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Educación Especial
* Dirección del autor: Escuela Especializada de Nuestra Señora de Meritxell, Valle de Andorra.
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escolar parece conveniente restringir algo al tiempo de dedicación posible por parte
el número de los mismos. Así, habría un del educador o responsable de la progra-
nivel correspondiente al sistema biológi- mación, la posibilidad realmente libre de
co, que incluiría todas aquellas variables -elección entre alternativas, a menudo res-
que son responsabilidad habitualmente tringidas por constreñimientos estructu-
del médico y que son tratadas mediante rales, etc.
acciones farmacológicas, con el objetivo Comentaré en primer lugar, en el pre-
de dejar al organismo en condiciones sente artículo, algunas características de
óptimas para la entrada en los programas aquello que yo percibo corrió división y
de aprendizaje del nivel siguiente. Un distanciamiento- entre las tradiciones de
nivel conductual correspondería al com- trabajo que podríamos denominar «tecno-
portamiento individual de sujetos parti- logía educativa» y «modificación de con-
culares. A continuación, el nivel de pe- ducta», ambas con un fuerte, aunque
queño grupo trataría al menos dos unida- limitado, arraigo entre nosotros, e inten-
des fundamentales: Compañeros y fami- taré defender la necesidad de una aproxi-
lia. Finalmente, otro nivel correspondería mación. Esta parte introductoria me ha
al sistema social más general, al cual parecido necesaria dado que el resto del
concernirían actitudes sociales generales, presente trabajo debería interesar, en la
directrices gubernativas o ministeriales; medida que' haya acertado en su redac-
leyes, etc. Quizá alguien podría pensar ción, a «tecnólogos educativos» y «modi-
que el enfoque sistemático trataría predo- ficadores de conducta» a la vez.
minantemente los pequeños grupos
correspondientes al conjunto de alumnos Seguidamente presentaré algunos mo-
de un aula, pero, el movimiento en favor delos anteriores que me parecen funda-
de una enseñanza individualizada nos re- mentales e inmediatamente entraré, de
cuerda la necesidad de tomar en Conside- una forma un tanto somera, en algunas
ración los sistemas de comportamiento peculiaridades de la educación especial
individual, y autores como Kaufman relevantes a un enfoque sistemático en
(1979, 1980) y Kaufman y Stone (1979) este terreno para pasar filialmente a la
insisten ya en la necesidad de considerar exposición de nuestro modelo.
igualmente los contextos culturales y so- La única . aclaración que resulta precisa
ciales de las prácticas educativas. es la de que he intentado explicar no sólo
Conviene recordar que los distintos el sentido y la técnica de cada etapa, sino
niveles de sistemas pueden requerir dis- también como ambos pueden, y a mí
tintas tecnologías e implican a diferentes entender deberían, relacionarse con el
profesionales (psicólogos, médicos, edu- cuerpo de conocimientos provisto por la
cadores, asistentes sociales, etc.) Un dise- psicología experimental. Sugerir, y en el
ño concreto puede precisar la interven- mejor de los casos justificar esta necesi-
dad de relación es propiamente la finali-
ción coordinada de todas las vías de
aproximación requeridas e implicar así dad principal del presente trabajo.
toda la complejidad del trabajo de equipo
multidisciplinario. MODIFICACION DE CONDUCTA
Las dos acepciones que acabamos de Y ENFOQUE SISTEMATICO
comentar están en realidad estrechamente Inicialmente, parecería que modifica-
relacionadas. Resulta importante disponer ción de conducta y enfoque sistemático
de modelos de•trabajo que sean suficien- de la enseñanza tendrían un punto impor-
temente comprensivos y flexibles para tante de coincidencia en base a su partici-
incluir la complejidad inherente a los pación común en una voluntad crítica,
sistemas educativos y de la cual la teoría experimental y de autocontrol manifesta-
general de sistemas nos instruye, sin olvi- da tanto en las literaturas respectivas
dar que éstos habrán de ser aplicados en como en las prácticas observadas. A pesar
unas condiciones que sólo excepcional- de ello quisiera argumentar aquí que eso
mente serán óptimas en cuanto se refiere no es exactamente así en la realidad.
En obras tan clásicas como la de Kauf- hace necesaria para precisar el sentido de
man (197 3 ) o tan completas en otros esta pretendida utilidad: queja muy fre-
aspectos como la de nuestros autores cuente es la de la falta de tiempo para
Fernández Sarramona y Tarín (1977), hay cumplir con todo rigor las condiciones y
cierta imprecisión conceptual en lo refe- criterios impuestos por distintos modelos
rente a los principios de la psicología del y concretamente por el presente. Convie-
aprendizaje, que a menudo se limita a la ne decir a este respeto, que el modelo
descripción de las famosas «tendencias», puede ser parcialmente aplicado, mante-
«conductista», «gestáltica», «psicoanalíti- niendo aún un nivel de rigor suficiente.
ca», etc. Por ejemplo, la definición operacional de
La modificación de conducta ha apor- objetivos es imprescindible, mientras que
tado una precisión y exigencia de control otras partes del modelo solamente son
y también un conjunto importante de altamente deseables o constituyen recur-
técnicas eficaces a la práctica educativa. sos tecnológicos o conceptuales que pue-
Ha olvidado,- empero, la importancia de den ser utilizados o no. Por otro lado,
los modelos más complejos de la tecnolo- renunciar a algunos apartados del modelo
gía educativa y ha tenido propensión a (no necesariamente de éste, estos aparta-
ignorar las aportaciones de la psicología dos son comunes a todos los modelos de
experimental más allá de las teorías del diseño sistemático de programas) implica
aprendizaje (condicionamientos respon- simplemente la renuncia a un nivel supe-
diente y operante principalmente). rior de eficacia.
