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EL CEMENTERIO DE LA PLATA

Y
SU CONTEXTO HISTORICO.
María Carlota Sempé y Olga Beatriz Flores compiladoras.
2
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Impreso en

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INDICE
Prólogo 7
Pablo Bruera

Introducción 9
Cristina Falcón y Mercedes Falcón

Parte I La ciudad
1. La Plata, Sociedad y Ciudad. 16
Tomás Oscar García, Lidia Mabel Viera y Carla Beatriz García.
2. Fundación de la ciudad de La Plata. El primer proyecto
argentino a Gran Escala. 25
María Rosa Catullo
3. La Plata y su etapa fundacional. 35
María Carlota Sempé y Marta Inés. Baldini

Parte II El Cementerio
1. Estructura Administrativa y Ordenanzas del
Cementerio de La Plata. 56
Mariano Andrés Delledonne, Pablo Silvio Massola y Alejandra Fabiana
Corbalán
2. Densificación del sector fundacional del Cementerio de La Plata. 74
Carla Beatriz García, Oscar García Tomás y Olga Beatriz Flores
3. Los estilos arquitectónicos como expresión de un momento
social en el Cementerio de La Plata. 91
Lidia Mabel Viera y María Carlota Sempé
4. La galería de nichos del cementerio de La Plata. 98
María Carlota Sempé y Virginia Dubarbier
5 Sector de bóvedas y panteones. Las 17 secciones. 1897/1963. 113
Virginia Dubarbier y Susana Elena Shimko
6. Los agentes de deterioro biológico y la conservación del

4
patrimonio funerario. 143
Vilma Gabriela Rosato, Patricia Susana Guiamet y Sandra Gómez de
Saravia

Parte III Higienismo y causas de muerte


1. El cementerio de Tolosa. Demografía y causas de muerte. 155
Olga Beatriz Flores
2. Estudio demográfico del cementerio de La Plata en los periodos
1887/1891 y 1901/1905. 167
Olga Beatriz Flores, Susana Alicia Salceda, y Karina Susana Oldani,
3. Análisis de las causas de muerte en la ciudad de La Plata en los
periodos 1887/1891 y 1901/1905. 179
Olga Beatriz Flores y María Laura Fuchs,

Parte IV Cementerio Israelita


El cementerio Israelita de La Plata. 195
Luis Noel Dulout

Parte V Ideología y Sociedad


1. Los panteones sociales a fines del siglo XIX y principios del XX
en el cementerio de La Plata. 214
Antonia Rizzo
2. La Plata y el surgimiento del profesionalismo periodístico. 218
María Carlota Sempé
3. La bóveda de los caídos el 9 de junio de 1956. 224
María Carlota Sempé, Antonia Rizzo y Virginia Dubarbier
4. Todo está guardado en la memoria: la presencia de los
desaparecidos por la violencia política de la dictadura en el
cementerio de La Plata. 235
Marta Inés Baldini
5. El simbolismo mariano en el arte funerario. 240
Antonia Rizzo y Mónica Elizabeth Fora

5
6. La masonería y la ciudad de La Plata. 253
María Carlota Sempé y Emiliano Gómez LLanes
7. La discriminación ante la muerte, la construcción de la imagen de
mujer en los epitafios del Cementerio de La Plata. 279
Juan V. Magariños de Morentín y Susana Elena Shimko
8. Expresiones populares funerarias. 288
María Carlota Sempé, Carla Beatriz García y Luis Noel Dulout
9. Expresiones funerarias infantiles en el cementerio municipal
de La Plata. 298
María Carlota Sempé, Antonia Rizzo y Olga Beatriz Flores
10. Anécdotas y mitos que involucran a muertos…. y vivos. 308
Olga Beatriz Flores

Parte VI. Valor patrimonial del cementerio y su futuro


1. El valor patrimonial del cementerio de La Plata. 314
María Carlota Sempé y Lidia Mabel Viera
2. Un aporte proyectual al futuro del cementerio de La Plata. 319
Tomás Oscar. García y Lidia Mabel Viera

Bibliografía 325
Índice de láminas 339
Láminas 346

6
PROLOGO

La reivindicación de un pasado común es parte fundante de la identidad.


Las historias individuales, familiares e institucionales se convierten a través del
tiempo, en un testimonio documental de una época y un lugar específico. La
ciudad de La Plata, y su cementerio, dan testimonio de nuestro pasado urbano,
pocas veces considerado como un medio útil para recuperar nuestra historia.
La memoria comunitaria valoriza estos bienes tangibles e intangibles y los
preserva. Solo un platense puede ver los “lugares” de la ciudad con una carga
simbólica. Su vivencia imprime significados emocionales a sitios como “El cine
Mayo y sus continuados, las confiterías París, La Perla o La Modelo, el viejo
mercado de la calle 4”, la vieja Estación del ferrocarril Provincial, los que en
algunos casos se han recuperado o resignificado.
El cementerio como institución puede ser considerado un Museo al aire
libre en permanente funcionamiento, donde el tiempo produce cambios, que son
incorporados al patrimonio en crecimiento y se integran a la memoria colectiva.
Diez años continuos de investigación sintetizados en este libro ofrecen la
oportunidad de concebirlo como un lugar de memoria urbana, aportando
elementos concretos y de gran valor en la construcción de nuestra identidad
platense. Su aporte al conocimiento patrimonial posibilita implementar acciones
concretas para redireccionar su uso, convirtiéndolo en un nuevo nodo cultural
turístico regional. La valorización patrimonial del cementerio mejorará la calidad
urbana de la población aledaña, mediante las oportunidades que derivaran del
turismo. El diagnóstico sobre las problemáticas que afectan al barrio -
caracterizado por un desarrollo comercial dirigido al abastecimiento de funciones
específicas- hará posible implementar una acción cultural transformadora
brindada por la aplicación de esa nueva línea productiva.
El equipo de investigación integra la Red de Cementerios de Argentina e
Iberoamericanos, tiene reconocimiento nacional e internacional. En el mismo

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participa la dirección del Cementerio de La Plata y colaboradores de la gestión
municipal.
El desarrollo de actividades conjuntas han permitido diagnosticar
situaciones de degradación paisajística en el predio del cementerio posibilitando
implementar acciones de recuperación patrimonial aplicando el nuevo concepto
de técnicas de gestión cultural sostenibles y generar una adecuada extensión,
capacitando al empleado municipal mediante talleres sobre valor patrimonial
edilicio, manejo pericial de restos humanos y digitalización de los repositorios
documentales para asegurar su preservación y uso.
El libro esta dividido en seis partes: La ciudad, El cementerio, Higienismo y
causas de muerte, El Cementerio Israelita, Ideología y sociedad, Valor patrimonial
del cementerio y su futuro, que a su vez profundizan temas sobre las
características fundacionales, demográficas y étnicas de la ciudad. La
planificación del cementerio y su uso en el tiempo, las enfermedades de la época.
Los estilos arquitectónicos funerarios y su iconografía religiosa. La expresión de
las ideologías imperantes a principios del siglo XX. Hay un tratamiento especial de
los monumentos y panteones que evocan los hechos luctuosos acaecidos en la
ciudad durante las dictaduras militares. El texto culmina con una propuesta
arquitectónica sobre la configuración final del cementerio de La Plata.

La Plata, 12 de Abril de 2011

Dr. Pablo Bruera


Intendente Municipal de La Plata

8
INTRODUCCION

Homenaje a los investigadores de nuestros cementerios patrimoniales

Diez años atrás, cuando alguien nombraba un cementerio, la reacción más


común del receptor era el rechazo. Para muchas personas este espacio, que
durante mucho tiempo fue considerado un lugar sagrado, había perdido su
significado.

Visitar y recorrer una necrópolis pasó a ser una práctica olvidada y la


narrativa de los cementerios fluctuaba entre los relatos destinados a la
desestimación, y los ambientados en esos clásicos paisajes de miedo que, a lo
largo del tiempo, dieron origen a tantas otras historias de hombres y mujeres que
por alguna circunstancia tomaban contacto con los muertos.
Desde esa perspectiva, surgieron fantasmas diferentes a aquellos que
presentaban dramas como Hamlet, escrito por William Shakespeare en el siglo XV
-¿recuerdan que en esa obra el protagonista se comunicaba constantemente con el
espectro de su padre?- tampoco tienen semejanza con las sombras y los
aparecidos que han poblado los cuentos y poemas de los escritores que
conformaron, durante el siglo XIX, esa corriente que se conoce con el nombre de
literatura gótica: Edgard Allan Poe, Guy de Maupassant y tantos otros.
Los relatos que circulan desde fines del siglo XX aluden al abandono del
lugar y en muchos de ellos se despliega un clima de temor y misterio, propicio para
la aparición de espantos que son propios de esta generación. Para ilustrar esta
forma de vincularse con los fallecidos, en este siglo, hemos tomado narraciones de
cuidadores y serenos del Cementerio de la Plata que fueron publicadas en el diario
Hoy de la ciudad de La Plata, el lunes 6 de julio de 1998. A continuación
transcribimos algunas citas de esa publicación:

“A nadie le gusta el cementerio, porque aquí es donde


traen a los muertos y tanto las películas de cine como las
historias literarias que se han realizado, mostraron a este lugar

9
como un sitio lleno de misterio y terror, del cual casi siempre es
imposible salir con vida”, contaba Mario Mazzeo, un ex-
cuidador.

“Todas las opiniones, a pesar de que todos sabemos que


son mitos, nos transmiten mucho temor y eso se refleja en la
gente cuando viene hasta aquí. Por ejemplo, una vez un chiquito
llamado Juan estaba junto a su familia en este lugar y, jugando
con su hermano a la escondida, se metió dentro de una bóveda.
Pasados varios minutos, cuando quiso abrir la puerta para salir,
ésta se había quedado trabada. Ante la desesperación, el
chiquito comenzó a gritar -sáquenme de aquí que el muerto me
va a matar- mientras lloraba desconsoladamente” dijo Miguel.

“Cuando ingresé a trabajar como sereno, mis compañeros


comenzaron a contarme las historias. A pesar de no tener miedo
en ese momento y reírme junto a ellos, todo eso me quedó en el
pensamiento y es difícil salir a recorrer de noche un predio
donde los ruidos abundan y vos mirás desesperado para cada
costado. Mientras caminaba por entre las bóvedas, comencé a
sentir ruidos extraños que alteraron mi calma. No era un ruido
constante sino un murmullo. Mirando para todos lados, trataba
de escuchar de dónde provenía el ruido, hasta que advertí que
las palomas estaban escondidas entre las aberturas de las
bóvedas y que emitían un raro llamado, que en la soledad del
cementerio daba mucho miedo”, concluye el sereno.

En una época de distanciamiento de los muertos y de abandono de los


cementerios, la labor de los investigadores que los recorren, no sólo como
espacios de la memoria sino también como lugares de archivo de nuestro
patrimonio, resulta algo verdaderamente extraordinario.

En la sociedad se ha propagado la costumbre de alejar la muerte de la vida,


como si no tuviesen nada que ver una con otra. Perder el sentido de la finitud de la

10
vida conlleva una pérdida de la comprensión de la verdadera naturaleza del ser
humano. La existencia se reduce al consumo y se da preponderancia al mercado y
sus valores. Esta manera de encarar la vida invisibiliza a los cementerios,
considerados lugares que no responden a las demandas que exige el mundo.
En el aquí y ahora, no hay lugar para las acciones mancomunadas de una y
otra generación, en las que todos unen sus esfuerzos para construir una sociedad
afín a sus ideales, creencias y convicciones, a sus valores y formas de expresión.
Al cortarse los lazos de unión con los que nos precedieron -para sólo vivir el
presente- se ha creado un mundo de solitarios en el que reina la desconfianza y,
muchas veces, la sospecha hacia las personas que, a pesar de estar a nuestro
lado, nos resultan extrañas.
Lo cierto es que en estos tiempos del individualismo, todo gira alrededor de
las posesiones materiales y, para el conjunto de la comunidad, el gran tesoro que
guardan los cementerios no tiene ninguna trascendencia. A estos espacios,
construidos por nuestros antecesores, no se les adjudica ninguna valoración
simbólica.
Ante tal panorama, resulta muy difícil atravesar los obstáculos que la
sociedad nos impone. Sin embargo, el rescate de los valores patrimoniales de
nuestra cultura constituye una tarea pendiente. El patrimonio cultural de una
sociedad está conformado por los bienes comunes que cada comunidad ha
generado a lo largo de su existencia. Las riquezas que producimos los seres
humanos son atesoradas como testimonios de nuestra identidad cultural, en cada
etapa histórica.
Ese tesoro que heredamos de nuestros antepasados lo podemos apreciar al
reunir los fragmentos que nos permiten reconocer y valorar la participación
humana en la construcción de cada sociedad; por ellos accedemos a sus códigos
culturales, sus particulares formas de expresar los sentimientos de arraigo e
identificación, su modo de experimentar la vida y de proyectarse hacia el futuro.
Estas riquezas permanecen en cada uno de los cementerios, sin que los
visitantes distingan a primera vista su valor. Sucede lo mismo que con esos cofres
donde están guardados los tesoros: sólo cuando alguien los abre, es posible

11
descubrir la fortuna que encierran. La imagen del arcón lleno de monedas de oro,
escondido bajo tierra, sugiere un sinnúmero de expectativas.
Los buscadores de tesoros han emprendido siempre largas travesías para
encontrar riquezas en los lugares más recónditos de la tierra. Para llegar a ellos,
se dejaron guiar muchas veces por anécdotas de difícil verificación y de veracidad
incierta que circulaban de boca en boca, y fueron examinando todas las señales
que encontraban en su camino. En eso consiste el trabajo del investigador: tiene
que verificar la existencia de los tesoros ocultos, a veces guiándose con datos
que provienen de misteriosos llamados. El relato que sigue fue tomado de un
suceso real y es una bella metáfora que describe la vocación de los buscadores
de bienes de nuestro patrimonio cultural:

En pleno campo de una provincia del norte argentino, una


noche en la que ni siquiera la luna se asomaba, dos mujeres y
tres jóvenes iban a caballo, atravesando un paraje solitario. La
verdad es que los jinetes no sabían cómo hacían los animales
para ver, en medio de semejante oscuridad. De pronto, uno de
los jóvenes miró hacia un costado y vio algo brillante; le avisó a
su acompañante y éste, a su vez, le gritó a las dos mujeres y al
otro joven que iban adelante. La mujer mayor, algo asustada,
ordenó seguir y no detenerse; el joven que descubrió la luz
brillante trataba, mientras tanto, de descifrar qué era aquello.
Era un corazón perfecto, con dos semicírculos al medio, algo
rarísimo, como los tubos de neón que forman las letras en
algunos carteles. Sí, fue así. Aunque es necesario destacar un
detalle singular, en esa zona no había luz eléctrica. A este
suceso nadie le encontró una explicación lógica; la gente del
lugar decía que así se manifestaban los tesoros escondidos, que
sólo se revelan a cierta gente, pues están esperando que ellos
los descubran.

Pocos son aún los que conocen los hallazgos de las/los investigadores de
cementerios que han dado visibilidad a los valores culturales de estos espacios

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sagrados, verdaderos tesoros que vale la pena conocer. Los cementerios están
llenos de huellas y de mensajes que esperan ser descubiertos y cuando un
equipo de estudiosos se aviene a hacer esa búsqueda, recupera para el resto de
la sociedad, las riquezas de su patrimonio cultural.
Cada nombre propio, cada sepultura, cada imagen, cada ofrenda, cada
conmemoración esconde, tras su simple apariencia, todo un simbolismo
apasionante. Sabemos que no se aprecia lo que no se conoce, por eso la labor
de dar a luz este “patrimonio vivo que parecía estar muerto” nos permite
recuperar el sustento más valioso que tiene cada pueblo.
Nos acerca, en primer lugar, al valor de las vidas humanas, pues al
recordar a los que nos antecedieron en la muerte, los rescatamos para la
memoria colectiva. Luego, nos permite descubrir las particulares formas de crear,
pensar y sentir la vida que tuvieron las generaciones que nos precedieron, en
cada tiempo y en cada lugar de nuestro mundo.
Hace ya seis años que la Red Argentina de Valoración y Gestión
Patrimonial de Cementerios viene desarrollando la tarea de reunir a los
investigadores que, en distintos puntos del país, trabajan en pos de la valoración
y el rescate de los bienes patrimoniales de nuestros cementerios. Realizamos
este trabajo, unidos a otras Redes que se van organizando en otros países y que
conforman la Red Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios
Patrimoniales.
Este movimiento originado a partir de los espacios funerarios, nos muestra
una vez más que somos ramas que se expanden desde las mismas raíces y que
de ellas nacen flores y frutos con diferentes fragancias y sabores. El desarrollo de
las Redes se construye con el aporte de todos sus miembros y se encuentra hoy
en pleno crecimiento.
En esta oportunidad, nos llena de alegría la publicación de este libro en el
que se entregan los frutos de la fecunda labor realizada por el Equipo del
Cementerio de La Plata y su contexto histórico del Laboratorio de Análisis
Cerámico de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad
Nacional de La Plata, dirigido por la Dra. Carlota Sempé, secundada por esa
valiosa colaboradora, nuestra querida y recordada Nina Rizzo. Ellas dos, junto

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con los profesionales de diferentes especialidades que integran el grupo, se han
volcado al estudio del Cementerio Municipal de La Plata y, en la última década,
han realizado excelentes tareas que ponen al descubierto y realzan el valioso
Patrimonio de esa ciudad. Estos trabajos constituyen un importante aporte para
todos los que, de un modo u otro, han contribuido en las tareas de valoración
patrimonial de los cementerios y también para los interesados en descubrir la
importancia de esos bienes culturales.

Cristina Falcón y Mercedes Falcón

Presidenta y Vicepresidenta de la

Red Argentina de Cementerios y

Directoras de la Revista Adiós

14
PARTE I LA CIUDAD

“Las ciudades antiguas pierden su alma y a las


ciudades nuevas les cuesta mucho adquirir una”.
La cultura para vivir, Jaques Rigaud (1975)

15
LA PLATA SOCIEDAD Y CIUDAD
Tomás Oscar García, Lidia Mabel Viera y Carla Beatriz García

LA ARQUITECTURA COMO EXPRESION CULTURAL


La iniciativa de reflexionar sobre la arquitectura de la ciudad de La Plata,
nos enfrenta al desafío de evadirnos de los cánones y jergas especializadas para
posibilitar una participación más activa en la discusión de la ciudad que
queremos, y que necesitamos, es decir el qué? y el para quién?, respetando, la
especificidad de los saberes universitarios, articulados en un trabajo de equipo,
multidisciplinario en las decisiones sobre el cómo?
Sin pretender definir la Arquitectura, retomando viejas enseñanzas de
maestros y profesores que hemos continuado desarrollando en nuestra tarea
profesional y en nuestras cátedras universitarias, es útil establecer cual es su
quehacer y como se relaciona con la sociedad que le da origen y sentido.

UN CONCEPTO DE ARQUITECTURA

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Frente a una necesidad de la sociedad, que es la que define un contenido
social o cultural, se genera un tema arquitectónico o urbano. A su vez, el tema da
lugar a un programa que atiende esa necesidad, generando una propuesta o
proyecto.
Si el proyecto se materializa -se construye y se usa- el usuario, destinatario
primero y último de la ciudad que construimos, valida y retroalimenta los
contenidos de la propuesta a partir de su dinámica política, económica y social.
En este circuito continuo se inscribe la historicidad de la arquitectura y de la
ciudad, en diferentes momentos históricos. Así, la materialización de una
propuesta y de un proyecto arquitectónico o urbano implica la resolución del
programa de necesidades, la interpretación del tema y la expresión de un
contenido social. Se puede afirmar que el tema es el detalle del contenido, el
programa es el detalle del tema y el proyecto es el detalle del programa.

Arquitectura de vanguardia
La arquitectura de vanguardia es la que materializa con la mejor forma, el
contenido social más progresista de cada tiempo histórico.
La relación biunívoca entre actividad albergada y ámbito albergante es una
noción sintética y sincrética, integrada e integradora del concepto de arquitectura.
La ciudad de La Plata es un ejemplo inmejorable para la comprensión de este
concepto. Podríamos afirmar sin temor a equivocarnos, que no hay arquitectura
sin sociedad, ni sociedad sin arquitectura. En los proyectos validados
históricamente la actividad y el ámbito, el qué y el cómo constituyen una unidad
indisoluble.
Cuando se transita el camino de los contenidos hacia las formas, nos
situamos en la senda de la proyectualidad. En cambio, cuando realizamos el viaje
inverso, de las formas hacia los contenidos, nos ubicamos en la de la
investigación histórica. Ambas alternativas, como par dialéctico, definen
conjuntamente la dimensión de la arquitectura como expresión cultural.

EL CAMINO DE LA INVESTIGACIÓN HISTÓRICA.

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Si las formas expresan el contenido, interrogando a las formas deducimos
el contenido. Existen pueblos sin escritura o de los cuales no se ha descifrado su
lengua escrita, sin embargo se han escrito muchos tratados que explican su
organización socio-cultural a partir del estudio de sus utensilios domésticos, su
arte, sus viviendas y sus ciudades, es decir, de cómo se apropiaron y
transformaron un territorio determinado.

A Nivel Territorial
La capacidad esencial del arquitecto de dar forma a los contenidos sociales
-por medio del camino de la proyectualidad, de sintetizar en el espacio las pautas
culturales, en un tiempo determinado- lo coloca en inmejorable condición, para
hacer el camino opuesto de la investigación.
Es el caso de aquel arquitecto extraterrestre que, al aproximarse por el
hemisferio sur a nuestro planeta, realiza en su cuaderno de apuntes un rápido
pero proporcionado dibujo, de la apropiación territorial latinoamericana y argentina
en particular. Al sacar sus conclusiones observa que, las ciudades más
importantes de los posibles países, es decir sus capitales, concentran un tercio de
la población total en un punto, ellas están ubicadas a orillas del agua o muy cerca.
Los sistemas de transporte, que podía dibujar, reflejan un sistema productivo que
confluye a un punto: el puerto.
Que existe un sistema de transporte sobre vías metálicas, el ferrocarril, y
que esa sociedad, por error propio o por influencia externa, cuando planteó la
alternativa de la red vial, en buena parte la realizó, aburridamente, paralela a la
ferroviaria, es decir, que en lugar de atender a un interés de integración de ambos
sistemas, los puso en competencia, determinando que el inevitable triunfo de uno,
llevaba a la quiebra del otro, que es nuestra realidad actual. Puede entonces
advertir, de modo impreciso, ya que no lo puede dibujar, que las rutas aéreas no
revirtieron, ni modificaron esencialmente ese sistema de intereses o inercia
histórica.
Esta morfología de una apropiación territorial sobreimpresa a otra
autóctona preexistente, habla de una estructura colonial, de una realidad agro-
exportadora o de producción de comodities, dependiente de metrópolis a veces

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políticas, a veces económicas. Esta realidad se verifica también en la muy similar
organización de los sistemas o estructuras urbanas desde México a la Argentina,
a partir de las desconocidas, para este arquitecto extraterrestre, “Leyes de Indias”.
En un rápido viaje al “Viejo Mundo”, fácilmente detectable para él, por la
sucesiva yuxtaposición de distintas culturas presentes en sus ciudades y su
territorio, realiza unos dibujos comparativos que le permiten comprender que las
capitales europeas no se ubican cercanas al océano sino que, ocupan un lugar
mediterráneo y estratégico, para poder ejercer la hegemonía que les permitió la
unificación en naciones. Ellas muestran una apropiación territorial más
homogénea, a la vez que los tres principales medios de transporte, ferroviario,
automotor y aéreo conviven con vitalidad y en relativo equilibrio. Es su realidad
actual. Ninguna forma es casual. No hay casualidad sino causalidad.

A Nivel Urbano.
No hay mejor texto histórico de una sociedad que el estudio de su ciudad,
si nuestro arquitecto extraterrestre vuelve y dibuja la ciudad de Buenos Aires,
advierte que en un momento determinado, la sociedad produjo una cirugía urbana
sobre la homogénea traza colonial original de la ciudad, como expresión de un
cambio que, aludía a la apertura de la Avenida de Mayo.
Una rápida comparación con calles laterales le ofrece dos conclusiones
inmediatas: en primera instancia la avenida es más ancha, algo no casual, esta
delante de un indicador de valor de importancia indudable. En segunda instancia,
cualquiera de las calles laterales tiene en sus dos direcciones de fuga el cielo
como fondo. En cambio, la Avenida de Mayo corre desde un edificio rosado -la
Casa de Gobierno, asiento del poder ejecutivo- hasta otro edificio el Palacio
Legislativo, asiento de ese poder. La Avenida une a ambos edificios, va de uno
hacia el otro, nace y termina en dos espacios públicos Plaza de Mayo y Plaza de
los dos Congresos.
Una rápida comparación con calles laterales le ofrece dos conclusiones
inmediatas: en primera instancia la avenida es más ancha, algo no casual, esta
delante de un indicador de valor de importancia indudable. En segunda instancia,
cualquiera de las calles laterales tiene en sus dos direcciones de fuga el cielo

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como fondo. En cambio, la Avenida de Mayo corre desde un edificio rosado -la
Casa de Gobierno, asiento del poder ejecutivo- hasta otro edificio el Palacio
Legislativo, asiento de ese poder. La Avenida une a ambos edificios, va de uno
hacia el otro, nace y termina en dos espacios públicos Plaza de Mayo y Plaza de
los dos Congresos.
EL CAMINO DE LA PROYECTUALIDAD, EL CASO DE LA PLATA.
Después de tanto viaje, nuestro amigo extraterrestre se concentra en la
excelencia urbana de la ciudad de La Plata. Piensa que es el mejor ejemplo para
explicar como un contenido social genera un tema arquitectónico o urbano, que, a
su vez establece un programa que conlleva una propuesta -camino de la
proyectualidad- por la sola singularidad de que La Plata, fue una ciudad nacida a
nuevo con un claro objetivo político.
Contenido
A fines del siglo XIX, para 1880, la sociedad argentina concreta un
contenido social profundo, la federalización de Buenos Aires, mediante la cual una
porción de tierra, pasa a ser propiedad común del conjunto de las provincias del
país. La perdida del asiento del gobierno provincial, da lugar a un tema nuevo,
luego de analizar algunas alternativas, se decide fundar una nueva ciudad, capital
provincial porque Buenos Aires había ofrendado al conjunto del país, en prenda
de paz, su propia capital.
Spengler decía que “Suceda un gran acontecimiento político, y el rostro de
una ciudad tomará nuevas arrugas” (1966:381). La fundación de La Plata significó
la arruga territorial que expresó, nuevos contenidos y temas. Era un tema urbano-
arquitectónico inexistente hasta la fecha, porque constituye lo que hemos
denominado “carácter inespecífico” del concepto de arquitectura. Su definición no
surge del campo profesional, sino del campo político.
El nuevo tema: ciudad capital de la Provincia de Buenos Aires, enfrentó a
los profesionales con la responsabilidad de decidir sobre el cómo? expresando el
qué ? y el para quién?; en este caso, el ingeniero Pedro Benoit y su equipo,
debieron formalizar el programa de necesidades.
Si una ciudad tiene destino de capitalidad, en el marco de una Constitución
democrática, republicana y federal, tendrá un poder ejecutivo, un poder legislativo

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y un poder judicial a nivel provincial. A lo que se agrega una Municipalidad para el
gobierno de lo urbano, una Catedral perteneciente al culto mayoritario de la
población, edificios que atiendan a la Salud, la Educación en sus distintos niveles,
edificios destinados al trabajo industrial, comercial y administrativo, Universidad y
cultura en general, viviendas, comercios, oficinas, espacios públicos y recreativos
y demás.
Implantación.
A las necesidades propias de la ciudad, se sumaron algunas ideas
determinantes de la ubicación geográfica, de la implantación de la misma.
Los intereses ganaderos y agrícolas de la Provincia de Buenos Aires
pretendían seguir exportando por un puerto propio. Conocida es la influencia que
ejercieron a fines del siglo XIX Inglaterra en el plano económico y comercial y
Francia en el plano cultural y educativo.
Especialistas ingleses aconsejaron a Dardo Rocha, gobernador de la
provincia, la implantación de la ciudad vinculada al puerto natural más importante
de la zona, el de la Ensenada de Barragán, donde ellos habían desembarcado en
las invasiones de 1806 y 1807. Para su efectivización contaba con la
responsabilidad del ingeniero Benoit, cuyo trabajo previo a las órdenes de su
progenitor garantizaba el conocimiento y aplicación de las teorías urbanas más
modernas.
Se implantó La Plata sobre una línea, que vinculaba Puerto-Ciudad
directamente, y que se transformó en un eje de desarrollo regional, urbano y
edilicio, determinando la simetría de la ciudad y de los edificios públicos y
simbólicos de la misma.
La propuesta urbana se sintetizó en un cuadrado básico, con dos
diagonales mayores uniendo los vértices del cuadrado y cuatro diagonales
menores vinculando al bosque de La Plata -asiento de edificios universitarios y
recreativos- y los tres parques proyectados Saavedra, San Martín y Belgrano
(actual Plaza Belgrano, por loteo de 6 de sus 8 manzanas originales); Avenidas
cada seis cuadras y en el cruce de dos avenidas, una plaza o parque (Lam. I: Fig.
1). Esta presencia del espacio público como expresión de la comunidad, no sólo
expresaba, en el plano físico, la constitución de 1853-60, sino que posibilitaba un

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espacio recreativo barrial para el uso de la familia, padres, niños y abuelos, como
tejido social urbano.
La Plata al haberse fundado en 1882, después de la constitución y la
organización nacional, a diferencia de Buenos Aires no tendrá que producir una
cirugía urbana, para expresar el nuevo contenido republicano y democrático de la
sociedad. Se diseñó siguiendo la tradición grecolatina de ciudad amanzanada,
que llega a toda América Latina por las llamadas “Leyes de Indias”, con sus
normas para la fundación de ciudades, engalanada y enriquecida por los
bulevares y diagonales, aporte afrancesado del urbanismo de mitad del siglo XIX.
La ciudad se proyecta como un diseño extensional, sobre el módulo urbano
mínimo de una manzana de 120 m de lado con calles de 18 metros y avenidas de
30 metros de ancho. Como singularidad claramente intencional existe una
alteración a esta decisión básica, las calles, que corren de 44 a 51 y de 60 a 53
en sentido transversal pierden 10 metros por cuadra, sensibilizándose para poner
en fuerza entre las Avenidas 51 y 53 un eje que recupera la dimensión de
manzanas de 120 m de lado, que es asiento de los edificios públicos y
representativos. La ausente Avenida 52 -que sólo se consolida en los extremos de
la ciudad, el Bosque y a partir del Parque San Martín- en su paso virtual por la
ciudad se convierte en eje de simetría no sólo de la ciudad sino de los edificios
públicos que alberga (Lam. I-fig. 2).
Resulta interesante destacar que, como nada es casual, la Municipalidad y
la Catedral, se instalaron en el centro geométrico de la ciudad, es decir Plaza
Moreno, desplazando a un costado de la misma, en Plaza San Martín, al conjunto
Casa de Gobierno y Legislatura Provincial, entiendo, que una ciudad primero nace
como ciudad y después es capital,
Retomando la metodología de la investigación histórica, para comprender
nuestra realidad actual, transitando, desde la forma hacia los contenidos,
interrogando a la forma y tratando de explicarnos el porque de la misma,
comparemos dos dibujos que nos dejó de regalo nuestro amigo el arquitecto
extraterrestre. Uno de 1882, casco original fácil de dibujar y escindible de otro
actual, 129 años después, que nos permite sacar muchas conclusiones.

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Un dibujo o una foto aérea actual de nuestra ciudad muestran con la nitidez
y la crudeza de una radiografía biológica, las enfermedades de nuestro cuerpo y
organización social actual. Se observa, una explosión caótica y amorfa, cuando la
ciudad en su crecimiento, excede el casco de su diseño original, creciendo
principalmente hacia Buenos Aires, lo que refleja una relación de relativa
dependencia y se explica y fundamenta en hechos de nuestra historia.
La inexistencia de una cabecera ferroviaria, aún vial, ni aérea (La Plata no
tiene aeropuerto en funciones), expresa el absurdo de que la capital de la
provincia de Buenos Aires, no tiene relación directa con su territorio administrativo
y comercial. Que el gobernador de la provincia de Buenos Aires, la más grande y
rica del país, si quiere viajar en tren o en avión al interior de la provincia o del
país, debe trasladarse a la ciudad de Buenos Aires y si se comunica vialmente
tiene que conectarse con rutas nacionales que parten y llegan de y hacia Buenos
Aires.
Los intereses del puerto de Buenos Aires -que dieron origen a la
construcción de Puerto Madero y a la instalación de la Destilería de Y.P.F. en
relación directa con el puerto de La Plata- convirtieron a este en un puerto de
inflamables, razón por la cual no entran barcos mercantes, lo que también
postergó y anuló la industria de la carne y otros emprendimientos, condenando a
La Plata en su destino económico y a afirmarse como ciudad capital
administrativa y universitaria.
Todo queda expresado en la forma de la ciudad que explota hacia sus
salidas a Buenos Aires y desequilibra la utopía geométrica de expresar la
Constitución Nacional cambiando el eje de desarrollo.
Otro elemento demostrativo de esa realidad es que muchas de las plazas
que se encuentran del eje de simetría de la ciudad que lleva hacia Buenos Aires
se encuentran divididas en dos partes por el ferrocarril (1 y 38) o por el automotor
(7 y 38, 13 y 40).
Se especuló, a lo largo de la vida de la ciudad, con un loteo en horizontal
indiscriminado, que hizo extender la ciudad excesivamente, y en vertical, con una
propiedad horizontal, que desdibuja en su caótica implantación el propio trazado
de la ciudad y cuyo único objetivo es la renta. En síntesis, se transforma el valor

23
de uso, de la generación fundacional (burguesía ilustrada) por el valor de cambio
(burguesía mercantilista).
Como terrible paradoja, habiendo partido de una ciudad planificada,
superado el casco original, no hay más avenidas cada 6 cuadras, ni plazas o
parques en el cruce de dos avenidas, no más diagonales que dan identidad a
nuestra ciudad, ni árboles en las calles.
Aquella afirmación de Spengler (1966), nos enfrenta a la conciencia que, si
bien la historia debe respetarse, no hay que tener miedo de construirla. Aún
reconociendo el gran legado histórico de la fundación, lo cierto es que no
vestimos con levita, bastón y galera como en la época de Rocha.
La dialéctica conservación-transformación es otro gran desafío de nuestro
tiempo, las contradicciones y los cambios sociológicos y culturales ocurridos en la
dinámica socio-cultural de los últimos 129 años de vida, a escala familiar, social,
habitacional y urbana.
El contenido social de nuestro tiempo para que la ciudad lo exprese esta
dado por las luchas del siglo XX y comienzos del XXI cuyo fin fue la ciudad como
vida social integrada, en búsqueda de la homogeneidad social, y en la posibilidad
de un uso pleno y democrático de la ciudad para el conjunto de la población.
Quizá el destino mismo de la democracia que construimos entre todos exija
la corrección de los males de la ciudad, de sus contradicciones y formalizaciones
actuales para poder consolidarla y será entonces la expresión de la consolidación
social definitiva.
Esperamos haber contribuido a demostrar la unidad indivisible entre forma
y contenido, entre actividad y ámbito, entre política y arquitectura de la ciudad que
la expresa. Si la patología de la libertad es el caos y la del orden el autoritarismo,
el desafío esta fundado sobre la dialéctica entre el orden y la libertad traducida
socialmente en la afirmación plena del derecho a la ciudad y a una arquitectura
urbana entendida como un derecho humano y democrático básico, caracterizando
así la arruga que expresa nuestro tiempo.

24
FUNDACIÓN DE LA CIUDAD DE LA PLATA. EL PRIMER PROYECTO
ARGENTINO DE GRAN ESCALA.
María Rosa Catullo

La fundación de la ciudad de La Plata (capital de la Provincia de Buenos


Aires) es un caso paradigmático de Proyecto de Gran Escala (PGE) del Estado
Argentino.
Este concepto (PGE) desarrollado por el antropólogo Gustavo Lins Ribeiro
(1985,1987) caracteriza a las grandes obras públicas como una forma de
producción temporaria. Estas presentan características específicas, a partir de
tres dimensiones analíticas: Gigantismo, Aislamiento y Temporalidad, las que
deben presentarse simultáneamente en una gran obra, para ser incluida en esta
categoría.
Los Proyectos de Gran Escala responden a grandes necesidades
económicas preexistentes, o a generar nuevos ejes económicos, lo que determina
que se los trate como asuntos geopolíticos, respondiendo a las principales
tendencias de la división internacional del trabajo. Son iniciados y promovidos por
la planificación, en la cual los factores políticos suelen ser tan importantes como
los económicos, requiriendo del apoyo del poder central, capaz de articular un
discurso que posibilite su legitimación.
La planificación y construcción de la ciudad de La Plata se corresponde con
un PGE porque su ejecución reveló una decisión político-económica enmarcada
en la consolidación del Estado Nacional argentino (1880). Las ideas dominantes
en la época se fundamentaban en el ideal del Progreso -material y social- como
medio para la realización de la nueva nación. La ciudad fue concebida como la
consolidación material de dichos ideales, así como la demostración del destino
pujante de la Nación. La Plata fue el paradigma de la modernidad; hecha para
brillar y glorificar a las familias que en su seno se asentasen.

CONTEXTO INTERNACIONAL Y NACIONAL


En la segunda mitad del siglo XIX, la necesidad de forjar nuevos polos de
desarrollo económico generó un proceso de transformación de las estructuras

25
productivas de Latinoamérica, que hizo posible su inserción en un mercado
internacional, cambios que configuraron, en gran medida, la fisonomía de cada
uno de los países que integraban el bloque en el siglo siguiente. La
especialización productiva del área dio respuesta a las demandas del comercio
internacional, gobernado por las grandes potencias, que imponían términos de
comercialización monopólicas.
Los países latinoamericanos no generaron cambios estructurales en sus
relaciones internas de producción a corto plazo, sino que actualizaron sus
estructuras a partir de patrones preexistentes, para adecuarse a las necesidades.
Este proceso posibilitó la emergencia de nuevos sectores económicos y sociales,
como por ejemplo, el comercial y el financiero (Ansaldi 1985).
Argentina no escapó a este proceso y, su inserción en el mercado
internacional fue posible con el pasaje de formas de producción precapitalistas a
una economía capitalista dependiente, especializada en la agricultura templada y
en la ganadería vacuna y lanar. La penetración de capitales extranjeros, en su
mayoría ingleses, no se produjo en las partes de la economía que usufructuaron
los sectores hegemónicos nacionales -recursos naturales y mano de obra-, sino
que convergieron en el comercio, el transporte y las finanzas, para actuar en
forma complementaria con la economía nacional. La misma estaba orientada
fundamentalmente, hacia el capitalismo agrario y ganadero; en un proceso de
expansión de las fronteras internas, que expulsó de su territorio a indios y
gauchos.
Federalización de la ciudad de Buenos Aires
Durante el período mencionado y en función de definir el proyecto
económico y político nacional, se puso en marcha el proceso de unificación del
país y de centralización del poder, que culminó en 1880 con la formación del
Estado Nacional. La soberanía del poder central fue reconocida por todas las
provincias.
La unificación nacional tuvo un largo proceso, durante el cual, los sectores
en pugna intentaron controlar el poder central. Por un lado se encontraba la
alianza de los núcleos hegemónicos de las provincias y del otro, se agrupaban
diferentes fuerzas a favor de la autonomía de Buenos Aires. A estos últimos les

26
interesaba mantener el control de la ciudad-puerto y el usufructo de las rentas
aduaneras. El resto de las provincias exigía la redistribución nacional de dichas
rentas y el cese de los privilegios económicos y políticos de la provincia.
La asunción de Nicolás Avellaneda a la presidencia de la Nación (1874-
1880) fue posible al concretarse la alianza entre las hegemonías provinciales, a
quienes él representaba, y el autonomismo porteño con Adolfo Alsina como
vicepresidente de la fórmula. Avellaneda actuó junto al Gral. Julio Argentino Roca,
vinculado a los grupos predominantes de las provincias de Córdoba y Tucumán.
Para el gobierno nacional la ciudad de Buenos Aires debía ser patrimonio
común de la Nación, y no valuarte económico y político de una sola provincia.
Esta opinión estaba influenciada por las exigencias del comercio internacional de
dotar a la Nación de una ciudad capital con las características de Buenos Aires.
En el lado opuesto Carlos Tejedor, gobernador de la Provincia de Buenos Aires y
aspirante a la presidencia, representaba la tradición liberal porteña. Su posición
era la más débil en cuanto a las alianzas políticas necesarias para la sucesión
presidencial. La más fuerte representada por el sector que lideraba Roca, contaba
con el apoyo de Nicolás Avellaneda, quien encarnaba las aspiraciones del interior.
El sector autonomista porteño fracasó en sus pretensiones y en 1880, el Gral. J.
A. Roca asumió la presidencia. El país logró que Buenos Aires fuera su capital
federal y en mayo de 1881 la gobernación de la provincia fue ocupada por el Dr.
Dardo Rocha (Lám. I Fig. 3).
Con la Federalización de Buenos Aires concluyó el proceso de unificación
nacional, iniciándose un período que tuvo como dogma la fe en un progreso
indefinido, materializado en el desarrollo del aparato económico en un sentido
cuantitativo y cualitativo. Se construyeron vías férreas, grandes obras civiles,
telégrafos, se fomentó la inmigración, la unificación de la moneda, se dictaron
leyes fundamentales como la Ley Orgánica de Tribunales, Ley de Educación
Pública y se creó el Registro Civil.
Sin los recursos de la aduana porteña y el prestigio de la capital histórica,
la provincia de Buenos Aires perdió poder con respecto al interior del país. La
fundación de La Plata, fue un intento de contrarrestar la importancia de la ciudad-

27
puerto, construyendo en la provincia una ciudad moderna, que fuera símbolo de
crecimiento.
Planificación y fundación de La ciudad de La Plata
La planificación de una nueva ciudad - y no la elección de una ya
establecida- obedeció a la necesidad del poder político de utilizar medios
espectaculares para resaltar su ascensión en la historia, exponiendo los valores
que exaltaba esta futura ciudad: modernidad, desarrollo, pujanza; y afirmando su
energía por medio de sus ejecuciones (Balandier 1992).
Los PGE tienen un valor ejemplar para el público que asiste a su
construcción o que participa de ella. El poder político no sólo se muestra por las
circunstancias excepcionales, sino que a su vez queda inscripto, inmortalizado en
una materia imperecedera, que expresa su esplendor. La nueva capital, creada
por decreto, representó el comienzo de otra era, mostrando los primeros pasos de
una empresa colectiva, que a partir de un modernismo de vanguardia posibilitó su
construcción y en el cual, La Plata, afirmaba un porvenir que se anticipaba.
Su construcción se fundamentó en la necesidad de redimir a la provincia
por lo que se le había quitado, proponiendo un desafío mayor. Para su
legitimación se recurrió a analogías históricas pasadas, pues hasta en la elección
de su nombre, están simbolizadas las aspiraciones de los conquistadores, lo cual
hizo persistir el nombre de Argentina (Argentum = plata = metal precioso).
Elección del lugar
El 2 de mayo de 1881 el gobierno nacional dictó el Decreto que designó la
Comisión encargada de estudiar las localidades susceptibles de ser candidatas a
la nueva capital En primera instancia fueron propuestas las ciudades de Mar del
Plata, Bahía Blanca y Necochea, por las potencialidades de sus puertos, pero la
gran distancia con la Capital y el escaso poblamiento de la zona, hizo que fueran
desestimadas. La Comisión debía realizar estudios en las localidades de Lomas
de la Ensenada, Quilmes, Barracas del Sur, San Fernando, Zárate, Chascomús,
Dolores, Mercedes y San Nicolás entre otros (Municipalidad de La Plata, 1982).
A fin de garantizar un nuevo polo de desarrollo, se tuvo en cuenta la
posición de una zona portuaria, una cadena industrial, la comunicación ferroviaria,
y por último, una zona rural que permitiera el desarrollo demográfico. Luego de

28
analizar varias localidades posibles, se eligió como emplazamiento para la nueva
ciudad, el municipio de Lomas de la Ensenada.
En la elección, la existencia de un puerto fue definitoria, que ya en 1865 era
el primer exportador argentino de tasajo, respaldado en la importante actividad
saladeril -que comenzara Agustín Wright en 1789-, y la línea férrea inaugurada en
1872. El lugar elegido, por su cercanía con Buenos Aires, suscitó voces
disidentes, que planteaban que cualquier ciudad asentada en las cercanías de la
Capital Federal, terminaría siendo un satélite de ella.
Dardo Rocha, por el contrario, afirmaba que la construcción de una ciudad
moderna eclipsaría el predominio de Buenos Aires. Finalmente, por ley provincial
del 27 de abril de 1882 promulgada por el Poder Ejecutivo en el mes de mayo, “se
declara capital del municipio de Lomas de la Ensenada a la ciudad de La Plata”.
La ciudad se construyó en un 70% dentro de la estancia de Martín Iraola.
Los terrenos expropiados a otros propietarios como P. Amstrong; S. Hale; J.
Clarke; G. Torres; Méndez Durañona, Pérez y herederos de Cruz Varela
conformaron el 30% restante.
La construcción de esta urbe, presentó regularidades y similitudes cuyo
estudio a través de las dimensiones analíticas establecidas por Ribeiro, (1987),
permitieron ratificar su inclusión en la categoría de Proyecto de Gran Escala.
Gigantismo
La importancia de la escala de los Grandes Proyectos se percibe en
designaciones tales como "grandes obras" o "emprendimientos gigantescos", en
los cuales la dimensión humana resulta empequeñecida con relación a sus obras.
Pero, la característica definitoria está dada fundamentalmente por el tamaño de la
tarea que exige, a la vez y necesariamente, ingentes recursos de capital y de
mano de obra que requieren de una poderosa y gran corporación. Su objetivo
radica en inducir grandes cambios socioeconómicos, avalados por el poder
político y apoyado por poderosos grupos económicos. La función de técnicos y
especialistas es suministrar la necesaria racionalidad y su legitimación científica
(Ribeiro, 1987:8-11). Estas características están presentes en el proyecto.
La planificación de la ciudad de La Plata quedó en manos del
Departamento de Ingenieros, bajo la dirección del Jefe de Obras Públicas, Ing.

29
Pedro Benoit, que tuvo a su cargo la presentación de los planos para el trazado
de la ciudad (Lam.I fig. 2). Este diseño debía estar acorde a las ciudades
modernas, teniendo en cuenta la mayor comodidad de sus habitantes, la higiene a
partir de los últimos adelantos científicos y mantener la belleza de sus calles y sus
plazas (Municipalidad de La Plata, 1982).
En síntesis, se requería que el diseño de la futura ciudad plasmara el
pensamiento de la época, la racionalidad aplicada a un modelo de ciudad donde
se conjugaran la actividad industrial y el crecimiento demográfico, la valoración de
los espacios verdes, áreas recreativas y lugares donde compartir las bondades de
la naturaleza, en suma, lo utilitario no debía “ahogar” lo estético.
El flujo de capitales estaba garantizado por la Legislatura, que facultó al
Poder Ejecutivo, el 12 de junio de 1881, a invertir 16.057.637 de Pesos Fuertes en
la construcción de la ciudad. Estos fondos tenían diferente origen: la deuda del
gobierno nacional con la provincia por la cesión de la Capital Federal (9.057.637
Pesos Fuertes); la venta de tierras públicas (2.000.000 P. F.) y de las realizadas
en el municipio platense (2.000.000 P.F.); la indemnización que la Nación debía
pagar por las obras del Riachuelo (2.000.000 P.F.) y las propiedades de provincia
en la Capital (1.000.000 P.F.). Por último, el 18 de Octubre de 1881 el gobierno
nacional autorizó al Ejecutivo Provincial a invertir hasta la suma de 60.350.000 de
Pesos Fuertes en la construcción de edificios públicos. El 2 de Mayo de 1882 la
Legislatura autorizó al Poder Ejecutivo a celebrar un Convenio con el gobierno
nacional para la construcción de un puerto de veintiún pies de calado en la
Ensenada.
El Departamento de Ingenieros fue el encargado de los proyectos, en tanto
las comisiones administradoras dependientes del Ministerio de Gobierno
provincial, ejercían un rol similar al de las consultoras. Así actuaron la Comisiones
de Concursos para Edificios Públicos, presidida por Carlos D' Amico; de Compras
y Abastecimiento de Materiales. Hubo también una Comisión encargada del
seguimiento del cumplimiento por parte de los empresarios, de que los materiales
y las obras estuvieran acordes a los términos estipulados en los contratos.

30
El Estado Nacional suministró la estructura y los fondos que financiarían la
fuerza de trabajo para la gran obra, quedando la ejecución en manos de
empresarios particulares.
Una muestra de la magnitud alcanzada, fue el Llamado a Concurso
Internacional de proyectos para la construcción de los edificios públicos, cuyas
bases fueron traducidas a varios idiomas y publicadas en América del Norte y
Europa. De los 27 proyectos presentados, sólo dos fueron aprobados, la
Legislatura y el Palacio Municipal. El Poder Ejecutivo contrató a uno de los
autores de los proyectos aprobados para construir la Iglesia de San Ponciano,
que inicialmente cumplió las funciones de catedral. El diseño de los restantes
edificios públicos -la "cárcel de detenidos", la casa de bomberos, el Palacio de
Gobierno- estuvo a cargo de la Sección Arquitectura del Departamento de
Ingenieros.
Para concretar los trabajos se tendieron tres líneas férreas y se crearon
más de 100 hornos de ladrillos. Para la construcción las casas de los empleados
públicos o particulares, el Senado y la Cámara de Diputados autorizaron al Poder
Ejecutivo a contratar una empresa particular y formar una sociedad anónima. A fin
de facilitar el asentamiento, las casas se podían pagar en cuotas y el acceso a los
créditos estaba restringido a empleados que se radicaran en la ciudad. Todo el
que edificara en la nueva capital contaba con amplias ventajas - excepción de
pago contribuciones directas; participación en sorteos para la compra de tierras;
inscripción en el libro de actas de la ciudad. Los que no iniciaran la edificación
pasados tres meses de obtención de la escritura y los que no finalizaran la obra,
perdían todos los derechos.
La Plata fue la primera ciudad que tuvo alumbrado público eléctrico, se
colocó una usina provisoria visible desde el río, que cumplía la función de faro
para guía de los barcos, y en 1884 se implementó un sistema de energía eléctrica
producida por máquinas a vapor.
Aislamiento
El aislamiento debe ser considerado en términos relativos (Lins Ribeiro, op
cit), en función de la necesidad de los PGE, de disponer o no de medios.
Haciendo referencia, mas a factores socioeconómicos que geográficos, no existe

31
organización social preexistente que pueda sostener totalmente al Gran Proyecto.
El aislamiento plantea problemas logísticos, que implican el establecimiento
regular de flujo de capital y de mano de obra (1987:8-11). Como la población en el
área elegida no podía sostener las necesidades del proyecto, el Poder Ejecutivo
provincial contrató al empresario Vicente Caetani para que se trasladara a Europa
a fin de traer 1000 obreros, según la demanda de la obra. El contrato estipulaba
que los trabajadores debían trabajar como peones y servir no menos de seis
meses al año. El gobierno adelantaría el costo del pasaje -descontándose del
salario-; se establecería un jornal de hasta de seis francos y el pago del
alojamiento por un mes, y aquellos trabajadores que viniesen con sus esposas, se
les pagaría la mitad del pasaje de las mismas.
La construcción de la ciudad coincidió con la gran corriente inmigratoria
que se generó a partir de 1880, pero una gran proporción de personas
establecidas en la zona, lo hicieron a través del flujo organizado de fuerza de
trabajo. En el Censo Provincial de 1881, la población total ascendía a 6.962
personas abarcando la población de Ensenada, Los Hornos, El Parque y Las
Chacras, con un 67,7% a argentinos y l 33,3% de extranjeros. En tanto, el censo
de La Plata de 1884, muestra una población de 10.407 habitantes, donde el
21,9% eran argentinos y el 78,1% extranjeros, razón por la que se infiere que el
grueso de la fuerza de trabajo no procedió de la población radicada en Ensenada,
sino que fue producto del flujo organizado. Mas aún cuando analizamos la
composición por sexo de la población que muestra sobre el total una cifra de
8.779 varones y 1.628 mujeres. Dentro del predominio masculino, los nativos
representaban el 16% y los extranjeros el 83%, correspondiendo la mayoría a
personas adultas.
Como indica Lins Ribeiro (1980), los datos demuestran el desequilibrio
demográfico provocado por un flujo organizado de trabajo, que sólo busca
abaratar los costos de reproducción de la fuerza de trabajo y una mayor
concentración en las tareas a cumplir, debido a la inexistencia de relaciones
familiares. Separada la gente de redes sociales previas, las nuevas relaciones se
dieron casi exclusivamente en el plano de la producción y si bien el país o región
de origen representaron un factor importante en el establecimiento de redes de

32
solidaridad y amistad, la carencia de lazos familiares desataba conflictos
emocionales.
La actividad industrial y comercial fue fomentada por la radicación de
familias extranjeras que contaban con algo de capital y experiencia, pero el núcleo
preexistente de Ensenada fue el utilizado por los administradores como proveedor
de servicios para el territorio de la construcción.
Para hacer frente a las necesidades de la Gran Obra, la Legislatura
autorizó la construcción de ramales ferroviarios para ligar las líneas del ferrocarril
del Oeste (Lam I fig. 4) y del Sur con la Ensenada unida a la capital por el primer
ferrocarril, lo que aseguró el flujo regular de materiales y maquinaria. Esta obra se
financió parcialmente con la venta de terrenos en la zona, y un empréstito de 18
millones de pesos oro sellado.
Temporalidad
Esta característica hace posible reconocer a los PGE como sistemas
cerrados identificables en el tiempo, es decir, que comienzan y terminan en un
plazo relativamente corto (Ribeiro, 1987: 8-11). La piedra fundamental de la
ciudad colocada el 19 de noviembre de 1882 marca la fecha de inicio de su
construcción. El Poder Ejecutivo Nacional decretó que los poderes públicos
provinciales debían trasladarse antes del 30 de abril de 1884. Todos los edificios
públicos tenían una fecha de finalización de obra estipulada por contrato y
supervisada por la Comisión del Departamento de Ingenieros para hacerla
cumplir. Para la época fue una empresa de dimensión gigantesca (Lam II Fig. 1)
La existencia de una fecha de inauguración refleja el carácter singular del
universo social que se crea en los PGE. Las metas propuestas deben alcanzarse
por razones políticas y económicas y su incumplimiento deviene en mayores
costos. Las grandes presiones políticas y económicas existentes sobre la Gran
Obra determinan, dado el tiempo en que debe ser concluido el proyecto, que se
requiera de esfuerzos faraónicos para los que en él participan, lo que supone un
nivel de productividad muy alto y un gran control de producción sobre las obras.
Para ejemplificar la construcción del Ministerio de Hacienda y Casa de
Ministro, a cargo de José Pavret, comenzó el 22 de septiembre de 1883, y estuvo
casi terminada en el mes de octubre del año siguiente (Lam II Fig. 2). La

33
Legislatura, a cargo de Plon y Olivera, fue iniciada el 22 de mayo de 1883 y se
habilitó en 1884 (Lam II Fig. 3 Legislatura). Para el edificio municipal se trajo de
Europa al arquitecto Steir y la obra a cargo del empresario Bertelli se inició el 6 de
agosto de 1883, habilitándose parcialmente en agosto del año siguiente (Lam III
Fig. 1). La construcción del Departamento de Ingenieros, cuyos planos presentó la
Sección Arquitectura y realizó la empresa Bevmarié Hnos, se inició el 5 de agosto
de 1882; fue habilitada en parte en diciembre de 1883 y finalizó a fines de 1884
(Lam III Fig.2)
Al cabo de año y medio ya estaban terminadas o a punto de terminar, las
obras de San Ponciano (Lam III Fig. 3), el Departamento General de Policía y de
Bomberos (Lam IV Fig. 1), el Palacio de Justicia (Lam IV Fig. 2), la Cárcel de
Detenidos, el Hospital, el Banco de la Provincia, la Estación del Ferrocarril del
Oeste (Lam I Fig. 4), el Consejo General de Educación, el Banco Hipotecario
(Lam IV Fig. 3) , Escuelas y el Arco del Parque (Lam. V. Fig. 1). Se construyeron
en este lapso más de 1000 casas para viviendas y la población creció a 10.500
habitantes (Lam. V. Figs. 2 y 3) Simultáneamente, Rocha aumentó el número de
escuelas, proyectó la apertura de más de 2000 km. de red caminera y construyó
los caminos que convergían a la nueva capital. D'Amico inició la construcción del
Museo de Ciencias Naturales (Lam. VI. Fig. 1), la Biblioteca y el Archivo General
de la Provincia de Buenos Aires.
Para concluir, la planificación y construcción de La Plata es un Proyecto de
Gran Escala, siguiendo los lineamientos de Ribeiro (1987). El primer proyecto de
gran escala de la República Argentina.
Para su legitimación se utilizó la "Ideología de la redención", (Ribeiro, op
cit) que presenta a la Gran Obra - La Plata- como “algo” que redimirá a la región y
a la propia Nación del atraso. La matriz principal de este Proyecto de Gran Escala
son las ideas centrales de la cultura occidental de progreso y desarrollo.

34
LA PLATA Y SU ETAPA FUNDACIONAL
María Carlota Sempé y Marta Inés Baldini

Los primeros treinta años de vida de la ciudad de La Plata conforman la


etapa fundacional, porque representan el momento en que se configuraron las
características socioeconómicas y culturales que la caracterizan y definen su
identidad (Sempé 2001).
Constituida la estructura socioeconómica y cultural, la ideología, los
sectores sociales y las capacidades económicas se reflejaron en las instituciones
sociales surgidas y en la organización arquitectónica. Esto se plasmó en la
organización y planificación tanto de la ciudad como del cementerio, en sus
construcciones urbanas y funerarias.
A través del tiempo, la dinámica de construcción-destrucción de la ciudad
ha ido variando las características de los barrios urbanos y suburbanos, razón por
la cual, gran parte del pasado solo puede ser rescatado a través de la
documentación de época. En cambio, esta dinámica de transformación no es tan
intensa en el cementerio debido a su carácter de reservorio de la memoria de la
comunidad y de sus instituciones sociales. Este hecho permite observar que en el
área más antigua de bóvedas, inmediata a la entrada principal -sectores A, B, C, y
D - y en la galería de nichos hay una importante perduración de la magnificencia
arquitectónica, tanto de la construcción institucional como en las del sector
privado (Lam. VI. Fig. 2 y 3)
El sector de bóvedas representó al núcleo económicamente fuerte de la
comunidad y no solo a las familias fundadoras tradicionales. Dentro de este, la
comunidad italiana debió desempeñar un rol preponderante, visibilizado en la
significativa cantidad de apellidos italianos que se registraron entre las familias
que poseían bóvedas, lo que es concordante con el predominio que surge en los
censos.
Entre las fuentes documentales analizadas tienen una importancia especial
el censo realizado en la ciudad de La Plata en 1910 (Salas y Condomí Alcorta
1910), la Guía-Revista mensual La Plata de noviembre de 1885, la de marzo de

35
1887 y los antecedentes historiográficos de la primera etapa de desarrollo de la
ciudad (Amaral Insiarte 1959).
Antecedentes fundacionales.
Entre los años 1860-90, en nuestro país se produjo un proceso de cambio
social producto de la incorporación de grandes masas de inmigrantes europeos
que se integraban al Estado-Nación, provocando el momento de mayor
crecimiento demográfico en el país (Floria y García Belsunce 1992). Esto se
reflejó en los cambios en el comportamiento tradicional de la clase alta urbana,
fenómeno que fue mas intenso en las ciudades del frente litoral pampeano. Al
producirse el aluvión migratorio con artesanos, profesionales y gente de diversos
oficios, se desencadenaron profundos cambios en los modos de vida,
consolidándose una vida urbana más rica en oposición a la preexistente, fundada
básicamente en la explotación agroganadera, que dieron lugar a la Argentina
moderna hacia 1880.
La ciudad de La Plata fue fundada como resultado del proceso de unidad
nacional y la federalización de Buenos Aires y de la necesidad de dar una nueva
capital a la provincia de Buenos Aires.
El pensamiento de sus fundadores, basado en los criterios de higiene y
salud poblacional imperantes en la ideología progresista y evolucionista que
detentaban las clases dirigentes a fines del siglo XIX, llevó a elegir un lugar sin
población previa y a planificar la misma en forma ideal, sobre el papel. Para su
construcción se realizaron licitaciones internacionales y se trajeron obreros,
técnicos y profesionales europeos, especialmente constructores italianos.
La Plata es hija de la Argentina moderna, aluvional y ahistórica, nació con
las características del urbanismo higienista y una composición social diferente a la
del resto de las capitales provinciales, sin familias patricias originadas en la época
colonial o en la etapa de la independencia. A partir de un vacío espacial y
demográfico inicial, en su rápido proceso de crecimiento, debió construir su
tradición cultural sobre una base cosmopolita y universal; escribir su propia
historia y definir sus objetivos en bien de la comunidad. En sus características se
sintieron las influencias laicistas de la generación del noventa, especialmente
fuertes durante el gobierno de Roca.

36
Su transcurrir estuvo signado por el desarrollo en su seno de instituciones
científicas como la Universidad (Lam. IV Fig. 3) y el Museo de La Plata (Lam. VI
Fig. 1) y educativas de primera línea, como la escuela normal de maestras Mary
O‟ Graham (Lam VII Fig.1); grandes centros de salud como los Hospitales Italiano
(Lam II Fig. 2), de Melchor Romero Alejandro Korn y Español y una variada gama
de asociaciones comunitarias, de ideología diversa, entre las cuales sobresalían
las de índole laica, librepensadoras y religiosas. También se destaca por haber
llegado a tener 42 publicaciones periódicas entre diarios y revistas, posiblemente
la más alta densidad para la época.
Este proceso expresa el ideal de otorgar a La Plata una identidad propia y
autónoma con una intensa vida cultural y espiritual desde la misma fundación.
Rocha apuntó a motivar a la clase media de la burguesía porteña para
lograr su asentamiento en la ciudad. El gobierno ofreció a personalidades
políticas, religiosas y militares las parcelas mejor situadas- en torno a las plazas-
para incentivar su instalación. A pesar de los esfuerzos la oligarquía porteña,
opuesta al abandono, permaneció en la capital federal. La población de La Plata
en sus inicios estuvo conformada en su mayoría por una clase obrera de origen
extranjero (Garnier 1992: 73).
Varios de los viajeros de la época visualizaron La Plata como una ciudad
vacía y un emprendimiento con destino de fracaso por su cercanía a Buenos Aires
(Daireaux, 1888; Child, 1891).
Es indudable que la invisibilidad o visibilidad de la población depende de la
mirada del que relata; de su posición social y de su visión del mundo. Deberíamos
plantear la pregunta ¿vacía de quien?, ¿de los obreros y artesanos que fueron
contratados y traídos desde Europa?, ¿de los comerciantes en diferentes rubros
que debían abastecer a esas masas trabajadoras?
Si vacía es no tener en la ciudad a los altos funcionarios gubernamentales,
que se retiraban al anochecer a Buenos Aires usando el ferrocarril, ello no quiere
decir que no existiera un importante número de empleados gubernamentales,
oficinistas con menor capacidad económica, obreros del ladrillo, albañiles y
maestros mayores de obra, empleados de comercio y demás servidores públicos,
que no podían realizar esa travesía diaria Buenos Aires-La Plata Las casas de

37
madera para los obreros, que se trajeron de Estados Unidos, se ubicaban
alrededor de los edificios principales en construcción (Lam VII fig.3 y 4). Estos
pobladores se fueron asentando en la nueva urbe en el período inicial y como
muestra de su permanencia fundaron muchas instituciones sociales de ayuda
mutua y centros de esparcimiento.
Abundan los datos documentales que contradicen ese concepto de ciudad
vacía e “inútil”, sin porvenir con que fue calificada La Plata. Para Dávila (1886) un
escritor chileno, es una ciudad llena de atractivos y describe con coloridas
palabras ese primer momento fundacional.
“Apenas colocada la piedra fundamental, comenzó a afluir a la ciudad una
población ávida de contribuir a la formación de ese centro de sociedad y
comercio, improvisándose bella y sólidamente en menos de dos años una capital
que es el orgullo de la mas grande y rica provincia argentina.
Sorpresa del visitante al llegar a la Plata. Todo es allí novedad en materia
de urbanización del municipio. Por todas partes hay aire, luz, espacio, horizontes
no interrumpidos, y en conjunto la faz más risueña y despejada que pueda
presentar población alguna. A pesar de ser una ciudad tan joven, ya se siente en
ella el rumor que denota la vida y actividad del trabajo y el comercio.” (Dávila 1886
cap. XXVI).
Corvetto (1886) en su visita a La Plata en 1885 la califica de ciudad
prodigiosa construida en un tiempo muy breve, habla del puerto y de la
“prosperidad” de las “…fábricas apenas establecidas”, de los magníficos palacios
de mármol como el del banco Hipotecario, el de Justicia y el Ministerio de
Hacienda, todos rodeados de jardines, de la iglesia gótica. Admira el chalet de
madera del gobernador D‟Amico, que fuera importado de Norteamérica
“Al año, en lugares desiertos donde solo había yuyos, surge una ciudad
entera, con un conjunto armonioso de palacios hábilmente distribuidos, calles
anchas, boulevards inmensos rodeados de palmeras. Treinta mil habitantes y mil
trescientas siete casas de grandiosas fachadas, de ágiles molduras al estilo
italiano, construidas de ladrillos, y mil trescientas treinta y nueve casas de
madera. Ciento ochenta almacenes, ciento cuatro hoteles, cafés, imprentas,

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restaurants, librerías, fotografías, modistas, veinte y nueve peluquerías y tiendas
bien instaladas.”
De los edificios y monumentos construidos en la etapa fundacional muchos
ya no están, tal el caso del chalet del gobernador D‟Amico, armado en 1884 en la
calle 1 y 49 en medio del Paseo del Bosque, posteriormente cedido a la
Universidad Nacional de Plata y demolido mas tarde (Lam. VIII Fig. 1). El casco
de la estancia de Martín Iraola (Lam. VIII Fig. 2). ubicado también en el bosque y
que sirvió de sede en 1882 para el municipio, fue derruido y su lugar ocupado por
el Estadio de Gimnasia y Esgrima.
Varios edificios proyectados por Benoit fueron demolidos: en la década de
1910 el arco de entrada al parque (Lam V Fig. 1), copia del arco de la ópera de
París y en la de 1930, el palacio de Hacienda construido en 1884 (Lam. II Fig. 2).
Otros sufrieron igual destino en la de 1940 como el Teatro Apolo inaugurado en
1885 en la calle 54 entre 4 y 5, donde se había presentado Sara Bernhardt en
1887 (Lam. VIII Fig. 3) y el Teatro del Lago. En la de 1950 se echó abajo el
Ministerio de Gobierno - proyecto del arquitecto italiano Luis Baldi- construido en
1884 en calle 7 entre 58 y 59, donde hoy se emplaza el edificio de Obras
Públicas. Sobre un proyecto del ingeniero Francisco Seguí en 1888 se construyó
el Mercado de Buenos Aires, en la manzana ubicada entre las calles 3 y 4 y 48 y
49, que abasteció a la ciudad durante más de ochenta años, con productos
frutihortícolas y de granja, la construcción fue demolida en la década de 1970
(Lam. VIII Fig. 4).).
También se echaron abajo monumentos como el dedicado a la Primera
Junta -ubicado frente a la legislatura (hoy plaza San Martín)- con esculturas de
mármol de Lucio Rossi, demolido en 1911 las esculturas fueron llevadas a
diversas ciudades de la provincia (Lam. IX Fig. 1). Tuvieron igual destino en 1910
el monumento a Mariano Moreno, ubicado en la plaza que lleva su nombre, (Lam.
IX Fig. 2), la estatua de la libertad hecha en bronce según proyecto de Giovanola
y en la década de 1930 el reloj eléctrico ubicado en la plazoleta que enfrenta a la
iglesia San Ponciano. En 1977 luego de un incendió se demolió el teatro
Argentino proyectado por Leopoldo Rocchi, que había sido inaugurado en 1890
(Lam. IX Fig. 3).

39
Características demográficas y étnicas de la ciudad
Hacia 1882 la población local de la comuna de Ensenada se concentraba
en dos pueblos: Tolosa, con 700 habitantes y Ensenada con 7000. La primera
oleada de población estuvo conformada por los obreros que se ocuparían de la
construcción del puerto, rutas y edificios fundacionales de la nueva ciudad. Dos
años después del comienzo de los trabajos se contaba con 10.000 obreros; el
78% tenía diversos orígenes, representando los italianos cerca del 50 %. El
resto, eran argentinos llegados directamente de Buenos Aires, que ocupaban los
puestos de jefes de obradores, contramaestres y técnicos.
El ritmo de llegada de trabajadores fue acelerado, se calcula un aumento
anual de la población del 60% entre 1882-84 y del 25% entre 1884-90, año en que
La Plata contaba con 65.610 habitantes. En doce años se había convertido en la
tercera ciudad del país luego de Buenos Aires y Rosario (Garnier Op. Cit.: 30).
Dardo Rocha y las autoridades de La Plata habían previsto que la
población inicial estuviese constituida por obreros de la construcción y sus
familias, el decreto del 7 de agosto de 1883 precisaba que “la ciudad será poblada
por los comerciantes artesanos que garanticen la estabilización del primer núcleo
formado por los obreros de los obradores de la ciudad” (Op. Cit.:76). Esta
voluntad de asentar a los inmigrantes, determinó la toma de decisiones de
carácter económico con el claro objetivo de favorecer su radicación, por ejemplo
adquirir parcelas para la construcción de viviendas en condiciones muy
ventajosas.
Entre 1882 y 1890, la población activa estaba compuesta por trabajadores
con oficios relacionados a la construcción y a los trabajos públicos. Al finalizar las
grandes obras, la economía local sufrió una rápida transformación y hacia 1909
más del 80% de los activos actuaba en el sector terciario. Los sectores de
actividad primaria y secundaria, como el comercio, eran dominados por los
extranjeros, las actividades terciarias, la administración y la enseñanza,
principalmente por argentinos. (Op. Cit.: 31).
Para 1910 la ciudad contaba con 95126 habitantes, de los cuales todavía
se conservaba un pequeño núcleo, de menos del 3%, de familias fundadoras.

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Tabla de población estable
AÑOS RESIDENCIA POBLACION PORCENTAJE
FUNDADORA 2351 2,47%
MAS DE 10 AÑOS 47834 50,28%
MENOS DE 10 ÑOS 44941 47,24%
Total de residentes 95126 100%

Como se detalla en la siguiente tabla, las comunidades nacionales de


argentinos, italianos y españoles son las más numerosas y en menor cantidad se
cuentan las constituidas por franceses, ingleses, alemanes, rusos, suizos, etc.

Tabla de población por nacionalidad


POBLACION CANTIDAD PORCENTUAL
ARGENTINA 61153 64,28%
ITALIANA 19356 20,34%
ESPAÑOLA 8520 8,95%
URUGUAYA 2138 2,24%
FRANCESA 1198 1,26%
BRASILERA 358 0,37%
INGLESA 251 0,26%
ALEMANA 157 0,16%
OTRAS 1995 2,09%
TOTAL 95126 100,00%

La población urbana platense era un conglomerado cosmopolita


principalmente de origen europeo, con un gran porcentaje de extranjeros que ya
habían vivido por mas de diez años en forma fija en la ciudad; dentro de este
sector un pequeño grupo procedía de otros países americanos, especialmente de
Uruguay y Brasil. Más de noventa mil personas viviendo en forma estable es un
número relevante para la demografía de la época.
Composición socioeconómica de la población:
De los 95126 habitantes del partido de La Plata solo el 10,89% eran
propietarios de bienes raíces, que obtenían sus recursos económicos como
comerciantes, profesionales, quinteros, tamberos y empleados estatales. El resto
de la población estaba constituido por la clase proletaria urbana y rural; la primera

41
empleada en el estado (provincial y municipal), el comercio y servicio doméstico y
la segunda, trabajadora de las chacras y quintas suburbanas.
La composición de la clase propietaria indica la existencia de una mayoría
de nacionalidad extranjera -6461 individuos-, que constituía el 62,34% de la
población, dato que establece una diferencia importante respecto de las otras
capitales provinciales, mostrando el carácter pluriétnico del componente urbano.
Esta pluralidad de orígenes tuvo una fuerte consecuencia respecto de las
características culturales que adquirió la ciudad ya muy tempranamente. La
distribución de la propiedad dentro las nacionalidades nos muestra el siguiente
cuadro:

Tabla de propietarios por nacionalidad


PROPIETARIOS CANTIDAD PORCENTUAL
TOTAL POBLACION 95126 100%
TOTAL PROPIETARIOS 10364 10,89%
NACIONALIDAD DE LOS PROPIETARIOS
ITALIANOS 4347 41,94%
ARGENTINOS 3903 37,65%
ESPAÑOLES 1143 11,02%
FRANCESES 328 3,16%
URUGUAYOS 281 2,71%
INGLESES 26 0,25%
ALEMANES 22 0,21%
BRASILEROS 15 0,14%
OTROS 299 2,88%

En 1888 la ciudad de La Plata, recién fundada, alcanza los 50.000


habitantes, veinte años después casi se ha duplicado.
Para 1885 había 1373 edificios construidos y distribuidos ente las 33
secciones del plano de La Plata (Lam. V Figs. 2 y 3). El crecimiento edilicio fue
rápido, para 1890 ya existían 10857 casas construidas y en los siguientes diez
años se agregan 2118 más a pesar de la crisis económica de 1895 que tuvo gran
impacto en la ciudad.

42
Entre los propietarios de bienes raíces, los italianos constituyeron el núcleo
más importante. Este hecho se refleja hoy en el predominio de apellidos italianos
entre los dueños de bóvedas del cementerio y en la variedad de estilos
empleados en su construcción, predominando el neogótico y el neoclásico. Mucha
de la ornamentación en la mampostería refleja el gusto y solvencia de los
artesanos italianos.
Hay diferencias étnicas en la distribución de la propiedad entre los sectores
rural y urbano. En el rural suburbano predominan los dueños de propiedades de
nacionalidad argentina y a la inversa, los de origen europeo en la ciudad, en
especial en el sector comercial y en el de oficios artesanales.

Nacionalidad de los principales propietarios urbanos y


rurales de La Plata. (1910)
PROPIETARIOS URBANOS RURALES TOTAL
ITALIANOS 4063 284 4347
ARGENTINOS 1745 2158 3903
ESPAÑOLES 1050 93 1143
FRANCESES 307 21 328
URUGUAYOS 125 156 281

Para 1910 la propiedad inmueble urbana estaba en un 75% en manos


extranjeras. El total de casas construidas era de 12975, la mayoría de planta baja,
contándose una sola de tres pisos y catorce de dos pisos. La relación población
total-casas construidas nos permite inferir que por casa hay entre 7 y 8
habitantes.
Ideología y sociedad
La población platense hacia 1910 estaba constituida por 92146 habitantes
bautizados católicos, lo que constituye el 96,86% de la población; los restantes
2980 pertenecen a otras religiones. Hay asociaciones laicas agnósticas,
anticlericales y masónicas dentro de la sociedad platense, donde se contabilizan
unas 17 logias masónicas (Símbolo, 1987) y tres asociaciones anarquistas.

