Sei sulla pagina 1di 7

Berardi, Ma.

Luján
Comisión: Paula Croci

Literatura de protesta y paradoja: Rodolfo Walsh y Dalton Trumbo

Entre Operación masacre de Rodolfo Walsh y Johnny empuñó su fusil de Dalton

Trumbo hay un cruce que muestra el recurso de la forma estéticamente narrativizada y

su uso para generar una explícita literatura de protesta contra un orden estatal que

implementa la violencia y la muerte con el afán de mantener su poderío (los Aparatos

Ideológicos del Estado). Cabe destacar en este sentido que, si bien disímiles en su

estructura interna, ambas obras plantean una mostración de la verdad y una búsqueda de

enfrentamiento hacia esa realidad indeseable y de crítica hacia lo que la misma es capaz

de generar en el sujeto y el pueblo.

A través de esto se puede afirmar que es esa cultura estatal represiva (del Aparato de

Estado) la que genera la politización de lo estético, del arte. La non-fiction de Walsh y

la novela de Trumbo son claros ejemplos de la búsqueda de una técnica estética especial

en la literatura que logre llevar el mensaje político, la protesta y crítica a aquellos

dispuestos a ver la verdad que se les quiere mostrar.

En Operación masacre hay una visible estrategia de denuncia, una utilización de la

escritura como confrontación con la ley. Está la imposibilidad del autor de callarse y la

obligación, por ende, de escribir, de protestar y denunciar, aunque no se quiera. El

mismo Walsh dice que “la violencia me ha salpicado las paredes, en las ventanas hay

agujeros de balas, he visto un coche agujereado y adentro a un hombre con los sesos al

aire” (Walsh, 2016:18), y es probablemente ese ver la realidad de cerca lo que obliga a

un periodista y escritor a denunciar y utilizar su escritura como modo revolucionario, el

ver el “agujero en la mejilla, el agujero más grande en la garganta [de bala], la boca

pág. 1
Berardi, Ma. Luján
Comisión: Paula Croci

quebrada y los ojos opacos donde se ha quedado flotando una sombra de muerte”

(2016:19), en el cuerpo del denunciante Livraga lo que hace que no pueda callarse.

Pero además de la necesidad de contar, de protestar, está, tangencialmente, la

necesidad de que la sociedad vea (lo mismo que sucede en Trumbo), que sepa la verdad.

Walsh duda en un momento de esto: “Entonces me pregunté si valía la pena (…). Si la

sociedad en que uno vive necesita realmente enterarse de cosas como éstas” (2016:222).

Aun dudando, la protesta literaria que realizan ambos escritores tiene ese fin, el de que

la gente conozca el horror de la realidad y proteste como lo hacen ellos, que su crítica se

haga masiva. En esta acción de mostrar, la literatura se pone al servicio de la revolución,

en el sentido de buscar el cambio en cuanto al orden político de las cosas. Así, la obra

de máxima protesta de Walsh es, sin duda, revolucionaria.

Pero hay una paradoja en su escritura. La búsqueda de la verdad podría implicar la

subordinación del aparato formal a ésta, al testimonio y al documento. Si bien en la

tercera parte de “Las evidencias” esto sucede, no resulta ser del todo así. Entonces, en

una obra donde la intención principal implicaría, normalmente, la pérdida del placer

literario y la primacía de la objetividad, Walsh no desecha la estetización, la

subjetividad (en oposición a la objetividad que suele buscar la escritura histórica y

periodística). Hay en él y en Operación masacre un devenir literario y estilístico de la

protesta. Se mezclan en el texto los testimonios y las citas de fojas jurídicas con el

narrador omnisciente típico de la novela que nos cuenta la interioridad de los

personajes. Las víctimas de la masacre son presentadas en “Las personas” con

características novelescas, por ejemplo “Nicolás Carranza no era un hombre feliz”

(2016:29); “No sospecha (…) que esas cualidades le ayudarán horas más tarde a salir

del trance más amargo de su vida” (2016:40). En estos momentos del texto se ve cómo

pág. 2
Berardi, Ma. Luján
Comisión: Paula Croci

se aleja de la mera crónica periodística que por momentos domina el libro, desviándose

de la objetividad y de la inmediatez de la escritura al realizar saltos temporales como el

mostrado.

