Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Droperidol
Haloperidol
Loxapina
Pimozida
Tiotixena
Trifluoperacina
Clozapina
Olanzapina
Quetiapina
Risperidona
Ziprasidona
Aripiprazol
Puntos Clave
Los antipsicóticos de primera generación son denominados: antipsicóticos
típicos, convencionales, clásicos, neurolépticos y antagonistas de
dopamina.
Los APG reducen la neurotransmisión en las cuatro vías dopaminérgicas a
través del bloqueo de receptores D2.
Los APG difieren en potencia, no en efectividad.
o Alta potencia: haloperidol, flufenazina
o Potencia media: perfenazina, loxapina
o Baja potencia: clorpromazina
Por otra parte, la terapia psicológica complementa a los fármacos y ayuda a un mejor
pronóstico de la enfermedad.
El estabilizador más conocido y también el más usado es el litio. Las dosis diarias
oscilan entre 600 y 2400 mg/día. Se ha demostrado que reduce la frecuencia, duración e
intensidad de los episodios maníacos y depresivos. Las personas que lo toman necesitan
someterse a analíticas para controlar los niveles de litio en sangre, que debe encontrarse
entre 0,6 y 1,2. Conforme suben las dosis de litio, también suben los niveles en sangre
y, por consiguiente, aumenta la eficacia. Si se está estable valdrá con tener unos niveles
de litio entre 0,60 y 0,80. Cuando existe un episodio los niveles deben subir por encima
de 0,80.
Como muchos fármacos, el litio tiene algunos efectos secundarios. Los más frecuentes
son temblores, diarreas, aumento de la necesidad de tomar líquidos, molestias gástricas
y acné.
Neurolépticos o antipsicóticos
Los neurolépticos típicos, como el haloperidol, han ido cayendo en desuso por sus
efectos secundarios (rigidez muscular, inquietud y temblor). Sin embargo, los nuevos,
también conocidos como atípicos tienen menos efectos secundarios y son igual de
eficaces. Entre los más usados se encuentran la olanzapina, la risperidona, la quetiapina,
el aripiprazol o la ziprasidona.
Antidepresivos
- Se debe comunicar a otros médicos que se están tomando estos fármacos ante la
posibilidad de interacción.
- El tipo de fármaco y la dosis depende del momento en que está el paciente, es decir, en
la fase estable el tratamiento será con un tipo de fármacos y a unas dosis distintas que si
está en una fase maníaca, hipomaníaca o depresiva.
Introducción
El objetivo del trabajo fue actualizar una revisión previa del grupo
Cochrane sobre este tema, y realizar una búsqueda sistemática para
evaluar y valorar la calidad de la evidencia del efecto del tratamiento
con diferentes drogas tanto en los síntomas centrales del trastorno
límite de la personalidad como en aquellos asociados con esta
patología psiquiátrica.
Método
Resultados
La búsqueda realizada incluyó 9 681 citas; luego de retirar las
duplicadas, evaluar los resúmenes y excluir los estudios que no
estaban finalizados se incluyeron 27 trabajos. Los investigadores
observaron que hubo un cambio en el tema principal de los trabajos
desde 1979 a 2008, donde el centro se movilizó desde el tratamiento
con antipsicóticos de primera generación hacia la terapia con
estabilizadores del ánimo y antipsicóticos de segunda generación. En
total se incluyeron los datos de 1 714 pacientes obtenidos de trabajos
con tamaños de muestra que variaron entre 16 y 314 individuos. La
mayoría incluyeron ambos sexos y evaluaron pacientes ambulatorios.
Los datos basales indicaron un nivel leve a moderado de alteración del
desempeño general. El criterio de exclusión más frecuente fue la
presencia de trastornos psicóticos, trastorno bipolar, cuadros de
depresión mayor y aquellos relacionados con abuso de sustancias.
Los pacientes con ideación suicida no fueron incluidos en la mitad de
los estudios. Se consideraron también los trabajos con tratamientos
con antipsicóticos de primera generación, de segunda generación,
estabilizadores del ánimo, inhibidores de la recaptación de serotonina
y ácidos grasos omega-3.
Discusión
identificó a los sujetos que cometieron crímenes violentos por medio del Registro Nacional de
Crímenes de Suecia. Finalmente, al contemplar diversas variables de estos registros se
incluyeron en el estudio a 40 937 hombres y 41 710 mujeres que durante 2006 tomaron
estabilizadores del ánimo (36% hombres y 37% mujeres), antipsicóticos (38% hombres y 34%
mujeres), clozapina (3% hombres y 2% mujeres), antidepresivos (35% hombres y 45%
mujeres), ansiolíticos (40% hombres y 47% mujeres), estimulantes (2% hombres y 2%
mujeres). Dentro de los diagnósticos psiquiátricos se encontraron en esta población a sujetos
que padecían esquizofrenia (15% hombres y 7% mujeres), trastorno bipolar (11% hombres y
18% mujeres), otros trastornos psicóticos (18% hombres y 14% mujeres), depresión (14%
hombres y 21% mujeres), trastorno antisocial (1% hombres y