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El enfoque sistemático en

Educación Especial

José Luis Ortega *


Escuela Especializada de Ntra. Sra. de Merit5cell

EL ENFOQUE SISTEMATICO EN enfoque sistemático según el sentido ar-


EDUCACION ESPECIAL gumentado en el párrafo precedente. •
Inicialmente, un sistema evoluciona en
El término «enfoque sistemático» (por dirección a la diferenciación, por la cual
el cual podemos traducir la denominación hay que entender la sustitución de los
inglesa quizás más adecuada de «System modelos globales y más difusos por fun-
Apprach») parece que sea usada habitual- ciones más especializadas (Katz y Kahn,
mente en dos sentidos distintos. El pri- 1966). En el caso de los sistemas educati-
mero implica el esfuerzo ordenado y me- vos esto significa progreso hacia una
tódico para el diseño, implantación y mayor complejidad en los modelos y unas
evaluación de procesos educativos (Ho- tecnologías más eficientes para la conse-
we, 1980). Esta acepción conlleva única- cución de los objetivos especificados. Lo
mente la implicación de que estamos que resulta importante es que a cada
tratando con modelos consistentes en eta- cambio en una parte determinada del
pas ordenadas para la organización de la sistema corresponden cambios obligados
práctica educativa. El modelo que será en las otras . partes, necesarios para la
presentado más adelante se originó en un conservación del propósito o finalidad
esfuerzo para tal enfoque sistemático. - Es- del sistema. De igual forma, toda decisión
te sentido no comporta como tal conexión o modificación en cualquier etapa del
alguna teórico-particular y, por este mis- proceso de diseño sistemático implicará a
mo motivo, no confiere al enfoque siste- las otras, a través de un mecanismo de
mático valor alguno más allá del que feed-back que se encuentra presente en la
resulta de su eficacia operacional, aunque, mayor parte de modelos instructivos
ciertamente la eficacia es o debería ser el (Glasser, 1960; Kaufman, 1973; Fernán-
criterio último al cual habrían de some- dez, Sarramona y Tarín, 1977).
terse todas laS condiciones y teorizaciones En segundo higar, un sistema existe
restantes. siempre en el contexto de sistemas de más
En otro sentido, podemos entender alto nivel e incluye sistemas de menor
que «enfoque sistemático» connota la idea rango, todos los cuales han de ser consi-
de la educación como sistema y relacio- derados al planificar una intervención
narlo de esta forma con la Teoría General (Sundberg, Tyler y Taplin, 1973). Miller
de Sistemas (Bertalanffy, 1968). Un siste- (1971) describe siete niveles relativos a
ma puede ser caracterizado como un con- los sitemas u organismos vivos: celular,
junto de elementos interconectados me- orgánico, organísmico, grupal, organiza-
diante relaciones específicas que tiene un cional, societal y supranacional. Aunque
propósito o función definidos. Dos de las todos estos niveles y quizás más puedan
propiedades de los sistemas definidos así resultar útiles en contextos particulares,
resultan especialmente relevantes por el en educación especial y en el trabajo

* Dirección del autor: Escuela Especializada de Nuestra Señora de Meritxell, Valle de Andorra.
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escolar parece conveniente restringir algo al tiempo de dedicación posible por parte
el número de los mismos. Así, habría un del educador o responsable de la progra-
nivel correspondiente al sistema biológi- mación, la posibilidad realmente libre de
co, que incluiría todas aquellas variables -elección entre alternativas, a menudo res-
que son responsabilidad habitualmente tringidas por constreñimientos estructu-
del médico y que son tratadas mediante rales, etc.
acciones farmacológicas, con el objetivo Comentaré en primer lugar, en el pre-
de dejar al organismo en condiciones sente artículo, algunas características de
óptimas para la entrada en los programas aquello que yo percibo corrió división y
de aprendizaje del nivel siguiente. Un distanciamiento- entre las tradiciones de
nivel conductual correspondería al com- trabajo que podríamos denominar «tecno-
portamiento individual de sujetos parti- logía educativa» y «modificación de con-
culares. A continuación, el nivel de pe- ducta», ambas con un fuerte, aunque
queño grupo trataría al menos dos unida- limitado, arraigo entre nosotros, e inten-
des fundamentales: Compañeros y fami- taré defender la necesidad de una aproxi-
lia. Finalmente, otro nivel correspondería mación. Esta parte introductoria me ha
al sistema social más general, al cual parecido necesaria dado que el resto del
concernirían actitudes sociales generales, presente trabajo debería interesar, en la
directrices gubernativas o ministeriales; medida que' haya acertado en su redac-
leyes, etc. Quizá alguien podría pensar ción, a «tecnólogos educativos» y «modi-
que el enfoque sistemático trataría predo- ficadores de conducta» a la vez.
minantemente los pequeños grupos
correspondientes al conjunto de alumnos Seguidamente presentaré algunos mo-
de un aula, pero, el movimiento en favor delos anteriores que me parecen funda-
de una enseñanza individualizada nos re- mentales e inmediatamente entraré, de
cuerda la necesidad de tomar en Conside- una forma un tanto somera, en algunas
ración los sistemas de comportamiento peculiaridades de la educación especial
individual, y autores como Kaufman relevantes a un enfoque sistemático en
(1979, 1980) y Kaufman y Stone (1979) este terreno para pasar filialmente a la
insisten ya en la necesidad de considerar exposición de nuestro modelo.
igualmente los contextos culturales y so- La única . aclaración que resulta precisa
ciales de las prácticas educativas. es la de que he intentado explicar no sólo
Conviene recordar que los distintos el sentido y la técnica de cada etapa, sino
niveles de sistemas pueden requerir dis- también como ambos pueden, y a mí
tintas tecnologías e implican a diferentes entender deberían, relacionarse con el
profesionales (psicólogos, médicos, edu- cuerpo de conocimientos provisto por la
cadores, asistentes sociales, etc.) Un dise- psicología experimental. Sugerir, y en el
ño concreto puede precisar la interven- mejor de los casos justificar esta necesi-
dad de relación es propiamente la finali-
ción coordinada de todas las vías de
aproximación requeridas e implicar así dad principal del presente trabajo.
toda la complejidad del trabajo de equipo
multidisciplinario. MODIFICACION DE CONDUCTA
Las dos acepciones que acabamos de Y ENFOQUE SISTEMATICO
comentar están en realidad estrechamente Inicialmente, parecería que modifica-
relacionadas. Resulta importante disponer ción de conducta y enfoque sistemático
de modelos de•trabajo que sean suficien- de la enseñanza tendrían un punto impor-
temente comprensivos y flexibles para tante de coincidencia en base a su partici-
incluir la complejidad inherente a los pación común en una voluntad crítica,
sistemas educativos y de la cual la teoría experimental y de autocontrol manifesta-
general de sistemas nos instruye, sin olvi- da tanto en las literaturas respectivas
dar que éstos habrán de ser aplicados en como en las prácticas observadas. A pesar
unas condiciones que sólo excepcional- de ello quisiera argumentar aquí que eso
mente serán óptimas en cuanto se refiere no es exactamente así en la realidad.
En obras tan clásicas como la de Kauf- hace necesaria para precisar el sentido de
man (197 3 ) o tan completas en otros esta pretendida utilidad: queja muy fre-
aspectos como la de nuestros autores cuente es la de la falta de tiempo para
Fernández Sarramona y Tarín (1977), hay cumplir con todo rigor las condiciones y
cierta imprecisión conceptual en lo refe- criterios impuestos por distintos modelos
rente a los principios de la psicología del y concretamente por el presente. Convie-
aprendizaje, que a menudo se limita a la ne decir a este respeto, que el modelo
descripción de las famosas «tendencias», puede ser parcialmente aplicado, mante-
«conductista», «gestáltica», «psicoanalíti- niendo aún un nivel de rigor suficiente.
ca», etc. Por ejemplo, la definición operacional de
La modificación de conducta ha apor- objetivos es imprescindible, mientras que
tado una precisión y exigencia de control otras partes del modelo solamente son
y también un conjunto importante de altamente deseables o constituyen recur-
técnicas eficaces a la práctica educativa. sos tecnológicos o conceptuales que pue-
Ha olvidado,- empero, la importancia de den ser utilizados o no. Por otro lado,
los modelos más complejos de la tecnolo- renunciar a algunos apartados del modelo
gía educativa y ha tenido propensión a (no necesariamente de éste, estos aparta-
ignorar las aportaciones de la psicología dos son comunes a todos los modelos de
experimental más allá de las teorías del diseño sistemático de programas) implica
aprendizaje (condicionamientos respon- simplemente la renuncia a un nivel supe-
diente y operante principalmente). rior de eficacia.
En resumen, la tecnología educativa ha En segundo lugar, quiere constituir un
tenido tendencia a olvidar o ha entendido instrumento para la clarificación y siste-
mal la psicología experimental, mientras matización de las oportunidades de inte-
que la modificación de conducta se ha racción entre psicología y práctica educa-
inclinado a reducir su campo de aplica- tiva. En efecto, y como se verá en la
ción al tipo de problemas que eran más exposición detallada de los apartados del
fácilmente reducibles al tipo de análisis en modelo, cada uno de ellos supone un
términos de paradigma operante que le conjunto específico de oportunidades di-
ha sido más propio. La ignorancia de los ferentes para esta interacción. El modelo
modelos más complejos de tecnología en conjunto requiere la participación de
educativa le ha facilitado esta posición la psicología experimental más allá de los
limitada y en cierto sentido reduccionista. paradigmas de condicionamiento, desde
teorias de procesamiento de la informa-
Que esta afirmación no es exagerada lo ción hasta motivación o psicología dife-
demuestra el escaso número de referera- rencial.
cias mutuas entre los autores de ambas
líneas, fácilmente comprobable repasando De esta forma, es posible que empiece
revistas tan significativas como el « Jour- a debilitarse un cierto aislamiento entre
nal of Applied Behavior Analysis» o la tendencias que si, posiblemente ha sido
«Programed Learning and Educational entre nosotros más rígido, ha existido y
Technology». existe también en la literatura interna-
cional.

