política maya no convenía a los intereses de


los invasores y trataron entonces de imponer la institución de los “pueblos de
indios”. Se trataba de trasladar a América un modelo de ordenación comunal,
social y administrativa —cuya experiencia de funcionamiento en España así lo
aconsejaba—, y que por tanto había de plasmarse en América hasta en la propia
estructura urbana de los asentamientos.

Evangelización y cobro del tributo

Los “pueblos de indios” fueron concebidos como el marco adecuado para la


consecución de unos fines: la prioridad de que “el indio viviera «en policía» “. Este
era un requisito previo para la posterior implantación de cualquier actividad.
Entonces, sobre ese soporte estable del pueblo era posible realizar las dos
principales tareas previstas por la Corona: la evangelización, como misión
justificadora y moral de la dominación, que sólo podía hacerse de modo
continuado y eficaz, en este tipo de asentamiento, y la recaudación de tributos,
que únicamente era controlable en la medida en que lo fuera la población
tributaria.

Finalmente es preciso añadir que los “pueblos de indios” durante el periodo de la


colonia española fueron siempre concebidos como una “república distinta y
separada de la de los españoles pero al servicio de estos, como mano de obra en
las encomiendas y repartimientos. Aunque posteriormente se emitió una Ley de
Indias que era especial para proteger los excesos que se estaban dando.

Si es de comentar que el gobierno de los “pueblos de indios” se le encargo a


varios de los que eran sus autoridades ancestrales. Según los españoles, con su
visión de jerarquía, eran los que constituían “la nobleza indigena”. Con el tiempo
se convirtió esto, en muchos casos, en una prebenda y se llego a la formación de
una elite en el gobierno de los Pueblos Mayas. Hay crónicas de revueltas u
oposición a las disposiciones coloniales, en que las mismas autoridades de los
“pueblos de indios” pidieron apoyo militar a los criollos que gobernaban el país,
para aplacarlas, como también de otros que se sumaron a las rebeliones.

Participación en el Gobierno Municipal

Con la independencia esto cambió, porque los criollos que declararon la


independencia ya no siguieron manteniendo las estructuras separadas, buscando
su inserción a un solo Estado o Pueblo dirigido por los criollos, organizado en
municipios y departamentos. Mantuvieron sin embargo la estructura de los pueblos
de indios, que siguieron con sus formas propias de asentamiento en comunidades.
Los poblados de criollos y mestizos se establecieron en los centros de encuentro
de las comunidades en los que cada comunidad tenía su casa comunal o nima jay.

En los inicios de la vida “independiente” incluyeron una pequeña representación


de los pueblos de indios en los gobiernos municipales. Durante los gobiernos
conservadores se crearon las alcaldías indigenas, cuya importancia declino casi
totalmente durante los gobiernos liberales después de la reforma en 1871.

Con la reforma liberal y el establecimiento de fincas productoras de café, en tierras


arrebatadas a las comunidades mayas, se implantó la ley de trabajo forzoso. Las
autoridades de las comunidades eran las encargadas de preparar las cuadrillas
que iban a las fincas. Con la Revolución la ley de trabajo forzoso fue abolida, pero
como los finqueros productores de café seguían necesitando mano de obra
barata, contrataron personajes en las comunidades como habilitadores de mano
de obra, pagándoles por el envío de trabajadores. Con este negocio los
habilitadores de mano de obra acumularon capital, que unos invirtieron en la
compra de tierra local en las que daban trabajo permanente a quienes se
comprometían a seguir yendo a las fincas. Otros formaron capital y daban en
préstamos como agiotistas o establecieron tiendas grandes en donde “daban
fiado”, enditando a la gente, a veces de por vida.

Muchos de estos habilitadores de mano de obra, por diferencias con las


comunidades, se trasladaron a las cabeceras municipales en donde convivían con
los ladinos y a veces participaban en el gobierno municipal o asumían el control de
las alcaldías o municipalidades indigenas.

El descontento en las comunidades con algunas de sus autoridades, por las


razones anteriores, les llevó en varios departamentos como El Quiche,
Totonicapán y Chimaltenango, a la alianza con la Acción Católica y a la generación
de un movimiento, como organizaciones campesinas, que se unió con el
movimiento revolucionario, sin perder su identidad maya, pero si distanciándose
de las comunidades al constituirse como un movimiento popular, pero que ahora
está retomando su rearticulación con ellas.