En resumen, la tecnología educativa ha En segundo lugar, quiere constituir un
tenido tendencia a olvidar o ha entendido instrumento para la clarificación y siste-
mal la psicología experimental, mientras matización de las oportunidades de inte-
que la modificación de conducta se ha racción entre psicología y práctica educa-
inclinado a reducir su campo de aplica- tiva. En efecto, y como se verá en la
ción al tipo de problemas que eran más exposición detallada de los apartados del
fácilmente reducibles al tipo de análisis en modelo, cada uno de ellos supone un
términos de paradigma operante que le conjunto específico de oportunidades di-
ha sido más propio. La ignorancia de los ferentes para esta interacción. El modelo
modelos más complejos de tecnología en conjunto requiere la participación de
educativa le ha facilitado esta posición la psicología experimental más allá de los
limitada y en cierto sentido reduccionista. paradigmas de condicionamiento, desde
teorias de procesamiento de la informa-
Que esta afirmación no es exagerada lo ción hasta motivación o psicología dife-
demuestra el escaso número de referera- rencial.
cias mutuas entre los autores de ambas
líneas, fácilmente comprobable repasando De esta forma, es posible que empiece
revistas tan significativas como el « Jour- a debilitarse un cierto aislamiento entre
nal of Applied Behavior Analysis» o la tendencias que si, posiblemente ha sido
«Programed Learning and Educational entre nosotros más rígido, ha existido y
Technology». existe también en la literatura interna-
cional.
Investigación y desarrollo
logísticos.
2 3 4
Objetivos Conducta inicial Procedimientos Valoración de la
instructivos instructivos conducta
GRAFICO 2
kEVISION
Identificación Determina-
ción de los re- Selección de Determina-
del problema quisitos y al- la estrategia ción de la efi-
a partir de las Implantación
ternativas de de solución ciencia de eje-
necesidades solución cución
Gaiinco 3
Evaluaci
Actividades
Este es, quizás, el modelo a la vez más sea distinto en la educación especial y en
comprensivo y aplicable. Sus limitaciones la normal. Un criterio importante que
pueden reducirse a la falta de una etapa a yuda a esta diferenciación es que en
de identificación de necesidades y a la educación especial, al menos en algunos
mala definición y ambigüedad de los niveles, los objetivos van unidos siempre
postulados psicológicos. Finalmente, una a conocimientos que el alumno ha de
aplicación en el campo de la educación poder utilizar. En educación normal, son
especial requiere seguramente una serie muy importantes los conocimientos que
de adaptaciones peculiares. el alumno ha de • tener, aunque su uso
práctico no sea claro. Por ejemplo, a un
mismo nivel curricular, en un caso se
EL ENFOQUE SISTEMATICO pueden estar trabajando objetivos de nu-
APLICADO A LA EDUCACION meración como lectura de cifras, cuenta
ESPECIAL de objetos, sumas n+1, etc., mientras
que en el otro estarían incluidos como
Es preciso afirmar que las similitudes en nociones de unidad y decena, de base
la aplicación del enfoque sistemático a la z, etc. A pesar de lo que acabo de
educación normal y a la especial son más exponer, creo que el terreno de la diferen-
y más fundamentales que las diferencias. ciación y adecuación de objetivos a alum-
Los aspectos en que más se diferencian nos de distintos niveles intelectuales o en
ambas aplicaciones podrían ser los si- general de características específicas que-
guientes: da todavía y desgraciadamente insuficien-
1. Diferente nivel de complejidad de temente explorado, cuando es, parece,
los objetivos y de minuciosidad y detalle ciertamente de importancia fundamental.
necesarios en la programación. Escogido
un tema relevante a enseriar, es muy Si los objetivos derivados de un mismo
probable que el desglose de los objetivos contenido pueden variar en el caso de la
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educación especial y de la normal, igual NUESTRO MODELO
sucede con el análisis de tareas y poste-
rior secuenciación. Si no el único, posi- El modelo que será presentado a con-
blemente uno de los más potentes y tinuación se originó históricamente en las
experimentados (o al menos practicados) discusiones del entonces embrionario
procedimientos para aumentar la eficacia «Grupo de Investigación en Educación
de los programas educativos en la educa- Especial», en las que confluyeron distin-
ción especial sea el progresivo desdobla- tas tendencias, dentro, empero, del marco
miento de los objetivos en pasos más que puede denominarse línea «sistemáti-
fáciles y posiblemente trábajables con ca». El resto del presente trabajo preten-
principios de aprendizaje más bajos (si de un desarrollo teórico de cada uno de
partimos de algún tipo de jerarquía de los componentes del modelo, además de
condiciones de aprendizaje como la muy una descripción de las principales técnicas
conocida de Gagné, 1970). Probablemen- relativas a cada uno de ellos. Esto parece
te', la conducción de este desglose hasta muy necesario, ya que la elaboración del
iguales niveles en programas de educación modelo hasta este momento únicamente
normal tendría efectos ralentizadores y contiene una definición somera de los
desmotivadores (este es uno de los fun- componentes.
