Sei sulla pagina 1di 5

La piromanía es un trastorno psiquiátrico caracterizado por el impulso de iniciar

incendios. Además el sujeto, denominado comúnmente piromaníaco o pirómano,


suele sentir relajación, placer, interés, curiosidad y atracción por todo lo
relacionado como pueden ser las estaciones de bombero.

El pirómano no debe ser confundido con el incendiario que es aquella persona que
intencionadamente decide quemar una parcela de terreno u objetos con ánimo de
lucro o simplemente por hacer daño.

Índice
 1 Síntomas
o 1.1 Piromanía en niños
o 1.2 Piromanía en adultos
 2 Demografía
 3 Causas
o 3.1 Factores individuales
o 3.2 Factores ambientales
o 3.3 Comorbilidad
 4 Diagnóstico
 5 Tratamiento
o 5.1 Niños y adolescentes
o 5.2 Adultos
 6 Prevención
 7 Referencias

Síntomas
Comenzar un fuego entre los niños y adolescentes y la piromanía en adultos
puede ser crónica o episódica. Algunas personas pueden provocar incendios con
frecuencia como una forma de aliviar la tensión, otros al parecer lo hacen sólo
durante los períodos de inusual de estrés en sus vidas.

Piromanía en niños
La piromanía es el responsable en un porcentaje muy pequeño de casos de
incendios en los que un niño o adolescente es el sospechoso. Sin embargo, los
niños de tan sólo tres años de edad pueden desarrollar la piromanía. Para que un
niño sea diagnosticado como un pirómano, debe tener un historial de incendios de
manera deliberada, y debe ser demostrado la fijación en el fuego no se puede
atribuir a los intentos de venganza, motivos financieros, daño cerebral u otros
trastornos psicológicos tales como trastorno de personalidad antisocial. Se debe
demostrar que el niño tiene una atracción por el fuego y experimenta sentimientos
de satisfacción o alivio después de provocar un fuego.
Piromanía en adultos
La piromanía en adultos se asemeja a los de otros trastornos de control de
impulsos, como los trastornos de abuso de sustancias, el trastorno obsesivo-
compulsivo (TOC), trastornos de ansiedad y los trastornos del estado de ánimo. La
piromanía en adultos se ha asociado con síntomas que
incluyen depresión, pensamientos de suicidio, los conflictos repetidos en las
relaciones interpersonales, y la poca capacidad para hacer frente al estrés.

Demografía
La piromanía es una enfermedad relativamente rara, que afecta a menos de un
por ciento de la población. El noventa por ciento de las personas diagnosticadas
con la piromanía son hombres. La condición es aún más raro en los niños y
adolescentes que en los adultos.

Causas
La mayoría de los estudios sobre la relación de causalidad en relación con la
piromanía se han centrado en niños y adolescentes que han provocado incendios.
Las causas de la conducta incendiaria entre los niños y los adolescentes son
complejas y no se comprenden bien.

Factores individuales
Los factores individuales que contribuyen a la conducta incendiaria incluyen:

 Comportamientos y actitudes antisociales. Los pirómanos adolescentes a


menudo han cometido otros delitos, como vandalismo, violación u otros delitos
sexuales no violentos.
 Búsqueda de sensaciones. Algunos jóvenes se sienten atraídos por comenzar
un fuego por el aburrimiento y la falta de otras formas de recreación.
 Búsqueda de atención. Comenzar un fuego se convierte en una forma de
provocar reacciones por parte de los padres y otras autoridades.
 Falta de habilidades sociales. Muchos jóvenes detenidos por conducta
incendiaria son descritos por otros como “solitarios” y tienen pocas o ninguna
amistad.
 Falta de habilidades de seguridad contra incendios y la ignorancia de los
peligros asociados con la conducta incendiaria.

Factores ambientales
Los factores ambientales en comenzar un fuego en adolescentes abarcan:

 Mala supervisión por parte de los padres.


 Psicopatología de los padres. Los pirómanos son significativamente más
propensos a haber sido física o sexualmente abusadas que los niños de niveles
económicos o geográficos similares. También tienen más probabilidades de haber
sido testigos del abuso de drogas o comportamientos violentos de los padres.
 Presión de grupo. Tener compañeros que fuman o que juegan con el fuego es un
factor de riesgo.
 Acontecimientos vitales estresantes. Algunos niños y adolescentes recurren a
comenzar un fuego como una forma de hacer frente a las crisis en sus vidas y / o
por un limitado apoyo familiar para hacer frente a las crisis.

