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IV. Variedades
1. Curvas y superficies
Definición 1.1. Un subconjunto C ⊂ R2 se dice que es una curva regular si para cada p en C existe un
entorno abierto de p en C que es difeomorfo a un intervalo abierto de R.
√
γ2 : (−1, 1) → V2 : γ2 (x) = (x, − 1 − x2 ), V2 = (x, y) ∈ S 1 : y < 0 .
p
γ3 : (−1, 1) → V3 : γ3 (x) = ( 1 − y 2 , y), V3 = (x, y) ∈ S 1 : x > 0 .
p
γ4 : (−1, 1) → V4 : γ4 (x) = (− 1 − y 2 , y), V4 = (x, y) ∈ S 1 : x < 0 .
Observar que γ1 es invertible con inversa γ1−1 : V1 → (−1, 1) definida por γ1−1 (x, y) = x. La función γ1 es
diferenciable porque lo son sus componentes y γ1−1 lo es porque es la restricción de la proyección de R2 sobre
el eje Ox. Luego γ1 es un difeomorfismo y análogamente se prueba que γ2 , γ3 y γ4 lo son.
Definición 1.4. Un subconjunto C ⊂ R3 se dice que es una curva regular si para cada p en C existe un
entorno abierto de p en C que es difeomorfo a un intervalo abierto de R.
ejercicio el verificar que γ : R → C definida por γ(t) = (cos t, sen t, t) es un difeomorfismo con inversa
γ −1 : C → R, γ −1 (x, y, z) = z.
Definición 1.6. Un subconjunto S ⊂ R3 se dice que es una superficie regular si para cada p en S existe un
entorno abierto de p en S que es difeomorfo a un subconjunto abierto de R2 .
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Figura 1: Superficie regular.
V1 = W1 ∩ S 2 y análogamente para V2 , . . . , V6 .
2. Variedades diferenciables
Daremos a continuación una definición que engloba a todas las anteriores.
Definición 2.1. Un subconjunto M ⊂ Rk se dice que es una variedad diferenciable de dimensión n si para
cada p en M existe un entorno abierto de p en M que es difeomorfo a un subconjunto abierto de Rn .
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Definición 2.3. Sea M ⊂ Rk una variedad de dimensión n, p ∈ M y X : U → V un difeomorfismo, siendo
V un entorno abierto de p en M y U un subconjunto abierto de Rn .
El mapa X : U ⊂ Rn → V ⊂ M se llama carta local o parametrización de V .
El mapa X −1 : V ⊂ M → U ⊂ Rn se llama sistema de coordenadas en V .
El entorno V se llama entorno coordenado de p en M .
Un atlas es un conjunto de parametrizaciones A = {Xα : Xα : Uα ⊂ Rn → Vα ⊂ M, α ∈ Λ} que verifican
S
α∈Λ Vα = M .
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Observar que en esta situación la variedad M se cubre con una sola parametrización X. El Ejemplo 1.5
corresponde a una variedad de este tipo
por f (x, y) = x2 + y 2 , entonces es claro que S es el gráfico de f . Luego S es una superficie regular y
X : R2 → S definida por X(u, v) = u, v, u2 + v 2 es una parametrización de S.
Recordamos el siguiente:
1. a ∈ A y b ∈ B.
2. A × B ⊂ W .
3. Para todo x ∈ A, existe un único y ∈ B tal que F (x, y) = q. Sea g : A ⊂ Rn → B ⊂ Rm definida por
y = g(x) ⇔ F (x, y) = q.
Dem.
Sea F = (F1 , . . . , Fm ) con Fi : W ⊂ Rn+m → R función diferenciable y p = (a, b) ∈ M , a ∈ Rn y b ∈ Rm .
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Probaremos que existe un difeomorfismo X : U → V , siendo V un entorno abierto de p en M y U un
subconjunto abierto de Rn .
La condición p = (a, b) ∈ M implica que F (p) = q, y al ser q un valor regular de F es rango(JFp ) = m. Luego
existen m columnas de JFp que son LI y se puede suponer que son las últimas m columnas. En consecuencia
se tiene que:
∂F1 ∂F1
∂y1 (p) · · · ∂ym (p)
.. ..
det 6= 0.
. .
∂Fm ∂Fm
∂y1 (p) · · · ∂ym (p)
Sea V = {(x, g(x)) ∈ Rn+m x ∈ A}. Observar que a ∈ A, b ∈ B y F (a, b) = q implican que (a, b) =
(a, g(a)) ∈ V . Probaremos que V = (A × B) ∩ M .
Sea (x, g(x)) ∈ V . Dado que x ∈ A y g(x) ∈ B, es (x, g(x)) ∈ A × B y por (2) se tiene que F (x, g(x)) = q,
luego (x, g(x)) ∈ M . De lo anterior se deduce V ⊂ (A × B) ∩ M .
Observación 2.13. En la demostración del Teorema 2.12 asumimos que las últimas m columnas de la matriz
Jacobiana eran LI. Mostraremos con un ejemplo cómo aplicar el teorema cuando esto no es ası́.
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Definimos G : R2+2 → R2+2 mediante G(x1 , x2 , y1 , y2 ) = (y1 , x1 , y2 , x2 ). Claramente G es un difeomorfismo.
Sea F̂ = F ◦ G : R2+2 2 −1
→R y M̂ = F̂ ({q}). Al ser G un difeomorfismo, q resulta un valor regular de F̂ .
