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Tema.
CORROSION EN SUELO.
El presente trabajo tiene como finalidad ampliar los conocimientos teóricos que se imparten
en la cátedra, mediante la investigación bibliográfica de este tema.
Se pretende con ello enfocar varios puntos de vistas sobre un tema que es suma importancia
dentro de la carrera de mantenimiento, en vista de los efectos indeseables que la corrosión
deja en equipos, maquinarias y estructuras.
Se plantearán las posibles soluciones a este fenómeno natural de los materiales como lo son
entre otros y muy principalmente la protección catódica, en sus diferentes versiones.
El trabajo consta de un desarrollo el cual como fue indicado ha sido redactado mediante la
investigación en textos en la web y utilizando material impartido en las clases de corrosión
MARCO TEORICO.
Por necesidades mecánicas, económicas y de seguridad, la industria tiene que apoyar sobre él
y enterrar numerosas y muy variadas estructuras de acero, las cuales se ven sometidas a un
proceso de corrosión que en algunos casos puede ser complicado.
Para tener un buen control de la corrosión de estas estructuras se han de combinar los dos
tipos de protección a nuestro alcance: un buen recubrimiento pasivo, complementado por un
sistema de protección catódica adecuado. Confiar la protección anticorrosiva de una
estructura enterrada solamente a la protección catódica, puede hacerse, pero será siempre
antieconómico si la estructura no es de dimensiones pequeñas.
Los suelos artificiales, esto es los formados por escorias y basuras, elementos en putrefacción y
residuos humanos e industriales también son agresivos.
Se entiende por corrosión la interacción de un metal con el medio que lo rodea, produciendo
el consiguiente deterioro en sus propiedades tanto físicas como químicas. Las características
fundamental de este fenómeno, es que sólo ocurre en presencia de un electrólito,
ocasionando regiones plenamente identificadas, llamadas estas anódicas y catódicas: una
reacción de oxidación es una reacción anódica, en la cual los electrones son liberados
dirigiéndose a otras regiones catódicas. En la región anódica se producirá la disolución del
metal (corrosión) y, consecuentemente en la región catódica la inmunidad del metal.
Los enlaces metálicos tienden a convertirse en enlaces iónicos, los favorece que el material
puede en cierto momento transferir y recibir electrones, creando zonas catódicas y zonas
anódicas en su estructura. La velocidad a que un material se corroe es lenta y continua todo
dependiendo del ambiente donde se encuentre, a medida que pasa el tiempo se va creando
una capa fina de material en la superficie, que van formándose inicialmente como manchas
hasta que llegan a aparecer imperfecciones en la superficie del metal.
La protección catódica es un método electroquímico cada vez más utilizado hoy en día, el cual
aprovecha el mismo principio electroquímico de la corrosión, transportando un gran cátodo a
una estructura metálica, ya sea que se encuentre enterrada o sumergida. Para este fin será
necesario la utilización de fuentes de energía externa mediante el empleo de ánodos
galvánicos, que difunden la corriente suministrada por un transformador-rectificador de
corriente.
A está protección se debe agregar la ofrecida por los revestimientos, como por ejemplo las
pinturas, casi la totalidad de los revestimientos utilizados en instalaciones enterradas, aéreas o
sumergidas, son pinturas industriales de origen orgánico, pues el diseño mediante ánodo
galvánico requiere del cálculo de algunos parámetros, que son importantes para proteger
estos materiales, como son: la corriente eléctrica de protección necesaria, la resistividad
eléctrica del medio electrólito, la densidad de corriente, el número de ánodos y la resistencia
eléctrica que finalmente ejercen influencia en los resultados.
Tipos de Corrosión
Se clasifican de acuerdo a la apariencia del metal corroído, dentro de las más comunes están:
La velocidad de corrosión está ligada a la resistividad del terreno de la forma que se señala en
el cuadro.
Por ejemplo, en lo que se refiere a un suelo arcilloso, con un 5% de humedad, dicho suelo
puede presentar una resistividad de 10 000 ohm-m, en cambio, con un 20% de humedad, la
resistividad disminuye hasta 100 ohm-m.
En cambio, la temperatura no ejerce una influencia tan marcada, a menos que supere el punto
de congelación, después de lo cual hay un aumento significativo de la resistividad.
En lo que se refiere a la acidez, los suelos muy ácidos (pH <5.5) pueden motivar una rápida
corrosión del metal desnudo, y la agresividad del suelo aumenta con el incremento de la acidez
(disminución del pH), pero estos valores de pH no son normales. La mayor parte de los suelos
tienen pH comprendidos entre 5.0 y 8.0, en cuyo caso la corrosión depende de otros factores.
En suelos alcalinos parece existir una cierta correlación entre conductividad y agresividad.
CUADRO 24. Grado de agresividad del suelo por bacterias sulfato-reductoras en función del
potencial rédox.
En cualquier electrolito que se pueda pensar que sea homogéneo existen frecuentemente
diferencias en la concentración de aire disuelto. Esta es una causa de corrosión puesta en
evidencia por Evans (llamada aireación diferencial o efecto Evans). Si una tubería metálica se
encuentra en un terreno donde exista una concentración diferente de oxígeno, la parte menos
oxigenada será la zona anódica y por tanto será la que sufrirá los efectos de la corrosión.
