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NOTA TECNICA
El cambio en las organizaciones
I. Introducción
Starbucks cobra por un café por lo menos tres veces el precio normal por estar
sentados en cómodos asientos, por ver gente, estar de moda; Cemex paso de
vender cemento a vender soluciones para la construcción, Fedex permite hacer
un seguimiento de donde esta nuestro pedido, Zara produce al mismo tiempo
que vende otorgando ropa de moda a precios accesibles y basando su
estrategia de negocio en una alta rotación. ¿Estas empresas se adaptaron a
una nueva realidad?
Antes de comentar el proceso de cambio y las diversas etapas por las que
pasan las personas que experimentan estos cambios en sus organizaciones,
debemos señalar que existen cambios que se dan espontáneamente y cambios
planificados. Son la dinámica de estos últimos la que nos interesa conocer por
dos razones. Primero por que en general los cambios planificados tienen un
mayor alcance que los que se dan sin intención y por que los cambios
planificados buscan resolver problemas de la organización que se consideran
relevantes para adaptarse al entorno.
La resistencia al cambio ocurre por que las personas tienen una zona de
confort en la cual saben como hacer las cosas, se sienten capaces y confiados
y no quieren perderla (Craine, 2007). En líneas generales, podemos decir que
durante un periodo de cambio, la gente se focaliza en el pasado y niega el
cambio. Luego, se pasa por un periodo de preocupación, deseando quedarse
donde están y evaluando la forma en que se sienten afectados (fase de la
Resistencia). A medida que se comienza a mirar el futuro, se ingresa a la fase
de la Exploración, hasta llegar a sentir el Compromiso del cambio. Esta
dinámica se da en todas las personas en mayor o menor medida y cada etapa
puede tener distinta duración. A continuación se detallan estas etapas del
cambio así como sus características.
a) Fase de la Negación
En realidad podríamos decir que la primera fase del cambio ocurre cuando la
gente oye acerca del mismo ya sea en la forma de un rumor o un anuncio
inesperado de una iniciativa de cambio. Actúa como defensa en contra de los
cambios escondiéndose tras un aspecto de ignorancia o indiferencia a fin de
mantener la comodidad del pasado, pasando por alto las señales que indican
que el mismo está a punto de terminar. Las personas en la fase de negación
piensan que el cambio pasará y que podrán continuar con sus asuntos como
siempre por lo que no se preocupan. La negación se puede dar en una persona
o en un grupo y se caracteriza por el no enfrentar los hechos, posponiendo el
problemas hasta que se hacen más serios.
Las personas en negación evitan hablar del cambio, están en son de espera
por lo que no toman ninguna iniciativa y se muestran indiferentes, actuando
como si nada estuviera pasando y realizan su trabajo rutinario. Estas personas
no se muestra curiosas sino que se concentran en pequeños detalles, muchos
veces sin sentido y culpan a fuerzas externas de las dificultades; cuestionando
los datos y evidencia de problemas existentes. Como consecuencia, boicotean
los cambios necesarios con lo que se pierden oportunidades; retrasando tan
solo lo inevitable.
b) Fase de la Resistencia
c) Fase de la Exploración
Durante esta fase, la gente una vez más focaliza su atención en el mundo
externo, en lo que la organización y el equipo necesitan, más que en su propio
destino personal. Los involucrados tienen nuevas habilidades y han aprendido
a triunfar incluso cuando alguna vez pensaron que era imposible por lo que se
sienten en confianza y controladas, cómodaos, responsables de los resultados
y sienten más destreza y menos estrés.
CONFORT
Confianza
Control Competencia
Complacencia
Aceptación EL CICLO
Shock
EXPLORACIÓN - Entusiasmo DE Negación
Claridad NEGACIÓN
COMPROMISO Creatividad CAMBIO Molestia
Resentimiento
Depresión
Ansiedad
RESISTENCIA
Elaboración: Propia.