Es inmediato que G M̂ = M , luego G|M̂ : M̂ → M es un difeomorfismo. Si p̂ = G−1 (p) = (a2 , b2 , a1 , b1 ),
es F̂ (p̂) = F (p) = q. Aplicando la regla de la cadena obtenemos
" # " #
∂ F̂1 ∂ F̂1 ∂ F̂1 ∂ F̂1 ∂F1 ∂F1 ∂F1 ∂F1
(p̂) (p̂) (p̂) (p̂) ∂x2 (p) ∂y2 (p) ∂x1 (p) ∂y1 (p)
JF̂p̂ = ∂∂xF̂1 ∂x2
∂ F̂2
∂y1
∂ F̂2
∂y2
∂ F̂2
= ∂F2 ∂F2 ∂F2 ∂F2 .
∂x1 (p̂) ∂x2 (p̂) ∂y1 (p̂) ∂y2 (p̂) ∂x2 (p) ∂y2 (p) ∂x1 (p) ∂y1 (p)
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La tercer y cuarta columnas de Jp̂ F̂ son LI, entonces podemos aplicar la demostración del teorema anterior
a F̂ en p̂ obteniendo que existe un difeomorfismo X̂ : U → V̂ , siendo V̂ un entorno abierto de p̂ en M̂ y U
un subconjunto abierto de R2 . Luego V = G V̂ es un entorno abierto de p en M y X = G ◦ X̂ : U → V̂ es
un difeomorfismo, siendo U un subconjunto abierto de R2 .
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3. Espacio tangente
Definición 3.1. Sea M ⊂ Rk una variedad de dimensión n y p ∈ M . Elegimos una parametrización
X : U ⊂ Rn → V ⊂ M con p ∈ V , siendo p = X(q), q ∈ U . Se define el espacio tangente a M en p por
Tp M := Im (dXq ).
Luego sustituyendo V y Ṽ por V ∩ Ṽ , U por U0 , Ũ por Ũ0 , X por X|U0 y X̃ por X̃|Ũ0 , podemos suponer
que X : U → V y X̃ : Ũ → V son parametrizaciones del mismo entorno coordenado V .
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Observación 3.4. Sea U ⊂ Rn un conjunto abierto y X : U ⊂ Rn → V ⊂ Rk una función diferenciable. Si
V ⊂ U es un conjunto abierto y q ∈ V , entonces es evidente que d(X|V )q = dXq : Rn → Rk . Esto implica
que si M es una variedad y V ⊂ M es abierto en M , entonces considerando a V como variedad se verifica
que Tp V = Tp M , para todo p ∈ V .
(⇒): Sea w = (dXq )−1 (v) ∈ Rn . Al ser q ∈ U y U abierto, existe δ > 0 tal que q + tw ∈ U , para
todo t ∈ (−δ, δ). Si definimos β : (−δ, δ) ⊂ R → U por β(t) = q + tw, es β(0) = q y β ′ (0) = w. Sea
α = X ◦ β : (−δ, δ) ⊂ R → M , es decir α(t) = X(q + tw). Luego α(0) = X(q) = p y α′ (0) = dXq (w) = v.
(⇐): Supongamos que existe una función diferenciable α : (−δ, δ) ⊂ R → M tal que α(0) = p y α′ (0) = v.
Como α es continua y α(0) = p ∈ V , con V abierto en M , entonces tomando δ suficientemente pequeño
podemos suponer que Im α ⊂ V . Si β := X −1 ◦ α : (−δ, δ) → U ⊂ Rn , entonces α = X ◦ β, β(0) = q y
v = α′ (0) = (X ◦ β)′ (0) = dXq (β ′ (0)) ∈ Im (dXq ) = Tp M .
Dem. Sea {e1 , . . . , en } la base canónica de Rn . Al ser dXq : Rn → Tp M un isomorfismo lineal tenemos
∂X
que {dXq (e1 ) , . . . , dXq (en )} es una base de Tp M . Lo enunciado se deduce porque dXq (ei ) = ∂u i
(q), ∀ i =
1, . . . , n.
Observación 3.8. Supongamos que estamos en las mismas hipótesis de la Proposición anterior y sea v ∈ Tp M .
Por lo que vimos anteriormente es v = α′ (0) y podemos suponer α(t) = X (u1 (t), . . . , un (t)), u1 , . . . , un :
(−δ, δ) → R, (u1 (0), . . . , un (0)) = q (es decir α = X ◦ β, siendo β(t) = (u1 (t), . . . , un (t))). Luego
n
X ∂X
v= u′i (0) (q).
∂ui
i=1
∂X
En particular si q = (q1 , . . . , qn ), entonces ∂ui (q) es el vector tangente a la curva t 7→ X (q1 , . . . , qi + t, . . . , qn )
en t = 0.
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Ejemplo 3.10. Sea S = (x, y, z) ∈ R3 : z = x2 + y 2 el paraboloide. Sabemos que S es una superficie
U ⊂ Rn / Ũ ⊂ Rm
fˆ
Rn / Rm
dfˆq
Luego dFp (Tp M ) ⊂ Tf (p) N . De lo anterior se deduce que el siguiente diagrama conmuta
dFp
Tp M / Tf (p) N .
O O
dXq ≃ ≃ dX̃q̃
Rn / Rm
dfˆq
Entonces dfp = dFp |Tp M = dX̃q̃ ◦ dfˆq ◦ (dXq )−1 y por lo tanto dfp no depende de la extensión elegida F .
