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Las dietas inadecuadas por deficiencia o por exceso son factores de riesgo más
prevalentes en la actualidad. Una alimentación suficiente y equilibrada proporciona la
energía y los nutrientes que el ser humano necesita en cada etapa de la vida. El estado
nutricional refleja si la ingestión, la absorción y la utilización de los nutrientes son
adecuadas para satisfacer las necesidades del organismo. La deficiencia prolongada de
un nutriente reduce su contenido en los tejidos y órganos, lo que afecta a las funciones
bioquímicas en las que participa, pudiendo producir a largo plazo enfermedades.
La evaluación del estado nutricional de un individuo permite conocer el grado en que la
alimentación cubre las necesidades del organismo o, lo que es lo mismo, detectar
situaciones de deficiencia o de exceso. Dicha evaluación debe ser un componente del
examen rutinario de las personas sanas y es importante en la exploración clínica del
paciente. Es necesaria para proponer las actuaciones dietético-nutricionales adecuadas
en la prevención de trastornos en personas sanas y su corrección en las enfermas.
La Valoración Nutricional
Al realizar esta valoración nos podemos encontrar con diversos grados de desnutrición
o con un estado nutricional equilibrado o normal.
• Los métodos de cribado son de gran utilidad como primera etapa de la evaluación del
estado nutricional.
La valoración nutricional es un arte muy antiguo pero como método científico es más
reciente debido al lento desarrollo del conocimiento de los componentes de la nutrición
completa. Se sabe que a la vez que un suministro de comida existen unos factores
internos personales que desempeñan un importante papel en la determinación del nivel
de nutrición, así pues la cantidad de proteínas y energía que requiere cada individuo se
ve afectada por distintos factores como son el ejercicio, la digestión, la temperatura
ambiente y el metabolismo. Estos factores son inconstantes y difíciles de controlar y
medir, así pues se precisa disponer de métodos de valoración del estado nutricional.
Las balanzas que permiten su medición han evolucionado y hoy en día no representa
ningún obstáculo el llevarlo a cabo, incluso en personas enfermas cuya movilidad sea
dificultosa.
El peso, no obstante, está en función del tipo morfológico y del esqueleto del individuo,
por ello es preferible, como valoración nutricional utilizar el porcentaje de cambios de
peso más que el peso en sí mismo. Habitualmente una variación del 10 % del peso
normal indica un cambio nutricional considerable y si la pérdida es mayor del 10 % y
además se ha producido en un corto espacio de tiempo, significa que hay una alteración
nutricional importante. Por lo tanto se debe calcular el peso ideal de cada persona para
a partir de él calcular el porcentaje de variación de peso.
Existen varias fórmulas para calcular el peso ideal, una de ellas podría ser la
siguiente:
T = talla
0 = actividad media
Pongamos un ejemplo: una persona que mide 1,75 y su peso es de 85 Kg, su IMC será:
Bioimpedancia eléctrica (BIA), es una de las técnicas más fáciles de llevar a cabo ya
que no precisa de un equipo muy elaborado ni es imprescindible que el paciente
colabore. Esta técnica se basa en la resistencia que ofrece el agua y los tejidos
corporales al paso de una corriente eléctrica, esta resistencia viene determinada por el
contenido de agua y el contenido de electrolitos.
En el neonato
En el niño y adolescente
En el niño las variables más utilizadas son: peso, talla, circunferencia cefálica y
circunferencia media del brazo izquierdo, pliegues cutáneos, tricipital y subescapular,
área grasa y área muscular. Con ellos se construyen indicadores que reflejan las
dimensiones corporales y la composición corporal que se obtienen al ser comparados
los valores observados con los valores de referencia. Entre los indicadores de dimensión
corporal tenemos: peso para la edad (PE), peso para la talla (PT), talla para la edad
(TE), circunferencia del brazo para la edad (CB-E), circunferencia cefálica para la edad
(CC-E). En este sentido, la OMS ha publicado tablas para la evaluación nutricional con
valores de referencia y distribución percentilar utilizando los indicadores P/E, T/E, P/T
que permiten situar al niño o adolescente según la intensidad de la malnutrición tanto
por déficit como por exceso15,16,17. Por otra parte en cuanto a los indicadores CC/E,
CB/E, CB/CC, e indicadores de composición corporal: pliegue del tríceps, pliegue
subescapular, área grasa, área muscular, se utilizan diversos valores de referencia.
