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GUÍA DE ESTUDIO
ÉSTÉTICA
PRESENTACIÓN
Las herramientas que adquieran los estudiantes, durante esta etapa escolar, serán
fundamentales, columna vertebral que sostenga sus estudios profesionales, con lo
que el desarrollo de habilidades y actitudes se verá reflejado en su futuro próximo.
Es nuestra responsabilidad dotar a los alumnos de todos los materiales didácticos que
ayuden a enfrentar los retos de adquisición del aprendizaje, para que continúen con
sus estudios de manera organizada, armónica y persistente.
Por lo mismo, los profesores que integran esta dependencia universitaria, trabajan de
manera colegiada; ponen toda su energía en desarrollar las Guías de estudio para
aquellos alumnos que, por cualquier razón, necesitan presentar un examen final o
extraordinario y requieren elementos de apoyo para aprobarlos y concluir sus
estudios en la Preparatoria.
ÍNDICE
PRESENTACIÓN, p. 7
AGRADECIMIENTOS Y ACLARACIONES, p. 9.
INTRODUCCIÓN, p. 10.
Síntesis
Actividades de aprendizaje
Reactivos de autoevaluación
¿Cómo vamos?
7
PRESENTACIÓN
La Guía de Estudio para la materia Estética que tienes en tus manos posee dos
propósitos fundamentales:
1) ayudarte a estudiar para que puedas sustentar satisfactoriamente el examen
extraordinario; y
2) auxiliarte en el autoaprendizaje significativo de esta asignatura.
Esta Guía quiere apoyarte para que apruebes el examen extraordinario y, asimismo,
busca que aprendas los contenidos esenciales de la asignatura. Por eso mismo, este
material te expone brevemente los temas y contenidos del programa de estudios de la
materia, pero también plantea problemas para que reflexiones e introduce actividades
para que consolides lo aprendido, así como tareas de autoevaluación para que midas el
aprendizaje que has alcanzado; además, te proporciona referencias bibliográficas por
cada tema.
Ten la seguridad que esta Guía está apegada al programa de estudios de la estética, al
cual interpreta y desarrolla en sus contenidos esenciales de manera breve y sintética.
Esto no es sencillo ya que el programa de estudios de esta asignatura cuenta con cinco
unidades y más de cincuenta contenidos temáticos.
Como deseamos que apruebes el examen y aprendas los contenidos de esta asignatura,
hemos acompañado a esta Guía con un CD en el que encontrarás:
· el Programa oficial de la materia;
· un Glosario en el que definen algunos de los términos técnicos más relevantes;
· una ampliación de las unidades y los temas;
· varias presentaciones en PowerPoint;
· algunos artículos complementarios.
Estamos seguros que con el estudio de esta Guía y los materiales del CD, la lectura de la
bibliografía recomendada y la asesoría de algún profesor del Colegio de Filosofía no sólo
asegurarás la aprobación del examen extraordinario de la asignatura sino, sobre todo, el
aprendizaje de la misma.
ACLARACIONES Y AGRADECIMIENTOS
Con esta Guía se da un primer paso para cubrir la laguna de materiales didácticos que
aqueja a esta asignatura, la cual, estamos convencidos, no sólo es de carácter
“propedéutico” sino que resulta fundamental para alcanzar la formación integral y
armónica de los alumnos de bachillerato. Sin embargo, lo que aquí se presenta es tan
sólo una primera versión, completamente perfectible, que debe ser modificada y
eventualmente sustituida, conforme su empleo muestre sus limitaciones.
De hecho, el proyecto para elaborarla surgió en el Seminario de Análisis y Desarrollo de la
Enseñanza (SADE) que se dedicó a la asignatura estética en el periodo interanual del año
escolar 2004-2005. Un acuerdo que se alcanzó en dicho seminario fue que ese material
didáctico fuera revisado, corregido y mejorado, con la ayuda de otros profesores, en un
nuevo SADE.
En la confección de esta Guía tratamos de apegarnos lo más posible al programa de
estudio oficial, sobre todo, a los contenidos y propósitos de sus unidades, sin embargo,
debido a la vaguedad y ambigüedad con la que están redactados algunos de ellos, nos
vimos obligados a elegir la interpretación que nos pareció más adecuada para alcanzar el
perfil del egresado arriba señalado.
De manera general, optamos por un enfoque crítico, principalmente, frente a las posturas
que conciben al arte y a lo estético de manera ahistórica, sin reconocer los límites
históricos y culturales de toda concepción sobre ellos.
Creemos que la estética debe ser enseñada y aprendida con base en problemas, pues es
por medio de los intentos de solución a ellos que las habilidades y actitudes de los
alumnos pueden ser desarrollas. En concreto, los estudiantes deben enfrentar los mismos
problemas estéticos y artísticos que ha encarado la filosofía a lo largo de su historia para
que puedan construir, reconstruir y apropiarse de ese saber.
Agradecemos el apoyo que nos brindaron Esther Gallardo Espino y Eloísa A. González
Reyes, Jefas del Departamento del Colegio de Filosofía durante dos administraciones
distintas. También agradecemos a quienes anónimamente dictaminaron nuestro trabajo:
esperamos no haber agregado nuevos errores al tratar de corregir las deficiencias que
amablemente nos señalaron.
Un reconocimiento especial también les debemos a los profesores que participaron en el
SADE dedicado a estética, realizado durante el periodo interanual del año escolar 2005-
2006 y en el cual esta Guía fue revisada por los profesores: Maribel Espinosa, Enrique
González, Marco Antonio Labra, Valente Muñiz y Gabriela Rodríguez.
Aunque, por supuesto, la responsabilidad de su contenido sigue siendo completamente
nuestra. La 1° Unidad fue elaborada por Andrés Lund Medina, la 4° por Eduardo Harada
Olivares y la 5° por Victórico Muñoz Rosales; la 2° y 3° por los tres.
INTRODUCCIÓN
Como sabes, la materia Estética (clave 1717) se imparte en el Área IV del sexto año de la
ENP; por ello, está dirigida a quienes estudiarán humanidades o artes, es decir, carreras
como las de Diseño Gráfico, Artes Plásticas, Instrumentista, Director de Orquesta,
Cinematografía, Filosofía, Historia, Pedagogía, Estudios Latinoamericanos, Antropología,
Letras Clásicas, Modernas, Hispánicas y Teatro, entre otras. Si estás estudiando esta
Guía seguramente piensas estudiar alguna de esas carreras y, también, estás obligado a
aprobar esta materia.
-¿Por qué? ¿Qué tiene que ver la estética con esas disciplinas?
En la Primera Unidad descubrirás que existen diferentes concepciones de esta disciplina;
sin embargo, de manera general, se puede decir que su razón de ser es reflexionar
críticamente sobre los fenómenos estéticos y artísticos. Si seleccionaste el Área IV en tu
sexto año de la Prepa es porque sientes una vocación artística (la música, la expresión
plástica, el cine, la literatura o el teatro) o porque valoras la diversidad de manifestaciones
estéticas a lo largo y ancho de la historia y de las culturas.
-¿Qué se pretende con el estudio de esta materia?
El propio programa de la asignatura lo establece de esta manera: inculcar y desarrollar en
los estudiantes los conocimientos, las habilidades y las actitudes necesarias para que
puedan reflexionar sobre los problemas, tanto teóricos como prácticos, que existen en
torno a las manifestaciones artísticas y estéticas, así como sobre los problemas propios
de la Estética en tanto que disciplina filosófica.
-Pero, te preguntarás, ¿de qué trata, en concreto, la materia de estética?
En la Primera Unidad se ubica a la estética dentro del panorama general de la
Filosofía, por lo que se empieza con una breve historia de la estética, partiendo de los
filósofos griegos Platón y Aristóteles, pasando de la Edad Media al Renacimiento, y
revisando algunos de los principales teóricos de la estética moderna (Baumgarten, Kant,
Schiller y Hegel) y de la contemporánea (Nietzsche, Freud, Heidegger, Sastre).
Una vez realizado este recorrido histórico-filosófico, se explican los rasgos de los
sistemas de interpretación filosófica para luego definir a la estética como una disciplina
filosófica, señalando su objeto de estudio (belleza, arte, sensibilidad) y sus principales
problemas. Posteriormente se determinan sus principales categorías (trágico, sublime,
cómico, grotesco) para empezar a adentrarse en su estudio señalando las diferentes
manifestaciones artísticas (pintura, escultura, música, literatura, cine, etc.) y discutiendo
las definiciones modélicas de belleza y arte, subrayando la necesidad y el fin del arte.
Esta Primera Unidad termina estableciendo las relaciones y diferencias de la estética
con otras disciplinas que tienen como estudio al arte, tales como la sociología del arte,
la psicología del fenómeno artístico y la historia del arte.
En la Segunda Unidad se trata sobre la relación del ser humano con las diferentes
manifestaciones artísticas, examinando algunas modalidades del arte (popular, de
masas, artesanal e industrial). A continuación se revisa la función del artista y la del
intérprete, así como la función del crítico y del espectador. Después de examinar a
otros sujetos en el arte, se pasa al estudio de las características de la obra de arte.
En la Tercera Unidad se estudia al juicio y a los valores estéticos. Se parte de un
examen de la naturaleza del arte desde diversas perspectivas para estudiar
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PRIMERA UNIDAD:
Ubicación de la Estética
dentro del panorama general de la Filosofía
Esta unidad tiene como finalidad ayudarte a entender: 1) que la estética es una reflexión
histórica, diversa y cambiante, 2) el carácter filosófico de esta disciplina, 3) los temas y
problemas que estudia, y 4) la centralidad que tienen en la estética la Belleza y el arte.
Esta unidad no pretende ofrecerte una historia de la estética, la cual se expone de manera
muy general e insuficiente, ni tampoco quiere proporcionarte una definición única y
cerrada de esta disciplina; más bien, busca presentar a esta disciplina como una reflexión
abierta sobre ciertos problemas que todavía siguen siendo discutidos. Al final de esta
unidad deberás haber comprendido:
a) la necesidad y el fin del arte en la vida humana;
b) qué es la estética, en tanto que disciplina filosófica;
c) su objeto de estudio, los problemas que enfrenta y su modo particular de
abordarlos;
d) el carácter histórico de la reflexión estética;
e) las diferencias que existen entre el enfoque filosófico propio de la estética y
el de otras disciplinas que también tienen por objeto de estudio a los
fenómenos estéticos y artísticos;
f) los supuestos que subyacen a los distintos modos de clasificar las
manifestaciones artísticas y las dificultades que implican cada uno de ellos;
g) las definiciones moderna del arte y clásica de la Belleza y
h) los principales problemas estéticos y artísticos que han enfrentado algunos
representantes de distintas épocas de la filosofía occidental así como las
soluciones que les han ofrecido.
-¿Qué es la estética? ¿De dónde proviene la palabra que la designa? ¿Siempre ha tenido
el mismo significado?
El origen etimológico del término estética proviene de la palabra griega Aisthétikos, que
remite al sujeto dotado de sensibilidad o percepción (aisthe significa percepción o
sensibilidad y el sufijo tes refiere al agente o sujeto).
Aisthétikos señalaba la subjetividad * sensible, la que es capaz de sensación,
sentimiento, sensualidad; al sujeto que siente, es decir: capta, percibe, conoce (a través
de sensaciones y percepciones), se emociona, tiene una gratificación de los sentidos, da
significado e interpreta.
En este primer apartado veremos que la estética asimiló lo estético o la sensibilidad a una
experiencia placentera y agradable, a la cual se le identificó con lo Bello (kalos, en
griego), pero idealizado, intelectual y espiritualmente. A partir del Renacimiento dejó de
centrarse exclusivamente en la Belleza, ampliando su campo hacia lo artístico.
Después de Kant y su indagación estética, ésta se extendió aún más: además de debatir
sobre lo Bello y lo Sublime, se escribieron estéticas sobre lo Feo (Rosenkranz), se
elaboraron teorías sobre lo Grotesco (Víctor Hugo), etc.
