UNIVERSIDAD TÉCNICA DE AMBATO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

CARRERA DE PSICOLOGÍA CLÍNICA
Estudiante: Melanie Moya
Fecha: 13/11/17
ENSAYO: TRASTORNO BIPOLAR

La vida cotidiana actual, sumada al sin número de estresores como el entorno

físico, el propio cuerpo, estresores mentales y sociales que se presentan a todas
horas del día puede provocar que la mayoría de personas experimenten cambios
en su estado de ánimo y es normal sentir tristeza, alegría, enojo; son emociones
básicas del ser humano que pueden presentarse con mayor intensidad de
acuerdo a la situación por la que esté atravesando el individuo, mucho más
intensa si hablamos de adolescentes, que se considera es una de las etapas de
desarrollo psicosexual y emocional más inestable debido a la culminación de la
infancia e inicio de la edad adulta. En el trastorno bipolar en adolescentes, sin
embargo, estos cambios de humor son demasiado exagerados llegando a
tornarse incluso fuera de lugar en relación con la situación por la que esté
atravesando el individuo, pudiendo verse afectadas las áreas laboral, social y
familiar de la persona.
El Trastorno Bipolar se conocía antes como psicosis maniaco- depresivo, según
el DSM V, consiste en cambios del estado de ánimo que varían de dos polos
opuestos, presentando episodios de depresión y manía o hipomanía con
periodos de normalidad entre un episodio y otro aunque esto va a variar de
acuerdo a cada persona.
La edad en la cual se presenta este trastorno comienza entre los 20 y 30 años,
en la mayoría de casos se da inicio con un episodio depresivo con mayor
prevalencia en las mujeres en comparación con los hombres y con una
variabilidad en cuanto a la intensidad y gravedad de acuerdo a cada persona;
éstos episodios pueden tener una duración de días a meses o inclusive años.
El trastorno bipolar se caracteriza por la presencia de uno o más de estos
episodios notándose fuertes cambios en la energía, cognición y estado de ánimo.
Se desconoce a ciencia cierta el origen de esta patología pero se le atribuye a
factores genéticos, aunque las investigaciones no hayan aun encontrado una
mutación genética patogénica. Otros estudios revelan que los mecanismos de
acción de drogas psicotrópicas pudieran ser un factor desencadenante de esta
enfermedad, puesto que actúan sobre los neurotransmisores serotonina,
noradrenalina y dopamina que son los principales implicados en el desarrollo de
esta patología. Pero sin lugar a duda uno de los factores más tomados en cuenta
son los exógenos ya que el contexto de la persona, su historia y estilo de vida
serán aspectos determinantes de una patología.
El trastorno Bipolar, es una patología que necesita de vital atención así como
también abordaje farmacológico, Psicoterapia individual, Terapia Cognitivo
Conductual y Psicoeducación familiar ya que el fuerte impacto que tiene sobre la
vida del individuo en realidad es un retroceso o incluso un paralizador de las
habilidades para ser funcional en las actividades diarias de vida, pues causa
extrema irregularidad en el comportamiento de la persona lo cual puede
desembocar en problemas familiares, laborales, académicos y sociales.
Una persona que padezca un trastorno bipolar tiene grandes retos día a día,
pues se enfrenta a muchas situaciones duras de la vida, pero aquí hay que tomar
en cuenta que el individuo no es el único afectado, sino también su familia y su
entorno en general, ya que el paciente debe tener muchos cuidados; he aquí la
importancia de recibir psicoeducación familiar, para que el entorno de la persona
pueda comprender la gravedad de esta patología y la mejor forma de afrontarla,
así como también puedan conocer acerca del rol que los familiares deben asumir
en la vida del individuo ya que es de vital importancia que se pueda cumplir el
plan terapéutico asignado por el profesional de la salud.
Para finalizar, es importante que tanto la persona que padece el trastorno como
su familia puedan conocer acerca de las formas de tratamiento más eficaces,
con el objetivo de poder disminuir la aparición de posibles episodios nuevos, ya
que una vez que se da la primera aparición de la enfermedad la persona corre el
riesgo de tener recaídas.