Sei sulla pagina 1di 22
Jesus. aproximacion histérica (ppc) José Antonio Pagola Decia J. A. Pagola en una entrevista concedida al Diario Vasco (16-10-07) que a éI le interesa Jestis porque es ef hombre compasivo, que se acerca a los ultimos, que busca la dignidad de la mujer. «Los rasgos mds importantes de su perfil retratan a un hombre compasivo, un defensor de los ultimos, que se interesd sobre todo por ia salud de fa gente (algunos dicen que fue un terapeuta religioso), y que frente a una vision legalista introduce la compasién como criterio de actuaciénn. Esta es la blisqueda que hace Pagola de Jesus. A la verdad, que se trata de una obra ambiciosa, que conoce a la perfeccién el ambiente cultural, econdmico y religioso de la época de Jestis. No se puede negar que el autor en este sentido posee una enrome erudicion. Su lenguaje es directo y sugerente. Su métado le lleva a rehacer la experiencia de aquel mundo en el que vivia Jesus y a comunicarnos la experiencia misma que Jesus vivid. Jesus era un profeta itinerante que atrae por la fuerza de su persona y la originalidad de su mensaje. Y asi trata de recuperar a Jests en su atractivo personal. Dice en la misma entrevista mencionada que «una predicacion que subraye lo doctrinal de una manera fria y encierre a Jestis en una doctrina muy sublime pero muy abstracta, impide llegar hasta el Jestis concreto. Jestis puede ser muy divinizado, pero entonces se nos queda muy lejos». Y esta busqueda del Jesds real, el inico que a él le interesa, te llevara a confesar que «en ningin momento manifesta Jesus pretension alguna de ser Dios: ni Jestis ni sus seguidores en vida de él utilizaron el titulo de "Hijo de Dios" para confesar su condicin divina» (379). Asi pues, seguiremos la busqueda de Pagola preguntandonos qué piensa de Jesus: es un profeta itinerante que nos habla de Dios como Padre o el Hijo de Dios en persona? Y lo haremos entrando en los temas decisivos de su teologia y dialogando con él. 1.- El bautismo de Jesds Cuando Jesus sale de su entorno de Nazaret va a al encuentro de Juan Bautista que habia comenzado un movimiento de conversién y penitencia en el desierto. Todo e) pueblo ha de convertirse a Dios. E} Bautista, dada la imagen de Dias como juez que posee, intenta convertir a su pueblo de) pecado y de fa rebeldia contra Dios, ffamandole al volver a la Alianza. Y en ese ambiente espera un personaje que ha de venir y que bautizara con fuego (Mc 1, 7). Jesus acudié alti y se hizo bautizar por el Bautista. Pero fue en ese momento cuando experimento un giro total en su vida, alli fue donde tuvo la experiencia de Dios que marcaria su _predicacién. Experimento la irrupcién definitiva de Dios en la historia; no es el Dios del juicio, sino el Dios de la salvacién. Dios viene como Padre a dar una vida digna a todos {os hombres. Ese es el Reino de Dios que ha llegado. El texto de Marcos habia de esa experiencia extrafia que tuvo Jesus: los cielos se abrieron y vio que el Espiritu de Dios descendia sobre él «como una paloma» y escuché una voz que decia desde el cielo: «td eres mi Hijo amado» (Mc 1, 9-10). Dice Pagola que indudablemente en este texto encontramos elementos literarios en la narracién de esta escena (305). Efectivamente leyendo el texto encontramos ciertos elementos literarios. E) abrirse de ios cielos parece inspirarse en Is 64, 1: se pide al Dios del cielo que se rasguen los cielos y baje. La paloma por su parte nos recuerda al Espiritu que aleteaba sobre las aguas de fa primera creacién (Gn 1, 2) apareciendo aqui en el preludio de la nueva creacién. Estos elementos indudablemente pueden ser literarios. Pero Pagola 'o reduce todo a una “experiencia”, olvidando que aqui tiene lugar una Teofania que prociama la identidad de Jesus y su misién. El nticleo historico es la voz del Padre (bat quol: el eco de ia voz) que, en la literatura rabinica, se consideraba como la formula de manifestacion de la voluntad divina en tiempos en los que Dios ya no enviaba profetas. Quiza sea esta voz el elemento nuclearmente histérico de la Teofania si tenemos en cuenta, por analogia, que en otra Teofania (la de la Transfiguracion) hay testigos de la misma voz de| Padre. Pedro recuerda que «nosotros mismos escuchamos {a voz venida del cielo, estando con él (con Jesus) en el monte santo» (2 Pe 1, 16 - 18). La condicién de Jesus camo siervo que carga con los pecados de los hombres es algo que también aparece en la Teofania: «tu eres mi Hijo amado, en ti me compiazco» (Mt 1, 11) que es eco fiel de aquella frase sobre el siervo de Yahvé: «He aqui mi Siervo... mi elegido, en quien me he complacido, en é! he puesto mi Espiritu». Ahora desciende, por consiguiente, sobre Cristo el Espiritu que va a enviarlo a su misién de redencién. La escena de Cristo solidario con los pecadores que van a bautizarse evoca la imagen del Siervo de Yahvé, que, inocente, ha cargado en sus espaldas nuestros crimenes y que por su sufrimiento obtendra el perdén para los muchos (todos) (Is 53, 4-11). Esta interpretacién la desarrolla todavia mas Juan al presentar a Cristo como «el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo» (Jn 1, 29.36). Es una escena que en su conjunto presenta la identidad de Jesus como Hijo y su mision de redencién. Las palabras de la Teofania presentan a Jesus como el verdadero Siervo enviado por Dios. Comienza aqui el misterio profético de Jesus en la linea del Siervo de Yahvé pero Dios no llama a ningun profeta Hijo querido. En toda misién puramente profética aparece Dios enviando: «Yo te envio», Pero no proclamando la identidad del enviado en estos términos: «TU eres mi Hijo amado». Aqui se habla dei Hijo y del Hijo amado, lo cual tiene un sentido trascendente como Hijo Unico, si tenemos en cuenta que el mismo Marcos habla del Hijo «amado» que el Padre envia a su vifia (Mc 12, 6), Hijo unico ya que es el tinico heredero. Por otro lado, el término de amado (agépetos) en la traduccién de los LXX aparece siete veces con el sentido de Hijo unico (Gn 22, 2.12.16; Jr 6, 26; Am 5, 10; Za 12,10). La escena proclama por tanto la identidad de Jess y manifiesta su consagraci6n por el Espiritu y su misién redentora en la linea del Siervo. Comienza asi el ministerio profético de Jesus. Sin embargo, en esta primera escena que comenta Pagola todo queda reducido a una “experiencia”. Se trata de su método que ira reduciendo siempre todo lo trascendente a una pura experiencia interior desde una interpretacién de la Escritura que no deja de ser sesgada y tendenciosa. 2.