En la Época Moderna y, sobre todo, en la Contemporánea algunos filósofos centraron su
reflexión en el arte, concebido como juego, objetivación de la conciencia humana, libre
fuerza transfiguradora o sublimación liberadora, creación de mundos, proyecto existencial
y expresión de una sensibilidad socio-histórica, volviendo incluso al significado originario
de la estética como ‘teoría de la sensibilidad’.
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A través del estudio de la historia de la estética filosófica europea se busca mostrar que
los problemas que ha enfrentado esta disciplina no han sido siempre los mismos sino que,
al contrario, han cambiado con el tiempo. Para que esto resulte más claro, nos
centraremos en la manera en que ha sido concebida la filosofía que reflexiona sobre los
fenómenos estéticos y artísticos e, igualmente, en cuáles han sido identificados como sus
objetos de estudio.
Con esta concepción, Baumgarten rompió con una tradición intelectualista y racionalista
de la Belleza que venía desde los griegos, una tradición que valoró sobre todo a lo Bello
captado por el intelecto o la razón. Después de él, la estética se desplazó de lo bello
sensible natural a lo bello sensible artístico, y de éste al arte: la estética se entendió como
Filosofía del Arte.
Para Inmanuel Kant (1724-1804) lo Bello es agrado subjetivo *, pero él no quiere
quedarse en lo particular, por eso afirma, en su Crítica del Juicio, que lo Bello es lo que
place universalmente sin concepto, es decir, sin tener un conocimiento previo del objeto al
que se refiere. Distinguió entre la belleza libre, que no presupone concepto alguno de lo
que el objeto debe ser, y la adherente, que sí lo supone.
En Lo Bello y lo sublime, Kant también estudia otra categoría estética, lo Sublime, que se
da cuando sobre un dato sensible (materia), que es una forma * informe (la visión de una
extensión ilimitada, por ejemplo), interviene la Razón la cual falla al intentar representarlo
o darle forma *; así, cuando lo Infinito se presenta en lo finito, también se produce un goce
estético: la experiencia de lo sublime, de lo grandioso que nos hace sentir pequeños. Con
esta categoría, la estética se amplió y, por fin, fue más allá de la Belleza clásica.
Friedrich von Schiller (1759-1805), continuando las ideas de Kant, en sus Cartas sobre
la educación estética del hombre identifica al arte con el juego como creación libre de
Belleza. Para él sólo en el arte el hombre puede ser libre gracias al juego. Como vemos,
con Schiller la estética extendió su territorio con temas como la libertad y el
autodespliegue humano (véanse los Temas 1. 6. 3 y 3. 1. e).
Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831), culminando la filosofía alemana iniciada
por Kant, en sus libros Estética y Lecciones sobre Estética incorpora a lo Bello en su
filosofía como la manifestación sensible del Espíritu Absoluto (Dios), que en su devenir
histórico alcanza la reconciliación dialéctica entre lo objetivo y lo subjetivo *, lo material y
lo espiritual. El arte, que produce la Belleza, tiene una objetividad social e histórica porque
responde a las necesidades espirituales de su época.
d) La estética contemporánea
Friedrich Nietzsche (1844-1900) elaboró una filosofía en oposición y crítica a la tradición
platónica-cristiana dualista que devalúa el mundo real (cambiante, terrenal y sensible) por
un mundo trascendente (eterno, celestial y racional). Nietzsche se propuso recuperar y
revalorar lo terrenal, los sentidos, el cuerpo, el placer y la vida. Desde su primer libro El
nacimiento de la tragedia, formuló una filosofía que le otorga una gran relevancia al arte;
en este libro, Nietzsche convierte a la tragedia en el instrumento de su filosofía: lo trágico
es pensado contra el cristianismo (o la redención) y el socratismo (o el racionalismo),
pues en él se expresan el conflicto de dos instintos básicos: lo apolíneo (que se identifica
con la claridad, la forma *, la medida y la representación) y lo dionisiaco (que expresa la
oscuridad, el caos, la desmesura y la voluntad); en lo trágico esos instintos se
compenetran, alcanzan una síntesis en tensión.
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Como vemos, la reflexión estética moderna no se quedó en la Belleza que expresa a Dios
o al Espíritu; el arte ya no se considera como una actividad que viene de lo elevado, lo
espiritual, lo trascendente o lo divino; por lo contrario, la estética regresa a lo terrenal, lo
sensible y lo corporal e, incluso, a las fuerzas instintivas inconscientes, como sucede con
el creador del psicoanálisis, Sigmund Freud (1856-1939). Este pensador explica al arte
por la desviación o sublimación del instintos inconscientes hacia fines socialmente
aceptados, como los artísticos y culturales; al desplazar o sublimar sus deseos (sobre
todo, los sexuales) inconscientes –como afirma Freud en El poeta y los sueños diurnos- el
artista crea y objetiva fantasías, cumpliendo, de este modo, sus deseos reprimidos; al
tener su origen en la sublimación el arte no es goce perverso o compulsión neurótica,
pero se mantiene como insatisfacción y exigencia de placer, deseo y excitación, pulsión y
energía que se canaliza y objetiva en la obra de arte.
Pero no toda la reflexión estética contemporánea realizó este viraje hacia el sujeto: el
filósofo alemán Martin Heidegger (1889-1976), que centró todo su pensamiento en la
pregunta por el Ser y que consideró al ser humano un mero “pastor” de éste, cuando
reflexionó sobre el arte en su libro Arte y poesía, le restó importancia al artista y se
concentró en el Ser que se manifiesta a través de la obra de arte; para él, el arte pone en
obra la verdad del ente o de cada ser; esa ‘verdad’ se entiende como alétheia o
desocultamiento, que no se da nunca por entero, pues devela, ilumina o “abre un mundo”
o un ámbito global de sentido.
Jean-Paul Sartre (1905-1980), interpretando de un modo humanista la filosofía de
Heidegger, elaboró una filosofía existencialista, comprometida políticamente y que
reivindica a una subjetividad * libre. En ¿Qué es la literatura?, esta responsabilidad
también la proyecta al arte, defendiendo una literatura comprometida con la liberación del
ser humano, pero sin descuidar sus obligaciones con el propio arte.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Bayer, Raymond, Historia de la Estética, FCE, México, 1987, Primera y Segunda
Parte, pp.21-156.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Cualquier “Introducción a la Filosofía” puede servir útil, pero se recomienda
especialmente la de Ramón Xirau, Introducción a la historia de la filosofía, UNAM,
México, 2000.
19
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Para una Estética como filosofía de la Belleza, el diálogo de Platón sobre la
Belleza: Hipias Mayor (en) Platón. Diálogos, Porrúa, México 1980.
Para una Estética como filosofía del Arte, la Introducción al libro del filósofo
mexicano Samuel Ramos, Filosofía de la vida artística, Espasa Calpe, México
1998.
Para una Estética como teoría de la sensibilidad, ver el capítulo primero del libro
de Juan Acha, El consumo artístico y sus efectos, Trillas, México 1988.
20
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Sánchez Vázquez, Adolfo, Invitación a la estética. Grijalbo, México, 1992, pp.183-
249.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Dorfles, Gino, El devenir de las artes. FCE, México, 1982, pp.42-56.
23
Sin embargo, cabe preguntarse, ¿sólo lo que tiene orden, simetría, proporción y armonía
es bello? ¿Acaso no existen otros modelos de Belleza?
Aunque la estética amplió su campo al del arte en la época moderna, la categoría de la
Belleza siguió dominando en esta esfera ya que sólo eran consideradas artísticas
aquellas obras que expresaban o representaban a la Belleza.
Ø El término “arte” viene del latín ars, que refería a la habilidad y la técnica; ars
traduce al griego tékhne, que remitía al “saber hacer algo con maestría”, siguiendo
con las técnicas propias de una actividad productiva, como el saber técnico
artesano. A la “técnica de producir algo” los griegos, en concreto Aristóteles, le
denominaron tékhne poietiké y la aplicaron no sólo a las producciones artesanales,
sino a toda clase de producciones culturales (véase el Tema 1. 1. a).
El ars medieval remitía al saber producir adecuadamente artefactos, de modo que,
originariamente, el término “arte” significó capacidad y manera de hacer voluntariamente y
con cierta preparación técnica, con atención especial, calidad y destreza, de ahí que
actualmente se puede hablar del “arte de cocinar” o del “arte de jugar fútbol”.
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En la Edad Media se distinguió entre las “artes serviles”: que eran las manuales y propias
de los siervos y las “artes liberales”: consideradas intelectuales y dignas, relacionadas con
productos pulcros, bien hechos, íntegros, perfectos, proporcionados y claros. A partir de
ese ars libre medieval, que viene de la poiésis griega, se levantó a partir del
Renacimiento hasta el siglo XIX el moderno significado del término “arte”, entendido como
la producción especializada de productos estéticos con fines exclusivamente estéticos –es
decir, sin servir a la magia, a concepciones mítico-religiosas * o a otros intereses sociales.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Arte como conocimiento: Aristóteles, Poética, Editores Mexicanos Unidos, México,
1996.
Arte como expresión: Collingwood, R. G., Los principios del arte, FCE, México,
1960.
Arte como Juego: Palazón, Rosa Ma. Antología de la estética en México, Siglo XX.
UNAM, México 2006.
Arte como Símbolo *: García Leal, J. Filosofía del arte, Editorial Síntesis, Madrid,
2002.
25
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Morin, Edgar, Amor, poesía, sabiduría. Seix Barral, Barcelona, 2001, pp. 62 y ss.
26
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Sánchez Vázquez, Adolfo, Invitación a la estética. Grijalbo, México, 1992, Primera
parte, cap. III, pp. 59-74.
27
En esta primera unidad presentamos una “Breve historia de la estética”, que partió de las
primeras reflexiones filosóficas sobre la Belleza en los griegos, subordinadas a los
sistemas metafísicos de Platón y Aristóteles, recorrió de manera muy general la Edad
Media, cuando lo estético como lo filosófico se sometió a lo teológico, y llegó a la
Modernidad, cuando lo artístico se volvió una esfera autónoma *, se constituyó a la
Estética como disciplina independiente y se abrió la problemática estética más allá de lo
Bello y lo artístico.
De esa revisión general y esquemática de la historia de la estética sacamos en claro que
la propia reflexión estética ha cambiado durante la historia, teniendo como objetos
privilegiados de estudio a la Belleza, al arte y a la sensibilidad humana.
Después de esa revisión histórica, planteamos a la estética como un sistema de
interpretación filosófica; la filosofía, como amor a la sabiduría, quiere un saber
sistemático y totalizador, racional y reflexivo, crítico e interpretativo, que abre y se ocupa
de interrogaciones ilimitadas que, en el ámbito de la Estética, reflexionan sobre la Belleza,
el arte y la propia sensibilidad humana.
Con esos elementos definimos a la estética, determinando su objeto de estudio y su
problemática de la manera siguiente: la estética es una disciplina filosófica que reflexiona
de manera crítica y racional sobre la Belleza, el arte y la sensibilidad humana, abriendo
una serie de interrogantes sobre esos temas, proporcionado respuestas racionales, pero
discutibles, y elaborando sistemas interpretativos que se apoyan en saber particulares y
científicos, logrando trascender a las ideologías * socio-históricas que la condicionan.
Una vez que definimos a la estética, presentamos sus principales categorías,
distinguiendo entre 1) las categorías que determinan y conceptualizan el terreno de lo
estético (arte, obra de arte, estilos artísticos, etc.) y 2) las categorías valorativas o
axiológicas que implican preferencias (Belleza, sublime, trágico, cómico, etc.).