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Ejemplo 3.12. Si T : Rk → Rl es una transformación lineal y M ⊂ Rk , N ⊂ Rl son variedades que verifican
T (M ) ⊂ N , entonces f = T |M : M → N es un mapa diferenciable y
(f ◦ α)(t) = f (α(t)) = F (α(t)) = (F ◦ α)(t), ∀ t ∈ I ⇒ (f ◦ α)′ (0) = dFα(0) α′ (0) = dFp (v) = dfp (v).
Dem. Sean v ∈ Tp M , w = dfp (v) ∈ Tf (p) N y u = dgf (p) (w); lo que tenemos que probar es
u = (g ◦ (f ◦ α))′ (0).
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Corolario 3.17. Si f : M → N es un difeomorfismo entre variedades, entonces dfp : Tp M → Tf (p) N es un
isomorfismo y (dfp )−1 = d f −1 f (p) : Tf (p) N → Tp M , para todo p ∈ M .
Teorema 3.18 (Teorema de la Función Inversa). Sea f : M → N un mapa diferenciable entre variedades.
Supongamos que existe p ∈ M tal que dfp : Tp M → Tf (p) N es un isomorfismo, entonces existen V entorno
abierto de p en M y Ṽ entorno abierto de f (p) en N , con f (V ) = Ṽ , tales que la restricción f |V : V → Ṽ
es un difeomorfismo.
Dem. Observar que en estas hipótesis, es dim M = dim Tp M = dim Tf (p) N = dim N .
Sean X : U ⊂ Rn → V0 ⊂ M y X̃ : Ũ ⊂ Rn → Ṽ0 ⊂ N parametrizaciones con p ∈ V0 y f (p) ∈ Ṽ0 .
Eventualmente restringiendo U y V0 podemos suponer f (V0 ) ⊂ Ṽ0 . Sean p = X(q), con q ∈ U y f (p) = X̃ (q̃),
con q̃ ∈ Ũ . Si calculamos el diferencial de X̃ −1 ◦ f ◦ X : U → Ũ en q obtenemos
d X̃ −1 ◦ f ◦ X = d X̃ −1 ◦ dfp ◦ dXq : Rn → Rn .
q f (p)
Como X y X̃ son difeomorfismos, la proposición anterior implica que d X̃ −1 y dXq son isomorfismos,
f (p)
luego deducimos que d X̃ −1 ◦ f ◦ X : Rn → Rn es un isomorfismo. Aplicando ahora el Teorema de la
q
Función
Inversa clásico
deducimos que existen A entorno
abierto de
q en U y B entorno abierto de q̃ en Ũ ,
−1 −1
con X̃ ◦ f ◦ X (A) = B, tales que la restricción X̃ ◦ f ◦ X : A → B es un difeomorfismo.
A
Si llamamos V = X(A) y Ṽ = X̃(B), entonces X|A : A → V y X̃|B : B → Ṽ son difeomorfismos y
f |V = X̃ ◦ X̃ −1 ◦ f ◦ X ◦ X −1 V : V → Ṽ
B A
es un difeomorfismo.
Corolario 3.19. Sea f : M → N un mapa diferenciable entre variedades. Si f es biyectiva y verifica que
dfp : Tp M → Tf (p) N es un isomorfismo para todo p ∈ M , entonces f es un difeomorfismo.
Dem. Lo único que resta probar es que f −1 : N → M es diferenciable. Sea q ∈ N . Como f es biyectiva
existe p ∈ M tal que q = f (p). Luego el Teorema de la Función Inversa implica que existen V entorno
abierto de p en M y W entorno abierto de q en N , con f (V ) = W , tales que la restricción f |V : V → W
es un difeomorfismo. Entonces f −1 |W : W → V es un difeomorfismo y en particular es diferenciable. Luego
probamos que para cada q ∈ N existe W entorno abierto de q en N , tal que f −1 |W : W → M es diferenciable.
Esto implica que f −1 : N → M es diferenciable.
El siguiente corolario es útil cuando uno ya sabe que M es una variedad y quiere probar que un mapa
X : U ⊂ Rn → V ⊂ M es una parametrización.
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Corolario 3.20. Sea M ⊂ Rk una variedad de dimensión n, V ⊂ M abierto en M , U ⊂ Rn abierto y
X : U → V una función biyectiva y diferenciable que verifica que dXq : Rn → Rk es inyectiva, para todo
q ∈ U . Entonces X es una parametrización.
Dem. Los conjuntos U y V son abiertos en Rn y M respectivamente, luego ambos son variedades de
dimensión n. Sea p ∈ V . Si p = X(q) con q ∈ U , es Tq U = Rn y Im(dXq ) = Tp M = Tp V . Al ser
dXq : Rn → Rk inyectiva obtenemos que dXq : Tq U → Tp V es biyectiva. Luego el corolario anterior implica
que X : U → V es un difeomorfismo.
Teorema 3.21. Sea S ⊂ R3 una superficie regular y p ∈ S. Entonces existe un entorno abierto V de p en
S tal que V es el gráfico de una función diferenciable que tiene una de las formas siguientes: z = f (x, y) o
y = g(x, z) o x = h(y, z).
y podemos suponer
∂x ∂x
∂(x, y)
∂u (q) ∂v (q)
6= 0.