- La llegada del Reino Nadie discute hoy en dia que Jesucristo predicé como argumento central la llegada del Reino de Dios. Lo hacia en el campo y en fas sinagogas. «El Reino de Dios ha llegado, convertios» (Mc 1, 15). En el mundo judio se esperaba un Reino que tendria como fin el sometimiento de todos los pueblos a la voluntad de Yahvé (el reinado de Dios), y al mismo tiempo el triunfo de Israel. Pero aqui el Reino no aparece de forma espectacular. Jestis tiene conciencia de que ha llegado el acontecimiento preparado por Dios en la historia de Israel: «el tiempo se ha cumplido». Lo dijo en su pueblo comentando a Is 61, 1-2; un texto que hablaba de la llegada del Reino. Y anoto: «esta Escritura que acabais de oir se ha cumplido hoy» (Lc 4, 21). Pero Jestis tiene conciencia de que con é! ha llegado el Reino. El Reino de Dios se identifica personalmente con e{ mismo Jesus. Hay una equivalencia constante entre entregarlo todo por Cristo o por causa del Reino, entre seguir a Cristo o aceptar el Reino (Lc 18, 29; Mt 19, 29; Mc 10, 29). Con su llegada, predicacién y milagros ha llegado definitivamente el Reino: «decid a Juan: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son curadas, fos muertos resucitan, los pobres son evangelizados» (Le 7, 22-23, Mt 11, 5). Hay una idea en Origenes que expresa esto con exactitud: Cristo es la autobasileia es decir, | mismo es el Reino en persona Quien le acoge a él, quien se convierte a él, ha recibido el Reino. Cristo en persona es la salvacién. El Reino se manifiesta en su predicacién y en sus milagros. E implica una nueva nocién de Dios: Dios es Padre. Y esto entra en contraposici6n con la idea que tienen los fariseos que pensaban que la justicia (salvacién-santidad) la lograban ellos con el cumplimiento exacto de la ley y excluian de la saivacién a los que no la cumplian como ellos, a los pecadores, recaudadores de impuestos y prostitutas. Viene Cristo y en la parabola del hijo prodigo nos habla dei Padre que goza perdonando y que escandaliza al hermano mayor que representa al fariseo. Dios ama a las personas independientemente de sus méritos, porque es un Dios que goza perdonando: «hay mas alegria en el cielo por un pecador arrepentido que por noventa y nueve que no necesitan de arrepentimiento» (Le 15, 7). Este es el Padre de Cristo. Ahora bien, el castigo del infierno es para aquelios que desprecian el amor del Padre renunciando a la conversién y a la gracia que se les da (Mt 11, 20-29) porque los que se obstinan en no creer, los que se burlan de ese amor misericordioso de Dios, moriran en su pecado (Jn 8, 12.21-24). Se condenan aquellos que se cierran obstinadamente a la invitacién misericordiosa de Dios (Jn 3, 16-21; 5, 24) y no quieren cambiar de vida. Pero ha quedado rota la légica del fariseo. El Padre ama independientemente de Jos méritos que uno tenga. También se salvan fos recaudadores de impuestos (decian los fariseos que ni Dios mismo los podria salvar). Dios goza perdonando. En la parabola del fariseo y del publicano, ef publicano no podia presentar méritos como el fariseo, pero pide perdén (Le 18, 9-14) y por ello salié justificado del templo. Creo que habria que decir en consecuencia que el primer mandamiento es dejarse amar por Dios. Al Reino se entra por tanto por la canversi6n y la fe. Y el Reino tiene dos dimensiones (como la gracia): por un lado nos hace hijos en Cristo y, por otro, nos libera del pecado, del sufrimiento y de la muerte. Y légicamente, el Reino no puede limitarse a la dimensién interior de la gracia, sino que por su légica interna ha de suprimir la injusticia y ha de preocuparse por la salud social de los hombres. Pues bien, para Pagola, el Reino se reduce exclusivamente a Ultima dimension. Pagola se rebela contra los que hacen del Reino de Dios algo privado y espiritual que se produce en lo intimo de la persona cuando se abre al amor de Dios (95). No, el Reino es una fuerza liberadora que trata de curar el sufrimiento, la enfermedad y la pobreza. El enemigo a combatir es el mal que reina en el mundo. Jesus prociama la salvacién de Dios curando. Dios es amigo de la vida y quiere generar una sociedad mas saludable: curar, liberar del mal, sacar del abatimiento, sanar la religion. Eso es el Reino (101). Dios viene para suprimir la miseria, para que los hombres recuperen su dignidad. Dios no tolera el sufrimiento de los pobres. Y las cosas tienen que cambiar. Como vemos, Pagola reduce el Reino a su dimensién social (que la tiene) pero olvida que cuando San Pablo dice que, aunque entregue todos mis bienes a los demas, si no tengo caridad de nada me sirve (1 Cor 13, 3). Si uno se preocupa por curar el mal de la sociedad y vive en pecado no pertenece al Reino. Olvida Pagola que el Reino se identifica con la persona de Cristo, porque de admitirlo seria confesar la divinidad de Cristo. Y olvida también que el Reino nace en nosotros por {fa conversién a la persona de Cristo. El dice que no se produce el Reino por una adhesi6n explicita a Jesus sino por ayudar a los necesitados (193), de modo que no habla de la filiacién adoptiva que produce el Espiritu en nosotros que nos hace exclamar: «jAbba, Padre!» (Rom 8, 15). Cristo ha dado su vida para que recibamos la filiacion adoptiva (Gal 4, 5). Pero gcémo Cristo puede divinizarnos si no es Dios? Pagola olvida en consecuencia la dimensién sobrenatural del Reino. Hablando del Reino, nunca habla de la gracia. Que el Reino tiene que cambiar la sociedad es algo de lo que nadie puede dudar, pero que el Reino se pueda reducir a eso es algo que nadie puede aceptar. Seria traicionar la esencia del cristianismo. Para hacer una Tevolucién que busque la dignidad del hombre no es preciso ser cristiano, basta con los principios de la llustracin. 3.- El perdén de Dios Pagola sigue explicando que Dios es bueno, que su bondad lo ilena todo, que su misericordia ha irrumpido ya en la vida. Pero al meditar sobre la parabola del hijo prédigo (127 y ss.), la tergiversa al olvidar que el hijo vuelve arrepentido: «Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo. Tratame como a uno de tus jomaleros» (Le 15, 21). Y dice Pagola que el padre interrumpié la confesién de su hijo (130) cuando en realidad esa confesion de arrepentimiento el hijo la habia dicho cuando estaba todavia lejos de casa. En la parabola hay conversion. Dios perdona si, pero a un hijo que ha vuelto arrepentido. Se tergiversa el Evangelio cuando se dice que Dios perdona sin conversion; otra cosa es decir que el Padre goza perdonando: «hay mas alegria en el cielo por un pecador arrepentido que por noventa y nueve que no necesitan de arrepentimiento» (Lc 15,7). Ahi esta también la parabola del fariseo y el publicano. El publicano salié justificado porque pidié perdon Recuerda Pagola que Dios acoge a publicanos y pecadores sin condicién ninguna (199). Jesus comparte mesa con ellos y se sienten acogidos por Dios y asi se va despertando en ellos el sentido de su propia dignidad. Dios es un amigo que ofrece su amistad, y asi poco a poco se despierta en el pecador el sentido de su dignidad. Los pecadores pueden abrirse al perdon de Dios y cambiar, pero no se da ninguna declaracién, no les absuelve de sus