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La historia del sistema penitenciario en trabajos no sólo eran los prisioneros, si- tal para su funcionamiento la investiga-

México se encuentra estrechamente rela- no la población en general, especialmen- ción científica y la aplicación de sus re-
cionada con las más avanzadas discusiones te los sectores que corrían mayores pro- sultados.
en el ámbito científico y con los propósi- babilidades de fracturar el orden social. El caso de Puebla es relevante, pues la
tos políticos de paz, tranquilidad y moder- En el país hubo pequeñas comunidades planeación de la penitenciaría, desde lo po-
nización que proclamaba el régimen por- locales y regionales vinculadas con sus lítico y lo científico, estaba dirigida a la
firista. La prisión, como establecimiento pares, tanto en Estados Unidos como en reclusión de individuos y al control y mo-
social, por sus propias funciones se espe- Europa; médicos, abogados, maestros y dificación de conductas de una mayoría de
cializó en la enseñanza del orden, la obe- hasta químicos se comprometieron con hombres provenientes de pueblos y pe-
diencia y la disciplina. Sus tareas desborda- la concepción y realización del proyecto queñas ciudades de este estado. La gran
ban sus muros, y los destinatarios de sus penitenciario, considerando fundamen- población de penitenciados estuvo consti-
tuida por indígenas, es decir, campesinos,
jornaleros, tejedores, albañiles, cargado-
res, etcétera. En su confinamiento, estos
NYDIA E. CRUZ BARRERA hombres también cumplieron socialmente
el papel de sujetos experimentales destina-
dos a mostrar, verificar o refutar las teorías
científicas en boga acerca de la etiología
del crimen. El desarrollo de las ciencias
penales en México (criminología, crimi-
nalística, psiquiatría, psicología criminal
y penología, entre otras) se fortaleció con
el desarrollo de estos modelos peniten-
ciarios.
Anteriormente la prisión sólo era un
sitio de espera, mientras se hacía efectiva
la condena, horca, azotes, etcétera, y los
cambios sociohistóricos transformaron a
la prisión en el castigo mismo. Esta trans-
formación tuvo lugar durante el lento
cambio social hacia un régimen econó-
mico capitalista. La privación de la liber-
tad se ha asociado a los cambios socioe-
conómicos. Sucintamente diremos que
el tiempo de condena era el tiempo en
que una persona era suspendida del mer-
cado de trabajo para enmendar y corre-
gir su comportamiento; al mismo tiempo
se suspendían sus derechos jurídicos, a la

Indígenas y criminalidad circulación y a la libre asociación, entre


otros.
Las aplicaciones del sistema peniten-
ciario en la población decimonónica se

en el porfiriato. El caso relacionan con el ejercicio del poder que el


Estado ejercía sobre los individuos, trans-
gresores de sus normas. El caso de los in-
de Puebla dígenas resulta muy ilustrativo, puesto que
se trata de personas con un cierto modo
de vida, que al ser aprisionadas y obliga-

