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Nueva Antropología

ISSN: 0185-0636
nuevaantropologia@hotmail.com
Asociación Nueva Antropología A.C.
México

Vargas Cetina, Gabriela


REFLEXIONES SOBRE EL TRABAJO DE CAMPO: LA UTOPÍA INTERSUBJETIVA EN
UN MUNDO DESIGUAL
Nueva Antropología, vol. XXVIII, núm. 83, julio-diciembre, 2015, pp. 163-186
Asociación Nueva Antropología A.C.
Distrito Federal, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=15944800009

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REFLEXIONES SOBRE EL TRABAJO DE CAMPO: LA UTOPÍA
INTERSUBJETIVA EN UN MUNDO DESIGUAL

Gabriela Vargas Cetina*

Resumen: la antropología es una de las pocas disciplinas académicas, si no la única, que se basa
en una intersubjetividad utópica, siempre a la búsqueda de una relación horizontal. En este tra-
bajo reflexiono, a través de mis experiencias de investigación y escritura etnográfica, sobre los
retos y problemas de la investigación intersubjetiva horizontal y la etnografía, en el contexto de
algunos tipos de relaciones desiguales que hoy caracterizan a todo contexto cultural. Me centro en
cómo en mi trabajo de campo he encontrado que la desigualdad lingüística incide en la desigual-
dad musical. Muestro cómo estas desigualdades, a su vez, están incidiendo en la inequidad digital
en la ciudad de Mérida, Yucatán, un estado de la República mexicana en el que existen programas
para extender bienestar digital a todos los sectores de la población.
Palabras clave: etnografía, intersubjetividad, desigualdad.

Abstract: Anthropology is one of the few disciplines, if not the only one, based on a utopian ideal of
inter-subjectivity, always in search of horizontal relationships between researcher and local peo-
ple. Here I reflect, through my own ethnographic experiences, on the challenges represented by
these demands, given the contexts of actual, manifold inequality everywhere. I have found that
inequality among local languages and linguistic groups relate to inequality among types of music
and music performers. I then show how in the city of Merida, Yucatan, linguistic and musical in-
equality also relate to inequalities in musicians’ access to digital and other resources, even if the
municipal and state governments have launched a program of digital well-being expected to
bring access to the digital world to all sectors of the regional population.
Keywords: Ethnography, inter-subjectivity, inequality.

INTRODUCCIÓN una revisión de las prácticas etnográfi-


cas a nivel epistemológico, la antropo-

H
asta alrededor de 1980, a pesar logía era practicada como el estudio de
de las muchas voces que ya en la otredad. Las colecciones Reinven-
ese entonces clamaban por ting Anthropology (1972) de Dell Hy-
mes, y Anthropology and the Colonial
*Profesora investigadora titular C de tiempo Encounter, de Talal Assad (1973), así
completo en la Facultad de Ciencias Antropológi- como Orientalism (1978), de Edward
cas de la Universidad Autónoma de Yucatán. Lí- Said; La escritura y la diferencia, de
nea principal de investigación: Organizaciones y Jacques Derrida (1989, originalmente
cultura expresiva, Ciberespacio, Redes de infor-
mación, Sociabilidad en línea. Correo electrónico: de 1979); The Interpretation of Cultu-
gabrielavargas@uady.mx. res, de Clifford Geertz (1973), y Time

163
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and the Other, de Johannes Fabian el contexto actual. Nuestra autopercep-


(1983), estuvieron entre los textos ción, asimismo, pasó a ser la de alguien
principales que detonaron la discusión con posibilidades limitadas de observa-
sobre la etnografía y la antropología en ción y participación, que puede obser-
general como formas de poder colonia- var solamente una pequeña sección de
lista. Estas críticas finalmente resul­ cualquier tipo de realidad, incluyendo
tarían en la publicación y rápida la realidad de las personas que nos re-
adopción de Anthropology as Cultural ciben y aceptan ser parte de nuestro
Critique, de Marcus y Fischer (1986), aprendizaje en la investigación. De es-
Writing Culture de Clifford y Marcus cribir etnografía usando el “nosotros”
(1986) y Shamanism, Colonialism and inespecífico y vertical (“Royal we”), pa-
the Wild Man, de Michael Taussig samos a escribir siempre en primera
(1986), como guías importantes de la persona, para enfatizar nuestra posi-
práctica etnográfica en general, y Re- cionalidad y la parcialidad de nuestra
flections on Fieldwork in Morocco, de percepción.1
Paul Rabinow (1977), Ilongot Head- Siguiendo los caminos abiertos por
hunting de Renato Rosaldo (1980), estas críticas, mi forma preferida de
Body of Power, Spirit of Resistance de hacer trabajo de campo ha sido —y si-
Jean Comaroff (1985) como ejemplos gue siendo— la de unirme a un grupo
importantes de los usos de la reflexivi- de personas que se dedican a hacer al-
dad y la historia para la buena escritura guna cosa y tratar de hacer lo que ellas
etnográfica. Cientos de antropólogos y y ellos hacen lo mejor posible, durante
antropólogas en formación fuimos pro- un periodo más o menos largo: partici-
fundamente marcados por estos tex- par en eventos cotidianos, apoyar en
tos, que cambiaron para siempre diferentes tipos de actividades, unirme
nuestra forma de entender la discipli- a un equipo de trabajo, entrar al baile
na, nuestras prácticas de investigación o tocar en un grupo musical. No pienso
y formas de escribir. que me haya librado de todas las im-
La antropología vino a ser, para no- plicaciones colonialistas, pero esta ha
sotros, ya no la búsqueda de la otredad, sido mi forma de perseguir la horizon-
sino el entendimiento intersubjetivo talidad intersubjetiva, pues cada vez
con otras personas. De ver a las perso- comienzo prácticamente de cero y ten-
nas que nos reciben en el campo como go que ajustarme a los tiempos y mo-
informantes pasamos a verlas como su- dos de ser que prevalecen en el lugar
jetos participantes en nuestra conver- en el que entonces me encuentro. Re-
sación etnográfica; de verlas como pasando mi propia práctica etnográfi-
parte de universos etnográficos delimi- ca, sin embargo, me doy cuenta de que
tables pasamos a tratar de documentar
la vida local en el mundo global, y de 1
Para un conocimiento más profundo de
los debates ocurridos desde los setenta alrede-
enfocarnos en el presente etnográfico dor de la práctica etnográfica, véanse los traba-
pasamos a entenderlas como parte de jos en ese sentido incluidos en Vargas Cetina
largas historias que les llevaban hasta (coord.), 1999 y Vargas Cetina (ed.), 2011.
Reflexiones sobre el trabajo de campo: la utopía intersubjetiva en un mundo desigual 165

el estándar de una comunicación hori- horizontal con quienes me reciben,


zontal con la gente local con la que tra- pero esto solamente ha sucedido des-
bajamos es, en realidad, una utopía pués de meses y a veces años de con-
que casi nunca es posible alcanzar, tacto sostenido, cuando la amistad ha
o que cuando mucho puede alcanzarse eliminado las barreras de estatus y
en forma efímera. Esto se debe a que diferencias en expectativas, y la fuer-
habitamos, en todos los rincones de la za del afecto mutuo ha ecualizado,
tierra, un mundo desigual. Estas des- para casi todos los efectos, mi relación
igualdades necesariamente se expre- con la otra persona o con el grupo de
san en la comunicación, por más personas.
intersubjetiva que ésta sea. Muchísimas otras veces me he vis-
Frecuentemente me he encontrado to, a pesar de todos mis esfuerzos, en la
en la parte baja de la balanza, sobre parte alta de la balanza, y por tanto
todo cuando no hablo el idioma, estoy más allá de toda comunicación inter-
tratando de aprender algo que nunca subjetiva horizontal. Las estructuras
había tenido que hacer, y estoy sujeta a económicas y sociales existentes, los
la mirada vigilante de las personas siglos de colonización cultural, la crea-
que me rodean. Difícilmente llego a al- ción de mercados alrededor de la soli-
canzar toda la destreza necesaria en lo daridad, y las relaciones saber-poder
que aprendo: nunca logré convertirme frecuentemente me impiden acceder a
en bailadora oficial en un powwow2 en esa situación en la que me podría ser
Alberta ni ordeñar más que unas posible mirar el mundo desde el hom-
cuantas ovejas por hora en Cerdeña, ni bro de quien está interactuando con-
hacer hilos de lana a mano en Chiapas, migo (Geertz, 1973: 452). En esos
ni tocar música de trova como guita- casos, solamente mi imaginación para
rrista principal, ni cantar como líder la improvisación y la práctica de técni-
de la primera o la segunda voz en Yu- cas de investigación “colonialistas”
catán. Tampoco me voy a convertir, (como aprendimos a ver a la observa-
durante mi actual investigación sobre ción directa, las entrevistas estructu-
música y tecnología en Yucatán, en radas y los cuestionarios, pero que hoy
productora o ingeniera de sonido de la tengo que llamar “de emergencia”) han
música de otras personas. Han sido po- podido salvar mis proyectos del fraca-
cas las veces en las que, para mi gran so. Las demandas de nuestra vida dis-
alegría, me he encontrado en situación ciplinaria, que exigen una constante
producción académica, sistemática-
2
Un powwow es una reunión de pueblos in-
mente juegan en contra de la visión
dígenas de Norteamérica. El término deriva utópica de la comunicación intersubje-
de powwaw, que significa “líder espiritual”. Un tiva horizontal. Para justificar los fon-
powwow moderno es un tipo de evento específi- dos de investigación y docencia (la que
co donde los nativos norteamericanos se reúnen
para cantar, bailar, socializar y honrar a su cul-
también se relaciona con las activida-
tura. Generalmente hay una competición de des de investigación en nuestras uni-
danza, con significativos premios económicos. versidades) es necesario producir
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“resultados”. La pregunta de si estos tienden también a los lenguajes infor-