EL MODELO ANTECEDENTES Y REVISION


DE OTROS MODELOS
El modelo que será expuesto a conti-
nuación intenta, en la perspectiva de una El modelo de Glasser. El modelo bási-
confluencia entre ambas tendencias, cum- co del cual puede decirse que derivan en
plir dos finalidades: mayor o menor medida la mayoría de
En primer lugar proveer a los educa- elaboraciones posteriores fue propuesto
dores de un modelo útil de trabajo en su por Glasser (1964) y puede ser represen-
práctica cotidiana. Una consideración se tado por el esquema siguiente:
102
GRAFICO I

Investigación y desarrollo
logísticos.

2 3 4
Objetivos Conducta inicial Procedimientos Valoración de la
instructivos instructivos conducta

Modelo de Glasser inicial para verificar el nivel de


entrada de los niños.
Observamos que, en efecto, estas eta- 3. Un mecanismo de feed-back que
pas son las más básicas y fundamentales enlaza entre sí todas las etapas.
del proceso instructivo. La estructura
relativamente simple del modelo no im- El modelo de Kaufman. En una
pide que contenga conceptos importantes: obra importante, traducida además
relativamente pronto al castellano,
1. La definición de objetivos como Kaufman (1973) propuso un mo-
paso inicial del proceso de diseño. delo de ámbito más comprensivo
que el de Glasser y que incluye las
2. La necesidad de una evaluación siguientes etapas:

GRAFICO 2

kEVISION

Identificación Determina-
ción de los re- Selección de Determina-
del problema quisitos y al- la estrategia ción de la efi-
a partir de las Implantación
ternativas de de solución ciencia de eje-
necesidades solución cución

Modelo de Kaufman concepción de la «identificación» de nece-


sidades como noción y etapa independien-
Este modelo fue recogido entre noso- te y previa a la definición de objetivos.
tros por Tarín y Llacuna (1976) los cuales Sin duda, otras nociones son más ambi-
hicieron una exposición que a mi criterio guas y de difícil aplicación en la práctica
supera en algunos puntos la del propio y en particular el desglose de la «determi-
Kaufman. Además del desarrollo de ideas nación de los requisitos y-alternativas de
que podían sernos ya conocidas a través solución» en análisis de funciones, misio-
de modelos, anteriores como el de Glas- nes y tareas .resulta confuso y para mí
ser, la idea más destacable y cuya impor- inaplicable en el contexto del diseño de
tancia no puede ser desdeñada es la de la programas educativos.
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Modelo de Fernández, Sarramona y Tann. además, de desglosar el «procedimiento;>
Partiendo de los modelos anteriores y de en una serie de apartados de obvia iden-
otros, Fernández, Sarramona y- Tarín tidad propia que merece, por tanto, una
(1977) propusieron un modelo muy com- atención específica. El esquema que estos
pleto y aplicable que tiene el mérito, autores proponen es el siguiente:

Gaiinco 3

Evaluaci

Actividades

Objetivos Planificación Material Proceso ¡Resul ados


aprendizaje
¡Contenidos1
Incentivos
motivacionales

Modelo de Fernández, Serramona y Tarín.

