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El derecho notarial es una de las tantas ramas del derecho que participan en la
realización de los valores jurídicos como la justicia, seguridad jurídica, paz social,
entre otros. Esto no significa que cada rama de derecho tenga a su vez fines
particulares, por ejemplo la función notarial tiene fines específicos como: La seguridad
al asignar la certeza al documento notarial; la permanencia al utilizar los procedimiento
adecuados para que el documento sea indeleble; y el valor como el grado de eficacia
para producir efectos jurídicos fundamentales.
La actividad del notario inicia desde el momento en que la persona que requiere los
servicios notariales entra en contacto con el Fedatario; en infinidad de ocasiones esa
persona narra a su manera que quiere realizar un acto jurídico, sin precisar qué clase
de acto desea notarizar; es el notario, quien con la calidad de asesor, va moldeando
paso a paso la voluntad que se le está expresando, para, finalmente encuadrarla en
alguna de las figuras preexistentes en el mundo jurídico.
Para llegar a determinar la clase de acto que debe ejecutarse, el notario cuenta con
conocimientos amplios definidos y concretos que necesita encontrarles coincidencia
con lo expresado por quien ha acudido a su despacho, examina los elementos de
existencia del acto y examina los elementos de validez del mismo, para a continuación
crear un instrumento que sea eficaz y surta los efectos deseados por el consultante.
Bernardo Perez Fernandez del casitllo citado por Isidro Muños Rivera señala que esta
libre y excento de todo peligro, daño o riesgo, aquel que esta segurp
Es preciso que las normas notariales estén debidamente promulgadas. Que sean
conocidas como condición inicial para ser cumplida; que sus contenidos sean
comprensibles, sin ambigüedades que provoquen confusiones para el notario, al
momento de aplicarlas; que ante el incumplimiento exista una respuesta
sancionadora. Las normas jurídicas notariales incompletas o con vacíos, impediría
soluciones con arreglos conforme a derecho; que el derecho notarial a través de sus
normas jurídicas faciliten la seguridad a sus destinatarios, al posibilitar la previa
calculabilidad de los efectos jurídicos de sus actos celebrados ante notario; y que el
derecho notarial sea estable como condición para generar confianza. Las reformas
frecuentes a su marco jurídico, propician confusión a los sujetos que participan del
acto notarial, incluyendo al notario.
Bien pues se ha señalado las condiciones jurídicas para lograr la seguridad, pero esto
no resulta suficiente pues se requiere las contribuciones del agente principal en el
notariado, razón por la que podemos señalar algunos aportes de la función notarial:
1. La seguridad de certeza del orden. Con ello se requiere que los destinatarios de
las normas conozcan adecuadamente el contenido de éstas, para orientar su conducta
y se requiere, también, que los delincuentes no hagan impunemente de las suyas, ya
sea porque el poder público es débil, ó, peor, es negligente y no logra imponer más la
aplicación. Seguridad y eficiencia terminan siendo lo mismo.
Esto no solo debe hacer referencia a las partes que acuden al notario para celebrar
determinado acto jurídico ante el notario, sino implica también a este último, figura
importante del derecho notarial. Cuando se plantea la posible responsabilidad del
notario, por ejemplo por su intervención en delitos económicos de terceros por
ejemplo, según SILVA SÁNCHEZ, se debe partir de las siguientes consideraciones:
La primera, que el notario, que es un profesional libre del Derecho, desempeña así
mismo funciones públicas. Y la segunda, que el Derecho notarial, en la medida en que
establece cuál es el estándar de actuación que corresponde a la profesión de notario,
describe el espacio de irrelevancia jurídico-penal de cualquier intervención
favorecedora de este con respecto a hechos delictivos de terceros.
Por tanto, el estándar profesional del notario, que define el espacio de lo que sería
una participación “neutral” de este en hechos delictivos de terceros, se integra por tres
deberes fundamentales: a) el deber de rechazo o de negación de la autorización de
documentos con contenido antijurídico (ya en sí mismo, ya por el contexto), que es, a
la vez, deber de autorizar documentos que no muestren tal contenido; b) el deber de
asesoramiento; y c) el deber de veracidad en cuanto a los extremos del documento a
los que alcanza la fe pública.
Marcial Rubio Correa, expresa que la seguridad jurídica consiste, en esencia, en que
el Derecho será cumplido y, por consiguiente, que las conductas de las personas, pero
principalmente del Estado, sus órganos y organismos, serán predecibles. Lo esencial
de la seguridad jurídica es poder predecir la conducta de las personas y del poder a
partir de lo que manda el Derecho. Puede ser que las personas discrepen con esas
conductas, pero cuando tienen seguridad jurídica saben cuáles son las que
predetermina el Derecho. Esto permite organizar la propia vida y sus situaciones de
manera jurídicamente correcta.