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das a modificar su comportamiento po- asuntos jurídicos y de antropología cri- derecho, los presos tenían alimentos por
sibilitaron, como grupo, la enseñanza y minal. Asimismo, se organizó un museo cuenta del estado, pago sabatino por tra-
el aprendizaje de nuevos modos de interac- con las colecciones de cráneos y cerebros bajo, asistencia médica y comunicación
ción social, diferentes a los usos y costum- de criminales notables, así como pertenen- verbal con las personas autorizadas, en los
bres de sus lugares de origen, arraigados en cias y objetos diversos relacionados con días y horas establecidas o bien por escri-
la tradición. Los presos, campesinos y per- los delitos, armas de diversa índole, foto- to en correspondencia abierta por con-
sonas provenientes del área rural, al ca- grafías y tatuajes, oficinas y habitaciones ducto del director.
pacitarse como operarios en los distintos del director, empleados y sirvientes. Tam-
talleres, debían salir de la prisión con una bién existían cuadras para la guardia es- Práctica científica penitenciaria
calificación laboral básica; pero tan im- pecial, el Batallón Zaragoza, que además
portante como eso era la internalización de vigilar la prisión se ocupaba de la per- Los criterios positivistas extendidos a la
de nuevas formas de relación social, sus- secución de bandidos y forajidos en las práctica de la medicina favorecieron el
ceptibles de difundirse en sus lugares de zonas rurales del estado. La sección de despliegue del pensamiento criminológi-
origen. La modernización también pasa- estadística criminal concentraba la in- co italiano, como sucedió en la peniten-
ba por la transformación de los compor- formación necesaria para formar la esta-
tamientos de los ciudadanos, con mayor dística del resto del estado en materia
énfasis en los más resistentes. criminal. Ésta se componía con los infor-
En el derecho penal los cambios más mes y reportes enviados por los médicos
notables se dieron en torno al castigo. La expertos foráneos, y los testimonios grá-
abolición de la pena de muerte no era co- ficos que aportaron nos confirman la ra-
sa nueva, pues desde 1857 se había decre- za de su población y su pertenencia a los
tado constitucionalmente que esta pena grupos indígenas.
se suprimía en el territorio mexicano, con- El ordenamiento y clasificación de los
dicionándola a ser sustituida por la apli- presos se convirtió en una de las tareas
cación de un régimen penitenciario. Fe- iniciales de la nueva prisión, muy acorde
lizmente para las autoridades poblanas, el con los principios positivistas. Para el co-
1 de abril de 1891 se leyó el decreto de nocimiento y control de los reclusos se
abolición de la pena de muerte. Al día si- impusieron varios registros recabados en
guiente, 2 de abril, la población delin- distintos libros: de entradas, de órdenes de
cuente comenzó oficialmente un nuevo ingreso y ejecutorias, de retratos, de cel-
periodo de vida con la inauguración de das, de conducta, de salida y de autop-
la penitenciaría del estado y el estableci- sias. La regla del silencio se impuso y los
miento del régimen penitenciario. Ro- maestros vigilaban el trabajo, realizado
sendo Márquez, en la gubernatura, y Por- en riguroso silencio y sin dirigir la palabra
firio Díaz avalaron el acontecimiento. a los presos, excepto por la enseñanza o el
La prisión contaba con celdas indi- trabajo mismo. De esta manera se promo-
viduales sin comunicación entre ellas y vía la laboriosidad y la obediencia. Las ciaría poblana. La medicina legal vincu-
de vigilancia fácil, con capacidad para medidas disciplinarias fueron reglamen- laba los aspectos sociales y naturales de la
quinientos prisioneros. En ese contexto tadas con prolijidad. También se reguló ciencia. La observación, el registro, la me-
penitenciario había departamento para el uso del tiempo destinado a la limpie- dición, la clasificación y la comparación de
escuela, salones para talleres, lugar para co- za, la alimentación, el trabajo y la educa- las características físicas y psíquicas de los
mercializar la producción de los diferen - ción escolar, moral y religiosa. La ociosi- penitenciados prometía tanto a científi-
tes talleres, salón de conferencias religio- dad fue duramente combatida. cos como a políticos explicarse la causali-
sas, locutorios, departamentos de baños Desde la dirección central se vigilaba dad del crimen sin considerar situaciones
y lavado de ropa, proveduría, refectorio, la reclusión y los servicios educativos, de externas al comportamiento criminal.
enfermería, depósito de cadáveres, depar- instrucción laboral y los servicios destina- De manera separada, los nuevos conoci-
tamento de antropología criminal, gabi- dos a promover una disciplina institucio- mientos de la antropología criminal fa-
nete de antropometría y departamento de nal y el arraigo al cumplimiento de nor- vorecieron la evaluación del delito y del
fotografía. La biblioteca se especializó en mas reguladoras de la vida cotidiana. Por delincuente a fin de estudiarlos como en-

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tidades independientes, con esto se abría
una nueva época para los estudios cientí- CARTA DE LOMBROSO AL DOCTOR MARTÍNEZ BACA