Esto es un claro romper de Walsh con los códigos de escritura del momento. Inaugura

de esta manera la non-fiction, generando un cambio en las formas literarias canónicas,

lo cual puede relacionarse con la visión vanguardista de crear la revolución artística

cambiando las formas preestablecidas y, sólo después de esto, intentar cambiar el

mundo. No se puede luchar, protestar, con las formas anteriores. Y la paradoja se

vislumbra en el planteo de Walsh: “Yo creo que la denuncia traducida al arte de la

novela se vuelve inofensiva, es decir, se sacraliza como arte” (Lafforgue, 2000:13).

Operación masacre no es novela, pero es arte literario. Es literatura de protesta. Y esto

no puede negarse, ya que la ficción aparece en la obra, sobre todo en las dos primeras

partes.

Horacio di Chiano no se mueve. Está tendido de boca, los brazos flexionados a los
flancos, las manos apoyadas en el suelo a la altura de los hombros (…). Su cuerpo
es territorio del miedo que le penetra hasta los huesos: todos los tejidos saturados
de miedo, en cada célula la gota pesada del miedo. No moverse. En estas dos
palabras se condensa cuanta sabiduría puede atesorar la humanidad. No existe fuera
de ese instinto ancestral (2016:95).

En este pasaje se ve cómo hechos verídicos y testimoniales como el “fusilamiento” se

ficcionalizan a través del narrador que agrega a la documentación “datos de color”, el

exceso de Walsh que nada aportaría a una mera crónica. La apropiación de técnicas de

la novela para crear una literatura nueva y de protesta, es la posibilidad de revolucionar

con nuevas formas1. Esas nuevas formas se relacionan con la nueva forma literaria con

1
“Tras la ilusión de ganar una guerra que, aun si mataran al último guerrillero no haría más que empezar
bajo nuevas formas, porque las causas que hacen más de veinte años mueven la resistencia del pueblo
argentino no estarán desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación

pág. 3
Berardi, Ma. Luján
Comisión: Paula Croci

la que Walsh protesta contra el Estado. Pareciera haber en la paradoja de no querer ser

arte y de serlo la necesidad de estilizar la denuncia social como “medio para un fin”:

usar la estrategia narrativa para mostrar, masivamente, la realidad que debe cambiarse.

En este sentido, Dalto Trumbo es un elector de la forma estetizada de la literatura,

eligiendo la novela, para propagar, también, su mensaje de protesta antibelicista. Hay en

él la misma necesidad de usar la literatura como medio de protesta ante un sistema al

que hay que combatir. La forma de lucha del escritor es, como en Walsh, mostrar el

horror más crudo, pero él lo hace enteramente desde la ficción.

Trumbo aprovecha el punto de vista de su personaje, Johnny, su psicología, sus

elucubraciones mentales, para apelar al reconocimiento y la crítica de esos Aparatos. El

deseo de los escritores de mostrar ese horror se da acá en el personaje, que cree su

deber, como el de Trumbo y Walsh, el de exponer el mal que hay que extinguir y

denunciar: “Sería un espectáculo educativo. Con él la gente no aprendería mucho sobre

anatomía pero aprendería todo cuanto había que saber sobre la guerra” (Trumbo,

2015:244), dice Johnny sobre su deseo de ser mostrado en su estado de mutilado a la

gente. No basta el conocimiento que puede brindar el periódico sobre la guerra, a la

guerra hay que mostrarla crudamente, tal cual es, la que sucede en el cuerpo de quien es

arrastrado a ella:

Se exhibiría para enseñarle a todos los niños lo que podría ocurrirles (…). Y
llevaría un cartel encima un cartel que diría aquí tenéis la guerra y concentraría
toda la guerra en aquel pequeño trozo de carne y huesos y pelo que nunca podrían
olvidar mientras sirviesen (2015:245)

de las atrocidades cometidas” (2016:236). Recuerdo y conocimiento que Operación masacre


conseguirán.

pág. 4
Berardi, Ma. Luján
Comisión: Paula Croci

Aparece la idea revolucionaria de que el pasado cruel no debe olvidarse, sino que tiene

que ser traído al presente con el fin de que la sociedad vea la protesta al sistema y

devenga en protestante ella misma. La idea de Johnny de ser exhibido en una urna de

cristal, cual exposición de museo donde el pasado aparece en el presente, demuestra esa

necesidad. Johnny busca lo que Walsh y Trumbo mediante la escritura: protestar y

mostrar lo que el Estado no quiere que se conozca, lo que no quiere que se recuerde:

“En un solo momento terrible lo comprendió todo. Ellos solo querían olvidarle”

(2015:256).

