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Aprendí a leer libros cuando tenía 18 o 19 años. Me refiero a leerlos de verdad. Antes de
ese momento, mi lectura se había limitado a los menús en los restaurantes y a los
resultados de los partidos de fútbol en la tele. Pero luego leí un libro y me encantó. Y
comencé a pensar que quizá esto de leer no era tan mala idea.
Alguien me regaló un pequeño libro escrito por un tío muy inteligente llamado John
Owen (muy conocido por sus botas de cuero hasta las rodillas y por usar mucho gel en
el cabello). Ese libro lo devoré. Después visité una librería cristiana local para ver si
tenían algún otro libro del mismo autor. Encontré uno llamado Vida por su muerte, así
que lo compré y lo lleve conmigo a casa.
Mi pregunta es, ¿es esto verdad con respecto a la Biblia? ¿Es la Biblia únicamente
para los profesores, lo científicos, los académicos, y los griegos? ¿Es solo para John
Owen y no para Andy Prime?¿Es solo para los predicadores y no para los miembros de
la congregación? ¿Es solo para la clase media? ¿Puede ser también para los esquemas
de mi barrio o para los barrios más bajos? ¿Es acaso muy difícil? ¿Está su comprensión
fuera del alcance de la gran mayoría, y es solo para unos pocos?
LA PALABRA DE VIDA
Escuche la Palabra de Dios en Deuteronomio 30:14 «porque muy cerca de ti está la
palabra…».
Aquí en Deuteronomio, Moisés está frente al pueblo de Dios, exhalando
profundamente después de tres sermones colosales. Sin lugar a dudas la gente estaba
sufriendo de una sobrecarga de sermones. Pero notad que Moisés termina su sermón en
un clímax que contiene cuatro negativas en Deuteronomio 30:11-14. La palabra de vida:
No es demasiado difícil.
No está fuera de alcance.
No está lejos arriba en el cielo
No está más allá del mar.
Dios está diciendo que su palabra no es muy complicada para ti. No es inaccesible,
no es impráctica, no es imposible de entender, no es solo para una elite de eruditos, y
tampoco es solo para tu pastor. No necesitas ser un súper humano para conocer a Dios y
entender su palabra. El mensaje de su palabra no está escondido para la gran mayoría,
para únicamente ser descifrado por aquellos que son muy listos y que leen cientos de
libros.
El contexto de Deuteronomio revela el hecho de que Moisés sabía que la gente iba
a fallar. De hecho, era algo que se esperaba; no porque no pudieran entender la ley de
Dios, sino porque no la obedecerían. Pero, así como la expectativa de que la gente
fallaría, el contexto también revela una promesa. Deuteronomio 30:6 dice «Y circuncidará
Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu
Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas». La respuesta que se
esperaba a la ley de Dios no era una obediencia súper humana. En cambio, se debía
vivir confiando en la promesa de Dios para el futuro. Escoger la vida era confiar en que
Dios se había acercado a través de sus promesas.
LA PALABRA DE CRISTO
Adelántate en las páginas de tu Biblia, a través de los años en la historia de salvación y
verás el cumplimiento de esa promesa en Romanos 10. Aquí vemos como el apóstol
Pablo haciendo uso del mismo vocabulario usado por Moisés para establecer un punto
similar, aunque un poco más completo. De la claridad de la Palabra de Dios, va a la
claridad de Cristo. Pablo cita Deuteronomio 30 para encapsular el evangelio. Tal y como
tener las palabras de la ley en los labios, y atesorarlas en el corazón no era únicamente
para los superhombres en Deuteronomio 30, la salvación en Romanos 10 tampoco es
para quienes muestren habilidades súper humanas.
La grandeza de la gracia de Dios se evidencia en su Palabra porque en ella podemos
ver claramente al Salvador, quien es el cumplimiento de las promesas de Dios en el
Antiguo Testamento. En Romanos 10, la cámara se enfoca con una claridad de alta
definición en Jesús. No necesitáis subir al cielo para conocer a Dios, porque Dios
mismo ha descendido en la persona de Jesucristo. Así de cercano se ha puesto nuestro
Dios. Tampoco necesitáis descender a lo profundo para ser salvos, pues porque Dios en
su Hijo fue a la tumba para resucitar, trayendo vida nuevamente con él. Así de visible se
ha hecho Dios.
Así que, a medida que nos acercamos a personas que tienen poca experiencia o deseo
por la lectura, a aquellos que no tienen experiencia o deseo por leer la Biblia, podemos
tener la total confianza de que al abrir sus páginas Dios estará cerca y Cristo será visto
con claridad. Seguramente también habrá cosas que ellos –—y nosotros— no podremos
entender completamente. La Confesión de Fe de Westminster declara que « no todas las
cosas en la Escritura son igualmente claras», es decir, algunas porciones son más
difíciles de comprender que otras. Incluso el apóstol Pedro admite esto acerca de los
escritos de Pablo, son difíciles, pero nunca imposibles de comprender, nunca fuera del
alcance de la persona.