43
La composición social de la ciudad, estaba estructurada en una pirámide
de estratificación bien marcada, que en su cúspide presenta una elite propietaria,
representativa del 10% aproximado de la población.
El cosmopolitismo y pluralismo étnico se manifiesta en las características
arquitectónicas no uniformes en la urbanización de la ciudad. La existencia de
profesionales artesanos de gran escuela se ve reflejada en la calidad de la obra
de mampostería y adorno, en las tallas sobre mármol y modelado de la
mampostería. También se destaca en diversos íconos religiosos como ángeles,
vírgenes, santos, cruces y esfinges, del cementerio y de las iglesias. La herrería y
broncería de las puertas y el arte del vitraux, son demostrativos de una alta
calidad técnica y artística. Todas estas profesiones están presentes en las listas
censales de 1910, sin ellos no hubiera sido posible lograr esa monumentalidad del
conjunto urbano.
La diversidad de las ideologías sociopolíticas y la intensa actividad de las
asociaciones cívicas, se observa en la presencia de las instituciones sociales
respectivas en la ciudad y en el cementerio en panteones como los de La
Protectora (Lam. X Fig. 1), Unione e Fratellanza (Lam. X Fig. 2), la Sociedad
Tipográfica (Lam. X Fig. 3), en las bóvedas de integrantes de logias masónicas
con su simbología peculiar y en el predominio de la iconografía funeraria católica,
como reflejo de la mayoría absoluta de católicos en la población local. La
estratificación socio-económica se hace más visible en el cementerio que en la
ciudad.
Desde la fundación, surgieron una serie de asociaciones primarias
dedicadas a desarrollar diferentes acciones comunitarias, las que en el censo de
1910 (Salas y Condomi Alcorta op. cit), fueron agrupadas de acuerdo a las
concepciones de la época, diferenciando sus fines en sociedades de carácter
científico y artístico, de socorros mutuos y beneficencia, gremiales, clericales,
masónicas y socialistas, deportivas, sociales y recreativas. Su existencia ayuda a
perfilar la estructura social de la población para el periodo fundacional y la
intensidad y variedad de las actividades sociales que se desarrollaban en la
ciudad, así como la existencia de una vida cotidiana acorde con una comunidad

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en crecimiento constante. Dentro de las sociedades recreativas y sociales
representativas de la clase alta platense se cuentan:
El Club La Plata Fundado en 1898, con 189 socios activos que pagaban
$5 mensuales, un capital social que en 1910 estaba constituido por $80.000 en
inmuebles y $30.000 en muebles. Su gran objetivo era mantener un centro social
de cultura. Contó con un local espacioso y céntrico que tenía salones para fiestas,
conversación, biblioteca, lectura, billares, juegos de ingenio y servicio de
restaurante.
El Jockey Club de la Provincia, inaugurado en 1904, era un centro social y
una asociación para el mejoramiento de la raza caballar. Contó con cancha de
futbol y otras instalaciones para fomentar juegos atléticos. En 1910 tuvo, 525
socios argentinos que pagaban $10 cuota de ingreso y $3 mensuales. Poseía un
Hipódromo con reuniones hípicas semanales que le daba una renta anual de
$30.000 y un capital social inmueble y mueble de $ 45.112.
Otros clubes fundacionales fueron El Club de Gimnasia y Esgrima, el Club
Atlético Estudiantes de La Plata, el Buenos Aires Yacht Club y el Club de Regatas
la Plata.
Entre la población extranjera las actividades sociales se nuclearon en
diversas asociaciones:
El Club Español fue fundado en 1889, con el objetivo de fomentar el
espíritu de asociación y contribuir a mantener unido al sentimiento español. Tenía
un local céntrico para entretenimientos y una biblioteca de 200 volúmenes. Sus
socios fueron 150 españoles que pagaban una cuota de $2 por mes y el capital
social era de $6000.
El Círcolo Italiano La Plata fue fundado el 31 de mayo de 1895. Sus
estatutos habían sido aprobados por el gobierno provincial y fue reconocido como
persona jurídica. Eran sus objetivos estrechar las relaciones entre sus asociados
mediante el trato frecuente que proporciona la concurrencia al local y las
diversiones organizadas por el centro. Tenía 150 socios activos, en su mayoría
italianos que pagaban una cuota mensual de $2 y recibía donaciones que se
calculaban en $2000 anuales. Su activo era de $9800 y el pasivo de $1200.
Contaba con una biblioteca con 1000 volúmenes.

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Por su parte, los miembros de la clase alta fundaron sociedades caritativas
como la Sociedad de Beneficencia de La Plata y La Sociedad Protectora de la
Infancia.
También se constituyeron tempranamente la Bolsa de Comercio y un
Centro Comercial e Industrial de La Plata, donde se reunían comerciantes,
industriales y agentes de comercio para tratar toda clase de negocios. El censo de
1910 registra 1697 casas de comercio y 1023 establecimientos industriales. Esta
es una clara evidencia de la existencia en la ciudad de una elite económica
comercial, extranjera, diferenciada de la elite tradicional argentina que basaba su
poder económico en el ejercicio de las profesiones liberales y en la propiedad de
grandes extensiones de tierra y la producción agro-ganadera.
El Centro de Almaceneros Minoristas y Anexos de La Plata, fundado en
1907, agrupaba a los dueños de comercios del rubro alimentación, cafés, hoteles,
restaurantes, confiterías, bares, cantinas, fiambrerías y demás negocios
establecidos en el municipio de La Plata.
Para 1885 había dos aserraderos a vapor, 155 almacenes, como la de
Roma ((Lam. XI Fig. 1), cuatro Alpargaterías, una broncería, 78 carpinterías, 16
corralones de madera, entre los que se contaban el de Luis Asnaghi -en calle 5
entre 35 y 36-, con una sucursal en la calle Merced de Ensenada y el de
Sebastián Casares, ubicado en 1 y 39. También doce confiterías y billares, ocho
cigarrerías, nueve cocherías, 41 carnicerías, 29 depósitos de artículos varios
como vinos, comestibles, cereales, cal, pasto y leña. Fábricas de variados
productos: nueve de licores, cinco de fideos, nueve de carruajes y carros, dos
casas de fotografía, siete farmacias y droguerías, dos fundiciones, 17 ferreterías y
pinturerías entre las cuales se destacaban las de Emilio Maggi que también
fabricaba yeso y tenía un aserradero en 3 y 43 y El Globo de Juan Bouzas en 47 y
15.
De 164 fondas y cafés, resaltaban las del Águila de 5 y 49 (Lam. XI Fig. 2)
de Capdevila y Faraldo, Del Progreso en 49 entre 9 y 10, De los Italianos en 3 y
42, Del Porvenir en 48 entre 9 y 10, Garibaldi en 46 entre 12 y 13, 19 de
Noviembre en 1 entre 42 y 43, la Vascongada de 6 y 42 y la Joven Italia en 49
entre 7 y 8. Había 26 hoteles y restaurantes (Lam. XI Fig. 3), 13 Hojalaterías y

46
zinguerías, 16 Herrerías, seis Periódicos, tres Casas de baños (Lam. XII Fig. 1),
cuatro Parteras. De las diez mueblerías, la primera fue la de Antonio Copello,
situada en la calle 1 entre 43 y 44. Se registran además 18 panaderías, 27
peluquerías y barberías como el Milanesa de Carlo Fusi (Lam XII Fig. 2), 10
relojerías. En el negocio de vestimenta se contabilizan 20 sastrerías -entre ellas la
de Szelagowski ubicada en 51 y 6-, una sombrerería, 28 zapaterías, 35 tiendas,
mercerías y roperías, once talabarterías, una tornería, diez yeserías. Los
hermanos Ferrando tenían una casa de remates y comisiones en 7 entre 55 y 56.
La ciudad contaba con cuatro librerías: la de Isidro Solá sita en calle 46
entre 9 y 10, la Universal de Manuel Azcárate en la calle 8 entre 55 y 56, con
sucursal en 6 y 43 y la Agencia Alsina en 49 entre 4 y 5. Por último, a solo tres
años de fundada la ciudad se asienta en ella la sucursal de la casa Peuser de
artes gráficas, con casa matriz en Buenos Aires, famosa por sus Guías,
litografías, postales y fotos lugareñas.
Una característica resaltante de la identidad urbana platense esta dada por
la acción social de los sectores económicos medios y obreros de la ciudad, que
posibilitaron el surgimiento de varias instituciones.
Una de las más reconocidas fue el Centro Social y de Fomento de Tolosa,
fundado el 25 de abril de1908. Fueron sus fines y propósitos: fomentar la mejora y
progreso de la localidad, sostener una banda de música para amenizar el paseo
en las plazas públicas de la localidad en días y horas que eran designados por la
comisión directiva. Promovía la realización de iniciativas en beneficio de la
localidad, prestaba apoyo a cualquier fiesta que tuviera un carácter filantrópico o
diera beneficio concreto a la localidad. Contribuía a aliviar la situación precaria de
aquéllas familias precisadas de recursos y proveía ropa y calzado a los niños
pobres en edad escolar. Llevó a cabo en el local social actos y fiestas periódicas
como ser: conferencias literarias, conciertos musicales, funciones dramáticas u
otras diversiones cultas que a la par que sirvan de solaz y distracción para todos
los vecinos, propendan constantemente al fomento de los vínculos de la unión
más perfecta en la localidad. Creó una biblioteca popular y salón de lectura, con
carácter de sección autónoma, que no sería circulante, fomentó la música e
instrucción general organizando clases especiales. Estableció salones para

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fiestas, conversación, juegos de ingenio, billares y servicio de buffet. Los socios
activos eran 236 argentinos con cuota extraordinaria de ingreso de $2 y mensual
de $1. Su capital social al 30 de junio de1909 fue de $ 2312,50.
La Sociedad Unión Gráfica de La Plata, agrupaba a los obreros de las artes
gráficas, mientras que La Gráfica, fundada en 1905, al personal del taller de
impresiones oficiales de la provincia. También se constituyó una Sociedad de
obreros panaderos y el Centro de carboneros.
Otras sociedades recreativas y sociales existentes en el período
fundacional resaltan por su interés en el mejoramiento de la comunidad, el cultivo
de la música y la lectura. Entre ellas:
Centro Amigos Unidos, fundado en 1898 con la finalidad de fomentar las
diversiones familiares: bailes, conciertos y fiestas campestres, tenía 45 socios
argentinos, que aportaban una cuota mensual $1 y contaba con una biblioteca de
500 volúmenes. Bienes permanentes, inmuebles y biblioteca sumaban un capital
de $1800.
Negros Congos era una sociedad musical recreativa fundada el 18de
marzo de 1902, con el mismo nombre de otra que había sido creada el 3 de
septiembre de 1891 y que se había disuelto. Contaba con 45 socios argentinos, la
cuota era de $1 mensual y sumaba los recursos producto de fiestas. Su capital
era de $16665 en total (inmuebles 13000 y 365 en muebles).
Amantes de la Dicha, fue una sociedad recreativa musical fundada el 7 de
marzo de 1909. Tenía 30 socios y 14 socias argentinos, que aportaban $1
mensual.
El zorzal de la Cañada fue creada el 11de julio de 1908 con fines
recreativos. Sus 55 socios, pagaban $1 mensual y poseía un capital de $600.
La Flor del Pago, fue fundada el 30 de septiembre de 1906 con fines
recreativos: daba fiestas, conciertos, bailes y veladas entre sus asociados y
familias. Contó con 72 caballeros y 25 señoritas que pagaban $1 mensual,
reclutados, como dice su acta de fundación, entre el elemento nacional.
Patria y Honor fue una sociedad recreativa fundada el 9 de julio de 1909
con la finalidad de organizar bailes y conciertos. La integraban 15 socios
argentinos, que aportaban $1 mensual de cuota.

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La Sociedad coral y musical Estudiantina Argentina, fundada el 1 de enero
de 1906 con fines recreativos, musicales y carnavalescos, tuvo 200 socios y 31
socias todos argentinos. No tenía una cuota obligatoria pero sus socios debían
adquirir por su cuenta el traje de carnaval. Las entradas pecuniarias eran por
donaciones y fiestas, alcanzando su capital social $ 2180.
Picaflor y los Suyos, fue una agrupación fundada el 26de julio de1903, con
el propósito de dar conciertos y bailes, realizar paseos campestres y toda clase
de fiestas recreativas. Tenía 30 socios y 15 socias, argentinos. Contaba con un
capital social de $485.
La sociedad recreativa Orfeón Argentino se fundó el 20 de febrero de1908,
con 16 socios y 52 socias argentinos. El reglamento indica que sólo pagaban los
hombres $2 mensuales. Tuvo una biblioteca de 200 volúmenes. El capital social
ascendía a $1422,70.
Orfeón platense era una sociedad recreativa musical, fundada el 18 de julio
de 1901. Contaba con 60 socios varones y 40 mujeres de nacionalidad argentina
y española. Su capital era de $700.
La Sociedad Orfeón Porteño, fundada el 1 agosto de 1909, era un centro
costumbrista con 20 socios de ambos sexos, argentinos, que aportaban una cuota
de $1.
El Centro Musical Martín J. Iraola, de fines recreativos, data del 15 de
enero de 1892. Contaba con 160 socios argentinos y una biblioteca de 3000
volúmenes, obtenidos por donación. La cuota mensual de $1, mas rifas, bazares,
etc. sumaban un capital de $4000. Este centro, asentado en Tolosa, surgió de un
grupo de obreros de los talleres del ferrocarril del Oeste para fomentar la música
entre los socios y sus hijos y prestar su concurso gratuito a todo lo que importase
un progreso para Tolosa. Tenía tres secciones: escuela y banda de música,
sección recreativa y biblioteca popular.
La Flor de los Andes inició sus actividades el 26 de junio de 1907, su
objetivo fue fomentar el espíritu de cordialidad entre sus asociados, dar fiestas
mensuales, conciertos y bailes. Tenía 25 socios, que pagaban una cuota de $1 al
mes y realizaba bazares, rifas, y fiestas con entradas pagas en procura de
beneficio. Su capital social era de $2000.

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La Sociedad Coral y Musical Juventud de Berisso se constituyó el 20 de
octubre de 1897, en el centro urbano de Berisso, perteneciente a la sección
Ensenada. Su objetivo fue fomentar la música, los coros y las diversiones entre
sus 150 asociados que eran la mayoría argentinos y pagaban $1 por mes. Su
capital social alcanzaba $500.
Sociedad Coral y Musical Estudiantes del Sud, fundada el 15de agosto de
1904 en el pueblo de La Ensenada, tenía carácter cosmopolita. Sus fines fueron
difundir y fomentar el espíritu de asociación entre sus 312 socios, cimentando su
unión por medio de diversiones honestas, dar clases de música y baile de
acuerdo a reglamento, celebrar conciertos y organizar bailes. La cuota societaria
era de $1 mensual y su capital social alcanzaba los $ 1500.
La Flor Pampeana surgida el 14 de abril de 1908, contaba con 28 socios
Argentinos. Su objetivo fue proporcionar un centro de reunión y diversiones. La
cuota era de $1 mensual y contaba como único capital: muebles por valor de
$100.
La sociedad recreativa Marina Nacional fue fundada el 31de enero de 1909
con 20 socios y 10 socias, todos argentinos que pagaban una cuota de $1 al mes
y poseía un capital de $107 en muebles.
La Sociedad Unión Pelotaris, fue constituida el 1de enero de 1905 con el
objeto de procurar por medio de diversiones lícitas relaciones sociales y cultivo de
la música. Tenía 120 socios y 20 socias de todas las nacionalidades. Pagaban $1
al mes. Su capital permanente en muebles era de $580.
Amantes del Día, se fundó el 1de septiembre de 1909 con fines puramente
recreativos; contó con 105 socios y 9 socias, que tributaban una cuota mensual
de $1.
Dada la heterogeneidad étnica, nivel educativo y formación política de la
población, surgen muy tempranamente asociaciones dedicadas al socorro mutuo.
Muchas de ellas se encuentran representadas en el cementerio bajo la forma de
panteones sociales, ubicadas en la zona de bóvedas pertenecientes a la clase
alta (Rizzo, 2001) (Lamina X). Para la época, representan un esfuerzo colectivo
muy grande, por la magnificencia de las construcciones y por lograr una ubicación
resaltante en la sociedad platense. La inserción de estos panteones en el sector

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más importante del cementerio, desde el punto de vista de estatus social de la
época, representa un modo de articulación social y la búsqueda del
reconocimiento social.
La Sociedad de Socorros Mutuos La Protectora, se fundó en 1890 entre
empleados de la provincia, con residencia en La Plata, que no tuvieran más de 50
años y que gozaran de perfecta salud. Sus fines eran proporcionar asistencia
médica y botica. En caso de fallecimiento debían proporcionar sepultura en el
panteón local (Lam. X. Fig. 1), costear los gastos de sepelio y luto. Otras
obligaciones eran el auxilio del socio en caso de cesantía. Contaba con 475
socios que debían debitar $2 mensuales y una subvención del estado provincial
de $200. El Panteón Social estaba valuado en $414.325. El capital social estaba
conformado por $16887 en efectivo, $13550 en títulos nominales y $1012,50 en
bienes muebles.
La Sociedad de Socorros Mutuos y Biblioteca de Policía, data del 29 de
agosto de 1894, para empleados de la policía de la provincia. Brindaba asistencia
médica y medicamentos e inhumación en caso de muerte, para lo cual tenían un
fondo de reserva. Auspiciaba todas las iniciativas beneficiosas para los asociados.
De los 645 miembros, dos eran mujeres y el resto varones argentinos que
debitaban $1 mensual. Su capital activo era de $14760.
El Círculo de Obreros de la Republica Argentina se fundó para defender y
promover el bienestar material y espiritual de la clase obrera. Estos círculos se
dividían en seccionales según el lugar donde estaban establecidos (La Plata,
Ensenada, etc.).
El de La Plata. (Seccional La Plata) fue fundado el 6 de enero de 1896.
Promovía y defendía el bienestar material y espiritual de la clase obrera sobre la
base de “los principios de la economía social cristiana”. Se dedicaba al socorro
mutuo en enfermedades, a fundar escuelas primarias para niños de ambos sexos
de los socios y dar clases nocturnas para adultos. Creaba agencias de trabajo y
cajas de ahorro. Para “ilustrar el espíritu” realizaba actos festivos, formaba bandas
de música y celebraba congresos obreros. Tuvo 2706 afiliados, que debitaban $1
al mes (1091 varones y 1615 mujeres). Su capital social se integraba con: $16000
en bienes raíces y $1000 en muebles.

51
El de La Ensenada. (Seccional Ensenada) se fundó en 1902 con 315
socios, 214 hombres y 101 mujeres casi todos italianos. La cuota social era de $1
y su dinero se depositaba en el banco Español. El capital social era de $4800.
Estaba encuadrado en el estatuto general de los círculos obreros, para el
bienestar material y espiritual de la clase obrera sobre la base de “los principios
de la economía social cristiana, pero a diferencia de otros círculos sostenía en su
artículo 1ro, “defender y promover el bienestar material y espiritual de la clase
obrera en marcada oposición a la funesta propaganda del socialismo y de la
impiedad que mediante promesas engañosas de efímera felicidad llevan al obrero
a su ruina temporal y eterna y acarrean a toda la sociedad males incalculables”
(Salas,1910).
La Sociedad Femenil Cosmopolita de socorros mutuos data del 9 de marzo
de 1896. Tenía 195 socios en su mayoría argentinos: 20 niños, 25 niñas y 150
mujeres adultas. La cuota era de $1 para las mayores, $0,50 para los niños, con
derecho al servicio médico, medicamentos y a recursos para costear el entierro.
Contaba con un panteón valuado en 7000$.
La Sociedad Tipográfica fue fundada el 8 de diciembre de 1889 con una
doble función: la gremial y la de socorro mutuo. Sus metas eran propender a
mejorar al obrero tipógrafo, el adelanto de las artes gráficas y sostener la
moralidad e instrucción de los asociados. Estos sumaban 250 personas, mayores
de 14 años y menores de 50. Al ingresar debían acreditar con certificado medico
no padecer enfermedades. La cuota social era de $1 más otro extra que se
renovaba a cada defunción de un socio. Brindaba asistencia médica, botica,
subsidios y entierro. Tenía un panteón (Lam. X Fig. 3) y una biblioteca con 3000
volúmenes. Su capital social era de 34857$
La Rial, Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos fue fundada en Berisso
el 5 de noviembre de 1905. Estaba constituida por 225 varones y 75 mujeres, que
pagaban una cuota de $1 mensual. Sus fines era la protección mutua, la
obtención de recursos para los enfermos, asistencia médica y medicamentos. Se
proponía el mejoramiento moral y material de sus adherentes. Tenía edades
límites para el ingreso: 10 y 50 años. Contaba con un edificio de madera y hierro
valuado en $7000.

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La Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos La Fraternal se fundó en
Villa Elisa el 5de octubre de 1902. Eran sus fines: socorro en caso de enfermedad
y a los deudos necesitados de los socios en caso de su fallecimiento. Pagaban $1
de cuota. Aceptaban individuos entre 12 y 55 años sin distinción de nacionalidad
ni sexo. Al ingreso debían gozar de buena salud y ejercer alguna profesión, arte u
oficio y residir en Villa Elisa.
La Societá Italiana di Mutuo Soccorso. Unione e Fratellanza (Lam. X Fig.2).
Fundada en La Plata el 3 de junio de 1883, tenía sucursales en Los Hornos y
Ensenada. Se proponía el socorro mutuo de los asociados, mantener vivo el
sentimiento patrio a través de la propaganda. Educar e instruir dentro de un
estrecho vínculo de solidaridad con las demás sociedades italianas. Tenía 2628
socios varones, 1635 mujeres y 650 menores. Durante 1909 había prestado
asistencia médica a 2973 socios, con un gasto en medicamentos de 12976,75$.
Sus muertos ese año fueron 31 y representaron un desembolso de 1010$.
Como dato anecdótico cargó con el riesgo en dos casos de suicidio y dos
defunciones por alcoholismo. Los subsidios por parto fueron de $835 y $2337 por
enfermos femeninos. Su capital social era de $85379: en bienes raíces contaban
con la propiedad del local social valuado en $41325 y depósitos en los bancos de
Italia y Español de $33231 y $8206 en bienes muebles.
La Societá di Mutuo Soccorso. Unione Operai Italiani, data del 5de julio de
1885. La integraban 2754 varones y 1658 mujeres, italianos e hijos argentinos.
Este número incluye a los de Ensenada (270). Cobraba una cuota $1 a mayores
de 12 años y $0,50 entre 3 y 12 años. Daba mutuo socorro e instrucción y
contribuía al sostenimiento de hospitales y escuelas, servicio medico, farmacia,
subsidios a crónicos, partos, asistencia hospitalaria, baños, masajes, aparatos
ortopédicos y servicios fúnebres, también tenía un panteón social.
El Nuovo Círcolo Napolitano. Societá Italiana di Mutuo Soccorso fue
fundado el 27de enero de 1895; lo constituían 669 varones mayores, 319 mujeres
y 127 menores. Se proponía mantener la fraternidad y solidaridad entre sus
connacionales, el mutuo socorro y la instrucción, protección y estímulo de las
artes, la industria y el comercio. Contribuía a la prosperidad material de los socios
por medio de sus instituciones bancarias y seguro de vida. El capital social

53
ascendía a $ 28326,43. Eran propietarios del local social valuado en $ 25000 y los
asociados se asistían en el Hospital Italiano de La Plata y en el de Buenos Aires.
Podemos concluir que, lejos de ser una ciudad vacía, la cantidad de
habitantes estables, la urbanización, ritmo de edificación, número de comercios
con variedad de rubros, industrias, clubes y otras asociaciones recreativas son
demostrativas de una ciudad pujante y en crecimiento constante.
Las diversas crisis económicas a lo largo de la historia argentina y platense
en particular, aunque la afectaron no por ello impidieron su desarrollo y
permanencia.
Hoy es una ciudad pujante, capital gubernamental de la provincia de mayor
desarrollo socioeconómico del país, con una Universidad Nacional de influencia
internacional por su tradición educativa e importancia de las investigaciones que
se llevan a cabo en su seno. También se han desarrollado grandes centros de
salud que son modelos en cuanto a los criterios de atención sanitaria y de
enfermedades. Tiene espacios recreativos - como la República de los Niños y el
predio del Bosque-, deportivos y un estadio único de última generación.

54
PARTE II
EL CEMENTERIO

“El hombre muere dos veces, una en vida y la otra


cuando ya nadie va a rendirle homenaje al cementerio”
Cuidador del Cementerio General de Montevideo

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ESTRUCTURA ADMINISTRATIVA Y ORDENANZAS
MUNICIPALES DEL CEMENTERIO DE LA PLATA
Mariano Andrés Delledonne, Pablo Massola y Alejandra Corbalán

Los cementerios son lugares de gran importancia, ya que en ellos se


encuentran representadas, a través de los bienes tangibles e intangibles que
poseen, las diferentes expresiones de la comunidad a la cual pertenecen,
constituyendo un testimonio histórico y sociocultural de las mismas.
Forman parte del patrimonio histórico y social de una comunidad, esencial
en la constitución de la identidad de la misma. Constituyen un lugar de memoria
colectiva, donde el pasado se recupera a través de la acción de los vivos por
medio de monumentos y conmemoraciones que se realizan en fechas
particulares. Las expresiones artísticas y arquitectónicas funerarias entran en la
categoría de “arte popular”. El arte como visión subjetiva del mundo representa la
realidad interpretada por la cosmovisión de un grupo (Rizzo y Sempé, 2001a). De
ahí se desprende la necesidad de su estudio y la importancia de la conservación
de los bienes patrimoniales de estas instituciones.
El Equipo de Investigación del Laboratorio de Análisis Cerámico de la
Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata
incursiona en el cementerio desde hace mas de diez años con una perspectiva
multidisciplinaria, con la finalidad de dar a conocer su riqueza monumental y
artística y llegar, finalmente, a su puesta en valor patrimonial y a la recuperación
del testimonio histórico y sociocultural de la sociedad platense.
El Cementerio de La Plata
El Cementerio General de la Ciudad de La Plata fue declarado abierto al
servicio público el 1° de Febrero de 1887 mediante el decreto del Poder Ejecutivo
Provincial con fecha 19-01-1887 clausurándose ese año el de Tolosa, que fuera
construido por la Municipalidad de Ensenada en 1872, en el predio ubicado entre
las calles 119 e/ 524 y 525 y que hasta ese momento fue el lugar donde los
habitantes de la región inhumaban a sus muertos.(Flores 2006)

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La transferencia al dominio público Municipal del predio del Cementerio -
delimitado entre las calles 31 a 135 y de 72 a 76, de la sección quinta del ejido de
La Plata- se efectuó mediante Ley 6183 de 1882 figurando inscripto al folio 1210
del año 1882, con la siguiente nomenclatura catastral: Circunscripción II, Sección
N Fracción I (Archivo Histórico Provincial). En su origen tenía una superficie de
29.960 m², abarcando 16 manzanas, a las que se agregaron posteriormente otras
4, comprendidas de 135 a 137 y de 72 a 74, siendo el total de 20 manzanas, con
las que cuenta en la actualidad.
El proyecto diseñado por el Ingeniero Pedro Benoit, representa una réplica
de la Ciudad, con un trazado que forma cuadrados perfectos (las secciones),
atravesados por calles, avenidas y diagonales, formando manzanas y plazoletas.
La arquitectura institucional fue pensada con características monumentales,
imitando a muchos de los edificios públicos. (Lam. XII Fig. 3).
La nueva necrópolis se ubicó en el vértice sur del casco urbano (Lam. I Fig.
1 y 2) y sus calles y manzanas fueron forestadas, creando así espacios abiertos y
sectores arbolados similares a los de la ciudad. Respondió a los principios de la
corriente higienista del siglo XIX, que demandaba la necesidad de mantener
determinadas condiciones de salubridad en el ambiente, creando espacios
ventilados, alejando las industrias, mataderos y cementerios de las áreas
centrales de la ciudad, e instalando agua corriente, cloacas, iluminación, etc.
La línea de tranvías llegaba hasta la puerta del cementerio y tenía un coche
especialmente preparado con toda la pompa fúnebre para el traslado del cajón
(Lam. XIII. Fig. 1).
El dato histórico, señala la designación como primer administrador del
señor don Carlos Quevedo, al cual se asignaban 150 pesos mensuales. A su vez,
este debía nombrar un capataz y dos peones, con una asignación de 50 y 30
pesos mensuales respectivamente, constituyendo estos los primeros recursos
humanos del Cementerio.
Los primeros fallecidos, ingresados al cementerio, fueron: la tumulación en
el sector de nichos de la galería fundacional, realizada con fecha 16-12-1886,
correspondiente a doña Carlota A. de Ferrando (Lam. VI. Fig. 3). La inhumación
en tierra -con fecha 22-02-1887- de un recién nacido de sexo femenino, Modesta

57
Fany Giliberto. En Bóveda -con fecha 22-05-1898- lo fue doña Damiana Rivero de
Domínguez. El primero en tierra Perpetua fue don Francisco Fernández, con
fecha 27-08-1901. Con los datos arriba enunciados, pueden determinarse las
fechas de habilitación interna de los lugares en los que se encontraba dividido el
Cementerio.
En 1902, por disposición de la Municipalidad, fueron trasladados al osario
de la nueva necrópolis los restos no reclamados y que todavía se encontraban en
el Cementerio de Tolosa, marcando la etapa final del de este último, que había
sido clausurado 14 años atrás. (Diario “Hoy” 2007)
El Cementero Municipal de La Plata, cuenta en la actualidad con
aproximadamente 3.000 Bóvedas, 6.737 Sepulturas Perpetuas, 26.000 Nichos,
700 nicheras con dueños por 50 y 25 años, 35.000 sepulturas en tierra y 12
Panteones Sociales; a saber: de la Marina, de Escribanos, de la Sociedad
Italiana, de Policía, del Clero, de la Asociación de Maestros, de Periodistas y
Gráficos, del Panteón Municipal, entre otros.
En 1927 fue inaugurado el Cementerio Israelita de La Plata, dentro del
predio del Cementerio Municipal. Sus dimensiones actuales son de 180 metros de
frente, sobre la avenida 72, y 80 metros de fondo y contiene aproximadamente
1700 tumbas en tierra. Posee una entrada independiente sobre la avenida 72
respecto a las del cementerio general. Su administración depende de la
Asociación Mutual Israelita Argentina de La Plata, a quien la Municipalidad le
otorgó el predio en concesión (Dulout 2005)
En la década de 1950 fue edificada la capilla del cementerio, la Iglesia del
Santo Cristo, diseñada por el arquitecto Roberto Ciocchini (Lam. XIII. Fig. 3)).
Posee un estilo arquitectónico neorománico y se encuentra ubicada en la esquina
de diagonal 74 y calle 31. El frontispicio de la iglesia está alineado con la diagonal
74 y mira directamente hacia el centro de la ciudad. El Cementerio cuenta con un
archivo, con los datos de los fallecidos que ingresan, tales como el sexo, edad,
profesión, nacionalidad, causa de muerte, sus traslados y exhumaciones (Lam.
XIII). Al ingreso se labra un expediente con toda la información necesaria, se lo
almacena por un tiempo en el Archivo y posteriormente se elimina, quedando la
información almacenada en los libros de actas (Graciela Sassano com. per.).

58
En la década de 1970, a causa del aumento demográfico, se realizaron
obras de ampliación en el sector adyacente a la diagonal 74, para aumentar la
disponibilidad de nicheras. Posteriormente se habilitaron nuevas oficinas a las que
-en la década siguiente- trasladaron el Archivo, la Dirección, el Sector
Administrativo (Sassano, Idem) (Lam. XIII. Fig. 3).
Una ordenanza de fines del 2003, abre dos salas velatorias en el sector
fundacional de galerías, donde anteriormente funcionaba la administración, para
Servicios Fúnebres Gratuitos ofrecidos por la Dirección del Cementerio a
personas carecientes de los recursos económicos. Antiguamente el cementerio
contaba con una Morgue municipal, allí se trasladaban los cuerpos provenientes
de bóvedas, panteones, nichos o sepulturas perpetuas, cuyos ataúdes
necesitaban algún tipo de reparación.

Organigrama del Cementerio de La Plata


En la década del „80 la estructura orgánica del Cementerio de La Plata
estaba conformada como indica la Tabla1 La Dirección Cementerio dependiente
de la Subsecretaría de Obras y Servicios Públicos. Secretaría de Obras y
Servicios Públicos, estaba integrada por dos departamentos, el Administrativo y
el de Mantenimiento.
El primero con dos divisiones, cada una a cargo de un Jefe: la División
Administrativa, -también llamada División Liquidaciones y Trámites- se encargaba
de la atención al público, recepción de empresas, emisión de turnos de
inhumación, reducciones y demás; y la División Folio Real encargada del sistema
de registro de bóvedas y sepulturas perpetuas y de las actas de los fallecidos que
se llevaban diariamente.
El Departamento de Mantenimiento estaba compuesto por las Divisiones
de Servicios y de Mantenimiento, con un jefe a cargo en cada una. La primera
encargada de servicios y reducciones –mediante el trabajo de los sepultureros-
para lo cual se dividió el personal para cada una de las tareas.

Tabla 1

59
60
Mantenimiento era la encargada de la limpieza y conservación de las
condiciones edilicias adecuadas (Graciela Sassano, com. per.)
Con la gestión del Intendente Alak en 1991, se realizaron algunas
modificaciones a la estructura administrativa. La Dirección del Cementerio pasó a
depender de la Subsecretaria de Planeamiento y Desarrollo Urbano, Secretaria de
Gestión Pública (Tabla 2 Organigrama)
La División Folio Real fue eliminada, quedando solo la División
Administrativa del Departamento Administrativo, encargada de las tareas que le
correspondían a dicha división.
En el Departamento de Mantenimiento se eliminaron sus divisiones,
quedando las funciones a cargo de un Jefe de Departamento con sus tres
Capataces. Ésta estructura interna de la Dirección del Cementerio se mantiene
hasta la actualidad.
Durante la gestión del Intendente Bruera, iniciada en 2007 se eliminó la
Subsecretaría de Planeamiento y Desarrollo Urbano y la Dirección Cementerio
pasó a depender directamente de la Secretaria de Gestión Pública.
Ordenanzas Municipales
A través del tiempo, la estructura administrativa del Cementerio y su
organización han sido modificadas en diferentes ordenanzas sancionadas por el
Concejo Deliberante.
Se pueden encontrar ordenanzas de índole general referidas a la
administración y organización del Cementerio, que abarcan desde ampliaciones,
reestructuraciones del predio, construcción de Templos y Mausoleos hasta la
creación de fondos para su restauración y revalorización y el ofrecimiento de
determinados servicios.
También hay ordenanzas referidas a personas particulares solicitando el
permiso de traslado de restos y por otro lado sobre donaciones de lotes a
determinada institución.

Tabla 2 Organigrama Municipal (Lunghi 2002)

61
62
DIFERENTES TIPOS DE ORDENANZAS
Por su objeto y fines las ordenanzas se pueden clasificar en:
Organización general, higiene y personal.
Algunas de las ordenanzas encontradas, que hacen a la organización
general del Cementerio son las siguientes:
La Ordenanza nº 15, sancionada el 22 de marzo de 1917, es la mas
antigua
“Prohíbe a la empresas de pompas fúnebres el uso de colgaduras,
cortinados, alfombras y todo ornamento de telas, durante la exposición de féretros
en capillas ardientes, domicilios particulares, asociaciones u otros locales.” .
La infracción a esta ordenanza era multada con doscientos pesos moneda
nacional.
La Ordenanza nº 45 sancionada el 14 de junio de 1927 trata de los días y
horarios establecidos para efectuar las inhumaciones
“establece que los días domingos, después de las doce horas, no podrán
hacerse inhumaciones en el Cementerio local, salvo autorizaciones que por
circunstancias especiales podrá acordar el Departamento Ejecutivo.”
Para una mejor organización de la circulación de gente y para facilitar el
acceso a las personas que concurren al cementerio y con la finalidad de evitar
que los vehículos de los comerciantes obstaculicen el acceso a la necrópolis, se
sancionó la Ordenanza nº 69,
“Prohíbe el estacionamiento de los vendedores de flores artificiales y
naturales en la acera frente a la entrada principal del Cementerio local.”,
Por otro lado, la Ordenanza nº 849 sancionada el 30 de diciembre de 1942
“Establece las disposiciones para tumulaciones e inhumaciones en el Cementerio
Local. Denominándose tumulación al acto de depositar los cadáveres contenidos
en ataúdes especiales en mausoleos, panteones, bóvedas o nichos del
Cementerio local, e inhumación a la sepultura en tierra. Las tumulaciones se
efectuarán en ataúdes provistos de contracajas metálicas, que se ajusten y
reúnan las condiciones exigidas en las siguientes disposiciones y decreto
reglamentario correspondiente.”

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En esta ordenanza se definen los requisitos exigidos para llevar a cabo las
tumulaciones e inhumaciones, a los efectos de reunir todas las condiciones de
seguridad e higiene necesarias.
Entre otras, se detallan los tipos y características de los metales a utilizar
en las contracajas, las válvulas de escape de gases, la pintura requerida, la
introducción de antisépticos, etc.
Se establece que el control del cumplimiento de estas disposiciones estará
a cargo por la Administración del Cementerio y de la Oficina Bioquímica Municipal
aclarando que las empresas fúnebres que contravengan las mismas sufrirán
multas de 200 a 500 pesos moneda nacional, según su gravedad.
En cuanto las disposiciones implementadas para una mejor organización,
orientación y ubicación dentro del Cementerio, la ordenanza nº 1701
“establece que las calles del Cementerio de La Plata, llevarán nombres y
números, estos últimos por orden correlativo, determinándose las denominaciones
por Ordenanza y estando a cargo de la numeración de la Dirección de Catastro
Municipal.”
Para su efectivo cumplimiento se designa a la Dirección de Catastro como
encargada de confeccionar un plano nomenclador de la necrópolis en donde se
incluyan los datos de las diferentes secciones, tablones y sepulturas.
En referencia al régimen de adjudicación de nichos, la Ordenanza nº 2908,
sancionada el 2 de agosto de 1962 y posteriormente modificada por las nº 3203 y
la nº 3414
“Libra al servicio público los nichos para cadáveres y para restos reducidos
del Panteón Publico Municipal.”.
En ella, se establecen los precios y plazos para el arrendamiento de nichos
para cadáveres de adultos y de niños.
La Ordenanza nº 2971 se refiere a la implantación de monumentos sobre
sepulturas, hecho muy importante porque de ella surge que no cualquiera puede
hacer la obra sino solo las inscriptas.
“Autoriza a las personas inscriptas o a inscribirse en la Dirección de Obras
Públicas como colocadores de monumentos sobre sepulturas, a realizar bajo su

64
responsabilidad, la construcción de nichos con capacidad para cuatro (4)
cadáveres como máximo, tal como lo dispone el Decreto-Ordenanza 2945/62”
La Ordenanza 7638 sancionada el 27 de diciembre de 1990 “Establece las
disposiciones que rigen en la Dirección del Cementerio, etc.” Fue modificada por
la 7690. Entre otras cosas, se establecen los requisitos y condiciones para la
realización de inhumaciones, tumulaciones, exhumaciones y reducciones.
También presenta las disposiciones y plazos para la adjudicación de concesiones.
La Ordenanza nº 8794 sancionada el 21 de agosto de 1997
“Crea el FONDO ESPECIAL RESTAURACION Y REVALORIZACION
CEMENTERIO MUNICIPAL, cuyo destino será la ejecución de obras de
restauración, mantenimiento y generales de infraestructura y optimización de los
servicios en dicho ámbito”
Es a partir de esta ordenanza, que el Departamento Ejecutivo
confeccionaría un plan de ejecución de obras que luego sería enviado al Consejo
Deliberante como parte del Programa Cementerio Municipal para su consecuente
aprobación.
Visto el estado de abandono y peligro de derrumbe de muchos panteones y
bóvedas, el 19 de octubre de 2000, se sanciona la Ordenanza nº 9210.
“El departamento ejecutivo procederá a efectuar un censo y verificación del
estado de panteones y bóvedas e intimará a los titulares de la misma a actualizar
en forma legal la concesión del uso.”.
Por esta ordenanza se establecía que el Departamento Ejecutivo intimaba
a los titulares a proceder a la actualización y acreditación legal de los derechos a
la concesión de uso. También se intimaba a presentar un Plan de Trabajo de
reparaciones necesarias, a titulares de panteones y bóvedas en estado de
manifiesto abandono o ruinosos, con falta grave de estética o peligro de
derrumbe, o en peligro para la salud pública,
En 2001, a consecuencia del resurgimiento de la epidemia de dengue del el
año 1998, que tuvo cinco brotes (1998, 2000, 2002, 2003, 2004 y 2007) con 2.799
casos, según datos oficiales (Secretaria de Planificación en Salud – Médicos del
Mundo Argentina, 2009), se sanciona, el 16 de mayo, la Ordenanza nº 9270 que

65
“Establece en el Cementerio Local la obligatoriedad de proceder a
reemplazar todos los recipientes que contengan agua, sea en floreros, macetas,
latas u otros, por arena humedecida.”
A los fines de su cumplimiento, el área correspondiente del Cementerio
local debía proveer arena para efectivizar los reemplazos. Se dispondrían de
depósitos de arena, a través de tambores, para que los usuarios procedieran a su
extracción y consiguiente humedecimiento.
También se instaba a la colocación de cartelería explicativa, a fin de
realizar una campaña de esta enfermedad, a través de la modificación gradual de
las pautas culturales de todas aquellas personas que concurrieran al Cementerio.
Respecto a la relación del Cementerio con los Institutos de Enseñanza
Privada y la provisión de piezas óseas para la capacitación de estudiantes, la
Ordenanza nº 1054, sancionada el 10 de Junio de 2009 que
“Autoriza al D.E. A celebrar convenios con institutos de enseñanza
primaria, dedicados a la formación de profesionales de la salud, a los fines de que
la Dirección del Cementerio entregue piezas óseas destinadas para la
capacitación de los estudiantes.”.
Los Institutos de Enseñanza Privada acreditados ante el Ministerio de
Salud, así como también la Dirección Provincial de Educación de Gestión Privada
(DIPREGEP) deberían celebrar convenios con el Departamento Ejecutivo, a los
fines de que la Dirección de Cementerio proceda a la entrega de piezas óseas
provenientes de cadáveres debidamente identificados, sepultados en el Osario
Común, de acuerdo con lo dispuesto en las normas vigentes. Como requisito, las
instituciones debían contar con un lugar físico acondicionado para el resguardo de
las piezas óseas, y devolverlas cuando su utilización ya no fuera necesaria, para
depositarlas en el Osario Común del Cementerio.

Ampliaciones y reestructuraciones del predio


Las obras de ampliación del Cementerio Local, añadiendo manzanas a las
16 existentes están mencionadas en la Ordenanza nº 3203 sancionada el 4 de
noviembre de 1964

66
“Establece que se procederá al parcelamiento y relevamiento catastral de
las manzanas de tierras comprendidas por la prolongación de las calles 135 a 137
y 72 a 74, del Cementerio General, con destino a lotes de Bóvedas, Panteones y
Sepulturas, reservando una parcela de capacidad suficiente y de ubicación
preferencial, destinada a inhumación y construcción de un nichero para restos
reducidos de agentes, jubilados y pensionados municipales con los beneficios que
establece el articulo 1° de la Ordenanza 44 de 1927.”
En el caso del Cementerio Israelita, inaugurado en 1927 y modificado entre
1966 y 1967, la Ordenanza nº 8478, hace referencia a una ampliación más
reciente del predio. Fue sancionada el 22 de marzo de 1995
“Amplia la fracción de tierra del Cementerio local otorgada por Ordenanza
104/27m modificada por Ordenanza 3607/68, para la inhumación de los restos de
aquellos que formaron parte de la Colectividad Israelita.”

Concesiones, licitaciones, autorizaciones y eximiciones de pago


La Ordenanza nº 74 es una de las antiguas, por medio de ella se otorgan tablones
al Asilo Marín.
“Concédese al Asilo de Ancianos Andrea Ibañez de Marin, seis tablones
de sepulturas comunes en el Cementerio local, en el sitio que el departamento
Ejecutivo indique, con destino a sepulturas de los restos de los asilados en dicha
congregación.”
La Ordenanza nº 2974 sancionada el 18 de diciembre de 1972
“Establece que el Arzobispado de La Plata, ejercerá la administración
interna de la sección que le fuera concedida en el Cementerio Local por el
Decreto-Ordenanza nº 2898/62, quedando autorizado para percibir el importe de
los arriendos a que den lugar las previsiones de dicha Ordenanza”
La Ordenanza nº 5450 sancionada el 9 de agosto de 1983
“Concede a la Unión Cívica Radical, con carácter gratuito y a perpetuidad,
el lote de terreno sito en el Cementerio Local identificado con la siguiente
designación catastral: Circunscripción I, Sección C, lote 133.”
La Ordenanza nº 7481 sancionada el 19 de abril de 1990

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“Autoriza al Departamento Ejecutivo a proceder al llamado de Licitación
Pública para el otorgamiento en concesión de la remodelación y ampliación de la
ex morgue del Cementerio local a fin de adecuarla como Crematorio.”
Esta autorización comprendía la remodelación y refuncionalización del
edificio existente – donde anteriormente se encontraba la morgue municipal – y la
realización de una nueva obra para alojar los hornos. El 27 de diciembre de ese
mismo año se sanciona la Ordenanza nº 7661
“Aprueba el Pliego de Bases y Condiciones para el llamado a Licitación
Pública para la Construcción y Explotación de un Crematorio en el Cementerio
Municipal”
La Ordenanza nº 8169 sancionada el 5 de agosto de 1993
“Autoriza al Departamento Ejecutivo a dar en concesión el uso por el
termino de 25 años con opción de (25) años mas, una fracción de tierra en el
Cementerio General, en forma gratuita a la C.G.T. Regional La Plata, Berisso,
Ensenada para la construcción de un panteón.”
La Ordenanza nº 8467 sancionada el 21 de diciembre de 1994
“Autoriza al Departamento Ejecutivo a conceder, de acuerdo con lo
normado en la Ordenanza nº 7638, a título gratuito, un predio de propiedad
municipal en el Cementerio local, consistente en siete (7) lotes de nueve metros
cuadrados (9m2) cada uno, cubriendo una superficie de sesenta y tres metros
cuadrados (63m2), designado como: Circunscripción VI, al Sindicato de Prensa
Bonaerense, a efectos de construir un panteón para el personal fallecido de dicha
institución”
La Ordenanza nº 8502 sancionada el 6 de junio de 1995
“Autoriza al Departamento Ejecutivo a conceder, de acuerdo con lo
normado en la Ordenanza nº 7638, a titulo gratuito, el predio de propiedad
Municipal en el Cementerio local, designado como Sección 6ta., de sesenta y tres
metros cuadrados (63m2), al Servicio Penitenciario de la Provincia de Buenos
Aires, a efectos de construir un Panteón para el personal fallecido de dicha
institución.”
La Ordenanza nº 9139 sancionada el 24 de mayo de 2000

68
“Incorpora a la concesión de uso a perpetuidad de la tierra cedida al
Sindicato de Trabajadores Municipales a la Asociación Mutual de Empleados
Municipales.”
La Ordenanza nº 9265 sancionada el 26 de abril de 2001
“Autoriza al Departamento Ejecutivo, a conceder derecho de uso de las
parcelas solicitadas por el Centro Mutualista de Suboficiales Retirados del
Ejército, ubicadas a continuación y en concepto de ampliación de las obras
correspondientes al Panteón que la Mutual posee en el Cementerio local.”
La Ordenanza nº 9481 sancionada el 23 de octubre de 2002
“Otorga a La Protectora –Sociedad de Socorros Mutuos y Actividades
Sociales y Culturales- la concesión de las tierras cedidas para panteones, cuya
nomenclatura es: Sección L, lotes 27, 28, 33 y 34 por el término de veinticinco
(25) años, con opción a igual periodo, en virtud de lo normado por la Ordenanza
7638 Artículo 43° inc a)”
Muchas Ordenanzas hacen referencia a autorizaciones para la exhumación
de restos y su posterior inhumación en otros lugares, o para la construcción de
panteones propios fuera del predio.
Nº 9477 sancionada el 23 de octubre de 2002
“Faculta al Departamento Ejecutivo a autorizar al Arzobispado de La Plata
a inhumar los restos de Monseñor Octavio Derisi, Antiguo Obispo Auxiliar de
nuestra ciudad, en la Iglesia Catedral de La Plata el día 26 de octubre de 2002”
Nº 9646 sancionada el 12 de noviembre de 2003
“Autoriza la construcción de un Panteón propio, dentro del muro de
clausura del Monasterio “Regina Martyrum y San José” de Carmelitas Descalzas,
Ubicado en la Avenida 7 nº 151 entre 35 y 36”
En otros casos se exime del pago del los Derechos de Cementerio a
personas particulares
Ordenanza nº 9082 sancionada el 27 de septiembre de 1999
“establece la eximición de lo establecido en la Ordenanza Fiscal e
Impositiva, referente a Derechos de Cementerio en favor de la Sra. María Susana
Fernández, por traslado y sepultura de su hijo Ángel Gabriel Fernández.”

69
Servicios gratuitos
Una de las más antiguas garantizando el acceso a cruces para personas
carentes de recursos económicos necesarios para adquirirlas es la Ordenanza nº
126
“El Departamento Ejecutivo dispondrá lo necesario a fin de que, por
intermedio de los Talleres Municipales, se proceda a la construcción de cruces de
hierro, destinadas a ser colocadas en aquellas tumbas de personas fallecidas y
cuyos familiares sean de bajos recursos”,
El 3 de septiembre de 2003 se da un gran salto en el tratamiento de las
situaciones sociales de la población cuando se sanciona la Ordenanza nº 9601
“Estableciendo los Servicios Fúnebres Gratuitos con Velatorio Incluido
Municipalidad de La Plata, para personas indigentes, que fallezcan en su domicilio
y/o en Hospitales, careciendo de recursos económicos, con domicilio en el Partido
de La Plata”.
La Dirección de Cementerio local debía proveer de los lugares para el
velatorio, así como también los equipos suficientes para instalar la capilla ardiente
en las salas velatorias, el ataúd, la cruz y el personal correspondiente para su
atención y un lugar de tierra común que ocuparía el difunto dentro de la
Necrópolis local. Los gastos correrían completamente a cargo de la Municipalidad
de La Plata. Como antecedente previo se cuenta con las ordenanzas nº 4118 y
4119 sancionadas el 2 de enero de 1975, en las cuales de obliga a las empresas
concesionarias de Servicios Fúnebres del Partido, a prestar el servicio
gratuitamente, en forma rotativa y siguiendo el orden alfabético de la
denominación de las mismas.
Ordenanza nº 4118 “Implántese el Servicio Fúnebre Gratuito para todas aquellas
personas que fallezcan y cuyos familiares carezcan de recursos económicos o
que no posean familiares”
Ordenanza nº 4119 “Implántese el Servicio Fúnebre Social, que deberá ser
atendido por las Empresas Concesionarias de Servicios Fúnebres, que de
acuerdo a las normas vigentes, estén inscriptas en los registros respectivos.

Personajes y acontecimientos históricos

70
Anecdóticamente hay varias ordenanzas referidas a personas destacadas
de la ciudad, ya sea para el traslado de sus restos o para la construcción de un
Mausoleo en su memoria, así también otras que hacen referencia a
acontecimientos importantes para la ciudad y el país. Tal es el caso de la
Ordenanza nº 2892, sancionada el 6 de julio de 1962 en referencia al artista
Faustino Brughetti, fallecido en 1956, en donde se les autoriza a sus familiares a
construir un monumento recordatorio.
“Declara comprendida en el régimen del articulo 1°, inciso a) de la
Ordenanza 2329, la sepultura nº 13, tablón G de la sección 36 del Cementerio
local, en la que yacen los restos del artista don Faustino Brughetti.”,
La Ordenanza nº 2927 emitida el 26 de octubre de 1962 autoriza a los
familiares a erigir las construcciones que consideren necesarias.
“Concede a perpetuidad las sepulturas 1 y 3 de la sección 34, tablón A del
Cementerio local para depositar los restos de los poetas Alberto Mendióroz y
Romilda Poggio de Mendióroz”.
El 22 de mayo de 1984 se emite la ordenanza nº 5593 para la
“Construcción de un Mausoleo en el Cementerio local, en memoria del Doctor
Ricardo Balbín.” Por la misma se autoriza la construcción de un Mausoleo en el
sector del cementerio perteneciente a la Unión Cívica Radical, en honor a este
reconocido abogado y político fallecido en 1981. Candidato a presidente de la
nación en cuatro oportunidades, fue una de las figuras más notables de este
partido político, cuyo comité nacional presidio desde 1959 hasta el día de su
muerte.
En 2006 se sanciona la Ordenanza nº 10121, referente al Padre Carlos
Alberto Cajade, quien fue un adalid de la lucha por los chicos más vulnerados y
necesitados. Fundador del Hogar de la Madre Tres Veces Admirable para niños
en situación de calle, e impulsor de la imprenta “Grafitos” y la revista “La
Pulseada”. Esta ordenanza, sancionada el 9 de agosto:
“Autoriza al Departamento Ejecutivo a exhumar los restos del Padre Carlos
Alberto Cajade, tumulado en el Panteón de Sacerdotes del Cementerio local.”
La misma faculta al Departamento Ejecutivo, a través de la Dirección de
Cementerio a realizar trámites ante el Arzobispado de La Plata para exhumar sus

71
restos y trasladarlos para su entierro en la sede del hogar, ubicada en calle 643
entre 12 y 13 de Villa Elvira. También, se autorizó al Departamento Ejecutivo a
disponer de la partida presupuestaria correspondiente a fin de proveer al hogar,
de los elementos necesarios para la construcción funeraria.
Otras ordenanzas hacen referencia a hechos particulares de gran
importancia, presentes en la memoria social de la comunidad. La memoria
colectiva produce reconstrucciones simbólicas del pasado, a través de la narrativa
y de los monumentos conmemorativos, que se erigen en recordación de hechos
luctuosos que han adquirido importancia histórica para la población en una
determinada época y región particular.
En la ordenanza nº 9245 sancionada el 28 de diciembre de 2000 se
“Autoriza al departamento ejecutivo a afectar un predio en el Cementerio
local con destino a la construcción de un Mausoleo que recuerde y guarde los
restos de los caídos en la gesta del 9 de junio de 1956, como así también de sus
familiares”
Este monumento es el primero referido a un hecho político luctuoso
ubicado en un cementerio. Tiene otros similares, pero con carácter de cenotafios
en el antiguo predio de la cárcel de Las Heras en la capital Federal, hoy un
parque recreativo y conmemorativo.
Durante la última dictadura cívico-militar acaecida en el país entre los años
1976 y 1983, la ciudad de La Plata fue escenario de hechos de violencia donde el
ensañamiento y las persecuciones políticas fueron muy fuertes -por su carácter de
ciudad universitaria, y por tener un conurbano con establecimientos importantes
que concentraban una numerosa masa obrera como el frigorífico de Berisso- el
Cementerio de La Plata fue utilizado para enterrar personas no identificadas (NN)
víctimas de la represión ilegal. Al respecto encontramos las siguientes
ordenanzas:
La Ordenanza nº 8226 sancionada el 28 de octubre de 1996
“Declara con carácter de perpetuidad, la prohibición de alterar el estado de
las tumbas existentes en el Cementerio Local y que fueran inhumados durante el
período 1976/1983 con la denominación NN.”

72
La única excepción a esta prohibición serían aquellos supuestos en que por
orden judicial o petición fundada se solicite al Departamento Ejecutivo la
exhumación, a los fines de su identificación. También se autoriza, a través de esta
ordenanza, a la delimitación, por parte de los Organismos Defensores de los
Derechos Humanos, de un sector dentro del Cementerio Local para la colocación
de una placa conmemorativa.
La Ordenanza nº 10096 sancionada el 24 de mayo de 2006
“Incorpora al artículo 43° - Capítulo VIII – de la Ordenanza nº 7638 el
inciso e) el que quedara redactado de la siguiente manera: “e) En caso de
hallarse restos óseos de personas desaparecidas identificadas por la Justicia y
que fueran recuperados por la lucha inclaudicable de familiares u Organismos de
Derechos Humanos, éstos, podrán ser sepultados en tierra por un periodo de un
(1) año. Vencido dicho plazo serán trasladados a nichos para restos reducidos.”
En 2007, el Equipo Argentino de Antropología Forense, logra identificar a
Silvia Noemí Gíménez, secuestrada en Mar Del Plata el 19 de junio de 1976. Sus
restos fueron hallados en el cementerio de Avellaneda con la denominación NN.
Tras su exhumación y posterior identificación, fueron trasladados al Cementerio
de la Plata, donde el 25 de febrero de ese año fueron inhumados, luego de un
sentido homenaje por parte de sus familiares, organismos de Derechos Humanos
y organizaciones populares (Diario Página 12, 2007; H.I.J.O.S,2007).
El 26 de marzo de 2008 se sanciona la Ordenanza nº 10354 por la que
“Se otorga con carácter gratuito y a perpetuidad sepultura en tierra de los
restos de Silvia Noemí Giménez, desaparecida en la última dictadura cívico
militar. Ubicada en Sec.8, Sepultura 273”.
Ese mismo día también es sancionada la Ordenanza nº 10355 que
“Prohíbe la utilización de las sepulturas NN donde han sido alojados los restos de
víctimas de la última Dictadura Cívico Militar, en el Cementerio Local.”
Por la Ordenanza nº 10719 sancionada el 5 de agosto del 2010
“Se autoriza al Departamento Ejecutivo a construir un Mausoleo en el
Cementerio Municipal destinado a albergar los restos de personas
desaparecidas.”

73
DENSIFICACIÓN DEL SECTOR FUNDACIONAL DEL CEMENTERIO DE
LA PLATA
Carla Beatriz García, Tomás Oscar García y Olga Beatriz Flores

La sociedad establece sus propios principios y valores generando para


aplicarlos una serie de instituciones características. En nuestras sociedades
urbanas, la ciudad es un ámbito albergante de las instituciones sociales primarias,
como clubes, centros de fomento, sociedades culturales y de beneficencia, de
salud, educativo, a más de otras, que son estructurales al funcionamiento de la
ciudad misma, como las del ámbito municipal, provincial y nacional.
El cementerio, visto como institución, es una parte fundamental de la
ciudad. Su función está consustanciada con la existencia misma de la actividad
urbana y está regido por las mismas leyes organizativas y de densificación que
las de la ciudad. Como tal, es una consecuencia de su existencia, desde este
punto de vista la ciudad es el ámbito albergante de los vivos y el cementerio el
ámbito albergante de los muertos y de su memoria, actualizada por los vivos.
Como expresión de una ciudad, alberga los modos de representación de si
mismos de los habitantes, en su individualidad y en su ser colectivo. La expresión
arquitectónica institucional y el arte funerario, como manifestaciones sociales,
están regidos y regulados por normas establecidas por un determinado grupo en
un tiempo y lugar específicos.
Se analiza la planta fundacional del cementerio, constituida por los sectores
A, B, C, D, y el proceso de densificación creciente desde 1898, fecha de ingreso
del primer muerto, hasta 1920, sintetizado en períodos de 5 años, sobre la base
de los datos obtenidos en el archivo del propio cementerio, donde figuran fecha
de ingreso, causa de muerte y localización de la inhumación, los que son
volcados en el plano correspondiente, de acuerdo a sección y lote construido.

SIMILITUDES Y DIFERENCIAS ENTRE LA CIUDAD DE LOS VIVOS Y LA


CIUDAD DE LOS MUERTOS.
La ciudad de La Plata, en su casco fundacional reconoce un cuadrado
básico (Lam. I, Fig. 2), dos diagonales mayores (73 y 74), cuatro diagonales

74
menores (75, 76, 77 y 78) y dos diagonales paralelas a las principales, La
diagonal 79 paralela a la diagonal 73, y la diagonal 80 paralela a la 74-. Una
avenida cada seis cuadras, y en el cruce de dos avenidas, como en el cruce de
una avenida con una diagonal, se ubica un parque o una plaza con propias y
variadas formas.
Las avenidas 51 y 53 como eje cívico monumental, contienen los
principales edificios públicos y representativos de la ciudad, enhebrados como
una estructura ausente en el centro y presente en el bosque y detrás del parque
San Martín, por la avenida 52 que vincula a la ciudad con el puerto de La
Ensenada (Lam XIV Fig. 1).
La Plata, ciudad de diagonales como comúnmente se la conoce en el resto
del país, no solo esta ubicada en la Argentina y en el mundo sino también en el
cosmos, ya que sus dos diagonales mayores marcan los puntos cardinales, la
diagonal 74 rumbo norte-sur (por eso sus fachadas alineadas sobre la línea
municipal no arrojan sombra a las 12 del medio día durante los 365 días del año)
y la diagonal 73, que transita el rumbo este-oeste. Las avenidas 52, 51, 53, 32,
38, 44, 60, 66 y 72, corren en rumbo noreste a sudoeste y las avenidas 120, 1, 7,
13, 19, 25, y 31, de noroeste a sudeste (Lam XIV Fig. 2).
Un par de avenidas que corren paralelas entre ellas -con un espacio verde
considerable- marcan con precisión un borde que es conocido como avenidas de
circunvalación, delimitando el casco original. La diagonal 74 hacia el Norte remata
en el Río de La Plata y hacia el sur en el Cementerio, que se desarrolla en un
predio de 299.600 m2 de superficie, delimitado por las avenidas 31 y 72, avenidas
137, calle 76, calle 135 y calle 74.
Llegando desde el centro geográfico de la Ciudad, la plaza Moreno, por la
vía Sur de la diagonal 74, encuentra al final de su perspectiva, la iglesia del
Cementerio, Cristo Crucificado, obra del arquitecto Mario Buschiazzo (1902-
1970).
Esta edificación enfrenta en un plano perpendicular al sentido de la
diagonal 74, y fue realizada años después de la inauguración del cementerio.
Sobre la avenida 31 se desarrolla la fachada principal del mismo, que
originalmente recorría todo el frente, hoy solo se conserva un sesenta por ciento

75
de la misma, ya que en la década del setenta con las obras de ampliación y
remodelación, se demolió en gran parte.
El portal principal de acceso se encuentra en esta fachada, a la altura de la
calle 74, es de estilo neoclásico dórico un poco ecléctico Fue proyectado y
construido entre 1884 y 1890, por el ingeniero Pedro Benoit, vocal arquitecto del
Departamento de Ingenieros, Director Ejecutivo de las Obras de La Plata,
proyectista de edificios de la época de la fundación (caso de la Catedral de estilo
neogótico), e integrante del jurado del concurso internacional de proyectos para
los principales edificios públicos.
Benoit tuvo participación en muchos de los edificios públicos de la ciudad.
En algunos casos como proyectista y director de obra y como director en otros. En
el caso del acceso al cementerio, este fue concebido con una fachada de orden
dórico, en la cual se observa el simbolismo usado por la masonería, a la cual
pertenecía (Lam XIV Fig. 3) Así, con estas características sobresalientes de alto
simbolismo y eclecticismo dentro de un estilo que sigue siendo austero, el ingreso
principal es el único elemento que orada el frente, generando una transparencia
hacia el interior del parque funerario, sobre los trescientos metros lineales, que
dan a la avenida 31.
La columnata de ingreso actúa como un área de transición y amortiguación
del murmullo urbano y la realidad externa, que permite sumergirse, en un corto
tránsito, en la organización urbano-espacial del cementerio, que se estructura
sobre un eje que corre longitudinalmente a través del predio, desde avenida 31
hasta la calle 137.
Este eje intencionalmente coincidente con la entrada principal, tiene una
fuerte lectura desde el ingreso, acentuada por los árboles que lo acompañan en
toda su longitud. Esta estructura lineal se enriquece peatonalmente mediante
plazas, que con sus cortes visuales permiten dar ubicación central a distintos
monumentos conmemorativos de figuras sobresalientes y paradigmáticas de la
historia de la ciudad, que fueron homenajeadas por la comunidad platense.
Su arbolado enhebra una primera zona de bóvedas, panteones e hipogeos
ubicados a partir de la entrada principal, ocupando unos 120 metros en
profundidad y todo el ancho del cementerio desde avenida 72 hasta calle 76.

76
La traza esta estructurada por una serie de avenidas, paralelas a la
principal y calles secundarias que parten en ambas direcciones, es decir NE-SO y
NO-SE.
Otra similitud con la ciudad esta dada por la presencia de plazas y
plazoletas vinculadas entre sí por diagonales y avenidas - que jerarquizan
espacios como lo hacen en la ciudad- ofreciendo lugares de quietud, descanso y
reflexión, generando un microclima natural con árboles de distinto tipo y color .
No cabe duda que existió una ideología rectora para proyectar la traza
urbana y concretar la ciudad de los vivos y la ciudad de los muertos, que tuvo un
fuerte respaldo político del gobernador Dardo Rocha y de la generación
fundacional.
Recorriendo el eje principal desde NE hacia SO, ya superado el limite de
implantación de bóvedas y panteones que marcan la existencia de las familias
principales, cambia el tipo de forestación marcando o acompañando el desarrollo
de una zona destinada a edificaciones funerarias en lotes a perpetuidad, más
económicas, como repitiendo el esquema de contradicción centro periferia o la
típica diferencia de clases presente en la sociedad platense, entre clase media
alta, comerciante y profesional y clase media baja asalariada.
Estas estructuras funerarias de menor jerarquía se estructuran poniendo
en fuerza el eje, y están caracterizadas por lotes y bóvedas de menor tamaño,
aquí comienzan a verse las sepulturas con lápidas y/o monumentos, antes
inexistentes.
En este sector existen dos sub-zonas, una primera que llega hasta la
prolongación de la calle 133, formada por ocho manzanas cuadradas, definidas
por circulaciones perpendiculares al eje y senderos entre tablas (hileras de
sepulturas) dispuestos en forma paralela al mismo.
La segunda mantiene el mismo ancho que la anterior, a ambos lados de la
avenida principal, pero tomando doble módulo, (al estar cortada por menos
transversales), constituyendo seis espacios con dicha ocupación.
Las sepulturas en tierra -como otra modalidad inhumatoria- se encuentran
ubicadas a ambos lados de las zonas 2a y 2 b, hasta los paredones de cierre del
predio que limitan con la avenida 72 y a la calle 76 y, que a su vez internamente

77
funcionan como muros nicheros. Una característica del sector es su organización
en calles con doble hilera de árboles, paralelas a la avenida principal y senderos
de acceso a cada una de las tablas con sus sepulturas, identificadas con una cruz
blanca con la inscripción del difunto y su fecha de muerte.
Por razones de economía de espacio, las inhumaciones en nichos se
ubican perpendiculares a las estructuras albergantes, y se encuentran distribuidas
en tres sectores predominantes. El primero, en los lienzos de las arcadas que
dan a una galería sobreelevada, construidas en el espesor del muro que da a la
avenida 31. El segundo, en el espesor de los muros limítrofes a la avenida 72 y
calle 76. El tercero tiene un carácter diferente porque muestra una construcción
de bloques independientes -de traza recta o curva y de hasta cuatro pisos de
altura- ubicándose en el predio del cementerio en su sector Suroeste más nuevo
con nichos perpendiculares al frente de los bloques y tapados con lapidas
adornadas con cruces y floreros, brindando una visión de uniformidad hasta el
momento inexistente.

SIMILITUDES Y DIFERENCIAS EN EL PROCESO DE DENSIFICACION


CONSTRUCTIVA EN LA CIUDAD Y SU CEMENTERIO
El proceso de densificación del casco urbano de la ciudad, se concreta
durante los primeros años de vida, abrazando el eje monumental, avenidas 51 y
53, que contiene a los principales edificios públicos, en plena construcción, que se
consolida entre la avenida 1 y la plaza Moreno (avenida 13).
En su baricentro avenida 7 se desarrolla otro eje perpendicular que en el
tramo central entre las avenidas 44 y 60, también alberga edificios públicos, con
un polo de tensión hacia la localidad de Tolosa, por el desarrollo de las vías del
ferrocarril, con acceso por avenida 1.
La extensión de la línea ferroviaria hasta la estación 19 de Noviembre (hoy
pasaje dardo Rocha, concretada en 1884 marca un crecimiento demográfico,
sostenido como lo indica el censo municipal de ese año, que asigna una
población de 20.000 personas para la región.
Correspondiendo a una lógica universal de ocupación se concreta en un
sentido centrífugo desde el centro hacia los bordes.

78
“A comienzos de 1884, se concreta la comunicación directa con la ciudad
de Buenos Aires, generando en su trayecto una serie de estaciones que darían
origen a las poblaciones intermedias”.
Entre 1884 y 1888 la ciudad mantuvo un crecimiento intenso,
consolidándose su casco céntrico y creciendo en población y densificación de la
construcción en un sentido anular con tendencia mayor hacia la zona norte.
El censo general de la provincia, de enero de 1890, establece una cifra
aproximada de 65.000 habitantes para todo el partido.
Para el censo efectuado en mayo de 1909, de los 95.126 habitantes del
partido de La Plata, residen en la ciudad 65.812.
Dada la crisis de 1890 se detecta una disminución del ritmo inicial, que se
sostiene moderadamente hasta la década del 20.
El plano del cementerio fue trazado por Benoit en 1895 (Lam. XII. Fig. 3),
bajo el título de “Cementerio de La Plata” destino de los terrenos para Sepulcros,
Monumentos y Sepulturas en tierra (que se venderán a perpetuidad),
En las referencias del plano se establecen tres categorías de lotes para
bóvedas, primera/segunda tercera, por ubicación y jerarquía espacial, así como
reservados para monumentos y sepulturas en tierra (a perpetuidad).
El terreno está dividido en cuatro Secciones: A/B/C/D, cada Sección se
compone de 96 lotes de 3 metros de lado y una superficie de 9 metros cuadrados,
con lotes de diferentes categorías.

Categoría de lotes por A B C D


sección
1a 54 54 48 48
2a 34 34 36 36
3a 8 8 12 12
Total lotes en las 4 secciones: 384

Las Sepulturas en tierra a perpetuidad comprenden doce secciones


indicadas con números romanos. Cada sección comprende 28 sepulturas
colocadas en dos hileras de 14 cada una, a la distancia de un metro entre ellas.

79
Cada Sepultura mide 1,30 metros por 2,50 metros, quedando una distancia de
0,30 metros entre una y otra.
Las cuatro secciones destinadas a bóvedas, panteones e hipogeos son
cuatro cuadrados que configuran un cuadrado mayor de 120 metros por 120
metros, de iguales medidas que las manzanas de la ciudad, dividido en cuatro
cuadrados, cuyos ejes son las medianas del cuadrado y al que concurren las dos
diagonales mayores.
Un cuadrado girado 45º inscripto en el cuadrado mayor, configura la
estructura geométrica y un sistema de movimientos de rigurosa racionalidad,
eficacia circulatoria, que construye una riqueza espacial por perspectivas y
estímulos visuales, espacios direccionales y estáticos en una secuencia
admirable, que tiene su origen en una estrictez geométrica de formas puras.
Dicho de otro modo, la combinación armónica de una figura tan estática
como el cuadrado o una sucesión de cuadrados integrados a una estructura de
uso público de calles y plazas, arboladas y de monumentos conmemorativos
conteniendo manzanas de propiedad y uso privado con diversidad simbólica y de
estilos arquitectónicos, da como conjunto y por resultado, un dinamismo espacial
de alta calidad perceptual. Es destacable que en cada una de las secciones se
reproduce la estructura general de medianas y diagonales.
En el corazón del cuadrado mayor (cruce de medianas y diagonales) se
configura una plaza octogonal -figura síntesis de dos cuadrados girados-. Lo
mismo ocurre en cada sección, donde el octógono central con su espacio verde
distribuido en ocho canteros, esta, a su vez, inscripto en un octógono, destinado a
ser ocupado por un monumento dedicado a figuras de relevancia social.
La distribución de los árboles, constituye una envolvente verde de un
espacio, pleno de vida vegetal, que armoniza la vida y la muerte.
La dignidad espacial del proyecto original en cuatro secciones, surge no
sólo de los aspectos formales y morfológicos, de uso y calidad espacial (factores
cualitativos) sino también de una consideración conceptual cuantitativa,
expresada en la proporción espacio público/privado de 76 % (10.944 m2)/24 %
(3.456 m2) que en cada sector se organiza en manzanas, formando ocho
conjuntos en forma de L, inscriptos, a su vez, en cuatro triángulos que combinan

80
dos rectángulos de 2 y 8 lotes, un cuadrado de 4 y un rectángulo de 10 lotes,
cuyas construcciones responden a distintos estilos arquitectónicos con variada
simbología.
Las categorías de lotes están definidas según su ubicación respecto a
circulaciones principales de avenidas y diagonales, calles secundarias, o
senderos terciarios que determinan la cantidad de luz solar recibida motivando un
valor económico diferente aún en esta zona de relevancia social.
Desde el punto de vista de la densificación constructiva podríamos
establecer con la ciudad una similitud en su proceso ocupacional.
De acuerdo a los datos recogidos en el archivo del cementerio sobre 3511
fichas de inhumaciones se consolidan como área de primera ocupación- los
sectores A, B, C y D inmediatos a la entrada principal,
Se ha podido comprobar la existencia de cuatro etapas de ocupación del
cementerio:
La primera entre 1898 y 1900 muestra la dispersión de la edificación en las
cuatro secciones.
En relación a la ocupación del espacio privado entre la ciudad y su
cementerio, es útil considerar una diferencia temporal de ritmo en dicha ocupación
vinculada a la condición de ciudad nueva, la pirámide poblacional era abultada en
la franja de población económicamente activa.
La construcción verdaderamente vertiginosa de los edificios públicos, unido
a la creciente construcción de viviendas y el equipamiento que la acompaña,
requirió de una población de mediana edad -la mayoría inmigrantes europeos-
especialmente italianos, entre 20 y 30 años, vinculados a la construcción.
Muchos solteros y relativamente jóvenes, con un aumento de nacimientos y
escasez de defunciones.
Esta situación produjo que durante la primera etapa, la ocupación del
cementerio fuera más lenta y pausada

81
Esquema de ocupación del cementerio

La segunda etapa es la que ocurre entre 1901-1905, en el esquema se


observa un rápido crecimiento de la ocupación de 32 de las mnzanas del area

82
fundacional, donde tambien se muestra el area ocupada por diversos panteones
sociales. Hasta 1910 todas las inhumaciones en bóvedas se realizaron dentro de
los cuatro sectores fundacionales

83
El esquema de densificación correspondiente al período 1911-1915
muestra ya una ocupación plena de todos los sectores históricos y comienzan las
inhumaciones por fuera del mismo ya que se registra para 1911 una inhumación
en el sector F.

84
Es recién entre 1916-1920 que todo el sector fundacional queda
completamente ocupado.

LOS COMPONENTES DEL ESPACIO PÚBLICO


Resulta fundamental destacar la concepción cultural coherente, de tradición
grecolatina de ciudad amanzanada, utilizada tanto en la ciudad como para este
sector del cementerio municipal, ya que ambos se estructuran con calles, plazas y
manzanas, reivindicando el espacio público como soporte significativo de la
colectividad.

85
La alternancia de calles y plazas como estructurantes de la ciudad de los
vivos y de la ciudad de los muertos en una secuencia armónica de espacios
dinámicos de recorridos (calles) y espacios estáticos (plazas) sintetiza en si
misma, un valor cultural y por lo tanto patrimonial.
La calle es un factor urbano fundamental, porque la ciudad occidental de
raíz grecolatina es fundamentalmente un mecanismo de información y
accesibilidad, un conglomerado de artificios de comunicación. La calle
desempeña un papel indispensable, es un lugar y una ruta al mismo tiempo.
Joseph Rykwert (2004) ha subrayado esta doble condición, el camino, la calle, el
itinerario, constituyen signos territoriales ligados a ritos y creencias profundas.
Una calle es un lugar y un itinerario. Su ritual está vinculado a la tierra, a la
cota o, donde es posible pisar una base auténtica, aunque sea únicamente en
términos visuales. Un itinerario urbano se genera simbólicamente en dos
dimensiones y no tiene posibilidad de abarcar tres.
Como señala Oriol Bohigas (2004), habría que añadir también la razón de
la legibilidad. La calle es la pauta para leer y entender la ciudad, porque es la
principal base de los recorridos. Leer una calle, y con ella, la ciudad, es interpretar
la lógica de la forma. Cuanto más legibles mejor funcionarán como instrumentos
de comunicación.
La plaza como elemento urbano indispensable, no suele ser –en nuestra
cultura- la matriz generadora fundamental de la ciudad porque no comprende una
gama amplia de funciones ni predispone una estructura física de crecimiento. En
el concepto de plaza perdura la imagen de un lugar especializado, tranquilo, libre
de conflictos y aislado del ajetreo urbano.

Monumento y espacio urbano.


El monumento es la expresión de una identidad y no un vacío
grandilocuente y retórico. En su sentido estricto, (del latín monere, recordar) es un
objeto que contribuye a mantener el recuerdo del pasado, a través de la
referencia a un personaje o hecho histórico. Precisamente porque se trata de un
recuerdo del pasado, se constituye en un factor fundamental de la permanencia
de la ciudad a través de las azarosas vías de su transformación física y social.