ficos acerca del comportamiento criminal


Archivos de Psiquiatría,
desde el punto de vista del derecho penal. Ciencias Penales y Antropología Criminal
La herencia biológica, la identificación Prof. Lombroso.
Vía Lgnano 26- Turín,
antropométrica, tallas, pesos, medidas cra- 9 de mayo de 1893.
neanas, raza, etcétera, y el estudio psico-
lógico, la disposición a la obediencia, los Ilustre colega:
buenos hábitos, el desarrollo de cualida-
Me congratulo con usted y me congratulo con el Gobierno que muestra un liberalismo
des psíquicas y la voluntad, entre otros, se
y un espíritu mucho más ilustrado que cuantos existen en Europa, favoreciendo las
consideraron aspectos fundamentales en nuevas ideas.
el estudio criminológico, psicológico y Su libro es, a lo que creo, la primera contribución experimental con la que, de diez
social de los indígenas presos. La crimino- años a esta parte, han concurrido los extranjeros a los trabajos de la nueva ciencia.
Muchos saben hacer críticas fáciles, alabanzas o censuras, pero ninguno hasta hoy
logía positivista explicaba la criminalidad
ha hecho un estudio tan perfectamente científico, experimental y exacto ni tan ilustrado
fundamentándose en diferencias y seme- como el suyo. Yo trataré de hacer publicar su traducción en italiano y francés, y de hacer
janzas somáticas; distintas conformaciones resúmenes de él en todos los periódicos de que dispongo.
del cráneo o del cerebro, así como subordi- He experimentado al leerlo la alegría más grande de mi vida.
Si usted pudiera mandarme los clichés yo los haría reproducir en Italia.
naciones biológicas manifestadas en la in-
ferioridad o superioridad de la raza, eran Su servidor.
consideradas también como factores cau-
C. Lombroso
sales de retraso y degeneración mental
y social que derivaban en epilepsia, alco-
holismo o la combinación de varias con-
diciones; a pesar de esto la explicación
etiológica del crimen tuvo un enfoque
predominantemente biológico. En un ambiente propicio para equi- cisco Martínez Baca y Manuel Vergara.
Los científicos porfirianos recurrían a parar a la sociedad y sus miembros como Dicha obra detalla las actividades cientí-
temas como la evolución, la degenera- componentes de un organismo en evo- ficas realizadas durante el año siguiente a
ción, lo normal y lo patológico, entre lución y con funciones semejantes a las de la apertura de la prisión. Además, Martí-
otros, para explicar lo social. Entre esos un cuerpo orgánico, encontramos las ex- nez Baca y Vergara participaron con ella
personajes podemos mencionar a Gabino plicaciones dadas para visualizar de modo en la Exposición Internacional de Chi-
Barreda, introductor de la filosofía posi- biologicista a los delincuentes y crimina- cago en 1892, obteniendo un premio y el
tivista en México, y a Justo Sierra, pro- les, considerándolos elementos en des- reconocimiento público, pues a poco tiem-
motor de un proyecto educativo y cultu- composición de ese cuerpo social, capaces po de publicada recibieron las felicitaciones
ral. Este último decía: “La sociedad es un de corromper y contagiar a otros, confron- del médico italiano César Lombroso, prin-
ser vivo, por tanto crece, se desenvuelve tando de esta manera las posturas favora- cipal representante de la escuela crimi-
y se transforma; esta transformación per- bles a la corrección y enmienda por la vía nológica positivista, quien les solicitó los
petua es más intensa al compás de la ener- de la moralización y el trabajo. Al delin- clichés para reproducir el trabajo en Ita-
gía interior con que el organismo social cuente se le consideró un cáncer de la lia. Esta carta de felicitación fue publica-
reacciona sobre los elementos exteriores sociedad que debía ser extirpado. Ante da en el Periódico Oficial de Puebla; el
para asimilárselos y hacerlos servir a su pro- tal conclusión poco quedaba por hacer; redactor del periódico, licenciado Atene-
gresión. La ciencia, convertida en un ins- al criminal se le veía sin esperanza de re- doro Monroy, entusiasta de las teorías cri-
trumento prodigiosamente complejo y generación. minológicas, presentaba a Lombroso como
eficaz de trabajo, ha acelerado por centu- Particularmente, el caso poblano tes- “el grande y admirable autor de El hom -
plicaciones sucesivas la evolución de cier- tifica la fuerza de la escuela lombrosiana. bre delincuente, la biblia de la antropo-
tos grupos humanos; los otros, o se subor- La obra Estudios de antropología criminal logía criminal”, y escribía: “Mucho nos
dinan incondicionalmente a los principales fue producto de un año de investigaciones complace ver que hombres de tan alta
o pierden la conciencia de sí mismos y su sobre la población de penitenciados po- autoridad científica como Lombroso, ha-
personalidad”. blanos, elaboradas por los médicos Fran- gan justicia a los méritos de nuestros com-