Después reflexionamos sobre las manifestaciones artísticas y realizamos una
clasificación de las artes. Con esos elementos, examinamos las definiciones
modélicas * o clásicas de la Belleza y moderna del arte, llegando a las siguientes
conclusiones: La Belleza refiere a esa experiencia estética que viene de seres u objetos
que tienen orden y simetría, proporción, determinación y armonía, provocando en el sujeto
un placer equilibrado o goce armonioso. Por otro lado, el arte, en su sentido moderno,
remite desde el Renacimiento a la esfera autónoma * de la creación, distribución y
consumo de obras de arte, a la producción especializada, libre y creativa, de objetos
estéticos, simbólicos * o cargados de significados, cuya única finalidad es ser disfrutados,
apreciados, valorados, interpretados, y que están liberados de funciones mágicas,
religiosas o políticas; el arte, entonces, puede ser una forma de conocimiento, de
expresión, juego libre e imaginativo y simbolización *.
Con esta idea del arte, determinamos la necesidad y el fin del arte distinguiendo en la
vida social humana dos estados: el prosaico (rutinario y dedicado a la reproducción
social) y el poético o estético (dedicado al goce y disfrute de la vida), dentro del cual
encontramos al arte como una esfera necesaria para la vida del ser humano, ya que la
afirma y le da sentido; desligado de fines prosaicos, , el arte es un espacio en el que el ser
humano afirma su personalidad enteramente: percibe con atención, tiene emociones
profundas y reveladoras, imagina y piensa, interpreta y enjuicia unificando, ampliando y
profundizando su conciencia. Finalmente, explicamos que la estética se auxilia de
ciencias particulares como la Sociología, la Psicología y la Historia que estudian al
arte.
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I. Actividades de adquisición:
4 Responde por escrito las “Preguntas para la reflexión” que aparecen al principio de
esta unidad.
4 Complementa la lectura de esta unidad con la lectura de la sección “Ampliación de
los temas” que se incluye en el CD.
SEGUNDA UNIDAD:
El hombre ante las diferentes modalidades artísticas
Aunque solemos hablar de “El Arte” en general, éste adopta distintas modalidades
dependiendo de quién lo realiza y a quién se dirige, pero también de la función social que
cumple. Por ello, además del arte propiamente dicho (estudiado en la Unidad anterior), es
necesario considerar otras modalidades artísticas, como el arte popular (del pueblo),
de las masas (o de la cultura de masas), artesanal (las artesanías) e industrial (el
diseño industrial).
Por otro lado, en el proceso de creación y apreciación del arte intervienen diversos
sujetos: no sólo los artistas, sino también los intérpretes (o ejecutantes), críticos de
arte, espectadores (el público), mecenas, copistas, empresarios, coleccionistas y
divulgadores. Precisamente, en esta unidad estudiarás la función que cumple cada uno
de estos sujetos así como las relaciones que guardan entre sí.
Pero también aprenderás las diferencias que existen entre las obras de arte cerradas,
tradicionales o clásicas, y las obras de arte abiertas, modernas y contemporáneas.
Los objetivos de esta unidad son que:
a) amplíes tu visión sobre el objeto de estudio de la Estética;
b) comprendas las diferencias que existen entre, por una parte, las artes o las
manifestaciones artísticas y, por otra parte, las modalidades artísticas,
dependiendo de quiénes las crean y a quiénes se dirigen;
c) entiendas las características distintivas de cada una de las modalidades
artísticas y seas capaz de identificar ejemplos de cada una de ellas;
d) comprendas y valores la función que realizan los distintos sujetos que
intervienen en la creación y apreciación del arte así como las relaciones que se
establecen entre esos sujetos; y
e) te des cuenta de las diferencias que hay entre las obras de arte tradicionales o
cerradas y las abiertas o modernas.
Pero también se busca que seas capaz de analizar los fenómenos estéticos y artísticos a
partir de los sujetos que intervienen en ellos así como del tipo de obras que los
caracterizan.
ESQUEMA DE LA SEGUNDA UNIDAD
MODALIDADES
ARTE
SUJETOS OBRA
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Las ‘modalidades artísticas’ son las formas * que adoptan los productos artísticos y las
experiencias estéticas dependiendo de
quiénes las crean o producen y a quiénes se
dirigen. El término se refiere a las
Las modalidades
expresiones estéticas que no son artísticas que estudiarás
propiamente artísticas de acuerdo con la en esta unidad son
‘definición modélica’ (véase el Tema 1. 6) o
moderna del arte *, pues sus obras o diferentes a las
productos no son únicos, originales e manifestaciones artísticas
irrepetibles ni están únicamente destinados a
ser contemplados estéticamente, sino que (arquitectura, danza,
tienen una función práctica-utilitaria o extra- escultura, literatura,
estética * (véase el Tema 1. 7).
pintura, música y teatro)
En concreto, son modalidades artísticas 1)
el arte artesanal o las artesanías, 2) el arte que estudiaste en la
popular o del pueblo, 3) el arte industrial o unidad anterior.
el diseño industrial así como 4) el arte de las
masas o de la cultura de masas.
En el programa de Estética de la ENP se incluye el estudio de estas modalidades para
que poseas una visión más completa del mundo de lo estético.
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Arte popular
MODALIDADES
Arte artesanal ARTÍSTICAS Arte industrial
a) Arte popular
-¿Qué es el “arte popular”? ¿Qué es lo “popular”? Veámoslo.
Normalmente se entiende por ‘pueblo’ una comunidad con una cultura e identidad propias
o diferentes de las de otras comunidades. Por ello, el arte popular o ‘arte del pueblo’ se
refiere, en principio y de manera general, al que expresa, manifiesta o refleja las
características de un pueblo particular. En ese sentido, el arte popular está directamente
relacionado con lo ‘folclórico’ y ‘autóctono’, esto es, con el conjunto de tradiciones y
costumbres de un pueblo o, también, de una región. Por eso, se habla del ‘arte mexicano’,
‘maya’ o ‘de la península de Yucatán’.
Pero la palabra ‘pueblo’ también puede referirse a los campesinos y a la población rural
así como a los trabajadores de las ciudades y a la mayor parte de los habitantes de ellas.
Así, ‘arte popular’ remite, en segundo lugar y de forma más específica, a los productos
estéticos de quienes no pertenecen a los grupos o a las clases dominantes.
Las clases política y económicamente dominantes (nobleza, aristocracia o burguesía)
tienden al ‘elitismo’ *, esto es, a seleccionar o escoger sus objetos artísticos y estéticos
(supuestamente, los mejores) y a no compartirlos con el resto de la sociedad (el pueblo).
Otra característica de las obras del arte popular es que son realizadas por individuos que
no han recibido un entretenimiento o una educación especial o formal y, aunque no son
necesariamente anónimas, sí tienen un carácter
El arte popular es impersonal, en el sentido de que casi cualquier
también llamado ‘arte miembro de la comunidad podría realizarlas (por
ejemplo, un compositor de música popular es un
del pueblo’. “portavoz” de la colectividad). Por otra parte, el arte
popular usualmente se limita a reflejar la vida
cotidiana y no tiene pretensiones de “universalidad” (esto es, de trascender el momento y
el lugar en el que fue creado para ser apreciado por cualquier persona), ya que se integra
a su modo de vida, con funciones extra-estéticas * (por ejemplo, religiosas y festivas).
Ejemplos del arte popular mexicano son las leyendas, las festividades (como El día de
muertos), los Ex votos *, los bailes típicos o folclóricos, los corridos, los bailes de salón,
etc.
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El arte de las masas, que forma parte de la ‘cultura de masas’, se remonta a finales del
siglo XVIII, ya que es el producto de los medios
masivos de comunicación (mass-media): primero la El arte de las
imprenta, luego la radio, el cine, la televisión y, masas pertenece a
últimamente, la Internet. En efecto, estos medios
permiten la transmisión masiva y a largas distancias la ‘cultura de
(telecomunicación) de todo tipo de información y masas’.
mensajes. Es decir, la cultura de masas supone el
vertiginoso desarrollo moderno y contemporáneo de
la ciencia y la tecnología (véase el Tema 4. 2. d).
Expresiones de la cultura de masas son la opereta, las novelas por entregas *, los
carteles publicitarios, las películas hollywoodenses *, los best-sellers *, la música pop, las
historietas, las telenovelas, los “video-clips” o videos musicales, etc.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Collingwood, R. G., Los principios del arte, FCE, México, 1985, pp. 23-47.
Fischer, Ernest, “El arte y las masas” (en) A. Sánchez Vázquez, Antología. Textos
de estética y teoría del arte, UNAM, México, 1991, pp. 440-448.
Henckmann, Wolfhart y Konrad Lotter (eds.), Diccionario de Estética, Crítica,
Barcelona, 1998, pp. 66-67, 156-157 y 198-199.
Sujetos
artísticos
Un artista es alguien que es capaz de crear objetos únicos, originales e irrepetibles, que
expresan su sensibilidad, estimulan la de otras personas y encarnan valores artísticos (la
belleza y afines). Es decir, a diferencia de un artesano, un artista no se limita a copiar o
reproducir lo existente, a seguir una serie de reglas o aplicar una técnica ya establecida. Y
a diferencia de los diseñadores industriales, un artista no está limitado por
consideraciones práctico-utilitarias, esto es, la funcionalidad de los objetos o las
necesidades del público consumidor a los que sus creaciones están dirigidas.
El arte requiere inspiración (que es, a la vez, un estado propicio para la creación y aquello
que la motiva y desencadena), así como el uso de las facultades creativas más elevadas,
principalmente, la imaginación (entendida no sólo como la capacidad de representar lo
que está ausente sino, fundamentalmente, de
A los productores o concebir lo que no existe). Pero para crear
creadores de las obras de arte no basta con ello, sino que,
además, es necesaria la capacidad para llevar
manifestaciones a la práctica o materializar lo que se ha
artísticas (arquitectura, imaginado. Por eso, un artista no es,
simplemente, alguien con una “gran fantasía”:
danza, música, etc.) se sin obra públicamente contemplable nadie
les denomina artistas. puede llegar a ser un artista.
La tarea del artista consiste en armonizar
progresivamente lo que imagina con la materia con la que trabaja, la forma * y el
contenido de su obra. Precisamente, la creatividad es la capacidad para encontrar
soluciones a problemas nuevos e inesperados y ella es lo que distingue al arte de lo
producido mecánicamente, en serie o masivamente.
Los artistas enfrentan diversas clases de problemas, tanto estéticos y artísticos como
extra-estéticos o que plantean el medio y las circunstancias que les rodean.
Precisamente, el ‘estilo’ de acuerdo con el cual realizan sus obras es un intento por
resolver dichos problemas (véase el Tema 4. 2).
El intérprete o ejecutante es quien
materializa o actualiza cierto de tipo de obras A los intérpretes
de arte que tienen una existencia efímera, se también se les conoce
desarrollan en el tiempo o sólo existen
durante el proceso o momento de su como ‘ejecutantes’.
interpretación o ejecución. La interpretación o
ejecución es, pues, una parte esencial * de algunas manifestaciones artísticas, pues sin
ella no podrían ser apreciadas.
Por ejemplo, la danza es un ‘arte corporal’ que sólo existe cuando es ejecutada por medio
de los movimientos de los bailarines. Por eso, además de estos últimos, son artistas
intérpretes o ejecutantes los músicos y los actores. En cambio, son artistas autores los
compositores, dramaturgos, coreógrafos, libretistas, guionistas y argumentistas.
Lo anterior a diferencia del arte objetual, principalmente, la pintura, la escultura, y la
arquitectura, en el cual el trabajo del artista produce como resultado un objeto
relativamente permanente o, también, a diferencia de la literatura en la que el lector puede
reconstruir directamente la obra artística (en su mente) sin necesidad de un “mediador”.
38
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
El crítico tiene la función de ser enlace entre el espectador, la obra y el artista, pues con
sus ensayos crea y recrea los sentidos artísticos para que se logre la experiencia estética
y se alcance la comunicación. En el crítico la apreciación estética va así más allá de los
datos históricos, técnicos o conceptuales de la obra valorada; el ensayo crítico pretende
ofrecer normas estéticas que permitan al público y al artista retroalimentarse (véase el
Tema 3. 2).