Comorbilidad
La piromanía a menudo está asociada con otros trastornos como trastornos de
conducta, dificultades de aprendizaje, déficit de atención e hiperactividad,
trastornos del control de impulsos, deficiencias físicas, etc. 1

Diagnóstico
Existen seis criterios que deben cumplirse para que un paciente sea
diagnosticado con la piromanía:

 Haber provocado incendios. El paciente debe haber provocado incendios


deliberadamente en más de una ocasión.
 Fascinación por el fuego. El paciente debe indicar que está fascinado o atraído,
o sentir curiosidad por el fuego y las situaciones que rodean al fuego.
 Sentir tensión antes de los incendios. El paciente debe experimentar
sentimientos de tensión o activación emocional antes de los incendios.
 Sentir alivio después de los incendios. El paciente debe experimentar alivio,
placer o la satisfacción al provocar el fuego.
 No tener otras motivaciones. El paciente no tiene otros motivos para provocar
incendios, como motivos financieros; convicciones ideológicas (como creencias
políticas terroristas o anarquistas), ira o venganza, un deseo de ocultar otro
delito; delirios o alucinaciones, o alteraciones en el juicio resultante del abuso de
sustancias, demencia, retraso mental o daño cerebral.
 No puede explicarse mejor por un trastorno de personalidad antisocial, un
trastorno de la conducta, o un episodio maníaco.

Algunos psiquiatras no están convencidos de que los trastornos del control de


impulsos deben ser identificados como un grupo aparte, ya que los problemas con
el auto-control son parte de los signos y síntomas en muchos trastornos
psiquiátricos. La bulimia nerviosa, el trastorno límite de la personalidad y
el trastorno antisocial de la personalidad están definidos en parte por bajos niveles
de auto-control.

Otra complicación en el diagnóstico es la falta de experiencia por parte de los


profesionales de salud mental en el trato con la piromanía. En muchos casos
consideran el patrón como parte de un conjunto de comportamientos antisociales
o disfuncionales.

Tratamiento
La piromanía suele tratarse con una terapia de modificación de conducta, tanto
en niños como en adultos. La modificación de la conducta pretende condicionar el
comportamiento basado en un sistema de recompensa y castigo. Las conductas
deseadas se refuerzan a través de respuestas positivas.

Niños y adolescentes
El tratamiento de niños y adolescentes parece ser más eficaz cuando se sigue un
enfoque de gestión de casos en lugar de un modelo médico, debido a que muchos
pirómanos jóvenes provienen de hogares con problemas familiares.

El tratamiento debe comenzar con una entrevista estructurada con los padres,
así como el niño, con el fin de evaluar las tensiones en la familia, las pautas de
supervisión y disciplina, y factores similares.

La siguiente etapa en el tratamiento se debe adaptar a cada niño y su situación


en el hogar. Una variedad de enfoques de tratamiento, incluyendo las habilidades
de resolución de problemas, manejo de la ira, habilidades de comunicación, y la
reestructuración cognitiva pueden ser necesarios para hacer frente a todos los
problemas emocionales y cognitivos que intervienen en cada caso.

Adultos
La piromanía en adultos se considera difícil de tratar debido a la falta de
comprensión y cooperación por parte de la mayoría de los pacientes
diagnosticados con el trastorno. Generalmente, el tratamiento consiste en una
combinación de medicamentos y psicoterapia. La terapia familiar e intervención
comunitaria son otras opciones terapéuticas. En algunos casos, un inhibidor
selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS), a menudo se utiliza
como antidepresivo, se prescribe para pirómanos para ayudar a controlar sus
impulsos.
Prevención
La prevención de la piromanía requiere un enfoque amplio y flexible para el
tratamiento de niños y adolescentes que provocan incendios. Además de una
mejor evaluación de los jóvenes y sus familias, la educación de seguridad
contra incendios es una estrategia preventiva importante que a menudo se pasa
por alto.

Además de las medidas preventivas dirigidas específicamente a comenzar un


fuego, se pueden desarrollar programas para mejorar la capacidad para el auto-
control.

Potrebbero piacerti anche