86
Esta cualidad de pertenencia lo hace aglutinador y representante de ciertos
aspectos de la identidad colectiva, del grupo social que lo rodea.
Como ha sostenido Maurice Halbwachs (1950) el grupo establece un
diálogo con la imagen externa y las relaciones que se mantienen estables pasan
al primer plano de la idea que se hace de si mismo.
La permanencia, la identidad visualizada se convierte, desde el punto de
vista urbanístico, en el factor más trascendental del monumento, superando
incluso la pura función de recuerdo del personaje o el acontecimiento histórico
que se quería rememorar. Esto implica ampliar el concepto de monumento para
entender al mismo como todo aquello que da significado permanente a una
unidad urbana -desde la escultura que preside y aglutina, hasta la arquitectura
que adopta un carácter representativo- y, de manera especial, aquel espacio
público que se carga de significaciones. Por esto, monumentalizar la ciudad,
significa organizarla para subrayar los signos de identidad colectiva en los que se
apoya la conciencia urbana, base de su capacidad de intervención en el porvenir
de la ciudad.

La escultura de los espacios monumentales.


Es evidente que la escultura, aún desprovista de carga rememorativa,
adquiere fuerza aglutinadora cuando preside el espacio público. La generación
fundacional tuvo clara la importancia de la escultura como monumento y como
identidad tanto en la ciudad como en el cementerio y este ha sido, es y será, una
oportunidad para el arte.
La calle, la plaza, el monumento, la escultura, afirman, como señala Vidler
(2008), “la consideración de la ciudad como espectáculo, para servir de vidriera
de la fuerza cultural de la arquitectura, y por encima de todo para propiciar la
ocasión de diálogo y de encuentro, en la movilidad del itinerario, es decir, en una
organización dinámica que predispone inmediatamente a la simultaneidad de
usos, y por lo tanto, al perfeccionamiento de la información. La calle encarna un
proceso de integración o condensación social y como espacio público, como
matriz generadora de ciudad como vida social integrada”.

87
Así podemos concluir que el cementerio está integrado a la ciudad como
una actividad de los vivos homenajeando a sus muertos. Sus similitudes con la
ciudad se refieren a que fue pensado y proyectado al mismo tiempo que la ciudad,
por la misma mano y la misma mente que la planifico, el Ingeniero Benoit.
Tiene los mismos elementos estructurantes que la ciudad, ésta definió un
límite de diseño materializado por las avenidas de circunvalación. El cementerio
tiene un límite definido por muros perimetrales jerarquizando la entrada por
avenida 31. Al igual que la ciudad se estructura con un eje central y avenida
arbolada que recorre y une todo el predio. Ambos se estructuran en avenidas
principales y secundarias. El espacio, las visuales y el conjunto se enriquecen con
diagonales que dan perspectivas variadas. Se consolidan plazas o plazoletas, de
recogimiento, quietud, silencio y reflexión, un microclima como en las plazas de la
ciudad. Se estructuran manzanas de distintas formas, dimensiones y
proporciones, para todas las zonas con avenidas principales, calles secundarias,
senderos entre sepulturas, predominantemente perpendiculares entre sí,
paralelas a las avenidas y calles de la ciudad. Y diagonales paralelas a las
diagonales principales de la ciudad, a 45º.
También se observa la existencia de una alternancia de espacios
dinámicos, a través de las calles arboladas y espacios estáticos en la
formalización de las plazas que aun con distintas formas tomando las líneas
geométricas de la ciudad, enriquecen el recorrido peatonal, creando lugares de
gran riqueza visual.
Al igual que en la ciudad, la presencia de árboles variados acompañan las
principales avenidas y calles con un verdadero criterio paisajístico-urbano y, a
través de diferencias de género, dan distinta identidad por zonas, formas de
copas, coloridos y sombras proyectadas.
Comparte así mismo, con la ciudad, el concepto organizativo del espacio
en manzanas de distinto tipo y forma, con lotes privados, particularmente en las
zonas definidas como de "sepulturas a perpetuidad" como contraforma del
sistema de movimiento, predominantemente peatonal. Como en la ciudad se
advierten diferentes niveles económicos.

88
Reconoce como la arquitectura de la ciudad un eclecticismo visceral (por la
época en que fue fundada y por el eclecticismo del propio Benoit, que
seleccionaba el estilo en función del tema (neogótico en San Ponciano y catedral,
Neorenacimiento toscano en el departamento de policía, Neorenacimiento jónico
del departamento de ingenieros, del departamento de hacienda, del observatorio
astronómico o el neoclasicismo dórico del portal del cementerio). Ese eclecticismo
se extiende a los distintos tipos de monumentos funerarios privados, ya que se
observan bóvedas y panteones neoclásicos, neogóticos, art nouveaux, art deco,
con símbolos egipcios, cristianos masónicos, etc.

Diferencias con la ciudad


A pesar de compartir, un conjunto importante de elementos similares a la
ciudad, las características del espacio arquitectónico y sus condiciones
cualitativas señalan un ámbito con una noción vivencial diferente de tiempo. Se ha
buscado que, cuando uno entra al cementerio se produce automáticamente una
desaceleración del tiempo vivencial y febril de la vida cotidiana de la ciudad de
hoy y cambia la relación temporo-espacial.
El cementerio es un lugar de paz, como si la paz eterna de los difuntos a
quienes vamos a homenajear se posicionara como actitud al visitante, de
recogimiento de recuerdos de quienes ya no están físicamente con nosotros. Es
pues una actividad fundamentalmente de los vivos con relación a los muertos, es
en consecuencia un lugar vivo de uso diurno (lo testimonia la casi inexistencia de
iluminación artificial), y casi exclusivamente peatonal (solo ingresan vehículos
integrantes del cortejo fúnebre o de servicios internos del propio cementerio) que
garantiza esa quietud, ese silencio necesario para la reflexión sobre la existencia.
El hombre es el único animal consciente de su muerte y que, si bien vive el
presente, sabe que su existencia tiene que ver con el pasado y camina
irremediablemente a un futuro que concluye con su muerte física.
En esta conciencia de mortalidad nace su angustia existencial y la
búsqueda de "trascendencia". En la creencia de la existencia en otra vida expresa
su resistencia a morir -resistencia a la intrascendencia- que se materializa en las
construcciones funerarias imponentes que simulan casas.

89
Dios en el cielo/el cielo arriba/la otra vida adelante lo testimonia: la
educación universitaria/el discurso universitario/la búsqueda de la medicina/la
salud/el sermón sacerdotal/la arenga militar/el esfuerzo o proyecto familiar (para
nuestros hijos o para los hijos de nuestros hijos) el desarrollo de la vida como
hecho biológico/hacia delante/al crecimiento/la idea de proyecto/de planificación/el
socialismo, el marxismo y el cristianismo.
Es en la síntesis del estudio del pasado (investigación de lo existente y su
evolución histórica) que encontramos la necesaria revalorización y restauración
que expresa nuestra historia social/económica/y cultural. Y en las necesidades del
presente y su proyección futura la propuesta de renovación y crecimiento. La
muerte es un "hecho natural" y la vida incluye a la muerte tal como la ciudad
incluye al cementerio como parte de sí misma.

90
LOS ESTILOS ARQUITECTÓNICOS COMO EXPRESIÓN DE UN
MOMENTO SOCIAL EN EL CEMENTERIO DE LA PLATA
Lidia Mabel Viera y María Carlota Sempé

Los cementerios como expresión de una ciudad, albergan los modos de


representación de si mismos que tienen los habitantes, en su individualidad y en
su ser colectivo. La expresión arquitectónica institucional y el arte funerario, como
manifestaciones sociales, están regidos y regulados por normas establecidas por
un determinado grupo en un tiempo y lugar específicos.
En la ciudad de La Plata, su cementerio muestra construcciones funerarias
de gran riqueza y variedad que evidencian el carácter cosmopolita y plurietnico de
la población de la época fundacional. Los estilos arquitectónicos fueron usados
como forma de expresión de la identidad y de la ideología en función de las
costumbres de sus lugares de origen.

MANIFESTACIONES ARQUITECTÓNICAS EN EL ÁMBITO FUNERARIO


Las bóvedas fundacionales fueron construidas, siguiendo las modalidades
de los edificios públicos de la ciudad en estilo neogótico y neoclásico. Las
primeras parecen pequeñas catedrales, mientras que las segundas simulan
templos griegos. Esta época reconoce la presencia de expresiones muy típicas
del neoclásico, neogótico, art nouveau y art decó cuyas diferencias expresan su
recepción en distintos momentos o épocas por parte de la comunidad platense.
Conjunto de bóvedas neogóticas:
Durante el siglo XIX el neogótico se difunde por toda Europa aplicado a la
arquitectura cotidiana, en casas de familias, y edificios institucionales, en las
ciudades americanas se aplica de igual manera y así lo encontramos en la ciudad
de La Plata en la catedral e iglesias a la vez que en las bóvedas familiares en el
cementerio
En una de las manzanas adyacentes a la calle principal, en el sector B y D,
se ubica un conjunto de bóvedas neogóticas, que resaltan por los gabletes con
rampas y crochet, pináculos y ojivas, sobresalen por su altura, mayor a la de otros

91
estilos cuyo rasgo notable es el respeto a la proporción uno a tres, característica
del estilo. Lo que implica un conocimiento avanzado de las reglas del estilo
arquitectónico por parte de los constructores (Lam XV)

EL NEOCLASICO
Se puede hablar de un auténtico Neoclasicismo, a partir de la mitad del
siglo XVIII (Argán 1977). Esta concepción arquitectónica propició un urbanismo de
patrón geométrico, por ello observamos que la gran mayoría de los edificios
públicos de la ciudad, están realizados en este estilo, aunque con variantes
eclécticas. Pedro Benoit, siguiendo a su padre, arquitecto especializado en
edificios neoclásicos, realiza la selección y proyecta varios edificios, donde las
variantes en los órdenes utilizados están indicando la funcionalidad administrativa
de los mismos (Vignola 1998).
Los monumentos funerarios son especialmente adecuados para el espíritu
neoclásico, y aparecen tanto en las construcciones institucionales de diversos
cementerios como en las bóvedas familiares. En La Plata tanto la entrada
principal como las laterales representan pórticos dóricos con sus columnas de
fustes estriados y frisos de triglifos y metopas (Fig. entrada al cementerio).
Las bóvedas neoclásicas se asemejan a templos griegos pero en esta
aparente uniformidad temática, tanto las técnicas constructivas, uso de la
mampostería y revoque de cal y arena o de lajas de piedra son un indicador
temporal importante. Entre las de mampostería y revoque de cal se destacan las,
Travascio, Malacalza y Berisso (Lam VXI.Fig.1, 2,3). En las de revestimiento de
laja las de Martinelli y Bibiloni, de construcción más reciente. (Lam VXII.Fig.1, 2).
Todas son neoclásicas y sus variaciones, mas allá de las innovaciones
tecnológicas producidas por el tiempo son demostrativas de la recepción que
cada momento histórico ha hecho del estilo. Las más antiguas muestran rasgos
muy eclécticos, coincidentes con el espíritu renovador y experimentador de fines
del siglo XIX.
En conjunto conforman un patrimonio de un período característico de
nuestra historia nacional, con la consolidación del Estado-Nación. Son un claro

92
exponente de la ideología imperante en nuestras clases ilustradas en las décadas
del 1880-1890 y principios del siglo XX.

BÓVEDAS ART NOUVEAU


El Art Nouveau, surgido en la última década del siglo XIX, dio jerarquía las
artes aplicadas, experimentando con nuevos materiales como el vidrio, el bronce,
el hierro, el mármol, logrando unidad y homogeneidad formal a la vez que dando a
la arquitectura un sentido estructural orgánico y una nueva dinámica espacial. Es
interesante observar todo el bagaje de artesanías que entornó a este movimiento,
donde se encuentran detalles de marmolería, carpintería, herrería y trabajos de
vidriería. La línea dinámica de curvas y serpentinas junto al equilibrio oculto son
característicos de la nueva estética, que transgrede las reglas de simetría,
marcando la expresividad de las líneas ordenadoras de la composición
(Antigüedad y Aznar 1998).
Estas concepciones reflejaron la nueva forma de pensar la naturaleza y la
sociedad, en todo acorde a los progresos científicos y filosóficos, que se
entremezclan con el imaginario de las tradiciones folclóricas nacionales,
revalorizando los aspectos legendarios y fantásticos de las tradiciones celtas,
germanas y rumanas.
El uso de este estilo fue muy valorado para construcciones funerarias en
los cementerios de tradición latina. Se registran verdaderas obras de arte en Milán
con sus construcciones Liberty (Ginex y Selvafolta 1996), que son frecuentes en
el cementerio de Río IV y en el Art Nouveau de la Recoleta en Buenos Aires,
donde resalta la bóveda Cambaceres como una joya artística.
El cementerio de La Plata es un ejemplo en los detalles de altares de
mármol, en la herrería de las puertas, en los vitraux, en las mayólicas que son
verdaderas obras de arte, complementado todo con los diseños de motivos
florales, típicos del estilo, realizados en mampostería.
Como rasgo que particulariza al cementerio platense, a diferencia de lo que
ocurre en la Recoleta, las construcciones expresan más el modernismo catalán y
la secesión vienesa.

93
Especialmente en adaptaciones arquitectónicas de la arquería de las
logias, los pináculos, las columnas con capiteles florales o con rostros de mujer.
Dentro del conjunto Art Nouveau se pueden diferenciar distintas vertientes
inspiradoras.
Las que recogen elementos neogóticos se encuentran dentro del grupo
mas logrado, articulando con la tradición previa de bóvedas neogóticas, dando así
riqueza expresiva y variación al tema medievalista, que también se encuentra bien
representado y con alta calidad artística y arquitectónica en diversas
construcciones de instituciones religiosas en La Plata.
Las bóvedas pertenecientes a las familias Díaz (Lam XVIII. Fig 1),
Miadonet, (Lam XVIII. Fig 2), Campodónico, (Lam XVIII. Fig 3) y Sagastume, de
este grupo muestran diseños neogóticos que se sobreponen al plano de fondo del
muro, constituyendo un revestimiento en forma de tríptico (frontis) -de textura en
red, con botones o flores en los entrecruces- ornamentado con crochets y
pináculos, sostenido por columnas simulando las arcadas de las logias de las
iglesias góticas. Esta forma de revestimiento logra un interesante juego
tridimensional de luces y sombras coronando la fachada.
El otro conjunto de bóvedas expresa rasgos más seculares y de mayor
similitud con la arquitectura de viviendas familiares de la ciudad, lo que también
implica desde lo patrimonial un rasgo articulador que permite conservar el
dualismo ciudad de los vivos-ciudad de los muertos.
Las bóvedas de este tipo tienen una ubicación preferencial en las esquinas
de manzana, posibilitando el desarrollo plástico de los tres lienzos ya que el
cuarto es medianero. Su estructura cúbica que esta recubierta por aplicaciones en
relieve.La conformación de un eje central en relieve es muy característica,
compuesto por líneas paralelas verticales, atravesadas por líneas curvas
horizontales que delimitan, en un segundo plano, espacios interiores que van
decorados con motivos florales o líneas de humo. Las urnas humeantes se
encuentran recortadas en los sobre relieves verticales.
Los motivos vegetales y florales abundantes, están adosados a los muros o
adornan las cúpulas con formas de gran expresividad naturalista. En algunos
casos como en las de Giordano (Lam. XIX,Fig.1), Salvadores (Lam. XIX, Fig. 2),y

94
Antonetti (Lam.XIX.Fig.3), los diseños vegetales son refinados, austeros y con un
suave sobre relieve que apenas resalta del lienzo de la pared). Esta abundancia
floral parece haber sido un elemento típico de las expresiones del Art Nouveau o
modernismo en la ciudad de La Plata, tal el caso de la citada casa familiar (Ortiz
et al. 1968).
De gran valor arquitectónico es la manzana de cuatro bóvedas Art Nouveau
construidas por el arquitecto Coutaret (Lam XX,Fig.1). Su estilo lineal y austero de
paredes desnudas, y ornado con pequeñas columnatas rematadas con caritas
aladas de ángeles, presenta detalles de construcción que elevan las estructuras,
refinándolas. El cornisamento quebrado da paso a cúpulas ochavadas -de base
cuadrada- rematadas con linternas que repiten el detalle de cornisas y cúpulas.
La arquitectura funeraria correspondiente al movimiento de Art Nouveau en
el cementerio de La Plata, abunda entre el fin del siglo XIX y segunda década del
XX. La originalidad de estas expresiones radica en las fuertes influencias del
modernismo catalán que le dan una particularidad tanto al cementerio como a la
ciudad, lo que las convierte en un rasgo importante en la conformación del
patrimonio urbano y de la identidad platense.
Atribuimos esta abundancia y las influencias del movimiento de Art
Nouveau a la presencia de una comunidad de extranjeros, muy importante en los
comienzos de la ciudad donde predominaron los propietarios italianos y
españoles, que se entremezclaron con franceses, argentinos, suizos, alemanes,
dando un carácter cosmopolita a la ciudad.

BÓVEDAS ART DECÓ


Este estilo se desarrolló entre 1920 y 1939, llegando hasta 1950. Las líneas
del Art Déco son rectas y angulares sobreponiendo planos, pero también se
combinan con curvas, pero no en el sentido floreado del Art Nouveau. Las figuras
geométricas predominantes son el hexágono y el pentágono y los rayos en forma
de sol. (Bergallo y Tarán 1986).
Como arte expresa a la clase media (Ramos 1986), que lo difunde,
coincidentemente con la remodelación urbana. Con sus formas geométricas
simples permite ser construido con materiales sencillos, de rápida ejecución y

95
mano de obra no demasiado especializada por ello las construcciones Art Decó
son tan abundantes. Estas características a las que apunta el estilo están en
estrecha relación con la crisis económica de 1929 que produjo la disminución de
la construcción de grandes casas con mucha labor artesanal, cuyo reflejo en el
cementerio se manifiesta en bóvedas sencillas y con poco adorno.
El grupo de bóvedas de las familias Souilla y Luis Mazza (Lam. XX, Fig. 2)
presenta fachadas simétricas. Los accesos se jerarquizan por la presencia de un
pórtico trapezoidal, que soporta una cruz de importantes dimensiones. Las
fachadas principal y secundaria se facetan en distintos planos, En el frente
resaltan las pilastras que se elevan enfatizando la verticalidad y estan rematadas
con una cornisa. Presenta adornos en relieve de medallones, guirnaldas, alas y
moños.La bóveda de la familia Isabella: (Lam XX Fig 2) también de esquina,
mantiene la simetría en las fachadas conformada por un basamento, un cuerpo
principal y un remate importante en el cual se observa la cruz de círculo central
recortada en el paño, manteniendo un dialogo, positivo negativo con la cruz de la
puerta.
La bóveda de Silvio Lanfranco (Lam.XXI Fig. 1), de esquina se caracteriza
por la ornamentación solo en el remate, de particiones de planos verticales
retraídos y yuxtapuestos logrando un interesante juego de luces y sombras.
La bóveda monumental de Cayetano Parma, (Lam.XXI. Fig. 2) entre
medianeras, resalta por su marcada verticalidad, enfatizada por planos revestidos
en granito negro, el basamento, las pilastras y el coronamiento están
materializados con la misma jerarquía y poseen una ornamentación geometrizada
y un trabajo refinado de cintas en relieve en la parte inferior y bajo relieve en la
superior. En el eje de simetría sobre un plano que contiene pequeñas ranuras
verticales resueltas con vitraux se observa la inscripción PAX. Su remate esta
señalado por la prolongación de pilastras con capiteles encima de la cornisa.
La bóveda de la familia Santospago (Lam.XXII.Fig1) , es exenta, ubicada
en un lote jerarquizado por su ubicación. De forma trapezoidal esta revestida en
granito, de dos tonalidades que diferencian el basamento del desarrollo y
coronamiento. Presenta en cada una de sus cuatro fachadas una significativa

96
abertura en forma de cruz de planos escalonados marcados por la inversión del
tono el granito. Como cierre se ha colocado un importante vitreaux policromático.
Hay una serie de bóvedas que participan entro del movimiento de estéticas
periféricas del Art Deco (Lam.XXII. Fig. 2) que presentan reminiscencias
egipcíacas que estarían relacionadas a expresiones masónicas y rosacrucianas,
entre ellas, la de Pelanda Ponce, la de Pages, ocupa un lote esquina de manzana
y que en su techo presenta una escultura de esfinge. Las de Carbonell, y la
bóveda Coutaret en forma de obelisco.
Podemos concluir que la recepción del Art Deco en La Plata, adquirió en
las décadas 1920-1930, una serie de características de originalidad y
sistematización. Están presentes los estilemas característicos del “sistema de Art
Decó” como los planos volumétricos superpuestos, la línea recta continua o
quebrada, los adornos de mampostería altamente geometricos, el uso de pilastras
rematadas con cornisas, el marco rehundido de las aberturas y de los adornos
como es el caso de las cruces que cobran valor en una superposición casi ad-
infinitum de planos recortados. Dentro del grupo resalta la presencia de las
llamadas “estéticas periféricas” como en el caso de la presencia de elementos del
arte egipcio, que estuvo tan de moda en la década del 20.

97
LA GALERÍA DE NICHOS DEL CEMENTERIO DE LA PLATA
María Carlota Sempé y Virginia Dubarbier

Desde su inauguración el Cementerio de La Plata ha contado con un área


de nichos (Lam. XXIII. Fig.1), ubicada a izquierda y derecha de la entrada
principal, marcando la influencia italiana en su construcción (Ginex and Selvafolta,
op.cit).
Está constituida por 27 arcadas de gran altura, las de A a H se ubican en la
galería Noroeste. Las restantes -A a S- en la Sureste preparadas en su plan inicial
para contener 33 nichos por unidad, tienen actualmente 906 de los cuales había
ocupados 875, con dos de fecha indeterminada.
Para establecer como varió la moda funeraria y cuales adornos fueron más
populares en las distintas épocas, los nichos se agruparon en seis períodos de 19
años cada uno, desde 1887 hasta 2000, relevándose 873 nichos ocupados.
Distribuidos a razón de 258 en la galería Noroeste y 615 en la Sureste. A causa
de que varios de los nichos registran más de una inhumación el total de muertos
es de 1076. La distribución de los nichos por períodos se observa en los gráficos
1 y 2.
Las inhumaciones previas a 1887 las consideramos de este último año, ya
que no pudieron ser trasladadas con anterioridad a la apertura del Cementerio y
en consecuencia, los adornos y lápidas funerarias fueron puestas en uso en dicho
año. La distribución de los nichos por períodos se observa en los gráficos 1 y 2.

Gráfico 1. NICHOS: CANTIDADES POR PERÍODOS DE 19 AÑOS 1887-1905


1906-1924
300 1925-1943
250
247 1944-1962
CANTIDAD

211
200
174 1963-1981
150 1982-2000
114 95
100 INDETERM.
28
50 4
0

CANTIDAD TOTAL DE NICHOS = 873

98
Un 3,21 % abarca el período entre 1887-1905, aumentando a 13,06% entre

Gráfico 2. NICHOS: PORCENTUAL POR PERÍODOS DE 19 AÑOS

0,5% 3% 1887-1905
13% 1906-1924
24%
1925-1943
1944-1962
1963-1981
11% 1982-2000
29%
20% INDETERM.

1906-1924, el mayor porcentaje 28,29% se registra en el período 1925-1943,


descendiendo a 19,93% entre 1944-1962 y a 10,88% entre 1963-1981, volviendo
a repuntar a 24,17 % entre 1982-2000. Los de fecha indeterminada representan el
0,46%. Estas magnitudes permiten visualizar la mortalidad a través de más de
cien años.
La sepultura en nicho presenta los siguientes elementos: una tapa de
piedra (mármol, granito, etc.), cloruro de polivinilo y cerámico. Las de piedra
están, a veces decoradas mediante técnica lapidaria. Llevan inscripciones
grabadas sobre piedra o metal. Adosadas a la tapa hay placas conmemorativas,
floreros, medio-jardineras, portarretratos, rosetones, cruces, marcos de
revestimiento y vidrios (Lam.XXIII. Fig.2).
Los adornos muestran variaciones en su popularidad y tipo (gráficos 3 y 4).
Las tapas cinceladas son populares en la primera época del Cementerio,
disminuyendo a menos del 20% entre 1925-43 y pasan de moda a partir de la
década de 1960. Los adornos muestran variaciones en su popularidad y tipo
(gráficos 3 y 4). Las tapas cinceladas son populares en la primera época del
Cementerio, disminuyendo a menos del 20% entre 1925-43 y pasan de moda a
partir de la década de 1960.
Los floreros presentan variaciones de frecuencia mínimas a través de las
distintas épocas. Las medio-jardineras y los portarretratos son los únicos adornos
que aumentan su popularidad a través del tiempo. Las primeras comienzan con
un 11% de frecuencia y entre el segundo y tercer período se duplican, llegando
hacia el final a tener casi un 50%.

99
Gráfico 3. ADORNOS DE NICHOS: CANTIDAD TIPOS POR PERÍODOS 1887 - 1905
1906 - 1924
1925 - 1943
180
158
164 1944 - 1962
152
160 1963 - 1981
140 133 1982 - 2000
INDETERM.
120
CANTIDAD

103 107 PERDIDOS


98
100
81 71 79
80
69 66 67
54
60
42 44 43
40
23 21
10
20
2 4 1 8 5 4 8
2
0
FLOREROS MEDIO-JARDINERAS PORTARRETR. TAPAS CINCEL.

TIPOS DE ADORNOS

Gráfico 4. ADORNOS DE NICHOS: PORCENTUAL TIPOS POR PERÍODOS 1887 - 1905


1906 - 1924
95 1925 - 1943
100
1944 - 1962
90 1963 - 1981
80 1982 - 2000
PORCENTUAL

70 INDETERM
60
60 PERDIDOS
47 49 45
50
40 40
40 36 35
29 32 25 29 33
31
30 26
20 21 20 18
20 15 16
11 13
5
10
3 2 2
0
FLOREROS JARDINERAS PORTARRETR. TAPAS CINCEL.

TIPOS DE ADORNOS

Los portarretratos están ausentes en el primer período (1887-1905); tienen


su mayor popularidad (más del 25%), entre 1944-62; disminuyen a 20% en el
último período (1982-2000).
En cada ítem se observan variantes importantes relacionadas con los
estilos artísticos imperantes en cada época. Durante las etapas de mayor
popularidad las variaciones tipológicas fueron importantes.
FLOREROS
Se distinguen seis modelos de floreros, de acuerdo a su forma geométrica
básica.
Paraboloide de revolución (Lám. XXIII. 2: f-A) pueden tener el borde evertido y
franjas decoradas. La zona basal es convexa terminando en punta.

100
Hiperboloide de una hoja con perfil superior compuesto (Lám. XXII. 2 f-B):
terminan en una zona basal más bien recta y la base puede ser en punta o
recta.
Romboides (Lám. XXIII. 2 f-C): se inscriben en una figura de cuatro lados; los
inferiores son más largos que los superiores. La cara frontal es plana. Llevan
imágenes de vírgenes, Cristos, nombres o detalles de estrellas. Hay
ejemplares lisos.
Trapecios invertidos (Lám. XXIII. 2 f-D): en algunos casos la cara frontal es
cóncava y aloja en ella imágenes sagradas; en otros es plana y lisa o con
adornos geométricos.
Formas varias: incluyen floreros en forma de copas con pie, cuyo número no
es relevante en la muestra ((Lám. XXIII. 2 f-E).
Floreros de vidrio: están presentes en cantidades mínimas, posiblemente por
la naturaleza del material ((Lám. XXIII. 2 f-F).
Las variaciones temporales de popularidad y moda de los diferentes tipos

Gráfico 5. FLOREROS: CANTIDAD TIPOS POR PERÍODOS 1887 - 1905


1906 - 1924
80
73
70 1925 - 1943
61 60
60 1944 - 1962
CANTIDAD

50 44 1963 - 1981 42
40
30
32 28 1982 - 2000 29
18 22 17 21 20 16 17
20
5 8 13 12 10 12 9 6 8 6 4
10 4 4 4
2 1 1 2 2 4
0
f-A f-B f-C f-D f-E f-F f-PERDIDOS
TIPOS DE FLOREROS

Gráfico 6. FLOREROS: PORCENTUAL TIPOS POR PERÍODOS 1887 - 1905


1906 - 1924
1925 - 1943
PORCENTUAL

80
59
1944 - 1962
60 1963 - 1981 44
29 27 42 33 32
36
40 19 1982 - 2000 29
18 16 17 13 21 21 12 22 13
10 13 14
20 4 7 4 9 6 8 6 4 4
2 1 1 2
0
f-A f-B f-C f-D f-E f-F f-PERDIDOS

TIPOS DE FLOREROS

establecidos se dan en los gráficos 5 y 6.


La forma más popular es la representada por el tipo f-C, siguiéndole el f-B.
El f-C no está presente en el primer período, en cambio el f-B sí lo está. El f-A
aparece con un 29% en la primera época. Su frecuencia disminuye,
aproximadamente en un 10%, en cada uno de los dos períodos siguientes.

101
MEDIO-JARDINERAS
Las medio-jardineras, que se adosan tanto a las paredes de las bóvedas
como a las tapas de los nichos, forman parte de un grupo mayor: el de las
Jardineras. Éstas últimas no van adosadas a las paredes; suelen ubicarse en las
capillas de las bóvedas o sobre las lápidas sepulcrales, en el caso de las
sepulturas de monumento o de las tumbas en tierra. La tipología elaborada
permite diferenciarlas en diez grupos:
Hemisféricas con lóbulos radiales en la base ((Lám. XXIII 2 j-A): Tienen
decoración de ramos de flores, especialmente en el borde superior. Suelen
tener la inscripción Pax o una cruz.
Hemisféricas enrejadas (Lám. XXIII 2 j-B). Pueden tener una decoración
calada similar a la de una reja o ser en reja ciega. La forma es una sección de
círculo. Llevan caras de Cristo o medallones ovales.
Hemisféricas de base plana con greca geométrica (Lám. XXIII. 2 j-C): La zona
inferior del cuerpo es globular, está decorada con motivos fitomorfos o lineales
derivados; la zona superior tiene una guarda rectangular donde se sitúa la
greca geométrica.
Rectangulares de base ligeramente ovaloide (Lám. XXIII. 2 j-D): Son poco
profundas. Se caracterizan por el predominio de la zona superior y la suave
curvatura de la zona basal que no se destaca como en los ejemplares
anteriores. Están decoradas con temas fitomorfos. Presentan una pronunciada
marcación del eje central a través de bordes recortados sobresalientes y
simétricos.
Rectangulares (Lám. XXIII. 2 j-E): Predominan las direcciones horizontales.
Estos medio-jardineras son de poca profundidad y de bordes rectos. Están
decoradas con motivos fitomorfos o geométricos.
Poliédricas de diseño geométrico (Lám. XXIII. 2 j-F): este grupo se adscribe
claramente al estilo art decó por sus líneas rectas que determinan superficies
facetadas y el predominio de los temas geométricos, especialmente los
triángulos alternos.

102
Rectangulares lisas (Lám. XXIII. 2 j-G): son medio-jardineras con base y boca
marcadas por un reborde; carecen de diseños decorativos o éstos son
escasos y pequeños.
Troncocónicas (Lám. XXIII. 2 j-H): tienen la forma de un cono truncado
invertido. Pueden o no estar decoradas.
Ovales de base plana (Lám. XXIII. 2 j-I): Predominan las direcciones
horizontales y los lados son ligeramente curvos. Están decoradas con temas
figurativos.
Mármol: este grupo está constituido por jardineras fabricadas en mármol.
Pueden ser rectangulares o en forma de vaso. La mayoría son lisas; otras
presentan decoración grabada y/o pintada (Lám. XXIII. 2 j-J).

Gráfico 7. JARDINERAS: CANTIDADES TIPOS POR PERÍODOS


160 1887-1905
150
1906-1924
140
1925-1943
120 1944-1962

100
1963-1981
CANTIDAD

1982-2000
80
68 62 INDETERM.
64
60

40

18
20 11
5 2
12
6 910 8 913
2 2 6 6 4 7
3 3 1 2 23 1 11 22 12 4 51 1 2 3 21
1 1 1 1
0
j-A j-C j-E j-G j-I PERDIDAS
TIPOS DE JARDINERAS

Gráfico 8. JARDINERAS: PORCENTUAL TIPOS POR PERÍODOS

1887-1905
120
1906-1924
100
100 1925-1943
91
1944-1962
PORCENTUAL

80 75 77
56
1963-1981
60 50 1982-2000
48
INDETERM.
40
25
13 17
20 13 9 10 12
9 95 7 4 7 5
9 55
5 1 2 4 4 13 11 1 11 1 1 32
1 1 1 1
0
j-A j-C J-E j-G j-I PERDIDAS
TIPOS DE JARDINERAS

103
El medio-jardinera más popular es j-A, que aparece en el primer período en
un 75%, disminuye a un 48% en el segundo período y aumenta hasta llegar a más
de un 90% en el último. En su mayoría llevan la inscripción Pax.
Las jardineras de mármol son escasas, excepto en un caso, no están
adosadas. En general se encuentran en la línea inferior de nichos, apoyadas
sobre un reborde.

PORTARRETRATOS (Lám. XXIII. Fig. 2) Se han determinado 5 grupos; uno


circular liso (tipo Pr-E), el resto son ovales, distinguiéndose cuatro variedades:
con marco ancho decorado (Pr-D); marco fino muy decorado (Pr-C); marco fino
liso (Pr-B); y el más abundante (Pr-A), tiene cuatro moños distribuidos
simétricamente. Dos en la parte superior y dos en la inferior.

Gráfico 10. PORTARRETRATOS: PORCENTUAL TIPOS POR PERÍODOS

90,0
1906 - 1924
81
80,0 75 79 1925 - 1943
70
70,0 1944 - 1962
PORCENTUAL

60
60,0
1963 - 1981
50,0
40
40,0 1982 - 2000
30,0
20,0
10,0 7 7
4 1 3 2 1 3 5 2 1 2
1
0,0
Pr-A Pr-B Pr-C Pr-D Pr-E

TIPOS DE PORTARRETRATOS

La presencia de portarretratos está íntimamente ligada al uso de fotos.


Éstas hacen su primera aparición en el Cementerio en los primeros años del siglo
XX. Su ausencia en el período 1887-1905 debe estar ligada a la escasa difusión
de la técnica del esmaltado fotográfico y del oficio de fotógrafo. El único modelo
de portarretratos con valor estadístico es el Pr-A, que aparece entre 1906-24 con
una frecuencia de 40% y va incrementando a 70% en el siguiente período. Su
máximo valor lo adquiere en 1944-62 (81%) y se mantiene con valores superiores
al 70% hasta la actualidad. El tipo Pr-B aparece con un 60% y disminuye
abruptamente en los dos períodos siguientes, desapareciendo definitivamente a
partir de 1963. Los otros modelos son escasos y de poca significación estadística.

104
TAPAS DE NICHOS (Lám. XXIII. Fig. 2)
Sobre 873 nichos con tapas hechas en piedra, bronce o materiales
sintéticos, 224 (25,65%) tienen tapas de piedra con letras cinceladas que
sobresalen por su trabajo artístico, escultórico o cincelado y pueden ser tomadas
como una forma de adorno específico, tal como fueron tratados los floreros,
jardineras y portarretratos.
La lapidaria se ha desarrollado como un trabajo de taller con maestros y
oficiales, desde épocas remotas hasta el presente. El desarrollo industrial permitió
la aplicación de nuevas herramientas como sierras y otras maquinarias. La
demanda de materias primas se cubre, de preferencia, con materiales disponibles
en el lugar y, para variedades requeridas por su calidad y características

Gráfico 1. NICHOS: CANTIDADES POR PERÍODOS DE 19 AÑOS 1887-1905


1906-1924
300 1925-1943
250
247 1944-1962
CANTIDAD

211
200
174 1963-1981
150 1982-2000
114 95
100 INDETERM.
28
50 4
0

CANTIDAD TOTAL DE NICHOS = 873

específicas, se accede a lugares distantes ya sea por transporte terrestre o


marítimo, como ocurre con el mármol de Carrara.
En el siglo XIX, se extendió el trabajo de reproducción en mármol, a partir
de un original en yeso, siguiendo la técnica de punteado.
Mármoles de nuestro país: (Schumann 1987)
Azul Cielo. 98,1% de Carbonato de Calcio y 1,9 de % Carbonato de Magnesio.
Textura: granular media a gruesa. La cantera se encuentra en Dpto. de Cruz
del Eje en la Pcia. de Córdoba.
Limay Mahuída. Calcita cristalina y óxidos de hierro. La cantera se encuentra
en la Pcia. de la Pampa.
Puelén Caliza. Carbonática micrítica con fragmentos esqueletales
carbonáticos. Textura: granular fina. Cantera: Pcia. de La Pampa.

105
Dolomita. 60% de Dolomita, 20% de Calcita, 10% de Óxido de hierro y arcillas
y 10% de Cuarzo. Textura: granular fina. Cantera: Pdo de Olavarría. Pcia. de
Buenos Aires.
Dolomita listada: 68% de Dolomita, 18% de Calcita, 9% de Óxido de hierro y
arcillas, 5 % de Cuarzo. Textura: cristalina granular fina bandeada. Cantera:
Pdo. Olavarría. Pcia de Buenos Aires.
Travertino Beige (al agua) 93% de Calcita y 7% de Óxido de hierro y arcillas.
Textura: cristalina granular, fibrosa, vesicular y bandeada. Cantera: Dpto.
Albardón y La Laja. Pcia. de San Juan.
Travertino Beige (a la veta): 93% de Calcita y 7% de óxido de hierro y arcillas.
Textura: cristalina granular, fibrosa vesicular y bandeada. Cantera: Dpto.
Albardón y La Laja. Pcia de San Juan.

Granitos de nuestro país:


Gris Perla: 35% de microclino y ortosa, 30% de cuarzo, 18% de biotita, 10 %
de minerales opacos y titanita, 2% de Sericita y arcillas. Textura: granular
porfírica, granular gruesa. Cantera: Dpto. San Martín. Pcia: San Luis.
Gris Mara. 35% de cuarzo,30% de ortoclasa, 20% de biotita, 12 % de
plagioclasa, 1% de muscovita y 1% de minerales opacos. Textura: granular y
fina. Cantera: Dpto. de Punilla, Pcia de Córdoba
Marrón Perlado. 50% de cuarzo, 22% de plagioclasa, 20 % de Feldespato, 5%
de biotita y 3% de minerales opacos. Textura: granular grueso. Cantera: Dpto.
El Cuy. Pcia de Río Negro.
Marrón Orcollano. 35% de microclino, 28% de cuarzo, 27 % de biotita, 8% de
plagioclasa y muscovita, 2% de minerales opacos, apatito y circón. Textura:
granular porfírica. Cantera: Dpto. Cruz del Eje. Pcia. Córdoba.
Azul Mara. 30% de cuarzo, 25% de microclino, 20 % de plagioclasa , 10 % de
biotita, 6% de Ortosa, 5% de Sericita y arcillas, 2% de minerales opacos y 1%
de apatito. Textura: granular gruesa a medio. Cantera: Dpto. Peñaloza. Pcia.
La Rioja.

106
Beige Puna. 32 % de cuarzo, 30 % de microclino, 20 % de biotita y muscovita,
15 % de plagioclasa, 2 % de apatito y minerales opacos. Textura: granular
medio. Cantera: Dpto. Cruz del Eje. Pcia. de Córdoba.
Fantasía. Cuarzo, feldespato potásico, biotita apatito. Textura: gneísica,
cristales orientados en bandas con “movimiento”. Pdo. de Olavarría. Pcia. de
Buenos Aires.
Marrón Siena. 47% de feldespato, 27% de plagioclasa, 17% de cuarzo, 8% de
biotita y 1% de clorita y muscovita. Textura granular medio. Cantera: El Cuy.
Pcia de Río Negro.
Negro Galaxia. 20% de megacristales de feldespato potásico, en una matrix
granosa con biotita, cuarzo, piroxileno, feldespato potásico. Minerales
accesorios: epidolo y apatito. Cantera: Pdo. Azul. Pcia. de Buenos Aires.
Rosa Mara. 49% de microclino, 40% de cuarzo, 6% de biotita y muscovita, 5%
de plagioclasa. Textura: granular medio. Cantera: Dpto. de Potrerillos. Pcia. de
San Luis.
Rosa de Salto. 15% de megacristales de feldespato potásico, 45% de
plagioclasa y feldespato potásico, 35% de cuarzo, 7% de biotita, 13% de
minerales opacos, titanio y apatita. Textura: porfírica con fenocristales
granulares gruesos. Cantera: Dpto. San Martín. Pcia. San Luis.
Rojo Dragón. 48% de microclino, 40 % de cuarzo, 8% de plagioclasa, 3% de
biotita y muscovita y 1% de minerales. Opacos. Minerales accesorios: Clorita y
Epidoto. Textura granular gruesa. Cantera: Dpto. San Martín. Pcia. San Luis.
Rojo Imperial Riojano. 27% de ortosa, 25% de cuarzo, 15% de sericita y
arcillas, 10% de plagioclasa, 3% de biotita, 3% de muscovita y 2% de óxido de
hierro. Textura: granoblástica gruesa. Cantera: Dpto. Peñaloza. Pcia. La Rioja.
Rojo Sierra Chica. 35% de microclino, 30 % de cuarzo, 20 % de clorita, sericita
y arcillas, 10% de biotita y 5% de minerales opacos y anfibol. Textura granular
muy gruesa. Cantera: Dpto. Olavarría. Pcia. Buenos Aires.
Rojo Mar. 38% de cuarzo, 35% de microclino, 18% de plagioclasa, 5% de
biotita, 3% de granate, 1% de apatito. Textura granular medio. Cantera: Dpto.
Cruz del Eje. Pcia. Córdoba.

107
Rosamar Baveno. 44% de feldespato, 35% de cuarzo, 10% de plagioclasa, 7%
de biotita, 2% de apatito, 2% de granate. Textura: granular medio. Cantera.
Pcia. Córdoba.
San Felipe. 50% de ortosa y microclino, 15 % de cuarzo, 15 de sericita y
arcillas y 8% de biotita, 7% de Plagioclasa, 3% de minerales opacos, 2% de

Gráfico 11. TAPAS DE NICHOS DE PIEDRA CON LETRAS CINCELADAS:


TIPOS DE MATERIALES: CANTIDADES POR PERÍODOS

80 1887-1905
71
70 1906-1924
60 1925-1943
CANTIDAD

50
48 1944-1962
40
1963-1981
30
28 1982-2000
INDETERMIN.
20
9 9 11 11 8
10 1 4 3 4 3
3 1 2 1 1 1 1 2 1 1
0
M -TR M-CAR M-BARD M-NEG GRANITO
TIPOS DE MATERIALES

titanita, apatito y circón. Textura: granular gruesa a muy gruesa. Cantera:


Dpto. Chacabuco. Pcia. San Luis.
En la galería del Cementerio las tapas de nichos se han realizado
específicamente en placas de: mármol travertino (M-TR), mármol blanco de
Carrara (M-CAR), mármol gris Bardiglio (M-BARD) de acabado rústico, mármol
negro (M-NEGR) y granito.
Los gráficos de distribución 11 y 12 muestran las frecuencias de los tipos
en los períodos considerados.
En los gráficos 11 y 12 observamos que el mármol de Carrara (M-CAR) es
el material más utilizado en todos los períodos. Su empleo crece desde un 43 %
en el primer período, hasta el 90% en el tercero. Decrece en el cuarto y asciende
en el período quinto a un 75%, cayendo a un 50% en el último.
El mármol gris Bardiglio (M-BARD) es el más popular durante el primer
período con un registro del 52%, valor que desciende en el segundo y tercero
hasta desaparecer en el cuarto, reapareciendo con un 25% en el siguiente
período, para decrecer al 13% en el último.
El mármol Travertino es utilizado a partir del cuarto período con un 21% de
frecuencia, luego desaparece su aplicación en el período siguiente y llega a un 13
% en el último período.

108
El mármol negro (M-NEG) es utilizado en un 5% en el primer período, valor
que se incrementa al 12% en el segundo. En el período siguiente decrece al 3%,
aumenta en el cuarto período a un 7%; es nulo en el quinto y crece al 13% en el
sexto período.
La utilización del granito es nula en los períodos primero, segundo y quinto,
y alcanza un valor máximo del 13% en el período 1982-2000.

MODELOS DE TAPAS DE NICHOS

Gráfico 12. TAPAS DE NICHOS DE PIEDRA CON LETRAS CINCELADAS:


1887-1905
TIPOS DE MATERIALES: PORCENTUAL POR PERÍODOS 1906-1924
100 90 1925-1943
PORCENTUAL

75
80
72 1944-1962
65
52 1963-1981
60
43 50 50 1982-2000
40
25
INDETERM.
21 13 16 13 12 13 13
20
5 7 5 7
3 3
0
M -TR M-CAR M-BARD M-NEG GRANITO

TIPOS DE MATERIALES

En la galería, las tapas de nichos con inscripción cincelada sobre piedra se


diferencian por estar colocadas solas o acompañadas por otros aditamentos.
La placa sola con inscripción grabada en la piedra.
La placa con marco lineal realizado con trazos cincelados rectos o curvos
(estos últimos generalmente forman motivos vegetales). Puede estar
acompañada por un Cristo de mármol o de metal, de floreros y/ o de medio-
jardineras y/o de portarretratos.
La placa precedida por una puerta postigo vidriada, puede o no presentar
un marco exterior con o sin decoración. A su vez la puerta postigo en sí puede
tener un marco con o sin decoración.
Placas con marco exterior en relieve. Liso o con motivos decorativos
geométricos, fitomorfos, etc. En algunos casos presenta cuadrados lisos o con
dibujos cincelados en los ángulos, en otros, puede tener ángulos convexos o
cóncavos redondeados.

Tipos de tapa (Lam, XXIII. Fig. 2)

109
t-A = placa lisa con letras cinceladas. La inscripción se encuentra grabada en
la piedra.
t-B= placa con postigo vidriada. Comprende en general a las tapas que tiene
letras cinceladas y se encuentran detrás de una puerta vidriada.
t-C= placa con escena grabada. Tiene la inscripción en la piedra y una escena
cincelada.
t-D= placa con puerta postigo vidriada y escena grabada. Comprende en
general a la tapa que tiene letras cinceladas y una escena cincelada. Se
encuentra detrás de una puerta postigo vidriada.
t-E= placa con puerta postigo vidriada y pórtico (Lám. XXIII Fig. 2, Tn 3). Tapa
que tiene letras cinceladas; se encuentra detrás de una puerta postigo vidriada
que simula la entrada a un templo: dos columnas laterales y dintel de estilo
neoclásico.
t-F= placa en bajorrelieve ((Lám. XXIII Fig. 2, Tn 1) o en altorrelieve (Lám.
XXIII Fig. 2,Tn 2). Tapa que tiene la inscripción grabada y una escena
cincelada en relieve.
tG= placa negra lisa con letras en negativo. El fondo es desbastado y las
letras quedan al mismo nivel de la placa.

En los gráficos 13 y 14, se observa que el tipo t-A predomina con respecto
a los demás tipos a lo largo de todos los períodos. El valor de 71% del primer
período decrece a un 54% en el período que va de 1906-1924; registrándose en
este mismo período un ascenso de t-B a un 31%.

Gráfico 13. TAPAS DE NICHOS CON LETRAS CINCELADAS: 1887- 1905


CANTIDAD DE TIPOS POR PERÍODOS 1906 -1924
1925 -1943
80 1944 -1962
CANTIDAD

65 1963 -1981
60
36 39 1982 - 2000
40 INDETERMIN.
15 21
20 10 3
4 6 2 3 2 2 1 3 1 2 1 1 3 4
0
t-A t-B t-C t-D t-E t-F t-G
TIPOS TAPAS DE NICHOS

110
Cantidad que desciende en el período siguiente para llegar a un tope de
25% en el período 1982-2000. Los valores de t-A, por otro lado, alcanzan el
100% en el período 1963-1981, valor que en el último período decrece a un 75%.
Los valores registrados en los demás tipos son insignificantes. Observamos que
el registro de t-F corresponde a la presencia de muy pocas placas en toda la
galería y que éstas se encuentran en los primeros períodos.

Gráfico 14. TAPAS DE NICHOS CON LETRAS CINCELADAS:


1887- 1905
PORCENTUAL DE TIPOS POR PERÍODOS
1906 -1924
120
100 100 1925 -1943
PORCENTUAL

100
82
91 1944 -1962
71 75
80 1963 -1981
54
60 1982 - 2000
40 31
INDETERMIN.
25
14 13
20 10 4 9
1 4 5 3 1 1 4
0
t-A t-B t-C t-D t-E t-F t-G

TIPOS TAPAS DE NICHOS

Los gráficos 11 y 12 indican que el mármol de Carrara (M-CAR) aumentó


en el período 1925-1943, posibilitando ejecutar placas tipo t-F que requerían de
un material apto para escultura y tallado. Con el uso de mármol de Carrara
aparecen las formas artísticamente mas logradas en las tapas de nichos.
Se destaca el trabajo del marmolero Luis Migo, romano, quien se instaló en
dos manzanas frente al Cementerio en 1909. En esa época, el mármol se traía
de Italia (Carrara). Por razones familiares viaja a su país -en momentos que
estaba por comenzar la guerra- ante la prohibición de Mussolini de sacar valores
y bienes se decide a traer -como lastre de barco- bloques de mármol, angelitos,
copones y otros adornos de escaso valor material.
En su trabajo en bajorrelieve se destacan las figuras (Lám. XXIII Fig. 2 Tn1,
1924) formando escenas que pueden estar circunscriptas dentro de un arco,
donde el sauce llorón y la figura femenina sentada, se curvan siguiendo la línea
del arco; la tumba y la cruz marcan el eje central de la composición. El
preciosismo se enfatiza en el detalle de pliegues de ropaje y manto. Este genera
profundidad al ubicarse en un plano intermedio como nexo entre las figuras (árbol

111
- mujer) y el fondo. Otros trabajos han sido hechos en altorrelieve, como el ángel
recostado contra el sepulcro en actitud doliente (Lám. XXIII Fig. 2 Tn2, 1932).
Las cruces (Lám. XXIII Fig. 3) muestran una gran variabilidad a través del
tiempo, observándose un proceso de simplificación.
Podemos sintetizar que la galería de los nichos, es un sector muy
significativo respecto a la arquitectura institucional. Su presencia es indicadora del
estilo italianizante que predomina en la construcción.

112
SECTOR DE BÓVEDAS Y PANTEONES.
LAS DIECISIETE SECCIONES 1897/1963

Virginia Dubarbier y Susana Shimko

El cementerio de La Plata está organizado en nichos, bóvedas y


panteones, inhumaciones en tierra, osario general, dos salas para velatorio, el
Oratorio Santo Cristo (Iglesia) y el edificio administrativo.
El sector de bóvedas y panteones está conformado por 2210 lotes o
parcelas, de tres metros de lado, dividido en 17 secciones designadas
alfabéticamente desde A hasta R, excluidas las letras E y Ñ. Se registraron las
bóvedas construidas entre 1897-1963 y 17 lotes especiales destinados a
personalidades ilustres y a entidades públicas.
Las secciones más antiguas (A, B, C, D, F, G, H e I) poseen dos etapas
constructivas espaciadas en el tiempo. En la primera etapa, la numeración de los
lotes llega hasta 96 en las secciones A a G, (Shimko y Dubarbier 2008). En la
segunda se adicionaron 286 lotes modificando el espacio público, distorsionando
el proyecto original entre fines de la década de 1940 y durante la de 1950.
En el plano Boveri, de 1915, cada sección cuadrangular atravesada por 2
diagonales genera una simetría bilateral. Sus ejes centrales ortogonales
constituyen 2 calles que, con las diagonales, se cortan en el centro de la sección.
Este módulo proyectado 9 veces sobre la superficie del sector constituye un
tramado diagonal uniforme. Cada uno está constituido por 16 manzanas y en
cada cuarto de sección las manzanas tienen dos, cuatro, ocho y diez lotes
distribuidos simétricamente (Lám. XXIV Fig. 1).
Las secciones hacia 1915 eran diez: de las cuales ocho tenían igual
tamaño- Un noveno módulo se desdobló constituyendo las secciones H e I,
ubicadas a ambos lados izquierdo y derecho del plano y solo poseían la mitad de
los lotes que las otras.
La sección H originalmente contaba con cuarenta y ocho lotes. La
numeración de las parcelas de ocupación temprana, se inicia en el lote H15 y
llega hasta el H62, a diferencia que lo ocurrido en las secciones previas. Para

113
respetar la secuencia numérica de los lotes y la trama diagonal establecida, esta
sección se numeró en equivalencia a la segunda mitad de una sección completa.
En la sección I se respetó la distribución numérica original, numerándose
igual que la primera mitad de una sección completa, pero a diferencia de las otras
secciones parte del terreno no fue loteado. En esta sección el espacio que
correspondería a los diez lotes: I:3 / I:14 fue reservado para la construcción del
Panteón de los Guardianes del Orden Público. La superficie de los lotes I 2 e I 9
quedó reducida a la mitad para proyectar y mantener las dimensiones de la calle
diagonal. En consecuencia, en la primera etapa existían los dos lotes
mencionados y treinta y seis lotes normales llegando su numeración hasta I 96.
El abandono de la distribución espacial fundacional (Dubarbier y Shimko
2008a), comenzó con la construcción de las secciónes E y J bajo la nomenclatura
de la sección K, siguiendo una planificación diferente a la del plano Boveri. Están
conformadas por veinte manzanas de ocho lotes y otras cuatro de cinco parcelas
en torno a un espacio público central.
Las restantes L, M, N, O, P, Q, y R fueron trazadas con un diseño
ortogonal, sin calles diagonales. La sección L ocupa la mitad del módulo original,
asemejándose a H e I.
En la segunda etapa constructiva se agregaron manzanas de seis lotes,
cuatro en A y C, seis en B y D, ocho en F y G, y seis en H. En la sección I se
adicionaron lotes en forma discontinua a través del tiempo, Este proceso de
ocupación del espacio público, produjo la perdida de la planificación original,
simétrica.
Para identificar las construcciones que se erigieron por primera vez en
cada lote del cementerio y que, aún persisten. se realizó el relevamiento de las 17
secciones de bóvedas y panteones contrastando la información con la brindada
en los repositorios documentales del Archivo de Obras Particulares de la
Municipalidad de La Plata (AOPMLP); en los libros de Secciones del Archivo del
Cementerio Municipal de La Plata (ACMLP). Además se consultaron los tres
planos existentes del cementerio, el de 1895 (Lám. XXIV Fig. 2). proyectado por el
Departamento de Ingenieros en el Archivo Histórico de Geodesia del Ministerio de
Obras Públicas de Buenos Aires y los de 1915 de José Boveri, y 1941 de Luis

114
Albertali en el Archivo de planos de la Dirección de Planeamiento de la
Municipalidad de La Plata. ,
En el AOPMLP se relevaron 2281 expedientes de las construcciones
correspondientes a las 17 secciones, cantidad que supera al número de lotes
porque las bóvedas sufrieron modificaciones a lo largo de más de un siglo. En
consecuencia, para establecer cual fue el crecimiento original de cada sección y
sector, se tomaron los datos de primera ocupación del lote (inicio o final de obra).
En algunos casos las construcciones ocupan mas de un lote, por lo que su
menor es menor al de lotes disponibles y algunos de estos tambien fueron
destinados a espacio público. Si se consideran sólo los datos proporcionados por
el relevamiento en el propio cementerio, se puede concluir, erróneamente, que en
varias secciones las bóvedas más antiguas fueron reemplazadas. Sin embargo,
en numerosos casos, no es así, ya que en algunas secciones (A, B, C, D, F, G, H,
e I) las bóvedas se erigieron en diferentes etapas constructivas, con varios años
de diferencia entre las mismas.
Si bien son fundamentales los datos del AOPMLP sus registros no son
completos para determinar la evolución de las secciones las transformaciones
sufridas por las construcciones funerarias, desde finales del siglo XIX hasta la
actualidad, las diferentes etapas constructivas y los profesionales que
intervinieron. No siempre hay coincidencia entre el nombre de propietario y el de
bóveda, lo que puede atribuirse a sucesiones, venta, o a que los constructores
que actuaban en el cementerio compraban varios lotes, construían y ofrecían a la
venta las bóvedas terminadas y, no necesariamente, se registraba el cambio de
titularidad, apareciendo el nuevo propietario cuando éste modificaba la bóveda en
cuestión.
Es importante que entre 1901 y 1916, la fecha de final de obra y su
posterior habilitación no se registraban. Sólo se confirma la autorización de
construcción por cumplir con requisitos solicitados, pero no que la misma se haya
concretado. De confirmarse la habilitación de la bóveda no es posible asegurar
que ésta fue la primera construcción en el lote. Ante estos inconvenientes, se
contrastaron los registros obtenidos en el AOPMLP con los provenientes del
Archivo del Cementerio Municipal que registra, entre otros datos, las fechas de

115
concesión de lotes a perpetuidad y las de tumulaciones, que suponen una
construcción previa, indicio de ocupación de la bóveda, pero que no garantiza el
ingreso inmediato a la construcción.
En el plano Boveri, se registra la construcción de lotes hasta 1915 y el
respeto del diseño de 1895. El entrecruzamiento de datos permitió verificar,
ampliar y precisar la información y confirmar que cada uno de los repositorios
documentales, o el relevamiento en el propio cementerio, consultados
independientemente, no aseguran un seguimiento completo confiable (Dubarbier
y Shimko. 2005 Shimko y Dubarbier 2006).

RELEVAMIENTO DE LAS 17 SECCIONES (Lám. XXIV Fig. 3 y 4)


Sección A (Lám. XXIV Fig. 3).
Esta sección posee actualmente 120 más 3 lotes especiales. Entre
1900/1920 se edificaron 84 bóvedas, que ocupan 96 lotes numerados
correlativamente.
Dos de estas construcciones pertenecían a Panteones Sociales: La
Sociedad Femenil Cosmopolita de Socorros Mutuos ocupaba una manzana de 4
lotes (A1/4), concedidos a perpetuidad desde el 25 de agosto de 1905, pero en
1953 se vendieron las parcelas para erigir 4 bóvedas.
Posteriormente se construyó el Panteón de la Società Unione Operai
Italiani sobre una manzana de ocho lotes (A79/86). Esta obra fue proyectada por
el arquitecto Guillermo R. Ruótolo quien ganó el concurso de proyectos para su
realización en 1908 bajo el pseudónimo de Natalio Logiudice. Cabe aclarar que
este nombre correspondía a un constructor que realizó numerosas obras en el
cementerio platense entre 1901 y 1916.
Entre 1950/1955 se agregaron veinticuatro parcelas, numeradas de A97 a
A108, luego se reinicia la numeración en A133 hasta A144. En ellas se
construyeron veinticuatro bóvedas.
En lotes especiales se edificaron el monumento del Círculo Francés (1959),
la bóveda-monumento en homenaje al Dr. Alberto Zambosco (1958) y al Brigadier
General Manuel Hornos (1915). Las dos primeras ubicadas a los lados de una de

116
las diagonales y la última en el lote central. Actualmente, en esta sección existen
111 edificaciones de las cuales se consideraron como primigenias treinta y tres.

Sección B (Lám. XXIV Fig. 3).


La Sección B cuenta con 132 lotes más uno central, donde se encuentran el
Monumento a la Memoria de los Artistas platenses y el del Club Gimnasia y
Esgrima de La Plata. En la única diagonal de la sección hay 2 lotes especiales
enfrentados, donde se ubican la bóveda-monumento en homenaje al Capitán de
navío Yalour (1932) y la de Gnecco (1934).
Entre 1897-1921 se construyeron, 81 bóvedas en los 96 lotes originales, 6
ocupan dos lotes y el panteón de la Sociedad de Socorros Mutuos Unione e
Fratellanza(1911) ocupa 10 parcelas (B53/62).
La construcción más antigua es el Panteón de la Sociedad Tipográfica de
La Plata (1898), ocupa los lotes B47/48, constituye la única obra del ingeniero
francés Ringuelet (Lam. X. Fig. 3)). El Panteón de la Asociación de Maestros
(B90-94) proyectado por el arquitecto italiano Guillermo Ruótolo, fue demolido
posteriormente.
En esta sección se consideran primigenias 37 edificaciones Entre 1951 y
1956 se agregaron 36 lotes y se construyó igual cantidad de bóvedas.
Actualmente, en los ciento veinte lotes existen ciento diecisiete construcciones
funerarias.

Sección C (Lám. XXIV Fig. 3).


Abarca ciento veinte lotes, más lotes especiales triangulares, donde se levantan
los monumentos a Podestá (1962) y al Dr. Justo Laborde (1979); ubicados a
ambos lados de una de las diagonales de la sección. Adyacente a la otra diagonal
se erige una pequeña escultura, en homenaje a Sor María Ludovica de Ángelis,
que representa a la religiosa de cuerpo entero junto con un niño a su lado. En el
lote C34 se encuentra la bóveda-monumento en Homenaje Permanente a los
Caídos en la Revolución de junio de 1956; y en el lote central, el monumento a
Luis María Doyhenard.

117
La primera etapa constructiva de esta sección se desarrolló entre 1897 y
1919, contándose con ochenta y dos bóvedas. Actualmente, en los noventa y seis
lotes originales, existen noventa y dos construcciones, treinta y tres de ellas
fueron clasificadas como primigenias.
La primera edificación de esta sección, comenzada en 1897 y finalizada en
mayo de 1898, corresponde a la Sociedad de Socorros Mutuos de Empleados
Administrativos “La Protectora” (C 73/76), proyectada por el arquitecto Ernesto
Meyer.
En esta sección se encuentra la bóveda familiar más antigua del sector. La
misma se ubica en el lote C96, comenzó a construirse en 1898 y se habilitó en
marzo de 1900. Posteriormente, entre 1949 y 1954, se agregaron veinticuatro
lotes e igual número de construcciones.
La numeración en esta sección, al igual que en la anterior no es correlativa.
A la primera etapa corresponden los lotes C1 a C96 y a la segunda los lotes
C109 a C132. Actualmente la sección cuenta con 116 obras funerarias.

Sección D (Lám. XXIV Fig. 3).


Tiene 132 lotes, más tres especiales. A los lados de la diagonal, en la parcela D-a
se halla el monumento al Sindicato de Luz y Fuerza construido en 1955; en D97,
el sepulcro del Dr. Cayetano Pepe, de 1948 y en la plazoleta central, el
monumento que desde 1965 guarda los restos de Pedro B. Palacios (Almafuerte).
Los primeros 96 lotes comenzaron a construirse en el lapso 1898/1919. Se
levantaron 85 obras funerarias. La más antigua corresponde al Panteón de la
Sociedad Española de Socorros Mutuos y Beneficencia, habilitada en junio de
1900. Ocupa una manzana de ocho lotes (D 31/38), la obra fue proyectada por el
arquitecto Ernesto Meyer en 1899.
Durante los años 1947/1958 se agregaron 36 lotes numerados a partir de D
109 a 144, edificándose igual número de bóvedas.
Al presente, existen en esta sección 123 obras funerarias, 40 de ellas
clasificadas como primigenias. En la intersección de las cuatro secciones
fundacionales se erige el monumento a Florentino Ameghino inaugurado el 31 de
octubre de 1962 (Dubarbier 2002).

118
Sección F (Lám. XXIV Fig. 4).
Originalmente conformada, por 96 parcelas con construcciones que datan entre
1913 y 1918. Estos lotes cuentan actualmente con 91 obras funerarias de las
cuales 49 son consideradas primigenias. En una segunda etapa entre 1947 y
1950 se adicionaron 48 lotes numerados correlativamente. Actualmente esta
sección cuenta con 144 parcelas y 139 construcciones. En el espacio central se
levanta el monumento que guarda los restos del Dr. Ricardo Balbín. Fallecido el
09/09/1981 e ingresado al monumento el 08/09/1988.

Sección G (Lám. XXIV Fig. 3).


En esta sección, la primera etapa constructiva se ubica entre 1913 y 1922.
Actualmente, en los 96 lotes originales hay 90 construcciones y de éstas, 65 son
consideradas primeras edificaciones.
En la segunda etapa, iniciada en 1949 hasta 1957, se agregaron 48 lotes
(G 97/144) y se construyeron 46 bóvedas y un busto que se erige en el lote G110.
Hoy, en los 144 lotes de la sección existen 137 construcciones funerarias.

Sección H (Lám. XXIV Fig. 1).


La Sección H posee 84 lotes con 81 bóvedas. Los lotes numerados a partir
de H15 hasta H74, reinician su numeración desde H109 hasta H132. En el
período 1921/1926 se erigieron 45 edificaciones en 48 lotes (H 15/62).
Durante el segundo período constructivo desde 1951 hasta 1956 se
construyeron 36 bóvedas. Se agregaron 36 parcelas numeradas en forma
correlativa a las del período anterior hasta H74 y luego la numeración se reinicia
en H109 hasta H132.

Sección I (Lám. XXIV Fig. 1).


La Sección I: posee en la actualidad 74 parcelas y setenta bóvedas. En una
primera etapa, entre 1918/1924 contaba con 36 lotes numerados en forma no
correlativa (I1– I 10 – I63/96). A partir de 1935 hasta 1941 se ocuparon 24 nuevos
lotes (I 97/120) y uno sólo en 1947 (I121). En la primera mitad de la década del 50

119
se adicionaron tres lotes (I132/134) y en 1963 una manzana de seis parcelas
(I124/129). De los setenta y cuatro lotes, cuatro se destinan a espacio público
(I122-123-130 y 131).

Sección J (Lám. XXIV Fig. 1).


Esta sección posee 180 lotes. Se construyeron 175 bóvedas. En 1919 se edificó
una bóveda en el lote J82 y a partir de 1924 hasta 1933 se ocuparon los restantes
lotes. En J104 se encuentra el monumento al escritor Matías Behety inaugurado
el 1° de noviembre de 1925.

Sección K (Lám. XXIV Fig. 1).


La Sección K presenta 180 lotes y 179 bóvedas, construidas entre 1928/1945. En
el espacio central se erige el Monumento de la Federación de Instituciones
Culturales y Deportivas, inaugurado en noviembre de 1971.
Esta sección se designa con la letra E en el plano Boveri de 1915, en el
puede observarse que posee 96 lotes y dos diagonales en cuyo encuentro se
delimita un espacio público central. Sin embargo, cuando esta sección comenzó a
construirse, a fines de la década del veinte, se abandonó la distribución original
dando lugar a una sección sin diagonales y con el agregado de 84 lotes. Lo
mismo puede decirse de la sección J.

Sección L (Lám. XXIV Fig. 1).


La Sección L se construyó entre 1931 y 1934; se erigió una bóveda más en 1940.
Posee 84 lotes y 81 bóvedas.

Sección M (Lám. XXIV Fig. 1).


La sección M posee 196 lotes, de ellos, ocho se destinaron a nicheras (M 97, 98,
107, 108, 119, 120, 131 y 132) y dos a espacio público (M 125 y 126). En el
espacio central se levanta el monumento a la Memoria de los Desaparecidos
inaugurado en julio de 1998. Se edificaron 186 bóvedas, construidas entre 1934 y
1949, y se ocuparon 167 lotes. Posteriormente, entre 1955 y 1959 se

120
construyeron otras diecinueve bóvedas. En esta sección se encuentra el Panteón
Naval.

Sección N (Lám. XXIV Fig. 1).


La sección N cuenta con 108 parcelas de las cuales cuatro fueron destinadas a
espacio público (N71-N72-N73-N74). Se construyeron 104 bóvedas. En el período
1944/1947 se ocuparon 60 lotes. Las restantes se erigieron entre 1960/1961,
1966 y 1969.
En esta sección se encuentra el panteón de la Sociedad de Socorros
Mutuos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires que aparece en el plano del
cementerio de 1941, cuando aún la sección N no estaba loteada.

Sección O (Lám. XXIV Fig. 1).


La Sección O abarca 184 lotes, uno destinado a una tumba (O184) en homenaje
al Capitán Eduardo A. Estivariz, militar que murió en combate en ocasión de la
Revolución Libertadora. Cinco lotes fueron destinados a espacio público
(O67/O71). Se construyeron 175 bóvedas entre 1938 y 1944.

Sección P (Lám. XXIV Fig. 1).


La Sección P, la más grande del sector de bóvedas, cuenta con 256 lotes donde
se levantan 244 construcciones. Doce lotes fueron destinados a espacio público
(P104-P105-P119/P122-P135/-P138-P152-P153). Adyacente a la avenida que
atraviesa el área central se encuentra el monumento a Luis María Macaya. Esta
sección comenzó a construirse entre 1940/1960.

Sección Q (Lám. XXIV Fig. 1).


La Sección Q posee 48 bóvedas e igual número de lotes Se edificó entre 1955
y 1960. La numeración de los lotes se inició en Q17

Sección R (Lám. XXIV Fig. 1).


La Sección R es la más pequeña de todas, posee 24 lotes e igual número de
edificaciones iniciadas entre 1955 y 1961.

121
DATOS GENERALES DE LAS 17 SECCIONES
Lotes (incluidos en * )
Cantidad Lotes especiales
destinados a:
Sección concedidos
(*) construcciones Espacio Nichos
(sin incluir en *)
Lotes público reducidos
A 120 111 --- -- 3
B 132 117 --- -- 3
C 120 116 --- -- 4
D 132 123 --- -- 3
F 144 139 --- -- 1

G 144 137 --- --- ---

H 84 81 --- --- ---

I 74 70 4 --- ---

J 180 175 --- --- ---

K 180 179 --- --- 1

L 84 81 --- --- ---

M 196 186 2 8 1

N 108 104 4 --- ---

O 184 176 5 --- ---

P 256 244 12 --- 1

Q 48 48 --- --- ---

R 24 24 --- --- ---

Total 2210 2111 27 8 17

PATRONES CONSTRUCTIVOS QUE CARACTERIZAN LOS DIFERENTES


PERIÓDOS DEL SECTOR DE BÓVEDAS Y PANTEONES

Bóveda Patrón
Con la intención de interpretar la ordenación de la trama edilicia del
cementerio, fueron identificadas construcciones vinculadas entre sí por la
presencia -en sus fachadas principales- de elementos constantes, configurando
un modelo ideal que denominamos bóveda patrón (BP). Los rasgos

122
identificatorios en las fachadas laterales y posteriores analizados guardan rasgos
de continuidad con respecto al frente principal. Por consiguiente se consideró sólo
la fachada principal por encontrarse siempre presente.
Se estableció un repertorio de BP (Lám. XXV, sólo se describen aquellos
modelos constructivos más populares en cada década del período analizado. Se
consideraron las BP-V y BP-VI. representativas de la primera década del siglo XX
y BP-VII que se construyó entre 1907 y 1922. Este conjunto de patrones marcó
una tendencia constructiva “hacia la repetición” que se instalará en los años
sucesivos (Dubarbier y Shimko 2009)
Las bóvedas-patrón que caracterizan la década de 1930 han sido
designadas como BP-I; BP-II y BP-III (Shimko y Dubarbier 2004).
El denominado BP-IV es el que identifica los años 1940/1960 (Dubarbier y
Shimko 2008b).

Descripción de BP-V
Esta bóveda tiene reminiscencias románicas. Los tres
escalones de mármol junto con la arquivolta del montante
de medio punto y el marco perimetral de la puerta
jerarquizan el espacio destinado a ella. En su parte superior
lleva dos columnillas que delimitan un área central - en
algunos casos revestida con retícula oblicua- con una
pátera en cada uno de los cruces de las líneas, y mayólicas
en otros. La superficie decorada está demarcada, en su
parte superior, por arquería de medio punto que forma tres
aberturas ciegas delimitadas por otras columnillas, más
pequeñas. De estos, el central es el más alto y acompaña la
forma acuminada y dentada (en negativo) generada por la
incidencia del volumen rectilíneo superior que corona la construcción. A cada lado
de las columnillas mayores, pueden presentarse una o dos pequeñas aberturas
(de arco de medio punto) ciegas o vidriadas que reafirman la alusión a la
arquitectura románica.

123
El patrón BP-V se construyó entre 1904 y 1912. La construcción más
antigua es A14-1904. Diecisiete de estas construcciones existen en la actualidad.
Se pueden sintetizar los rasgos retóricos de la Bóveda-Patrón V (BP-V) con
las siguientes palabras claves: Simetría – Reiteración anafórica: arco de medio
punto- columnillas.

Descripción de BP-VI
Esta construcción posee una cúpula de tambor
octogonal; que puede rematar con un cupulino o una
urna flamígera, o una cruz o, en un caso, presenta un
tronco segado. El frente principal tiene una abertura en
arco de medio punto y su jambaje consiste en un reborde
delgado de material que recorre y realza la abertura. En
algunos casos los ángulos de la construcción presentan
un almohadillado en sobre relieve que da, a la
edificación, aspecto de fortaleza. En otros, la
terminación del jambaje consiste en un canto facetado
por efecto de tronchar la arista formada por la
intersección de la línea del muro y la jamba hasta la
altura del sobre zócalo; en cuyo caso esta terminación se repite en las aristas
laterales de la construcción. Los tres escalones de la entrada pronuncian la
verticalidad de la abertura, juntamente con el remate triangular en la parte media
superior de la fachada. Queda formada, así, una línea horizontal a cada lado de la
forma acuminada central.
Hacia la cúpula una moldura plana realza este recorrido por acentuar la
forma triangular central y porque en cada una de las esquinas se pronuncia un
pequeño volumen de forma piramidal. Por debajo de este remate, una sucesión
de molduras continúan la delineación. La BP-VI se construyó entre 1902 y 1911.
De éstas existen actualmente doce construcciones.
Se pueden sintetizar los rasgos retóricos de la Bóveda-Patrón VI (BP-VI)
con las siguientes palabras claves: Simetría – cúpula octogonal – arco de medio
punto -Reiteración anafórica: formas acuminadas ascendentes

124
Descripción de BP-VII

El patrón funerario más frecuente correspondiente a la primera etapa constructiva


es de lineamiento simple, despojado de
ornamentación donde prevalecen escasos
planos superpuestos, uno de ellos
trapecial, articulados por molduras lisas sin
decoración y presencia de un frontón de
tendencia triangular. Este último está
coronado por uno o dos discos, de
alrededor de veinte centímetros de
diámetro, superpuestos a una pequeña
superficie de extremo superior acuminado,
de laterales rectos y de base redondeada
que delinean las formas centrales.
Actualmente existen treinta y cinco bóvedas distribuidas en las secciones A, B, D,
F, G, J e I.
La BP-VII, en el análisis general del conjunto de las BP que se registraron
en el tiempo con posterioridad al período considerado, aparece como precursora
de una tendencia formal, salvando diferencias dadas por la utilización de los
materiales y técnicas vigentes en cada época. Los rasgos presentes en ella
quedan descontextualizados con respecto a las bóvedas que responden a
modelos más elaborados construidos en la misma etapa.
Se pueden sintetizar los rasgos retóricos de la Bóveda-Patrón VII (BP-VII)
con las siguientes palabras claves: Simetría – superposición - fachada trapecial –
frontón triangular - Reiteración anafórica: molduras

Descripción de BP-I
De simetría bilateral, su frente se desarrolla en tres niveles de profundidad:
a, b y c donde “a” es el nivel más lejano y “c” el más próximo al observador. El
nivel “a” está circunscrito sobre un rectángulo longitudinal cuya base está
contenida una vez y tres cuartos en su altura y sobre éste se delinea, en el nivel

125
“b”, un trapecio. Esta forma trapecial, en una escala menor, se presenta también
en un nivel más anterior “c”, constituyendo el jambaje de la puerta, esta última
ubicada en el eje medio del patrón. Los dos trapecios comparten un zócalo. Sobre
éste se visualiza un módulo de unos treinta centímetros constituido por la
alternancia de formas recto-cóncavo-convexas que se repite revertido en el
extremo superior del frente; esta disposición es análoga a los elementos extremos
constitutivos de una columna, la basa y el capitel. El módulo se reitera en el
extremo superior del jambaje.
Otro rasgo es la presencia de una abertura, ubicada sobre el ornato de la
puerta en la línea media constituida por una ventana que puede ser única o
tripartita, coronada por una moldura contundente, de convexidad superior y
extremos cortados en ángulo recto. Esta moldura, en su parte inferior, reproduce
el módulo en negativo.
El mayor número de construcciones que responden al patrón BP-I se
manifestaron entre 1930/32, disminuyendo hasta desaparecer en 1943. Se
encuentran actualmente 123 bóvedas correspondientes a este patrón. Casi el
50% de ellas se localizan en la sección K.
Se pueden sintetizar los rasgos retóricos de la Bóveda-Patrón I (BP-I) con
las siguientes palabras claves: Simetría – Reiteración anafórica: de la forma
trapecial y de las molduras -Superposición - Rasgo ventana superior.