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patriotas y no se desdeñen de enviarles ciario, pero en el que se carezca de los la intención de introducir en toda la vi-
desde la cumbre gloriosa en que brillan, medios necesarios para el estudio psico- da social medidas preventivas. La pro-
una palabra de sinceridad y entusiasmo, fisiológico de los criminales, tendrá que yección y aplicación de medidas preven-
que tan hermosamente obliga nuestra ser siempre incompleto. El hospital es el tivas de seguridad pública en la población
gratitud y nos abre las puertas de la más gabinete del clínico, el manicomio lo es se legitimaba en nombre de la ciencia. La
generosa y fecunda emulación”. del alienista, el de los que estudian el de- población estudiada, se presumía, repre-
En Estudios de antropología criminal, recho penal y la medicina legal, deberá sentaba a la gran mayoría de la población
Ma rt í n ez Baca y Vergara aseveran que ser la prisión; allí donde están confina- indígena, en términos de correspondencia
lo primordial consiste en “estudiar ínti- dos, amontonados, todos los elementos de de constitución física, desarrollo mental
mamente la persona del criminal, por la fermentación y de la descomposición y psicológico.
esto se deben tener en cuenta, al juzgar social. Ningún lugar más a propósito que
una acción de esta clase, tres órdenes de éste para la observación”. También afir- El área de Antropología Criminal
factores: antropológicos, físicos y sociales, maban que no se trataba sólo de corregir
cada uno de los que ejerce determinada al delincuente colocándolo en condicio- La Dirección del Departamento de An-
influencia en el sujeto de la acción”. Con- nes especiales y de impedirle causar ma- tropología Criminal estuvo bajo la res-
siderando la importancia del delincuen- yores perjuicios a la sociedad, sino que ponsabilidad del doctor Francisco Martí-
te, tanto como del delito y de la pena, “trátase también, y es lo primero y más nez Baca. Dicho Departamento, donde
estos estudios tomaban una postura for- noble, de evitar que el hombre se con- se estudiaba el comportamiento criminal
mada con los más avanzados criterios vierta en delincuente, corrigiendo y modi- buscando establecer la etiología del crimen,
penales. ficando las malas tendencias de que pudie- fue considerado no sólo como un mo-
En el prólogo preparado por el abo- ra estar dotado, por medios susceptibles derno instituto de investigación crimi-
gado Rafael D. Saldaña, con una acen- de aplicación fácil en todos los momen- nológica, sino como el primero que se
drada vehemencia y defensa de las teo- tos de la vida social”. estableció en América Latina (el segundo
rías lombrosianas, éste decía: “sabemos Los fines profilácticos aparecen con fue creado en Argentina, en 1908, a ins-
ya que el criminal es un tipo que se cons- pureza: evitar que el hombre causara per- tancias de José Ingenieros).
tituye como una familia en la especie hu- juicios a la sociedad, a costa de aplicarle En él se estudió a la población total de
mana, y que se diferencia de los demás en todos los momentos de su vida social la prisión y a los fallecidos durante el pri-
hombres por ciertas anomalías de con- las correcciones necesarias, trascendien- mer año de actividades. De veintiséis ce-
formación fácilmente reconocibles; que do los reducidos espacios de la prisión con rebros de criminales notables fallecidos
es de todo punto falsa la aserción de que el
libre albedrío es el fundamento de la res-
ponsabilidad criminal, y que lejos de esto
el crimen no es más que el resultado de una
anomalía cerebral, congénita o adquirida
que arrastra e impulsa fatalmente al hom-
bre a obrar en un sentido determinado.
Han quedado pues completamente des-
truidos los fundamentos del sistema del
derecho penal en vigor y era preciso dedi-
carse a sustituirlo”.
Apegándose a la tradición científica y
con un propósito de profilaxis social,
Martínez Baca y Vergara aseguraban que
“la perfección de los medios empleados
para la corrección del delincuente está en
razón directa del conocimiento psicoló-
gico que de él se tenga. Por eso, un esta-
blecimiento penal en el cual se aplique a
los detenidos un severo régimen peniten-