Este es, quizás, el modelo a la vez más sea distinto en la educación especial y en
comprensivo y aplicable. Sus limitaciones la normal. Un criterio importante que
pueden reducirse a la falta de una etapa a yuda a esta diferenciación es que en
de identificación de necesidades y a la educación especial, al menos en algunos
mala definición y ambigüedad de los niveles, los objetivos van unidos siempre
postulados psicológicos. Finalmente, una a conocimientos que el alumno ha de
aplicación en el campo de la educación poder utilizar. En educación normal, son
especial requiere seguramente una serie muy importantes los conocimientos que
de adaptaciones peculiares. el alumno ha de • tener, aunque su uso
práctico no sea claro. Por ejemplo, a un
mismo nivel curricular, en un caso se
EL ENFOQUE SISTEMATICO pueden estar trabajando objetivos de nu-
APLICADO A LA EDUCACION meración como lectura de cifras, cuenta
ESPECIAL de objetos, sumas n+1, etc., mientras
que en el otro estarían incluidos como
Es preciso afirmar que las similitudes en nociones de unidad y decena, de base
la aplicación del enfoque sistemático a la z, etc. A pesar de lo que acabo de
educación normal y a la especial son más exponer, creo que el terreno de la diferen-
y más fundamentales que las diferencias. ciación y adecuación de objetivos a alum-
Los aspectos en que más se diferencian nos de distintos niveles intelectuales o en
ambas aplicaciones podrían ser los si- general de características específicas que-
guientes: da todavía y desgraciadamente insuficien-
1. Diferente nivel de complejidad de temente explorado, cuando es, parece,
los objetivos y de minuciosidad y detalle ciertamente de importancia fundamental.
necesarios en la programación. Escogido
un tema relevante a enseriar, es muy Si los objetivos derivados de un mismo
probable que el desglose de los objetivos contenido pueden variar en el caso de la
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educación especial y de la normal, igual NUESTRO MODELO
sucede con el análisis de tareas y poste-
rior secuenciación. Si no el único, posi- El modelo que será presentado a con-
blemente uno de los más potentes y tinuación se originó históricamente en las
experimentados (o al menos practicados) discusiones del entonces embrionario
procedimientos para aumentar la eficacia «Grupo de Investigación en Educación
de los programas educativos en la educa- Especial», en las que confluyeron distin-
ción especial sea el progresivo desdobla- tas tendencias, dentro, empero, del marco
miento de los objetivos en pasos más que puede denominarse línea «sistemáti-
fáciles y posiblemente trábajables con ca». El resto del presente trabajo preten-
principios de aprendizaje más bajos (si de un desarrollo teórico de cada uno de
partimos de algún tipo de jerarquía de los componentes del modelo, además de
condiciones de aprendizaje como la muy una descripción de las principales técnicas
conocida de Gagné, 1970). Probablemen- relativas a cada uno de ellos. Esto parece
te', la conducción de este desglose hasta muy necesario, ya que la elaboración del
iguales niveles en programas de educación modelo hasta este momento únicamente
normal tendría efectos ralentizadores y contiene una definición somera de los
desmotivadores (este es uno de los fun- componentes.
damentos principales de la existencia de
distintos tipos de programas usados habi- Identificación de necesidades
tualmente en textos: lineales, ramificados,
etcétera). La identificación de necesidades tendría
que ser el punto de partida ordinario de
2. La distinta practicabilidad y/o ido-
neidad de métodos y procedimientos. En cualquier práctica educativa. Desgraciada-
educación normal hay un amplio abanico mente, su importancia no está suficiente-
mente reconocida. El objetivo del proce-
de posibilidades de elección en lo referen-
te a la forma de acto didáctico: clase so de identificación de necesidades es el
magistral, trabajo en pequeño grupo, dis- de seleccionar discrepancias verificables
cusión y conclusiones colectivas, uso de entre lo que «existe en este momento» y
bibliotecas, textos programados, etcétera. lo que «debería ser» (Kauffman, 1973).
En cierto sentido, una necesidad es seme-
Además existen las distintas técnicas de
jante- a un objetivo, ya . que ambos se
trabajo individual o colectivo como son
refieren a resultados observables y medi-
recensiones, apuntes, esquemas, archivos,
bles de la intervención; la diferencia radi-
etcétera. En educación especial, a pesar
de que sería importante verificar los lími- ca más bien en el nivel de detalle que en
el concepto. Así, por ejemplo, una nece-
tes reales de elección, estas posibilidades
sidad podría ser la de que un niño pudie-
no pueden ser utilizadas en muchos casos
y en otros únicamente en forma restrin- se leer las mismas letras que sus compa-
gida. El trabajo individualizado es la ñeros mientras que el objetivo consistiría
norma, o al menos la norma ideal a la en la adquisición de las conductas reque-
cual se tiende y, aunque esta actitud ridas ante los signos a, e, etcétera. Kauff-
pueda cambiar, es obvio que la propor- man (1973) insiste que las diferencias que
las necesidades expresen consisten en dis-
ción entre trabajo individual y, por ejem-
plo, clase colectiva o trabajo en grupo crepancias mensurables. En la práctica,
será siempre muy diferente a la posible en sin embargo, resulta más natural que las
educación normal. necesidades se refieran a conductas obser-
vables y que indiquen solamente la direc-
Como antes he sugerido, no está per-
fectamente claro hasta qué punto estas ción del cambio, incremento o disminu-
ción, mientras que el criterio de mensu-
diferencias derivan de tradiciones de tra-
bajo diferentes o de constreñimientos rea- rabilidad y plena operacionalidad quede
les. Mi opinión es que estos constreñi- para la definición de objetivos.
mientos existen y son fundamentales, pe- La identificación de necesidades pro-
ro que una esmerada investigación ten- porciona la justificación, direccionalidad
dría que ir escogiéndolos y verificándolos. y criterio último de evaluación del con-
.10f
junto del proceso educativo. Incorpora factores que acabamos de nombrar que
en el modelo de diseño instructivo algo les sean propias, verán de forma distinta
muy similar a la preocupación por la las prioridades en las necesidades e inclu-
«funcionalidad» tan profundamente pre- so podrán discrepar en la existencia de
sente en autores de la línea de modifica- ciertas necesidades. Por ejemplo, un edu-
ción de conducta tan importantes como cador puede considerar que un niño debe
K-ozzlof ('974) y Ribes lniesta (197z). La superar el nivel preoperatorio de desarro-
idea es que ya no podemos continuar llo cognitivo para llegar a la operatividad
actuando sobre los niños sin saber o sin concreta, mientras que otro preferirá con-
preocuparnos de la importancia que un centrarse en necesidades referidas a curri-
objetivo particular tiene para un niño cálums académicos, etcétera.
concreto en su entorno propio, dentro Finalm- ente, la comunidad impone y
del cual las conductas enseñadas habrán determina unas necesidades a través de
de resultar útiles, y el cual, en último leyes generales de educación, requerimien-
término, las reforzará y mantendrá o tos, etcétera, y los padres pueden y han
extinguirá y determinará, por tanto, su de expresar su opinión sobre la educación
generalización y mantenimiento. de sus hijos, opinión que debe ser escu-
Existen diversos modelos para la iden- chada y considerada.
tificación de necesidades. Cuatro de los Uno de los trabajos más importantes y
más conocidos son comparados por no precisamente más fáciles del educador
Trinby (197 9). El modelo de Kauffman o responsable de la programación es la de
(1973, 1 97 5), que es quizá el más com- la conciliación entre las diferentes y, a
prensivo, postula que el análisis de nece- veces, contradictorias necesidades expre-
sidades ha de tener en consideración al sadas por los distintos estamentos. Cues-
menos tres partes implicadas: educadores, tionarios; reuniones y entrevistas sólo
educandos y comunidad. Las necesidades son algunas de las técnicas que habrán de
de los educandos resultan de su situación ser utilizadas en este proceso.
biológica (por ejemplo: trastornos, pará-
lisis cerebral, epilepsia, etcétera), su nivel Definición de objetivos
de desarrollo (retraso, específico o gene- Una correcta definición de objetivos es
ral) y también, y no en último lugar, de el secreto sobre el cual descansa la efica-
las necesidades y preocupaciones expresa- cia de todo programa de enseñanza. Es
das por ellos.
cierto que muchos educadores tienen un
Actualmente asistimos a un cambio de nivel aceptable de eficacia sin utilizar
actitud que se aparta de los instrumentos objetivos operacionalmente definidos y
de evaluación más tradicionales como son también es cierto que, a veces, no . es
los tests psicométricos y los diagnósticos posible llegar a definir de esta forma la
y étiologías médicos y se acerca a proce- totalidad del resultado apetecido de la
dimientos menos normativos y más direc- enseñanza, por razones de complejidad,