Descripción de BP-II
De simetría bilateral, su esquema constructivo está circunscrito sobre un
rectángulo, cuya base se proyecta una vez y un tercio sobre su altura. El frente se
desarrolla en tres niveles de profundidad: “a”, “b” y “c” donde “a” es el más lejano
y “c” el más próximo al observador. En el nivel “c” presenta un zócalo integrado al
jambaje. Sobre el zócalo se visualiza una moldura y sobre ésta se insinúa una
pilastra ancha que representa un tercio del ancho del frente. La pilastra, en su
tercio superior, muestra una decoración a modo de friso demarcado entre dos
molduras rectas. Sobre el friso se observa un elemento decorativo central, por
debajo, una palma alada. La pilastra culmina en forma convexa.

126
Sobre el jambaje de la puerta, en el eje medio, se encuentra en el nivel “a”,
un muro, que con las dos pilastras laterales delimitan un espacio reservado para
colocar un elemento decorativo.
El patrón BP-II se presentó con mayor intensidad entre 1930/34, a partir de
esta fecha decreció hasta dejar de construirse en 1939 y reapareció, en una única
bóveda, en 1947. Existen en la actualidad 144 bóvedas que responden al patrón
BP-II, el 50% de ellas se halla en la sección J.
Se pueden sintetizar los rasgos retóricos de la Bóveda-Patrón II (BP-II) con
las siguientes palabras claves: Simetría – Pilastras rectilíneas anchas con
decoración superior - Presencia de espacio para elemento decorativo

Descripción de BP-III
De simetría bilateral, su esquema constructivo se desarrolla en diferentes
niveles de profundidad. El más cercano al observador presenta en su parte
inferior un zócalo rematado con una moldura recta. Sobre él descansa el ornato
de la puerta, constituido por una falsa columna. Su basa puede estar o no bien
definida. El fuste es liso. El capitel puede tener lineamientos de los órdenes
dórico, jónico o corintio. Se continúa con una moldura lisa que simula ser un
arquitrabe. En su parte superior y central posee una pequeña elevación para la
colocación de un elemento ornamental. Sobre éste, en un plano posterior, se
observa una abertura ojival, enmarcada por molduras sucesivas que acentúan la
tendencia ascendente de esa forma. Las molduras, que se inician horizontales,
presentes en la parte superior de la construcción (cornisa), al llegar al eje medio
adquieren un diseño acuminado.
Entre los años 1934/37 se manifestó el pico máximo de edificación que
responde al patrón BP-III; éste dejó de registrarse a partir de 1946. En la
actualidad se registran 117 bóvedas, la mayoría ubicadas en las secciones K, L,
M, O.
Se pueden sintetizar los rasgos retóricos de la Bóveda-Patrón III (BP-III)
con las siguientes palabras claves: Simetría – Reiteración anafórica: molduras -
Superposición - Rasgo abertura ojival – Efecto de elevación - Falsas columnas:
simplificación de órdenes clásicos.

127
Descripción de BP-IV
La BP-IV abarca construcciones que oscilan entre 4 y 5,65 m de altura. Los
rasgos presentes en forma constante están vinculados por el aspecto formal y no
por sus dimensiones, ya que, en su conjunto, no han sido construidos respetando
una proporcionalidad estable. En terreno se registraron 289 bóvedas, la primera
que responde a este esquema constructivo data de 1935 y la última de 1961. El
período 1945/1950 reúne la mayor cantidad de edificaciones BP-IV.
Los diferentes planos que interactúan en este patrón constructivo se
articulan marcando aristas escalonadas que inducen a una lectura rítmica y
dinámica que a continuación se puntualiza:
a) El plano del frontón; b) el plano del zócalo (en algunas construcciones se
presenta el plano dado por un sobre-zócalo); c) el plano del arquitrabe que se
articula con el zócalo, d) el muro principal, que constituye el frente propiamente
dicho donde se apoya el arquitrabe, tienen forma de trapecio vinculándose en su
parte superior con la moldura situada debajo del frontón y en el extremo opuesto
con el zócalo, o con el sobre-zócalo en caso de estar presente; d) otro plano más
profundo es el que sustenta a la pared trapecial; e) en ocasiones puede
observarse el muro o muros laterales, en el caso de que la bóveda esté en una
esquina y tenga expuesto uno o sus dos frentes adyacentes; f) a veces se
presenta una moldura, de corto recorrido, arriba del sobre-zócalo, ubicada en los
ángulos laterales externos del frente, que enfatiza la articulación entre el sobre-
zócalo y el muro más profundo .
El frontón está formado por la integración de un rectángulo y un triángulo.
El primero es la base de sustentación del segundo y puede tener, en la mayoría
de los casos, en cada uno de los ángulos superiores, un pequeño recorte formado
por la sustracción de una forma cuadrangular. La forma acuminada que el
triángulo da al frontón exalta el eje medio longitudinal de la fachada.
La cruz es otro elemento que puede estar presente. En la mayoría de los
casos se ubica sobre el frontón y en una mínima proporción se observa en el
espacio comprendido entre la parte superior del arquitrabe y la moldura situada
debajo del frontón.

128
La técnica de martellinado es otro rasgo frecuente en la fachada pero que
en la década de 1930 se aplicó, en la misma, en forma parcial.
Las molduras por debajo del frontón serían elementos orientadores para
identificar al ejecutor de la obra, si se considera el alto porcentaje registrado en la
utilización de una moldura específica por determinado constructor.
La moldura M143 se utilizó entre 1946 y 1960, está en 53 bóvedas. En el
año 1955 todas las bóvedas BP-IV tuvieron este tipo de moldura que no es
característica de un solo constructor.
La moldura O41 se incorporó a partir de 1939 hasta 1952 y se encuentra
en 15 bóvedas, de ellas 12 pertenecen al constructor Pedro Bellingeri.
La moldura O161 se registró desde 1938 hasta 1954, está presente en 82
construcciones, de las que 79 pertenecen a Julián Zárate.
La moldura M168 se observó entre 1937 y 1949, en total se reconoce en 12
construcciones, 11 de las cuales pertenecen al constructor Guillermo Zuliani.
La moldura R17 se utilizó entre 1956 y 1960. Se halla en 5 bóvedas y son
típicas del constructor René Palermo.
La moldura N46 se aplicó entre 1945/46, las únicas tres halladas
pertenecen al constructor Guillermo Zuliani.
En cuanto a las molduras con ovas y dardos y las representadas por M143
son utilizadas indistintamente por los hombres que erigieron estas edificaciones.
Las ubicadas por encima del sobre-zócalo están presentes en todas las bóvedas
edificadas entre 1935 y 1941, que responden a este patrón constructivo. A partir
del último año su presencia va decreciendo. Este tipo de moldura fue aplicada por
los distintos ejecutores de estas obras.
Las variantes formales del arquitrabe se utilizaron indistintamente. En
cambio se establecieron diferencias temporales entre los dos tipos de arquitrabe
más frecuentes, el cóncavo-convexo apareció en 1935 diez años antes que el
recto-triangular y en la década de 1950 este último fue el más frecuente.
Esta construcción repetida, simétrica y simplificada basada en arquetipos
se sustenta en la utilización de líneas rectas, de planos escalonados
superpuestos que forman parte de su austera, rígida y rítmica ornamentación, a

129
veces aparece deliberadamente geométrica en las facetas de una cruz o en una
de las variantes de arquitrabes.
La fachada de estas bóvedas, en general, está martellinada donde cada
plano que constituye el frente acentúa su cierre cortante con un borde liso de
unos 20 mm, para dejar asomar el plano de fondo. Con su entrada jerarquizada
por el arquitrabe, martellinado o revestido en granito, junto al zócalo y los
escalones, cumple su función: la recepción del difunto. En mayor o menor grado,
la dirección ascendente del frontón enfatiza la lectura vertical de la construcción y
connota “elevación”.
Se sintetizan los rasgos retóricos de la BP-IV con las siguientes palabras
clave: Relación anafórica: Entre frontón y arquitrabe recto triangular.
Planos: -articulación- superposición- escalonamiento - aristas pronunciadas
- lectura dinámica. Molduras: horizontalidad – paralelas. Simetría bilateral –
contraste: planos bien definidos.
Durante la década de 1950 se manifestó una modificación del espacio
mortuorio y una simplificación del diseño arquitectónico como consecuencia del
notorio incremento en la construcción de nicheras, determinando la pérdida del
área interior y la anulación de un espacio simbólico de culto a los muertos.
Con respecto a la consideración formal de los patrones se observa que la
simetría es una constante presente en ellos junto con la repetición de rasgos que
marcan ritmos de lectura en el propio patrón, materializado en los ejemplares que
responden a él; éstos a su vez marcan otros ritmos dentro del marco mayor, el del
propio cementerio: La repetición dentro de la repetición. (Dubarbier y Shimko
2008-b).

ARQUITECTURA MORTUORIA FUNDACIONAL. CATALOGACIÓN DE LAS


CONSTRUCCIONES DEL CEMENTERIO
Es necesario definir la catalogación que se ha hecho de las obras
funerarias en primigenias, sustituyentes y no clasificadas (Shimko y Dubarbier
2007)

130
Se han considerado como construcciones funerarias primigenias del área
más antigua del sector de Bóvedas y Panteones a aquellas que responden a los
siguientes puntos:
La construcción erigida actualmente se corresponde con el plano aprobado
según consta en el expediente correspondiente del AOPMLP. Las que tienen
planos aprobados entre 1901 y 1916 en su mayoría no cuentan con la fecha de
final de obra y de habilitación por lo cual se recurrió a la fecha de ingreso del
primer tumulado brindada por el ACMLP lo cual indica que hubo una construcción
previamente habilitada, la que debe coincidir con el plano aprobado.
En las restantes construcciones que cuentan con el registro de final de obra
y habilitación, éste debe ser acorde con la fecha de ingreso del primer tumulado.
Es decir, esta última fecha no puede ser anterior a la fecha de aprobación del
plano de la construcción. Los lotes ocupados por las construcciones anteriores a
1915 deben figurar como construidos en el plano de Boveri.
Las bóvedas sustituyentes son aquellas que reemplazan a una edificación
anterior y coinciden con un plano posterior que representa una nueva edificación,
la cual concuerda con la existente en el terreno. Los casos en que no fue hallado
un segundo expediente pero la construcción en el cementerio es característica de
un período posterior fueron considerados dentro de este grupo. Las edificaciones
mortuorias no clasificadas son aquellas cuya pertenencia no pudo determinarse
debido a escasa o nula documentación.

Las construcciones primigenias


En las seis secciones más antiguas (A-B-C-D-F y G) se determinó qué es
lo que se conserva de la planificación y de la arquitectura mortuoria fundacional.
Estas secciones originalmente presentaban 576 lotes donde se erigen, en el
presente, 528 obras funerarias. Se construyeron en el período 1897/1922 y
cuando la casi totalidad del espacio destinado fue ocupado, se habilitaron otras
secciones cuya edificación se inició a fines del período señalado (Lám. XXIV Fig.
3 y 4).
Para 1910 existieron en el sector de Bóvedas y Panteones 170
edificaciones, distribuidas en las secciones A, B, C, y D. Hacia 1915 se ocuparon

131
393 lotes ubicados en las 6 secciones antiguas. En estas parcelas se erigieron
342 construcciones, de las cuales 310 se levantaron en las cuatro primeras
secciones mencionadas. En 1919 existieron, 477 obras que incluyen algunas
construcciones de las secciones I y J, cuya edificación comenzó para esa fecha.
Hacia 1922 la totalidad de las parcelas de las seis secciones consideradas
estaban totalmente ocupadas, habilitándose 40 nuevos lotes distribuidos en las
secciones H, I y J (Lám. XXV).
De la totalidad de las obras funerarias que existen actualmente en los lotes
correspondientes a la primera etapa constructiva, se consideraron como
primigenias 257 obras y 149 como sustituyentes. Sesenta y seis construcciones
mortuorias son posiblemente primigenias. Hasta el momento, no pudo
encontrarse documentación suficiente que permita aseverar que son las primeras
construcciones levantadas. Las 56 edificaciones restantes no han podido ser
clasificadas por carecer de datos.
Las bóvedas primigenias no representan, seguramente, todas las
construcciones fundacionales que existen actualmente porque las construcciones
no siempre respondían al plano aprobado y se habilitaba la edificación sin la
presentación de uno nuevo, que en algunos casos, no se guardó registro en el
AOPMLP.
Hay evidencias de ello en notas, que hacen referencia a esta situación
irregular, elevadas por la Oficina de Arquitectura de Obras Particulares de la
Municipalidad de La Plata.
La Dirección de la repartición generalmente accedía a aceptar la obra
modificada sin autorización previa, aduciendo que en otras ocasiones se había
permitido esta trasgresión de la reglamentación. Esta situación hace que se
consideren algunas bóvedas como sustituyentes cuando existe la posibilidad de
que la obra aprobada en primera instancia nunca se haya construido, lo que fue
más factible entre los años 1901 y 1916 cuando no se registraba el final de obra ni
la habilitación correspondiente.

132
Datos Generales de las secciones A-B-C-D-F-G
Al presente Primera Etapa Constructiva

Sección Cantidad de
Cantidad
Cantidad Total de Construcciones
Período de lotes
de lotes construcciones que se
originales
conservan
A 120 111 1900/1920 96 87
B 132 117 1897/1921 96 81
C 120 116 1897/1919 96 92
D 132 123 1898/1919 96 87
F 144 139 1913/1918 96 91
G 144 137 1913/1922 96 90
Total 792 743 1897/1922 576 528

CONSTRUCCIONES FUNERARIAS Y DE SUS CERRAMIENTOS


Las bóvedas de la primera etapa constructiva poseen algunas
características generales independientes del proyectista, del constructor y del
estilo arquitectónico de pertenencia. Los materiales utilizados en las fachadas y
las técnicas empleadas en el tratamiento de los mismos constituyen un elemento
más a considerar en la identificación de las construcciones de este período.
Los elementos fitomorfos en las fachadas son otra de las características de
las bóvedas de esta primera etapa. En general no poseen revestimiento granítico
y la técnica de martellinado está ausente. La presencia de dos puertas en el frente
principal remite a estos años considerados. Cuando las puertas principal y
secundaria alcanzan la misma altura pueden distinguirse entre sí por la cantidad
de escalones que permiten el acceso a la entrada. La puerta principal suele tener
dos o tres escalones y la secundaria, uno de baja altura para facilitar el ingreso de
los féretros al sótano.
El material de los peldaños de acceso fue variando en el tiempo. En las
bóvedas más antiguas fue frecuente la utilización de mármol blanco. Luego se
incorpora el granito, no sólo para la construcción del umbral, sino también suele
introducirse en la confección de zócalos o como revestimiento total de la fachada
A partir de mediados de la década de 1940 fue frecuente el travertino como nuevo
recurso posible.

133
HOMBRES QUE DEFINIERON EL PERÍODO CONSTRUCTIVO 1897/1922
Para la identificación de los profesionales intervinientes en las construcciones se
consultaron los planos y las memorias descriptivas en los expedientes del
AOPMLP. Se registraron las inscripciones de los profesionales, presentes sólo en
algunas de las fachadas. Se compararon ambos registros. (Dubarbier y Shimko
2007)
Para confirmar o establecer las profesiones de las personas que
intervinieron en el proceso constructivo de la necrópolis se consultó el libro de
Actas de Exámenes del Departamento de Ingenieros de la Provincia de Buenos
Aires, las Memorias de la Facultad de Ciencias Físicas, Matemáticas y
Astronómicas de la UNLP, la Nómina oficial de egresados y de los diplomas
expedidos y revalidados por la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la
UNLP que incluye el período considerado y los libros de Registro de firmas de
ingenieros y arquitectos del AOPMLP.
Entre los arquitectos e ingenieros que actuaron en la ciudad de La Plata en
la época fundacional y en su necrópolis se destaca el arquitecto alemán Ernesto
Meyer llegado a La Plata en 1883, contratado para dirigir la obra de la
Municipalidad de la ciudad, proyectada por el arquitecto Stier y en la que introdujo
modificaciones de carácter estético. Fue colaborador de Benoit, dibujó las plantas
de los edificios públicos encargados al Departamento de Ingenieros de la
Provincia de Buenos Aires (DIPBA), entre ellos un plano del cementerio platense
no concretado. Asimismo, dibujó algunos planos de la Catedral de la nueva
capital, siguiendo el proyecto de Benoit.
Su obra sobrevive en el cementerio hasta nuestros días, presente en las
secciones A-B-C y D, donde construyó entre 1897 y 1904. Proyectó la primera
construcción funeraria levantada en la sección C, el panteón de la “Sociedad de
Socorros Mutuos entre Empleados de la Administración La Protectora” (C73/C76)
y la “Sociedad Española de Socorros Mutuos”, entre 1898 y 1900, que se ubica
en la sección D, abarcando una de las manzanas de ocho lotes (D31/D38).
Actualmente existen cinco bóvedas primigenias que corresponden al
arquitecto Meyer: A39 (1901) - A46 (1902) - A47 (1902) - B31 (1904) - B39 (1903).

134
Augusto Astère Ringuelet, ingeniero civil francés, nacido en 1829, en Courtesoult,
se graduó como ingeniero en 1851 en la Escuela Central de Artes y Manufacturas
de París. En 1894, en reconocimiento a su desempeño en el país, la Facultad de
Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires le otorga
la reválida de su título de ingeniero civil. La actividad del ingeniero Ringuelet
estuvo cercanamente vinculada a la de Huergo, Brian, Ayerza, Mitre, Shaw,
Bustos Morón y White.
En 1883 llegó a Buenos Aires y formó parte de las Obras de Salubridad de
Buenos Aires, de la Sociedad Científica argentina y del Banco Nación. Además,
en el interior, intervino en la construcción de una importante cantidad de obras
férreas y telegráficas hasta 1885. En las proximidades de la ciudad de La Plata,
hay una estación de ferrocarril que en 1888, se designó con su nombre
(Ringuelet, 1963:7, p.22). En el cementerio es autor de un sólo proyecto para el
año 1897, correspondiente al panteón de la Sociedad Tipográfica de La Plata
(Lam. X. Fig. 3). El ingeniero Ringuelet, falleció en 1915 y fue tumulado en el
cementerio platense en la bóveda 32 de la sección A.

Emilio B. Coutaret fue un arquitecto francés nacido en Thiers, en 1863. Obtuvo el


título en la Escuela de Bellas Artes del Havre. En 1885 lo nombraron dibujante en
la Dirección ejecutiva de las obras platenses. Trabajó con Benoit efectuando los
dibujos de algunos planos de la Catedral y en la iglesia marplatense de San
Pedro. Compartió varios años de trabajo con los hermanos Ceferino y Emilio
Corti. En 1904, la firma Corti-Coutaret obtuvo el primer premio para la
construcción de las Municipalidades de Bahía Blanca y Azul. Se destacó como
artista plástico y tuvo una acción protagónica en la Academia de Dibujo y Bellas
Artes que funcionó en el Museo de Ciencias Naturales en los inicios de la UNLP.
Entre sus obras pictóricas se encuentra un óleo de 1915 titulado “Dr. Santiago
Roth”, perteneciente al Museo. Entre sus obras urbanas se mencionan dos a
modo de ejemplo: la Asociación Sarmiento en la calle 46 entre 4 y 5 y el Petit
Hotel ubicado en 7 esquina 42.

135
Falleció en La Plata en 1949. Fue tumulado en el cementerio local en la
sección A lote 9. Su monumento funerario es de 1911, el plano lleva la firma del
arquitecto Ceferino Corti y fue construida por Natalio Logiudice y Marchesini.
Una de las obras de Coutaret en la necrópolis es la bóveda del General
Manuel Hornos, en la plazoleta central de la sección A (Lám. XXV). Hubo una
primera construcción, proyectada en 1907 por Carlos Villar y Pedro Vucetich que
fue demolida inmediatamente por disconformidad de sus propietarios, que no tuvo
habilitación. En 1913 los profesionales Corti-Coutaret realizaron un nuevo plano y
dirigieron la obra que el constructor J. E. Torres finalizó hacia 1915. Lo que
preservaron del primer proyecto fue el sótano y la puerta del acceso principal. Por
lo expuesto, se consideró a la última construcción como primigenia (Dubarbier
2002).
Otra de sus obras es la bóveda ubicada en los lotes 25 a 28 de la sección
C, construida en 1903. Su diseño de cuatro módulos que se repetían formando
una unidad equilibrada, fue posteriormente subdividido. En la actualidad se
conservan tres ubicados en C25, C26 y C28, habiendo sido sustituida C27 por
una nichera. En esta edificación no hay correspondencia entre el profesional que
firma el proyecto (Francisco Estévez), registrado en el AOPMLP y el que aparece
inscripto en la fachada “Arqto. E. B. Coutaret” (Lám. XXV ).
Ceferino Corti, arquitecto, actuó por espacio de muchos años en la ciudad
de La Plata, trabajando en sociedad con su hermano Emilio quien se recibió, en
1903 de ingeniero civil. Perteneció, junto a otros cinco, a la primera promoción de
ingenieros de la Universidad Provincial platense. Ambos trabajaron con el
arquitecto Coutaret tanto en la ciudad como en su cementerio.
Dirigió un gran número de obras públicas, entre ellas el hospital General
San Martín. Falleció en La Plata el 30 de abril de 1928. Fue tumulado en la
bóveda de la sección K, lote 86, construida entre 1929 y 1930 por su hermano
Emilio y el constructor Juan Brughetti.
Su firma se observa en 77 planos entre los años 1907 y 1928. Estas obras
se materializaron en las secciones A, B, C, F, G, H y J. En las cinco primeras
secciones respaldó con su firma 24 edificaciones concretadas. De ellas, hoy

136
existen 20, de las cuales 14 fueron consideradas primigenias, dos posiblemente
originales, tres sustituyentes y una sin clasificar.
En la sección C, en 1909, existió una construcción que abarcaba los lotes
21 y 22 al igual que cinco edificaciones, de 1913, ubicadas en la sección F, lotes
8, 12, 13, 15 y 25, en cuyos planos se encuentra el sello de Corti-Coutaret y la
firma de Ceferino Corti.
Guillermo R. Ruótolo nació en Italia en la ciudad de Nápoles el 18 de junio de
1876. Se graduó de arquitecto en la Real Academia de Bellas Artes de su ciudad
natal. En 1897 llegó a Buenos Aires y al año siguiente se estableció en La Plata.
Sobresalió por su amplia formación artística y humanística, destacándose
como arquitecto, pintor, escritor y escenógrafo. En 1895 proyectó y dirigió la
construcción del Teatro Municipal de Barano d‟Ischia. En La Plata tuvo una larga
actuación en el Teatro Argentino como jefe de Escenografía (1910/1940). Durante
más de cuarenta años estuvo relacionado con José Podestá y su compañía
teatral. Administró el teatro Olimpo, hoy Coliseo Podestá.
Trabajó en el Ministerio de Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires
(Departamento de Ingenieros) entre 1902 y 1924. En 1904 proyectó y dirigió la
construcción de la Catedral de Ramallo.
Algunas de sus obras arquitectónicas en la capital bonaerense fueron: el
primer edificio del círculo de Periodistas de La Plata (54 N° 480) en 1911 y la
Sede de la Società Unione Operai Italiani en 1913 (12 entre 56 y 57), ambas
demolidas posteriormente. Se mencionan a modo de ejemplo dos obras que
existen actualmente: la construcción de la calle 12 esquina 58 y el petit-hôtel
(Palacio Gibert) ubicado en diagonal 80 entre 2 y 3.
Falleció en la ciudad de La Plata el 9 de septiembre de 1951. Fue tumulado
en el cementerio local en la sección H lotes 15 y 16. Esta construcción fue
proyectada en 1923, por el mismo Ruótolo, para la familia Torcelli y fue concluida
en 1925.
El Panteón de la Società Unione Operai Italiani ubicado en la sección A que
abarca una manzana de ocho lotes (A79/86), es obra suya. En 1908 esta
sociedad llamó a concurso de proyectos para la ejecución del Panteón. El
proyecto aceptado correspondía a Natalio Logiudice –constructor que entre 1901

137
y 1916 realizó un gran número de bóvedas- nombre utilizado por el arquitecto
Ruótolo como pseudónimo para poder presentarse a este concurso, porque su
empleo en el Departamento de Ingenieros lo inhabilitaba para efectuar obras
particulares, por ello su firma no aparece en este importante proyecto del
cementerio, al igual que en los del Panteón de la Società Unione e Fratellanza”
(Lam X. Fig. 2) que ocupa una manzana de diez lotes en la sección B (B53/63) y
corresponde al año 1911, la obra funeraria de la familia Torcelli, el primer Panteón
de la Asociación de Maestros terminado de construir en 1910 (según datos del
diario El Día del 2/11/1910), que ocupaba dos lotes de la sección B (89 y 93). Esta
construcción actualmente no existe. De este panteón no fueron hallados registros
en el AOPMLP.

Francisco Estévez tuvo actuación como dibujante e inspector de máquinas en el


Departamento de Ingenieros en la época fundacional de la ciudad. Este
organismo le expidió el título de ingeniero en octubre de 1888.
Fue responsable de 11 obras funerarias en las secciones A, C y D entre los
años 1901 y 1906. Al presente, se pueden observar sólo tres edificaciones, una
en la sección A, lote 34 iniciada en 1906 y finalizada al año siguiente, y las otras
en C, lote 85 y en D, lote 24, ambas de 1904.

Isaac Villa Monte arquitecto nacido en Buenos Aires a mediados de la década de


1850. Tuvo una temprana actuación en el DIPBA, primero como sobrestante en
1883 y posteriormente como delineador. Estuvo a cargo de la dirección técnica de
la construcción de la Catedral de La Plata desde el 13 de julio de 1915 hasta el 31
de julio de 1922. Proyectó, entre otras obras, en 1886 el Hospital de Niños y en
1889 el Hospital Italiano inaugurado en febrero de 1903. Asimismo, dirigió y
proyectó la Casa de Maestros (calle 60 entre 11 y 12). Falleció en la ciudad de
Córdoba el 7 de abril de 1923.
En la necrópolis platense, quince planos de bóvedas están avalados por su
firma entre los años 1904 y 1921. De las trece edificaciones funerarias que aún
existen, doce de ellas fueron consideradas primigenias (B21, B23, F59, G6, G38,

138
G50, G54, G55, G77-78 y G90-94. Dos se ubican en la sección I (92 y 95, no
consideradas en este trabajo) y una posiblemente original (D44-1911).
Fue, además, en 1903, designado por la Municipalidad de La Plata asesor
técnico para el embellecimiento del Cementerio.
Debe destacarse la actuación del arquitecto Rómulo Merlo que intervino en
doscientas sesenta y nueve construcciones funerarias. Respaldó con su firma los
planos de casi el 50% de las bóvedas primigenias existentes en la actualidad en
el área más antigua del cementerio. Su desempeño se registra a partir de 1903
hasta 1920, año de su fallecimiento. Uno de sus planos está representado por la
bóveda de la sección G93 del año 1920.
El arquitecto Merlo fue tumulado en la bóveda de la sección A, lote 52
proyectada por él y construida en 1908. En su trayectoria extensa y prolífera, por
la gran cantidad de proyectos que dirigió, utilizó, casi en forma exclusiva, en
reiteradas oportunidades, un amplio repertorio de planos. Las construcciones que
representan estos proyectos y el período en que se concretaron en las secciones
A, B, C, D, F, G e I aparecen detalladas en el cuadro siguiente.

CONSTRUCCIONES
SECCIÓN PERÍODO de
Cantidad existencia Primigenias
actual
A 1907/1918 25 20 9
B 1909/1917 49 35 18
C 1909/1919 11 9 4
D 1903/1919 62 48 33
F 1913/1918 60 46 37
G 1913/1920 46 34 27
I 1918/1920 16 15 12
TOTAL 1903/1920 269 207 140

Es notoria la actividad de Natalio Logiudice que construyó a partir de 1901


y su desempeño se prolongó hasta 1916. A partir de 1904 se destacó la labor de
Felipe Zuliani. Con él se inició la actividad de una familia de constructores
dedicada a la obra cementerial que se extendió por tres generaciones.

139
PROFESIONALES QUE ACTUARON CON POSTERIORIDAD A LA PRIMERA
ETAPA CONSTRUCTIVA
Para las décadas siguientes sobresalió la labor de Orión Berga Brambilla
nacido en Italia en 1872. Graduado de agrimensor en la Universidad Provincial de
La Plata en 1902. En los registros del AOPMLP figura como arquitecto e ingeniero
civil. Falleció en La Plata en 1963 y fue tumulado en el cementerio municipal en la
sección B, lote 50. Avala con su firma 643 construcciones funerarias. Si bien su
actuación comienza a principios del siglo XX su desempeño más destacado fue a
partir de 1928 hasta 1958 principalmente en las secciones J, K, M, O y P.
Contemporáneos a este último arquitecto fueron los constructores Julián Zarate,
Pedro Bellingeri y Guillermo Zuliani quienes trabajaron intensamente en la
necrópolis, aproximadamente durante tres décadas, interviniendo en 1067 obras
funerarias. Bellingeri fallece en 1946, los otros dos constructores continuaron su
labor durante los siguientes diez años. Fallecieron en la década de 1960 y fueron
tumulados en el cementerio platense.
Entre 1897 y 1910 en el sector de Bóvedas y Panteones se edificaron 176
obras funerarias, seis de ellas correspondían a panteones sociales. Hacia fines de
1910 se había edificado el 75% de la sección A, el 88,5% de la C, el 31% de la D,
siendo la de menor ocupación la sección B con el 18% de los lotes construidos.
El cementerio, al concluir la primera década del siglo XX, había dejado de
ser un lugar desolado, pobre y abandonado al ir incrementando de manera notoria
la construcción. Durante los ocho primeros años el sector analizado contaba con
51 construcciones. A partir de 1906 comienza a incrementarse la edificación
funeraria igualando en sólo dos años lo construido en los años precedentes.
En el predio se ha salvaguardado de manera más acentuada el espacio
privado que el público. De las 528 construcciones funerarias que existen
actualmente en el área más antigua del sector de Bóvedas y Panteones casi el
49% de ellas son construcciones primigenias.
La modificación de la planificación original comienza a gestarse a partir de
la segunda mitad de la década de 1920 cuando se construyen la sección K y J
que cuentan con 180 lotes cada una, en lugar de 96 originales, distribuidos en una

140
superficie igual a la de las secciones analizadas, lo que lleva a la eliminación de
las diagonales y sólo se respeta el espacio central.
A fines de la década de 1940 cuando comienza la segunda etapa
constructiva en las secciones más antiguas, se adicionan lotes que modifican el
proyecto original eliminando el rasgo característico de las diagonales. Sólo se
conserva parte de ellas en las secciones A-B-C-D que nos recuerdan que alguna
vez la necrópolis se asemejó a la ciudad que la alberga.
En cuanto a los artífices de la obra funeraria los arquitectos que efectuaron
las construcciones más relevantes tuvieron formación europea. La actividad de
Ruótolo en el cementerio es paradigmática, su relación laboral con el
Departamento de Ingenieros de la provincia de Buenos Aires impedía que su
obra fuera reconocida públicamente. Las fachadas de los panteones de las
sociedades italianas llevan inscripto un pseudónimo, que era el nombre real de un
constructor en actividad en el propio cementerio. Esto pone en evidencia que para
saber quién es el autor de un proyecto no basta con considerar la inscripción en la
fachada, como un sello de autor y en consecuencia fidedigno. Esta situación nos
hace reflexionar acerca de quiénes fueron los verdaderos artífices de la
necrópolis.
Por otra parte, al considerar en primera instancia, la vasta intervención del
arquitecto Merlo quien aparentemente proyectó 269 obras, de las cuales existen
207, nos hizo suponer la existencia de un repertorio de planos de construcciones
funerarias a los cuales los diferentes constructores tenían acceso y cumplían, con
la reglamentación vigente, al hacerlos firmar por un ingeniero civil o un arquitecto.
Sin embargo al hacer un seguimiento cronológico de cada uno de sus proyectos
pudimos observar que éstos manifestaban una pertenencia, al menos, de uso. De
no ser así el mismo proyecto debió aparecer firmado por otros profesionales; esto
no ocurrió hasta después del fallecimiento del arquitecto Merlo. Posteriormente al
año 1920, en contadas ocasiones, vuelven a utilizarse estos planos.
A partir de la década de 1930 comienza a destacarse la actuación de los
constructores, al ir haciéndose repetitivas las construcciones, el protagonismo de
los proyectistas pasó a un segundo plano.

141
La elección aparentemente libre por parte de los usuarios -tanto de la
parafernalia del arte funerario, como de las bóvedas y sus aberturas- frente a un
amplio repertorio determinado por la “industria cultural”, manifiesta una elección
en el marco de lo establecido o; dicho de otra manera, una elección hecha en
libertad simulada porque el espectro de alternativas fueron decididas de ante
mano por el mercado, quien es el que verdaderamente elige.
Es evidente que estos elementos, pertenecientes a la “industria cultural”,
han tenido una matriz concebida por la realización de una pieza única, primigenia,
creada en relación directa con su autor, bajo determinadas circunstancias y
portadora de lo que Benjamin llama el “aura” sólo presente en ella y que en su
“reproductividad” se convirtió (como en la parafernalia funeraria mencionada) en
anónima.

142
AGENTES DE DETERIORO BIOLÓGICO Y CONSERVACIÓN DEL
PATRIMONIO FUNERARIO.
Vilma Graciela Rosato, Patricia Susana Guiamet y Sandra Gómez de Saravia

Todo edificio o monumento al que por algún motivo la sociedad le asigna


un determinado valor o importancia puede formar parte del patrimonio ya sea
local, regional, nacional o mundial, como es el caso de teatros, bibliotecas, casas
históricas, iglesias y templos. Los cementerios y sus monumentos también forman
una parte especial del patrimonio construido.
En la valoración de los monumentos funerarios se deben tomar en cuenta
diversos aspectos: a. El valor afectivo personal, porque conservan la memoria de
los seres queridos, b. El valor histórico, al guardar el recuerdo de las personas
destacadas. c. El valor local, ya que mantienen la memoria de la sociedad y
contribuyen a darle una identidad propia. En el Cementerio de La Plata, el trazado
original reflejaba la organización de la planta urbana de la ciudad. Del mismo
modo, las tumbas con simbología masónica le otorgan un carácter propio, en
especial las tumbas de estilo egipcíaco. El valor artístico, los monumentos
funerarios requieren de la arquitectura, la escultura y, en algunos casos la pintura
para poder concretarse. Hay ejemplos muy famosos como los cementerios de
Milán, el de Pére –Lachaise en París, el cementerio de Colón en Cuba o el de La
Recoleta en Buenos Aires.
El valor cultural, ya que revelan el pensamiento y la actitud de la sociedad y
distintos grupos culturales frente a la muerte. En el caso del Cementerio de La
Plata, se notan las diferencias entre masones y católicos que se reflejan en los
tipos de ornamentación y simbología empleadas. Vale destacar también que el
conocimiento que se tiene de algunas culturas hoy extintas proviene
principalmente de los monumentos y objetos funerarios. Por estos motivos, es
innegable la importancia de la conservación de estos monumentos. Para lograrlo,
es necesario considerar los factores que influyen en el deterioro y establecer las
pautas y procedimientos adecuados a tal fin

Factores de deterioro.

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Cuando se observa deterioro en cualquier obra, es necesario recordar que
este proceso está causado por la interacción del material con el ambiente. Con
respecto al material, hay características tales como porosidad o rugosidad que
influyen notablemente en la susceptibilidad al daño. Otros factores que influyen
son las técnicas de construcción utilizadas. En el ambiente, existen factores
físicos muy importantes, como la iluminación y los agentes de biodeterioro
El biodeterioro es cualquier cambio indeseable en las propiedades de un
material, causado por la actividad vital de los organismos. El término es usado por
muchos autores como sinónimo de biocorrosión, pero este indica procesos
electroquímicos de disolución de metales, sin embargo ambos son iniciados o
acelerados por microorganismos. El biodeterioro afecta a una amplia diversidad
de materiales tales como: madera, piedra, cuero, metales, materiales de refinería
y procesamiento de combustible, pinturas, lubricantes, etc.
El biodeterioro del patrimonio cultural es el daño físico o químico causado
por diferentes organismos sobre objetos, monumentos o edificios que pertenecen
al patrimonio cultural. Los organismos que participan en estos procesos incluyen:
bacterias, cianobacterias, algas, hongos, formando películas mucilaginosas
(biopelículas) adheridas al sustrato al cual no solo degradan sino que lo afectan
estéticamente, también artrópodos, roedores, aves, líquenes, musgos y plantas
vasculares intervienen.
No puede ser considerado como un fenómeno aislado, en efecto siempre
ocurre acompañado de otros procesos físicos, químicos o físico-químicos, con los
cuales está íntimamente relacionado. La importancia de las biopelículas en los
procesos de biodeterioro radica en las modificaciones que se producen en los
valores de pH, concentraciones iónicas y condiciones de oxido reducción en la
interfase entre el sustrato y el medio circundante. Hay que tener en cuenta la
incidencia del deterioro atmosférico sobre los materiales expuestos al medio
ambiente y la influencia de la polución natural y antropogénica que juegan un rol
decisivo en el tipo de biodeterioro.
Existen tres tipos de biodeterioro: i) estético: la simple presencia de los
organismos producen un aspecto desagradable del material; ejemplo suciedad y
pátinas de diferente coloración sobre la superficie de un edificio; ii) químico: por

144
ejemplo los hongos liberan ácidos orgánicos e inorgánicos que pueden
desmineralizar sustratos rocosos iii) físico: por ejemplo penetración de rizoides de
musgos en la piedra provocando agujeros y iv) físico - químico: por ejemplo físico
las plantas vasculares a través del crecimiento de sus raíces y químico por la
acidez de las mismas y diversos exudados.
Es importante a la hora de realizar una evaluación del estado de las áreas
o piezas pertenecientes al patrimonio cultural, hacer una inspección preliminar,
para luego tomar muestras, realizar los estudios biológicos y del sustrato
correspondientes (pétreo o metálico, etc.) y tomar las medidas necesarias para
proceder a una restauración y conservación adecuada. Es también promordial
evaluar la calidad microbiológica del aire y el grado de contaminación ambiental
de la zona en estudio. Factores ambientales tales como elevadas temperaturas y
la humedad relativa juegan un rol decisivo en el tipo de biodeterioro.
Los procesos de biodeterioro de materiales estructurales pueden ser de
dos tipos: a) procesos biogeoquímicos y b) procesos biogeofísicos según las
características del daño producido al material estructural. Dentro de los primeros
la producción metabólica de ácidos orgánicos e inorgánicos conduce a una
biolixiviación de los elementos constitutivos del sustrato. La producción de
metabolitos ácidos es probablemente el más estudiado mecanismo de
biodeterioro microbiológico de la roca. Dentro de los procesos biogeofísicos, se
incluyen los cambios materiales y estructurales de la superficie de la roca que
transcurre a través de la formación de diversos tipos de pátinas. Estos procesos
sinergizan con los procesos de daño puramente físico debidos a los ciclos de
formación de escarcha y deshielo y a la presión de cristalización de sales
inorgánicas depositadas en la superficie.

Factores que propician el biodeterioro


Humedad
Temperatura
Nutrientes
pH
Oxígeno
Luz

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Vías de entrada de los organismos
Contaminación antropogénica
Contaminación ambiental
Falta de higiene
Incorrecta manipulación del mueble o inmueble
Problemas en el inmueble como
grietas en techos y paredes.
Ranuras entre paredes y pisos.
Objetos contaminados junto a sanos

Pasos necesarios para el estudio del biodeterioro


Caracterizar e identificar la plaga en cuestión
(tipos de micro y macroorganismos presentes).
Identificar las características del daño.
Seleccionar el método de control más eficiente.
Evaluar y llevar un seguimiento del estado
de conservación de la obra.

Alteraciones más frecuentes por acción del biodeterioro


Los organismos de mayor incidencia en el biodeterioro de las colecciones y
monumentos son microorganismos, insectos, roedores, aves, murciélagos, algas,
líquenes, plantas vasculares.
Las alteraciones más frecuentes por acción del biodeterioro pueden
deberse a: i) manchas por el crecimiento de hongos en superficies de frescos; ii)
decoloraciones por precipitación del sulfuro férrico por bacterias reductoras del
azufre en metales; iii) lesiones por roedores; iv) eflorescencias por proliferación de
bacterias en frescos de criptas; v) opacidad de vidrios ocasionado par la actividad
de productos metabólicos de hongos; vi) pudrición de la madera por hongos
descomponedores; vii) agujeros provocados por la penetración de rizoides de
musgos en el sustrato; viii) acción mecánica a través del crecimiento de raíces de
plantas vasculares; ix) acción química por acidez de las raíces de plantas
vasculares y diversos exudados; X) secreción de ácidos por parte de los líquenes.
Aspecto superficial del sustrato

146
Una de las formas posibles de identificar el biodeterioro es mediante la
inspección ocular (macroscópica) de la zona afectada.
Las modificaciones de la superficie del sustrato (metálico, rocoso, madera,
etc.) podrían deberse a diferentes microorganismos: Depósitos blandos y
mucilaginosos. Ampollas que frecuentemente contienen células vivas. Hoyuelos
que pueden formarse sobre la superficie del material afectado por actividad
metabólica de microorganismos.
Es importante observar el aspecto de las biopelículas adheridas sobre los
sustratos ya que pueden orientar cuáles son los organismos participantes, por
ejemplo: Fibroso, manchas, decoloraciones: hongos filamentosos, hifas y esporas.
Negro: bacterias sulfato reductoras (BRS), etc. Pátinas: algas Orificios, túneles,
manchas, desgastes de superficies, restos de alas: insectos. Materiales
carcomidos, gránulos fecales puntiagudos, olor a orina: roedores. Excretas y
orina: murciélagos. Estos datos deben ser confirmados a posteriori por los análisis
microbiológicos/biológicos adecuados.
Aspectos microbiológicos
Se deben evaluar los microorganismos que se encuentran adheridos a la
superficie formando las biopelículas y efectuar paralelamente un control
microbiológico del aire. La búsqueda debe orientarse hacia una evaluación de
microorganismos generales y/o específicos. Se pueden utilizar técnicas de
detección y conteo de microorganismos que permitan contar células totales,
células vivas y células activas.
Toma de muestras
Los muestreos deben realizarse en forma aséptica utilizando técnicas no
destructivas. Se llevan a cabo con el auxilio de una lupa de mano, un bisturí y una
espátula. Cuando no se va a proceder a un cultivo posterior de los
microorganismos, cada muestra se coloca en frascos estériles con formol al 4 %
en agua destilada y se transportan al laboratorio. En el caso de estudios
microbiológicos (bacterias y hongos) se utilizan recipientes estériles. Para
determinar bacterias y hongos las muestras deben ser trasladadas al laboratorio
lo más rápidamente posible y antes de las 24 hs de ser tomadas se cultivan en
medios adecuados.

147
La revisión del muestreo comprende la descripción morfológica y dibujos
de cada especie encontrada, utilizando microscopio óptico. Se consultan claves
sistemáticas y bibliografía especializada, completando el estudio con
observaciones en el microscopio electrónico de barrido (MEB).
Para caracterizar los productos derivados del deterioro del material
estructural se utilizan el análisis de superficie por dispersión de rayos x (EDAX) y
microsonda electrónica.

Prevención del biodeterioro


Los métodos empleados para prevenir el biodeterioro de materiales
estructurales deben considerar la inhibición del crecimiento o de la actividad
metabólica de los microorganismos y la modificación de las características del
ambiente donde se desarrolla el proceso de deterioro.
Limpieza: es indispensable realizar una inspección previa, con el fin de
determinar el tipo de material (mármol, piedra, bronce, etc.) y el grado de
deterioro (tipo de suciedad, presencia de grietas y hendiduras, rugosidad
superficial, etc.). Los procedimientos tienden a eliminar del sustrato todas los
elementos adheridos, debiéndose respetar el aspecto original. La limpieza es una
tarea delicada porque es irreversible, siendo de gran importancia el estado de la
superficie y la forma operativa para aplicar los conocimientos y recursos
disponibles. La selección del método de limpieza depende de la naturaleza del
sustrato y de los factores relacionados con el tipo de impureza presente. Existen
distintos tipos de limpieza:
a) Mecánica: comprende cualquier método capaz de remover el material
depositado sobre la superficie. Incluye cepillado, esferas limpiantes, etc. y se
aplica para remover incrustaciones, pátinas y las bacterias asociadas a diferentes
materiales. Esta debe ser acompañada de enjuagues con agua más un agente
biocida para eliminar de las superficies los microorganismos responsables del
biodeterioro.
b) Química: se aplica generalmente luego de la limpieza mecánica. Los
productos usados incluyen ácidos minerales, orgánicos y biocidas oxidantes y no
oxidantes. En la selección del producto debe tenerse en cuenta la naturaleza del

148
material y su estado de conservación; la extensión y densidad del crecimiento
biológico y la disponibilidad y costo del químico. Estos pueden ser empleados por
aspersión, brocha, inyección, inmersión, etc.
También se emplean técnicas de limpieza con vapor de agua, agua
caliente y detergentes; acción de llama o flameado; empleo de disolventes;
chorreado con materiales abrasivos, aunque están totalmente desaconsejadas
por su agresividad. Otro método es la limpieza con láser, muy precisa y
localizada, pero costosa por el equipo, no es eficiente en grandes superficies por
el área cubierta, por eso se emplea sólo para pequeños detalles y relieves.
Agentes de deterioro biológico en el Cementerio de La Plata
a) Algas: Los microorganismos, como algas y líquenes, forman pátinas
verdes (“verdín”), como las observadas en la bóveda Coutaret,un obelisco
(Lam,XXVI. Fig. 1). Las algas se ubican en la superficie de materiales porosos y
penetran en las microfracturas (Lorenzo y Tabassi, 1994.). Aunque el deterioro es
superficial, el contraste de coloración con el material afecta la estética de los
monumentos y su futuro edilicio.
b) Bacterias y cianobacterias: Estos organismos ejercen una acción
química sobre los monumentos, alterando las superficies. También afectan la
estética, porque las colonias que forman tienen colores distintos a los de los
sustratos que ocupan. Las cianobacterias, en particular, se notan como colonias
oscuras. En el caso del cementerio de La Plata, se notó un crecimiento incipiente
de cianobacterias en el mármol blanco de Carrara del hipogeo de Isnardi (Lam.
XXVI. Fig 2) En muestras tomadas en monumentos seleccionados se hallaron
diversos géneros de bacterias, en especial Bacillus y Pseudomonas. También se
detectaron en las biopelículas bacterias productorsa de ácidos, y bacterias
reductoras de sulfitos y sulfatos. Además se aislaron levaduras de los géneros
Rhodotorula y Candida y mohos de los géneros Aspergillus, Penicillus y Fusarium.
Es importante destacar que estos microorganismos se aislaron también del aire,
de modo que no son propios o característicos de los materiales estudiados
(mármoles y revestimientos de cemento símil-piedra) (Rosato, Gómez de Saravia,
García, Moreno y Guiamet 2008).

149
c) Líquenes: Los líquenes, simbiosis de un hongo y un alga, son
considerados por algunos autores como posible protección para las superficies,
resguardándolas de la contaminación.
Sin embargo otros señalan que son dañosos, ya que penetran los poros
superficiales mediante las hifas (filamentos del hongo), y causan daños y
alteraciones del sustrato por la acción de los ácidos que producen, especialmente
el ácido oxálico.
Se observa que la diversidad de líquenes es mayor en los cementerios, ya
que estos lugares proveen un ambiente adecuado a su desarrollo por las distintas
condiciones de luz, sombra, humedad, presencia de árboles y diversidad de
sustratos. Este fenómeno se ha observado en Inglaterra, donde la BLS (British
Lichenological Society- Sociedad Liquenológica Británica) impulsa el muestreo y
registro de los líquenes en los cementerios parroquiales a través del proyecto
"Churchyard Lichens".
Se encontraron 10 especies cuya lista se detalla en la Tabla 1, indicando
los monumentos inspeccionados y el sustrato sobre el cual crecían los líquenes.
Entre éstas, la única que se ha verificado que no crece en el resto de la
ciudad es Xanthoparmelia farinosa (Lam. XXVI. Fig 3) Resulta notable la
presencia de Caloplaca erythrantha sobre roca cuarcita, ya que se trata de una
especie que habitualmente crece sobre la corteza o leño de los árboles.
Hay presencia mayoritaria de Caloplaca austrocitrina ((Lam. XXVII. Fig 1))
Esta especie puede colonizar distintos sustratos, siendo capaz de penetrar hasta
1-1,5 mm, produciendo perforaciones en los sustratos colonizados.
En todos los casos, se trata de un ataque superficial, pero aún así, afectan
la regularidad y el pulido de las superficies, ocasionando pérdida de detalle en las
ornamentaciones.
d) Plantas y musgos: en algunos mausoleos se nota la presencia de
musgos, cuyos rizoides penetran el material y a la vez permiten la acumulación de
tierra que facilita el desarrollo de otras plantas. Además se nota la presencia de
helechos y otras plantas que incluso llegan a ser árboles de porte considerable y
causan daño por el crecimiento de sus raíces, que agrandan las grietas y fisuras
de los muros, comprometiendo la integridad de la estructura (Lam. XXVII. Fig. 2).

150
Sitio Material Especies
Bóveda Coutaret (Foto 1) Mortero de cemento Bacidia sp.? Caloplaca austrocitrina
(escasa) Algas verdes

Hipogeo Isnardi Mármol blanco de Carrara Acarospora sp? Caloplaca austrocitrina


(muy escasa) Colonias negras
(cianobacterias?)
Tumba Ameghino (Foto 2) Granito Caloplaca austrocitrina (En la cara sur)

Tumba Ameghino (muro Revestimiento de cuarcita Caloplaca aff. Erythrantha, Candelaria


perimetral) concolor (escasa), Lecanora albescens
Bóveda Granito Xanthoparmelia farinosa, Caloplaca
austrocitrina. Lecanora dispersa, Xanthoria
candelaria
Bóveda Mármol (grietas) C. citrina
Tumba judía 1 (foto 3) Granito negro (área rugosa Caloplaca holocarpa
rodeando la inscripción
Tumba judía 2 (Foto 4) Granito negro Xanthoparmelia farinosa
Tumbas inaugurales (Foto Mortero de cemento y cal Caloplaca austrocitrina, Musgos
5)
Tabla 1- Líquenes hallados en cada uno de los monumentos relevados. (2002-2004).
A este daño mecánico hay que agregar además que entran en juego
mecanismos de intercambio entre los iones H+ de las raíces y los cationes de los
minerales componentes de la roca. Entre los monumentos afectados la bóveda
Coutaret, tiene una situación comprometida, puesto que la colonización por parte
de plantas vasculares es la más riesgosa y dañina para los monumentos,
causando destrucción real.
e) Animales: Aves: las aves son agentes muy importantes de biodeterioro,
ya que sus excrementos, además del aspecto antiestético, generan ácidos y
corroen las superficies y por otra parte son un posible medio de cultivo para
microorganismos heterótrofos dañinos para los monumentos debido a su
contenido de nitrógeno. También causan un efecto físico por acción del pisoteo y
picoteo. Esto se observa notablemente en la entrada y la bóveda de Berisso,
fundador de la ciudad homónima (Lam. XXVII. Fig. 2). Aunque no son los métodos
más eficaces, se utilizan alambres y redes anti paloma para evitar que se posen.

151
También hay sistemas electrónicos que emiten ondas de baja frecuencia al
acercarse las aves, de manera que las espanta y las lleva a alejarse, pero tiene
un costo elevado.

f) Vandalismo: existen daños causados por personas, tales como robo de


placas de bronce o mármol, rotura de vidrios, etc. Es urgente lograr mejor
educación y mayor conciencia y respeto en la comunidad.
Factores de planificación urbana del cementerio que afectan a la
preservación de monumentos:
Para 1915 en el área principal del cementerio se encuentran construidas
393 bóvedas (Dubarbier y Shimko 2006), respetando el plano de Benoit, que
consistía en un módulo cuadrado cruzado por diagonales. Los lotes de bóvedas
en este plano estaban clasificados en tres clases. Las de primera categoría,
ubicadas en las esquinas y frente a espacios reservados, recibían el sol; las de
segunda, contiguas a las primeras y que se enfrentan relativamente a otras
bóvedas reciben menos sol mientras las de tercera categoría tienen sol nada más
que al medio día. Desde el punto de vista de la iluminación y aireamiento, este
plano de Benoit muestra una planificación pensada en la necesidad de generar
ambientes donde no se acumule la humedad.
Durante el período comprendido entre 1910-1930 se produce la
densificación del área de bóvedas, los lotes reservados y plazoletas existentes en
los laterales no fueron respetados, a lo que se agregó el loteo del espacio de las
antiguas diagonales, que desvirtuó la vieja categorización de las parcelas de
bóvedas, notándose la falta del arbolado. Este proceso quitó luz de sol a las
manzanas antiguas, aumentando la humedad factor que agudizó la acción de
microorganismos.

Recomendaciones

La correcta conservación de los monumentos funerarios requiere una serie


de pautas, normas, y orden adecuado.

152
PASOS A CUMPLIR (Cornu 2005):
a) - Definir esculturas y monumentos protegidos.
b)- Elaborar plan de conservación preventiva, incluido senderos y vegetación.
c)- Establecer el proceso de mantenimiento de las tumbas.
d) Indicar la autoridad que elaborara y autorizara las normas de tratamiento.
e) Definir las responsabilidades económicas.
f) Resguardo de la documentación sobre construcción de tumbas y
detalles de monumentos y esculturas.

Trabajo del restaurador, normas obligatorias


Documentación de la construcción
y el anclaje de la estructura principal
Establecer causas de deterioro e impacto en tumbas
o monumentos que deben ser tratados.
Documentar el estado de conservación.
Técnicas de limpieza efectivas sin involucrar ácidos
o bases muy fuertes.
Encolado de partes sueltas, relleno de fisuras y
consolidación de partes débiles o con desprendimiento.
Demás tareas necesarias para la puesta en valor.
Establecer un plan de mantenimiento.

153
Parte III
Higienismo y Causas de Muerte

“…El estado de salubridad de un país


es uno de los índices más seguros del
grado de civilización que ha alcanzado..”
Araoz Alfaro

154
CEMENTERIO DE TOLOSA. DEMOGRAFIA y CAUSAS DE MUERTE

Olga Beatriz Flores

Luego de la segunda fundación de Buenos Aires, de regreso Juan de


Garay con su gente, realiza entre sus compañeros un reparto de tierras divididas
en chacras y suerte de estancias. Las estancias que distribuyó en nuestra zona
eran veintisiete, y tenían una superficie de media legua de frente al río y una y
media legua de fondo. Tres de estas ocupaban lo que es hoy la ciudad de La
Plata y sus alrededores, a Víctor Casco de Mendoza le correspondieron una
superficie que hoy ocupa nuestra localidad. Luego en 1629 Antonio Gutiérrez
Barragán compra las tierras que abarcaban siete leguas de frente. En un remate
realizado en 1747 Francisco López Osornio, compra una parte de la estancia De
Barragán perteneciente a Pablo De Barragán. En 1854 una parte de esta estancia
es comprada por José Jerónimo Iraola a Francisca N. de López Osornio, en ese
entonces su propietaria, al fallecer Iraola, estas tierras son heredadas por su hijo
Martín José y su hija María Antonia. Son múltiples los motivos que se pueden
adjudicar a la resolución de Martín J. Iraola, de disponer una fracción de su
estancia en las Lomas de la Ensenada, para fundar el pueblo de Tolosa. Lo cierto
es que por más que las causas no están comprobadas puede ser válido que se
sume a su capacidad emprendedora, el crecimiento poblacional y económico de
Ensenada, que las Lomas era paraje y lugar de tránsito de diligencias, chasques y
arreos que se dirigían hacia o desde Buenos Aires a Ensenada y Magdalena. En
la época que Iraola toma esta resolución, también pudo influir la fiebre amarilla
que azotaba a Buenos Aires, haciendo que muchas familias se muden de allí; por
este motivo el Gobierno dispuso que los saladeros debían trasladarse de la zona,
lo que motivó que Antonio Cambaceres se instale en Ensenada y Juan Berisso en
la localidad que lleva su nombre. Todo esto formaba parte de un panorama muy
prometedor, para un paraje que podía ampliar su capacidad de hospedaje y
crecimiento, con el aval además de poseer tierras muy productivas y agua
potable. El 10 de octubre de 1871, presenta ante el Superior Gobierno de la
Provincia, el expediente en el que solicita autorización para la fundación del

155
pueblo. En este expresaba que además de la conveniencia personal lo animaba
fomentar la población y riqueza del lugar, disponía para ello un área de 1200
varas de frente por 1000 varas de fondo, dispuesta frente el camino de conchilla
que conduce al puerto, y estará compuesta por 64 manzanas de las cuales dos se
reservan para plaza, iglesia y edificios públicos (exp. C13 A3 12-100 Archivo
Histórico de la Provincia de Buenos Aires). Se aprueba la traza del pueblo con
fecha 20 de diciembre de 1871. Firma la resolución Dr. Emilio Castro Gobernador
y Antonio Malaver Ministro de Gobierno. (Juillerat y García 2006)
El proyecto de la instalación del cementerio comienza el 16 de abril de
1872, cuando el Juez de Paz de Ensenada envía al Ministerio de Gobierno, en
manos del Sr. Guillermo Walker, el plano y presupuesto del nuevo cementerio.
El 27 de abril de ese mismo año se aprueba el plano para la construcción.
El 13 de febrero de 1873 el presidente de la Municipalidad, Don Tomás García
dice “la Municipalidad que preside ha aprobado la propuesta Nº 1….”. En
noviembre se inician las obras que deberían concluir en 6 meses. La ubicación
era entre las calles 523, 525, 118 y 120 (actuales, hoy hay un barrio), una parte
era para protestantes y la otra para católicos con una entrada principal sobre la
calle 118, “la calle de la amargura”. (Figura 1)

Figura1: Plano de 1884: división cementerio católico y protestante (arriba) Plano de


1933: se marca el antiguo cementerio (abajo).

156
La construcción primaria fue de dos piezas de 180 varas cuadradas, un
cerco perimetral de 2200 varas, un portón de rejas principal, portón de rejas del
cementerio protestante, veredas y osario.
La fundación de la ciudad de La Plata se enmarca en un momento histórico
nacional particular, el de consolidación y centralización del estado nacional.
Terminado un largo periodo de pujas internas entre Buenos Aires y las provincias
del interior. La República Argentina queda consolidada como un estado federal
donde Buenos Aires pasó a ser la capital del país y al mismo tiempo capital de la
provincia más poderosa.
Tal situación no era acorde con el concepto federal enarbolado por la
constitución. Este problema se solucionó con la federalización de la ciudad de
Buenos Aires transformándose así en Capital Federal, tal como la conocemos hoy
en día. Se necesitaba entonces separar funciones y que otra ciudad fuera capital
de la provincia de Buenos Aires, dotando a la provincia de una ciudad que
compensara y redimiera la pérdida de Buenos Aires. Con este propósito se pensó
en diversos lugares de dicha provincia. Esta ciudad sería muestra de la capacidad
del progreso y desarrollo de esta joven nación. Finalmente la decisión tomada fue
la de construir tal ciudad en la zona de Lomas de Ensenada, el nombre elegido
para tal ciudad fue La Plata. Esta se construyó de manera planificada, la cual fue
declarada capital de la provincia de Buenos Aires en 1882. (Catullo 1997). Para
dicho proyecto fue necesario movilizar gran cantidad de recursos que además de
los financieros incluyeron mano de obra, materiales y maquinarias. Esta ciudad
fue la primera obra a gran escala del Estado Argentino. Es por esto que
consideramos operativo el concepto de Proyecto a Gran Escala (P.G.E.) del
antropólogo brasileño Lins Ribeiro (1985, 1987), el cual define al P.G.E. con tres
características básicas fundamentales:
1. Gigantismo.
2. Aislamiento
3. Temporalidad.
Nos interesa particularmente el segundo de estos conceptos. El concepto
de aislamiento tomado como aislamiento relativo consiste en que los PGE se

157
llevan a cabo en zonas relativamente alejadas de los centros urbanos, que son
poco habitados o con poblaciones pequeñas que por sí mismas no pueden
soportar las exigencias de esta gran obra a realizarse. Es por esto que los que
dirigen un P.G.E deben asegurar que a la zona lleguen materias primas,
maquinarias y mano de obra que en dicha zona no se hallan en suficiente
cantidad.
A la nueva ciudad en construcción se organizó en flujo de mano de obra
constituida en su gran mayoría por extranjeros (sobre todo italianos) y hombres
los cuales fueron mayormente empleados como peones y jornaleros (Catullo
1997). Esto es realizado por el empresario Vicente Caetani, el cual se traslada a
Europa a fin de contratar alrededor de 1000 obreros según las demandas de la
obra; dicho contrato estipula que los trabajadores serán obligados a trabajar en
labores de peón, el gobierno les pagará el pasaje el cual será descontado de su
salario (Catullo 1997).
Según el censo realizado en 1884 muestra una población de 10.407
habitantes de los cuales 21.9% son argentinos y un 78.1 % extranjeros. Este flujo
de mano de obra provoca un desequilibrio demográfico debido a que la mayor
parte de los individuos movilizados fueron hombres sin familia para garantizar un
mayor rendimiento en las tareas dada la inexistencia de relaciones familiares.
Esto se corrobora en los datos del Cementerio de Tolosa el cual funcionó como tal
hasta el año 1886 ya que al año siguiente se crea el Cementerio de La Plata.
Se analizaron las actas de defunción del Cementerio de Tolosa
(1886/1887) que se hallaron en el Archivo del Cementerio Municipal de La Plata
(Flores,2005) con la finalidad de indagar de qué forma ese registro refleja las
características sociales de la población. Tomando como eje central la ocupación,
siendo el mismo el factor más importante en las relaciones sociales.
El material utilizado para este trabajo proviene de los registros de defunción
del Cementerio de Tolosa, correspondientes a 1886. Partimos de la base de que
los registros de dicho Cementerio pueden ser utilizados como indicador
sociodemográfico de la época.
Estos registros contienen los siguientes datos:
1. Nombre del fallecido.

158
2. Fecha de fallecimiento.
3. Edad de muerte.
4. Sexo.
5. Estado civil.
6. Nacionalidad.
7. Ocupación.
8. Domicilio.
9. Médico que suscribió la defunción.
10. Causa de muerte.
11. Observaciones.
El total de individuos que figuran es de 644, de los cuales 394 son de sexo
masculino y 238 femeninos; incluyendo 382 individuos entre 0 y 9 años.
Tomamos las siguientes variables: edad de muerte, sexo, nacionalidad y
ocupación.
La variable ocupación es tomada como el eje central, ya que la misma nos
permite analizar la situación social y política dada en la ciudad de La Plata. Donde
el grueso de la fuerza de trabajo no procede de la ciudad sino que es producto de
la inmigración. Dado que una importante proporción de mano de obra se
constituye por inmigrantes varones sin familia, podemos considerar que en este
contexto el factor social más importante es la ocupación ya que esta es la
principal vinculación de los individuos con el resto de la sociedad.
Definimos ocupación en sentido amplio para significar la descripción de
cada individuo en el registro de defunción. Preferimos este término amplio en
lugar de profesión u oficio los cuales son más específicos y de una definición más
compleja.
La población comprende todos los individuos que fueron sepultados en
dicho cementerio. (N = 636), con un rango de edad entre 0 y 97 años. Con estos
datos se caracterizó cómo se distribuyeron las causas de muerte y su incidencia
sobre los grupos de edad y sexo.
Las causas de muerte se clasificaron en categorías de enfermedades
según la nomenclatura de la Décima Revisión de la Clasificación Estadística
Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud (CIE-10).

159
A partir de ésta clasificación se pueden determinar las patologías más frecuentes
que afectan a la población e inferir las condiciones de salud que caracterizan a la
misma (Bejarano, Dipierri, Junqueira, Alfaro 1997) El desarrollo de las
enfermedades humanas depende de la interacción de diversos factores
biológicos, propios del hombre, del medio ambiente y de la naturaleza de la
sociedad en que viven (Allison 1993).
Los datos fueron agrupados por sexo y en grupos etarios con intervalos de
10 años (Ubelaker 1978). Se determinó el porcentaje de defunciones, el
porcentaje de cada una de las enfermedades y de las enfermedades más
frecuentes en cada categoría.
De la Clasificación Internacional de Enfermedades la cual en su edición
original presenta XXI categorías de enfermedades, en este trabajo solo fueron
utilizadas XVIII.
Las siguientes tablas y cálculos se realizaron, en primera instancia, con el
fin de obtener un panorama de la distribución de frecuencias de las variables a
tener en cuenta, fundamentalmente la edad, el sexo y las causas de muerte.

160
En la Tabla 1 se presentan los porcentajes de defunciones por sexo y
edad, registrándose diferencias estadísticamente significativas entre ambos
sexos.

En la Tabla 2 se observan las principales causas de muerte por sexo y la


frecuencia de las enfermedades. El mayor número de casos se ubican dentro del
rango 0-9 años.

Las enfermedades del aparato digestivo, las respiratorias, las infecciosas y


parasitarias y del sistema nervioso son la principal causa de muerte con mayor
prevalencia en el grupo de 0-9 años; en ambos sexos se observa que el grupo
más vulnerable es el infantil (Flores et al., 2006).
En el Gráfico 1 observamos las principales causas de muerte por categoría
de enfermedad donde las del sistema digestivo (ESD) son las de mayor
porcentaje.

Gráfico 1 Principales causas de muerte por categoría de enfermedad

Referencias
ESD: Enfermedades del Sistema Digestivo.
ESR: Enfermedades del Sistema Respiratorio.
ESN: Enfermedades del Sistema Nervioso.
EIP: Enfermedades Infecciosas y Parasitarias.

161
Las afecciones del aparato digestivo son más frecuentes en el sexo
masculino y en los subadultos, causando 91 defunciones (fiebre tifoidea, enteritis,
gastroenteritis y enterocolitis).
También se hace notar lo elevado del número de víctimas provocadas por
la neumonía (36 casos); la bronquitis (31 casos); siendo más frecuentes en el
grupo de 0-9 años. Todas estas afecciones dependen principalmente de las
condiciones climáticas y el medio ambiente sujeto a cambios frecuentes, que
influyen especialmente sobre los órganos de las vías respiratorias.
Entre las enfermedades del grupo de las infecciosas y parasitarias se
encuentra la tuberculosis, cuyo efecto creciente se hizo sentir por todas partes. En
este periodo ha causado 54 defunciones, con un número elevado en individuos
mayores de 10 años (46 casos).
La meningitis, como enfermedad encuadrada dentro del Sistema Nervioso
se distribuyó con 39 casos, de los cuales 24 corresponden al grupo 0-9 años.
De los individuos que aparecen en nuestro registro observamos que un
63.3% son extranjeros, entre los cuales una proporción significativa son italianos
44,8%.
El total de nuestra muestra incluye 136 individuos con ocupación, 128 son
hombres y 8 mujeres, este último dato es muy significativo, podría explicarse por
las diferencias laborales de género existentes en esa época.
Al analizar estos datos se observa un gran porcentaje de inmigrantes
europeos entre los cuales los italianos son mayoría.

Ocupación y nacionalidad
Entendemos como jornalero a todo trabajador que recibe su paga por jornal
diario de trabajo, no especificando el tipo de trabajo. Pero se puede decir que es
una ocupación que no implica un alto grado de instrucción.
Esto se corrobora con la mención de Catullo y col. de cómo se contrataron
estos trabajadores: “el contrato estipula que los trabajadores serán obligados a
trabajar en labores de peón; se les obligará a servir no menos de 6 meses al año;
por su parte el gobierno adelantará el costo del pasaje (que será descontado de
su salario); se establecerá un jornal no mayor de 6 francos y el pago del

162
alojamiento por un mes, y a aquellos trabajadores que vengan con sus esposas
se les pagará la mitad del pasaje de las mismas”. (Catullo 1997). Queda así
aclarada la definición de peón y jornalero que aparecen en los registros. Además
esto deja entrever que la intención de las autoridades no era la de asentar familias
completas sino preferentemente trabajadores de sexo masculino.
Italiana Española Francesa Argentina Otros
Jornalero 29 3 1 16 3
Peón 6 0 0 2 0
Fondero 2 0 1 0 0
Changador 1 0 0 0 0
Carrero 2 1 0 4 0
Curtidor 1 0 0 0 0
Canastero 1 0 0 0 0
Comerciante 4 2 0 2 0
Mueblero 0 0 1 0 0
Carnicero 1 0 0 0 0
Empleado 1 1 0 3 0
Albañil 5 1 0 0 1
Hornero 1 0 0 0 0
Ama de casa 1 0 0 0 0
Trabajador 1 0 0 0 0
Agricultor 1 0 0 1 0
Hojalatero 1 0 0 0 0
Fiderero 1 0 0 0 0
Químico 1 0 0 0 0
Mozo 1 0 0 0 0
Peluquero 0 1 0 0 0
Arquitecto 0 1 0 0 0
Planchadora 0 0 1 1 0
Marinero 0 0 0 0 1
Carpintero 0 2 1 0 1
Lustrador 0 0 0 1 0
Resero 0 0 0 1 0
Lavandera 0 0 0 1 0
Rentista 0 0 0 3 0
Sirviente 0 0 0 2 0
Vigilante 0 0 0 1 0
Policía 0 0 0 1 0
Ordenanza 0 0 0 3 0
Cochero 0 0 0 1 0
Cocinero 0 0 0 1 0
Telegrafista 0 0 0 2 0
Mucamo 0 0 0 1 0
Costurero 0 0 0 1 0
Propietario 0 0 0 1 0
Tabla 3: Relación entre la Nacionalidad y la Ocupación.

163
En la Tabla 3 observamos que la mayoría trabajan como jornaleros y cuya
nacionalidad es la italiana.
Dentro de las ocupaciones se encontraron 39 en todo el registro de las
cuales sólo dos implican estudios universitarios, (químico y arquitecto).
Ocho mujeres con ocupación que incluyen ama de casa, planchadora,
lavandera, sirvienta y jornalera. También individuos con trabajo de 8
nacionalidades distintas incluidas la Argentina. Los únicos extranjeros
latinoamericanos son uruguayos.
En el Gráfico 2 se observa la relación existente entre la ocupación y la
nacionalidad. Donde la mayor parte de los extranjeros son de Europa
Mediterránea: Italia, España y Francia, que suman un total de 79.

Gráfico 2. Relación Nacionalidad y Ocupación, de acuerdo al número de casos.

Ocupación y edad de muerte


En la franja etaria 15-70 años encontramos un gran número de jornaleros.
Además hay dos casos de trabajo a muy temprana edad entre 10 y 15 años
(sirviente y costurero).
Los rangos de edad de muerte donde se incluyen más individuos van entre
los 25 y 45 años.
El mayor porcentaje de individuos se encuentra en la franja etaria de 40 a
44.9 (12.4%). El porcentaje menor se advierte en el rango de edad de muerte
entre 70 y 79.9 (1.55%).

164
Ocupación y causa de muerte
En su mayoría los individuos con diferente tipo de ocupación tuvieron como
causa de muerte alguna enfermedad infecciosa o parasitaria dentro de la cual
podemos mencionar a la tuberculosis. Los jornaleros tuvieron como principal
causa de muerte no solo las infecciosas parasitarias sino además las
relacionadas con el sistema digestivo (fiebre tifoidea) y diferentes traumatismos
(distintos tipos de heridas, fracturas, asfixias).
Las características demográficas de Tolosa y La Plata reflejan el contexto
histórico-social de la época. Las diferentes proporciones de nacionalidades darían
cuenta de un flujo de mano de obra planificado con el fin de proveer trabajadores
provenientes de Europa para ser ocupados mayormente como jornaleros. Estos
trabajadores llegaban a la región mayormente sin familia lo que produjo un
desequilibrio demográfico que se observa en la diferencia de proporciones de
hombres y mujeres.
En cuanto a la relación edad de muerte/ocupación se puede decir que
pocos individuos llegaban a franjas etarias superiores a 70 años produciéndose
gran cantidad de muertes a temprana edad.
Con respecto a las causas de muerte/ocupación los jornaleros que
constituían el grueso de la mano de obra tuvieron como principales causas de
muerte enfermedades infecciosas parasitarias. También fueron de importancia las
enfermedades del sistema digestivo y diferentes traumatismos, esto se produce
debido a que las condiciones sanitarias y de trabajo no eran las adecuadas en
esa época.
El mayor porcentaje de defunciones se da en el grupo de edad (0-9 años) y
en el sexo masculino (N: 391; 61.5%) y una reducción muy notable de
defunciones en edad avanzada (N: 1; 0.1%). En este grupo hay un predominio de
las enfermedades del Sistema Digestivo (enteritis, gastroenteritis, enterocolitis) y
Respiratorias (neumonía, bronquitis).En los grupos restantes el mayor porcentaje
corresponde a la tuberculosis.

165
A las enfermedades de mayor incidencia en los subadultos también deben
agregarse 39 casos de fallecimiento en los primeros días de vida por falta de
desarrollo y 44 casos nacidos muertos.
Estos resultados se atribuyen a diferentes factores como son las
condiciones sanitarias deficientes, el nivel socioeconómico bajo, acceso limitado a
recursos nutricionales imperantes en la época y para este grupo social (de Paula
1987).
La fundación de La Plata fue la primera gran obra (P.G.E.) del Estado
Argentino que requirió gran cantidad de trabajadores los cuales fueron
movilizados para tal fin. Los datos obtenidos de los registros del Cementerio de
Tolosa son demostrativos en parte de cómo estos obreros trabajaron y murieron.

166
ESTUDIO DEMOGRÁFICO DEL CEMENTERIO DE LA PLATA
EN LOS PERIODOS 1887/1891 y 1901/1905.
Olga Beatriz Flores, Susana Alicia Salceda y Karina Susana Oldani,

La demografía estudia las poblaciones humanas en su dimensión,


estructura, evolución y caracteres generales considerados, principalmente desde
el punto de vista cuantitativo. Al enfocar la demografía desde este punto de vista
se podrá describir la evolución de las poblaciones, su fluctuación o los hechos
vitales y las migraciones, medir estos fenómenos e inclusive hacer proposiciones
o señalar probabilidades futuras mediante el uso de modelos matemáticos,
altamente especializados, aunque no se podrán explicar las causas de las
fluctuaciones, ni las diferencias en la conducta generativa.
Las reconstrucciones se adscriben a dos categorías principales: 1.- la
estadística demográfica, incluyendo expectativa de vida, probabilidad de muerte,
especificando edad y tasa de mortalidad, y 2.- tamaño y densidad de población,
siendo estos aspectos más difíciles de trabajar.
La confiabilidad de una reconstrucción depende de la precisión en la
estimación de edad, sexo y tamaño de la muestra que representa a una
población, lo que plantea problemas históricos respecto a la forma de tomar las
muestras, hasta 1889 la información provenía de las anotaciones en las
Parroquias. La mortalidad era el elemento demográfico que mejor se registraba.
El establecimiento del Registro Civil de las Personas en todo el territorio provincial
-ordenado por ley el 25 de octubre, promulgada el 5 de noviembre de 1888- entró
en vigencia el 1 de enero de 1889. El Poder Ejecutivo recién lo puso en funciones
el 25 de febrero de 1889 en La Plata, constituyendo el nuevo ámbito donde se
anotaban nacimientos, matrimonios y defunciones.
La sociedad humana está compuesta por los vivos tanto como por los
muertos y los cementerios tienen un lugar significativo dentro de la planificación
urbana (Lam. I.Figura 1).

Confiabilidad del dato

167
La fuente de información para establecer la estructura demográfica de la
ciudad en la etapa fundacional proviene de las Actas de Defunción del Archivo del
Cementerio Municipal de La Plata. La reconstrucción demográfica emplea los
procedimientos desarrollados por demógrafos al estudiar poblaciones modernas a
partir de los datos provenientes de los censos de vida, mientras que los
paleodemógrafos usan censos de muerte. La confiabilidad de una reconstrucción
depende de la exactitud en la estimación de edad y sexo de la muestra y de la
extensión de la muestra representativa de la población.