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en la prisión, se describieron: a) la cere- estados patológicos o afecciones del sis- Por otro lado, hubo colecciones foto-
broscopía: hiperhemias, isquemias, hemo- tema nervioso y neuropatía, y medidas gráficas con los retratos de los presos de la
rragias, esclerosis, anomalías, variedades craneanas. El examen antropométrico se penitenciaría y de otros criminales nota-
de forma en el desarrollo de las circun- realizaba según el sistema de Bertillón. El bles como parte importante del material
voluciones, derrames cefalorraquídeos y estudio fisiognómico asentaba la expresión para el estudio científico del delincuente.
lesiones anatomo-patológicas; b) la cra- facial, color del pelo y barba, frecuencia Desde su ingreso, en el servicio fotográfi-
neometría: diámetros, circunferencias, gesticular y otros detalles para determinar co los reos eran fotografiados e identifica-
cubicación y peso, y c) la craneoscopía el estado general del individuo y su desa- dos en el Libro de Registro con tomas de
de las diversas regiones: frontal, occipi- rrollo muscular. La organoscopía estudia- los órganos y tatuajes que el médico se-
tal, etcétera. ba la sensibilidad general por medio del ñalaba de interés por ciertas característi-
La tecnología apoyó la antropome- estesiómetro y la electricidad. También se cas comunes o por la anomalía que pre-
tría. En el laboratorio, también llamado medía el desarrollo de los sentidos y los sentaban. Los tatuajes se asociaban con la
gabinete antropométrico, y en el anfitea- reflejos cutáneos y tendinosos, y median- proclividad al deterioro moral. Posterior-
tro, se usaba instrumental y menaje espe- te el estudio psicológico se investigaba el mente, esta técnica fue desarrollada por
cializado importado de Francia y posterior- desarrollo de la inteligencia y la memoria, Martínez Baca en un estudio psicológico
mente de Estados Unidos. Pero también la imaginación, el género de sentimien- y médico-legal sobre los tatuajes existen-
se incursionaba en la innovación técnica, tos, las afecciones o pasiones dominantes, tes entre delincuentes recluidos, soldados
ya que para la medición antropométrica el estado de la voluntad clasificada como de un batallón y de la prisión militar de la
exacta se diseñó un instrumento llamado valor civil, personal, brutal, razonada, et- misma ciudad de Puebla. En este trabajo
metopogoniómetro y otro denominado ce- cétera. El caló, forma de escritura, firma sobresale la clasificación y descripción de
falómetro vertical. De esta manera, se re- o jeroglífico utilizada por los presos, de- los símbolos tatuados, y las teorías psicoló-
gistraron tallas, pesos, longitudes de ma- venía en los tatuajes, los cuales eran fo- gicas y atávicas para explicar el tatuaje,
nos, pies y dedos para resaltar asimetrías tografiados, copiados y clasificados; a la que abordan un conocimiento universal,
y anomalías, datos de identificación ge- muerte del prisionero, la piel tatuada se para luego concluir con lo regional.
neral del preso, biografía con anteceden- cortaba, preparaba y enviaba al museo En dicho estudio Martínez Baca de-
tes familiares especialmente delictuosos, de la penitenciaría. cía: “El principio sentado por Lombro-

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so, de que el hombre criminal es un salva- gen y los niveles educativos, incluyendo
je nacido en medio de una sociedad ci- factores sociales, como lo hacían también
vilizada, con las ideas y el gusto estético algunos antropólogos italianos en desa-
del hombre de las primeras edades, es en cuerdo con Lombroso. Su atención a lo
nuestro concepto el más justo que por la social como factor causal los sitúa a una
observación se ha podido inducir. En efec- cierta distancia de la radical postura de
to: entre el criminal y el salvaje, psicoló- Lombroso de su primera época.
gicamente considerados, no es grande la Muchos años más tarde, Alfonso L. He-
diferencia; el atavismo los une”. Encon- rrera y Ricardo E. Cicero señalaron el apor-
tramos aquí un punto de concordancia te de estos científicos mexicanos a la antro-
mayor en el concepto atavismo (de ata - pología general: “ellos estudian hechos
vus, antepasado) que en el del delincuen- singularísimos del atavismo, caracteres y
te nato, manejado en la primera obra pu- hechos de importancia capital para la an-
blicada por Martínez Baca con base en tropología especulativa, que intenta des-
la población indígena presa. Como ra- cubrir los orígenes del hombre y deter-
zón etiológica asegura: “Las causas son minar el grado de superioridad relativa
de dos órdenes: principales y accesorias de cada raza. En México […] han sido nu-
[…] Las primeras se refieren a la fuente merosos y bien conducidos los estudios de
de donde procede la tendencia a ador- la antropología criminal, que los muy de-
narse, que no es otra cosa que el atavis- ficientes de la antropología general; ésta,
mo […] Las segundas o accesorias son aunque no debía ser así, según un méto-
las que accidentalmente intervienen para la do lógico y riguroso, aprovecha ciertas
verificación del fenómeno, y las que no investigaciones de los criminalistas, es-
pueden invocarse sino en pequeña parte, pecialmente las que se refieren a los ca-
a favor de los delincuentes”. racteres del desarrollo atávico observados
En el Libro de Autopsias se anotaron en algunos de nuestros indios”. La pre-
las lesiones anatomopatológicas encon- sencia del concepto atavismo vinculado
tradas, especialmente aquellas referidas a los indígenas nuevamente se valida.
en la obra de Lombroso. Hubo también
Libros de Conducta con los registros so - Consideraciones finales
bre obediencia y laboriosidad, escritos por
los vigilantes. La ociosidad, la holganza y la La política penitenciaria poblana incre-
vanidad son elementos de gran conside- mentó las posibilidades de diseñar una
ración. Ante ello resalta el gran valor del investigación científica realizada por re-
trabajo, es decir, “el principio filosófico y conocidos miembros de la sociedad me-
positivo de que el trabajo regenera al hom- xicana, profesionales de las ciencias pena-
bre […] impidiendo la ociosidad fecunda les y de las ciencias médicas encaminadas a
y nociva”. La asociación entre crimen, explicar y combatir los comportamientos
delito y rebeldía e indolencia se fortale- delictuosos y criminales. Las obras mate-
cía con estas anotaciones. La fortaleza de riales y los proyectos arquitectónicos y ju-
los prejuicios también puede cimentar- rídicos respondían a nuevas inquietudes:
se en proyectos aparentemente neutrales, la superación de una legislación punitiva y
como los que pueden desarrollarse bajo vengativa y su transformación en una prác-
el patrocinio de la ciencia. tica correctiva destinada a propiciar la re-
Con toda esta información, Martínez forma de las prisiones, la mejora y correc-
Baca y Vergara se dedicaron a establecer ción de los delincuentes por medio del
los tipos de criminales según el delito co- trabajo, la instrucción y la moralización.
metido, y sus características físicas, aun- Sin embargo, las explicaciones organicistas
que también consideraron el lugar de ori- que se asociaron a la criminalidad, como la