pecados, sencillamente los acoge como amigo. Jesus ensefia que Dios sale hacia el pecador no como juez que dicta sentencia, sino como un padre que busca recuperar a sus hijos perdidos. En el Antiguo Testamento se perdona a los que previamente se han arrepentido; Jesus no exige un arrepentimiento previo. Jestis acoge a los pecadores tal como son, pecadores. Se trata de un perdén no condicionado al arrepentimiento: «Este perdén que ofrece Jestis no tiene condiciones. Su actuacién terapéutica no sigue los caminos de la ley: definir la culpa, llamar al arrepentimiento, lograr el cambio y ofrecer un perdén condicionado a una respuesta posterior positiva. Jesus sigue los caminos del Reino: ofrece acogida y amistad, regala el perdén de Dios y confia en su misericordia, que sabra recuperar a sus hijos e hijas perdidos. Se acerca, les acoge e inicia con ellos un camino hacia Dios que solo se sostiene en su compasién infinita. Nadie ha realizado en esta tierra un signo mas cargado de esperanza, un signo més gratuito y mas absoluto del perdén de Dios. Jesus sitia a todos, pecadores y justos, ante el abismo insondable del perdén de Dios. Ya no hay justos con derechos frente a pecadores sin derechos. Desde la compasién de Dios, Jestis plantea todo de manera diferente: a todos se les ofrece el Reino de Dios; sdlo quedan excluidos quienes no se acogen a su misericordia» (208). Si no entiendo mal, Pagola quiere decir que Dios perdona sin condiciones, sin el compromiso de una respuesta posterior positiva. A todos se les ofrece el Reino. Sdlo se condena el que no se acoge a su misericordia. Por lo tanto cabe acogerse a su misericordia sin un compromiso de cambio. Pero zqué arrepentimiento es ese? ECémo se puede acoger la misericordia de Dios sin arrepentirse y hacer el propésito de cambiar de vida? gHay aqui un cierto sabor \uterano? El hijo prodigo no volvera a hacer lo que hizo. Solo asi el padre puede hacer fiesta. Si no, seria un autoengafio. Es cierto que Jestis come con los pecadores y que les lleva el anuncio de que Dios Padre les sana. Pero es también cierto que a la adultera le perdona Jesus y le dice: «vete y no peques mas» (Jn 8, 11). Al buen ladrén le perdona porque ha pedido perdén y le dice: «hoy estaras conmigo en el paraiso» (Le 23, 19). Pero eso no se lo dice al otro ladrén que no le pide perdén. Pagola escatima siempre la existencia del infierno y asi olvida la parabola en la que uno de los ltimos invitados fue echado fuera a las tinieblas porque no Wevaba el traje de boda (la gracia) (Mt 23, 13). Y no podemos olvidar que Jestis aparece en los Evangelios como juez. Hablando de la Ultima hora dice Jesus: «ha llegado la hora en que todos los que estén en los sepulcros oiran su voz y los que hayan hecho el bien resucitaran para la vida, y los que hayan hecho et mal, para la condenacién» (Jn 5, 28-29). Entonces, Cristo vendré «en su gloria acompatiado de todos sus angeles... Serén congregadas delante de él todas las naciones, y él separara a los unos de los otros, como el pastor separa a las ovejas de las cabras. Pondrd a las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda... E iran estos al castigo eterno y los justos a una vida eterna» (Mt 25, 31.32.46). Por fin hay un comentario de Pagola a un texto importante en el que Jestis perdona los pecados de un paralitico (Mc 2, 5) y dice que desis aqui otorga en nombre de Dios el perdén-absolucion, apareciendo asi como juez; pero apostilla Pagola que no es esta la actitud de acogida que Jests tuvo con los pecadores (206) para terminar diciendo que no se puede asegurar ja historicidad de este relato. La verdad es que el texto todavia dice mas; algo que calla Pagola. Jesus perdona al paralitico en su nombre, no en nombre de Dios, lo cual implica su divinidad, ya que solo Dios puede perdonar los pecados. Ahi esta la divinidad de Cristo. Cuando un texto habla claramente de su divinidad, Pagola responde diciendo que probablemente no es auténtico. Pero el hecho es que este relato, en el que se acusa a Jesus de blasfemo, no lo podria inventar la comunidad primitiva (criterio de discontinuidad). 4.- Los milagros de Cristo Pagola no utiliza nunca el término de milagros al hablar de las curaciones de Jesus. Ya en su primera obra de cristologia (Jesus de Nazaret, San Sebastian 1981), mantenla que los milagros de la naturaleza (muitiplicaci6n de los panes, caminar sobre las aguas, etc.) tenian pocas garantias de historicidad (274-275). Y es que vuelve a cercenar todo aquello que no encaja en su visién apridrica de Cristo. En esta obra silencia totalmente dichos milagros. El no habla de milagros, prefiere hablar de curaciones. Lo que a Dios le preocupa es el sufrimiento de la gente y asi Jesus proclama el Reino de Dios curando. Ademas, la enfermedad suponia una exclusién de la sociedad, como en el caso de los leprosos. Se la suponia como un castigo de Dios por pecado o infidelidad. Cristo destroza (y en esto tiene razén Pagola) todos |os tabties. Ahora bien, gen qué consisten sus curaciones? Cristo, con elias, quiere mostrar el amor compasivo de} Padre. También otros profetas como Eliseo y Elias las habian hecho, y Jestis las hace como signo de fa \legada del Reino de Dios. En realidad lo que Cristo hace es curar por la fuerza de su palabra y los gestos de sus manos: toca y transmite confianza (166) y asi Cristo suscita la confianza en Dios, arranca a los enfermos del aislamiento y de la desesperanza y es esa confianza en Dios que Jests transmite la que cura (167). «Su poder para despertar energias desconocidas en el ser humano creaba las condiciones que hacian posible la recuperacién de la salud» (165). La fe pertenece, por tanto, al mismo proceso de curaci6én. Cuando en un enfermo se despierta la confianza, se realiza ‘a conversién. Es la fe la que despierta las posibilidades desconocidas. Jesus trabajaba en e} corazén de los enfermos para que confiaran en Dios (167). Jestis realiza también exorcismos. Aquellas gentes creian en la posesién diabdlica, pero «la posesién era una compleja estrategia utilizada de manera enfermiza por personas oprimidas para defenderse de una situacién insoportable» (170). Era una forma enfermiza de rebelarse contra el sometimiento romano y el dominio de las poderosos (170). Y légicamente el Reino de Dios tiene que curar el mal que se manifiesta de este mundo. Los milagros, en todo caso, no son pruebas del poder de Dios. Pues bien, si me permite Pagola, recurriré a mi Biblia (hace tiempo que pienso que poseo una Biblia diferente) y en la cual Jesus dice: «si no me creéis a mi por lo que yo os digo, creedme al menos por las obras que yo hago y sabréis que yo estoy en el Padre y el Padre en mi» (Jn 10, 37-38). «Si yo no hubiera hecho obras que no ha hecho ningun otro, no tendrian pecado;, pero ahora las han visto y nos odian a mi y a mi Padre» (Jn 15, 24). Y Nicodemo