Sabemos hasta ahora que los cambios son una necesidad que nos exige el
entorno y que el general de las personas enfrenta las etapas de cambio hasta
ahora esbozadas por lo que existe una resistencia al cambio en mayor o menor
medida. Entonces ¿qué podemos hacer?
Autores como Scott y Jaffe (1995), definen algunos pasos para realizar
cambios exitosos:
1. Tener una buena razón para llevar a cabo el cambio. No basta con
pensar que es una buena idea, es necesario contar con argumentos y
evidencias lo más concretas y documentadas posible.
2. Involucrar a la gente en el cambio. Mientras más personas se
encuentren involucradas, menor será la resistencia ya que el ser parte
del planeamiento y del proceso de transición le da a la gente un sentido
de control. En esta línea, se puede considerar la posibilidad de conducir
inventarios, focus groups y encuestas.
3. Poner a cargo del proceso de cambio a una persona de prestigio. Todo
cambio necesita de un líder. Debe seleccionarse a alguien que es visto
positivamente.
4. Crear equipos que contribuyan con la transición. Se necesita el apoyo de
un equipo para planear, anticiparse, coordinar y focalizar todos los
esfuerzos del cambio. No lo puede manejar uno solo.
5. Proveer entrenamiento en nuevos valores, habilidades y
comportamiento. La gente necesita ayuda para comprender lo que
significa el cambio. El entrenamiento le permite a la gente expresar su
compromiso.
6. Contar con ayuda externa. Por alguna razón, un enunciado es mucho
más poderoso cuando alguien de afuera lo dice que cuando es alguien
de la misma organización. Es bueno utilizar esta fuerza para reforzar la
dirección elegida. Gente de fuera brinda información importante y
actualizada y al ser un ente “independiente” cuenta con mayor
credibilidad.
7. Establecer los símbolos del cambio. Proveer de nuevos símbolos a la
cultura, nuevos eslóganes, logo, etc. y ser coherente y consistente con
los mismos.
8. Reconocer y premiar al personal. Toma tiempo reconocer los logros. Es
necesario reconocer la lucha y los sacrificios de las personas, no solo
los resultados.
No obstante, Hrebiniak (2007) menciona que son numerosos los estudios que
señalan a la incapacidad para manejar cambios como la principal causa de la
no implementación de la estrategia. De hecho, según Oakland (2007) las
estimaciones públicas sobre el éxito de los cambios señalan que sólo el 10%
de las iniciativas de cambio dentro de las empresas son exitosas. Ante tanto
fracaso, pareciera que el gestionar bien los cambios va mas allá de seguir
pasos, y plantear el problema de la implementación de la estrategia de cambio
en las organizaciones si bien pueden ser de gran utilidad, es necesario algo
más. Para analizar que más es necesario seguiremos principalmente a dos
autores. El primero de ellos es John Kotter1 y el segundo Peter Senge2.
Según Kotter (1997) existen ocho errores que llevan a que los cambios en las
organizaciones no se den o fracasen. Primero, el permitir que exista un exceso
de complacencia que lleve a que la empresa no sienta un sentido de urgencia
de realizar cambios. Esto sucede cuando no te encuentras aún en una crisis
por lo que hacer oídos sordos a los síntomas y las evidencias es más sencillo,
el mismo sistema lleva a no atribuirte ninguna responsabilidad por lo que va
mal y el castigar a los “portadores de malas noticias”. Esta actitud es muchas
veces reforzada por los altos mandos que se basan en éxitos pasados para
medir su desempeño o consideran indicadores no adecuados.