(q) := ∂y ∂y
∂(u, v) ∂u (q) ∂v (q)
es un gráfico.
n p o
Ejemplo 3.22. Veamos que el cono de una hoja es C = (x, y, z) : z = x2 + y 2 , (x, y) ∈ R2 no es
una superficie regular. Supongamos razonando por el absurdo que C lo es y consideremos p = (0, 0, 0) ∈ C.
Entonces debe existir un entorno abierto V de p en C tal que V es el gráfico de una función diferenciable.
El entorno V no puede ser de la forma y = g(x, z) o x = h(y, z) porque las proyecciones sobre los planos xz
e yz no son inyectivas.
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p
Luego V tendrı́a que ser de la forma z = f (x, y), pero en este caso necesariamente es f (x, y) = x2 + y 2 y
f no es diferenciable en (0, 0).
Terminamos esta sección con algunas definiciones y resultados que necesitaremos en la siguiente.
Definición 3.23. Una variedad M se dice conexa si para todo p, q ∈ M existe α : [0, 1] → M continua tal
que α(0) = p y α(1) = q.
Observación 3.24. Es un ejercicio (no trivial) el probar que una variedad M es conexa si y solo si no existen
A ⊂ M y B ⊂ M abiertos en M y no vacı́os tales que M = A ∪ B y A ∩ B = ∅.
Proposición 3.25. Si M es una variedad conexa y f : M → R es una función continua que no se anula
en M , entonces f es de signo constante.
Dem. Supongamos razonando por el absurdo que existen p, q ∈ M tales que f (p)f (q) < 0.
Sea α : [0, 1] → M continua tal que α(0) = p y α(1) = q. La función g = f ◦ α : [0, 1] → R es continua y
verifica g(0)g(1) = f (p)f (q) < 0. Luego el Teorema de Bolzano implica que existe c ∈ [0, 1] tal que g(c) = 0.
Entonces f (α(c)) = 0 con α(c) ∈ M contradiciendo la hipótesis de que f no se anula en M .
Ejemplo 3.26. Veamos que el hiperboloide de dos hojas S = (x, y, z) : x2 − y 2 − z 2 = 1 es una superficie
regular que no es conexa. El probar que S es una superficie regular es un ejercicio del Práctico. Sea f : S → R
definida por f (x, y, z) = x. Claramente f es continua por ser la restricción a S de la proyección de R3 sobre
el eje Ox. Si (x, y, z) ∈ S, entonces x2 = y 2 + z 2 + 1 ≥ 1, luego |f (x, y, z)| = |x| ≥ 1 y f no se anula en S.
Observar que (1, 0, 0), (−1, 0, 0) ∈ S, f (1, 0, 0) = 1 y f (−1, 0, 0) = −1, luego S no puede ser conexa.
Ejemplo 3.28. Sea C ⊂ Rk una variedad de dimensión 1 que se pueda cubrir con una sola parametrización
α : I → C. Como dαt : R → Rk es inyectiva y dαt (s) = s α′ (t), deducimos α′ (t) 6= 0, ∀ t ∈ I. Definimos
′
T : C → Rk por T (p) = kαα′ (t 0) α′ −1
(t0 )k , siendo p = α(t0 ), t0 ∈ I. Observar que T = kα′ k ◦ α , luego T es un campo
diferenciable. Además T (p) ∈ Tp C y kT (p)k = 1, ∀ p ∈ C. Entonces T es un campo diferenciable de versores
tangentes a C. Observar que si definimos S : C → Rk por S(p) = α′ (t0 ), siendo p = α(t0 ), t0 ∈ I, entonces
S es un campo diferenciable de vectores no nulos tangentes a C y T = S/kSk.
4. Orientación en variedades
4.1. Orientación en Curvas
Intuitivamente, la idea de orientar una curva es la de dar un sentido con el cual recorrerla. Esto equivale a
asociarle a la curva un campo de versores tangentes.
Definición 4.1. Sea C una curva regular en R3 . Una orientación en C es un campo diferenciable de versores
tangentes a C. Una curva regular orientada es una curva en la cual hemos elegido una orientación, es decir
es un par (C, T ) en el cual C es una curva regular y T : C → R3 es un campo diferenciable de versores
tangentes a C.
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Observación 4.2. 1. Es claro que si T : C → R3 es una orientación en C, entonces −T : C → R3 definida
por (−T )(p) := −T (p) es otra orientación en C que llamamos la orientación opuesta de T .
′
2. En las hipótesis del Ejemplo 3.28, siendo α : I = (−δ, δ) → R3 , obtenemos que T = kαα′ k ◦ α−1 es una
orientación para C. Si definimos β : I → C por β(t) = α(−t), entonces β es otra parametrización de
′
C y kββ ′ k ◦ β −1 = −T . Es decir que α y β determinan orientaciones opuestas en C.
3. Es intuitivamente claro que una curva regular conexa debe admitir una orientación, esto es cierto pero
la prueba no es trivial. Una idea para la demostración de lo anterior se encuentra en la página 107,
ejercicio 25, del libro “Differential Topology” de V. Guillemin y A. Pollack.
4. Si C es una curva regular y α : I → V ⊂ C y β : J → V ⊂ C son dos parametrizaciones del
mismo abierto V de C, entonces f = β −1 ◦ α : I → J es un difeomorfismo, luego es f ′ 6= 0 y como
I es un intervalo obtenemos que f ′ es de signo constante. Observar que de α = β ◦ f se deduce
α′ (t) = f ′ (t)β ′ (f (t)), ∀ t ∈ I y
( β ′ (f (t))
α′ (t) f ′ (t) β ′ (f (t)) kβ ′ (f (t))k si f ′ (t) > 0
= = β ′ (f (t)) , ∀t ∈ I.
kα′ (t)k |f ′ (t)| kβ ′ (f (t))k − kβ ′ (f (t))k si f ′ (t) < 0
Veamos ahora cómo podemos definir orientación en superficies. Sea S ⊂ R3 una superficie regular y p ∈ S.