tamente funcionales: tests referidos a cri- tiempo o tecnologíá. No obstante la dife-
terios, como, por ejemplo, el U. P. A. S. rencia entre los programas, cuyos objeti-
(White et al., 1978), registros de línea vos hayan sido definidos operacionalmen-
base (Kozloff, 1974) de observación di- te y los otros, resulta manifiesta a todos
recta. Yo diría que los dos estilos son los que han experimentado ambas formas
complementarios y no antagónicos y que de trabajo, es determinante de la comuni-
la información aportada por todos ellos cabilidad de las razones de esta eficacia y,
no puede ser ignorada. en cualquier caso, y en lo que pueda
En segundo lugar, el conocimiento a implicar de decisión ideológica y no exclu-
disposición de los educadores, su ideolo- sivamente de eficacia práctica, es la línea
gía, disponibilidad y capacidad conforman en la que se incluye la intencionalidad del
también un conjunto de necesidades. Es presente trabajo.
muy probable que dos educadores dife- Verdaderamente ha sido una suerte el
rentes, según las características de los haber podido disponer tempranamente
Io6
de la formulación excepcionalmente clara a un margen de error aceptable desde la
y didáctica de un autor como Mager perspectiva del sentido o funcionalidad
(1962), el cual postuló los requisitos for- del programa. Este es el último criterio
males de una conveniente definición de que complementa y completa necesaria-
objetivos. mente la definición de objetivos.
Como es sabido, estos criterios son los Una forma práctica de definir los crite-
de definición de la respuesta del sujeto en rios de aceptación de un objetivo es la
términos conductuales, la especificación propuesta por Bender y Valletutti (1976).
de las condiciones en las que esta respues- Estos autores enuncian un nivel de ejecu-
ta habrá de ser emitida y la determinación ción requerido (n. e. r.) y unas observa-
de los criterios para aceptar como logra- ciones recomendables (o. r.).
do el objetivo.
Los objetivos, hemos visto, han de ser
a) Definición de la respuesta en tér- definidos operacionalmente. Ahora bien,
minos conductuales. Hay expresiones y este es un criterio formal y no de conte-
verbos que indican actividades que per- nido. A este último nivel se sitúan algu-
manecen en el interior del sujeto y que no nos intentos de establecimiento de cate-
pueden ser, por tanto, directamente ob- gorías de objetivos que tendrían una
servadas ni legítimamente inferidas. Otras, intención taxonómica.
en cambio, hacen referencia explícita a
acciones observables del sujeto. Esta úl- Bloom y su equipo (1 97 1) son los
tima característica de posibilidad de ob- autores de una taxonomía que ha llegado
servación objetiva es condición necesaria a ser clásica. Distribuyen los objetivos
y determinante de una buena definición, educativos en tres dominios: cognosciti-
que llamamos operacional del objetivo. vo, afectivo y psicomotor. Cada dominio
A guisa de muestra podemos dar como tiene unas categorías y subcategorías de
ejemplos de verbos operacionales los si- objetivos para su ordenación. Así, cl
guientes: escribir, dibujar, seleccionar, re- dominio cognoscitivo se compone de seis
solver, enumerar, etcétera. En cambio, categorías: conocimiento, comprensión,
no son operacionales verbos como: saber, aplicación, análisis, síntesis y evaluación;
comprender, creer, apreciar, tener con- el dominio afectivo incluye, a su vez, los
ciencia de, etcétera. siguientes: recibir, responder, valorizar,
organización y caracterización para un
b) Condiciones de emisión de la res- valor o complejo de valores; finalmente,
puesta. Una respuesta se da siempre fren- los objetivos del dominio psicomotor
te a determinados estímulos o controles pueden jerarquizarse de la siguiente for-
verbales y físicos y con una ayuda mate- ma: percepción, propensión, respuesta di-
rial también determinada. Según las con- rigida, estructuración y operación externa
diciones, una misma respuesta se vuelve compleja.
más o menos concreta y sobre todo más
El problema principal de esta taxono-
o menos difícil. No es igual escribir en un
papel pautado que en papel blanco, ni mía y de otras muchas es el de mala
resolver problemas Con calculadoras o sin definición y poca operacionalidad de cada
ellas. Sin esta especificación de condicio- categoría, lo cual hace que en la práctica
nes es obvia la definición de la respuesta, resulte difícil de seguir. No obstante,
tiene el valor de recordarnos que el pro-
por precisión y, por tanto, por operacioriali-
dad. blema de una taxonomía de objetivos
existe, es importante y no está aún re-
c) Criterios de correcci¿m de la res- suelto.
puesta. No siempre un educador pretende Gagné y Board (1978) han propuesto
la perfección en la respuesta correspon- recientemente un nuevo modelo que dis-
diente a un objetivo determinado y, a tingue cinco tipos de resultados del apren-
veces, la corrección de una respuesta dizaje: habilidades intelectuales, informa-
únicamente puede entenderse en relación ción verbal, habilidades motoras, estrate-
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gias cognoscitivas y actitudes. Estas cin- Análisis de tareas
co variedades de resultados del aprendi- El análisis de tareas es el proceso por
zaje han de ser valorados en términos-de el cual un objetivo determinado es anali-
cantidad y calidad y pueden serlo a través zado en sus componentes últimos a efec-
de procedimientos más o menos directos. tos de programación de la enseñanza. El
Este modelo parece más útil en el sentido análisis de tareas se puede aplicar a dis-
que las categorías tienen una definición tintos niveles y, de esta forma, es posible
relativamente precisa y parecen intuitiva- ver al menos un cierto paralelismo entre
mente corresponder, en efecto, a diferen- el proceso de secuenciación de objetivos
cias reales entre objetivos. Pero el proble- y el análisis de tareas propiamente dicho
ma es que el modelo no deja de producir de cada uno de los objetivos.
una cierta sensación de arbitrariedad en la
selección y de no exhaustividad en la Resnick y Ford (1 97 8) arguyen la uti-
clasificación. Es un modelo 'tentador que lidad de distinguir entre análisis de ta-reas
si bien es cirro que supone un cierto empírico y racional. Advirtiendo que, en
adelanto, no deja de requerir también un la práctica, estos dos tipos son difícilmen-
• ulterior desarrollo. te mantenibles en estricta separación, es-
tos autores introducen una distinción que
Una clasificación de cariz más práctico resulta particularmente clarificadora.
y que creo merece una ciérta atención es
la de Tarín y L'acuna (1976). Tales auto- El análisis de tareas racional, o, mejor
res distinguen cinco etapas sucesivas de dicho, el polo racional, en el análisis de
adquisición de información que van des- tareas, pretende la descripción «ideal» de
de un origen muy elemental a los grados formas de ejecución de trabajos determi-
más complejos de información: informa- nados, a menudo altamente eficaces, pero
ción terminológica, información de he- no necesariamente correspondientes a las
chos concretos, información de procesos formas de actuación de sujetos humanos
lógicos, información de aplicación e in- reales. Una línea de trabajo actualmente
formación de valoraciones. importante basada en el análisis de traba-
jos racional es la de investigación en
Como conclusión puede decirse que la inteligencia artificial, que tan fecunda está
corrección de la forma de los objetivos resultando para la psicología cognitiva
tiene una formulación clara y unívoca (Simon, 1979).
que corresponde a lo que recibe la deno-
minación de definición operacional de Además tenemos el análisis de tareas
objetivos. Contrariamente, los problemas empírico, el cual busca la interpretación
de la taxonomía de los objetivos, que de los datos provinentes de los registros
hace referencia a su contenido, queda (errores, latencias, movimientos de ojos o
todavía por resolver Y sólo disponemos manos, etcétera) tomados en sujetos hu-
de tentativas sugeridoras que están lejos manos mientras realizaban distintos tra-
de pretender o ser definitivas. bajos y la descripción o creación de un
modelo que dé cuenta de los datos obser-
Finalmente, es necesario insistir en que vados.
los objetivos han de desarrollarse, en sus
características formales y de contenido, a Los intentos de desarrollar unos mode-
partir de las necesidades identificadas, tal los generales para el análisis de tareas han
y como se anunciaba, en el apartado pre- sido numerosos. No obstante, en el mar-
cedente. Si, como decía Mager, una mala co de esta exposición sólo serán tratados
definición de objetivos no nos permite unos cuantos, seleccionados no tanto pa-
saber dónde vamos, si estamos avanzan- ra proporcionar una representación
do o no y cuándo habremos llegado, una exhaustiva del terreno como por el valor
despreocupación por las necesidades nos histórico o heurístico que, en mi opinión
puede hacer saber dónde vamos, que nos personal y a veces experiencia práctica
estamos acercando al fin deseado y que con ellos, puedan tener.
hemos llegado y desconocer por qué Uno de los modelos más importantes
hemos tenido que ir. de que disponemos fue propuesto por
ro8
GRÁFICO 4