fueron conseguidos o no en situaciones máticos en mi investigación actual—,
óptimas de horizontalidad intersubje- que a su vez se relacionan con inequi-
tiva es irrelevante para las políticas dades en el acceso a los recursos digi­
institucionales de nuestras universi- tales y los instrumentos musicales.
dades, centros de investigación o agen- Mediante lo que he aprendido durante
cias evaluadoras, como el Consejo la investigación de campo trataré de
Nacional de Ciencia y Tecnología de la mostrar cómo la desigualdad lingüísti-
República mexicana (Conacyt) o el Pro­ ca se prolonga hacia la desigualdad
grama para el Mejoramiento del Profe- musical, y ambas se traducen y refuer-
sorado (Promep, ahora Programa para zan en forma directa y clara con la des-
el Desarrollo Profesional Docente, Pro- igualdad digital. Asimismo, por la
dep). Las relaciones desiguales que ca- existencia de esas desigualdades y de
racterizan la vida académica de la o el las demandas de mi trabajo académico,
investigador, que tiene que responder mis posibilidades de continuar en rela-
a criterios impuestos “desde arriba” o ción horizontal intersubjetiva han dis-
al menos “desde afuera”, se imponen a minuido o cesado en cuanto regreso a
nuestra visión ética de lo que la inves- casa. No soy lingüista ni pretendo en-
tigación de campo debiera ser, según la trar en los debates especializados sobre
antropología informada por la teoría las diferencias jerárquicas entre idio-
poscolonial y el posestructuralismo, mas y dialectos (véase Fishman y Gar-
además de que se imponen en términos cía, 2010) o teóricas sobre la relación
de los formatos y metas de nuestros que existe entre los lenguajes hablados
resultados. Más aún, la vida cotidiana y los escritos (véanse Baker, 2006; De-
en la academia también me reposiciona rrida, 1989).
constantemente con respecto a la gente Lo que me interesa es hacer un
de los lugares en los que he hecho tra- ejercicio reflexivo sobre mi propio tra-
bajo de campo. A mi regreso cualquier bajo de campo y las posibilidades rea-
horizontalidad que yo hubiera podido les que, como investigadora, debo
alcanzar muchas veces ha quedado generar en esa situación utópica de in-
atrás, y ahora sólo quedan fragmentos tersubjetividad igualitaria que según
del recuerdo en el contexto reestableci- la crítica desde la teoría posestructu-
do y reafirmado de las realidades de ral y la antropología interpretativa
nuestro mundo desigual. deberíamos tratar de alcanzar siem-
Sería muy difícil agotar las instan- pre. La antropología, en tanto parte de
cias de desigualdad en las que me he la academia, es también parte de lo
encontrado durante la investigación de que Althusser (1974) llamó los apara-
campo y la escritura etnográfica, e im- tos ideológicos del Estado —aunque
posible tratar aquí todas las inequida- cada vez más la universidad se con-
des existentes. Visitaré en este ar­tículo vierta en un aparato ideológico de las
solamente las inequidades lingüísticas corporaciones capitalistas transnacio-
y la desigualdad musical —que se ex- nales—, por lo cual no creo que me sea
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posible escapar de la investigación oficiales y se usan en la mayor parte de


científica o humanística como parte de las publicaciones en circulación, y son
la hegemonía cultural. Sin embargo, la las lenguas de las que yo he partido
etnografía tiene la posibilidad de lle- para comenzar mi propio trabajo de in-
varnos a conocer puntos de vista alter- vestigación. En Yucatán los distintos
nativos, incluyendo a aquellos que dialectos del maya yucateco, en Alberta
frecuentemente se encuentran fuera o diversas lenguas cree y blackfoot, en
incluso en oposición a las diferencias Cerdeña los varios idiomas sardos y en
de poder entre grupos y elementos cul- Chiapas el tzotzil, el tzeltal y el chol
turales, y es éste el tema que está al han sido las lenguas “caseras” o cotidia-
centro de esta exposición. Exploraré, nas para las personas con las que me
por tanto, el poder de la etnografía ha tocado trabajar. Las y los hablantes
para develar continuamente las des- de estos idiomas están siempre luchan-
igualdades estructurales y mantener- do porque sus lenguas y dialectos sean
nos en alerta contra los discursos reconocidos oficialmente. Cada vez, he
fáciles, como aquellos que proponen el encontrado que existen dialectos inter-
“desarrollo para mitigar la pobreza y medios que se sitúan entre la lengua
la desigualdad” u otros que supuesta- hegemónica y los otros idiomas locales,
mente llevan a “formas de eliminar la como el “inglés indio” de Alberta
división digital”. La reflexividad etno- (Wiltse, 2011), el “español de los Altos”,
gráfica, por último, devela lo difícil que el “español de Comitán” y el “español de
es seguir nuestros ideales utópicos de Yajalón” de Chiapas (Lipski, 2012), así
la etnografía intersubjetiva totalmen- como el “italiano sardo” de Cerdeña
te horizontal. (Loi Corvetto, 1983). Estos dialectos fa-
cilitan la comunicación también de
UN MUNDO DE LENGUAS quienes hablan las distintas lenguas
DESIGUALES locales, las cuales a veces son muy dife-
rentes entre sí.3
He hecho investigación de campo en El italiano sardo facilita la comuni-
Yucatán, México; en Alberta, Canadá; cación entre quienes hablan campida-
en Cerdeña, Italia; y en Chiapas, tam-
bién en México (Vargas Cetina, 1999, 3
Las situaciones de diferencias entre len-
2000, 2002, 2011, 2014). No cabe duda guas han sido estudiadas como diglosia y jerar-
que el idioma se relaciona directa- quías lingüísticas, y existe una amplia literatura
mente con las posibilidades de hori- en sociolingüística sobre estas cuestiones (véase,
por ejemplo, Fishman y García, 2010). Como
zontalidad e intersubjetividad en la apuntan las y los especialistas en sociolingüísti-
comunicación. Hasta ahora, en todas ca, los dialectos hegemónicos de las lenguas
las regiones del mundo en las que he también hegemónicas son modificados constan-
trabajado, las lenguas hegemónicas, temente por los idiomas minoritarios, y a su vez
modifican con el tiempo los dialectos “estándar”
como el español, el inglés y el italiano, de las lenguas hegemónicas, pero este proceso no
han estado superpuestas a otros idio- niega las diferencias jerárquicas sincrónicas en-
mas locales, se enseñan en las escuelas tre lenguas y dialectos.
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nese, logudorese, nuorese-barbaricino, güística ubicua que se manifiesta en