Además de los de la OMS, otros países como Venezuela han determinado otros puntos
de corte, en el Estudio Transversal de Caracas, se utilizan referencias nacionales e
internacionales. Entre los indicadores tenemos:
El indicador Peso para la edad (P/E): relación entre el peso de un individuo a una edad
determinada y la referencia para su misma edad y sexo. Se utiliza para diagnosticar y
cuantificar desnutrición actual o aguda.
Peso para la talla (P/T): relación que puede existir entre el peso obtenido de un individuo
de una talla determinada y el valor de referencia para su misma talla y sexo. Es más
específico para el diagnóstico de desnutrición actual en niños de 2 a 10 años.
Talla para la edad (T/E): relación entre la talla de un individuo y la referencia para su
misma edad y sexo. Se emplea para el diagnóstico de desnutrición crónica.
Circunferencia del brazo para la edad (CB/E): expresa la relación entre la circunferencia
del brazo de un individuo y la referencia para su edad y sexo. Es un indicador compuesto
de reserva calórica y proteica.
La embarazada
c) índice de masa corporal pre gestacional y gradiente de peso materno según este
índice trimestral propuesto por el Instituto de Medicina de los Estados Unidos;
Con respecto a las guías de ganancia de peso en el embarazo que están en uso en los
países iberoamericanos podemos comentar que México utiliza la misma guía en uso en
los Estados Unidos que establece objetivos de ganancia de peso diferentes para las
mujeres que inician el embarazo en cuatro grandes categorías de estado nutricional:
bajo peso, normales, sobre peso y obesas. Algunos otros países, entre los que se
cuenta Perú, utilizan la norma de ganancia de peso para la embarazada que desarrolló
el Centro Latinoamericano de Perinatología.
Esta norma establecen como límites del incremento de peso los percentiles 10 y 90 a lo
largo del embarazo se espera que al término de la gestación (38 a 40 semanas) el
aumento de peso normal sea de unos 11 kg con un rango que se extiende desde 6 kg
a 15.6 kg. En España, se ha destacado la coincidencia con el criterio antes enunciado
de tomar en cuenta el estado nutricional de la mujer al inicio del embarazo. Sin embargo,
no se tiene una propuesta concreta para el país.
El Ministerio de Salud de Chile adoptó el uso de la curva Rosso Mardones (RM) como
instrumento de evaluación de la embarazada en 1987; otros países de Latino América
también la han incorporado a sus programas de salud 30,31,34,35,36,37. Dentro de
ellos están: Argentina, Colombia, Bolivia y Paraguay, Panamá y Ecuador informaron que
habían iniciado su uso también hace más de 10 años, Uruguay inició su uso en 1988
pero luego se ha discontinuado, Ecuador sigue utilizando la curva RM, actualmente
Centro América, Panamá y República Dominicana no utilizan una norma específica.
En Chile, el Ministerio de Salud en 2005 modificó los puntos de corte de IMC para
evaluar el estado nutricional de las embarazadas siguiendo la propuesta de Atalah et
al26,38. Esta propuesta es además utilizada a nivel nacional en Brasil, según se indica
en el manual técnico del Ministerio de Salud respectivo para el año 200639. También se
usa en forma parcial en varios otros países de América Latina, entre ellos Venezuela.
Los puntos de corte de IMC para clasificar el estado nutricional son las de Rosso-
Mardones 1997 y de Atalah et al. 199720,27,28. Estas dos propuestas coinciden en
guiar el incremento de peso en forma directamente proporcional a la talla materna y en
forma inversamente proporcional al estado nutricional del inicio del embarazo. Difieren
en los puntos de corte para definir el estado nutricional materno al inicio y al final del
embarazo, con una mayor área de normalidad en el segundo caso. El estudio que se ha
propuesto sobre las embarazadas sanas en cada país podrá orientar para la toma de
decisiones en cuanto a los puntos de corte en cada realidad, que al final es una decisión
que las políticas nutricionales definirán de acuerdo a los recursos disponibles.
