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Mayordomía:
Las motivaciones del corazón
Daniel Hernández Vanegas
Un proyecto de
Mayordomía: Las
motivaciones del corazón
Introducción general
La vida de un mayordomo cristiano
¿Mayordomía? ¿Qué es eso? ¡Oh no, ya van hablar de dinero otra vez! ¡que el diezmo y
que ofrendas! Quizás muchos pensaron algo similar a eso al ver el tema de estudio de este
trimestre en la lección de Escuela Sabática. O quizás algo como: Qué aburrido, es no es
relevante para mí; de hecho te confieso, con mucha pena, que en cuanto vi la portada de la
edición para adultos de la lección de Escuela Sabática pensé, mmm este tema no me gusta,
no parece apasionante, no como Apocalipsis, o el Santuario, o Romanos ah esa estuvo
genial, esos son los verdaderos temas.
Pero ¿Por qué hablar de mayordomía? Hay muy buenas razones para ello:
1. Porque como sociedad vivimos hundidos en el materialismo y el consumismo. Cada
año, por ejemplo, queremos renovar nuestros smartphones y cada vez son más
caros, solo piensa en el último equipo lanzado al mercado el iPhone X que puede
llegar a costar por arriba de los 1000 dolares, o piensa en tus tarjetas de credito y las
altas deudas en tiendas departamentales que miles de familia adquieren. O en esos
productos como las smart-tv con precios que pueden superar los 3000 dólares pero
que cuentan con garantia limitada a 3 años. La mayordomía, como es enseñada en
la Biblia, es una excelente herramienta para ayudarnos a reflexionar y librarnos de la
cadenas del materialismo y el marketing que nos invita a consumir, una herramienta
que nos previene de esa filosofía con la que muchos vivimos: “el dinero se hizo para
gastar”.
2. Lamentablemente muchos profesos cristianos viven perdidos malgastando sus
energías, tiempo, recursos y habilidades en los deleites y placeres que solo les
lastiman, que los inhabilita para servir a los demás y los alejan de Dios. Los
principios de mayordomía que ponemos en práctica en nuestras vidas pueden
atenuar e incluso evitar esos comportamientos y estilos de vida.
3. Porque la mayordomía puede enseñarnos acerca de cómo vivir según la voluntad
divina y librarnos del egoísmo.
4. Porque afecta nuestra actitud, nuestra conversión, nuestro compromiso, nuestra
autodisciplina, y mucho más.
5. Porque a través de la mayordomía aprendemos a administrar las posesiones de Dios
para su gloria y para financiar su misión y terminar pronto su obra.
6. Porque nuestra vida como mayordomos refleja el carácter de Dios ante el mundo,
somos sus embajadores.
John Mathews, autor de la lección de Escuela Sabática para este trimestre, refiere que
Clayton M. Christensen, un autor de temas de negocios, observó que con el correr del
tiempo muchos de sus compañeros de estudios fracasaron en la administración de la vida.
Y concluyó: “No mantuvieron el propósito de su vida frente a ellos cuando deciden cómo
gastar su tiempo, sus talentos, su energía”.