Si X : U ⊂ R2 → V ⊂ S es una parametrización con p = X(q), q ∈ U , entonces B = {Xu (q), Xv (q)}
es una base de TP S, siendo Xu (q) = ∂X ∂X 2
∂u (q) y Xv (q) = ∂v (q). Observar que si X̃ : Ũ ⊂ R → Ṽ ⊂ S
es otra
n parametrización o con p = X̃(q̃), q̃ ∈ Ũ y llamamos ũ, ṽ a las coordenadas en Ũ ⊂ R2 , entonces
B̃ = X̃ũ (q̃), X̃ṽ (q̃) es otra base de TP S.
Sea X̃ −1 ◦ X : X −1 (V ∩ Ṽ ) → X̃ −1 (V ∩ Ṽ ) el cambio de coordenadas. Si escribimos
(X̃ −1 ◦ X)(u, v) = (ũ(u, v), ṽ(u, v)),
siendo ũ, ṽ : X −1 (V ∩ Ṽ ) → R funciones C ∞ , resulta X(u, v) = X̃(ũ(u, v), ṽ(u, v)).
∂ ũ ∂ṽ ∂ ũ ∂ṽ
Xu (q) = (q) X̃ũ (q̃) + (q) X̃ṽ (q̃), Xv (q) = (q) X̃ũ (q̃) + (q) X̃ṽ (q̃) ⇒ (4)
∂u ∂u ∂v ∂v
∂ ũ
(q) ∂∂vũ (q)
= J(X̃ −1 ◦ X)(q) −1
⇒ det B̃ [id]B = det J(X̃ ◦ X)(q) = ∂ṽ ∂u
B̃ [id]B . (5)
∂u(q) ∂ṽ (q)
∂v
> 0 si y solo si det[J(X̃ −1 ◦ X)(q)] > 0.
Esto implica que det B̃ [id]B
14
∂ ũ ∂ ũ
∂(ũ,ṽ) ∂u (q) ∂v (q)
Observación 4.3. En general escribiremos ∂(u,v) (q) = ∂ṽ ∂ṽ
, luego (5) se escribe
∂u (q) ∂v (q)
∂ (ũ, ṽ)
= det J(X̃ −1 ◦ X)(q) =
det B̃ [id]B (q).
∂ (u, v)
En base a la discusión anterior damos la definición siguiente.
Definición 4.4. Decimos que una superficie regular S es orientable si existe un atlas A en S tal que para
todo X, X̃ ∈ A, X : U → V , X̃ : Ũ → Ṽ con V ∩ Ṽ 6= ∅, se verifica det[J(X̃ −1 ◦X)(q)] > 0, ∀ q ∈ X −1 (V ∩ Ṽ ).
En este caso decimos que el atlas A es una orientación en S y que el par (S, A) es una superficie orientada.
Observación 4.5. En el caso de las superficies -a diferencia de curvas- no es cierto que toda superficie sea
orientable. El ejemplo clásico de superficie no orientable es la banda de Möbius que se estudiará en el
Práctico.
Proposición 4.8. Una superficie regular S ⊂ R3 es orientable si y solo si admite la existencia de un campo
diferenciable de versores normales a S.
Dem. (⇒) Sea A una orientación en S. Definimos N : S → R3 por lo siguiente. Si p ∈ S, sabemos que
existe X ∈ A, X : U ⊂ R2 → V ⊂ S, tal que p = X(q), q ∈ U . Definimos N (p) mediante (6). La discusión
anterior nos prueba que la definición de N no depende de la elección de X y por lo tanto tiene sentido.
Xu ∧Xv
Observar que N |V = kX u ∧Xv k
◦ X −1 , luego N es un campo diferenciable de versores normales a S.
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(⇐) Sea N : S → R3 un mapa diferenciable con kN (p)k = 1, N (p) ⊥ Tp M , ∀p ∈ S.
Si es (+) definimos Ũ = U y X̃ = X, X̃ : Ũ → V .
Si es (−) definimos Ũ = {(u, v) ∈ R2 : (v, u) ∈ U }, X̃ : Ũ ⊂ R2 → V , X̃(u, v) = X(v, u). Luego
X̃ũ ∧ X̃ṽ Xv ∧ Xu Xu ∧ Xv
(q̃o ) = (qo ) = − (qo ) = N (po ), p0 = X̃(q̃0 ).
kX̃ũ ∧ X̃ṽ k kXv ∧ Xu k kXu ∧ Xv k
Luego en cualquier caso tenemos definida una parametrización X̃ : Ũ → V , con p0 = X̃(q̃0 ), tal que
X̃ũ ∧ X̃ṽ
(q̃o ) = N (po ).
kX̃ũ ∧ X̃ṽ k
Afirmación:
X̃ũ ∧ X̃ṽ
(q̃) = N (p), ∀p ∈ V, p = X̃(q̃). (8)
kX̃ũ ∧ X̃ṽ k
Definimos f : V ⊂ S → R, mediante
* +
X̃ũ ∧ X̃ṽ
f (p) = (q̃), N (p) , ∀ p = X̃(q̃) ∈ V.
kX̃ũ ∧ X̃ṽ k
Observar que f (p) = ±1, ∀ p ∈ V y que la igualdad en (8) equivale a f (p) = 1, ∀ p ∈ V . Como f es
diferenciable, no se anula en V y V es conexo, entonces f es de signo constante y al ser f (po ) = 1 deducimos
f (p) = 1, ∀p ∈ V .