dice a Jesus: «Maestro, sabemos que vienes de Dios porque nadie puede hacer las obras que tu haces» (Jn 3, 2). Ahi esta por tanto ef sentido apologético de los milagros, como lo esta en el sentido comun del ciego de nacimiento: «jamas se ha oido decir que nadie le haya dado la vista a un ciego de nacimiento; por lo tanto, el que me ha curado viene de Dios» (Jn 9, 32-33). Personalmente nunca he encontrado una razon para dudar de la historicidad y del valor apologético de los milagros; lo que he encontrado han sido prejuicios que en Ultimo término vienen del protestantismo, el cual no sabe integrar la raz6n en el marco de la fe. Por lo demas, la explicacién de Pagola resulta ridicula. Como pudo infundir confianza a la hija de la cananea a la que no vio y que se encontraba a muchos kilometros? O, ~cdmo resucitar a la hija de Jairo o a Lazaro, que llevaba cuatro dias muerto y olia, infundiéndoles confianza? Pero, en todo caso, lo que no se puede afirmar es lo que dice Pagola al afirmar que Jesiis no iba por los caminos de Galilea para convertir a los pecadores, sino para curar a tos hombres librandolos de su sufrimiento (174-175). Jesus busca con sus milagros justamente la conversion: «ay de ti Corazoain, ay de ti Betsaida, si en Sodoma y en Gomorra se hubieran hecho los milagros que yo he realizado ante vosotras, hace tiempo que se habrian convertido» (Mt 11, 23). La dimensién salvifica y la apologética van siempre unidas en los milagros de Cristo. 5.- La identidad de Cristo Ya al principio hemos traido las palabras de Pagola en las que dice que Jestis nunca tuvo la pretensién de ser Dios. En efecto, para él, Jesus es un hombre que ha tenido una experiencia singular de Dios como Padre. Dios esta en el centro de su vida (303) y asi Pagola pone como titulo del capitulo once «Creyente fiely. El Dios de Jesucristo es el Dios de Israel que ahora ha descubierto como Padre compasivo a partir de la experiencia de! bautismo. Le llama Abba (Papa). Reza la Shem dos veces al dia como hacia todo judio. Pero la denominacién como Padre que existia en el Antiguo Testamento respecto de Israel y del rey, no era algo central. Ahora Cristo ha descubierto al Padre en su bondad. £! es bueno con todos y perdona a todos. Esto es el Reino de Dios. «Cuanto mejor vive la gente, mejor se realiza el Reino de Dios» (324). Y nadie queda excluido del Reino. Hoy en dia se suele hablar mucho de la fe de Cristo. El caso es que, cuando uno busca en la Biblia, no encontrara ni un solo texto en el que se diga que Cristo creia en Dios. La perspectiva del Evangelio de Juan es esta: solo Cristo ve al Padre y da testimonio de lo que ve (Jn 1, 18; 6, 46). Son numerosos los textos en los que Cristo dice, como en Jn 3, 11: «nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero vosotros no aceptais nuestro testimonio». Pero es el caso que, al mismo tiempo, son incontables los textos en los que Cristo pide para su persona la misma fe que para el Padre: «creéis en Dios, creed también en mi» (Jn 14, 1), gComo puede tener fe alguien que pide una fe divina hacia su propia persona? He aqui de nuevo la divinidad de Jesucristo. En vano se acudira a Heb 12, 2 que dice que Cristo «inicia y consuma la fe». El P. Iglesias en su Nuevo Testamento, recuerda que Cristo es el iniciador y perfeccionador de nuestra fe porque de principio a fin nuestra fe depende de él; idea repetida en toda la carta, La prueba de que en esta carta Cristo no tiene fe es que su autor, al buscar ejempios de fe en Abrahan, Moisés, etc. no pone a Cristo como modelo de fe. En el Nuevo Testamento el modelo de fe es Maria, no Cristo. Pagola no utiliza un método que hoy en dia se ha mostrado muy eficaz a la hora de estudiar la divinidad de Cristo: la cristologia implicita. Cristo, de forma implicita, se presenta como Dios constantemente. Cuando se pone como centro de la fe y la Salvacion en logia como: «el que busque su vida la perdera, el que la pierda por mi la encontrara» (Mt 10, 39). «Y seréis aborrecidos todos por causa de mi nombre; el que persevere hasta el final, se salvaré» (Mt 10, 18-22). Guardini, en La esencia del cristianismo (Madrid 1984) ha hecho una reflexién profunda sobre todos estos logia destacando que Jesucristo hace lo que ningtin otro fundador de religion se atrevi6 a hacer: ponerse como centro de la vida religiosa y pedir para si mismo la misma fe que solo Dios puede pedir. J. Ratzinger en su reciente libro Jesus de Nazaret, recuerda la historia del rabino J. Neusner que cuenta a otro rabino que Jesus mantiene la ley, que no ha quitado de ella ningun precepto, pero que se ha colocado como centro, por encima de la ley. Jesus, dice, tiene exigencias para mi que solo Dios las puede tener. Esto es lo que me impide ser cristiano. Jesus se identifica con el Reino como ya hemos visto: la salvacién esta en su persona. Y si se coloca sistematicamente por encima de la ley, del sbado y del templo, es porque tiene conciencia de ser Dios. Tiene incluso ‘a pretensi6n de perdonar los pecados en su propio nombre. Nada de esto ha sido analizado a fondo por Pagola que incluso olvida textos en los que Cristo es acusado como blasfemo por pretender e} nombre de Dios: «Yo soy» (Jn 8, 24.28.58). «Si no creéis que yo soy, moriréis en vuestros pecados» (Jn 8, 24). Y fue acusado de blasfemo. Hay un texto en el evangelio de S. Juan en que los judios le dicen: «no queremos apedrearte por ninguna obra humana sino por una blasfemia y porque tu, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios» (Jn 10, 33). Jesucristo se muestra como Dios cuando afirma de si mismo que es e! Hijo de! Hombre que viene sobre las nubes del cielo (Mt 26, 64) asumiendo la visién de Daniel (7, 9-14) que presenta al Hijo del Hombre como Mesias (tiene la misién de reunir a los hijos del Altisimo) pero como un Mesias trascendente que no viene del mar como los Reinos humanos sino del cielo; es preexistente y comparte el poder del Anciano de dias (Dios). Este titulo que Jesus usa unas ochenta veces y que aparece en todas las fuentes que componen los Evangelios, fue utilizado por Cristo de forma exclusiva. Por ello resulta cémico que Pagola, que no dedica un capitulo a estudiar este titulo y al que dedica un pequefio parrafo, pretenda que lo que ha ocurrido es que Jestis entendié Hijo del Hombre en un sentido vuigar (un hombre) y que la Iglesia lo transformé en titulo divino a la luz de Dn 7, 9-14 (452-453). ~Como pudo hacer eso la Iglesia cuando nunca utiliz6 ni entendid este titulo? Nunca la Iglesia primitiva te amd a Jesus Hijo del Hombre. Aun hoy en dia no tenemos en la liturgia ni una sola oracién que se ditija a Cristo como Hijo del Hombre. Jesucristo se presentd también como Hijo de Dios en un sentido divino. Son muchos los textos que podriamos presentar aqui y que hemos estudiado en nuestra obra Sefior y Cristo (Palabra, Madrid 2005). Me