39
Sin embargo, también el crítico de arte puede funcionar como un vigilante o censor que
toma el pulso al desarrollo de la actividad artística. De este modo, el triunfo o fracaso de
una obra puede deberse a la crítica, independientemente de la recepción del público, las
cualidades de la obra o la trayectoria del artista. Es por ello que, en su aporte positivo, la
crítica de arte resulta un elemento formativo, educativo y democrático al acercar al público
a este campo de la cultura que constituye un elemento indispensable para la formación
humana de los espectadores.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Dacal, Alonso, Estética general, Porrúa, México, pp. 327-331.
Ramos Samuel. Filosofía de la vida artística, Espasa-Calpe, Col. Austral mexicana,
México, 1998, pp. 75-78.
Sánchez Vázquez, Adolfo. Invitación a la Estética, Grijalbo, México, 1992, 27-29,
34-36 y el capítulo III de la segunda parte.
arte y se mantenga en contacto con él, en alguna de sus diversas manifestaciones, para
que forme parte de su vida. La educación estética es, entonces, una parte
complementaria y necesaria en todo espectador para que sea considerado como tal.
El espectador así, tendría una opinión fundamentada que iría más allá del “me gustó o no
me gustó, es bonito o no lo es.” El espectador con todo, no llega a formular juicios como
los del crítico de arte, ni su opinión tiene la especialización, la profundidad o
fundamentación de aquél. En general, solamente emite juicios de gusto y no juicios
estéticos (véase el Tema 3. 2).
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Dacal, Alonso, Estética general, Porrúa, México, pp. 332-338.
Ramos Samuel. Filosofía de la vida artística, México, Espasa-Calpe, Col. Austral
mexicana, 1998, pp. 83-86.
Sánchez Vázquez, Adolfo. Invitación a la Estética, México, Grijalbo, 1992, pp. 29-
31, 37, 38.
para congregaciones religiosas, firmando contratos en los que se especificaban los rasgos
de la obra solicitada, el pago por hacerla y los nombres de los encargados, porque se
trabajaba en talleres o con la cooperación de otros artesanos/artistas.
En el moderno sistema de arte los artistas son considerados genios inspirados que crean
objetos estéticos únicos y originales; crean libremente, sin fines utilitarios, para expresar
su creatividad sin servir a nadie; son creadores de obras de arte únicas que no tienen
fines utilitarios o funcionales pues están hechas para ser contempladas y valoradas; son
considerados, finalmente, individuos inspirados y geniales, que se expresan libre y
creativamente. Con la valoración de la obra única y original se deja atrás la época de los
copistas y aparecen los falsificadores.
En una primera fase estos artistas individuales todavía dependían de los mecenas
(aristócratas u órdenes religiosas),
quienes subordinaban de manera Moderno sistema del arte
económica a los artistas para
apropiarse de sus obras. Con el paso del tiempo el arte y los artistas crean sus propias
instituciones y el público que, en definitiva, les permitirá ser independientes. A partir del
siglo XVIII aparecen los Museos de arte, los conciertos de música en su sentido actual,
las bibliotecas y librerías, las exposiciones de pintura y escultura. Un público burgués y,
sobre todo, pequeño burgués empieza a comprar libros y pinturas, paga por escuchar
óperas o conciertos de música, etc. En esta nueva realidad aparecen dos nuevos sujetos:
los coleccionistas de obras de arte (principalmente, plásticas) y los empresarios, que
privatizan y mercantilizan la esfera de producción, distribución y consumo de obras de
arte.
Con Michelangelo Buonarroti se anuncia ya el artista individual que discute con su
mecenas, defendiendo el carácter original y creativo de su obra. Con él surge la tendencia
del artista que deja de ser artesano, que crea obras únicas y originales, sin ser parte de
un taller o gremio de artesanos. Sin embargo, Mozart muere en la miseria porque intenta
ser independiente cuando las condiciones sociales todavía no lo permiten. Beethoven, en
cambio, logra su autonomía y puede sobrevivir de sus obras, dedicado a la creación libre
de su arte.
Pese a que el arte moderno, sobre todo el vanguardista*, buscó marginarse de la
Academia * y del mercado, el desarrollo de la técnica permitió la reproducción masiva de
obras de arte y su mercantilización *. En unos años, los empresarios o marchantes
dominaron gran parte de la esfera de producción, distribución y consumo masivo de obras
de arte, con criterios mercantiles * (compra-venta masiva) y de maximizar ganancias. De
hecho, casi todas las manifestaciones artísticas dependen, en su producción masiva,
difusión y consumo, de industrias que mercantilizan * las obras de arte para obtener
ganancias. El cine, por ejemplo, siempre ha tenido ese doble rostro: es una industria de
entretenimiento regida por las ganancias y, también, un espacio de imaginación, libertad y
creatividad artística (véase el Tema 2. 1. b).
De finales del siglo XIX a mediados del siglo XX, el arte se divorcia de la sociedad
establecida y se rebela contra ella. Con el pleno desarrollo del capitalismo, el artista
descubre que sus creaciones no pueden nutrirse de los valores que predominan en este
tipo de sociedad (cuantitativos y monetarios) y que sus productos son estorbados por la
mercantilización * y la dehumanización *.
Entre los teóricos de la estética hubo posiciones contradictorias ante este fenómeno: 1)
para unos la masificación del arte de la industria de la cultura es positiva porque
populariza y democratiza las artes y la belleza, llevándola a la vida diaria de los seres
42
humanos y satisfaciendo esa necesidad; se valora así el papel de los divulgadores del
arte (comentaristas, periodistas culturales, escritores especializados, guías de museos,
etc.), que se vuelven mediadores entre las obras de arte y un público más amplio; 2) otros
cuestionan la masificación y mercantilización de un arte que manipula al público y
coloniza * ideológicamente * la propia vida cotidiana, de modo que la divulgación masiva
se vuelve, más bien, una simple vulgarización *.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Sánchez Vázquez, A., Las ideas estéticas de Marx, ERA, México, 1980, pp.155-
281 (“El destino del arte bajo el capitalismo”).
Shiner, Larry. La invención del arte, Paidós, Barcelona 2004, pp.119-213 (“El arte
dividido”).
Lunn, Eugene. Marxismo y Modernismo, FCE, México 1986, pp.173-246
(“Benjamín y Adorno”).
En los apartados anteriores nos ocupamos de los sujetos que intervienen en la creación y
apreciación del arte. Es necesario que ahora hablemos de lo que les une: las obras de
arte.
Toda obra de arte, por su forma * acabada, está completa y cerrada como una totalidad.
Sin embargo, en tanto que requiere ser comprendida e interpretada, la obra puede
considerarse incompleta y abierta. Precisamente, para Umberto Eco, toda obra de arte es
una Obra Abierta que necesita un receptor y una interpretación. De hecho, los efectos
estéticos de las obras de arte (placenteros, cognoscitivos, emotivos) dependen de esa
apertura que está en la ejecución y en la interpretación.
Sin embargo, no siempre fue aceptado que las obras de arte están abiertas a las
interpretaciones, por eso Eco distingue varias etapas de un proceso histórico que culmina
con el Arte moderno:
ETAPAS CARACTERÍSTICAS
Arte clásico, de Se producen obras cerradas tradicionales, con un carácter unívoco
(con un solo sentido), que a su manera introducen Orden (divino) al
la Edad Media y
caos.
Renacentista
Incluso el arte renacentista, que trató de descentrar al Cosmos
religioso, sólo dio lugar a otro estilo que tenía su modelo en el arte
Clásico griego. El sentido de las obras de arte renacentistas es
claramente humanista, sin abandonar por ello la concepción tradicional
de la belleza como armonía, orden y proporción (Cosmos), ni dejar de
pretender ser naturalistas o realistas.
Arte barroco Este arte significa una ruptura con el arte Clásico y es la primera
manifestación de la cultura y sensibilidad propiamente moderna al
instituir una poética * del asombro, el ingenio y la metáfora * que
requiere, necesariamente, de la interpretación y complicidad del
receptor. Ya no presupone un Cosmos claro y distinto: en sus obras
43
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Eco, Umberto, Obra Abierta. Planeta, Barcelona, 1984.
44
I. Actividades de adquisición:
4 Responde por escrito las “Preguntas para la reflexión” que aparecen al principio de
esta unidad.
4 Complementa el estudio de esta unidad con la lectura de la sección “Ampliación de
los temas” que se incluye en el CD.
4 Repasa lo que has aprendido apoyándote en las Presentaciones en PowerPoint
incluidas en el CD de esta Guía.
IV. Actividades de metacognición:
TERCERA UNIDAD:
Juicio estético y valores estéticos
En esta unidad se analiza la naturaleza del arte para lo cual se hace referencia a las
relaciones que éste guarda con la realidad, el conocimiento, la religión, la neurosis, la
diversión, la imaginación y lo escatológico; el objetivo que se busca alcanzar con ello
es conducirte a una reflexión sobre las maneras en las que el arte puede ser concebido y
las diversas funciones que puede cumplir.
Pero también deberás adquirir los elementos para poder evaluar la validez o justificación
objetiva de los juicios sobre los fenómenos estéticos y artísticos y adoptar una postura
propia y crítica sobre la objetividad de los valores y juicios estéticos.
v ¿Cuál es la naturaleza del arte? ¿Tiene una única naturaleza o puede ser
concebido de distintas maneras? ¿Cuáles pueden ser éstas?
v Los juicios sobre los fenómenos artísticos y estéticos, ¿son subjetivos u objetivos?
v ¿Qué relaciones existen y deben existir entre el arte y la moral?
v ¿Cuáles son los valores por medio de los cuales el arte puede ser enjuiciado?
v ¿Todo lo estético es artístico y todo lo artístico es bello? El arte, ¿puede ser feo?
a) Arte y realidad
El arte es una producción humana y por ello nos dice algo de su creador y del contexto de
éste; el artista trata de expresar alguna realidad ya sea interior, personal o la que imagina,
pero también es verdad que su obra nos informa sobre cómo su creador se ubica o
expresa en la realidad, de ahí que hayan diversas relaciones del arte con la realidad.