La Estrategia Ahora es Evitar y Superar la Dispersión Espacial

Integracionismo, Modernización y Retraso

A partir de la Revolución de octubre de 1944, sus tendencias y oportunidades, y


las represiones y luchas en contra de la misma, se inicio todo un proceso, en el
que la comunidad, como base de la organización de los pueblos mayas, se debilito
fuertemente, atomizándose aun mas, dividiéndose y desdibujándose, como
pueblos, en el panorama nacional.

Durante el periodo revolucionario las políticas públicas con los pueblos mayas
estuvieron más orientadas a la idea de su integración a la cultura y los procesos
de desarrollo y modernización occidentales. A los pueblos mayas se les
consideraba como “atrasados” y había que incorporarlos al progreso de la
modernidad. Esta tendencia estuvo vigente con mucha fuerza durante a los años
cincuenta y principio de los sesenta y fue también esta misma visión que tuvieron
las primeras luchas revolucionarias que se desarrollaron en el oriente del país.
El integracionismo, la idea de modernización y la visión de pueblos atrasados
acelero procesos de ladinización y de abandono de la vida comunitaria, abonada
por la migración de los habilitadores de mano de obra, muchas veces autoridades,
a las cabeceras municipales.

Movilidad población por el trabajo en las fincas y el comercio

Esta tendencia a la ladinización, se alimento por la migración de grupos de


familias comunitarias como mozos colonos en las grandes fincas de la costa, así
como por las posibilidades de buen comercio que asentaron en las ciudades que
estaban emergiendo, en función del proceso productivo agro exportador, a muchas
familias principalmente k’ichés.
Diferenciación social local por el cooperativismo, ligas campesinas y
comités pro-mejoramiento

El impulso de la Alianza para el Progreso, como estrategia de los USA frente a la


Revolución Cubana y el temor de su influencia en Latinoamérica promovió con la
Acción Católica la conformación en las comunidades mayas de cooperativas, ligas
campesinas y comités pro-mejoramiento.

Aunque la formación de cooperativas y ligas campesinas genero también


diferenciación económica y social en las comunidades, pues han sido
organizaciones que trabajan solo para sus asociados y no por las comunidades; el
temor de la oligarquía ante el proceso revolucionario, llevo a los gobiernos de la
época, a querer controlarlas y reprimirlas. Esta represión les llevo más bien a
articularse y conformar un movimiento que se juntó más tarde con el movimiento
revolucionario. Fueron dos ríos que se juntaron.

Colonización de nuevas aéreas

La falta de tierra y la estigmatización de muchas comunidades mayas por haber


participado en la reforma agraria que impulso el gobierno revolucionario a
principios de los años cincuenta, favoreció una nueva migración de grupos de
familias comunitarias a las zonas de colonización promovidas por la Iglesia
Católica en el Ixcán y por el gobierno en las márgenes de los ríos Pasión y
Usumacinta. Esta última, ante la expectativa de una mejor indemnización al
construir Mexico una represa y una hidroeléctrica en el rio Usumacinta.

Desplazamiento por conflicto armado

Con la estrategia de la Alianza para el Progreso a principios de los años sesenta,


que impulsó el Programa de Desarrollo de la Comunidad; ya se veía la importancia
que daba a las comunidades el Gobierno de la EEUU, para la vida y
reconstrucción de los pueblos mayas en Guatemala. En la línea de una estrategia
de cooptación a los pueblos, frente al ejemplo e influencia de la Revolución
Cubana, con dicho programa, se promovió la formación en todas las comunidades
de los comités pro mejoramiento.

Conscientes también de esta importancia, al iniciarse la lucha armada a finales de


los años setenta y principios de los ochenta, la estrategia de la contrainsurgencia
fue la represión y el ataque a las comunidades, especialmente rurales, para
dispersarlas, dividirlas y debilitarlas. Así mismo se suspendió el Programa de
Desarrollo de la Comunidad

Por esta razón el ejército y los habilitadores de mano de obra, convertidos en


comisionados militares, organizaron las PAC, con las que asolaron y dividieron
aun más las comunidades especialmente en los departamentos donde se
desarrollo el conflicto armado.
Migración

Para escapar de la persecución y represión, muchos líderes de las comunidades


mayas, huyeron durante el conflicto armado a los EEUU, apoyados por iglesias y
reservaciones indigenas, lo que abrió luego la posibilidad de migraciones mayores
de mucha gente de las comunidades rurales y el aparecimiento de las remesas
que ayudaron a reactivar las economías locales.