limito a citar uno. En Mc 12, 1-9 tenemos ta parabola de los vifiadores. En ella Jestis se presenta como el Hijo unico en Jerusalén y pocos dias antes de su muerte. Esta parabola la proclamé Jesucristo para hacer comprender la magnitud del crimen que iban a cometer matandole a él: mataéndole a él no matan a un profeta mas (los siervos) sino ai Hijo unico. Lo vemos también en Mt 23, 30 donde Jesus dice a los fariseos: «vosotros decis que, si hubierais vivido en el tiempo de vuestros padres no habriais matado a los profetas, con lo cual estais atestiguando que sois hijos de los que mataron a los profetas. Colmad también vosotros la medida de vuestros padres». En ei Evangelio de Juan el titulo de Hijo de Dios en un sentido divino aparece también constantemente. Pues bien, Pagola diré que la denominacién de Dios como Padre en el Antiguo Testamento se daba en un sentido adoptivo. Y efectivamente Jesus es el Hijo, lo mas querido de Dios. Y afirma que Jestis es verdadero hombre y verdadero Dios, porque en él esta presente el verdadero Dios (460). Si nos damos cuenta, dice Pagola que Dios esta presente en Jesus, pero también estaba presente en el profeta por medio de su accién y su palabra. Lo que no dice Pagola es que Jestis sea Dios, el Hijo de Dios en un sentido Unico. 6.- La Pasion Antes de hablar de la Pasion, Pagola explica el episodio de la purificacién del templo; episodio de una significacién primordial para la clase sacerdotal, acomodada y privilegiada que vivia del templo y lo hacia en connivencia con Roma. Me parece todo ello muy acertado. Era un desafio para la aristocracia del templo. La actuacién de Jesus fue, ademas, un desafio al templo. Y en este sentido Pagola olvida algo de suma trascendencia en el Evangelio de Juan: que Cristo predijo la destruccién del templo y dijo que lo levantaria en tres dias. Y afiade Juan: «se referia a su cuerpo resucitado» (Jn 2, 21) que, como sabemos, esta presente en la Eucaristia. La Shekinah Yahvé ya no esta en Jerusaién, esta en cualquier sagrario de nuestras iglesias. Y en la explanada ya no se puede levantar el ternplo porque esta ocupada por dos mezquitas. Pagola olvida también que Jesucristo, que dijo ser mayor que el templo, es el verdadero Templo presente ahora en la Eucaristia. Pero no convence ‘a explicacién de la condena de Jesus simplemente por la purificacion del templo. Y menos ‘a condena por parte de Pilato. A Pilato en la Pasién se le ve dubitativo: «Zpero tu eres rey?», le pregunta a Jess que no tenia apariencia alguna de serlo. Y responde Jesus: «si, pero mi Reino no es de este mundo» (Jn 18, 36). No le queria condenar y buscé la baza de Barrabas que no le saliéd bien; pero los fariseos que conocian bien a Pilato le dijeron: «si sueltas a ese, eres enemigo del César» (Jn 19, 12). Ahi le tocaron la fibra: se jugaba su carrera. Y Pilato condend a Cristo por cobardia. Pero los judios le llevan a Jestis a Pilato porque «se tiene por Hijo de Dios» (Jn 19, 7). Esa es la raz6n de la condena de los judios: la blasfemia. Y por eso la condena de Caifas: «ha blasfemado», cuando Jests le dijo que es el Hijo del Hombre que viene sobre la nube. Ahora todo esta claro para Caifas, tiene una razon de peso para quitarse a Jestis de encima, que habia subvertido el orden social y religioso. Y asi Pagola que busca olvidar la condena de Jestis como blasfemo, porque supondria que habria afirmado su divinidad, nos viene a explicar que la reunién de! Sanedrin no tuvo lugar (377). La Misné prohibia en efecto las reuniones del Sanedrin por la noche. Lo que si ocurrié fue una reunion informal y privada en la casa de Anas. Ahora bien, como bien nota el P. Iglesias (Nuevo Testamento, 160) Mateo unifica dos reuniones: la nocturna ante Anas (Jn 18, 13) y la que tuvo lugar de madrugada en el Sanedrin (Le 22, 66). Lucas especifica que se reunieron en el Sanedrin «en cuanto se hizo de dia». Y anota la Biblia de Jerusalén que, sin duda, tuvo lugar en el edificio del tribunal, cerca del Tempio. No te queda otro argumento a Pagola que decir que la combinacion en el juicio de Jesus de estos tres titulos: Mesias, Hijo de Dios e Hijo del Hombre no es histérica, sino una expresién de la fe de la Iglesia (376). Pues bien, habria que responder que la combinacién de Mesias e Hijo de Dios en la boca de Caifas es légica, dado que un judio puede entender que el Mesias sea Hijo de Dios en un sentido adoptivo. Mesias e Hijo de Dios, en este caso, son sinonimos. Pero el titulo de Hijo del Hombre en boca de Jesus no puede provenir de la comunidad primitiva porque nunca designaba asia Jestis. Jesus, por tanto, fue condenado por blasfemo. En todo caso, Pagola continia diciendo que Jesus termina en la cruz no por voluntad del Padre ni por realizar un sacrificio de expiacion. El no vino a reparar a un Dios ofendido por el pecado, sino a entregarse totalmente por el Reino de Dios (350). Jesus murié como vivid. El Padre no exige una reparacién. E} Padre no quiere que maten a su Hijo querido y lo que hace es acompariarlo hasta la cruz. El Padre no busca la muerte ignominiosa de su Hijo, ni Jesus ofrece su sangre al Padre sabiendo que le seraé agradable (440-441). El Padre y el Hijo en la crucifixién estan unidos enfrentandose juntos al mal hasta las Ultimas consecuencias, de mado que, en la Resurreccién, Dios ha mostrado que estaba con el Crucificado, No se trata, pues, de un Dios justiciero que no perdona si no se le devuelve el honor ofendido. Nada de sacrificio de expiacién. No podemas ver el pecado como una ofensa a Dios sino en la gente que esté muriendo de hambre, como decia Pagola en la entrevista que ya hemos citado. Como vemos, de esta forma desaparece todo el misterio de la tedencién de Cristo. Todo se explica de forma natural. Pero el caso es que la Escritura nos dice constantemente que fue voluntad det Padre que Cristo fuera a la cruz. Sélo citaré tres textos de los muchos que aparecen. Cristo pide al Padre en el huerto que le aparte el caliz de la Pasion y afiade: «pero no se haga mi voluntad sino la tuya» (Mt 26, 39). En Jn 12, 27 leemos: «Padre, librame de esta hora, pero para esto he "legado». Leemos también en Flp 2, 6-8 que Cristo, atin siendo de condicién divina, se rebajé obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz. Son muchos mas los textos que podriamos haber citado. éQue el pecado no es ofensa personal a Dios? Ya en el Antiguo ‘Testamento hay un término para hablar del pecado como zanah (la infidelidad conyugal). Aparece en muchos textos pero sobre todo en una de las paginas més bellas del Antiguo Testamento (Ez 16, 1 y ss.): el comportamiento de una muchacha abandonada en el campo, desnuda y repugnante, de la que se enamora un transetnte (Dios), que la viste de seda y de joyas y se casa con ella. Pero ella, pagada de su belleza, se entregé después a la prostitucién. Y es que el pueblo judio