Desde la teoría de la mimesis en Aristóteles, donde la actividad artística consiste en tratar
de imitar la realidad (véase el Tema 1. 1. a) hasta las concepciones marxistas que
consideran que ya no se trata de contemplar al mundo sino de transformarlo a través de la
actividad artística, el arte ha mantenido siempre relación con la realidad. Teniendo a la
realidad como criterio, podemos calificar a una obra artística como naturalista o
antinaturalista *, realista *, surrealista o abstracta.
b) Arte y conocimiento
A partir de su relación con la realidad, el arte ofrece elementos para tratar con ella y por lo
tanto se instituye como una fuente de experiencias y conocimientos que no podríamos
obtener de otra manera que no fuera por medio del arte, de las expresiones artísticas y
51
del goce estético que nos produce (véase el Tema 1. 6). Este saber artístico no está
divorciado del avance de los conocimientos científicos, de modo que éstos pueden
integrarse a la actividad artística como elementos técnicos y nuevos materiales,
modificando, de esta manera, los estilos artísticos y la idea que se tiene del arte. Es por
ello indudable que en las diferentes manifestaciones del arte se pueden reconocer las
formas de vida y la cultura de una sociedad determinada y de épocas enteras de la
humanidad, constituyéndose en una fuente enorme de información para completar
nuestra idea del mundo, aunque lo distintivo del conocimiento artístico es su revelación de
verdades humanas (véase el Tema 4. 2).
c) Arte y religión
Así como hay una dimensión humana del arte, la hay también como forma de expresión
de lo sagrado (véase el Tema 4. 1). Es por eso que otra concepción tradicional de la
naturaleza del arte es pensarla como algo religioso. Si en la religión el ser humano puede
expresar una naturaleza espiritual, en el arte también se expresa una espiritualidad que
humaniza al mundo al darle significado y al develar las debilidades y fortalezas de la
condición humana. La religión y todo lo que ella conlleva ha sido tema para los artistas,
así como el arte ha sido un medio por el cual la religión ha logrado expresar su
intencionalidad de unir al hombre con Dios (re-ligare) (véanse los Temas 4. 2. b y 5. 2). Y
también es verdad que la religión ha animado a artistas y financiado la creación de
grandes obras.
d) Arte y neurosis
Una explicación psicológica de la creatividad y la producción artística, atribuye a la
neurosis su causa (véase el Tema 1. 1. d). En el psicoanálisis de Sigmund Freud los
deseos e impulsos inconscientes se expresan no sólo en los sueños, sino también en el
arte, pues por medio del mecanismo de la sublimación, pueden ser expresados y
liberados de una forma socialmente aceptable. Incluso las obras pueden ser interpretadas
a partir de estos principios psicológicos. La corriente artística del surrealismo, por ejemplo,
hace suya la idea de que es a través de los sueños y de la escritura automática que el
inconsciente se expresa y se pueden crear obras de arte. El arte así, vendría a funcionar
como una válvula de escape de esas pulsaciones reprimidas y a manera de un ejercicio
catártico y terapéutico. En ese sentido, la naturaleza del arte es la liberación, en una
dimensión imaginaria, de los deseos y del principio del placer. La represión del deseo, y la
neurosis que ello significa, encuentra en el arte una alternativa: canalizar los deseos o
sublimarlos y, así, escapar al malestar de la cultura.
no también como algo divertido? Bertold Brecht considera que el arte puede ser menos
formal y serio, menos protocolario y académico y más divertido.
f) Arte como imaginación
Otro elemento importante de la naturaleza del arte es la fuente inagotable de la
imaginación; la facultad de crear y recrear internamente por medio de imágenes, mundos
o escenarios no presentes. Poco a poco la imaginación artística fue reconocida cuando el
arte dejó de ser concebido como reproducción, representación e imitación de la realidad.
Como facultad humana la imaginación es diferente y complementaria a la razón o al
intelecto; la imaginación carece de casi toda norma o racionalidad, pues inventa de forma
intuitiva. La imaginación ofrece uno de los aspectos que hacen al arte tan atractivo, pues
con ella las producciones artísticas nos sorprenden y maravillan, emocionan y transportan
a mundos desconocidos. La imaginación incorpora lo fantástico, lo inconcebible y educa
en esta facultad al requerir del espectador un poco de ella para comprender o completar
los sentidos, siempre abiertos, que ofrecen las diversas manifestaciones del arte.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Palazón, Rosa Ma. La estética en México. UNAM-FCE, México, 2006, pp.247-312.
Estrada, José Armando, Estética, México, Publicaciones Cultural, 1987, pp. 21-24.
Sánchez Vázquez, Adolfo, Invitación a la Estética, México, Grijalbo, 1992, pp. 51-57.
Los juicios sobre lo artístico y lo estético son diferentes de los juicios sobre el
conocimiento y la moral, pues no se basan en los valores de lo verdadero o lo bueno, sino
en los de lo bello y afines (véase el Tema 3. 4). Es decir, no tienen como función
fundamental describir la realidad (juicios cognoscitivos) ni indicar un tipo de
comportamiento (juicios morales), sino, ante todo, manifestar la sensibilidad de quien
los expresa. Por eso, se dice que son “libres” y “desinteresados” (no se refieran a
cuestiones prácticas o utilitarias).
La moral
El conocimiento.
Juicios sobre
El arte y lo estético Juicios de gusto
Juicios estéticos
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Kant, Inmanuel, Crítica de juicio, Losada, Bs. As., 1984, parágrafos 1-22, 40 y 60 (en
el libro de A. Sánchez Vázquez, Antología. Textos de estética y teoría del arte, UNAM,
México, 1991, pp. 179-191, se incluyen los parágrafos 5-9; véase también todo el
capítulo “IV. Valores estéticos, juicio estético y crítica de arte” de esta misma
antología).
54
Esto, por supuesto, vale sólo para ciertas modalidades del arte (para uno que sea
expresivo o representativo) y únicamente para determinadas obras de arte (que no sean,
por ejemplo, meros juegos formales *).
Afirmar la sustancia ética del arte -su poder de esclarecer el ethos humano y de cambiar
la vida- no significa asignarle una función moralizadora a éste, es decir, la tarea de
imponer normas o reforzar acríticamente ideas del Bien y el Mal, como algunos
pretendieron hacerlo (el llamado “realismo socialista”, por ejemplo) (véase el Tema 4. 1).
Contra este tipo de excesos que buscaba reducir al arte a un “reflejo” social, educativo y
moralizador, que sobrevaloraba este tipo de contenidos, se organizaron algunos
movimientos artísticos vanguardistas * (como el formalismo *) que defendieron la
autonomía del arte, el “arte por el arte”, rechazando todo intento de volverlo funcional * o
ideológico *; en esa reacción llegaron a negar todo carácter representativo o expresivo del
arte y, por ello mismo, cualquier contenido en las obras de arte, sean sentimientos,
imágenes de la realidad, ideales éticos, etc. Por esa carencia de contenidos, la obra de
arte se afirma como un producto estético pero amoral; en esta tendencia se afirma y
magnifica el aspecto formal * de la obra de arte, al mismo tiempo que se trata de
minimizar todo contenido (representativo, expresivo, moral, etc.).
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Aristóteles, Poética, Editores Mexicanos Unidos, México, 1996.
Marcuse, Herbert, La dimensión estética, Editorial Materiales, Barcelona, 1978.
-¿Por medio de qué valores podemos juzgar al arte? ¿Se reducen todos ellos a la
Belleza? ¿Qué sucede con lo feo?
Los juicios estéticos sobre el arte ofrecen razones y apelan a valores intersubjetivos que
buscan trascender el gusto subjetivo * y universalizarse, estableciendo que una obra vale
como arte más allá de mi subjetividad personal (véase el Tema 3. 2); esta idea del juicio
estético, sin embargo, abre una serie de interrogantes sobre las que reflexionaremos en
este apartado: si el juicio estético se apoya en valores, ¿cuáles son los valores estéticos
que sirven como criterios para considerar una obra de arte? ¿La Belleza es el único
criterio o valor estético en el terreno de los objetos estéticos artísticos? (véase el Tema 1.
4) ¿Lo feo tiene algún lugar positivo en el arte?
Este es el caso del español David Estrada, quien en su Estética afirma que el arte puede
admitir algunos elementos de fealdad, siempre y cuando estén supeditados a lo bello. Lo
trágico, que para él es “lo feo horroroso”, y lo cómico, que es “lo feo risible”, se conjugan
con lo bello, lo realizan y se subordinan a él.
Pero, según él, si la fealdad se vuelve el fin específico del arte, afirmando ‘la fealdad por
la fealdad’, como es patente en algunos vanguardismos de nuestro tiempo, entonces,
concluye el pensador español, el arte deja de ser catártico y se convierte en nauseabundo
o ‘nos hace sentir mal’. Para este autor, la fealdad como meta del arte modifica “la escala
de los valores estéticos” e incluso los llega a negar, abandonando la idea de hermosear y
hacer agradables sus productos. Este arte que busca afirmar lo feo -dice Estrada- “es el
arte de una humanidad moral y espiritualmente enferma.”
Si los expresionistas introdujeron en algunas de sus obras lo feo para sacudir las
conciencias ante los males sociales, los artistas modernos de lo feo, afirma Estrada,
construyen una ‘provocación’ “dirigida al corazón mismo de la naturaleza humana”. En
este arte moderno ‘feísta’ lo absurdo se presenta como la realidad última, abandonando
así a la razón humana; por si fuera poco, Estrada sostiene que en este arte se atenta
contra la propia imaginación, pues al violentar los sentimientos, lo feo “artístico” paraliza
los procesos imaginativos que le dan sentido a la percepción; los productos feos son tan
repulsivos que inhiben a la imaginación, abandonando todo intento imaginario de dar
forma a la obra.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Ramos, Samuel Filosofía de la vida artística, Espasa Calpe, México, pp. 98 y ss.
Larroyo, Francisco, Sistema de la Estética, Porrúa, México, 1979, Cap. V.
Sánchez Vázquez, Adolfo, Invitación a la estética, Grijalbo, México, pp.145-164.
Estrada, David. Estética, Herder, Barcelona, 1988, pp.675-730.
58
1. Son los juicios que se basan en los valores de lo bello y afines: a) cognoscitivos y
científicos; b) estéticos y artísticos; c) morales y éticos; d) técnicos y prácticos; e)
indicativos y directivos.
2. A diferencia del juicio estético, el juicio de gusto: a) no varía con cada individuo; b)
se basa en razones o criterios intersubjetivos; c) manifiesta la reacción que se
produce en la sensibilidad de un individuo; d) aspira a la universalidad, pues se
basa en razones o criterios intersubjetivos; e) tiene validez intersubjetiva.
3. Los juicios estéticos se basan fundamentalmente en los valores de: a) lo
verdadero y afines; b) lo bello y afines; c) lo bueno y afines; d) lo útil y afines; e) lo
divino y afines.
4. El que una persona pueda reconocer el valor artístico de una obra de arte aunque
no le guste o, al contrario, que acepte que es poco valiosa (intersubjetivamente)
aunque pueda disfrutarla mucho, muestra que los juicios de gusto y estéticos son:
a) iguales; b) imposibles; c) diferentes; d) equivalentes; e) idénticos.
5. El arte tiene sustancia ética porque: a) impone una moral a los espectadores; b)
elabora teorías de la moral; c) revela al ethos humano; d) premia y sanciona las
conductas humanas.
6. La catarsis artística es ética porque: a) nos impone una moral; b) nos hace
virtuosos; c) reflexiona sobre la moral; d) nos hace gozar.
7. Para Herbert Marcuse, en La dimensión estética, el arte es utópico porque: a)
contiene el imperativo ético de que las cosas deben cambiar; b) propone fantasías
imposibles; c) nos da una ilusión que embellece al mundo; d) carece de ética
porque es mera fantasía.
8. La Belleza tiene como valores afines a: a) lo Verdadero y lo Válido; b) lo Santo y lo
Sagrado; c) lo Sublime y lo Trágico; d) lo Bueno y lo Justo.
9. La Belleza ha sido considerada por la tradición estética como un concepto: a)
singular que abarca a un solo ser; b) particular que abarca a una parte de un todo;
c) genérico que abarca a varias especies; d) universal que abarca a un todo.
10. De acuerdo a Samuel Ramos y sus seguidores, lo sublime, lo trágico, lo cómico y
lo majestuoso son especies de: a) la Verdad; b) la Bondad; c) la Belleza; d) lo
Sagrado.
11. Desde el punto de vista de la Estética, lo feo es un valor afín a: a) lo desagradable;
b) lo grotesco; c) lo cursi; d) lo sublime.
12. Según Sánchez Vázquez, lo feo como una representación y crítica de lo
desagradable del mundo: a) no puede ser estético; b) puede ser agradable; c)
puede ser artístico; d) no puede ser artístico.
59
CUARTA UNIDAD:
El artista y el arte
El artista no crea a partir de la nada, sino siempre dentro de cierto medio, el cual le
condiciona hasta cierto punto: le abre algunas posibilidades creativas mientras que le
cierra otras. En concreto, en cada sociedad y momento histórico predomina un estilo o
modo particular de crear o producir obras estéticas o artísticas, el cual permite
distinguirlas de las expresiones de otras culturas y épocas.
Esta unidad tiene como fin ayudarte a entender 1) las relaciones que existen entre los
artistas y las circunstancias (morales, religiosas, políticas y económicas) que les
hacen posibles y 2) las características de algunos estilos artísticos (clásico, medieval,
moderno y contemporáneo) que imperaron en distintos momentos de la historia de la
cultura occidental * y cuáles son las diferencias que existen entre ellos (en la próxima
unidad se estudiarán los principales periodos del arte mexicano).