Juzgar igualdad y desigualdad


entre volúmenes de líquidos
en recipientes rectangulares.

Regla: el volumen del líquido


está determin do por la ion-
gitud, anch ro y altura.

Regla: cambios compensato- Regla: cambios compensato- Regla: cambios compensato- Regla: el líquido se adapta al
rios en el volumen producidos rios en el volumen producidos rios en el volumen producidos recipiente en longitud y an-
por la longitud y anchura cuan- por la longitud y altura cuan- por la altura cuando la longi- chura, pero quizá menos en
do la altura es constante. do la anchura es constante. tud es onstante altura.

Regla: aum mo del volumen Regla: aumento del volumen Regla: sume te del volumen Regla: volumen del líquido
por cambio en la longitud con por cambio en la anchura con por cambio d la altura con c mo «lonch s» acumuladas
anchura y altura constantes. longitud y altura constantes. longitud y anchura constantes. del área.

Regla: volumen .producido pro-


yectando el área en cualquier Regla: volumen igual a «lon- Regla: los líq idos adoptan la
dirección. chas» acumuladas de área. forma de recipiente.

Regla: comparar los tamaños


de rectángulos teniendo en Concepto: identidad Regla: el lí sido se puede
cuenta la longitud y la anchura. de líquido. verter en un recipiente.

Regla: el área del rectángulo


determinada por la longitud y Concepto: líquido. sólido.
anchura.

I Concepto: re ángulo, longi-


tud, a chata.

Concepto: Ion itud de las lí-


neas ectas.

Una secuencia de aprendizaje acumulativo para el desarrollo de juicios no métricos sobre el volumen de
líquidos, según Gagné (1971).
109
Gagné (1970, 1978) y desde su presenta- por debajo de conceptos del modelo de
ción ha sido probablemente el intento Gagné y especialmente un énfasis en los
más serio de describir una jerarquía de procesos de discriminación entre estímu-
secuencias útiles para el análisis de tareas los. Los modelos que siguen plantean
complejas, que haya intentado no salirse algunos de estos problemas, pero si los
del marco de las teorías del aprendizaje. resuelven o no es aún una cuestión sin
El modelo postula ocho tipos diferentes resolver.
de condiciones de aprendizaje de dificul-
tad creciente, de forma que los niveles Otra posición teórica importante que
inferiores son indispensables para la con- ha dado lugar a intentos propios de
secución de los objetivos de categorías programación de aprendizajes es la de la
superiores. Estas categorías son: reacción psicología operatoria. Sin intentar siquie-
ante una señal, estímulo/respuesta, enca- ra describir las bases de las posiciones de
denamiento, asociación verbal, discrimi- Piaget y sus colaboradores y seguidores,
nación múltiple, conceptos, principios y podemos recoger los principios relevan-
resolución de problemas. Este modelo es tes para la programación que de ellos se
fácil y claro de aplicar hasta el nivel de derivan, tal y como son expuestos por
"conceptos. Personalmente he encontrado Moreno y Sastre (1971) y por Inhelder,
siempre los niveles de plincipios y pro- Sinclair y Bovet (1974). Estos autores
blemas más ambiguos y de aplicación más coinciden en remarcar la importancia de
arbitraria. la «actividad del sujeto», por la cual debe
entenderse que no es adecuado definir
El propio Gagné (1978) propone, a rígidamente una secuencia de situaciones
guisa de ejemplo, un análisis de tareas de de aprendizaje por las que hayan de pasar
acuerdo con el modelo y aplicado a una los sujetos. Al contrario, debeh ser los
tarea compleja y teóricamente sigriificati- propios sujetos los que vayan definiendo
va como es la conservación de los líqui- en cada momento su proceso de aprendi-
dos, que presentamos en la hoja siguien- zaje. En segundo lugar, los aprendizajes
te, a fin de que el lector se pueda formar han de seguir la línea genética del desarro-
una, idea de la aplicación del modelo (es llo normal de la inteligencia. Finalmente,
necesario remarcar que Gagné propone y complementariamente al principio ante-
este análisis de tareas como posible y no rior, tenemos la coordinación entre esque-
como seguro, cosa que únicamente podría mas. La idea es que el uso de determina-
afirmarse después de un proceso de experi- dos esquemas, que son los únicos a dis-
mentación). posición de los sujetos, lleva a conclusio-
nes erróneas, pero que estos errores son
Hemos dicho que Gagné ha sido de los necesarios y el sujeto es el úñico que
pocos en enfrentarse con tareas comple- puede convertirlos en tales y progresar
jas, y reivindicadas por otras posiciones así mediante nuevas coordinaciones entre
teóricas en defensa propia, intentando no esquemas hacia niveles evolutivos y no-
salir del marco de las teorías del aprendi- ciones superiores. La información exter-
zaje. Usualmente, sin embargo, los dise- na que califique de errores a estas conclu-
ñadores de programas que no han queri- siones objetivamente erróneas, pero
do salir de este marco, es decir, de la correctas para el nivel de inteligencia
interpretación de la conducta en términos implicado, por ejemplo, la información
de los paradigmas de condicionamiento proporcionada por el educador cuando el
clásico y operante, han actuado subdivi- sujeto no es capaz de asimilarla, es funda-
diendo los trabajos en pasos tan peque- mentalmente inútil e incorrecta.
ños como fuera necesario para que pudie-
sen ser presumiblemente aprendidos me- El problema, a mi.entender, más grave
diante las operaciones prácticas derivadas con esta posición es que resulta difícil,
de estos paradigmas, y éstas son exclusi- sino imposible, encontrar las directrices,
vamente el control de estímulos y el que permiten la determinación inequívo-
control de contingencias. Eso implica en ca de los esquemas necesarios, a coordi-
la práctica un reduccionismo a los niveles nar entonces en tanto que subesquemas,
110
para la constitución de una noción con- más generales intenta describir los com-
creta. Una cosa es creer que la noción de ponentes de un procedimiento para la
número resulta de la coordinación de los solución de problemas que sea lo suficien-
esquemas correspondientes a la seriación temente generalizable como para poder
y a la clasificación y otra deducir exacta- ser considerado como una estrategia váli-
mente cuáles serían los esquemas corres- da en el terreno del «aprender a apren-
pondientes a trabajos como lectura, reso- der», tan en el centro en este tipo de
lución de problemas, etcétera. investigación. A continuación figura el
Precisamente este problema, reconoci- esquema del modelo. Los recuadros re-
do por la mayoría de autores de la línea presentan enunciados de dirección y los
piagetiana no estrictamente ortodoxa o rombos decisiones (WM= working me-
comprometida (Case, 1978; Pascual-Leo- mory =memoria operativa; LTM =long
ne et al., 1978), ha originado la busca de term memory= memoria a largo plazo)
nuevos modelos que, manteniendo lo que (ver página siguiente).
podríamos llamar «espíritu» piagetano, Quizá sean precisas unas palabras fina-
incorporen unos mecanismos de predic- les para excusar la longitud del presente
ción y verificación más afines a los méto- apartado. Me ha parecido necesaria para
dos de la psicología experimental. ilustrar la entidad propia del análisis de
tareas y el lugar privilegiado que ocupa
En esta línea, el modelo más importan- de conexión con la psicología experimen-
te y, posiblemente, también más difundi- tal en general y cognitiva en parti-
do sea la teoría de los operadores cons- cular.
tructivos de Pascual-Leone (19 79, 1977).
Este modelo es realmente complejo y
difícil de describir en forma resumida.
Está formulado alrededor de tres princi- REQUISITOS
pios generales: i) un principio de praxis
asimiladora; a) un principio de equilibra- La determinación de los requisitos pa-
ción, y 3) un principio de organización ra la entrada de unos sujetos particulares
psicológica a dos niveles. Case (1978) en un programa siempre incluye proba-
ofrece una descripción más clara y más blemente un elemento de decisión por
directamente orientada al análisis de ta- conveniencia. Definidos los objetivos y
reas. Este autor ofrece, además, un análi- elaborados los análisis de tareas, se trata
sis de tareas de la noción de conservación de decidir cuáles de los componentes
de los líquidos que reproduzco a conti- escogidos se exigirán al alumno antes de
nuación para que el lector pueda compa- que éste inicie el programa. El nivel de
rar con los anteriores (ver página si- los alumnos de la clase, la existencia o no
guiente). de programas de trabajo para los requisi-
Otros análisis de tareas están tal vez tos, consideraciones de tiempo disponible
menos comprometidos con modelos teó- y organización curricular son algunos de
ricos complejos y pretenden simplemente los determinantes prácticos de la decisión
describir un algoritmo eficaz para la rea- de ubicación del nivel de entrada al pro-
lización de un trabajo y/o verificar que el grama.
tal algoritmo es usado, efectivamente, Es importante recordar y la aparen-
por una población determinada. La ten- te facilidad de lo expuesto en el párrafo
dencia cada día más común es la de anterior no nos ha de hacer olvidar, que
incorporar los conceptos y modelos gene- la verificación de requisitos debe hacerse
rados por la investigación en procesamien- siempre, dado que un escaso o nulo éxito
to de información. de un programa puede ser debido a la
Resnick y Ford (1978) presentan una falta de estos requisitos en los alumnos.
serie de ejemplos para ilustrar la rela- No considerarlo o no darle importancia
ción entre análisis de tareas y procesamien- llevaría a un sinfin de teorizaciones y
to de información. Uno de los modelos modificaciones inútiles del programa.
III
CUADRO

Modelo detallado de estrategia de exploración unidirnensional (según Case, 1978)



Paso u operación Esquemas específicos Símbolo

1. Exploración de la di- (1) Esquema operativo de exploración Exploración


mensióri vertical del agua de la extensión vertical de un objeto y vertical.
en el recipiente A. registro de su punto elevado.