Estimación de sexo y edad


El primer paso en la reconstrucción demográfica es la asignación de
individuos en categorías de acuerdo a la edad de muerte, usando el método mas
confiable para la estimación de sexo y edad. Por lo general se utilizan periodos de
cinco años porque su amplitud permite abarcar el error probabilísdtico en la
estimación de edad. Todos los individuos en una muestra deben ser asignados a
una categoría de edad y de ser posible diferenciados por sexo, para permitir la
observación de diferencias demográficas entre los sexos. El número y porcentaje
de individuos en cada categoría de edad constituye el dato básico para todas las
reconstrucciones.

Expectativa de vida
El siguiente paso es trazar la curva de mortalidad mediante el
establecimiento del porcentual de individuos en cada categoría de edad para
obtener el perfil demográfico de la población. La curva de supervivencia -la
inversa de la curva de mortalidad- indica que porcentaje de una población teórica
original de 100 personas llegan vivos al final de cada 5 años.

Tabla de vida
Es otra manera de expresar datos demográficos. Es una tabla que resume
la estadística de la población y estima la expectativa de vida, con dos diferencias
importantes:

168
1. la tabla de vida para poblaciones vivientes es usualmente dividida en
intervalos de un año, mientras que las tablas para poblaciones
prehistóricas usan intervalos de 5 años para compensar los errores en
la estimación de la edad.
2. las tablas de vida modernas se construyen usando edades conocidas, a
partir de una muestra validada estadísticamente de una población
grande; mientras que las tablas de vida prehistóricas están basadas
sobre la edad estimada a la muerte de todos los miembros disponibles
de una población.
El número de muertes (Dx) es el número de individuos en la muestra con
edades que caen dentro de los límites de x. El porcentaje de muertes (dx) es Dx
expresada como un porcentaje del número total de individuos. La columna (lx)
presenta los datos descriptos por la curva de supervivencia. El número de
supervivientes de cada intervalo es el porcentaje de población original aún
viviente al comenzar el intervalo. Se calcula por sustracción al porcentaje de
muertes (dx) durante el intervalo precedente desde el porcentaje de
supervivientes (lx) en el mismo intervalo. La probabilidad de muerte (qx) se
calcula dividiendo el porcentaje de muerte (dx) durante un intervalo por el número
de supervivientes que entraron en aquel intervalo (lx). Lx muestra el número total
de años vividos por todos los individuos durante cada intervalo. Se obtiene con la
formula Lx = (lx + lo) / 2. Donde lx es igual al número de supervivientes que
entraron en el intervalo; lo es el número de supervivientes que entraron en el
intervalo siguiente; Tx: indica el número total de años restantes en la vida (curso
de la vida) de todos los individuos que entraron en cada intervalo de edad.
La expectativa de vida (eºx) representa el número de años promedio
individual entrando al intervalo de edad que puede esperar para continuar
viviendo. Según la siguiente fórmula eºx = Tx/lx
Una tabla de vida puede ser usada para comparaciones demográficas. Su
utilidad depende de la exactitud de los datos sobre la cual está basada.

Proporción de mortalidad cruda

169
Es el número promedio de individuos que mueren por 100 por año.
Asumiendo que la proporción de muertes es constante, la proporción de
mortalidad cruda puede ser calculada directamente desde una tabla de vida a
partir de la fórmula: M = 1000 / eº . Donde M: es la proporción de mortalidad cruda
y e: es la expectativa de vida al nacer. La comparación de la proporción de
mortalidad cruda entre diferentes grupos puede revelar diferencias importantes.

Tamaño de la población
La proporción de mortalidad cruda ofrece una base para reconstruir el
tamaño de la población a la cual se aplica. Desde especificar el número de
individuos por 1000 por cuántos murieron cada año, solamente se requiere
conocer el número total de defunciones y el tiempo de uso de un cementerio para
obtener la estimación del tamaño total de población. La fórmula es P = 1000 N /
MT, donde P: es el tamaño de la población; N: es el número de defunciones
representadas por los restos; M: es la proporción de mortalidad cruda y T: es el
número de años que el cementerio fue usado. Los valores de N y M pueden
calcularse de la tabla de vida.
La información extraída del Archivo Municipal del Cementerio de la ciudad
de La Plata, permitió constatar para el periodo 1887/1891 una muestra de 6562
defunciones y para el periodo 1901/1905 una muestra de 6083 individuos
incluyendo todos los tipos de enterratorios (nicho, bóvedas y sepulturas en tierra).
(Tabla 1 y 2). La estimación de edad y sexo se registró a través de las actas de
defunción. Con esta información se determinaron diferentes parámetros
demográficos tales como: tamaño promedio de la población, proporción de sexos,
mortalidad por edades, tabla de vida (Acsadi y Nemeskeri 1970; Ubelaker 1980;
Hassan 1981). Se utilizaron para cada caso planillas elaboradas para volcar los
datos los cuales incluyen: número de orden, fecha y hora de ingreso, profesión,
estado civil, sexo, edad, nacionalidad, ubicación y tipo de sepultura, causa de
muerte, médico que certificó la defunción, etc.
La confiabilidad de una reconstrucción depende de la exactitud de la edad
y el sexo de la muestra y la extensión de la misma la cual es representativa de
una población (Flores, 2002)

170
Año N° de
Año N° de
Individuos
individuos
1901 1540
1887 930
1902 1206
1888 943
1903 1118
1889 1708
1904 1280
1890 1741
1905 1293
1891 1240
Total 6437
Total 6562

Tabla 1 y 2. Distribución de muestra en el periodo 1887/1891 y 1901/1905

MORTALIDAD POR EDADES


Intervalo-
Edad N
0-4.9 3862
5-9.9 413
10-14.9 191
15-19.9 176
20-24.9 265
25-29.9 292
30-34.9 232
35-39.9 225
40-44.9 208
45-49.9 200
50-54.9 141
55-59.9 108
60-64.9 89
65-69.9 49
70-74.9 49
75-79.9 26
80-84.9 14
85-89.9 12
90-94-9 7
95-99.9 2
100-104.9 1
105-109,9 0
6562
Tabla 3: Periodo 1887/1891. Distribución de muertes por edad

171
En las Tablas 3 y 4 observamos que en el periodo 1887/1891, el grupo
etáreo 0-4.9 años hay un gran porcentaje de fallecidos (58.85%); en el grupo 30-
34.9 años (3.56%), y disminuye en forma notable en la última categoría etárea
100-104.9 años (0,01%).
En el segundo periodo en el primer grupo etáreo el porcentaje de fallecidos
de 39.84; el grupo entre 45-49.9 años (5.10%) y el último grupo 0,03%
Las frecuencias absolutas de mortalidad por edades según la clasificación
por categorías de Ubelaker (1978), en las poblaciones estudiadas muestran la
presencia de un número importante de individuos subadultos. Estos resultados se
corresponden totalmente con lo que habría que esperar para una población con
duras condiciones de vida.
Intervalo
Edad N
0-4.9 2424
5-9.9 198
10-14.9 162
15-19.9 210
20-24.9 253
25-29.9 228
30-34.9 248
35-39.9 252
40-44.9 301
45-49.9 310
50-54.9 291
55-59.9 267
60-64.9 227
65-69.9 217
70-74.9 167
75-79.9 139
80-84.9 107
85-89.9 47
90-94-9 23
95-99.9 10
100-104.9 2
105-109,9 0
6083
Tabla 4. Periodo 1901/1905. Distribución de muertes por edad

172
CURVA DE MORTALIDAD
Se graficó el porcentaje de individuos en cada categoría de edad. La curva
muestra el perfil demográfico de la población (Gráfico 1) donde se observa la alta
proporción de muertes en el grupo etario 0-4.9 años, en los dos periodos
estudiados, seguida por una importante reducción.

Curva de mortalidad

4500

4000

3500

3000
N° de individuos

2500
periodo 1887-1891
periodo 1901-1905
2000

1500

1000

500

0
9

10 9

5- 9
9
95 9
15 .9

20 .9

25 .9

30 .9

35 .9

40 .9

45 .9

50 .9

55 .9

60 .9

65 .9

70 .9

75 .9

80 .9

85 .9

90 .9

0- 9
4.

9.

10 4.

9,
4-

10 99.
4

9
0-

5-

10

10
-1

-1

-2

-2

-3

-3

-4

-4

-5

-5

-6

-6

-7

-7

-8

-8

-9

intervalos de edad

Gráfico 1: Curva de mortalidad de los periodos estudiados.

CURVA DE SUPERVIVENCIA
Es la inversa de la curva de mortalidad. Indica que porcentaje de una
población teórica original de 100 individuos llegan vivos al final de cada 5 años. El
Gráfico 2 muestra que en el periodo 1887/1891 el 40% de todos los individuos
nacidos en la muestra estudiada viven después de los 5 años, y el 60% para el
segundo grupo.

173
Curva de supervivencia

120

100

80
N° de supervivientes

periodo 1887-1891
60 periodo 1901-1905

40

20

0
9

10 9

5- 9

9
95 9
15 .9

20 .9

25 .9

30 .9

35 .9

40 .9

45 .9

50 .9

55 .9

60 .9

65 .9

70 .9

75 .9

80 .9

85 .9

90 .9

0- 9
4.

9.

10 04.

9,
4-

10 9.
4

9
0-

5-

10
-1

-1

-2

-2

-3

-3

-4

-4

-5

-5

-6

-6

-7

-7

-8

-8

-9
-9

1
intervalos de edad

Gráfico 2: Curva de supervivencia de los grupos en estudio.

TABLA DE VIDA
Este formato de tabla (Ubelaker 1980) permite apreciar calidad de vida en
la población analizada. Su interpretación correcta requiere tener en cuenta los
movimientos migratorios o el grado de crecimiento. (Johansson y Horowitz 1986)
Las Tablas 5 y 6 muestran como a partir de una población se pudo realizar
la Tabla de Vida. En el intervalo 0-4.9 años los valores encontrados son los más
altos.
Con respecto al número de supervivientes (lx) la frecuencia va
disminuyendo en forma gradual hasta llegar a los 109.9 años. Consideramos que
este descenso se debe a la alta mortalidad que observamos en los primeros años
de vida.
La esperanza de vida (eºx) al nacimiento es de 14.9 para el primer periodo
y va disminuyendo gradualmente hasta llegar a 2.5. Para el segundo periodo la
esperanza de vida es de 27.76 y disminuye hasta llegar a 3.75

174
Intervalo
Edad Dx (N) dx (%) lx qx Lx Tx eº
0-4.9 3862 58,85 100 0,5885 352,87 1490,19 14,9
5-9.9 413 6,29 41,15 0,1528 190,025 1137,32 27,64
10-14.9 191 2,91 34,86 0,083 167,025 947,3 27,17
15-19.9 176 2,68 31,95 0,0839 153,05 780,275 24,42
20-24.9 265 4,04 29,27 0,138 136,25 627,225 21,43
25-29.9 292 4,45 25,23 0,1764 115,025 490,975 19,45
30-34.9 232 3,53 20,78 0,1699 95,075 375,95 18,09
35-39.9 225 3,43 17,25 0,1988 77,675 280,875 16,28
40-44.9 208 3,17 13,82 0,2294 61,175 203,2 14,7
45-49.9 200 3,05 10,65 0,2864 45,625 142,025 13,33
50-54.9 141 2,15 7,6 0,2829 32,625 96,4 12,68
55-59.9 108 1,64 5,45 0,3009 23,15 63,775 11,7
60-64.9 89 1,36 3,81 0,357 15,65 40,625 10,66
65-69.9 49 0,75 2,45 0,3061 10,375 24,975 10,19
70-74.9 49 0,75 1,7 0,4411 6,625 14,6 8,59
75-79.9 26 0,4 0,95 0,421 3,75 7,975 8,39
80-84.9 14 0,21 0,55 0,3818 2,225 4,225 7,68
85-89.9 12 0,18 0,34 0,5294 1,25 2 5,88
90-94-9 7 0,11 0,16 0,6875 0,525 0,75 4,69
95-99.9 2 0,03 0,05 0,6 0,175 0,225 4,5
100-104.9 1 0,01 0,02 0,5 0,05 0,05 2,5
105-109,9 0 0 0 0 0 0
6562

Tabla 5. Tabla de vida del Cementerio de La Plata (1887/1891). Dx: Nº muertes;


dx: porcentaje muertes; lx: nº supervivientes; qx: probabilidad de muertes; Lx: nº total
años vividos; Tx: nº total de años por vivir; eºx: expectativa de vida.

175
Intervalo
Edad Dx (N) dx (%) lx qx Lx Tx eº
0-4.9 2424 39.84 100 0.3984 400.375 2.776.845 27.76
5-9.9 198 3.25 60.15 0.054 292.625 2376.47 39.59
10-14.9 162 2.66 56.9 0.047 277.85 2.083.845 36.62
15-19.9 210 3.45 54.24 0.064 262.85 1.805.995 33.30
20-24.9 253 4.16 50.9 0.0815 243.825 1.543.145 30.32
25-29.9 228 3.75 46.63 0.0804 223.775 1299.32 27.86
30-34.9 248 4.08 42.88 0.0951 204.225 1.075.545 25.08
35-39.9 252 4.14 38.81 0.1067 183.85 871.32 22.45
40-44.9 301 4.95 34.67 0.1428 160.975 687.45 19.57
45-49.9 310 5.10 29.72 0.1716 135.85 526.475 17.71
50-54.9 291 4.78 24.62 0.1941 111.15 390.625 15.87
55-59.9 267 4.39 19.84 0.2212 88.225 279.475 14.09
60-64.9 227 3.73 15.45 0.2414 67.925 191.25 12.38
65-69.9 217 3.57 11.72 0.3046 49.675 123.325 10.52
70-74.9 167 2.74 8.15 0.3362 33.5 73.165 9.98
75-79.9 139 2.28 5.41 0.4214 20.675 39.75 7.35
80-84.9 107 1.76 3.13 0.5623 11.25 19.075 6.10
85-89.9 47 0.77 1.37 0.5620 4.85 7.825 5.71
90-94-9 23 0.38 0.6 0.6333 2.05 2.975 4.96
95-99.9 10 0.16 0.22 0.7273 0.75 0.925 4.20
100-104.9 2 0.03 0.06 0.5 0.225 0.225 3.75
105-109,9 0 0 0.03 0 0 0
6083

Tabla 6. Tabla de vida del Cementerio de La Plata (1901/1905).Dx: Nº muertes; dx:


porcentaje muertes; lx: nº supervivientes; qx: probabilidad de muertes; Lx: nº total años vividos; Tx:
nº total de años por vivir; eºx: expectativa de vida.

Proporción de mortalidad cruda


Aplicando la fórmula en cada uno de los periodos dio como resultado una
mortalidad cruda de 67,11 en el primer periodo y 36,02 para el segundo.
Lo que significa que mueren 67 y 36 individuos respectivamente cada 1000
por año.

176
ESTACIONALIDAD
La distribución estacional de las defunciones y su evolución a lo largo del
tiempo es una variable demográfica que puede proporcionar información sobre el
efecto que ejercen las condiciones ambientales sobre las poblaciones.
Cuando se estudia la distribución de las defunciones totales a lo largo de
los meses del año se puede constatar como las muertes no siguen una
distribución aleatoria a lo largo del periodo estudiado. Al considerar el conjunto de
defunciones para el periodo 1887/1891 se aprecia una distribución mayor de
fallecidos en el verano. Mientras que para el segundo periodo este incremento se
observa en invierno.

Mortaliadad estacional comparando los periodos en estudio

2000

1800

1600

1400

1200
n° de individuos

1° periodo
1000
2° periodo

800

600

400

200

0
verano otoño invierno primavera
estaciones del año

Gráfico 3: Distribución estacional de las defunciones en los periodos estudiados.

Este estudio nos permitió determinar la presencia de 12645 individuos de


los cuales el grupo etáreo 0-4.9 años mostró el porcentaje más elevado de
fallecidos (49.71%) disminuyendo en forma considerable en los grupos de mayor
edad (0.02%).

177
El cálculo de la Tabla de Vida aportó información relevante como por
ejemplo que muy pocos individuos llegaban a la edad adulta o que la esperanza
de vida al nacer en el primer periodo de estudio fue de 14.9 y en el segundo 27.76
Cuando comparamos la mortalidad cruda de ambos periodos queda en
evidencia la diferencia de mortalidad entre ellos, lo cual abre un camino para
realizar otros trabajos de investigación.
Con respecto a la estacionalidad en el primer periodo se observa un mayor
número de defunciones de menores de 5 años en el verano, debido a las
enfermedades relacionadas con “Enfermedades del Sistema Digestivo”
(enterocolitis, disentería, enteritis, gastroenteritis; colitis, gastroenterocolitis, etc.)
En el segundo periodo el mayor número se observa en invierno, esta
diferencia está dada porque aumenta la expectativa de vida y el número mayor de
individuos fallecidos se incrementa entre los 40/60 años, cuyas causas de
defunción son las enfermedades incluidas como “Ciertas enfermedades
infecciosas y parasitarias” (tisis, consunción, tuberculosis,) y “Enfermedades del
Sistema Circulatorio” (endocarditis, insuficiencia mitral, afección al corazón, lesión
valvular, angina pectoris.).
Los análisis de los aspectos demográficos nos ofrecen el mejor reflejo
posible sobre la biodinámica del grupo en estudio resaltando la importancia de
esta serie para el conocimiento de la población.
Las características demográficas de La Plata reflejan el contexto histórico-
social de la época. Las diferentes proporciones de nacionalidades darían cuenta
de un flujo de mano de obra planificado con el fin de proveer trabajadores
provenientes de Europa para ser ocupados mayormente como jornaleros. Estos
trabajadores llegaban a la región mayormente sin familia lo que produjo un
desequilibrio demográfico que se observa en la diferencia de proporciones de
hombres y mujeres.

178
ANALISIS DE LAS CAUSAS DE MUERTE EN LA CIUDAD DE LA PLATA
EN LOS PERIODOS 1887/1891 Y 1901/1905.
Olga Beatriz Flores y María Laura Fuchs

La interpretación de los parámetros indicadores de mortalidad y su


evolución temporal, en función de las características ambientales y culturales
propias de la comunidad que se estudia, puede proporcionar información
sistemática y detallada sobre los rangos de mortalidad alcanzados en las
poblaciones humanas (Brenann 1983).
A su vez, el estudio de la mortalidad por causas constituye un elemento
clave en el análisis demográfico. Permite, no sólo explicar los niveles de
mortalidad alcanzados por una determinada población, sino también conocer la
naturaleza real de los problemas de salud, enfermedad y muerte que la afectan.
La causa de muerte es el eslabón final de la cadena que liga a aquella con las
condiciones socioeconómicas, culturales, ambientales y biológicas que la
determinan; constituyéndose así en un indicador indirecto de estos factores
(Bernabeu Mestre 1993).
El estudio de la mortalidad y de sus causas, es una vía importante para
inferir el estado sanitario de una población. Se pueden determinar las patologías
más frecuentes que la afectan y establecer las condiciones de salud que la
caracterizan (Bejarano et al 1997).
El desarrollo de las enfermedades depende de la interacción entre diversos
factores biológicos, propios del hombre, del medio ambiente y de la naturaleza de
la sociedad en que vive (Allison 1993).
En el presente capítulo se evalúan las causas de muerte producidas en los
periodos 1887/1891 y 1901/1905 a través de la documentación obrante en el
Cementerio Municipal de la ciudad de La Plata, cuya apertura y funcionamiento
fueron reglamentados por decreto del gobierno de la provincia de Buenos Aires el
19 de enero de 1887, suplantando al ya existente en la localidad de Tolosa.

179
ANTECEDENTES E IMPORTANCIA DE LA CLASIFICACIÓN INTERNACIONAL
DE ENFERMEDADES (CIE).

La necesidad de registrar y analizar el comportamiento de las defunciones


según sus causas, ha sido una preocupación constante desde hace muchos
siglos. El conocimiento de su frecuencia, su distribución por región y de las
características socioeconómicas asociadas, permite investigar los factores
causantes de las enfermedades y las muertes y por tanto evaluar la situación de
salud de la población en diversos periodos.
Pero, disponer de esa información se requiere que su producción esté
sistematizada, es decir, organizada y con procedimientos homogéneos aplicados
por todas y cada una de las partes que intervienen en su elaboración. Además,
para lograr que la información sea realmente útil implica calidad, es decir que la
información reúna como atributos necesarios y perdurables en el tiempo el ser
confiable, oportuna, completa y homogénea.
Con estas premisas, un sistema de información basado en enfermedades
requiere de una clasificación específica con claves predefinidas que faciliten su
identificación, almacenamiento, agregados y otros procesos, requerimiento que
cumple la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) cuya importancia y
utilidad ha quedado demostrada a través de más de 100 años de uso por las
organizaciones mundiales de salud.
Desde su primera edición presentada en el año 1893, resultante de los
trabajos de un comité dirigido por Jacques Bertillón, la Clasificación ha sido
revisada, actualizada, y editada por periodos aproximados de 10 años hasta llegar
a la décima revisión, designada como Clasificación Estadística Internacional de
Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud, Décima Revisión (CIE-10)
y que utilizaremos en el desarrollo del trabajo.
La investigación realizada tuvo como fuente, fundamentalmente, las Actas
de Defunción obrantes en el Archivo del Cementerio Municipal de la ciudad de La
Plata (Lam.XXVII.Fig.5)). El registro se llevó a cabo a través de planillas en las
cuales se sistematizó la información para toda la población en estudio.

180
Los datos que se tuvieron en cuenta fueron edad, sexo, nacionalidad,
oficio o profesión, causa de muerte, profesional que certificó la defunción, lugar de
residencia, ubicación del enterratorio.
En este capítulo se analizará, en particular, la variable causa de muerte en
los periodos 1887-1891 y 1901-1905 (Flores,2002: Flores y Oldani, 2008). La
clasificación de la variable “causa de muerte” se realizó según la “Clasificación
Internacional de Enfermedades” (CIE-10), la cual agrupa las enfermedades en
dieciocho categorías a saber:
I.- Síntomas, signos y hallazgos anormales clínicos y de laboratorio,
no clasificados en otra parte (síncope, senectud, hemorragia interna,
convulsiones, ictericia, gangrena, hemorragia pulmonar).
II.- Ciertas enfermedades infecciosas y parasitarias (coqueluche, crup
diftérico, difteria, erisipela, piemia, tétanos, tos convulsa, tisis, consunción,
tuberculosis, escrofulosis, tifus, fiebre, sífilis, tabes),
III.- Enfermedades del Sistema Nervioso (derrame cerebral, hidrocefalia,
reblandecimiento cerebral, encefalitis, meningitis, meningoencefalitis, hemorragia
cerebral, parálisis, congestión cerebral).
IV.- Enfermedades del Sistema Digestivo (enterocolitis, fiebre tifoidea,
disentería, enteritis, gastroenteritis; colitis, cólera, gastroenterocolitis, obstrucción
intestinal, gastritis, hepatitis, cirrosis peritonitis, peritiflitis, apendicitis).
V.- Enfermedades Sistema Respiratorio (edema de glotis, enfisema
pulmonar, laringitis, catarro; bronquitis; neumonía; bronconeumonía, asma).
VI.- Enfermedades del Sistema Circulatorio (endocarditis, insuficiencia
mitral, vicio orgánico, afección al corazón, lesión valvular, persistencia del agujero
de Botal, linfangitis, aneurisma, angina pectoris, aneurisma aórtico, aneurisma
abdominal, apoplejía, ataque cerebral).
VII.- Traumatismos, envenenamientos y algunas otras consecuencias
de causas externas (fractura de cráneo, hemorragia por heridas, lesiones
traumáticas heridas abiertas, quemaduras, envenenamiento)
VIII.- Enfermedades de la piel y del tejido subcutáneo (flemón, pénfigo,
púrpura, eritema)

181
IX.- Embarazo, parto y puerperio (fiebre puerperal, aborto, eclampsia,
hemorragia post-parto, parto)
X.- Enfermedades del Sistema Genitourinario (Mal de Bright (nefritis),
uremia, metroperitonitis, enterometritis, cistitis)
XI.-Tumores (neoplasias) (tumor, cáncer, carcinoma, angioma, epitelioma,
linfoma, sarcoma, leucemia)
XII.- Infecciones virales por lesiones de piel y membranas mucosas
(viruela, aftas, sarampión, varicela, esclerema, rubeola)
XIII.- Enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas (marasmo,
atrepsia, raquitismo, diabetes, escorbuto)
XIV.- Enfermedades del Sistema Osteomuscular y Tejido Conjuntivo
(reumatismo, artritis, Mal de Pott, osteomielitis)
XV.- Trastornos originados en periodo perinatal (muerte fetal, nacidos
muertos, falta de desarrollo, debilidad congénita, hipoxia, asfixia intrauterina)
XVI.- Enfermedades de la sangre y de los órganos hematopoyéticos y
ciertos trastornos que afectan el mecanismo de la inmunidad (anemia, clorosis,
discrasia sanguínea, hematomielia, hematosis)
XVII.- Causas externas de morbilidad y de mortalidad.(carbonizado,
atropellado por un carro, accidentes)
XVIII. Trastornos mentales y del comportamiento. (alcoholismo, delirium
tremens, enajenación mental, locura).
El total de Actas de defunción analizadas para el periodo 1887/1891 fue de
6507 y para 1901-1905 de 6219. En los dos periodos analizados se registraron
12.844 defunciones. Del total corresponden 7.496 (58.36%) a masculinos, 5.230
(40.72%) a femeninos y 118 (0.92%) categorizados como no comparables (NC)
por no encontrarse en las actas datos precisos de pertenencia a grupo. (Tabla 1)
Periodo 1887/1891 1901/1905 Total

Sexo N % N % N %

Femenino 2714 41.7 2516 40.4 5230 41.1


Masculino 3793 58.3 3703 59.5 7496 58.9
NC 118 0.92
Total 6507 50.7* 6219 48.4* 12844

Tabla 1. Distribución de las defunciones por sexo para cada quinquenio.

182
En la Figura 2 se indica la distribución de defunciones por sexo y por año
de la población. Puede observase que en los 10 años estudiados se mantiene la
tendencia de prevalencia del sexo masculino sobre el femenino en valores
absolutos.

1200

1000

800

600 F
M
400

200

0
1887 1888 1889 1890 1891 1901 1902 1903 1904 1905

Figura 2: Distribución de las defunciones por sexo y por año.

Para el primer período (1887-1891), las principales causas de muerte se


asociadas a Enfermedades del Sistema Digestivo (20.1%), siguiendo en orden
decreciente las Infecciosas y Parasitarias (19.7%) y del Periodo Perinatal (13.2%).
Disminuyen las del Sistema Respiratorio, Nervioso y Circulatorio.
Si analizamos el período segundo (1901-1905) se observa que ocurre la
situación inversa, la ocurrencia de enfermedades infecciosas tiene una mayor
incidencia, las Parasitarias y del Sistema Respiratorio están presentes con un
15.9% y 15.4 % respectivamente.
En tercer lugar (13.9 %), se ubican las dolencias del Sistema Digestivo. La
de otras enfermedades ocurren con menores porcentajes, como en el caso de las
que incumben al Sistema Nervioso, las del Sistema Circulatorio y las del Periodo
Perinatal (Tabla 2 y Figura 3).

183
Periodo 1887/1891 1901/1905 Total
Causas N % N % N
I 112 1,70 240 3,80 352
II 1294 19,70 999 15,90 2293
III 549 8,40 813 12,90 1362
IV 1319 20,10 877 13,90 2196
V 789 12,00 968 15,40 1757
VI 315 4,80 666 10,60 981
VII 302 4,60 275 4,40 577
VIII 6 0,09 19 0,30 25
IX 60 0,90 40 0,60 100
X 52 0,80 124 2,00 176
XI 62 0,90 284 4,50 346
XII 306 4,70 48 0,80 354
XIII 336 5,10 119 1,90 455
XIV 12 0,20 9 0,10 21
XV 867 13,20 694 11,00 1561
XVI 48 0,70 33 0,50 81
XVII 5 0,07 4 0,06 9
XVIII 19 0,30 19 0,30 38
NC 101 1,60 59 0,90 160
TOTALES 6554 6290 12844
Tabla 2: Distribución de enfermedades por periodos
Referencias
I.- Síntomas, signos y hallazgos anormales clínicos y de laboratorio no clasificados en otra
parte.
II.- Ciertas enfermedades infecciosas y parasitarias.
III.- Enfermedades del Sistema Nervioso.
IV.- Enfermedades del Sistema Digestivo.
V.- Enfermedades del Sistema Respiratorio.
VI.- Enfermedades del Sistema Circulatorio.
VII.- Traumatismos, envenenamientos y algunas otras consecuencias de causas externas.
VIII.- Enfermedades de la piel y tejido subcutáneo.
IX.- Complicaciones del embarazo y puerperio.
X.- Enfermedades del Sistema Genitourinario.
XI.- Tumores
XII.- Infecciones virales por lesiones en la piel y membranas mucosas.
XIII.- Enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas.
XIV.- Enfermedades del sistema osteomuscular y tejido conjuntivo.
XV.- Ciertas afecciones originadas en el periodo perinatal.
XVI.- Enfermedades de la sangre y órganos hematopoyéticos.
XVII.- Causas externas de morbilidad y mortalidad.
XVIII.- Trastornos mentales y del comportamiento.
NC: No comparables.

184
1400

1200

1000

800 1887/1891
1901/1905
600

400

200

0
ESD ESC ESN ESR C AP C E IY P

Figura 3: Distribución de las principales causas de muerte en los periodos estudiados.

Referencias
ESD: Enfermedades del Sistema Digestivo.
ESC: Enfermedades del Sistema Circulatorio.
ESN: Enfermedades del Sistema Nervioso.
ESR: Enfermedades del Sistema Respiratorio.
CAP: Ciertas afecciones originadas en el Periodo Perinatal.
CEIYP: Ciertas Enfermedades Infecciosas y Parasitarias.

Tales resultados sometidos a pruebas estadísticas indican diferencias


significativas entre las cinco principales causas de muerte en los dos periodos
estudiados, (X2= 167.67; GL= 4; p= 0.005)
El incremento en la frecuencia de la categoría Ciertas enfermedades
infecciosas y parasitarias (II) en el segundo periodo nos llevaron a realizar un
análisis más detallado y desagregado. En la Tabla 3, se observa que la
tuberculosis, en sus distintas variantes, es causa del 16.32% de la mortalidad en
general, distribuida en forma diferencial en el transcurso de ambos períodos.
La difteria, en cambio, enfermedad que tuvo efectos adversos en otras
épocas históricas, va siendo relegada gracias al uso de la toxina diftérica (hecho
asociado al Dr. Roux bacteriólogo quién la preparó por primera en 1894)

185
180
160
140
120
TISIS
100 CONSUNCIÓN
TUBERCULOSIS
80
60
40
20
0
1887 1888 1889 1890 1891 1901 1902 1903 1904 1905

Figura 4. Principales enfermedades infecciosas y parasitarias.

causando en los 10 años estudiados sólo la muerte de 616 personas de ambos


sexos, lo que representa el 4.79 % del total de defunciones. Las cifras mayores
corresponden a los primeros 5 años de estudio con un total de 599 casos, en
tanto que en el periodo siguiente causó sólo 37 defunciones. En la Figura 5 se
muestra la mortalidad causada por la difteria (crup diftérico) en cada periodo
estudiado.

Difteria

300

250

200

150 Años

100

50

0
1887 1888 1889 1890 1891 1901 1902 1903 1904 1905
años

Figura 5. Mortalidad causada por difteria.


Las Enfermedades del Sistema Nervioso (III) tienen una baja incidencia
en ambos períodos, registrándose 180 casos ocurridos entre 1887/1891 y 194
casos entre 1901/1905. Prevalecen el derrame cerebral, la hidrocefalia, el

186
reblandecimiento cerebral y la congestión cerebral. En relación con la edad, la
mortalidad por estas causas es baja en los niños y jóvenes y representa el 2.91%
de la población estudiada.
Dentro de esta categoría se incluyen las enfermedades inflamatorias del
Sistema Nervioso, entre las cuales se destaca la meningitis. Las 592 defunciones
registradas por esta causa se distribuyen como se muestra en la Figura 6.

Meningitis

90
80
70
60
50
Nº de casos
40
30
20
10
0
1887 1888 1889 1890 1891 1901 1902 1903 1904 1905

Figura 6. Distribución por periodos de la meningitis.


Entre las Enfermedades del Sistema Digestivo (IV) (Figura 7) se
encuentran diarrea, enteritis, gastroenteritis, causantes de 1.522 defunciones en
los menores de 2 años en los dos periodos estudiados, representando el 11,85%
de la mortalidad total.

300

250

200

150 Nº de casos

100

50

0
1887 1888 1889 1890 1891 1901 1902 1903 1904 1905

Figura 7. Enfermedades del Sistema Digestivo.

187
Mucho menor es la incidencia de la fiebre tifoidea, la cual ha causado una
mortalidad total en ambos intervalos de 278 personas, representando el 2,16% de
la población en estudio. Los totales absolutos para cada año se detallan en la
Tabla 8.

AÑOS CASOS
1887 43
1888 34
1889 40
1890 37
1891 55
209

1901 15
1902 25
1903 10
1904 8
1905 11
69
Tabla 3. Distribución de la fiebre tifoidea en los años estudiados.
En las Enfermedades del Sistema Respiratorio (V) prevalecen las
afecciones que dependen principalmente de las condiciones climáticas y el medio
ambiente influyendo sobre los órganos respiratorios. En la Figura 8 se muestran
las principales causas de mortalidad en los años estudiados.

200
180
160
140 BRONQUITIS
120 NEUMONÍA
100 BRONCONEUMONÍA

80
60
40
20
0
87

88

89

90

91

01

02

03

04

05
18

18

18

18

18

19

19

19

19

19

Figura 8. Principales enfermedades del Sistema Respiratorio.

188
Para las Enfermedades del Sistema Circulatorio (VI) (Tabla 4) se
registra un número creciente de defunciones con una frecuencia absoluta
diferencial para ambos períodos (de 154 casos en el primer periodo se elevan a
269 en el segundo); correspondiéndole el 3.30% de las defunciones totales.

AÑOS CASOS
1887 31
1888 34
1889 35
1890 27
1891 27
154
1901 64
1902 51
1903 58
1904 42
1905 54
269
Tabla 4. Enfermedades del Sistema Circulatorio.

De ellas, la insuficiencia mitral junto con las lesiones valvulares y el vicio


orgánico han sido las mas frecuentes, con mayor incidencia en el sexo masculino
e incrementándose con la edad.
Entre las Enfermedades del Sistema Genitourinario (X) se observa que
tanto la nefritis como el mal de Bright, aumentan considerablemente de 52 casos
en el periodo 1887/1891 a 124 entre 1901/1905.
Para la categoría Tumores (Neoplasias, XI), las defunciones registradas
para cáncer y otros tumores se elevan de 57 casos (0,46%) en el primer periodo
estudiado a 270 (2,16%) en el segundo periodo, teniendo mayor prevalencia entre
las mujeres en el primer quinquenio y en los hombres en el segundo y afectando a
los mayores de 35 años.
En Infecciones virales por lesiones de la piel y membranas mucosas
(XII) encontramos a la viruela, que deja de ser el terrible flagelo de otros tiempos y
la consecuente disminución paulatina de las epidemias debido a la aparición de

189
vacunas y del hábito de la población a la vacunación sistemática. En 1890, se
registra en Tucumán un nuevo brote de viruela que obliga a cerrar las escuelas,
en la ciudad de La Plata, según nuestro análisis, no parece haber tenido mucha
trascendencia. En los años anteriores, como por ejemplo, en 1887 se pueden
observar un gran número de víctimas. En 1901, vuelve a presentarse un nuevo
brote de viruela pero esta vez en Buenos Aires (Flores et al 2008), en este caso,
la ciudad tiene un alto número de casos de sarampión y no de viruela. Como
puede observase en la Figura 9 hay una notoria disminución de la viruela en el
segundo período y la leve representación del sarampión con un 2,27% de las
12.844 defunciones en los 10 años analizados.

140

120

100

80 Viruela

60 Sarampión

40

20

0
1887 1888 1889 1890 1891 1901 1902 1903 1904 1905

Figura 9. Distribución de la viruela y el sarampión

La categoría Ciertas afecciones originadas en le periodo perinatal (XV)


representa una parte notable de la mortalidad poblacional (Figura 10) siendo los
nacidos muertos, sin especificar, la mayor causa de mortalidad.

190
160

140
NACIDOS MUERTOS
120 FALTA DESARROLLO

100

80

60

40

20

0
87

88

89

90

91

01

02

03

04

05
18

18

18

18

18

19

19

19

19

19
Figura 10. Distribución de las principales causas en el periodo perinatal.

La Plata, en sus primeros tiempos, fue una ciudad cambiante y la vida


comunitaria estuvo ligada estrechamente a las diversas características de su
población y a la estructura demográfica, social y laboral. A poco de diez
kilómetros de La Plata y con acceso mediante un ramal ferroviario especial, se
estableció en 1883, el Hospital “Melchor Romero”, el primero de la zona,
habilitado en 1884, fue concebido como una verdadera colonia hospitalaria, con
construcción de madera que debían ser quemadas y reemplazadas en el término
de 10 años a fin de evitar riesgos de contagio. En una extensión de l80 hectáreas,
se ubicaron criaderos de ave, alfalfares y lugares para la cría de animales para el
consumo, todo atendido por enfermos mentales internados en el nosocomio. La
necesidad de construir dentro de la ciudad un hospital mixto, fue planeada en
1888 ante la comprobación de los inconvenientes prácticos que derivaban de la
gran distancia existente con respecto a la colonia hospitalaria; por otra parte, se
derivaban al Hospital “Melchor Romero” muchos enfermos de municipios
cercanos a La Plata y, además, la circunstancia de ser el único establecimiento
para dementes con el régimen de puertas abiertas, acrecía el interés de muchas
familias por conducir allí a los afectados. Por estas razones, el Poder Ejecutivo
propone reservar a este hospital solamente para enfermos mentales y construir un

191
establecimiento clínico de carácter urbano, dando origen así al Hospital “San Juan
de Dios” (de Paula 1987).
La población estudiada muestra una mayor mortalidad en el sexo
masculino, debido al elevado número de personas ocupadas en las obras. La
mano de obra afluía constantemente y “se señalaba que los trenes llegaban llenos
de trabajadores; estos eran de origen extranjero en su mayoría y se agrupaban
entre sí por afinidades” (de Paula 1987: 379).
El mayor número de defunciones observadas en el primer periodo nos
sugiere pensar de que estas muertes se deberían a causas ambientales y
sanitarias, al escaso cuidado de la madre y del recién nacido.
En la edad comprendida entre 0-12 años las causas de defunción más
significativas están relacionadas con las Enfermedades Infecciosas y Parasitarias
y del Sistema Digestivo. La incidencia de estas causas puede deberse al acceso
por parte de la familia a una buena fuente de agua y al drenaje sanitario. Se sabe
que, uno de los servicios urbanos públicos de la ciudad, que fue encarado desde
antes de la fundación, fue el de proveer agua corriente y la construcción de los
drenajes sanitarios. En 1882 el Poder Ejecutivo encomendaba por decreto a los
ingenieros la preparación del proyecto, en 1883 quedaban terminadas las obras
de colocación de máquinas y cañerías para distribuir agua a los edificios públicos
de la ciudad. La planta de bombeo fue construida y equipada en 1885 y el
suministro alcanzó en breve lapso a 1.504 casas. En cuanto a cantidad, se
advirtió muy pronto que el servicio resultaba deficiente; la falla no radicaba en
defectos del equipamiento sino en la boca de pozo que no superaba la capacidad
de bombeo. Por esta razón se proyectó la perforación de pozos auxiliares pero,
posteriormente, se optó por la instalación de otra planta de bombeo realizada
entre 1900 y 1901 para solucionar la disponibilidad de agua (de Paula 1987).
En cuanto a las obras de drenaje sanitario, proyectadas en 1885, se vieron
postergadas por diversas causas y fueron ejecutadas durante dos periodos
gubernativos 1902/1906 y 1906/1910 (de Paula 1987).
En el segundo periodo, se puede observar un aumento en las causas que
involucran al Sistema Nervioso y el Sistema Circulatorio y disminuyen las

192
ocasionadas por Infecciones y Parasitarias debido a las mejores condiciones
socioeconómicas y sanitarias
Las muertes asociadas al Sistema Nervioso y Circulatorio como así
también los tumores aumentan con la edad principalmente en la edad adulta y es
superior en varones que en mujeres.
Vemos en general que la mortalidad cuyas causas se vinculan a problemas
de afecciones originadas en periodo perinatal, principalmente los “nacidos
muertos”, tienden a disminuir en 1920, lo que implica una mejor atención sanitaria
a la madre.
Los datos expuestos indican que la cobertura sanitaria de atención en el
periodo gestacional, durante y posterior al parto, tiende a mejorar. Esto se
evidencia en la disminución de las defunciones perinatales. Se experimenta un
marcado incremento de las defunciones mayores de 28 días, lo que estaría
indicando un deterioro progresivo de las condiciones de vida, expresadas en
mayores problemas ambientales y socioeconómicos de la población, que son
factores estructurales, difíciles de revertir en corto plazo.
Estos estudios son necesarios para comprender los cambios o no
producidos en años posteriores con respecto a la evolución del estado de salud
de la población; condiciones sanitarias y recursos nutricionales, que permitirán a
futuro realizar comparaciones con los diferentes estratos sociales de la época,
evidenciada en los distintos tipos de sepulturas.
La atención primaria de la salud es una estrategia que concibe
integralmente los problemas de salud–enfermedad y de atención de las personas
y el conjunto social. No sólo provee servicios de salud, sino que afronta las
causas últimas (sociales, económicas y políticas) de la ausencia sanitaria. En su
visión integra la asistencia, la prevención de enfermedades, la promoción de la
salud y la rehabilitación. Su misión consiste en extender el sistema sanitario hasta
la intimidad de las viviendas permitiendo conocer la realidad social y sanitaria de
la población, mejorando la comunicación entre el individuo y su familia –con sus
saberes y cultura– y la medicina científica (Tauber et al 1997).

193
Parte IV
CEMENTERIO ISRAELITA
“El abuelo me dijo que, como hijo mayor, debía rezar el
Kadish, la oración fúnebre, en honor a mi padre. Si no lo
hacía mi padre se sentiría solo, como si no tuviera hijos.”
Elias Canetti, La lengua salvada,2005

194
EL CEMENTERIO IRAELITA DE LA PLATA
Luis Noel Dulout

LA COMUNIDAD JUDÍA EN LA ARGENTINA


La Argentina tiene la comunidad judía de mayor envergadura en
Latinoamérica y es la sexta en importancia fuera del Estado de Israel. Para 2006
en la capital federal y conurbano su número alcanzaba los 233.000 (definición
según ley del retorno del Estado de Israel).
La llegada de inmigrantes de este origen es muy antigua, desde la colonia
se registra ya su presencia, se puede decir que a pesar de la inquisición española
y tomando el Holocausto como otra fecha importante, la comunidad judía siempre
ha tenido en el territorio argentino una oportunidad de refugio y progreso. Su
contribución al desarrollo de la cultura, la ciencia, el arte y la economía (rural y
urbana) han sido fundamentales porque han contribuido a construir una identidad
nacional. Las mas tempranas inmigraciones ocurrieron en época colonial, en el
siglo XVII, cuando judíos portugueses (sefardíes) arribaron al Río de La Plata y se
asentaron trabajando como comerciantes y artesanos plateros, carpinteros y
agricultores, devenidos luego en estancieros. Este grupo se integró al grupo
conquistador a través de alianzas matrimoniales, conformando el núcleo de las
familias patricias. A mediados del siglo XIX comenzó una inmigración de judíos
europeos occidentales y en 1862 aparecen las primeras instituciones como la
Congregación Israelita de Buenos Aires que luego se convierte en Congregación
Israelita de la República Argentina.
En 1888 llegan familias agricultoras que fundan Moisesville en Santa Fe y
la colonia Arinsville. En ese fin de siglo llegaron desde Europa oriental grupos
Asquenazí que se emplearon como agrónomos y viñateros especialmente en
Mendoza. La obra del barón de Hirsh y de varias instituciones trayendo
inmigrantes, posibilitó alcanzar una población de más de 120 mil judíos en el
territorio argentino, muchos de los cuales adquirieron tierras a través de la Jewish
Colonization Association, dando origen a los gauchos Judíos.
En el período 1906-12, continuo el crecimiento a un ritmo de 13.000
inmigrantes/año, procedentes de Europa Oriental, Marruecos y Turquía.

195
Posteriormente hubo otra fuerte oleada en la década de 1930, especialmente de
Alemania producto del nazismo en el poder y sus persecuciones.

Los judíos en La Plata.


Una problemática fundamental para el análisis de la comunidad judía en la
Plata, es comprender que, su presencia se origina en dos tipos de migraciones, la
internacional, que marca la llegada al país desde sus lugares de origen en Europa
y la migración interna, correspondientes a fenómenos de movilidad entre distintas
zonas de la Argentina. Estos movimientos siempre han tenido un origen
económico y han provocado, a sus ves, importantes consecuencias económicas.
La ciudad de La Plata, por su fundación y contexto histórico ha sido un foco
de recepción de diversas comunidades, que le dieron tempranamente una
fisonomía plurietnica y pluricultural. Estas migraciones, mas allá de lo económico -
factor primordial de los traslados para la búsqueda de oportunidades- han
respondido a necesidades sociales y culturales y han tenido como causa las
desigualdades regionales que existían -para el momento analizado-en el país, que
provocaron flujos poblacionales desde las regiones con carencias
infraestructurales hacia otras más organizadas respecto a posibilidades de
trabajo, mayores ingresos, posibilidades educativas.
De acuerdo con el análisis documental existente en los repositorios de las
instituciones israelitas, hemos podido establecer al menos tres lugares sobre el
origen de los primeros pobladores judíos que arribaron a La Plata en el periodo
fundacional.
Migración internacional
El puerto de Berisso fue el punto de entrada de la inmigración extranjera a
la ciudad de la Plata. Son numerosas las actas de la Sociedad israelita Esrah,
donde se menciona el arribo de nuevos inmigrantes judíos, que recurren a la
sociedad para resolver los trámites inmigratorios.

Migración Interna
Dentro de este fenómeno podemos distinguir el tipo urbano-urbano y el
rural-urbano.

196
La migración interna urbana-urbana se caracteriza principalmente por tener
como foco centrífugo a zonas urbanas menos desarrolladas cuya población se
desplaza hacia otras más importantes. El caso de La Plata es curioso porque
implicó lo contrario, el foco expulsor fue Buenos Aires, hecho que se desprende
del análisis de los obituarios de habitantes de La Plata publicados en los diarios
de la colectividad, previo a la creación del cementerio Israelita Platense. En ellos
queda asentada la inhumación del difunto en el Cementerio Judío de la localidad
de Liniers, lo que nos permite conjeturar el origen porteño de dichas familias.
La rural-urbana esta caracterizada por desplazamientos del campo a la
ciudad, lo que generalmente se origina en razones laborales como los problemas
que plantea la explotación agropecuaria, limitante de la variedad de ocupaciones.
En el caso platense la inmigración estuvo fundamentalmente constituida por
judíos provenientes de las colonias agrarias creadas por la Jewish Colonization
Association en la década de 1870 y tuvieron por causa la declinación de las
colonias hacia 1900. En el cementerio se han identificado familias provenientes de
la colonia Mauricio, partido de Carlos Casares, Provincia de Buenos Aires como
las de Rossenvaser y Tesler, esta última importante entre los comerciantes de la
ciudad.
ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LOS RITOS FUNERARIOS JUDÍOS.
Muchas costumbres del rito funerario judío que aparecen mencionadas en
la Biblia tienen su origen en antiguas prácticas semíticas. Algunas, como el
rasgado de las vestiduras, la automutilación, el caminar descalzos y las comidas
funerarias fueron prohibidas ya en la antigüedad por estar asociadas con ritos
paganos.
“Y no os hareis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimireis
en vosotros señal alguna” (Levítico XIX, 28)
“Hijos sois de Jehová vuestro dios, no os sajareis, ni os rapareis a causa de
muerto.” (Deuteronomio XIV, 1)
La tradición ha impuesto la consideración de la existencia de una
inhumación ideal, esta debe ser en lo posible, en la propia patria y junto a los
familiares, tanto padres como esposas.

197
La primera sepultura que se menciona en la Biblia es la de Sara, esposa de
Abraham. (Génesis XXIII), que se realizó en la cueva de Macpela en Quiriat-Arba
en Hebrón. Aquí se relata que como la tierra no pertenecía a Abraham y éste tuvo
que comprarla. Posteriormente cuando muere Abraham es sepultado junto a su
esposa.
“Y lo sepultaron Isaac e Ismael sus hijos en la cueva de Macpela, en la
heredad de Efrón hijo de Zohar heteo, que esta en frente de Mamre.” (Génesis
XXV, 9)
“heredad que compró Abraham de los hijos de Het; allí fue sepultado
Abraham, y Sara su mujer.” (Génesis XXV, 10)
Muchas de las costumbres bíblicas se conservan hasta nuestros días,
aunque algunas han sufrido modificaciones para adaptarse a las normas y
reglamentaciones, tanto municipales como provinciales y nacionales. Ser
adecuadamente lamentado y velado es tan importante como el entierro, y el viejo
testamento contiene muchas referencias acerca del ritual de gemir y lamentarse.
Al aproximarse la muerte se recitan tanto la confesión de los pecados como
la confirmación de la fe y en esto último también participan los presentes.
El cuerpo muerto es luego tendido en la tierra, y los Salmos,
particularmente el XCI, son recitados por los presentes. El cuerpo es lavado con
decencia y reverencia de acuerdo a un ritual prescrito y es envuelto en una tela de
lino blanco. Estos actos como también la asistencia al funeral y el consuelo a los
deudos son considerados meritorios actos de caridad.
El cuerpo es enterrado en posición extendida en tierra y marcado con
piedras. Usualmente un puñado de polvo o tierra de la “Tierra Santa” es esparcido
en la tumba o sobre el ataúd.
El servicio funerario consiste de Salmos, el “reconocimiento de la justicia
del mandato de Dios”, de discursos funerarios en alabanza de los muertos, de
oraciones por el reposo de su alma y del recitado del Kaddish.
Los presentes arrojan tierra sobre la tumba y luego se paran en dos filas a
través de las cuales el pariente más próximo sale primero del cementerio.
El duelo varía de acuerdo al grado de parentesco. El más estricto es por la
muerte de los padres. Se gradúa en etapas, abarcando segmentos como los

198
primeros siete días después del funeral, luego se memora el primer mes después
de la muerte, y finalmente el primer año. Estas etapas significan momentos de la
vuelta de los deudos a la vida normal y se corresponden en la vida espiritual con
las etapas del progreso del alma en el más allá, en las que se distinguen primero,
la separación final del cuerpo en la tumba, el paso por el purgatorio y finalmente la
admisión al reposo celestial.
Esta costumbre tiene su correlato material, cuya observación ha podido
realizarse mediante el registro de las fechas de colocación de las placas
conmemorativas y de quienes las han colocado.
El judaísmo impulsa al hombre a llevar una vida plena en buenas acciones
en la tierra ya que al morir permanecen únicamente sus actos. Se acepta la
existencia de un mundo venidero (Olam-Ha-Ba) constituido por un paraíso (Jardín
del Edén) y un infierno (Gehina).
Al fallecer el ser humano, el alma abandona el cuerpo, pero durante once
meses ambas entidades mantienen una relación temporal hasta que el cuerpo se
desintegra. Este tiempo constituye un periodo transitorio después del cual, los
piadosos van al paraíso y los perversos al infierno.
En la actualidad, la mayoría de los judíos rechazan que el Gran Edén y el
Gehina existan literalmente. La creencia básica del judaísmo actual se centra en
la llegada del Mesías, cuando se lograra un mundo perfecto y los hombres
piadosos resucitarán.
Al parecer, el hombre tendrá que responder frente a Dios por los placeres
legítimos que él mismo se negó en vida, porque es ésta y no la muerte, la más
grande experiencia humana.
Fallecimiento
El cuidado del cadáver, la preparación del sepelio, y el entierro en sí, son
tareas religiosas de carácter sagrado. En toda comunidad generalmente se
organiza una “jevrá kadishá”, o sociedad sagrada, compuesta por miembros
piadosos de la comunidad.
La jevrá se responsabiliza de que un médico certifique la defunción y una
persona permanezca con el cuerpo hasta que se le dé sepultura.

199
El cuerpo debe enterrarse lo más pronto posible para cumplir con los
preceptos bíblicos; a menos que se requiera de alguna ampliación para incluir a
familiares que vienen de fuera.
Los sábados no son días de entierro. El funeral debe ser sencillo para no
avergonzar a las personas humildes que no puedan realizar un sepelio ostentoso.
Las flores y la música son signos de alegría por lo que no se deben utilizar. El
ataúd debe ser de madera, simple y sin adornos. Todos los judíos deben ser
enterrados en una mortaja o sudario confeccionado en algodón blanco
prescindiendo de bolsillos.
Independientemente de la condición social, al difunto se lo viste con
“tachrichim” simples mortajas o sudarios de algodón o lino. Si ocurrió algún
accidente que desfigura al difunto, donde la sangre haya empapado su ropa, no
se lava al difunto, sino que se lo entierra con la misma ropa. Esto es porque la
sangre se considera sagrada y por lo tanto, también merece ser enterrada.
No se permite la incineración; la familia y los amigos siguen el ataúd hasta
el cementerio. El doliente echa un poco de tierra sobre el ataúd cuando éste es
colocado en el suelo.
Duelo.
Al terminar el funeral comienza el primer periodo de duelo llamado “shivá”.
Durante una semana los familiares directos permanecen en el hogar del fallecido,
pues creen que el alma recién abandona el hogar a los siete días y por lo tanto le
son beneficiosas las oraciones que se reciten. En este tiempo, los familiares se
sentarán en banquillos de menor altura que la habitual, no se cortaran el pelo ni
afeitaran, abandonaran toda actividad que les proporcione placer y si es posible,
no deben trabajar. Tres veces al día recitaran el “kadish” oración distintiva del
duelo judío. También es costumbre desgarrar una prenda de vestir, cubrir los
espejos y encender velas o cirios.
Al finalizar este primer periodo de duelo comienza el segundo llamado
“shloshim” que se extiende hasta el día treinta después del entierro. La familia
directa tampoco podrá cortarse el pelo, afeitarse o acudir a fiestas. Con esto
acaba el duelo. Si se trata del fallecimiento de un padre o madre el duelo se
prolonga durante once meses, en casos de suicidio no son necesarias la mayoría

200
de estas manifestaciones. Esta prohibido prolongar el periodo de luto más allá de
lo que estipula la ley.

EL SURGIMIENTO DEL CEMENTERIO ISRAELITA DE LA PLATA.


La aparición de los cementerios Israelitas de la Argentina está íntimamente
ligada al surgimiento de asociaciones comunitarias judías. Siempre sobre predios
adquiridos específicamente para este fin. Tal es el caso de la “Piadosa Compañía”
(Chevra Kedusha) que se forma en Buenos aires en 1885, con el objetivo de
reglamentar los entierros judíos, que luego de realizar numerosas gestiones logra
el reconocimiento comunitario en 1894. No es sino hasta 1910 que logran adquirir
un predio frente a la estación de Liniers donde se abre el primer cementerio Judío
de la Argentina. Hasta ese momento los judíos eran sepultados en los
cementerios de disidentes.
La mayoría de los cementerios de la colectividad se encuentran en predios
particulares; sólo algunos se encuentran relacionados espacialmente con
cementerios de otras religiones. Uno de estos casos es el del Cementerio Israelita
de La Plata en la Provincia de Buenos Aires, que se encuentra construido dentro
del mismo predio que el cementerio municipal local, cuyo origen es laico.

El surgimiento de una asociación y su cementerio.


La necesidad de llevar a cabo las ceremonias religiosas debió ser el primer
nexo entre los pobladores judíos de La Plata ya que el domingo 7 de julio de 1907
un grupo de 13 judíos se reúne con la intención de crear una asociación con fines
benéficos. Deciden entonces invitar a los Israelitas de La Plata para una
asamblea general el día sábado 13 de julio con el fin de organizarse y elegir una
comisión para que redactara los estatutos. El día sábado 13 de julio de 1907 a las
ocho de la noche, ya finalizado el sabat) se declara abierta la primera asamblea
bajo la presidencia del Sr. E. Raijman.
El primer punto que se discutió fueron los fines que perseguiría la
asociación, decidiéndose que los mismos serían de socorros mutuos, buscar
trabajo a sus asociados, fundar una biblioteca y una escuela nocturna para
adultos. Fue entonces elegida por votación una comisión para que redactase los

201
estatutos. Posteriormente se discutió el nombre que debería llevar la asociación y
se resolvió llamarla “Sociedad de Socorros Mutuos Ezrah”. Se procedió entonces
a la elección de una comisión directiva provisoria.
Una semana después, el 20 de julio de 1907, en una tercera asamblea se
presentaron los estatutos que serían enviados para su aprobación al ministerio
público provincial. Se decide en esta reunión hacer público el surgimiento de la
sociedad publicando la noticia en el diario “La Voz del Pueblo” de la Capital
Federal y en otro diario de la Ciudad de la Plata. Lamentablemente no hemos
podido dar con las publicaciones, no sabemos si es que las mismas se perdieron
en el atentado a la AMIA o que quizás no fueron publicados.
Es sumamente interesante que no se hiciera mención a la necesidad de un
cementerio comunitario en estas primeras reuniones, ya que la posesión y
administración de cementerios comunitarios son el principal factor para el
surgimiento de la mayoría de las asociaciones judías de la Argentina.
La primera mención a la necesidad de un cementerio judío local aparece en
la décima reunión de la asociación el día 21 de septiembre de 1907. Esta surge
de la propuesta del Sr. Kraiselburd de adquisición de un terreno para cementerio.
Se discute entonces si la asociación debe ocuparse del tema inmediatamente o
dejarlo para después, se vota entonces que la asociación se ocupe del tema
inmediatamente. En la reunión del día 3 de octubre donde se plantea el temario a
tratar en la asamblea del día sábado 12 octubre aparece como cuarto punto a
tratar “Proyecto del cementerio”.
La Asamblea General del día 12 no termina de sesionar por pelea entre los
socios. En la reunión del día 22 de octubre se decide llamar a una nueva
Asamblea General el día 26 de octubre de 1907. En esta asamblea se trata el
proyecto de creación del cementerio y es rechazado por votación.
“...Se pasa al segundo punto del orden del día –Proyecto Cementerio
Israelita -, después de una corta discusión, queda rechazado por 26 votos” (Actas
Ezrah, Folio 78)
Si bien parecía que la voluntad de la asociación era no tratar el tema, el 29
de febrero de1908 el Sr. Perman pide la reconsideración, se eleva el tema a
tratamiento de la comisión ejecutiva de la asociación y ésta resuelve estudiarlo

202
por 15 votos a favor y 6 en contra. Es así como el 31 de marzo de 1908 se
designa a los señores M. Klot y A. Podosky para que recojan datos e informen a
la comisión.
El 19 de abril Klot informa que está esperando informes de la Municipalidad
de la Capital Federal. El 2 de junio la Comisión Central les pide que apresuren los
trabajos sobre el cementerio. El 21 de mayo de 1909 propone que la comisión
ejecutiva se ocupe de la adquisición de un terreno en el cementerio para utilizarlo
como Cementerio Israelita, cuando el tema es tratado se le responde atenerse a
lo encomendado en marzo de 1908.
El problema del cementerio propio aun no había sido resuelto en 1911, es
así que el 27 de marzo el Klot propone la emisión de acciones de 5 y 10 pesos
para poder solventar los gastos de un posible lote para l Cementerio que espera
conseguir en tratativas con el Municipio platense. La comisión ejecutiva le
responde que se ocupe del tema.
El 8 de agosto de 1912 aparece una mención de la existencia de una
sociedad santa "Yebra Keduscha" -disuelta posteriormente- que le solicita a la
Esrah una participación de las ganancias de la sinagoga obtenidas por la venta de
localidades para las festividades de ese año.
Finalmente en la reunión del 12 de abril de 1913, el presidente de la Esrah
da cuenta de la recepción de la copia de escritura de un terreno que la
Municipalidad de La Plata regala a la sociedad para la construcción de un
cementerio Israelita. Se discute entonces la forma en que se conseguirían los
fondos para la construcción del muro perimetral del cementerio.
En reunión del 6 de mayo de 1913 se transcribe el contrato que la sociedad
realizó con un constructor local para las obras del muro del cementerio. De estos
puntos se desprende que el terreno donado por la Municipalidad es el mismo
predio que ocupa actualmente, en la calle 72 entre 134 y 135. Las características
que se exigen en el contrato son similares a las que figuran en el expediente del
archivo de obras particulares, parte de este muro aun puede observarse en la
actualidad.
Finalmente el 9 de noviembre de 1913 se realiza una ceremonia en la que
se trasladan, al Cementerio Israelita, los restos de asociados enterrados en el

203
Cementerio Municipal, con el mismo queda oficialmente habilitado para su uso el
Cementerio Israelita de La Plata.

Lugares de entierro previos al cementerio Israelita de La Plata.


Un interrogante inicial fue, cual era el lugar donde se enterraban los socios
de la Ezrah antes de la existencia del cementerio de la colectividad Cuando
comenzamos a trabajar en el Cementerio Israelita de La Plata, ya que en el
cementerio general no encontramos ninguna tumba con adscripción claramente
judía.
En la búsqueda de obituarios de diarios locales sólo encontramos los de
religión católica, por esa circunstancia se revisaron posteriormente algunos diarios
de la colectividad Judía de Buenos Aires. Cabe destacar que es muy poca la
información que pudo ser rescatada luego del sangriento atentad a la AMIA donde
se encontraban los archivos. Afortunadamente dimos con un obituario de una
mujer judía platense que fue inhumada en el cementerio de Liniers, primer
cementerio Judío de la Argentina creado en 1910.
Cuando trabajamos con las actas de la Esrah encontramos dos menciones
de traslado de socios difuntos al cementerio de Liniers. El 14 de octubre de 1911
se comunica el fallecimiento del Sr. Leon Kopeloff y se menciona que la comisión
ejecutiva de la Ezrah hará las tratativas para el traslado de los restos al
cementerio Israelita de Liniers. El otro fallecimiento fue el de Paulina L. de
Goldenberg el 20 de abril de 1912.
Hasta ese momento supusimos que todos los judíos platenses eran
enterrados en el cementerio de Liniers pero, cuando analizamos las actas de
apertura del cementerio Israelita platense notamos que el acto de apertura
consistió en el traslado de los restos de los socios inhumados en el cementerio
General de La Plata. Observamos que existen diferencias en las inhumaciones de
los socios de la Ezrah, suponemos que estas diferencias responden a las
posibilidades económicas de los asociados. Quienes podían pagar el traslado
eran inhumados en el cementerio de Liniers, quienes no podían pagar eran
inhumados en el Cementerio general a la espera de la realización del cementerio
Israelita local.

204
COSTUMBRES TRADICIONALES FUNERARIAS
Las prácticas funerarias comprenden un complejo sistema de ritos que
abarca desde la preparación del cadáver, el velorio, el entierro y los ritos
asociados con el post-entierro. Como comportamiento social constante, de mayor
o menor frecuencia según los casos, esas prácticas se han convertido en
sistemas rituales relativamente poco estudiados, en parte porque se diferencian
de los ritos oficiales de la iglesia institucional en las modernas sociedades, y en
parte porque son expresiones de un proceso sincrético, donde se conjugan
influencias de diverso origen que con frecuencia sufren transformaciones propias
del lugar, de la clase social y del medio cultural donde las prácticas oficiales
establecidas por la iglesia han sido introducidas. (Finol y Fernández 1997).
Los judíos generalmente enterraban los cuerpos de sus muertos dentro de
un periodo de 24 horas (Deuteronomio 21:23; Génesis 23:4; Juan 11:17-39;
Mateo 27:57-60). Puede que los problemas relacionados con las condiciones de
salubridad y el rápido comienzo de la descomposición expliquen su prisa. En la
práctica judía, los cuerpos generalmente se lavaban (Hechos 9:37), se ungían con
especias aromáticas (2Crónicas 16:14; Marcos 16:1), se envolvían (Juan 11:44;
Marcos 15:26) y se colocaban en un sepulcro.
El Cementerio Israelita de La Plata se encuentra inserto dentro del predio
del Cementerio General, sus dimensiones actuales son: 180 metros de frente
sobre avenida 72 y 80 metros de fondo (Lam.XXVIII. Fig.1). Fue abierto al público
el 9 de noviembre de 1913 con una ceremonia en la que se trasladaron los restos
de asociados enterrados en el cementerio General al Cementerio Israelita.
Posteriormente su utilización fue reglamentada por la ordenanza 104, del Consejo
Deliberante de La Plata en 1927 y contiene aproximadamente 1700 tumbas en
tierra.
La estructura de este sector se diferencia respecto a la del cementerio
general, como rasgo resaltante no reconoce avenida principal. Tiene una entrada
independiente, situada sobre la avenida 72, la misma esta jerarquizada con
placas de grandes dimensiones que conmemoran a los nombres ilustres de la
comunidad israelita platense.

205
El portal de acceso da a un espacio interior abierto, que en sus laterales
esta limitado por la edificación administrativa, una fuente pequeña que se
encuentra situada a un costado del acceso y al otro el templo. Traspuesto este
sector se abre un parque arbolado con cipreses, que contiene los sectores de
tablas con los monumentos funerarios.
A primera vista se distingue una división establecida entre las viejas
inhumaciones y las modernas que se ubican al Sudoeste ordenadas en una trama
curva. Esta división responde a la ampliación remodelación del cementerio
realizada entre los años 1966 y 1967, realizada junto a la del cementerio general.
La parte antigua tuvo un diseño cuadrangular, pero uno de sus muros fue
derribado para la ampliación. Aunque actualmente no queda ningún vestigio
material del mismo, puede estimarse su antigua ubicación ya que, espacialmente
se aprecia una división en la distribución y forma de las tumbas, resaltada por la
presencia de una hilera de sepulturas infantiles, que de acuerdo a la tradición
debían ubicarse cercanos al muro. En el sector nuevo se observa una tendencia a
la uniformidad de los monumentos funerarios, que responde a reglamentaciones
actuales del cementerio israelita.
La modalidad de inhumación dominante es la de sepultura en tierra con y
sin monumento funerario. En todos los casos la sepultura es a perpetuidad. La
tradición judía es la de inhumar los cuerpos en la tierra. Esta costumbre tiene
como objeto el devolver el cuerpo a la tierra, como lo marca el versículo "Porque
polvo eres y al polvo volverás" (Gen. 3:19). Estas costumbres se basan en la
creencia en la resurrección y la posterior reunión de cuerpo y alma. (Slavsky
1993)
PATRIMONIO Y MEMORIA
Una de las características que vuelven único, en el aspecto de
conservación del patrimonio tangible a los cementerios de la colectividad Judía y
al de La Plata en particular, está determinado por el hecho de que por tradición, el
lugar de descanso de los muertos es sagrado y no se presentan entonces los
procesos de destrucción total de las estructuras arquitectónicas.
Intentaremos a continuación mostrar en que aspectos del patrimonio
tangible se ven reflejados aspectos del patrimonio intangible.

206
Monumentos
Los diferentes monumentos presentes en el cementerio Israelita de La
Plata son portadores implícitos de una dimensión de memoria. Consideramos al
término monumento en su significado de origen latino monmentum que deriva del
verbo monére que significa recordar o amonestar, que se utiliza para indicar una
obra de carácter conmemorativo creada con el fin de mantener vivo en el tiempo
el recuerdo de personas o acontecimientos.
“Se llamará monumento a cualquier manufactura edificada por una
comunidad de individuos para acordarse o para recordar a otras generaciones de
personas, acontecimientos, sacrificios, ritos, creencias. La especificidad del
monumento reside en su modo de actuar sobre la memoria. No solo actúa sobre
ella y la sacude gracias a la mediación de la afectividad, reproponiendo el pasado
y haciéndolo vibrar a la manera del presente. Pero este pasado invocado y
convocado no es un pasado cualquiera: es un pasado localizado y seleccionado
con fines vitales, en la medida en que puede, directamente, contribuir a mantener
y preservar la identidad de una comunidad étnica o religiosa, nacional, tribal o
familiar.” (Choay 1992)
Los monumentos presentes en el cementerio Israelita de La Plata pueden
dividirse en dos tipos: aquellos que constituyen una tumba y que está dedicado al
individuo inhumado y aquellos que conmemoran hechos luctuosos colectivos.

La asistencia al cementerio permite a las personas y grupos invocar un


pasado, a través de la tangibilidad de las expresiones funerarias. En este proceso
el pasado se actualiza para los miembros vivientes de la comunidad,
permitiéndoles renovar los principios de su identidad y sus raíces, en acciones
que posibilitan la construcción de un imaginario, que es patrimonio de la memoria
colectiva.
El recuerdo como actividad social (Connerton 1999) está sujeto a procesos
reconstructivos, donde la memoria del hecho traumático se adecua a marcos
sociales, valores y creencias sustentadas por el grupo (Paez et al. eds. 1999), de
este modo la memoria colectiva, produce reconstrucciones simbólicas de las

207
personas queridas, a través de la narrativa, de las conmemoraciones y de las
ofrendas a sus muertos.
Si lo funerario es un campo social, en el cementerio se encuentran
presentes los habitus de una sociedad referidos a la forma en que ésta se
representa a sí misma en la muerte. La muerte no puede ser recuperable en el
plano biológico (Thomas 1993), pero en lo social el muerto es recuperado a través
de monumentos conmemorativos, placas y ofrendas fúnebres, cada objeto
colocado como ofrenda funeraria es dador de sentido para el que esta enterrado y
no se ve.
En el cementerio observamos esencialmente discursos sobre la identidad
del muerto y de su grupo de pertenencia que son inherentes o están
consustanciados con la idea que la sociedad o la comunidad local tiene del
cementerio como lugar de memoria social y que, por su carácter de lugar
sagrado, tiene una permanencia mayor que el espacio urbano de residencia de
los vivos, así podemos sostener que todo cementerio aspira a la eliminación de la
linealidad del tiempo para convertirse en una eternidad.
Podemos considerar las diferentes dimensiones intangibles involucradas en
los monumentos de acuerdo a quien los erige, que se recuerda y quien es el
destinatario del mensaje presente en él.
Los monumentos de carácter individual generalmente son construidos por
los familiares o deudos, muy raramente el monumento funerario es encargado con
anterioridad a la muerte del individuo (Lam.XXVIII.Fig.2). En estos se recuerda
generalmente a la persona y sus características materiales pueden expresar
diferencias socio-económicas tanto del individuo en vida como de los que erigen
el monumento. Esto es tangible también en el discurso presente en placas
conmemorativas. Se encuentra en muchos casos una fotografía como parte de la
ornamentación del monumento que nos remite a la memoria directa de los rasgos
fisonómicos de la persona y que tiene como objetivo movilizar el recuerdo de
quienes conocieron al sujeto enterrado. Hay tres destinatarios diferentes del
monumento funerario: la persona inhumada, los familiares o deudos y por
encontrarse en un lugar público, cualquier persona perteneciente o no a la
colectividad que observa el monumento.

208
El monumento funerario, propiamente dicho, presenta un plano
multidimensional: como obra artística-material, como marca o hito del lugar donde
se encuentran los restos inhumados de una persona y como soporte material de
un discurso sobre la persona y su memoria. Es también soporte de un discurso
respecto del sector social (Bourdieu 1997) de los deudos o de quien erige el
monumento.
Aunque inserta en la sociedad platense, la colectividad israelita conserva
características particulares, relacionadas con la recreación constante de su
identidad y que se manifiestan especialmente en los ritos funerarios y a través de
la expresión simbólica de los monumentos. Un claro ejemplo son los epitafios en
hebreo y el uso de los calendarios, tanto occidental como hebreo. Aparecen
también una serie de símbolos privativos de la identidad Judía como: el Maguén
David, la Menora, y la figura de dos manos formando un triángulo con los dedos
extendidos, símbolo de los Kohanim.
Los otros tipos de monumentos, los generales que conmemoran hechos
luctuosos colectivos, se encuentran representados por dos estructuras diferentes.
Una en recuerdo de los seis millones de Judíos asesinados por el Nazismo
(Monumento a la Shoa) (Lam.XXVIII.Fig.3). La otra conmemora a los mártires y
caídos en defensa del estado de Israel y en las Guerras de Independencia.
(Lam.XXIX.Fig.1)
Debido a que la religión judía prohíbe la representación de Dios o cualquier
símbolo que lo represente, la fuerza simbólica de los monumentos está volcada
en la propia estructura. Son los casos del monumento por la Shoa, que consiste
en un monolito de piedra negro con placas conmemorativas y el de los caídos, un
simple pedestal que sostiene las placas portadoras del discurso que dan
significado al monumento.
Significativamente, ambos monumentos son elementos estructuradores del
espacio de los dos sectores visibles del predio del cementerio; el de la Shoa en el
cementerio viejo, y el dedicado a los mártires en el centro del cementerio nuevo.
Esta distribución no casual, se relaciona y cobra significado con el momento
histórico que representan ambas estructuras.

209
Luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial, y ante el horror mundial
que provocó el conocimiento de la existencia de la masacre del pueblo judío por
parte del Nazismo, se vuelve necesaria la creación de un Estado Israelita. Así,
podemos pensar que ambos hechos concatenados se vuelven hitos importantes
que representan uno a la memoria de la estructura social de los Judíos Centro-
Europeos que fue casi destruida y otro como representante de una nueva
identidad.
En uno se vuelca la necesidad de recordar el martirio, enfocando la
dimensión de la memoria. El otro, a través de un discurso, actúa como disparador
de los valores que plantea la dimensión de la “nueva identidad” del pueblo judío a
través de su Estado. Es decir, necesidad de recordar, por un lado, y de un nuevo
espíritu por otro que actúe como elemento ejemplarizador para las generaciones
futuras, declarando y difundiendo un discurso de naturaleza ética-política-
ideológica para desempeñar la función de representar y legitimar el mismo poder.
La intencionalidad inherente a estos monumentos es la que legitima su
presencia en los diferentes cementerios de la Comunidad Israelita de la región,
como por ejemplo el Cementerio Israelita de La Tablada donde encontramos un
monumento en recuerdo de las victimas del holocausto que consiste en una
construcción impresionante con seis bloques alargados de mármol que simbolizan
los 6 millones de Judíos asesinados y que contiene cenizas de víctimas. Sobre la
misma aparece inscripta la palabra “Izcor” (“Recuerda” en Hebreo). Se observa
también un monumento en recuerdo a los muertos por la defensa de Israel,
compuesto por una serie de árboles que en su base llevan placas con los
nombres de los argentinos caídos durante los últimos 50 años en el joven Estado
Judío.

Puesta en escena
La puesta en escena a toda actividad pública -que se realiza en torno a los
monumentos descriptos- puede dividirse en dos momentos diferentes que por su
recurrencia los jerarquizan de diferente manera. Usualmente, el domingo por la
mañana, se realiza la visita de los deudos al cementerio con el fin de rendir
homenaje a sus familiares o amigos fallecidos. La puesta en escena comprende

210
una serie de comportamientos y de interacciones sociales mediante las cuales se
legitima no sólo al monumento como tal, sino también ciertas relaciones sociales y
diferencias de estatus que exceden al ámbito del cementerio en sí. Es en esta
situación en la que el monumento se consuma como tal.
En este aspecto también encontramos una distinción en cuanto a los dos
diferentes tipos de monumentos antes definidos. Por un lado, en cuanto a los
monumentos particulares, los deudos realizan la puesta en escena en la que
rememoran al difunto, en un día especifico, el domingo, mediante una ofrenda.
En el caso de los monumentos colectivos, la conmemoración se realiza
mediante una ceremonia pública, de carácter único y anual, en la que participan
diversos miembros de la comunidad. Es organizada institucionalmente, estando el
tipo de actividad a desarrollar prescripta, así como también los diferentes
mensajes discursivos que serán emitidos. Es entonces, que el monumento se
vuelve el lugar estructurador de un discurso social que se diferencia y resignifica
con el tiempo de acuerdo a la interpretación que hacen de los hechos
conmemorados las distintas generaciones.

DEPORTE E IDENTIDAD FUNERARIA EN EL CEMENTERIO ISRAELITA.