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Y más dramático aún, salvo por la sen-
tencia condenatoria que lo recluía por un
largo periodo en la prisión, en los más
diversos aspectos (orgánicos, anatómicos,
sociales, etcétera), el delincuente perte-
necía al común de la sociedad mexicana,
por lo que se hacía posible la ampliación
de las evidencias físicas y mentales carac-
terísticas de los criminales, según las teo-
rías lombrosianas, a una gran parte de la
población, esto es, a los indígenas.
Los estudios de Martínez Baca y Ver-
gara sobre delincuentes prisioneros se si-
túan en la búsqueda del conocimiento
básico del comportamiento humano orgá-
nico y emocional, sin embargo, su apego
a los postulados lombrosianos, aun con
teoría impulsada por el italiano César sus matices, los revela como hombres de su
Lombroso, parecían entrar en conflicto circunstancia, fortalecidos dentro de una
con estos propósitos de rehabilitación. dictadura, por lo que era inevitable que
La contradicción más evidente era lle- compartieran los prejuicios que se tenían
gar a la comprobación de los supuestos en la época, y resultaba difícil dejarlos de
organicistas, es decir, atribuir la causa del lado al realizar su trabajo. El prólogo a
crimen a un componente intrínsecamente Estudios de antropología criminal, escrito
biológico, hereditario, ya que de haberse por el licenciado Saldaña, es nuevamente
logrado hubiesen resultado improceden- ilustrativo: “Para los antropologistas eu-
tes todas las tentativas gubernamentales ropeos es una regla general que el robo
para impulsar el cambio social a partir de predomina en los climas fríos, y los delitos
la regeneración de la condición criminal, contra las personas, en los calientes. En-
mediante la educación y la mejora de las tre nosotros se puede sentar como princi-
circunstancias económicas. La imposibi- pio que los indios todos son ladrones,
lidad de reeducar asentada en la convic- cualquiera que sea el clima del lugar en
ción del daño orgánico y moral del de- que habiten”. Así, en la prisión, indíge-
lincuente implicaría la eliminación o al nas y científicos protagonizaron una lar-
menos la segregación definitiva del de- ga jornada, como actores esenciales de un
lincuente del resto de la sociedad humana. proceso que aún resuena. b

I MÁGENES
Nydia E. Cruz Barrera
Pp. 50 y 54: Tipos de criminales, Francisco Martínez
Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades,
Baca y Manuel Vergara, Estudios de antropología cri -
Universidad Autónoma de Puebla.
minal, 1892. Pp. 51, 53, 55 y 56: Tatuajes de presidia-
rios de la penitenciaria de Puebla, Francisco Martínez
Baca, Los tatuajes. Estudio psicológico y médico-le -
gal, 1899.

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