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GUÍA  DIDÁCTICA  
RUBENRIC    

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• Espectáculo: RUBENRIC (www.rubenric.com)
• Producción y Distribución: PENSAMIENTO Y ARTE, S.L.
• Idea y Guion: Óscar Ayala
• Dirección: Óscar Ayala
• Dirección Musical: Vicente Ariño
• Investigación y movimiento escénico: Inés Sánchez
• Escenografía: Fernando de la Casa
• Diseño y realización de audiovisuales: Fernando de la Casa
• Composiciones musicales: Enric Granados
• Texto: Rubén Darío
• Producción ejecutiva: Marcos Perales
• Contacto:

o oficina información: info@rubenric.com

o oficina técnica: producción@rubenric.com
o contratación: contratación@rubenric.com
o publicidad: publicidad@rubenric.com

PENS-ART, CIF: B87303442

C/Jorge Luis Borges, 9
28806 ALCALA DE HENARES (MADRID)
Tfno.: 659 474 256
www.pens-art.com
   

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Índice  
 
 
 
Introducción  
 
1. Justificación.  
 
2. EL  MODERNISMO.  
 
3. Rubén  Darío.  
3.1. Algunos  datos  biográficos.  
3.2. Selección  de  su  obra.  
 
4. Enric  Granados.  
4.1. Algunos  datos  biográficos.  
4.2. Selección  de  su  obra.  
 
5. Actividades.  
5.1. Actividades  relacionadas  con  el  
espectáculo  Rubenric.  
a) Individuales  
b) En  grupo  
5.2. Actividades  complementarias.  
a) Individuales  
b) En  grupo  
 
6. Programación  didáctica  de  la  actividad.  
 
 
Agradecimientos  

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INTRODUCCIÓN  
 
 
 
 
Una de las premisas básicas no ya de una ley educativa, sino de cualquier
sociedad avanzada, es aprovechar cualquier oportunidad para educar. El
año del centenario de las muertes de Rubén Darío y Enric Granados
ofrecen precisamente esa oportunidad.
No se trata simplemente de conocer las obras de estos dos hombres,
parte indispensable de nuestro patrimonio cultural y artístico, lo cual
justificaría sobradamente nuestro interés en acercarlo a un público
escolar. Eso, en mayor o menor grado, es posible realizarlo en las aulas.
Rubenric ofrece la oportunidad de indagar en dos lenguajes
artísticos, el poético y el musical, cifrados en el origen de lo que hemos
dado en llamar modernidad. Y a través de esa referencia, crear un nuevo
lenguaje, el escénico, para intentar llegar a ese concepto de arte total,
transgresor, sujeto simplemente a los límites de la belleza. Solo
comprendiendo esta premisa es posible interpretar un mundo como el
nuestro, repleto de referencias artísticas.
La versión pedagógica se ha realizado pensando en alumnos de los
últimos cursos de Educación Secundaria y Bachillerato, que en materias
como Lengua y Literatura Castellana, Música, Literatura Universal o
Historia del Arte precisan vislumbrar el lenguaje artístico que preludia
nuestra época en ebullición, sangrando, doliendo, lejos del laboratorio
aséptico y neutro que es un aula. Por supuesto, con esta guía queremos
ayudar a sus profesores a conducirlos por esa senda, pero, sobre todo

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pretendemos que la pisen, que se manchen de belleza. Si uno de solo de
los alumnos que lo verán se siente contaminado por la enorme belleza de
las obras de Rubén Darío y Enric Granados, si da el paso de acercarse a
ellos de manera autónoma tras su descubrimiento, todo nuestro trabajo
habrá merecido la pena: quién sabe qué será capaz de hacer ese alumno
en el futuro.
No es por lo tanto un producto pseudocultural más arrimado al
suculento mercado escolar, oportunista, falto de calidad, de atractivo o, lo
que es peor, de interés educativo para ese público. De esos, por desgracia,
estamos escarmentados todos los agentes educativos. Los responsables de
Rubenric somos, además de apasionados del arte, o precisamente por
ello, profesores de enseñanzas medias. Y si creemos en la educación como
manera de transformar el mundo, vemos en el arte una de las herramientas
más eficaces y atractivas para operar en este ámbito, de manera que no
podemos olvidar que es un producto artístico de calidad, no solo
educativo, lo que estamos ofreciendo. Ese es nuestro compromiso y esa es
nuestra vida, y hoy los ponemos a su disposición.
 