∂(û,v̂)
Entonces ∂(u,v) (q) > 0 para todo q ∈ X −1 (V ∩ V̂ ) y à es una orientación en S.
Corolario 4.9. Si una superficie regular es preimagen de un valor regular, entonces es orientable.
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4.3. Orientación en Variedades
A continuación veremos cómo generalizar nuestro estudio de orientación en curvas y superficies a variedades
en general.
Definición 4.10. Sea V un R-espacio vectorial de dimensión finita con V 6= {0}. Si B y B ′ son bases
ordenadas de V diremos que B y tienen la B ′ misma orientación si det (B′ [id]B ) > 0.
se deduce que la relación “tener igual orientación” es de equivalencia en el conjunto de las bases ordenadas
de V y que hay exactamente dos clases de equivalencia: si B = {x1 , x2 , . . . , xn }, B ′ = {−x1 , x2 , . . . , xn }
y [B] = {C bases ordenadas de V : C tiene igual orientación que B} entonces [B] 6= [B ′ ] y {[B], [B ′ ]} es el
conjunto de las clases de equivalencia.
Definición 4.12. Asignarle una orientación a V = {0} es asociarle un signo (±). Luego al espacio trivial
le asociamos los espacios vectoriales orientados ({0}, +1), ({0}, −1).
Observación 4.13. Si (V, [B]) es un espacio vectorial orientado, decimos que una base ordenada C de V es
positiva si tiene la misma orientación que B y que es negativa en caso contrario.
1. Existe una base positiva B de V tal que T (B) es una base positiva de W .
2. Para toda base positiva B de V se verifica que T (B) es una base positiva de W .
Diremos que el isomorfismo T preserva la orientación si verifica 1 y que la invierte en caso contrario.
Ejemplo 4.15. Sea S : R2 → R2 , S(x, y) = (x, −y). Si B = {e1 , e 2 } y C ={e1 , −e2 }, es S(B) = C.
1 0
Consideramos R2 con la orientación estandar. Observar que B [id]C = y det B [id]C = −1 < 0,
0 −1
luego S es un isomorfismo que invierte la orientación.
Definición 4.17. Decimos que una variedad M es orientable si existe un atlas A en M tal que ∀ X, X̃ ∈ A,
X : U → V , X̃ : Ũ → Ṽ con V ∩ Ṽ 6= ∅, se verifica det[J(X̃ −1 ◦ X)(q)] > 0, ∀ q ∈ X −1 (V ∩ Ṽ ).
En este caso decimos que el atlas A es una orientación en M y que el par (M, A) es una variedad orientada.
17
Ejemplo 4.18. Si M se puede cubrir con una sola parametrización, entonces es claro que M es orientable.
En particular si M es un gráfico, entonces es orientable.
Proposición 4.19. Sea M una variedad. Un atlas A es una orientación en M si y solo si para cada p ∈ M
podemos elegir una orientación en Tp M de forma tal que ∀X ∈ A, X : U → V , p = X(q) ∈ V , se verifica
que dXq : Rn → Tp M preserva la orientación (Rn con la orientación estandar).
dX̃q̃ preserva la orientación ⇔ B̃ = {dX̃q̃ (e1 ), . . . , dX̃q̃ (en )} es una base positiva de Tp M ⇔ det(B̃ [id]B ) > 0
⇔ det[J(X̃ −1 ◦ X)(q)] > 0.
(⇐) Supongamos que existe un atlas A en M y una orientación en cada Tp M , (p ∈ M ) de forma tal que
dXq : Rn → Tp M preserva la orientación ∀X ∈ A, X : U → V , p = X(q) ∈ V .
Teorema 4.21. Una variedad conexa orientable admite exactamente dos orientaciones.
Dem. (idea) Consideremos dos orientaciones en la variedad. El conjunto de los puntos en los cuales ambas
orientaciones coinciden es abierto, porque si en un punto de la variedad el jacobiano del cambio de base
es positivo, entonces también lo es en un entorno del punto. Con un razonamiento análogo se prueba que
el conjunto de los puntos en los cuales no coinciden es también abierto. Luego las dos orientaciones son la
misma o son opuestas.
18
Para n = 1, 2, 3, tenemos
Proposición 5.2. Sea f : Hn → Rm una función diferenciable y p ∈ ∂Hn . Si F y G son dos extensiones
diferenciables de f en un abierto W de Rn que contiene a p, entonces dFp = dGp .
Dem. El diferencial dFp : Rn → Rm está definido por dFp (v) = JF (p) v, siendo
∂F ∂F
JF (p) = (p), . . . , (p) ,
∂x1 ∂xn
Observación 5.4. Esta definición se extiende naturalmente al caso en que tenemos definida f : U ⊂ Hn → Rm ,
siendo U abierto en Hn tal que U ∩ ∂Hn 6= ∅ y p ∈ U ∩ ∂Hn .
Una prueba de la siguiente proposición se encuentra en el libro “Cálculo en variedades” de M. Spivak (Ed.
Reverté).