El proceso de reconstitución de los pueblos indigenas, que se ha iniciado con la


rearticulación de los mismos en el ambiente favorable generado por los acuerdos
de paz, el convenio 169, la Declaración de Naciones Unidas por los Derechos de
los Pueblos Indigenas y el protagonismo de los Pueblos Indigenas en America del
Sur, además de la lucha actual de las comunidades rurales por la defensa del
territorio, frente a las explotaciones mineras, las hidroeléctricas privadas, la
utilización de la tierra para la producción de agro combustibles, es posible que
estén empujando la inusitada persecución y deportación de migrantes por los
poderes establecidos en los USA.

La deportación es un arma en contra de los pueblos indigenas, que en toda


Latinoamérica, por sus altos niveles de pobreza, se han visto en la necesidad de
emigrar en busca de trabajo a los USA y que desde allí aportan sus remesas a sus
familias insertas en las comunidades rurales, que ahora se oponen al nuevo
despojo que implica la minería, las represas, la producción de agro combustibles,
etc.

La Reconstrucción Como Pueblos Mayas se Basa en el Fortalecimiento de lo


Comunitario y su Articulación

Conformación de los pueblos a partir de la comunidad

Como dice Santiago Bastos “Toda esta dispersión y todo el cambio sociocultural,
que conlleva deberían haber contribuido a la pérdida de identidad maya.
Evidentemente, los costos para la socialibilidad comunitaria y para la reproducción
cultural e identitaria son muy altos, pero los estudios – en la capital, en Ixcan en,
USA, en las comunidades- nos dicen que no es así. La dispersión territorial
supone un cambio identitario tanto entre los que se van, como en los que se
quedan, pero no la desaparición del papel de cada comunidad como centro de
referencia de la diáspora”.
La comunidad y la identidad comunitaria sigue siendo la base para la
reconstitución de los pueblos mayas. No únicamente por ser un ámbito, reducido y
natural, sino también porque es centro de referencia y receptáculo de la cultura, de
la mayanidad. Tenemos que ver, como lo decimos siempre, a las comunidades
organizadas, como los ladrillitos, que se van articulando y sin las cuales no se
podrán reconstituir los pueblos mayas. Por ello desde SERJUS se busca
fundamentalmente el fortalecimiento y articulación de las comunidades, la
interacción entre ellas y el fortalecimiento de sus capacidades a nivel del
municipio, de la microrregión, de región y en lo nacional.
El reto es evitar y superar la dispersión espacial y fortalecer el proceso de
reconstitución como pueblos mayas. Para ello el proceso se debe basar en el
fortalecimiento de lo comunitario y su articulación. Los pueblos no deben substituir
la identificación local comunitaria sino más bien basarse en ella, con el principio de
unidad en la diversidad

Coordinacion territorial y sectorial, base la horizontalidad

Entendemos que el sentido tradicional de la autoridad en las comunidades y por lo


tanto en los pueblos ha sido más de horizontalidad que de jerarquía. La jerarquía y
la homogenización es el fundamento del sistema europeo occidental que se
impuso para consolidar la invasión, el despojo y el gobierno colonial, que logro
penetrar en los pueblos mayas con el establecimiento de los “pueblos de indios”
que relacionamos anteriormente.

Para lograr la horizontalidad ha habido, de acuerdo a la cosmovisión maya del


universo como un sistema de sistemas, un concepto de autoridad como “sistema
de autoridades" cuyo equilibrio y armonía, depende de un cruce de autoridades
territoriales y de autoridades sectoriales. Autoridades diversas, con un punto de
encuentro común.

Así junto con el alcalde auxiliar o alcalde comunitario, que es el encargado de la


relación con la autoridad municipal y al que le corresponde la administración de
justicia, en la mayoría de los municipios, están también, por ejemplo, los guías
espirituales, las comadronas, los responsables del bosque, las comisiones de la
mujer, etc. Cada uno con autoridad en lo que le corresponde. Es una autoridad
repartida, horizontal.

De la misma manera la articulación entre comunidades en todos los ámbitos


tiende a darse en lo territorial y en lo sectorial. Cada quien es Kamal be’ (guía) en
lo que le corresponde.

