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Bosquejos 

Para maestros de Escuela Sabática 


1er Trimestre 2018 

 
 
 
 
 
 

Mayordomía: 
Las motivaciones del corazón 
 
 
Daniel Hernández Vanegas
 
 
 
 
 

 
 
Un proyecto de
Mayordomía: Las 
motivaciones del corazón 
Introducción general
La vida de un mayordomo cristiano

¿Mayordomía? ¿Qué es eso? ¡Oh no, ya van hablar de dinero otra vez! ¡que el diezmo y
que ofrendas! Quizás muchos pensaron algo similar a eso al ver el tema de estudio de este
trimestre en la lección de Escuela Sabática. O quizás algo como: Qué aburrido, es no es
relevante para mí; de hecho te confieso, con mucha pena, que en cuanto vi la portada de la
edición para adultos de la lección de Escuela Sabática pensé, mmm este tema no me gusta,
no parece apasionante, no como Apocalipsis, o el Santuario, o Romanos ah esa estuvo
genial, esos son los verdaderos temas.

Pero reconozco que me equivoque, y quizás tu también, porque hablar de mayordomía no


es solo hablar de dinero, déjame ponértelo en palabras más simples: Qué tal te suena
“Gerencia de vida”, o “administración de la vida”, o qué tal “Mejoramiento personal” eeh,
otros términos relacionado con este mismo concepto podrían ser “coaching personal” o
“branding personal”. A puesto a que ya suena más conocido y más interesante ¿no te
parece? Y nos pasa así porque el concepto de mayordomía casi a desaparecido de nuestro
entorno social, ¿cuántas personas conoces que sean mayordomos? Quizás lo más reciente
que hayamos visto sobre mayordomía y mayordomo, fuera del ámbito religioso, haya sido
en la película “The Butler” “El mayordomo de la Casa Blanca” con Forest Whitaker, jajaja.
Hablar de mayordomía es hablar de administración o gerencia. Revisemos algunas
definiciones de mayordomía cristiana:

“La administración de posesiones tangibles e intangibles para la gloria de Dios”


“La mayordomía es la expresión práctica y diaria de lo que significa seguir a Jesús;
una expresión de nuestro amor por Dios, una manera de vivir a la altura de la verdad
que hemos recibido en Cristo.”

Bien, de acuerdo a estas definiciones mayordomía cristiana es mucho más que


mejoramiento personal o coaching o branding, es mucho más profundo que eso. Ya que el
mayordomo cristiano reconoce que es pecador y que está vendido al pecado por lo tanto
necesita ser transformados por Cristo y el poder del Espíritu Santo para vivir cada día una
vida santa, administrando con sabiduría los dones tangibles e intangibles de Dios. Ya
profundizaremos en ello a lo largo de este trimestre.

Pero ¿Por qué hablar de mayordomía? Hay muy buenas razones para ello:
1. Porque como sociedad vivimos hundidos en el materialismo y el consumismo. Cada
año, por ejemplo, queremos renovar nuestros smartphones y cada vez son más
caros, solo piensa en el último equipo lanzado al mercado el iPhone X que puede
llegar a costar por arriba de los 1000 dolares, o piensa en tus tarjetas de credito y las
altas deudas en tiendas departamentales que miles de familia adquieren. O en esos
productos como las smart-tv con precios que pueden superar los 3000 dólares pero
que cuentan con garantia limitada a 3 años. La mayordomía, como es enseñada en
la Biblia, es una excelente herramienta para ayudarnos a reflexionar y librarnos de la
cadenas del materialismo y el marketing que nos invita a consumir, una herramienta
que nos previene de esa filosofía con la que muchos vivimos: “el dinero se hizo para
gastar”.
2. Lamentablemente muchos profesos cristianos viven perdidos malgastando sus
energías, tiempo, recursos y habilidades en los deleites y placeres que solo les
lastiman, que los inhabilita para servir a los demás y los alejan de Dios. Los
principios de mayordomía que ponemos en práctica en nuestras vidas pueden
atenuar e incluso evitar esos comportamientos y estilos de vida.
3. Porque la mayordomía puede enseñarnos acerca de cómo vivir según la voluntad
divina y librarnos del egoísmo.
4. Porque afecta nuestra actitud, nuestra conversión, nuestro compromiso, nuestra
autodisciplina, y mucho más.
5. Porque a través de la mayordomía aprendemos a administrar las posesiones de Dios
para su gloria y para financiar su misión y terminar pronto su obra.
6. Porque nuestra vida como mayordomos refleja el carácter de Dios ante el mundo,
somos sus embajadores.

John Mathews, autor de la lección de Escuela Sabática para este trimestre, refiere que
Clayton M. Christensen, un autor de temas de negocios, observó que con el correr del
tiempo muchos de sus compañeros de estudios fracasaron en la administración de la vida.
Y concluyó: “No mantuvieron el propósito de su vida frente a ellos cuando deciden cómo
gastar su tiempo, sus talentos, su energía”.

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