 
 
   

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1. JUSTIFICACIÓN  
 
En el año 1916, es decir, hace ahora No puede resultar tópico afirmar,
un siglo, se produjeron una serie de y menos aun cuando nos disponemos a
acontecimientos que lo convirtieron en homenajearlo, que Rubén Darío fue el
punto de inflexión entre dos épocas. No artífice del encuentro entre las letras de
solo fue el más sangriento de la I Guerra España y Latinoamérica. Cuando la
Mundial (con las batallas de Verdún, poesía española se enfrentaba a una
Galípoli o Jutlandia) o marcó el lacónica decadencia, Darío, iluminado
momento culminante de la revolución de por las letras francesas, encuentra un
Pancho Villa. No solo se promulga la nuevo modo de expresión, lidera la
célebre Ley Seca americana, se publican estética modernista y abre el camino a
la Introducción al psicoanálisis de las vanguardias y a la modernidad
Sigmund Freud o la Teoría general de la poética en castellano.
relatividad de Albert Por su parte, de Granados se ha
Einstein. dicho que integra, junto a Albéniz, Falla
También en y Turina, el póquer de genios que
1916 situó la música española en la
empieza a tradición culta occidental. Casi
balbucir el de manera automática se incide
en la revolución que supone su
interpretación pianística o su
filiación romántica a través de
Schumann y Chopin y, sobre todo,
su deuda con Wagner a través de su
Charles  Chaplin  junto  a  
Albert  Einstein.   maestro, Pedrell. Sin embargo, no se
contempla tan habitualmente que
movimiento dadaísta en el Cabaret buena parte de su obra forma parte de
Voltaire. Es decir, que, en el terreno de ese proyecto artístico ambicioso que es
las artes, la vanguardia empieza a el Modernismo y del cual su música es la
hacerse sitio y los protagonistas de la máxima representante. El Modernismo
contemporaneidad artística ceden su
lugar a nuevos talentos: mientras nacen
Yehudi Menuhin, Cirlot, Blas de Otero o
Buero Vallejo, mueren Henry James,
Jack London y, en la órbita
hispanoamericana, Rubén Darío y Enric
Granados.
Hace ahora un siglo,
efectivamente, murieron dos de los
talentos más enormes y reconocidos de
nuestro entorno cultural. Ambos, Darío y
Granados, son los máximos
representantes del Modernismo, uno de
la poesía y otro de la música, si es que  
alguna vez (y sobre todo en el ámbito de
este movimiento) poesía y música “Retrato  de  Tristan  Tzara”    
pueden ir separados. por  Hans  Arp,  1916.  

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 parte, sobre todo, de la teoría romántica
de la autonomía de la obra de arte, si
bien se concreta a la luz de la
modernización del final del XIX.
En efecto, Granados y Darío
comparten sensibilidades estéticas,
temas, intereses y soluciones rítmicas
idénticas. Son almas gemelas. Buena
parte de sus obras son complementarias
y resultan enriquecidas, embellecidas,
asombrosamente hipersignificadas
cuando se disponen en paralelo. De esta
idea nace la producción de RUBENRIC,
un híbrido compuesto a partir de
fragmentos de sus obras que,
manteniendo la fuerza y la pureza de los
distintos soportes artísticos, se derrama
en un manantial de belleza sin igual.
Rubén da a la música de Granados la
coherencia narrativa y la riqueza
descriptiva que sus melodías evocan. A
cambio, Granados música los ritmos y
timbres con que Rubén es capaz, como
nadie lo ha hecho, de dotar a la palabra.

2. EL MODERNISMO

La primera tarea, al hablar de Si somos capaces de acercarnos a esos

“Modernismo”, debe ser la de productos con conocimiento pleno de su
derrumbar tópicos (sino prejuicios) en pretensión, si somos capaces de
torno a su extensión y su estética. No se iluminarlos con la misma lámpara que
puede despachar el esfuerzo animó su composición, se descubrirá sin
revolucionario modernista con la duda ante nosotros un panorama de
enumeración, ya mecánica, de algunas belleza abrumadora.
de sus características más evidentes: Lo que llamamos cultura, y
perfección formal, exotismo, especialmente arte, occidental es un
recurrencia a lo sensorial, musicalidad, proceso que nace con el Romanticismo
aristocratismo, búsqueda de belleza, y acaba con las Vanguardias, es decir,
renovación métrica, etc. un sistema que se va completando
Una lectura superficial de esas durante 150 años. En efecto, es el
características hace con frecuencia que Romanticismo el que cuestiona, de
el modernismo se asocie simplemente a manera radical y en oposición al
un puñado de alejandrinos clasicismo, el papel del
repleto de palabras esdrújulas, artista y del arte, y
adjetivación relacionada con el coloca esa cuestión en el
color e imágenes que evocan núcleo de cualquier
cisnes, jardines, princesas y producción. De un
objetos orientales. modo u otro, el
Evidentemente, algo que, de Romanticismo santifica
principio, no resulta muy al artista, al poeta, cuyo
atractivo para un joven lector papel es filtrar el
del siglo XXI. Pero es que el mundo: las cosas no son
modernismo hispánico no es la en tanto que existen,
resultante de una moda sino en tanto que son
pasajera, sino la consecuencia   pensadas, percibidas e
de un ejercicio reflexivo sobre El   Romanticismo  acuña  un  
nuevo  papel  para  el  artista  
interpretadas por una
el papel del arte y del artista Occidente.   mente. Esta manera de
que va a desencadenar la gran concebir el mundo nos
revolución vanguardista y, por lo tanto, acompañará ya desde aquel momento, y
va a determinar la configuración de la nuestra sociedad debe proveerse de
cultura occidental de todo el siglo XX. poetas, portadores de una sensibilidad