El fútbol es una práctica social estructurante mas allá de su práctica,
integra a un complejo conglomerado de actores y ha sido un elemento
fundamental de integración nacional entre las diferentes comunidades étnicas que
poblaron el país.
La pertenencia o la simpatía por un equipo futbolístico, actúa como
elemento integrador del individuo en su contexto social y con el barrio que da
identidad al grupo y al individuo. Identidad que configura al “hincha” dentro de una
comunidad de expresión simbólica” (Alonso Delgado, op. cit.), otorgándole un rol
de observador-actor social.
En relación a esta identidad, en el campo funerario, el hincha genera una
comunidad de comunicación simbólica, donde la identidad del muerto se convierte
en identidad del hincha.
En el cementerio Israelita, las expresiones relacionadas con el campo
futbolístico se encuentran ubicadas en el atrio, correspondiendo por su tipología a

211
las de tipo institucional, en este sentido tienen su paralelo con las del cementerio
Municipal, mostrando una actividad que permite una profunda articulación de la
comunidad con el resto de la sociedad platense.
En este caso ubicadas en la pared izquierda del atrio, junto a otras placas,
existen dos de carácter conmemorativo, correspondientes a los tradicionales
clubes de fútbol de la ciudad, el texto de ambas es el mismo, para cada uno de
los casos solo cambia el nombre la institución y muestran la misma austeridad
que en el otro cementerio: (Lam.XXIX.Fig.2)
Están ubicadas junto a otras placas, sobre la pared izquierda, que al
parecer cumple la función de ser portadora de textos. Estas manifestaciones
pueden ser clasificadas como expresiones de memoria institucional futbolística,
en homenaje a sus simpatizantes muertos.
Las características diferenciales que adquiere el cementerio Israelita de La
Plata respecto del Municipal son expresión de un sector social de la comunidad
platense caracterizado por una diferente tradición religiosa, que se manifiesta en
el mantenimiento de costumbres y modo de vida cotidiana que le dan identidad
como grupo comunitario y fundamentan la multietnicidad platense.

212
PARTE V
IDEOLOGIA Y SOCIEDAD
En las sociedades altamente diferenciadas el cosmos social
está constituido por el conjunto de esos microcosmos sociales
relativamente autónomos, espacios de relaciones objetivas.
Pierre Bourdieu, La lógica de los campos 1971

213
LOS PANTEONES SOCIALES ITALIANOS A FINES DEL SIGLO XIX Y
PRINCIPIOS DEL XX EN EL CEMENTERIO DE LA PLATA.
Rizzo Antonia

“La muerte en si misma tiene un carácter intemporal y metafísico pero deja


siempre un cadáver actual y real” (Sociedad de Tanatologia Francesa 1966). De
allí el surgimiento del cementerio y de instituciones de socorros mutuos que se
constituyen en sociedades de beneficencia para enfermedades, muertes y apoyo
a los deudos, por medio de la acción colectiva y no individual de sus asociados”.
La unión de capitales permitió la realización de obras que sin la cooperación no
hubieran sido posibles. Las ventajas que estas sociedades prestan a sus socios
estarán dadas por el número de los mismos, la nacionalidad, los beneficios que
brindan, (salud, educación, sepelios ayuda a los deudos, a los niños, etc.) y por el
capital social que poseen representado por el valor de muebles e inmuebles.

La colectividad Italiana en La Plata


Indudablemente la colectividad italiana, la más fuerte numérica y
económicamente, desarrolló una tarea de socorros mutuos muy intensa desde
fines del siglo XIX, brindando a sus asociados los beneficios de una protección
frente a la enfermedad y la muerte, educación, mantenimiento de su identidad y
estrecho vínculo de solidaridad entre las sociedades italianas constituidas en La
Plata.
Aparecen poco tiempo después de la fundación de la ciudad y muchas de
ellas indican los lugares de procedencia de los grupos migrantes: Nuovo Círcolo
Napolitano, 1895, Círcolo Veterani e Militari in Congedo, formada en mayo de
1895 por algunos veteranos de guerra italianos residentes en La Plata. Societá
Operai Italiani, fundada en marzo de 1891 en Ensenada. Italia Unita, fundada en
diciembre de 1894 en Melchor Romero y en La Plata en abril de 1905. Fraternidad
Cosentina, surge en agosto de 1903. Principessa di Nápoli, formada en mayo de
1897. Amore e Caritá constituida en agosto de 1886, extendió sus beneficios a
todos los barrios de La Plata, Ensenada, Tolosa, etc. Unione e Fratellanza,

214
fundada en La Plata en junio de 1883, con sedes en los Hornos y Ensenada.
Unione Operai Italiani cuya formación data de junio de 1885.
Estas dos últimas Uniones tienen representación en el cementerio de La
Plata a través de panteones y bóvedas de algunos de sus dirigentes,
mostrándonos la jerarquía social de estas organizaciones de la comunidad italiana
platense.
Unione e Fratellanza: (Societá Italiana di Mutuo Soccorso): dentro de estas
organizaciones, sería la primera fundada por los inmigrantes italianos radicados
en La Plata hacia 1883. Subvencionó la escuela italiana local, donde recibieron
educación gratuita los hijos de los socios. Promocionó diversas actividades como
las de inversión económica mediante premios de honor a italianos que invirtieron
capitales en industrias y dado trabajo a operarios; las de solidaridad social
otorgando premios al amor materno para viudas con mas de cuatro hijos, para
sostenerlos y educarlos; también a jóvenes que por la muerte de sus padres
aportaron con su trabajo a la educación de sus hermanos.
El Panteón Social: construido en 1912 es de carácter monumental
realizado en un estilo de influencia italiana, es uno de los más destacados del
cementerio de La Plata. El pórtico, con la inscripción Societá Unione e
Fratellanza, es elevado y se accede por una escalinata de 5 escalones. Tiene
forma de pilón egipcio con vano trapezoidal. Sobre el dintel se encuentra una gran
escultura alegórica de las prestaciones brindadas por la sociedad. La imagen
representa a una mujer coronada sentada, teniendo en su regazo a una niña en la
segunda infancia, con un trajecito de cinturón bajo; a sus pies arrodillado un niño
y a la izquierda una mujer inclinada cubierta por un manto, que simbolizaría la
viuda. (Lam. X. Fig. 2). En el frontispicio del edificio, el friso es entrepañado,
donde los 3 entrepaños están separados por columnitas, en el centro un tragaluz
en arcada con vidrio repartido y en los laterales dos escudos que indican los
lugares de Trento y Trieste
En el eje central, por encima de la ventana se encuentra una estructura
donde se ha puesto una corona de palma. En la parte posterior presenta dos
ventanas con la fecha de construcción, 1912 y el nombre de Cristo. En la parte
superior se encuentra la cúpula terminada en cruz.

215
Rodeando todo el edificio, el friso tiene un alero ornamentado con hojas de
acanto y en el arquitrabe un juego de volutas. En los cuatro ángulos del edificio,
se encuentran columnitas que sirven de sostén a maceteros humeantes. Por
debajo de ellas se encuentran coronas de palmas con cintas y en la esquina de
cada pared, formando ochavas, antorchas iluminando hacia abajo, a la verdadera
vida, posible símbolo masónico.
En las paredes laterales se continúa el friso con representaciones de
escudos pintados de diversos lugares de Italia, a la derecha se ubican los de
Cosenza, Génova, Ancona, Monte Carrara, Livorno, y en el eje central Venecia,
representada por el León, Nápole, Torino, Bari, Parma, Catanzaro, Reggio
Calabria otros dos tienen el nombre borrado por el paso del tiempo. En el lado
izquierdo encontramos los escudos de Cagliari, Macerata, Verona, Perugia,
Sassari, Palermo, Milano, en el eje central Roma con la representación de la loba
amamantando a Rómulo y Remo y debajo la inscripción S.P.Q.R. (Senatus
popolusque romanorum), Vicenza, Rávenna, Catania, Potenza, Pavia, Salerno y
Lecce. En ambas paredes sobre el lienzo leemos la inscripción “A quanti vissero
nel ricordo della Patria in questa nóbile terra di laboro di speranze, ricevettero il
gelido amplesso della morte” y debajo Pace. Sobre las ventanas laterales se
encuentra el símbolo de Cristo formado por el Phi y Ro.
Unione Operai Italiani Esta institución se constituyó en junio de 1888,
contando en 1910 con 4412 socios. Su panteón social es una edificación
rectangular de hasta dos pisos de altura, que en su techo tiene una cúpula de
gran tamaño y recubierta por mosaico verde. En la cúspide remata en una
lámpara votiva y a sus costados se encuentran dos esculturas de ángeles. En la
vereda de entrada se encuentra una lápida de mármol blanco con la inscripción
Unione Operai Italiani, 12 de diciembre de 1910.
El frente presenta seis escalones y una puerta de hierro de doble hoja cada
una de las cuales tiene una filigrana de cruces y por debajo una chapa con el
anagrama de la sociedad y una marquesina (Lam.XXX Fig.1). El pórtico tiene dos
columnas con capiteles triangulares y cruces en cada cara, sostienen un dintel
triangular, la arcada de la puerta tiene la archivolta con guarda geométrica de
botones circulares, en la parte superior esta pintada el nombre de la sociedad.

216
El alero tiene un adorno de hojas de acanto, y en el centro una doble tarima
con una cruz de brazos iguales y por debajo una hoja de acanto, que sostiene una
escultura femenina con el brazo señalando al cielo (Lam.XXX.Fig.3). Termina con
un ventanal chico con un friso de flores y dos grandes botones laterales. En los
extremos laterales de la pared, hay dos columnas adosadas adornadas con un
friso vertical con cruces y círculos alternados. Todo el edificio tiene en la cornisa
un friso de entrepaños y columnas triples. En los cuatro ángulos, sobre el techo,
lámparas votivas. En los lienzos laterales el friso presenta en el entrepaño central
una gran cruz, que contiene a su vez, otra formada por haces de palmas atadas
con cintas y un círculo central de palma con otra cruz de brazos iguales. En la
parte trasera la puerta no lleva escalones (Lam. XXX. Fig. 2).
Del análisis documental surge que las sociedades italianas se organizaron
tempranamente, durante el período fundacional de La Plata, con un objetivo claro
de mantener unida a la comunidad y para la prestación colectiva y no individual de
acciones de beneficencia. En especial resalta la importancia dada a todo lo
relacionado con el ámbito funerario y la ayuda a los deudos.

217
LA PLATA Y EL SURGIMIENTO DEL PROFESIONALISMO
PERIODÍSTICO
María Carlota Sempé

La prensa platense y sus periodistas no fueron ajenos al influjo de las


ideologías imperantes como parte representativa de los diversos sectores sociales
de la ciudad y su rol en el proceso de institucionalización de la profesión en el
país fue fundamental. En su historia se observa el interjuego de los grupos
políticos, las sociedades filantrópicas y masónicas, el gremialismo y la iglesia
católica. A pesar del alto grado de extranjeros que conformaban las fuerzas vivas
de la sociedad platense en el período fundacional, el periodismo fue una actividad
dirigida y desarrollada por argentinos.
Desde la fundación de la ciudad la actividad estuvo caracterizada por una
gran variedad de órganos de prensa y una tendencia universalista, que supera la
mera difusión de noticias locales como sucedía en los periódicos del interior
provincial. La actividad de las imprentas fue muy intensa, de tal forma que ya
tempranamente se constituye la Sociedad Tipográfica, institución de fines
gremiales y sociales.
La importancia de la actividad periodística platense y el interés del público
consumidor se mide en el hecho que, en sus primeros años de vida, llegaron a
existir 38 órganos de prensa, de los cuales 13 eran diarios, 2 semanarios, 1
decenal, 3 quincenales, 10 mensuales, 1 bimestral, 1 trimestral, 3 eran anuales, 4
irregulares en su edición, correspondían a las publicaciones científicas del Museo
de La Plata. Los órganos mensuales estaban constituidos por las revistas de
Educación, de la Facultad de Agronomía y Veterinaria y Ars.

Periodismo, Imprenta y Sociedad


El periodismo platense conforma uno de los sectores sociales más
importantes de la ciudad de La Plata. La ciudad capital en sus primeros 30 años
de vida llegó a contabilizar 42 órganos periódicos, bajando a 38 en 1910 muy
posiblemente debido a la gran crisis económica.
El gran desarrollo alcanzado por la actividad periodística y de prensa local
lleva a constituir en junio de 1907 El Círculo de Periodistas, entidad aún existente,

218
que tuvo como propósito estimular las iniciativas de progreso, la ayuda mutua y el
mejoramiento intelectual y material de los socios.

Los diarios de la ciudad


El diario más antiguo fue El Día, aún hoy en actividad, fundado el 2/3/1884,
prácticamente acompañando al nacimiento de la ciudad.
Otros diarios, como La Verdad, llegan a La Plata, originarios de pueblos del
interior de la provincia, en este caso Rojas, donde había sido fundado el
5/10/1882. Este traslado es una demostración de las migraciones del interior a la
novel capital provincial, fruto de las expectativas despertadas por el gran proyecto
fundacional.
Órganos de carácter político e informativo fueron El Argentino (1/8/1906) ,
La Reforma (1/7/1906), Buenos Aires (15/10/1893), La Verdad, que también
agrega un interés literario. De carácter informativo y noticioso fueron El Mercurio,
surgido en 1891, y La Plata, fundado el 15/12/1907. El Pueblo, comenzado a
editar en 1906, tenía como objetivo la educación política del pueblo. Varios diarios
pueden clasificarse como de interés general, ellos fueron Los Debates (1/8/1902),
La República (17/1/1907), El Platense (22/5/1909), El Eco del Comercio
(16/8/1909), El Censor (1/5/1910).
La revista La Terraza (31/3/1909) era de carácter exclusivamente literario y
Ars, una publicación de carácter literario y artístico, tuvo la particularidad de ser el
órgano de expresión de una asociación integrada por los egresados y alumnos de
la escuela de dibujo del Museo, esta revista fue fundada el 1/5/1909.
Los grupos católicos platenses fundan el 20 de diciembre de 1906 la
Asociación de la Buena Prensa, para sostener tres antiguas publicaciones
periódicas, el semanario ilustrado La lectura del Domingo fundado el 1/1/1893,
tenía como servicio impartir instrucción religiosa y moral. Los otros dos de
carácter quincenal fueron La Lectura Amena (9/2/1896) que daba instrucción
popular y el Boletín Eclesiástico (6/10/1898).
El Boletín mensual de la asociación de maestros, comenzado a editar en
1901, tuvo un carácter netamente gremial. La Sociedad espiritista Luz del
porvenir, fundada el 14/11/1902, fue una sociedad de socorros mutuos que tuvo

219
un periódico, cuyo interés fue estudiar científicamente el espiritismo, lograr el bien
común y el progreso de la humanidad, a través de la creación de escuelas y
bibliotecas.

La Sociedad Tipográfica de La Plata.


Esta sociedad de fines benéficos, fue fundada el 8 de diciembre de 1889 y
refundada el 22 de diciembre de 1895. Los asociados eran obreros de las artes
gráficas, específicamente tipógrafos.
La capacidad económica de esta sociedad estaba basada en la abundancia
de imprentas y de trabajo en los distintos órganos de difusión, tan abundantes en
la ciudad.
Dentro de su capital social, para 1910, contaba con efectivo en bancos,
bienes muebles e inmuebles por un valor de $34857,29, entre Casa Social,
Terrenos, Impresiones, Biblioteca, Panteón y 250 socios.
Uno de sus objetivos, propender a la mejora de la condición del obrero
tipográfico llevó a organizar una biblioteca de 3000 volúmenes, hecho inusual
para la época. La ayuda a los enfermos llevó a financiar la asistencia médica y
farmacéutica y en caso de defunción de los socios, corría con los gastos del
sepelio para lo cual construyó en el cementerio local un panteón.

Panteón de la Sociedad Tipográfica.


Esta sociedad dio mucha importancia a la funebria para lo cual construyó
un panteón social valuado en $6000 m/n para 1910, ubicado sobre la avenida
principal del cementerio, a su izquierda. El edificio corresponde a un panteón
nichero, es de líneas sobrias, sin adornos (Lam. X Fig. 3).
La planta es rectangular, y se levanta unos tres metros de altura, los muros
están rematados por un cornisamiento de moldura lisa y ligeramente en saledizo.
La fachada esta constituida por un eje central, sobresaliente, con el frontón
triangular superior y el portal de entrada esta remarcado por una cornisa
escalonada que delimita el dintel, sobre el cual se encuentra la inscripción de la
sociedad. A los lados del eje se encuentran los nichos formando dos columnas de
siete filas, en cada lado. El portal es de arco trespuntado con puerta de hierro de

220
dos hojas. Estas tienen ventanas ojivales y lobuladas. En el techo, sobre el eje
central y detrás del frontón se ha construido un ático con techo redondeado
rematado en una cruz. Esta rodeado de una cornisa y tiene un tragaluz ojival.

El surgimiento de la profesión periodística


El primer curso de formación periodística del país se dictó el 27 de Abril de
1934 bajo el auspicio del Círculo de Periodistas de la Provincia de Buenos Aires y
la Universidad Nacional de La Plata. El Dr. Manuel Mendiburo Eliçabe, abogado,
director de la filial local del diario La Prensa y profesor de Ética periodística,
promotor de dicho curso en el acto de inauguración de los mismos sostuvo, “ la
aceleración del ritmo de vida contemporánea, ha exigido al periodismo la mayor
universalidad de la información noticiosa y de sus comentarios y le ha impuesto la
condición de la mas estricta actualidad.” (Pessacq 1987).
En 1935, Mendiburo Eliçabe funda la Escuela Argentina de Periodismo,
primera institución de este tipo en América latina., Siempre consideró que el
periodista debía formarse profesionalmente para poder desarrollar y dominar una
gama variada de conocimientos, así como de adquirir capacidad técnica para
llevar adelante el complejo mecanismo del diario moderno.
La Escuela de Periodismo tuvo como finalidad capacitar en la función
periodística a través de conocimientos especiales y de impartir una instrucción
general, ya que el periodista debía entender un poco de todo para saber lo que
pasaba en la sociedad.
Desde sus inicios un aspecto importante de la Escuela fue impartir normas
de ética profesional y de civilidad que debían modelar el perfil humano del
periodista.
Para la concreción de esta Escuela unieron sus esfuerzos, la Universidad
de La Plata, a través de su presidente el Doctor R. Levene, quien era amigo del
Dr. M. Elicabe.

La personalidad del fundador.

221
El Dr. Manuel Mendiburo Eliçabe (1974-1965), hijo de una familia vasca
oriunda de Magdalena, dedicada a la actividad agroganadera, de muy joven tuvo
vocación por las leyes, estudió Derecho, llegando a ser conjuez de la corte.
Su actividad como abogado es recordada por haber ganado, un juicio al
estado defendiendo el carácter deportivo de las carreras de caballos y que éstas
no fueran consideradas como juego de azar, lo que permitió la explotación de
dicha actividad a favor del Jockey Club.
Gran viajero recorrió el sur del país, llegando hasta Punta Arenas en Chile.
Fue frecuente visitante de Bolivia y Perú, donde fue declarado ciudadano ilustre
en Arequipa. De estas actividades quedan sus álbumes de fotos, donde se
observa el interés sobre todo lo relacionado con el desarrollo cultural americano y
las características étnicas y sociales de las poblaciones que visitaba.
Viajó también a Europa, visitando España, Francia e Italia, conociendo sus
monumentos y riqueza cultural. Gran coleccionista de libros, llegó a tener una
biblioteca de más de 6000 ejemplares, integrada por libros de derecho, historia,
geografía, arqueología, etnografía y literatura. Algunos, como los de Prescott,
Schmidel, Madero y De Angelis, primeras ediciones. Conocía, leía y hablaba con
soltura francés, vasco, griego y latín.
Dentro de sus intereses sociales se puede hablar de su actividad en la
masonería. Fue iniciado en la Logia Florentino Ameghino, que estaba en la calle
55 entre 13 y 14 de La Plata, un 19 de noviembre de 1909. Llegó a ser Gran
Maestre (grado 33) del Gran Oriente Argentino del Rito Azul en 1915 (Lam.XXXI
Fig.1), del cual queda su sello ( Lam. XXXI. Fig. 2) y una medalla de la logia 19 de
Noviembre del valle de La Plata y otro colgante de la Logia Bernardo de
Monteagudo.
Mucha de su actividad en pro del progreso y desarrollo social, de su
profesión periodística se explica en su pertenencia a esta sociedad secreta y
posiblemente sus viajes hayan estado relacionados con esta actividad. Entre sus
recuerdo se encuentra un pendiente con la escuadra y el compás encerrando una
estrella de 6 puntas que tiene una G en el centro, perteneciente a la logia
Bernardo de Monteagudo. Fue rotario muy activo y asistía a muchas de sus
reuniones internacionales (Lam. XXXI. Fig. 3).

222
Su actividad en el diario La Prensa se realizó bajo los principios de defensa
de la democracia y la ética. Fue Convencional constituyente en la reforma
provincial de 1934, defendiendo el proyecto de libertad de prensa contra el de
limitación que quería imponer el convencional Sánchez Sorondo. Cuando La
Prensa fue intervenida por el peronismo en la década de 1950, se retira de su
cargo de director y de la vida pública, refugiándose en su quinta de Tolosa, con
sus libros, muriendo en 1965.
Son varias las causas del desarrollo periodístico y la temprana
profesionalización de todas las actividades relacionadas con la prensa en la
ciudad de La Plata. Por un lado la ideología progresista y masónica del grupo
fundador, por otro el cosmopolitismo de la sociedad platense, con un predominio
de extranjeros para 1910. El ambiente liberal de la época, reforzado por el
rompimiento con el Vaticano en la época de Roca y la institucionalización de
asociaciones de fines diversos que dieron identidad a los grupos sociales. ara ello
fue importante la constitución temprana de la Sociedad Tipográfica, del Círculo de
Periodistas, la apertura de diarios con las más variadas ideologías y la existencia
de publicaciones periódicas de índole científica, de nivel universitario, que
permitieron constituir un centro importante de difusión del conocimiento ya en los
inicios de la ciudad.
La influencia de la masonería argentina fue fundamental, la Sociedad
Tipográfica, fue obra suya, posteriormente esta asociación cimentó las bases de
la Federación Gráfica Bonaerense. Sus objetivos fueron la ayuda a los socios y la
defensa gremial. Los que conformaron El Círculo de periodistas en La Plata eran
en buen número masones, en especial su fundador el Doctor Manuel Mendiburo
Eliçabe
La existencia de una institución como la Universidad de La Plata, que dio
su auspicio a la Escuela de Periodismo y luego la incorporó como carrera
universitaria a la institución, fue uno de los factores relevantes, que aseguraron la
calidad de la enseñanza impartida.

223
LA BOVEDA DE LOS CAIDOS EL 9 DE JUNIO DE 1956
María Carlota Sempé, Antonia Rizzo y Virginia Dubarbier

“No existe aún una conciencia nacional del crimen del 9 de junio. El hecho
ha sido olvidado por muchos, y es en otros un recuerdo vago y borroso” (Ferla
1983).
Este es el eje en torno al cual gira la problemática del presente trabajo, que
analiza los mecanismos de mantenimiento y recuperación de la memoria social de
un hecho traumático.
El cementerio es una institución inseparable de la constitución de la ciudad,
como tal, su función es la de alojar a los muertos de la comunidad.
A lo largo del tiempo se constituye simbólicamente, como lugar donde
queda plasmada la memoria social de la población, resguardando un pasado que
se hace presente periódicamente, con las visitas de los habitantes a sus muertos
y de las conmemoraciones de hechos y personas que en él se celebran.
En el cementerio se encuentran los monumentos característicos de la
muerte y otros que se erigen en recordación de hechos que han adquirido
importancia histórica para la población en una determinada época y región
particular.
La asistencia al cementerio permite a las personas y grupos invocar y
convocar a un pasado, a través de la tangibilidad de los monumentos funerarios.
Mediante éstos, dicho pasado se actualiza en forma permanente para los
miembros vivientes, permitiéndoles renovar los principios de su identidad y sus
raíces, posibilitando así, la construcción del patrimonio intangible a través de la
memoria colectiva.
En el presente trabajo se analiza el monumento de los Caídos en la
Revolución de junio de 1956 y su simbolismo.
En lo social, si bien la muerte no puede ser recuperable en el plano
biológico, todo muerto es necesariamente recuperado, de alguna forma, en
especial a través de monumentos conmemorativos.

224
Por definición un Monumento es una obra pública arquitectónica o
escultórica, con inscripciones, que se erige en memoria de un hecho heroico o
acontecimiento social o familiar. Puede o no tener valor artístico.
Cuando se trata de una obra de arquitectura funeraria, su envolvente (lo
que define el volumen) está conformado por los cuatro muros de las fachadas y el
techo, o por grandes galerías con arcadas y/o muros nicheros, o por lozas y
lápidas que cubren la sepultura.
Existen diferentes tipos de monumentos funerarios: mausoleos, panteones
sociales, bóvedas, sepulturas con monumento, nichos, cenotafios, hipogeos,
tumbas en tierra y osario.
Mausoleo: es un sepulcro de carácter monumental, que puede estar
ubicado sobre grandes plataformas o podios destinados a la celebración de
ceremonias públicas relativas a la conmemoración de las grandes figuras allí
enterradas, o a acontecimientos históricos (Rizzo, 2001).
Desde este punto de vista el monumento a los Caídos en la Revolución de
junio de 1956 (Lam. XXXII. Fig. 1) puede ser adscripto a la categoría de Mausoleo
por su carácter conmemorativo de un hecho traumático colectivo. Se encuentra
ubicado en el sector C del cementerio, inmediato a la zona de entrada. Fue
levantado por la Comisión de Homenaje Permanente a los fusilados.
Es una construcción de mampostería símil piedra, de forma piramidal
truncada, asentado sobre un basamento cuadrangular, con un cornisamento que
presenta motivos de cruces espaciadas.
La pirámide remata en un friso liso con dos molduras circulares laterales. Al
frente en ambas esquinas presenta los bustos de Perón y Evita (Lam. XXXII. Fig.
2) En el techo, no abovedado el monumento culmina con una urna de pedestal.
En el frente se encuentra la placa que identifica al mausoleo “ASOCIACIÓN
DE HOMENAJE PERMANENTE A LOS CAÍDOS DEL 9 DE JUNIO DE 1956".
La puerta de entrada es de bronce de doble hoja, vidriada. El cierre tiene
tapajuntas cruciformes, colocadas entre los bordes de la puerta y la imposta
(Rizzo 2001b). En las hojas se han colocado aplicaciones en forma de cruz y
aldabones de bronce cincelado y fundido. Adosados a la pared se encuentran dos
floreros de bronce en forma de lágrima (Sempé y Dubarbier 2001).

225
En la pared frontal varias placas cinceladas y de bronce fundido tienen
inscripciones de homenaje y portarretratos con fotografías esmaltadas, de los
caídos en los hechos luctuosos de la revolución del 9 de junio. Muchos de ellos
sepultados en otros cementerios
En la pared lateral se ve una placa de mármol negro con la tabla de sangre
donde figura la lista de los fusilados entre el 9 y 12 de junio (Lam. XXXII. Fig. 3).

Tabla de sangre combatientes ejecutados por la represión


el 9/VI- 1956
GRAL DIV. Juan J. VALLE COMBATIENTES
CNL Eduardo A. CORTINES Ramón R. VIDELA
CNL Ricardo Santiago IBAZETA, Carlos IRIGOYEN
TTE CNL Oscar L. COGORNO Rolando ZANETTA
TNTE CNL José A. IRIGOYEN Dante Hipólito LUGO
CAP Jorge M. COSTALES Esc. Clemente Braulio ROSS
CAP Néstor D. CANO Esc. Norberto ROSS
CAP Eloy L. CARO Osvaldo Alberto ALBEDRO
TTE 1RO Jorge L. NORIEGA Carlos Alberto LISAZO
TTE Néstor M. VIDELA Nicolás CARRANZA
SUBF PR Miguel Á. PAOLINI Mario BRIÓN
SUB PR Ernesto GARECA Vicente RODRÍGUEZ
SAR AV Isauro COSTAS Francisco GARBOTTI
SAR Hugo E. QUIROGA Miguel A. MAURIÑO
SAR Luciano I. ROJAS Aldo E. JOFRE
SAR Luis PUGNETTI
CBO José M. RODRÍGUEZ
TTE RES Alberto J. ABADIE

Memoria colectiva y hecho traumático


Este trabajo tiene como objetivo mostrar como una sociedad recuerda los
hechos políticos traumáticos a través de los monumentos funerarios, el recuerdo
es una actividad social y tiene una fuerte base institucional.
Para Bartlett (1932: 90) los procesos reconstructivos del recuerdo son de
nivelación, acentuación, asimilación y convencionalización. Otro investigador
(Halbwachs 1925: 75) considera que la memoria colectiva tiene un sesgo que esta
dado por la tendencia al olvido de los hechos negativos y la construcción de una
imagen positiva del pasado

226
Igartúa y Paez (1998) consideran que “los procesos de olvido, selección y
reconstrucción permiten adecuar la memoria de los hechos traumáticos a los
marcos sociales de referencia- a los valores y creencias dominantes”.
De este modo y teniendo presente la textualidad de los monumentos
funerarios y su función social podemos decir que la memoria colectiva produce
reconstrucciones simbólicas del pasado, a través de la narrativa, de los
monumentos conmemorativos, de los escritos históricos y del arte.
En la narrativa se construye una historia sobre la base de recuerdos, tal es
el caso de Rodolfo Walsh, que en su obra (1984) construye una situación histórica
a través de los actores supervivientes, familiares y su propia experiencia. Así,
entonces podemos señalar que se trata de un observador comprometido, ya que
su narración original es inmediata al hecho. En su trama hay procesos de
simplificación y condensación, que se observan en la gran importancia dada a los
fusilamientos de José León Suárez y la versión convencionalizada sobre los la
narrativa correspondiente a los militares que actuaron en el alzamiento.

Contexto histórico
La figura prominente del movimiento del 9 de junio, contra el Gobierno
Provisional, fue el General de División (R) Juan José Valle, retirado
voluntariamente tras la caída de Perón.
El movimiento contó con la cooperación de muchos civiles peronistas y el
apoyo de la clase trabajadora, pero no, con la aprobación explícita de Perón, a la
sazón exiliado en Panamá.
Los generales retirados Juan José Valle y Raúl Tanco asumieron la
conducción de lo que se denominó Movimiento de Recuperación Nacional y
esperaban ser sus beneficiarios políticos directos.
El plan disponía que grupos comandos, civiles y militares, coparan
unidades del ejército en varias ciudades y guarniciones, se apropiaran de medios
de comunicación y distribuyeran armas de depósitos militares, entre quienes
respondieran a la proclama de un levantamiento popular.
Aramburu parte a Santa Fe el 8 de junio, con sus ministros, y es de
relevancia destacar que deja firmados decretos sin fecha, en manos de Rojas

227
para proclamar la ley marcial si fuere necesario, ya que tenían conocimiento de la
conspiración.
Ese mismo día, se detuvo a gran número de militantes gremiales
peronistas, para desalentar la participación masiva obrera en los movimientos
planeados.
Los rebeldes inician el levantamiento entre las 23 horas y la media noche
del sábado 9 de junio, logrando el control del Regimiento 7 de Infantería de La
Plata, y la posesión temporaria de radioemisoras en varias ciudades del interior.
En Santa Rosa (La Pampa) los rebeldes coparon el cuartel general del distrito
militar, el departamento de policía y el centro de la ciudad.
En la Capital Federal las fuerzas leales al gobierno provisional frustraron el
intento de copar la Escuela de Mecánica de la Armada y su arsenal, los
regimientos de Palermo y la Escuela de Suboficiales de Campo de Mayo.
En La Plata los rebeldes contaron con apoyo civil, y lanzaron un ataque
contra los cuarteles General de la Policía y el de la Segunda División de
Infantería. Inmediatamente se producen los ataques de la fuerza aérea y la
marina, tras lo cual se rinden a las 9 de la mañana del 10 de junio. Igual acción se
llevó a cabo en Santa Rosa terminando con la rendición de los rebeldes.
Según las disposiciones de la ley marcial proclamada poco después de los
ataques rebeldes, el gobierno decretó que cualquier persona que perturbara el
orden público con armas o sin ellas sería sometida a juicio sumario. Durante los
tres días subsiguientes, a pesar de la suspensión de la pena de muerte del código
de justicia militar, los rebeldes fueron fusilados.
En los basurales de José León Suárez, en horas de la madrugada del 10
de Junio fueron ejecutados: Mario Brión, Vicente Rodríguez, Carlos Lizaso,
Nicolás Carranza y Francisco Garibotti. El relato de estas muertes fue investigado
por Rodolfo Walsh.
En la Unidad Regional de la Policía de Lanús fueron muertos en la
madrugada de ese mismo día 10 de junio, el Coronel José A. Irigoyen, el Capitán
Jorge M. Costales y los civiles Osvaldo Albedro, Dante H. Lugo, Clemente y
Norberto Ros.

228
Por Decreto Ley 10364 del 10 de junio de 1956 se impuso la pena de
muerte por fusilamiento. En campo de mayo fueron ejecutados por orden de la
vicepresidencia, los Coroneles Alcibíades E. Cortines y Ricardo S. Ibazeta, junto a
cuatro oficiales subalternos: capitanes Néstor D. Cano y Eloy L. Caro, Tenientes
1º Jorge L. Noriega y Néstor Marcelo Videla.
En la Escuela de Mecánica los cuatro suboficiales que la habían tomado,
también fueron muertos: Miguel A. Paolini, Ernesto Gareca, Isauro Costas y Luis
Pugnetti. En la Penitenciaría Nacional de la Avenida Las Heras se fusila a tres
suboficiales del regimiento 2 de Palermo responsables del copamiento: Sargento
Hugo E. Quiroga, Luciano I. Rojas y Cabo 1º José Miguel Rodríguez.
Frente al Automóvil Club Argentino es ametrallado Miguel Ángel Mauriño,
que fallece en el Hospital Fernández.
El Coronel Oscar L. Cogorno, jefe del levantamiento en La Plata, fue
fusilado en el cuartel del Regimiento 7, el 11 de Junio. El Subteniente de Reserva
Alberto Abadie, lo fue al anochecer del 12 de Junio, en el Bosque. También fueron
ejecutados Carlos Irigoyen, Ramón Videla y Rolando Zanetta.
Ante la amenaza del gobierno militar de ejecutar un detenido por día, el 12
de junio se entrega el General Juan José Valle que es fusilado, a la noche, en el
penal de Las Heras.
Las visiones sobre el hecho:
1. Desde los familiares
2. Desde los militantes.
3. Desde la narrativa literaria
4. Desde la historia.
1. La visión de los familiares se obtuvo mediante la realización de entrevistas
personales al hijo de Costales y al Sr. Raúl Castro y se ha analizado el discurso
en las placas existentes en el mausoleo del cementerio de La Plata.
En este último caso resaltan las placas de homenaje a:
Rosa Espósito de Zanetta, que dice:
“Te uniste al amor de tu vida, el día de la cita después de cumplir, el
sueño de ver la familia que juntos soñaron florecer. Rosa de Abolengo,
ciudadana ilustre, del silencio heroico no te faltó coraje para enfrentar, sola al

229
verdugo de tu esposo. Sos parte de la historia de mujeres con mayúscula en
nuestro país en tiempo de violencia, nos diste un tiempo de ternura, tu amor
nos dará calor hasta el día del encuentro descansa reina madre”.
En las de homenaje al Tte. Cnel. Oscar Lorenzo Cogorno, Sub. Tte.
Reserva Alberto Juan Abadie, Rolando Alberto Zanetta, Carlos Irigoyen y
Ramón Raúl Videla, el discurso está más formalizado a pesar de haber sido
realizado por Elsa Abadie y Graciela Zanetta, hijas de los mártires.
“Dieron su vida por una patria libre, justa y soberana no fue vano.
Juan Domingo Perón, su líder murió en su tierra como presidente con
todos sus honores.
Si bien creían que el ejército cumple en un país un rol específico
importante fueron visionarios del horror de una tiranía militar.
Se brindaron a su causa con vocación de servicio sabiendo que en ello
les iba la vida.

Si no conoce la historia del Peronismo, sepa que aconteció el 9 de junio


de 1956 cuando un grupo de jóvenes salió a defender la voluntad de un pueblo.
Conozca sus héroes, sus mártires, y sepa que esta querida ciudad de La Plata,
Berisso y Ensenada fue escenario de la más valiente resistencia peronista.
Regaron con su sangre las calles platenses por los más nobles ideales, un
peronismo siempre vigente con un futuro basado en la justicia social. Ellos son
celosos guardianes de los derechos del Pueblo, de los oprimidos, de los
humildes, de los necesitados. Acompañan la gestión de los dignos funcionarios.
Aquí en este sentimiento no hay lugar para los pobres de espíritu, los cuales
caen por su propio peso. Cuando usted pisa la ciudad de La Plata, capital de la
Provincia de Bs. As., sepa que noviembre la perfuma de tilos porque ha sido
cuna de héroes, semillero de cultura de hombres y mujeres capaces de jugar
su último aliento por defender sus ideales. 1956 – 1993”

2. Desde los militantes


Para Antonio Mario Cafiero los fusilamientos del 9 de junio de 1956, que se
llevaron las vidas del general Juan José Valle y de los coroneles Cogorno e
Ibazeta, junto a los de los civiles muertos en los basurales de José León Suárez y

230
en la comisaría de Lanús, son símbolos máximos de la heroica resistencia
peronista.

3. Desde la narrativa literaria.


Rodolfo Walsh publica en la revista Mayoría del 27 de mayo al 29 de
julio de 1957 un total de nueve notas sobre el levantamiento del 9 de junio de
1956 bajo el título de Operación Masacre.
También cuenta con media docena de artículos en el periódico
Revolución Nacional. La primera publicación en forma de libro fue editada por
Sigla, con fecha 30 de noviembre de 1957.
Sobre el mismo declara:
“Escribí este libro para que fuese publicado, para que actuara, no para
que se incorporase al vasto número de las ensoñaciones de ideólogos”.
Investiga y relata los hechos “tremendos” para darlos a conocer en forma
más amplia, para que inspiren espanto y para que no puedan jamás volver a
repetirse. Enfatiza los episodios correspondientes a los fusilamientos en el
basurero de José León Suárez.

Su visión del hecho se da dentro de la perspectiva de la lucha de clases, y lo


califica de atroz asesinato.
Para Ferla (1972), ardiente opositor del gobierno de Aramburu, el
episodio fue un crimen premeditado, un acto deliberado, instigado por la
oligarquía para poner una cuña “entre las Fuerzas Armadas y el peronismo,
entre las Fuerzas y el pueblo. Antes del 9 de junio la revolución libertadora era
un hecho cancelable. Después del 9 de junio aparecerá como un hecho
irreversible, especialmente a los ojos de los jefes y oficiales que ejecutaron o
consintieron los fusilamientos”.

4. Desde la Historia
Para Potach (1983: 313-319) la rebelión de Valle fue una conspiración
basada en el resentimiento de muchos oficiales y suboficiales en retiro,
señalando que la dureza con que se la trató no había tenido precedentes en la
historia argentina. Fue la primera vez, en el siglo XX, que se ordenó como

231
castigo las ejecuciones para atemorizar y evitar que se produjera una guerra
civil.
Para este autor, el recuerdo de los mártires del 9 de junio fortaleció la
resistencia a los esfuerzos del gobierno para apartar a la clase obrera de su
orientación peronista.
Según Rouquie, (1982:137-138) el alzamiento no fue un procedimiento
militar “corriente” porque las masas peronistas estaban organizando la
resistencia y las ejecuciones ensancharon el abismo entre vencidos y
vencedores.
Según su opinión, el gobierno quemó sus naves y llegó a un punto de no
retorno para la reconciliación cívico-militar, esto fue lo que llevó a los
montoneros, posteriormente, a secuestrar y asesinar a Aramburu pretendiendo
vengar 14 años después a las víctimas de junio de 1956.
Para Horowicz (1986 Pp. 151-152.) una vez desarmado el andamiaje
defensivo de la clase obrera, el programa de la libertadora se redujo a un
punto: elegir a un sucesor adecuado. El retorno del peronismo no admitía
respaldo militar ni civil; era necesario “tabicar a sangre y fuego la posibilidad del
retorno”, “clausurar definitivamente esa alternativa”-
Según Floria y García Belsunce (1992:434) el gobierno tuvo un serio temor
de que el conato pudiera transformarse en guerra civil y reaccionó con singular
dureza fusilando a los principales complotados y dando mucha publicidad a las
ejecuciones.
De acuerdo a Baily (1985) el 9 de junio de 1956 los ex generales Juan José
Valle y Raúl Tanco, jefes del Movimiento de Recuperación Nacional,
encabezaron una rebelión contra el gobierno, contando con un cierto apoyo
gremial. Estos generales se sublevaron porque Aramburu los había eliminado
del ejército junto a otros elementos peronistas. Tuvieron apoyo gremial porque
prometían restablecer al movimiento obrero en su “legítima posición dentro de
la sociedad”, entregando los gremios a los obreros peronistas y realizando
elecciones sin restricciones ni marginaciones.
El discurso familiar reivindica la valentía y los ideales de los caídos en una
lucha por la patria, la independencia y la soberanía. Es la reivindicación de los

232
padres, en función de un pasado donde los familiares fueron discriminados y
marginados por la sociedad. Esta visión del rechazo social surge del relato de
los hijos, cuando iban al cementerio en horas tempranas, con la madre, a rendir
su homenaje y recuerdo tal como ocurrió en los casos de Cortines o los
cambios de colegio sufridos por la hija de Irigoyen.
Sólo el tiempo les permitió revindicar la acción de sus padres, en la medida
que se constituyó un grupo, la comisión de homenaje, que permanentemente
ha actualizado el recuerdo de los hechos y les ha dado un lugar dentro de la
historia del peronismo, de las reivindicaciones sociales y de la comunidad
platense. La Plata fue el único lugar donde se combatió realmente, es decir, se
elaboró una imagen de verdadera lucha armada, para recuperar la soberanía e
independencia nacional.
Desde la militancia, éste fue el último movimiento donde se unieron
militares y civiles en torno a un ideal de nacionalidad. Los levantamientos
militares posteriores se caracterizaron por el enfrentamiento de estos dos
sectores sociales, como enemigos.
El discurso de la historia no es sólo descriptivo, porque en él se intenta
clasificar y ubicar el hecho dentro de un contexto histórico oficial, en esencia se
minimiza su importancia política, resaltando su crueldad como para aparentar
una posición de equilibrio entre los sectores enfrentados de la vida social
argentina.
Sin embargo, se remarca su conexidad con las acciones posteriores del
movimiento montonero, al cual se tilda de grupos de jóvenes, como reiteración
de un proceso de minimización de su profundidad ideológico social. La muerte
de Aramburu es vista sólo como el acto de venganza, por el fusilamiento de los
mártires del 9 de junio.
Podemos sostener, que el discurso de la historia es un discurso formal, que
trata superficialmente los hechos político-sociales involucrados y elabora una
imagen idealizada de los personajes actuantes, como seres que corrían detrás
de una utopía.
El peronismo anualmente, en cada fecha, realiza homenajes a los mártires
del 9 de junio de 1956, los militantes se congregan en el monumento funerario

233
para convocar y evocar un pasado, en un acto cuya finalidad última, no es sólo
mantener viva la memoria del hecho para que nunca más ocurra, sino que lo
que está en juego es la actualización permanente de la identidad peronista,
dentro de principios que fueron esenciales para el surgimiento del movimiento,
la unidad de los distintos sectores, fuerzas armadas y fuerzas productivas de la
nación para reivindicar la independencia y soberanía argentina.
Siguiendo a Greimas (1976) podemos explicar este acto conmemorativo
como un modelo actancial, donde el objeto es el monumento funerario, el dador
es la comisión de homenaje permanente que lo construyó, su destino final es la
conservación de la identidad peronista, el héroe o personaje principal es el
partido peronista que es coadyuvado por los militantes congregados, que se
agrupan para enfrentarse a los oponentes (sectores políticos e ideológicos
opuestos), que quieren la dilución de la identidad peronista y que han
interpretado el hecho del 9 de junio como un movimiento sedicioso del orden
público. En el acto se reivindica el carácter patriótico de dicho movimiento.
Toda reunión conmemorativa que se realiza en el cementerio es siempre
un acto de reivindicación del discurso de la memoria y el recuerdo.

234
TODO ESTÁ GUARDADO EN LA MEMORIA:
LA PRESENCIA DE LOS DESAPARECIDOS POR LA VIOLENCIA POLÍTICA
DE LA DICTADURA EN EL CEMENTERIO DE LA PLATA
Marta Inés Baldini

Todo está escondido en la memoria,


refugio de la vida y de la historia.

La memoria estalla hasta vencer


a los pueblos que la aplastan
y que no la dejan ser
libre como el viento.
Leon Gieco

Durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983) se secuestraron,


torturaron, asesinaron y desaparecieron hombres y mujeres de diversos orígenes
sociales, edades, lugares de residencia. Esos años son recordados como los de
mayor violencia política y la última dictadura militar como la más sangrienta de
nuestra historia.
La represión se dio en todas las clases sociales, con mayor intensidad
entre obreros y estudiantes; la mayoría de los secuestrados eran hombres y
mujeres jóvenes, que tenían al momento del secuestro entre 20 y 40 años. Incluyó
a quienes tenían diferentes creencias y actuaciones políticas, a acusados
solamente por poseer literatura subversiva, a amigos o parientes inocentes y
apolíticos “que no tenían nada que ver”. La desaparición indiscriminada puso en
primer plano la arbitrariedad del terror y la metodología de los terroristas de
estado.
Ludmila da Silva Catela (2005), analizó por qué y cómo los individuos dan
cuenta de tal situación extrema. Afirma que el caso de los desaparecidos políticos
de Argentina – los que “no existían”, no “estaban ni vivos, ni muertos”-, permite
reflexionar sobre la configuración de formas de regulación de la vida social
durante las acciones de violencia política y sobre las formas de hacer política en
la sociedad argentina contemporánea. Considera que ante la situación límite e
inédita de desaparición, un conjunto de acciones se repitieron articuladas en dos
momentos: uno de desintegración y desagregación de los entornos cotidianos y

235
otro que denomina de reconstrucción del mundo, que es de reacción, de creación
de referencias culturales esenciales y estrategias políticas eficaces.
En el primero, el mundo sostenido por instituciones que salvaguardan a los
ciudadanos - el gobierno, el ejército, la justicia, la iglesia-, se desmorona; en el
segundo es imperativo honrar a las víctimas, mantener viva la memoria y crear
símbolos que remitan permanentemente a la oposición al odio, la intolerancia, la
exclusión y funcionen además como clave de transmisión intergeneracional de los
procesos históricos.
Esto se expresa en Argentina en acciones que además de las denuncias,
implican la invasión del espacio público, poblando los lugares con fotos,
señalando en la ciudad los lugares del horror, imponiendo nombres de calles,
creando cátedras en la universidad, planificando parques de la memoria y
monumentos a los desaparecidos.
Junto a la organización de estos espacios de acción, se fueron creando
símbolos y rituales, así como marcas materiales de la memoria, a modo de
denuncia y visibilidad. Por ejemplo, en la ciudad de La Plata, se creó la Cátedra
libre del Pensamiento Nacional ”Rodolfo Achem y Carlos Miguel”, ex funcionarios
de la Universidad de La Plata (UNLP, Resolución N° 781/2006) y se impusieron
nombres de militantes populares a varias calles, ratificados por ordenanzas
municipales: Calle Achem- Miguel, 48 entre 6 y 7, Calle Carlos Pierini, 115, entre
60 a 69, dirigente sindical, calle Horacio Chaves , 53 de 20 a 23, militante de la
resistencia peronista, protagonista de la sublevación del Gral. Valle en 1956. Tres
aulas del Colegio Nacional se designaron con el nombre de estudiantes de la
institución desaparecidos y muertos por la triple A (Aulas Néstor “Pichila”
Fonseca, Rodolfo “Rusito” Ivanovich y Juan Carlos “Gallego” González Gentile).
También se planificaron parques de la memoria y monumentos a los
desaparecidos.
La vinculación de estos sitios con demandas sociales y con su contexto
histórico-social, es necesaria para comprender el lugar que ocupan hoy en
distintas ciudades de Argentina. En este sentido, da Silva Catela (2010), distingue
entre el lapso comprendido entre el fin de la dictadura y la actualidad tres

236
momentos que aportan indicios de hitos sobresalientes en la línea de tiempo de la
memoria en Argentina.
El primero está marcado por el retorno de la democracia, siendo la
búsqueda de la verdad la preocupación movilizante del momento. La pregunta
central era ¿qué había pasado con los desaparecidos?, sumado a la necesidad
de un juicio a los culpables. Corresponden a este período las primeras imágenes
que revelaban la existencia de centros clandestinos de detención; reconocidos,
señalados e inscriptos en el informe de la CONADEP. Sin embargo, en ese
momento no fueron pensados como lugares de memoria, sino como prueba
jurídica.
Desde 1996, con la conmemoración de los veinte años del golpe, aparecen
en el espacio público una serie de marcas destinadas a relatar el pasado,
sostenidas por compañeros de los desaparecidos y sobrevivientes, quienes
también eligieron los espacios donde emplazarlas. Así, placas señalando los
centros clandestinos de detención, plazas de la memoria y homenajes en las
universidades y en los barrios fueron las principales marcas que comenzaron a
producir una cultura material de la memoria. También nacen en este contexto los
“escraches”, inventados por la organización HIJOS, señalizando así las casas y
barrios donde vivían represores.
De esta manera, historias comunes, ideas compartidas y el sentido de
pertenencia generacional, dieron lugar a diversos grupos que comenzaron a
organizarse en torno a un proyecto común, el de recordar de forma pública y
material a los desaparecidos: ponerles nombre, una imagen, su identidad.
Por otro lado, desde algunos municipios o gobiernos provinciales, se
comenzaron a señalizar cementerios donde había fosas encubiertas y ex centros
clandestinos de detención. En el Cementerio de La Plata, que fue utilizado para
enterrar víctimas de la represión ilegal, se resguardaron las inhumaciones con la
denominación NN del período 1976/1983 mediante ordenanzas municipales (ver
Delledonne, Massola y Corbalán, en este volumen)
Desde el 2005, distintas agrupaciones barriales de Buenos Aires
reconstruyeron historias de vida de los militantes populares detenidos-
desaparecidos o asesinados por el terrorismo de estado, con el objeto de

237
rehumanizarlos, devolverles su identidad de luchadores sociales, reivindicarlos y
señalar lugares como huellas o marcas en el suelo, en su memoria. Fabricaron
baldosas en la calle, en conjunto con familiares y amigos y acordaron con ellos el
momento y tipo de acto que acompañaría la colocación. Como resultado de esta
búsqueda tomó cuerpo lo que para cada uno hasta ese momento era solo un
nombre, una fecha y, por otro lado, se transformó el afuera: los desaparecidos, los
negados por el sistema, lo que la ciudad ocultaba, empezaron a hacerse visibles
en sus veredas (Barrios X Memoria y Justicia 2008).
Finalmente, y marcando el inicio del tercer período, en la última década se
creó una política estatal de la memoria que, emanada del Estado nacional y los
gobiernos provinciales, pasó a “institucionalizar la memoria”.
Si el retorno de la democracia se caracterizó por la búsqueda de los rastros
del horror y la demanda de juicio y castigo; los veinte años inauguraron la
producción de las “pequeñas memorias y sus marcas” y los treinta años del golpe
en el año 2006, celebró las “memorias monumentales” y dominantes. (da Silva
Catela op. cit.).
En la primera y última de estas etapas y en su contexto histórico-social se
inscribe la construcción de los dos monumentos a los desaparecidos del
Cementerio de La Plata, el Cenotafio a los Desaparecidos y No Identificados
(Ordenanza N° 8226, 28/X/93) y el más reciente Mausoleo destinado a los
Desaparecidos Identificados (Ordenanza nº 10719 5/VIII/10).
Las relaciones que se establecen a partir de ellos son diferentes: en el
primer caso (Lam. XXXIII. Fig. 1), al no existir el referente material para el duelo,
no tiene como fin la conmemoración individual. La materialidad, la forma, el color
de la pirámide negra y el espacio que ocupa, se recortan como una unidad frente
a la multiplicidad de cuerpos imposibles de representar, (García 2002).
Los memoriales, como los museos y monumentos, por un lado cristalizan el
trabajo de la memoria a través de un hito y, por otro, reviven sólo a nivel
conceptual la problemática del cuerpo de las víctimas. Con relación al concepto
de "contramonumento", desarrollado por Young (2000), García considera que es
posible observar que el principio regulador de los contramonumentos se hace
presente en el Monumento a los Desaparecidos y No Identificados de La Plata,

238
entendiendo que las relaciones que se establecen a partir de éste tienen como fin
precisamente la presentación del vacío histórico y que el monumento remite al
permanente presente de la desaparición (op. cit 15).
El segundo caso (Lam.XXXIII. Fig. 2), es un lugar no sólo de memoria y
conmemoración: también alberga los cuerpos recuperados e identificados de
desaparecidos y asesinados por el terrorismo de Estado -si los familiares así lo
deciden- para efectivizar el duelo individual y social.
En cierta forma, el Mausoleo retoma la noción de pertenencia esbozada en
los homenajes realizados a los 20 años del inicio de la dictadura cívico-militar: allí
las víctimas se reencuentran en su identidad, dan testimonio, referencian sus
sueños, sus ideales, sus luchas. Se hacen presentes de otra manera en la
sociedad, se materializan en la memoria colectiva.
Ambos sirven de referencia a futuras generaciones y también a públicos
que no están familiarizados con el tema. Son la evocación inmediata de que en
algún momento se homenajeó allí a los nombrados, se pensó en ellos, se los
recordó y también un lugar potencial de repeticiones del rito de conmemoración.
Un vínculo de la sociedad con el pasado.
Aunque en un corto recorrido, queda esbozado cómo evolucionó el
abordaje de la desaparición por parte de la sociedad, cómo las víctimas fueron
evocadas y se hacen presentes en los distintos actos, marcas, monumentos. El
tema no está cerrado: las marcas materiales aunque perduren a través del tiempo
no pueden satisfacer las demandas por verdad y justicia; cubren la necesidad de
crear un espacio para el duelo, para el reconocimiento público; constituyen un
recordatorio permanente del genocidio- para que no vuelva repetirse-, mediante
ritos que son imprescindibles para continuar reinscribiendo la memoria.

239
EL SIMBOLISMO MARIANO EN EL ARTE FUNERARIO
Antonia Rizzo, y Mónica Fora,

La figura de María es uno de los símbolos de mayor representación a lo


largo de la historia. La devoción mariana ha sido muy importante en el proceso de
evangelización americano y en el surgimiento de los Estados americanos
modernos. Las distintas advocaciones marianas se encuentran representadas en
ciertos aspectos de la vida social de las comunidades.
El Nuevo Testamento se refiere poco a María, su veneración como madre
de Dios fue aceptada en el siglo IV y su imagen se vio cada vez más reforzada
por la teología y por la piedad popular. Así María, con el transcurrir del tiempo se
convierte en un símbolo universal, adquiriendo una variada significación en la
iconografía religiosa, ya que su existencia humana se limitó a asociarse “a la
persona eterna del Hijo de Dios...”.
En los cementerios urbanos, tanto en bóvedas como en nichos, sepulturas
con monumento y tumbas en tierra esta imagen es de presencia permanente; casi
siempre unida a la representación de Cristo. En especial la imagen de La Piedad,
teniendo al hijo yaciente en su regazo, la Dolorosa a los pies de la cruz y otras
advocaciones de la Virgen.
En el caso de las cabezas de la Virgen y de Cristo son frecuentes y
preferenciales como adorno de las puertas de bronce y hierro de las bóvedas o
como relieves en lo muros, son propias de la comunidad cristiana como sector
social y podemos decir que están en sintonía con el recuerdo y la mirada de María
(Lam.XXXIV. Fig.1)
En el período 1910-1930 estas imágenes se encuentran abundantemente
representadas en pinturas, esculturas y vitraux de los más diversos museos,
iglesias y cementerios.
Las formas de representación se basan en imágenes que los artistas
ideaban de María de acuerdo a sus marcos referenciales, generalmente podían
ser copias de obras maestras como lo es el caso de La Piedad de Miguel Angel o

240
de estampas de la época y que tenían una especial significación para quien
encargaba la obra.
En este período el arte funerario se encuentra sistematizado y las
principales casas ofrecen catálogos como lo es el caso de las firmas Davimaz,
Alonso, Ferrari en Buenos Aires y el Estudio de Palau en Rosario.
En el caso particular de los cementerios, las imágenes marianas se
encuentran representadas en puertas, vitraux, esculturas, molduras de bóvedas
art nouveau y art deco, placas, jardineras, etc.

SIMBOLISMO DE LA VIRGEN
La veneración de los cristianos a la Santísima Virgen tomó importancia y se
difundió después de la declaración de su Maternidad Divina en el Concilio
Ecuménico III, reunido en Efeso en 431 A.D. Durante su desarrollo se planteó la
postura de Nestorio, patriarca de Constantinopla enunciada a partir del 428 A.D.
Según el patriarca, la Virgen María no es theotokos ( ), no es
Madre de Dios, sólo es madre de la naturaleza humana que había en Cristo,
denominándosela como cristotokos ( ) ya que de ninguna manera
pudo haber engendrado la naturaleza divina de su Hijo.
Luego de un gran debate en el Concilio, se rechaza la doctrina Nestoriana
y se proclama el título de la Virgen como Madre de Dios es decir como theotokos
que significa la que está preñada de Dios “ la palabra se hizo carne”
La Divina Maternidad es el título más glorioso de María “Madre de Dios” de
ahí dimana toda su grandeza y todo su poder. A partir de este momento se
introdujeron multitud de fiestas marianas y se dedicaron a su devoción
importantes basílicas y santuarios. Su culto quedará íntimamente unido al de
Jesucristo.
A través del calendario corriente encontramos la sucesión de las
principales fiestas marianas: La Purificación de la Sma. Virgen o de la Candelaria
tiene por objeto recordar la presentación del Niño Jesús en el Templo por la Sma.
Virgen y San José y la ofrenda de las dos tortolillas por parte de ambos. De esta
manera cumple María, sin estar obligada a ello, la ley de Moisés en su doble faz:
la de purificarse ella a los cuarenta días del alumbramiento pagando el tributo con

241
las aves como pobre que era y la de ofrecerle a Dios su Hijo primogénito y
rescatarlo Es la fiesta de la bendición de las candelas seguida por la misa de la
Purificación, celebrándose el 2 de febrero.
La Anunciación de la Sma. Virgen se celebra el 25 de marzo y se
conmemora la Encarnación del Hijo de Dios en el seno de María. Es el arcángel
Gabriel el que trae el mensaje que relata el Evangelio es una de las más antiguas
en la liturgia y la encontramos a partir del siglo V.
La fiesta de los Dolores de la Sma. Virgen, en que la Iglesia dedica dos
fiestas a honrar los dolores de la Sma. Virgen, la primera es la del Viernes de la
Semana de Pasión, antiguamente llamada la compasión de María. Se venera la
transfisión de María al pie de la Cruz, para recoger los frutos de la Pasión de su
Hijo. Es una de las fiestas más antiguas donde se considera los sufrimientos de
María al pie de la Cruz. La segunda es la de los siete dolores de la Virgen y su
devoción fue propagada por los servitas en el siglo XIII. El Redentor antes de
morir le confía a María su discípulo predilecto. “Mujer ahí tienes a tu hijo”.
La Asunción de la Sma. Virgen es la más antigua y más importante de
todas las fiestas marianas. El 15 de agosto se celebran tres misterios de María: su
muerte (dormición como lo llamaron los antiguos por considerar la muerte como
un sueño); su Asunción en cuerpo y alma a los cielos llevada por coros angélicos;
y su Coronación en el cielo como Reina y Señora de todo el universo, donde está
para interceder por nosotros. Aparece por primera vez en Jerusalén en el siglo V,
de allí pasó al resto de oriente y occidente
El Nacimiento de María se conmemora el 8 de setiembre y se comienza a
celebrar en Roma en el siglo VII, es la fiesta de la alegría ya que el nacimiento de
María es un preludio al del Redentor y el comienzo de nuestra salvación.
Expectación del parto de la Sma. Virgen, esta celebración se confundía
antiguamente con la de la Anunciación. El Concilio X de Toledo hacia el año 650
de nuestra Era, decide que se celebre esta fiesta el 18 de Diciembre, en algunos
países se la denomina la fiesta de Ntra. Sra. de la Esperanza.
Son conocidas las distintas circunstancias en las que la Madre de Cristo
entre los siglos XIX y XX ha hecho notar de algún modo su presencia y su voz
para exhortar al Pueblo de Dios a recurrir a una forma de oración contemplativa:

242
el Santo Rosario. Es importante recordar la influencia en la vida de los cristianos y
el reconocimiento por la Iglesia de las apariciones de Lourdes (fines del siglo XIX)
y de Fátima (comienzos del siglo XX), cuyos santuarios son la meta de los
peregrinos en busca de consuelo y esperanza.
La contemplación de Cristo tiene en María su modelo insuperable. El rostro
del Hijo le pertenece de manera especial. Ha sido en su vientre donde se ha
formado y tomado también de ella una semejanza humana.
Los ojos de María se concentran en el rostro de Cristo, desde la
Anunciación cuando lo concibe por obra del Espíritu Santo y en los meses
sucesivos al sentir su presencia imagina sus rasgos. Cuando lo da a luz en Belén,
sus ojos se vuelven tiernamente sobre el rostro del Hijo, cuando lo “envolvió en
pañales y lo acostó en un pesebre”. Desde este momento no se apartará su
mirada de él.
Será una mirada interrogadora en el episodio del extravío en el Templo:
“Hijo ¿por qué nos has hecho esto?” o una mirada penetrante como en Caná,
otras veces será una mirada dolorida, bajo la cruz, donde no se limitará a
compartir la pasión y muerte del Unigénito sino que acoge al nuevo hijo en el
discípulo predilecto confiado a ella. En la mañana de Pascua será una mirada
radiante por la alegría de la Resurrección y una mirada ardorosa por la efusión del
Espíritu en el día de Pentecostés. María es el seno incontaminado en la tierra en
el que penetra el Espíritu de Dios Padre y del que nace el Logos.
La devoción a María Inmaculada fue la preferida de los descubridores y
conquistadores y la que más arraigó en la América española.
Podemos decir que el significado de la inmaculata conceptio se vincula con
la representación de María concebida en el seno de su madre Ana sin mancha y
sin pecado original. Durante el auge de los estilos del barroco y rococó, esta
iconografía se configura y cristaliza de acuerdo a las representaciones hoy
conocidas, como por ejemplo en el caso del pintor Murillo.
Son numerosos los títulos y advocaciones de la Virgen existentes en
América. En Argentina, en el Uruguay y en el Paraguay la más famosa es la de
Nuestra Señora de Luján, venerada aquí hace más de 100 años. La imagen fue
solemnemente coronada el 18 de Mayo de 1887 y el 12 de octubre de 1930 se la

243
declara patrona de la Argentina, Uruguay y Paraguay, su figura tiene una media
luna a sus pies y la corona con 12 estrellas.
Respecto al significado de la luna y las estrellas, son consideradas
imágenes cósmicas de la Virgen de acuerdo a la interpretación mariológica, que
prevalece desde el siglo XII. La iconografía de la Virgen con la media luna a sus
pies aparece desde el siglo XV, en esculturas y en candelabros.
Pio IX proclama el dogma de la Inmaculada Concepción de María en 1854.
Posteriormente, la Sma. Virgen confirma dicha proclamación en sus reiteradas
apariciones que le hizo a Bernardita en la gruta de Lourdes, diciéndole “ Yo soy la
Inmaculada Concepción” .
Otra advocación es la de Ntra. Sra. del Carmen, su Iglesia se encuentra en
la localidad de Tolosa, La Plata. Es titular de la catedral de Santiago del Estero,
patrona principal de Chile y de Salto en Uruguay. Es uno de los títulos más
populares de la Sma. Virgen. El 16 de Julio de 1251, María entrega a su siervo
Simón Stock el hábito de su Orden y desde entonces el Escapulario, reducción
del hábito carmelitano es para los cristianos una seguridad moral de salvación y
un medio eficaz para librarse de las penas del purgatorio.
En Catamarca se encuentra el santuario de Ntra. Señora del Valle que es
uno de los más venerados y célebres de Sudamérica. La imagen de la Virgen es
la misma que desde 1620 honraron los recién convertidos indios calchaquíes en
la cueva de Choya, a la que el vasco Salazar convirtió en Capilla. El 12 de abril de
1891, el Papa, León XIII la corona solemnemente esta imagen presenta también
los símbolos de la media luna y la corona con doce estrellas.
La imagen de la Inmaculada como advocación de Ntra. Sra. del Milagro
llegó a Salta hacia 1582, diez años antes que el Señor del Milagro. En 1658 se le
jura filial devoción. En 1692 al producirse el terremoto del 13 al 15 de setiembre,
su imagen fue halló caída en el suelo con la cara mirando al sagrario como
implorando ayuda. En la procesión del día 15 acompaña la imagen del Crucificado
y como consecuencia del milagro obrado por la madre y el hijo al haber
apaciguado el temblor recibe los títulos de Ntro. Sr. del Milagro y Ntra. Sra. del
Milagro que también presenta la media luna a sus pies y corona con doce
estrellas.

244
La figura de María constituye uno de los símbolos de mayor representación
a lo largo de la historia. Pinturas, esculturas y vitraux de museos, iglesias y
cementerios, muestran las imágenes que los artistas ideaban. Pero, por qué esta
mujer se convirtió en un símbolo universal?; por una parte como dice Laurentin
(1997): ... “ su existencia terrestre se limitó a asociar una existencia humana a la
persona eterna del Hijo de Dios...”.
Este hecho, es un elemento esencial que llevará a María a constituirse en
un emblema para sus seguidores. No obstante, la historia y la antropología dan
cuenta de la existencia de una iconografía femenina preexistente venerada en
distintos pueblos de la antigüedad. Tales representaciones ya aunaban, como
María, la condición de mujeres y madres de otros dioses. Pero, a diferencia de
ella, eran adoradas como diosas y no tenían existencia humana.
Este culto, asociado con la fertilidad, la protección y la maternidad, se
extendió por el Cercano Oriente y por Europa, con el nombre de Culto a la Diosa
Madre. María, en el marco de la iconografía religiosa, guarda diferentes
significaciones. Su veneración como Madre de Dios en el culto cristiano recién es
aceptado en el siglo IV; porque la incorporación de una figura femenina al panteón
cristiano era considerada -por el clero- una asociación al paganismo representado
por el culto a la Diosa Madre. Durante el siglo X al producirse una explosión en la
las devociones de Santos, la Santa Sede busca reglamentar esta situación
erigiéndose, a partir del siglo XI, en la única autoridad para efectuar
canonizaciones de Santos y Mártires y convierte María en el símbolo más
importante de la Iglesia Católica (Maldonado, 1979). La virgen pasó a constituir la
más importante referencia cultural al ser reapropiada por sus creyentes, como la
principal mediadora entre los hombres y Dios, y como Madre propia según lo
expresado por Jesús crucificado “he ahí a tu madre...” (Jn 19, 25-27). La devoción
mariana estuvo presente en el proceso de evangelización americano, en los
movimientos indigenistas y en el surgimiento de los Estados Americanos.
En los cementerios la figura de María es permanente, sola o acompañada
de Cristo. La Dolorosa sosteniendo a su hijo al ser bajado de la cruz; la Virgen
con mirada ardorosa y radiante que evoca la resurrección; la Virgen con el Niño
Dios en brazos; y la Virgen de Luján, son las imágenes que encontramos

245
representadas tanto en puertas y vitraux de bóvedas del cementerio platense,
como en imagen estatuaria en los altares internos de dichas bóvedas (Lam.
XXXIV. Fig.3).
La iconografía religiosa mariana, representada en el arte funerario del
cementerio de La Plata, tiene significaciones asociadas cuyo conocimiento implica
conocer el contexto socio cultural donde ella emerge y se expresa.
Víctor Turner (1980:2). establece que... “un símbolo (...) representa o
recuerda algo, ya sea por la posesión de cualidades análogas, ya por asociación
de hecho o de pensamiento...” Para el autor, los símbolos dominantes constituyen
fines en sí mismos y representan los valores axiomáticos de una sociedad. Señala
la importancia de estudiarlos en el contexto del ritual donde aparecen, puesto que
ello posibilitará determinar su sentido.
Otros autores, como Henri Puech y Urbín-Choffray, también remiten a la
divinidad femenina en panteones de pueblos antiguos. Y Rene Laurentin refiere a
María entre los judíos cristianos. El cristianismo y otras religiones históricas
retoman y reelaboran estos mitos en relación con sus propias creencias. Así, una
mujer, especialmente preparada por Dios, será la madre del Mesías. Ella no solo
le dará la vida, sino que lo acompañará tanto en su muerte, como después de la
misma.

María en el judeo-cristianismo
María, en el contexto del judeo-cristianismo, aparece prefigurada en las
mujeres de la Biblia, como esbozos que preparan la llegada de una mujer que
representará el ideal del género femenino. Aquí mencionaremos algunos casos a
modo de ejemplo: Eva, la primera mujer y madre de todos los Hombres, prefigura
a María quien sería la madre de un linaje regenerado por la Gracia Divina (Gén.3,
20).
Sara será la madre del pueblo elegido por Yahvé, pues éste rompe su
esterilidad y da a luz a Isaac, el primer hijo de Abraham. María será la madre del
Hijo de Dios, concebido por la Gracia del Espíritu Santo, a la vez que se
convertirá en la madre de todos los Hombres (Gén. 21, 6-7; Lc.1, 46-55).

246
Miriam, la hermana de Aaron y Moisés, es la virgen profetisa del Éxodo.
Veló por Moisés en su cuna y cruzó el Mar Rojo al frente de todas las mujeres.
María veló a Jesús en su nacimiento y en su muerte; y precede y acompaña a los
que van al cielo luego de la travesía de la muerte terrenal (Ex. 15, 21).
Hablar de María, dentro del contexto judeo-cristiano, implica referirse, al
menos, a tres elementos fundamentales: su condición de mujer-virgen, su
condición de madre y la no identificación de su figura con la de una diosa.
María mujer-virgen
Los judeo-cristianos aceptan la existencia terrenal de una mujer llamada
María preparada por Dios para ser la madre de su Hijo. Jesús nació de una mujer
joven y virgen que había recibido de Dios la Gracia o kekharitomene (Lc.1, 28),
entre los pueblos de la antigüedad, la veneración de las figuras femeninas estaba
asociada a la capacidad de generar la vida, a ser fértiles y fecundas. Eliade da
cuenta de diferentes mitos que asocian la mujer y la sexualidad a la tierra (matriz)
y al misterio de la vegetación que exige la muerte de la semilla para asegurar un
nacimiento multiplicado. En el caso de María, hay un paralelismo entre mujer y
ley, (Laurentin 1997) porque ella emerge como un instrumento de la kenosis (o
descenso) de la encarnación divina. Jesús (hombre-dios) no nacerá de una diosa,
sino de una mujer joven, virgen y comprometida en matrimonio con un hombre, tal
como establecía la ley judía.
María madre
El culto a las diosas madres de la antigüedad muestra cómo ellas debían
ser fecundadas por el principal dios masculino del panteón. En otras palabras, si
bien solo las mujeres poseían el don milagroso de dar vida, el dios actuaba en
ellas para posibilitar que ello ocurriera. María fue “anunciada por un arcángel”
acerca de la concepción milagrosa y nacimiento del Mesías (Mt.1,20; Lc.1,26).
Dios actúa en ella, luego de su aceptación voluntaria, enviando el Espíritu Santo
para que opere el milagro de la vida. En el siglo IV, cuando la veneración a María
como madre de Dios es aceptada oficialmente entre los cristianos, se generaliza
en la Iglesia el título de Theotokos (Laurentin 1997), Este término, originario de
Egipto, se había aplicado a Isis. Significa la que está preñada de Dios (... “la

247
palabra se hizo carne...”Jn 1, 14). No obstante, su condición de madre se
extenderá más allá de dar vida humana al hijo de Dios.
Para los judeo-cristianos, María se transformará en madre de todos los
hombres. En este proceso, los profetas del Antiguo Testamento hablaban de
María como la hija de Sión, en referencia al pueblo que ella vendría a personificar,
Israel, el pueblo elegido por Dios (Is. 66). Lucas y Juan, en el Nuevo Testamento,
hablan de María como la nueva arca de la alianza, pues dará a luz al Hijo de Dios
(Lc.1,35), y será madre de un pueblo nuevo, Israel (Lc.1, 42 y Jn. 19, 25). Como
madre de Dios, precede, acompaña y envuelve toda la vida de Jesús (Lc. 1, 26-
38; Lc.2, 1-15; Mt.2, 1-8; Mt.13, 53-58; Mc.6, 1-6; Jn.2, 1-12; Hech.1, 14; etc.).
Ella se convertirá en la personalización de la Iglesia-comunidad (Ap. 5, 6-
13; Ap.12, 3-5). En general, católicos y ortodoxos consideran a María como una
madre. La Iglesia Católica la reconoce y la celebra como tal desde el siglo X,
cuando su devoción popular eclosiona con fuerza. Sus apariciones se entrelazan
con la historia de la conquista y evangelización, el surgimiento de los Estados
americanos modernos, los movimientos indigenistas o ciertas revoluciones
independentistas más cercanas en el tiempo. Sea como fuere han marcado y aun
marcan un hito en el cristianismo al constituirse su santuario como centros de
peregrinaje mundial, Lourdes, Fátima, Medjugorge, Guadalupe, Luján y otras.

María y su no identificación como diosa


El judeo-cristianismo nunca se refirió a María como a una diosa. En el
Nuevo Testamento Lucas dice: ... “no se dio el título de diosa, ni de reina, sino
solo dos veces el de sierva...”(Lc.1, 38-40); ella misma, se situó entre los pobres
(Lc.1, 48-52). Tal condición es explicada como reflejo de sumisión en el sentido
de mostrarse humilde frente a la elección divina y guardar fidelidad, reverencia y
subordinación al único Dios, de acuerdo a la concepción israelita. Sin embargo,
por ser la madre del Mesías hereda la condición de “Gebira”, (Laurentin 1997),
una alta posición cultural que la identifica como la madre de un rey, diho que se
menciona en algunas profecías del Antiguo Testamento, entre ellas: Gén.3,15;
Is.7,14 y Mq.5,1-5. Será Jesús quien la designe reina y señora de toda la
creación.