damentos principales de la existencia de
distintos tipos de programas usados habi- Identificación de necesidades
tualmente en textos: lineales, ramificados,
etcétera). La identificación de necesidades tendría
que ser el punto de partida ordinario de
2. La distinta practicabilidad y/o ido-
neidad de métodos y procedimientos. En cualquier práctica educativa. Desgraciada-
educación normal hay un amplio abanico mente, su importancia no está suficiente-
mente reconocida. El objetivo del proce-
de posibilidades de elección en lo referen-
te a la forma de acto didáctico: clase so de identificación de necesidades es el
magistral, trabajo en pequeño grupo, dis- de seleccionar discrepancias verificables
cusión y conclusiones colectivas, uso de entre lo que «existe en este momento» y
bibliotecas, textos programados, etcétera. lo que «debería ser» (Kauffman, 1973).
En cierto sentido, una necesidad es seme-
Además existen las distintas técnicas de
jante- a un objetivo, ya . que ambos se
trabajo individual o colectivo como son
refieren a resultados observables y medi-
recensiones, apuntes, esquemas, archivos,
bles de la intervención; la diferencia radi-
etcétera. En educación especial, a pesar
de que sería importante verificar los lími- ca más bien en el nivel de detalle que en
el concepto. Así, por ejemplo, una nece-
tes reales de elección, estas posibilidades
sidad podría ser la de que un niño pudie-
no pueden ser utilizadas en muchos casos
y en otros únicamente en forma restrin- se leer las mismas letras que sus compa-
gida. El trabajo individualizado es la ñeros mientras que el objetivo consistiría
norma, o al menos la norma ideal a la en la adquisición de las conductas reque-
cual se tiende y, aunque esta actitud ridas ante los signos a, e, etcétera. Kauff-
pueda cambiar, es obvio que la propor- man (1973) insiste que las diferencias que
las necesidades expresen consisten en dis-
ción entre trabajo individual y, por ejem-
plo, clase colectiva o trabajo en grupo crepancias mensurables. En la práctica,
será siempre muy diferente a la posible en sin embargo, resulta más natural que las
educación normal. necesidades se refieran a conductas obser-
vables y que indiquen solamente la direc-
Como antes he sugerido, no está per-
fectamente claro hasta qué punto estas ción del cambio, incremento o disminu-
ción, mientras que el criterio de mensu-
diferencias derivan de tradiciones de tra-
bajo diferentes o de constreñimientos rea- rabilidad y plena operacionalidad quede
les. Mi opinión es que estos constreñi- para la definición de objetivos.
mientos existen y son fundamentales, pe- La identificación de necesidades pro-
ro que una esmerada investigación ten- porciona la justificación, direccionalidad
dría que ir escogiéndolos y verificándolos. y criterio último de evaluación del con-
.10f
junto del proceso educativo. Incorpora factores que acabamos de nombrar que
en el modelo de diseño instructivo algo les sean propias, verán de forma distinta
muy similar a la preocupación por la las prioridades en las necesidades e inclu-
«funcionalidad» tan profundamente pre- so podrán discrepar en la existencia de
sente en autores de la línea de modifica- ciertas necesidades. Por ejemplo, un edu-
ción de conducta tan importantes como cador puede considerar que un niño debe
K-ozzlof ('974) y Ribes lniesta (197z). La superar el nivel preoperatorio de desarro-
idea es que ya no podemos continuar llo cognitivo para llegar a la operatividad
actuando sobre los niños sin saber o sin concreta, mientras que otro preferirá con-
preocuparnos de la importancia que un centrarse en necesidades referidas a curri-
objetivo particular tiene para un niño cálums académicos, etcétera.
concreto en su entorno propio, dentro Finalm- ente, la comunidad impone y
del cual las conductas enseñadas habrán determina unas necesidades a través de
de resultar útiles, y el cual, en último leyes generales de educación, requerimien-
término, las reforzará y mantendrá o tos, etcétera, y los padres pueden y han
extinguirá y determinará, por tanto, su de expresar su opinión sobre la educación
generalización y mantenimiento. de sus hijos, opinión que debe ser escu-
Existen diversos modelos para la iden- chada y considerada.