Definición 5.6. Un subconjunto M ⊂ Rk se dice que es una variedad diferenciable con borde de dimensión
n, si para cada p en M existe un entorno abierto de p en M que es difeomorfo a un subconjunto abierto de
Hn .
Observación 5.7. Análogamente al caso de variedades, diremos “variedad con borde” en vez de “variedad
diferenciable con borde”. Mantendremos para la variedades con borde los mismos nombres que para las
variedades comunes, por ejemplo parametrización, atlas, etc.
Observación 5.8. Es claro que toda variedad es una variedad con borde.
2. ∂M = ∅ ⇔ M es una variedad en el sentido usual. Por lo anterior se suele llamar “variedades sin
borde” a las variedades en el sentido usual.
Observación 5.11. No confundir el borde de una variedad M con la frontera en el sentido topológico de M .
19
Observación 5.12. Las definiciones de espacio tangente y de diferencial de un mapa diferenciable entre
variedades con borde son análogas a las de las variedades y verifican las mismas propiedades:
à = {X ∈ A : X : U → V, U ∩ ∂Hn 6= ∅} = {X ∈ A : X : U → V, V ∩ ∂M 6= ∅}.
Observación 5.14. La demostración de la proposición anterior no solo nos dice que ∂M es una variedad sino
que también nos da un atlas para ∂M a partir de un atlas para M .
Proposición 5.15. Si M es una variedad con borde de dimensión n, entonces M \ ∂M es una variedad sin
borde de dimensión n.
Observación 5.16. De la Proposición 5.13 se deduce que si M es una variedad con borde, entonces ∂(∂M ) = ∅,
lo que se suele abreviar por ∂ 2 = ∅.
G
Proposición 5.17. Sea M una variedad con borde y p ∈ ∂M . Si X : U → V es una parametrización con
p = X(q) ∈ V , entonces
Tp (∂M ) = [dXq (e1 ), . . . , dXq (en−1 )].
En particular Tp (∂M ) está contenido en Tp M .
ϕ X
Dem. Sea X̂ : Uo ⊂ Rn−1 → U ∩ ∂Hn → V ∩ ∂M como en la prueba de la Proposición 5.13 y escribimos
p = X(q) = X̂(r), con q = ϕ(r). Por definición tenemos
Tp M = Im(dXq ) = [X1 (q), . . . , Xn (q)] ⊂ Rk , Tp (∂M ) = Im(dX̂r ) = [X̂1 (r), . . . , X̂n−1 (r)] ⊂ Rk ,
20
siendo
Xi (q) = dXq (eni ), i = 1, . . . , n, {en1 , . . . , enn } base canonica de Rn ,
X̂i (r) = dX̂r (ein−1 ), i = 1, . . . , n − 1, {e1n−1 , . . . , en−1
n−1
} base canonica de Rn−1 .
De X̂ = X ◦ φ se deduce dX̂r = dXφ(r) ◦ dφr = dXq ◦φ. Luego
X̂i (r) = dX̂r (ein−1 ) = dXq (φ(ein−1 )) = dXq (eni ) = Xi (q), ∀ i = 1, . . . , n − 1,
y Tp (∂M ) = [X̂1 (r), . . . , X̂n−1 (r)] = [X1 (q), . . . , Xn−1 (q)] ⊂ [X1 (q), . . . , Xn−1 (q), Xn (q)] = Tp M .
Observar que de la prueba anterior se deduce
Tp M = Tp (∂M ) ⊕[Xn (q)].
Proposición 6.1. Si M ⊂ Rk es una variedad con borde, entonces existe n : ∂M → Rk un campo dife-
renciable de versores tangentes a M y normales a ∂M , que verifica que si X : U ⊂ Hn → V ⊂ M es una
parametrización y p = X(q) ∈ V ∩ ∂M , entonces (dXq )−1 (n(p)) ∈ −Hn .
Dem. Recordar:
Tp M = [X1 (q), . . . , Xn (q)], Tp (∂M ) = [X1 (q), . . . , Xn−1 (q)], Xi (q) = dXq (ei ), i = 1, . . . , n.
Si existe un campo n que verifique lo pedidoPy w = (dXq )−1 (n(p)), entonces n(p) = dXq (w), con w ∈ −Hn .
n
Observar que w ∈ −Hn equivale P a w = i=1 ai ei , con an ≤ 0. En este caso será n(p) = dXq (w) =
n n
verifica (dXq )−1 (n(p)) ∈ −Hn si y solo si an < 0.
P
i=1 ai X i (q). Por lo tanto n(p) = i=1 ai X i (q)
Veamos ahora cómo construir el campo n. Sea p ∈ ∂M . Elegimos una parametrización X : U → V , con
p = X(q), q ∈ U ∩ ∂Hn . Sabemos que el conjunto {X1 (q), . . . , Xn (q)} es base de Tp M , luego aplicando el
método de Gram-Shmidt obtenemos que si definimos
Y1 (q) = X1 (q) (9)
i−1
X hXi (q), Yj (q)i
Yi (q) = Yj (q) − Xi (q), ∀ i = 2, . . . , n, (10)
kYj (q)k2
j=1
entonces
[Y1 (q), . . . , Yl (q)] = [X1 (q), . . . , Xl (q)], ∀l = 1, . . . , n.