sassarese, galurese y catalán-sardo, diferencias sociales y de accesibilidad
todos idiomas diferentes en la isla de a recursos de todo tipo (Irvine y Gall,
Cerdeña. El “inglés indígena” de Alber- 2000; Kroskrity, 2000).
ta facilita la comunicación entre quie- La desigualdad lingüística se ex-
nes hablan alguna lengua cree y quie­nes tiende a los medios impresos y a lo que
hablan dialectos del blackfoot, o inclu- podemos llamar los impresos virtuales:
so de alguna lengua de la familia obji- la mayor parte de las gra­má­ticas, los li-
bway, y en cuanto comencé a trabajar bros, las revistas, los periódicos y los
en las praderas de Alberta la recomen- sitios en internet están escritos en len-
dación de mis profesores y colegas fue guas hegemónicas. Incluso, los diccio-
“apúrate a aprender el “inglés indíge- narios generalmente traducen entre
na”. El español yucateco (Suárez Moli- una lengua minoritaria y una lengua
na, 1996[1945]) y el inglés de Montreal hegemónica; no conozco algún diccio­
(Blondeau y Nagy, 2008), son dos ejem- nario que tradujera del logudorese al
plos de dialectos regionales famosos, campidanese en Cerdeña, o del cree
incluso reconocidos en los diccionarios al objibwae en Alberta, o del tzeltal al
de español e inglés, respectivamente, zoque en Chiapas. Lo mismo sucede
que han resultado de la fusión de las con las estaciones de radio y televisión,
lenguas locales más prevalentes: del que usan los dialectos hegemónicos
maya, el español y, hasta cierto punto, (conocidos como las “versiones están-
del árabe y del francés en Yucatán; y dar”) de las lenguas hegemónicas: una
del inglés, el francés y el italiano en minoría reproduce los dialectos regio-
Montreal.4 Me ha tocado estar sumer- nales de esas mismas lenguas hegemó-
gida en estos dos dialectos por largo nicas, y una verdadera microminoría
tiempo, y a veces es relativamente fácil reproduce los idiomas no hegemónicos
olvidar que esconden la diversidad de regionales. Este es el caso, inclusive,
las lenguas de origen pre-Europeo y para el maya yucateco y el catalán, dos
las lenguas de inmigrantes que habi- idiomas minoritarios cuyos hablantes
tan las zonas en las que estos dialectos cuentan con libros, periódicos, estacio-
prevalecen. Es engañoso asociar len- nes de radio y televisión, museos co-
guas específicas con territorios claros, munitarios y sitios web. Hasta las
pero la idea de que lengua y territorio Primeras Naciones en Alberta que re-
se superponen es generalizada, ocul- ciben altos ingresos por concepto de
tando el hecho de que, en realidad, lo yacimientos de petróleo en sus territo-
que tenemos es una diversidad lin- rios (Urquhart, 2010), y por tanto po-
drían emprender programas más
4
A contracorriente, Poplack, Walker y Mal- amplios de publicación y transmisio-
colmson (2006) han propuesto que el llamado nes en sus idiomas nativos, utilizan
“inglés de Montreal” no existe como tal, pues en
su investigación encontraron pocos préstamos
más bien el dialecto regional del inglés
del francés y más bien una mayoría de personas para sus publicaciones y transmisio-
bilingües en inglés y francés. nes, con espacios reducidos para otros
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idiomas locales (véase, por ejemplo, los gente local, de una solución intermedia
periódicos Alberta Native News y The que no es la mejor pero me permite
Windspeaker). En Alberta existen más una entrada inicial más o menos rápi-
de 60 estaciones comunitarias en las da a la vida cotidiana. Incluso estos
reservas indígenas, transmitiendo en dialectos, sin embargo, son para mí fá-
inglés indígena, métis y los idiomas ciles de olvidar, y regresar después de
indígenas locales, pero su ámbito de varios años de no hablarlos es tener
escucha es muy reducido y práctica- que admitir la desaparición de cual-
mente sólo pueden ser sintonizadas quier viso de comunicación intersubje-
localmente (Aboriginal Multimedia tiva horizontal con la gente local, más
Society, s.f.). El tzeltal, que es el primer allá de las relaciones afectivas con
o segundo idioma de miles de personas amigos y amigas cercanos. No me que-
en Chiapas, tanto en las montañas da ninguna duda de que olvido los idio-
como en las llanuras y la selva, ha ga- mas locales, así como los dialectos
nado espacios en medios impresos y en regionales de los idiomas hegemónicos,
transmisiones de los medios locales, porque puedo hacerlo y seguir funcio-
pero todavía no tiene la misma difu- nando como si esto no importara preci-
sión que el español. El sitio que enlista samente porque vivimos en un mundo
los idiomas en los que existen artículos desigual. Así, aun a mi pesar, alejarme
en Wikipedia es un buen índice de esta de esa gran diversidad lingüística me
desigualdad lingüística: la mayor par- convierte en agente de esa misma he-
te de los artículos están en inglés y ale- gemonía cultural que ignora los idio-
mán, y les siguen en números los mas locales porque puede funcionar
artículos escritos en ruso, francés, es- sin ellos o sólo tomarlos en cuenta en lo
pañol, italiano, polaco, portugués, chi- mínimo. Las inequidades lingüísticas,
no y japonés. a su vez, se imbrican con las inequida-
Mi trabajo de campo siempre está des musicales, como veremos a conti-
mediado por todas estas desigualda- nuación.
des lingüísticas. Cada vez trato de
aprender, entender y decir cosas bási- LA DESIGUALDAD MUSICAL
cas en alguno o algunos de los idiomas
locales durante la investigación de Parte de mis colegas en la Universidad
campo, pero nunca he logrado dominar Autónoma de Yucatán y en la antropo-
ninguno de ellos, y generalmente olvi- logía mexicana en general se pregun-
do lo que aprendí en cuanto cambio de tan por qué me dedico a estudiar la
región de investigación. La existencia música, y qué importancia puedan te-
de los dialectos regionales de las len- ner investigaciones como las mías.
guas hegemónicas ciertamente me Una colega, quien me tiene gran afec-
ayuda mucho durante los primeros to, me preguntó un día: “¿Cómo te atre-
meses. Considero que me acerca un ves? ¿No te parece que hay cosas más
poco a las y los hablantes de las otras importantes que la música y muchísi-
lenguas mientras me provee, como a la mo más urgentes? ¿Cómo alguien tan
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inteligente y tan capaz como tú puede tres, y no incluye a músicos —mujeres


dedicarse a una investigación tan lujo- y hombres— que complementan sus
sa? Porque, finalmente, ¿a quién le im- ingresos por medio de la música, tra-
porta la música?” Hay al menos dos bajando de medio tiempo y los fines de
preconcepciones erróneas detrás de semana, quienes deben de ser cientos
este tipo de comentarios. La primera, también. La importancia económica de
que es la básica, es que podemos vivir la música es muy grande: Aún en
sin música. Por esto se piensa que la nuestros tiempos en los que se puede
música es algo no esencial para quien acceder a la música en forma gratuita,
la hace, para quien la escucha, o para tanto por radio como en formatos digi-
ambas personas, y por tanto es “un tales, y la “piratería” hace que no se
lujo”. La segunda preconcepción co- registren ganancias millonarias, en
mún es que la música es algún tipo de tanto se calcula que en 2013 la indus-
sustancia homogénea e informe, que tria de la música generó, incluyendo
tiene poca relación con los contextos en las ventas en los diferentes formatos,
los que se produce y se difunde, y tiene 15 mil millones de dólares estadouni-
poco valor histórico o sociológico.5 Yo denses, de los cuales más de siete mi-
hubiera podido decir a mi colega, quien llardos provienen de la venta en
nos visitaba desde otra institución formatos físicos, y un mil millones de
mexicana, que más allá de lo que signi- dólares de streaming, en el mercado
fica en términos subjetivos, sin la mú- legal mundial (Smirke, 2014). Sin em-
sica muchas familias en Yucatán no bargo, hay mucho más qué decir, espe-
tendrían para comer. De acuerdo con el cialmente sobre la importancia de la
secretario de la Confederación de Tra- música en la vida humana en general.
bajadores en México (ctm) en Yucatán La música es una de las tecnologías
(comunicación personal) 3 600 perso- mnemotécnicas más importantes que
nas afiliadas a esa central obrera en el la humanidad ha desarrollado, y una
estado declararon en 2014 que traba- de las formas más comunes de identifi-
jan tiempo completo y derivan todos cación cultural. En Australia las can-
sus ingresos de la música. ¡Y eso que ciones han servido por siglos a las
solamente da cuenta de las personas poblaciones aborígenes para orientar-
registradas ante la ctm! De las cuatro se en el territorio (Norris y Harney,
agrupaciones de músicos de trova yu- 2014), y en Terranova sirvieron a los
cateca en Mérida, por ejemplo, esta pescadores, durante siglos también
central obrera agrupa solamente a para orientarse en el mar (Brooks,
2005). En África occidental las per­
5
Es de llamar la atención la oposición que cusiones de tambor y en los Alpes sui-
hay en México al estudio antropológico de la zos el yodel han sido utilizados para
música, a menos que se trate de músicas indíge- comunicarse a largas distancias desde
nas. En general los temas relacionados con cual-
quier elemento de disfrute, como la música, el
mucho antes del advenimiento del te-
baile, la comida o las artes, son vistos con sospe- légrafo y el teléfono (Stocker, 2013: 44-
cha en la antropología mexicana. 45). La historia misma nos ha
Reflexiones sobre el trabajo de campo: la utopía intersubjetiva en un mundo desigual 171