tificación de necesidades. Cuatro de los Uno de los trabajos más importantes y
más conocidos son comparados por no precisamente más fáciles del educador
Trinby (197 9). El modelo de Kauffman o responsable de la programación es la de
(1973, 1 97 5), que es quizá el más com- la conciliación entre las diferentes y, a
prensivo, postula que el análisis de nece- veces, contradictorias necesidades expre-
sidades ha de tener en consideración al sadas por los distintos estamentos. Cues-
menos tres partes implicadas: educadores, tionarios; reuniones y entrevistas sólo
educandos y comunidad. Las necesidades son algunas de las técnicas que habrán de
de los educandos resultan de su situación ser utilizadas en este proceso.
biológica (por ejemplo: trastornos, pará-
lisis cerebral, epilepsia, etcétera), su nivel Definición de objetivos
de desarrollo (retraso, específico o gene- Una correcta definición de objetivos es
ral) y también, y no en último lugar, de el secreto sobre el cual descansa la efica-
las necesidades y preocupaciones expresa- cia de todo programa de enseñanza. Es
das por ellos.
cierto que muchos educadores tienen un
Actualmente asistimos a un cambio de nivel aceptable de eficacia sin utilizar
actitud que se aparta de los instrumentos objetivos operacionalmente definidos y
de evaluación más tradicionales como son también es cierto que, a veces, no . es
los tests psicométricos y los diagnósticos posible llegar a definir de esta forma la
y étiologías médicos y se acerca a proce- totalidad del resultado apetecido de la
dimientos menos normativos y más direc- enseñanza, por razones de complejidad,
tamente funcionales: tests referidos a cri- tiempo o tecnologíá. No obstante la dife-
terios, como, por ejemplo, el U. P. A. S. rencia entre los programas, cuyos objeti-
(White et al., 1978), registros de línea vos hayan sido definidos operacionalmen-
base (Kozloff, 1974) de observación di- te y los otros, resulta manifiesta a todos
recta. Yo diría que los dos estilos son los que han experimentado ambas formas
complementarios y no antagónicos y que de trabajo, es determinante de la comuni-
la información aportada por todos ellos cabilidad de las razones de esta eficacia y,
no puede ser ignorada. en cualquier caso, y en lo que pueda
En segundo lugar, el conocimiento a implicar de decisión ideológica y no exclu-
disposición de los educadores, su ideolo- sivamente de eficacia práctica, es la línea
gía, disponibilidad y capacidad conforman en la que se incluye la intencionalidad del
también un conjunto de necesidades. Es presente trabajo.
muy probable que dos educadores dife- Verdaderamente ha sido una suerte el
rentes, según las características de los haber podido disponer tempranamente
Io6
de la formulación excepcionalmente clara a un margen de error aceptable desde la
y didáctica de un autor como Mager perspectiva del sentido o funcionalidad
(1962), el cual postuló los requisitos for- del programa. Este es el último criterio
males de una conveniente definición de que complementa y completa necesaria-
objetivos. mente la definición de objetivos.
Como es sabido, estos criterios son los Una forma práctica de definir los crite-
de definición de la respuesta del sujeto en rios de aceptación de un objetivo es la
términos conductuales, la especificación propuesta por Bender y Valletutti (1976).
de las condiciones en las que esta respues- Estos autores enuncian un nivel de ejecu-
ta habrá de ser emitida y la determinación ción requerido (n. e. r.) y unas observa-
de los criterios para aceptar como logra- ciones recomendables (o. r.).
do el objetivo.
Los objetivos, hemos visto, han de ser
a) Definición de la respuesta en tér- definidos operacionalmente. Ahora bien,
minos conductuales. Hay expresiones y este es un criterio formal y no de conte-
verbos que indican actividades que per- nido. A este último nivel se sitúan algu-
manecen en el interior del sujeto y que no nos intentos de establecimiento de cate-
pueden ser, por tanto, directamente ob- gorías de objetivos que tendrían una
servadas ni legítimamente inferidas. Otras, intención taxonómica.
en cambio, hacen referencia explícita a
acciones observables del sujeto. Esta úl- Bloom y su equipo (1 97 1) son los
tima característica de posibilidad de ob- autores de una taxonomía que ha llegado
servación objetiva es condición necesaria a ser clásica. Distribuyen los objetivos
y determinante de una buena definición, educativos en tres dominios: cognosciti-
que llamamos operacional del objetivo. vo, afectivo y psicomotor. Cada dominio
A guisa de muestra podemos dar como tiene unas categorías y subcategorías de
ejemplos de verbos operacionales los si- objetivos para su ordenación. Así, cl
guientes: escribir, dibujar, seleccionar, re- dominio cognoscitivo se compone de seis
solver, enumerar, etcétera. En cambio, categorías: conocimiento, comprensión,
no son operacionales verbos como: saber, aplicación, análisis, síntesis y evaluación;
comprender, creer, apreciar, tener con- el dominio afectivo incluye, a su vez, los
ciencia de, etcétera. siguientes: recibir, responder, valorizar,
organización y caracterización para un
b) Condiciones de emisión de la res- valor o complejo de valores; finalmente,
puesta. Una respuesta se da siempre fren- los objetivos del dominio psicomotor
te a determinados estímulos o controles pueden jerarquizarse de la siguiente for-
verbales y físicos y con una ayuda mate- ma: percepción, propensión, respuesta di-
rial también determinada. Según las con- rigida, estructuración y operación externa
diciones, una misma respuesta se vuelve compleja.