(2) Esquema figurativo representando el 9 A: lado.


input visual del lado del recipiente A
mientras el ojo va explorándolo.

2. Exploración de la di- (1) Esquema operativo de exploración Exploración


mensión vertical del agua de la extensión vertical de un objeto, vertical.
en el recipiente B, obser- observando si sobrepasa el (aún visible)
vando que el agua en B 'punto más alto del objeto anterior.
continúa más allá del pun-
to donde llega en A.

(2) Esquema figurativo representando el B: costado.


«input» visual del recipiente B. Notar que,
si la diferencia en altura no fuera inmedia-
tamente clara, otro esquema tendría que
set conservado en este paso, represen-
tando la altura de A.

3. Conclusión que el (1) Esquema operativo utilizando las di- 'Altura.


agua en B es más alta.que ferencias percibidas en proyección verti-
el agua en A. cal como «input» y generando una conclu-
sión sobre cuál es la más elevada.

(2) Esquema figurativo representando la 9 Diferencia vi-


diferencia percibida en proyección verti- sual en exten-
cal registrada en el paso 2. sión vertical.

4. Conclusión de que (1) Esquema operativo representando la Más alto=más.


hay más agua en B que en regla: las cosas más altas contienen más.
A.

(2) Esquema figurativo representando la B >A (altura).


percepción generada en el paso 3; es
decir, B es más elevado que A.

Evaluación inicial y final tades encontradas, d¿ las respuestas dadas


por los alumnos, etc., que de los objeti-
La evaluación final debe ser elaborada vos, cuando son éstos los que cuentan en
a continuación de la definición de objeti- realidad.
vos. No ofrece dificultad si ésta ha sido La evaluación inicial ha de incluir una
hecha correctamente. Es importante ha- evaluación final o equivalente para asegu-
cerla antes de la aplicación del programa rar que nó se va a enseñar algo ya
y no después porque en caso contrario es alcanzado y una verificación de requisitos
fácil caer en error de elaborarla más en para asegurar el nivel de entrada de los
función de esta aplicación, de las dificul- alumnos.
112
GRAFIco 5

A
Objetivo

13 no
ay alguna rutina asignada al
objetivo en WM o 1T

¿Están presentes las corlicio


nes para la rutina?

0
Ejecutar
rutina

-F
Definir probl ma I._.nuevo (
obj sin)

N
Están satisfechos todos los Guardar solución
objetivos parcial
Notar características
del objeto

O
Volver a los objetivos
previos
¿Estas caracteristicas
corres ponden a algún
objeto en 1TM?

¿El ítem en LTM es una


Atina para la solución del
presente objetivo?

Guardar en WM

Un modelo para la solución de problemas de invención (Resnick y Ford, 1578).