La intención que subyace a las ansias de mostrarse en el personaje tiene que ver,

también, con mostrar el futuro (aparece, así, la mezcla temporal y no un tiempo

cronológico de la historia), el personaje dice

Él era el futuro él era la imagen perfecta del futuro y ellos temían que alguien
pudiera ver cómo era el futuro. Ya estaban mirando hacia delante se estaban
imaginando el futuro y en alguna parte del futuro veían guerra. Para hacer esa
guerra necesitaban hombres y si los hombres veían el futuro no lucharían
(2015:261).

Y en esa lucha contra los Aparatos Ideológicos de Estado tan marcada en estas últimas

líneas nos recuerda que “nosotros nosotros nosotros somos el mundo nosotros somos los

que lo hacen girar” (2015:261). Los Aparatos son los utilizados para preservar el orden

de cosas, la dominación, y esto se ve en ambas obras analizadas. No hay duda de que el

ejército es uno de los más importantes para asegurar el sometimiento de las masas por

medio de la ideología que, como dice Althusser, recluta sujetos al interpelar individuos2.

Y contra esto hay que luchar: “Seréis vosotros sí vosotros que nos llamáis a la batalla

vosotros que nos incitáis contra nosotros mismos (…). Recordad esto. Recordad bien

2
En este sentido el ejemplo más obvio es el afiche ya clásico y conocido del Tío Sam que dice “I want
you for U.S Army”.

pág. 5
Berardi, Ma. Luján
Comisión: Paula Croci

esto vosotros los que hacéis planes para la guerra” (2015:262). Vosotros el Estado y los

AIE. Trumbo interpela a través de Johnny a seguir vivo, a no subsumir a la dominación,

a no convertirse en la paradoja que él es, la del muerto-vivo que sobrevive a la guerra,

pero despedazado y con el espíritu partido. Hay que luchar y protestar contra el Estado

represivo, contra ese “América confía en que cada hombre cumpla con su deber”

(2015:199), ese deber que impone y hace creer que corresponde la ideología que, como

las ratas del sueño que le comen la herida, no puede sacarse de encima, no puede gritar

contra ella. Trumbo sí puede. Las palabras de esa paradoja que es el muerto-vivo

recordando al lector el valor de la vida, son las palabras de un escritor que protesta y

que elige la literatura para hacerlo.

En Walsh y en Trumbo está esa defensa a la vida y la crítica a los Aparatos y al

Estado, porque “no hay nada noble en morir. Ni siquiera cuando mueres por honor”

(2015:140), menos cuando se muere por la represión, por el mantener el Estado que

beneficia al dominante, por las luchas de otros.

Walsh dice en Operación masacre que “en su barrio hay un club, en el club una

biblioteca. Acudirá allí, en busca de esa fuente milagrosa -los libros- de donde parece

fluir el poder” (2016:53). Esta es la razón de los escritores para usar la literatura como

forma de protesta, es el conocimiento que poseen del valor de los libros, de las letras.

Éstos son poderosos, como indica la cita previa, para revolucionar, para mostrar la

verdad y protestar.

pág. 6
Berardi, Ma. Luján
Comisión: Paula Croci

Bibliografía:

Althusser, Louis. Ideología y aparatos ideológicos de Estado. Buenos Aires, Nueva

Visión, 1984.

Casanova, Pascale. “La literatura como mundo” en Ignacio M., Sánchez-Prado (ed).

América Latina en la literatura mundial. Biblioteca de América, Universidad de

Pittsburgh, 2006, págs 63-87.

Lafforgue, Jorge, ed. Textos de y sobre Rodolfo Walsh. Buenos Aires-Madrid, Alianza,

2000.

Trumbo, Dalton. Jhonny empuñó su fusil. Barcelona, Navona, 2015.

Walsh, Rodolfo. Operación masacre. Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 2016.

Walsh, Rodolfo. “Carta abierta de un escritor a la junta militar” en Operación masacre.

Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 2016.

pág. 7

Potrebbero piacerti anche