más o menos concreta y sobre todo más
El problema principal de esta taxono-
o menos difícil. No es igual escribir en un
papel pautado que en papel blanco, ni mía y de otras muchas es el de mala
resolver problemas Con calculadoras o sin definición y poca operacionalidad de cada
ellas. Sin esta especificación de condicio- categoría, lo cual hace que en la práctica
nes es obvia la definición de la respuesta, resulte difícil de seguir. No obstante,
tiene el valor de recordarnos que el pro-
por precisión y, por tanto, por operacioriali-
dad. blema de una taxonomía de objetivos
existe, es importante y no está aún re-
c) Criterios de correcci¿m de la res- suelto.
puesta. No siempre un educador pretende Gagné y Board (1978) han propuesto
la perfección en la respuesta correspon- recientemente un nuevo modelo que dis-
diente a un objetivo determinado y, a tingue cinco tipos de resultados del apren-
veces, la corrección de una respuesta dizaje: habilidades intelectuales, informa-
únicamente puede entenderse en relación ción verbal, habilidades motoras, estrate-
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gias cognoscitivas y actitudes. Estas cin- Análisis de tareas
co variedades de resultados del aprendi- El análisis de tareas es el proceso por
zaje han de ser valorados en términos-de el cual un objetivo determinado es anali-
cantidad y calidad y pueden serlo a través zado en sus componentes últimos a efec-
de procedimientos más o menos directos. tos de programación de la enseñanza. El
Este modelo parece más útil en el sentido análisis de tareas se puede aplicar a dis-
que las categorías tienen una definición tintos niveles y, de esta forma, es posible
relativamente precisa y parecen intuitiva- ver al menos un cierto paralelismo entre
mente corresponder, en efecto, a diferen- el proceso de secuenciación de objetivos
cias reales entre objetivos. Pero el proble- y el análisis de tareas propiamente dicho
ma es que el modelo no deja de producir de cada uno de los objetivos.
una cierta sensación de arbitrariedad en la
selección y de no exhaustividad en la Resnick y Ford (1 97 8) arguyen la uti-
clasificación. Es un modelo 'tentador que lidad de distinguir entre análisis de ta-reas
si bien es cirro que supone un cierto empírico y racional. Advirtiendo que, en
adelanto, no deja de requerir también un la práctica, estos dos tipos son difícilmen-
• ulterior desarrollo. te mantenibles en estricta separación, es-
tos autores introducen una distinción que
Una clasificación de cariz más práctico resulta particularmente clarificadora.
y que creo merece una ciérta atención es
la de Tarín y L'acuna (1976). Tales auto- El análisis de tareas racional, o, mejor
res distinguen cinco etapas sucesivas de dicho, el polo racional, en el análisis de
adquisición de información que van des- tareas, pretende la descripción «ideal» de
de un origen muy elemental a los grados formas de ejecución de trabajos determi-
más complejos de información: informa- nados, a menudo altamente eficaces, pero
ción terminológica, información de he- no necesariamente correspondientes a las
chos concretos, información de procesos formas de actuación de sujetos humanos
lógicos, información de aplicación e in- reales. Una línea de trabajo actualmente
formación de valoraciones. importante basada en el análisis de traba-
jos racional es la de investigación en
Como conclusión puede decirse que la inteligencia artificial, que tan fecunda está
corrección de la forma de los objetivos resultando para la psicología cognitiva
tiene una formulación clara y unívoca (Simon, 1979).
que corresponde a lo que recibe la deno-
minación de definición operacional de Además tenemos el análisis de tareas
objetivos. Contrariamente, los problemas empírico, el cual busca la interpretación
de la taxonomía de los objetivos, que de los datos provinentes de los registros
hace referencia a su contenido, queda (errores, latencias, movimientos de ojos o
todavía por resolver Y sólo disponemos manos, etcétera) tomados en sujetos hu-
de tentativas sugeridoras que están lejos manos mientras realizaban distintos tra-
de pretender o ser definitivas. bajos y la descripción o creación de un
modelo que dé cuenta de los datos obser-
Finalmente, es necesario insistir en que vados.
los objetivos han de desarrollarse, en sus
características formales y de contenido, a Los intentos de desarrollar unos mode-
partir de las necesidades identificadas, tal los generales para el análisis de tareas han
y como se anunciaba, en el apartado pre- sido numerosos. No obstante, en el mar-
cedente. Si, como decía Mager, una mala co de esta exposición sólo serán tratados
definición de objetivos no nos permite unos cuantos, seleccionados no tanto pa-
saber dónde vamos, si estamos avanzan- ra proporcionar una representación
do o no y cuándo habremos llegado, una exhaustiva del terreno como por el valor
despreocupación por las necesidades nos histórico o heurístico que, en mi opinión
puede hacer saber dónde vamos, que nos personal y a veces experiencia práctica
estamos acercando al fin deseado y que con ellos, puedan tener.
hemos llegado y desconocer por qué Uno de los modelos más importantes
hemos tenido que ir. de que disponemos fue propuesto por
ro8
GRÁFICO 4
Regla: cambios compensato- Regla: cambios compensato- Regla: cambios compensato- Regla: el líquido se adapta al
rios en el volumen producidos rios en el volumen producidos rios en el volumen producidos recipiente en longitud y an-
por la longitud y anchura cuan- por la longitud y altura cuan- por la altura cuando la longi- chura, pero quizá menos en
do la altura es constante. do la anchura es constante. tud es onstante altura.