Este fenómeno se verá agravado si la tubería, a partir de una cierta longitud, atraviesa terrenos
de naturaleza diferente, ya que puede ser muy distinta la permeabilidad al aire en cada uno de
sus componentes y por tanto mayores sus diferencias en la concentración de oxígeno.
CORROSIÓN GALVÁNICA.
Este tipo de corrosión tiene lugar cuando se ponen en contacto dos metales diferentes. A
veces ocurre que de un conducto principal de acero se sacan conductos derivados en cobre o
acero galvanizado; en el primer caso se atacara el acero y en el segundo se disolverá el Zn (del
galvanizado) (Figura (a) y (b))
CORRIENTES VAGABUNDAS
La corriente eléctrica busca siempre recorridos de menor resistencia y por esta razón sigue con
facilidad las canalizaciones metálicas enterradas y en particular las envolturas metálicas de los
cables eléctricos y telefónicos.
La corrosión se produce siempre en los lugares en donde la corriente sale de la estructura que
ha recorrido, provocando una disolución anódica tanto más peligrosa cuanto más localizada
esté.
Mecanismo de corrosión de una tubería por efecto de las corrientes vagabundas que
provienen de un sistema de tracción eléctrica.
Determinación de la resistividad por el método de los cuatro electrodos.
Medición de la resistividad del suelo por el método de Wenner o de los cuatro electrodos. La
distancia (b) o sea la profundidad a la que está enterrada el electrodo (barra de cobre o acero)
debe ser pequeña comparada con la distancia (a) entre los electrodos.
2) Deben realizarse medidas donde exista un cambio visible en las características del suelo.
3) Dos lecturas sucesivas no deben diferir por más de 2:1. Cuando una lectura difiere de la
precedente por mayor cantidad que la relación anterior, es necesario volver atrás y rehacer la
lectura; esto debe repetirse hasta que se cumpla con la condición.
4) Como una excepción a la regla anterior, no será necesario tomar 2 lecturas a distancias
menores de 25 pies.
5) Como otra excepción a la regla, ésta no debe aplicarse cuando el valor más bajo de las dos
lecturas es mayor que 20 000 W-cm.
Para este tipo de investigaciones deben efectuarse mediciones de la resistividad del suelo a la
profundidad a la cual va a estar enterrada la tubería. El método de los cuatro electrodos debe
emplearse con un espaciado entre varillas de aproximadamente una vez y media la
profundidad de la tubería. Muy a menudo, se escoge un espaciado de 5 pies 2 pulgadas y
media para este propósito (lo cual supone que el producto 2pa es igual a 1000).
Los resultados obtenidos por este procedimiento se grafican en un diagrama que represente la
longitud de la línea (figura). La escala de resistividad es logarítmica, ya que es más importante
la relación de resistividades que sus diferencias. A partir de estos diagramas se pueden
localizar fácilmente los "puntos calientes" o sea las áreas de mayor corrosividad del suelo.
Material de la estructura;
Especificaciones y propiedades del revestimiento protector (si existe);
Características de construcción y dimensiones geométricas;
Mapas, planos de localización, diseño y detalles de construcción;
Localización y características de otras estructuras metálicas, enterradas o
sumergidas en las proximidades;
Información referente a los sistemas de protección catódica, los característicos
sistemas de operación, aplicados en las estructuras aledañas;
Análisis de condiciones de operación de líneas de transmisión eléctrica en alta
tensión, que se mantengan en paralelo o se crucen con las estructuras enterradas
y puedan causar inducción de la corriente;
Información sobre todas las fuentes de corriente continua, en las proximidades y
pueden originar corrosión;
Sondeo de las fuentes de corriente alterna de baja y media tensión, que podrían
alimentar rectificadores de corriente o condiciones mínimas para la utilización de
fuentes alternas de energía;
Respecto al medio
Esquema del montaje de un sistema de protección catódica de una tubería enterrada con
un ánodo de sacrificio.
Cuando los ánodos están en contacto directo con el suelo, se recubren con frecuencia de una
capa muy resistente. Esta capa ocasiona un aumento sensible de la resistencia de los ánodos
con tendencia a pasivarlos, hasta el punto de hacerlos inoperantes. Para remediar la influencia
desfavorable de estos factores sobre el proceso de disolución de los ánodos de sacrificio, se
coloca a su alrededor un medio químico artificial. Este medio químico, que podemos llamar
"activador" (véase la figura 44), es más conocido en la terminología de la ingeniería de la
corrosión por la palabra inglesa "backfill", y debe ejercer tres funciones principales:
2) Estabilizar el potencial del ánodo, evitar la polarización y asegurar una fuente segura
de corriente.
El empleo de la mezcla formada por arcilla y yeso para los ánodos de Zn permite obtener un
rendimiento elevado. En la práctica, las mezclas de yeso y arcilla se realizan en las siguientes
proporciones:
Arcilla 50 %- yeso 50 %
Tal como se ha indicado en la figura 45, para que el reparto de corriente sea bueno los ánodos
deben estar lo más lejos posible del conducto; se recomienda una distancia mínima de 50
metros.