1
John Kotter es catedrático de Konosuke Matsushita de Liderazgo en la Escuela de
administración de Harvard. Es autor de libros como The new Rules, Corporate Cultura and
Performance y El líder del cambio. Para mayor información y acceso a sus publicaciones e
ideas, visitar: http://www.johnkotter.com/index.html
2
Peter Senge es catedrático principal del Massachussets Institute (MIT), Presidente de la
Sociedad de Aprendizaje Organizacional y autor de la Quinta Disciplina. Es pionero en el
campo de la innovación administrativa. Para mayor información ingresar a
http://www.solonline.org/aboutsol/who/Senge/
El cuarto problema es el no comunicar la visión. Las personas no pueden
confiar en algo que no conocen o no comprenden así estén descontentas con
la situación actual. Kinsey (2004) resalta la ganancia en compromiso por parte
de los trabajadores al hacerlos parte de los problemas o retos que enfrenta la
organización. Asimismo, en un estudio llevado a cabo por Dolphine (2005)
basado en entrevistas a profundidad con diversos directivos en el Reino Unido,
los mismos le asignan un rol crucial a la comunicación en épocas de cambio y
como una manera eficaz de lidiar con los rumores y las crisis. Como en toda
estrategia de comunicación es necesario ser consistente, las acciones no
pueden contradecir la visión ya que enviarán señales contradictorias a los
empleados quienes no asimilarán la visión. El mensaje debe ser reforzado por
las acciones y congruente con toda la política de la empresa.
El quinto error se refiere a permitir que los obstáculos bloqueen la visión y, por
tanto, las iniciativas de cambio. Según Robbins (2004), existen dos tipos de
limitantes, a nivel individual o grupal. A nivel individual las fuentes de
resistencia se asocian a características propias de lo individuos como sus
hábitos y costumbres (“las cosas las he hecho siempre así”), sus percepciones
que promueven un procesamiento selectivo de la información, el miedo a lo
desconocido que se asocia al abandono de la estabilidad y seguridad y a la
potencial pérdida del empleo, de funciones o de ingresos. A nivel
organizacional, la resistencia al cambio viene asociada a la inercia estructural
que contrata y entrena a las personas para adaptarse a la estructura y
costumbres de la empresa; la inercia del grupo que pone limitantes a los
cambios aun cuando individualmente algunos personas los acepten (“aquí las
cosas se hacen así”); la amenaza a la destreza, sobre todo en el caso de
grupos especializados, la amenaza a las relaciones establecidas de poder y a
la asignación de recursos imperante. Por su lado, Kotter (1997) define cuatro
tipos de limitantes: la estructura de la empresa, la falta de capacitación para
contar con las habilidades que demanda la nueva realidad, los sistemas
inherentes a la organización y los supervisores o mandos medios.
El sexto error es no dar cabida a los logros de corto plazo. Dichos logros
permiten demostrar los potenciales beneficios de los cambios en la realidad, lo
que promueve que más personas entiendan el cambio y lo adopten. Si no
existen logros intermedios, el entusiasmo puede perderse o decaer y sucumbir
ante las críticas. Por estas razones, los logros de corto plazo deben ser
visibles, inequívocos y estar estrechamente relacionados con la iniciativa de
cambio. De esta manera, se da sentido a los sacrificios que se pudieran haber
hecho para llevar a cabo el cambio, permiten afinar la visión y estrategias,
demuestran que se esta logrando lo previsto, y promueve que el proyecto siga
siendo apoyado por altos mandos y empleados.
Kotter (1997) concluye que hay dos aspectos fundamentales que deben existir
en las organizaciones para lograr superar los problemas o errores antes
esbozados y realizar cambios con éxito. Uno de ellos es la capacidad de
liderazgo. El liderazgo, como hemos mencionado, promueve el cambio y logra
que las personas se adquieran al mismo. Definiremos el liderazgo siguiendo a
Robbins (2004), “como la capacidad de influir en un grupo para que este
consiga sus metas”. Agregaremos además que el líder tiene la capacidad de
establecer la visión hacia la cual la empresa se debe orientar. En esta línea, es
más probable que se de un cambio y este resulte exitoso si los líderes que lo
introducen tienen grandes expectativas de lograrlo. Sin embargo, los cambios
no siempre son implementados por líderes sino por personas en posiciones
jerárquicas claves. De hecho es basta la literatura que habla sobre las
características de los líderes y las formas de desarrollar estas habilidades3.