Regla: aum mo del volumen Regla: aumento del volumen Regla: sume te del volumen Regla: volumen del líquido
por cambio en la longitud con por cambio en la anchura con por cambio d la altura con c mo «lonch s» acumuladas
anchura y altura constantes. longitud y altura constantes. longitud y anchura constantes. del área.
Una secuencia de aprendizaje acumulativo para el desarrollo de juicios no métricos sobre el volumen de
líquidos, según Gagné (1971).
109
Gagné (1970, 1978) y desde su presenta- por debajo de conceptos del modelo de
ción ha sido probablemente el intento Gagné y especialmente un énfasis en los
más serio de describir una jerarquía de procesos de discriminación entre estímu-
secuencias útiles para el análisis de tareas los. Los modelos que siguen plantean
complejas, que haya intentado no salirse algunos de estos problemas, pero si los
del marco de las teorías del aprendizaje. resuelven o no es aún una cuestión sin
El modelo postula ocho tipos diferentes resolver.
de condiciones de aprendizaje de dificul-
tad creciente, de forma que los niveles Otra posición teórica importante que
inferiores son indispensables para la con- ha dado lugar a intentos propios de
secución de los objetivos de categorías programación de aprendizajes es la de la
superiores. Estas categorías son: reacción psicología operatoria. Sin intentar siquie-
ante una señal, estímulo/respuesta, enca- ra describir las bases de las posiciones de
denamiento, asociación verbal, discrimi- Piaget y sus colaboradores y seguidores,
nación múltiple, conceptos, principios y podemos recoger los principios relevan-
resolución de problemas. Este modelo es tes para la programación que de ellos se
fácil y claro de aplicar hasta el nivel de derivan, tal y como son expuestos por
"conceptos. Personalmente he encontrado Moreno y Sastre (1971) y por Inhelder,
siempre los niveles de plincipios y pro- Sinclair y Bovet (1974). Estos autores
blemas más ambiguos y de aplicación más coinciden en remarcar la importancia de
arbitraria. la «actividad del sujeto», por la cual debe
entenderse que no es adecuado definir
El propio Gagné (1978) propone, a rígidamente una secuencia de situaciones
guisa de ejemplo, un análisis de tareas de de aprendizaje por las que hayan de pasar
acuerdo con el modelo y aplicado a una los sujetos. Al contrario, debeh ser los
tarea compleja y teóricamente sigriificati- propios sujetos los que vayan definiendo
va como es la conservación de los líqui- en cada momento su proceso de aprendi-
dos, que presentamos en la hoja siguien- zaje. En segundo lugar, los aprendizajes
te, a fin de que el lector se pueda formar han de seguir la línea genética del desarro-
una, idea de la aplicación del modelo (es llo normal de la inteligencia. Finalmente,
necesario remarcar que Gagné propone y complementariamente al principio ante-
este análisis de tareas como posible y no rior, tenemos la coordinación entre esque-
como seguro, cosa que únicamente podría mas. La idea es que el uso de determina-
afirmarse después de un proceso de experi- dos esquemas, que son los únicos a dis-
mentación). posición de los sujetos, lleva a conclusio-
nes erróneas, pero que estos errores son
Hemos dicho que Gagné ha sido de los necesarios y el sujeto es el úñico que
pocos en enfrentarse con tareas comple- puede convertirlos en tales y progresar
jas, y reivindicadas por otras posiciones así mediante nuevas coordinaciones entre
teóricas en defensa propia, intentando no esquemas hacia niveles evolutivos y no-
salir del marco de las teorías del aprendi- ciones superiores. La información exter-
zaje. Usualmente, sin embargo, los dise- na que califique de errores a estas conclu-
ñadores de programas que no han queri- siones objetivamente erróneas, pero
do salir de este marco, es decir, de la correctas para el nivel de inteligencia
interpretación de la conducta en términos implicado, por ejemplo, la información
de los paradigmas de condicionamiento proporcionada por el educador cuando el
clásico y operante, han actuado subdivi- sujeto no es capaz de asimilarla, es funda-
diendo los trabajos en pasos tan peque- mentalmente inútil e incorrecta.