En los “pueblos de indios” que era una institución española, la autoridad era
jerárquica, para cobrar el tributo y para hacer que se cumplieran las ordenanzas
de los españoles, por ello se distanciaron de las comunidades. Lo mismo pasó con
los habilitadores de mano de obra, que tuvieron que migrar de las comunidades a
las cabeceras municipales.

La jerarquía genera problemas, celos, competencias. La horizontalidad genera


complementación, solidaridad. Un ejemplo es lo que pasa en el Gran Consejo
Nacional de Autoridades Ancestrales Mayas, Xincas y Garifunas, el cual se
conformo por trece delegados de cada región maya y dos garífunas. Es un
consejo de 54 miembros, pero en lugar de la formación de comisiones, para
repartir la autoridad y no concentrarla, para que fuera una autoridad horizontal,
compartida, complementaria, se ha tendido mas al nombramiento de un grupito de
Kamal Be’ y ahora ya surgieron los celos y los problemas, además de que el grupo
de Kamal Be’ no se alcanza para verlo todo y varios se quejan que nos les queda
tiempo para su relación con su comunidad y su familia.

El ámbito de lo municipal

Está comprobado que la segunda referencia identitaria de las personas y


comunidades y por lo tanto también de las autoridades comunitarias es el ámbito
Municipal.

No obstante que el municipio fue una instauración española, es posible que la


misma se haya establecido en sus límites y confines, en los sistemas de
comunidades que ya estaban establecidos, pues todavía en varias cabeceras
municipales existen nimá jay o casas de las comunidades. Los españoles
establecieron el asiento de su pueblo español y después criollo y ladino, en donde
estaba el punto de encuentro de las comunidades.

Siguiendo esta referencia, nos planteamos y trabajamos, la coordinacion o


asociación de comunidades en el ámbito municipal y la conformación de
coordinadoras municipales con las organizaciones sociales, existentes en dicho
espacio. En algunos municipios se comienza por esta coordinadora municipal,
pero es solo un paso, un medio o un apoyo para la reorganización de las
comunidades y su articulación municipal, que es lo que se busca
fundamentalmente.

La idea es que sea también un sistema en el que se articulan las autoridades


comunitarias con “sus especialidades”. Así hay una articulación territorial de
alcaldes auxiliares o alcaldes comunitarios, que son las autoridades reconocidas
por el sistema legal, encargadas del vinculo con el gobierno municipal y la
administración de justicia, pero también la articulación “sectorial” de guías
espirituales, mujeres, jóvenes, agricultores, comerciantes, encargados del agua
etc.

Es una articulación territorial y sectorial, que desafortunadamente en algunos


municipios se ha perdido, asumiendo la jerarquía del sistema español/ladino. En
ellos se considera a la Alcaldía o Municipalidad Indigena como la única o la
máxima autoridad por el reconocimiento que les da el Alcalde Municipal y el
sistema legal nacional, desconociendo a las otras autoridades sectoriales, como la
red de mujeres, de guías espirituales, de jóvenes, etc.

Las subregiones y su articulación como pueblos

El departamento es típicamente una referencia del gobierno legal establecido por


criollos y ladinos, que casi nunca expresa una identidad. La identidad mayor es
como pueblos mayas con su identificación étnica y cultural. Las circunscripciones
departamentales no coinciden con la ocupación del territorio por los diferentes
pueblos mayas. Varios pueblos mayas están en varios departamentos y en otros
departamentos conviven varios pueblos mayas.
Lo que si determina la administración departamental, son ciertas dinámicas
económicas, políticas, sociales y hasta culturales, que son asumidas entre
municipios y que serian el punto inicial para la articulación de las asociaciones de
comunidades municipales. De allí surge la conformación de subregiones de
pueblos mayas como los primeros pasos, hacia la conformación de los pueblos, a
lo que se puede llegar más tarde por la coordinacion o articulación de dichas
subregiones. Un ejemplo es el pueblo Kiché o el pueblo Mam que están repartidos
en varios departamentos.

El siguiente paso para la reconstitución de los pueblos, es entonces la articulación


de las subregiones. El reto es la conformación de los pueblos mayas.

La identidad como pueblo maya como denominador común puede ser el punto de
encuentro de las diversidades entre los pueblos mayas, que a su vez se fortalecen
con la consolidación comunitaria y subregional.