mostrado que en los campos de concen- paso de una etapa de la vida a otra; en
tración nazis (Gilbert, 2005), en las algunas culturas incluso señala el
crisis más severas (Library of Con- paso de la vida a la muerte, pues la
gress, s.f.), en las revoluciones popula- música está presente durante entie-
res (Gómez Maganda, 1998) y en los rros o cremaciones.
momentos en los que todo parece per- Un programa de arqueología antro-
dido, como durante la esclavitud en pofísica de la British Broadcasting
Estados Unidos (entrada Spirituals en Corporation (bbc), The Incredible Hu-
McNeil, 2013: 366-369), o el hundi- man Journey (Roberts, 2009) propuso
miento del Titanic (Turner, 2011), la que la música puede haber jugado un
música ha sido lo último en morir. En papel fundamental en la sobrevivencia
estas condiciones, los músicos se han de la especie Homo sapiens. Según
unido para tocar y, cuando ha sido po- esta serie, a diferencia de lo que suce-
sible, enseñar a otras personas a hacer dió con la especie Neandertal, que no
música o a interpretar los significados parece haber tenido música ni un arte
que ésta pudiera encerrar. Estos signi- pictórico simbólico, la especie Sapiens
ficados han incluido desde burlarse de habría desarrollado gran creatividad
guardias de los campos de concentra- para la adaptación por medio del arte,
ción durante el nazismo (Gilbert, 2005) y por eso no sucumbió ante los rigores
hasta prepararse y mantenerse ecuá- del cambio climático. Aunque me gus-
nimes, y seguir pistas codificadas en taría creer esto, pienso que tiene que
las canciones para alcanzar la libertad, ser tomado como una exageración y
entre esclavos prófugos en EU (entra- como algo difícil, si no es que imposible
da Spirituals en McNeil, 2013.). Perso- de comprobar. Claro, no cabe duda que
nas sobrevivientes del Titanic han la música, en tanto proceso creativo,
narrado cómo el grupo de músicos que tiene que haber ayudado a nuestros
no dejó de tocar les dio valor y esperan- ancestros a adaptarse y encontrar so-
za. En todos los movimientos sociales luciones prácticas a los problemas que
de los que existen pruebas documenta- enfrentaban, y también a serenarse
les, el ritmo y la música no sólo han para llevar a cabo lo más eficientemen-
estado presentes entre los manifestan- te posible las tareas que les demanda-
tes, así como entre las tropas, sino que ban los rigores de la vida cotidiana en
ha provisto de banderas sónicas de nuestro planeta.
identificación a los distintos grupos en Existen también otro tipo de co-
conflicto. La música ha sido un recurso mentarios. Escuché en la ciudad de
importante para la readaptación social Cuernavaca un anuncio publicitario
de quienes han sobrevivido a calami- en el radio que decía algo como: “Joven
dades y conflictos, o quienes se encuen- campesino, no creas que la música te
tran en centros de rehabilitación va a llevar a una vida fácil. Dedícate a
social. Además, en muchas culturas la trabajar y a labrar un verdadero futu-
música necesariamente acompaña ro para tu familia”. Habiendo crecido
cada momento importante y marca el en Yucatán, nunca me hubiera imagi-
172 Gabriela Vargas Cetina

nado que la música podía ser culpada sica que aman, el de compartir ese
de los males sociales. Éste también me gusto con otras personas, y poder
parece un acercamiento basado en transmitir a sus hijos e hijas la emo-
otra preconcepción equivocada: lo que ción que esta música les produce. Un
puede ser socialmente considerado trovador me explicaba en octubre de
como “mala música” va a llevar a quie- 2014 que la trova cada vez da para me-
nes se dediquen a ella a una mala vida, nos, especialmente ahora que niñas y
si no es que a una vida de crimen y niños quieren “tenis Nike para la es-
destrucción. Al menos de lo que pode- cuela, tabletas computarizadas, ropa
mos encontrar en el registro etnográ­ de marca”. A esta escalada en el consu-
fico, la música se relaciona con las mismo atribuía el problema de que
condiciones cotidianas de vida, y no al “la trova se está muriendo”. Si antes la
revés. Cierto, la música puede propo- música de trova podía “poner comida
ner modelos alternativos, como cuando en la mesa”, ahora cada vez más esto
el rock en los setenta facilitó la convi- ha dejado de ser así. Sin embargo, la tro­
vencia entre jóvenes que de otra ma­ va continúa: los trovadores siguen to-
nera se hubieran visto como “de color cando y cantando, y las escuelas de trova
blanco”, “de color negro” o de algún yucateca en Mérida y otras partes de
otro “color”, fomentando lo que se ha Yucatán siguen teniendo estudiantes.
dado en llamar la aceptación interra- ¿Cuál es la situación de otros músicos
cial, pero hasta ahora no tenemos que se dedican a otros estilos musica-
ejemplos en los que haya sido la músi- les? El hip hop, por ejemplo, es un esti-
ca la que haya desencadenado alguna lo musical en amplia expansión en el
transformación social radical; la “revo- estado de Yucatán y en la península en
lución cantante” de Estonia, Lituania general. El español yucateco y el maya
y Letonia entre 1987 y 1991, que po- yucateco han encontrado a través del
dría pensarse como una excepción, en hip hop un vehículo de reafirmación y
efecto se basó en la expresión cantada renacimiento cultural. ¿Y podría ca-
de la inconformidad social, y no en la racterizarse la vida de quienes hacen
inconformidad social creada a través hip hop como lujosa? Todo lo contrario;
de canciones (Steves, 2010). al menos en Yucatán hasta ahora el
Es muy difícil explicar a quienes no hip hop es la música de los jóvenes con
aman la música lo que ésta puede sig- menos oportunidades económicas en la
nificar para quienes le dedican su vida. sociedad local.
No puede decirse, sin embargo, que los En mi experiencia etnográfica, la
músicos en Yucatán vivan vidas de lujo desigualdad musical siempre ha ido de
ni mucho menos. Las casas de la ma- la mano con la desigualdad lingüística:
yor parte de los integrantes de la trova las minorías lingüísticas siempre tie-
yucateca, por ejemplo, están muy lejos nen música propia, cantada en sus
de cualquier concepción de una vida de idiomas, y la mayor parte de esta mú-
“lujo”. El disfrute al que estas perso- sica nunca llega a los canales de dis­
nas aspiran es escuchar y tocar la mú- tribución masiva, y ni siquiera a los
Reflexiones sobre el trabajo de campo: la utopía intersubjetiva en un mundo desigual 173

canales de “música del mundo”. Gene- Neil Young, Robbie Robertson, Dave
ralmente se requiere que la música lo- Matthews y Nelly Furtado han inclui-
cal cumpla con un cierto estándar de do canciones, ritmos y percusiones in-
calidad, juzgado desde las industrias dígenas en sus grabaciones. En 2012
musicales hegemónicas, para que Furtado, quien es originaria de Colum-
las melodías conocidas y amadas local- bia Británica, en Canadá, incluyó no
mente se conviertan en melodías que solamente sonidos sino también a ar-
circulen en circuitos comerciales nacio- tistas indígenas en sus videos, por lo
nales e internacionales. He encontrado que fue reconocida por la Asociación
que siempre existe un mercado local y Americana de Música Nativa con el
regional, en el que circulan artistas y premio anual Leyenda Viviente en
música que solamente es posible cono- 2013. Felipe Rose, hijo de un lakota
cer si se vive por un tiempo largo con sioux y una mujer puertorriqueña, se
una minoría lingüística, o al menos en hizo famoso como “el indio” en el grupo
algún lugar en el que haya una o más The Village People, pero fuera de usar
minorías lingüísticas. Por ejemplo, la los cascabeles de tobillo y a veces los
mayor parte de la música escuchada cascabeles de brazo en algunos de sus
por los indígenas en Alberta durante videos, contribuyó cantando y bailando
los powwows, incluyendo la música sin aportar sonoridades sioux o de
para bailar, la música para juegos de otras minorías lingüísticas indígenas.
manos y la música de la iglesia nativa, El conocido dúo Kashtin, cuyos inte-
circulan por medio de grabaciones ca- grantes eran innu, incorporaba, ade-
seras e incluso de grabaciones hechas más de los tambores de mano, violines
por pequeñas casas comerciales. Esta y guitarras que se usan en la música
música tiene sus propios canales de popular autóctona del norte de Que-
distribución, en los que a su vez se des- bec, sonoridades e imágenes de otros
taca una minoría de artistas y grupos grupos indígenas de Canadá, incluyen-
locales. Sin embargo, raramente llegan do elementos de la música de las pra-
a los canales de distribución comercial deras. La canción Akua Tuta, en
nacional y mucho menos internacional. particular, del álbum del mismo nom-
Pocos ejemplos existen de la forma bre, de 1994, está inspirada en la músi-
en la que la música de powwow, que ca de las praderas, y el video con el que
tiene su propio mercado en las reser- se dio a conocer incorporaba fotos de
vas indígenas, ha tocado la música po- artistas de powwow y de las montañas
pular y el jazz, pero sí los hay. Los Rocallosas en Alberta y Columbia Bri-
poemas y la música de la poeta y saxo- tánica.
fonista indígena Joy Harjo, los discos En Cerdeña, la música cantada en
del trío Walela y últimamente las gra- los distintos idiomas sardos tiene gran
baciones y conciertos de A Tribe Called circulación en la isla. Los artistas re-
Red están entre los pocos ejemplos de gionales se presentan en fiestas y con-
música indígena de las praderas que ciertos alrededor de la isla, siguiendo
ha llegado al mercado mainstream. el calendario santoral católico y el ca-
174 Gabriela Vargas Cetina

