Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
1 Extracto de: Elton Bulnes, María, Francis Hutcheson, en Fernández Labastida, Francisco –
Mercado, Juan Andrés (editores), Philosophica: Enciclopedia filosófica on line, URL:
http://www.philosophica.info/archivo/2009/voces/hutcheson/Hutcheson.html
conocido, también por la influencia que esta teoría tuvo en David Hume y en Adam Smith.
En Inquiry, Hutcheson desarrolla su filosofía moral en controversia con Mandeville y en
defensa de los principios establecidos por Shaftesbury. Mandeville considera que los principios
morales son sólo una convención política basada en el amor a sí mismo —self-love— o interés por
sí mismo —self-interest—. Sostiene una concepción semejante a los teólogos calvinistas que
suscribían la Confesión de Westminster, según la cual la naturaleza humana está enteramente
corrompida, aunque no considera la intervención determinante de la gracia divina en las acciones
moralmente buenas del hombre como hace dicha teología, porque desarrolla sus ideas en relación
con un mundo puramente natural. Shaftesbury en cambio enseña que los principios morales del
hombre no son meras convenciones, sino que se encuentran en su naturaleza: son las afecciones
sociales y el sentido moral. Hutcheson adopta en esencia la filosofía de Shaftesbury, pero prefiere
los conceptos cristianos de “amor” como “benevolencia” para denominar las afecciones sociales.
Siguiendo una estructura de conocimiento similar a la del primer tratado, en el segundo tratado
distingue tres elementos: un objeto que son las afecciones benevolentes, un sentido especial que es
el sentido moral, y una fórmula analítica para distinguir la cualidad moral de las afecciones, según
si estas se orientan o no a conseguir “la mayor felicidad para el mayor número”.
Según la teoría de la percepción desarrollada en Inquiry, el hombre aprueba o desaprueba las
acciones a realizar, por medio del sentido moral, el cual tiene por objeto las afecciones o
disposiciones de quienes hacen esos actos, las cuales son benevolentes en la medida en que tiendan
a la mayor felicidad para el mayor número de personas a través de esas acciones, finalidad que
puede ser establecida por medio de un cálculo racional. El amor o benevolencia es pues un deseo
racional o voluntad, porque lleva consigo una consideración de los intereses de los otros. La
aprobación o desaprobación del sentido moral es una percepción sensible distinta de las demás
percepciones sensibles, la cual es evidente, es decir se puede probar por la experiencia. La
consideración de la cualidad de las acciones para satisfacer los intereses de los otros se realiza,
según la primera edición de Inquiry, por un número de algoritmos matemáticos, los cuales, sin
embargo, fueron omitidos en la cuarta edición, en que Hutcheson dice haber abandonado las
expresiones matemáticas porque algunos las consideraban inútiles y desagradables. La felicidad de
los otros que se pretende alcanzar por medio de las acciones morales es un bien natural consistente
en último término en la virtud.
En los últimos capítulos de Inquiry encontramos consideraciones de orden político. Estas
están en estrecha relación con su filosofía moral. Si la virtud es la forma más alta de felicidad, y se
basa en la benevolencia, que es un deseo libre, la libertad es la idea política central. Sin embargo,
debido a la corrupción de la naturaleza humana, las personas pueden no seguir el camino de la
virtud. La política debe basarse entonces en los buenos resultados, no en las buenas intenciones, y el
gobierno debe asentarse en la prudencia, no en las percepciones morales. La restricción de la
libertad es entonces la cuestión política central.