El sistema de Autoridades Ancestrales

El sentido político de la articulación de las comunidades de los pueblos mayas,


con visión de pueblos y de nación, necesita de un referente global, integral,
paradigmático, hacia el cual se camine y que al mismo tiempo enfrente el nuevo
colonialismo trasnacional que se apropia, depreda y destruye la madre naturaleza.

Es claro que este referente, en las circunstancias actuales no puede ser un partido
político, ni un movimiento social, ni lo que hasta ahora ha intentado constituirse
con mucho esfuerzo, como movimiento indigena, con todas sus divisiones y luchas
internas.

La idea es de un sistema de gobierno de los pueblos mayas que tenga sus raíces
en las comunidades, un sistema de consejos de autoridades ancestrales mayas,
xincas y garífunas, como representación nacional e internacional de los Pueblos
Mayas, que, además de tener sus raíces en las comunidades, las fortalezca en la
lucha por defensa del territorio, de la administración de justicia comunitaria, de la
espiritualidad, de las formas propias de organización, de la racionalidad
económica maya. Como sujeto identitario principal e interlocutor ante el gobierno
nacional y las organizaciones internacionales, en todos los ámbitos, desde lo
comunitario hasta lo nacional.

Un gobierno que ve la diversidad como una riqueza y que busca la unidad en la


diversidad en la que se articula y complementa. Con una autoridad horizontal, que
relaciona no solo lo territorial y sino también lo sectorial, asumiendo y apoyando
las luchas de todos los mayas desde las organizaciones campesinas, las mujeres,
los jóvenes, los intelectuales.

En el camino hacia este paradigma se desarrolla un proceso de conformación y


articulación de un Sistema de Autoridades Ancestrales Mayas, Xincas y Garifunas
de Iximuleu, que comenzó con la reconstitución de consejos a nivel comunitario,
que se han venido articulando a nivel municipal, departamental, de las cuatro
regiones según las energías del universo, hasta la constitución en noviembre de
2009 del Consejo Nacional integrado por cincuenta y cuatro autoridades, trece de
cada región y dos garífunas.

El Sistema de Consejos de Autoridades Ancestrales Mayas, Xinca y Garifunas, se


plantea desde sus primeras acciones, la defensa del territorio en su sentido
amplio, es decir la protección de la tierra, del agua, del medioambiente frente a la
explotación minera, las hidroeléctricas, las represas, las explotaciones petroleras,
la producción de agro combustibles, considerando a la madre naturaleza como un
ser vivo, que tiene derechos. Así mismo fortalecen el derecho y la justicia
comunitaria, las formas propias de organización, la defensa de la espiritualidad.

El concepto de autoridad no es solo el de alcaldías o municipalidades indigenas,


sino que incluye a todas las demás autoridades que conforman el sistema
comunitario de autoridad. Las Autoridades Ancestrales Mayas, integradas por
guías espirituales, comadronas y alcaldes comunitarios indigenas, en los
municipios donde han subsistido, tienen mucho arraigo y son consideradas como
gobierno propio.

Aunque las formas de autoridad son diversas según las comunidades y pueblos,
hay una propuesta de conformar alcaldías o municipalidades indigenas donde no
las hay, para contar con un reconocimiento y una posibilidad también de incidir
desde dentro del sistema legal establecido.

Unidad con otros movimientos

La identidad como pueblo Maya, como denominador común puede ser el punto de
encuentro de las diversidades entre los pueblos Mayas, que se fortalecen con la
consolidación comunitaria y subregional, así como entre las diferentes
organizaciones o movimientos sectoriales o movimientos indigenas en sus
diferentes expresiones.

Mayanización del Estado o Autonomía y Libre Determinación

Ocupando espacios de participación hacia la mayanización del Estado

Un dilema que está siempre presente es sobre cómo debe darse la relación entre
el proceso de reconstitución de los Pueblos Mayas con el Estado y sus instancias
y dependencias, en todos los ámbitos de la organización política: mayanizacion
del Estado o autonomía y autodeterminación o libre determinación de los Pueblos
Mayas.

Es claro que los antiguos habilitadores de mano de obra y sus descendientes,


muchos de ellos ahora profesionales mayas, con poder económico, opten por su
integración al Estado, reivindicando los derechos culturales, oponiéndose a la
discriminación étnica y promoviendo por lo tanto el multiculturalismo y el
interculturalismo que, con sus enfoques, propone el neoliberalismo, por medio de
sus organismos internacionales, en Naciones Unidas, el Banco Mundial, el Banco
Interamericano de Desarrollo BID y las agencias gubernamentales de cooperación
internacional de varios países. Hay oposición a la discriminación étnica pero no se
ve la discriminación económica, social y política, con el argumento de que el
asumir estas luchas, principalmente por la explotación económica, incentiva un
materialismo que contrasta con la espiritualidad de los Pueblos Mayas.