De manera más concreta, lo que se busca con esta unidad no es que te aprendas de
memoria los estilos artísticos que han existido en la historia del arte occidental sino, más
bien, que:
a) apliques los conocimientos y las habilidades que has adquirido en las unidades
anteriores en el análisis de los fenómenos artísticos reales y determinados;
b) comprendas las relaciones que existen entre el arte, los artistas y su medio;
c) en concreto, te des cuenta de la influencia que han ejercido determinadas
circunstancias históricas y sociales (políticas, económicas, morales y religiosas) sobre
los estilos artísticos que han predominado en distintas épocas de la cultura occidental;
d) entiendas qué son los estilos artísticos y por qué surgen y cambian; y
e) seas capaz de identificar algunas obras representativas de los distintos estilos y
épocas estudiadas.
ESQUEMA DE LA CUARTA UNIDAD
ARTE Y MEDIO SOCIAL ARTE E HISTORIA
à Circunstancias sociales: àEstilos históricos:
· Morales, -Clásico
· Religiosas, -Medieval
· Económicas, -Moderno
· Políticas -Contemporáneo
61
v ¿Cuáles son las relaciones que existen entre los artistas y su medio?
v ¿Qué circunstancias específicas influyen en la labor de aquéllos?
v ¿Qué es un estilo artístico?
v ¿Por qué surgen y cambian los estilos artísticos?
v ¿Qué se quiere decir cuando se califica a una obra estética o artística de ‘clásica’,
‘medieval’, ‘moderna’ o ‘contemporánea’?
4. 1. El artista y su medio
sino que, además, su función principal ha sido religiosa y han sido realizados
por personas dependientes de la Iglesia.
§ Las circunstancias económicas o la manera en la que una sociedad se
organiza para producir, distribuir, intercambiar y consumir, también interviene
en el arte, pues puede provocar una situación en la que la creación artística
se facilite o se dificulte.
§ Las circunstancias políticas o la manera en que se ejerce el poder en una
sociedad permite una mayor o menor libertad para los creadores y
productores de obras artísticas y estéticas. También crea periodos de
estabilidad en donde los artistas pueden dedicarse a desarrollar el estilo
dominante o periodos de cambio en los que tienen que asumir una actitud
crítica frente a él y ante las transformaciones sociales, lo cual también se
refleja en su estilo.
MEDIO O
Artistas CIRCUNSTANCIAS:
y el arte morales, religiosas,
económica y políticas
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Hauser, Arnold, Sociología del arte. 2. Arte y clases sociales, Guadarrama, Labor,
1977, pp. 312-399.
Henckmann, Wolfhart y Konrad Lotter (eds.) Diccionario de Estética, Crítica,
Barcelona, 1998, pp. 26-28.
Sánchez Vázquez, Adolfo, Invitación a la estética, Grijalbo, México, 1992, pp. 77-104.
-¿Qué debemos entender por ‘estilo’ artístico? ¿Cuáles han sido los principales estilos
que han dominado en la historia del arte occidental?
Las obras estéticas o artísticas pueden ser clasificadas siguiendo diversos criterios, entre
ellos su estilo, el cual constituye la forma de crearlas o producirlas característica de un
individuo, una cultura o época.
63
ESTILOS
ARTÍSTICOS
a) Clasicismo
pliegues de la ropa en sus esculturas y relieves). Además, sus figuras se distinguían por
su movimiento frente a la rigidez del arte anterior (arcaico, micénico o egipcio).
De hecho, se basaba en el estudio de la naturaleza, concretamente, de la anatomía del
cuerpo humano. Un ejemplo de esto lo encontramos en la escultura El Discóbolo (El
lanzador de disco) de Mirón.
Aunque los griegos desarrollaron el género de los retratos, es decir, obras que buscan
asemejarse a la fisonomía de las personas, sin embargo, éstas no expresan un
sentimiento determinado, por lo cual pueden parecer inexpresivas, pues con ellas también
se pretendía alcanzar una belleza ideal (no se copiaba la realidad tal cual, sino que sólo
se seleccionaban algunos rasgos de ella, además, se pretendía alcanzar algo eterno o
perdurable).
Jónico
Estilos griegos Dórico
Corintio
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Gombrich, Ernest H., Historia del arte, Tomo I, Ediciones Garriga, Barcelona, 1994,
pp. 79-92 y 93-104.
Hauser, Arnold, Historia social de la literatura y del arte 1, Editorial Labor, Barcelona,
1993, pp. 108-118 y 140-147.
65
b) Edad Media
La Época medieval es la que se dio en Europa entre los siglos VI y XIV de nuestra Era,
aproximadamente; es decir, entre la caída del Imperio Romano de Occidente y el inicio del
Renacimiento.
Los productos estéticos medievales se distinguen por su El arte medieval
carácter religioso pues con ellos, además de alcanzar es el de la Edad
fines políticos (la legitimación y glorificación de los
gobernantes), se buscaba exaltar la divinidad o dar a Media europea.
conocer la religión.
Aunque cualquier tipo de expresión estética puede emplear símbolos *, las medievales se
caracterizaban especialmente por su simbolismo y sentido alegórico: por medio de
ellas se intentaba representar las relaciones entre los mundos divino y terrenal. Es decir, a
través de los objetos materiales y perceptibles se buscaba representar algo totalmente
diferente a ellos (algo “espiritual”). Así, su significado no se reducía al aparente, sino que
se encontraba en una realidad trascendente: Dios, el creador del universo.
A continuación se expondrán algunas características de los estilos medievales.
· El primer estilo propio de la Edad Media se dio, aproximadamente a
partir del siglo V de nuestra Era, en Constantinopla o Bizancio, la capital del
Imperio Romano de Oriente: por eso se le denomina estilo bizantino. Las
obras de acuerdo con estilo se caracterizan por su lujo y riqueza (de hecho,
‘bizantino’ ha pasado a significar algo innecesario o demasiado sutil),
policromía (gran colorido), enormes cúpulas en el caso de la arquitectura, el
uso de mosaicos para decorar los muros, pero, sobre todo, por los iconos o
imágenes: pinturas elaboradas sobre pergaminos pegados con resina y
sobre madera en las que se representaban a Cristo (“Pantocrátor”, es decir,
omnipresente), la Virgen y los santos.
· El estilo del carolingio -que se desarrolló durante el reinado de
Carlomagno (alrededor del año 800)- es ecléctico, es
decir, mezcla diferentes estilos: romano, oriental o
bizantino y de los pueblos francos de donde provenía
la casta gobernante. Una de sus manifestaciones la
encontramos las ‘miniaturas’ o los pequeños dibujos,
elaborados principalmente por monjes, con los que
se adornaban o ilustraban los libros que eran
escritos y copiados a mano.
· El estilo románico inició en el s. X y se
impuso definitivamente en los siglos XI y XII. En el
siglo XIX se le denominó así porque retomó la
grandiosidad del arte romano. Lo encontramos en
castillos, pero, sobre todo, en iglesias y monasterios.
Por ejemplo, las naves de la Basílica de Saint Remi,
en Francia. En parte, este tipo de arquitectura era
funcional: las esculturas que cubrían sus edificios no
sólo les adornaban, sino que, en algunos casos,
Basílica de Saint Remi
también servían para apuntalar su estructura.
66
Románico
Gótico
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Gombrich, Ernest H., Historia del arte, Tomo I, Ediciones Garriga, Barcelona, 1994,
pp.105-114 y 125-166.
Hauser, Arnold, Historia social de la literatura y del arte 1, Editorial Labor, Barcelona,
1993, pp. 157-199 y 223-304.
c) Modernidad
ARTE
MODERNO
Manierista,
Renacentista Barroco, Neoclásico, Vanguardista
Romántico, Realista
y Modernista
Pero a finales del siglo XIX y principios del XX también se sucedieron una serie de
movimientos, denominados vanguardias artísticas: ‘vanguardia’ * es un término militar
que se emplea para referirse a la parte de un ejército que va al frente del resto para
explorar el terreno. Es decir, metafóricamente, una vanguardia * artística se encuentra
adelantada a su tiempo o se anticipa al futuro por su audacia, pero, también, es el primer
ataque en contra del orden instituido.
Si se incluyó al Renacimiento europeo dentro de la Modernidad es porque en él no sólo se
dieron una gran cantidad de descubrimientos e inventos, sino que también comenzaron,
69
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
d) Época Contemporánea
A mediados de los años cincuenta del siglo XX algunos pensadores comenzaron a hablar
del fin de las vanguardias debido a que la “ruptura con la tradición” vanguardista llegó a
convertirse, paradójicamente, también en una “tradición”: algo esperado, repetitivo y que
ya no sorprendía. Lo anterior porque llegó a parecer que ya se habían transgredido todas
las reglas del arte moderno y occidental o la propias reglas se fueron debilitando y
desapareciendo, a causa, precisamente, de los ataques vanguardistas *. De este modo,
se produjo la sensación de que no había
nada nuevo por hacer, todo ya estaba El arte contemporáneo es,
hecho y que sólo quedaba comentar lo que
otros habían realizado previamente.
en términos generales, el
El “fin de las vanguardias” también ocurrió
arte posterior a los años
debido a las transformaciones que se cuarenta y cincuenta del
dieron en las sociedades y cultura
contemporáneas: pese a que las
siglo XX.
vanguardias, como parte de su oposición al
70
orden establecido, estaban en contra de la mercantilización * del arte, sus obras fueron
asimiladas rápidamente por el mercado (a través de los críticos de arte y las galerías) e,
incluso, la cultura de masas: algunas de sus técnicas (por ejemplo, el collage, esto es, la
técnica cubista de pegar objetos en los cuadros) comenzaron a ser empleadas en los
medios masivos de comunicación, en concreto, en la publicidad, de modo que sus
transgresiones se volvieron cada vez menos significativas.
Esto último puede observarse en algunos movimientos artísticos que se dieron entre 1945
y 1965: arte bruto (de quienes no son artistas o de los marginados, principalmente, los
enfermos mentales), abstracción orgánica (basada en formas * abstractas encontradas en
la naturaleza) y arte informal (o espontáneo), entre otros.
En el mundo contemporáneo ha ocurrido una ampliación casi ilimitada del ámbito de lo
estético: no se reduce al mundo del arte, sino que abarca casi todos los aspectos de la
vida cotidiana: es prácticamente imposible encontrar objetos que no sean producidos
con la intención de que posean alguna cualidad estética o se dirijan, a través de su
diseño, a la sensibilidad de sus usuarios y consumidores.
En efecto, los llamados arte de las masas e industrial han cobrado cada vez más
importancia, pues casi todo es producido industrialmente con miras a su consumo
masivo, mientras que algunas modalidades artísticas, como las artesanías y el arte
popular, tienden a desaparecer, pues son rápidamente comercializadas y convertidas
en “fenómenos masivos”.
En general, los artistas mismos se esfuerzan por sacar sus obras fuera de los lugares
de exhibición privilegiados, especializados o institucionales (como los museos) y tratan
de exponerlas en cualquier espacio público. Además, buscan que los espectadores
dejen de ser meramente pasivos, participen directamente en la creación artística,
entiendan que el arte puede y debe formar parte de su vida diaria y que los artistas no
son diferentes del resto de las personas.
Debido a la amplitud, variedad y complejidad del mundo artístico contemporáneo es
muy difícil determinar lo que tienen en común todas sus expresiones o cuál es su estilo
característico. En efecto, en el arte contemporáneo no domina un estilo particular, sino
el uso o la mezcla de todos los estilos disponibles: no sólo de distintas épocas (clásica,
medieval y moderna), sino, en general, de cualquier cultura (incluidas las no
occidentales, como las
prehispánicas, las
orientales y africanas, y
la “cultura de masas”).
