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FACTURA APÓCRIFA
ESTADO JURISPRUDENCIAL
Pero también están, y son muchos los casos, los contribuyentes que han recibido un
bien o servicio y pagaron por ello conforme usos y costumbres comerciales,
controlando a su vez todo el circuito que formalmente está a su alcance. Sin embargo,
por deficiencias o incumplimientos sólo atribuibles a los proveedores, el ente fiscal
ha procedido a objetar los gastos y los créditos fiscales de los prestatarios o
adquirentes.
Asimismo, no existe norma alguna que los obligue a suministrar esa información por
lo que tales sujetos pueden negarse a brindarla alentándose con ello el comercio
marginal, en perjuicio de empresa sanas que cumplen con todas sus obligaciones
fiscales.
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Se desprende de lo expuesto que en algunos casos la AFIP (DGI) ha pretendido
remplazar su imposibilidad de fiscalizar a los proveedores respecto de sus propios
deberes impositivos, con una determinación sobre las obligaciones tributarias de los
contribuyentes que han computado de modo genuino los gastos propios de la
actividad, lo que a nuestro criterio constituye un arbitrario proceder fiscal.
La AFIP (DGI) sólo puede impugnar créditos fiscales cuando los mismos sean
inexistentes o hayan sido ilegítimamente declarados debiendo para ello
DEMOSTRAR la inexistencia de los presupuestos que han llevado a su generación;
es decir, LA RESPONSABILIDAD DIRECTA del contribuyente en la
contabilización de esos conceptos.
2. Evolución jurisprudencial
Sala A
Los únicos elementos que tuvo en cuenta el Fisco Nacional para concluir
que las facturas eran apócrifas eran la no ubicación de los proveedores en
los domicilios fiscales y la falta de presentación de las declaraciones
juradas y/o no ingreso de los importes resultantes de las mismas, o bien la
inexistencia de coincidencia entre el débito fiscal declarado por éstos y los
créditos fiscales que declaraba el recurrente.
Los únicos elementos que tuvo en cuenta el Fisco Nacional para concluir
que las facturas eran apócrifas, fue la no ubicación de dichos proveedores
en los domicilios fiscales, como también la no presentación de
declaraciones juradas o la presentación parcial de las mismas. El hecho de
que los proveedores cuestionados hubieren mudado su domicilio sin
informar al organismo fiscal, no puede ser utilizado a falta de otros
elementos concordantes en contra del recurrente, toda vez que es una
circunstancia que le es ajena.
De la causa surge que los únicos elementos que tuvo en cuenta el Fisco
Nacional para concluir que las facturas eran apócrifas consistieron en la no
ubicación de los proveedores en los domicilios fiscales y la falta de
presentación de las declaraciones juradas y/o no ingreso de los importes
resultantes de las mismas, o bien la inexistencia de coincidencia entre el
débito fiscal declarado por éstos y los créditos fiscales que declaraba el
recurrente. Esto no es de por sí suficiente para imputar la figura
defraudatoria.
En este caso, la sala A del Tribunal confirma las resoluciones por medio de
las cuales la DGI determinó la obligación del contribuyente frente a los
impuestos a las ganancias, salidas no documentadas e IVA a raíz de la
impugnación de comprobantes de compras y gastos pues dio acabado
fundamento a la presunción de que las facturas eran apócrifas, basándose
en elementos concretos y razonables tales como la existencia de domicilios
no localizables, el desconocimientos que los proveedores tienen del
recurrente y la falta de coincidencia entre la CUIT citada por éste y la
correspondiente al proveedor, todo lo cual permitió suponer la inexistencia
de los comprobantes que respaldarían las operaciones denunciadas.
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Con relación al impuesto al valor agregado, se comprobó que la actora
computó créditos fiscales sin respaldo. Se analizó el crédito fiscal
registrado en el libro IVA Compras y se lo comparó con la información que
surge de la base Fisco, a fin de observar el débito declarado por los
proveedores. Se comprobó que existían facturas no declaradas por la
apelante. Asimismo, se advirtió la inexistencia del proveedor bajo el
número de CUIT señalado en la factura presentada por el contribuyente
como comprobante respaldatorio del gasto.
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GERMÁN J. RUETTI FACTURA APÓCRIFA
Sala B
En el caso bajo análisis, los únicos elementos que tuvo en cuenta el Fisco
para concluir en la inexistencia de las operaciones comerciales efectuadas
por la recurrente han sido la imposibilidad de localizar a los proveedores de
aquel en sus domicilios fiscales y la falta de presentación de declaraciones
juradas a su cargo, la impugnación de los créditos fiscales computados por
la recurrente es improcedente.
En esta inteligencia debe recordarse que esta sala tiene dicho que "no
procede el cómputo del crédito fiscal sólo por la facturación ya que esta
última debe ser por las operaciones que allí se describen, no teniendo, per
se, la factura, entidad suficiente para generar crédito.
Sala C
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GERMÁN J. RUETTI FACTURA APÓCRIFA
Sala D
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agregado” (Expediente 19.651-I) FUE CONFIRMADA POR LA
CÁMARA, SALA III, en sentencia de fecha 11 de octubre del 2006.
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GERMÁN J. RUETTI FACTURA APÓCRIFA
Sala III
Sala IV
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“Gonzalez, Claudio R. c. D.G.I.” (6/2/2007)
Sala V
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