Al amparo de estas posiciones se da la divergencia entre mayas culturalistas y


mayas de organizaciones populares y el acomodo de profesionales en puestos y
en cargos públicos en los espacios culturales que el Gobierno y los partidos
políticos van abriendo; congruentes con la posición de las empresas
trasnacionales y sus gobiernos, que llegan hasta a proponer la autonomía de los
pueblos indigenas, pero más para debilitar los estados nacionales y quitar
obstáculos a la apropiación del territorio para la explotación de la minería, los
agrocombustibles, la hidroeléctricas, el turismo histórico cultural, etc, que para un
verdadero reconocimiento de los derechos de los pueblos indigenas. Charles Hale,
habla, refiriéndose a este fenómeno de profesionales en la burocracia cultural, del
“indio permitido”.

El dilema está presente también en las comunidades, pero con bases diferentes,
pues en ellas hay conciencia tradicional y subyacente de la opresión integral a la
que están sometidas, es decir, la opresión económica, social, política y cultural.
Hay una visión aunque sea nebulosa todavía de que debe superarse esa opresión
y los despojos que se han consolidado en la historia de un colonialismo que
cambia de vestido. De un vestido español pasó al vestido de criollo, después al
vestido liberal y ahora al vestido de la globalización y la dominación trasnacional.

En lo que no hay unanimidad es en la estrategia. Hay comunidades y lideres que


buscan la conformación de gobierno propio en los diferentes ámbitos, hasta el
nacional, a partir de sus propias formas de organización y de legitimidad, dada por
los sistemas comunitarios y sus articulaciones, fuera y hasta en contra de los
consejos de desarrollo y de los gobiernos municipales. Son autoridades
autónomas comunitarias y municipales y que ahora se comienzan a articular con
los Consejos de Autoridades Ancestrales, en la defensa del territorio, la
administración de justicia, la defensa de las formas propias de organización y
planteándose frente al Gobierno, en lo municipal y nacional, en una posición de
respeto mutuo y de colaboración o de enfrentamiento o apoyando y respaldando
las demandas de las comunidades y las organizaciones sectoriales, campesinas,
indigenas, etc. Las autoridades del Estado y principalmente los alcaldes y las
corporaciones municipales quieren someterlos a sus mandatos y si eso no se da
hay conflicto y enfrentamiento.

Hay otras comunidades que piensan que los espacios que se dan en la estructura
de la organización política del Estado, son espacios ganados que se deben
aprovechar para la construcción de poder local y participación ciudadana.
Mimetizan su organización propia dentro de las organizaciones legales dentro del
Estado, como los consejos de desarrollo, los gobiernos municipales, las
organizaciones sociales. Más que crear estructuras propias, es como plantearse la
mayanizacion del Estado e ir aprovechando los espacios que se van abriendo en
el mismo. Muchos de ellos saben que la existencia de autoridades propias,
generan celos y recelos en los alcaldes y demás autoridades municipales, quienes
para presionar no les aprueban obras o proyectos, que financia el aporte
constitucional gubernamental. Los gobiernos suramericanos son un fuerte ejemplo
de lo que en esta estrategia se puede lograr.

Hay otras comunidades que sostienen ambas posiciones en la práctica, aunque el


objetivo final sea su constitución como pueblos autónomos y autodeterminados.
Desarrollan su propia organización, pero participan también en las instancias y
espacios del Estado. Es como ponerse el “tacuche” para participar en las formas
de organización de un Estado oficial, que está vigente y con poder, mientras no se
llegue a la “refundación” de un Estado de los Pueblos Ancestrales o a la
autonomía y autodeterminación de estos . Muchos creemos que este es el camino
correcto, pero el problema, dicen algunos, es que muchos asumen de corazón el
personaje que representa el tacuche o por principios se comprometen con la
palabra dada, con el compromiso asumido y pierden el objetivo final.

Alianza con los mestizos pobres y las organizaciones populares

Otro dilema es la relación con las organizaciones populares donde participan


mayas y mestizos y con los ladinos pobres de otras regiones.