Luego
[Y1 (q), . . . , Yn−1 (q)] = Tp (∂M )
⇒ Tp M = Tp (∂M ) ⊕[Yn (q)] y [Yn (q)] = (Tp (∂M ))⊥
[Y1 (q), . . . , Yn (q)] = Tp M
Observar que [Y1 (q), . . . , Yn−1 (q)] = [X1 (q), . . . , Xn−1 (q)], luego existen b1 , . . . , bn−1 ∈ R tales que
n−1 n−1
X hXn (q), Yj (q)i X
Yn (q) = Yj (q) − X n (q) = bj Xj (q) − Xn (q).
kYj (q)k2
j=1 j=1
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Se prueba que el vector n(p) es el mismo independientemente de la parametrización X elegida y esto nos
permite definir n en todo ∂M .
Definición 6.2. El campo n definido en la proposición anterior se llama la normal exterior a ∂M .
La definición de variedad con borde orientable es la misma que para variedades sin borde:
Definición 6.3. Una variedad con borde M es orientable si existe un atlas A en M tal que ∀ X, X̃ ∈ A,
X : U → V , X̃ : Ũ → Ṽ con V ∩ Ṽ 6= ∅, se verifica det[J(X̃ −1 ◦ X)(q)] > 0, ∀ q ∈ X −1 (V ∩ Ṽ ).
Observación 6.4. Todo lo que vimos para variedades orientables se extiende a las variedades con borde
orientables.
Definición 6.5. Sea M una variedad con borde orientada. Si p ∈ ∂M y B = {v1 , . . . , vn−1 } una base de
Tp (∂M ), orientamos Tp (∂M ) definiendo que B es positiva si {n(p), v1 , . . . , vn−1 } es una base positiva de
Tp M , siendo n(p) la normal exterior a ∂M . Esto induce una orientación en ∂M llamada la orientación
inducida en ∂M por M (que efectivamente es una orientación lo veremos más adelante.)
Proposición 6.6. Sea M una variedad con borde orientada y consideramos en ∂M la orientación inducida.
Si X : U ⊂ Hn → V ⊂ M es una parametrizacion compatible con la orientación de M y p = X(q) ∈ V ,
entonces {X1 (q), . . . , Xn−1 (q)} es una base positiva de Tp (∂M ) si y solo si n es par.
Dem. Sabemos que B1 = {X1 (q), . . . , Xn (q)} es una base positiva de Tp M y
n(p) = a1 X1 (q) + · · · + an−1 Xn−1 (q) + an Xn (q) = dXq (a1 e1 + · · · + an−1 en−1 + an en ), con an < 0.
Luego B2 base positiva de Tp M ⇔ (−1)n+1 an > 0 ⇔ (−1)n (−an ) > 0 ⇔ n es par, ya que −an > 0.
Corolario 6.7. Si M es una variedad con borde orientable entonces ∂M es una variedad sin borde orientable.
Dem. Sea A una orientación en M y  el atlas en ∂M construido en la prueba de la Proposición 5.13. Si
p ∈ ∂M y X̂ ∈ Â correspondiente a X ∈ A es tal que p = X̂(r) = X(q), entonces vimos en la Proposición
5.17 que B := {X̂1 (r), . . . , X̂n−1 (r)} = {X1 (q), . . . , Xn−1 (q)}. Luego la proposición anterior implica que B
es una base positiva de Tp (∂M ) si y solo si n es par. Esto implica que para todo X̂ ∈ Â se cumple que
dX̂r : Rn−1 → Tp (∂M ) preserva la orientación si n es par y la invierte si n es impar. Por lo tanto  es un
atlas orientado para ∂M .
Ejemplo 6.8. Sean S 2 = {(x, y, z) ∈ R3 : x2 + y 2 + z 2 = 1} y B 3 = {(x, y, z) ∈ R3 : x2 + y 2 + z 2 ≤ 1}.
Sabemos S 2 = ∂B 3 . Veremos cómo inducir una orientación en S 2 a partir de una orientación en B 3 .
Observar que en este caso la normal exterior es n(p) = p y Tp S 2 = {p}⊥ , para todo p ∈ S 2 . Luego una base
B = {u, v} de Tp S 2 es positiva sii {n(p), u, v} es una base positiva de R3 sii {p, u, v} es una base positiva de
R3 sii {u, v, p} es una base positiva de R3 .
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Por ejemplo, si p = √1 , √1 , √1 , entonces B = {(1, 0, −1), (0, 1, −1)} es una base de Tp S 2 . Observar que
3 3 3
{(1, 0, −1), (0, 1, −1), √13 , √13 , √13 } es una base positiva de R3 , luego B es una base positiva de Tp S 2 .
El subconjunto C = {(x, y) : y = x2 , 0 ≤ x ≤ 1} ⊂ P es una curva regular con borde y ∂C = {p, q}, siendo
p = (0, 0) y q = (1, 1). Por lo visto en (11) es Tp C = {(x, y) : y = 0} y Tq C = {(x, y) : 2x − y = 0}.
Observar que por definición es Tp ∂C = Tq ∂C = {(0, 0)}. La normal exterior n : ∂C → R2 está definida por
1
n(p) = (−1, 0), n(q) = √ (1, 2) . (12)
5
es un campo nunca nulo de vectores tangentes a C, luego normalizando T obtenemos una orientación en C,
siendo
T (p) = (1, 0), T (q) = (1, 2) . (13)
De (12) y (13) se deduce que {n(p)} es una base negativa de Tp C y {n(q)} es una base positiva de Tq C.
Luego ∂C con la orientación inducida es el conjunto
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