Por lo mismo, no hay
estilos, artistas u obras
contemporáneas
fácilmente
reconocibles.
De manera más
radical, el arte contemporáneo supone un reconocimiento de los “otros”:
los que están fuera de una nación (los extranjeros) o dentro de ella (las Marilyn
minorías y los inmigrantes). Así, mientras que el arte moderno fue Monroe
sobre todo europeo o conforme a principios occidentales, el arte de Andy
contemporáneo se acerca más a un arte “global” que supone y Warhol
reconoce la diversidad cultural y que trasciende las fronteras
nacionales.
71
ÉPOCA
Debilitamiento de las
CONTEMPORÁNEA
fronteras entre los Descrédito de la idea de
distintos tipos de arte y progreso
géneros artísticos
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Guasch, Anna Maria, El arte del siglo XX. El posminimalismo a lo multicultural, Alianza
Editorial, Madrid, 2000, pp. 15-23, 27-30, 51-52, 81-82, 165-167, 199-202, 439-442,
529-530 y 527-579.
Jameson, Fredric, “Posmodernismo y sociedad del consumo” (en) H. Foster (editor),
La posmodernidad, Kairos, Barcelona, 1985, pp. 165-186.
Lipovestky, Gilles, La era del vacío. Ensayos sobre el individualismo contemporáneo,
Anagrama, Barcelona, 1986, pp. 79-126.
Sánchez Vázquez, Adolfo, “Capítulo VII: El arte en nuestro tiempo”, Antología. Textos
de estética y teoría del arte, UNAM, México, 1991, pp. 391-489.
I. Actividades de adquisición:
4 Responde por escrito las “Preguntas para la reflexión” que aparecen al principio de
esta unidad.
4 Busca en un libro de arte o en una enciclopedia imágenes de las obras y autores
mencionados.
4 Complementa la lectura de esta unidad con la lectura de la sección “Ampliación de
los temas” que se incluye en el CD.
8. Ernest Gombrich dice que este tipo de columnas “[…] son mucho menos fuertes y
robustas. Son como ligeros troncos, y el capitel ornamental no es mayor que un
sencillo y lujoso cojín, pero ricamente adornado con volutas a los lados las cuales
parece despeñar nuevamente la función de la parte que sostiene la viga sobre la
que descansa el techo. La impresión de conjunto de esos edificios, con sus
pormenores bellamente labrados, es de sosiego y gracia infinita”. La descripción
anterior corresponde a columnas propias del estilo griego denominado: a) jónico;
b) dórico; b) arcaico; d) espartano.
9. El estilo artístico de esta época entraña una concepción de la historia en la cual el
futuro es contingente y está abierto, por lo cual hay que explorarlo, conquistarlo e
inventarlo: a) moderno; b) medieval; c) dórico; d) gótico; e) románico.
10. Ernest Gombrich dice que en las iglesias románicas, por ejemplo, la Iglesia
benedictina de Murbach, en Alsacia, hayamos firmes y continuas paredes y torres
y que “Estos poderosos y casi retadores cúmulos de piedra levantados por la
Iglesia, en tierra de campesinos y guerreros acabados de emanciparse de la forma
de vida que habían odiado, parecen expresar la misma idea de la Iglesia militante,
esto es, la idea de que aquí, sobre la Tierra, la misión de la Iglesia es la de
combatir las fuerzas oscuras hasta que la hora del triunfo suene en el día del
Juicio Final”. Lo anterior nos remite al carácter
eminentemente_______________de ese estilo artístico: a) realista; b) alegórico; c)
naturalista; d) vanguardista.
11. La principal peculiaridad del estilo artístico de esta época es volver a los valores
de la antigüedad greco-romana: a) medieval; b) posmoderno; c) contemporáneo;
d) renacentista; e) moderno.
12. El estilo artístico de esta época entraña una concepción de la historia según la
cual el presente y el futuro son mejores que el pasado, es decir, en la historia sí
hay progreso: a) moderno; b) medieval; c) dórico; d) gótico; e) románico.
13. En opinión de Gombrich en la pintura de William Turner, por ejemplo en su cuadro
Un vapor en la ventisca, “la Naturaleza trasluce y expresa siempre emociones
humanas; nos sentimos pequeños y abrumados ante las fuerzas que no podemos
gobernar, por lo que nos vemos impulsados a admirar al artista que ha tenido a
merced suya las fuerzas de la Naturaleza”. Por tanto, la pintura de Turner
ejemplifica el siguiente valor estético: a) lo bello; b) lo cómico; c) lo sublime; d) lo
trágico.
14. Según Ernest Gombrich, el pintor William Blake “fue le primer artista después del
Renacimiento que de este modo se rebeló conscientemente contra las normas
establecidas por la tradición, y difícilmente podemos condenar a sus
contemporáneos por haberle juzgado horrible”. Por tanto, para Gombrich Blake fue
un artista: a) clasicista b) vanguardista; b) contemporáneo; c) post-vanguardista; d)
naturalista.
15. Gombrich dice que “lo que irritó en el arte expresionista [por ejemplo, la pintura de
Munch] no fue tanto, tal vez, el hecho de que la Naturaleza hubiera sido trastocada
como que el resultado prescindiera de la belleza. Que el caricaturista subrayara la
fealdad de un hombre se daba por admitido; era diversión. Pero que hombres que
se decían artistas serios olvidaran que si tenían que alterar las apariencias de las
cosas tendrían que idealizarlas más que afearlas, fue tenido por cosa grave”. Por
tanto, lo que irritó en el expresionismo fue ante todo su oposición al: a)
naturalismo; b) realismo; c) clasicismo; d) vanguardismo.
76
16. De acuerdo con Hauser, el arte de este periodo “destruye los valores pictóricos de
la pintura, el sentimiento y las imágenes cuidadosas y coherentes de la poesía, y
la melodía y la tonalidad en la música. Implica una angustiosa huida de todo lo
agradable y placentero, de todo lo puramente decorativo y gracioso”. En
consecuencia, se está refiriendo al arte: a) arcaico; b) clásico; c) renacentista; d)
moderno.
17. Harold Rosenberg ha dicho que en esta época: “Los críticos aportan su
colaboración rebuscando por los estudios de todos los artistas como una legión de
boy-scouts, dispuestos a descubrir un arte para el futuro y ser los primeros en
crear y descubrir una nueva e importante figura. Los historiadores de arte están
siempre dispuestos con sus cámaras y cuadernos de notas para no dejar de
registrar ningún nuevo detalle. La tradición de lo nuevo ha reducido todas las
demás tradiciones a algo trivial…”. La anterior descripción corresponde al arte: a)
tradicional; b) moderno; c) vanguardista; d) contemporáneo.
18. Quentin Bell ha dicho que en este periodo artístico: “el público puede aceptarlo
todo, o al menos existe un amplio e influyente sector del mismo que puede obrar
así… no existe excentricidad pictórica alguna que pueda irritar, y ni siquiera
asombrar, a los críticos”. Por la descripción que ofrece se puede concluir que se
está refiriendo al arte característico del estilo artístico: a) renacentista; b) moderno;
c) vanguardista; d) contemporáneo.
QUINTA UNIDAD:
Arte y pensamiento en México
La valoración de las obras estéticas y artísticas de nuestro pasado es reciente pues para
que ella fuera posible los conceptos tradicionales de arte y belleza, antes reducidos a lo
establecido por la estética occidental *, tuvieron que ser ampliados. Igualmente, para que
se haya podido valorar el pensamiento estético mexicano se tuvo que desenmascarar
muchos prejuicios y supuestos falsos acerca de éste (por ejemplo, que es una mera
copia, a veces mal hecha, de lo que se creó en el extranjero para solucionar problemas
completamente diferentes a los nuestros).
Gracias a estos dos logros, hoy podemos comprender mejor las influencias que nuestro
arte y pensamiento estético han recibido, pero, también, las particularidades que les
distinguen e identifican. Otro factor adicional que no debe ser olvidado es el trabajo de
investigación histórica y arqueológica que, desde principios del siglo XIX, rescató y
revaloró nuestras producciones estéticas, artísticas y culturales prehispánicas y
virreinales. Pedro José Márquez, José Bernardo Couto, Manuel Revilla, Manuel Gamio,
José Juan Tablada, Salvador Toscano, Alfonso Caso, Manuel Toussaint, Paul Westhein,
Justino Fernández, George Kluber, Ángel María Garibay y Miguel León Portilla son
algunos de los descubridores y fundamentadores que han iluminado esas etapas de la
historia de México.
En esta unidad V sobre el arte y el pensamiento en México veremos primero cómo se
caracterizarán las expresiones estéticas prehispánicas para descubrir su sentido y
función; después, se señalarán las características y se destacará la singularidad histórica
del arte virreinal, moderno y contemporáneo. Y, finalmente, se hará una descripción
del pensamiento estético mexicano por medio del estudio de algunos de sus principales
representantes. En concreto, de las ideas estéticas de Antonio Caso, José
Vasconcelos, Alfonso Reyes, Samuel Ramos, Justino Fernández, Octavio Paz,
Adolfo Sánchez Vázquez y Ramón Xirau.
Los objetivos de esta unidad son que el alumno:
a) entienda lo característico del arte y del pensamiento estético mexicanos;
b) reflexione sobre el sentido y la función del arte mexicano en las diferentes
épocas o momentos de la historia de México;
c) específicamente, entienda la influencia de las raíces prehispánicas y europeas
en el arte y pensamiento estético mexicanos actuales;
d) detecte qué problemas han enfrentado los pensadores estéticos mexicanos y
cómo han tratado de solucionarlos.
Se pretende, asimismo, que aplique las habilidades y herramientas que debió haber
adquirido en las unidades anteriores en el análisis de los fenómenos estéticos y artísticos
mexicanos, adopte una actitud crítica frente a la función y concepción del arte propias de
la cultura occidental, hegemónica * en todo el mundo desde la Modernidad, y entienda la
situación actual del arte y el pensamiento estético en México así como sus perspectivas
futuras. Igual que ocurrió en la Cuarta Unidad, en ésta nos centraremos en las llamadas
artes plásticas (pintura, escultura y arquitectura).
78
Entre las culturas prehispánicas no había una separación entre la literatura y la pintura, lo
escrito y lo pintado (pues su escritura representaba ideas por medio de imágenes).
Tampoco se distinguía entre la sabiduría, la filosofía, la ciencia, la religión y el arte.
Una de las expresiones primordiales de la cultura mexica fue “flor y canto”: del náhuatl in
xóchitl, in cuicatl, que significa canto florido, hermoso, adornado o bello como flores; era
el único medio, según los tlamatinime (los sabedores de cosas), por el cual se puede
decir algo con verdad, raíz o sustento; este canto florido fue expresado en los códices y
tuvo en Nezahualcóyotl (rey de Texcoco) su más grande exponente y quien escribió
sobre las siguientes cuestiones: 1) la posibilidad de decir palabras verdaderas en la
Tierra a través de ‘flor y canto’, 2) el tiempo o la fugacidad de cuanto existe, el destino del
ser humano y la muerte inevitable y 3) la divinidad y el enigma del hombre frente al Padre
de la vida o el ‘inventor de sí mismo’.
En general, en las culturas prehispánicas no ocurrió la autonomización del arte * de la que
hablamos en el capítulo anterior (véase el Tema 4. 1), lo cual no quiere decir, desde
luego, que sus producciones estéticas fueran menos valiosas que las europeas,
modernas o contemporáneas, sino, simplemente, que pertenecieron a una cultura
diferente, por lo cual su función también era distinta (no artística sino sólo estética,
aunque también religiosa y práctico-utilitaria). No pretendían reflejar la realidad natural
sino, esencialmente, la sobrenatural (aunque hubo excepciones, como la Cabeza del
Caballero Águila). Tampoco tenían siempre como fin alcanzar la armonía y el equilibro
entre sus formas * (como sucedía, por ejemplo, con el arte clásico griego), sino, sobre
todo, mover a la veneración y, en ocasiones, provocar terror y espanto.
