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Vivir Presionados…

Vamos a llamar así a la sobre carga, este es el famoso estrés, que es nada menos que la
plataforma de todas las enfermedades que conocemos; por eso tenemos que aprender a
manejarlo.

Básicamente hay dos tipos de personalidades, la vulnerable y la resiliente, que es la


persona que transforma los estímulos estresantes en fortalezas.

Cuando tenemos muchos estímulos y sobre cargas y tenemos una personalidad vulnerable,
vienen los trastornos de ansiedad. Vamos a hacernos una serie de preguntas:

 ¿Tenemos mucho trabajo?


 ¿Trabajamos con personas inestables?
 ¿Trabajas bajo la presión del reloj?
 ¿Disfrutas del trabajo?
 ¿Tenés poco futuro laboral?
 ¿Problemas familiares?

Estos son algunos de los estímulos estresantes que tenemos que evaluar, ahora bien,
podemos tener muchos de estos estímulos pero va a depender del nivel de fortaleza
interno.

Por otro lado la personalidad resiliente, es la que transforma los estímulos estresantes en
fortalezas.

Ahora nos vamos a preguntar lo siguiente para medir nuestro nivel de estrés:

 ¿Estás cansado permanentemente?


 ¿En constante estado de tensión?
 ¿Problemas de sueño?
 ¿Preocupados?
 ¿Reacciones desproporcionadas?

No son las cosas lo que nos enferman, sino la imagen que tenemos de las cosas

Debemos evaluar como interpretamos las cosas que nos pasan, hay gente que vive
estresada, son las que llamamos personalidades tipo A, son personas que viven
compitiendo, personas que viven aceleradas. Otra característica es la ambición, personas
que permanentemente quieren desafíos nuevos, logros nuevos, sin disfrutar los que van
teniendo.

Y por último, dentro de las personalidades tipo A, está la actitud mental negativa; por eso
necesitamos aprender a manejar el estrés y la sobrecarga, porque el estrés es veneno, nos
lastima, nos daña, y dispara cualquier tipo de enfermedades.
Tenemos que evaluar que es lo queremos, hasta donde queremos llegar, también debemos
invertir tiempo en nuestro mundo interior.

Como podemos manejar el estrés:

 Es muy importante no olvidarnos de disfrutar el presente.


 Cada dos horas de trabajo descansar 5 minutos.
 Aprender a delegar.
 Aprender a decir no.

Sabemos que las presiones están, son parte de la vida, por eso debemos ponernos desafíos
que no sean ni muy fáciles ni muy difíciles, si estos son muy difíciles tendemos a
frustramos y si son muy fáciles nos deprimimos; no tenemos que esperar que la gente nos
de lo que ya está dentro nuestro, no esperemos que nadie nos ayude, que nos salven
porque tenemos todo el potencial dentro nuestro, podemos levantarnos de las crisis más
difíciles, podemos criar a los hijos más complicados, podemos recuperarnos.

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