ños como fuera necesario para que pudie-
sen ser presumiblemente aprendidos me- El problema, a mi.entender, más grave
diante las operaciones prácticas derivadas con esta posición es que resulta difícil,
de estos paradigmas, y éstas son exclusi- sino imposible, encontrar las directrices,
vamente el control de estímulos y el que permiten la determinación inequívo-
control de contingencias. Eso implica en ca de los esquemas necesarios, a coordi-
la práctica un reduccionismo a los niveles nar entonces en tanto que subesquemas,
110
para la constitución de una noción con- más generales intenta describir los com-
creta. Una cosa es creer que la noción de ponentes de un procedimiento para la
número resulta de la coordinación de los solución de problemas que sea lo suficien-
esquemas correspondientes a la seriación temente generalizable como para poder
y a la clasificación y otra deducir exacta- ser considerado como una estrategia váli-
mente cuáles serían los esquemas corres- da en el terreno del «aprender a apren-
pondientes a trabajos como lectura, reso- der», tan en el centro en este tipo de
lución de problemas, etcétera. investigación. A continuación figura el
Precisamente este problema, reconoci- esquema del modelo. Los recuadros re-
do por la mayoría de autores de la línea presentan enunciados de dirección y los
piagetiana no estrictamente ortodoxa o rombos decisiones (WM= working me-
comprometida (Case, 1978; Pascual-Leo- mory =memoria operativa; LTM =long
ne et al., 1978), ha originado la busca de term memory= memoria a largo plazo)
nuevos modelos que, manteniendo lo que (ver página siguiente).
podríamos llamar «espíritu» piagetano, Quizá sean precisas unas palabras fina-
incorporen unos mecanismos de predic- les para excusar la longitud del presente
ción y verificación más afines a los méto- apartado. Me ha parecido necesaria para
dos de la psicología experimental. ilustrar la entidad propia del análisis de
tareas y el lugar privilegiado que ocupa
En esta línea, el modelo más importan- de conexión con la psicología experimen-
te y, posiblemente, también más difundi- tal en general y cognitiva en parti-
do sea la teoría de los operadores cons- cular.
tructivos de Pascual-Leone (19 79, 1977).
Este modelo es realmente complejo y
difícil de describir en forma resumida.
Está formulado alrededor de tres princi- REQUISITOS
pios generales: i) un principio de praxis
asimiladora; a) un principio de equilibra- La determinación de los requisitos pa-
ción, y 3) un principio de organización ra la entrada de unos sujetos particulares
psicológica a dos niveles. Case (1978) en un programa siempre incluye proba-
ofrece una descripción más clara y más blemente un elemento de decisión por
directamente orientada al análisis de ta- conveniencia. Definidos los objetivos y
reas. Este autor ofrece, además, un análi- elaborados los análisis de tareas, se trata
sis de tareas de la noción de conservación de decidir cuáles de los componentes
de los líquidos que reproduzco a conti- escogidos se exigirán al alumno antes de
nuación para que el lector pueda compa- que éste inicie el programa. El nivel de
rar con los anteriores (ver página si- los alumnos de la clase, la existencia o no
guiente). de programas de trabajo para los requisi-
Otros análisis de tareas están tal vez tos, consideraciones de tiempo disponible
menos comprometidos con modelos teó- y organización curricular son algunos de
ricos complejos y pretenden simplemente los determinantes prácticos de la decisión
describir un algoritmo eficaz para la rea- de ubicación del nivel de entrada al pro-
lización de un trabajo y/o verificar que el grama.
tal algoritmo es usado, efectivamente, Es importante recordar y la aparen-
por una población determinada. La ten- te facilidad de lo expuesto en el párrafo
dencia cada día más común es la de anterior no nos ha de hacer olvidar, que
incorporar los conceptos y modelos gene- la verificación de requisitos debe hacerse
rados por la investigación en procesamien- siempre, dado que un escaso o nulo éxito
to de información. de un programa puede ser debido a la
Resnick y Ford (1978) presentan una falta de estos requisitos en los alumnos.
serie de ejemplos para ilustrar la rela- No considerarlo o no darle importancia
ción entre análisis de tareas y procesamien- llevaría a un sinfin de teorizaciones y
to de información. Uno de los modelos modificaciones inútiles del programa.
III
CUADRO
A
Objetivo
13 no
ay alguna rutina asignada al
objetivo en WM o 1T
0
Ejecutar
rutina
-F
Definir probl ma I._.nuevo (
obj sin)
N
Están satisfechos todos los Guardar solución
objetivos parcial
Notar características
del objeto
O
Volver a los objetivos
previos
¿Estas caracteristicas
corres ponden a algún
objeto en 1TM?