80
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Fernández, Justino. Estética del arte mexicano. Coatlicue, El retablo de los Reyes y El
Hombre, México, UNAM, 1990, pp. 7-23, 97-111.
León Portilla, Miguel. Filosofía Náhuatl, México, UNAM, 1984, pp. 319-323, 363-368,
26,27, 51-53, 291-294.
Toscano, Salvador. Arte precolombino de México y de la América Central, México,
UNAM, 1951.
El ultrabarroco -término acuñado en 1927 por Gerardo Murillo (conocido como el Dr. Atl,
palabra que en náhuatl significa ‘agua’) para referirse al “segundo barroco” o
82
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Fernández, Justino. Estética del arte mexicano. Coatlicue, El retablo de los Reyes y El
Hombre, México, UNAM, 1990, pp. 327-341.
Manrique, Jorge Alberto. Una visión del arte y de la historia, Vol. III, México, IIE-
UNAM, 2001, pp. 25-40.
Hay que remarcar que, en el siglo XX, a diferencia de las épocas anteriores del arte
mexicano, la participación de la mujer se amplió y se volvió decisiva.
A finales de los años cincuenta, la llamada “generación de la ruptura”, que coincide
temporalmente con lo que antes hemos llamado “fin de las vanguardias” (véase el Tema
4. 2. d), rompió con el nacionalismo y el realismo costumbrista del arte posrevolucionario
que ya para entonces resultaba meramente panfletario y muy sofocante para algunos
artistas, entre ellos, el dibujante, pintor y escultor José Luis Cuevas (1934-), pero también
los artistas plásticos Manuel Felguérez (1928-), Vicente Rojo (1932-) y Lilia Carrillo (1930-
1974).
Después de los conflictos del 68, en la década de los setentas se dio una expresión
representativa de las nuevas generaciones artísticas mexicanas que encontramos en el
Espacio Escultórico de Ciudad Universitaria, concluido en 1970 y en el que participaron,
además de Felguérez, Mathias Goeritz (1915-1990), Helen Escobedo (1934-) y Sebastián
(1947-) -éste último es el autor de la escultura monumental conocida como El caballito,
que se encuentra entre Paseo de la Reforma y Avenida Juárez.
Otros artistas, como el pintor y escultor Rufino Tamayo (1899-1991) y el arquitecto Luis
Barragán (1902-1988), desde los años cuarenta y cincuenta retomaron elementos de las
culturas prehispánicas así como de las tradiciones y el arte popular mexicanos, sin
rechazar por ello el arte europeo; en el caso de Tamayo es notoria la influencia del
cubismo y en el de Barragán, del minimalismo; a este último sus apologistas le consideran
“el padre de la escuela mexicana de arquitectura”, o “mexicanista”, dicen sus críticos;
Barragán, junto con Goeritz y Jesús “Chucho” Reyes (1882-1977), fue responsable de las
famosas Torres de Ciudad Satélite.
De manera parecida a lo que sucedió con el
pensamiento estético mexicano, por ejemplo, de
Alfonso Reyes, Justino Fernández y Octavio Paz
(véase el Tema 5. 4. d y g), en el arte mexicano
contemporáneo se abandonó la búsqueda de algo
“auténticamente mexicano”, diferente de todo lo
occidental europeo y se aceptó que lo particular y lo
universal no se contraponen y que no es encerrándose
en un estrecho nacionalismo como se alcanzará la
ansiada “originalidad”, sino que sólo será retomando lo
propio y abriéndose críticamente a los Otros, no sólo
los “extranjeros” sino también los autóctonos, pues no
hay ni ha habido un único México, sino muchos
Méxicos.
Ejemplo de ello es la obra del artista oaxaqueño
Francisco Toledo (1940-), que abarca la pintura, el
dibujo, el ensamblado, la cerámica y la gráfica y cuyo
regionalismo alcanza dimensiones universales, lo cual, Acuarela de Francisco
al mismo tiempo, la vuelve completamente Toeldo, inspirada en el
contemporánea. Toledo, conocido, sobre todo, por la Manual de Zoología
creación de animales fantásticos, pero también por su Fantástica de Jorge Luis
labor de promoción cultural en su estado natal, es Borges.
considerado hoy día, con justa razón, el artista plástico
más importante de México.
86
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Conde, Teresa del. Historia mínima del arte mexicano del siglo XX, México, Eds.
Attame, 1994, pp. 11-50.
Fernández, Justino. Arte moderno y contemporáneo de México. El Arte del siglo XX, t.
II, México, UNAM, 2001, pp. 1-14, 141-149.
-----, Estética del arte mexicano. Coatlicue, El retablo de los Reyes y El Hombre,
México, UNAM, 1990, pp. 467-471, 540-551.
Gracias a lo anterior es posible hablar hoy de una estética mexicana, que tiene, entre
otros, a los siguientes exponentes: Antonio Caso, José Vasconcelos, Samuel Ramos,
87
Alfonso Reyes, Justino Fernández, Adolfo Sánchez Vázquez, Octavio Paz y Ramón
Xirau. Las obras primordialmente consultadas de estos autores, se ponen al inicio de
cada entrada para que puedan ser revisadas por el lector.
movimiento de lo real, el hombre, la sociedad y la historia, y toma posición crítica ante las
estéticas metafísicas, especulativas, eurocéntricas y clasicistas. El arte y el artista, el
sujeto y el objeto, la teoría y la práctica artísticas, responden a una compleja realidad e
ideología * a la que pertenecen en un sistema de libre mercado capitalista que
mercantiliza * la obra de arte y la hace consumible. Al estar contextuadas y al ser
históricas, las estéticas se universalizan por medio de un proceso ideológico *, que las
pone aparte de las prácticas concretas que las produjeron. Pero también al aplicarse a
otras prácticas, tiempos y lugares pierden su función original (creación) y adquieren otra
(reproducción).
Por ejemplo, cuando las estéticas clasicistas tratan de medir todo arte por medio de sus
categorías, descalifican formas diferentes del arte; o cuando los principios estéticos
dominantes en la cultura occidental tratan de extenderse a otras culturas, realizan una
nueva colonización *. Para Sánchez Vázquez, la función de la estética es develar
críticamente la ideología * que envuelve el arte, al papel del artista, las relaciones entre el
arte y la sociedad, entre la obra artística y el mercado. Aplicado al arte mexicano hace
notar su carácter progresista y liberador o bien reproductor de las condiciones sociales
existentes (véase el Tema 3. 4. a y b).
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Caso, Antonio. La existencia como economía, como desinterés y como caridad, México,
UNAM-IPN, 1987.
Vasconcelos, José. Filosofía Estética. Según el método de la coordinación, México,
Espasa-Calpe, Col. Austral Mexicana, 1995.
Ramos, Samuel. Filosofía de la vida artística, México, Espasa-Calpe, Col. Austral
Mexicana, 1998.
Reyes, Alfonso. La X en la frente. México, UNAM, Biblioteca del Estudiante Universitario
No. 114, 1993.
Fernández, Justino. Estética del arte mexicano. Coatlicue, El retablo de los Reyes, El
Hombre. México, UNAM, 1990.
-----, Arte moderno y contemporáneo de México, 2 t., UNAM, México, 2001.
Sánchez Vázquez, Adolfo. Invitación a la Estética, México, Grijalbo, 1992.
-----, Las ideas estéticas de Marx, Era, México, 1987.
-----, Estética y marxismo, 2 vols., Era, México, 1970.
Paz, Octavio. El laberinto de la soledad, Postdata, Vuelta al laberinto de la soledad, FCE,
México, 1993.
-----, El arco y la lira, FCE, México, 1956.
-----, Los hijos del limo: del romanticismo a la vanguardia. Seix Barral, Barcelona, 1974.
92
I. Actividades de adquisición:
4 Responde por escrito las “Preguntas para la reflexión” que aparecen al principio de
esta unidad.
4 Busca en un libro de arte o en una enciclopedia imágenes de las obras y autores
mencionados.
4 Complementa la lectura de esta unidad con la lectura de la sección “Ampliación de
los temas” que se incluye en el CD.
IV. Actividades de metacognición: escribe al final de tus apuntes las respuestas de las
siguientes preguntas.
9. Se trata de una creación original del arte mexicano del siglo XX: a) El muralismo *; b) El
ultrabarroco; c) El neoclásico; d) El churriguresco.
10. Para Antonio Caso, constituye la contemplación desinteresada que permite la empatía
de nuestros estados anímicos: a) la estética mexicana; b) la experiencia estética; c) la
proyección sentimental; d) la intuición estética.
11. Para Antonio Caso, es la producción de emociones de manera desinteresada que nos
excita, conmueve y lleva al gozo frente a la contemplación o apreciación de una obra de
arte: a) la estética mexicana; b) la experiencia estética; c) la proyección sentimental; d) la
intuición estética.
12. Para Vasconcelos, es la causante de la coordinación entre razón y sensibilidad: a) el
sentido estético; b) el a priori estético; c) la conciencia; d) la mística.
13. Para Vasconcelos, son las condiciones de posibilidad del arte, la belleza y la
sensibilidad organizados por el sentido estético: a) las expresiones artísticas; b) los a
priori * estéticos; c) las conciencias; d) las armonías estéticas.
14. Para Samuel Ramos, se debe desbordar la idea del arte como objeto de estudio de la
estética, pues también debe estudiar: a) la vida artística; b) los valores estéticos; c) el
objetivismo estético; d) el subjetivismo estético.
15. Para Ramos, es lo que identifica el punto medio entre las cualidades objetivas de la
obra y su apreciación subjetiva por el espectador: a) la vida artística; b) los valores
estéticos; c) el objetivismo estético; d) la belleza.
16. Alfonso Reyes se oponía a la formación del hombre que daba el positivismo * porque:
a) los dotaba de un espíritu científico; b) carecía de una formación humanista; c) los
preparaba para la guerra; d) fomentaba la imitación de lo extranjero.
17. El enfoque histórico-humanista que Justino Fernández aplica a reconstrucción de la
historia del arte mexicano consiste en analizar: a) las cualidades de la obra
independientemente del contexto; b) las obras de arte más allá de su contexto de
producción; c) las obras de arte como producto de su contexto histórico; d) las cualidades
de la obra en relación con su propia estructura.
18. Para fundamentar el arte mexicano, Justino Fernández realiza primero: a) un
inventario de las producciones artísticas mexicanas; b) un análisis de las principales obras
mexicanas; c) un listado de los principales artistas mexicanos; d) una crítica y ampliación
al concepto de arte hegemónico.
19. Para Adolfo Sánchez al develar críticamente la ideología que envuelve al arte, al
analizar el papel del artista y las relaciones entre el arte y la sociedad, la estética cumple
con: a) su autonomía; b) su función; c) su libertad; d) su ideología.
20. Adolfo Sánchez Vázquez concibe al arte como: a) todo el conjunto de las obras de un
artista; b) las obras más relevantes de una élite; c) acto desinteresado separado de
necesidades económicas; d) un hecho histórico determinado por la realidad.
21. Para Octavio Paz, la condición humana desgarrada entre los opuestos es su idea de:
a) existencia b) dialéctica de la soledad; c) vida artística; d) estética.
22. Para Octavio Paz es el acto que recrea el ser permanente como expresión íntima y
comunión: a) acto poético. b) acto amoroso; c) acto comunicativo; d) acto de constricción.
23. Para Ramón Xirau, la filosofía y la poesía constituyen: a) formas artísticas; b) modos
de ver y recrear al mundo c) formas religiosas; d) el conocimiento científico del arte.
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24. Para Ramón Xirau, religar al hombre consigo mismo constituye un esfuerzo: a)
científico-social-político; b) filosófico-ontológico-político; c) poético-filosófico-religioso; d)
religioso-poético-político.