248
Recién en el siglo IV María pasa a ocupar un lugar en el panteón cristiano,
puesto que la Iglesia primitiva no la veneraba. La difusión popular de su culto
desde el siglo X, terminó por erigirla en símbolo universal del cristianismo. Así,
para muchos especialistas, María pasó a representar el rostro materno de Dios. Y,
desde lo cultural, condujo a la revalorización de lo femenino frente a una cultura
de predominio machista (Parker, 1993).
Análisis simbólico de las figuras de María en el arte funerario
Las figuras marianas representan a una mujer. En la funebria María puede
aparecer sola o con un niño en brazos, como en la bóveda Delmar (Lam.XXXIV
Fig.2); de pie o bajo otras posturas; de cuerpo entero o solo su cabeza; vestida y
adornada de muy diversas maneras según la advocación de que se trate. Los
temas recurrentes son: la fecundidad, la maternidad y la protección. El primero en
relación a la posibilidad de un nuevo nacimiento, espiritual, de la mano de María
que es la tierra sagrada de donde nació la Divinidad. A la vez que constituye la
nueva tierra prometida por Dios a sus fieles.
Respecto a la maternidad y la protección, María representa, entre otras
cosas, el amparo, el refugio, la gracia y la intercesión en uno de los momentos
más cruciales de la existencia humana, sino el mayor: aquel que constituye la
desaparición física, producto de la muerte, y la reaparición en un mundo que los
creyentes creen que existe, pero a la vez temen por resultarles desconocido.
María representa en el universo cristiano-católico a la mujer por excelencia. El
modelo de mujer instituido por la Iglesia Católica, que luego emerge reapropiado
por innumerables comunidades según sus propias culturas. Las imágenes de
María aparecen y adquieren valor de símbolo. En este caso se trata de
representaciones presentes en cementerios, lo que nos remite a un contexto
particular vinculado con parte del ciclo vital de un sujeto o grupo: la muerte y sus
significados asociados.
En el marco del judeo-cristianismo la muerte se encuentra directamente
asociada a la vida, en una trascendencia espiritual sin finitud. La remite a una vida
terrenal finita que continúa, luego del proceso biológico de la muerte, en una vida
celestial infinita. Claro que, esta concepción de la vida después de la muerte tiene
que ser aprehendida e internalizada, durante el proceso de socialización,

249
mediante prácticas culturales que aseguren la configuración y significación de
esta idea de trascendencia. ¿Por qué María se encuentra presente en la funebria
cristiana?, ¿qué evocaría su figura?. María constituye un símbolo, tal cual lo
define Turner; puesto que, “... representa o recuerda algo, ya sea por la posesión
de cualidades análogas, ya por asociación de hecho o de pensamiento...” (Turner
1980:2).
Como símbolo dominante su figura condensa, unifica y polariza sentidos.
En sí misma aúna tres condiciones: mujer, madre y no diosa; y emerge como tal
en el contexto funerario cristiano-católico. La condición de mujer nos posibilita
asociarla a la gestación de vida de una manera particular.
Para los cristianos según considera la Iglesia Católica, María mujer
aparece asimilada a la tierra fértil de cuyas entrañas brotará el trigo de los
elegidos (Planat 1914; AAVV 1947). Como madre, María concibe y da a luz de
manera milagrosa. Es una tierra misteriosa, pura y virgen, cultivada por el Espíritu
Santo (Planat,1914; AAVV 1947). Tal condición será reapropiada y ampliada por
la Iglesia para incorporar, primero a un pueblo (Israel), y luego a todos los
bautizados- hijos de Dios. De ahí la asociación de la profecía de Isaías
relacionada con la nueva tierra prometida de donde nacería la verdad (de María,
la nueva tierra prometida, nace Jesús, la verdad).
La Iglesia Católica entrona a la Virgen como madre universal y se ha valido
de María a lo largo de la historia de la evangelización y esgrime la existencia de la
vida del alma luego de la muerte corporal. Retomando la cuestión de la presencia
de María en la funebria cristiana, distintas figuras aparecen en el cementerio de
La Plata. Las hay en forma de estatuaria de pie y arrodillada en altares de
bóvedas, como también imágenes en vitraux y en puertas de diversas bóvedas
del siglo XX. Pudiendo aparecer sola o acompañada de Cristo (adulto y niño), de
cuerpo entero o solo su cabeza. Siguiendo a Turner creemos que, como símbolo
dominante, María está presente en el arte funerario cristiano representando ideas
y valores enseñados por el catolicismo, los que funcionan como estructuradores
del pensamiento religioso de una sociedad en época una determinada.
Así, María constituye el ideal de madre que está al pie de la cruz con
Cristo, su hijo, al que protege y nunca abandona. La imagen de la Dolorosa

250
condensa estas características, a la vez que asume otras. Y es que, el dolor
asociado a la muerte física, se transmuta en serenidad y entereza frente a la
alegría que supone la existencia de una vida plena en presencia de Dios. Y este
pasaje de la vida terrena a la vida celestial emerge acompañado de la mano de
María quien, como madre, nunca deja solos a sus hijos. Como símbolo
instrumental, María se convierte en mediadora para la consecución de un fin
último, aquel que representa la posibilidad cierta de morar junto a Cristo. Otras
imágenes muestran a la virgen con mirada ardorosa y radiante, evocando la
resurrección. Con la muerte no se acaba todo, puesto que existe la esperanza en
una nueva vida. Aquí, el gozo se exterioriza por la felicidad que representa el
renacer a esa otra nueva vida, acompañados de la mano de la madre celestial.
Como símbolo dominante, María aparece como la madre de la creación que
nunca muere del todo, porque Jesús venció a la muerte garantizando la vida
eterna a los hijos de Dios. Como símbolo instrumental, ella es como la tierra a la
cual los hombres vuelven para posibilitar que se concrete el pasaje hacia el más
allá.
En el cementerio de La Plata, las imágenes marianas predominantes son
las que se encuentran bajo la advocación de la Virgen de Luján Lam. XXXIV.
Fig.3). Para Lurker “El motivo iconográfico de la Virgen con el cuarto creciente se
fija ya desde el siglo XV, a menudo como estatua exenta, en candelabros o en
imágenes de altar. Para la Iglesia oriental María es “luna de la Iglesia”. La Luna,
significa María y para el Papa Inocencio III “el que yace sepultado en la sombra
del pecado y el crimen” “Debería mirar a la luna”.
La Lujanera, constituye el símbolo de identidad nacional al ser declarada la
Patrona de Argentina el 12 de octubre de 1930. De manera tal que, desde lo
simbólico vendría a identificar otro nivel no menos importante a considerar en el
contexto funerario: el de la pertenencia a una tierra o lugar particular, único y
diferente a otros. Es María, bajo la advocación de Luján, quien como madre
argentina cuida, intercede, ayuda, etc. a sus hijos, también argentinos a lo largo
del ciclo vital de los mismos. Su devoción aparece asociada a su función
simbólica como dadora de identidad nacional, puesto que, el Estado argentino y la
Iglesia Católica propician su culto. Sus imágenes se encuentran en distintos

251
espacios, públicos y privados, y el cementerio platense no es una excepción. En
este último ámbito, la virgen de Luján no solo refrenda su condición simbólica
como madre y protectora espiritual de los individuos que nacen a la otra vida; sino
que legitima en el imaginario social una función simbólica mayor, que aglutina a la
anterior, al constituirse en madre y protectora espiritual de los argentinos que
nacen a la trascendencia.
Finalmente podemos decir que la virgen María se encuentra representada
en diferentes bóvedas cristianas-católicas- del cementerio de La Plata que datan
del siglo XX. Creemos que su presencia adquiere valor simbólico en relación con
un proceso natural, la muerte, acontecimiento que los hombres ritualizan de
diversas formas para intentar explicarla.
El catolicismo, a su vez, brinda un marco conceptual en relación con la
figura de María y su significación. Así, por ejemplo, María mujer posibilita la
generación y regeneración de la vida al ser fértil y fecunda; de manera tal que ella
se homologa a la concretización de un nuevo nacimiento con la esperanza en una
vida luego de la muerte. María madre es la tierra virgen que, cultivada por el
Espíritu, traerá a este mundo un nuevo fruto divino (Jesús). Según el profeta
Isaías, esta tierra será el pedestal de la divinidad. Dice el sacerdote Planat: ...
“María hace posible el vínculo entre el cielo y la tierra mediante el fruto de la
obediencia (Jesús)...De la tierra salimos y a la tierra hemos de volver; y del seno
de María nos llegó la regeneración de nuestras almas por la sangre de su Hijo...”
(Planat 1914:14).
Según expresa la Iglesia Católica, María es cielo, es el cielo en la tierra al
convertirse en madre de la divinidad. Como madre del Hijo de Dios también se
erige en madre del Hijo del hombre y de los hombres. Entonces, María guía y
lleva de la mano a los hombres al morir para que atraviesen los umbrales de la
eternidad y lleguen al Padre Celestial. De esta manera su presencia en el
contexto funerario adquiere valor simbólico al representar, para los creyentes, la
posibilidad cierta de una vida en continuidad, de tipo espiritual y ya sin finitud.
Junto a esto, su presencia bajo la advocación de la imagen de Luján reafirma otra
condición simbólica, aquella que, desde el imaginario social, la constituye en
dadora de identidad nacional para los argentinos.

252
LA MASONERIA Y LA CIUDAD DE LA PLATA
María Carlota Sempé y Emiliano Gómez Llanes

La Plata fue concebida como una ciudad masónica, como se observa en su


traza urbana y en el cementerio se encuentran varias bóvedas de los integrantes
de la Logia La Plata 80, representativa de la época fundacional de la ciudad. Las
mismas presentan una importante información arquitectónica e iconográfica sobre
la ideología sustentada por sus dueños. Entre ellas resalta la de Manuel
Hermenegildo Langenheim de destacada actuación profesional en las ciudades
de La Plata y Mercedes de la provincia de Buenos Aires y en la masonería
argentina.
En la ideología de la época fue de gran importancia la acción de la
masonería argentina, positivista, progresista y laicista en cuanto a las instituciones
del estado y la educación. En ella militaron importantes políticos argentinos,
hombres de letras, profesionales, empresarios, comerciantes, ganaderos y
agricultores. La masonería como ideología se expresa resignificando el
simbolismo religioso de las tradiciones egipcia y judeocristianas y de las
concepciones arquitectónicas egipcias, griegas, romanas y góticas
correspondientes a estas creencias (Rizzo y Sempé, 2001).
Figuras destacadas de la masonería fueron los presidentes Sarmiento,
Mitre y Juárez Celman, Dardo Rocha (1838-1921), fundador de La Plata, y
gobernador de la provincia (1881-1884), primer Rector de la Universidad
Provincial en 1897 y Joaquín V. González, (1863-1923) fundador de la
Universidad Nacional de La Plata y su primer presidente (1906).
Durante el gobierno de Avellaneda, con la ley 1420 se establece la
educación laica y gratuita, estas ideas de renovación se completan con las leyes
de matrimonio y registro civil de las personas que surgieron durante la presidencia
de Juárez Celman, un reconocido masón.
La ciudad de La Plata fue proyectada dentro de un cuadrado porque estar
en el cuadrado es estar en la masonería. Las diagonales 74 y 73 cruzan toda la
ciudad marcando los ejes Norte-Sur y Este-Oeste (Fig. 1), paralelas a ellas, dos
diagonales, la 80 y 79 permiten conformar, en la mitad superior de la ciudad, la

253
escuadra. Desde calle 1 hasta Plaza Italia (7 y 44), por un lado y Plaza Rocha (7 y
60) por el otro, dos diagonales la 77 y 78, delinean el compás. El eje público y
monumental, marcado por las avenidas 51 y 53, replica la plomada. Dentro del
cuadrado se observa un rombo, que es un símbolo de perfección, de ángulos
agudos y obtusos, obtenido al disminuir el largo de las cuadras, sin ese
achicamiento no se hubiera podido generar el rombo, razón por la que señalamos
que la inclusión de tal figura fue intencional.
En el acto fundacional de La Plata el 19 de Noviembre de 1882 junto a la
piedra fundamental, se colocó una redoma de cristal con los documentos
fundacionales y medallas de las Logias que habían tenido una activa presencia en
el proceso de construcción de la ciudad, actualmente en el Museo Dardo Rocha
se encuentran depositadas las de "Unione Italiana", "Confraternidad Argentina",
"Regeneración", "Tolerancia", "Luz y Verdad", "Caridad", "Abraham Lincoln",
"Liberi Pensatori", "Unión", "Cárita", "Protectora de los Pobres" y "Progress".
Pedro Benoit (1836-1897), su planificador y posteriormente su intendente,
perteneció a la Logia Capitular La Plata n° 80, contándose como uno de sus
miembros fundadores para el 5 de marzo de 1885. Como masón fue iniciado por
su padre en 1855 en la Logia n° 3 Consuelo del Infortunio de Buenos Aires. Creó
la Escuela Santa Catalina de donde surgieron los primeros agrimensores
argentinos. También realizó el trazado de los ejidos de Quilmes, San Pedro,
Mercedes y Magdalena, entre otros.
Los fundadores y sus colaboradores, militaron en su mayoría en la
masonería. En La Plata Nº 80 se inscribieron: Florentino Ameghino, Eduardo Ves
Losada, Manuel H. y César Langenheim, quien también participaba de la logia
Constancia como venerable y era Gran Ministro de Estado del Supremo Consejo
33 del rito escocés de libres y aceptados masones.

254
Otros masones conspicuos fueron: Julio Sánchez Viamonte, Alberto
Gregorio, Carlos A. Fajardo, Vicente Isnardi, Juan B. Lavié, Adolfo Miranda Naón,
senador nacional, uno de los fundadores y director del diario "El Día", iniciado el 3
de Noviembre de 1885 en la Logia "La Plata 80", Adolfo F. Lascano y muchos
otros platenses.
En esta primera etapa se constituyeron en la ciudad varias instituciones
que tenían afinidades masónicas como el Centro Republicano Español, Liga
Nacional del Libre Pensamiento, Liga Nacional de Mujeres Librepensadoras y
varias logias. La logia platense mas antigua es Luz y Verdad (1885) ubicada en la
calle 47 entre 5 y 6, estaba conformada por 38 hermanos italianos y cuyo fin fue la
protección y socorro de los asociados y el mejoramiento de la vida humana.
El diario El Día publicó el 11 de junio de 1885 noticias sobre su constitución
“De todas las sociedades que marchan a la vanguardia del progreso, es sin duda
alguna la masonería una de las primeras” “ La nueva Capital de la Provincia.
cuyos rápidos progresos son la admiración de todo el mundo, necesitaba un
centro donde los muchos hijos de esta gran familia, aquí establecidos se
agruparan”.

255
LAS LOGIAS DE PRINCIPIOS DE SIGLO XX (CENSO 1910)
Nombre Fecha Integrantes Dirección Oriente
fundación
Luz y Verdad 1º/5/1885 38 italianos. 47 e/5 y 6
La Plata 80, 5/3/1885 18 Gran Oriente de
Argentina
Streta 1889, 40 italianos y Gran
Uguaglianza argentinos Oriente de Italia.
Hijos del 1º/5/1891 15 Ensenada.
Universo
Eroi di 7/1893 60 italianos
Mentana, anticlericales
Luz del 14/11/1902 95
Porvenir
1º de Mayo, 1º/10/1904 25
Sol de Mayo, 12/11/1905 53 italianos. Rito Azul
19 de 1905 46 italianos, 46 e/ 2 y 3, Gran Oriente
Noviembre españoles y Argentino del Rito
argentinos Azul
Triunfo y 8/4/1905 23 italianos Rito escoces
Justicia
Centro 1906 60 argentinos 45 esquina 6
Germen
Guillermo 8/2/1908, 70 hombres
Oberdam, 10 mujeres.
Bernardino 6/ 1909 45 Rito Azul
Rivadavia,

Stretta Uguaglianza se regía por los principios y reglas de la masonería


universal y sostenía el principio de la fraternidad Primero de Mayo (1904), tenía
como objetivo la beneficencia. Con área de influencia en el Valle de Ensenada,
que antiguamente integraba el partido de la Plata, la logia Hijos del Universo
(1891), además practicar la caridad resaltaba por su carácter cosmopolita y sus
objetivos, velar por la libertad civil y de conciencia. Sol de Mayo (1905), tenía
como objetivo la investigación de la verdad, el estudio de la moral universal, la
ciencia y las artes. Brindaba ayuda mutua a los asociados.

256
Diecinueve de Noviembre -cuyo templo esta actualmente ocupado por la
iglesia adventista- perseguía fines filantrópicos, filosóficos y progresistas,
subvencionaba una escuela y tuvo un comité contra la trata de blancas. A la
misma perteneció el Dr. Manuel Eliçabe, director de la corresponsalía del diario La
Prensa en La Plata, fundador del Círculo de Periodistas, de la Escuela de
Periodismo y del Rotary Club de La Plata.
Los objetivos de Luz del Porvenir fueron el socorro mutuo, el estudio e
investigación científica del espiritismo a fin de establecer la fraternidad universal,
la concordia y la tolerancia. Contaban con una biblioteca de 3000 libros, muy
importante para la época. Guillermo Oberdam se dedicaba a la beneficencia e
instrucción.

Importantes figuras que vivieron o actuaron en La Plata


Manuel Langenheim Nacido en 1832, dentro de una familia de tradición
masónica fue una reconocida figura del medio platense. Su trayectoria pública
muestra la gran relevancia alcanzada, Doctor en jurisprudencia, Asesor de
Menores. Fue investido como juez de Primera Instancia en lo Criminal con asiento
en Mercedes. Proyectó el reglamento penitenciario y presidió la comisión de
edificios públicos de Mercedes. Como dato anecdótico debió resolver en el juicio
sobre “Filiación natural de hijos de Juan Manuel de Rosas”. Fue relator del
Superior Tribunal de Justicia y Ministro de la Suprema Corte de la provincia de
Buenos Aires e integró la Cámara de Apelaciones de la Capital, Su actuación en
la conformación de instituciones primarias de la comunidad fue destacada,
fundando las Sociedades de Beneficencia, Protectora de Niños Pobres, el Asilo
maternal y la Biblioteca Popular. Como miembro de la Comisión Municipal de
Edificios intervino en las obras del Palacio de Justicia de la ciudad y durante una
década integró como diputado y senador la Legislatura bonaerense.
En la Universidad platense fue profesor y ocupó el Decanato de la Facultad
de Agronomía y Veterinaria. En 1881 integró el grupo fundador del club Liberal de
Buenos Aires. En 1887 fue presidente de la Comisión de Comerciantes e
Industriales y desarrolló un importante trabajo en el otorgamiento de créditos por
parte del Banco Provincia.

257
Defendió la enseñanza laica sobre la que escribió dos importantes obras
“Beneficios de la enseñanza laica” y “Escuelas sin errores, ni supersticiones, no
escuelas sin Dios”. Se desempeñó como presidente de diversos consejos
escolares.
Su acción al frente de la masonería argentina fue una de las más brillantes
y fructíferas, iniciado en Unión del Plata nº 1 en 1856, en 1857, fundó la logia
Tolerancia nº 4 de la que fue Venerable Maestro en 1866, 1870, 1872 y 1875.
Figura entre los fundadores de la logia La Plata nº 80 (1887), en la que ejerció
numerosos cargos.
En la Gran Logia de la Argentina se desempeñó como Gran Tesorero
(1877-78) y Gran Maestre (enero de 1880-mayo 1882), siendo sucedido por
Domingo Faustino Sarmiento. A partir de noviembre de 1871 fue miembro del
Supremo Consejo de Grado 33º para la República Argentina, ocupando los cargos
de Lugarteniente desde 1882 a 1887, y Gran Comendador desde mayo de 1889
hasta su muerte en 1892.
Víctor Mercante (1870-1934), eminente pedagogo, tuvo destacada
actuación en La Plata y en la logia La Plata nº 80 (Lappas, 2000), organizó la
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (1906) de la que fue su
primer decano.
Autor de numerosas obras bajo el seudónimo de Federico Scanavecchia,
colaboró en importantes diarios y revistas de la época. Fundó y dirigió la revista
“Archivos de Pedagogía y Ciencias Afines”. Como inspector general de
enseñanza, colaboró en la reforma de planes de estudios primarios y secundarios.
Iniciado en la logia Luz del Oeste nº 55 de Chivilcoy el 23 de diciembre de 1904,
al año siguiente participa en Mercedes de la fundación de la logia Orden y
Progreso nº195 a la que preside.
Varios platenses se registran en el cuadro de la Gran Logia Regional
Bonaerense en 1896, entre ellos Enrique de Santa Olalla, prominente ciudadano,
que tenía el grado de Gr.·. M.·. (.·.33), radicado en la ciudad desde su fundación,
fue profesor del Colegio Nacional. El Sr. Ricome, (.·.30); era Gr.·. Secret.·.
Canciller y Julio M. Ibáñez (.·.18) Gr.·. Secret.·. de Relaciones Exteriores,
Martkopof (.·.33) era Gr.·. Tes.·. J.B y como Asesor General Antonio de La

258
Cueva(.·.33) y el H.·. Faustino Jorge, quien fuera ministro durante el gobierno de
Rocha y posteriormente de D‟Amico en 1884.
Para la época fundacional los integrantes de las logias platenses se
registran en la documentación de los libros de las logias.

Logia La Plata nº 80

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260
261
262
Rafael Hernández y Carlos Glade, masones ambos, integraron la “Liga
Liberal”
En la Logia Luz y Verdad, Silvano Sarramea, era el V.·.M.·. para 1890,
posteriormente reemplazado por Pedro Cesar Payró. Otros H.·.H.·. eran Pedro
Chiessa, Benjamín Baker, Ed Prebles, Juan Olsen; Carlos Trousseville y Evandro
Corti que trabajo con Coutaret era el secretario, Michal Szelagowsky, Carlos
Trousseville P.·.V.·., Rafael Galli de profesión constructor, fue V.·.M.·. en 1892.
Coronel Mariano Artayeta (1839 - 1891), Luis Ricardo Fors de Casamayor (1843-
1915), director de la Biblioteca de la Universidad.
Pablo Barrenechea (1871 – 1915) Doctor en jurisprudencia, periodista y
radical, actuó, también en la Gran Logia Argentina como Gran Secretario (1898–
1899); dos períodos fue Gran Vigilante y finalmente a los 31 años de edad Gran
Maestre de 1902 a 1905. También fue miembro del Supremo Consejo del Grado
33º. Pedro Chiessa. Benjamín Baker y Ed Prebles y Angel R. Ferrando, que
también participó de La Plata 80

Logia Hijos del Universo integrantes

263
Angel Valania Zenner, Italiano es hermano mason. Don Vicente Calceta;
Vicente Piccarelli; Enrique Bossinga; Pablo Bischoff; Juan Simonassi y Juan
Valania, todos vecinos de Ensenada.

Logia Resurgimiento Integrantes


Juan Bautista D‟albora (Secretario .·.18); Domingo C. Marconi Carola;
Angel D‟earco y otros HH.·. de apellido Giampaola (V.·.M.·.) y F. Desimone.

Logia italiana “Humberto Primo”, integrantes


los HH.·. Fortunato Amo (.·.18); Luis Raina (.·. 18); Miguel Padula (.·.3);
Juan Bellini (.·. 3); Luis Remondini (.·.18); Octavio Bellini (.·.3); Bartolomé Nasino
(.·.33) y Domingo Repetto (.·.32).

Logia “Democracia” integrantes Luis Ponssetti, Emilio Barberis, César Azzi,


Andrés Giordano.

En la logia Streta Uguaglianza actuaron Nicolás Cucci, José Calero,


Nicolás Verderosa y Juan Zerrillo, futuro presidente de Gimnasia y esgrima de La
Plata.

EL CEMENTERIO
Los cementerios son entidades dinámicas cuyos monumentos funerarios
tienen alto contenido simbólico, sujeto a una resignificación permanente por parte
de sus usuarios u observadores, en especial cuando cambian de propietario, a su
vez manifiestan en formas muy concretas el sistema de pensamiento, creencias y
estructura de la sociedad a la que pertenecen y trascienden. La diversidad de
origen de la comunidad platense se expresó en el cementerio de La Plata a través
del eclectisismo estilístico y la ornamentación variada y de alto simbolismo de sus
bóvedas, que expresan las ideologías sociales sostenidas por sus propietarios.
Mucha de la ornamentación en la mampostería refleja el gusto y solvencia de los
artesanos italianos.

264
A fines del siglo XIX y principios del XX, los diversos sectores, ideológicos,
socioeconómicos y religiosos que conformaban la sociedad, se expresaban con
iconografías funerarias particulares en los cementerios.
Para la masonería la muerte significa pasar al Oriente Eterno. El
cementerio de La Plata fue proyectado por Benoit con un diseño de damero que
replica a la ciudad. Ambos, cementerio y ciudad, marcan un dualismo vida/muerte
con transformación a un nivel superior, propio del pensamiento masónico. El
templo griego es una parte importante del pensamiento neoplatónico masón, es
uno de los iconos presentes en los diplomas de grado y ha sido usado en la
edificación de muchas de las logias masónicas de la Argentina. Los pórticos
principal y secundarios, copian un templo de orden dórico.
El uso de cinco gotas en la moldura del arquitrabe y no seis como
corresponde al orden dórico, es algo intencional, el número 5 representa la
armonía pentagonal, la armonía perfecta. Los ángeles significan la transformación
de lo visible en invisible y se encuentran en los diplomas masónicos. Las
antorchas, cruzadas o acompañando a las ramas de olivo son un típico símbolo
masónico, las que iluminan hacia abajo, lo hacen hacia la verdadera vida. La cinta
con el nudo, marca la unión entre los masones (Lam. XIV. Fig. 3).
El templo griego es una parte importante del pensamiento simbólico
neoplatónico masón, se lo encuentra en la arquitectura de muchas de las logias
masónicas de la Argentina y esta presente en la simbología del diploma de los
maestros masones.
Otro icono masónico es la clepsidra alada, muy frecuente en el frontón de
las bóvedas de los miembros de la masonería platense.
Evidencia arquitectónica e iconográfica
La bóveda Langenheim, es una de las más antiguas del cementerio de La
Plata, la nº5. Construida en 1899, sobre el lote nº 96 de la sección C, esta ubicada
en la avenida principal, inmediatamente después de pasar el gran pórtico de
entrada (Lam. XXXV. Fig.1).
Su estilo es de inspiración neoclásica, con rasgos mezclados en cuanto a
los órdenes usados; la puerta esta flanqueada por columnas dóricas de fuste

265
estriado, apoyadas sobre pilares y en la cornisa lleva una serie de acroteras y
adornos jónicos.
En el frontón, el cimacio lleva acanaladuras verticales, tema que se repite
en el alero y en la pared lateral derecha. El arquitrabe es doble y liso, el ábaco se
presenta como una tabla como culminación del fuste de la columna que se apoya
en un estilóbato no escalonado, que lleva un friso de greca.
El icono de la clepsidra alada se encuentra sobre el dintel de la puerta de
entrada inserta en un triángulo escalonado.
Por debajo en un tablero horizontal se encuentra la inscripción del Alfa y
Omega, flanqueando al símbolo de Cristo (Rho y Phi). Dentro del friso presenta la
inscripción Dn. Manuel H. Langenheim y Familia. En la pared lateral derecha,
lleva la inscripción 1899 que señala el año de la construcción de la bóveda.
Sobre el dintel de la puerta de entrada se encuentra el icono de la clepsidra
alada inserta en un triángulo escalonado, por debajo se encuentra el símbolo del
nombre de Cristo (Rho y Phi) flanqueado por las letras alfa y omega (principio y
fin).
En la bóveda se reconocen diversos iconos como el reloj de arena o
clepsidra con alas, las letras griegas alfa y omega, Phi y Rho, a más de las
columnas dóricas.
Las primeras representaciones del reloj de arena datan del Renacimiento,
en El caballero, la muerte y el diablo (Durero), aparece como un atributo de la
muerte, representada como Cronos, que lleva una corona con una serpiente
enroscada y sostiene en alto un reloj de arena como símbolo del tiempo que pasa
y al cual todo el mundo esta sujeto. En el triunfo de la muerte (Peter Bruhejel El
Viejo: Museo del Prado Madrid), es una figura de cuatro lados que lleva en cada
uno la guadaña, la espada y el reloj de arena (Gombrich, 1972).
Las significaciones mas usuales de estos iconos son el fluir del tiempo y la
inexorabilidad de la muerte, las letras Phi y Rho se usaron para simbolizar el
nombre de Cristo y el alfa y omega representan el tema del principio y fin de las
cosas. Para la masonería, la clepsidra alada tiene un significado adicional porque
prima el concepto de que el tiempo y el espacio son categorías humanas. Por
consiguiente el presente esta eslabonado con el pasado y el futuro, a nivel

266
cósmico y en el pensamiento lo único concreto es la eternidad y la vida en la tierra
es una apariencia.
El nombre de Cristo (Rho y Phi) en conjunción con las letras alfa y omega
significan que Cristo es el comienzo y el fin de la evolución.
En la simbólica masónica los órdenes de las columnas griegas tienen
diferente significación, el dórico: es la estabilidad y fuerza, corresponde al Primer
vigilante de la logia. El corintio: armonía y belleza, al segundo vigilante. El jónico:
como conocimiento representa al Venerable Maestro de la logia. En la entrada a
la bóveda, suelen simbolizar las columnas del templo de Salomón (Jachim y
Boas) y en este caso, son guardianas del lugar donde descansa el muerto,
marcando el paso simbólico de la vida terrenal a la muerte como verdadera vida,
el oriente eterno (Sempé y Rizzo 2002).

JUAN B. CARBONELL
Esta bóveda, realizada en piedra gris clara, está ubicada en el sector A,
sobre un lote de primera, su dueño el procurador Juan Carbonell, en 1883 se
inició en la logia Obediencia a la Ley y luego fue un reconocido integrante de la
Logia Capitular La Plata 80.
Tiene forma de un templo egipcio rematado en una cornisa de hojas de
palma (Lam. XXXV. Fig.1). La puerta completamente lisa, lleva ranuras
rectangulares que se distribuyen en dos filas de cinco. Las jambas son oblicuas,
siendo las dimensiones del dintel menores a la parte inferior.

VICENTE ISNARDI
El ingeniero argentino Vicente Isnardi trabajó en el trazado de la ciudad de
La Plata. Fue profesor universitario y alcanzó el grado 3 en la logia La Plata 80, su
monumento funerario es una columna sobre un pedestal escalonado, formado por
octógonos en mármol negro y blanco, asentados sobre un basamento
escalonado, con piso de mármol ajedrezado que indica su condición masónica.
Su cámara funeraria es hipogea ((Lam. XXXV. Fig.3).
Presenta un friso (Lam. XXXVI. Fig.1).con los símbolos de la cara alada de
un ángel, la clepsidra alada con la cruz, un lazo y la guadaña, el libro rodeado por

267
ramas de roble y olivo uno de los cuales presenta una página marcada (símbolo
de la tarea sin cumplir); la paloma con una flor en la boca (Fig. 7), este es el
símbolo del internado del colegio Nacional (ULPI) de la UNLP; las antorchas
iluminando hacia abajo (hacia la verdadera vida); la copa con la ostia y las nubes,
una cruz y el ancla.

REGINO LETCHOS
Fue un conocido escribano, que a los 32 años había alcanzado el grado 6
en la logia La Plata 80. Su bóveda familiar, ostenta en el frente, sobre la puerta,
una clepsidra alada (Lam. XXXVI. Fig. 2).

BÓVEDAS CON ICONOGRAFÍA EGIPCIA


Las bóvedas que se adscriben a un estilo egipcio, son seis y se asocian al
rito masónico de Memphis. Entre ellas, la de Pelanda Ponce (Lam. XXII. Fig.2).
que en el dintel presenta el símbolo del disco solar alado y caras con tocados
egipcios en las hojas de las puertas.
La bóveda Pages (Lam. XXII. Fig.2), de planta cuadrada, con cuatro
columnas, dos rematadas en caras egipcias y las otras dos lotiformes; en la
puerta repite el detalle de las caras egipcias y presenta en el techo una escultura
de la Esfinge. La de Coutaret un obelisco (Lam. XXVI. Fig.1).
En otro grupo estos rasgos egipcios como los cornisamentos de palmas,
las puertas pilón, las flores de loto o papiro se encuentran más atenuados (Lam.
XX. Fig. 1), por lo que pueden ser resultado de copias fuera de contexto
ideológico y adscribibles a movimiento de Art Decó en su modalidad de incorporar
las llamadas estéticas periféricas (Ramos, 1986, 1990).
En el cementerio de La Plata de todo el conjunto de bóvedas de estilo
egipcio solo dos de ellas, las pertenecientes a Emilia María Carlota Salza y al Dr.
Etchegoyen, presentan rasgos iconográficos correspondientes al culto de Isis.
Son contiguas y con medianera trasera compartida ((Lam. XXXVII. Fig.1)

268
BOVEDA SALZA
La señorita Emilia María Carlota Salza fue una destacada educadora,
autora de varias obras sobre moral y economía doméstica (Salza, 1900 y 1901),
además de otras sobre Derecho Constitucional, se desempeñó como directora de
la Escuela Normal de Señoritas de La Plata y fue una importante traductora del
alemán e ingles de obras poéticas. Organizó y vicepresidió el Primer Congreso
Femenino Internacional de 1910.
Su bóveda tiene forma de templo egipcio con cornisamento de hojas de
palma. La puerta de entrada, es una puerta pilón, más ancha hacia la parte
inferior y el dintel es sobresaliente con cornisamento de líneas paralelas rectas al
que se sobrepone una palma circular con alas dobles. En el frontón por encima
del dintel lleva una inscripción que dice: ...“ yo soy el que soy he sido y seré
ningún mortal ha descorrido jamás el velo que me oculta. En el escalón de la
puerta de entrada esta escrita la palabra Misterium (Lam. XXXVII. Fig.2)..
A ambos lados de la puerta, en las jambas lleva frisos verticales con figuras
simbólicas egipcias, pintadas en colores, entre las cuales se destacan, figuras
humanas enfrentadas, especies de figuras aladas con vestimentas verdes, otras
en forma de copas aladas, vasijas, lotos y esfinges. En el interior de la bóveda se
encuentra un memento moris ”....(Lam. XXXVIII. Fig.1).

BOVEDA ETCHEGOYEN-DI FRANCO


El Doctor Etchegoyen fue médico muy reconocido por sus obras
benefactoras. La bóveda es semejante en su construcción a la anterior, pero
difiere en que esta rematada en una cruz, posiblemente colocada posteriormente,
presenta la clepsidra asociada a la corona alada y a la cruz ansada” Los frisos de
las jambas son semejantes a los de Salza pero no están pintados y tienen
algunos motivos diferentes como por ejemplo el templo griego(Lam. XXXVIII.
Fig.2)..

Información de las fuentes escritas:


En ambas bóvedas el simbolismo egipcio representado está relacionado al
culto de Isis y el mito de Osiris. Entre los egipcios una creencia fundamental fue

269
la de la vida más allá de la muerte pero bajo una forma diferente. Entre los
amuletos que colocaban entre los vendajes de la momia o que se depositaban en
la sepultura se encontraban el escarabajo solar, el ojo de Usat, que ilumina las
tinieblas y que defiende contra los poderes demoníacos.
La cinta de la vida perdurable (Símbolo de Anch), el Libro de los Muertos,
sentencias que debían proteger al difunto de los peligros y hacerle posible la
forma de existencia de “un transfigurado Justo y Dichoso”, eran sentencias para
que no se le arrebatase el corazón al difunto, para que viviese mediante la
respiración, se le abriesen las puertas del mas allá y se le transformase en un
dios.
Con sandalias blancas salía el difunto- una vez librado del polvo y la
suciedad- al encuentro de Osiris estas sandalias durante la época Ptolomeica se
grababan en el fondo del sarcófago.
En la tradición egipcia el dios primordial Ptah (surgido de sí mismo) es el
plasmador de la tierra, su instrumento es el torno de alfarero, con lo que forma el
huevo del que sale el dios solar. Los egipcios veían el curso del sol como un
camino personal y la idea de la supervivencia después de la muerte.
La muerte es una función del dios creador que se extiende en el tiempo y lo
supera, en la cual se renueva la existencia al igual que el dios solar envejece
cada día y rejuvenece al siguiente.
El culto de Isis tuvo un intenso proceso de resignificación y expansión
pasando a Grecia y Roma, donde se encontraban varios templos dedicados a
ella, su culto se definía como un culto mistérico, bastante influenciado por la
magia. Aún dentro del mismo Egipto a través de las distintas dinastías los cultos
de Isis -Osiris sufrieron grandes cambios, sus cultos y mitos están íntimamente
relacionados. Fue una de las más importantes diosas egipcias. Osiris es el Nilo
que fecunda a la tierra que es Isis inundándola. Los egipcios veían en el drama
mistérico de Osiris en su muerte y resurrección el itinerario de su propia vida.
Isis es a la vez hermana y mujer de Osiris, este es reconocido como un
dios civilizador, que sale a conquistar al mundo, no por las armas sino por la
persuasión con música y canciones. En su ausencia, Isis gobierna sabiamente a
Egipto. A pesar de los valores de ambos gobernantes, Set el hermano de Osiris,

270
arma una conjura, y encierran a Osiris en un ataúd, y lo arrojan al Nilo, el que,
arrastrado por las aguas, se enreda en las raíces de un brezal, (ericácea), este
crece y toma grandes dimensiones envolviéndolo. El rey de Biblos lo manda a
cortar y fabrica con su madera dura una columna, que se hace famosa por su
aroma. Isis enterada, sospecha que se trata del cadáver de su esposo y va hacia
aquella ciudad, donde parte la columna y libera el ataúd, llevándolo a Egipto y
oculta el ataúd en los pantanos escondiéndolo en el fango. Set descubre lo hecho
por Isis y descuartiza el cuerpo en catorce partes, esparciéndolas por todo el país.
Isis ayudada por su hermana Neftis, que es esposa de Set y por su sobrino
Anubis logra encontrar los pedazos y con sus poderes mágicos le da vida eterna,
se une al cadáver de Osiris y concibe a su hijo Horus, luego se retira a los
pantanos de Buto a educarlo.
Isis es representada en la búsqueda de Osiris, al que resucita con su
aliento. A este respecto, el mito posteriormente se sincretiza con el de Alcione en
Grecia; también, amamantando a su hijo Horus; o es una diosa alada que
acompaña los ritos funerarios. Protege a los difuntos bajo sus alas y los resucita.
Parece haber simbolizado en su origen la diosa del hogar. Después de arrebatar,
según una leyenda, el nombre secreto del dios supremo Ra, su poder se extendió
sobre el universo, al igual que su potencia divina. Cada ser vivo tiene una gota de
su sangre.
Isis es el principio femenino de dios, madre de todo lo que vive su símbolo
es la luna. El templo más importante de la isla de Filae fue el de Isis, su culto fue
muy popular y tuvo creyentes tanto al norte como al sur. La primera parte del
templo está compuesta de elementos aislados, tras el primer pilón se encuentra
un patio formado por la casa del nacimiento, que es paralela al eje del templo, la
segunda columnata oriental con una serie de habitaciones que sobresalen de la
misma, la decoración es de finales del Período ptolomeico y comienzos del
romano. El templo principal, que viene después, contiene una versión abreviada
del pilón completo, del patio y de la sala hipóstila construido a una escala menor
que los otros grandes templos de la época, en el techo hay capillas dedicadas a
Osiris. En la tumba de Tutmosis III, Isis es simbolizada como el árbol estilizado

271
que da de mamar al faraón, todo aquel que comía del árbol de la vida viviría
después de la muerte.
En otro de sus templos, en Sais ubicado en el Delta egipcio se encuentra la
frase “ Yo soy lo que fue, lo que es, y lo que será y ningún hombre ha levantado el
velo que cubre mi Divinidad ante los ojos de los mortales” (Plutarco, Moralia).
Osiris: fue al principio un dios de la Naturaleza que simbolizaba el espíritu
de la vegetación, su color era el verde, pero luego de ser resucitado por Isis, se
presenta al tribunal de los dioses, donde pide justicia, dejando en su lugar a su
hijo Horus que se convierte en el símbolo del dios Solar joven, deja el mundo de
los vivos y ocupa el primer puesto en el panteón egipcio como dios de los
muertos, señor de Ultratumba y símbolo de resurrección.
Para Mircea Eliade (1978) hay una asociación Ra-Osiris. “el Uno Conjunto”
y se le representa bajo la forma de Osiris momia, que lleva la corona del Alto
Egipto, Osiris impregnado del alma de Ra, en el faraón muerto, completa el
proceso de osirización y el rey resucita como joven Ra. En este sentido el curso
solar representa el modelo ejemplar del destino humano, pasa de la vida a la
muerte y al nuevo nacimiento. Para la teología del Nuevo Imperio hay
complementariedad de la vida y la muerte, como un doble proceso.
En cierto modo esta síntesis teológica confirma la victoria de Osiris al
otorgarle una nueva significación. Es durante la XVIII dinastía que Osiris se
convierte en Juez de los muertos. Los dos actos del drama de ultratumba- el
proceso y el pesaje del corazón- se desarrollan en presencia de Osiris, gracias a
este dios, todo mortal podía esperar su destino en el otro mundo. El Libro de los
Muertos es la guía por excelencia del alma en el mas allá, y su popularidad llega
hasta el final de la civilización egipcia. Es una síntesis teológica del Imperio
Nuevo.
En el Egipto ptolomeico se designó como luz (Phos) tanto al Osiris
helenizado, como a Isis. En la filosofía de esta época se considera que la luz tiene
un origen más allá del cosmos y se la relaciona con el conocimiento, al que se
considera iluminación por la fuerza de la luz.
Osiris es luz, cuando alguien se vuelve uno con Osiris, la Luz se vuelve uno
con el todo, del que él fue parte y entonces puede ver la luz en cada cosa por mas

272
espeso velo que lo cubra o esté subyugado o traten de encerrarle. Los muertos se
van a la luz. En este sentido Osiris: es Dios Padre, su símbolo fue el sol, Horus:
es el Niño Divino, Rosa resplandeciente. La perfecta sabiduría el eco del amor
eterno, entre Isis y Osiris.
En el Egipto helenístico se dio a Isis la simbología de diosa lunar, sus
atributos eran el cuarto creciente, las espigas y las antorchas. Por la relación con
su hijo Horus, el dios solar, fue llamada Madre de Dios y prefiguraba la vida del
hombre y su destino, el perro de Isis es el precursor del mas allá, el juez de los
muertos. En sus misterios “esta la entrada en el mundo luminoso y conduce la
procesión de Isis hasta su ingreso en la luz”. En la misma época Hermes como
conductor de almas (Psychopompos) también tuvo como atributo a un perro.
En el Medio Oriente como en Grecia y Roma fue adorada como diosa
suprema y universal “yo soy la madre y la naturaleza entera, señora de todos los
elementos. Origen y principio de los siglos, divinidad suprema, reina de los
manes, primera entre los habitantes del cielo, tipo único de los dioses y las
diosas. Las cumbres luminosas del cielo, los soplos salvadores del mar, los
silencios desolados de los infiernos... yo soy quien gobierna todo a merced de mi
voluntad”.
En el esoterismo es la iniciadora, la que detenta el secreto de la vida, la
muerte y la resurrección. La cruz ansada o el nudo de Isis son símbolos de sus
poderes infinitos. En las religiones mistéricas de los primeros siglos de nuestra
era la fuente mágica de toda fecundidad y transformación.
El culto de Isis, según Lurker, (1989): es un culto mistérico. En su proceso
de resignificación en Grecia, el rito de iniciación se caracteriza porque el iniciado
cruza el umbral de Proserpina, la frontera entre la vida y la muerte. Guarda para lo
más profundo de la media noche el sol con su luz más brillante, es la experiencia
simbólica de que de la noche procede la salvación. Solo en el misterio, en lo
oculto y en la oscuridad se realiza la transición mística de la muerte a la vida y
cuando sale a la luz se hace visible.
En el Satiricón, Petronio cuenta que un hombre suplica que pinten un perro
a los pies de su estatua para vivir después de la muerte. El perro muestra el
camino hacia el otro mundo.

273
Objetos relacionados al Culto de Isis:
Sistro: es un instrumento musical, de discos pendientes de hilos con los
cuales se emiten sonidos, su simbolismo es el de que las cosas que son, deben
ser sacudidas y no cesar nunca en su movimiento, porque cuando la corrupción
ata las cosas, las lleva a la quietud y solo el movimiento las restaura en su
naturaleza.
Puertas o pilones: se construyen delante de las casas sagradas y significan
la inmortalidad o resurrección.
Esfinge: Eternidad infinita, el destino hacia lo cual confluye lo finito.
Símbolo de la sabiduría antigua. En el frente tiene flores de loto.
Loto egipcio: arquetipo de la resurrección y continuidad de la vida. Para los
masones 8 es el número de pétalos del loto y de los senderos de la vía de
perfección.
Nudo de Isis: simboliza la inmortalidad, Abulefia, siglo XII sostiene que la
vida consiste en desatar los nudos del alma, cuando se desatan viene la muerte
que es la verdadera vida.
Hijos de la viuda: Son Hijos de Isis o la madre del arquitecto Hiram, indica
la solidaridad en el principio que une a los masones, los hijos de la luz.
En las fuentes escritas referidas a la masonería, Isis, Osiris y Horus son
considerados aspectos del Gran Arquitecto del Universo y se relacionan con las
iniciaciones: el grado de Aprendiz, estaría relacionado con los misterios de Isis, el
de Compañero con los de Serapis y el de Maestro con los misterios de Osiris
(Leadbeater, 1999).
Como antecedentes sobre la existencia de estos cultos egipcios
relacionados a la masonería se registra para 1892, en Buenos Aires, la presencia
de una logia femenina, llamada “Hijas de Osiris” que funcionó en el Templo
masónico de Cangallo 1242, como logia regular de adopción.(Corbiere, 2001).

Interpretación de la simbología de las bóvedas:


De la observación de las mismas notamos que hay simbología compartida
entre ambas y otra que no:

274
Simbología presente en las jambas de ambas bóvedas (Lam.XXXIX).
Las vasijas: el glifo egipcio del corazón es una vasija (a). Cuando las
vasijas están abiertas representan receptividad a las influencias celestes, pueden
encerrar la esencia de la vida o la vida espiritual.
El loto (b y d) surgido de las aguas pantanosas simboliza la plenitud
espiritual, irrumpe en la superficie como el huevo del mundo, es la realización de
las posibilidades contenidas en el germen inicial, las posibilidades del ser, pues el
corazón es un loto cerrado, tiene ocho pétalos y por ello es la representación de la
armonía cósmica, simboliza los nacimientos y renacimientos, en la bóveda Salza
esta pintado con azul-violáceo que se considera en Egipto como el loto más
sagrado, se lo representa en las cámaras funerarias.
El único símbolo pintado en verde (c), representado en ambas bóvedas, -
aunque sin pintura en la de Etchegoyen y pintada en la de Salza, está situado en
la parte superior, es una figura acampanada vestida con una camisa larga verde,
con brazos celeste azulados y alas amarillentas, podría ser la representación de
Osiris que era la única deidad que se representaba con el color verde.
Los delfines son los símbolos de la regeneración (e). En los ritos funerarios
aparecen como psicopompos, ellos transportan al hombre desde el mundo
terrenal al de la salvación inmortal. Es un símbolo de conversión, con tres etapas
de evolución espiritual, emotividad e imaginación; amor y sacrificio e iluminación
en la gloria de la paz interior.
Otro de los signos compartidos es una especie de copa alada, que en la
bóveda Salza está pintada en un azul-celeste (f). Podría representar a Isis, a su
protección sobre el alma de los muertos.
Las figuras humanas enfrentadas (g), con el cuerpo pintado en rojo y largas
polleras, atadas con un cinturón amarillo representarían a Isis y Nefti cuando se
unen para buscar a Osiris. En la bóveda Etchegoyen no están pintadas.

Simbología no compartida (Lam.XL)


Bóveda Etchegoyen: La clepsidra alada (a): Simboliza el fluir del tiempo, en la
masonería representan la concepción de que el tiempo y el espacio son
creaciones humanas y que lo único que existe es la eternidad. En este caso se

275
encuentra rodeada de una corona circular de palmas, que se encuentra en el culto
de Isis, símbolo de la victoria o triunfo del espíritu y la regeneración y ascensión.
En este caso las alas son dobles, podrían representar las alas de Isis. Cruz
Ansada o Ansata: Cruz de Asa (Ankh) significa la vida en otro mundo, que la
persona esta viva en otro mundo, es la llave de la vida.
En la Bóveda Salza: La corona circular alada de hojas de palmas
entrelazadas ((b): es un símbolo de victoria y de ascensión, de regeneración e
inmortalidad, se la encuentra en el culto de Isis. Las alas simbolizan el vuelo del
alma en su aspiración al estado supraindividual.
El templo (c) presente en la de Etchegoyen, simbolizaría el macro y el
microcosmos, es a la vez mundo y hombre. Es un símbolo de realización
espiritual, el templo en la masonería lleva de Occidente hacia Oriente, es decir
hacia la luz. La reconstrucción del templo es el camino para el conocimiento del
templo celeste.
La esfinge (d): es un león con cara de mujer, su rostro pintado en rojo,
como esfinge es el guardián de los umbrales prohibidos, vela sobre las
eternidades, sobre todo lo que fue y sobre todo lo que será. En Grecia llevan
caras de mujer y están aladas, era una figura dual que planteaba enigmas a los
caminantes y devoraba a quien no podía responderlos. La esfinge solo puede ser
vencida por el intelecto y la sagacidad, es la contraparte de la ignorancia, por
evolución y resignificación simboliza lo ineluctable, el comienzo de un destino
misterioso y necesario.
El vegetal (e): puede interpretarse tanto como el brezo- donde queda
encerrado el ataúd de Osiris- con su gran tronco, que el rey de Biblos cortó para
hacer una columna, o podría interpretarse como la representación de Isis como
árbol que da de mamar y es el árbol de la vida.
Las manifestaciones simbólicas, que se expresan en la arquitectura
funeraria tienen significaciones estrechamente ligadas con el sistema de
creencias e ideologías sustentadas por los individuos en vida. La masonería como
ideología se expresa resignificando el simbolismo religioso de las tradiciones
egipcia y judeocristianas y de las concepciones arquitectónicas egipcias, griegas,
romanas y góticas correspondientes a estas creencias (Rizzo y Sempé, 2001).

276
La preeminencia dada al estilo neoclásico, tanto a nivel de construcciones
institucionales como familiares se fundamenta en la admiración por la cultura
griega, que tenían las elites intelectuales del siglo XIX, época en que se leían y
traducían obras literarias de este origen, en la universidad. Especialmente en la
de humanidades fundada por Mercante, se enseñan latín y griego.
Esta admiración se observa en el uso de la arquitectura de edificios
públicos, grandes mansiones e inclusive en la arquitectura funeraria. Las logias
masónicas no fueron ajenas a esta emulación y se observa el uso de una
arquitectura ecléctica de inspiración griega en las construcciones funerarias de
muchos de sus integrantes.
El mito de Osiris y el culto de Isis han sido elementos ideológicos muy
importantes en la conformación de las cosmogonías de las sociedades secretas,
tanto en la antigüedad como en épocas posteriores a la Edad Media, llegando
hasta la actualidad.
En Egipto, en la isla de Filae, se encontraba el principal templo de Isis, que
en los trabajos de rescate arqueológico con motivo de la construcción de la
represa de Asuán fue trasladado y reconstruido en la cercana isla de Agilkia.
La totalidad de la simbología de las bóvedas de Etchegoyen y Salza está
relacionada -tal como en el relatado del mito de Osiris, como tránsito solar- con el
tránsito del alma por la oscuridad de ultratumba y su proceso de ascenso hacia la
luz y a la vida en un plano superior. Ello estaría indicado por la presencia de la
clepsidra y la palma circular aladas, la cruz Ansada y las figuras representadas en
las jambas de las puertas de ambas bóvedas.
Estas representaciones corresponden posiblemente a la simbología de la
época más tardía, cuando los cultos de Isis y Osiris pasaron a Grecia y Roma y
son relatados por Plutarco. La popularidad del culto de Isis que ha trascendido
desde Egipto hacia Grecia y Roma esta manifestado en la existencia de un templo
a Isis en la Roma Imperial.
En las fuentes escritas masónicas, la tríada Isis, Osiris y Horus son
considerados aspectos del Gran Arquitecto del Universo. Isis y Osiris en especial
son parte de los ritos de iniciación: el grado de Aprendiz, está relacionado con los
misterios de Isis, el de Compañero con los de Serapis y el de Maestro con los

277
misterios de Osiris. Una prueba concreta de los cultos egipcios en relación a la
masonería es la existencia de una logia femenina, llamada “Hijas de Osiris” en
1892, en Buenos Aires. En la sociedad platense de la época (1910) debió existir
una logia que se manifestaba a través de esta simbología.
Las Bóvedas de Salza y de Etchegoyen, dentro del conjunto de bóvedas de
estilo egipcio, representan la manifestación del culto a Isis y pueden considerarse
como dos casos de ritualismo funerario masónico, del que forman parte.

278
LA DISCRIMINACIÓN ANTE LA MUERTE. LA CONSTRUCCIÓN DE LA
IMAGEN DE MUJER EN LOS EPITAFIOS DEL CEMENTERIO DE LA PLATA
Juan Magariños de Morentin y Susana Elena Shimko

Los cementerios, lejos de ratificar el dicho “la muerte nos iguala a todos”,
tienden a mantener y exhibir, en distinto modo e intensidad, hábitos sociales
discriminadores relativos al género, la fortuna, el origen étnico, la inmigración, la
homosexualidad, la religión, las causas de muerte (suicidio, SIDA, ejecución
penal), la prostitución, entre otros.
Con este trabajo, iniciamos un estudio tendiente a la comprobación de la
hipótesis acerca de la existencia de discriminación ante la muerte, como parte, a
su vez, de la Investigación “Estudio antropológico integral del Cementerio de La
Plata y su comparación con otros cementerios urbanos.” Esta comunicación
pretende, tan sólo, mostrar algunos aspectos de cómo habrá de realizarse el
trabajo, sin que sus reflexiones puedan tomarse como conclusiones válidas ni
definitivas, sino como hipótesis (Magariños de Morentin, J. A., 1996: 249 y ss)
acerca de los posibles sesgos sociales detectados mediante la lectura de las
lápidas o placas identificadoras/conmemoradoras, en cuanto su redacción
demostraría la existencia de criterios discriminatorios en función del género de la
persona evocada.
Atenderemos, por ahora, específicamente, al registro de los textos
constitutivos de los epitafios en los que se hace referencia a lo que fuera la vida
de mujeres muertas, cuyos cuerpos yacen en el Sector de Bóvedas del
Cementerio de La Plata. Se mostrarán los resultados contrastantes (siguiendo el
criterio de la semántica diferencial expuesto en Rastier. F., 1991: 101) con el texto
que se utiliza en los epitafios de varones pertenecientes a las mismas familias o
asociaciones, compartiendo las mismas bóvedas o panteones. Se trata de
establecer las características de los discursos con los que se construyen sus
identidades, para determinar el tratamiento diferencial, si lo hubiera, en la
evocación de las vidas de unas y otros, todo ello analizado con metodología
semiótica y atendiendo a los aspectos identificadores que se rescatan

279
diferencialmente de sus respectivas acciones y logros personales, familiares y
sociales. Acudir a la metodología semiótica implica basarse en el análisis del
discurso para recuperar el proceso de semantización de las personas evocadas,
como resultado de lo efectivamente dicho de ellas (los acontecimientos
discursivos de Foucault, M., 1969: 39) en esos breves, y por lo general intensos,
textos mortuorios. Se acota el estudio al período histórico comprendido entre los
años 1900 y 1950, correspondientes (excluyendo los primeros 10 años) a los 50
años, prácticamente iniciales, de existencia de este sector de Bóvedas. Para
hacer explícitas las condiciones y limitaciones de este primer esbozo, deberán
tenerse en cuenta los siguientes aspectos.
Se relevaron las placas de las secciones A-B-C-D-F-G-H-J y L de las
construcciones tipo bóveda. No se incluyeron en este trabajo las placas
correspondientes a panteones de las colectividades española e italiana, los de las
diferentes asociaciones profesionales, las edificaciones funerarias tipo nicheras ni
las de los monumentos ubicados en los lotes centrales de cada sección.
Se realizó un muestreo de las 8 primeras secciones de las bóvedas
erigidas en los lotes correspondientes a la primera etapa constructiva que se
inicia en 1897 y finaliza en 1933. (Shimko yDubarbier 2006: 376-379)
Se relevó de manera exhaustiva la sección L construida entre 1931 y 1934
(Shimko yDubarbier 2006: 380). Esta sección posee 76 bóvedas y 371 placas, de
las cuales 9 corresponden al período 1900-1925 y 70 al período 1926-1950. El
27,85 % de estas placas están dedicadas a mujeres, el 67,09 % a varones y el
5,06 % a ambos. Las placas con fechas anteriores al inicio de la construcción de
esta sección nos están indicando que hubo traslados de tumulados.
Se relevaron en total 1015 placas, 702 son posteriores a 1950, 287 están
datadas dentro de los dos períodos considerados y 26 placas no poseen fecha.
De las 287 placas analizadas 89 de ellas están dedicadas a mujeres, 187
a varones y 11 a ambos.
Se registraron 68 placas fechadas entre los años 1900-1925, el 36,76%
corresponden a mujeres y el 63,24% a varones. El período siguiente está
representado por 208 placas de las cuales el 30,77% evocan a mujeres y el
69,23% a varones.

280
En las placas posteriores a 1950 se observan los mismos porcentajes: las
placas que recuerdan a mujeres representan aproximadamente el 30% del total.
Todas estas secciones fueron construidas con anterioridad a 1950, sin
embargo, la cantidad de placas posteriores al año mencionado supera
ampliamente a las de los dos períodos anteriores., esto es debido a que las
bóvedas han cambiado de dueño a través de los años o los tumulados fueron
trasladados a nuevas construcciones y, además, el hurto de las placas de bronce
es frecuente.
A partir de este relevamiento inicial, para esta exposición, se efectuó la
lectura analítica y crítica de las 79 placas que contenían algún texto, aparte del
nombre de la persona fallecida, que se encuentran en la Sección L del Sector de
Bóvedas del Cementerio de La Plata. Sistematizando, provisionalmente, los datos
disponibles, pueden formularse las siguientes observaciones.
1. Muestra
En la muestra estudiada, se diferencian:
Placas Mujeres 1900-1925: 0
Placas Mujeres 1926-1950: 22
Placas Varones 1900-1925: 9
Placas Varones 1926-1950: 44
Placas Mujeres-Varones 1900-1925: 0
Placas Mujeres-Varones 1926-1950: 4
Lo que da un total de placas conmemorativas de mujeres: 22, y de varones
53, con 4 placas alusivas conjuntamente a mujeres y varones. Esto constituye una
presencia de mujeres equivalente al 30% del total. Prescindimos, por el momento,
de las 4 placas dedicadas, en común, a hombre y mujeres.
Este porcentaje no parecería coincidir con las cifras de mujeres fallecidas
en ese período, el cual correspondería que fuera aproximadamente semejante al
de hombres (dato a verificar).
La diferencia constatada permite suponer un menor interés en dejar
constancia pública del fallecimiento de las mujeres pertenecientes a las familias
propietarias de las correspondientes bóvedas.
2. Construcción textual

281
Los epitafios se construyen con el nombre de la persona fallecida,
contextualizado en frases que incluyen, predominantemente, los términos
“Recuerdo”, “Homenaje” y “Memoria”, Esta frase va acompañada de los términos
“esposo(a)”, “hijo(a/s)”, “nieto(a/s)”, “amigo(a/s)”, “compañero(a/s)”, etc., que
designan el vínculo que relaciona al autor o autores del epitafio con la persona
fallecida, o bien los incluye en el texto como protagonistas de la emoción o del
sentimiento expresado.
El “Recuerdo” se asocia, en el caso de las mujeres (8 placas),
exclusivamente con los familiares más cercanos; cuando se recuerda a los
varones (16) aparecen también “primos” y “compañeros”. Cuando se evoca a
ambos (matrimonios fallecidos) (2), se hacen presentes, en un caso “hijos, nietos
y bisnietos” y en otro “hijos”. Se observa una focalización en lo familiar al recordar
a la mujer, y un comienzo de expansión hacia el entorno social en el recuerdo de
los varones.
El “Homenaje” es asumido en mayor proporción por otras relaciones, ya
fuera de lo familiar. En un único caso, un varón es homenajeado por “su esposa e
hijos”. Sólo en 3 placas de mujeres aparece el “homenaje”, protagonizado por
“compañeras y amigas”, “compañeras y alumnos”, “amigos”, esbozándose la
presencia de la escuela y la tarea de magisterio como ámbito social de la mujer
fallecida. El “homenaje” rendido a los varones (4 placas) hace aparecer el
espacio institucional en el que actuó el fallecido: “L. A. Estudiantes de L. P.”,
“Asociación de propietarios de panaderías” y, en este caso, la atribución de su
calidad de “Socio Fundador” o “empleados” que recuerdan a su “compañero”.
Pocas placas (7) se han encontrado con el término “Homenaje” y distribuidas casi
por igual; tan sólo es observable que, en el caso de las mujeres, apunta apenas a
la actividad docente, mientras que en el de los varones se hace presente lo
corporativo e institucional.
La “Memoria” se utiliza en 3 placas: una para una mujer, protagonizada por
“compañeras y alumnos”; una para un varón, actualizada en el aniversario por “tu
madre y hermanos” y una para ambos, protagonizada por “sus descendientes”.
Poco uso del término “memoria” y, aquí, la mujer es recuperada desde el ámbito

282
laboral de su tarea docente, mientras que es la memoria del varón la que es
evocada desde su familia.
Sin utilizar ninguno de los tres términos precedentes, se encuentran
epitafios:
- con la designación, sin ningún agregado, de quienes los formulan (20 placas).
En el caso de las mujeres, son 3 placas: (2) de “amigas” y (1) de “compañeras de
la escuela…” En el de los varones, son 16 placas; reaparece la familia con 2
placas que mencionan a “hija/os” y 5 a la “esposa e hijos”; 3 nombran a los
“amigos” y 6 a los “compañeros” con y sin alusión al específico ámbito laboral.
Esta actualización del nombre, con el único agregado de la calidad del vínculo de
quien lo enuncia, apenas si se utiliza para evocar a las mujeres frente, a una
fuerte utilización en el caso de los varones. O sea, el vínculo, en estos casos, con
cierto peso en lo laboral, es suficiente para acompañar al nombre de los varones,
pero para las mujeres parece, de algún modo, insuficiente. Hay cierta sobriedad
en la evocación del varón muerto, que no parece pertinente en el caso de la
mujer.
- con el agregado de una alusión, por lo general, al “aniversario” como único
enriquecimiento de la calidad del vínculo del enunciador del epitafio, aparecen 9
placas. 3 de ellas identifican la presencia de mujeres en las bóvedas familiares y
en un caso agregan el admirativo “¡Mami!”. Con la evocación a varones, hay 6
placas, ninguna familiar, y la identificación del autor de la placa se distribuye entre
amigos (de los que se afirma: “que no te olvidan”, “de siempre”, “íntimos”),
compañeros y el Club. Para la mujer surge la expresión “¡Mami!”, sin que se haya
encontrado, en esta muestra, la presencia de la correlativa “¡Papi!”. En lo que
respecta a los varones, la amistad y el compañerismo es lo afirmado para hacerse
presentes, sin ninguna presencia de vínculo familiar. De nuevo la mujer se
vincula con la familia y el varón con la interrelación social extrafamiliar
- “Textos libres”. Son un total de 9 placas, 3 correspondientes a mujeres y 6 a
varones. Las de mujeres contienen una invocación a la “Paz”, como deseo para
la fallecida, y siempre vinculada a la relación familiar y a la ausencia considerada
como “sueño eterno” o como “largo viaje”; la acreditan, en un caso “hijos, nietos y
bisnietos” y en otro “Tus padres y hermano”. En un texto, hay, exclusivamente,

283
una mención del paso del tiempo: “A los 13 años”, sin referencia a quién sea el
que la evoca. Los epitafios, que hemos considerado “libres”, de varones afirman
virtudes (“noble de corazón, selecto de espíritu, fue camarada bondadoso y
ejemplo de rectitud”) o comprometen una permanencia sin cambios (“hoy igual
que ayer y mañana igual que siempre”; “sus amigos en este bronce perpetúan su
memoria”). Se comparten entre familiares y amigos y compañeros. Hay una
extraña evocación a lo que parece ser una fecha de nacimiento, sin referencia a la
defunción: “Nació el 18 de septiembre de 1946. Miércoles a las 2.45 hs”; salvo la
consideración del momento de la muerte como el de un nuevo nacimiento;
requiere una investigación ulterior. Estos “textos libres”, en el caso de las mujeres,
aluden a lo afectivo del vínculo que perdura en los sobrevivientes; en el caso de
los varones, hay encomiásticas expresiones referidas a sus virtudes, y a la
permanencia de su imagen y de su actitud social de camaradería.
Creemos que es posible afirmar, pese a la parquedad de la muestra
analizada, un tratamiento diferencial en la construcción de los textos evocativos
de mujeres frente al de los hombres. En principio, por la cantidad: muy superior
cuando se trata de registrar la presencia de hombres. Contrasta, claramente, la
vinculación social en uno y otro caso: a la mujer se la rememora
predominantemente desde el ámbito familiar, mientras que al hombre se lo hace,
también de forma predominante, desde el ámbito laboral. Cuando se especifica
esta vinculación social, para las mujeres aparece exclusivamente el ámbito
docente, como única actividad social merecedora de recordación. En las frases
que han buscado una mayor especificidad evocativa, para las mujeres se
desarrollan textos de contenido profundamente afectivo, mientras que para los
hombres predomina el intento de perpetuar su eficacia solidaria y laboral.
La asignación social de roles y sus correspondientes exclusiones entre
hombres y mujeres, lo que implicaba ya una discriminación en vida, lo vemos
reaparecer en las características tanto conscientes y explícitas (la concreta
redacción y contenidos de unas y otras placas) como inconsciente e inferibles
(porcentajes de presencias y de tipos de expresiones rememorativas) como una
discriminación en la muerte. Este es un esbozo balbuciente e inicial, que sólo
pretende, como dijimos inicialmente, establecer un espacio de investigación para

284
constar si se da, en qué medida y respecto de qué contenidos la discriminación
por género en las placas conmemorativas de los cementerios.
ANEXO
Corpus considerado
1. CIFRAS
Placas Mujeres 1900-1925: 0
Placas Mujeres 1926-1950: 22
Placas Varones 1900-1925: 9
Placas Varones 1926-1950: 44
Placas Mujeres-Varones 1900-1925: 0
Placas Mujeres-Varones 1926-1950: 4
2. TEXTOS
---“Recuerdo” (y variantes)
Placas Mujeres 1926-1950
8 placas. Quiénes protagonizan el “recuerdo”: esposo, hijos, nietos (1),
esposo, hijos y nietitas (1), esposo e hijos (2), esposo e hijas (1), hijas (1), hijos y
nietos (1), nietos (1).
Placas Varones 1900-1925
3 placas. Quiénes protagonizan el “recuerdo”: primos (1), hermanos (1) /
compañeros de tareas del Arsenal (1).
Placas Varones 1926-1950
16 placas. Quiénes protagonizan el “recuerdo”: esposa (2), esposa e hijas
(1), esposa e hijos (4), hijos (2) / mamá y hermanas (1), padres y hermanos (1),
madre (1), hermana (1) / amigos (1), 4 apellidos (1).
Placas Mujeres-Varones 1926-1950
2 placas. Quiénes protagonizan el “recuerdo”: hijos, nietos y bisnietos (1),
hijos (1).
---“Homenaje” (y variantes)
Placas Mujeres 1926-1950
3 placas. Quiénes protagonizan el “homenaje”: compañeras y amigas (1),
amigos (1), compañeras y alumnos de… (1).
Placas Varones 1900-1925

285
Placas Varones 1926-1950
4 placas. Quiénes protagonizan el “homenaje”: L. A. Estudiantes (1),
asociación propietarios de panaderías… memoria de su socio fundador (1),
esposa e hijos (1), empleados del… memoria de su compañero (1).
Placas Mujeres-Varones 1926-1950
---“Memoria” (y variantes)
Placas Mujeres 1926-1950
1 placa. Quiénes protagonizan la “memoria”: compañeras y alumnos de…
(1).
Placas Varones 1900-1925
Placas Varones 1926-1950
1 placa. Quiénes protagonizan la “memoria”: tu madre y hermanos
(aniversario) (1).
Placas Mujeres-Varones 1926-1950
1 placa. Quiénes protagonizan la “memoria”: sus descendientes (1).
---Quiénes, sin otro texto
Placas Mujeres 1926-1950
3 placas: amigas (2), compañeras de la escuela nº… (1).
Placas Varones 1900-1925
5 placas: hija (1), esposa e hijos (1), amigos (2), compañeros de La Prensa
(1).
Placas Varones 1926-1950
11 placas: esposa e hijos (4), tus hijos (1), compañeros de… (3),
compañeros (1), amigos y compañeros de… (1), amigos (1).
Placas Mujeres-Varones 1926-1950
1 placa: sus nietos
---Quiénes, con otro texto
Placas Mujeres 1926-1950
3 placas: hijos (aniversario) (1), esposo e hijos (aniversario/!mami!) (2).
Placas Varones 1900-1925
1 placa: el Club… (aniversario).
Placas Varones 1926-1950

286
5 placas: compañeros y amigos de… (aniversario) (1), asociación (gratitud)
(1), amigos (íntimos/de siempre, aniversario, no te olvidan) (2), compañeros de
(1).
Placas Mujeres-Varones 1926-1950
Textos libres
Placas Mujeres 1926-1950
3 placas.
Paz en su sueño eterno sus hijos nietos y bisnietos (1). A los 13 años (foto)
(1). ¡Beba!!... Pax. Nena! Te consideramos ausente por un largo viaje vives
siempre en nuestro corazón. Tus padres y hermano (foto) (1).
Placas Varones 1900-1925
Placas Varones 1926-1950
6 placas.
¡Homero! Hoy igual que ayer y mañana igual que siempre. Elena y las
chicas en tu 1º aniversario… (1). Noble de corazón, selecto de espíritu, fue
camarada bondadoso y ejemplo de rectitud (1). Sus amigos en este bronce
perpetúan su memoria (rostro en bronce) (1). El “Yvoty” a su amigo Pedrito (1).
Vivirán eternamente en el corazón de sus padres y hermanos (1). Fuiste esposo
modelo y padre intachable vivirás en el corazón de tu esposa e hijos (1). Nació en
18 de septiembre de 1946. Miércoles a las 2.45 hs.

287
EXPRESIONES POPULARES FUNERARIAS.

María Carlota Sempé, Carla Beatriz García y Luis Noel.Dulout

Las manifestaciones populares de adhesión al deporte futbolístico y su


aparición en el ámbito funerario, son producto de la expresión de identidad del
“hincha” y la salvaguarda de su memoria, por parte del grupo de pertenencia, en
cada conmemoración, ya sea cumpleaños, día de los muertos y otras
conmemoraciones.
El fútbol como actividad y deporte, que se manifiesta no solo en el espacio
deportivo sino también en otros, como en el caso del campo funerario, donde
En los cementerios las expresiones de adhesión deportiva son variadas,
tanto en relación a la comunidad étnica como en la pertenencia a sectores
sociales diferentes. En ellas reconocemos un universal en la expresión funeraria
del “hincha” donde lo simbolizable es el sentido de pertenencia al equipo, ya sea a
través de placas conmemorativas, homenajes a socios y adornos florales o
estructuras que han sido adosadas a los monumentos funerarios, tal como
visualizamos en diferentes cementerios como los de Resistencia y de la ciudad de
La Plata, mostrando que su existencia, como fenómeno trasciende a la
comunidad local.

EL FUTBOL COMO CAMPO SOCIAL


El fútbol como ámbito y actividad puede ser considerado un campo social
en el sentido Bourdieano (1988), es decir un campo de fuerzas donde los actores
sociales han adquirido habitus diferenciadores que les permiten participar del
mismo a la vez que ,es una comunidad de comunicación simbólica,
Respecto a los habitus, la mayor parte de los investigadores han tomado
en cuenta solo aquellos relacionados con las prácticas de la vida cotidiana.
Nuestros trabajos de investigación, nos han permitido encontrar expresiones
funerarias que podemos definir como parte de los habitus de los diferentes
actores sociales, integrantes del campo futbolístico y que se objetivan en
prácticas culturales, en este caso funerarias.

288
LOS ACTORES DEL CAMPO FUTBOLISTICO
El fútbol como práctica social es una realidad estructurante que trasciende
la práctica misma del fútbol para integrar una amplia gama de actores, como los
dirigentes de los clubes, los socios, los jugadores, los hinchas, los empresarios,
los industriales, los periodistas, los locutores, entre otros.
Dentro de este complejo conglomerado de actores, aquí señalamos y
analizamos una serie de prácticas culturales registradas en el campo social
funerario relacionadas con el homenaje que se brinda a los hinchas, socios y
dirigentes de clubes de fútbol.
El campo futbolístico esta caracterizado, como lo ha señalado Alonso
Delgado (2002) por cuatro planos analíticos que permiten su estudio, procesual,
contextual, futbolístico y simbólico.
Para entender la importancia de los habitus funerarios relacionados al
mismo, es necesario analizar previamente algunos de estos planos, para valorar
el alto capital simbólico del fútbol en los países latinoamericanos y en especial en
la Argentina.
El plano procesual es eminentemente histórico, Eduardo Archetti (1995) ha
señalado la importancia del fútbol como representación de la nacionalidad. Entre
los nuevos sectores urbanos surgidos de los fuertes procesos inmigratorios
sucedidos desde fines del siglo XIX y durante la primera mitad del XX, los
deportistas en la nueva sociedad masificada se convirtieron en héroes populares
y los éxitos deportivos internacionales permiten construir un concepto de
nacionalidad eminentemente popular.
En un país de extranjeros el fútbol funcionó como un vehículo de
integración de la nueva nacionalidad, en la que se pudieron reflejar masivamente
los sectores populares. Junto con la escuela, el fútbol jugó un rol integrador y
uniformador de las conductas sociales en torno a una idea de argentinidad. Fue
un deporte exitoso que se convirtió en un ritual nacional, como espectáculo
legitimado por lo popular, a través del cual la masa se convirtió en pueblo y el
pueblo en la nación moderna. Este proceso culmina con la instauración de un

289
conjunto de costumbres que han arraigado profundamente en la sociedad y que
se conforman como una tradición.
Para Alabarces y Rodríguez (1997)..." El fútbol funcionó… como un fuerte
núcleo de representación de la nacionalidad”... con “una narrativa épica donde el
fútbol contribuía… a la...”invención de una nación”. Ambos autores señalan que
durante el primer y segundo gobierno de Perón se establece una relación de
carácter indisoluble entre fútbol y nacionalidad.
Como deporte el fútbol fue traído por los ingleses, que conformaron la
primera liga en 1893 y organizaron clubes deportivos. Los paradigmas de aquel
momento fueron el elitismo y el fair play (Frydenberg 1996). Un dato que permite
marcar esa influencia inglesa es que el número de jugadores de este deporte
coincide con los once integrantesde los dormitorios de los College ingleses.
“Hace 40 años el fútbol era considerado como un sport de ingleses o anglo-
porteño y e jugaba solamente en colegios de esa nacionalidad y clubs formados
en ellos. Luego, muchachos de barrio y colegios nacionales lo practicaron como
complemento de las clases de educación física, organizaron equipos similares a
otros colegios. Tal fue el origen de los grandes clubs de la actualidad. River Plate,
en la dársena sur; Boca, en la barriada de ese nombre; Racing e Independiente,
en Avellaneda; Estudiantil Porteño, en el colegio Nacional Oeste; Porteño, en San
José, etc., todos con vida intensa entonces, algunos la mantuvieron y otros la
acrecentaron...” (Belgeri 1938)

Los inmigrantes, en su proceso de articulación social gestaron sus propias


instituciones, como las sociedades de socorros mutuos o los clubes sociales y
deportivos
El club decano fue Gimnasia y Esgrima de La Plata, fundado el 3 de Junio
de 1887 por más de 50 platenses, en la Cámara de Comercio, instalándose
inmediatamente en calle 3 y 54. Los primeros deportes practicados fueron la
gimnasia y la esgrima por ello lleva ese nombre el club. Luego se agregaron tiro al
blanco, carreras, saltos, fútbol y críquet. A fines de 1900 se construye la plaza de
juegos, ubicada en la manzana circundada por las calles 1 y 115 entre 47 y 48. En
1911 el club se asienta en la sede de calle 4.