Oaklnad (2007) también resalta el papel del liderazgo en su documento
Sucessful Change Management donde asigna al mismo el papel de establecer
la dirección, inspirar el cambio y asegurar que los mismos se implementen.
Asimismo, este autor señala que los líderes permiten desarrollar competencias
críticas que facilitan la implementación de estrategias y el crear capacidad de
cambio. Finalmente resalta el papel de los líderes en la tarea de comunicar y
en el aprendizaje, del cual hablaremos a continuación.
3
De hecho, existe una controversia sobre si los líderes nacen o se hacen. La teoría del
aprendizaje de la cual hablaremos mas adelante se fundamenta en el hecho que se puede
aprender a ser líder. Existen diversos instrumentos que han intentado medir las capacidades
gerenciales, entre las que se encuentra el liderazgo, pPor ejemplo, el Test de Myers-Briggs es
un instrumento popular para clasificar a los ejecutivos o gerentes dentro de diferentes tipos de
personalidad.
perpetuo permite, entre otras cosas, crear líderes, crear mejores
administradores y enfrentar los cambios y las nuevas realidades con más
facilidad. Es justamente en estas conclusiones donde resalta las coincidencias
con lo planteado por Senge (2000). Este autor le atribuye al liderazgo y
sobretodo al aprendizaje un valor incalculable a la hora de gestionar los
cambios dentro de las organizaciones.
Entonces, entre otras opciones, una de las más importantes para lograr éxito
en el proceso de cambio es la práctica del aprendizaje organizacional, que
desarrolla actividades tangibles como nuevas ideas de gobierno, innovaciones
en infraestructura y nuevos métodos gerenciales y herramientas para cambiar
la manera como la gente realiza su trabajo. En realidad, todas las
organizaciones aprenden, en el sentido que se adaptan a medida que el mundo
cambia a su alrededor, pero algunas son más rápidas y eficientes, y otras, al no
tratar de entender el entorno y/o negarlo, simplemente limitan su aprendizaje a
la que es necesario para sobrevivir; esto no es suficiente.
Una vez que han surgido las ideas de cambios, es necesario conocer cuáles
son las limitantes que enfrentan dichos cambios, algo así como reconocer los
errores que señaló Kotter u otras dificultades a fin de no caer en ellas y poder
completar el cambio con éxito. En esta línea, Senge (2000) plantea que para
lograr un cambio profundo es necesario que existan invertir en iniciativas de
cambio. Reconociendo que los cambios requieren un gran esfuerzo para
empezar es necesario contar la menos con un grupo de personas que este
comprometido con el cambio. Estas personas deben primero superar la primera
barrera que implica que toquen temas que normalmente “no se discuten” por
que “así son” o “así lo hacemos aquí”. De esta manera, ellas mismas así como
las personas con las que interactúan empiezan a desarrollar capacidades de
aprendizaje como son el escuchar a los demás, entender el punto de vista de
otros y aceptar que hay personas que ven las cosas desde un punto de vista
diferente al nuestro. Esto mas allá de ser una ganancia para la empresa es una
ganancia para la persona, lo que lo impulsa a comprometerse con el cambio.
♦ Ud, ¿cuáles son los cambios más importantes que ha sufrido en los
últimos años?
♦ En su industria, ¿cuáles son los cambios más importantes que han tenido
lugar?
♦ ¿Qué tipos de cambios ha sufrido su organización?
♦ ¿Qué opina de la importancia del liderazgo para logra cambios eficaces?
♦ ¿Considera que es posible desarrollar organizaciones que aprenden?
¿Cómo sucedería esto en la empresa donde trabaja?
V. Bibliografía
Craine, Kevin (2007). Managing the cycle of change. The information manager
Journal. September Octiber 2007.
Senge, Peter, Art Kleiner, Charlotte Roberts, Richard Ross, George Roth y
Bryan Smith (2000). La danza del cambio: Los retos de sostener el impulse en
las organizaciones abiertas al cambio. Editorial Norma.