Guardar en WM
Sujetos •
En la práctica, empero, los tests referi-
Actualmente asistimos a una etapa de dos a criterios también indican de alguna
cambio y fuerte controversia sobre la forma el nivel de retraso del sujeto indi-
forma de evaluar las características de los cando el porcentaje de ítems alcanzando
alumnos que pueden ser relevantes para a una 'edad determinada (esto hace, por
su ubicación en programas, grupos, es- ejemplo, el U. P. A. S., White et al.
cuelas, etc. A los tests psicométricos tra- 1978). De esta forma, la segunda distin-
dicionales, a menudo durante criticados, ción parece que quede reducida a una
se han unido los «tests referidos a crite- cuestión de procedimiento más que a una
rios» (criterion referenced tests), en los cuestión conceptual: o no se compara a
cuales los ítems están relacionados con un sujeto a ningún nivel standard, con lo
objetivos definidos explícitamente y don- cual no podemos saber su nivel de retra-
de las puntuaciones son interpretadas en so, o simplemente escogemos entre com-
términos de estos objetivos más que en pararlo con una población de referencia a
relación a. los parámetros de una pobla- través del porcentaje de ítems alcanzados
ción. en una edad determinada o a través de la
Antes de comentar con más detalle esta tipificación de puntuaciones. Y, en mi
cuestión, es preciso delimitar con preci- opinión, el segundo procedimiento tiene
sión las diferencias entre los dos sistemas. la ventaja de incluir las desviaciones típi-
A mi entender, éstas pueden reducirse a cas, con lo cual se obtiene en principio
dos: más precisión en la comparación.
Sujeto:
Programa:
,..n•••n•n
waswnnn
•
Sujeto:
Programa: l'n4
1••••(
1 1 1 1 1 1 1 I 1 I 1 1 1 I 1 1 1 1 1 \z
2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2
3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3.3 3 3 3 3 3
4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4
5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5
6 6 6 66 6 6 6 6. 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6
7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7
8 8 8 8 8 8 8 8 8 8 8 8 8 8 8 8 8 8 8
9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9 9. 9 9 9 9
10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10
11 11 11 11 11 11 •11 11 11 11. 11 11 11 11 11 11 11 11 11
12 12 12 12 12 12 12 12 12 12 12 12 12 12 12 12 12 12 12
13 13 13 13 13 13 13 13 13 13 13 13 13 13 13 13 13 13 13
14 14 14 14 14 14 14 14 14 14 14 14 14 14 14 14 14 14 14
15 15 15 15 15 15 15 15 15 15 15 15 15 15 15 15 15 15 15
16 16 16 16 16 16 16 16 16 16 16 16 16 16 16 16 16 16 16
17 17 17 17 17 17 17 17 17 17 17 17 17 17 17 17 17 17 17
18 18 18 18 13 18 18 18 18 18 18 18 18 18 18 18 18 18 18
19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19
20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20- 20 20 20 20 20 20 20 20
21 21 21 21 21 21 21 21 21 21 21 21 21 21 21 21 21 21 21
22 22 22 22 22 22 22 22 22 22 22 22 22 22 22 22 22 22 22
23 23 23 23 23 23 23 23 23 23 23 23 23 23 23 23 23 23 23
24 94 24 24 24 24 24 24 24 24 24 24 24 24 24 24 24 24 24
25 25 25 25 25 25 25 25 25 25 25 25 25 25 25 25 25 25 25
26 26 26 26 26 26 26 26 26 26 26 26 26 26 26 26 26 26 26
27 27 27 27 27 27 27 27 27 27 27 27 27 27 27 27 27 27 27
28 28 28 28 28 28 28 28 28 28 28 28 28 28 8 28 28 28 28
29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29 29
30 30 30 30 30 30 30 30 30 30 30 30 30 30 30 30 30 30 30
31 31 31 31 31 31 31 31 31 31 31 31 31 31 31 31 31 31 31
32 32 32 32 32 32 32 32 32 32 32 32 32 32 32 32 32 32 32
33 33 33 33 33 33 33 33 33 33 33 33 33 33 33 33 33 33 33
34 34 34 34 34 34 34 34 34 34 34 34 34 34 34 34 34 34 34
35 35 35 35 35 35 35 35 35 35 35 35 35 35 35 ' 35 35 35 35
36 36 36 36 36 36 36 36 36 36 36 36 36 36 36 36 36 36 36
37 37 37 37 37 37 37 37 37 37 37 37 37 37 37 37 37 37 37
38 38 38 38 38 38 38 38 38 38 38 38 38 38 38 38 38 38 38
39 39 39 39 39 39 39 39 39 39 39 39 39 39 39 39 39 39 39
40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40 40
E.
120
Respecto a la primera distinción, tam- de desarrollo convergente más que anta-
poco me parece que sea tan concluyente. gónico.
El análisis factorial en concreto se puede En definitiva, al describir, por ejemplo,
aplicar a cualquier dominio y sería quizá la población con la cual se ha trabajado
interesante verificar las clasificaciones in- un programa, creo que es necesario espe-
tuitivas en áreas y subáreas (lenguaje, cificar el nivel de los sujetos en términos
social, cognitiva, etc.) de los ítems me- de C. I. Otras precisiones son también
diante un análisis factorial. importantes: etiología médica, tipos de
La conclusión que justifica esta larga trastornos (autismo, deficiencia mental,
exposición es la de recuperar algo el valor parálisis cerebral, etc.). La única forma de
de los instrumentos más tradicionales co- ver la importancia de estas categorías es
mo son los tests psicométricos y la de, al contrastarlas empíricamente con resulta-
aceptar el interés de los tests referidos a dos, pero las que hemos expuesto pueden
criterios, exponer algunas posibles líneas darse ya con seguridad por verificadas.
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