113
Secuenciación inmunizados resistían sin desesperanza
aprendida situaciones de contingencias
Por convención, establecida en una de
aversivas (fracaso en la solución de los
las reuniones del «Grupo», la secuencia-
problemas) inescapables, mientras que los
ción no se refiere, fundamentalmente, a la
sujetos acostumbrados a un ioo por too
ordenación de objetivos. A cada objetivo
de éxitos en la etapa previa caían en esta
le corresponde un cambio de programa.
situación, al igual que los sujetos con una
De esta forma, se diferencia entre diseño
historia de fracaso absoluto (o por too).
curricular y diseño de programas. El
Si comparamos la inmunización contra la
primero no ha sido tratado aquí y sólo
desesperanza aprendida con la capacidad
apuntado en la discusión sobre taxono-
de enfrentarse con situaciones percibidas
mías de objetivos.
como muy difíciles sin desistir, parece
Dentro del diseño de programas, con- que nos encontramos con un fenómeno
viene contemplar los apartados que van interesante desde el punto de vista edu-
siendo descritos. Sin salirse, empero, del cativo.
marco de un programa, se hace precisa la Creo que vale la pena considerar, a
secuenciación de las unidades de trabajo, partir de este tipo de evidencia, si en el
ya sean estas fichas, lecciones o cualquier diseño de programas y secuenciación no
tipo de instancia de trabajo. sería preciso decidir la inclusión de un
La secuenciación está estrechamente determinado porcentaje de errores segu-
relacionada con el análisis de tareas, pero ros. Una objeción que puede hacerse es la
mantiene, no obstante, una personalidad de que, a pesar de la intención de apren-
propia. El análisis de tareas describe cl dizaje sin errores, los alumnos, y especial-
algoritmo de ejecución que seguirá un mente los alumnos deficientes mentales,
sujeto determinado una vez que haya cometen suficientes errores para eliminar
alcanzado el objetivo y convertido en la valía de estas consideraciones. Sin po-
experto. La secuenciación indica el orden der llegar a una conclusión definitiva,
de adquisición de los componentes de la pienso, sin embargo, que el terna es
conducta terminal. Los dos órdenes no interesante y que puede ser distinto un
tienen por qué coincidir. El ejemplo más porcentaje de errores colocados estratégi-
claro es el encadenamiento inverso, en el camente que la producción espontánea de
cual el orden de adquisición es precisa- errores.
mente el contrario del orden de ejecución Establecida una secuenciación y proba-
estipulado por el objetivo y el análisis de da en una implantación, existe la posibi-
tareas. lidad interesante de proceder a verificar la
Otra consideración es mucho más ten- corrección de esta secuenciación. Un pro-
tadora. Al menos, una intención' que cedimiento de resultados muy significati-
parece frecuente en el proceso de diseño vos y fácil de aplicar ha sido propuesto
de programas es la de obtener un progra- por Walbesser y Einsenberg (1972).
ma en cuya implantación el alumno co- Se trata de considerar .las unidades de
meta pocos o ningún error. Esta idea de una secuencia considerándolas de dos en
aprendizaje sin errores puede ser someti- dos consecutivamente. En la hipótesis de
da a crítica desde la siguiente perspectiva: una buena secuenciación y si llamamos
en una búsqueda sobre la inmunización «a» a la unidad de nivel inferior y «b» a
contra la «desesperanza aprendida» (lear- la unidad de nivel superior, hay que
ned helplessness) en humanos, Jones, Na- suponer: 1) la conducta «a» es imprescin-
tion y Massad (1977) encontraron un dible o condición necesaria de «b», y
efecto de inmunización utilizando un pro- 2) que «a» más la instrucción prevista en
grama de reforzamiento del s o por too, el programa son condiciones suficientes
pero no con programas de reforzamiento de «b».
del o por loa o del ioo por too, en tareas Es posible dar a estos supuestos una
que eran, en definitiva, solución de pro- expresión cuantitativa de la siguiente
blemas. En otras palabras, los sujetos forma:
114
i. En primer lugar, es necesario ubi- viera sería una condi-ción) y que debe ser
car a cada uno que han participado retirado, por tanto, una vez cumplida su
en el programa en uno de los finalidad. Se pueden describir, en general,
siguientes grupos: cuatro condiciones de aprendizaje en re-
(i,i): éxito en «b», éxito en «a». lación a los soportes usados:
(1,o): éxito en «b», fracaso en «a». 1. Sin soporte: el alumno ha de dar la
(0,1): fracaso en «b», éxito en «a». respuesta en las condiciones espe-
(o,o): fracaso en «b», fracaso en «a». cificadas en. el objetivo;
2. Con las frecuencias relativas a cada z. Soporte verbal: el educador instru-
grupo, se puede proceder entonces ye verbalmente al alumno sobre
al cálculo de los siguientes co- cuál es la respuesta adecuada. El
cientes: soporte verbal puede ser oral o
razón de consistencia: escrito, siendo obviamente más ele-
f mental el primero.
f (i,1)-Ff (1,o)
esta razón nos indica la media en que «b» 3. Demostración: el educador realiza
lo que el alumno ha equivocado
implica a «a» o la medida en que «a» es, para que éste pueda repetirlo.
efectivamente, condición necesaria de «b»
razón de adecuación: 4. Soporte físico: en este caso, el
f (i,i) educador ayuda directamente al
f (1,1)+(f o,i) alumno en la realización de un
esta razón nos indica la medida en que trabajo, acompañando su mano,
«a» más la instrucción programada deter- etcétera. Es preciso notar que, en
minan «b», o la medida en que «a» más la general, el soporte verbal acompa-
instrucción son condiciones suficientes ña siempe a las demostraciones y al
en «b». uso del soporte físico.
razón de integridad: Todo soporte debe ser retirado en el
f (1,1) transcurso de la implantación del progra-
f (1,')+f (o,o) ma. Esta retirada se efectúa normalmente
recorriendo los cuatro niveles de soporte
esta razón indica el porcentaje de sujetos en orden descendente. Una dificultad
capaces de atravesar la conexión «a», «b», excesiva en el proceso de retirada debe
investigada y, por tanto, ofrece informa- ser investigada revisando los requisitos
ción sobre la representatividad de los establecidos y el análisis de tareas efec-
valores anteriores. tuado.
Walbesser considera válida una co- Los que acabamos de describir son
nexión cuando las razones correspondien- probablemente los recursos más impor-
tes a la cual superan la puntuación de o,85. tantes en educación especial. Para el estu-
dio de otras posibilidades, mucho más
Procedimiento sofisticadas o complejas, recomiendo - al
lector la obra citada de Fernández, Sarra-
El procedimiento describe la secuencia mona y Tarín (1977).
de demandas y respuestas, en definitiva,
de interacciones, de las cuales se compon- Sistema de incentivos
drá un acto didáctico (clase, sesión indi-
vidual, etc.). En educación especial, don- El sistema de incentivos más estudiado
de hay una gama de recursos que no son tanto experimentalmente como a nivel
tan utilizables como en otras situaciones, aplicado, fundamentalmente, por la mo-
uno de los procedimientos más importan- dificación de conducta, es el control de
tes es el uso de soportes. Un soporte es contingencias. No es necesario probable-
una ayuda externa que recibe el alumno, mente repasar con mucho detalle los prin-
cuya disponibilidad no está previsto, sin cipios de refuerzo utilizados en este con-
embargo, en el objetivo final (si lo estu- trol de contingencias. Unicamente men-
111
cionar las posibilidades de reforzamiento ma incorpora a éste un conjunto de carac-
positivo y negativo y de castigo positivo terísticas propias, que deben ser valora-
y negativo y los dos principios de refor- das en la medida correcta.
zamiento más utilizados que son el prin- Una distinción cotidiana e importante
cipio de Premack y el time-out. Recorde- delimita ya dos tipos habituales de mate-
mos también que el control de contingen- rial: el que podríamos llamar «objetos
cias es solamente una cara de la moneda reales» y el que podríamos llamar también
y que por si solo probablemente es insu- «papel y lápiz». Desafortunadamente, yo,
ficiente, debiendo ser complementado ne- al menos, no conozco ningún estudio
cesariamente por el control de estímulos experimental serio que haya investigado
(por ejemplo, Home et al., 1974). con detalle las diversas características res-
Una extensión que va adquiriendo más pectivas ni los usos más idóneos y distin-
importancia cada día y que ha surgido de tos de estos dos tipos de material. Las
la propia modificación de conducta es el ventajas intuitivas y prácticas del material
conjunto de técnicas . agrupadas bajo el de «papel y lápiz» consistirían principal-
nombre genérico de técnicas de autocon- mente en la facilidad con la que se presta
trol. El autocontrol implica usualmente la a una secuenciación controlada y, por
participación del propio sujeto en la con- otra parte, hay contenidos que no pueden
tratación de las cOntingencias aplicables aprenderse sin él; especialmente en los
consecuentemente a trabajos realizados y niveles académicos ya algo adelantados es
la autoevaluación del trabajo hecho para la base principal para la mayor parte de
determinar cuáles de las contingencias actividades. La objeción principal que
previstas en la contratación son aplicables. puede hacerse a su uso abusivo es la de
Esta evaluación puede no implicar única- impedir una mejor variación en los cana-
mente el resultado final, sino el registro les de transmisión de la información uti-
(monitoring) o autosupervisión de com- lizados, con un efecto desmotivador, y
ponentes de la ejecución previos a este que en niveles bajos o en niños pequeños
resultado final: distribución en el tiempo podría conducir a unos aprendizajes mal
del esfuerzo, calidad de la presentación, asimilados y poco generalizables a situa-
etcétera. Finalmente, remarquemos que ciones que implicasen, por ejemplo, obje-
es importante que, en lo posible, el refor- tos reales. Una posición a menudo enun-
zamiento sea aplicIdo por el propio suje- ciada y que en su expresión extrema
to (Craighead, Wilcoxon-Craighead y Me- parece exagerada afirmaría la primacía del
yers, 1978). uso de objetos reales sobre el papel y
Hay otros recursos posibles que tienen lápiz en el diseño curricular o de pro-
función incentiva o modificadora, que no gramas.
se basan en el control de contingencias. - De los objetos reales se afirma usual-
Una de las más inmediatamente aplicables mente que son más motivadores para los
posibilidades es la variación del canal de alumnos y que permiten o facilitan una
transmisión de información. Este parece mejor comprensión de los contenidos
ser, además, un factor especialmente im- trabajados, suponiendo que requieren un
portante para la motivación de niños menor grado de abstracción por parte de
autistas (Dunlap y Koegel, 1980). los alumnos que las representaciones grá-
Finalmente, es preciso decirlo, una bue- ficas de los mismos objetos. Aún cuando
na relación entre educador y alumnos es a nivel cotidiano parece evidente que el
fundamental en lo referente a la motiva- recurso a ambos tipos de material es
ción de estos últimos en el proceso de necesario y más pronto complementario
aprendizaje. El valor de esta afirmación que antagónico, sería interesante disponer
parece independiente del análisis teórico de información realmente rigurosa al res-
que quiera hacerse de esta relación. pecto.
Otro tipo de material incluye la amplia
Material
categoría de los audiovisuales. Diapositi-
El material que se utilice en un progra- vas, cassettes, películas y, ya más actual-
116
mente, sistemas de vídeo son recursos los problemas de estos sujetos. Esta línea
con una cierta tradición de uso, que a mí de trabajo está dando los primeros, aun-
me parece pueden estar siendo utilizados que tentativos pasos (Goldenberg, 1979;
por debajo de sus posibilidades en educa- Walton, .1979).
ción especial. Esta opinión no está basada Igualmente, el uso de aparatos especial-
más que en una limitada experiencia per- mente diseñados para sujetos con dificul-
sonal y es perfectamete posible que sea tades específicas ha de permitir la norma-
errónea o, al menos, incompleta. En todo lización de sus posibilidades de autono-
caso sería interesante conocer aplicacio- mía, en forma quizá semejante a como un
nes concretas realizadas, dado que proba- útil tan cotidiano como las gafas norma-
blemente la educación especial sea un licen a personas que sin ellas . no tendrían
terreno en el que precisen usos distintos la más mínima posibilidad de autonomía
en alguna medida de los más habituales en nuestra sociedad.
en eduación normal.
Finalmente, el uso de ordenadores per-
Mientras que los tipos de material nom- mitirá, con toda seguridad, unos niveles
brados hasta ahora son los tradicionalmen- de control, individualización de la ense-
te considerados en tecnología educativa, ñanza y, especialmente, inmediatez y con-
otro tipo de material está emergiendo de tinuidad en la administración de contin-
la generalización y abaratamiento de las gencias imposibles de alcanzar en la ac-
tecnologías de alta electrónica y micro- tualidad (Goldenberg; 1979).
computación, el cual merece, a mi enten-
der, la más atenta consideración.- Calcua-
ladores manuales y miniordenadores, pe-
Sistema de registro
ro también muchos otros tipos de máqui-
nas especialmente diseñadas para sujetos Los sistemas de registro deben permi-
con dificultades especiales (máquinas de tir la recogida de información relevante
escribir, sillas de ruedas y otras que apa- en el transcurso de la implantación del
recen continuamente) son recursos impor- programa. Un buen registro tiene las
tantes que han de afectar indefectiblemen- siguientes finalidades principales: 1) el
te y en profundidad a todb el proceso control ajustado del progreso del alum-
educativo. no; z) el asegurar que éste no se vea
En un trabajo que también hemos confrontado innecesariamente con tareas
presentado en estas jornadas, José Ferrer que ya tiene superados, y 3) el permitir
y yo mostramos los resultados positivos, verificar la corrección de la secuenciación.
aunque limitados, de una experiencia de En efecto, debe evitarse que un alum-
uso de calculadoras en la resolución de no permanezca más tiempo del previsto o
problemas (Ferrer y Ortega, 1981), en la del necesario en un mismo nivel de tra-
cual tres sujetos aprendieron a dividir bajo cuando ya lo ha superado. Pero
empleando una calculadora y a usar la también, igualmente, si a pesar de haber
división al mismo nivel de corrección que recorrido sin problemas una parte del
la suma, dominada a nivel manual. Creo programa, un alumno se para en un
que valdría la pena plantearse seriamente punto determinado, el registro es lo úni-
la posibilidad de introducción de las cua- co que nos permitirá localizar con preci-
tro operaciones básicas mediante calcula- sión el punto donde hay probablemente
doras tan pronto los mínimos requisitos un error de secuenciación.
de numeración estuviesen cubiertos. En la práctica, nos ha resultado conve-
Otra posibilidad importantísima que niente distinguir entre dos tipos de regis-
ha de llegar a ser en el futuro la base del tro: registros de programas en los que se
trabajo educativo en sujetos afectados de supone que el alumno únicamente debe
muy diversos tipos de impedimentos mo- hacer concretamente una vez una unidad
trices, paralíticos cerebrales, sordos, cie- de trabajo determinado para poder pasar
gos, etc.,, es el desarrollo y aplicación de a la siguiente y registros de programas en
técnicas de bio-feedback específicos para los cuales se supone que el alumno ha de
117
realizar múltiples veces el mismo trabajo, 1) Los ítems en los tests psicometri-
aunque simultaneamente esté haciendo cos son escogidos normalmente
otros semejantes. Un ejemplo del pri- por la saturación que presentan en
mer caso sería un programa de lectura y un determinado factor que es el
del segundo uno de escritura. que quiere medirse. Recordemos
En las dos páginas siguientes tenemos que un factor es solamente un
un modelo de tipos de registro utilizado grupo de medidas que varían con-
en cada caso. El primero se utiliza sim- juntamente en la proporción indi-
plemente colocando en el recuadro de la cada por su saturación respectiva
primera columna el número de orden de (Vernon, 1961). Los ítems en los
la ficha trabajada y en el recuadro siguien- tests referidos a normas o criterios
te, en la segunda columna, la respuesta son escogidos como representati-
dada, según cualquier codificación conve- vos del sistema curricular que se
nida y diferenciando respuesta correcta, quiere evaluar. Este sistema curri-
incorrecta, aproximada y respuesta nula. cular tiene la justificación y senti-
Dispone también de un espacio para ano- do de cualquier programa acadé-
tar la fecha. mico.
El segundo se utiliza de forma diferen- z) Las puntuaciones en los tests psi-
te: Cada columna del i al 40, corresponde cométricos se interpretan en térmi-
a una jornada de trabajo. Se marcan los nos de puntuaciones típicas, es
números correspondientes a las fichas decir, referidas a los parámetros de
trabajadas según la codificación: O, res- la. población de referencia. Si las
puesta correcta; X, respuesta incorrecta; puntuaciones típicas se estructuran
/, respuesta aproximada. En la línea de con SZ-= By) y 8.15, nos encontra-
puntos situada en el espacio inferior se mos con el C. 1. (aunque en reali-
anota la fecha. De esta forma, eh columna dad ya no son cocientes como en
se lee el trabajo efectuado en una jornada las escalas de Binet, por ejemplo).
y en fila el número de veces que el Las puntuaciones en los tests refe-
alumno ha hecho la misma ficha. ridos a criterios indican simplemen-
te el nivel alcanzado por el sujeto.