La lucha de las comunidades frente a los habilitadores de mano de obra, muchos


de ellos provenientes y practicantes de tradiciones ancestrales, encontró eco con
las parroquias de la Iglesia Católica, Muchos dirigentes de las comunidades
participaron en la organización de la acción católica rural, de donde luego salió la
organización de ligas campesinas y cooperativas, con una lucha por la defensa de
los derechos laborales en la fincas y una organización de los productores
minifundistas. La militancia en la Acción Católica Rural se dio como un sincretismo
entre la espiritualidad maya y la espiritualidad católica y en algunos casos
substituyendo una por la otra.

Las ligas campesinas y las cooperativas, en la mayoría de los casos, beneficiaban


solo a sus asociados, dando lugar a una forma de diferenciación económica y a la
formación de una elite dirigencial, que enfrentaban a los poderes locales,
especialmente de los habilitadores de mano de obra. Este enfrentamiento, hizo
que muchos de los habilitadores de mano de obra se convirtieran en comisionados
militares que reprimían a los dirigentes de las comunidades y de las
organizaciones campesinas.

Con el apoyo de muchas parroquias que se inspiraban en la teología de la


liberación, se fue organizando un movimiento que enfrentaba la represión y que
luego encontró un camino, aliándose al movimiento revolucionario. Como dos ríos
que se juntaron.

Cuando termino el conflicto armado y se opto por la lucha política, muchos de los
dirigentes habían dejado su vida comunitaria y el énfasis de su lucha era más en
un concepto de lucha de clase, que de reivindicación como Pueblos Mayas. El
objetivo ha sido la toma del Estado o la negociación con el mismo principalmente
como organizaciones campesinas u organizaciones sociales.

Para muchas comunidades el ser maya está determinado por la pertenencia a una
comunidad y la participación en el sistema de cargos, cuyo desempeño en buena
forma genera el liderazgo y la capacidad de gobernar. Ya demostró, se dice
comúnmente, que puede gobernar con capacidad, compromiso y honestidad.

Esto hace que a los mayas profesionales que reivindican los derechos culturales o
dirigentes populares que reivindican sus derechos campesinos, que ya no viven en
comunidad, no se les mire como mayas o por lo menos como dirigentes de los
Pueblos Mayas.

El avance del proceso de construcción de los Pueblos Mayas y la constitución de


sus autoridades ancestrales, que ya se plantean reivindicaciones y luchas a nivel
nacional y político, especialmente las luchas por la defensa del territorio y en
contra del colonialismo trasnacional, plantea la necesidad de la alianza con las
organizaciones populares, donde participan mayas y mestizos, las organizaciones
sociales, y los ladinos pobres.

El sistema de Autoridades Ancestrales Mayas, Xincas y Garífunas de Ixim Uleu,


puede ser el centro o el punto de encuentro para un proceso de unidad de todos
los mayas y los ladinos pobres, respaldando las luchas y reivindicaciones de
todos, en contra la discriminación y el racismo y en la defensa del territorio. Para
ello hay que resolver el dialogo y la negociación con otras iniciativas par la
coordinacion de autoridades mayas.

El reto es el respeto a la diversidad y la unidad en la diversidad, retomando a


aquellos que realmente pueden garantizar el equilibrio y la armonía, con los
planteamientos y las transformaciones fundamentales.

La comunidad urbana

La comunidad maya en las ciudades

Como dice Santiago Bastos, pese a la dispersión espacial, el sentido y la identidad


comunitaria, lejos de perderse empieza a recrearse en los centros urbanos y entre
los que han emigrado a los Estados Unidos y otros países.
Primero fue el traslado de los habilitadores de mano de obra y sus descendientes
que poco a poco se acostumbraron a la modernización en las cabeceras
municipales y departamentales. Luego, desde los años cincuenta los mayas,
especialmente de Totonicapán, comenzaron a instalarse en las regiones de
comercio en centros urbanos. Unas familias atraían a otras. Se instalaban
permanentemente pero mantenían sus vínculos con la comunidad. Conforme
fueron transcurriendo varias generaciones, los vínculos comunitarios se hicieron
más débiles, pero se ha mantenido la identidad como pueblo. Luego el huir del
conflicto armado empujo a muchas familias a refugiarse también en las ciudades,
pero en este caso sin perder el vínculo comunitario.