Un IMC <18.5 es denominado bajo peso, la cual a su vez se clasifica como bajo peso
Grado I o déficit leve (IMC 17-18.5), bajo peso Grado II o déficit moderado (IMC 16-17)
y Bajo peso Grado III o déficit severo (IMC < 16)41,42. Estos individuos presentan un
riesgo de comorbilidad bajo, aunque existe una mayor sensibilidad a las enfermedades
digestivas y pulmonares porque puede estar afectada la capacidad inmunitaria o tener
un IMC bajo como consecuencia de alguna enfermedad. Un valor de IMC de 16 se
asocia con un aumento marcado del riesgo de mala salud, rendimiento físico deficiente,
letargo e incluso la muerte, debiendo realizarse la intervención inmediata 42,43. Un
posible inconveniente de este método sería el cálculo de la talla en aquellos pacientes
encamados, la cual debe estimarse por una ecuación basada en la altura de la rodilla.
En el paciente hospitalizado se calcula con el peso real y en su defecto se utilizará el
peso ideal, este último obtenido a partir de tablas de referencia que utilizan, edad, sexo
y altura del individuo. La comparación del peso de un paciente con el peso ideal o con
su peso habitual proporciona información útil pero limitada, ya que es una información
global.
El adulto mayor
Para este ciclo de la vida se debe considerar que en el adulto mayor no existe un único
punto de corte, por lo que se recomienda intervención nutricional para los ancianos que
presenten un IMC <24 o >2745,46. Estos puntos de corte se modificaron para la
población de México de acuerdo a la propuesta manejada por el Instituto Nacional de
Ciencias Médicas de la Nutrición Salvador Zubirán, que los clasifica como: muy bajo
peso (menos de 19 kg/m2), bajo peso (de 19 a 21 kg/m2), normal (más de 21 a 23
kg/m2) y sobrepeso (mayor de 27 kg/m2)47. Mientras que en Venezuela, se utiliza como
punto de corte para esta población un índice de masa corporal (IMC) de < 20
kg/m2 (desnutrido); 20,1-24,9 kg/2 (normal); 25-29 kg/m2 (sobrepeso) y > 30
kg/m2(obesidad) para ambos sexos48. En España, según las Recomendaciones
Prácticas de los expertos en Geriatría y Nutrición, Sociedad Española de Nutrición
Parenteral y Enteral y Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, sugieren como
riesgo para desnutrición un IMC por debajo de 22 kg/m2 (47,48,49,50).
Encuesta dietética:
La sistemática de rellenar los percentiles en la cartilla de salud con las medidas del
peso, talla y perí- metro craneal y hacer el seguimiento longitudinal de cada niño
permitirá evidenciar cuál es su canal de crecimiento y detectar cuándo desvía su
percentil habitual. Esto aporta una información extraordinariamente importante para
interpretar el crecimiento y estado de nutrición de un niño. Así comprobaremos que hay
niños constitucionalmente pequeños (en percentiles bajos), que no deben causar
preocupación siempre que la velocidad de crecimiento esté conservada; por el contrario,
un peso y/o talla estacionarios debe de ser motivo de alarma aunque el niño aún se
encuentre en percentiles altos.
Cálculo de índices Con las medidas del peso y talla se pueden calcular índices
derivados que permiten clasificar el estado de nutrición, evaluarlo en el tiempo y
cuantificar la respuesta a las medidas terapéuticas
– Otros. Durante mucho tiempo se han usado para clasificar el estado de nutrición los
índices de Waterlow (porcentaje del peso estándar y porcentaje de talla para la edad) y
los nutricionales de Shukla y McLaren, pero actualmente ya no se recomiendan por la
dificultad para su cálculo y, sobre todo, de interpretación.
Anexos
Bibliografía
https://www.kelloggs.es/content/dam/newton/media/manual_de_nutricion_new/Manual
_Nutricion_Kello
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112010000900009
http://www.fmed.uba.ar/depto/nutrievaluacion/2015/evaluacion.pdf
https://www.saludalia.com/vivir-sano/valoracion-nutricional