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especial, capaces de leer más allá. En la
medida en que las ideas sobre los
objetos se imponen a los propios
objetos, hablamos de idealismo: los
distintos estadios en la evolución del
idealismo son los distintos movimientos
estéticos que se van sucediendo durante
casi dos siglos. Así pues, el Simbolismo
(que llamaríamos impresionismo en
música y artes plásticas) y las
Vanguardias son los dos grandes
momentos que completan la evolución
del sistema artístico iniciado con el
Romanticismo.
El Modernismo, a grandes
rasgos, viene a ser la asimilación por el
mundo hispánico del Simbolismo
europeo. A España llega con retardo,
mientras que para Hispanoamérica
supone también la gran reacción
artística que el Romanticismo (muy
débil en la América hispanohablante)
originó en Europa. Lo cierto es que es el
movimiento que integra definitivamente
nuestras artes en eso que podría
llamarse “sistema artístico occidental”.
2.1. ¿Qué es el Simbolismo?
a) la comunión entre fondo y
forma (sentido y sonido),
b) el apartamiento de cuestiones
morales, sociales o políticas,
c) el elitismo o aristocratismo y
d) la autonomía de la obra
artística.
Baudelaire o Rimbaud pretenden
descubrir la relación que existe entre las
ideas y los objetos más allá de lo
evidente, y para ello ponen a funcionar
todos los sentidos. Con la llegada de
simbolismo, se nos muestra que los
colores suenan y que los sonidos tienen
un color, que hay palabras con el alma
suave o rugosa, que el olor de un
recuerdo es perceptible. En definitiva,
que existe una clara correspondencia
entre los sentidos. En el caso de la
poesía, se concibe sobre todo como
sistema de sonidos, por encima de la
idea encerrada en la palabra, de manera
que interesa sobre todo en cuanto que es
música. Por su parte, la música en sí
tiene ya la certeza (el Romanticismo se
encargó de evidenciarlo) de su

Cuando aquí hablamos de Simbolismo

lo hacemos en su acepción más amplia,
es decir, la que es capaz de aglutinar los
meritorios pero parciales credos
estéticos que orbitan en torno a él
(Prerrafaelismo, Decadentismo,
Parnasianismo y, por supuesto,
Modernismo). Sin ninguna duda, la
máxima que vertebra todas estas
poéticas es la del “arte por el arte” o,
La  sinestesia  es  el  gran  hallazgo  de  la  
lo que es lo mismo, arte al margen de la modernidad  artística,  y  el  simbolismo  fue  
realidad y del momento, sin modelos, el  resònsable  de  su  difusión.  
sin cánones, sin dogmatismos ni
pedagogías. El arte como consecuencia capacidad para ser percibida por
del ejercicio creativo del artista, cualquiera de nuestros sentidos. Si
subjetivo, autónomo, absolutamente tuviéramos que elegir una palabra para
libre, sin otra finalidad que la de hacer definir el gran hallazgo de la
arte. Eso es, y no otra cosa, la modernidad artística, sería
persecución de la belleza. Desarrollando “sinestesia”. Si no tenemos clara la
esa máxima, resultan consecuencias casi naturaleza de las relaciones sinestésicas,
inevitables:

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el arte a partir de su generalización se
nos hará hermético, difícil y caprichoso.
Somos conscientes de la excesiva
simplificación a que el formato de esta
exposición nos obliga. Para lo que nos
interesa, sin embargo, baste con dejar
claro que el simbolismo se levantará
fundamentalmente sobre la relación
entre música y poesía ya declarada por
los románticos. Pero los simbolistas van
más allá de la materia fónica del
lenguaje: las palabras que se suceden en
un sistema (en un verso o en un poema)
son capaces de evocar (de simbolizar)
un estado del alma. La apreciación no es
baladí: supone, si admitimos que la
musicalidad es no solo el molde, sino el
alma del poema, que el “símbolo”
destituye a la “metáfora”
(exclusivamente basada en la idea)
como principal arma del lenguaje
poético.

2.2. El “arte total”

Estamos tratando de acotar, bien que con pinceladas gruesas, la razón artística de las
composiciones simbolistas-modernistas sobre las que se va a ilustrar este tema. Más o
menos, para lo que nos ocupa, ya hemos entendido que la relación entre poesía y música
quiere decir que el ritmo, el timbre o la melodía de un poema van atados a lo que
significa o evoca. Tratar de entender un poema solo por lo que significan sus palabras
es mutilar su enorme capacidad expresiva. Cada vez que el poema se realiza (repárese
en que hemos evitado decir “se lee”), comienzan a trabajar las relaciones entre los
diferentes elementos del sistema poético construido (colores, sonidos, ritmos, ideas,
formas...). Si fuéramos capaces de sustituir la palabra “poema” por un concepto como
“sistema poético”, tal vez nos resultaría más sencillo comprender este extremo.

WAGNER

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