El ambiente de distensión y de reducción de los altos niveles de discriminación


que siguieron a la firma de los acuerdos de paz y las corrientes del
multiculturalismo neoliberal, han facilitado el que se reasuma más fuertemente la
identidad maya urbana y que la relación con los ladinos pobres vaya siendo mas
común, como la composición de familias mixtas, la participación en organizaciones
y hasta la participación en las maras, como se ha visto en los últimos tiempos.

El mismo fenómeno y asumiendo con mayor fuerza su identidad y relación con las
comunidades, se da la migración a los Estados Unidos y otros países. Este tipo de
migración se da en principio con una intención temporal, vinculado a la búsqueda
de un ingreso económico y al sostenimiento de las familias que se han quedado,
con la remesas. La nuevas migraciones están vinculadas con los que ya
emigraron, por lo que hay mas tendencia a recrear el sentido comunitario y
manteniendo el interés por las comunidades y pueblos que se han dejado.

Tanto en la migración urbana como a otros países, el sentido asociativo se


concreta con la formación de cofradías, mutuales, cooperativos, en donde el
principio del “kuchuj” o mutua colaboración, está presente.

Estas dinámicas y sus diversidades forman parte y pueden contribuir en el proceso


de construcción de los Pueblos Mayas, aportando conocimientos y experiencias
técnicas y de todo tipo para el fortalecimiento de los mismos, en la medida que
ese proceso se concreta y se hace consciente.

Peligros en la Construcción Del Pueblo Maya

Formación de elites

La jerarquía como elemento fundamental de la cosmovisión cristiana, que


caracterizo la estructuración social, política, económica y religiosa de los países
europeos y se traslado a la estructura de los territorios colonizados. Con esta
misma concepcion de jerarquía se constituyeron los “pueblos de indios” cuyo
diseño respondió, como dijimos antes, a la evangelización y el cobro del tributo. El
concepto de jerarquía sobrepaso la concepcion sistémica de organización y
autoridad de los pueblos mayas.
No obstante que en muchas comunidades aun subyace el concepto sistémico de
organización y de autoridad, al trascender a otros ámbitos, desde el municipal al
nacional se tiende al establecimiento de jerarquías, que rompe el equilibrio, la
armonía, la horizontalidad y se propicia la conformación de elites, con sus
consecuencias de luchas de poder, de competencia, de rivalidad.

Homogenización, hegemonismos y conflictos

Con la perdida de la concepcion sistémica original, se ha perdido también el


sentido y valoración de la diversidad como una riqueza que debe mantenerse, y
por lo tanto, se pierde también el sentido de unidad en la diversidad.

Cada comunidad, aun de un mismo pueblo maya es diversa. Cada una tiene sus
propias formas de organización y de ejercer la autoridad, pero al pensarse en la
reconstitución de los pueblos se propone la homogenización, generando
problemas en aspectos tan simples, como por ejemplo, el descontento que desató
entre algunas de las Autoridades Ancestrales la decisión de que todos los
miembros del Consejo Nacional, utilicen un mismo Tzute y no el propio de su
comunidad o lugar.

La homogenización genera también hegemonismos de pueblos o de los grupos,


cuya forma de organización o de visión se quiere imponer a los demás. Con ello
se propician también luchas de poder, con sus secuelas de división y
distanciamientos.

Autonomías cerradas y desarticuladas

Otro peligro, se da cuando conscientes de la diversidad, no se propicia la unidad


en la diversidad, pues se pierde los espacios de articulación, de intercambio, de
acción conjunta. Se pierde la riqueza de aprendizajes que proporciona la
articulación de las diversidades. Se pierde la conformación sistémica.
Por ello en la medida que se avanza en la reconstitución de los Pueblos Mayas en
plural, hay que avanzar también en la reconstitución del Pueblo Maya. Pensar en
las autonomías cerradas y desarticuladas en los pueblos mayas, es caer en las
divisiones y las rivalidades históricas, que facilitaron la invasión y la imposición
colonial y que todavía están presentes en los recuerdos del pasado.

Diferencia entre los mismos pueblos mayas e indigenas

Es claro que los Pueblos Mayas son diversos, con características propias. Hay
diferenciación económica y social. Aun dentro de un mismo pueblo hay regiones
con más poder económico que las otras o con dinámicas, sociales, económicas y
políticas diferentes. Pero es claro también que esta diversidad también permite la
complementariedad. La clave está en la visión sistémica, en la búsqueda de la
unidad en la diversidad.

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