290
El club Atlético River Plate fue fundado en la Capital Federal un 25 de
mayo de 1901, por el subgerente de las carboneras Wilson. El nombre River Plate
fue puesto porque ser la inscripción de unos cajones de madera en el dique 3 del
puerto de Buenos Aires, en ese entonces en construcción. La primera cancha
estuvo ubicada en la zona de la Dársena Sud. La primera camiseta fue blanca,
luego le adosaron una banda diagonal roja. El 27de diciembre de 1908 River
ascendió a la primera división al ganarle a Racing.
Boca Juniors cuenta, como toda leyenda o imaginario social, con una
fundación mítica, el 13 de abril de 1905, en la plaza situada entre las calles
Olavarría, Suárez, Gaboto y Ministro Brin, en el barrio de La Boca. Según narra la
tradición los colores azul y amarillo se adoptaron de un barco de bandera sueca
que navegaba en el Riachuelo. En 1913 jugó en primera división y tuvo un primer
estadio-inaugurado el 6 de julio de 1924- situado en Brandsen y Del Crucero. En
1925 realizó la primera gira internacional, y en la década de 1940 inauguró la
Bombonera.
El club Estudiantes de La Plata, fue fundado en agosto de 1905, en la
zapatería "Nueva York", de calle 7 entre 57 y 58. En el acta de fundación se dice

"A moción de varios de los comparecientes, y previa discusión, se resuelve,


por unanimidad, lo siguiente: dar por constituida esta Asociación bajo el rubro de
club Atlético "Estudiantes",
Su nombre se origina en el hecho que entre sus fundadores se contaba con
muchos estudiantes universitarios. Los colores de su banderín rojo y blanco datan
de 1911 y el escudo inicial tenía el banderín y un laurel por detrás, fue desde su
nacimiento, un club básicamente dedicado al fútbol, el gobierno de la provincia de
Buenos Aires cedió una parcela en el Bosque, donde estuvo el velódromo, en la
esquina de 1 y 57, inaugurándose el estadio el 25 de diciembre de 1907.
Ascendido en 1911 a primera división en 1913 se consagró campeón. Su
posterior trayectoria futbolística lo llevó a la consagración ganando la copa
libertadores y la mundial de futbol.
Enfocar la práctica futbolística como campo nos permite establecer, para su
estudio, un punto de vista donde se objetivan los sistemas de relaciones entre los
actores del campo y donde los posicionamientos como simpatizantes de un

291
equipo, respecto de los otros, que son competidores, posibilitan la visualización
de las tensiones de posicionamiento, tanto en la cancha como en la comunidad.
Los posicionamientos, en distintas esferas que trascienden lo netamente
futbolístico, son acciones y reacciones de los actores dentro de la comunidad a la
cual pertenecen, que les permiten dar sentido a su propio posicionamiento y
establecer una estructura de diferencias, base de la identidad y dadas por la
posesión de un capital simbólico, basado en un conjunto de bienes intangibles y
tangibles valorizados por el individuo o el grupo.
La pertenencia a un club deportivo o la simpatía por un equipo futbolístico,
las relaciones de parentesco, de amistad, o de barrio son parte de las redes de
relaciones que se objetivan en un intercambio simbólico en los regalos, las
reuniones y visitas entre amigos y las escenificaciones de exhibición de los
capitales simbólicos poseídos que tienen la capacidad de crear un reconocimiento
mutuo entre los actores, y fundar su identidad en base al juego de oposiciones.
Las tensiones generadas dentro el campo social futbolístico se objetivan en
distintas actitudes en el comportamiento social, con el objetivo de marcar la
identidad futbolística. Y se vuelven notorias, en el tema por nosotros investigado,
que esta interesado en el estudio del comportamiento ante la muerte. Dentro de
este marco se producen procesos, al interior de la sociedad, donde la pertenencia
a un club de fútbol o a un equipo trasciende la esfera de pertenencia como socio,
surgiendo la figura del “hincha” como un actor-observador paradigmático de la
actividad.
En el plano simbólico, vemos que el fútbol genera una serie de
comportamientos mas allá de su práctica en una cancha, para ser una comunidad
de expresión simbólica (Alonso Delgado, op. cit.), generando una realidad donde
lo popular es parte consustancial que crea un imaginario colectivo de carácter
nacional, poblado de héroes y villanos, donde los espectadores, convertidos en
hinchas, construyen su identidad a través de una serie de hábitus y símbolos,
donde surge con fuerza la existencia de un capital simbólico que es atesorado por
los actores, tanto colectivos como individuales, permitiéndoles tomar decisiones,
aprobar el uso de determinados símbolos en diferentes circunstancias a la del
fútbol.

292
MEMORIA, CEMENTERIO E IDENTIDAD.
El cementerio ha sido definido por nosotros (Sempé, Rizzo, Dubarbier.
2002), como un lugar de memoria social, y como tal, un testimonio permanente de
las creencias, costumbres e historias de la comunidad a la que pertenece y
representa.
La asistencia al cementerio permite a las personas y grupos invocar un
pasado, a través de la tangibilidad de las expresiones funerarias, mediante las
cuales el pasado se actualiza para los miembros vivientes de la comunidad,
permitiéndoles renovar los principios de su identidad y sus raíces, en acciones
que posibilitan la construcción de un imaginario, que es patrimonio de la memoria
colectiva.
El recuerdo como actividad social (Connerton, 1999) esta sujeto a procesos
reconstructivos, donde la memoria del hecho traumático se adecua a marcos
sociales, valores y creencias sustentadas por el grupo (Paez et al. eds. 1999), de
este modo la memoria colectiva, produce reconstrucciones simbólicas de las
personas queridas, a través de la narrativa, de las conmemoraciones y de las
ofrendas a sus muertos.
Si lo funerario es un campo social, en el cementerio se encuentran
presentes los hábitus de una sociedad referidos a la forma en que ésta se
representa a sí misma en la muerte. La muerte no puede ser recuperable en el
plano biológico, pero en lo social el muerto es recuperado a través de
monumentos conmemorativos, placas y ofrendas fúnebres, cada objeto colocado
como ofrenda funeraria es dador de sentido para el que esta enterrado y no se ve.
Muchos de estos hábitus son, en esencia discursos sobre la identidad del
muerto y de su grupo de pertenencia.
A la vez son inherentes o están consustanciados con la idea que la
sociedad o la comunidad local tiene del cementerio como lugar de memoria social
que, por su carácter de lugar sagrado, tiene una permanencia mayor que el
espacio urbano de residencia de los vivos, así podemos sostener que todo
cementerio aspira a la eliminación de la linealidad del tiempo para convertirse en
una eternidad.

293
FUTBOL, MUERTE Y AMBITO FUNERARIO
Lo que se representa del fútbol, en el ámbito funerario, son los símbolos
que permiten la identificación del club y de la actividad. Este puede aparecer
como discurso textual, cuando están presentes las placas conmemorativas; como
objetos, cuando aparecen los elementos propios de la actividad, como la pelota o
la camiseta, que se depositan sobre la losa funeraria y como emblemas, en los
casos de escudos y banderines que se encuentran tanto en las tumbas en tierra
como en bóvedas.
Respecto a la relación simpatizante-muerte en entrevistas realizadas en la
ciudad de La Plata, de acuerdo a lo relatado por un simpatizante del Club
Estudiantes de La Plata, hemos registrado un caso interesante que muestra la
relación fútbol-muerte en el ideario popular.

Informante: “En la década del 60, el Club Estudiantes de La Plata, sufría las
alternativas propias de los eventos futbolísticos, una triste noticia afecto a la
hinchada pincha rata, murió “la abuela”. Ella era una persona cercana a los 90
años, que desde su juventud, seguramente los comienzos del club, concurrió a
todos los encuentros. Ella ocupaba un asiento ubicado en una platea, que
entonces estaba detrás del arco de la calle 55. Por mucho tiempo en ese asiento
lucía un ramo de claveles rojos y blancos recordaban a quien llevó en su corazón
esos colores.”

El sector de tumbas en tierra de los cementerios urbanos es el ámbito de


mayor representación de los sectores populares, allí se observa con gran
frecuencia el uso de los colores identificatorios de los clubes de fútbol, a través de
la pintura usada en las estructuras funerarias levantadas por encima de la loza
funeraria y en los arreglos florales.
Ante la pregunta ¿Quién realiza las representaciones? ya que el muerto
esta escondido y no puede actuar por sí mismo, es indudable que, como el
cementerio es un lugar de actividades de los vivos en homenaje a sus muertos,
las representaciones del occiso como hincha de fútbol o como miembro de un

294
club, son realizadas por los familiares, los amigos o por los mismos componentes
del club.
El otro, el muerto es el sujeto del que se habla, simpatizante o hincha, es
representado en el imaginario a través de atributos del fútbol y de los símbolos del
club. Así, ese otro, en el plano simbólico, se convierte en un lugar de producción
de sentidos, socialmente determinado y que tiene un entramado representacional
de un imaginario que esta, a su vez, controlado como campo, y como tal,
normatiza los modos con que el grupo se mira a sí mismo.
En el Cementerio de La Plata los casos tomados se encuentran localizados
en diferentes sectores, siete de ellos provienen del de tumbas en tierra. De éstos,
cinco se ubican en el sector de los angelitos o de tumbas de niños y dos, en el de
adultos. El resto está referido a una estructura funeraria conmemorativa ubicada
en el sector B de bóvedas.

A. Sector de tumbas en tierra de niños.


Tumba 1(Lam.XLI. Fig. 1)
El tipo de monumento funerario es el de losa simple prismática sobre la que
se han colocado una “capillita” con puerta de vidrio hacia el frente, floreros y
botellas con flores artificiales muy coloridas. Tiene la notable particularidad de
estar pintada en azul y amarillo. La cruz en amarillo y azul lleva los brazos y la
cabecera pintado en blanco con la fecha 3/3/03 y el nombre en negro con la frase
“Anibal Giménez (Coto)”, que se repite en una plaquita de metal ubicada al frente
de la capillita. Al frente tiene colocado u banquito con los colores de boca,

Tumba 2 (Lam.XLI. Fig. 2)


Presenta la cruz de madera en tono natural con un cristo colgante, la foto
del niño y 3 rosarios en amarillo, azul y rojo que cuelgan de los brazos de la cruz.
En el ápice unas campanitas de navidad. Es una tumba en tierra simple, sin
monumento ni loza, está rodeada por un cerco de madera azul y blanco, lo mismo
que el banco al frente de la sepultura, los colores de Gimnasia y Esgrima. Tiene
floreros, botellas y macetas con flores artificiales.

295
Tumba 3
El tipo de monumento funerario es el de losa simple prismática. Adornada
con floreros de barro cocido, llenos de flores artificiales de diversos colores.
Tiene, en forma semejante a la número 1, una cruz de cemento pintada,
igualmente que con los colores del club Boca Juniors.
La zonificación de la pintura es semejante, diferenciando madero mayor y
menor. En su centro, la cruz lleva una placa realizada en chapa, que resalta por
su manufactura casera y que en un lateral, ostenta el escudo del Club Atlético
Boca Juniors. Sobre el brazo menor, amarillo, se ubica otra placa ovalada, un
rosario y flores.
Al parecer, la placa central reemplazó otra original. Lleva el nombre Diego
Armando… y la fecha de deceso del occiso.
En los textos funerarios de ambas placas se expresan frases relacionadas
con el recuerdo del difunto.
Placa 1, central:
“Dieguito tu papá Enrique y tu mamá para siempre te vamos a recordar con
nuestra mente y corazón. Guianos desde el cielo para seguir adelante y nunca
cepararnos y algún día poder estar juntos como una familia. Te extrañamos.”
Placa 2, lateral
“Tu querida familia te sigue recordando con cariño”.

Sector Bóvedas. Sección B.


Dentro del sector principal del cementerio constituido por las bóvedas familiares y
los panteones sociales, hemos registrado en la plaza central de la sección B, dos
casos más, que están referidos a placas conmemorativas ubicadas sobre un
monolito(Lam.XLI. Fig. 1) . En el texto de la placa 1 se puede leer la inscripción:
“El club Gimnasia y Esgrima La Plata. En el Año del centenario a sus
socios y deportistas fallecidos. 1887-3 de junio-1987.”
El texto de la placa 2 solo indica: “En memoria Club de Gimnasia y Esgrima
La Plata. 3 de julio de 1987.” En este caso estamos ante una manifestación
institucional de memoria colectiva, en homenaje a sus integrantes fallecidos.

296
Podemos concluir que toda reunión conmemorativa que se realiza en el
cementerio es siempre un acto de reivindicación del discurso de la memoria y el
recuerdo, estas tumbas -aún dentro de su simplicidad- por su contenido
testimonial expresan el pensamiento de ciertos sectores de la comunidad urbana
platense y pueden convertirse en monumentos patrimoniales para la sociedad
porque permiten la preservación del imaginario grupal o social, que identifica al
campo futbolístico.
Hemos podido registrar homenajes de tipo institucional, de los clubes a sus
socios, simpatizantes y deportistas, como en los casos registrados en La Plata.
La expresión del hincha de fútbol se encuentra contextualizada en el sector
de tumbas en tierra, representativa de los segmentos sociales más populares de
la comunidad. Podemos diferenciar las manifestaciones correspondientes a
individuos adultos de las pertenecientes a infantes, señalando que la mayoría
corresponden a expresiones de simpatizantes boquenses, lo que muestra el
carácter popular de este club de fútbol que trasciende los límites de la esfera
local, de la identidad comunitaria, para transformarse en una identidad nacional.
Las expresiones del grupo etario adulto, resaltan por su pintoresquismo, son
indicativas de la fuerza de la identidad y el sentido de pertenencia de los
simpatizantes de Boca Juniors en nuestro país, se destaca el uso de la camiseta
para revestir la segunda cruz, a pesar de la fuerza religiosa de este símbolo
religioso.
Todas las inhumaciones están estandarizadas en sus rasgos estructurales
más importantes, como las cruces pintadas con los colores emblemáticos,
zonificados de igual manera. La fuerte adhesión, de carácter familiar, queda
demostrada en el caso en que el occiso lleva por nombre Diego Armando, el de
una figura emblemática del fútbol argentino, Maradona.
El fútbol, como campo social es una realidad estructurante de los habitus
de su contexto social. Concluimos que son las exhibiciones de capitales
simbólicos, las que se expresan en el cementerio como parte de una relación
estructurada y normatizada entre la concepción del hincha, los valores poseídos y
su necesidad de trascendencia más allá de la muerte.

297
EXPRESIONES FUNERARIAS INFANTILES EN
EL CEMENTERIO MUNICIPAL DE LA PLATA
María Carlota Sempé, Antonia Rizzo y Olga Beatriz Flores

El cementerio es testimonio permanente de creencias, costumbres e


historias de la comunidad a la que pertenece y representa (Rizzo, Sempé 2001).
Dado que el recuerdo sufre procesos de reconstrucción a escala social e
individual (Connerton 1999), los mismos van resignificando los acontecimientos
dolorosos y adecuándolos a los marcos sociales, sistema de valores y creencias
vigentes (Páez et al. eds. 1999). Los deudos resimbolizan las imágenes y
recuerdos de las personas queridas, a través de conmemoraciones y ofrendas
mortuorias. Las prácticas sociales incluidas en los ritos mortuorios funcionan
como un mecanismo de transmisión de información, mediante las cuales la
intención es mantener vigentes una serie de conceptos para controlar la
experiencia y tomar posición acerca de la dinámica de las relaciones sociales y de
poder.
El sector de tumbas en tierra es el ámbito de mayor representación de los
sectores sociales populares, Dentro del mismo, desde mediados del siglo pasado,
existe un sector infantil o de “Angelitos” como es costumbre denominarlo en el uso
corriente una estatua de angelito de rasgos infantiles se encuentra a la entrada de
la sección.
Los ángeles simbolizan el intermediario entre el cielo y la tierra o la
ascensión del alma hacia el reino celestial. En el imaginario popular y en las
creencias, son entidades de espíritu puro que asisten a los humanos en
momentos de gran tensión. Se equiparan con los niños muertos o con los ángeles
protectores que los guían. Para el culto católico un niño bautizado muere sin
pecado y va al cielo convirtiéndose en un angelito para el mismo no existe
purgatorio, por todo ello se le da ese nombre al sector de entierros infantiles.
En La Plata no existe un terreno especial correspondiente al limbo, lugar
imaginario a donde van los nonatos y párvulos muertos sin bautizar por tratarse
de un cementerio laico donde podían enterrarse personas de todos los credos y
religiones o ateos, a diferencia de otros cementerios del interior del país,

298
La evolución de las costumbres ha marcado cambios en el tratamiento
dado a los entierros infantiles. A fines del siglo XIX y comienzos del XX se
realizaban en la denominada “Fosa común” en una sección determinada.
Actualmente lo hacen en la Sección 60 o de Angelitos ubicada en la zona
comprendida por la calle 72 e/ 134 a 136 que está conformada por sepulturas en
tierra con una numeración correlativa del 1 al 1716, donde se sepultan los niños
de hasta 3/4 años de edad (Lámina XLIII-Fig.1)
La reglamentación establece el carácter temporario de las tumbas
infantiles. El lote se arrienda solo cuatro años, luego se deben retirar los restos
para trasladarlos a bóvedas, nichos, tumbas en tierra o al osario general, razón
por la cual sus expresiones funerarias, aunque temporales, merecen ser
rescatadas como representativas de momentos sociales y del patrimonio cultural
urbano.
Según Bourdieu (1988), para caracterizar a una sociedad o comunidad
particular en un espacio y un tiempo dados se requiere comprender los principios
que rigen a las normas de diferenciación objetiva entre las personas. Este
enfoque posibilita entender las disparidades que segregan y a través del tiempo
definen a los sectores sociales existentes. También se posibilita el registro de las
disposiciones que guían los comportamientos prácticos observados, las
representaciones y las elecciones que realizan las personas
Aplicamos el concepto de campo social de Bourdieu (op.cit) a la esfera
funeraria porque consideramos que la muerte y lo funerario constituyen, un campo
social autónomo, en el cual encuentran expresión lo social y religioso a través del
poder y el capital simbólicos El cementerio refleja la forma en que una sociedad
se representa a sí misma en la esfera de la muerte. El ceremonial fúnebre y los
habitus visibles permiten aproximarnos a la identidad social y esbozar grupos de
pertenencia.
La muerte biológica es un hecho traumático irrecuperable, pero en lo social
el muerto es recuperado a través de la construcción de un imaginario que incluye
la construcción de monumentos, la colocación de placas alusivas y ofrendas.
Estos objetos son instrumentos dadores de sentido al muerto que está oculto. Nos
interesa marcar que las “prácticas rituales de la muerte infantil” son un emergente

299
de las disposiciones funerarias, en un tiempo y un espacio acotados,
constituyendo un sector del campo funerario, que consideramos constituye un
campo social (Bourdieu 1997).
En el campo funerario también se expresan los intereses y las posiciones
sociales, por ello son los contextos funerarios con su parafernalia los que se
convierten en capital simbólico o lo manifiestan a través de los objetos marcando
las posiciones desempeñadas por los individuos en vida o el capital simbólico
acumulado.
“…El capital simbólico es una propiedad cualquiera, fuerza física, riqueza,
valor guerrero, que, percibida por unos agentes sociales dotados de las
categorías de percepción y de valoración que permiten percibirla, conocerla y
reconocerla se vuelve simbólicamente eficiente, como una verdadera “fuerza
mágica”: una propiedad que, porque responde a unas “expectativas colectivas”,
socialmente constituidas, a unas creencias, ejerce una especie de acción a
distancia, sin contacto físico. (Bourdieu Op. cit.: 173).
Para el tratamiento del tema de la muerte infantil se ha realizado un estudio
cualitativo descriptivo revisando dos períodos 1888 y 2002-2005 en las Actas del
Cementerio Municipal de La Plata, lo que permitió rescatar los datos de los
individuos infantiles menores de 4 años. Respecto a los habitus presentes en el
sector infantil se ha realizado un relevamiento fotográfico de los enterratorios,
anotando las características más sobresalientes de los mismos respecto a
estructuras, ofrendas y placas recordatorias.

MORTALIDAD INFANTIL Y CAUSAS DE MUERTE


El concepto de causa de muerte ha ido variando con el tiempo,
observamos que con anterioridad a 1969 y especialmente a fines del siglo XIX y
principios del XX, se anotaba como tales a las enfermedades seguidas de muerte
(Salas 1910). Los indicadores usados actualmente hacen hincapié en el hecho
que produjo la muerte, como el paro cardiorrespiratorio la asfixia y la anoxia.
Para la definición de nacido muerto, de acuerdo al censo de 1909 (Salas
op. cit, 1910) se tomó la interpretación holandesa de la época que sostiene como

300
tales a todos los infantes muertos antes de ser inscriptos en el Registro Civil, por
lo cual el lapso de muerte era variable.
La Plata es una ciudad conformada en sus comienzos por grupos
inmigrantes razón por la que su crecimiento demográfico estuvo muy influido por
este factor, de los 7662 habitantes fundacionales se llega en 1913 a una cifra que
sobrepasa los 100000 (Tabla 1). Hemos encontrado registros de nacimientos y
defunciones que abarcan dos décadas1889-1909, lo cual nos permite
contextualizar el período inicial de la ciudad de La Plata respecto a la muerte
infantil.

Año Poblac. Nacim. Defun. Año Poblac. Nacim. Defun.

1882 7662 · - 1900 71493 2525 966


1884 22849 · - 1901 72901 2398 1299
1885 27643 · - 1902 74393 2337 1014
1889 65553 2397 1705 1903 76484 2774 964
1890 65610 3366 1719 1904 78042 2329 1138
1891 63932 2726 1210 1905 81530 2495 1181
1892 93083 2214 1124 1906 86398 2618 1181
1893 62254 1767 1129 1907 90035 2627 1502
1894 61415 2192 1173 1908 93550 3274 1449
1895 60901 2311 1106 1909 95126 3333 1370
1896 64297 2419 1101 1910 97950
1897 66153 2461 1026 1911 102911
1898 67708 2442 1070 1912 106382
1999 69614 2479 937 1913 109195

Tabla 1. Crecimiento de la población platense entre 1882-1909

Datos no encontrados para este trabajo. Censo 1909 y Etchechoury, 1914.

De acuerdo al censo de 1909 (Condomí Alcorta 1910), en el decenio


1899/1908 el porcentual de mortalidad infantil hasta 6 años de edad fue de 34,2
(Tabla 2). La mayor cantidad de muertes se ubica en el segmento de menos de
un año de edad con un coeficiente de 9,4%, cifra muy similar a la de la ciudad de

301
Buenos para la misma época. Esto indica que respecto a la mortalidad total de la
población platense, la infantil menor de un año es de 1/3 del total (Tabla 3)
Año % Año %

1899 33,2 1904 30,8


1900 37,2 1905 28,7
1901 45,4 1906 31,4
1902 27,4 1907 39,2
1903 32,5 1908 32,2
Total Decenio 34,2

. Tabla 2. Decenio 1899-1908. Censo 1909


Mortalidad infantil/100 nacimientos.

Edad 1904 1905 1906 1907 1908

+ de 1 año 235 213 224 339 326


1 año 55 79 75 129 60
2 años 23 18 35 47 25
3 años 13 8 14 30 25
4 años 14 14 15 30 16
5 años 10 7 8 17 14
6 años 5 13 13 8 12
Total 355 352 384 600 478

Tabla 3 Decenio 1899-1908. Censo 1909

Mortalidad infantil/total de población platense

Brindamos datos sobre el año 1888 en función del rastreo en el archivo del
cementerio, que no figuran en los registros censales oficiales.
Sobre un total de 19449 actas, 903 corresponden a los denominados
“Angelitos” que pueden clasificarse de acuerdo al sexo en 415 femeninos y 481
masculinos a los que se agregan 7 donde el sexo no esta determinado. Del
segundo período muestreado, sobre un total de 943 defunciones 559 pertenecen
a los angelitos dividiéndose en 237 femeninos y 321 masculinos. Agrupados los
infantes por sexo se realizó un análisis comparativo de la cantidad de muertes por
año muestreado, así podemos constatar que, a pesar del mejoramiento en la

302
higiene y la medicina siempre el porcentaje de mayor muerte infantil corresponde
al grupo masculino (Gráfico 1).

Gráfico 1: mortalidad infantil según sexo

Realizando un análisis estacional (Gráfico 2) se observa que en 1888 las


defunciones eran mas frecuentes en la estación estival. Actualmente el mayor
número de defunciones se da en otoño/invierno

Gráfico 2: Mortalidad estacional 1888 y 2002-2005

303
Las causas de muerte registradas en 1888 (Gráfico 3) muestran un
predominio de la categoría Enfermedades del Aparato Digestivo (enteritis,
gastroenteritis) con un total de 114 hecho concordante con la estacionalidad. Los
nacidos muertos son 77 y muertos por falta de desarrollo 76. Hay 44 casos de
enfermedades respiratorias (bronquitis, bronconeumonía). En los indicadores
actuales (2002-2005), las causas de muerte anotadas son completamente
diferentes, ya no se especifican las enfermedades que derivaban en muerte, e
indican causas como asfixia fetal y anoxia, entre otras, observándose el
predominio de los paros cardiorrespiratorios no traumáticos (PCRnoTR).

Grafico 3: Causas de muerte

SECTOR INFANTIL DEL CEMENTERIO


Las estructuras funerarias de este sector están construidas sobre lotes de
60 cm de longitud, de acuerdo al reglamento existente. La estructura funeraria tipo
consta de una loza y una cruz vertical hacia el lado de la cabeza, luego puede
haber una variedad importante de estructuras adosadas entre las que registramos
corralitos realizados en madera o en material sintético, delimitando al lote y
vereditas en cerámico que rodean la loza y capillitas ubicadas sobre la loza, con o
sin puertas de vidrio. La distinción de sexo está marcada por la pintura de la
sepultura ya sea rosa o celeste.

304
Por encima existe una inmensa variedad de objetos que conforman la
parafernalia funeraria, constituida por floreros, jardineras, medio-jardineras,
portarretratos, estatuillas de la Virgen en sus distintas advocaciones. Crucifijos
con la imagen de Cristo, rosarios colgando de la cruz y figuras de angelitos. A
estas ofrendas se agregan emblemas de clubes y juguetes (Lámina XLIII-Fig.2).
Entre los últimos los más frecuentes son muñecas barbie, el ratón Mickey, autitos,
animalitos en cerámica (especialmente gatitos) y personajes de la televisión como
Piñón fijo. Se observa un importante uso de flores artificiales y naturales, (Lámina
XLIV-Fig.1) chupetes, baberos, escarpines etc. (Lámina XLIV-Fig.2).
Son notables las manifestaciones correspondientes a los hinchas de fútbol;
(García, Sempé y Dulout, op. cit.). En el sector infantil registramos cinco casos,
que muestran la adhesión a los clubes de Boca Juniors, Gimnasia y Esgrima de
La Plata y Estudiantes de La Plata. En un caso encontramos en la placa el
nombre del niño, Diego Armando, así llamado en homenaje al ídolo popular del
fútbol.
Las cruces aparecen pintadas en los colores emblemáticos de los clubes
de fútbol o revestidas con las camisetas y las banderas de los mismos. También
se han depositado pelotas sobre la loza funeraria.
Respecto a las inscripciones se observa en ellas el señalamiento de las
expresiones de dolor de aquellos que han cumplido con el rol de abuelos padres o
hermanos. Algunos ejemplos muestran mementos tales como:
“BEBE Tenerte no podemos pero olvidarte jamás”…“Te fuiste de nuestro
lado, pero de nuestros corazones jamás. Abuelos Carmen y Arturo.”

“Dieguito tu papá Enrique y tu mamá para siempre te vamos a recordar con


nuestra mente y corazón. Guíanos desde el cielo para seguir adelante y nunca
separarnos y algún día poder estar juntos como una familia. Te extrañamos”

…“Tu querida familia te sigue recordando con cariño”.

Otro rasgo destacable es la presencia de las fotos de los niños enterrados


colocadas en las cruces o dentro de las capillitas, en general realizadas en blanco

305
y negro, la mayoría están restringidas a la cara del niño. Estas imágenes de la
materialidad corporal del muerto funcionan permitiendo a los deudos la evocación
del mismo, actualizando su memoria.
En el primer período registrado (1888) la imagen fotográfica tuvo una
especial significación, en algunas viejas tumbas del sector de perpetuas todavía
pueden observarse, mirando con mucho detalle, que algunas retratan al individuo
muerto.
A fines del siglo XIX estaba muy acendrada la costumbre de realizar la foto
post mortem, inclusive se trataba de modo especial al retrato infantil de esta clase
(Cuarterolo 2002). Según Benjamín (1989) “el valor cultural de la imagen tiene su
último refugio en el culto al recuerdo de los seres queridos lejanos o
desaparecidos”. En las colecciones del Museo Nacional aún se pueden ver fotos
de madres con su hijo muerto en brazos, o niños totalmente vestidos y sentados
con flores en sus manos. Para Cuarterolo (op. cit) con el surgimiento de la
fotografía, el retrato funcionó como “expresión de identidad y de valor individual”,
el mismo se realizaba simulando que el individuo estaba vivo o durmiente.
Sintetizando el sector de entierros infantiles constituye un área muy
característica del cementerio de La Plata, en el mismo se muestran expresiones
populares de un importante rango de variedad expresiva. A través de ellas
pueden objetivarse los habitus relacionados al tratamiento de la imagen de la
muerte infantil por parte de los segmentos sociales más populares de la
comunidad platense.
Del análisis de las causas de muerte surge un cambio importante en el
concepto de causa ya que a la especificación y tipificación observada en los
archivos del cementerio correspondientes a fines del siglo XIX, le sucede una
uniformización en el tratamiento de los datos, donde lo que se resalta es el paro
cardio-respiratorio, instancia final por la que todos los seres vivos deben pasar en
el momento de la muerte. Deseamos llamar la atención de que este modo de
tipificar lleva a sesgar el ítem causa de muerte en la Argentina que figura como
uno de los países donde las enfermedades cardíacas son preponderantes.
Las gastroenteritis fueron importantes hasta la época del surgimiento de los
antibióticos para la cura de las enfermedades. Es notable que en ambos períodos

306
relevados y analizados las muertes masculinas sean las que muestren una mayor
cantidad respecto a las femeninas, lo que indica una esperanza de vida menor al
nacer para ese sexo.
Un rasgo notable es la presencia de fotografías de los niños como
posibilidad de preservar la identidad del muerto a lo que se agregan los
mementos o mensajes discursivos de los familiares. Dentro de las ofrendas los
juguetes son predominantes, al igual que las flores de una gran variedad de
colores. El sexo de los muertos se hace evidente en las cruces pintadas en rosa o
en azul y en los revestimientos cerámicos de la loza. Estas ofrendas muestran el
capital simbólico adosado a la imagen del muerto

307
ANECDOTAS Y MITOS QUE INVOLUCRAN A MUERTOS…. Y VIVOS
Olga Beatriz Flores,

Alrededor del fenómeno de la muerte las diferentes culturas han


desarrollado formas de representarla como un componente activo y dinámico de
la vida social. En todas, los ritos relacionados con la muerte, entierro, culto
funerario, creencias, mitos, constituyen los elementos culturales importantes para
el conocimiento de la cosmogonía de los grupos humanos.
La visita a los cementerios es una práctica extendida planetariamente, y
genera en cada sociedad formas particulares de organización que responden a
los intereses, ideas y condiciones de cada una de las sociedades y grupos donde
tales prácticas se realizan (Finol y Fernández 1997).
Si se compara la visita a los cementerios con el ritual del velorio, se notará
una diferencia fundamental: el velorio es un acto de solidaridad y de comunicación
con la familia; la visita al cementerio es un acto de comunicación con el muerto.
Una vez concluida la relación velorio e incluso el rito del entierro, en los que el
individuo y el grupo expresan su solidaridad con la familia, en la relación post-
entierro son sólo los familiares quienes quedan solos con su difunto, son ellos
quienes, a través de la visita, de las flores y rezos, de la conversación frecuente,
conservan viva la relación con los muertos. (Finol y Fernández 1997).
Lo mismo que en la sociedad de los vivos, la visita al cementerio constituye
un acto de comunicación que se enmarca dentro de la definición de la cultura
como proceso comunicativo (Eco 1975).
En este lugar donde descansan alrededor de un millón de personas –lo que
transforma al cementerio en una ciudad paralela, con casi el doble de población
que La Plata- se convive a diario con el dolor y el misterio, pero también con
historias verídicas y leyendas sobre un tema que sigue siendo tabú para nuestra
sociedad: la muerte.
Pasar toda una mañana en el cementerio (la noche es sólo para los
valientes) significa escuchar las historias de sepultureros, cuidacoches,

308
bronceros, floristas, personal de mantenimiento y algunos otros personajes que
rondas por las calles de la necrópolis.
En el presente trabajo se discuten los rituales que se cumplen durante la
visita al Cementerio Municipal de la ciudad de La Plata. (Lámina XIV-Fig.3) Se
analizó el discurso de los trabajadores en particular de Alberto Mujica empleado
de dicha institución. Ellos trabajan con la muerte, su tarea los afecta en lo físico y
sicológico, nunca se “acostumbran” a la muerte. Trabajan todo el año y en todos
los climas; son responsables de la excavación, remoción de sepulturas,
mantenimiento.
NOS VAMOS DE VIAJE
Un mañana uno de los empleados avisó alarmado a sus compañeros que
estaba seguro de haber visto un cadáver en descomposición tirado en la puerta
de un nicho. (Lámina XLV-Fig.1)) Se dirigieron en forma urgente hacia el lugar y
confirmaron que de un cajón alguien había sacado un cuerpo y lo había
arrastrado varios metros.
Mientras en el cementerio trataban de encontrar una explicación, al bar de
enfrente entro un señor con la camisa manchada y un olor nauseabundo. Su
aspecto llamó la atención de los pocos parroquianos que ocupaban una mesa.
Con los ojos desorbitados, el extraño pidió un teléfono, aduciendo que tenía que
llamar a un flete para llevar a su padre a Italia. El dueño del bar prefirió llamar a la
policía, y así quedó develado el misterio del muerto fuera del cajón.
LA SIESTA
Una tarde de enero, unos cuantos veranos atrás, después del almuerzo y
unos vasos de más, uno de los sepultureros decidió tomarse una siesta. El lugar
más fresco y cómodo que encontró fue una sepultura. Sus compañeros, viendo
que estaba profundamente dormido, lo cubrieron con coronas de flores (que
abundan en el cementerio). Cuando despertó, tuvo que sacarse las coronas de
encima para poder levantarse.
En ese mismo momento, dos señoras mayores colocaban flores en una
tumba cercana y empezaron a ver al hombre que salía de la sepultura. El
sepulturero bostezó, las miró y les dijo: “buenas tardes”. Lo último que se supo de
esas dos señoras fue que salieron corriendo y a los gritos por la puerta principal.

309
VOLVER DE LA MUERTE
En las primeras décadas del siglo pasado, un empleado advirtió que en una
de las bóvedas había un cajón en el piso. En el intento por averiguar lo sucedido,
retiró la tapa y se encontró con el cuerpo –fallecido el día anterior- rasguñado,
golpeado y con restos de astillas del ataúd entre las uñas. Fue un calco de las
peores pesadillas literarias de Edgar Allan Poe; un médico confirmó que el
hombre, que sufría de epilepsia, había muerto de un paro cardíaco, pero, al cabo
de unas horas, el corazón le había vuelto a funcionar, para volver a detenerse en
el desesperado intento de huir de su lúgubre encierro.
RARAS COSTUMBRES
Cuentan que, durante varios años, una señora iba al cementerio con una
radio cada vez que jugaba Gimnasia y Esgrima de La Plata. Una tarde, uno de los
empleados dialogó con ella y le contó que encendía el aparato al lado de la
tumba, para que escuchara su papá, que era fanático del “Lobo”. También le
prendía un cigarrillo, ya que cuando jugaba el cuadro de sus amores fumaba
mucho.
PERRO FIEL
Al morir la dueña de uno de los bares cercanos al cementerio, su perro hizo
lo posible para estar al lado de ella: cada mañana, cuando se abrían las puertas
de la necrópolis, la mascota entraba, se dirigía a la tumba de su dueña y se
echaba allí hasta la hora que el cementerio cerraba sus puertas. Al poco tiempo,
el perro fiel también murió.
Cuentan que una señora cada 24 de diciembre iba a la tarde al cementerio
y se encerraba en la bóveda esperando la Nochebuena junto al cajón de su
difunto esposo.
CON AIRES DE LEYENDA
Entre las historias que circulan sobre el cementerio platense hay muchas
que con los años han cobrado carácter de leyenda. Contadas una y otra vez, no
dejan de sorprender cada vez que se las rescata del olvido.
LA MOMIA
Esta historia, que constituye una de las primeras leyendas del cementerio,
sucedió hace casi un siglo, y el tiempo le ha dado una explicación coherente.

310
Cuando se terminó de construir el cementerio de La Plata, allí fueron trasladados
los cuerpos del viejo cementerio de Tolosa. Tras varios años en depósito, en 1908
se abrieron varios ataúdes porque no se sabía a quiénes pertenecían sus restos.
Así, se descubrió con sorpresa, que uno de los cuerpos se conservaba intacto, en
perfecto estado de conservación.
De esa manera comenzó el mito. Nadie sabía quién era, pero los diarios de
la época comenzaron a hablar de que “sus manos entrecruzadas echaban luces”.
Tanta fue la curiosidad popular por la noticia que el cuerpo fue colocado en una
vitrina, a la entrada del cementerio. Ese cadáver milagroso empezó a ser adorado
como un santo: la gente le llevaba flores, le encendía velas y le pedía favores.
Así estuvo quince años, intacto, exhibido al público. Hasta que en 1924 un
Señor Lamberti Antonino, visitó la ciudad, y reconoció en el cuerpo adorado por
los platenses los restos de su amigo Behety Matías, un poeta que había fallecido
en 1885, su amigo inició gestiones ante las autoridades y, finalmente, recibió
cristiana sepultura. Al poco tiempo se construyó un mausoleo (Lámina XLV-Fig.2)
que está a pocos metros de la entrada principal.
EL MISTERIO DE LA RUBIA HERMOSA
Esta historia no tiene más de 20 años y dice que una noche, en pleno
centro de la ciudad, una joven rubia, que llevaba un saquito negro sobre sus
hombros, paró un taxi y le dijo que se dirigiera hasta el cementerio. Cerca del
lugar le pidió al chofer que estacionara sobre uno de los laterales. Cuando el auto
paró, le dijo “ya vuelvo”. De a poco se fue acercando al paredón y, de un
momento a otro, desapareció como si lo hubiese atravesado.
Al día siguiente, el taxista fue hasta el cementerio con un grupo de colegas
para mostrarles el lugar exacto del muro donde había desaparecido la rubia.
Luego, acompañados por empleados del cementerio, dieron la vuelta para fijarse
qué había del otro lado del paredón.
La sorpresa fue grande cuando, muy cercano al tapial, colgado en una cruz
de una de las tumbas, hallaron el saquito negro que vestía la joven.
LA VIUDA NEGRA
Otra versión similar de este hecho tiene más años y se la conoce como la
leyenda de la “viuda negra”. La historia también incluye a un taxista y dice que la

311
mujer, que en este caso vestía con sombrero, abrigo, zapatos y guantes negros,
llevaba un ramo de flores, traspasó el muro pero sobre la pared dejó un manchón
inquietante, como recién estampado. Era la imagen en tamaño natura de la mujer
de negro y se veía hasta el ramo de flores.
OTROS PERSONAJES
Además de estos relatos, por el cementerio circulan una serie de
personajes con características más que particulares. Con su forma de ser y sus
cuentos, viven en la memoria de los que conocen el barrio y frecuentan el
camposanto.
Los más memoriosos recuerdan:
*al hombre que todos los días, durante más de treinta años, le dejaba una
flor a su mamá hasta el día antes de su muerte;
*a la señora que se encerró en una bóveda un 24 de diciembre a la tarde
para esperar la Nochebuena junto al cajón de su difunto esposo;
*o al “loco”, que trabajaba en mantenimiento y, cada vez que se tocaba la
campana de la capilla, sacaba una pistola y disparaba;
También se cuentan hechos trágicos, como aquellos que decidieron acabar
con su vida al lado de la tumba de sus seres queridos.
Los cementerios constituyen espacios a los que muchos temen, otros lo
recorren con naturalidad y varios tratan de ignorar, pero, en definitiva, es “la casa
de todos”.

312
PARTE VI
VALOR PATRIMONIAL DEL
CEMENTERIO Y SU FUTURO
El Patrimonio cultural es un laberinto de significados.
Bonfil Batalla, 1997

313
EL VALOR PATRIMONIAL DEL CEMENTERIO DE LA PLATA
María Carlota Sempé y Lidia Mabel Viera

El Patrimonio es una “construcción cultural” hecha por una comunidad de


acuerdo a los valores que se otorgan a los hechos del pasado, abarca los restos
materiales del pasado y las costumbres, los conocimientos, habilidades y formas
de expresión simbólicas (Bonfil Batalla (1991)
La cultura nacional debe ser comprendida como resultado de un proceso
de mediación entre grupos de los contenidos culturales del patrimonio, a la vez
que por la dinámica de las transformaciones culturales, el patrimonio no puede
quedar cristalizado en una época. El Pasado es siempre una construcción del
presente porque el sujeto participa activamente de la construcción social de la
realidad.
La vida social es una metáfora sujeta a interpretaciones y manipulaciones
por parte de los actores, razón por la cual el patrimonio cultural es una
construcción colectiva del todo social generacional. A la vez es un colectivo trans
generacional que conecta a las generaciones pasadas con las existentes y las por
venir.
Nuestro país, formado por sucesivos aluviones inmigratorios se caracteriza
por una diversidad cultural que produce riqueza patrimonial. Para lograr rescatar y
preservar los valores del patrimonio deben integrarse las memorias individuales
fragmentarias. Mantener una actitud docente permanente y
concretar campañas de divulgación de nuestra riqueza cultural en los medios de
difusión pública.
Las ciudades están sujetas a procesos de construcción y deconstrucción
de sus espacios urbanos. Los espacios y lugares habitados por el hombre están
en permanente transformación. La acción del tiempo produce cambios en el
paisaje y las obras del hombre se deterioran, para que esto no ocurra el estudioso
debe reconstruir la historia subyacente al lugar, restaurar, conservar y poner en
valor del patrimonio mueble e inmueble de esos espacios y lugares.

314
Los cementerios urbanos son un espacio público objeto del conocimiento
de la antropología y de la arquitectura. Los investigadores construimos una idea
del mundo que nos rodea y una manera de ver los fenómenos de la cultura y la
naturaleza. Al igual que un director de cine, creamos una imagen explicada del
mundo y por lo tanto un texto sobre el mismo, desde el lugar en el que estamos
parados, en un tiempo específico.
Son espacios urbanos que forman parte integral de la ciudad y testimonio
de otros tiempos como lugares de memoria que aportan elementos concretos y de
alto valor simbólico en la construcción del pasado y de la identidad. Por su
carácter acumulativo en los cementerios esta representado el patrimonio total de
una comunidad, Expresan fuertemente el arte popular porque en la iconografía
funeraria se manifiesta la creatividad de artesanos no académicos como los
mamposteros, herreros, bronceros, marmoleros, vidrieros.
El patrimonio es una “construcción cultural” realizada a partir del valor que
una comunidad le otorga a los hechos del pasado, mediante la selección de los
cuales, los bienes por su significación histórica son preservados diferencialmente
y conmemorados por la población. (Ribeiro Durkhame, 1998)
Selección que depende de las miradas con que los profesionales o la gente
común han visualizado esos hechos y que se realiza en función del programa de
necesidades sociales de una comunidad, así el "pasado" es siempre una
construcción del presente, de la misma manera el cementerio es un lugar de
actividad de los vivos para conmemorar a sus muertos.
Existen una inmensa gama de expresiones funerarias, que implican rituales
particulares (el velorio, la misa, el duelo) y acondicionamientos mortuorios de
carácter ritual, tanto del muerto como de su ajuar y del lugar final, ya sea en
entierros en cementerios, que en muchos casos han llegado a constituir ciudades
de los muertos o en Jardines de Paz.
Los cementerios como testimonio de otro tiempo, son un patrimonio en
crecimiento constante que actualiza la memoria del pasado, gracias a su propia
presencia y representa las huellas empíricamente perceptibles de un continuum
sociocultural. El patrimonio cultural esta constituido por un conjunto de rasgos

315
materiales (muebles e inmuebles) así como de otros intangibles conformados por
los valores e ideologías que les dan sentido y significado.
Para Bonfil Batalla (1991) el patrimonio cultural no esta restringido a los
restos materiales del pasado, sino que abarca también costumbres,
conocimientos, sistemas de significados, habilidades y formas de expresión
simbólica que corresponden a esferas diferentes de la cultura.
La reivindicación de un pasado común es una parte fundamental de los
discursos fundantes de la identidad. Los cementerios como lugar de memoria
urbana aportan elementos concretos y de alto valor simbólico en la construcción
de ese pasado y de la identidad.
El cementerio es un lugar de memoria que resguarda el pasado y permite
lograr una conciencia histórica, en actualización permanente.
Esta constituido por monumentos funerarios que han sido construidos para
recordar a las generaciones pasadas y actualizarlas en la memoria familiar y
colectiva.
Estos monumentos, por sus características tienen una especificidad que
permite la preservación de las identidades étnicas, religiosas e ideológicas de las
familias y de la sociedad en su conjunto. Mediante ellos se invoca y convoca a un
pasado, que se hace presente cada vez que una persona o grupo de personas
concurre al cementerio, en sus fechas familiares o en los acontecimientos de
carácter histórico que están reflejados en las personalidades que allí se
encuentran inhumadas.
Su valor testimonial como referente de los procesos de construcción de
identidad histórico cultural (Pérez Ruiz 1998), surgidos del microcosmos de la
cotidianidad de una sociedad formada por personas concretas en una época con
sus costumbres particulares, y no a partir de las superestructuras sociales, como
los estados u órganos administrativos es una de sus características más
importantes.

EL CEMENTERIO DE LA PLATA.
El cementerio de La Plata es parte de la construcción de la ciudad de La
Plata a fines del siglo XIX (Catullo 1998), primer proyecto de Gran Escala (PGE)

316
de la República Argentina. Sus monumentos funcionan como lugares de memoria
social colectiva y de congregación periódica de los ciudadanos para
conmemoraciones que forman parte del ritual y que tienen la capacidad de
generar modos de contención social, ante el hecho irreparable de la desaparición
física de lideres sociales. En estas conmemoraciones se rescatan los ideales
sustentados por estos destacados ciudadanos, permitiendo reforzar los lazos de
unión e identidad social del grupo viviente.
PATRIMONIO FUNERARIO EN RIESGO.
El rescate de un patrimonio en riesgo como el funerario adquiere especial
importancia cuando constatamos los procesos de cambio edilicio que destruyen el
testimonio de épocas pasadas. En el archivo del cementerio existe una lista de
bóvedas abandonadas, que tienen gran antigüedad y valor arquitectónico, en
nuestro trabajo hemos detectado bóvedas en estado de deterioro o en proceso de
reforma edilicia y estilística.
Las reformas a que están sujetas las bóvedas familiares significan su
transformación en bóvedas nicheras, con eliminación de molduras ornamentales
como antorchas, adornos góticos, tarimas, grandes urnas flamígeras, columnas,
clepsidras y cornisamentos de estilo neogótico para dejar las paredes lisas,
perdiéndose los rasgos estilísticos que las caracterizaban. En el área de los
nichos es importante resaltar que el 2001, marcó el vencimiento de los del siglo
XIX, varias lápidas antiguas de mármol tallado fueron retiradas junto a sus
elementos de ornamentación (placas, floreros, portarretratos, crucifijos, etc.), la
mayoría de bronce.
El patrimonio cultural se vuelve visible como tal cuando la sociedad percibe
que entre ella y el objeto de patrimonio existe una lejanía histórica entre ella y el
mismo una ruptura histórica o de costumbres; no concibiendo como tales,
aquellas cosas o hechos que están en uso permanente. Desde este enfoque es
muy difícil concebir que, un cementerio actual, con su dinámica permanente de
construcción y deconstrucción, es como un bien patrimoniable en lo cultural, digno
de ser preservado en sus elementos constitutivos, como son los nichos, las
bóvedas, los monumentos, panteones y aún las tumbas en tierra, pero como
institución puede ser considerado un Museo al aire libre, donde se resguarda la

317
memoria y en su carácter de patrimonio en crecimiento, los cambios ocurridos a
través del tiempo le den un aspecto dinámico. En este caso, la concepción de la
restitución del patrimonio como un proceso, permite despertar la conciencia social
a través de la adecuada extensión hacia la comunidad de las distintas fases del
mismo, como lo son la investigación, conservación, difusión y restitución final.
En un cementerio están en permanente confrontación las esferas del
derecho público y del privado, la acción de ambos no alcanzan a proteger el
ámbito de lo patrimoniable, ni las fases de su proceso de restitución (Cruces F.,
1998). Sin embargo en ellos esta representado el patrimonio total de la
comunidad social, la historia y los procesos de cambio sufridos en el tiempo.
Respecto a las bóvedas abandonadas, sin dueño, y de gran valor
patrimonial y testimonial es necesario que la Municipalidad estudie la posible
declaratoria de utilidad pública, para su posterior puesta en valor y gestión de la
legislación adecuada para su declaración como patrimonio cultural.
Debe también elaborarse una legislación provincial y de ordenamientos
municipales, basados en el concepto de servidumbre, que impidan el
reciclamiento de las antiguas bóvedas, conciliando los derechos público y privado.
Desde este punto de vista concordamos con Cruces (po. cit), en que el
patrimonio, en especial del cementerio, debe ser tratado como un sistema de
mediación comunicacional y un espacio de negociación comunitaria y política.
Planteamos que el patrimonio es una construcción social que tiene un
aspecto de intermediación y conciliación entre los distintos sectores que
conforman una comunidad, que decidirán de común acuerdo cuáles son los
bienes patrimoniales, su representatividad y como debe resguardárselos.
Estas dimensiones del patrimonio de los cementerios están relacionadas
específicamente, a los problemas que se plantean en torno a la necesidad de que
las instituciones gubernamentales efectúen las medidas necesarias para su
puesta en valor y resuelvan los problemas y oposiciones existentes entre las
servidumbres de dominio público y privado, para acceder a su declaratoria como
patrimonio cultural, marcando las restricciones necesarias a su uso, para su
preservación.

318
UN APORTE PROYECTUAL AL FUTURO
DEL CEMENTERIO DE LA PLATA
Tomás Oscar García y Lidia Mabel Viera

El objetivo de toda investigación, como camino analítico-deductivo, de


penetración de los valores intangibles y profundamente culturales, conlleva la
búsqueda de una conclusión o camino sintético-proyectual, que ponga en vigencia
y actualice las conclusiones parciales, de cada uno de los trabajos que ilustran los
capítulos precedentes.
Un equipo interdisciplinario que lució a lo largo de estos cinco años, como
armónico y respetuoso de todas y cada una de las especificidades disciplinares
de sus integrantes, bajo la dirección invalorable de la Dra. Carlota Sempé, y del
aporte, de una personalidad enérgica y controvertida como la recordada Dra.
Antonia Rizzo, que no solo investigaron cada tema de su incumbencia, sino que
logró síntesis parciales que ilustran y enriquecen esta propuesta proyectual que
constituye un desafío de articulación entre la puesta en valor y conservación
patrimonial y la transformación o consumación del Cementerio Municipal de la
ciudad de La Plata.
La ciudad de los vivos y la ciudad de los muertos, como unidad
inescindible, enfrentan la problemática de respetar la tradición cultural y a su vez
afirmar la contemporaneidad, en el entendimiento de que la mejor forma de
respetar la historia es construir un presente histórico que dando respuesta a los
problemas de hoy, distintos a los de ayer, les dé respuestas contemporáneas a
problemas contemporáneos Resulta obvio que los problemas, que enfrenta hoy el
cementerio, son de diferente naturaleza a los de 1897 y si bien a la historia hay
que respetarla no hay que temer construirla.
El sentido de la palabra y acción de proyecto, significa e implica arrojar una
ejecución hacia adelante (pro-yecto), para tomar un tiempo para pensar. Luego
viene el tiempo de planificar una acción futura para resolver una necesidad social,

319
en un tiempo histórico determinado y en una geografía singular, a la luz de las
pautas culturales más profundas.
Como se ha señalado, las actividades que alberga un cementerio urbano-
municipal-público, constituyen acciones de los vivos en honor y recuerdo de sus
muertos, seres queridos familiarmente o de destacada relevancia social, sean
estos artistas, científicos, religiosos, universitarios, políticos, empresarios,
comerciantes, artesanos, militares, deportistas, sindicales, de comunidades
extranjeras. A riesgo de ser reiterativo, desarrollar un proyecto significa reconocer
una necesidad social, interpretar el tema-problema y formular un contenido que
exprese nuestro tiempo histórico en base a una dialéctica entre conservación y
transformación, que hable de la tradición identitaria -su pasado- y establezca
pautas de planificación ordenada de su crecimiento para el futuro. Que responda
al máximo desafío del crecimiento poblacional permanente tanto en la vida
cotidiana de la ciudad como en su cementerio.
Aquí enfrentamos el primer desafío, como producir un crecimiento
(originado en el crecimiento demográfico de la población), que preserve y valorice
el rico patrimonio cultural urbano - arquitectónico - paisajístico del cementerio
actual, cuyo relevamiento y valor se han desarrollado en los capítulos
precedentes. De igual modo, debe ser ejemplo de cualquier proyecto futuro el
respeto de los tres modos de inhumación, que recogemos como pauta cultural
profunda de nuestra comunidad, que son: la inhumación en tierra, en nichos o en
bóvedas familiares o institucionales. En la actualidad, en muchos casos, por
voluntad propia, expresada en vida por el difunto, o de sus familiares existe la
práctica de la cremación que requerirá una nueva ubicación física, ya que el
cementerio de La Plata, fue el primero en el país en tenerlo, pero por distintas
razones, sean estas por influencia religiosa y posteriormente por intereses
privados fue un servicio que se suspendió.
Como lograr sostener e integrar estos modos de inhumación, en un
desarrollo proyectual que extienda sus valores rituales y tipológicos, al total del
predio del cementerio, para lograr una unidad estética expresada en una
morfología. Esta, como pauta contemporánea debe buscar integrar distintos
niveles sociales, económicos y culturales, en un desarrollo armónico de módulos

320
urbano- arquitectónico, para lograr un uso pleno del espacio funerario. Será pues,
una pauta insoslayable del proyecto un mejor y más eficiente uso del espacio en
todo el predio del cementerio, albergando cada uno de sus módulos las tres
topologías con compromiso espacial. Que al densificar sus usos en la misma
superficie logre una multiplicación del espacio en vertical, ampliando así
exponencialmente su capacidad actual.
Este objetivo debe armonizarse con la preexistencia de un muro nichero,
que también alberga la entrada principal en Av. 31 y calle 74, es decir que en
ningún caso las edificaciones propuestas deben superar la altura de esa
construcción histórica fundacional, obra del Ing. Benoit, fundador a la sazón del
trazado urbano de la ciudad y de la Catedral, y que cuenta con la jerarquía de
haber sido declarado patrimonio municipal.
El proyecto tomará como pauta la existencia del eje central de
comunicación y organización espacial urbana del interior, y extenderlo hacia una
nueva entrada monumental sobre avenida 137. Asimismo, recogiendo la
experiencia histórica se deberán respetar y jerarquizar las entradas laterales
sobre calle 72 y 76, de modo de lograr una homogeneización de todo el
perímetro.
Deberá ser paradigma, el respeto de la estructura urbana de nuestras
ciudades de tradición greco-latina y en particular la de La Plata, que proyectada
en el sector fundacional del cementerio, reivindica la ciudad amanzanada como
base estructural de los módulos urbanos. Contenida por un espacio publico que la
abraza y que a su vez es continente de calles, avenidas, diagonales y plazoletas o
plazas, expresando la contemporaneidad, al cambiar la escala, configura lo que
llamaríamos súper manzanas -comparándolas con las del sector de bóvedas- que
serían las eventuales articulaciones internas del futuro crecimiento. Estas deberán
concebirse y materializarse en un orden centrípeto, desde los bordes hacia el
interior. Se trata de respetar una pauta cultural profunda y a su vez dar una
respuesta funcional y morfológica en relación a las necesidades de nuestro
tiempo. El tema del paisaje constituyendo un desarrollo vital del futuro proyecto.
La rica forestación existente, deberá ser respetada e incrementada en los

321
espacios públicos futuros, tanto en el nivel cero como en los superiores de calles,
plazas y el espacio.
Un logro importante radicaría en la incorporación de las cuatro manzanas
privadas existentes al Sur, a fin de regularizar la superficie rectangular del predio
del cementerio municipal, adquiriendo el municipio y/o permutando propiedades
con los actuales propietarios, de modo de que ambas partes privados y municipio,
se vean beneficiados.
El loteo de predios funerarios que se propone expresa un concepción
contemporánea, no será de superficie, será un loteo tridimensional, un volumen
en el espacio, para todas la tipologías. Concepción fundamentada en la
experiencia fundacional, que loteo pequeñas manzanas para que cada familia
construyera sus bóveda con el estilo que su cultura, posibilidades económicas y
profesionales materializaran y que hoy revisten valor patrimonial, constituyendo la
historia de los habitantes de la ciudad. De igual modo los que optaron por el
sector a perpetuidad, por el muro nichero en sus distintas versiones y aquellos
que por propia decisión optaron por la inhumación en tierra a través del pago de
distintos cánones.
Tanto la ciudad, como su cementerio municipal -este en menor medida por
el respeto natural a los muertos- han sufrido un deterioro, manifestado
fundamentalmente en la proporción de espacios públicos y recreativos de tal
modo que transitar por calles, avenidas, bulevares, diagonales, plazas o
plazoletas, constituyen un paseo urbano.
El proyecto o propuesta trata de recoger las pautas señaladas y darle
formalización urbano-arquitectónica, a escala de nuestro cementerio municipal.
Los objetivos urbano-arquitectónico-paisajísticos que ilustran el presente proyecto
se pueden sintetizar del siguiente modo:
Recuperar al peatón como protagonista esencial de espacio público
funerario. Lograr una integración armónica del todo y de las partes. Poner en valor
el alto patrimonio urbano edilicio y paisajístico del cementerio municipal.
Recuperar con principios y tecnologías modernas los valores fundamentales de
organización del espacio urbano del cementerio, enriquecido por variadas
arquitecturas en forma y lenguaje.

322
Lograr el máximo rendimiento del suelo urbano del cementerio municipal
actual, y proyectarlo en la misma superficie, para los próximos 100 años, como lo
hizo la generación fundacional. Afirmar e incrementar, con técnicas modernas, el
principio higienista que dio origen y fundamento tanto en ubicación como en
funcionamiento al cementerio municipal actual.
Incrementar el espacio público, recuperando el concepto de paseo urbano,
silencio reflexivo en función de valores vinculados a recuerdos de los difuntos,
tanto en el orden familiar como institucional, garantizando a través de una
concepción temporo-espacial adecuada, el cambio de la noción del tiempo
reflexivo al atravesar el portal principal o los distintos accesos.
Lograr jerarquizar los distintos ingresos, con monumentalidad y simbolismo,
sin competir con la entrada principal sobre avenida 31, hoy patrimonio
arquitectónico municipal, marcando el cambio de tiempo psicológico que
constituye el paso de la ciudad cotidiana a la ciudad de los muertos, poniendo en
evidencia ese cambio temporo-espacial que dichos ingresos representan.
Enriquecer el patrimonio paisajístico, en base a lo existente y lograr
extenderlo con un proyecto de paisaje en vertical que le de unidad y diversidad, a
través de los recursos actuales de la arquitectura paisajista como especialidad, a
la luz de un proyecto integral.
Proponer un sistema de movimientos vehiculares, eficiente y homogéneo
en todo el perímetro, sin perjudicar las condiciones predominantemente
peatonales y de silencio reflexivo. Tanto en el nivel 0,00, como en los sectores
que desarrollen altura, lograr un sistema peatonal en horizontal y en vertical de
máxima eficiencia operacional y síntesis circulatoria, que se integre al paisaje
arquitectónico con naturalidad de usos.
Respetando la decisión familiar en cuanto a la forma de inhumación
(tierra/nicho/bóveda), que en el desarrollo histórico del cementerio actual, produjo
una segregación espacial en horizontal, generando zonas claramente
diferenciadas, el proyecto propone una integración de todas las topologías en una
súper manzana que como modulo urbano mínimo contenga e integre todas las
formas, de tal modo que en el nivel 0,00 y hacia abajo (con la técnica de los
cementerios parques) se desarrollen las inhumaciones en tierra. En el desarrollo

323
edilicio perimetral de cada modulo urbano mínimo. se ubicaran entre los niveles
mas 3,00 y mas 6,00 los nichos y del nivel mas 6,00 hasta el plano limite, que lo
constituye la altura del muro nichero de avenida 31, se recupere la posibilidad de
que las familias que así lo deseen, puedan adquirir un lote tridimensional que les
permita concretar el anhelo de tener una bóveda, con la máxima libertad
proyectual, en términos de forma arquitectónica, debiendo cumplir con la
normativa específica a desarrollar, como ocurre con cualquier proyecto en la
ciudad. Este desarrollo edilicio del modulo urbano mínimo en vertical, albergará
además de lo antes descrito, calles y plazas en el espacio con un alto porcentaje
de espacio público y verde, como valor paisajístico en altura. Estas calles y plazas
desarrolladas en el espacio, incorporaran al paseo, una nueva visión aérea, hoy
inexistente.
Resulta de vital importancia señalar como virtud del proyecto su división en
etapas que facilita su desarrollo en el tiempo, marcando las necesidades reales y
la demanda efectiva, en un proceso gradualista que no obligue a la ejecución total
para su habilitación. La fijación de etapas constructivas será decidida por la
demanda real, constituyendo un concepto de arquitectura-proceso, cuya fuente de
financiación gradual y racional tenderá a la autofinanciación, por venta anticipada.
Entendemos que el valor patrimonial del sector fundacional del cementerio,
constituye un motivo más que suficiente para constituirse, en un lugar de visitas
turísticas, como museo al aire libre y como lo fue en su origen, una oportunidad
para el arte, ya que el cementerio así como la ciudad da cuenta o expresa la
sociedad que le dio origen y fundamento
Como se señala en la definición misma del proyecto, se ha tratado de
resolver una necesidad social simbólica-intangible. Se intentó interpretar el tema-
problema en su máxima complejidad y en sus dimensiones existenciales,
urbanísticas, arquitectónicas y paisajísticas para expresar un contenido
contemporáneo de nuestra sociedad, que aún reconociendo al cementerio como
representación social, manifieste la igualdad última de los seres humanos, ante la
naturaleza o ante Dios, ya que todos nacen y mueren sin distinción de clases
sociales y finalmente comparten un lugar en el cementerio municipal.

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338
INDICE DE LÁMINAS

Lámina I.
Fig.1. Vista aerea de la La Plata y cementerio.
Fig.2. Plano de la ciudad de La Plata.
Fig.3. Dardo Rocha y sus ministros.
Fig.4. Ferrocarril del Oeste

Lámina II
Fig.1. Fundación de La Plata.
Fig.2. Ministerio de Hacienda, foto 1905.
Fig.3. Edificio de la Legislatura.

Lámina III
Fig.1. Palacio Municipal.
Fig.2. Departamento de Ingenieros.
Fig.3. San Ponciano.

Lámina IV
Fig.1. Departamento de policía y bomberos.
Fig.2. Palacio de Justicia.
Fig.3. Banco Hipotecario (actual Universidad).

Lámina V
Fig.1. Arco de entrada al bosque.
Fig.2. 1885, casas para obreros.
Fig.3. Viviendas en 1884.

Lámina VI
Fig.1. Museo de La Plata.
Fig.2. Cementerio entrada en construcción (1880).
Fig.3. Galería de los nichos.

339
Lámina VII
Fig.1. Escuela Normal Mary O´Graham.
Fig.2. Hospital Italiano.
Fig.3. Obreros.
Fig.4. Casas de madera para obreros importadas de Estados Unidos.

Lámina VIII
Fig.1 Chalet de madera residencia del gobernador D‟Amico.
Fig.2. Casco estancia Iraola.
Fig.3 Teatro Apolo. 1885. Calle 54 entre 4 y 5.
Fig.4. Mercado de Buenos Aires. 1888, 3 y 48.

Lámina IX
Fig.1. Monumento a la Primera Junta (Plaza San Martín).
Fig.2. Monumento a Mariano Moreno (Plaza Moreno).
Fig.3. Incendio Teatro Argentino.

Lámina X
Fig.1. Sociedad Protectora de Empleados de la Provincia.
Fig.2. Sociedad Unione e Fratellanza panteón y casa social.
Fig.3. Sociedad Tipográfica.

Lámina XI
Fig.1. Almacén De Roma.
Fig.2. 1883. Esquina de 5 y 49, "Confitería del Águila".
Fig.3. Restaurante El Deber.

Lámina XII
Fig.1. Baños en 49 y 5.
Fig.2. 1884. Vista de los negocios: Sastrería, Farmacia, Talabartería,
Restaurant y Barbería.

340
Fig.3. Plano de Benoit 1895.

Lámina XIII
Fig.1. Tranvía fúnebre.
Fig.2. Sector de nueva edificación.
Fig.3. Iglesia Santo Cristo (Ciocchini).

Lámina XIV
Fig.1. Puerto fines del siglo XIX.
Fig.2. 1885. Esquina de 7 y 53 cuando la avenida pasaba por el medio de
la plaza.
Fig.3. Entrada principal del cementerio.

Lámina XV
Bóvedas Neogóticas.

Lámina XVI
Fig.1. Malacalza.
Fig.2. Travascio.
Fig.3. Berisso.

Lámina XVII
Fig.1. Martinelli.
Fig.2. Bibiloni.

Lámina XVIII
Fig.1. Díaz.
Fig.2. Miadonet.
Fig.3. Campodònico
Fig.4. Sagastume.

Lámina XIX

341
Fig.1. Giordano.
Fig.2. Salvadores.
Fig.3. Antonett.i.
Fig.4. Manzana Art Noveau. Coutaret.

Lámina XX
Fig.1. Bóvedas Art Deco Familias Souilla y Mazza.
Fig.2. Bóveda Art Deco. Familia Isabella.

Lámina XXI
Fig.1. Bóveda Art Deco. Familia Lanfranco.
Fig.2. Bóveda Art Deco. Familia Parma.

Lámina XXII
Fig.1. Bóveda Art Deco. Familia Santospago.
Fig.2. Bóvedas Art Deco. Egipcíacas.

Lámina XXIII
Fig.1. Galería de Nichos.
Fig.2. Adornos funerarios.
Fig.3. Tipos de cruces.

Lámina XXIV
Fig.1. Plano Boveri, 1915.
Fig.2. Plano Benoit, 1895 (modificado).
Fig.3. Relevamiento de bóvedas, primera ocupación.
Fig.4. Sector de bóvedas, secciones F-G.

Lámina XXV.
Bóvedas Patrón y Bóveda Hornos.

Lámina XXVI

342
Fig.1 Bóveda Coutaret, cubierta por algas y otros microorganismos.
Fig.2. Detalle de un balaustre de mármol con colonias negras. (Probablemente
cianobacterias).
Fig.3 Xanthoparmelia farinosa (líquenes).

Lámina XXVII
Fig.1. Bóveda colonizada por Caloplaca austrocitrin.
Fig.2. Árbol creciendo sobre una bóveda.
Fig.3. Paloma en el pórtico de entrada.
Fig.4. Paloma torcaza en el mausoleo de Berisso.
Fig.5. Acta de defunción.

Lámina XXVIII
Fig.1. Vista aérea cementerio israelita.
Fig.2. Tumbas en el cementerio Judío.
Fig.3.Monumento por la SHOA.

Lámina XXIX
Fig.1. Monumento a la independencia de Israel.
Fig.2. Homenaje de los clubes de fútbol.

Lámina XXX
Fig.1. Vista de frente.
Fig.2. Vista posterior.
Fig.3. Detalle.

Lámina XXXI
Fig.1. Manuel Mendiburu Eliçabe.
Fig.2. Sello de Gran Maestre.
Fig.3. Joyas Masónicas.

Lámina XXXII
Fig.1. Bóveda de los caídos el 9 de junio de 1956.

343
Fig.2. Bustos de Perón y Evita.
Fig.3. Tabla de Sangre.

Lámina XXXIII
Fig.1. Monumento a los desaparecidos y no identificados.
Fig.2.Mausoleo destinado a los desaparecidos identificados.

Lámina XXXIV
Fig.1. Cabezas de la Virgen en puertas y muros.
Fig.2. Virgen con niño. Bóvedas Delmar y Guzzetti.
Fig.3. La Virgen de Luján en el arte funerario.

Lámina XXXV
Fig.1 Bóveda Langenheim y detalle de clepsidra alada.
Fig.2 Bóveda Carbonell.
Fig.3. Hipogeo Isnardi.

Lámina XXXVI
Fig.1. Detalle de íconos masónicos. Bóveda Isnardi.
Fig.2. Bóveda Letchos y detalle clepsidra.

Lámina XXXVII
Fig.1. Bóvedas Salza y Etchegoyen-Difranco.
Fig.2. Frontón bóveda Salza y escalón.

Lámina XXXVIII
Fig.1. Jamba con figuras y Memento Moris.
Fig.2. Detalle frontón Etchegoyen y jamba.

Lámina XXXIX
Simbología presente en ambas bóvedas.

344
Lámina XL
Simbología no presente en ambas bóvedas.

Lámina XLI
Fig.1. Sepultura con los colores de Boca Juniors.
Fig.2. Sepultura con los colores de Gimnasia y Esgrima de La Plata.

Lámina XLII
Fig.1. Sección 60 Infantil.
Fig.2. Juguetes y angelitos.

Lámina XLIII
Fig.1.Profuso arreglo floral multicolor
Fig.2. Babero de Gimnasia y Esgrima.

Lámina XLIV
Fig.1. Área de nichos contra el muro perimetral.
Fig.2. Babero de Gimnasia y Esgrima.

Lámina XLV
Fig.1. Área de nichos contra el muro perimetral.

Fig.2. Sepultura con monumento del poeta Behety.

345
LÁMINA I

a
Fig.1. Vista area de la La Plata Fig.2. Plano de la ciudad
y cementerio de La Plata

Fig. 3. Dardo Rocha y sus ministros Fig.4. Ferrocarril del Oeste

346
LAMINA II

Fig.1. Fundación de La Plata

Fig.2. Ministerio de Hacienda foto 1905

Fig.3. Edificio de la Legislatura.

347
LAMINA III

Fig.1. Palacio Municipal

Fig.2. Departamento de Ingenieros.

Fig.3. San Ponciano

348
LAMINA IV

Fig.1. Departamento de policía y bomberos.

Fig.2. Palacio de Justicia

Fig.3. Banco Hipotecario (actual Universidad).

349
LAMINA V

Fig.1. Arco de entrada al bosque.

Fig.2. 1885, casas para obreros.

Fig.3. Viviendas en 1884

350
LAMINA VI

Fig.1. Museo de La Plata.

Fig.2.Cementerio entrada en construcción (1880)

Fig.3. Galería de los nichos

351
LAMINA VII

Fig.1. Escuela Normal Mary O´Graham.

Fig.2. Hospital Italiano.

Fig.3. Obreros.

Fig.4. Casas de madera para obreros importadas de Estados Unidos

352
LAMINA VIII

Fig.1 Chalet de madera residencia del gobernador D‟Amico.

Fig.2. Casco estancia Iraola.

Fig.3 Teatro Apolo. 1885. Calle 54 Fig.4. Mercado de Buenos Aires.


entre 4 y 5. 1888, calle 3 y 48.

353
LAMINA IX

Fig.1. Monumento a la Primera Junta (Plaza San Martín).

Fig.2. Monumento a Mariano Moreno (Plaza Moreno).

Fig.3. Incendio Teatro Argentino.

354
LAMINA X

Fig.1 Sociedad Protectora de Empleados de la Provincia.

Fig.2. Sociedad Unione e Fratellanza panteón y casa social

Fig.3. Sociedad Tipográfica.

355
LAMINA XI

Fig.1. Almacén De Roma.

Fig.2. 1883. Esquina de 5 y 49, "Confitería del Águila".

Fig.3. Restaurante El Deber.

356
LAMINA XII

Fig.1. Baños en 49 y 5.

Fig.2. 1884. Vista de los negocios: Sastrería, Farmacia,


Talabartería, Restaurant y Barbería.

Fig.3. Plano de Benoit 1895.

357
LAMINA XIII

Fig.1 Tranvía fúnebre

Fig.2- Sector de nueva edificación.

Fig.3. Iglesia Santo Cristo (Ciocchini).

358
LAMINA XIV

Fig.1. Puerto fines del siglo XIX.

Fig.2. 1885. Esquina de 7 y 53 cuando la avenida pasaba por el medio de la


plaza.

Fig.3. Entrada principal del cementerio.

359
LAMINA XV

Bóvedas Neogóticas.

360
LAMINA XVI

Fig.1. Malacalza Fig.2. Travascio

Fig.3. Berisso.

361
LAMINA XVII

Fig.1. Martinelli.

Fig.2. Bibiloni.

362
LAMINA XVIII

Fig.1. Díaz. Fig.2. Miadonet.

Fig.3. Campodónico. Fig.4. Sagastume.

363
LAMINA XIX

Fig.1. Giordano. Fig.2. Salvadores

Fig.3. Antonetti Fig.4. Manzana Art Nouveau.


Coutaret.

364
LAMINA XX

Fig.1. Bóvedas Art Deco Familias Souilla y Mazza.

Fig 2. Bóveda Art Deco. Familia Isabella.

365
LAMINA XXI

Fig.1. Bóveda Art Deco. Familia Lanfranco.

Fig.2. Bóveda Art Deco. Familia Parma.

366
LAMINA XXII

Fig.1. Bóveda Art Deco. Familia Santospago.

Fig.2. Bóvedas Art Deco. Egipcíacas.

367
LAMINA XXIII

Fig.1. Galería de Nichos.

Fig.2. Adornos funerarios. Fig.3. Tipos de cruces.

368
LAMINA XXIV

Fig.1. Plano Boveri, 1915. Fig.2. Plano Benoit, 1895


(modificado).

Fig.3. Primera ocupación. Fig.4. Secciones F-G

369
LAMINA XXV

Bóvedas Patrón y Bóveda Hornos

370
LAMINA XXVI

Fig.1 Bóveda Coutaret, cubierta por algas y otros microorganismos.

Fig.2. Detalle de un balaustre de mármol con colonias negras

Fig.3 Xanthoparmelia farinosa (líquenes).

371
LAMINA XVII

Fig.1. Bóveda colonizada Fig.2. Árbol creciendo sobre una bóveda


por Caloplaca austrocitrin

Fig.3. Paloma en el pórtico de entrada Figura 4: Paloma torcaza en el


mausoleo de Berisso.

Fig.5. Acta de defunción.

372
LAMINA XXVIII

Cem enterio Israelita

Sec tor Vie jo

Sector Nuevo

Fig.1. Vista aérea cementerio israelita.

Fig.2. Tumbas en el cementerio Judío

Fig.3.Monumento por la SHOA

373
LAMINA XIX

Fig.1.Monumento a la independencia de Israel

Fig.2. Homenaje de los clubes de fútbol

374
LAMINA XXX

Fig1. Vista de frente. Fig.2. Vista posterior

Fig.3. Detalle

375
LAMINA XXXI

Fig.1. Manuel Mendiburu Eliçabe

Fig.2. Sello de Gran Maestre Fig.3. Joyas Masónicas.

376
LAMINA XXXII

Bóveda
homena
a los
caídos e
de junio
1956

Fig.1. Bóveda de los caídos el 9 de junio de 1956

Fig.2. Bustos de Perón y Evita Fig.3. Tabla de Sangre

377
LAMINA XXXIII

Fig.1. Monumento a los desaparecidos no identificados.

Fig.2. Mausoleo a los desaparecidos identificados.

378
LAMINA XXXIV

Fig.1. Cabezas de la Virgen en puertas y muros.

Fig.2. Virgen con niño. Bóvedas Delmar y Guzzetti.

Fig.3. La Virgen de Luján en el arte funerario

379
LAMINA XXXV

Fig.1 Bóveda Langenheim y detalle de clepsidra alada.

Fig.2 Bóveda Carbonell Fig.3. Hipogeo Isnardi

380
LAMINA XXXVI

Fig.1. Detalle de íconos masónicos. Bóveda Isnardi.

Fig.2. Bóveda Letchos y detalle clepsidra.

381
LAMINA XXXVII

Fig.1. Bóvedas Salza y Etchegoyen-Difranco.

Lámina XXXVII-Fig.2. Frontón bóveda Salza y escalón.

382
LAMINA XXXVIII

Lámina XXXVIII-Fig.1. Jamba


Fig.1.con figuras
Jamba y Memento
con figuras MorisMoris
y Memento

Fig.2. Detalle frontón Etchegoyen y jamba.

383
LAMINA XXXIX

a. c

b d

e. f

Simbología presente en ambas bóvedas.

384
LAMINA XL

a.

c e

Simbología no presente en ambas bóvedas.

385
LAMINA XLI

Fig.1. Sepultura con los colores de Boca Juniors

Fig.2. Sepultura con los colores de Gimnasia y Esgrima de La Plata.

386
Sector 60 - Infantil o de Angelitos
LAMINA XLII

FOTOS INFANTILES Y JUGUETES


Fig.1. Sección 60 Infantil.

Fig. 2. Juguetes y angelitos.

387
ARREGLOS FLORALESLAMINA XLIII

BABERO DE
Fig.1.Profuso GIMNASIA
arreglo floral multicolor.

Fig.2. Babero de Gimnasia y Esgrima.

388
LAMINA XLIV

Fig.1. Área de nichos contra el muro perimetral.

Fig.2. Sepultura con monumento del poeta Behety.

389
Agradecimientos
Al Intendente Municipal Dr. Pablo Bruera por su sensibilidad y apoyo.
A Susana Lugones por su empeño y compromiso social.
A la Dirección del Cementerio en las personas de Pablo Massola y Alejandra Corbalán.
A los trabajadores del Cementerio Municipal de La Plata porque su actividad diaria permite
preservar el patrimonio funerario de la ciudad y de las historias.

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