no séio tiene una concepcidn del pecado en un sentido ético, sino en un sentido religioso, como ofensa a Dios. Dada la concepcidn que tiene de un Dios personal que ha hecho alianza con su puebio, el pecado es ante todo una ofensa a ese Dios amigo y Padre. Otra pagina de las mas bellas del Antiguo Testamento es la figura del siervo de Yahvé (is, 53), que habla de la expiacién por los pecados realizada por un hombre inocente carente de pecado y que no abre la boca para quejarse de su situacién. Es la pagina que convirtio al rabino de Roma E. Zolli a la fe cristiana. De este personaje se dice que realizé la expiacion de los pecados de los muchos (todos). Veremos mas adelante cémo Cristo hace suyo este sacrificio del Siervo de Yahvé. De momento y como resumen de la fe de la Iglesia sobre este punto, citamos al Nuevo Catecismo. El Catecismo de la Iglesia presenta el sacrificio de Cristo en la cruz como el sacrificio del Siervo de Yahvé que «se dio a si mismo en expiacién» y por el que satisface al Padre por nuestros pecadas (n. 615). Tiene un valor de «reparacién, expiacion y satisfaccién» (n. 616). Se trata de un sactificio por el que se repara nuestra desobediencia (n. 614). En este sentido, es significativo que el mismo Juan Pablo II haya ensefiado que el pecado afecta personalmente al Padre aun cuando no le destruya en su ser perfectisimo, de modo que Cristo respondié por nosotros, reparando nuestra desobediencia. La Comisién Teolégica Internacional también se hace eco de que la piedad popular cristiana siempre ha rechazado la idea de un Dios insensible y ha reconocido en él la compasién. Por su parte, el Nuevo Catecismo habla también del pecado como de una ofensa personal a Dios (nn. 1.140, 1.850, 431, 397), algo que se dirige contra el amor de Dios hacia nosotros, una rebelién contra Dios, una desobediencia a Dios y una falta de confianza en su bondad (n. 397). Una «ruptura de la comunién con Dios» (n, 1.440). La reparaci6n, por lo tanto, es corresponder al amor incorrespondido de Dios. Ahora bien, lo que tiene que hacer un tedlogo no es eliminar los datos de la Escritura y la Tradicién. Asi no se hace Teologia. Lo que tiene que hacer un tedlogo es comprender, en la medida de lo posible, ef misterio que en ellos se revela. Y en este caso suele ocurrir que cuando se explica a nuestra gente desde la Teologia cémo el pecado ofende a Dios, termina amandole mas, maravillados por la grandeza de su amor. Un Dios insensible al pecado no es el Dios cristiano. Si Dios es sensible al pecado, es porque nos ama de verdad, porque busca nuestra correspondencia. Nuestro Dios no es un Dios abuelo que condesciende con todos los caprichos de sus nietos. Es el Padre que precisamente sufre porque ama. Sobre esto hemos hablado en nuestra cristologia (Sefior y Cristo). 7.- La Eucaristia, cena de despedida EI tratamiento que hace Pagola del tema de la Eucaristia es verdaderamente decepcionante. Dice que se traté simplemente de una cena de despedida. Se trata de una cena que hace pensar en el banquete final del Reino. En ella quiso significar Jesiis que su muerte no iba a destruir la muerte de nadie, que su muerte no iba a impedir la llegada del Reino. Y en el momento de partir el pan, lo que quiere dar a entender Jess es que hay que verle en los trozos de ese pan entregado hasta el final. Ese pan y ese vino les ‘ecordara la entrega total de Jestis hasta la muerte y evocara la fiesta final del Reino (367). Se trata por tanto de un recuerdo y de una evocacién. No dice nada de su sentido sacrificial. ~Cémo lo va a decir si no admite que la muerte de Cristo lo tuviera? Ni dice nada de lo que afirma S. Pablo a propésito de la presencia real: que la copa es comunién con la sangre de Cristo y que el pan es comunién con su cuerpo (1 Cor 10, 16) hasta el punto de afirmar que el come el pan o bebe la copa del Sefior indignamente se hace reo del cuerpo y de la sangre del Sefior (1 Cor 11, 27). También olvida las palabras de Cristo en el evangelio de Juan, cuando afirma que si no comemos la carne del Hijo y no bebemos su sangre, no tenemos vida en nosotros (Jn 6, 53-54). Pero Pagola empieza diciendo que la cena del Sefor no fue una cena pascual. No puede menos de citar en nota las indicaciones de los evangelios que identifican la cena con la pascua judia (Mc 14, 1.12.17-18; Le 22, 15). Es verdad que hay un problema cronoldgico, pues los sindpticos ponen la cena del 14 al 15 de Nisan, al ocaso del sol (Mc 14, 12); por consiguiente fue una cena pascual judia y todos los acontecimientos de la Pasion tuvieron lugar del 14 al 15. Pero seguin el evangelio de Juan (Jn 13, 1.29; 18, 28; 9, 14) Jestis murié el dia 14 pues ese dia, como anota él, era el dia de la preparaci6n de la pascua, cuando los corderos eran inmolados en el templo. Por lo tanto muere la tarde del viernes 14. Por consiguiente Jesus tuvo que adelantar la cena 24 horas. Hemos detallado en nuestra obra E/ misterio eucaristico (Ed. Palabra) todas las interpretaciones a las que ha dado lugar este adelantamiento de Juan. La datacién de Juan pesa lo suyo; pero en todo caso, como bien dice Jeremias, lo decisivo es que Jestis realiz6 su cena en el marco pascual de la celebracion judia. Asi dice él que se menciona que la ultima cena tuvo lugar en Jerusalén, y sabemos que la fiesta de pascua desde el afio 621 a.C. habia dejado de ser una fiesta doméstica para convertirse en una fiesta de peregrinacion a Jerusalén. Se utiliza un local prestado (Mc 14, 13-15) seguin la costumbre judia de ceder gratuitamente a los peregrinos ciertos locales. Tiene lugar al atardecer, recostados y no sentados (asi se hacia en la cena pascual, como signo de liberaci6n. El lavatotio de los pies se explica desde la practica exigida para poder comer la cena pascual). El hecho de que Jestis parta el pan en el curso de la cena («mientras comian»: Mc 14, 18-22) es significativo, pues una comida ordinaria comenzaba siempre por la fraccién misma. El hecho de haber vino no era habitual y se reservaba para las ocasiones solemnes. El vino rojo era el propio de la cena pascual. El himno que se canta (Mc 14, 26; Mt 26, 30) era el himno Halle/ que se recitaba en \a cena pascual. Después de cenar no vuelve Jess a Betania como en las noches anteriores sino que se encamina al huerto de los olivos (era preceptivo pasar esa noche en Jerusalén: Dt 16, 7). Jests anuncia durante la cena su pasién inminente, y sabemos que la explicacién de los elementos especiales de la comida era parte integrante del rito pascual. Habria que ajfiadir también el tema del memorial (chaced esto en memoria mia») que pertenecia al ambiente de la celebracién pascual. La cena pascual se hacia en memorial de Ia liberaci6n de Egipto. Y Jesus manda hacer el memorial suyo (zikaron). La pascua judia actualizaba el rito de {a liberacién realizada por Dios en el éxodo (Ex 12, 1-14). Ahora