Sujetos •
En la práctica, empero, los tests referi-
Actualmente asistimos a una etapa de dos a criterios también indican de alguna
cambio y fuerte controversia sobre la forma el nivel de retraso del sujeto indi-
forma de evaluar las características de los cando el porcentaje de ítems alcanzando
alumnos que pueden ser relevantes para a una 'edad determinada (esto hace, por
su ubicación en programas, grupos, es- ejemplo, el U. P. A. S., White et al.
cuelas, etc. A los tests psicométricos tra- 1978). De esta forma, la segunda distin-
dicionales, a menudo durante criticados, ción parece que quede reducida a una
se han unido los «tests referidos a crite- cuestión de procedimiento más que a una
rios» (criterion referenced tests), en los cuestión conceptual: o no se compara a
cuales los ítems están relacionados con un sujeto a ningún nivel standard, con lo
objetivos definidos explícitamente y don- cual no podemos saber su nivel de retra-
de las puntuaciones son interpretadas en so, o simplemente escogemos entre com-
términos de estos objetivos más que en pararlo con una población de referencia a
relación a. los parámetros de una pobla- través del porcentaje de ítems alcanzados
ción. en una edad determinada o a través de la
Antes de comentar con más detalle esta tipificación de puntuaciones. Y, en mi
cuestión, es preciso delimitar con preci- opinión, el segundo procedimiento tiene
sión las diferencias entre los dos sistemas. la ventaja de incluir las desviaciones típi-
A mi entender, éstas pueden reducirse a cas, con lo cual se obtiene en principio
dos: más precisión en la comparación.
Sujeto:
Programa:

,..n•••n•n

waswnnn


Sujeto:
Programa: l'n4
1••••(
1 1 1 1 1 1 1 I 1 I 1 1 1 I 1 1 1 1 1 \z
2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2
3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3.3 3 3 3 3 3
4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4
5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5
6 6 6 66 6 6 6 6. 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6
7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7 7
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E.
120
Respecto a la primera distinción, tam- de desarrollo convergente más que anta-
poco me parece que sea tan concluyente. gónico.
El análisis factorial en concreto se puede En definitiva, al describir, por ejemplo,
aplicar a cualquier dominio y sería quizá la población con la cual se ha trabajado
interesante verificar las clasificaciones in- un programa, creo que es necesario espe-
tuitivas en áreas y subáreas (lenguaje, cificar el nivel de los sujetos en términos
social, cognitiva, etc.) de los ítems me- de C. I. Otras precisiones son también
diante un análisis factorial. importantes: etiología médica, tipos de
La conclusión que justifica esta larga trastornos (autismo, deficiencia mental,
exposición es la de recuperar algo el valor parálisis cerebral, etc.). La única forma de
de los instrumentos más tradicionales co- ver la importancia de estas categorías es
mo son los tests psicométricos y la de, al contrastarlas empíricamente con resulta-
aceptar el interés de los tests referidos a dos, pero las que hemos expuesto pueden
criterios, exponer algunas posibles líneas darse ya con seguridad por verificadas.

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