lendario de fiestas populares en gene- diferentes iglesias que existen en ese


ral. Los festivales anuales Festa di estado, incluyendo a la Iglesia católica,
Sant’Efisio en la ciudad de Cagliari y diversas iglesias protestantes, la fe
la Cabalgata Sarda en la ciudad de musulmana, y a veces la Iglesia or­
Sassari son puntos de reunión impor- todoxa rusa. Asimismo, la zona bajo
tantes para los artistas regionales des- dominio del ejército zapatista ha gene-
tacados y sus fans. Sin embargo, han rado su propia música, que mezcla los
sido muy pocos los grupos de música estilos musicales indígenas tojolabales
sarda que se hayan colocado en el mer- con estilos de otras partes de México y
cado italiano de música popular. El del extranjero, como el corrido, el rap
coro Tenores de Bitti, el grupo de rock y el hip hop. La marimba sigue siendo
pop Tazenda y en particular su cantan- un instrumento importante tanto para
te Andrea Parodi, la música, poeta y las minorías ladinas como para las
cantante Elena Ledda, la musicóloga y mayorías indígenas, a lo largo y ancho
cantante Maria Carta y el trío vocal de todo el estado. En general, la músi-
Balentes han sido, hasta ahora, quie- ca chiapaneca ha tenido relativamente
nes han adquirido mayor renombre en poca fortuna en el mercado nacional
el panorama de la música italiana can- mexicano de la música. Quizá la Ma-
tando en idiomas sardos, y sus graba- rimba Nandayapa y la Marimba Or-
ciones forman parte del repertorio questa Águilas de Chiapas son los dos
comercial de la “música del mundo”. El conjuntos chiapanecos de mayor re-
autor y cantante genovés Fabrizzio nombre, pero incluso estos conjuntos
d’Andre, quien fue secuestrado en Cer- nunca han alcanzado gran popularidad
deña junto con su esposa por cuatro comercial fuera del estado. En años re-
meses, compuso una canción en galu- cientes el grupo de rock progresivo Sak
rese para su álbum Le Nuvole, de 1990. Tzevul, de Zinacantán, y el grupo de
Este álbum incluía canciones en varios rock pesado y punk Vayijel, de Chamu-
de los idiomas y dialectos regionales de la, han comenzado a tener cierto éxito
Italia. El trío vocal femenino Balentes, comercial y a ser conocidos fuera de
que canta generalmente en campida- Chiapas. Sak Tzevul, en particular, toca
nese, también se ha labrado un lugar en rock mucha de la música local can-
en la música italiana, tanto con sus tada en tzotzil zinacanteco, y ha co-
propias grabaciones en campidanese, menzado a tener reconocimiento fuera
nuorese e italiano sardo, como acom- de Chiapas. Yajvalel vinajel es otro
pañando a cantantes de fama en la grupo de rock que toca música en tzotzil
música popular italiana, en italiano. de San Juan Chamula, y se presenta
Chiapas también refleja la des- tocando tanto con instrumentos eléctri­
igualdad musical, aunque se dé cierta cos como con arpas, guitarras, tambores
incursión de las músicas minoritarias y sonajas chamulas, pero no parece te-
en los circuitos comerciales. La música ner la misma difusión de los otros dos.
chiapaneca local es muy variada, y Algo similar sucede con la música
gran parte de ella se relaciona con las en Yucatán. En la península en gene-
Reflexiones sobre el trabajo de campo: la utopía intersubjetiva en un mundo desigual 175

ral la música de jarana, el estilo regio- comunes en la península de Yucatán


nal de baile en las zonas rurales, tiene ha sido, erróneamente considerado
gran aceptación todavía y es parte de como música de clases sociales pobres.
muchas fiestas locales. Grupos de jara- Esta categorización en la parte baja de
na se preparan todo el año para bailar la escala social le ha valido ser subva-
en las vaquerías, las fiestas de baile lorada por la cultura oficial, incluso en
asociadas al santoral católico. Algunas la península de Yucatán donde sigue
de las jaranas (piezas de música para siendo una música omnipresente, es-
bailar, generalmente tocadas por ban- pecialmente ahora que está dando lu-
das de viento y timbal en ritmo de 3/4 o gar a un nuevo estilo de tecnocumbia
6/8) tienen letras, sea en maya o en es- yucateca entre los jóvenes. El gobierno
pañol, y las charangas (pequeños gru- del estado de Yu­catán otorga amplia
pos de alrededor de cinco personas que difusión a la música clásica y de trova,
tocan vientos y timbal) y orquestas ja- así como a la balada latinoamericana
raneras (grupos de 12 o más músicos en español y hasta cierto punto al dan-
que tocan instrumentos de viento, per- zón, pero otros tipos de música, in­
cusión y a veces incluso de cuerdas, cluyendo la música tropical, no son
que tocan jaranas en las fiestas conoci- promovidos de la misma manera en los
das como vaquerías) son contratadas espacios oficiales de la ciudad donde se
alrededor del año tanto para tocar en toca música en vivo.
vaquerías como para tocar en otras Ciertamente, a este punto es difícil
festividades. La trova yucateca, que distinguir exactamente cuáles podrían
nació a partir del intenso contacto en- ser los estilos musicales hegemónicos
tre Yucatán y Cuba a finales del siglo en Yucatán, más allá de la música co-
xix y en la primera mitad del siglo xx mercial en español, la música clásica y,
dio vida al bolero latinoamericano, en segundo plano, la trova yucateca. El
puso a la península en el mapa mun- rock progresivo y el rock metálico, por
dial de la música. Sin embargo, las ejemplo, tienen una larga trayectoria
canciones escritas en maya yucateco, en la península, y actualmente existen
que son parte del repertorio de la trova muchos grupos de jóvenes y de jóvenes
en Yucatán, no han tenido fortuna fue- de corazón de la tercera edad que com-
ra de las tierras peninsulares. La cum- ponen música de rock progresivo, rock
bia del sureste, que quizá sea el estilo metálico y rock hardcore en español y
musical comercial más ampliamente en inglés. Estilos musicales actual-
compartido por todos los estratos so- mente en gran auge en Yucatán en ge-
ciales en la península de Yucatán, in- neral y en Mérida en particular de la
cluye un amplio repertorio de artistas música en vivo son la música clásica y
de Veracruz, Tabasco, Yucatán, Campe­ la ópera, la música electrónica rave
che y Quintana Roo. Este estilo musical, (house, trance y psycho), el rock metá-
que retoma el español regional de los lico, el ska, el surf, el reggae (llamado
distintos estados y retrata el humor ba- localmente roots), la cumbia, la elec-
sado en entredichos de alusión sexual trocumbia y el hip hop. También hay
176 Gabriela Vargas Cetina