Cristo nos entrega ta Eucaristia como memorial que hace presente la pascua realizada en él por su muerte y Resurreccién. Y no podemos admitir lo que dice Pagola de que lo del memorial no es aqui histérico porque sin el mandato de la reiteraci6n por parte de Jestis, habria sido imposible el desarrollo ulterior de la liturgia eucaristica. gPor qué en todas partes y sin excepcién alguna dejan los cristianos de origen judio de celebrar la pascua judia y se celebra la Eucaristia? Negar el caracter pascual de la Eucaristia porque no se habla de las yerbas amargas como hace Pagola es no tener en cuenta que este relato fundado en Jesus tiene una configuracién liturgica dentro de la cual ya no caben elementos que no han adquirido una significacion sacramental. Asi pues, la Eucaristia vuelve a ser ahora memorial de la muerte y Resurreccién de Cristo. Olvida también Pagola el tema de la nueva alianza que justamente hace referencia a la antigua alianza realizada por Moisés en el Antiguo Testamento (Ex 24, 1-8) que se hace justamente con la sangre de animales asperjada sobre una piedra central que es Dios y doce piedras en circulo que recuerdan a las doce tribus de Israel. Hemos hablado ya del significado que tiene el texto del Siervo de Yahvé en Is 53 en el que se dice que fievé el pecado de «los muchos» (rabim). «Los muchos» es el mismo término que usa Cristo en la institucién de la Eucaristia (Mc 14, 22-25; Mt 26, 26-29). Es también el término que se usa en el famoso logion del rescate: «el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar la vida en rescate de los muchos» (Mt 20, 28). Con ello vemos que Cristo asume la figura y la funcién del Siervo de Yahvé que se dio a si mismo en expiacion por los pecados de la humanidad (Is 53, 10). Las mismas preposiciones que se emplean en {a institucién de la Eucaristia dper y peri (a favor de) son caracteristicas de los sactificios expiatorios, indicando a favor de quién se hace la expiacion. Se habla también de la sangre entregada (didomenon). Todavia hay mas: la carta a los Hebreos presenta el sacrificio de Cristo como el verdadero, Unico y definitivo sacrificio de expiacién que ha eliminado a los sacrificios expiatorios que se ofrecian en la fiesta del Yom kippur, e! dia del perdén. Por tanto, negar el sacrificio expiatorio de Cristo es negar toda la carta a los Hebreos. Lo que hizo Cristo en la Eucaristia fue instituir el sacrificio de la nueva y eterna alianza que se iba a sellar con su sangre en la cruz para dejarlo a su Iglesia como memorial de su muerte y Resurreccién: «hacedlo en memoria mia pues cada vez que coméis este pan y bebéis esta copa, anuncidis la muerte del Sefior hasta que venga» (1 Cor 41, 26). En la institucién de la Eucaristia Cristo se entrega a los suyos ya de forma real por medic de su cuerpo y su sangre. Se trata de una anticipacién sacramental de lo que va a couttir de forma cruenta en el misterio de su cruz y su Resurreccién. Pero se comprende que quien no cree en la divinidad de Jesucristo, no puede aicanzar la maravilla de lo que ha hecho en la Eucaristia. 8.- La Resurreccion Me veo obligado a sintetizar mas de lo deseado el tema de la Resurreccién de la que he hablado con detalle en mi obra Sefior y Cristo (Ed. Palabra), pero manda la extensién fijada para este trabajo. Lo primero que llama la atencién cuando se lee a Pagola, que tanto interés tiene por la fidelidad historica, se ve que cambia totalmente el orden histérico de los acontecimientos relativos a la Resurreccién: Los evangelios presentan en primer lugar el hallazgo del sepulcro vacio que provoca perplejidad y miedo en las mujeres; y después hablan de las apariciones, que les confirman en la Resurrecci6n. Pagola, por el contrario, parte de las apariciones para hablar después del sepulcro vacio. {Por qué? Porque él entiende que todo se reduce a una “experiencia de fe (asi interpreta las apariciones) y lo del sepulcro es una realidad de la que en el fondo se puede Prescindir. Pagola mantiene que la Resurreccién es real pero no histérica, es decir, no ha tenido lugar en Ja historia, porque es una realidad que la trasciende (418). Estamos de acuerdo en que no se trata de una Resurreccién como la de Lazaro que retorna a la vida terrena y a la muerte. La Resurreccién de Cristo es trascendente porque con su cuerpo glorioso ha vencido definitivamente a la muerte. Pero ha dejado huellas en la historia: sepulcro vacio y apariciones. Eso es lo que dicen los textos. El verbo que se emplea para hablar de que Jesus se aparecié es ophthé, aoristo pasivo que se traduce por «se dej6 ver». Se usa este verbo porque es el que usa la traduccién Vulgata al hablar de las apariciones de Dios en el Antiguo Testamento. Pero se usan también otros verbos como faino y faneroo que significan aparicién visible. Y asi mismo verbos como éste en meso autén: se puso en medio de ellos (Le 24, 36; Jn 20, 19-26). Pero puesto que Pagola no quiere reconocer que la Resurreccién de Cristo es al mismo tiempo trascendente e historica, se ve obligado a explicar que lo que ocurrid fue que los apéstoles tuvieron una "experiencia" de fe de que Jesus vivia, recurriendo a su fe en la fidelidad de Dios (420). Y ellos atribuyeron esa “experiencia” a Dios. Sdlo Dios les podia haber revelado algo tan grande e inesperado. Ellos conocfan la doctrina de la Resurreccién de fos cuerpos que aparece en Dn 12, 1-2 y quizds habian oido hablar de los siete martires torturados por Antioco Epifanes (2 Mac 7, 9-23), lo cual les ayud6é a interpretar su "experiencia" de Jests como vivo y resucitado. Detengamonos un poco a meditar sobre todo esto. gQué "experiencia" de fe podian tener los apéstoles tras la muerte de Jestis, cuando muriéd como mueren todos los crucificados, como maldito de Dios? Pues dice la Escritura (Gal 3, 13) que el que muere en el madero es maldito de Dios. Y Jesus fue juzgado legitimamente por el Sanedrin y condenado como blasfemo. Ellos estaban escondidos para volver de nuevo a la pesca del Tiberiades. Cuando le dicen a Tomas que lo han visto, éste responde diciendo que, si no pone sus manos en las llagas, no cree (Jn 21, 25). Por ello dice el Nuevo Catecismo que afirmar que la fe en la Resurreccién habia surgido de la fe no tiene consistencia alguna (n. 644), pues los apéstoles no habrian vuelto a la fe sin el encuentro sensible con Jestis (n. 643). Un pequefio detalle: los discipulos de Ematis, como dicen algunos tedlogos, reconocieron a Jestis sélo desde una "experiencia" de fe, pero el texto dice que, en medio de esa "experiencia", Jestis se hizo invisible ante ellos (afantos egeneto), lo cual demuestra que junto a la experiencia de fe habia una manifestacién visible que ahora desaparece. Por tanto, habia una aparicién visible que no se puede confundir con la "experiencia" de fe. En todo caso, si se hubiera querido hablar de una "experiencia" de fe, los discipulos tenian un término en griego horama (vision interior sobre todo) que podrian haber utilizado para ello. Y sin embargo no lo emplean ni una sola vez. Ademas una Resurreccién, aunque fuera la del Mesias en medio de la historia, era absolutamente inimaginable para los judios. Los méartires macabeos esperaban la Resurreccién, pero para el final de la historia. ~Que al principio los de Ematis no le reconocieron? No olvidemos que el Unico que dispone de estas apariciones es Jestis, no le podia ver aquél que queria, como en el caso de Lazaro, sino aquél que Jesus queria. El solo dispone de estas apariciones y se aparece a quien quiere, cuando quiere y como quiere. Si se me permite, podemos recordar las apariciones de Lourdes: solo Bernardette ve a la Virgen, mientras que los que la acompafiaban no la veian. No somos los hombres los que disponemos de las apariciones de Cristo. Es ridiculo, por otro lado, acudir al argumento de que Pablo no habla del sepulcro vacio. Si no habla de él es porque no tuvo la experiencia de su hallazgo; pero lo menciona de forma implicita cuando recuerda que fue el sepultado el que resucité (1 Cor 15, 3-5). Y tampoco se puede decir que lo de Pablo fuera una “experiencia”. El oy una voz en la que Cristo se identificaba y le decia lo que tenia que hacer. Por cierto, dice que le hablé en hebreo (Hech 26, 14). S. Pablo se excusa siempre cuando habla de sus "visiones" y no lo hace nunca cuando habla del encuentro con Cristo que le hizo apéstol. Cuando Juan y Pedro se sienten conminados a no hablar de Jestis, responden diciendo que no pueden dejar de hablar de lo que han visto y creido (Hech 4, 20), refirindose ante todo a la Resurreccion (Hech 4, 10). Hablando Pagola sobre el sepulcro vacio dice: «no sabemos si (Jesus) terminé en una fosa comun como tantos de los ajusticiados 0 si José de Arimatea pudo hacer algo para enterrarlo en un sepulcro de los alrededores» (431). Pero el hallazgo del sepulcro vacio no es lo decisivo. Lo decisivo no es su hallazgo sino la revelacién que se hace sobre él: «Jesus de Nazaret, el crucificado, ha sido resucitado por Dios» (432). Lo que importa fue que los discipulos de Jests lo experimentaron como vivo desde la fe. Un pequerio detalle: si nos vamos al hallazgo del sepulcro vacio por parte de Pedro y Juan, que acuden corriendo al sepulcro tras el aviso de Magdalena que lo ha encontrado vacio, leeremos que llego primero Juan y vio las vendas en el suelo y lo mismo le ocurrié a Pedro. Pero el texto en griego no habla de las vendas en el suelo, sino de las vendas que estaban keimena, es decir, echadas, yacentes, sin el relieve del cadaver, como explica ei P. Iglesias en su Nuevo Testamento. Por eso dice Juan de si mismo que «vio y crey6» (Jn 20, 8), porque comprendié que, puesto que seguian atadas pero vacias, el cadaver no habia sido robado. Para los discipulos, lo que les dio la fe fueron las apariciones; para Juan, la fe ya empez6 con el sepuicro vacio, aunque confirmé después su fe por las apariciones Nadie niega por tanto que la Resurreccién de Cristo sea trascendente (no fue como la de Lazaro); pero se falsifica la Resurreccion cuando se la quiere desligar de la historia. Es que acaso Cristo resucitado, que es Dios, no tiene poder para manifestarse de forma visible? {Quiénes somos nosotros para decirle a Dios lo que puede hacer o no? No se puede desligar la Resurreccion de la dimensi6n historica. El cristianismo no es una ideologia ni una “experiencia” interior. El cristianismo se basa en la historia: en el ver y en el tocar al Verbo de la vida, como dice S. Juan (1 Jn 1, 1), el tedlogo mas trascendente y el mas realista de los cuatro. Pero, sera que la teologia moderna vuelve de nuevo al gnosticismo? Conclusién Trataremos de enunciar de forma clara y escueta la conclusi6n a la que hemos llegado sobre el libro de Pagola: sencillamente, esta no es la fe de la Iglesia ni la fe de la Escritura. Dice con toda claridad: «en ningin momento manifesté Jess pretensién alguna de ser Dios: ni Jesus ni sus seguidores en vida utilizaron el titulo de "Hijo de Dios" para confesar su condicién divina» (379). Para Pagola Jesus no es Dios. Es un profeta itinerante que creia en el Dios del Antiguo Testamento y que descubrié su rostro de Padre compasivo. El Reino de Dios, en consecuencia, no es la llegada de la salvacién de Dios que coincide con la persona de Cristo y que nos trae la filiacin divina y el perdén de los pecados; un Reino que obviamente tiene que luchar también contra el mal y la injusticia. Para él, el Reino de Dios es solamente esta dimensién humana y social como liberacién del dolor y de la injusticia. Las curaciones de Cristo (a las que nunca llama milagros) no son tampoco obras que trasciendan la capacidad humana y que puedan probar la divinidad de Jesus; no van mas alla de curaciones que se deben al hecho de que Jesus suscitaba en los hombres el surgir de la fe que despierta capacidades escondidas, un curandero religioso. El poder de perdonar los pecados no es propio de Cristo sino de Dios. Jestis anuncia con su cercania a los pecadores el perdén de Dios, en la medida en que se abren a su misericordia, pero sin la condici6n y el compromiso de cambiar de vida. En la Pasién de Cristo tampoco ve un misterio de salvacién querido por el Padre que envia a su Hij para que ofrezca su vida para la redencién de nuestros pecados; es sencillamente el rechazo que Jestis tuvo por anunciar la bondad misericordiosa de Dios. La Eucaristia es simplemente una cena de despedida en la que se recordaré la llegada del Reino y la muerte de Cristo y se evocaré la victoria final del Reino, Es un recuerdo y una evocacién. Nada mas. Y, como hemos visto, la Resurreccién no tiene ninguna dimensién histérica. Todo se reduce a una ie de fe (asi interpreta las apariciones) por la que llegaron los discipulos a creer que Jestis seguia vivo. El hallazgo del sepulcro vacio no es lo decisivo. «No sabemos si (Jestis) terminé en una fosa comin como tantos de los ajusticiados o si José de Arimatea pudo hacer algo para enterrarlo en un sepulcto de los alrededores» (431). Lo decisivo no es eso sino la revelacién que se hace: «Jestis de Nazaret, el crucificado, ha sido resucitado por Dios» (431). La categoria que domina en esta jesuologia (que no cristologia) es la de una "experiencia" inmanentista sin capacidad de confesar que el Verbo, segunda persona de la Trinidad, ha entrado verdaderamente en la historia para divinizarnos en Cristo y liberarnos de la esclavitud del pecado y de la muerte de la que no nos podiamos liberar. El cristianismo no tendria otra originalidad que habernos descubierto el tostro de Dios como Padre bueno y compasivo pot medio de un profeta itinerante llamado Jesus. José Antonio Sayés Responde José Antonio Pagola: {.a verdad nos hara libres

Potrebbero piacerti anche