Es justamente ante esta necesidad de tener seguridad jurídica que una de las
funciones notariales debe ser la función preventiva y cautelar.
1
Fundamento número 4 de la sentencia de fecha 15 de Mayo de 2003, página 244144 del diario oficial El
Peruano.
Si la seguridad es lo contrario del riesgo, de la incertidumbre, podemos entender que
hay dos grandes grupos de instrumentos para combatir el riesgo: los instrumentos que
lo compensan económicamente y los instrumentos que lo evitan, por ello para
satisfacer esta exigencia de seguridad en el mundo se dan fundamentalmente dos
distintas respuestas o soluciones.
Una, la seguridad preventiva, que supone establecer unos formalismos que garantizan
la validez y eficacia de los contratos; son mecanismos técnicos y jurídicos destinados
a promover la seguridad en las relaciones jurídicas antes de que éstas hayan entrado
en conflicto y, precisamente, como intento de evitar que el conflicto se produzca. Son
los mecanismos de 'seguridad jurídica preventiva', entre los cuales se encuentra el
notariado, propio de la cultura jurídica de los países del sistema del civil law. A este
sistema de seguridad jurídica preventiva responde la existencia misma del notariado,
basado en la tradición jurídica del sistema latino-germánico, en el que a través de una
función delegada del Estado el notario ejerce un formalismo hecho de verificaciones
y controles previos, cuyo objetivo consiste en garantizar un contrato seguro y
equilibrado que permita evitar contenciosos.
Entonces la función notarial es una función pública ejercida por un profesional privado
inspirada en principios notariales que la configuran, que tiene como fin, garantizar la
seguridad preventiva o cautelar en las relaciones de Derecho privado; regulada por
un conjunto de normas, de carácter aplicativo, destinadas para su aplicación a
individuos autorizados y supervisados por el Estado, denominados notarios, sujetos a
responsabilidad legal, que en conjunto integran la institución del notariado, y, que,
además de las funciones públicas que les son inherentes, prestan relevantes tareas
de asesoramiento y conformación de los actos jurídicos en que intervienen, todo lo
cual se objetiviza o plasma en un documento público denominado instrumento notarial.
En principio, todo asunto que tenga como propósito garantir la seguridad cautelar, es
inherente a la función notarial. La seguridad jurídica cautelar que genera la actividad
notarial se reparte a todas las instituciones del sistema jurídica, es reconocida y
empleada en por estas, pues la laboral del notario es justamente eso otorgar la
seguridad jurídica correspondiente al acto en concreto, evitar y coadyuvar a su vez así
a la no realización o solución posterior de los conflictos que pudiese presentarse de
las relaciones jurídicas privadas.
Podemos decir, que el ámbito natural de actuación de un notario es el de todos
aquellos actos entre particulares, de carácter no contencioso, pero que por su
relevancia requieren la intervención de un control de legalidad cautelar, es decir, lo
que podemos llamar jurisdicción cautelar. Dentro de estos asuntos, tendríamos que
distinguir, los que tienen que ver con la condición de las personas y los que tienen un
contenido de carácter preponderantemente patrimonial.
3. CONCLUSIONES
La función social que el notario desarrolla es clave para el desarrollo económico
del país puesto que con su intervención reviste a los actos jurídicos que la gente
celebra, de confianza y seguridad.
El notario responde a necesidades económicas, políticas y jurídicas que
surgen de la sociedad misma en su proceso de integración, para dar seguridad
y certeza jurídica a los negocios
La función el notario ejerce permite estar más cerca de la gente y así conocer
su realidad social y por ende sus necesidades y costumbres, previniendo
conflictos y litigios en el futuro, todo ello como parte de la seguridad jurídica que
garantiza como fedatario.
La función preventiva permite que el notario se adelante al conflicto y en lo
posible evitar que este suceda, es decir prevenir posibles controversias que
puedan surgir en el futuro.
Es importante que, en su labor preventiva que el notario realiza, este bien
actualizado, puesto que de lo contrario podría cometer actos de imprudencia y
por ende perjudicar las relaciones jurídicas.
el notario, en el ejercicio de su función preventiva cumple la labor de mediador
o conciliador ya que a diferencia de los jueces quienes deben resolver los
conflictos en base a normas rígidas, el notario puede incorporar métodos
flexibles para llegar a una solución justa del conflicto.
Bibliografía
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TAMBINI AVILA, Mónica. Manual de Derecho Notarial.Ed. Nomos y Thesis
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