una escena emergente de jazz, de noise compuse una canción en nuorese. En


y de free jazz. Sin embargo, de todos Chiapas convertí mi participación en
estos estilos, solamente el hip hop se los circuitos de jazz de San Cristóbal
ha caracterizado por incluir sistemáti- en notas de campo y conviví con músi-
camente canciones (que más bien po- cos de marimba y los intérpretes de
drían ser llamadas letanías o, como a música con letra en lenguas indígenas.
veces se les llama, “arte de palabra”) Más adelante aprendí a tocar música
en maya yucateco. El hip hop en maya de trova para hacer mi investigación
yucateco en vivo es ahora muy fre- en Yucatán, sin embargo nunca he lle-
cuente en espacios públicos de Yuca- gado a ser una virtuosa ni he podido
tán, Campeche y Quintana Roo. convertirme en crítica experta en nin-
Todo esto se ve reflejado en el pano- guno de los estilos de música en idio-
rama geoeconómico de la música en mas minoritarios, y también en esta
Mérida y en Yucatán en general. El go- esfera mi involucramiento práctica-
bierno estatal de Yucatán y el ayunta- mente ha cesado en cuanto he dejado
miento de la ciudad de Mérida tratan el trabajo de campo. En términos mu-
de apoyar la creación de una zona de sicales, como en términos lingüísticos,
intercambio cultural y aprendizaje mu- siempre he estado en una posición su-
tuo por medio de festivales en los que bordinada durante mi trabajo de cam-
participan bandas de todos los rumbos po: la gente local lo hace mucho mejor
de la ciudad y de diversas localidades que yo y siempre me está corrigiendo,
del estado, así como de Campeche y pero salgo de esta posición subordina-
Quintana Roo. Estos encuentros musi- da en cuanto regreso a mis labores
cales, desafortunadamente, todavía no académicas en la universidad. Puesto
son promovidos con el mismo ahínco que tengo que escribir reportes, llenar
que la música clásica y la música de formatos de evaluación y autoevalua-
trova yucateca, y aunque acercan a los ción, escribir artículos, escribir y coor-
diversos grupos sociomusicales de la dinar libros, preparar y dar clases,
ciudad, al mismo tiempo resaltan las organizar mesas de discusión y congre-
diferencias materiales, lingüísticas y sos, y dictaminar artículos, libros y
sociales entre éstos. proyectos de investigación, e incluso
Mi propia participación en los cir- ser parte de comités que asignan re-
cuitos regionales de la música minori- cursos a proyectos relacionados con la
taria ha sido, como mi participación de música, me es muy difícil mantenerme
hablante esporádica de lenguas mino- al día sobre la producción musical en
ritarias, efímera e incompleta. Toco la todos los lugares en los que he trabaja-
guitarra desde que estaba estudiando do, y mucho menos seguir practicando
la escuela secundaria, y dancé en bai- los estilos de música que haya apren-
les intertribales en los powwows du- dido a tocar y bailar ahí. En parte esto
rante mi trabajo de campo en Alberta; se debe, una vez más, a que cuando ter-
luego aprendí a tocar y cantar cancio- mino mi trabajo en “el campo” regreso
nes en sardo en Cerdeña, e incluso a mi vida dentro de las sociedades y
Reflexiones sobre el trabajo de campo: la utopía intersubjetiva en un mundo desigual 177

culturas hegemónicas en las que, junto las pioneras a nivel mundial en co-
con muchas personas del planeta, me menzar a ofrecer internet gratis en es-
desenvuelvo. Encuentro, en este punto, pacios públicos. El ayuntamiento de
que las desigualdades lingüísticas y ese entonces lanzó una consulta públi-
musicales están relacionadas con la ca para que las y los ciudadanos vota-
desigualdad digital, y que mi propia ran por los tres primeros parques en
participación en la hegemonía lingüís- contar con ese servicio. Ante la deman-
tica, y en la hegemonía musical basada da popular, se comenzó con 10 parques.
en tocar música en escalas mayores y Pronto se instalaron dos módulos con
menores con métricas europeas, se computadoras de acceso gratuito en el
acompañan también de mi práctica Parque de la Paz, que resultaron insu-
electrónica dentro de la hegemonía di- ficientes. En 2010 el programa Ciber-
gital de software propietario. móvil comenzó a extenderse ya no sólo
a los parques de la ciudad, sino tam-
LA DESIGUALDAD DIGITAL bién a las comisarías de Mérida. El
programa ofrecía 10 laptops en présta-
Por cuestiones de extensión y tiempo, mo cada semana, en forma rotativa en
en este último apartado me circunscri- diferentes parques de la ciudad, para
biré al caso de Yucatán. En parte por- que quienes no tuvieran una propia pu­
que el proceso de digitalización dieran hacer uso de internet. El siste-
yucateco ha sido muy particular, y en ma de módulos de conexión con el que se
parte porque tiene que ver con mi tra- inició el programa en cada parque con-
bajo actual. Lo expondré en manera sistía en una mesa de metal al interior
más o menos extensa, dejando para de una caseta con un teléfono y un bo-
otro momento la discusión sobre digi- tón: si la o el usuario tenía problemas
talización de la isla de Cerdeña, otro para conectarse, levantaba el auricu-
proceso interesante a nivel mundial, lar y apretaba el botón, y un operador
pero muy largo de contar. u operadora le ayudaba. El programa
En Yucatán se ha estado promo- fue creciendo, de tal forma que en octu-
viendo, de diversas maneras y con bre de 2014, 125 parques meridanos ya
grandes inversiones económicas, la ofrecían conexión inalámbrica gratuita
igualdad en el acceso a las tecnologías y enchufes con conexión para laptops y
digitales. Este estado mexicano está dispositivos móviles (Ayuntamiento de
considerado actualmente una de las Mérida, 2012-2015, 2014). Al mismo
zonas más digitalizadas de América tiempo comenzaron a extenderse los
Latina, pues los servicios municipales módulos digitales de atención ciuda-
y estatales funcionan a lo largo y an- dana (cabinas en las que se procesan
cho de la entidad con apoyo significati- trámites de diversos tipos). Muchos de
vo de plataformas digitales, y el los trámites cotidianos comenzaron a
público accede fácilmente a internet y ser digitalizados, permitiendo que las
a servicios públicos de todo tipo. En so­licitudes de servicio y los pagos de
2007 la ciudad de Mérida fue una de luz, agua, recoja de basura, tenencias
178 Gabriela Vargas Cetina

vehiculares e impuesto predial pudie- los municipios y comisarías para ga-


sen hacerse directamente en internet rantizar el acceso a internet incluso a
desde la casa, desde un parque o desde quienes no tienen computadoras (Go-
un módulo digital. Asimismo, las vota- bierno del estado de Yucatán, 2014).
ciones ciudadanas y la expresión de la ¿Es suficiente dotar a las y los habi-
opinión cívica ante las autoridades co- tantes de todo Yucatán, como los diver-
menzaron a ser posibles vía internet y sos gobiernos estatales han tratado de
telé­fono celular. Esto llevó a Mérida a hacer desde 2007, de computadoras
proyectarse internacionalmente, y en portátiles para abatir la brecha digital,
2009 fue catalogada por el índice Moto­ que es lo que estos gobiernos han iden-
rola de Ciudades Digitales como una tificado como un gran enemigo a vencer?
de las tres ciudades más digitalizadas ¿Cómo se manifiestan los procesos re-
de América Latina (Rodríguez, 2010). sultantes en la música? ¿Podemos ha-
Actualmente es posible llamar por celu­ blar de que se están reduciendo las
lar a un número de ayuda para recibir disparidades sociales en el acceso a los
atención cuando hay problemas de cone­ recursos culturales y se está dando un
xión en los parques o mandar un men- proceso de democratización “desde
saje por celular para reportar un bache abajo”? ¿Qué puede decirnos la etno-
o un problema cualquiera a las autori- grafía al respecto?
dades. En 2015, ya en todas las ciuda- Desde 2001 he estado investigando
des del estado hay cuando menos un acerca de la música en Yucatán. Para
parque con acceso a internet. hacer investigación he debido primero
Desde entonces Mérida se ha man- aprender a tocar la música de trova,
tenido como una ciudad altamente di- pues fui trovadora entre 2001 y 2008.
gitalizada, aunque una y otra vez el Actualmente estoy estudiando la rela-
área de salud ha aparecido en los ran- ción entre la música y la tecnología en
kings como la parte menos desarrolla- el estado de Yucatán. Me interesa el
da en los proyectos de digitalización del lugar que ocupa todo tipo de tecnología
ayuntamiento, a diferencia de lo que en el quehacer musical, desde la trans-
sucede en otras ciudades de América formación del cuerpo en un instru-
Latina y del país. Mérida, y Yucatán en mento o conjunto de instrumentos
general, entre tanto, han seguido un musicales, hasta los instrumentos mu-
curso propio: a partir del 11 de abril de sicales extracorporales, los sistemas
2014 el gobierno de Yucatán ha imple- de preamplificación y amplificación,
mentado el programa Bienestar Digi- modificación y producción musicales.
tal, mediante el cual ha entregado Lo que mis estudiantes y yo hemos en-
alrededor de 17 500 computadoras a contrado es una gran desigualdad que
estudiantes de bachillerato en las pre- parece sólo estar creciendo en el acceso
paratorias públicas del estado, comen- a la educación musical y las posibilida-
zando por las preparatorias en zonas des de hacer música. La progresiva
más pobres. Además, se han creado computarización de los hogares yucate-
Centros de Bienestar Digital en todos cos no ha eliminado esta desigualdad,
Reflexiones sobre el trabajo de campo: la utopía intersubjetiva en un mundo desigual 179

sino que cada vez está ensanchándola: El uso de software en licencias co­
está creciendo la diferencia entre quie- pyleft requiere de muchas horas más
nes pueden hacer música por medios de trabajo y de una mayor inversión de
únicamente digitales y quienes pueden tiempo que los programas similares en
hacerla por medios variados, inclusive sus versiones propietarias. Si bien es
los digitales. cierto que las computadoras se han
De 2012 en adelante he estado apren- hecho accesibles en el estado y en la
diendo a usar software de tratamiento ciudad, incluso las versiones “piratas”
de sonido y de producción y conociendo del software propietario para la pro-
el mundo de las tornamesas y los ins- ducción musical son difíciles o imposi-
trumentos programables, pues me inte- bles de usar en equipos como los que
resa el campo general de la producción ahora tiene la mayor parte de los jóve-
musical en Yucatán tanto en vivo como nes de Yucatán. El software libre se
en estudio. El lenguaje idiomático de presenta muchas veces como la única
la edición y producción sonoras en opción para los jóvenes de escasos re-
Yuca­tán es una especie de spanglish cursos que quieren dedicarse a la mú-
yucateco. Tengo gran ayuda de mis es- sica o cualquier otra ocupación. Si bien
tudiantes, quienes trabajan en temas en los noventa se pensó que el copyleft
relacionados con mi propia investiga- y la “piratería” llevaría a una democra-
ción, y de vez en cuando me apoyo en tización cultural “desde abajo” (véase
ayudantes de investigación por medio Vargas-Cetina, 2010), la etnografía de la
de contratos, sin embargo, todo está música en Mérida nos muestra que esto
implicando para mí un nuevo aprendi- no es exactamente así: ni todas las
zaje lingüístico a la par de un reapren- computadoras ni todo el software son
dizaje tecnológico. Estoy encontrando iguales, por lo que las batallas por el
que, a diferencia de los programas que acceso a los recursos culturales ana­
yo aprendo a usar en cursos en nues- lógicos ahora se han sumado a las
tra Facultad de Ciencias Antropológi- batallas por el acceso a los estratos he-
cas y en cursos virtuales a los que la gemónicos del mundo digital.
facultad me ha dado acceso, son los En Yucatán, la mayor parte de las
programas gratuitos en copyleft y ver- canciones y la mayoría del software
siones “piratas” de cierto software pro- están en español, pero muchos progra-
pietario los de mayor difusión entre las
y los músicos de las colonias pobres de chos de uso a quien compra el producto. En el
Mérida.6 otro extremo está el software de acceso y uso li-
bre, que generalmente está dentro de algún tipo
de licencia copyleft. Existen varios tipos de licen-
6
Existen dos polos en las licencias de soft- cias copyleft. La más abierta es aquella en la que
ware (programas para computadoras y para la o el autor permite tanto la apropiación del
otros aparatos electrónicos); por una parte está el núcleo del programa u obra para modificarlos,
software propietario, que pertenece a una per- así como su distribución libre, gratuita y sin con-
sona o compañía y cuyo uso está regulado por la diciones para el usuario final (para mayor infor-
legislación Copyright, que concede derechos de mación al respecto véase el sitio de la Fundación
exclusividad a quien detenta la patente y dere- Copyleft en http://fundacioncopyleft.org).
180 Gabriela Vargas Cetina

mas de software para la producción Es interesante ver el panorama


musical profesional están en inglés, y musical actual de la ciudad de Mérida
son menos accesibles para usuarios de en relación con el mapa socioeconómi-
escasos recursos. Las versiones del co de la ciudad. En los estudios de gra-
software libre en español frecuente- bación que están apareciendo por toda
mente carecen de inmediatez o vigen- la ciudad, vemos una proliferación de
cia entre los conceptos usados y las estudios basados en el uso de computa-
acciones que nombran. Esto se debe en doras, software y cabinas precarias en
gran parte a que si los laboratorios el sur, que se caracteriza por albergar
de software que cuentan con capital a la población urbana de menores re-
prácticamente ilimitado, como Avid y cursos. Uno de mis estudiantes se pre-
Apple, pueden emplear a profesionales guntaba con gran asombro en octubre
de la traducción, el software libre se de 2014: “¿Cómo pueden llamarles
apoya en el trabajo voluntario de miles ‘estudios’? ¡Son chozas forradas de
de personas, incluyendo a las que es- car­tones de huevos, con uno o dos mi-
tén dispuestas a traducir manuales, crófonos, una tornamesa y una laptop!”.
comandos e instrucciones. Además, la El software usado en estos estudios
orientación ideológica de estas perso- low-tech generalmente es software “pi-
nas voluntarias hace que muchas ve- rata” o libre. Mientras vemos estudios de
ces los nombres de comandos en el grabación, masterización y posproduc-
software comercial tengan poca rela- ción basados en equipos de alta fidelidad
ción con los nombres de los mismos co- acústica, con pantallas de aislamiento
mandos en el software libre. Si antes acústico, consolas Pro­Sonus y software
teníamos dialectos analógicos basados (programas para computadoras y otros
en el uso cotidiano de idiomas, hoy aparatos electrónicos) propietario
también tenemos dialectos informáti- como ProTools, Logic y Ableton (los
cos, basados en las diversas ideologías programas profesionales más usados
que los sustentan y en idiomas hege- para grabación y edición de música),
mónicos y sus variantes regionales, así en el norte y el poniente, las zonas que
como en el constante deseo de traducir alojan a la clase media de profesiona-
todo a lenguas locales. Además hoy es les y los estratos sociales más acomo-
mucho más caro, al menos en la ciudad dados. Las y los profesionales de la
de Mérida, comprar una buena guita- música a quienes pertenecen estos es-
rra y un buen amplificador que conse- tudios generalmente se dedican a tipos
guir una laptop y tener acceso a de música que utilizan instrumentos
internet para bajar e intercambiar
programas, música y beats.7 otros beats y loops, en mezclas (splice) de dife-
rentes piezas o segmentos. En Mérida el sobre-
7
Los beats son segmentos melódicos que in- nombre beats o B es frecuentemente usado por
cluyen un patrón de percusión y pueden ser quienes operan los tornamesas, sea con discos
usados en loops, (rizos), sea enteros y repitiendo de vinil o en pantalla, señalando así que son
todo el segmento hasta que la pieza termine, o otras personas las que deberán rapear sobre los
en cortes, es decir, en subsegmentos dentro de beats.
Reflexiones sobre el trabajo de campo: la utopía intersubjetiva en un mundo desigual 181

acústicos, como rock, rock pop, música aquéllos colectivos que logran estable-
romántica, música electrónica y elec- cerse con su propia razón social, reco-
troacústica. Estos tipos de música ge- nocimiento del público y, muchas
neralmente requieren de una gran veces, apoyos del gobierno, general-
infraestructura en términos de instru- mente invierten en equipos más profe-
mentos musicales, aparatos y progra- sionales de grabación. Aun así, los
mas de efectos, preamplificadores, recursos para mantener el hardware y
amplificadores y ecualizadores, y con- el software actualizados no les son fá-
solas de múltiples entradas y salidas ciles de encontrar.
de señal. Estos estudios entran a com- En este momento, mis actividades
petencias internacionales por medio de investigación informan mi práctica
de sus producciones para la televisión, docente. Trato de transmitir a mis es-
el cine e internet, y sus operadores es- tudiantes los conocimientos que voy
tán certificados como técnicos por las adquiriendo adaptándolos a lo que
casas que producen el hardware (las considero formas más útiles y más ac-
computadoras, sintetizadores y conso- cesibles. Por ejemplo, ProTools de Avid
las) y el software que en esos estudios es el software estándar de edición de
se manejan. En los estudios más pre- audio en la industria musical, y el soft-
carios generalmente se producen beats ware que yo primero aprendí a utilizar
y tracks de hip hop, con la ayuda de al- tomando cursos en nuestra propia
gunos micrófonos, una o más torname- facultad, pero quiero que mis estu-
sas, con una o más computadoras para diantes aprendan a usar programas de
la grabación y producción de los otros tipos, como Audacity y Mixxx,
tracks.8 Los concursos en los que parti- ampliamente utilizados por los jóvenes
cipan las producciones de estos estu- de escasos recursos en la ciudad. Estos
dios son los de culturas populares, los programas son gratuitos y están basa-
de la ciudad de Mérida y los concursos dos en software libre. Me interesa que
regionales de “batallas” de hip hop y los programas que veamos en clase
break dance. El deseo de contar con es- sean multiplataforma, de tal manera
tudios de ensayo y grabación profesio- que funcionen al menos en Windows,
nales y la adquisición de mejores Mac y Linux. Esto implica dificultades
instalaciones y equipos es constante, y operativas en la edición, las cuales se
acentúan por las idiosincrasias de la
traducción. Me doy cuenta, sin embar-
8
Se le llama tracks a los canales en los que go, de que en cuanto dejo de dar clases
se graban las distintas melodías y segmentos de
percusión que forman cada pieza musical; tam-
relacionadas con el sonido, regreso casi
bién se llama tracks a las piezas que son graba- inmediatamente al software comercial
das en multitrack y pueden ser almacenadas en propietario, y que cuando salga de la
algún tipo de soporte material portable, como investigación en campo sobre produc-
cintas, discos de vinil, cd, memorias flash o tar-
jetas. Generalmente track se refiere a un seg-
ción musical entre jóvenes de Yucatán
mento de música grabada, sea una de las líneas seguramente se reducirá mi contacto
melódicas o una pieza entera. con el software alternativo.
182 Gabriela Vargas Cetina

Las inequidades lingüísticas y mu- hace unos 20 años, los que caracteriza-
sicales se extienden al mundo digital, y ban a las músicas locales que ahora se
es muy fácil dejar de ser “multilingüe” registran e interpretan en forma digi-
en software alternativo por cuestiones tal. Más allá de los discursos políticos y
de comodidad y acceso diferencial. Una programáticos de las instancias guber-
vez más, mi competencia en idiomas namentales, educativas, comerciales y
musicales digitales low-tech quedará de apoyo institucional, la etnografía
atrás en cuanto comience a dedicarme nos muestra que no es posible pensar
a un nuevo proyecto. Por tanto, mi co- en los programas de “desarrollo” o de
municación con los músicos y producto- “ecualización de oportunidades ante la
res de las áreas socioeconómicamente brecha digital” como las opciones para
marginadas de Yucatán volverá a ser remontar totalmente la desigualdad.
profundamente asimétrica, en tér­minos La etnografía es el único método que
de las diferencias de uso de hardware nos puede revelar por qué estos pro-
y de software para el procesamiento di- gramas se quedan en buenas intencio-
gital del sonido y de la música. nes, y cuáles serían las posibilidades
reales de transformación local: el mejo-
CONCLUSIÓN ramiento de las condiciones de vida y
la ecualización del ingreso, que sola-
A lo largo de este artículo he estado mente podrían resultar de la transfor-
mostrando, a través de mi experiencia mación radical del sistema económico
de investigación, la relación de des- actual. Y es que aún quienes hacemos
igualdad estructural que se extiende etnografía reflexiva tratando de de-
desde las diferencias lingüísticas hasta sarrollar relaciones intersubjetivas
las diferencias culturales y en el acceso nos vemos, al final de cada proyecto,
a la infraestructura digital. Éste, me re­gresando a nuestras posiciones ha­
parece, es uno de los grandes poderes bituales en las estructuras de la des-
de la etnografía: encontrar y poner en igualdad.
relieve, incluso en aquellos lugares in- Un segundo gran poder de la etno-
sospechados, los efectos de la desigual- grafía es el de mostrar, con nuestros
dad socioeconómica y cultural. Esta datos, que las personas en situaciones
desigualdad, como hemos visto, se ex- desventajosas no están allá porque se
tiende necesariamente a la desigual- lo hubieren propuesto o porque deci-
dad en acceso a recursos y productos dieron conscientemente no cambiar de
culturales, y en la poca proyección de lugar social. Nosotros mostramos cómo
los productos culturales regionales y esas personas están tan dedicadas
locales minoritarios hacia los merca- como nosotros a su trabajo, a sus fami-
dos hegemónicos. Más aún, la cultura lias o relaciones equivalentes, al arte, y a
y el mercado hegemónicos moldean ne- los proyectos colectivos en su localidad,
cesariamente la cultura local, pues el y mostramos también cómo las estruc-
software impone ahora ritmos y afina- turas homohegemónicas les afectan y
ciones que no necesariamente eran, limitan el impacto de sus producciones
Reflexiones sobre el trabajo de campo: la utopía intersubjetiva en un mundo desigual 183

culturales. Un tercer gran poder de la quizá comenzar a establecer otro tipo


etnografía es demostrar cómo algunos de relaciones con la gente en el campo,
elementos culturales, como la música, en nuestros propios espacios y en nues-
que tiende a ser desdeñada por las ini- tra práctica profesional en general.
ciativas de “desarrollo humano”, son
indispensables para la sobrevivencia Agradecimientos
de prácticamente cualquier grupo y
sociedad, y son un canal de esperanza Agradezco mucho a Emanuel Rodrí-
para la transformación utópica de la guez y a Silvia Gómez Tagle que me
sociedad y un escenario de acción indi- hayan invitado a pensar en estos te-
vidual y colectiva en contra de las es- mas. Gracias a todas las instituciones,
tructuras existentes. Por último, otro agencias y fundaciones que han finan-
gran poder de la etnografía es el de re- ciado mi trabajo a través de los años:
cordarnos, apenas comenzamos a olvi- University of Calgary, Department of
darlo, que somos parte de esas mismas Anthropology of McGill University,
inequidades que hemos vivido durante Max Bell Open Fellowship Fund, Dal-
el trabajo de campo, y que ninguna bir Bindra Fellowship Fund, Canadian
fuerza que podamos ejercer indivi- Association for Studies in Cooperation,
dualmente va a cambiar seriamente The Graduate Faculty of McGill Uni-
las condiciones estructurales de des- versity, Canadian Agency for Interna-
igualdad. tional Development, Wenner-Gren
Por supuesto, sería fantástico poder Foundation for Anthropological Re-
lograr el sueño de una etnografía in- search, McGill Special Presidential
tersubjetiva totalmente horizontal, Fellowship Fund, Ford Foundation,
pero las condiciones actuales, no sola- Consiglio Regionale di Sardegna, Con-
mente a nivel global socioeconómico, sejo Municipal Indígena de las Marga-
sino al de las demandas cotidianas a ritas, Chiapas; Instituto Nacional
quienes trabajamos como antropólo- Indigenista, sede Chiapas, Centro de
gas y antropólogos, hacen que ese obje- Investigaciones y Estudios Superiores
tivo sea una utopía. Las utopías, sin en Antropología Social, Consejo Nacio-
embargo, son un buen faro en la niebla nal de Ciencia y Tecnología de México,
de la investigación y la docencia antro- Programa de Mejoramiento del Profe-
pológicas, constantemente oscurecidas sorado de la Secretaría de Educación
por las demandas administrativas, Pública de México, Society for the Hu-
cuenta-puntistas y sobrevigilantes de manities of Cornell University y Facul-
la academia actual y el inmediatismo tad de Ciencias Antropológicas de la
del Estado y de los gobiernos. Éstos Universidad Autónoma de Yucatán.
nos piden convertir nuestras investi- El trabajo de investigación para la
gaciones en libros de recetas y de solu- sección sobre música y tecnología fue
ciones de opción múltiple, en vez de apoyado por el Proyecto 156796 del
darnos la libertad y el apoyo para per- Conacyt. Gracias a mis estudiantes de
seguir nuestra propia curiosidad, y titulación, a las y los alumnos del curso
184 Gabriela Vargas Cetina

Antropología del Sonido en la uady, a treal Anglophone French”, en Miriam


los miembros del seminario Perfor- Meyerhoff y Naomi Nagy (eds.), Social
mance Epistemologies en Brown Uni- Lives in Language –Sociolinguistics
versity, y a Mónica Heller por haber and Multilingual Speech Communities.
compartido conmigo algunos de los re- Celebrating the Work of Gillian
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